Jeanine Frost. Happily Never After, en español :Bones y cat 1,5

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Traducción SyM Arts

Felices…nunca más


Prologo La anciana miró su reloj. Las once menos cuarto, faltaban pocos minutos. Al otro lado del oscuro callejón, dos jóvenes punks paseaban con exagerada arrogancia, -típico de los adolescentes-. Ella apenas los miró mientras movía sus pies y tarareaba, hace mucho tiempo, se hubiera paseado delante de ellos, balanceando sus caderas y murmurando promesas de placer por un precio, pero eso había sido en una vida anterior. La avaricia llevó a los jóvenes más cerca, el oportunismo brillando en sus ojos. Ella sabía que era un objetivo fácil: una anciana de pie en un callejón oscuro, que llevaba un abrigo caro, un reloj de oro, y una bolsa voluminosa colgando de su viejo y delgado brazo, bien podría tener sobre su cabeza un cartel de: "vengan por mí!" “¿Qué estás haciendo aquí, abuela?" pregunto uno de ellos mientras el otro permanecía unos metros atrás, mirando alrededor para ver si alguien los veía… no había nadie, en este lado del sur de Filadelfia las personas se ocupaban de sus propios asuntos. A una señal de su puesto de observación, el punk sacó una navaja. "Dame tu dinero, tus joyas y el bolso, o te mato". La anciana sonrió. "¿Saben lo que son los dos?"-preguntó con una voz divertida-. Los jóvenes se miraron unos a


otros con sorpresa porque no esperaban su falta de miedo. Luego volvieron a sus ceños fruncidos. "¡Sí, nosotros somos los que te roban!" dijo el del cuchillo. "No," dijo una voz desde el otro extremo del callejón, un acento Inglés decorando sus palabras. "Ustedes son la cena". Antes de que pudieran parpadear, estaban siendo colgados del cuello. Los ojos del extraño cambiaron de marrón a verde brillante cuando ladeo la cabeza de uno de los punk, el otro joven sólo podía hacer gruñidos aterrorizados al ver esos colmillos perforar el cuello de su amigo. Luego, el extraño dejó caer al ahora flácido joven y un minuto más tarde un segundo cuerpo cayó al suelo. El extraño se limpió la boca con el dorso de su mano y luego se abalanzó hacia la anciana. En lugar de luchar, ella lo abrazó tan fuerte como su débil cuerpo le permitía, le apretó suavemente la espalda, sonriendo, cuando él la dejó ir. "Greta, ¿que estabas pensando cuando me pediste que nos viéramos aquí? este no es lugar para ti", ella se rió con un toque de la carcajada obscena de su vida anterior, "yo estaba pensando que estarías hambriento Bones, por eso quise tenerte algo de comer para cuando llegaras”, la anciana sonrió quitando un mechón de pelo blanco de su cara. “¡La misma vieja Greta!”, siempre encontrando la forma de complacer a sus amigos.


Al ver su pálida y brillante piel, la mente de Greta se llenó de muchos y muy agradables recuerdos, el hermoso rostro de Bones no había cambiado con el tiempo y eso era un consuelo, el tiempo podía ser implacable en muchas cosas, incluida ella misma, pero no tenía poder sobre el vampiro de pie delante de ella. Echó un vistazo a los cuerpos cerca de sus pies, "¿están muertos?" -preguntó-, más curiosa que asustada, Bones pateo a uno de ellos, “no sólo inconscientes, dejaré a estos desgraciados en el contenedor de basura más cercano antes de irnos.” “Greta -¿Porque me citaste aquí?-“ "Necesito un favor", dijo mientras le tomaba la mano, su tacto sería mucho más frio sino acabara de comer, eso sumado a la mala circulación de ella, hacía, que irónicamente tuvieran la misma temperatura. Sí Bones se dio cuenta de esto, no dejo que su rostro lo demostrara, muy suavemente le besó los dedos, "lo que sea que necesites, sólo tienes que pedirlo”. Las lágrimas brotaron de sus ojos, hacia mucho tiempo que había dejado la casa de Bones para casarse con el hombre de quien se había enamorado locamente, cincuenta años más tarde no se arrepentía de su decisión, pero a veces se preguntaba cómo serían las cosas si se hubiera quedado con Bones... Greta se sacudió los recuerdos, "son mis nietos", comenzó "ellos están en problemas". Veinte minutos más tarde, cuando Greta termino de explicarle la situación a Bones él asintió con la cabeza, una expresión pensativa en su cara.


"Cariño…yo no puedo manejar esto, porque en este momento debo centrar toda mi energía en encontrar a alguien, pero voy a enviar a alguien para que te ayude, confío en él, por lo que tú y tus nietos estarán en buenas manos, te doy mi palabra”, Greta sonrió, "eso es más que suficiente para mí."


Capítulo 1

Isabella se asomó a través de la puerta que separaba la cocina del resto de su restaurante, sí, el hombre de pelo oscuro todavía estaba en su mesa, y sí, él todavía la estaba mirando fijamente, “Tonto” dijo mientras volvía a su lugar, y si la hubiera oído?... Ella ahora estaba comprometida con Robert "robo" Bertini, “Aquí viene la novia”, pensó con un brote de ira, ¿por qué no aceptó salir con Robert la primera vez que se lo pidió? ¿O la décima vez?... fue por sus repetidas negativas que destaco entre las demás mujeres que gustosas se prendían de su bien vestido brazo!... ella debería haber sabido que decir “no” a un jefe de la mafia, incluso un relativamente joven como Robert, sólo lo animaría a ir tras ella. ¿Por qué había decidido ir a su restaurante cada jueves por la noche, de todos modos? Si nunca hubiera puesto un pie aquí, nada de esto habría ocurrido! En realidad, toda la culpa era de las albóndigas, Isa observo una bandeja de carne sazonada, sí, eran un reflejo del mal, y sip era todo culpa de las albóndigas. ¡Malditas y deliciosas pequeñas bastardas que pusieron el restaurante de sus difuntos padres en el mapa! ¿Quién iba a saber que por sus albóndigas este restaurant se convertiría en el lugar preferido del mafioso local?


"¡Isa, el de la mesa nueve quiere verte!" dijo Frank, su jefe de cocina. Ella hizo una mueca. Quien la llamaba era alto, oscuro y con apariencia de tonto, este nuevo cliente causaría problemas si la seguía mirando, en otras circunstancias, a Isa no le hubiera importado su atención fija, desde luego no le molestaba ver la caída de su brillante pelo marrón justo por encima de sus hombros, además tenía una media sonrisa con la que lograba ser encantador y un poco retorcido al mismo tiempo. Pero hoy era jueves, por lo que su “prometido”, por poco tiempo se había prometido a sí misma-, estaba aquí con su cuarteto habitual de matones, Isa ya había advertido como Robert observaba al hombre de la mesa nueve, él también había notado la forma tan fija en que la miraba. Pronto Robert no se conformaría sólo con verlo de mala manera, no, él tendría que sacar al extraño fuera y romperle las rodillas, y eso sólo porque estaba de buen humor, Isa no quería pensar en lo que sucedería con el hombre, si Robert se irritaba. Ella se dirigió a la mesa nueve, con una sonrisa cortés pero fría en la cara, En Spagarelli -éste es el nombre del restorán-, Isa era conocida por tomarse un tiempo para hablar con los clientes, recordar los nombres de los más habituales, e incluso tomar una copa con algunos de ellos. Cuando ella volvió a abrir este restaurante, quería ser parte de todo, incluso de la atención los clientes.


Debido a esto, se le hizo imposible rechazar la solicitud del alto, moreno y -en apariencia- tonto extraño, ella esperaba que Robert se dirigiese al cuarto de baño, para que no la viese, pero no lo hizo, en su lugar, la observo acercarse la mesa del hombre, y entrecerrando sus ojos negros gritó: "Isa", su descontento era evidente en su voz ronca. “Un momento", dijo ella fingiendo tranquilidad, "tengo que atender a un cliente." Lo que realmente quería decirle a Robert era “cállate y déjame tranquila” -de forma permanente-, pero no podía decirle eso ni ninguna de las cosas que siempre tenía en la punta de la lengua, como que preferiría casarse con el cadáver Al Capone antes que con él. Después de todo, su hermano Frazier dependía de ella, ¿en dónde estaba? o ¿por qué? ella tenía que fingir que estaba feliz con su compromiso, no lo sabía, pero la última vez que había hablado con su hermano, él dijo que era una cuestión de vida y o muerte. Así que ahora jugaba a ser la futura señora de Robert Bertini, ¡y no era fácil! Robert deseaba convertirse en el próximo Michael Corleone, y para lograr eso, pensó que necesitaba el ideal de la imagen mafiosa, y eso incluía estar casado con una tradicional mujer italiana. El hecho de que el restaurante de Isa sirviera como un frente perfecto para su negocio de lavado de dinero era sólo la guinda del pastel. Pues bien, Robert tenía mucho que aprender, cualquier persona que la conociese bien sabría que intentar chantajear a Isa en el matrimonio era una


mala idea. Italiana de sangre pura sí, pero jamás seria la tradicional y dócil esposa de un mafioso. Isa intentaba ocultar la frustración que sentía mientras se dirigía hacia el hombre de la mesa nueve, asegurándose de darle la espalda a Robert. "¿En qué puedo ayudarle?" -preguntó con mucho menos tacto de lo normal. Una lenta sonrisa iluminó su rostro, que lo hiso lucir aún más perversamente atractivo. "En realidad, cariño, yo estoy aquí para ayudarte." Isa no estaba de humor para bromas. Ella casi podía oír el vapor saliendo de las orejas de Robert, este hombre tendría suerte de salir vivo de aquí…y cuanto más hablara con él, menos posibilidades había de eso. Isa no quería arriesgarse a que lo mataran sólo por mostrarse educada. "Yo sólo necesitaría su ayuda si fuera usted un crítico de restaurantes o un inspector de salud, ahora a menos que tenga algo que decir sobre el vino, ya que usted no ha probado un solo bocado de comida, tengo que irme" “Robert te tiene a raya, ¿no es cierto?" la interrumpió, "sí señor, él ha estado deseando llenar de agujeros mi cabeza en la última hora. " La boca de Isa cayó así como su opinión sobre este hombre…el extraño ‘sabía’ quién era Robert, y aun así había estado follando con la mirada a su prometida, ¡y frente a él! Tendría que ser tonto más grande del mundo.


"¿Está borracho?" -preguntó en voz baja. Se echó a reír con un movimiento de cabeza…"nada de eso Isabella, por cierto mi nombre es Chance encantado de conocerte", él le tendió la mano, Isa la sacudió brevemente y luego se enderezó. "Disfrute el resto de su vino, señor Chance". "Sólo Chance", la corrigió, dándole otra mirada apreciativa, "sabes, con tú pelo negro y tus ojos color cedro, te pareces mucho a tu abuela de joven". Isa se congeló... y luego se sentó. "¿Cómo sabes de mi abuela?" o ¿qué me parezco a ella de joven? Chance echó una mirada por encima de su hombro, "Vamos a tener compañía, cariño, así que por ahora basta con decir que mi sire es un viejo amigo de tú abuela y que yo estoy aquí para ayudarte". Pablo, el hombre de confianza de Robert, apareció en el momento siguiente, con su gran tamaño y personalidad arrolladora, Isa pensaba en él como una bola de boliche. "Isa", gruñó, "el jefe quiere verte ahora". Isa se puso de pie, su mente hecha un revoltijo, ¿que había hecho su abuela? ella no debía saber siquiera que Frazier estaba en problemas, ¡Dios mío la mujer tenía setenta y cinco años, cómo soportaría el stress! "La próxima vez pruebe el Cabernet de 1997", dijo tocando la botella de vino. "De hecho, hay una tienda que los vende en la duodécima calle, se llama ‘Blue Ridge Viñedos’ cierran a las siete de lunes a viernes,


por lo que debe ser capaz de recoger una botella mañana". Él inclinó la cabeza con otra sonrisa. "Lo tendré en cuenta." Isa esperaba que Chance entendiera el mensaje. Lo que sea que su abuela estaba haciendo, tendría que ser cancelado. Robert no era un hombre al que pudiera mantener alejado mediante una orden de restricción, él prácticamente era dueño de la policía. ¿Quizás su abuela había contratado a un investigador privado? Con un suspiro, Isa se fue a pacificar a su novio.

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Chance podía escuchar a los hombres que lo seguían, sus pisadas fuertes, combinados con la respiración y los latidos del corazón, hacían tanto ruido como si fueran tocando platillos todos juntos. Respiró, sorteando a través de los muchos olores de la noche hasta encontrar el de ellos, el llamado Pablo había limpiado recientemente el arma que tenía en la chaqueta, el olor del metal aceitado era palpable incluso por encima del olor a ajo, spaguetis y albóndigas, el otro, Ritchie, había sido menos exigente con sus armas de fuego y su higiene personal, olía como si no hubiera tomado un baño durante varios días.


Chance siguió caminando de la misma forma pausada con la que salió del restaurante. Isabella lo observó alejarse, a escondidas por supuesto, aun así él había sentido su mirada mientras iba hacia la puerta, volteo, le guiño un ojo y logro que ella se ruborizara, era en ese rubor en lo que él estaba pensando ahora, mucho más que en los dos “comecarne” que lo seguían a la playa de estacionamiento. Chance había estado observando a Isabella desde que llegó a Filadelfia hace tres días, familiarizándose con su rutina, marcando los lugares que visitaba, y observando también a Robert "robo" Bertini. Robert fue mucho menos interesante en opinión de Chance, y no sólo porque Isabella era infinitamente más atractiva, sino porque Robert era sólo un bravucón de escuela, y toda su ropa, dinero, casas o influencia no iban a cambiar eso. Su insistencia en casarse con una mujer que no lo soportaba, lo hacía verse como un niño caprichoso que exige un juguete en especial solo por que otro niño lo tiene. Como un vampiro, Chance había visto el tipo de Robert en una u otra forma a través de múltiples décadas, y su tolerancia por este tipo de personas no había crecido con el tiempo. Normalmente, los vampiros no deben interferir en los asuntos de los humanos, ellos tienen sus propias leyes y estructura social, y decir que son diferentes de la sociedad de vampiros es decir muy poco. La mayoría de los vampiros tienen suficiente lidiando con sus problemas dentro de su grupo de aliados y enemigos, sin tener que añadir los problemas y las tribulaciones humanas.


Pero en este caso, Chance podía intervenir, la abuela de Isabella, Greta, había sido miembro de la línea de su sire Bones, el tiempo había pasado pero no así el sentido de responsabilidad que Bones sentía por Greta. Chance era maestro de su propia línea ahora y aunque ya no estaba bajo la autoridad Bones, hacia esto como un favor hacia su sire. Chance se sentía muy bien por arruinar los planes de boda de un mafioso mediocre, por que ver a alguien chantajeando a una mujer para obligarla a casarse, lo ponía furioso, y es que “el poder debe utilizarse para proteger a las personas que te importan, no para el egoísmo”, al parecer nadie le había enseñado esto a Robert Bertini. De hecho, ya era hora de que alguien lo pusiera en su lugar. Una sonrisa broto de la boca de Chance. ¿Por qué no? pensó, eso no era lo que Bones le dijo que hiciera, que era sólo alterar la mente de Robert para que ya no quisiera casarse con Isabella-. Chance se aseguraría de obtener ese resultado, añadiendo un poco de su toque personal -que incluía darle su merecido a Robert-. Eso también significaba pasar más tiempo en compañía de la hermosa Isabella, tal vez lo suficiente como para saber qué otra cosa la ruborizaba…Chance ya tenía unas cuantas ideas. "Oye, amigo", gruñó Pablo a sus espaldas. "Queremos hablar contigo." Chance se volvió, notando con diversión que los maleantes habían elegido la parte más oscura del estacionamiento para su enfrentamiento, ¡que original!


“Sera mejor que te mantengas alejado de la hermosa propietaria de Spagarelli”, dijeron conteniendo la respiración. “O tendremos que lastimarte en varias y exageradas formas”. Chance los miró con calma y dijo: "voy a seguir viéndola y supongo que también a ustedes par de idiotas”, hum no lo sé… quizás “¿mañana por la noche a las nueve en punto?” La boca de Pablo cayó, haciéndolo lucir como un pez fuera del agua. "¿Acaso sabes con quién estás hablando?", dijo finalmente. "Por supuesto, tú eres ‘Spaguetis alla Nona, con albóndigas extra’"(Refiriéndose a uno de los plato que sirven en el restaurante de Isabella)

Ritchie hizo crujir los nudillos mientras se acercaba, "Estas buscando una paliza, idiota." "¿En serio? Fuggetaboutit”(refiriéndose a otro plato burló Chance con un fuerte acento italiano.

, se

de comida)

Ritchie se abalanzó rápidamente, pero desde que Chance se convirtió en vampiro le parecía que los humanos se movían en cámara lenta, sólo se agachó con cuidado y al mismo tiempo hizo girar a Ritchie un poco a la derecha haciendo que su golpe diera de lleno en la cara de Pablo. Pablo cayó hacia atrás y Ritchie quedó sobre él con la boca abierta. Chance no se molestó en reprimir la risa, "¡Ouch! le debes a tu amigo una disculpa", se burlo. Ritchie se puso de pie mientras Pablo comenzó a maldecir de por su nariz rota. Un repentino olor dulce


llenó el aire, Chance no tenía que echar un vistazo a su alrededor para saber a qué se debía. Con un gruñido, Ritchie ataco de nuevo, en esta ocasión, Chance no lo quito del camino, simplemente se movió hacia un lado y estiró su pie, Ritchie se tropezó y salió volando, su propio impulso lo hizo caer a varios pies de distancia, más rico y delicioso aroma llenó el aire, Ritchie se había despellejado la rodilla y el codo en el asfalto, ahora ambos estaban sangrando. "¡Seguiremos bailando por más tiempo?”, pregunto Chance. Ritchie se puso de pie lentamente, lanzándole una mirada furiosa, Pablo seguía concentrado en su nariz, la mancha roja de su camisa seguía creciendo. "Te mueves rápido, amigo" dijo Ritchie, sacando una pistola de su chaqueta. "¡Trata de esquivar esto!" Disparó dos veces en rápida sucesión, dándole a Chance justo en el pecho, las balas no eran de plata así que el dolor que sintió duró sólo unos instantes, el tiempo suficiente para caer al suelo como una persona normal y abrazándose el pecho -para que no pudieran ver como sus heridas sanaban rápidamente-, respiraba de forma irregular... y luego dejó escapar el aliento en una última y dramática exhalación. ¡Oscar a la mejor actuación! Pensó divertido. "¡Jesús!" exclamo Pablo, "Ritchie, ¿qué demonios? ¡Hay personas por aquí! El corazón de Ritchie latía furiosamente, quizás por la emoción de haberlo matado o el temor de ser


descubierto. De cualquier manera, esos latidos hacían que a Chance le dolieran los colmillos por el anhelo de sangre. "Toma sus llaves", dijo Ritchie bruscamente, “vamos a ponerlo en su auto, después recoge el tuyo y sígueme vamos a enterrar a esta mierda antes de que alguien nos vea” “¡De prisa!” Chance sintió como le quitaban las llaves de la mano, luego lo levantaron rápidamente mientras murmuraban muchas maldiciones y deseaban que nadie los viera. Luego sintió un fuerte golpe cuando lo dejaron caer dentro del baúl de su auto, mentalmente iba tomando el tiempo, menos de dos minutos desde que le dispararon hasta que escondieron el cuerpo, ¡nada mal!, obviamente no era la primera vez. Chance era empujado bruscamente mientras Pablo salía rápidamente del estacionamiento. ‘¡Cuidado!’, pensó mientras escuchaba el chirrido de los neumáticos. ‘¡Hazle una sola abolladura a mi nuevo Camaro y te meto el volante en el culo!’ Pensar en Isabella mejoro su estado de ánimo, su hermoso rostro, ese cuerpo con curvas que se resistian a la espantosa moda actual en que las mujeres tienen que tener una figura de “ramita” para ser consideradas bellas, “¡que estupidez!”, además poseía un temple de hierro y esa lealtad mezclada con valentía que la llevo a sacrificarse por su desconsiderado hermano… eso era algo que no muchas personas estarían dispuesta a hacer. ¿Fue la tentación del dinero fácil lo que hizo que Frazier se involucrara con Robert?, y ahora estaba siendo utilizado como garantía sobre su hermana,


pobre Isabella, ella pensó que no tenía nada para rescatar a su hermano excepto ella misma... ‘Pero se equivoco’, reflexionó Chance con una sonrisa. ‘Simplemente no lo sabe todavía’.


Capitulo 2

Isa entró en ‘Blue Ridge Vineyards’ quince minutos antes de lo acordado y es que no quería correr el riesgo de perder su cita con Chance si es que él llegaba temprano, ¡Chance!, qué nombre tan raro pensó, tal vez se trataba de un alias. Una vez más, se preguntó lo que su abuela estaba haciendo, por supuesto Isa no se había molestado en llamar y preguntar, no había necesidad de molestarla diciéndole que su intento de ayudar sólo podría complicar más las cosas, pobre dulce anciana, solo quería ayudar…. Chance había dicho que su ‘sire’, Isa asumió es que era una forma respetuosa de referirse a su padre-, había sido un amigo de su abuela. A pesar de las mentiras de Isa, su abuela se había dado cuenta de que Frazier estaba en problemas… lo que no era nada raro, él había sido muy rebelde en la adolescencia y aunque se había calmado en sus veinte, no era un ciudadano ejemplar, Isa no sabía cómo Frazier lograba pagar el alquiler cada mes, ya que no había tenido un trabajo estable…nunca. Sin embargo, al sumar la abrupta desaparición de Frazier más el sorpresivo compromiso de Isa con un hombre como Robert… bueno, no era de extrañar que su abuela estuviera asustada.


"Hola, Isa” le dio la bienvenida el empleado de la tienda. Desde que le compró una gran cantidad de su vino, se trataban como amigos. "¿Cómo te va, Jim?" le preguntó. "No puedo quejarme… ¿quién me respondió con una sonrisa amistosa.

escucharía?"

Ciertamente, pensó Isa, desde luego no la policía, ella había ido directamente a ellos cuando Robert le dijo su propuesta de casamiento, en realidad no había sido una propuesta, sólo Robert diciendo: Buenas noticias, Isa “he decidido que nos vamos a casar", y antes de que pienses en negarte, dime ¿has visto a tu hermano últimamente?" dijo con un oscuro brillo en sus ojos, “estoy seguro que después de la boda lo vas a poder ver, pero si no nos casamos tu hermano podría sufrir un accidente” Al día siguiente ella le había contado todo esto al primer oficial de policía que encontró en la estación. Isa nunca olvidaría lo que él hizo, primero miró a su alrededor, cerró la puerta de la oficina, y le entregó el formulario de queja, "usted parece una mujer agradable", había dicho sin mirarla, "así que voy a decir felicitaciones por su compromiso y… si de verdad se preocupa por su hermano, no presente este formulario a nadie”. Fue entonces cuando ella supo que todos los rumores sobre Robert Bertini eran ciertos, realmente era dueño de las calle y al parecer tenía mucha influencia en la


policía, Isa no se daría por vencida llamaría al FBI, Seguridad Nacional, ¡alguien la ayudaría!, pero más tarde ese día recibió una llamada en su restaurante: "Isa", dijo su hermano tan pronto como ella contestó, "no digas mi nombre, y escucha con mucha atención, necesito que aceptes el compromiso con Robert, él cree que nos tiene en sus manos pero no es así, todo se arreglara…te lo prometo”. "¿Estás bien?" –pregunto en voz baja-, tratando de parecer casual delante de sus empleados, "sí, no puedo explicártelo ahora, sólo síguele el juego a Robert me pondré en contacto contigo tan pronto como pueda, pero no por teléfono, seguro Robert se ocupara de pincharlos todos”. La comunicación se cortó, pero Isa dijo: "Número equivocado… si no hay problema", y luego colgó como si nada inusual hubiese ocurrido. Fue sólo después cuando ella se preguntó cómo Frazier podría haber dicho cosas como "el juego” y “él piensa que nos tiene en sus manos”, -si era prisionero ¿cómo logró llamarme?, ¡tampoco tenía sentido que me hubiese dicho esas cosas frente a uno de sus captores!, quizás Frazier no era un rehén… "¡Hola Isabella!” Isa había estado tan absorta en sus pensamientos, que ni siquiera había oído la puerta de la tienda, sin embargo, ahí estaba Chance, parado detrás de ella y con una tenue sonrisa en su rostro. Bajo la luz fluorescente su pelo parecía de color marrón oscuro y sin esa “sombra” que le pareció ver la noche anterior,


su piel era sorprendentemente pálida, y sus ojos… Isa no era capaz de decir de qué color eran, parecía el resultado de una intrigante mezcla de gris y azul, como el océano justo antes de una tormenta, pensó. Ella no podía dejar de mirarlo… con una sacudida de cabeza, Isa se trajo de vuelta al presente. "Jim, ¿te importa si le enseño a mi amigo el nuevo stock del fondo?" -preguntó ella con una sonrisa. "Para nada, vayan", respondió con un gesto vago, como ella compraba a granel y siempre pago a tiempo, Jim le permitía hacer lo que quisiera. Isa se dirigió hacia la parte de atrás de la tienda, contenta de que Chance la siguiera sin discutir. Cuando estaban lejos de cualquier mirada indiscreta, Isa dijo: “Para lo que sea que mi abuela lo haya contratado, le pido que se retire, si ella aun le debe dinero por su trabajo, yo se lo pago, sólo dígale que no encontró nada o que todo está bien, ella no necesita este tipo de estrés a su edad” "Chance la miró con gran curiosidad, "¿crees que soy una persona que ella contrató? ¿Quieres decir que tu abuela no te dijo nada sobre mí? "No", dijo Isa, impaciente. "Pero quien quiera que seas, no te quiero metido en esto. Confía en mí, amigo, esto está fuera de cualquier escala salarial”. Él la miraba como si ella estuviese hablando en otro idioma, Isa taconeo el suelo, tal vez: alto, oscuro y un poco tonto, era la mejor forma de describirlo después de todo.


"¿Tú abuela nunca te menciono pregunto Chance con cuidado.

a

'Bones'?”

"¿Quién?" Chance inhalo, por su olor y aspecto, supo que ella decía la verdad, en realidad no tenía idea de que él era un vampiro. Si su abuela no le había dicho acerca de Bones, Isa no podría saber que los vampiros existen. Esto complicaba las cosas. "El único nombre que importa aquí es Robert Bertini," dijo Isa. “Usted parece saber en qué clase de negocios está involucrado Robert, por lo que yo no debería tener que explicar cuán peligroso sería para su salud si continúa con esto”. Chance echó a reír, “te sorprenderías de todas las cosas que mi salud puede manejar, cariño, tú pequeño ladrón no me asusta y como te dije anoche, estoy aquí para ayudar, no es una cuestión de dinero, por lo que puedes mantener tu cuenta bancaria tal y como esta, es una cuestión de honor ". "¿Honor?" Isa no pudo contener un resoplido, ella tenía suficiente que manejar sin que nadie se entrometiera, "De acuerdo…hazme un favor, vete antes de empeorar las cosas”. Sería mucho más fácil si ella supiera lo que él era, reflexionó Chance, sin embargo este no era el mejor lugar ni el mejor momento… pero pronto.


Tal vez había una razón para que Greta guardara el secreto, quizá Isabella era uno de esos seres humanos que no podían manejar este conocimiento, a Chance no le pareció que ella fuera ese tipo de persona, pero por otra parte, esta era sólo la segunda vez que hablaba con ella. Chance sonrió, "gracias por la recomendación del vino", dijo, y se alejó. Isa lo vio alejarse, y se sintió muy incómoda al pensar que quizás esta no sería la última vez que lo vería.

A las nueve en punto, la premonición de Isa se confirmó cuando un hombre de rostro familiar y cabello oscuro se sentó en la mesa doce de su restaurante, ella casi se quejó en voz alta por la frustración. Chance incluso tuvo el descaro de guiñarle un ojo mientras se sentaba, ¿Qué pasa con los hombres últimamente?, "No” significa “No” ¡no es necesario tantas explicaciones! Isa ni siquiera espero a que la camarera se acercarse a su mesa, pasó sobre ella y dijo: "Lo que sea que quieras, déjanos fuera", anunció secamente. Chance empujó su menú a un lado con una sonrisa perezosa, “ sólo estoy aquí por ti, cariño" Isa apretó los puños. Ella podría no ser capaz de echar a Robert con una patada en el culo, -todavía-,


pero eso no significaba que todos los hombres podían pasar por alto sus deseos en favor de los suyos. "¡Sal de aquí!”, y por cierto, llamar a una mujer que no conoces ‘cariño’ es sexista y degradante, es como ¡‘labios de azúcar’! Ella hizo hincapié en ‘labios de azúcar’ como una burla, pero no tuvo ese efecto. Una luz apareció en los ojos de Chance, si Isa no supiera que es imposible, podría haber jurado que se volvían verdes. "Labios de azúcar... mmm, confieso que me gustaría averiguarlo." Por la forma en que Chance miraba a su boca, Isa deseo limpiársela, pero no con disgusto, sino para ver si se había convertido de repente en un postre, ya que era la única manera de justificar la intensidad de la mirada de Chance. Para alguien que dijo que no estaba aquí por la comida, Chance se veía muy, muy hambriento. "Tienes que irte, ahora." Dijo sin demostrar ninguno de los temblores que sentía en su interior. Lo último que necesitaba era otra complicación en su vida, y un obstinado, ‘sexy-como-el infierno’ detective privado definitivamente complicaría las cosas. Mientras tanto dos de los matones de Robert, Ritchie y Pablo, aparecían en la puerta. "Oh demonios, es el apestoso y la bola de boliche”, murmuró Isa.


Chance echó a reír, "¿es así como los llamas? ¡Qué apropiado!". Ella lo miro fijamente, "¿estás tratando de que te maten? “¡Vete, antes de que te vean!" Pero ya era demasiado tarde, Pablo miraba en su dirección... y cuando lo vio se detuvo de forma tan abrupta que uno de los camareros se estrelló con él, ‘Spaghetti alla nona’ decoraba su frente, pero ni siquiera pareció darse cuenta. "¡Tú!" exclamó Pablo con una voz mucho más alta de lo habitual. Chance inclinó la cabeza, "Veo que llevas tu comida favorita, ahora bien, si sólo le agregaras unas albóndigas, el conjunto quedaría completo". Isa cerró los ojos, ¡Dios mío, era un hombre muerto! Ritchie, por extraño que parezca, no parecía de ‘buen’ humor. "No puedes estar aquí", casi chilló. "Nosotros…" "¿Qué?" lo interrumpió Chance, "¿me dispararon?, ¿me pusieron en el baúl de mi coche y me llevaron a un viejo almacén donde me envolvieron en plástico y me enterraron en la parte de atrás?” Chance dejo que asimilaran sus palabras, y luego sonrió de manera cordial, ¡Qué absurdo! Si en realidad hubieran hecho eso, entonces yo no podría estar aquí sentado, ¿verdad?" Todos en el restaurante habían dejado de comer para ver lo que sucedía, Isa se debatía entre el deseo de


mantener su negocio funcionando sin problemas y el nuevo y desquiciado deseo, de arrojar platos sobre Paul, Ritchie, e incluso sobre la cabeza de Chance. Su sentido de los negocios ganó, Isa se rio como si todo fuera una broma y luego se acercó a Pablo y a Ritchie con una cálida y falsa sonrisa. "Vamos a su mesa favorita, muchachos, Lauren trae algo para ayudar a limpiar a Pablo, y Ritchie, me parece que te vendría bien un trago. " Ella cortésmente los arrastró por el salón en su pretensión de efusiva anfitriona, ambos la seguían como si estuvieran en trance mientras seguían mirando a Chance, Isa no sabía lo que había querido con su ‘bizarra’ imaginación acerca de lo que Ritchie había estado a punto de decir, pero, maldita sea, ¡este era su restaurante! No un ring de exhibicionismo machista criminal. Pablo se puso rígido. "Uh... tenemos que irnos, Isa" dijo. "Tengo que comprobar algo." "¿Crees que…?" Ritchie le susurró con una mirada en dirección a Chance. "Debe ser", murmuró Pablo. A Isa no le importaba lo que estaban parloteando, mientras no causaran más interrupciones. "No se preocupen por él, estaba de camino a la salida", dijo Isa en voz baja. Pablo miró a Chance y soltó un gruñido. "Bueno, nosotros pensamos lo mismo anoche."


“¿Qué?” pregunto Isa. Ritchie agarró el brazo de Pablo, "¡Vámonos! El jefe necesita saber acerca de esto." Con una última mirada a Chance y el desastre de su camisa Armani, Paul se fue con Ritchie, Chance los despidió ondeando la mano mientras sonreía descaradamente, esto hizo que Isa quisiera golpearlo de nuevo. Afortunadamente, era obvio que los matones de Robert tenían negocios urgentes que atender. Chance se levantó, se estiró suavemente por la mejilla de Isa.

y

pasó

la

mano

"Hay cosas de las que tenemos que hablar, pero no aquí. Te veré más tarde, cariño". "¡Oh no lo harás, pancito de nuez!" respondió Isa lo más bajo y feroz que pudo. Chance se rió de eso, y le dio una larga mirada. "Oh sí lo haré."


CAPITULO 3 Robert llego después del cierre, todos los clientes se habían ido, sólo quedaban Isa, unos pocos camareros, y Frank, su jefe de cocina. "Isa", dijo sin prestar atención al personal, “te traje tu vestido de novia." Frank y los demás reconocieron el tono agresivo de Robert y salieron de la habitación, Pablo se acercó obedientemente, sosteniendo una elegante bolsa, Isa se quedó mirándolo un momento antes de tomarla, el solo hecho de sostener el vestido en sus manos la llenó de pánico, ‘Frazier llama pronto por favor’, pensó, ‘no podre fingir por más tiempo’. "Hum...gracias.", Isa entusiasmada que eso.

no

pudo

sonar

más

"Era de mi madre, que en paz descanse", dijo Robert, santiguándose, “mi hermana hizo una cita con la modista para que te lo arreglen, te llamara mañana para darte el día y la hora". En ningún momento la consultaron ni tuvieron ningún tipo de consideración por sus horarios, Isa ni siquiera habían participado en la decisión de dónde o cuando su boda iba a tener lugar, la hermana de Robert se había presentado en el restaurante hace una semana y le dijo que ya habían elegido la iglesia y le dio la fecha de su boda. Era muy bueno que Isa no tuviera intención de


casarse con Robert en realidad, o se habría enojado mucho por la forma en que estaban planeando su boda. "Los chicos me dicen que el tipo de pelo oscuro volvió a verte”, dijo Robert, “ellos le advirtieron que se largara anoche, pero me dijeron que hoy estaba de nuevo aquí. No me gusta Isa, es una falta de respeto para mí. " Ella tendría que andar con más cuidado, Chance podría ser un busca-problemas, pero Isa no quería que lo lastimaran o peor. "Él es sólo un cliente Robert, ni siquiera lo habría recordado si Pablo y Ritchie no hubiesen hecho un escándalo cuando lo vieron". Robert le dio una mirada dura, pero Isa puso cara de inocente, -si las monjas de la escuela católica no podían hacerla admitir que se había copiado en un examen-, Robert no tenía ninguna posibilidad de asustarla con su mirada. Finalmente, se encogió de hombros. "Bueno, entonces no te importa si los chicos mantienen este perturbador alejado” "Si lo vuelvo a ver, yo misma le diré que se valla y no regrese”, dijo Isa con total honestidad. Robert se acercó, Isa utilizo toda su fuerza de voluntad para no asquearse cuando él tocó su cara. "Aún así... tal vez deberías venir a casa conmigo, este tipo podría ser un verdadero maniaco, y no quiero que te pase nada".


Isa apenas conocía a Chance, pero supuso que de los dos, el verdadero maniaco estaba frente a ella. "Eso no es necesario Robert, voy a estar bien, y si lo vuelvo a ver, yo…yo te llamare para que puedas encargarte de él." Una mentira completa, ella no creía que Chance se alejaría fácilmente y nunca lo entregaría a Robert. Robert deslizo los dedos por su brazo, “tal vez esa no es la única razón por la que quiero que te quedes conmigo", dijo con voz ronca. ‘Oh, mierda’ Isa se armó de valor para quedarse donde estaba en lugar de huir gritando: "¡Por supuesto que no!" como ella quería. "Te lo dije antes, Robert, soy una chica católica, esa es una de las cosas que te gusta de mí, ¿recuerdas?. En mi familia está prohibido tener sexo antes la noche de bodas. " Otro montón de mierda. Isa no había sido virgen desde los diecinueve años, y aunque ella no había acumulado muescas en la pata de su cama, había tenido algunos amantes en su tiempo. Ninguno desde que se mudó de regreso a Filadelfia hace tres años, quizás por eso Robert creía sus afirmaciones de castidad. Y aunque no podía decir nada de sus abuelos, Isa estaba segura de que sus padres no llegaron vírgenes al matrimonio. Pero en caso de Robert necesitara más convencimiento de su supuesto deseo de esperar hasta la noche de bodas...


"Además", susurró Isa, moviéndose más cerca de Robert, abrió la cremallera de su bolso y la mantuvo abierta para que los contenidos fueran visibles. "Puede que no sea un buen momento ahora mismo." Robert miró, el interior había varios tubos cogió uno con curiosidad. "Vagisil", Isa leyó la etiqueta, torciendo la boca hacia abajo, “para el tratamiento de la picazón aguda y supuración por hongos…" Tiró el Vagisil a un lado como si se hubiera convertido en una cucaracha peluda, mientras se mordía el labio para contener la risa por la expresión de horror en el rostro de Robert. Ritchie se quedó sin aliento antes de dejar caer su mirada por debajo de la cintura de Isa. "¿Qué clase de repugnante enfermedad tiene usted ahí?" Robert se le fue encima y le dio un puñetazo a la cara. "Es mi futura esposa con la que estás hablando" le espetó, aunque también le dio una mirada de temor a la mitad inferior de Isa. Isa se dio vuelta y cerró la cremallera de su bolso con fingida indignación, contribuyó a su farsa que ninguno de ellos pudo ver su expresión, porque no podía dejar de fruncir sus labios evitando la carcajada. "No es una enfermedad, es una infección por levaduras", les informó en un tono remilgado. "Son muy comunes y después de otra semana de tratamiento


se habrá ido, al menos eso dice mi médico. ¿Robert te acuerdas de la cita con el doctor que tuve la semana pasada? Bueno era por esto, el médico incluso me receto antibióticos para ayudar asegurar que la infección no se propague y comprometa el tracto urinario, o peor”. Mentira número tres, Isa había ido al médico y recibido antibióticos, es cierto, pero eso era para el dolor de garganta que tenia, luego había comprado todo tipo de tratamientos para la infección por levaduras disponibles y lo metió todo en su cartera, a la espera de el momento en que Robert intentara algo como esto. "Tú..." Robert no parecía saber qué decir, -Isa se volvió hacia él, mordiendo muy fuerte el interior de sus mejillas para mantener su expresión neutra-, Robert le dio una mirada de disgusto a bolsa de Isa antes de continuar, "cuídate, y llámame si ese extraño vuelve. Te voy a ver, eh, en un par de días." Ritchie y Pablo corrieron tras él. Sólo cuando Isa escuchó el coche de Robert alejarse con un chirrido de neumáticos se permitió una sonrisa sincera. Su chef Frank apareció con una sonrisa que indicaba que había oído cada palabra. "Eres una chica sádica", dijo con admiración. La sonrisa de Isa se ensanchó. "Nunca subestimes el poder de una mujer”, luego dio unas palmaditas a su bolso, "o del Vagisil". * * ***********************************


Isa salió del cuarto de baño secándose el cabello con una toalla y entonces quedo petrificada…Chance estaba en su dormitorio, con una mano apoyada en la mesa de noche, mientras que la otra jugueteaba con el tapizado de la silla en la que estaba sentado. “¿No cierras con seguro tus ventanas?” Dijo animadamente. Rápidamente Isa miró hacia la ventana y luego de nuevo a él, ella estaba en el quinto piso de un condominio de piedra rojiza, y la escalera de incendios estaba rota desde hace mucho tiempo, ¿cómo diablos? "¿Eres un fenómeno? ¿Como un gato-ladrón? O ¿algo así? Bueno, lo siento pero todo lo que tengo esta invertido en el restaurante." Chance dejó de tocar la silla con una sonrisa. "Soy ‘algo’ pero no un gato-ladrón".

media

Isa pensó que lo correcto era llamar al 911, o gritar pidiendo auxilio, o correr hacia cuarto de baño y cerrar la puerta con llave mientras hacia todo lo anterior. Después de todo, se trataba de un hombre al que acababa de conocer hace dos días, por lo que sabía, él podría ser un asesino en serie, tal vez su abuela lo había involucrado en esto, pero eso no significaba que estaba a salvo. "Entonces, ¿qué eres?" -le preguntó, ajustando la bata alrededor de ella, ‘que bueno que no había salido del baño desnuda’, eso habría hecho esto aún más desconcertante de lo que ya era. Chance le dirigió una mirada muy seria. "No estás lista para saber lo que soy, así que no me hagas esa


pregunta hasta que aceptar la respuesta.

realmente

estés

¡Qué arrogante!, ¿dónde estaba testosterona cuando lo necesitaba?

su

dispuesta repelente

a de

"Yo podría hacer que te detengan por allanamiento de morada", dijo, dejando caer la toalla de la cabeza. Chance se encogió de hombros. "Hazlo si quieres, pero entonces tu pequeño ladrón se enteraría de que estuve en tu casa y va a insistir en que permanezcas con él, no creo que quieras eso, ¿verdad? ¡Idiota inteligente, eso es exactamente lo que sucedería! y ninguna cantidad de Vagisil en el mundo lo detendría. No, Isa no quería eso, y por alguna extraña razón, ella no creía que estaba en peligro con Chance, así que no iba a llamar a la policía. "Está bien. ¿Qué quieres tanto como para entrar en mi departamento?" "Una oportunidad para hablar contigo", respondió al instante, “aquí es muy agradable, en especial si -¿Cómo los llamas?-…así, Apestoso y Bola de Boliche no nos interrumpen” Un hombre hermoso y misterioso entró en su habitación y ¿sólo quería hablar? Isa rodo sus ojos, sip! su mala suerte no la abandonaba. "Bueno Chance son las dos de la madrugada y estoy cansada, así que hazlo rápido”. Chance se estiró, ondeando sus músculos desde los hombros hasta las rodillas en un muy sexy


movimiento, Isa se quedó mirándolo ¡Wow! Eso era algo que le gustaría volver a ver. Por la forma en él la miraba, había adivinado sus pensamientos, oh bueno, Isa estaba segura de que no era la primera mujer que lo veía así. "Voy a poner fin a esta boda, a traer a tu hermano de vuelta, y a mantener a ambos sanos y a salvo", dijo Chance suavemente, como si fuera un comentario sobre el clima. "Pero voy a necesitar que sigas fingiendo ser la novia de Robert mientras tanto". ¡Mierda, otro que le pedía que fingiera con Robert! A Isa no le había gustado escuchar a su hermano pidiéndole lo mismo hace dos semanas, y no le gustaba ahora. "Por supuesto que sí, entonces tu me vas a dar orgasmos múltiples y pagaras mi hipoteca también. Vi esta película, amigo y estaba en la categoría de ‘fantasía’". La sonrisa de Chance estaba en decadencia, "Hago lo mejor que puedo teniendo en cuenta como están las cosas, pero tú eres lo más importante para mí, Isabella". Ahí estaba el toque de verde en los ojos otra vez, esta vez hizo que el corazón de Isa se acelerara, y cuando él la miro lentamente de arriba a abajo la hizo sentir caliente por todas partes, como si la estuviera acariciando. Chance inhalo su aroma profundamente y de alguna manera se sintió tan íntimo como un beso, Isa quito distraídamente el pelo de su frente, ¡sip, definitivamente las cosas empezaban a ponerse calientes!


“¿Y cómo vas a traer a mi hermano de vuelta, sin que él -y posiblemente yo-, no terminemos muertos en el proceso?". Preguntó esto sólo para distraerse de contar cuánto tiempo había pasado desde que había tenido sexo, Uf, si contaba sólo el ‘buen sexo’, necesitaría la ayuda de muchos calendarios para sacar bien la cuenta. "Voy a averiguar dónde está tu hermano, y una vez que lo haga voy a ponerlo a salvo allí donde este, entonces voy a convencer a Robert de que lo mejor para su salud, es no molestarte más, ni a ningún otro miembro de tú familia” Isa resopló de una manera muy poco femenina. "¿Cómo? ¿Acaso eres un hipnotizador de renombre mundial?" Chance se rió, “sip, algo así". Ella lo miró, por una razón diferente esta vez, acaso hablaba en serio. ¡Dios mío, tal vez era un loco peligroso!, ¿de donde lo había sacado su abuela? “Tienes que irte ahora", dijo Isa lentamente. "Y una vez más te voy a pedir que te mantengas alejado de esto, no sabes como es Robert, si crees que puedes engañarlo con alguna clase de truco, te matará y te enterrara junto a Jimmy Hoffa, y nadie nunca va a encontrar tu cuerpo, ¿entiendes?” Chance suspiro. "¿Una demostración te haría sentir mejor?" “¿Demostración? hum, ¿de qué, exactamente?" "Mis habilidades ‘mágicas’ como tú le dirías".


Isa dudo, esto se estaba volviendo más extraño cada minuto. "Mira, ¿por qué no te vas ..." "Puedes abrir los ojos." Isa parpadeó y luego se echó hacia atrás en estado de shock, ella estaba en una silla con Chance, en su regazo para ser más precisos, con su brazos alrededor de su cuello y su boca apenas a centímetros de la suya. Mierda, ¿cómo diablos sucedió eso?

* * *****************************************

Chance observó como Isa se apresuraba por alejarse de él, los nudillos blancos mientras apretaba la bata, ella se apartó varios metros, mirando al alrededor de su habitación, como si hubiera alguien más allí. "¿Qué me hiciste? ¿Cómo fue que terminé en tu regazo?", preguntó. Sería mucho más fácil decirle la verdad, o mostrarle la verdad, pero la sospecha en su mirada lo detuvo, bueno, eso, y el simple hecho de que Isa le gustaba y quería que ella llegara a conocerlo mejor antes de supiera lo que era. Chance había vivido lo suficiente para reconocer lo profundos y raros que eran estos sentimientos, claro él se había sentido atraído por ella desde la primera noche que la vio, y luego ese sentimiento por ella había crecido al observar su coraje y valentía, pero esto no era lo raro…era la sensación adicional que ella le provocaba, como si existiera una conexión, como si ella estuviera destinada a ser parte de su vida. Algunas personas lo llamarían ‘química’ otras lo llaman ‘enamoramiento’, algunos incluso lo


llamarían ‘suerte’, a Chance no le importaba el nombre sólo le importaba que era ‘real’. Y ella sentía algo por él también, Chance lo sabía por la forma en que su aroma cambiaba a su alrededor, por la forma en que los latidos de su corazón se aceleraron cuando él la miró, y por la forma en que su cuerpo se movía a medida que él la ‘acariciaba’ con su mirada… parte de eso era sólo mera atracción entre un hombre y una mujer, pero había más, y Chance tenía la intención de averiguar cuánto ‘más’, y entonces él le diría lo que era lo que era, ya que no tenía ninguna intención de ocultárselo por más tiempo del necesario. "Te hipnotice" respondió y era verdad, pero por ahora no le diría que su poder venia de ser un vampiro y no un mago. "¿Tú me hipnotizaste?" -repitió ella. "¿Con qué?" Se encogió de hombros. "Mi mirada y mi voz”, dijo y de nuevo, pura verdad. Isa comenzó a caminar. "Esto es demasiado extraño, ¿eres una especie de chiflado David Copperfield que mi abuela contrató para que mágicamente trajera a mi hermano sano y salvo?” "No es un contrato, no se trata de dinero", la corrigió Chance. "¡Lo que sea!" dijo Isa, luego entrecerró los ojos, "no me hiciste hacer nada pervertido mientras estaba en su regazo, ¿verdad?" Chance cruzó los brazos sobre su pecho. "Si crees que soy una escoria degenerada capaz de obligar a una


mujer a tener sexo contra su voluntad, entonces te sugiero que ‘llames’ a la policía” “Yo sólo te hipnotice para demostrarte que puedo hacer lo que te dije que ‘puedo hacer’. Por cierto, no estuviste en mis rodillas todo el tiempo, sólo te habías inclinado en ese momento, eso fue todo lo que paso Isa, y mis manos se mantuvieron a mi lado todo el tiempo”. La miro fijamente hasta que ella apartó la mirada, la sospecha se había ido de sus ojos, todavía había confusión, sí, y una buena dosis de cautela... pero no enojo o desconfianza. Isa se sentó en el borde de su cama. "Así que...tu puedes ir con Robert y hum… hipnotizarlo para que te diga donde tiene a Frazier?" "Sí", dijo Chance. Se mordió el labio. Habían pasado más de dos semanas desde que su hermano se había puesto en contacto con ella. Incluso si se las había arreglado para escaparse y hacer esa llamada telefónica, tal vez había sido capturado y encerrado de nuevo, toda la incertidumbre sobre el destino de su hermano tenía a Isa muy temerosa, ella no podía sentarse y aceptar las garantías de Robert de que Frazier estaba bien. Si todo lo que tenia de su lado en este momento era un ‘honorable-hipnotizador’ bueno tendría que aceptarlo y confiar. "Suponiendo que puedas hacer eso, Frazier debe estar vigilado. Eres bastante bueno con tu pequeño truco uno a uno, obviamente, pero en contra de varios minipandilleros con armas de fuego, ¿si recibes un disparo antes de que siquiera te acerques a Frazier? ¿O le disparan a los dos antes de que logren escapar?


Tenemos que coordinar cuándo vamos a hacer esto, la casa de Robert es enorme y le gusta mantener las cosas cerca de él, por lo que primero debes comprobar si Frazier está ahí, yo puedo ir con Robert hasta su casa y dejar la puerta abierta o algo así, y entonces puedo, no sé, distraerlo mientras entras furtivamente en la casa y haces tú acto de David Copperfield. "Isa... es muy valiente de tu parte querer ayudar, pero no es necesario. Puedo entrar en la casa de Robert con muy poco esfuerzo, y sus hombres no serán capases de detenerme”. "¡Tú arrogancia podría conseguir que maten a mi hermano!" le espetó… "discúlpame pero no me siento cómoda con eso!" Se encontró con su penetrante mirada. "He hecho esto antes, mi Sire confía en mí, tu abuela confía en mí, tú vas a tener que confiar en mí también. " Ella le lanzó una mirada dura, que le dijo que no estaba acostumbrada a confiar en nadie excepto ella misma, Chance podía entender eso, se había sentido así durante la mayor parte de su vida como humano. "Míralo de esta manera", instó a su lado. "¿Dónde estás ahora?, dependes de la muy cuestionable misericordia de Robert, que no ah matado a tu hermano sólo porque lo está utilizando como moneda de cambio. En este momento Robert tiene todas las cartas, y tú necesitas tener un as en la manga, algo que Robert no espere… bueno Isabella, ‘yo’ soy ese as y puedes confiar en que Robert nunca me esperaría". “Yo lo estoy haciendo bien", respondió ella con una actitud defensiva evidente. "¡Y no te vi en el


restaurante antes cuando desinfle la erección de Robert! Una sonrisa tocó la boca de Chance. "Ah sí, tu cuento sobre una infección por levaduras, un movimiento muy inteligente, estoy seguro de que ‘Mini-Rob’ no será capaz de levantarse por varios días". "¿Mini-Rob?" Isa se echó a reír, -Chance disfruto ver como su rostro se iluminaba-, "¿Eres fan de Austin Powers? "Culpable de los cargos”, dijo Chance. "Espera un minuto". La risa de Isa se fue apagando, "¿cómo lo sabes?, no estabas allí y no pudiste simplemente adivinarlo. - Porque había estado en la azotea del edificio frente al restaurante, escuchando toda la noche. Y casi me cruzo a destrozar las bolas de Robert con mis propias manos cuando lo escuché sugerirte que te fueras a su casa, Robert debería agradecer a su estrella de la suerte que inventaras esa infección por levaduras, o nunca se convertiría en padre- pensó. Pero Chance no podía decirle eso, por supuesto tampoco podía decirle que la había estado observando desde antes de presentarse en su restaurante, o que mientras ella estaba en la ducha, hace un momento, él había permanecido en su cama disfrutando de su aroma. "Yo estaba siguiendo a Robert buscando la oportunidad de encontrarlo solas", dijo Chance, "así que estaba lo suficientemente cerca del restaurante como para escuchar lo que pasó. Ninguno de ellos me vio ni siquiera tú Isabella; tengo experiencia haciendo esto puedes confiar en mí”.


Chance deseaba mucho que ella confiara en él, porque estaba cansado de tantos rodeos y frases sin terminar. Había vivido por más de cien años, y había algo que no cambiaba con el tiempo y es que la honestidad es la piedra angular de una relación, las mujeres pueden perdonar muchas cosas pero las mentiras estaban en la parte superior de su lista de pecados imperdonables. Si Isa le exigía respuestas más directas, él se las daría, sin importa si ella estaba dispuesta a escucharlo o no. Ella se mordió el labio otra vez, Chance la miró y quiso mordérselo también. ¡Era necesario tener la conversación de ‘Soy un vampiro’, más temprano que tarde! Hace unos momentos la inhalación de la fragancia de su excitación casi había derrumbado su control, sintió que sus ojos comenzaban a cambiar y sus colmillos pulsaban lujuriosamente contra las encías, incluso ahora, su sangre quería correr a un lugar particular, y Chance tuvo que concentrarse para enviarla a otro. Se compadecía de los hombres humanos que no tenía ningún control sobre eso, la capacidad de dirigir su sangre a donde él quería que fuera era otra ventaja de ser un vampiro, seria terrible andar por ahí tratando de ocultar una erección, y por otro lado, ningún vampiro ha tenido que preocuparse por la impotencia. "Está bien", dijo Isa finalmente. "Voy a dejar dejarte intentar hacer tu ‘ocus pocus’ con Robert para localizar a mi hermano, ¡pero me llamas cuando sepas donde esta! ¿Entiendes? Por si algo va mal." "No lo hare" Chance la interrumpió con firmeza. Ella le dio esa mirada otra vez, la mirada que decía que demasiadas cosas habían salido mal en su vida, Chance recordó haber leído sobre como los padres de


Isa murieron cuando el pequeño aeroplano en que viajaban se estrello, mientras ella que sólo tenía trece años estaba de vacaciones en Bahamas. Su abuela se hizo responsable de ella y Frazier. Sí, Isa había aprendido a muy corta edad que la vida no tiene final feliz, pero en este caso, Chance podía por lo menos prometer que él no cometería errores con Frazier. Si aún estaba vivo. Chance desecho ese pensamiento. Mientras no encontrara su cadáver, él asumiría que Frazier estaba vivo. El hecho de que Ritchie y Paul no supieran donde se encontraba cuando él les preguntó la otra noche; -Por supuesto ellos no recordaban cuando el cuerpo que habían envuelto en plástico, se había incorporado y los había interrogado sobre el paradero de FrazierChance pensó que quizás Robert no confiaba tanto en esos cabezas de albóndigas. Sería muy inteligente de su parte haber planeado todo solo; teniendo en cuenta lo débil de mente que resultaron ser ‘bola de bolos’ y ‘apestoso’. Chance pensó que tendría que beber su sangre primero si quería información de él, mientras que con Ritchie y Paul sólo necesito la luz de su mirada para derramar sus secretos. "Nada va a salir mal", repitió Chance, y hablaba en serio. Si Frazier Spaga todavía estaba vivo, él lo traería sano y salvo. Pero si ya estaba muerto... Chance se encargaría de que todos los que había tenido un papel en su desaparición tuvieran la misma suerte. Isa le dirigió una mirada que le indico que ‘confiaría en su palabra’


Capítulo 4 Isa se sentó frente a su abuela y la observó mientras ella preparaba el té. Era su ritual de sábado por la tarde, Isa lo haría con gusto, pero su abuela era muy independiente y no quería aceptar ayuda. Su única conciliación ante las preocupaciones de Isa por su salud, fue ponerla como numero de emergencia en caso de que algo le sucediera. Isa vio su delgadez y la translucidez de su carne, y aun que esto era común con la edad avanzada, tuvo que abrir y cerrar los ojos para evitar las lágrimas, pronto la perderé, pensó Isa con una punzada de dolor. Seria doblemente difícil, ya que su abuela había sido madre y padre para Isa desde que ella tenía trece años y Frazier nueve. Entonces sólo cinco años después de que sus padres habían muerto, el abuelo de Isa murió también. Algunas personas se romperían por el dolor, pero Greta Spaga se secó las lágrimas después del funeral de su marido y dijo que la muerte era simplemente parte de la vida y que el luto prolongado sólo robaba los buenos recuerdos de la persona que se había ido. Isa dudaba de que tuviera la misma fuerza. Ahora, más de diez años más tarde, Frazier había desaparecido e Isa habría estado de acuerdo a casi cualquier cosa para evitarle a su abuela el dolor de perder a otro miembro de la familia. La anciana podría ser emocionalmente fuerte como el acero, pero todos


tenemos un límite de tolerancia al dolor y su abuela había soportado tanto. Y ahora el límite de Isa estaba siendo puesto a prueba. Robert nunca lo dijo directamente, pero ella sabía que su hermano no era la única garantía que él sostenía en su contra ella había visto a Pablo y a Ritchie rondando cerca de su abuela, sólo por unos pocos momentos, suficientes para identificarlos y saber por qué estaban allí, este descubrimiento la aterrorizo aun más que cuando le dijeron que Frazier pagaría si Isa se negaba a hacer lo que Robert quería. "Aquí está", dijo su abuela, depositando la taza de té frente a Isa. "Abuela, háblame de Chance", dijo ella, tratando de disimular el genuino deseo de saber más acerca del sexy bicho raro. Su abuela sonrió mientras depositaba su propia taza con más rudeza de la necesaria. "Absoluta-y deliciosamente apuesto, ¿no?" Greta le preguntó con malicia. Isa casi se ahogó con el té. No había duda del tono suspicaz en la voz de su abuela. "Quiero decir, ¿de dónde lo conociste? ¿Qué hace para ganarse la vida?, y ya que estamos, ¿hace cuanto que sabes lo de Frazier? " "Hmm, ¿dónde conocí a Chance? Hace mucho tiempo, en Louisiana. ¿Qué hace para ganarse la vida? -Greta sonrió-. él no hace nada para ganarse la vida, querida. ¿Desde cuándo he sabido lo de Frazier? Desde que no


me llamó un martes hace tres semanas, Frazier siempre me llama los martes, ‘siempre’ desde hace cinco años". La boca de Isa cayó. Su hermano Frazier, quien no podía recordar el cumpleaños de nadie y que no había tenido un trabajo estable desde que ‘Melrose Place’ fue un éxito, ¿llamó a su abuela con fidelidad todos los martes? Greta chasqueó la lengua. "No te sorprendas tanto, Frazier está un poco descarriado, pero yo también lo estaba a su edad, y ha mejorado mucho Isa, no seas tan dura con él". Ahora Isa, sí, se atraganto con el té y se roció ligeramente a sí misma. Una vez que había recuperado el aliento, se alegró de que sucediera, o podría haber gritado, “¿un poco descarriado?, ¡asociarse con mafiosos es ‘más’ que estar un poco descarriado!" Pero su abuela no tenía necesidad de preocuparse aun más, al saber cómo Frazier había engañado a Robert hace unos pocos meses. ‘Demonios’ Isa y Frazier estuvieron condenados desde el primer momento en que Robert había pisado su restaurante. Claro, Frazier trató de disuadir a Robert una vez que vio el interés que él tomó inmediatamente por ella, pero para entonces, había sido demasiado tarde. "Quiero saber más sobre Chance", logró decir Isa. Su abuela la miró sin hablar durante tanto tiempo, que Isa repitió la pregunta, pensando que tal vez su audición había empeorado.


"Oh, te oí la primera vez", dijo Greta mientras la observaba detenidamente, "siempre fuiste una niña muy seria, dejaste de creer en Santa Claus antes de que tus amigos lo hicieran, y una vez que tus padres murieron, dejaste de creer en muchas más cosas, ¿verdad?" "¿Qué tiene esto que ver con Chance?" dijo Isa, retorciéndose bajo la mirada fija de su abuela. "Mucho", su abuela respondió bruscamente. "Una vez que tus padres murieron, dejaste de creer en las personas, por eso te alejaste de todos sus amigos, por eso nunca te involucraste mucho con tus novios y también es por eso que no te he dicho ciertas cosas que de otro modo, ya sabrías". Isa se puso de pie, mirando el reloj con una expresión falsa de arrepentimiento, sí, hubiera querido saber más acerca de Chance, pero no a este precio, no abriendo heridas que aun no sanaban. "Lo siento no puedo quedarme, se supone que hoy debo abrir el restaurante, es que Frank... Frank dijo que tenía una cita. Me tengo que ir. " Su abuela resopló, tan elocuente como una disertación de veinte minutos sobre cómo la vida de Isa estaba llena de mierda. "Bueno, vete, pero antes de hacerlo, te diré una cosa acerca de Chance: No creas que el mundo contiene sólo lo que te han enseñado en la escuela. ¡”Oh no, querida. Eso es sólo la primera capa de ‘todo’ lo que hay"!


Isa le dio un beso y salió de allí tan rápido como le fue posible. Hubiera sido más fácil si su abuela estuviera equivocada sobre ella, y es que Isa aún no estaba lista para aceptar que su abuela tenía razón.

* * *****************************************

Chance estaba fuera esperando a Isa cuando cerró muy tarde esa noche; él noto su sorpresa cuando lo vio apoyado al otro lado de la construcción de su restaurante, y luego cuando lo reconoció la tensión desapareció de sus hombros. "Me asustaste", dijo con tono acusador. Chance observo atentamente el estacionamiento casi vacío, y las sombras donde la luz de las farolas no llegaba. “Haces bien en tener cuidado. Eres una mujer joven y hermosa y no deberías caminar sin escolta a la una de la mañana. ¿Por qué uno de tus empleados no te acompaño, por lo menos hasta tu coche? " "Porque no son cerdos machistas que piensan que las mujeres son incapaces de cuidarse solas". Chance rodó sus ojos. "Esto no tiene nada que ver con el feminismo. Estoy a favor de la igualdad de género, pero el hecho es que las mujeres son objeto de delitos


más específicos que los hombres, y los autores de estos crímenes a menudo buscan circunstancias como estas para atacar". "¿Ves esto?" Isa sacó algo oscuro y alargado de su bolso. La boca de Chance se movió. "¿Vagasil Turbo?" "¡No! se trata de un arma de electrochoques" dijo indignada. "Puedo cuidar de mí misma, Chance, lo he estado haciendo muy bien en los últimos veintinueve años y medio antes de que tú aparecieras, ¿recuerdas?" Había olvidado lo difícil que era empezar una relación. Citas casuales, sexo casual e informal o derramamiento de sangre era fácil, pero ¿esto? Chance pensó en lo bueno que era no ponerse viejo. "Por supuesto", dijo, recordando que lo que alguna vez fue considerado como una ‘educada preocupación por el bienestar de una dama’ ahora obviamente era un insulto a la femineidad de una mujer. "Isabella, si me lo permites me gustaría acompañarte hasta tú coche; no intento faltarte el respeto, soy plenamente consciente de que puedes cuidarte sola. ¿Puedo? " Isa dudó, luego asintió con la cabeza. "De acuerdo". Chance la tomó del brazo cuando ella se puso a su lado, Isa lo miro como si quisiera empujarlo, pero luego se relajó y enroscó su brazo al de él. Ahora Chance podía no sólo oír sino también ‘sentir’ su pulso acelerándose, y se encontró mirando a su perfil, su pelo negro, perfectamente peinado al principio de la noche,


ahora se estaba soltando, dejando que largos mechones le cayeran sobre los hombros. Isa se mordía el labio inferior una vez más, ligeramente preocupada. Chance se pasó la lengua por los labios mientras la observaba -imaginando que eran los de ella- y preguntándose qué sabor tendrían. Isa se detuvo junto a su vehículo. En lugar de dejar ir su brazo, Chance la retuvo y tocó suavemente su rostro. Ella lo miró a los ojos y rápidamente desvió la mirada. "Tuviste suerte en, ejem, ¿hablando con Robert?" "No, tuvo varios invitados, que llegaron esta mañana y se alojaron en su casa, ellos también tienen su sequito de guardias, así que el momento no era oportuno". "Es probable murmuró Isa.

que

sean

los

hermanos

Salucci"

"Son otra familia de encantadores criminales que compiten por el status de ser los mejores. Son rivales de Robert, también, y si lo que he escuchado acerca de ellos es verdad, no sé por qué habrían de quedarse con él. No se agradan mutuamente". "Probablemente porque se niegan a tienen miedo, y Robert lo utiliza a su preocupes, escuche que se irán mañana. que mañana por la noche, voy a tener mi con Robert. "

admitir que favor, no te Eso significa conversación

Isa se estremeció. "Hay tantas cosas que podrían salir mal..."


"No será así", dijo Chance. Ella le lanzó una mirada hastiada. "Claro, tú conseguiste que me sentara en tu regazo como un niño que visita a Santa, pero conseguir que un mafioso te cuente sus secretos está a años luz de distancia. Por no hablar de que eres el que tiene la mayor amenaza de repercusiones si no lo logras, Robert podría hacer las cosas muy desagradables para mí o Frazier si tu ‘hocuspocus’ no funciona, ¡pero a ti te matará!, lo sabes, ¿verdad? Realmente, no entiendo por qué estás haciendo esto". "Te dije que era una cuestión de honor", dijo Chance. Un ladrido de risa escapó de Isa. "Honor. ¿Quién diría que alguien todavía se preocupaba por eso hoy en día?" Chance no respondió. Sí, el verdadero honor era una mercancía subvaluada de acuerdo a estándares modernos humanos, pero en la comunidad de vampiros el honor era muy importante, Bones le había pedido un favor y Chance se había comprometido a hacerlo y eso significaba que afrontaría cualquier riesgo que existiera. Por supuesto, ahora que había pasado tiempo con Isa, él sabía que afrontaría esos mismos riesgos independientemente de su sire. Se sentía atraído por ella de una forma que no había sentido en mucho tiempo y por ella estaba dispuesto a correr riesgos mucho más peligrosos que un simple brabucón maleducado. "Quería darte las gracias", dijo Isa, mirandolo a los ojos, "debí haberlo hecho antes… estás corriendo un


gran riesgo, y sea cual sea la razón, te lo agradezco mucho." Él sonrió. "De nada, Isabella". Chance podía oír como el corazón de Isa empezaba a latir con fuerza y con un ritmo irregular mientras miraba fijamente sus labios… y no desvió la mirada. Él aun tenía su mano sobre el brazo de ella, había menos de treinta centímetros entre ellos, Isa se estremeció, -pero no por el frío-, no, el aroma exuberante que derivaba de ella le dijo que lo que menos sentía en ese momento, era frio. La mano de Chance le apretaba el brazo mientras se acercaba, el corazón de Isa se acelero aun más cuando sólo estaban a una pulgada de distancia, él se inclinó y estaba a punto de posar sus labios sobre los de ella cuando Isa volvió la cabeza, Chance no logro seguir el movimiento por lo que sus labios le rozaron la mejilla, tan suave y cálida que tendría que contenerse para no sacar su lengua y degustarla. Isa dejó escapar una risa temblorosa. "Debo de estar muy cansada. Aquí estoy, comprometida con Robert ‘Mini-Rob’ Bertini, y sin embargo a punto de hacerlo con un virtual desconocido en un lugar público. Para mi próximo truco idiota, tal vez debería llamar a Robert y pedirle que mate a Frazier”. Los dedos de Chance acariciaban la piel de su brazo. "¿Es estar en un lugar público lo único que te detiene? Porque eso puede ser remediado". Otra ola de dulce olor salió de ella cuando se apartó.


"Me tengo que ir", balbuceó Isa, sin responder a su pregunta. "Me llamaras después de hablar con Robert, ¿verdad?" Chance no hizo nada para detenerla, se quedó mirándola mientras ella se metía en su coche y cerraba la puerta un poco demasiado fuerte. "Te llamare tan pronto como haya terminado con él". "Muy bien"... Isa hizo una pausa, parecía que estaba a punto de decir algo más, a continuación puso el coche en marcha y se fue, pero Chance escucho como ella murmuraba ‘debo estar volviéndome loca’ mientras se alejaba. Sonrió para sí mismo. No cariño, no estás loca; algo que aprendí hace mucho tiempo es que no se puede luchar con contra los sentimientos… al final siempre ganan.


Capítulo 5 Isa estaba soñando que su restaurante se había convertido en un comedor de desayuno, Frank estaba azuzando tocino, huevos, patatas fritas, y una variedad de tortillas, mientras el café era preparado en múltiples cafeteras, el olor del pan recién horneado impregnaba el aire, Isa iba de mesa en mesa, asegurándose de que cada cliente tenía lo que necesitaba, y dirigía al personal mientras controlaba el suministro de alimentos. Mientras tanto, ella estaba tan hambrienta todos los aromas que venían de la cocina se burlaban de ella, haciéndole un nudo en el estómago, sin embargo, no se detuvo, las responsabilidades del restaurante era lo primero. Una vez que la hora del desayuno terminara le pediría a Frank que le preparase algo, pero hasta entonces, había trabajo que hacer. "Isabella". Se volvió para ver quién la había llamado, pero todos los rostros en el comedor parecían borrosos, como fuera de foco. "Isabella, despierta." Sus ojos se abrieron de golpe. Ella estaba en su casa, en su cama, no había comedor de desayuno, no había


prisa por atender a los clientes, no había personal que controlar y no estaba hambrienta; entonces ¿por qué aun podía oler el tocino, el pan y el café? "¿Tendré que ir allí y despertarte?" pregunto una voz conocida, Isa se puso rígida, se pellizco para asegurarse de que no estaba soñando, no definitivamente sintió el dolor… y sí, una vez más Chance estaba en su casa. Su mirada se dirigió a la ventana, ¿habría entrado por allí, otra vez? O quizás uso la puerta, ¿a lo mejor él también era un experto abriendo cerraduras?, y más importante aún, ¿por qué no estaba enfadada? ¿Por qué estaba sentada en la cama, alisando su alborotado pelo mientras se preguntaba si debía ponerse algo más atractivo que su largo pijama de algodón con estampado de estrellas? Oyó un ruido de cacerolas. "Sé que estás despierta, ven el desayuno se está enfriando". "Primero debo ir a desagotar mi vejiga", murmuró Isa en voz baja, y se sorprendió mucho cuando lo oyó reír un momento más tarde, no podría haberla oído... ¿o sí? Entró en la cocina cinco minutos más tarde, demasiado orgullosa como para cambiar su pijama, pero si se cepillo los dientes y se lavo la cara, en cuanto a su pelo, era inútil hacer algo, como siempre lo había sido en las mañanas. Chance estaba en el centro de su cocina, moviéndose de una cacerola a otra, tenía en una camisa de color azul claro que le favorecía -mucho- por su piel pálida y su cabello marrón oscuro, además de unos sueltos


pantalones vaqueros. Sus pies estaban desnudos, e Isa se encontró momentáneamente fascinada por ellos, lo hacían ver tan completamente masculino y tan lindo.... Isa dejo de mirarle los pies y se sentó en un taburete al otro lado de la mesada. "Eres un reincidente violador de moradas, ¿verdad?" -preguntó con ligereza. Chance sonrió. "No cenaste anoche, uno podría pensar que al ser dueña de un restaurante tendrías siempre algo de comer, pero parece que no”. Ella sí se había saltado la cena de anoche, pero ¿cómo podía saber eso? "¿Se supone que espiarías a Robert, y no a mí? O mejor aún, tenias que irrumpir en su casa, y no en la mía" Él colmó un plato de generosas raciones de tocino, huevos, patatas fritas y lo deslizo hacia ella. "Esta noche iré por Robert, pero tú tienes hambre ahora, voy por la línea de las prioridades, cariño." "Ya te dije que no me llames así", dijo Isa automáticamente, aunque no lo decía en serio ahora, a decir verdad, a ella le gustaba la forma en la que él le decía ‘cariño’, era como si la acariciara y la mirada en sus ojos cuando lo decía era aún mejor. Oh, mierda, estaba ‘tan’ en problemas, ayer por la noche después de casi besarlo, Isa se había reprendido por horas acerca de la estupidez de involucrarse con un pseudo-mago, aunque fuese uno ardiente y sexy, cuando todavía tenía que encontrar a su hermano y librarse de casarse con un criminal de carrera. Sin


embargo, allí estaba ahora, sin poder dejar de mirar los bellos pies de Chance ¡por el amor de Dios! Eso era todo. Ella necesitaba un vibrador. Claramente, necesitaba sexo, y en este momento sólo un dispositivo a pilas le garantizaba la menor cantidad de complicaciones. El contador de tiempo en su horno se apagó, Chance se dio la vuelta con un toque elegante y luego sacó un recipiente con pan, el maravilloso aroma le izo agua la boca. "Serías un gran chef", dijo una vez que se repuso. "¿Alguna vez has pensado en dejar la sociedad de ‘honorables hipnotizadores’ y dedicarte a la cocina? Chance le ofreció una rebanada de humeante pan con una extraña sonrisa en su rostro. "No puedo salir de la sociedad de la que soy parte Isabella. Una vez que te conviertes en un miembro te quedas así para siempre” "Entonces espero que jubilación", bromeó.

tengas

un

‘gran’

plan

de

Eso hizo sonreír Chance, destacando el hoyuelo en la barbilla. "El mejor que hay te lo aseguro." Él tomó el taburete junto a Isa, pero no se molestó en servirse un plato de comida, Isa hizo un gesto con el tenedor sobre todos los alimentos frente de ella. "¿Vas a comer algo?" Sus labios se separaron, por lo que Isa podía ver como su lengua acariciaba la parte interior de sus dientes.


"Más tarde". Había algo en el ronroneo de esa palabra que hizo que Isa de repente perdiera el apetito, bueno sólo el apetito por la comida para ser más específicos. Otro apetito, uno que había sido descuidado durante mucho tiempo comenzó a chillar para ser satisfecho. Chance extendió la mano, quitándole suavemente el pelo de la cara, su mano se sintió fría cuando toco su mejilla pero suave como la seda que increíble combinación, Isa lo miró… que curioso cuanto más miraba los ojos de Chance, más se convencía de que se volvían verdes. "¡Aléjate Chance! Tenemos que mantener las cosas profesionales entre nosotros." Se obligó a decirlo, y aunque en verdad lo deseaba, sí tenía sentido para pronunciar esas palabras, Chance era prácticamente un extraño, ¿y qué si se sintió atraída por él de una forma que nunca antes había sentido? ¿Qué si fascinaba con su inusual mezcla de cortesía y el desprecio absoluto por la ley? La seguridad de Frazier era su máxima prioridad y punto. Por Frazier estaba dispuesta a besuquearse con el jefe del crimen local y hacerle creer que iba a casarse con él. Pero no lo haría con un extraño hipnotizador cuyo próximo acto podría ser el de morir en manos de Robert. Chance se acercó más, por lo que el aliento de sus palabras cayó directamente sobre sus labios. "No quieres eso"


¡Diablos sí que tenía razón! ¿Mantener las cosas profesionales? No lo creo, todo lo que Isa quería hacer era presionar su boca contra la suya y que su lengua no probara nada excepto a él. Las fosas nasales de Chance lo quemaban, cerró los ojos y tomó una respiración profunda y lenta. Isa cerró los ojos también, si ella inclinaba la cabeza sólo un poco en cualquier dirección, sus labios se tocarían, Chance estaba tan cerca… sin embargo ella no podía hacerlo, aunque instintivamente sabía que era a él a quien estaba esperando. "¿Por qué peleas tanto contra lo que sientes?" -le susurró. La pregunta sorprendió Isa, abrió sus ojos y se sentó a una distancia segura, paso una mano temblorosa por la misma parte de su cabello que Chance había acariciado antes. "Porque lo deseo demasiado" Su honestidad la sorprendió aún más que la pregunta de Chance, él tomó otra respiración profunda con los ojos aún cerrados, y luego se echó hacia atrás también. Ahora que había unos cuantos pies de distancia entre ellos, Isa no podía dejar de sentirse decepcionada, a pesar de que era su culpa. Chance abrió los ojos, ya no tenían ese tono verdoso, y de alguna manera esto hizo que Isa se diera cuenta de lo serio que estaba. "Después de volver de hablar con Robert, tú y yo tenemos que hablar. He vivido demasiado tiempo como


para no reconocer que lo que pasa entre nosotros es verdadero, pero hay ciertas cosas acerca de mí que necesitas saber antes de seguir adelante. " "¿Estás casado?" pregunto Isa, sintiendo crecer el miedo en su vientre. Un resoplido suave se le escapó. "No." "¿Un agente de la CIA? ¿Inmigrante ilegal en busca de una tarjeta verde? ¿Criminal buscado?" "Nada de eso, deja de intentar adivinar, confía en mí jamás lo lograrías y como ya he dicho, ‘te lo diré más tarde’ después de que haya descubierto lo que está pasando con tu hermano. " ¡La situación de Frazier era lo más importante ahora! ¿No fue por eso que ella se había alejado antes, cuando parecía que él había estado a nanosegundos de besarla?, así que… ¿por qué ahora se sentía como si la estuvieran dejando de lado? "Tengo la sensación de que no me va a gustar lo que sea que me vallas a decir." Chance le dio una mirada tan penetrante, que Isa se preguntó si la lectura de la mente era también parte de sus habilidades, parecía que estaba viendo en sus miedos y sopesando los mismos acerca de lo que sea que fuera a decirle. "De cualquier manera, te lo diré, luego podrás si quieres que pase algo entre nosotros."

decidir

Si ella fuese más valiente, habría insistido en que se lo dijese ahora. Sin embargo Isa no podía manejar su


incertidumbre sobre Frazier, sus temores de que su abuela sería la siguiente persona que Robert utilizaría contra ella, y lo que sea que Chance podría revelarle sobre sí mismo, todo al mismo tiempo ¡era demasiado! Al menos tendría una preocupación menos antes de que Chance le revelara la mala noticia, porque Isa dudaba que fuese algo tan mundano como multas de tráfico pendientes de pago, o algo así. "¿Va a ver a Robert esta noche?" fue todo lo que dijo. Chance asintió. "Y después vendré a contarte lo que descubra... y a hablar." Los gruñidos de su estómago volvieron, pero Isa se obligó a ignorarlos. "Entonces creo que es mejor que estés preparado, tienes un gran día por delante." Él se bajó del taburete, moviéndose como si su cuerpo no tuviera huesos y fuera puro músculos. "Nos vemos más tarde". Isa esperaba que así fuera, también esperaba ver a Frazier con él. De hecho, ella no podía recordar cuándo esperar algo había sido tan difícil. Isa acostumbraba a cuidarse sola -¡y ahora dependía de otra persona!jamás lo hubiera imaginado, menos aun en una situación como esta, y sin embargo lo estaba haciendo. "Estoy contando con eso."


Capítulo 6 Chance miró a los hombres por debajo de él. Los hermanos Salucci parecían estar haciéndose pasar por Joe Pesci en ‘Casino’. Todos bada-boom, bada Bings (Un término comúnmente utilizado por los miembros de la mafia, argot para "que esté terminado, o se ocuparon

), sólo en busca de maneras de insultarse, Robert, por sorprendente que parezca, se manejó con más delicadeza, aunque él también parecía estar haciendo un mal trabajo de actuación. Chance estaba seguro de que en cualquier momento Robert bajaría la voz hasta un susurro estridente y les haría a los hermanos Salucci una oferta que no pudieran rechazar. de."

Chance había estado lo suficientemente cerca de personas realmente aterradoras; como para saber que toda esta fanfarronería y exhibicionismo era sólo camuflaje. Cuando alguien era verdaderamente mortal, humano o no, él o ella no perdía el tiempo tratando de convencer a la gente al respecto. No, él o ella acaban matando a todos los que les llevaban la contra. -‘Es por eso que siempre serás una dama de honor y nunca una novia’-, pensó Chance mientras miraba a Robert. – ‘¿Crees que por matar a unas pocas personas, sobornar a unos pocos policía, vestir trajes de Armani y tener una esposa de molde italiano, la verdadera mafia te dará la bienvenida en su redil? Pero te equivocas. Ellos pueden oler a un farsante casi tan bien como yo puedo oler mi próxima cena’. Aún así, al menos este concurso de medición de penes entre los hermanos Salucci y Robert, le ofrecía a


Chance una forma fácil de agarrarlo. Robert había escogido los muelles de la Estación Penn a lo largo del río Delaware, a medianoche para su ‘Pawwow’ (Se refiere una ceremonia o evento donde los “guerreros” se reúnen para celebrar y compartir sus logros importantes dentro de la comunidad.),

los clichés eran tan densos, que Chance casi se ahoga en él. "Estas cometiendo un error", el mayor de los hermano Salucci le dijo a Robert antes de voltear dramáticamente su abrigo y marcharse, su hermano menor y su guardaespaldas lo siguieron. Se metieron en el Bentley negro que había estado encendido todo el tiempo, y el conductor se marcho con un chirrido de neumáticos. "Finalmente", murmuró Chance, mientras acariciaba con la vista la yugular de Pablo, este se había comido una docena de donuts antes de esta reunión, Chance lo sabía por el fuerte olor a dulces fritos, llevados hacia él por la brisa, Chance se humedeció los labios, mmm, cena y postre, todo al mismo tiempo. Chance se dejó caer de lo alto del faro de luz roto. Nunca dejaron de sorprenderle cómo algunos seres humanos podían ser tan ajenos a su entorno, especialmente los que se enorgullecían de ser astutos. Robert, Pablo, o Ritchie no habían visto hacia arriba ni una sola vez, de haberlo hecho habrían notado que la luz en el extremo sur de la calle era significativamente más fuerte que la que estaba alrededor de ellos. Puede que no hubiesen sido capases de ver quién era el que estaba sentado, pero podrían haberse dado cuenta de que alguien estaba allí.


En cambio, sólo supieron de él, cuando apareció detrás de ellos con nada más que un leve de viento anunciándolo. "Bonita noche, ¿no?" comentó Chance. Robert fue el primero en recuperarse. Su mano se deslizó dentro de su chaqueta y sacó su pistola. "Sí, lo es. Paul, Ritchie… ¿Van a quedarse ahí parados, o quizás puedan mover sus pies y tal vez apuntarle a este bastardo?” Chance miró con expresión divertida, ya que se apresuraron a obedecer poniendo expresiones duras en sustitución de sus expresiones de sorpresa. "Tú no aprendes, verdad maldito", jadeó Pablo. "Nosotros sin embargo, sí, Ritchie palpa a este payaso y asegúrate de que no oculta un chaleco antibalas o micrófonos". Chance extendió sus brazos amablemente cuando Ritchie se acercó. El pobre hombre estaba preocupado, sin duda recordando cómo Chance había esquivado con facilidad sus intentos de golpearlo antes. -No te preocupes, Chance pensó fríamente cuando Ritchie le dio varias palmadas rápidas. Si quisiera verte muerto, tu sangre ya estaría en mi estómago-. "Está limpio", anunció Ritchie. Chance arrugó la nariz con un disgusto leve. "No puedo decir lo mismo de ti. En realidad hombre, no debes tenerle miedo al jabón"


Ritchie se echó hacia atrás como si fuera a darle un puñetazo, pero Robert lo agarró del brazo. "¿Te he dicho que lo golpees?" -le preguntó en un tono peligroso. Ritchie le dio una mirada de odio a Chance antes de dirigirse a su jefe. "No… lo siento." Robert le dio una palmada en el hombro. "Muy bien". Entonces volvió su atención a Chance. "Me dijeron que eres un ‘sabelotodo’. Bueno, ‘sabelotodo’, vamos a caminar un poco, y luego navegaremos ¿Tienes algún problema con eso? " "Si lo hiciera, supongo ‘bola de bolos’ y ‘apestoso’ sólo me volverían a disparar” dijo Chance arrastrando las palabras. Robert negó con la cabeza. "Ellos no”, “Ya sabes lo que dicen, si quieres algo bien hecho tienes que hacerlo tú mismo". Chance dejó escapar un ladrido de diversión. "Justo lo que estaba pensando" Lo llevaron a punta de pistola hasta el final de uno de los pilares del muelle, donde estaba atracado un barco. Robert saludó con la mano y un hombre a bordo devolvió el saludo encendiendo la nave. Chance estaba bastante impresionado de que Robert hubiese arreglado otra forma de escape de los muelles. Los hermanos Salucci no habían tenido esa precaución, ellos eran más músculo que cerebro, en una pelea física directa podrían ganar, pero si se trataba de una cuestión de planificación y estrategia, Robert


prevalecería. No es que a Chance le importase, todos ellos podrían caer muertos y la sociedad sería mucho mejor. De hecho, Chance ayudaría a la sociedad muy pronto, pero no antes de que obtuviera la información que necesitaba. Chance subió a bordo del barco, suponiendo que se trataba de una excelente oportunidad para agarrar a Robert y disponer de Pablo, si es que decidía alimentarse. Cuando los cuatro estuvieron agrupados alrededor de la parte posterior del barco el conductor salió a toda velocidad sin mucha consideración por encontrarse en una zona de "no estelas". Ritchie y Paul hicieron un gesto con sus arma para que Chance se sentase en eun banco de popa, lo que hizo, estirando las piernas antes de establecerse cómodamente. Después de unos veinte minutos observándolo, mientras que el barco navegaba por el canal, Robert habló. "Así que, ¿cómo te llamas?" “Chance” Robert lanzó un gruñido. "Tonterías. ¿Cuál es tu verdadero nombre?" "Pregunte a sus hombres. ¿No encontraron ninguna identificación cuando hurgaron en mis bolsillos la otra noche?" "Sabes muy bien que esa noche no llevabas una mierda de identificación, además Pablo y Ritchie dicen que debes de haber estado usando un chaleco


antibalas, sin contar el hecho de que estas aquí en vez de estar envuelto en plástico y enterrado seis pies bajo tierra. Lo que quiero saber es, ¿qué clase de hombre camina sin identificación mientras usa un chaleco antibalas? Parece bastante paranoico para mí. " Chance se encogió de hombros. "Si tu lo dices." Pablo se inclinó y gritó en la cara de Chance. "¡Responde a la pregunta, imbécil!" "Sera mejor que dejes de hacerte el listo", dijo Robert en un tono más suave. "En mi estado de ánimo actual, no tengo ninguna intención de dejar que salgas de este barco con vida, por lo que vas a necesitar cambiar tu actitud" Eso fue para asustar a Chance, pero le resultó irónico en su lugar. "Personalmente puedo garantizar que no voy a bajar de este barco con vida", respondió. "Está loco", dijo Ritchie asombrado. "Míralo. Piensa que puede librarse de todo". Pablo levantó una larga cadena. "¿Ves esto?" preguntó sacudiéndola, antes de empezar a envolver a Chance con ella. "La compramos por si las cosas iban mal con los hermanos Salucci, son cincuenta kilos de acero, voy a ponerla a tu alrededor y a cerrarla con un candado” Chance echó un vistazo a las cadenas cuando Pablo comenzó a llevar a cabo su amenaza. Si eso los hacía sentir más seguros... además estaban desperdiciando el


tiempo atándolo mientras el barco seguía avanzando rio arriba, ‘que conveniente’, ¡así nadie escucharía sus gritos! "Se me está agotando la paciencia", gruñó Robert. "Ahora, te voy a preguntar de nuevo, y será mejor que cortes con esta mierda. ¿Cuál es tú nombre? ¿Tú nombre real? " Chance tenía otro nombre por supuesto, el de nacimiento, hace más de un centenar de años atrás, y a pesar de que no sería de ninguna utilidad para Robert, él todavía se negaba a pronunciarlo. "Chance es el único nombre que necesitas saber" Robert hizo un gesto con la cabeza a Ritchie, quien dejó su puesto de vigilancia sobre Chance y se fue por un lado del barco. Cuando regresó minutos más tarde, empujaba un carro con un gran cubo lleno de algo gris y granuloso. Chance cerró los ojos, pero sólo para que los demás no vieran su mirada de fastidio. ¿No podían hacer nada original? "Cemento", dijo Robert, aunque Chance ya lo sabía, "oye ‘sabelotodo’, termina ya con toda esta mierda o este cubo va a ser tu nuevo par de zapatos. No hay manera de salir de ésta ¡habla! o voy a meter esta cadena en tu cementado culo y arrojarte del barco, ¡mierda! incluso dejare que Pablo te dispare en la cabeza, sólo porque sé que lo está deseando". Chance hizo una mueca de dolor, los disparos en la cabeza, plata o no, dolían como el infierno. Él sabía que


iba a tener un terrible dolor de cabeza por cerca de diez minutos, mientras sanaba ¡Malditos melodramáticos mafiosos! Pensó con irritación, drenaría hasta el último de ellos antes de todo este lío terminara! Pero primero lo primero. Robert lo miró con una expresión inescrutable. "Sólo hay una cosa que va a parar esta desagradable situación”, él se inclinó hacia adelante hasta que su nariz casi tocaba a Chance." Dime donde esta Frazier y te dejare vivir. " Las cejas de Chance se alzaron, bueno él no esperaba esto. "Utilizas a Frazier para obligar a Isabella a casarse contigo y me dices que no sabes dónde está” Robert le golpeo la cabeza con la culata de su pistola. Los colmillos de Chance casi salieron por su propia voluntad por el deseo de enterrarse en Robert, estaba tan deliciosamente cerca de su yugular, pero se contuvo. Tan pronto como se bajara de este barco, tendría que encontrar una persona de agradable sabor para reponerse ¡mierda! tal vez necesitaría a dos personas. Después de todo iban a destrozarle el cerebro. "No me jodas", dijo Robert en un tono amenazante. "¡Justo después de que Frazier desapareció, tú llegaste a la ciudad y te convertiste en la sombra de Isa, nadie te conoce, no hay registro, no hay identificación, no hay nada! Es como si fueras un maldito fantasma, pero yo no creo en fantasmas, así que ¿sabes lo que pienso? Creo que eres una especie de mercenario a sueldo,


contratado por los hermanos Salucci para acabar con Frazier. Isa es un poco tímida, así que necesitaba un poco de persuasión para acceder a casarse conmigo; y sería un gran problema para mí si ella supiera que su hermano está perdido. Su rechazo me haría quedar mal, lo que significa entonces que los hermanos Salucci obtendrían el apoyo del sindicato, y yo no". "Esa es una teoría interesante", señaló Chance. "Continua, te diré cuando te acerques a la verdad". Robert lo fulmino con la mirada y continuo, "Me imagino que eres muy codicioso, queriendo jugar a ambos lados pero ‘sí’ los hermanos Salucci tuvieran a Frazier, se abrían mofado de mi todo el tiempo que estuvieron a mi alrededor. ¿Y tú creíste que yo doblaría cualquier precio que ellos te hayan pagado?, ¿por qué pensaste que tenias una carta ganadora? Bueno, ¿adivina qué? Ya vi tus cartas y no tienes nada. De hecho, estás a unos cinco segundos de una muerte horrible, y lo único que puede salvarte es que me digas donde está Frazier, de lo contrario, voy a dejar que Pablo te dispare en la cabeza y después vamos a tirar tu culo muerto fuera de este barco, pasarás el resto de la eternidad pudriéndose en fondo de este río ¿entiendes? Entonces, ¿qué va a ser? ¿Vida o muerte? " Chance le devolvió la mirada con frialdad absoluta. "Incluso si supiera dónde está Frazier Spaga, nunca te lo diría, por lo que puedes decirle a tu hombre que me dispare y así dejas de hacerme perder el tiempo" Robert se enderezó. "Vete a la mierda estúpido, esas fueron tus últimas palabras."


Chance dejo que el sonriente Pablo terminara de envolverlo con las cadenas y luego, como había prometido bloquearla con un candado, entonces puso sus pies en una prensa y le arrojo el cemento hasta que cubrió sus pantorrillas. Chance dejo que los tres lo llevaran hasta el borde de la embarcación, ya que él no podía caminar muy bien con sus pies inmovilizados en el cubo. "Una última oportunidad", dijo Robert, señalando el agua oscura delante de ellos. "¿Hablas o qué?" Chance sonrió fríamente. "Voy a hablar la próxima vez que te vea, y va a ser más pronto de lo que piensas." "Maldito estúpido", murmuró Robert. Entonces se dirigió a Pablo, quien sonrió mientras colocaba su pistola en la cabeza de Chance. "Vete a la mierda", dijo Pablo, y apretó el gatillo. La explosión resultante hizo a Chance desconocer el momento exacto en que lo llevaron a empellones al agua. Él despertó cuando sus pies -todavía en el cubo por supuesto- tocaron el fondo del río y su cabeza le dolía tanto como él sabía que lo haría. ‘Oh sí, iba a drenar hasta la última gota de sangre de todos ellos y a utilizar sus venas como seda dental’ Pero primero lo primero... Chance se deshizo de la cubeta y cortó sus cadenas con un fuerte tirón. Entonces, después de unos minutos de relajarse, y sacudiendo el último de los pegotes de cemento de sus pies, comenzó a ascender hacia la superficie.


Chance podía volver al bote de Robert y drenarlos a todos hasta que su estómago se hinchara… pero había asuntos más urgentes que atender. Alguien más tenía a Frazier Spaga, ¿Robert podría haber adivinado correctamente? ¿Serian los hermanos Salucci, y no se habían jactado de ello, porque eran más disciplinados de lo que Robert creía? Sólo había una manera de averiguarlo. El barco de Robert se movía a buen ritmo. Ninguno de los hombres estaba en el lado de popa, así que se perdieron de ver a Chance salir del agua y nadar de regreso a la ciudad.


Capítulo 7

Isabella miró hacia arriba cuando la puerta de su restaurante se abrió de golpe. Su corazón dio un vuelco cuando vio que no era Chance… se había quedado toda la noche esperando noticias de él. Su estómago parecía formar en un nudo perpetuo de ansiedad y la expresión en los rostros de Robert, Pablo, y Ritchie, sólo empeoró las cosas. Eran sólo unos minutos después de dos, su restaurant no abría sino hasta las cinco, por lo que ellos no podían estar aquí para cenar. "Frank, Steven, Ed, salgan de aquí", ordenó a Robert. Sus tres empleados le dieron a Isa una mirada de disculpa, y se fueron ella enderezó los hombros tratando de calmar su repentino ataque de miedo. ¿Dónde estaba Chance? Dios, ¿Qué le habían hecho?, ¿habría sido atrapado tratando de liberar a Frazier?, ¿Quizás ambos estaban heridos, o algo peor? "¿Qué está pasando?" –preguntó al fin, contenta de que su voz tranquila desmentía la terrible ansiedad en su interior. Robert sonrió y se acerco, Ritchie y Pablo tomaron sus posiciones flanqueando cada lado de la puerta del restaurant. Robert le dio un beso en la mejilla, Isa hizo un gran esfuerzo para no limpiarse el beso con sus manos untadas de mantequilla.


"Sólo quería ver a mi futura esposa, es todo. No hay nada de malo en eso ¿verdad? estas trabajando muy duro bebe; pero no por mucho tiempo una vez que nos casemos abandonaras este trabajo, pero no te preocupes Pablo asumirá el control de este lugar y tú no tendrás que ser una esclava nunca más y el restaurante de tu familia podrá permanecer en el negocio" La ira floreció en ella. Oh, ella podía imaginar cómo Pablo se haría cargo de la ejecución de este lugar. Su restaurante lavaría más que la tintorería de la esquina –sólo que lavaría dinero en vez de ropa-. Si Isa hubiera tenido un arma en ese momento Robert ya estaría muerto. "Este es mi restaurante y voy a trabajar aquí tanto tiempo como quiera." Robert le dio una bofetada. No fue un golpe duro pero lo suficiente como para hacer picar la mejilla de Isa. "Escúchame", dijo con voz profunda y resonante cuando la tomo por los hombros y la atrajo cerca. "He sido muy paciente contigo Isa, un caballero de verdad sólo porque un hombre tiene que ser considerado con la futura madre de sus hijos. Yo te permití trabajar aquí cuando deberías estar con mi hermana planeando nuestra boda. Acepto que no tengamos relaciones sexuales hasta estar casados. Dejo a tu miserable hermano vivir cuando por todos los derechos, debí poner una bala en su cabeza cuando estuvo husmeando por mi casa. Dejo que todas esas cosas sucedan, pero no voy a dejar que me faltes el respeto en público.


¡Tienes espíritu niña! Me gusta eso, pero hay un tiempo y un lugar para todo, no me hagas decírtelo de nuevo. " Isa se acarició la mejilla, rompería la promesa que le había hecho a su hermano, y es que ella no podía… No podía seguir fingiendo ser la prometida de un hombre así, ¿prometida? Pero si Robert la consideraba mas como su propiedad. Incluso abrió la boca para decir las palabras, pero luego una voz la detuvo. "Quita tus manos de ella." Un gran alivio inundó a Isa, ¡era Chance!, ¡gracias a Dios no estaba herido!, y... ¿por qué Pablo acaba de soltar su arma? "Estás muerto", jadeo Pablo. Su rostro estaba blanco, y su mano temblaba mientras se hacía la señal de la cruz. “¡Yo te dispare en la cabeza y lanzamos tu cuerpo al rio!” Los ojos de Isa se desorbitaron. "Estoy muerto", coincidió Chance con calma detrás de ella. "Y sin embargo, todavía estoy de pie aquí. Hace que te preguntes cómo, ¿no?" Ritchie parecía igualmente sacudido. Se persignó mientras murmuraba en latín: "En nomine Patris, et Filii, et Spiritus Sancti... " Incluso Robert parecía como si hubiera visto un fantasma, esto le provoco un escalofrío en la espina dorsal de Isa ¡nadie negaba que la declaración de Pablo sobre que le había disparado a Chance en la cabeza! no es posible irse caminando después de una herida así; y sin embargo ahí estaba Chance anunciando que estaba


muerto y que no pensaba ir a ninguna parte. ¿Podría haberlos hipnotizado con en el pensamiento? ¿Pablo en verdad le había disparado? ¿Era tan siquiera posible algo así? Isa se dio la vuelta para mirar a Chance, y había algo en su mirada que la congeló. Recordó la sensación fresca de su piel en la suya, la forma en que sus ojos parecían cambiar de color, y la forma en que había sorteado los cinco pisos de altura para llegar a su depto. cuando no había ninguna escalera de incendios. Era posible tanta destreza en el hipnotismo; o se trataba de otra cosa… Chance la miraba fijamente, como si supiera lo que ella estaba pensando, y no parecía querer negar nada. Una vez más las palabras de su abuela sonaron en su cabeza: ‘No creas que el mundo contiene sólo lo que te han enseñado en la escuela. Oh no, querida. Eso es sólo la primera capa de la misma...’ y lo que le dijo Chance cuando ella le preguntó qué era, ‘No estás lista para saber lo que soy, así que no me hagas esa pregunta cuando en realidad no quieres una respuesta sincera…’ Robert sacó su arma de fuego. "¡A la mierda, te voy a disparar hasta que estés bien muerto!" Isa escuchó los disparos, vio un borrón de movimiento... y entonces ella se movía aferrada entre los brazos de Chance. Los ruidos parecían solo un fuerte murmullo y su estomago se sentía extrañamente caliente, aunque el resto de su cuerpo se enfriaba, trato de ver hacia abajo pero los brazos de Chance se lo impedían, él le presionaba su estómago, incluso mientras, de alguna manera habían logrado salir del


restaurante y ahora estaban ¿en el techo? Y moviéndose a una velocidad que escapaba a toda lógica. Momentos después ella sintió una repentina sacudida cuando se detuvieron, Chance se cernía sobre ella, su cara estaba muy cerca... Oh Dios, ¡su rostro! Isa gritó, o lo intentó pero solo salió un débil gemido; Chance la ignoro mientras tomaba un cuchillo y se acercaba, ‘los ojos brillantes, sus colmillos... es una especie de demonio’, pensó. El frío se deslizó aun más hacia sus miembros. ‘In nomine Patris...’ Chance la apuñaló en el costado. Isa logro gritar esta vez, un grito agudo de dolor que le salió del alma, sintió otro horrible dolor en la columna vertebral, cuando Chance movió el cuchillo, y gracias a Dios su vista se nubló y el dolor empezó a desaparecer incluso cuando el frío aumentaba, Isa apenas podía distinguir la cara transformada de Chance cuando uso el cuchillo para cortar su muñeca y luego presionó la herida en su boca.

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Chance llevó a Isa con su abuela. No tardaron mucho teniendo en cuenta que viajaban en línea recta saltando de techo en techo, así el trafico no era un problema. Isa no había dicho ni una palabra desde que Chance le había hecho beber su sangre para curarle la herida de bala. Para él haberla apuñalado para quitarle la bala


lo llenaba de rabia, pena y miedo; odió tener que hacerle daño de esa manera, pero si no, su carne no se hubiera unido de nuevo sobre la herida poco después de que tragara la sangre. Beber esa cantidad no la convirtiera en vampiro –para ello Chance hubiera necesitado drenarla por completo y luego ‘llenarla’ con su propia sangre-. La cantidad de sangre que bebió serviría para curar los daños internos provocados por la bala. Él no podía arriesgarla llevándola a un hospital local, la bala había perforado su hígado… estuvo tan cerca de perderla para siempre. Tan pronto como ella estuviera a salvo con Greta, Chance se iría a cazar a los dos tiradores y a matarlos, ellos no vivirían la próxima hora, ninguno de ellos. Chance no se molestó en ir a la puerta principal, en caso de que Greta estuviera siendo vigilada. Él saltó de la parte superior del techo hacia abajo al lado de la ventana con Isa aferrada entre sus brazos. Para cualquiera que casualmente estuviese mirando hacia arriba, ellos parecerían nada más que un espectro borroso. La velocidad de un vampiro desafiaba la capacidad humana para hacer un seguimiento a simple vista, por lo que no estaba preocupado por las llamadas al 911 sobre un superhombre saltando por las azoteas. Una fuerte sacudida rompió la cerradura de la ventana, la deslizó hacia arriba y Chance ingreso al interior con un movimiento fluido. Isa parpadeó por unos segundos como si no pudiese creer dónde estaba. Luego empujo fuertemente el pecho de Chance. "Suéltame".


Ella tenía más fuerza que la que tendría normalmente, su cabeza fluctuaba alrededor, escuchando sonidos que no habría oído hace una hora. Su sangre había hecho más que curarla, -le había dado casi medio litro-, también había aumentado su fuerza y sus sentidos. Chance la dejó ir, ella se alejó de él a la vez, su mirada atenta como si esperar que él la atacara. Por décima vez se frotó el estómago su piel se sentía suave donde hace un momento había un agujero de bala. "No voy a hacerte tranquilamente.

daño, Isabella,"

dijo

Chance

Dejó escapar un ladrido burlón que le indicó que ella no le creía. Mientras tanto, Chance oyó el revuelo de Greta en la otra habitación. Ella debe haber estado tomando una siesta. "Te dispararon" le dijo Chance, teniendo en cuenta lo rápido que pasó todo quizás ella no se había dado cuenta, "Tuve que sacar la bala; por eso use el cuchillo..." Isa retrocedió hasta que casi choco con la puerta de la sala de estar. "¿Quién me disparó? ¿Robert?" La boca de chance se tenso, "No. Pero cuando Robert sacó su arma me distrajo de ver a los otros dos hombres de afuera, que estaban apuntando. Al parecer los hermanos Salucci se cansaron de negociar con Robert y decidieron que un tiroteo sería mucho más eficiente"


"Esos fueron los disparos que escuche," murmuró Isa para sí misma. Luego le dio a Chance una mirada de rechazó que le atravesó el corazón. "Tú no eres humano." Esta no era la manera en que había pensado decírselo, pero no había vuelta atrás, aun cuando él podía borrar su memoria Chance se negaba a manipularla de esa forma. "No, no lo he sido durante mucho tiempo." "¿Qué está pasando?" Dijo Greta, los ojos muy abiertos al ver a Chance e Isa en el salón de su casa. Al escuchar que el corazón de la anciana se aceleraba, Chance se apresuró a tranquilizarla. "Está bien, Greta. Isabella resultó herida, pero ya está bien" "Isa, ¿qué pasó?" exclamó Greta, dando a su nieta un abrazo. Chance noto que aunque Isa le devolvía el abrazo, no le quitaba los ojos de encima. "Abuela... él no es humano no estoy loca y no lo estoy inventando pero Chance no es humano!" Greta tosió. "Bueno, por supuesto que no querida. Él es un vampiro. Yo no hubiera consentido que se involucrara en esto si fuera un humano, no hubiese sido de mucha utilidad entonces, ¿verdad? "


La boca de Isa cayó. Ella no dejaba de mirar a Chance y a Greta esperando que de repente alguien gritara ‘¡sorpresa! Estas en cámara escondida’ "¿Tú lo sabías?" dijo finalmente. Antes de que Greta pudiese responder, Chance le tomo una mano, "Greta tengo que dejarlas ahora; no le abran la puerta a nadie y si hay problemas me llamas, Isa ¿sabes cómo usar un arma? “ "Yo, um, ha pasado mucho tiempo..." balbuceó ella. "Bueno", la interrumpió Chance. "Si viene alguien que no sea un amigo de confianza le disparas antes de abrir la puerta, ya no debería haber más problemas, pero es mejor prevenir que curar. Estaré de vuelta tan pronto como haya terminado" "Terminar de hacer ¿qué?" pregunto Isa, dando un paso hacia él antes de detenerse a sí misma. Chance dejo que sus colmillos se deslizaran mientras el verde iluminaba sus ojos, el brillo que desprendían hicieron jadear a Isa. "Matar a los hermanos Salucci," dijo, y saltó por la ventana.


Capítulo 8

Isa y su abuela se miraban sin hablar, ella no sabía que decir, habían sucedido tantas cosas, se sentía como si el mundo hubiera cambiado bajo sus pies "Entonces" dijo su abuela al fin. "Tú no sabías que Chance era un vampiro hasta que te lo dije, pero si sabías que no era humano. ¿Cómo te diste cuenta de eso? " Isa rozó la cocina, una risa frágil salió de su garganta. "Vamos a ver, empecé a sospechar que algo no estaba bien, cuando Pablo casi se desmaya al ver a Chance, porque al parecer, anoche Pablo le voló los sesos y lo hundió en el fondo del río!" Para sorpresa de Isa, su abuela se echó a reír. "Oh, desearía haber estado allí para ver la cara de Pablo cuando Chance entro caminando, debe haberse orinado encima” "¡Ese no es el punto!" Isa dijo con dureza, lo que hizo su abuela se pusiera seria. "El punto es que Chance es un vampiro, ¡por el amor de Dios es como si no te importara! ¿Cómo es que te involucraste con un vampiro, abuela? " "Siéntate, Isa." Su tono no admitía negativa. Su abuela podría ser tan frágil como una tela de araña físicamente, pero todavía


había una estridente nota de mando en su voz que la obligaba a obedecer. Isa volvió a entrar en la sala de estar y se sentó en el sofá con el ceño fruncido. Su abuela buscó en la cocina y luego salió con dos vasos. En lugar de su té normal, se sirvió un whisky y le sirvió otro a Isa, sosteniéndolo frente a ella con una mirada que la retaba a negarse. "¿Sabes cuántos años tengo?" Isa parpadeó, no esperaba esa pregunta. "Uh, por supuesto… setenta y cinco." "Error", dijo su abuela rotundamente. "Tengo ciento veinte y seis, nací el dos de agosto de 1882, en Nueva Orleans, no en Yonkers. Cuando mi madre salió corriendo antes de mi decimosexto cumpleaños yo no tenía manera de ganarme la vida excepto por la prostitución". -Greta ignoró el grito de Isa-. "Empecé en las calles pero luego me abrí camino hasta una bonita habitación en Basin Street donde vivían las prostitutas de clase alta. La prostitución era legal en sólo una zona de Nueva Orleans que en ese entonces la gente del lugar llamaba ‘Distrito’ y más tarde, se hizo conocido como ‘Storyville’. "Una noche, un joven se acercó y le dijo a la señora que quería seis muchachas por toda la noche. Bueno te puedes imaginar cómo nos reímos de su alarde. Pero pagó, por lo que me fui con él”. Hizo una pausa para dar a Isa una mirada de complicidad. "Déjame decirte algo acerca de los vampiros con su resistencia, seis mujeres durante una noche entera es simplemente un comienzo saludable. "


"¡Abuela!" Isa interrumpió, sorprendida por la soltura con que su abuela le contaba como había participado en una orgia con un vampiro. "Oh, cállate", dijo su abuela como si nada. "El hombre que llegó al burdel esa noche era un vampiro llamado Bones y estaba en busca de residentes permanentes para una de sus casas. Él nos mostro a todos lo que era y a las tres mujeres que entraron en pánico les borró ese conocimiento con el poder en su mirada, al resto de nosotras nos ofreció una nueva vida como donantes de sangre. Nos fuimos con él, y él nos ubico en una hermosa casa, nos envió tutores para enseñarnos a leer y escribir, nos enseñaron aritmética, historia, cultura, en fin cualquier cosa que deseáramos. Y él nos dio el regalo más precioso de todos ‘la posibilidad de detener el envejecimiento’, por un tiempo al menos" "¿Cómo?" Susurro Isa, su mente confundida por todo lo que estaba oyendo. "Sangre. Los vampiros no envejecen, esa es una de las pocas cosas acerca de su leyenda que es correcta, y si tú bebes de su sangre con frecuencia tu propio envejecimiento se ralentizará también. Yo viví felizmente con Bones y las otras chicas por más de cuarenta años hasta que conocí a tu abuelo. Entonces me enamore, pero él tenía una mente muy cerrada a lo sobrenatural, yo tuve que elegir entre darle la espalda a todo lo que había llegado a dar por sentado, y decirle sí al verdadero amor. Elegí el amor Isa y no me he arrepentido. Seguir tu corazón es siempre la opción correcta sin importar las circunstancias"


Isa bebió el whisky de un solo trago. Los labios de su abuela hicieron una mueca mientras bebía más delicadamente. "¿Así es que cómo conociste a Chance?" preguntó después de un largo silencio. Entonces… "¡Dios mío!, ¿Chance es el mismo vampiro con el que vivías?" "Cielos, no. Sólo lo vi sólo una vez, brevemente porque acompaño a Bones cuando este fue a visitarme después de que me casé con tu abuelo. Y no lo volví a ver sino hasta hace dos semanas” Esto se sentía como un sueño, sentada frente a su abuela y hablando sobre vampiros, si ella no hubiese visto los inhumanamente brillantes ojos de Chance -por no mencionar sus colmillos- juraría que su abuela estaba senil y sólo imaginaba ésta loca una historia. Sin embargo, no había nada imaginario sobre el agujero de bala de su estómago ¡que ya no estaba allí! "¡Pero Chance ha estado caminando bajo la luz del sol! exclamó de pronto. "¿Creía que los vampiros no podrían hacer eso?" "En realidad, querida, si tú fueras una especie inteligente que ha logrado ocultar su existencia de la sociedad en general para miles de años, ¿no tendría sentido que plantaras una red de pistas falsas en el camino? Ya sabes, como una aversión mortal a la luz del sol o a las cruces; entonces cuando las personas te viesen caminando al mediodía sosteniendo un rosario, pensarían ‘no puede ser un vampiro’, simplemente porque creen en toda la falsa propaganda que


deliberadamente verdadera".

se

ha

mezclado

con

la

historia

Isa observo su vaso vacio y fue a llenarlo de nuevo, nadie debería procesar esta información sobrio. "¿Así que no son los monstruos que acechan en la oscuridad y que se alimentan de la sangre de personas inocentes? "Algunos de ellos lo son", respondió su abuela con la mayor seriedad. "Pero la mayoría de ellos son personas decentes que sólo se alimentan lo suficiente para vivir y no matan a sus donantes. La mayoría de las personas que han donado sangre para un vampiro ni siquiera lo recuerdan después. Su mirada es muy poderosa y tienen la capacidad de manipular el comportamiento y los recuerdos. Pero que alguien sea un vampiro no lo convierte en un monstruo, Isa. La maldad no discrimina especies". Así que, así fue como Chance la había hipnotizado antes, y no por ser un mago solitario. "Al parecer, dispararle a un vampiro y hundirlo en el fondo del río no lo mata, así que ¿qué lo hace? ¿una estaca de madera en el corazón?" "Plata a través del corazón. O la decapitación, pero un vampiro no te entregará su cabeza, ni se quedara quieto mientras te le acercas con un cuchillo de plata, nunca debes intentar pelear con un vampiro, te mataría antes de pudieras pestañar”. Isa recordó lo rápido que se había movido Chance en el restaurante. Ella ni siquiera lo había visto realmente,


sólo vio algo borroso. Sí, era fácil creer que los vampiros podían ser mortales, ‘colmillos, control mental, fuerza y velocidad increíble’, todo era muy atemorizante. ‘... Con su resistencia, seis mujeres durante una noche entera no es más que un comienzo saludable...’ A Isa se le formo una imagen mental… de acuerdo quizás no todo era atemorizante o espantoso. "Así que involucraste a Chance por mí y por Frazier," dijo al fin. "Supongo que tiene sentido. ¿Qué podría ser más aterrador que un mafioso, si no una criatura de la noche? Bueno, ¿por qué Chance no se ha ‘comido’ a Robert entonces? No sería una gran pérdida para el mundo, en mi opinión. " "No estoy segura", respondió su abuela lentamente. "Al principio pensé que era porque quería asegurarse de que Frazier estaba a salvo. Entonces me pregunté si no estaría esperando que Bones le mandase refuerzos, ya sabes, si iba a terminar con Robert y toda su pandilla necesitaría ayuda para limpiar el desastre; pero Bones me llamó hoy y le sorprendió saber que Chance estuviese retrasando tanto las cosas. Así que supongo que tiene que ver contigo" "¿Conmigo?" estallo Isa, "¿y por qué?" Su abuela suspiró. "La juventud está realmente perdida en los jóvenes, ¡Vamos querida no seas estúpida!" Isa la miró y su abuela le devolvió la mirada sin pestañear. Un pensamiento se formó en la mente de


Isa, golpeando contra la pared de la incertidumbre y la expectación. ¿Podría Chance haber retrasado todo sólo para pasar más tiempo con ella? Si era así, ¿qué iba a hacer al respecto? ¿Gritar y comer mucho ajo? ¿O salir con él con un vestido escotado y el cabello recogido? Isa negó con la cabeza para alejar sus divagaciones mentales. Frazier estaba por ahí, y lo que sintiera o no por Chance tendría que esperar, la seguridad de su hermano estaba primero. Si Chance había sido deliberadamente lento en terminar con esta situación, ella podría hacer lo mismo, después de todo, si había un vampiro a su lado, y pudiese usarlo como un arma en contra de Robert, ella bien podría apuntar y dispararle al maldito aspirante de mafioso. "¿Crees que él hablaba en serio?" preguntó por fin, su mirada se deslizaba hacia la ventana todavía abierta. "¿Acerca de matar a los hermanos Salucci, quiero decir?" "Oh, Isa. Con lo enojado que seguramente ya están muertos."

estaba

Chance,

Isa miró a su abuela y se preguntó cómo nunca había pensado en ella más que como una mojigata ama de casa italiana. Ese frio brillo en los ojos de su abuela pertenecía más a un usurero que a la gentil anciana que la había criado.


Pero a medida que Isa recordaba como el hombre que resulto ser un vampiro, la había apuñalado para quitarle una bala… se sentía muy engañada.


Capítulo 9

Con todo lo que había pasado, Isa nunca esperó poder dormir, pero después de estar despierta toda la noche bebiendo múltiples vasos de whisky mientras esperaba que Chance regresara, se recostó en el sofá de su abuela y se durmió. Un toque suave en la mejilla le hizo abrir sus ojos, ahí estaba Chance arrodillado a su lado, la habitación estaba en penumbra, era el atardecer. Él había estado ausente durante horas. "¿Los hermanos Salucci?" -preguntó ella en voz baja. Chance dejó caer la mano de su rostro. "Ya no tendrás que preocuparse por ellos." Por su tono de voz Isa supo que no solo ella dejaría de preocuparse por ellos, sino también el resto del mundo. Se supondría que debería estar horrorizada de que Chance los hubiese asesinado con tanta facilidad, pero sólo pudo reunir el mínimo sentimiento de... precaución. "¿Y la policía? Me sorprende que aún no hayan venido a buscarme, con todos los orificios de disparo en mi restaurante y mi personal seguramente diciendo que yo


estaba allí, estaba segura de que lo primero que harían seria venir aquí preguntando por mí. "No lo harán. Me hice cargo de ellos", dijo Chance. Eso incomodó a Isa, "Um, ¿de forma permanente?" Chance sonrió débilmente. "No, con control mental. Después de terminar con los Saluccis, volví al restaurante y llevé a un lado el detective a cargo; ahora cree que ha hablado contigo y está seguro de que no viste nada, no creo que Robert quiera contradecir eso, ya que lo pondría en la mira" "Así que Robert no fue baleado, ¿él está bien?" "Por ahora". Había tanta frialdad en la voz de Chance que Isa se estremeció. El hombre –no- ‘el vampiro’ de rodillas a su lado había matado a dos personas hoy, y por su tono, que quería aumentar ese número. "Robert te golpeó" dijo Chance como si hubiera leído sus pensamientos. "¿Crees que lo dejara vivir después de eso?" "Robert ha hecho cosas peores a muchas personas" respondió Isa. "Si vas a matarlo, hazlo por ellos, no por mi". Chance se encogió de hombros. "Muerto es muerto cariño, sospecho que esas otras personas se preocupan más por el resultado final que por mi motivación". "A mí me bruscamente.

preocupa

motivación",

dijo

Isa


Los ojos de Chance empezaron a ponerse verdes, “¿de verdad?” Parecía que acariciaba esas dos palabras, como si tuvieran un sabor que disfrutaba. Isa se estremeció de nuevo pero por otra razón esta vez. "¿Por qué no te presentaste ayer por la noche?" preguntó ella, no sólo porque estaba preocupada por Frazier, sino también para cortar la creciente atracción que sentía hacia Chance. "¿Fue por lo que Pablo te hizo? Quiero decir... te tomó un tiempo para, ah ¿sanar? " Chance debió notar el rechazo en su mirada, porque se levantó y caminó hacia el otro lado de la habitación. "No, mi cabeza sanó muy rápidamente, es parte de ser un vampiro. No fui anoche por que Robert confesó no saber donde está Frazier, él pensaba que yo lo tenía y que había sido contratado por los hermanos Salucci para hacerlo ver como un incompetente. Después de que Robert me creyera muerto, fui a ‘visitar’ a los Salucci y después de que me dijeron todo lo que necesitaba saber, yo… no los mate. Pero ese error ya fue corregido. Él no había matado a los hermanos Salucci ayer por la noche cuando pudo hacerlo, a Isa esto no le molesto a pesar de que eso casi le cuesta la vida, de hecho, se sintió aliviada porque confirmaba lo que su abuela le había dicho que los vampiros no son los asesinos desalmados que cuentas las leyendas, Chance no había matado a los Saluccis por placer sino por necesidad.


No era necesario que Chance le dijera cuan violento podía ser un enfrentamiento con mafiosos, porque ella tenía, como evidencia de eso, un agujero manchado de sangre en su camisa. De hecho si los Salucci estuvieran vivos serian aun más peligrosos, ya que sabrían que Robert tomaría represalias y cualquier persona que estuviera cerca, seria sólo un daño colateral, como ella casi lo había sido. "¿Sabes algo sobre Frazier?" "Lo siento, no. Verdaderamente los Salucci creían Robert todavía lo tenía. En el mundo de los mafiosos, el que Robert mantuviera cautivo a tu hermano sólo para obligarte a casarte con él, no es visto como algo vergonzoso sino como una forma más de obligar a una mujer a comportarse” El desprecio que goteaba de las palabras de Chance se hizo eco en la ira propia de Isa. Muy bien, ahora no se sentía en absoluto mal por que estuvieran muertos. De hecho, esperaba que se hubiesen sufrido. "Esto complica las cosas, sin embargo, ya que todos los sospechosos en la desaparición de tu hermano, son inocentes… ¿hay algo sobre Frazier que no me hayan dicho? Cualquier cosa que pudiese arrojar luz sobre su paradero”. Isa se levantó y empezó a caminar. "No tengo ni idea de dónde está. Cuando me llamó hace un par de semanas, sólo me dijo que ‘jugara’ a ser la novia de Robert y que después me llamaría, pero no lo hizo” Chance emitió un gruñido bajo, "olvidaste decirme eso."


Isa se dio la vuelta, disparándole una mirada acusadora. "¡Oh, ni siquiera!... ¡Si quieres hablar sobre retener información señor: ‘Soy un Vampiro’, eres mucho más culpable que yo! Chance inclinó la cabeza. "Touché. Sin embargo, yo tenía la intención de contarte sobre eso. ¿Recuerdas cuando te dije ayer teníamos que hablar? No era para discutir sobre un nuevo menú, cariño. " "Sí, bueno, de todos modos no creo que las ‘arterias’ funcionaran como plato del día" murmuró Isa. "Te sorprenderías, hay más de nosotros de los que imaginas, quizás ya les hayas servido a muchos vampiros en tu restaurante" "Tú eres la única persona que estuvo sentada allí durante dos horas sin comer", dijo Isa, aturdida por el pensamiento de muertos vivientes mezclándose entre sus clientes sin que ella lo supiera. "Podemos comer alimentos sólidos, y podemos beber líquidos, aparte de la sangre; sólo que no nos nutren pero si estamos con seres humanos y estamos tratando de mezclarnos... Chance levantó los hombros, -’Adonde fueras, haz lo que vieras’- como dice el dicho” Todavía parecía increíble que no fuera humano, se veía tan normal. Bueno, aparte de tener la piel muy pálida, pero la mayoría de las personas de Filadelfia la tiene así en esta época del año. "¿Tú corazón late?" se encontró preguntando. Chance la miró fijamente. "Ven y descúbrelo".


Se acercó a él, su ritmo cardíaco se aceleraba a cada paso. Sonaba tan fuerte que podía oírlo y ella sabía que Chance también. ¿Tendría hambre? seria por eso que sus ojos comenzaron a teñirse de verde mientras se acercaba. "¿Tengo que preocuparme de que tengas hambre?", bromeó cuando estaba a sólo un paso de distancia. Hubo un destello brillante en sus ojos color esmeralda. "No en la forma en que estás pensando." Su mano se congeló antes de llegar a su pecho, pero Chance la tomo y la puso dentro de su camisa, presionando su palma sobre el lugar donde estaba su corazón. Carne fresca y dura toco la suya, no había latidos, sólo quietud. "¿Ves?" susurro Chance. "Mi corazón no late, no respiro, nunca envejeceré, no puedo engendrar hijos, no contraeré nunca enfermedades ni moriré por causas naturales. ‘Yo soy un vampiro’ y nada puede cambiar eso". La mano de Isa estaba todavía en su pecho, Chance la soltó y se alejó dejando que los dedos de Isa se deslizaran sobre su piel hasta que estuvo fuera de su alcance. "¿Por qué me dices esto?" –preguntó en voz baja. Una pequeña y desesperada sonrisa curvó su boca. "Porque quiero que sepas todo sobre mi... y me aceptes. Mis sentimientos por ti van mas allá de una simple atracción, de hecho no me he sentido así en


mucho tiempo, te quiero en mi vida Isabella por eso te digo todo esto para que puedas decidir si quieres formar parte de ella, o no. Por extraño que parezca Isa miró hacia abajo, a su mano, ella no había sentido ningún tipo de rechazo cuando toco la piel de Chance. Sí, él se sentía más frio que una persona normal pero, ¿Qué tan importante era la temperatura corporal? ¿Acaso era suficiente como para ignorar lo que su corazón le decía a gritos? Bueno, Chance era un vampiro y eso sería sin duda un obstáculo de su relación. ¿Pero significaba también que ni siquiera debía intentarlo? ¿Seguiría huyendo de las personas sólo para evitar el dolor de la perdida? ¿Era este el momento de arriesgarse -quizás a sufrir- en lugar de aceptar el entumecimiento de no sentir nada? Si seguía actuando de la forma en que lo había hecho los últimos años significaba que la persona realmente muerta en la habitación no era Chance sino ella. Bueno, no más, pensó Isa, y avanzó hacia él.


Capítulo 10

Chance la vio acercarse. Él no se movió, porque tenía miedo de que cualquier movimiento inesperado pudiera detenerla, Isa se detuvo cuando estaba a un paso de él, deslizó su mano por su cuello y lo atrajo hacia ella. Chance cerró el espacio entre ellos, envolviendo sus brazos alrededor de ella y, por fin, uniendo su boca a la suya. Su los labios eran suaves y se los separó de inmediato dejando que su lengua penetrara en su dulce y cálida boca. Ella sabía a whisky y miel, tan embriagador, Chance inhalo su aroma percibiendo su excitación, los latidos de su corazón hacían vibrar su pecho, el sonido de su sangre al correr por sus venas era como música, Chance gimió y la apretó más. ‘Te necesito’, pensó con una fuerte oleada de lujuria, sus manos picaron por el deseo de arrancarle la ropa de su cuerpo. ‘Entrégate a mí’.


Chance no se atrevió a pronunciar las palabras en voz alta, y mucho menos abrir los ojos para ver a Isa. Aquí es donde el poder de un vampiro para controlar la mente puede cruzar líneas no deseadas. Chance estaba tan excitado que podía no controlar la luz de su mirada y quitarle a Isa la oportunidad de decidir, la deseaba, sí, la deseaba con desesperación pero nunca lo suficiente como para robarle la decisión. Isa enrolló los dedos en su pelo mientras movía su cabeza hacia atrás, Chance siguió el movimiento deslizando sus labios hacia su cuello su pulso latía con tanta fuerza contra su boca, que parecía estar pidiendo un mordisco, Chance pasó su lengua haciéndola girar alrededor del ápice punzante… Isa gimió de placer. Quería oír su gemido nuevo, pero más fuerte, mientras estuviese lamiendo una parte diferente de ella. La idea de su olor rodeándolo mientras se llenaba la boca con sus jugos hizo su sangre casi gritar para viajar a otra parte, Chance la dejo fluir sintiendo como su pene se engrosaba y endurecía, Isa debió haberlo sentido también porque se presionó contra él realizando un lento masaje que casi acabó completamente con su control. Él apretó sus labios contra los suyos antes de que pudiera formar otro pensamiento. Isa dejó escapar un sonido ahogado, entonces su mano rasgó su camisa mientras la otra se enredaba en su pelo. "Chance" jadeó, "Te deseo". Una llamarada de júbilo entrecortadas. "Aquí no, ven."

hizo

sus

palabras


Chance levanto a Isa y se dirigió rápidamente a la habitación, sin saber ni importarles si Greta se opondría. Una vez allí pateó la puerta y la cerró, arranco la camisa de Isa con un fuerte tirón sus pantalones tuvieron la misma suerte, al igual que su ropa, hasta que por fin su piel desnuda presionaba la suya. Ella parpadeó por la velocidad de sus acciones, pero Chance no le dio la oportunidad de ser tímida. Se dejó caer de rodillas tirando de su ropa interior y enterrando la boca entre sus piernas. Todo su cuerpo se estremeció. Ella habría caído pero Chance se apoderó de sus muslos y la abrazó mientras introducía su lengua dentro de su caliente y húmeda profundidad. Sus uñas clavadas en sus hombros, podía oír sus gritos sofocados sobre el latir de la arteria que estaba deliciosamente cerca de su boca. Ella sabía dulce y salada, mientras más profundo la penetraba con su lengua Isa se estremecía más contra su boca, hasta que sus gritos se convirtieron en sollozos de éxtasis. Chance la lamió más fuerte y más rápido, glorificándose con el rico aroma de su lujuria y con la ardiente humedad llenando su boca. Ella dejó de agarrar sus hombros para empujarlo hacia arriba. "Ahora, Chance, ahora, ¡cojeme!" Algo primitivo estalló en él al oír a Isa decir esa palabra por primera vez. En respuesta la levantó y la puso a un lado de la cama, su lengua todavía en lo profundo de ella.


Un gemido que terminó en un grito provenía de ella. "¡Maldita sea, por una vez, haz lo que digo!" Y ella tiró de su cabeza lo suficientemente fuerte como para sacarle un mechón de pelo. La boca de Isa se abrió con horror cuando se dio cuenta de lo que había hecho, Chance sólo se rió con fiereza, encantado con su impaciencia y ardor por la necesidad de sentirlo dentro de ella, la empujó hasta que se extendió a lo largo de la cama y luego acomodó sus caderas entre sus piernas. Sus ojos se encontraron en el instante antes de que la penetrara. Tenía la boca abierta, estaba muy agitada y su el pelo era una maraña oscura que enmarcaba su mirada color cedro, Chance gimió, quería decirle a Isa lo hermosa que era, o que nunca olvidaría su aspecto en este momento... pero la necesidad fue más fuerte y no pudo hablar, empujó y ella se arqueo contra él entonces ya ni siquiera podía pensar, no había nada aparte de abrazo caliente y dulce de sus ‘muros’, la sensación indescriptible de estar más profundo y más rápido dentro de ella, su dulce transpiración impregnando su piel, sus olores fundiéndose hasta convertirse en un solo... y los espasmos de su orgasmo que parecían apretar su pene con mil manos diminutas. Chance sabía que tenía que haberse dejado ir también. Después de todo, si estuviera pensando, recordaría que Isa estaba cansada no sólo porque había tenido un día difícil sino porque ¡había recibido un disparo por amor de Dios! Pero él no estaba pensando sólo sabía que no quería parar, y no lo hizo, la abrazó y la besó, chupó sus pechos y su vagina, preso de una


terrible excitación, continuo sumergiéndose en ella una y otra vez hasta que finalmente sucumbió ante el orgasmo cuando se dio cuenta de que Isa estaba exhausta, empapada en sudor, y sus gritos claramente roncos. Chance la sostuvo junto a él lo más fuerte que se atrevió, mientras los espasmos de su orgasmo continuaban, sentía como si su piel se desprendería por el intenso placer, luego una sensación de alegría pura se instaló en él, haciéndole comprender que no podía recordar la última vez que había sentido un orgasmo tan intenso. Fue maravilloso, y sin embargo, también aterrador. ¿Qué pasaría si no Isa sentía lo mismo por él? ¿Qué pasaría mañana si cuando despertara le decía que todo esto había sido un error? Chance empujó sus miedos a un lado. Isa no parecía el tipo de persona que tomaba decisiones sin pensar y ella se había ofrecido a él sabiendo muy bien lo que era. No había garantías en la vida o ‘en la muerte’ por lo que Chance enfrentaría los posibles problemas a medida que fueran llegando. ¿Cuándo fue la última vez que había estado tan nervioso y eufórico sobre el futuro? ¿No valía esa sensación el costo de un poco de miedo? Chance rodo hasta ponerse de costado Isa aún jadeaba, su ritmo cardíaco en un ‘staccato’ constante en sus oídos, (Staccato: Término italiano para un modo de ejecución musical en el que se acorta la nota respecto de su valor original.). Le tomó la mano, la besó, y le acarició la mejilla. "¿Sabes lo que voy a hacer, mañana a primera hora?" – preguntó Isa cuando recuperó el aliento.


Chance sonrió, "¿Puedo decidir yo?” Ella le dio un manotazo sin fuerzas. "Yo voy a llamar a todos los hombres con los que he tenido relaciones sexuales... y les pediré una disculpa" Chance rió incluso cuando un dardo de celos lo atravesó, no importa lo que haya pasado antes se recordó a sí mismo. Ella es mía ahora. "Gracias… creo." "Créelo", dijo ella, acomodándose más cerca de él, y "Gracias a ti".

***************** * ***********************

Isa dormía profundamente cuando Chance sacudió sus hombros para despertarla, ella parpadeó en la oscuridad de la sala, apenas vio cuando Chance se llevó un dedo a los labios. "Alguien está merodeando la parte de atrás", susurró. Ella miró el reloj en la mesita de noche. Eran casi las tres de la mañana, definitivamente no hora para una visita social. Chance se levantó en un borrón pálido de carne y salto por la ventana sin hacer ruido antes de Isa pudiera reaccionar. Por un segundo se alegro de que nadie estuviera despierto para ver a un hombre desnudo cruzar como un rayo la casa de su abuela, cuando un grito corto el silencio, no se molesto en


buscar ropa, sólo puso la sábana a su alrededor y se lanzó por el pasillo. La pistola de su abuela estaba en la sala donde Isa la dejo antes, claro, no tenía balas de plata, pero el plomo serviría para reducir a Robert y a sus secuaces. La puerta trasera se abrió y apareció Chance. Por lo menos Isa asumió que era Chance ya que en la oscuridad no era capaz de ver su rostro claramente, y es que ¿cuántos otros hombres desnudos podrían haber en casa de su abuela? Sobre todo uno que arrastraba algo que se movía y luchaba por liberarse. "Estate quieto," resplandecía, la inmediatamente.

rugió Chance, su forma de dejo

mirada verde de moverse

"¿Es Robert?" pregunto Isa, debatiendo misma sobre si necesitaba el arma o no.

consigo

"No," dijo Chance levantando la cabeza de la persona por su cabello. "Creo que este es tu hermano." "Frazier!" Isa exclamó. "No enciendas la luz," le advirtió Chance cuando ella estaba a punto de presionar el interruptor más cercano para verificar que se trataba efectivamente de su hermano. "Primero cierra todas las cortinas, nunca se sabe quién puede estar mirando" Isa rápidamente cerró todas las cortinas de la casa y cuando encendió la luz casi se cae por el alivio de ver a su hermano. Frazier estaba aquí, sano y salvo, excepto


por el barniz opaco en sus ojos mientras miraba a Chance. "Em, ¿puedes dejar de hacer eso?" -le preguntó. Su abuela entró habitación justo cuando Chance murmuró algo a Frazier y al instante era él de nuevo alejándose rápidamente de su captor. "¡Frazier, estas bien!" y mientras sostenía su brazo dijo "Él no te hará daño... hum ¿dónde has estado?" Su hermano continúo alejándose de Chance. "Isa, ¿quién es este tipo? ¿Por qué este extraño está desnudo en casa de la ‘Nona’?" "Está desnudo porque… hum… ¡es un mago!, y es mi nuevo novio," tartamudeó Isa, ruborizándose cuando Frazier noto su muy revuelto pelo y la sabana con la que se cubría. Su abuela se echó a reír, -era como el sonido de cascabeles-. "¡Frazier, estoy tan contenta de que estés bien! Y ‘todos’ queremos escuchar dónde has estado las últimas semanas. " "Realmente evasivas.

no

puedo

decirlo..."

contesto

con

Los dedos de Isa se clavaron en el brazo de su hermano. "¡Por el infierno que lo dirás! Me he visto obligada a fingir ser la novia de ‘Mini-Rob’ Bertini este último mes, porque me dijiste que era una cuestión de vida o muerte, por lo que ahora me ¡vas! a explicar por qué. "


"No puedo", replicó Frazier, tratando de alejarse y sorprendido de no poder. "Cuando supe del tiroteo en el restaurante… yo tenía que venir a ver que estuvieran bien” "¡Están bien!, pero no gracias a ti," lo interrumpió Chance en tono amenazador. "¡Si tu hermana no hubiese hecho lo que le pediste, no habría estado cerca de Robert cuando los disparos que iban dirigidos a él le dieron a ella!” "¿Te dispararon?" "¿Cómo? ¡oí que ni siquiera estabas allí!" "Ella recibió un disparo" -Greta interrumpió suavemente, con una mirada de complicidad a Chance"Pero la policía no quiso revelar su presencia allí con el fin de mantenerla fuera de peligro, es importante que los tiradores no sepan que existe un testigo que pueda identificarlos” ‘Oh, abuela’ pensó Isa con admiración, ‘ciento veinte y seis años de edad y tan astuta como siempre’. Frazier negó con la cabeza. "No hay que preocuparse de que los tiradores busque represalias Nona, están todos muertos. Los hermanos Salucci y sus tres hombres de confianza fueron encontrados con la cabeza medio arrancada, afuera de un almacén. Robert está siendo interrogado por el FBI, pero el hijo de puta tiene una coartada... " "¿Cómo sabes todo esto?" preguntó Chance. "No es algo que escucharías en las noticias."


Isa se había puesto pálida al escuchar la descripción de cómo habían muerto los hermanos Salucci y sus secuaces, pero la pregunta de Chance la despabiló. ‘¿Cómo podía Frazier saber todo eso?’ "¿Te importa ponerte unos pantalones, amigo?" dijo Frazier mirando a Chance y desviando la mirada rápidamente. "Tengo que decir que esto no es decente” Greta chasqueó la lengua. "Frazier, eres un mojigato”, aún así: Isa, Chance, ya que él no se irá a ninguna parte ¿podrían ponerse algo de ropa?” Isa captó el acero en el tono de su abuela cuando dijo que Frazier no iba a ninguna parte. Su hermano lo captó también, porque se puso muy nervioso. "Nona..." "Tú de verdad ‘no quieres’ discutir conmigo ¿verdad cariño?” dijo con tanta frialdad que hizo sonreír a Chance. "Ahora, Quédate ahí, o dejare que Isa, a punta de pistola, te obligue a decirnos todo lo que queremos saber” Isa sonrió maliciosamente a su hermano. "Pruébame". Frazier suspiró. "Está esperándolos aquí”

bien,

vístanse…

yo

estaré


Capítulo 11

Tres semanas después, su abuela ajustó el velo sobre la cara de Isa, ella se quedó mirando su reflejo, y sonrió. ‘Aquí viene la novia’. Agnes, la hermana de Robert, frunció el ceño. "No deberías haber alterado el vestido de mi madre, a Robert no le va a gustar esto." "Estoy asombrada de que tu madre fuera capaz de respirar con este vestido abotonado hasta el cuello” respondió Isa con aspereza. "Además, esta es mi boda no de ella" Agnes murmuró algo acerca de que pronto Isa aprendería a respetar, esto sólo la hizo sonreír ampliamente. ‘No’ pensó Isa ‘Robert aprenderá’. Su abuela le entregó el ramo, era un hermoso arreglo de flores blancas y rosadas que llegaban hasta el suelo en forma de lágrima. "Te ves radiante, querida, ¿estás lista?” Isa asintió con la cabeza. "Oh, sí". Greta le dio una palmada en el brazo. "Te veré en el frente."


Isa vio a su abuela y a su ‘cuñada’ irse, luego se volvió hacia el espejo. "Entonces, ¿cómo me veo?" Se hizo a un lado cuando de la ‘pared’ salió Chance dejando a la vista un cuarto secreto, él tomó una de sus manos y la beso suavemente. "Me quitas el aliento". Ella sonrió. "Es fácil para ti decirlo, no respiras." "A veces lo hago" se inclino sobre Isa y aspiro lenta y profundamente, nuevamente esto se sintió tan íntimo como un beso, Chance le dijo que a menudo durante las últimas dos semanas, él aspiraba su aroma por que amaba su fragancia, así como también amaba que ella se ruborizara cuando él la olfateaba en ciertos lugares. "No tienes que hacer esto" susurró, su boca tocando el velo cerca de su oído. "Me lo he ganado." Ella había decidido continuar fingiendo ser la dócil prometida de Robert, después de que él le informara ‘como iba a ser su vida si rompía el compromiso’ en especial ahora que había conseguido el ‘status’ que tanto deseaba. ‘Sip’ Isa se lo había ganado. Irónicamente, había sido Chance quien había asegurado la aceptación de Robert en los profanos pasillos de la mafia. Después de que Chance eliminara a los hermanos Salucci y a tres de sus secuaces, Robert fue recibido en el sindicato. Como nadie había reclamado el crédito por esos asesinatos todos


creyeron que había sido Robert, como represalia por haber atentado contra su vida y salidos impunes. La crueldad demostrada en los asesinatos fue motivo de admiración por parte de los criminales más influyentes. De hecho, dos de los criminales más peligrosos de la Costa Este habían sido invitados a su boda. La boda de un gánster era un evento que no podían rechazar. Aunque había algunos invitados de los que Robert no era consciente. Chance miró el ramo de flores en la otra mano. "Si insistes". Los dedos de Isa se tensaron, incluso cuando ella le dio una sonrisa forzada. "Insisto".

********************************************

Todos en la iglesia se pusieron de pie cuando Isa apareció en la puerta, y ella comenzó a descender por el pasillo sola. Uno de los amigos de Robert se había ofrecido a acompañarla pero ella se negó y Robert no pudo convencerla. Cada detalle de la boda había sido planeado por él y Agnes, ellos organizaron un evento impresionante considerando el nuevo ‘status’ de Robert, y los deseos de Isa no eran algo que les importara, aun así logro que Robert le permitiera quedarse en casa de su abuela las semanas previas a la


feliz ocasión; él creía que era porque Greta no se había sentido bien, pero la verdad era porque su abuela vivía en una casa con sótano lo que hizo mucho más fácil para Chance ir y venir sin ser visto por los espías de Robert, él todavía no entendía como Chance había aparecido esa noche en el restaurante, al final pensó que quizás tuviera un hermano gemelo, y es que si no crees en fantasmas o vampiros, esa es la opción más lógica. Ella sonrió a Robert mientras caminaba por el pasillo. No porque estuviese feliz de verlo, sino por cómo se le había crispado el rostro al darse cuenta de las alteraciones que le había hecho al vestido de su madre, el cuello alto había sido reducido hasta convertirse en un generoso y provocativo escote, las mangas largas y ornamentadas habían sido cortadas a la altura de los hombros dando a Isa más libertad de movimiento además de -por supuesto- darle al vestido una sensualidad muy inapropiada para una novia virgen y católica. En realidad era culpa de Robert creer eso, porque ¿Quién en su sano juicio creería que una mujer moderna de casi treinta años, todavía seria virgen? Llegó a la tarima y Robert le tendió la mano. Junto a ella, estaba Agnes quien se había autoimpuesto como su madrina de honor, ella iba a sostener el ramo de flores para que Isa pudiera tomar la mano de Robert, pero Isa quito su mano bruscamente, el viejo sacerdote la miro sorprendido y el ceño de Robert se volvió amenazante. "Isa..." le dijo en voz baja y peligrosa.


Ella le sonrió. Una bella sonrisa llena con toda la alegría por lo que ella estaba a punto de hacer. Y luego tiró las flores de la parte superior de su ramo para revelar un Magnum .357. "¿Sí? Robert", dijo Isa claramente apuntando el arma hacia él. En ese momento, las puertas de la iglesia estallaron y miembros del equipo SWAT se desplegaron en el interior. Su hermano Frazier apareció detrás de ellos, gritando, "¡Departamento de Justicia, que nadie se mueva!" cuando varios de sus invitados intentaban huir. Isa no quería quitarle los ojos de encima a Robert por lo que sólo veía lo que pasaba a través de su visión periférica. Una ira creciente llenó la mirada de Robert mientras observaba a Frazier y luego a Isa. "Tu hermano es un puto cerdo." Isa sonrió. "Sip, es un agente encubierto. ¿Quién lo hubiera imaginado? -y yo que pensaba que era incapaz de conseguir un trabajo estable-. “Por cierto gracias por invitar a tus amigos de la mafia a nuestra boda, ¡aparentemente es muy difícil encontrarlos a todos bajo un mismo techo!” El puño de Robert giró hacia ella, pero Isa no se inmutó, la noche anterior había bebido sangre de Chance como precaución ahora parecía que Robert se estaba moviendo en cámara lenta. Isa disparó, dándole a Robert en el muslo. Cayó de rodillas y Agnes dejó escapar un grito.


"¡No le disparen!" gritó Frazier, pero los miembros del equipo SWAT ya habían sido informados de que Isa era uno de los buenos. Era fácil de reconocer, después de todo era la única que llevaba un vestido de novia. "Tú maldita puta... te voy a matar por esto", exclamó Robert. "Señora, baje el arma", dijo uno de los miembros vestidos de negro de SWAT a Isa cuando Robert había sido reducido. "Nunca más volverás a verme", dijo Isa, bajando el arma sólo después de que Robert había sido esposado. "De hecho tampoco verás Pablo y a Ritchie de nuevo. " Eso había sido algo que Chance se negó a negociar. Isa ya había vivido un infierno para convencerlo de que Robert necesitaba vivir, para ser juzgado por los múltiples asesinatos, extorsión, cohecho, etc etc etc además Frazier había pasó tres años recopilando pruebas para encerrarlo. Pero ¿Ritchie y Pablo? Patatas pequeñas, o, como Isa conjeturó al instante, la cena. Ellos habían sido asignados al exterior de la iglesia para asegurarse de que nada raro sucediera, como por ejemplo unas cuantas docenas de miembros del equipo SWAT irrumpiendo en la iglesia, sin embargo habían desparecidos misteriosamente antes de que Isa entrara a la iglesia. Chance no había querido dejar sola a Isa durante su enfrentamiento en el altar, pero ella insistió rotundamente, había sido presionada por Robert durante mucho tiempo y ayudar a encerrarlo era justo lo que necesitaba.


Se preguntó si Ritchie y Pablo sabían, en sus últimos momentos, que no eran más que el premio de consolación de Chance. Sin embargo, ‘muerto es muerto’ como Chance le había dicho una vez. Supongo que el resultado final es más importante que la motivación detrás. Varios de los hombres que estaban siendo esposados miraban ferozmente a Isa, ella mentalmente se encogió de hombros. Frazier le dijo que ella y su abuela deberían ser puestas bajo la unidad de protección al testigo y reubicadas; pero Isa tenía otras ideas. Ideas que involucraban a un hermoso vampiro que tenía muchos amigos en todas partes. Chance sería capaz de protegerla a ella y a su abuela de una forma mucho más eficiente que cualquier unidad del gobierno, -eficiente y divertida tenía que agregar-, Isa dudaba que protección de testigos pudiese proporcionar el mismo tipo de beneficios extra que Chance le ofrecía. Chance apareció por la parte de atrás de la iglesia, asumiendo que a pesar de la multitud de personas y agentes de Frazier, ella lo vería, su rostro estaba enrojecido y cuando llegó al lado de Isa y la besó, sus labios se sentían casi calientes. “A sí que, ¡Bye bye, Paul y Ritchie!” "¿Estás lista para irte?" -preguntó suavemente. Isa asintió con la cabeza. "¡Sip! las bodas grandes y quisquillosas no son mi estilo después de todo” Chance echó a reír. "Voy a tener que recordar eso."


Frazier se acercó a ellos entonces. "Isa vas a tener que volver con nosotros y dar una declaración. Además, hum, estoy seguro de que no pasará nada ya que fue en defensa propia pero vas a tener que ser acusada de dispárale a Robert" "Correcto", resopló Chance. "Ven aquí un momento..." Puso un brazo alrededor de Frazier de una manera amistosa, Isa hizo caso omiso de las palabras de su hermano sobre el procedimiento. Entonces, cuando Chance lo había ocultado detrás del altar, Isa vio sus ojos ponerse de color verde, un momento más tarde cuando salieron, Frazier había dejado de hablar. "Tenemos cinco minutos antes de que vuelva en sí", dijo Chance a Isa con una sonrisa malvada. "y es que no creo que deba dejar a tu hermano mentalmente dormido durante más tiempo teniendo en cuenta las circunstancias actuales. " "¿Cómo se supone que vamos a salir de aquí?” ella hizo un movimiento con su mano que abarco la multitud de miembros del equipo SWAT, agentes del FBI y oficiales de policía. "Nunca hay que subestimar el ingenio de un vampiro, mi amor", murmuró Chance. Luego la llevó rápidamente al confesionario, apretándose para entrar. El panel se abrió al mismo tiempo y del lado del sacerdote apareció una cabeza rubia y pálida, "¿Cuáles son tus pecados hijo mío?" pregunto una suave voz con acento Inglés. Chance se echó a reír. "Hay demasiados para contarlos, Bones, y algunos son tuyos quisiera añadir”


"¡Como profanar un confesionario por ejemplo! Hay que irnos." Sonido de metal rompiéndose, y luego la rejilla que los separa se había ido. Entonces Bones – ¿sería este el vampiro de quien le había hablado su abuela?- le dio un golpe duro a la pared detrás de él y esta cayó, dejando al descubierto una salida. "La rectoría," dijo Bones "vamos no hay tiempo que perder". Chance e Isa pasaron por la abertura, toda la conmoción debería haber sido suficiente para amortiguar la fuga, pero pronto la gente se daría cuenta de que la ‘novia armada’ no estaba a la vista. Una vez dentro de la rectoría, Bones hizo un gesto hacia la ventana. "Tú coche está cruzando la calle. Yo me quedaré aquí para retrasar a cualquiera que pueda seguirlos, mejor se dan prisa o Greta se irá sin ustedes” "Dejaste que una mujer de ciento veinte y seis años de edad manejara mi nuevo coche Camaro?" preguntó Chance con incredulidad. Bones se echó a reír. "De qué te quejas tú eres mayor que ella” "Isa se quedó sin aliento ¿Cuántos años tienes?” con todo el asunto de Frazier no había tenido tiempo de preguntárselo. "Ciento cuarenta y tres," dijo Chance dándole un beso rápido. "Pero no te preocupes cariño, no me siento mayor de cien” "Encantado de conocerte, querida", dijo Bones mientras Chance cargaba a Isa en sus brazos y saltaba


por la ventana, corriendo a tanta velocidad que todos los que estaban cerca creyeron que era sólo un halo de colores. Cruzando la calle, Greta aceleraba el motor del Camaro. Chance e Isa ingresaron por la puerta abierta del acompañante y Greta arranco sin esperar que la cerraran, balanceando el coche en la calle con un chirrido de neumáticos. "¿A dónde vamos?" pregunto Isa, con la cabeza firmemente apoyada sobre el pecho de Chance. Él tenía el asiento reclinado para evitar ser descubiertos, o eso supuso. "A donde quieras", respondió. "Tenemos tiempo". Isa miró a su abuela manejar, y sonrió. Después de todo, seguir tu corazón siempre era la decisión correcta le había dicho, Isa estuvo de acuerdo. Eso es lo que estaba haciendo, por lo que en realidad no importaba adonde fueran, además Chance estaba en lo cierto tenían tiempo. Todo el tiempo en el mundo, si quería. "Sorpréndeme" dijo y lo besó.

Traducción: SyM Arts



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