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Hago música porque me gusta y apasiona: Alfonso Pichardo
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
Desde muy pequeño soy consciente de mi pasión por la música y no existe un día que no escuche mis canciones favoritas o vaya con audífonos por la calle y toque una batería invisible. La música representa una parte fundamental en mi vida, recuerdo que uno de mis sueños de aquel niño de 13 años era tener la oportunidad de conocer a los artistas más consolidados del país.
Nunca pasó por mi imaginación que en esta etapa de mi vida tendría la oportunidad de conversar con Alfonso Pichardo, vocalista de una de las bandas más emblemáticas del synth pop de Hispanoamérica llamada Moenia.
Pichardo es cantante, compositor, empresario y abogado mexicano que se ha destacado por su talento y perseverancia en la industria musical. Lleva más de 20 años presentándose en los escenarios más importantes de México y Latinoamérica, junto a Moenia han creado ocho exitosos álbumes de estudio.
Alfonso es poseedor de una virtuosa voz y una capacidad artística que le permite conectar con su público, a través del sentimiento que impregna a cada una de sus interpretaciones. Logra contagiar a sus oyentes la pasión que tiene por la música y transportarlos a otro tipo de planos con el poder de sus letras.
Hace poco lanzaron su sencillo “Fotonovela” con la colaboración de Javiera Amena. Cuéntame un y siempre se me hizo interesante que una mujer chilena que hace música electrónica pudiera trabajar con nosotros. Le gustó mucho compuestos y nosotros buscábamos diferenciar. Como estudiaba derecho tenía diccionarios de latín y ya no me preguntes cómo, pero de repente aparece esta palabra que se llama Moenia y lo que nos llamó la atención es que se escribe como un diptongo, es decir, la «o» y la «a» es una sola letra que se pronuncia como «e» y entonces el nombre es Menia, nosotros no sabíamos y leíamos Moenia, nos gustó que tuviera esas dos letras fusionadas porque lo hacía verse más raro y así lo presentamos. Después nos dimos cuenta que tal vez no haya sido tan buena idea porque la palabra resultaba rara y a la gente le costaba trabajo, todavía hay personas que nos dicen Moemia, Bohemia o de muchas formas”, afirmó. portante de mi vida y es a lo que me he dedicado en los últimos años, es la empresa Moenia a la que le he dedicado tanto tiempo. Entonces es una cosa importante, pero a veces no me veo como estos artistas a los cuales admiro también y los reconoces cuando están inmersos en el arte y lo que yo veo es el privilegio de haber y estar haciendo una vida, una carrera en un área que es muy difícil, muy competida y que además mucha gente sueña con estar haciendo, de tener un medio de expresión por tanto tiempo. Al estar en el escenario saco una parte de mi ser y lo mismo ocurre mientras escribo una canción, sé que existe una pasión porque estás feliz, porque te emociona, porque te pone la piel chinita al oír algo de lo que hiciste. En resumen, es el privilegio de tener durante tanto tiempo esta forma de vida, esta manera de expresar lo que me gusta y lo que siento, conectar con la gente porque esa es otra cosa, podrías ser un artista en una caverna y no sé si valga o sea lo mismo, si nadie ve tu arte, si nadie lo recibe y aquí tengo la fortuna de tener esta aceptación y retroalimentación con la gente por tantos años”, expresó.
¿Qué representa para ti ser referente del synth pop en Hispanoamérica? “Hace algunos años te hubiera dicho que no creo que lo seamos, pero ha pasado tanto tiempo en el que hemos defendido en Moenia un estilo y un sonido que ya cumpliendo 30 años de carrera es digno de respetar. Hemos hecho esta banda a modo de conservar una esencia, que nuestra música conecte, pero con estos elementos de la música electrónica y del synth pop. Entonces ahora que también me ha tocado participar con bandas nuevas que me buscan para colaborar, me doy cuenta que estos años y la carrera ya tienen un peso y que la gente nos ve como un referente en México y otros países”, respondió.

¿Todavía recuerdas la primera vez que te presentaste en tu primer Auditorio Nacional?
“Claro, nuestro primer Auditorio fue con el disco Adición, Moenia nunca había estado en ese recinto. Existía mucha expectativa de ese primer disco donde estaban sencillos como «Déjame entrar», «No puedo estar sin ti» y otras canciones. Además, imagínate todo el morbo que había a raíz del nuevo vocalista que era desconocido para la gente y ver si Moenia iba a sobrevivir estos cambios. Cosa que superamos y prueba de ello fue que con ese disco hicimos nuestro primer Auditorio Nacional. Tal vez no lo tenga presente todo porque así pasa al estar tan metido en el momento y el recuerdo es más de lo que te cuentan o las fotos, pero rememoro la primera vez que salí como integrante de Moenia en mi primer concierto en Puebla y traía un dolor de cabeza por los nervios”, mencionó. me gustaría una voz femenina para esta canción, porque el proyecto se presta para tener este tipo de participaciones. Sugerí a Javiera Mena, que es una exponente de la música electrónica de Chile, a quien he escuchado desde hace muchos años que hacía que todo sonara tan real y profesional. Con esta emoción regresé a México para sugerirles a mis compañeros de agrupación y me llevé la sorpresa de que ellos también ya habían empezado a conseguir sintetizadores y así formamos en el 91 a Moenia, de lo cual ya pasaron 30 años”, recordó.




¿Cómo cambió tu vida el incursionar en Moenia y tener todo este éxito? “Me tocó entrar en un tren que ya iba a toda velocidad y de muy buen nivel, porque Moenia en ese primer disco fue una revelación, así que tenía que ponerme las pilas. En un principio me costó darme cuenta de lo grande que era la banda y me refiero a toda la gente que estaba involucrada atrás y delante del escenario. Además, no sé por qué, pero siempre al vocalista le toca como el papel de estar al frente o así es la mayoría de las veces, en aquella época mis compañeros me dieron la bienvenida y me dijeron que ahora yo sería el que diera las entrevistas y el que daría la cara por la agrupación. Por otro lado, la cuestión de la fama nunca nos pegó, porque la vivimos de una manera natural y paulatina, los tres venimos de familias con valores consolidados y ese tipo de mensajes nos sirvieron para que ninguno de nosotros se creyera especial. El éxito de Moenia nunca fue de Jorge, Midi o mío, era la fama del grupo”, puntualizó.
¿Quién es Alfonso Pichardo?
“Soy una persona que ha tenido el privilegio y la suerte, porque siempre hay un grado de suerte, aunque no lo digamos, claro, existe mucho trabajo detrás y sería falsa modestia decir que no, pero también un poco de suerte de dedicarme a esto, soy empresario, abogado, padre de familia, hijo, hermano, ciudadano mexicano y también un poco del mundo”, finalizó.
¿De dónde surgió el nombre de Moenia? “Estudié leyes en Estados Unidos, soy abogado y teníamos unas audiciones con disqueras para mostrar nuestra música, contábamos con el demo y seguíamos sin nombre. Entonces, queríamos que fuese sólo una palabra porque en aquel momento habían varías bandas que tenían nombres mataba con un coro que no venía al caso porque era medio ardido, «si yo supiera a quién le dedico mi último respiro de la vida, pues no sería a ti» y eso llama la atención porque era una cosa agridulce, profunda, luego medio ardida y así salió Manto Estelar, te puedo decir que hoy en día sigue siendo la canción más reconocida”, detalló.
¿Qué significa para ti ser artista? “Decir ser artista, primero creo que habrá quienes vivan una vida al 100 por ciento comprometida y rodeada del arte y que desde que se levantan hasta que se acuestan esa es su vida y para mí esos son los artistas. Yo no soy así, ni vivo así, claro es una parte im-