A MI HERMANO
LUIS ANTONIO
•,,
;.-,
oool789-:~r
Pl~OX l Mi\lVI ENTE
11
NOTAS DE CIELO"
¡J 1
dt!
óeneil/l.;hnoó
l't!l'óoá,
"l'rtH
eneen~arla.; en ea te
Jte'lueilo /¡/.yo 'l"e me eomjtfa¡co en o/YeceYte•
.CJ'i lo
l'I'NM
fli7no fle tí, acéjdafo;
-~ái me ao/.Yel•h•fM--acaéYrlate
tl/la oracirfn jtoJ' tu IÍeJ'JJI(U!o.
lf• en cam/.io'
de efmra"l'
al.
cielo
(J
PROSA ~~~ fth'SÍII---JIIalt~/cs/a(/ii;t
t'.l'telsa de lo lhllo, t'll _l(¡r;;;a s/m/tr/ra y (adnto'osa--Jto jlo' .'Jrfía, ro11 el e~jifll rlc /¡¡;w·¡•a(ÚÍ;¡ r¡;u· er,<;'l'ia a lrr
soo'cda d 11101lcrna, 1 cnJWIIC({'r in·¡·/oledlt· n1 el tn (rr san/a de csmt'l'ado luu·;¡ .:.:·usto, e·n !ji{(' la rlt'jlos /la rtl/1 , ro 11 sol 1e: /lo orida do, los }odas del s<:.:lo de oro de lrr !t'!t·nrlunr rastdlaiw. "1 rrcórr!ada de· .a!tí, de· r'.I'C dr·jiús/lo .WJ,:nulo, Ita ,1· /de /;u;<;·o, u' 11 dt·sji ra/o de ,-·o~era ólcs I!IO!rlcs,
Esta renovacz'ón o evolución literaria que se distin¿¡-ue, en la forma, por lo raro de las combinaciones métricas; y, en clfondo, por !o exótüo de !aspa!abras, es dair, el MODERNISMo, ejerce lwy ;fiorfcroso imperio en los domiiJtt'os lz'terarz'os; es afortuJuufo soberano de Jtúlmero crNz'do de .fictes scrzn'dores. . 1
1 1
.Sz', por n:gla general, lo que pcrmrtJtcce estancado se c;wrompe, falto de sensata: qzúcn condene jrocerft'm/('Jttos que hendan a z'mpedz'r qztc la corrupción se prorlusw. 5'c puede, aclemás, estimar lo arqucológ·z'ro, sin neg·ar mérz'to rr los atrczJimicntos de la arquitectura mo-
denza. CJ
Alzora bien, una literatura que por cxaso de puritanismo se conservase rfg-idamente inmóvil, lleg-aría a perder fug·o y <'z'da; se jJdri_jicarilr irrcmediablcmc7lte. ];;[amor y el respeto a 1tll cglon'oso pasado, tampoco deben coJt<Jcrtirsc en odio alpro,:;-rcs(! bt'cn nttcJtdido; esto es, 1r. mz (wogn·so l~~!j·ítimo y racional.
c~~o::::::::::::.:=:--=>--====-=~-- "--=------==D
Ji {(
XVII EN EL CEMENTERIO,
se lee:
.h1z busra del Amor de mis amores -en trz"ste !la nto el cora:;;ón SJJnzúio--en busca z•cngo de ;¡z z' l3z'en perdido; <•en.<;-o a darle-en 1!/i'enda--lúzdas _j!ores co¡úlas del¡árdín que yo jJlantára y mi 1411uw con sus lá/;-rimasre,~·ára. EN SECRETO
DEL ALl'vf '"-,
j;rcg-zmta:
('Por qué dulce será, cumulo Se' lÚwa,· comtonplar d a21tl turq zti del cielo, le'<'aJztar !tááa Dios dd alma el z;udo y nz sus manos j;mzerle el rorazón/ Li.Jmo se z·c-y d lector jJztcde wmjwobarlo a/ examúzar todas las wmposicúJJzes----JW lzay .~·crw¡líjiros hzdcsczji"abfes, nadcr de obscuro, tnig·mátúo; tamj;oco mdctfiwas absurdas, anti() tesis a!amóiradas, transj;osiáones violentas ni ,!.tiros rebztsccuios. Los pensaJJÚe!llos son daros, J/0 carecen de orz~g·inalidac( y las j;alabras pcr!nLere1z a buour teja castef!rma, o son de las 1/ltt' h'an adquirido CARTA DE NATURALEZA)' OS(cntan el SELLO DEL USO CORRIENTE, seg-ún la n:gla de 1-lonuio.
\r=~~==- ----:---D )\
(}
XVIII
Las comjosz'cioncs reunidas en este volu-
ifmen, se las lee wtz agrado porque se las comprende; y sabidiJ {'S qzte a los mod('J'Jtislas leyéndolos es romo mt'Jzos se los (;'J'z/z'ende, por ;¡zuclw que el lectOJ se t07ZS111Jta en despabilar las entenjdcderas. .Al a,~·rado de la lectura wntribuyc 'además la me/aJ!to!ía, a. ·z¡ccr:s údensa, que ¡ f/orccc t'/I RI~IAS NI•:<:RAS. i'v'o /taJ' (¡Jtz'eJZ IZO · dtje Z!t'1' t.'lt stt ros/ro /;;rd!as aulz;gzws o retiot!t's dd dolor; dt a!tí r¡tu: S{: simpa/ice tOJt !o que a-z,i-va o df'.l}itrla rr:ott'rdos de la f:!iádad ¡.fit,<:·a.zmcltlc tz•a}orada, o dt !a csperan.?fa z'rrc mt'sib!tmtlt!e f'cn!ida.
1
1
{!na qllt' otra de !as wmposiáoJlt'S eJZ z>erso, que sL~:,:-zteJL a es/as p/(<:·inas de Z'u!g-ar prosa, <?frece co¡tfrxtu ra modernista; mas e! antor, )antcs que fior t~/zúón deád-z'da a esas formas métricas comp!uadas, !o haa qui,c;á por ostentar que sabe m.an_e¡'ar!as COll facilidad y gallardía; pues w JWeJZcz'do está dt' que, como !o dzfo d iJzszg·nc .do7l i~1zg·u e! A JZtonio C~7ro,
Bd!a alma
t'JZ
tUt'7}o bt'!!o, es poesía.
\~::c=:::~_:-::_~-:=====:===----,U XIX
Si cuando malzg·na epidemia Ita invadido lzt/¡-ar, CMtsztelc~ ver libres del funesto conlrlJ(io a personas queridas; z'Jzjiuuie co1~jian:::a dt: r¡ue re_flm;earáPt las letra.s nacionales, desntbrir que lzay escritores en prosa o verso, que, 1 s/n temor de quedc~r en minor{a aislada, perlJI(lllt'Ct'll fieles a la escuela de lo bello y 7'erdadero, que aun otando combatida no será aniquilada, porque la ·uerdad y la belle:::a son inromnoz;iblcs como roca del océano.
!tun
1
El aura pojm lar pase u na y otra 71ez por /as J>á/¡·inas de lUMAS NEGRAS;)' ruiba Slt alt/07 el jníblúo al;-radetimicnto que le presnzta r¡~tz'nz, sin más rew;¡zendacúín que la de su amistad siluera, !u~ sido coJnjwometido j>ara. S('/"Z 1ir de jJresoztador ante los lectores, de ztJW 'olwa que posee cualidades para ser wlomda ('JI lumrado jwedüamento, entre las jwoducáollts naÚollales.
Qzúto, 6 de Setiembre de 1914.
--- . . ---u
A mi madre
~~~~~m~~J~~,~~
~ ~-.ti~ ~
Cuando, a solas, repleto ele amarg·ura~i-_¡. medito t:n los martirios ele tu vida, quisiera hacerte ver, madre querida, ~¡ iel mundo que te guardo ele ternura! ~ <·_·-
~ 0:-~:
iel inmenso caudal, rico el tesoro del idólatra amor con que te quiero! ·' eres 1111 ángel ele luz, y te venero, eres mi dios, y como un dios te adoro ..~.
r~-·
~:'::>;,
r+,:-
:~;)~
1
J
'\f
Si del pasado a la región me elevo, ' "'""cuando fue tu vi,·ir lenta ag·onía, : ~;!'--:; '4.¿~ ~ ;:;~ ~ no acierto icómo puéda, madre mía, -~~ iay! pagarte lo mucho que te debo! .. itocla entera tuta vida que me espanta de infortunios, ele lág·rimas vertidas c·n las luch<ts lrcntCJH!<Js soslcuicl<ts ')Or b suerte: de:! ljlll'
hu··, tus :.•<::lld.s c,liJL,t:
Sin pan _,. sin hog·ar, sola en el mundo ipolne madre!, sumida en la arrastrabas itan dura! una existencia, surcando del dolor el mar profundo: ese mar de tormentos _,. delirios q11c gravados los tengo e11 la memoria, _,. los tengo c11 el alma: JHies tu historia f11e una historia d<~ luchas ~ 111artirios. iC11<'ll1tas n·ccs! · rccundo ... icuántas Ycces! reclinada 111i frente en tus rodilbs---,·ic11do el lla11t<> rodar por tus mcgillas, pcnsal>a, coraz<'>ll: i<1:lu que padeces»!., .. .~" recuerdo t<1111bié11 IJIIl~ en tus excesos de tn1111ra, l'll q11C están mis ojos ii_ios, 110 teniendo _Ya pan para tus hijos iaY! lll<ttahas sus h'amhrcs con tus besos .. Oh! el beso de madre! .... que un poema, todo 11n ciclo de amor, 11111_1' vasto, encierra: beso, el único beso ele la tierra q11e enciende el corazón, mas no le quema.
Y tus hijos- ¿recuerdas?- icuántas yeces! de t11 alma al contemplar fiero el quebranto. ((; decían: i .:1ío m;b! .... enjuga el llanto, 1!<> qucn-111< ,~; SJ!i<> ''JI.!C LÚ l!n:; l·c~;cé;l' ....
J)
f/ 1
mientras tú, porqne calme la tormenta, lijabas t11s ojos en el cielo, do encuentra salvación, luz _,. consuelo la madre que sah·ar su 11iclo i11tenta: <ll·.~
_,. llena de esa fe que almas levanta, como el Cristo en el mar ele Tilwriadesconjurahas las fieras tempestades de la orLtncl;ccl con tu pleg-aria santa: pues el cielo--de tí compacleciclo presuroso, ac1tclía en tu asistencia: con su ;unor divinal la ProYiclencia por tí, madre, velaba y por tu nielo. Si, triste, ú contemplar tomo, de lliiC\·o, t·sa tu infausta sm·rte isuerte impía! no acierto icómo pueda, madre mía, pag·arte tocio cuanto _1·o te debo .... ~ 1
J
iC<Jmo pudiera \·o, d>nlo pudiera alcanzar ele mis ciclos las estrellas~ .. las m{ts lindas _,. p11ras, las miÍ.s bellas a t11s plantas, rcncliclo, las pusiera. i~)uié11 me diera, tu vida de tormento, lits martirios. amur. tus hondas pe11as escribir con la sa11gTc de 111is I'Cilils en l;t p;igit¡;¡_ ;¡z¡¡J tkl lirtn;t_lllt'lll"~ ....
RI\IAS
~J·:CR.\S
i'V[as, iqué ,-ano desear~ iclelirio loco~ iclelirios ele mi ardiente fantasía~ pues eso _~- mucho mús, sí, madre mía, sería para tí poco, i bi e11 poco! lloy, al n~rtc cual lirio _,-a marchito, llena ele anuga' ttt cli1·ina frente, en cambio dt~ tu amor-- un beso ardiente con el alma c11 la tuya deposito . .\ ofn·cc•·Lc ese beso ;v¡uí -'o ,-engo, a ofJTIHiailc ele fe mi alma repleta-ipubn· t'irt'llda~ mi lira ele poeta. que la IHlJJg·o a tus pies: ics cttáiJto tengo~ ....
_~-
1'
1
e)
1~1.\I.\S
:\ 1-:CJUS
J) 11 11 11 l!
1'
Muriéndose
o o o o o
Y era triste' iY er;t triste' imclancédica la noche! t·sa noche en q11e d"s ,,/lila.,·. q11e aclorÚIIclosc \'ll·ían, \' eran una sola 110ta de risueilas esperanzas.· \' eran
1111a sola nota de rec(>nditos
amores,
entre mares i111initos de infi11it<ts ag;onías. ipara siempre! ipara sielllprc! ipara sielllpre se arrancaron' ..
~o
brillaban, armoniosos, en los ciclos <li:IJiiJIOS
los espléndidos destellos de los astros rutilantes: 110 se oía11 los l'lllllores de ;tlas finas, de alas l>la11das. 11i el ambiente se aspiraba ele <lllrasdulces, perfumadas: s(>lo, rúpiclos, uuzaha11 los espacios fueg·os fatuos:
ld\1.\S
~
I·:!:R.\S
uíanse, miedosos, roncos, lúgubres, siniestros, s/do el frío igJaciaJ frío! de las fosas septdcrales, ag·itado por el soplo de los mttertos se sentía. j Y era triste! iY era triste! imelancólica la noche! co1no triste es el sttspiro ele Jos vientos qnc• stiSttrran. mcl:tltc<'>licn el g·emido ele la tórtola que llora:
1_,. era neg:ra! 1y era neg-ra~
como como como do SL'
11eg;ras so11 las alas ele la etenta St.!!'''r/''1'11, negras so11 las sombras de las tumbas solitarias, negro es ('1 oh·ido qtle se cierne, pa1·owso, palp:ut de la l'icla los amargos clesengaiios.
II 1~11
la
,,;,·,,/Ja do la M11erte ya sus alas agitaba
·" :q.;it{thallse las su111lnas, 111udas, lentas. misteriosas. cual f:utUtsticas 1·isiones. cual alientos de sepulcro. como 1111 niño yo gemía. como tlll niño _,·o g·emía, jt111to al lecho do la vida de mi 1·ida se apag·alm, junto al lecho icn otro tiempo! ele dulcísimos ensueños, junto al lecho ien otro tiempo! de rec(lllelitos :unores.
6
1< 1\l.\ S '< 1-:u 1{ .\S
Entre c·flu\'ios de sonrisas, _,. entre alientos ele agonía, F//,r, p{tlicla y hermosa, como púlida es la luna, Ella, púlicla y hermosa, como hermosa es la !w-: blanca, ('On stts ojos matadores, con sus ojos luz ele cielo, ipor \·ez {tltima, postrera! ipor \'eZ {tltima, postrera! me miraba ..... . iCómo,entonces nuestras almas,ent:tl beso confundidas, ·'· ag·itadas por el miedo, por el miedo a las clistatJcias, Pran una sola nota ele tristezas infinitas, nan una sola nota ele infinitas ansiedades.
Y en la alcoba clo la Muerte ya sus alas agitaba, .'· ag·it{tbanse las sombras ia,,·! las sombras misteriosas que nos hablan ele las ttunhas, ele las tumbas solitari:ts, como un 11 ií'ío yo gemía, como u11 11iño ·'·o gemía,· junto al lecho do la \'icla de mi \'ida se apagaba, junto al lecho ien otro tiempo! de dulcísimos ciJSllciíos: tnientras ella, mi Adorada ila :1doracla hermosa mía!. concentrando en mí sus ojos, esos .va láng·uidos ojos, -'. \'erticnclo en stt p1iracla :--·a las últit)las caricias, y las últimas ternuras ele stt pecho enamorado, entre efluvios ele sonrisas, y entre alientos ele agonía, cual un áng·el, blandamente, deslizúbase a Jos ciclos ... •
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
1
•••••
o
•••••••••••••••••
7
o
•••••
o
••
R\\1.\S :-! l·:CR.\S
;y era triste! ;y era negra! imelancólica la noche! esa noche en que ¡(,,,,. alma.r, que adorándose \'ivían, _~· eran nna sola 11ota ele risueñas esperanzas, y eran nna sola nota ele recélnclitos amores, entre mares inlinitos ele inlinitas ag-onías, ipara siempre! ipara siempre! con l\11 beso se arrancaron ....
JI 8
RJ:-.1,\S ?H:C:JUS
En el cementerio
(
En busca del Amor de m1s amores en triste llanto el corazón sumidoen busca vengo ele mi Bien perdido: vengo a darle-- en ofrenda---lindas flores cojidas del jardín que yo plantára y m1 Amor con sus lágrimas regára.
9
RT:IL\S :i ¡;:C:R.-\S -----~-----.
Aquí traigo m1s flores, vicia mía, con gotitas brillantes ele rocío: son de Cielo sonrisas, cielo mío, las gotas son ele llanto que, a porfía, te consagran tus hijas: son los besos que te envían en pétalos impresos.
Campos ele soledad, tristes desiertos, que g·uardais el tesoro ele mi vida, clccíclme ¿dónde está, ció mi querida? ¿por quc) oculta teneis entre los muertos a la tierna mujer por quien latía mi corazón, a la Adorada mía?
Ella fué la más linda ele mis flores: con Slt cllllce mirar, con sus caricias hacía ele mi vida las delicias, clisipaha las sombras, los tem·ores que,- a veces-- en mis horas de tristeza invadían mi mente soñadora:
i Cóm ::>, en ton ces, gentil y encantadora, cual visión ele los cielos, mi Teresa, del amot· divinal ele su alma pura que en el fondo del alma llevo impreso. me brindaba raudales ele ternura, ~- endulzaba mis penas con un beso! ....
ro
Campos de solcdacl, mundos siniestros, testigos del dolor ivecl mi agonía! _,. volvedme ipor Dios! la prenda mía, no querais retenerla entre los muertos: que es mucho lo que sufro y. lo que lloro: por mis hijas ipieclacl! ipieclacl! imploro.
De su madre el calor siempre buscando, viendo el nido tan triste y ya vacío, ipobrecitas! muriéndose ele fríome preg-untan por ella, y yo, llorando y sumido en amargo clesconsuelo, les dig·o: no está aquí, está en el Cielo.
A estos campos de despojos yertos vengo ahora-el alma conmovida-~ a bm;carte, pedazo de mi vida, y decirte que vuelvas, amor mío, al hogar, que sin tí quedó vacío; que no quiero que estés entre los muertos ....
Po,rque sin tí icruel fortuna! i muertas ya mis alegrías~--· pasan mis horas, sombrías y no encuentro calma alg-una. l T
Sin la luz ele! soy cual y por el
luz ele tu mirada, cielo clesprenclicla, la hoja caída viento arrastrada ....
i()ué miedo 110 tendrús ipobre amor mío! en medio ele e~;tos lí1gubres desiertos--de enccmtrarte solita entre los muertos, sintiendo ele la tumba intenso frío! .... Y es por eso, mi ciclo, y es por eso que vengo, presuroso, a estar contigo, para darte calor y darte abrigo COII e] fuego ele] alma: con Ull beso ....
1.9H
12
¡Solo!
1)
iOb que espantosa soledad, Dios mío! iOh noche eferna en que mi sér se ag·ita~ ('ontemplo ya mi juventud marchita, 1 Jesierta el alma, e] ¡.:orvcnir sombrío, Y siento aquí en el pecho Torturas que me ahogan, un peso que me abruma, Porque i ay~ cómo la espuma Mis ilusiones todas, mis glorias se han deshecho. iA~·er, no más! repleto de ventura, l'cnsanclo en mundos ele color ele rosa. Feliz! al lado de mi tierna esposa, Citl!linJ del ,wwr de :;u ;;]¡¡¡a ¡HILl,
RL\L\S :-<J<:GRAS
Mis horas v1 pasar: Brillando en torno mío, brillando ele mi amada L;l luz de su mirada, Tan clara como el ciclo, profunda como el mar. lloy, en el cielo del hog-ar querido, Do brillaron ayer mis ilusiones, Sólo densos, muy densos nubarrones Se levantan, se ciernen sobre el nielo: Cubriéndole le van: Y en medio de esas nubes, tan neg-ras y sombrías, Las esperanzas mías Contemplo que se alejan: ijamás ya volverán! .... i Pasaron, sí, pasaron, como espuma, Mis ensuefíos de amor! .... : y, ya desierto, Se ag-ita el corazón isiempre cubierto! Como a veces el mar, por densa bruma! Tan sólo me han quedado Espinas en el pecho, tristezas en el alma: Y pierdo hasta la calma, ;\1 Yer cómo itan presto! mis dichas han pasado ....
d iTristc es Yi\·ir cuando la vida cansa, Cuando se siente el corazón vacío, Y la mente, en ctcmo dcs\·arío, ,\ columhr;u· el pon-cnir no alc;wza:
'14
iCuanclo por siempre han muerto 1,as alegrías todas, y sólo, iay) han queclaclo Hecuerclos ele nn pasado, Cwtl flores que hrot{tran en úriclo desierto!
iY muy triste es VIVIr cuando en la vida Ya no hay luz, esperanzas ni sonrisas! Cuando le fálta al corazón caricias, El dulce amor ele la mujer querida: l\J ver cómo, sombrías, l,ns horas van viniendo, las horas van pasando, Y estar siempre apurando \'ostalgias infinitas, eternas agonías! ....
Perdóname, Señor, si con mi llanto Tu providencia divinal ofendo: Con mis quejas, Dios m:ío, no pretendo 1\ehuír el dolor que itúnto y túnto! Aviva mi pasión: Tú ,:abes que ese llanto ele mi alma solitari<t El grito es, la plcg;tria \_)ue eleva, en sus cong·ojas, el pobre corazón.
Porque amargo es vivir como yo vivo: Sin el hijo querido, imi cspcranza! C}ue, en busca de su nndre, c·tl lonlananz<t 1
5
r-~~-"·~·-"·--·~·--~·~-~-· . -~-~-·-··-D
\\~ 1
·1 (; 1
Se lnwdió, veJo,, d<>iá•nlomc
cauti~:."" 'OC"""~
Sujeto al cruel martirio De estar con mts recuerdos, a solas, como Sintiendo, poco a poco, El alma consumirse, a fuerza de un delirio. .
tlli
Joco,
iLóbrega noche es la: existencia mía! i:\o brilla para mí el azul del cielo! iTriste cantan las aves, en su vuelo! iY doquiera, doquier que a mi :María, Su imagen contemplando, La busco, enamorado, le llamo, enternecido, Tan sólo iay! el gemido Escucho ele los vientos que pasan susurrando
Y viéndome ya solo, muy solo y muy sombrío, Con dichas imposibles, tenaz, siempre soñando, Pregunto yo a mis Hores, pregúntoles llorando, Si han visto a mi querida, y en dónde al amor mío, iEn dónde lo hallaré! Y, mustias ya, mis Hores sus pétalos esconden Y, tiernas, me responden: Volando, tu paloma, volando alto se fue .... De tarde, cuando veo que tornan a su nielo . .'\legres_~· cantando su ;tJnor, las golondrin;ts, Y escucho de' :;u l<J.n'lu loe; no'la;; <J.r··~cn'lin<.ts:
¡6
JHMAS NEGRAS
Pregúntoles, llorando, s1 saben ció se ha ido Mi anwr, iclónde estará! Muy alto-me responcf~n-volóse, ya no asoma; Mas elijo tu paloma Une pronto tú le sigas, que al Cielo ella se va. De noche, cuariclo, triste, y, a solas, contemplando Del cielo la hermosura, le envío mis querellas, Y en penas sumergido, yo miro a las estrellas, ¿En dónde mis amores-les digo-sollozando, En dónde, i ay! estarán? Y las estrellas viendo, cautivas, mis anhelos, Me dicen que a los Cielos Los buenos se encaminan, los ángeles se van.
Y siemp.re que, del día·, las horas ya declinan, Y mi alma, solitaria, a Dios levanta el vuelo, Sintiendo las nostalgias de aquel hermoso Cielo, A donde, presurosos,' los buenos se eJJcaminan, Los ángeles se van; Parece que, al oiclo, jne el icen: ya no llores: Coh an¡;ias, tus amores Te esperan en el Cie¡o, felices allí están ....
...
·D
(7'-.~ ..... ~_;..---.·- ·.:..____·~D 1¡
.
RIMAS
='iECRAS
Besos de muerta
Cuando, triste, silencioso, taciturno, eh la callada escondida tumba fría do reposa mi Adorada, < i la adorada muerta mía! » .1·
( J
1)e sus plácidos amores los recnerdos m~ttadores i los recuerdos matadores! 11na tarde yo evocaba,
Y la hermosa luz, radiante, ele sus ojos, ilindos ojos!, con clemencia, allí bnscab;\; •. ]()
ql···~········ .•
.. ::.-::~..:.:~.2::';.:_-;:::~·-··-~-----·-········:i:,_!
JU~IAS
NEGRAS
JI
/1
· 1o, '/ e ual de amor (1u 1ce 1atH [ 1 escuché como un gemido, un gemido, hondo, muy hondo, que brotaba desde el fondo ele la oscura tumba fría do reposa mi adorada «i la adorada muerta mía!>
J
11
1¡ Y nnnoc Oí do b"ÚJ, · ¡1 como de esos, como de esos \ que brindarme ella solía, 1
1 1
.. Y que, al. fuego de sus ojos,_ ia_,.! !;rotaban, quemadores, de sus lauios sednctores, ele sus lindos labios rojos,, hoy _1·a pálidos despojos ele la huesa imuclos! iYertos!
J
;¡,¡,;o~ Ido,! ;¡,¡,;o, ,;.,,..,o,! Y sentí que dulce brisa, recogiendo, cuidadosa, de la tumba aquellos beso~., .
en mis labios, cariñosa, bland;unentc, dejó imprcso,s-;. ·:;o
,----,
-------:-=-;:-::-c:--:-:c-::-~:-:-::-;:-:-:=c:c e ---:---~_ -:'__)
1
/i"
/1
1/
11
\', ¡_;entil, acariciando -
arrugada, oscura frente, ¡1 :dc•jc'>sc, murmurando, i( 111i
¡[lclllrlllllranclo, lentamente,
il ele· los muertos la canción. ~~~
1ksdc entonces iay dolor! .Hormcnto mío! •,ic·il!o trío imucho frío!
¡1 il do ; o'""" ol com,ón 1..... :
!l
¡: ¡1 '1
1
1
21
J
~'==:::=------·--D.
-- ----- - ---"' ''""
1
)
""" ""''
¿ Por qué lloras ? iPor qué-:--: dime- tortolilla, tan triste, en el nido? como yo, tienes herido -··por venturi1-el corazón? ~imes,
Dí me, clí1r e, scli taria ele los bosques, ¿por qué lloras? como las mías, tus horas, tus horas ¡tan negTas! son? .... Es que, talvez, tortolilla, tortolilla infortunada, estás .ro/a en la enramada, ,,·o/o está tu corazón?
23
RL\fAS NEGRAS
¿por qné~si tánto padeces~ no levantas alto el vuelo, _,. en las riberas del cielo J1jas, presto, tu mansión? Xo llores más, avecilla, no g-imas, que cuando gimes con tus g-emidos n1e oprimes el pec~1o, siú co.nwasi;ó,n, · '
1
11
,1
;-
\:,;;;
·~..;:..-
• - '.
•
;¡
'"' ••
. Porque, sabe, }ortolil)a, ---que lloras tu amor perdido~· como el tuyo, te;1go herido, teng-o herido el corazón o
11 11
!1 11
!1 1
c:JJ
24
o
o
o
Mensaje Paloma que vas volando , )Y eúciin}hras üin alto e¡, vuelo, \
.
.
SI-a case
. . . . .. ~ ..· ) -llegas--al :Cielo;- ·
do está mi Ilusión querida, dile a mi pr~nda,
a mi vida
que por qué me fue dejando; que por ella sus pi rancio -con_el corazón
e
herido~
vivo aquí, y al ver su nielo vacío, en mi triste duelo, sabiendo que voló al cielo, vivo en el cielo pensando
o
o
o
o
.
J
-.'.
.
'_, __,
'~=::::===[) RnrAS NF.GRAS
A los pies de mi Virgen
A mis hijas María Teresa, Mercedes Matilde y Blanca ·Lucía.
C
¿Recuerdas, Madre mía? cuando niño ---- la triste senda ele orfandad cruzando-venía yo a tus pies y, sollozando, con las flores de :Mayo i bellas flores! te ofrendaba, inocente, mis amores; me recreaba en tí; Y con el alma, ele ternura henchida, postrado yo a tus plantas y de hinojos,
levantando h{tcia tí mis tristes ojos, te pedía c¡ne, en cambio de mis flores, me dieras a gustar ele tus amores; te acordáras ele mí.
¿Y recuerdas, i'ifaría? cuando estaba mi pobre madre en el dolor sumida, .. y_en las lUchas,. trem~ndas por· l,a '~ida . . ' ' . - ,_. ' ... ,.· '· .. ~ i ' le· faltaba ya el pan para 'sus hiJOS, -siempre mis ojos en tí,, Madre, Jijasmendigo tuyo fuí.
y
Ut; 'si'eml)·¡:¿ TamGi ei1, síe.llll)l'(d)on~Iosa
con tns ma11G~; swi.:ví$:imas, divinas, ele mi pecho arrancabas lás espinas; y, con tiernos· cnidáclos y prolijos, velabas por mi madre, por sus hijos ipo·t: mí! itambiét1 ¡)or t1ií!
C.
Cuánta~ vcces~~~recuerdo-:-en este asilo, do se aspira del cielo la fragan.cia, .. e11 las horas ;unargas de mi infancia, al oir que engañaba tánto el mundo -- sohrecojido ele temor profundo. a tí me consagré;
HniAS ciECl<AS
Y cual· ::we· que, tímida, escuchando de la tormeúta formidable el ruido, presu¡:osa, a esconderse va en su nido; oyendo, así como de un mar profundo, las fieras tempestades de este mundo, albergue aquí busqué .... Mas, los días pasaron! .... pasó el- tiempo! .... ya_ e.ra joven; ~' aL verme ele tu asilo lejos, surcando el mar, marintranquilo, do sucumbe, y muy presto, la inocencia, que tú fueras la luz de mi existencia, con ansias, te pedí, iCó.uio, en tónces, María, de esas horas pasadas a tu lado recordaba! .... y sintiendo que, ardiente, me abras,ab<l con sus rayos el sol ele la existencia, por 110 ver marchitada mi inocencia, pensaba .mucho en tí. Un día fui feliz i tan sólo un día·!. ...
ángel puso Dios en ·mi can1ino, y al destino ele ese {mgel mi destino· unió, puro, el Amor. , .. i dulce ag:01iÍal icómo, entonces-'---Jo·sabes·; !VIaclre mÍa'--no me olvidé-de tí! .... tlll
Y la dicha pasó .... pasó cual sombra! .... en un día como éste, ele tu Mayo, lanzado por el cielo, hiriome un rayo: el ángel voló a Dios; .... y en mi. agonía ay!, llorosos mis ojos, Madre mía, se volvieron a tí .... Apagado ya el sol de mi ventura, sombrío el porvenir, enferma el alma, sintiendo ya perdida, hasta la calma, y en busca de una luz, de un;i'espei·anza, Jijé acá una mirada en loi1tananza, y a tí te contemplé; porque cuando el dolor marchita el alma y cubre el corazón con denso velo,
no le qtieda ya al hombre sino el cielo,· pues de allí, como luz de lontananza, se desprende, risueña, ·una esperanza iay! la esperanza en tí .... Y'_-J_)J
"--'
Heme aquí, otra vez imirad a tu hijo! .... ~-cruzando del dolor la triste senda-viene ahora a ofrendarte. lVIas, ¿qué ofrenda será digna de tí, tierna Seüora? ya las flores de l'vlayo están ahora 111architas para mí ....
,'30
RniAS NEGRAS
J) {
En mi pobre jardín tengo unas rosas, i único adoi'no. de mi hogar q uerid.o! , , , . las prendas de mi amor, del ángel ido deposito a tus pies, rendido ahora: esas rosas, m1s hijas son; Señora, imis hijas!·.... tuyas son. Pobrecitas! .... imiradl ino tienen madre! .... el cielo-·en sus designios, que ~·o adoro-
les privó de ese bien, de ese tesoro: no gozan de su amor, de sus caricias; prodígales, en cambio, las sonrisas del tuyo corazón. Tú sabes que iay! al huérfano, infelice, no hay dolor que en el mundo no le cuadre: muéstrate, pues, tú ser de ellas madre; ::\o les niegues, Minía, tus sonrisas, que en pago de tu amor, de tus caricias, siempre tt1yas serán.
t.
Con mis hijas, Señora, yo te entrego, -comodón para tí rico y preciadomi pobre corazón itan destrozado! jurando que: doquier mi triste suerte me empuje, l\·Iadw mí;t, i hasta la muerte! me he de acord<tr de tí.
3I
IU~rAS
NEGRAS
Oc(tltase ya el sol, el sol de Mayo .... morirán ele tu 'n'!es las alegrías; mas no cesen jamás· las armonías, las notas· de mi amor: ique es bella suertef ihasta la muerte, lVIadre, hasta la muerte! esclavo ser de tí ....
3:3
RDL\.S
:\-F.crus
Cielo de brumas Al Sellor Dodor Don Luis f:rhlílnlo 13ueno Yen>vi, en testimonio de il(Jrecio muy distinguido.
Cunlcmplanclo de
1111s
l"<tilcs
el horizonte itllinito, pareciera \'O 1111 pro:,crito, me c11
cla11
ganas
ele
llorar:
los bosques silenciosos,
laslimel'O el 1·iento gintc, s_it'nto que el pecho se oprime, .1· lllC
pong·o a Sl!Spirar.
33
l(f,\TAS
Es <¡uc al ver mi lindo ciclo lleno ele cuadros sombríos, brotan los recuerdos míos, qne itt·istes, muy tristes son! _,.en el mar, hondo, muy hondo, ele mis recuerdos queridos, al co1npás ele sus latidos, \'a tlotanclo el corazón. Pienso, al mirar ese ciclo, a_,·! en mis dichas pasadas, _,. ck mis glorias soñadas contemplo un mundo deshecho: busco, entonces, por clo<ptiera, co11 frenesí, con locura, mcliantc el sol ele ventura que abrigo ciaba a mi pecho.
Y ;1.l strrgir de mts rccueúlos el pasado que me inspira, al són, al s6n ele mi Jira, me pongo, triste, a llorar: ·' llora, y suspira el alma -ele amargas penas repletaporque el alma ele! poeta llora, su pena al cantar.
34
:-1 P.Gf(,\S
--
\r
__________ c_____cc_'-----
í)
--~-----1( 1.\1..1 S
)) 1!
Y con el ;tlma stunida
!f11
e11 hondas
'¡
p1enso iay dolor! en Jos días
1
Cll
11
1! 1!.
que,
111e
melancolía~,
~entil,
mi 1\cloracla
brindaba, seductora,
-- ele su cariño al exceso--su alma pura en cada beso y un cielo en cada mintela.
iCómo, entonces. cual ;uthcla el
cie~o
la lttz del día,
busco yo la suerte mía ~-
no la encuentro iinfeliz!
sólo, rápidas, pasando Yan delante, matadoras, una tras una, las horas de otra cxistc11cia i fc!i;.;! .... Entre !as Donclas oscuras ele ese horizonte sombrío. i_1·a para siempre l'acío! contemplo mi dulce hogar: _1 cual llora el pajarillo, cautivo lejos del nielo, pensando en mi ho~;tr querido. _torno ele IHJe1·o a llorar.
35
·"
1-;r; R.\S
~':-,-o~=-=-=====D RD!AS 7\"EGRAS
Y llora_,. sus¡}iret_cl alm<:~, porque all;i, lejos. 111!1_,-Jcjns,
;unorlccidos rcllcjos de olroo"do \'e brillar: ese cielo do ;Ll ;u·i·ullo de dos csplé11didos ojos, su lía yo, en Yersos rojos, al 1)ueño mío cantar. l'icn;;o c11 tni l>latle<L clto;:ila lt·slig·o de mis ;unorcs, ct1 ese nielo de llores,
;el 11 ido del corazón! .... _,. brota el llanto a rat1clalcs al contemplarla desierta, al 1·er ;para
sicmpr~~!
1nucrla
de mi Yida la ilusión. Entre las [!ondas oscuras de ese a;:ul lleno de brumas, como en el mar las espumas, mis dichas flotando van: clamo entonces al l>csti11o por ellas, 1-no sé
clúncle~
stlcna Una 1oz que responde: ;tus dichas no \'olverá11! ....
RI.\1.\S '.'1-:t:R.\S
-------
Y
cual llora el pajarillo,
c:t11tivo lejos del nido, suspiro, !Iom al ycr ido, muerto 11n mundo de ii11Sit'>11: _1¡
\'anse en cada SIISJli ro
y de llanto en cada gota. gironcs de 1111:t al111a rota, pc¡dazos del coraz<'>n.
1.912
?"' J/
o
o
o
--
r;}{e
Y1!e
!
1
1
1
~'1~
1
[.::=::;::::;::::;::::;:::: 1
1
1
1
1
B
Gemido 1
¡i '1
Sola está la cuit:1tla tortolilla en su .\'a desierto nido:
1
·'. al verse así ;tan sola!, <k
1
.'·a deshecho,
de 1
(.}
Sil coraz{JII
Sil
pecho
he1·ido,
con
la herida que \'ivir ;ay! no le deja,
llna
qtteia ;;unar)-';a queja!
lanza en forma de gemido ....
3<)
~-
- _i)
1
!
1
1
Q (lQ
~
~
'
::::::
\
~~:B
r
1
1
J
1
1
. ~~.~-~---------------~0 1{111.\S "H:1ns
En la postal de mi hermana Amelia e ll:tllclo ('SCIIChcs,
Alllel ia, Cll lomo 111.1'0,
tttt tllltrmllllo i1tfantil, tllt d11lce r11iclu que, armonioso, hasta el cielo se )c,·;ulta, -" simnla el del a1·c Cll<liHlo canta, inoce11te s11 ;unor en ca~to 11ido: consuélate, no llores: c11 el cielu, de t11 alma Cltlristccida los ojos estén lijos: porq11e al trono ele Dios, _,. por t11 1·ida, \'a, entre n1tlles de besos ~· de atttort•s,
la oraci,'>n ele ttts hijos.
;j I
(~: ' (~-- ·-.-- _... -------, \
1< r :11 ,\ s
Mi golondrina A mi hermana Isabel Matilde
11
1
1
('
Cuando al caer ele la tarde escucho ese drdce ruido qrre hace, ele vuelta a srr nido, mi casera golorHI rina, llenando asĂ de armonĂas el cielo triste _,- hnrrnoso de mi hogar. antes dichoso, frĂo ahora y desolado:, ... cuando en torno de srr nido como si entrar no quisierajrrguetona, lHrllangrrera, la cunternplo revolando.
43
"r-:c f{ ,\ ~
-~----------~
ld\1.\S e!ECR.\S
cual si alegrar anhelara, co11 sus armoniosos trinos ·'· sus ,~uelos pereg-rinos, llli alma tri.ste y solitaria: cuan el o, en lin, sobre el alero de mi tejado la miro, ·'· alg;o, así como nn suspiro de amor, en trinos me en,·í;t, me lig-uro iqnién creyer:t! su loca aleg-ría viendo viene ele! cielo trayendo, cual paloma mensajeht, la paz, que el hombre se lanza a buscar icon tánto empeño! lejos de Dios, que es el dueño de esa paz que aquí no alcanza.
J
1·:n lonces, pienso, mee! i to ic<'nno, resuelto, anhelante, si11 darse treg-11a un instante, l'l hombre iinfeliz proscrito! vu('la, por reg-i<ín ig-nota, <'ll pos iay! ele una esperanza qll<', <.•ng-añosa, en lontan<tnza, entre azules ond;cs Ilota!., ..
44
RD!XS XEGRAS
sin comprender iinfelicc! lo que a mí la fe me el ice: que sin Dios, jamás el alma del triunfo obtcnclrá la palma, tenclr{t en sus mares bonanza: que es un sueílo la esperanza, y la existencia un martirio; y que todo, hasta la vida, es sombra, ilusión mentida, del i río i vano el el i río! ....
Y al oir, enternecido, la nota, dulce, arg-entina, ele mi -linda golondrina, que en torno juega del nido, creo, sí, que con su canto quiere la hermosa avecilla endulzar, tierna_,- sencilla, de mi pecho el cruel quebranto: y me dice que en la tierra, do jamás se enjuga el llanto, en vano es buscar consuelo: que sólo, sólo en el cielo la paz ele! hombre se encierra ....
l'or esto, cuando, sombría, llega la tarde y cleclina,
45
lUMAS XEGRAS
al ver a mi golondrina, al contemplar su alegría ---arrancándose del suelo----hácia Dios levanta el vuelo, silenciosa el alma mía .... ~
1
1
j 46
RIMAS NEGRAS
Secreto del alma
¿Por qué d u lee será, cuando se llora, contemplar el azul turquí del cielo, levantar hácia Dios del alma el vuelo .'" en sus manos ponerle el corazón?
-porque 'el Cielo comprende a los que lloran, _,. Dios sólo cerrar puede la herida por do, rápida y cruel, se va la vida iay! la vida fug-az del corazón ....
47
r~--- --=·=D
1
':<·JOr¿ ,~(, i !
!
¡
i 1
u==:::=~= !
n~~=""" ~ ~ ~~~u
D
Una noche
en
'~San
Eloy"
A mi amigo Yván Enúaru
Y era noche ele luna ... Est;Lba yo lllll_\· triste, porque tengo muchas tristezas en el alma _~- era noche ele melancolbs ..
f)
La pálida \'iajera, Ja solitaria errante, la inspiradora de mág·icas armonías y ele canciones láng·uiclas, con su luz indecisa, con su luz vacilante )" Sil girar lllll_l" lento, recorría el azul del firmamento, flotaba envuelta entre brumosas ondas i negrasi j) rías! como las hondas, sí, como las hondas penas mías ....
49
~:~ ---~:-::::;::::;:::~=-::==~~-- ~~~~D. ' Y la noche era tris te: .... desde el _jardín ameno de la bella casita do me hallaba, hundido en mis recuerdos iay! los recuerdos ele! alma ....
en silenciosa calma, la grandeza del cielo contemplaba: mientras el pobre corazón mío, ahogándose en el hondo mar ele sus nostalgias, muriéndose ele frío, suspiraba ....
. En el huerto, fragante, perfumoso como el beso, clclei toso, ele la mujer querida, oíanse--a veces estridentes, a veces sLmveslos silbos, prolongados, de las a\'es velab<tn en sus nido"s -- ic¡uién sabe si dt.rirr/(1_,·: .... <¡l!C
del viento los gemidos, cual lúgubres conciertos, íhansc á nwri r, allá .... lejos, muy lejos, como se mueren del sollos últimos reflejos, co1no se mueren las plegarias que, desde sus tumbas solitarias, IIOS
envían los muertos ....
so
ROlAS
Xr·:GRAS
El silencio doquier .... tan sólo en el alero de la casita, do se aspiran de un hogar feli:-: gratos aromas, en música intinita, se arrullaban el ulcemen te, enamoradas, las palomas; mientras el pobre corazón mío, ahogándose en el hondo mar ele sus nostalgias muriéndose ele frío, suspiraba .... Y la noche era fría, la noche era helada como es helado el corazón que \'e perdida, ¡_,.para siempre! ia.1·! ipara siempre! su ilusión dorada. Y estaba yo muy triste, porque teng·o muchas tristezas en el alma y era noche de melancolías .... 1.·.'11
La pálida viajera, la solitaria errante, la inspiradora ele mágicas armonías ·'· de canciones lánguidas, con stt luz indecisa, con su ltrz 1·acilante y su girar mu.1· lento, recorría el azul del frnnamcnto:
5I
RT:\L\S
por i1dinitos rumbos se encaminaba como dando tumbos, flotaba envuelta entre brumosas ondas incgras! ifrlas!
como las hondas, sĂ, como las hondas pe 11 as mĂas ....
e
~ECR..\~
RDfAS NEGJLIS
Amor
,y
Muerte
En pos siempre de ventura --que jamás aquí se alcanza-el Úombre al placer se lanz<t en los brazos del Amcr: y ama, y g-oza, sin que nunca dichoso, feliz ser _pueda: muere el placer, y le queda sólo, y eterno, el dolor. "iVI;cs, en la lucha no cede: pues, ciego, el hombre no mira que es la dicha una mentira, ·y el placer, tan sólo eng-año: y así, ele eng-año en eng·año, va empujac~o por la suerte, basta que, al lin, con la Muerte viene el postrer deseng-año ....
53
1
!
(] ' (1:=:::=:::=:::=:::=:::8 1
1
1·
j
1
]{ l .\1 A S "F (;RAS
Hastío iY pensar! iah! que la vida, sombra [ugaz y mentida que el Engaño, cntel, la dora y ht encubre con su velo, tiene reflejos ele aurora, con clariclacles ele cielo! ..... . iY creer que este duro suelo que vamos, hora tras hora. iay! con llanto humeclecienclo, cruzaremos recogiendo Hores sólo a nuestro paso! .. ¿()ué es la vicia? Uiene, acaso, algo más que stis tristezas y sus negras real i el acles? .. ¿donde están las esperanzas,
55
~~=::~_:-.::.:._:=-.-:- ~~ :: ~=-~~D Rr'r •\S
V
c·sas mil ,. mil bellezas con qtte, al nacer, nos convida? ie!lf.!;año~
i fttrtesto eng-año! illlentirai i todo mentirai engaños del mundo son. Y es er¡g·;tño la Ilusión, que si alguna vez inspira, fugitiva, 1111<1. sonris<1., al punto, cruel, la retir<1., dejando el alma en letargo: y llllllCa el dolor suaviza, porque, luego, luego, am<l.I"g"o, viene el llanto tras la risa.
J
¿\:o vemos ict!lllO, t<1.11 presto! sí, itan presto! i ayi, como hoj<1.s clesprenclicbs, las ilusiones queridas ·se \'<ln, se van ' se <1.lcjan, y al irse sólo nos dejan en el al m a hondo vacío? Oh! qué tormento, iDios mío! .. ics 1111estra nJiseria tánta, que clo ponemos la plant<1. como densos nubarrones--
==::===D lUMAS Offo:(;RAS
ele inilnitas decepciones, fiero, un mundo se levanta! .. Y en el suelo en que pisamos -por do volvemos los ojosespina~ sólo y abrojos, a nttestro paso, encontramos; Y con toda su fiereza, cual de un mar las tempestades, se agitan las realicl.acles, esas negr_as realidades
ele esta vida que nos pesa:
e
Y, así, nunca jamás cesa del dolor el ay profundo, del alma el duro quebranto: sumergidos siempre en liante vamos cruzando este mundo, y en pos de esperanza vana, como fugitiva estrella q ne se asoma a la mañana y a la tarde desparece, desparece sin dejar siquier su huella. La dicha, el placer ¿qué son? ilusión, vana ilusión, engaño, funesto engaño,
57
mentira, todo mentira, mentim:s ele! cor;1.z6n .. ~o e~isten, nó, los placere~>: dulce e11gaño las mujeres, que c:Jn m en ti dos amores al corazón halagando, le dejan crueles dolores que, al fin, minando, minando le van _1:, presto, le hie¡;en: a\·! amores que roban, 11eros, la c<llnlil, y se mneren y se mueren matando la paz del alma.
Placeres, dicha, ilusión mentiras, mentiras son que forja la fantash y duran sólo momentos: y, al pasar, martirios lentos nos dejan, cruel agonía: el morir ele cada día, el expirar ele los años legan a el alma tormentos en forma ele desengaños ..
--~--~---~--~.-~~~--··-----D
~
Rl\JA>;
NECIU~
Lloremos por los muertos Dedicada a la Sra. Diía. Virginia Alvarez v. de Portilla, en testimonio de sincero aprecio.
1'
Cttanclo, lúgubre, lettta, la campana, Con su nota ele tumba nos avisa <)ttc utt hermano se va, se va, ele prisa --De la vida, talvcz, en la mailana'---A perderse, por siempt·e iclura suerte! l~n la negra región do :o;(>lo mora
59
(?:::=-~-~-~·--~-~-~~-D 1
(;
1
RD!AS NF.GRAS
Y, espantosa, insaciable, cruel, devora Cuanto contiene ele vital, la Muerte; Al oir, prolongado, ese gemido ()ue iay! el alma desgarra, el pecho oprime, Yo pregunto a la fe: ¿por qué así gime La campana, y en són tan repetido? Y me dice la fe que ese concierto, Ese canto, tan triste y lastimero, Significa el adiós i adiós postrero! De la Madre, que llora a su hijo muerto. +:~
~~~
+~
Oh! icuán dulce es llorar por los que fueron! iY qué dulce es gemir por los ya idos! Por los que jay!, en la fosa ya caídos, De la Muerte en las sombras se perdieron: Consagrarles del alma un pensamiento, Y en su tumba, rendidos y de hinojos, Empapar con el llanto sus despojos; Darles vida, calor, con nuestro aliento. lVIas jqué triste es mirar en los desiertos Do yacen de la Parca los caútivos, Cómo ¡fieros! iimpávidos! los vivos Abandonan y olvidan a sus muertos! ....
6o
RL\fAS NEGRAS
Mendigos del Recuerdo! ... iEn vano, en vano! Una lágrima piden, un gemido: El olvido, tan sólo lay! el olvido, Pavoroso, se cierne en ese arcano Do no están del placer ya los engaños, Y la vida, el amor, ya no palpitan, Donde, sólo, tristísimos, se agitan Del fiero corazón los desengaños. iCuán amarga, cuán lúgubre es la historia De aquellos que en la fosa están cautiYo3; Pues que al irse del mundo de los vivos Vanse, presto, también de su memoria! .... Vayamos a su tumba solitaria, Donde el mar del dolor no tiene orillas, Y lloremos allí, mas de rodillas; ()ne es el llanto dulcísima plegaria, Los gemidos, del alma son conciertos Que, armoniosos, se elevan hasta el cielo: Rompamos de la tumba el denso velo, Y lloremos, lloremos por los muertos.
ÓI
1 1
·e
.
=-
~-~=-~·:--··=---
~
i) lUMAS ?-J r<:GRAS
Reflexiones ( 1) iQué triste desenlace el de la vid<il irealidad de la tumba, pavorosa! un puñado ele tierra en una fosa, olvidada y, tal vez, iay! .... maldecida, de la humana grandeza es cuánto queda; Ahí, extinguida la vemos, para siempre, sin que pueda;· jamás, poder humano penetrar los ·misterios de ese arcano tenebroso .... Ahí, la seda con que el rico pretende su miseria, insensato, encubrir if1n lastimoso! muy pronto en vil materia
()
(¡)
Composición leída por el Autor, al tiempo ele inhu· mar los restos mortales del CanÓnigo Dr. Dn. Cdbeleón Gómez Jurado.
RJ:I!AS :\'ECRAS
aparece i oh sarcasmo! convertida, ~· con ella, por sjempre, confundida la vanidad humana. iCómo vemos al borde de esa fosa que el placer es tan sólo una quimera y quimera también, ilusión vana, el brillo oe l1t gloria! ....
e
Cuando allí, contemplando tánta escoria, medito la verdad, punto por punto, me pregunto: ¿dó a e¡ uí el brilbr de los honcres y la pompa del siglo, de que tánto se hinchó el orgullo humano? y del lujo esos vivos resplanclore", las riquezas qué se hicieron? iay dolor! un gusano, tan sólo, iun Yil gusano! bastó para burlar tántas grandezas que en el mundo fueron .... Ya todo está acabado! ies podre, nada más, cuánto ha quedado!, y grabada en la podre nuestra historia .... En la tumba no existe ya memoria ni hay vestigios siquiera, ini una huella! ele que el hombre,
;·
\
'" \'·.·
\¡
RI.IIAS
11
-~-FGR.\S
1'
,)
IJIUill<'lll<tllCa ilusic'>IJ, fug·a;: estrella.
[i
por la tierra pase'>:
11
pues hasta el nombre 11
11 ¡1
!1
<¡lit> CIJ stt lo~:a gTal>úra a111iga mano desparece: porc¡ue todo CIJ la tumba, do sc'do la 1·irtud Cll
pa~:
e11 ese arcano. reposa,
dcsl-aJJcce: si11 </IIC 11adie esa il'_,. cstorh;ir 1>11eda. 1 )c·l
mortal ;a_~· dolor: a¡>l'!las c¡ueda
1111 puiiaclo de tierra CIJ 1111a fosa. oh·idada .'·
taln·;:
:a.Y~ .... maldecida:
;c¡11é triste dese1dac:e el de la 1·ida: ;realidad de la ltJJJd>a, ¡>a\orosa:
l'em ha-' alg-o <¡JJe la ;\lw:rtc. al 1·111. 110 iJi<'rc. 111 sc· apag·a en las sc)Jnhr;Ls de la 11ada: la grandcxa del al111a. que 110 Jllllere, el irradiar de 1111a cOIIcicncia ho1nada.
Y t1'1. noble ,-arr>IJ. dc·l Cristo JIJJg·idc>. 110 temas. nc',, '111<'. ilustre. t11 11\l'llloria se· coiJfunda ''lllrc· c·l pul1·u del oh·ido: pasaste hacicndu el h'lc'll. CIIIIUl>iccidu por r:l sello. gTa11d iuso. rlc· la g·Jo¡·ia c¡11e imprillll' Ja 1·irt11d C11;111el0. ('11 l'UIISOJ'I'in 1>:;
~~--
-_
======D
o. .
RIMAS :-neGRAS
con la ciencia, que ilustra, en torno flota de Ja Cruz, que es grandeza, que es bonanza, ele la Cruz generosa, ele clo brota la sonrisa del cielo: la Esperanza o
o
o
o
Duerme, pues, en paz, duerme tranquilo: si la Parca, y en hora muy temprana, cortó, fatal, ele tu existencia el hilo, espéranos aquí, que en este asilo mañana nos tendrás
o
66
o
o
o¡
!lasta
mañana~
o
o
o
o
RI¡\IAS
·;-.,; ECRAS
Hora negra Cuando .\·a stt hermoso hrillo oculta el .sol, .\·su manto la noche extiende, y el canto cesa, al lin, del pajarillo:
,)
y nos invade, sombría, de las tristezas la hora; cuando, tierna, el alma llora y a Dios SliS penas confía:
Cuando ele pronto se <<calla \. cesa del mnndo el ruido, .\· allá, lejos, el bramido de la tempestad estalla:
RDIAS
"EGRAS
Y que da ya desolada natura. siu luz. siu ,·ida, \. el alm<t. sobrecogida. Y
uell·e, parece. a la 11ada:
ilwra aquella de agonía. c·n que el 'iento. susUITanclo. pasa \. se aleja clejanclo tras de sí mcl<Lilcolía: .... Cuando contemplo cubierto
de negras sombras el cielo \ oigo el gmzuido que. <li Yuc·lu.
d lllrho lanza. sii1icstr'o. lllC
Jíguro ele la t11111ha
l<l oscuridad ¡m ,·o rosa ..
.'· al borde estar de la fosa du la ,·ida se cleiTUillba:
\. escuchar creo el gemido que c;.;halan. triste. los muertos desde sus trunbas. desiertos ck> súlo mora el oll·ido:
\ al \·cr
cÚillU c11
e;¡ sumidos
.'·de r11in po)n) cuL>iertos \ acclt lus dcspuios. \Crtus,
;di' tántos hombres _1·a idos!.
de mnchos qnc enaltecidos fueron <l_l·er ¡on !:'1 mundo: cxh:llanclo un a_1· pmfunclo, mi al1i1H triste_~- solitaria. elcnl a 1 líos s11 plr'garia por esos homhrr's
~
:t idos
\" ele ruin poil·o cubiertos,
:por túntos sncs
qunidos~
por los olvidados muertos ....
$ 1
y~ 1
1
!
1
1
e)
RI~JAS
\ll·:CRAS
Noches oscuras
e
Me g·usta lo sombrío, lo tétrico y siniestro, y tocio lo que,, lúgubre, se esfuma, desparece por la regi()n ii1fínita de las tristezas que oprimen y del silencio que absorbe: y las sombras me agracian,
y la oscuridad me atrae, como me agradan las tumbas, como me atraen los muertos.
/T
RI.\1.\S
:\I·:CR.\S
l·:s pc:r eso que me gustan me causan tln placer, i ndeli ni hle, intenso y raro, esas noches profundas, ele tristezas de ansiedades nH!.I. hondas:
nllt_\·
las llüclws osc11 ras. L~sas
noches me llenan,
esas noches me inspiran con inspir;tci<'lll, sombría, c\trai'ía: son <éllas las amigas que n1c eni'Ía11, calladas, sus g<ilielas caricias .1
Y
sus besos helados. como hl'lados
so11 los besos, las canc1as ele la iVItwrtc .... ;oh mis noches oscttras! ....
;n·,tno en ellas mi espíritu s<' pierck pur las 1'1'!-!·iones calladits do s<\lo habitan las so1nbras \. las melancolías 1·agan! .... l\Ie gustan esas noches en que se agitan, siniestras.
las tempestades del alma . .1 que semejan, lóbregas,
las noches del sepulcro.
negras,
/{1:\1.\S
.'\ E(;/US
Cuando en las noches oscuras contemplo el azul lleno de sombras, pavorosas como tumbas, ~· tan negras como negra es del impío la conciencia, me lig·uro que vagando en tomo mío anclan los muertos: y at'1n paréceme que escucho esos a\·cs ele agonía, y esos gritos que, esti'iclentes, se lcvantau
de l;ts fosas sepulcrales, entre ruidos ele esqueletos y de huesos carcomidos.
\' yo gozo extrañamente en esas noches, en que se ag·itan, siniestras, las tempestades del alma, .'· el coraz<'>n, a solas, suspira triste, ,. lamenta, co1no lamentar se suPle l;t ;q.;onía de un ensueño y <cd morir de una esperanza.
;cúnw gozo extrañamente c·n esa~ noches qne inspirar slielen, fatídicas.
no se qué recelos ,·agos, no sé que pn·sentimientos :negros! :negros!
73
(~>-"·
\ \¡,~---·-----·
Rl.\1.\S
;..! V<:I~.\S
_,. ese mundo ele tristezas,
ese mundo ele
ansiccladt~~
qtte brotar hacen del aln1a llanto fiero, illanto amargo! que Cll\·enena,qtie dc\·o¡·a, leiJtameiite, el corazcÍII .... Me gustan esas noches, misteriosas,
profundas,
de agonías mu_Y lentas, de
ansiedades muy hondas,
y que semejan, lóbregas,
las noches del septdcro: porque las somh¡·as me agradan, ,. la osctlriclacl me
;ttrae,
como me ag-rada11 las tumbas como me atraen
los muertos.
iOh mis amigas negras! ioh mis nocli< s oscuras!
7·1
::.0 l{ 1\l .\S
\1 FC IU"
La vida es breve ;cuán presto pasa la vicia! ;cómo el tiempo 1·a pasai](lo! _,. vive el hombre pensando que es eterna aquí su súertc: mas 110 ve cómo la Mtterte le sigue, atrás, escondida. :\ace el hombre ;cruel fortuna! ;qué nacer tan lastimoso! .... sie11te LILL frío. misterioso, -', al sentirlo, llanto vierte: ¡•s el soplo de la Muerte, que le espera _,·a en la ctllla. Llora el hombre apen;(s nace, y es su
llaJJto misterioso:
el Dolor- asaz odioso
75
n (,>:>- __ .------~·--;::::.::c.c-:-:::-c:::-.~=:.7:~c:c;;;cc=cc;.;.> ' \
/1
e i¡
lllt'tt~ait·ro
c!P la \J¡¡c•rte
quP I'S dínwr;~ su suerte
prrscntir. :ti
pillltll,
le hace.
!,
lj ;(_'(¡¡no d
1
!li! ¡¡
1'
:¡ i¡ ¡,
1,
i!
ti('mpo 1 a pasaiJdu.
oprime el alma 1·icJJclu
se
;a.~: lllllri,•JJdo 1·an. co:J1:1 hojas desprendidas.
c¡llc:. lu¡.!,'aces
las il11sinncs qunidas epi!' el ticlllpu pasa arr:Lstranclo:
1\
l~n Sil
lno1 dcsl·arÍcl. d hn1nhrc 1 a corrit'lldu del plau·r <'JI pu~. nc\·eJJdll cil'g·u.
11
l,¡i
Cjlle ('S f'tl'J'II<l aq11Í Sil SII('J·te:
l!
<'11 s11
\. ll() IT CÚillU Ja
C\liiCJ't(•,
torno han· c·l Yacío ..
11
li
)' asÍ, CÍI.'g.<l, i!IIC,
IIIIIJC:I ;ui\·Íi'f'li'
C\lll Sil supl11
feCIIIHIU.
por 1111a IH>J·a .c;<'>lu al miJJido le lanz,·, 1Ji<lS d(' la 11ada: q11e es _1·
t<tll
tan hrcn·
;tqiiÍ stt ~lll'rt,·.
co1·ta la _j,HJJada
lta,;ta la !JJillha, l;1 11;Hia se denJJmha. presto, al soplo de la i\'[Jlprtc .. de la
Cillta
<Jflf' en
¡6
Rl.\f.\S
~-EGR.\S
La canción de los muertos 1)c·:c;lidrott~t· ;,L, dulur~ en un lllutncnlo tk la ,·ida: ..
la~ hor<~c;
Culll<l r<Í.LL.~a de
tu1nh<t _,. dl' S('pulcrt' alil·l!lo.
fatídica. lntesosa. carcomida. eLIJada. ll1ll_,. c;di;Lda nuc; surprcndj,·, la i\fncl'tc .' nos htiiHlití en la nad;t ..
Y Ita el a so1no~ ·'a:. , l 11 ft·cto l'l poh·o dt· la~ ltllnhas 11us C11hre: nus
t'll\ 11eiiT11
las su!lllnac; <kl oh ido.
1'nu ; ;\1 li 11: IIU l'SC lll' \¡ il IIIUS dd 11\lllldU CU ITUIII pi du, i"wro el rlllllor de s11~ placcn·s lucos. de sus e11gaiiu;; mil. que hábil- encubre. _,. de
<¡IIC
libres se
u·11 pocu~.
í7
11111-'.
p<.>c·os ....
..
n
-·~:--
; 1
11
i/
IIH'Ilsaicru de la \lunle
1' ./
<jllC CS cfímcr;1 Sil SIICrte prcsc11lir. al plilllo, le hace.
11
,,1!
;c,·,,IHl el tif•mpo 1·a pasando.
!\l¡
se
op1·ime el al111a 1·iend"
i[
qui:. fug-aces ;a\~ lllllrÍ,'Ildu
i
1·an. co:n:l hoja~ desprendidas.
,,1!
las illlsioncs queridas
11
<¡IH' el tiempo pasa :nrastrando~
11 li 1
1·:11 s11 lor" des1 a río. cieg-u, el ho!Jihl·c ¡·a COITÍclldn
1
dt•l pl:tcer <'11 pos. nc_I.<'II(Iu 1
i
'l
que es ('[('rila aquí Sil sucrlf': .1·
no ,·e c(l!ll<l la :\lilcrle.
!'11 SI! [llri!Cl han• (•/ \·ac·Íil.
\' así.
ciq,o. llllllC:l :l<il·int<·
que, ctlll ~11 supltl lcnJJI<Iu. !Hll.
1111a hura st'.!o al lllll!l<lo
le lall/.t'' 1 >ins de la 11ada: qne <'S ta11 hn·1·c aq11í Sil Sllt'I·U· . .1·
t:u¡ curla la jtlrllada
de la ctllta hasta la llllllha. qnP 1:'11 la 11ada se deiTJJmh<~. prPsto, al soplo de
la \[ Jtertc ..
¡6
~~~~:~-----~:..;:.;=.:::.:.;:_.~~--::;;:-j)
,l
V
La canción de · los muertos 1Jt·sliz;ironsl' ;;L~ dolor~ ell un tnotnettto
las lloras d<' la
,-ida~ ....
Cu1nu 1·;í/ag·a de tl1111ha .'·de sl'pulcru aliento. fatídica. huesosa, carco111icla. callada. 11111-' call;td:t ttus surptTIJdi<'> la i\ltlNle .'· IIOS hundió cttla nad<1 .. \' 11acl a sot11us ·'a~ .. In 1l'do el poh·o
e '
dt> las [llllihas 11r_¡s <'lthre: ttus
l'll\
tl<'llt'll l;¡s sotnl>ras dl'l r_¡h·idu.
11 <'1U ;;d !'111~ IIU l'Sl'lll'f¡;IIIIUS d<•IJIIUIItfU CUITUiliJ>itfu, licru <·1 ru1nor d<· SIIS placn<-'S lucos, de sus t'ltgaiws tnil. que 1·
hál>il- encul>rl'.
de <¡11(' libres S(' \'f'll p0l'()S, 11111\. p<X'OS ....
n
RDIAS
:\'J·:crc~S
:\ i nos lleg·an del Siglo ese barullo,
La Parca nos retiene aquí, cautivos; sin que nadie pensar quiera en nuestra historia ila triste historia de hoy, la ele mañana, que escrita verán siempre en ruin escoria la vanidad, .\·la altivez mundana~ .. .1 amás~ inunca~ los vivos se acuerdan--nó- de estos despojos yertos y ele gusanos pasto: hu yen del campo, desolado y vasto, do tan sólo se escuchan los conciertos extraños del sepulcro, .\· los crujidos de esqueletos, ele huesos carcomidos.
1\-Ias, ¿qué importan olvidos a los muertos? .... ele la vida, tormentosa, idura vida~ rendimos ~:a ipor Jin~ la gran jornada: cesó ya del dolor el a_\· profundo: Adios~ falsa ilusión, dicha mentida, sueños, placeres y fortuna iaclios~. ·... ele la Mu\orte, tranquila en la morada descansamos, en paz, lejos del mundo: imnnclo engañoso y corrompido~ .... iaclios~ ..... .
RL\1.-\S 'lt•:CRAS
No llores A mi prima Eudocia Monge de Andrade, en la muerte de su hijo Jorge
e
Enjuga, Eudocia, tu llanto ..... . el ángel que de tu nido, pronto, muy pronto, Yolára y en hondas penas clejára tu corazón sumergido, tu ilusión, tu hijo querido --sus alas ya clespleg;•ncloclichoso, se fue cantando: feliz en el cielo está.
79
RI:\[AS
\'E:GRAS
!'ero iqué triste es contemplar iuímo tan presto!
1
Ull pon·enir se ~clipsa, .'·se derrumba, de la ,·ida en la mañana, una e:-.:istencia qne todo 1111 mundo de esperanzas fuera! .... ~y es tan amf\rgo \·er c6n1o allí d~)tH1e a_n;r una fl(lr tierna crcci<'l'
1
1
1 1
1
11 11
11
¡· 1
e)
hoy se levanta jsiemprt.; fría~ ¡sientpre negra y fatídica una tullll):
i !'obre madre! e11 tu feliz hogar, intenso frío si<(ntese ahora, y llanto lleno de amargor se ,·iert< es que, insaciable y traidora, CIJ él la· negra Muerte, a~·er, 110 más, inspiró su aliento impío, su aliento matador, su soplo helado: .'·al soplo aquel, cayó un botón ele tu jardín, tronchad< surgió en torno de tí, presto, el ,·acío i;ty! el \·acío del corazón ........ ilicro \·acío! !'ero no llores, nó: para tí .1 orge no ha muerto: y si los dardos ele orfandad te hieren, si la agonía del dolor te mata, 1111ra al hermoso Azul, tu alma dilata: porque, sabes, Eudocia, - y eso es cierto. los 11ii'ios allá van: los ángeles 110 mueren. Si td>(ltldonan el
nido
en que sus tilas ele carmín plegaron,
nido qnc lllliJH\os ele armonía encierra, ('OJ"Oilada Sil sien de hermosas Rores ·' entre nubes ocultos, \·an y Yienen, pues dejarun, al vol;tr, otrocielo isu madre! aquí en la tierra ia.'·~ su 1nadrc,
el g·cntil cielo de an1ores ....
0n
RL\IAS
:-H:GRAS
Cuando sientas que tu alma, conmovida, agítase al recuerdo del que fue tu corazón y tu embeleso, no quieras, n6, llorar; levanta el vuelo; piensa que Jorge, el tesoro, el pedazo ele tu vida, que en tu pecho dejó su nombre impreso, viene ele tu alma a suavizar la herida con hálitos ele amor, amor ele cielo: viene otra vez a tí por darte un beso
1
¡1
,¡
i¡ 11
¡l 11
11
Enjuga, Eu~locia, tu llahto: acuérdate que la vida, sombra fugaz, fementida, ilusión es pasajera·, y el placer una quimera que, fugitiva, se aleja y, al pasar, tan sólo deja en el corazón _tormentos, vergüenza, 1:emorclimien(os, l que el alma cruelmente hieren:' ifelices los que se mueren y ele aquí presto se van! ...... .
v 1
Mayo 15 de 1914.
Sr
RIMAS
NEGRAS
ecrazén. Soñemos, corazón, tu pena olvida: . deja ya ele gemir, ele llorar tanto: soñeynos, cor~zón, porque la vida es m<. to1~mento c;·uel.cuanclb sumida quiere siempre vivi;: el alma en llanto. Volemos, corazón, por las tranquilas regiones ele los suefios, donde brotan, lozanas, flores lilas :-· sonríen me, el ulces, las pupilas ele la reina gentil ele mis ensueños.
y azulosas
Soñemos, corazón, que no es posible i ay! llorando vivir: cesa en tu empeño ele querer alcanzar un imposible; y aunque llores después--- es preferible--soñemos, corazón: "Ja vida es sueño" ....
~~'"'''".,".~ 7 ·-=~".~~oc~··
.·o·oD
J) / 1
'ÍI'
11
l
$
~
RUlAS NF.GRAS
Desaliento
Sí, priva el a ele luz y de esperanza, --llena ele hastíos, que matar no puede-en busca mi alma ele un amor se lanza, risueño, el Porvenir le grita: i ''avanza"! y, sombrío, el Pas<~.do: i '\etrocecle!;
que es un sueño el Amor, y es un clemente que muere apenas nace; ilusión vana: retrocede y no avances imprudente, _ que si triste y cansado es tu presente, no lo esperes mejor a tu mañana".
ss
1
·:
'J.r."
1 '
J
'
·,,
• •
'
i·.: ·' ¡··
~
•
....
---D RT\!Afi C\'FCRA'>
Lamentos de una esclava
":-.iací a oriHa'> del Magdale11a", donde se o'>tenta, radiante, el >;o]; meció mi cuna la dulce brisa, "!>ajo la sombra de un girasol" Mi pobre madre, nna hermosa negra, esclava siempre de un amo fue, y yo la marca imarca infamante! de los escla\'OS "también llevé". Y esclava vivo, sin que iay! el ra\·o de una esperanza vea brillar; cíñenme duras, fieras cadenas, lejos, muy lejos, del patrio hogar.
RntAS :-lEGRAS
<'\penas cantan los pajarillos, cu;tndo se asoma luz matinal, salgo a las rudas, largas faenas, y hago las veces ele un animal.
Ctüm~l~ quemada por fue'áes 1soles alguna sombra buscando voy, ''látigo fiero cae en mi espalda, y ahí recuerdo que esclava soy" .... y entre sollozos, y entre gemidos, lejos, muy lejos,. del patrio hogar, pido yo al cielo, ruego a mi mádre que no me dejen iay ~ azotar.
Y así las horas del día paso, al remo siempre ele mi azadón: mientras a solas se va muriendo, se va muriendo mi corazón. Cuando, a la noche, desfallecida, con las cadenas vuélvenme a atar, viéndome sola, sin pan ni abrigo, ]!;uno a mt madre, rompo a llonu:pienso en mi río, pienso en mis playas y de mi 'patria en el cielo azul; y lloro mucho porque es amarga, porque es am;uga la esclavitud:
88
(~(~·:::::
\\
RIMAS NF.GRAS
V 1'
Ji
y, al fin, cansada de llorar tánto dnérmome y sueño··idnlce Üusióni que, sonriendo, mi buena madre trae del cielo tni redención:
lf
11
11 /1 ji
11 \1,¡
ll ¡1 1)
1' 1
()
1911.
C?~-
(;
- - -·- ___.;:-'!)
NEGRAS
Olvida Ay!, corazón inhumano, ¿por qué tánto me atormentas? dime, al fin ¿qué es lo que intentas, que así me oprin,1es, tirano? ¿pretendes, verdugo :í1ero, matarme así, poco a poco? basta ya, corazón loco; no quiero morir, no quieTo. Olvida ya lo imposible y no me oprimas cruelmente;
J
que morir tan lentamente no es posible, no es posible; .. y aunque es cierto que de hastío voy muriendo, poco a poco, olvida, corazón loco, o! vida, corazón mío ....
91
)\
(~~;>:::.:-.'.-,-:::~~-:--~-::~~::-::-::-=:~:::=-:-~:::::.-;~::,-.:~-=~--==~---=:=::.:::...---1 \\
V ยก/ 11
11
t'J
~
~-:;:., '\~,
RJ.\!AS
~F.GRAS
Sonando A mi madre
CuatÍ do niño soñé que allá, en la orilla
. ele un no lejano mar, mar intranquilo, ' en la cima de un árbol buscó asilo y
albergóse una tierna tortolilla; Y observé que en el árbol ipobrecilla!,
gimiendo, triste, pof sú
a111r1r
ya ido,
-entre el cielo y el mar--su pobre nielo escondía, amorosa, la avecilla.
93
~~í~~~~-~.
:<I!~_GRAS
-D_RDrA_S
Mas, un día, yo ví- seg-uí soñandoque ag-itábase el monstruo, enfurecido y iay dolor! vi también que el pobre nido en las olas del mar i ha Jlotando .... iPobre madre! --clccíame llorando-¿cual será de tus hijos, hoy, la suerte? Ualvez, entre las ..olas y;~ la muerte, insacial~Je ·sü 'prc'sa :está:· ag-uardando .... ! En su Jiero dolor, la. tortolilla su mirada iljar la ví en el cielo, y, presto, levantar allá su vuelo :y ele nuevo volver hacia la orilla. Tranqulízasc el mar, y, complacido, ele muy lejos, contemplo que se asoma, mensajera de paz, u'na palc.ima a la madre trayendo ileso el nielo ....
t)
Y al punto desperté; .... pero llorando: junto a mí, vida mía, sollozando, estabas tú ipobre madre!, en el empefio de calmar la ansiedad que yo sentía, iay! id ver que tu fiiistc, madre mía, Ja infeliz tortolilla de mi sueño ....
94
RI;\!AS XEGRAS
La plegaria .de la .tarde A mi hermana tola·
Ocúlütse ya el Sol': presto las aves tornan,· a:Jeg-res, 'de su amor ¡tJ n'ido;. doradas nubes, con matices suave's, de rosa dejan el Azul teñido, ; · ' y;· gallardüs, ·ost~ntan eil sus ·vuelos la grandeza infinita de los cielos.
PI imo1 osos,· del Astro los fulgores se derraman por valles y colinas; en los bosques, de ocultos ruiseñores escúchanse las notas ;i.rgentillas, y del ll1ar, apacibles; se lcvant;riY · rumores como de <t ves cuando cai1 bin,
95
RnlAS NEGRAS
Como ilusiones que del alma brotan y que traidoras realidades hieren,
en los espacios azulinos flotan las blancas nubes, que fugaces mueren, con el triste morir de una soñada ventura, que se va sin dejar nada .... ,
• i
••
O~t\ltase
ya el Sol .... lento declina
~111 reguer6\í~ luz 'tra's "~í:deja;1gÓ; al ocaso desciende v se e;{~amin~,
con sus rayo a la tierra acariciando, cual la madre que a su hijo y embeleso ofrece, 'et~ desped.ida, un tierno beso.
el
Como una inmensa y luminosa hoguera lejanías-arde,
horizonte~en
brilla el. cielo, y respírase, ·'doquiera, la placidez risueña de la tarde; .mientras, ~oÍoso, el Luminar del día muere esparciendo 'amor, luz y armonía, Pow a poéo los {dtimos reflejos, al fin, del astro rey vanse extinguiendo; y contémpla.'je, allá, lejos, muy lejos, la penumbra que, al punto,· va surgiendo: imagen ele la Muerte; que, esc6i1clicla, cual la sombra a la luz, sigue a la vida.
La tristeza doquier, ... doquier la calma el pecho invaden,· suavemente oprimen: llega la hora en que suspira el alma, y llora el corazón, los vientos gimen,· como gime la tórtola en su nido, · como lloran los muertos el olvido ... '·· Se oscurece eT Azul: triste, . .sombría, la noche, lenta, con su sombra avanza; huye, ,veloz, y se despide el día, llevándose consigo una esperanza, . i ay!~,- talvez-~cle- un hogar una sonrisa, que entre gotas ele fuego se desliza .. , . El hombre; su labor suspende, y cesa el rudo batallar por la existencia; y sintiendo en su pecho la tristeza, mira aL cielo, le muestra su dolencia, y del fondo ele su alma solitaria eleva. de la tarde la plegaria. ()
Es la hora en que,· lenta, la. campana, con su nota de cielo, nos avisa· e¡ u e la Madre ele Dios, la Soberana, nos envía, amorosa, una sonrisa;· es la hora en :que el Angel; reverente,. ante una Virgen humilló su frente. ·
97
====:D RIMAS XEGRAS
Ah! entonces, escúchase un murmullo que, armonioso, doquiera, se levanta, cual de madre, dulcísimo el arrullo con que a su hijo en la cuna aduerme y can(:ti es el himno sublime con que el orbe adora el "Nombre que a Dios mismo absorbe. iüh cuán dulce es, María, para el hombre que lucha por la vida y sólo abrojos rccoje al fin de su penar sin nombre, levantar hacía tí sus tristes ojos, sabiendo, lo que olvidan los mundanos: que el tesoro del cielo está en tus manos! .. , , iY cuán grato es ioh ·Madre! icuán sublinl('! saborear de tu nombre la dulzura, cuando i ay! el corazón suspira y gime, al peso abrumador de una tortura que minando le va la dulce calma y le roba la paz, la paz del alma! .... Ocúl~ase )-a el Sol .... lento declina, un reguero de luz tras sí dejando; al ocaso desciende y se encamina la vasta imensidad azul ornando con espléndidos grupos ele arreboles, cine surgen, presto, al declinar los Soles.
~-··
i . .
RLIIAS XEGRAS
llora aquella en que, dulce, se respira de los cielos, purísimo, el aliento; hora que, al són ele su i nspiracla ·1 ira, y del rumor al són del mar, del viento, han cantado, y con músicas secretas, esos locos divinos: los poetas. Poco a poco los últimos reflejos, al fm, del astro rey van se extinguiendo, y contémplase, allá, lejos, muy lejos que, funestas, las sombras van surgiendo, como esa eterna en que la mente vaga cuando la antorcha ele la fe se ap<tga. El silencio doquier .... Melancolía sttavísima del alma se apodera: icómo, entonces, ele tí, ele tí, .Maria, lo que niégale el mundo el hombre espera .... icuántos recuerdos i ay! mi mente evoca cuando, a la tarde, el corazón te invoca!· ..... . Recuerdo que, postrado y<t en su lecho, el autor ele mis días, moribundo, estrechaba tu in1agen contra el pecho, y exhalando un suspiro, un ay profundo: «os entrego mis hijos»--- te decía~ «desde ahora son tuyos, Madre mía».
99
~~
. ·.
··======D
Y las horas contemplo en que yo, niño, iay!, a cambio del pan que me faltaba, lindas flores, lVIaría, te ofrendaba; te pedía me mires con cariño, ele mi madre que vieras el quebranto y enjug-áras, solícita, su llanto: Y te enseñaba, divinal Señora, el mío corazón adolorido, sabiendo que el que sufre, y el que llora, y el que se encuentra en el dolor sumido; van a tí por consuelos, y, ele hinojos, las miradas reclaman ele tus ojos.
''
iTiernos recuerdos ele la infancia mía! .... horas tranquilas de mi celad primera, inomás ya volveréis! .... pcroc¡uisicra que tú sepas, Señora \' Madre mía, que aunque el tiempo-veloz en su carrerame ha dejado, al pasar ioh suerte impía! ele penas y dolor un hondo abismo, no he perdido mi fe: soy siempre el mismo .... lVIe acuerdo de mis áng-eles c¡ue el vuelo itan presto! iy para siempre! .... levantaron. y sumido cn am<lrg-o desconsuelo TOO
RT:IIAS :n:GRAS
aquí isolo! imuy !solo! me c1eiaron: icnántas cosas les digo cuando suena ele tristezas la hora, de amor llena! .... Masi silencio, corazón! .... densa es tu bruma; no quieras,me ahogar; quedo suspira, porque, fiero, el dolor siento me abruma: deja, sí, que la nota ele mi lira, apacible hasta el cielo se levante y a la Virgen de gracia yo le cante ... ·: ...
IOI
RI\IAS
\IECR.\S
Acuérdate de mí A mi distinguido amigo, Sr. Dr. Dn. Rafael Suárez E. Señora: un peregrino que por la tierra pasa Sumido en un abismo profundo de tristezas, Suspende hoy su jornada itan 1lena de asperezas! Por descansar u u día-- no más.- aquí en tu casa:
(_
Y hundirse en las tranquilas., risueñas 'o'edadcs, Que llenan de armonías las aves y las brisas: Aquí donde pululan del Cielo las sonrisas Y a donde nunca lleg-an del 111/lJ" las tempestades. Y el pobre vagabundo que, eu marchas fatigosas. Cruzando va la senda ele su cansada vida, Eleva a tí su canto, de amor el alma henchida, Y ofrécete--en recuerdo---sencillas estas rosas. 103
e~-~ --~---::::-;::::::=:::::::=====-=-=-=D
\\''
RIMAS
NI(C:RA~l
Brotaron en los campos cubiertos ele verdura, .\Ilí do se respiran los hálitos del Cielo; Y :-o las he cogido, solícito--en mi anhelo De darte algnna mnestra filial ele mi ternnra.
V
En los amenos campos, ele hierba perfumosa, Crecieron, a la sombra benigna del follaje; Aquí a tus pies las pongo, .qne ri nclan vasallaje Al liriil de li!J ·¡•al/es, a la divina Rilsa. Acéptalao;, Señora; son prenda ele .cariño: . .. . ' Con ellas yo te ·ofrezco, ante tu altar rendido, De mi alma, siempre enferma, dulcísimo un latido Y el mismo amor qne, ardiente, te tnve cuando niño.
Tal vez mis horas últimas estén ya muy cerca:nas iC)uién sabe si tu imagen yo vnel.va a contemplar! .... iCómo quisiera, Madre, que frescas y lozanas Mis rosas siempre v1van, no mneran en tu altar!·
104
·~
--~-~-D
------;.::::::~~
~---·~::::=:::::::-------
~
RIMAS NEGRAS
Mas iay! llegará el día en que (tal e:; su historia) Marchitas las arrojen como un despojo frío; Que, entonces, el recuerdo del pobre obsequio mío, Te pido, no se borre jamás de tu memoria. lVIañana, cuando, solo, prosiga mi camino Y veas ya marchit.ás y secas es-t.as rosas, No olvides al que, en matchas, forzadas, fatigosas, Avanza ya hácia el punto final ele su destinolVIañana, cuando veas que arrojan estas flores, Y me halle, entonces, lejos, muy lejos ya de tí; Bendice al peregrino, m1tiga sus dolores: iAcuérdate, Señora, acuérdate de mí!
En «La Banda»,
21
ele Eebrero ele 1.914.
I05
(~ \ยก
_D
RT:IfAS XF.GRAS
Jesús llora a su muerte
.Contemplacllo! .... de pie, junto a la roca sepulcral- imponen te, conmovidodel que duerme en las sombras del olvido los recuerdos clnlcís i m os evoca: y al ver-~e.:2._ su dolor, g-rande, infinitoele su amigo mortales los despojos, llanto Yierten, purísimo, sus ojos y del pecho, angustioso exhala l111. grito: y ese grito, la brisa del desierto
lo recoje, y se aleja susurrando; ¡)( rJoqu:er.1, cr.u:iv;¡,, murmurando::
icó mo el tierno Jesús llora a su muert! ....
107
~------:::::=--==-:0
)J
RIMAS NEGRAS
(
Noche de luna
A la Srta. Lola Larrea R.
Y era un cielo ele esplendores, y era un cielo de armonĂas, dulces, suaves, como dulces, como suaves son los trinos ele las aves, los alientos de la brisa, como dulce es la sonrisa ele la virgen que- se aclont, y son suaves los destellos, puros, lĂmpidos y bellos de la aurora. 109
Rn!AS "EGRAS
Y en el claro azul inmenso de ese cielo, primoroso como un cielo de ilusiones y de mágicos ensueños,
melancólica la luna, la viajera misteriosa, que de amor inspira sueños, sueños mil, color ele rosa, la nocturna mprador<].: del espacio azul giraba, siempre triste, siempre lenta y soñadora, tras ele sí doquier dejando languidez, melancolías, ihondas! ifríasl que del alma se apoderan, s usci tánclole recuerdos, el ulcemen te embriagadores, que, entre lágrimas de amores y suspiros de pasión, en torrentes se desatan, y, al fin, hieren, y, al fin, matan ele nostalgia al corazón. Y era espléncli do ese cielo, la noche era serena, _,. las horas, dulces, plácichts, tranquilas, como son ele tí, morena, los dos cielos que se encierran en tus límpidas
y
I IO
pupila~:.
ROlAS XEGRAS
Y en el claro azul inmenso de ese cielo, primoroso como un cielo de ilusiones y de mágicos ensueños, melancólica ra luna iba lánguida, iba lenta, a la tierra acariciando con sus cláridos destellos, ' inspirando, iay!:inspirando, misteriosa, sueños mil, color de rosa, como aquellos, como aquellos que en las noches estrelladas se apoderan de las almas de un ideal enamoradas.
l I I
··-~---~-'
--D li 1\1,\S
:-< l·:r: R..IS
PLEGARIA
A la Santísima VIrgen del CarmeN Dedicada al Presbítero Sr. Dr. Dn. Eduardo Portilla.
Cuando en el lecho del dolor, postrado. A ~olas, con la Muerte esté lucha11Cio, Y me vea~, i'viaría, agonizando:
j
iAcuérclate ele mí! Cuando, ia~·! mi corazón, accngojaelo, Ve abandono en un mar se halle sumido: Para
entonce~.
!oh Madre! yo te pido i:\'o te oh·icles ele 111Í!
Cuando mi me11te a comprender no
Y entre temores ~)ue
_1' entre duelas flote: ele tus ojos el i vi nales brote i Un ra~·o para mí!
1 13
<~!canee,
RT:\lAS
~ECRAS
Cuando llegue el amargo, el duro trance De mirar que la Muerte, en torno mío, Implacable, va haciendo cruel vacío: i:\'o te olvides ele mí! Cuando, oscuros, mis ojos ya no vean Tu bella imagen que, ferviente, adoro: :'\o me olvides, con lágrimas, te imploro: i Acuérdate de mí! Cuando mis labios, trémulos, no puedan Tu dulce nombre pronunciar, lvlaría: Desde ahora, te invoco, Madre mía, i:\'o te olvides de mí! Cuando ya llegue de mi triste vida El momento angustioso icruel momento! De rendir iay dolor! mi último aliento; i Acuérdate ele mí! Y cuando al fm, al 11n de mi partida A tus puertas yo llame, Virgen pía: :'\o me niegues tu Cielo, lVIadre mía: i:'\o te olvides ele mí!
114
HL\IAS
.""'JECRt\S
Mis flores secas A mis distinguidos amigos Francisco Javier y Mariano SuĂĄrez V. Las Hores que, ele adorno, pus1era
~¡o
en mi mesa,
y que me miran tristes,
muy tristrs porquP. sal:en 11 5
RDIAS ;<;EGRAS
que sufro, tánto, tánto, y ven que, muy a solas, yo lloro mucho, mucho; las flores, mis queridas, mis lindas compañeras, las únicas a quienes confío yo mis penas y enseño mis tristezas, las que recojen, tiernas, solícitas, las gotas del llanto con que mojo los pliegos en que escribo mis versos, esos versos que pocos los comprenden' y el mundo los desdeña, porque ese J1ero mundo jamás, nunca ha sabido sufrir con los que sufren, llorar con los que lloran; las flores, mis queridas, mis dulces coni1dentes, las únicas que entienden las notas que, llorando, me dicta el corazón, porque ellas solamente me ven, enternecidas, llorar cuando yo escribo, cuando mis penas canto:
rr6
RL\fAS ~EGRAS
esas mis bellas flores, mis tiernas compañeras, están ya muy marchitas, y pálidas, y secas; ... y temen, mucho. temen que, ingrato,.haga con ellas lo que otros, al hn, suelen hacer con sus hermanas itan lindas! las mujeres; pues cuando ya sus gracias, sus mil y mil primores el hombre i cruel! las roba, se burla, impío, de ellas, y~hundidas ya en el fango~ las huella con su planta inmunda y venenosa; porque, venal, olvida que a la mujer, cautivos, ~lo mismo que a Jos ángeles--
se adora
con el alma, se rinde culto santo;
pues que ella también tiene su altar-- y cons;tgrado por Dios~ialtar grandioso! del hombre el corazón.-.
i\Ias .'·o que de mis bellas. de mis marchitas Hores espío sus recelos, comprendo sus temores, les digo que 110 tiemblen y nada de mí teman, porqtie las quiero mucho _,-, tierno, las contemplo: que--como a sus hermanas--las miro con respeto '" adoro con el alma: pues flores y mujeres suspiros son de cielo, alientos de paloma, sonrisas de la aurom, del alma inspiración: qtie si antes, cuando frescas, fragantes _,. lozanas, las quise, tánto, _,. tánto. ahora; (¡tiC han percliclo sus gracias ·' primores. su aliento perfumoso, y están descoloridas, y pálida~. y secas, las quiero más que ll"t!Ilca .1· adoro mucho más: porque ellas, prí morosas, ¡¡:)
un elía, con su 1-(tacia gentil, me recreaton, ·' fueron de mi mesa su más gracioso adorno: porque ellas son, como antes, los únicos testigos ele mis tristezas negras, ele mis melancolías hondas: porque, piadosas, guardan. en sus marchitos pétalos, las lágrimas que vierten mis ojos cuando escribo las notas que, lloranclo, · me dicta el corazón ... Y ya no tiemblan mis flores. ele mí ya nada temen, Y están, aunque marchitas, tranquilas porque saben que no he de hacer con ellas lo que otros, al Jin, suelen hacer con sus hermanas itan lindas las mujeres! Y en pago del cariño y amor con que las miro,
me el icen, en lenguaje I I
9
\r-~--::::;:-:-==-=--~"""'=~ ~~-~ ~ ---D
~
__ RL\LIS :'{JCGJL\S
---que sólo yo comprendo~ que: fieles, a mí lado, apurarán conmigo las horas tristes, lentas, que a solas, muy a solas, con mis recuerdos paso: que cuando de la vida iaY! ele mi triste vida, ya ri ncla la jornada, ~-
al són de los tañidos, del ay ele ];ts campanas, piadosos, mis amigos me lleven á enterrar;
agradecidas, ellas me seguirán llorando a mi última morada, i ay! la morada triste, la casa silenciosa, a donde pocos, pocos avanzan co11 los -muertos ... _Y donde só]o habitan, fatídicas las sombras de los sepulcros fríos, con sn cortejo fúnebre de olvidos pavorosos, de amargos desengaños ... 120
\\____
(~_-·~~-·-~-·~~~-~~--~~-D ------
~
~~~S NE_(;_~~~2__
que cuapdo ya me entierren, y todos ipara siempre!
se alejen de mi tumba, dejándome muy solo, muy solo entre los muertos, se quedarán conmigo para guardar, solícitas, mis lívidos despojos, para velar, constantes, junto a mi tumba fría, junto a mi tumba helada: que ahuyentarán-me dicen-las moscas zum bacloras. esos monstruos fatídicos que irán a estar vagando por los espacios lúgubres, por las párecles húmedas ele la sombría Ílóvecla do yazga, frío, inerte, ele nadie ya sentido, por todos olvidado: que, al fm, cuando, siniestro, el cruel sepulturero, -al son ele las macabras _,. lúgL bres canciones con qt:e ameniza, impávido, sus hórridas faenas~ I2 I
RDlAS NEGRAS
me arroje ya a la huesa, en polvo convertido; le pedirán, llorando, i ay! que tan1bién a ellas conmig-o las arroje, las hunda en esa fosa, para que confundido, iy para siempre! quede su polvo con el mío ... I\sí suelen decirme, -con su len~uaje muelo, que sólo yo comprendo-mis linda~ confidentes, m1s tiernas compañeras, en pago del cariño y amor con que las 1111ro. Por eso es que contemplo, y quiero, mucho, mucho, y adoro, tánto ~·· tánto,
á mis amigas pálidas, á mis ya secas flores ...
122
IU\fAS NEGRAS
"Bienaventurados los que lloran" ..... A mi hija Mercedes Matilde.
Oniero oírte, Señor: no me es extraña, tn voz divina: háblame, sí,
11Ó,
esa tuya verdad itan pereg-rina! esa tuya verdad e o nsolaclora que un día, en la montaña, sorprendido, escucbára ele tus labios ese pueblo i tan lleno ele resabios! el pueblo ele Israel, sin fe ni entraña: háblame, Señor, y dime ahora que dichoso y feliz: es el que llora. I
23
(~---:::::=~ .
-
--~--- = = D RTMAS NEGRAS
(¡'
Háblame yá; que tu palabra es ciencia; y yo no acierto a comprender tn divinal sentencia: quiero oírte, mi Dios; dí cómo es cierto que, en medio del dolor y del quebranto -patrimonio del hombre aquí en la tierrael llanto iamargo! el llanto ele dicha un manantial fecundo encierra Quiero oírte, otra vez; no me es extraña, nó, tu voz divina: enséñame, sí, enséñame esa tuya verdad itan peregrina! esa hermosa verdad ele la montaña: qne, annqne, amargas, las lágrimas oprimen y el corazón devoran,
no importa, nó; que del cielo, en cada gota, una esperanza, una sonrisa flota, y tú, Señor, cerca estás ele los que gimen. y muy cerca, también ele los que lloran,
124
A mi hermano Alejandro.
J11úcr/111i11i lllti / ..... claman las tumbas,
esas i ay ! desiertas tumbas ... 111iscrl!lltllt 111ci / ..... gritan los muertos,
esos séres sin amigos, esos ya olvidados muertos .. y !IIÚerl!llilli .', siempre,
111iserl111illi /
es el lúgubre clamor que se levanta ele las negras regiones del sepulcro, del sombrío recinto del olvido .... Jliiser/mi11i / .... múcr/111i11i / sa!lclll ;•os, a111iá lllt'i . ...
RL\fAS
:'\fEGRAS
N a die atiende! .... todos ríen! .... nadie escucha esos clamores! .... iay! el grito de los muertos en el mundo no tiene eco .. aqni se oyen solamente el rumor do los placeres, el gritar ele la· soberbia, y el reír ele la locura. Jliiscr/mi;li.' . .. . miu·r/milli.' salle m 7'os, amiri mci . ... i Pobres muertos! gimen, ~·su gemir es hondo, claman, y su clamar es triste,
Pero, i en vanor .... en d mundo no se escuchan los clamores del sepulcro .... en el mundo no se advierten, nó, los gritos ele la tumba .. ¿Jft:rcr /mini.'
isallt'lll z•os, ami(i 1111'1..' . ...
Xaclie atiende .... ¿Qué se hicieron, dónde están esos amigos, los amigos ele los muertos? .... oh! ilos ¡u11igos! .... ya no existen, 126
·----,---. D RL\fAS 1\' E:Gl<AS
ya no viven para ellos: no los tienen los que moran en la casa silenciosa del olvido ..... .
!liiscrllllilli.' . ... miscrlmi11i.' iOh muertos!, no griteis, pues nadie os oye .... nadie advierte vuestros gritos: .. en el mundo no se escuchan los clamores del septllcro; aquí se oyen solamente el rumor ele los placeres, el gritar ele la soberbia, y el reír ele la locura .. Pero nó; clamad, siempre, clamad: una i\.miga teneis; i divina amiga!; y ella no olvida, y ella sí escucha a sus amigos tristes, a sus ya solos y olvidados muertos. AJlá, en la augusta soledad del templo, entre nubes ele incienso, y al són, lúgubre són, ele las campanas, una plegaria, una oració11 ferviente por vosotros al cielo se levanta;
RD!J\S XEGRAS
y esa plegaría, esa oración ferviente es ele la i\miga J1el iclivina amiga vuestra! la que jamás olvida, la que sí escucha a sus amigos idos ..
Clamad, siempre, clamad .. alguien os oye: existe una Alma, un Corazón que gime y por vosotros ruega; ~· en ese corazón, sí, rep.ercuten, triste el clamor de los hermanos idos, lúgubre el a_r ele los amigos muertos. gri tacl, muertos, gri tacl: alguien os o~·e ..... . Allá, en la augusta soledad del templo, al calor ele los cirios, ·al són, lúgubre són, ele las campanas, y con trémula voz: uq1ricm cctcr!lan--vuestra Amiga clama. rtqllitm tl.'li'l'/Tilll-dona cis, .Ddminl',
concédeles, Señor, la eternidad del descanso: la quietud de vuestro reposo: oh! el descanso eterno ..... . oh! el sueño de la paz ..... . esa paz que los vivos no la encuentran, esa paz que en el mundo nunca hahita.
J)
RDfAS :-<ECRAS
/ J)icmellto/, Dómine .... acuérdate, Señor, de los que moran en las negras regiones del sepulcro ....
et lttc\'
j!erj!et11a l1tccat cis,
que luzca para ellos la hermosa luz, la claridad éterna, y que descansen en paz: requieuant ill paa ..... .
11 11 11
ji
129
5) RLII AS
NEGRAS
Canto a la Muerte iOh H.eina de las tumbas solitarias, Esqueleto miedoso del sepulcro, perseguidora eterna ele la Vida, yo te saludo, Muerte! A tu negra mansión, mansión de olvido, al sombrío recinto donde abates la soberbia del hombre y sus grandezas, vengo a cantarte ahora. Vengo huyendo del mundo en que se agitan i tántas miserias y mentints tántas! veng-o en busca de paz, la paz callada, que brindas a tus muertos. I
3I
RIMAS NEGRAS
Cierto que espantas con tu rostro lívido, verdad que aterras con tu soplo helado, y matas, fiera, con tu mueca trágica; mas yo te adoro, ·Muerte. iSalve!, negro Fantasma, que del tiempo vas contando las horas, implacable! Espectro que, en silencio y escondido, al mortal acompañas. 0aclie quiere pensar nunca en tus horas, todos: teme11~ tus negras noaliclades: tu pr:e~~;li:¡,~; :fatÍclicá, h.ués~si, al hombre inspira miedo. Hu yen lejos ele tí las ilusiones, y sé esconden de tí, ele tí se alejan
la fortuí1a; el placer, las esperanzas, los sueños ele la vida.
1
1
')
Sólo el dolor te busca, y te desean el desengaño cruel, las decepciones que sufre el corazón y, lentamente, van devorando el alma. El mundo es tu enemigo, porque sabe que descubres al hombre sus engaños, y, doquier, las ~erdades de la tumba, Ín1rlona:,' al fin, le enseñas. ·
RUlAS NEGRAS
El lujo misuable te rechaza, y la pompa del siglo te maldice,
porque ve, que, traidora, con tusombra -~u brillo, presto, apagas.
Pero tú, sobre tus ruinas tétricas, impasible, fatídica, te yergues, ostentando en tu frente descarnada los triunfos del sepulcro. No te importan del mUndo las grandezas, ni te arredra del hombre la soberbia: con tu risa, inmortal y cavernosa, de la humanidad te burlas . . Como un dios te levantas soberana; y si el Crimen, oculto, te provoca,
si; el Vicio no se acerca a tus altares, la:Virtud te bendice. ., ¡1 iOh Reina de lqs-~tumbas solitarias, Esqueleto mieqoso del sepulcro, perseguidora eterna de la Vida, yo te saludo .... i salve l Vengo hoy a tí; quiero morar contigo~ i oh Reina de las tumbas solitarias! ? quiero 'ivir en paz con mi conciencia y en busca tuya vengo.
133
RHIAS NEGRAS
Cierto que espantas:con tu rostro lívido, verdad ,que aterras con tu· soplo 'helado, y matas; fiera; con tü mueca trágica; pero te busco, 'Muerte.
llaz que pet1ctre en tú sombrío arcano, donde ·reposan· en qúietud' los mücrtos: quiero ver cómo el homb're se' r'ec!uce a polvo vil, infecto ....
'Y' quiero ver cótno la gloria hum;lna, y la pomp; d'ei sigío, ·y. las rique~as
iay! que tan <!uro al corazón le vuelven, aquí se desvanecen.
Enséñame ioh negra Muerte! tus despojos, . ese montÓ!) .de huesos carcomidos, risible monumento que en las sombras a la humániclacl levantas. '
cJ Déjame contemplar en esa podre, do se halla escrita del mortal la historia y que aglomeras. en tu fosa inmunda, imi pequeñez, mi nada!
134
l<IMAS NEGRAS
Vengo huyendo del mundo en que se agitan itántas miserias y mentiras tántasl: vengo hoy a tí; quiero morar contigo; quierei ser tuyo, Muerte. No me inspira recelo tu presencia, no me espanta tu lúgubre·morada: ven. imprime en mi faz tu beso helado y tus caricias gélidas. Sonríeme con tu gesto de agonía, estréchame en tus brazos descarnados, escóncleme en tu seno, y de tus muertos clame la pa.z .ioh Muerte!
cJ
1
35
1
'1
1 N DICE
PAGINAS.
I.)rosa ..... ................................ .
A tni n1aclre. . .......................... . i\'( u r iénclose .................. , ..... .. .En el cementerio ......................... . iSolo! ................................... . Besos ele n1t1erté.t .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ¿Por qué lloras? ....................... . Mensaje ................................. . A los pies de mi Virgen ................... . Cielo de brumas ................... . Gemido ................................. . En la postal ele mi hermana Arnelia ....... . Mi golondrina ............................ . Secreto del alma ......................... . U na noche en «San El o y» ................. . Amor y Muerte ................ . Hastío ................................... . Lloremos por los muertos ... . Reflexiones .............. . HonL negra .............. . Noches oscuras ....................... . La vida es breve. . . . . . . ......... . La canción de los muertos ................. . No llores ....................... . Desaliento ............................... . Lan1entos de una esclava .. Olvida ................................... . SoBando....... . ................ . La plegaria de la tarde ................... . Acuérdate de mí ........................... . Je~ús 11ora a su muerto ......... : ....... . Noche de luna ..................... . Plegaria a la Stma. Virgen del Carmen ..... . Mi's flores secas.. . ........................ . «Bien~v~nturaclos los que lloran» ........ . M1sercmm¡ ......................... . Canto a la Muerte ......................... .
VII
9
13 1l)
23 25
27 33 3l) 41
43
47 4<J 53 55 59 bJ 67'
71 75 77 79
ss
87 91
93 95 I03 107 IOl) II3 IIS
123 !25
131