¿Las alternativas del arte?

Omar Gasca

Es difícil determinar un porcentaje específico de graduados de escuelas de arte que pueden ganarse la vida con su trabajo, ya que esto puede variar mucho según varios factores, como el talento del artista, la demanda del mercado para su trabajo, la ubicación y la perspicacia comercial. Además, muchos artistas pueden complementar sus ingresos con otros trabajos o fuentes de ingresos. Sin embargo, los estudios han demostrado que una proporción relativamente pequeña de artistas puede ganarse la vida de manera sostenible únicamente con su arte.

Se recomienda a los artistas que desarrollen sus habilidades y técnicas a través de la práctica y el estudio, que creen un estilo único que les diferencie de los demás, que hagan redes y se vinculen con otros artistas y profesionales del arte, que muestren su trabajo a través de exposiciones, galerías o plataformas en línea, que sean persistentes y mejoren y evolucionen continuamente su oficio, que busquen comentarios y críticas sobre su trabajo para crecer y mejorar, que se mantengan informados sobre las tendencias y desarrollos de la disciplina y del ámbito en que se mueven o pretenden moverse. Hay que estar abierto a la experimentación y tomar riesgos en el trabajo, además de construir una fuerte presencia en línea y una marca, colaborando con otros artistas y organizaciones para expandir el alcance y la audiencia.

Algunas de las opciones son: arte callejero, graffiti, surrealismo pop, arte abs- tracto y minimalista, arte de contenido político y social, arte fantástico y de ciencia ficción, arte de historietas y novelas gráficas, ilustración de libros infantiles, retratos de animales, paisajes y naturaleza en general, arte espiritual y metafísico. Es probable que el futuro de las artes visuales en la era de la inteligencia artificial vea una integración de esta clase de tecnologías (IA) en la creación y producción de arte. Esto puede conducir a nuevas formas de expresión y estilos, así como a herramientas más eficientes y accesibles para los artistas. Sin embargo, también puede generar preocupaciones sobre la autenticidad y la singularidad del arte generado por IA. El impacto de la IA en el mercado laboral de las artes visuales y el valor que se le da a la creatividad humana serán temas de discusión. El 95 por ciento o algo así de los párrafos anteriores fue realizado, a partir de preguntas, por ChatGPT, traducido del inglés al español y editado mínimamente. Como debe saberse ya, ChatGPT (Chat Generative Pre-Trained Transformer) es un chatbot hecho público por OpenAI en noviembre de 2022 y hasta el momento de uso gratuito. Está construido sobre la familia GPT-3 de OpenAI de grandes modelos de lenguaje y está adaptado con técnicas de aprendizaje supervisado y de refuerzo. Un bot –recurso muy usual para el golpeteo político en Twitter–, es un programa que efectúa automáticamente tareas reiterativas mediante una cadena de comandos y puede interactuar respondiendo a distintos estímulos, cambiando de estado.

No sorprende demasiado la competencia del dispositivo para articular ese género de respuestas, con una gramática y argumentación que muchos autodenominados periodistas deberían envidiar, además. Lo que llama la atención es la desinformación al respecto que prevalece en artistas de distintas generaciones y geografías y la nostalgia e inoperancia con que siguen defendiendo formas de actuar en las artes, basados en modelos peliculescos o en todo caso de un género cuyos efectos son extraordinariamente excepcionales.

“Hoy el mercado del arte contemporáneo –recordamos que decía Lipovetsky hace unos años– obedece a las mismas reglas que tiene la industria de cine de Hollywood, por ejemplo. Un universo de elite, estrellalizado, mediatizado, pero con una multitud de artistas que no tienen un lugar”. Mercado; no vender una sí y cien veces no. En caso de que tal afirmación sea segura, y parece ser más que incontestable, ¿cuáles son las alternativas? ¿Cuáles, en las escuelas de arte?

Recordamos también a Camnitzer, artista y profesor: “En los 35 años que estuve enseñando a nivel universitario en los EE. UU., probablemente tuve contacto con alrededor de 5 000 estudiantes. De ellos, calculo que un 10 por ciento, unos 500, tenían la esperanza de lograr el éxito a través de muestras en el circuito de galerías. Quizás una veintena de ellos lo haya logrado. Esto significa que 480 terminaron con la esperanza de vivir de la enseñanza”.

Odio la guerra, ya que sólo un soldado que la ha vivido, es el único que ha visto su brutalidad, su inutilidad, y su estupidez”

Dwight D. Eisenhower