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Quechula

Iglesia dominica que quedó al descubierto total por sequía extrema en Chiapas

PORTAVOZ / STAFF

La orden de los dominicos llegaron a Nueva España con una única misión: colonizar las almas de los pobladores originarios en el Nuevo Mundo. Con esta premisa, los sacerdotes de la orden de Santo Domingo llegaron a América en el siglo XVI, y se dispersaron a lo largo del actual territorio mexicano.

Una de sus conquistas más significativas fue la del actual sureste de México. La herencia colonial de la orden dominica se aprecia en múltiples templos y basílicas que fueron erigidas en el lugar de antiguos espacios de culto locales. Fue así como se construyó el templo de Quechula.

Originalmente, los dominicos nombraron a su iglesia en Quechula en honor a Santiago, uno de los 12 apóstoles que acompañaron a Jesús en sus años de predicador. Su construcción comenzó pocos años después de que la orden llegar a Nueva España. Durante sus años de esplendor, pudo haber sido una de las basílicas más grandes de Chiapas.

Los arqueólogos del Instituto Nacional de Arqueología e Historia (INAH) en México piensan que, debido a la orografía de la región, eventualmente el Río Grijalva se desbordó. Por la fuerza del caudal, la iglesia quedó completamente sumergida.

Durante siglos, el agua del río mantuvo el templo por debajo de la superficie. Sin embargo, quedó al descubierto por primera vez tras la construcción de la presa Malpaso, en 1966. Algunas de sus paredes principales se vencieron por las condiciones ambientales, pero el esqueleto de la basílica permanece.

Tanto así que, por la sequía que aqueja al Grijalva hoy en día, el Templo de Santiago ha quedado al descubierto. Si en el siglo XVI estuvo coronado por ornamentos ostentosos de cantera, en la actualidad, las ruinas están coronadas por las garzas que pescan en el caudal.

En Un R O Cada Vez M S Seco

El río Grijalva ha sido gravemente impactado por el fenómeno El Niño. Aunque sucede de manera natural cada año, la crisis climática global lo ha hecho cada vez más errático y severo. Así lo define la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Desde hace 6 años, además, la presión por el consumo humano de agua ha bajado considerablemente el caudal del Grijalva. Más que nada, por la presión que impone la presa Malpaso sobre el río. Sólo así es que ha sido posible explorar las ruinas de la basílica.

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