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LUCES
Terror
Se ejecuta en pantalla el macabro mito derivado del Crimen de Gádor durante 1910
PORTAVOZ/ STAFF
Hay una regla no escrita en el cine de terror que nos advierte como espectadores para huir cuando una película lleva en el título el hombre del saco, normalmente en inglés “Boogeyman”, en este año hemos comprobado que la norma funciona incluso para la adaptación de uno de los mejores relatos de Stephen King, y ‘The Boogeyman’ que resultó ser la versión más genérica posible del texto, por lo que había una nueva oportunidad para romper la maldición en la española ‘El hombre del saco: el origen del mito’.

Anunciada como el nuevo trabajo del director Ángel Gómez Hernández, que sorprendió con la muy a reivindicar ‘Voces’, la figura del director ha estado en boca de los aficionados al asociarse al nombre de Sam Raimi, que supuestamente iba a producir un largometraje basado en su corto ‘Behind’. También se asoció su nombre a ‘El exorcista del Papa’, un proyecto resuelto finalmente por Julius Avery que daba a entender que Gómez iba a continuar su camino en el género en España.




Cuando se anunció ‘El hombre del saco’ parecía que iba a llevar una leyenda española al terreno del terror sobrenatural latente en Hollywood, pero en realidad la película no ha acabado de jugar sus cartas de promoción de manera cristalina y esconde una operación comercial extraña: llevar el macabro mito derivado del Crimen de Gádor de 1910 a la pantalla, engalanado con las formas de un producto infantil dirigido a los posibles fans del fenómeno ‘Stranger Things’.
