Revista Vida Nueva - Cono Sur - N° 24

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a fondo

Tres claves para leer la Evangelii gaudium

Saqueos: grave retroceso moral

Año 2. Número 24. Diciembre 2013 / Enero 2014 • Chile: $ 2.500 / Argentina: $ 25

el nacimiento de cristo fue de esta manera Por José Antonio Pagola

andrea riccardi. Fundador de la Comunidad de San Egidio

“Nuestra vocación está en los suburbios”



▶sumario

Edición para el Cono Sur

AÑO 2. NÚMERO 24. Diciembre 2013 / Enero 2014

Los saqueos: un grave retroceso moral Fue una tromba que arrasó con la propiedad ajena. La moral que se impartía en las familias parece haberse quebrado. Una reflexión sobre los saqueos, merece detenerse en otra forma de saqueo, la corrupción que todavía está amparada por hombres de la justicia. Pág. 36

Gerente Global: Juan Rubio. Director: José Ignacio López. Redacción: Pedro Siwak. Colaboradores: Pablo de Vita, Jorge Lomuto. Diagramación: C.M. Fotografías: AFV. CNS. Archivo SM. Sofía Vanni. Víctor Bugge. Norberto Yaverovski. Documentación: Miguel Á. Malavia. Secretaría: Anabel Comas. Corresponsales: ESPAÑA: M.N. León. J.R. Navarro. V.L. García. J. Llisterri. J.R. Amor. E. Llamas. R. Ruano. J.R. Barbero. B. Caballero. M.Á.M. Nuño. E. Abad. F. J. Martín. ­VATICANO: Antonio Pelayo. PORTUGAL: António Marujo. BOLIVIA: Ronald Grebe. BRASIL: Graziela Cruz. MÉXICO: Pablo Romo. MIAMI: Araceli ­Cantero. PERÚ: Instituto Bartolomé de las Casas. VENEZUELA: Andrés Cañizález. Consejo Editorial: Luis Fernando Crespo, Juan María Laboa, Francisco Muro, Jacinto Núñez, Juan ­Rubio, Diego Tolsada, Luis Fernando ­Vílchez, Lorenzo Amigo y Miguel Ángel Hernández Robledo. Secretario: Ignacio Virgillito. Director General PPC Global: Aurelio Matos. Director General PPC Cono Sur: Andrés C. Telesca. Publicación de aparición quincenal. ISSN: 2313–9870. Edita: PPC Argentina S.A. Dirección: Av. Callao 410 piso 2. C1022AAR. CABA. Argentina. Tel.:+54 11 4000.0400. Suscripciones y publicidad: Chile: Roberto Urbina +56 2 2490.4987 roberto.urbina@ppc–editorial.cl Argentina, Uruguay y Paraguay: Anabel Comas +54 11 4000.0400 vidanueva@ppc–editorial.com.ar Precio: núm. suelto/anual (23 núm.) Chile: $ 2.500 / $ 48.000 Argentina: $ 25 / $ 540 Uruguay: $ 88 / $ 1.900 Paraguay: Gs 18.000 / Gs 388.000

5Editorial 8 A fondo La alegría de evangelizar

14 Iglesia en el Cono Sur

Doce mil nuevos discípulos misioneros

21 PLIEGO

El nacimiento de Cristo fue de esta manera

30 Iglesia en el mundo

La protección de la infancia sigue siendo una prioridad

38 Entrevista

Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de San Egidio

44 Cine 45 Libros 46 La última

Recuerdos de un capellán en Olivos Carlos María Franzini se desempeñó como capellán en la quinta presidencial durante el gobierno de Alfonsín. A 30 años del retorno de la democracia, el actual arzobispo de Mendoza recuerda las vivencias compartidas con don Raúl durante su gestión. Pág, 36

La adoración literaria de los reyes magos Numerosos escritores abordaron el mito de los Magos de Oriente a través del cuento, la novela o la crónica. Entre ellos Mujica Láinez y García Márquez. Pág. 42

6 rubén frassia 6 juan rubio 19 jorge oesterheld 27 Pablo Berbegall 34 juan rubio 35 carmen márquez beunza

Culturas juveniles, por Gianfranco Ravasi 3


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▶Editorial

La pueblada de los saqueos

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atorce de las 23 provincias argen- gó centelleante por otras trece provincias, tinas sufrieron saqueos en las a las que bastante tiempo después llegaron últimas semanas, producto del uniformados que impusieron el orden. autoacuartelamiento decidido Como es habitual en estas circunstancias, por la policía para reclamar un aumento el gobierno central apeló a la Iglesia para de sueldo. El hecho constituyó un des- que intermediara entre las partes y buscara madre que convirtió a los una salida decorosa a los comercios, especialmente Un hecho sin fuertes reclamos salariales supermercados, en tierra de de los custodios del orden. nadie, en donde imperó la precedentes Prontamente los obispos ley del más fuerte, mientras que significa un buscaron el acercamiento y los dueños y empleados el diálogo, y después de los se armaban de palos para nuevo retroceso desmanes se logró restablecontener el desborde de para nuestra cer el orden. Intervinieron sectores que no buscaban en las negociaciones el adueñarse de provisiones y democracia, presidente del episcopado alimentos, sino de aparatos ganada hace y arzobispo de Santa Fe, electrónicos, especialmente José María Arancedo; los LCD. Pero la mayor grave- 30 años arzobispos de Rosario, José dad se dio cuando no solo Luis Mollaghan; Tucumán, quebraron la propiedad de los comercios, Alfredo Zecca, y de Resistencia, Ramón sino también la de las viviendas particula- Alfredo Dus, donde se produjeron los mares. No existió ningún tipo de reparo para yores incidentes. apropiarse de los bienes de otros, lo cual Un hecho sin precedentes que significa denota un notorio retroceso en una cultura un nuevo retroceso para nuestra democraque se forjó en nuestro país con un respeto cia, ganada hace 30 años y de la que que ancestral por la propiedad ajena. el oficialismo celebró el 10 de diciembre Esta situación no encontró en el gobierno un nuevo aniversario, a pesar de haberse una respuesta adecuada y, por esa razón, constatado más de diez muertos. Como desde Córdoba –donde se inició–, se propa- parte de los festejos, se pudo ver a una

Un capellán en Olivos

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l cumplirse 30 años de vida democrática, el arzobispo de Mendoza, Carlos María Franzini, rememora su paso como capellán por la Quinta de Olivos, donde cada domingo celebraba misa para el presidente Raúl Alfonsín, su familia, personal de la quinta y ocasionales visitantes. El actual prelado, que en ese entonces era un joven sacerdote, recuerda que Alfonsín sabía reconocer y apreciar el lugar y el servicio que la Iglesia podía prestar a la sociedad. Y en esto tenía la convicción de la influencia testimonial que ejerció sobre él su madre, una ferviente militante católica, y de varios familiares cercanos, entre ellos el actual presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo, su primo hermano.

presidente muy divertida golpeando una cacerola. Entre los músicos que la acompañaron estuvo León Gieco, autor de “Solo le pido a Dios”, tema en el que clama que el dolor y la muerte no le sean indiferentes. Pero quedaron a flor de piel las heridas perpetradas por este accionar, porque hubo hechos que mostraron consternación. Algunos dueños de comercios reconocieron a vecinos que eran sus clientes y se apropiaron de sus bienes. Y una maestra pudo ver por televisión que dos de sus alumnos abanderados participaron de esos atropellos. El arzobispo de Gualeguaychú, Jorge Lozano, intentó, a través de un artículo publicado en La Nación, aclarar las ideas en un panorama donde la celeridad de los hechos no permitió vislumbrar que los robos de la pueblada se dieron en un contexto determinado. “Es cuestionable la acción de robar, saquear y destruir –señaló–. Pero también es cuestionable, y tal vez con más fuerza, el vandalismo de los ricos y el saqueo de los corruptos”. Sus palabras resonaron con más fuerza en estos días, cuando hay gente que incrementó de manera geométrica sus bienes y hoy reclaman que la prensa no los investigue. En junio, el papa Francisco afirmó que la corrupción es el anticristo.

Tres claves de la alegría

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l teólogo Carlos María Galli realiza un análisis de la exhortación apostólica Evangelii gaudium y señala tres claves de lectura: la alegría de compartir el acontecimiento del Evangelio; la Iglesia centrada en la misión en la huella de la Evangelii nuntiandi; la influencia de Aparecida y de la Iglesia latinoamericana. Hay aportes del papa Francisco que merecen señalarse por su significado. En este documento Bergoglio nombra la palabra alegría en 59 oportunidades. Gallí habla de “el hombre serio de Buenos Aires pero su rostro sonriente refleja la sonrisa de Dios que surge del corazón lleno de paz”. Y que se apropia de la notable frase de Pablo VI: la dulce y confortadora alegría de evangelizar (EN 80). Francisco dibuja la figura de una Iglesia misio-céntrica, en la senda de la Evangelii nuntiandi, que centró al Pueblo de Dios en la misión: “la Iglesia existe para evangelizar” (EN 14). 5


▶CON LA MIRADA PUESTA Rubén O. Frassia. Obispo de Avellaneda-Lanús

Un niño nos ha sido dado

“A

María le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada”(cf. Lc. 2,6ss). Este Niño es el Hijo de Dios. Su promesa, su Palabra se ha cumplido. El que estaba oculto desde siglos, se ha hecho presente, visible, en el seno virginal de María. Es conveniente entender que las cosas de Dios son para los hombres, y estas mismas cosas son para siempre. Por esta razón la Iglesia vuelve a repetir, haciéndolo nuevamente, el misterio de inicio más extraordinario que la humanidad haya podido recibir. Dios que se hace hombre, para que el hombre pueda llegar a Dios. Ha venido la gracia a nosotros que nos hace

partícipes de la naturaleza divina (2 Pe. 1,4). Este regalo que Dios nos hace compromete definitivamente el destino de la humanidad. La luz se hace presente y nos ilumina. Debemos darle cabida de nuevo, en nuestra mente, en nuestra vida y en nuestro corazón. Es la Palabra que debe ser creída

egoísmo. No nos privemos de vivir el misterio de su misericordia: un Niño se nos ha dado, el Emanuel. Asumamos cómo los pastores, el ver a Jesús, el adorar a Jesús y el anunciar a Jesús. La visión nos lleva a la imitación. La adoración nos conduce

El más grande acontecimiento de la historia se ha realizado. Es la sublime revelación del amor infinito pero también debe ser encarnada, vivida. Sería una tragedia que tomáramos posturas de indiferencia, de superficialidad y permanecer en medio del desierto de este mundo, donde prevalece la mentira, la ignorancia, el individualismo y el

a la gracia frecuente del vivir con gozo cada día. El anunciar significa tener el gozo del Evangelio, como dice el papa Francisco, de darlo a conocer a todos, a los lejanos, a los de enfrente y a los que comparten con nosotros la vida.

Él viene para quedarse con nosotros, hasta el fin del mundo (Mt. 28,16). Hoy nuestra vida se ve renovada en la esperanza y en el amor y nuestro compromiso, que pasa por la decisión y por la voluntad, se ven fortalecidos con su presencia. Vivamos conscientes de que la esperanza nos compromete cada vez más en el presente. Sabiendo que lo que pensamos lo debemos vivir, sino, sería esto inevitable, acabaríamos pensando como vivimos. Que podamos entender que festejar la Navidad, significa compartir su amor con nuestros hermanos. Que nadie quede solo esta Noche, que nadie se sienta abandonado este día. Feliz Nochebuena. Feliz Navidad para cada uno de ustedes, para sus familias y para las Comunidades y el mundo entero.

Juan rubio. Gerente Global Vida Nueva

¿Restaurar el fresco de la liturgia?

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incuenta años cumplía el pasado día 4 una de las constituciones básicas del Vaticano II, la Sacrosantum Concilium. Llegaban remansadas las aguas del movimiento litúrgico que había arrancado ya mucho antes en monasterios y abadías europeas. La reforma litúrgica previa al Concilio encontró en este un cauce adecuado. El joven teólogo Ratzinger escribió entonces a favor de nuevas propuestas litúrgicas. Su Introducción al espíritu de la liturgia (1999) era un homenaje a la obra de Romano Guardini, El espíritu de la liturgia (1918): “Esta obra puede ser considerada como el inicio del movimiento litúrgico. Contribuyó de manera decisiva a hacer que la liturgia, con su belleza, su riqueza oculta y su

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grandeza que trasciende al tiempo, fuese redescubierta como centro vital de la Iglesia y de la vida cristiana”, decía el entonces cardenal. Ya siendo Benedicto XVI, la liturgia marcó una de las claves de su pontificado. El Vaticano II, al devolver a la liturgia muchos elementos perdidos, restauró un fresco que “nos dejó fascinados por la belleza de sus colores y de sus figuras”. Cincuenta años después, el entonces joven entusiasta se volvió cauto: “El fresco ha vuelto a ser puesto en peligro y corre el riesgo de arruinarse si no se toman las medidas adecuadas”. Ahora es momento de volver a revisar aquel documento base. La liturgia sigue siendo, hoy, una asignatura por aprender. Cambian

los conceptos de tiempo y espacio; una nueva antropología se viene abriendo paso. La comprensión de la liturgia y su lugar en los nuevos tiempos es aún un reto para los pastores, que se encuentran cada día con las dificultades para hacer que las comunidades ofrezcan una liturgia viva y llena de sentido. Los más jóvenes piden un lenguaje nuevo, justo cuando los lenguajes cambian de forma asombrosa. Y, mientras tanto, sigue haciendo falta que la evangelización cale hondo en el corazón. Que la liturgia sea el centro es primordial para quienes lo entienden, pero la cuestión es cómo acercarla a un tipo de creyente distinto al de hace cincuenta años. La pregunta es si el fresco debería ser restaurado de nuevo.



EV

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La alegría de

VANGElizar Las tres claves del documento papal señalan: la dulce alegría de evangelizar, la función misio-céntrica y la influencia de Aparecida y de la Iglesia latinoamericana carlos maría galli

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l final del Año de la Fe Francisco publicó su exhortación apostólica Evangelii gaudium (EG) sobre el anuncio del Evangelio. “La alegría del Evangelio” es un documento original en su contenido y su forma. Tiene una introducción y cinco capítulos distribuidos en 288 numerales con 217 notas. Está publicado por la Conferencia Episcopal Argentina. Francisco es un pastor y un pastoralista. Enseñó teología pastoral y comentó la exhortación Evangelii nuntiandi de

Pablo VI en la Facultad de Teología del Colegio Máximo de San Miguel. Aquí responde al pedido de hacer un documento solicitado por los obispos que participaron del Sínodo sobre la nueva evangelización en 2012. Declara que se limita a unas pocas cuestiones (EG 17) pero que se extiende en ellas porque desea “perfilar un determinado estilo evangelizador que invito a asumir en cualquier actividad que se realice” (EG 18). La exhortación explicita su “sentido programático” (EG 25).

El Papa exhorta a renovar la alegría del Evangelio. “En esta Exhortación quiero dirigirme a los fieles cristianos para invitarlos a una nueva etapa evangelizadora marcada por esa alegría e indicar caminos para la marcha de la Iglesia en los próximos años” (EG 1). El documento aborda varias materias. Hay comentarios limitados a las cuestiones económicas y sociales. En esta introducción ofrezco tres claves de lectura: la alegría de compartir el acontecimiento del Evangelio; la

Iglesia centrada en la misión, en la huella de la Evangelii nuntiandi; la influencia de Aparecida y de la Iglesia latinoamericana.

Dulce alegría

El título orienta la mirada a la alegría que provoca el Evangelio. No pone el acento en el Evangelio de la alegría, en la Buena Nueva de la alegría mesiánica. Con este supuesto, se resalta la alegría de recibir y trasmitir la feliz noticia, que es Jesucristo (Mc 1,1). Una lectura rápida del la exhortación ▶▶ 9


▶▶ registra que la palabra alegría

aparece 59 veces. En la encíclica “Luz de la fe” (Lumen fidei, LF), Francisco muestra la alegría de compartir la belleza de la fe que ilumina el camino de la vida, aún en la noche (LF 57). Además de decir y escribir palabras, se comunica con gestos. Es el hombre serio de Buenos Aires pero su rostro sonriente refleja la sonrisa de Dios que surge del corazón lleno de paz. Francisco siente admiración por Pablo VI y sus grandes documentos, en especial por dos promulgados en el Año Santo de 1975: “Alégrense en el Señor” (Gaudete in Domino, GD) y “El anuncio del Evangelio” (Evangelii nuntiandi, EN). Su primera exhortación reúne palabras de ambos títulos. Al final de su testamento pastoral, Pablo VI exhortaba al fervor y al gozo de la esperanza. Desde los años setenta Jorge Mario Bergoglio ha meditado y escrito sobre la alegría evangelizadora del número 80 de la Evangelii nuntiandi. “Conservemos la dulce y confortadora alegría de evangelizar, incluso cuando hay que sembrar entre lágrimas. Sea ésta la mayor alegría de nuestras vidas entregadas… que el mundo pueda recibir la Buena Nueva no a través de evangelizadores tristes y desalentados, impacientes o ansiosos, sino a través de ministros del Evangelio, cuya vida irradia el fervor de quienes han recibido en sí mismos la alegría de Cristo y aceptan consagrar su vida a la tarea de anunciar el reino de Dios e implantar la Iglesia en el mundo” (EN 80). Puedo dar testimonio de que el cardenal Bergoglio, 10

Exhortación a la paz de Pablo VI en las Naciones Unidas

El Concilio Vaticano II en marcha

presidente de la Comisión de Redacción del Documento de Aparecida (A), tuvo la iniciativa de citar ese texto de Pablo VI en el último número de su Conclusión (A 552). Otros textos de Aparecida, con la impronta de Bergoglio, expresan esta alegría. Los discípulos misioneros tienen la vocación de comunicar el don del encuentro con Cristo por “desborde de gratitud y alegría” (A 14). La misión nace del desborde de gracia y gratitud de un corazón amado por Cristo. El gozo de evangelizar aparece en el primer capítulo de Aparecida. “La alegría del discípulo no es un sentimiento de bienestar egoísta sino una certeza que brota de la fe, que serena el corazón y capacita para anunciar la buena noticia del amor de Dios” (A 29). En este punto Francisco se asemeja a Benedicto XVI, quien presentaba el Evangelio como un feliz sí de Dios al hombre. Él fomentó una forma vital de ser cristianos que alegra desde el corazón y es el mejor antídoto contra el cansancio de creer, esperar y amar. Bergoglio expresó esta mística de la alegría en su intervención oral en una congregación cardenalicia previa al Cónclave. El texto, conocido el 27 de marzo, consigna tres veces la notable frase de Pablo VI: la dulce y confortadora alegría de evangelizar (EN 80). El primer apartado del nuevo documento, titulada “La alegría que se renueva y se comunica” (EG 2-8), sale al paso a la tristeza individualista que nos afecta. El Evangelio, donde deslumbra gloriosa la Cruz de Cristo, invita a la alegría. La primera nota (EG 3) está tomada de la exhortación de


La misión nace del desborde de gracia y gratitud de un corazón amado por Cristo Pablo VI sobre la alegría (GD 22), escrita en 1975. El segundo apartado “La dulce y confortadora alegría de evangelizar” (EG 14-18), recuerda ese texto del Papa Montini y afirma que “un evangelizador no debería tener permanentemente cara de funeral” (EG 10). Con Aparecida, la evangelización es comprendida según la lógica de la donación de la vida, el bien y el amor, que tienden a comunicarse a los otros (A 360). En esa clave se releen expresiones de san Pablo: “El amor de Cristo nos apremia” (2 Co 5,14) y “¡Ay de mí si no anunciara el Evangelio!” (1 Co 9,16). Francisco propone una espiritualidad evangelizadora (EG 78-80, 259-283) frente a las tentaciones de los agentes pastorales (EG 79-106). Quiere ayudar a superar la acedia individualista y el pesimismo estéril mediante el cultivo del don de “la alegría evangelizadora” (EG 83), aquella “que nada ni nadie nos podrá quitar (cf. Jn 16,22)” (EG 84).

Centrada en la misión

“La alegría del Evangelio que llena la vida de la comunidad de los discípulos es una alegría misionera… es un signo de que el Evangelio ha sido anunciado y está dando fruto. Pero siempre tiene la dinámica del éxodo y del don, del salir de sí, del caminar y sembrar siempre de nuevo, siempre más allá…” (EG 21). Francisco dibuja la figura de una Iglesia misio-céntrica, en la senda de la Evangelii nuntiandi, que centró al Pueblo de Dios en la misión: “la Iglesia existe para evangelizar” (EN 14). El primer capítulo expone la transformación misionera de la Iglesia. “Una Iglesia en

El clericalismo es el ejercicio de la autoridad apostólica no como un servicio al Pueblo de Dios sino como un poder que se sirve del Pueblo salida” (EG 20-24) vive centrada en Cristo y en el hombre, en éxodo para anunciar el Evangelio. El discípulo-misionero es un des-centrado porque su centro es Jesucristo, que lo convoca y envía a las periferias existenciales. Es alguien en tensión hacia la misión. En cambio, cuando la Iglesia es autorreferencial, cree que tiene luz propia y deja de ser como el misterio de la luna. La luz de la Iglesia viene del Sol, que es Cristo. Francisco invita a superar la tentación de una Iglesia en sí, por sí y para sí, el peligro de la mundanidad espiritual (EG 93-97). Una variante del

eclesiocentrismo es el clericalismo, la pretensión de “dominar el espacio de la Iglesia” (EG 95), el ejercicio de la autoridad apostólica no como un servicio al Pueblo de Dios sino como un poder que se sirve del pueblo. El primer capítulo emplea otra frase ingeniosa: la “pastoral en conversión” (EG 2533). De este modo reexpresa las propuestas latinoamericanas de Aparecida sobre conversión pastoral y renovación misionera (A 365-372). El “estado permanente de misión” (EG 25) exige reformar las estructuras “para que se vuelvan más misioneras” (GE 27). La Iglesia es vista como “una madre de corazón abierto” (EG 46-49). Al Papa le gusta mucho la imagen de la Iglesia como Madre que sale al encuentro. El Pueblo de Dios, sujeto de la misión (EG 112126), es una madre que abre las puertas de su casa no sólo para que en ella entren más hijos sino que para que ellos salgan al encuentro de todos. La vida pastoral es la expresión de la maternidad de la Iglesia que se vuelve hospital

El Pueblo de Dios es una Madre que abre las puertas de su casa no sólo para que en ella entren más hijos sino para que ellos salgan al encuentro de todos de campaña para recoger, aliviar y cuidar a los heridos en la vida y la fe. Francisco repite su preferencia por una Iglesia itinerante y accidentada, no encerrada y enferma (EG 49). El documento nombra cinco veces a Pablo VI y tiene veintinueve citas suyas. Catorce son de Evangelii nuntiandi; dos de Ecclesiam suam (1964); cuatro de Populorun progressio (1967); dos de Octogesima adveniens (1971); dos de Gaudete in Domino (1975). No es posible comparar las estructuras de ambas exhortaciones. Pablo VI dio un documento pastoral muy articulado teológicamente. Presenta la ▶▶ 11


▶▶ evangelización como una ac-

ción comunicativa por la que la Iglesia, siguiendo a Cristo, transmite, por medio de actitudes subjetivas y formas objetivas, la Buena Noticia del Reino de Dios a las personas y a los pueblos. Esta estructura dinámica articula la interacción (cap. II) de los agentes (I, VI) y destinatarios (V) por medio de contenidos (III), actitudes (VII) y medios (IV). Francisco no sigue literalmente esa articulación pero la presupone, amplía y actualiza. Señalo tres ejemplos: a) el capítulo I supone la enseñanza sobre la Iglesia evangelizada y evangelizadora llamada a la conversión y la renovación (EN 15 en EG 24); b) el capítulo IV desarrolla la dimensión social de la evangelización apenas esbozada en el documento de Pablo VI (EN 29-39); c) el capítulo V contempla a los evangelizadores con Espíritu en línea con el capítulo VII escrito en 1975: el espíritu de la evangelización (EN 74-80). Los dos papas señalan la novedad absoluta de Jesucristo que renueva la humanidad (EN 18, 23; EG 11-13). El Señor dice: “Yo hago nuevas todas las cosas” (Ap 21,5). Él es el “Evangelio eterno” (Ap 14,6), “el mismo ayer y hoy y para siempre” (Hb 13,8). Con esta eclesiología conciliar y misionera, animada por una espiritualidad centrada en la alegría de Cristo, Francisco procura reformar la Iglesia soñada por el Concilio Vaticano II. En la entrevista que dio a la revista La Civiltá Cattolica, dijo que el Concilio ha sido una relectura del Evangelio a la luz de la cultura contemporánea y que su dinámica es absolutamente irreversible. 12

Aquí agrega que “el Concilio Vaticano II presentó la conversión eclesial como la apertura a una permanente reforma de sí por fidelidad a Jesucristo” (EG 26). Con tono conciliar confiesa: “Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo… La reforma de estructuras que exige la conversión pastoral sólo puede entenderse en este sentido: procurar que todas ellas se vuelvan más misioneras” (EG 27). La exhortación cita unas treinta veces las Proposiciones finales del Sínodo de 2012 y tiene varias referencias a documentos de sínodos continentales y episcopados nacionales.

Desde Aparecida

Hay un nexo íntimo entre Francisco y Aparecida. Lo que acabo de mostrar en el estudio “El Viento del Sur de Aparecida a Río de Janeiro. El proyecto misionero latinoamericano en la teología y en el estilo pastoral de Francisco”, publicado en una obra colectiva titulada De la misión continental –Aparecida 2007–, a la misión universal –JMJ, Río 2013– (Buenos Aires, Docencia, 2013, 61119). Evangelii gaudium menciona Aparecida cuando habla de la espiritualidad popular (GE 124). Lo cita en veinte ocasiones, y dos veces cita el Documento de Puebla. El primer Papa sureño y americano, con su tonada argentina y porteña, representa el corazón, el rostro y el camino de la Iglesia latinoamericana. Del 22 al 28 de julio de 2013 Francisco realizó su primera peregrinación misionera al Brasil, el país más grande de América latina y con mayor población católica del mundo.

Santuario mariano de Aparecida Francisco besa la imagen de Nuestra Señora de la Concepción Aparecida en su visita al Santuario el día previo al comienzo de la JMJ2013


Francisco invita a superar la tentación de una Iglesia en sí, por sí y para sí, el peligro de la mundanidad espiritual

El Sínodo de 2012

El 24 de julio peregrinó al santuario de Nuestra Señora de la Concepción Aparecida para visitar a la Madre de Dios. Se habla de varios partos del obispo de Roma. Para algunos el parto del Papa de los humildes fue hace seis años en Aparecida, cuna de la esperanza. En Río de Janeiro Francisco celebró la XXVIIII Jornada Mundial de la Juventud. La globalización de las imágenes favoreció una comunión de sentimientos y oraciones. En Río y Aparecida, el primer Papa del Nuevo Mundo simbolizó la nueva hora de la Iglesia. En las Jornadas de Río dejó un valioso magisterio pastoral, impreso en la obra La revolución de la ternura. Homilías, discursos, alocuciones, entrevistas y oraciones, que tiene los textos pronunciados a la Juventud en Río (Buenos Aires, PPC Cono Sur, 2013). Francisco llegó a Roma desde el fin del mundo, impulsado por el viento del Sur del Sur. El Espíritu de Dios “sopla donde quiere” (Jn 3,8) y sopló como “una fuerte ráfaga de viento (Hch 2,2) en su elección. Con él, el estilo pastoral latinoamericano toma un nuevo impulso y una dimensión

Juan XXIII

La revolución de la ternura Entre los temas constantes de Francisco, la exhortación Evangelii gaudium destaca la cercanía amorosa de Dios en la Encarnación de su Hijo, que inició “la revolución de la ternura” (EG 88) en la historia. En las navidades porteñas, Bergoglio anunciaba, con la imagen del Niño, que Dios es ternura. Con Juan XXIII, representa la Iglesia del Amor, que muestra la sencilla humanidad de nuestro Dios. Nadie tiene tanta ternura como Dios. María es la Aurora matinal del Evangelio y la Estrella de la nueva evangelización en la noche. El gran teólogo argentino Lucio Gera decía que María es la aurora que anuncia la llegada de la Luz de Cristo. Esta mención conduce a otra clave del pensamiento de Francisco, señalada por Juan Carlos Scannone en su ensayo “Aportaciones de la teología argentina del pueblo a la teología latinoamericana” (publicado en Vida Nueva números 21 y 22, 2013, páginas 21-28) Me refiero al influjo de la teología pastoral, histórica y social gestada en la Iglesia argentina. Pero ésta ya es otra cuestión. C.M.G.

mundial. El Bergoglio de Aparecida es el Papa de Roma. Francisco es el mismo, aunque distinto. Hay una continuidad creativa entre el mensaje de Aparecida y el código Francisco. El Papa es un cristiano latinoamericano que refleja su corazón en Aparecida. Regala su Documento y comenta su síntesis eclesial y social. La Evangelii gaudium asume líneas de Aparecida con una función pastoral estratégica. Entre ellas, destaca la alegría de creer y evangelizar; el Pueblo de Dios como comunidad de discípulos misioneros; la responsabilidad de todo bautizado en transmitir el Evangelio; las actitudes de una espiritualidad evangelizadora; la centralidad de la Palabra de Dios y de una catequesis kerigmática; la piedad popular como una fuerza activamente evangelizadora; un movimiento permanente de misión; el encuentro con todas las periferias humanas; la conversión de las estructuras eclesiales; las dimensiones sociales del Reino de Dios; el lugar de los pobres en Cristo y en la Iglesia; la denuncia de la cultura y los sistemas de exclusión; los desafíos de la inculturación de la fe y la pastoral urbana. La exhortación emplea mucho el sustantivo ‘atracción’ y el verbo ‘atraer’. “La Iglesia no crece por proselitismo sino por atracción” (EG 14). La misión es una obra de la atracción de Dios en Cristo por el Espíritu, María y la Iglesia; ella no es cruzada, ni conquista, ni marketing, ni proselitismo. Aquella surge del amor primero de Dios y de la iniciativa testimonial de la Iglesia (EG 24). El camino misionero de Dios es la atracción del amor. 13


▶IGLESIA EN el cono sur

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ada vez que estallan conflictos sociales, la Iglesia es convocada para cumplir un papel apaciguador. Este hecho se repitió en los últimos días en varias provincias ante la ola de saqueos que se precipitaron tras los autoacuartelamientos policiales en demanda de mejoras salariales. Gestiones de buenos oficios con policías en rebeldía y funcionarios, y llamados al diálogo y a la cordura, se cuentan entre las acciones que fueron desplegando en los últimos días las autoridades eclesiásticas. El presidente del Episcopado, José María Arancedo llamó a la responsabilidad de los policías, al señalar que “el largo conflicto policial creó situaciones de orfandad ciudadana que no se compadecen con el espíritu y el profesionalismo tradicional de la fuerza de seguridad; necesitamos su presencia y la valoramos”. Y lamentó que “ante esta situación se ocasionaron hechos de desborde social, incluidos delitos contra la vida y los bienes de muchos ciudadanos”. Solicitó una solución “en el marco de la república y las instituciones” y pidió “no negar los problemas, sino asumirlos y encaminarlos mediante el diálogo sincero y constructivo, que es expresión de pertenencia y amistad social”. En Córdoba, Tucumán y Chaco ocurrieron los estallidos más violentos del delito. En la ciudad mediterránea se saquearon 2000 casas particulares. En Tucumán sucedió lo mismo, aunque no hay una cifra precisa. El jueves 12 la presidente convocó a la mesa ejecutiva del Episcopado para evaluar la situación. Participaron del encuentro José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe y presidente del Episcopado argentino, el vicepresidente 1° Virginio Bressanelli, obispo de Neuquén; vicepresidente 2°, Mario Antonio Cargnello, arzobispo de Salta y el secretario general, Enrique Eguía Seguí, obispo auxiliar de Buenos Aires. Al finalizar Arancedo expresó: “Las fuerzas de seguridad tienen que tener una cadena de mandos. A la policía la necesitamos cumpliendo su tarea. Esto que hemos vivido no tiene que volver a 14

Otro diciembre trágico: al igual que en 2001 y 2012, se repitieron los sucesos

Los saqueos: un grave retroceso moral Arancedo: “Las fuerzas de seguridad tienen que tener una cadena de mandos” pasar. Si hay dificultades, hay que encontrarse a dialogar”. Los desmanes se iniciaron el 4 de diciembre en Córdoba y la gravedad de los hechos se manifestaron en el ataque a los comercios pero también a viviendas particulares. Esposas de los policías participaron de los reclamos iniciales para que se mejoraran los salarios de los policías. Las improvisadas dirigentes, sin mayor experiencia en este tipo de acciones, mostraron voluntad de diálogo y se apoyaron en la solvencia jurídica y política del abogado Miguel Ortiz Pellegrini, un ex legislador nacional por el radicalismo. A su vez, el rabino Marcelo Polakoff y el obispo auxiliar de Córdoba, Pedro Torres, ambos integrantes del Comité Interreligioso por la Paz (Comipaz), influyeron sobre el gobernador, quien destacó el papel que desempeñaron en el diálogo que permitió alcanzar el entendimiento. Quizá faltaron reflejos en un gobierno que lleva diez años en el poder y en el que se evidencian signos de desgaste y

una presidente convaleciente. Porque la ausencia de decisiones fundamentales, como el envío de efectivos armados para conjurar la rebelión en Córdoba, hubiera evitado que este primer brote de violencia se repitiera en otros lugares del país, tal como lo consignaron distintos obispos. Por su parte, la senadora cordobesa Norma Morandini expresó: “Si son de nuevo los uniformados los que garantizan el orden, entonces ha fracasado la política”.

En el Chaco y Santiago del Estero

El arzobispo de Resistencia, Ramón Alfredo Dus y el clero diocesano expresaron su “preocupación” por la ola de saqueos, incidentes y muertes derivados de la protesta policial en la provincia del Chaco. El obispo de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña, Chaco, Hugo Nicolás Bárbaro, expresó: “Los daños materiales han sido graves, el miedo y el sufrimiento de muchos fue enorme”. El


Bresanelli y Arancedo, con Cristina Kirchner. De espaldas, Eguía y Oliveri, secretario de Culto de la Nación

obispo sostuvo que los desórdenes reflejan “una grave enfermedad social” a la que “hay que encontrar solución entre todos”. El obispo de Jujuy, Daniel Fernández, expresó: “Los reclamos de la Policía son ciertamente como los de todos, lícitos y siendo generosos deben tener el cien por ciento de razón; ahora hay que pensar en estos que son servicios esenciales para la sociedad. O también la salud puede haber alguna vez un paro absoluto de médicos que deje que la gente se muera. Yo recorrí todo el centro y veía a la gente armada con palos defendiendo sus negocios; gente sospechosa que merodeaba los alrededores; curiosos que no estaban en sus casas y encerrados a buen cuidado. Vi que no fue gente a saquear por hambre a una panadería o casa de comida, sus objetivos fueron electrónicos, suntuosos, no de primera necesidad, incluso en los supermercados. También se vieron en camionetas 4x4 o autos, y quien tiene eso y roba es un delincuente. Lo digo con todas las palabras porque dispone de esos bienes y encima roba”.

Gestiones de los obispos

Un grupo de obispos se ofreció para intermediar en las negociaciones. Mientras Arancedo encabezó gestiones en la capital de Santa Fe, el arzobispo de Rosario, José Luis Mollaghan, pidió un “gesto de grandeza” al gobierno

provincial y a los agentes apostados en la jefatura policial. En otros distritos se repitieron los intentos de mediación. El arzobispo de Tucumán, Alfredo Zecca, dijo: “Hace falta una respuesta del gobierno provincial, pero también del nacional, que es igual de responsable. Los dirigentes políticos, sindicales y sociales también deben aportar para poner paz, y no azuzar los conflictos”. El prelado consideró que, más allá de las razones coyunturales -”la inflación, los salarios que no alcanzan, eso es innegable”, dijo- el fundamento último, la raíz de la crisis es que “hemos sacado a Dios de nuestras vidas”. El obispo de San Francisco, Osvaldo Buenanueva, expresó: “La gente no ha ido por hambre, no ha ido por satisfacer una necesidad, como en los saqueos de 1989 o del 2001; acá ya es un vandalismo y un pillaje del vale todo. Creo que refleja la exclusión y no sólo la pobreza.” El obispo de Concordia, Luis Collazuol participó personalmente en las negociaciones del gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, con los agentes rebeldes. Luego afirmó: “Ahora hay que sanar las heridas que quedan en la población, que tienen que cicatrizar. Queda la desconfianza entre vecinos, el miedo social, los chicos que vieron a sus padres que fueron a saquear”. Eduardo Fellner, gobernador de Jujuy, recibió al obispo Fernández para abordar temas inherentes a la comunidad. El obispo jujeño indicó “es un momento para decir que lo que pasó, no lo queremos vivir nunca más y que saquemos las lecciones que esto nos deja para poder

enmendar errores que todos podemos cometer”. El arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, expresó: “Nuestros policías, que son algunos hermanos de ustedes, hijos e hijas, padres, esposos, estuvieron en su lugar de servicio. Cuando uno está en su lugar hay paz y armonía, en el cumplimiento del servicio Dios nos bendice con paz y armonía”. El obispo de Gualeguaychú y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Eduardo Lozano, aseguró en un artículo publicado en el diario La Nación que “como sociedad hemos visto violencia en los saqueos a los comercios o casas particulares y debemos rechazarla y reprobarla”, pero advirtió que “no debemos mirar para otro lado ante la violencia de la inequidad y la injusticia”. “En varios comentarios de noticieros o programas periodísticos se censuraba duramente a quienes robaban electrodomésticos y no comida. Un argumento de dudosa solidez. Robar está mal. Mentir también. Y matar, ni te cuento. Pero a la hora de señalar la seriedad de los delitos, debemos aclarar que coimear para la trata de personas es más grave que robar un plasma. La corrupción que usurpa los dineros del pueblo también aprieta gatillos con balas de hambre o de mala atención de la salud”, aseveró. “¿Entonces? Llamemos a las cosas por su nombre y su realidad. Es cuestionable la acción de robar, saquear y destruir. Pero también es cuestionable, y tal vez con más fuerza, el vandalismo de los ricos y el saqueo de los corruptos”, agregó. Pedro Siwak 15


▶IGLESIA EN el cono sur

E

l 30 de noviembre, monseñor Raúl Martín asumió la sede episcopal de Santa Rosa, que comprende la provincia de La Pampa, e inició su gobierno pastoral como sexto obispo diocesano con una celebración eucarística realizada en la catedral, a la que asistieron 15 obispos, 30 sacerdotes, religiosas y numerosos fieles. Entre los presentes se encontraba su antecesor, el actual arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, quien expresó: “Hermano Raúl, esta diócesis quiere ser eucarística, mariana, servidora y misionera. En esta porción del pueblo de Dios serás feliz y contarás con el apoyo de los sacerdotes y las religiosas, pero, sobre todo, de los laicos”.

Un auxiliar para Lomas

El papa Francisco designó un obispo auxiliar para la diócesis de Lomas de Zamora, en el conurbano bonaerense, cuyo obispo diocesano es monseñor Jorge Rubén Lugones. Se trata del presbítero Jorge Vázquez, de 63 años, actual vicario general de la diócesis, que tiene 2,4 millones de habitantes; es una de las más pobladas del Gran Buenos Aires. Vázquez nació en Lomas de Zamora en 1950. Realizó sus estudios secundarios en el Seminario Menor de La Plata y luego ingresó en el seminario de Lomas. Fue ordenado sacerdote en 1983 por el obispo Desiderio Collino y fue párroco de Cristo Redentor, en Villa Jardín; de la Inmaculada Concepción, en Monte Grande y de la catedral de Lomas. En los años 2009 y 2010 fue rector del seminario diocesano. Fue organizador de la Semana de Pastoral Social, encargado de Cáritas y Jorge Vázquez

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Raúl Martín sucede a Mario Poli, hoy arzobispo de Buenos Aires

El obispo Raúl Martín asumió en Santa Rosa Nuevas designaciones: Vázquez, auxiliar de Lomas; Barba, de Laferrere; Karam, greco melquita, y Ponce de León, Suazilandia asesor del Círculo Católico de Obreros de Lomas. En el año 2009 el obispo lo designó vicario general de la diócesis, cargo que desempeña hasta la actualidad.

Nuevo obispo de Laferrere

Por su parte, Gregorio de Laferrere tendrá como obispo a Gabriel Barba, de 49 años, del clero de la diócesis de Merlo-Moreno, actualmente párroco de Cristo del Perdón, en la localidad de La Reja. Previamente fue aceptada la renuncia por edad de Juan Horacio Suárez, primero y actual obispo de esta diócesis que gobernó pastoralmente durante 13 años. Nacido el 24 de abril de 1964 en Morón, provincia de Buenos Aires, Barba hizo la escuela primaria en el Colegio Pío IX de los salesianos, en el barrio porteño de Almagro, y el secundario en el Colegio San José, de los Hermanos Maristas, en Morón. Gabriel Barba

En marzo de 1984 ingresó en el seminario San José de la diócesis de Morón, donde cursó sus estudios de Filosofía y de Teología. En 2000 se licenció en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires (UCA). Posteriormente efectuó los cursos del doctorado y presentó el proyecto de tesis que retomó este año. Es profesor de Derecho Canónico I en la Facultad de Teología de la UCA. En agosto de 1989 recibió la ordenación sacerdotal en la catedral de la Inmaculada Concepción del Buen Viaje, de Morón. Cuando el papa Juan Pablo II creó la diócesis de Merlo-Moreno el 13 de mayo de 1997, se incardinó allí. Fue vicario parroquial de San Judas Tadeo (1989), y de San Francisco de Paula (1990), de Ituzaingó; administrador parroquial de Cristo del Perdón (1991-1992) de La Reja y secretario de la Vicaría Episcopal de la Juventud Ibrahim Salameh Karam


jorge oesterheld.

(1993-1996). En 1995 fue nombrado párroco de Cristo del Perdón. Creada la diócesis de Merlo-Moreno, se desempeña como Canciller de la curia diocesana (1997-2005); miembro del Colegio de Consultores diocesanos (desde 1997); instructor de la Comisión Judicial diocesana (desde 1999); instructor de las causas sacerdotales (desde 2001); miembro del Consejo Presbiteral (desde 1997); vicepresidente de Cáritas diocesana (2004-2009); pro vicario general de la diócesis (2006); vicario general y moderador de la curia (2007-2013); director de la Escuela Diaconal y encargado de la formación de los diáconos permanentes (desde 2008). La diócesis de Gregorio de Laferrere fue creada en noviembre de 2000 por Juan Pablo II. Comprende el partido de Cañuelas y dos tercios del partido de La Matanza, con una superficie de 1.393 kilómetros cuadrados y una población de 742.000 habitantes, de los cuales se estima que un 90% son católicos. La diócesis cuenta con 28 parroquias y 101 iglesias y capillas, 53 sacerdotes (35 diocesanos y 16 religiosos), 15 diáconos permanentes, 65 religiosas y 14 centros educativos de la Iglesia.

El nuevo exarca greco melquita

El 24 de noviembre tomó posesión de su sede, en Córdoba, el nuevo exarca apostólico para los fieles greco melquitas residentes en la Argentina, monseñor Ibrahim Salameh Karam, MSP. Ciudadano argentino de origen sirio, de 67 años, se desempeñó al frente de la parroquia greco melquita San Jorge, de Rosario. El 15 de agosto fue designado obispo titular de Palmira de los greco melquitas y exarca apostólico para los fieles greco melquitas residentes en la Argentina en reemplazo de Abdo Arbach, BC, que en junio de este año fue trasladado a la sede arzobispal greco melquita de Homs, Hamma y Yabroud, en Siria. Nacido en 1945 en Marmarita, Siria, en 1966 ingresó en la congregación de los Misioneros de San Pablo (MSP). Hizo su noviciado con los Padres Blancos en Gap, Francia, de 1967 a 1968.

Casa por casa, sin llamar a la puerta José Ponce de León

Obtuvo el título de bachiller y la licenciatura en Filosofía y Teología en el Instituto San Pablo, de Hariza (Líbano). Fue ordenado sacerdote en Marmarita el 13 de julio de 1975. En 1979 fue enviado por sus superiores a una parroquia greco melquita católica en la Argentina, donde obtuvo la ciudadanía local en 1985. Habla con fluidez el árabe, el castellano y el francés, y conoce el inglés. Durante quince años enseñó Teología en la Facultad de Derecho de la Universidad Católica Argentina de Rosario. La comunidad más numerosa de greco melquitas se encuentra en Córdoba, pero también hay residentes en Buenos Aires, Rosario, Catamarca, Santiago del Estero y Mendoza.

Ponce de León, en Suazilandia

El papa Francisco designó obispo de Manzini, Suazilandia, a José Luis Gerardo Ponce de León, argentino de 52 años, misionero de la Consolata, quien hasta ahora era vicario apostólico de Ingwavuma. Nacido en Buenos Aires, cursó estudios con los misioneros de La Consolata y en la Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia. Fue ordenado sacerdote en 1986 en la parroquia de Nueva Pompeya, de Merlo, provincia de Buenos Aires. Desde ese año hasta 1993 fue director de la animación misionera y vocacional; director de la revista “Misiones Consolata” en la Argentina; formador en el Seminario Filosófico; consejero provincial y vicesuperior provincial de la Argentina, durante tres años. Luego fue destinado a Sudáfrica donde se desempeñó en varias parroquias hasta su elevación a la dignidad episcopal. Ponce de León es el segundo sacerdote argentino misionero a quien el Papa eleva al episcopado. El otro es un salesiano, Jesús Tirso Blanco, de 51 años, obispo de Lwena, Angola. r.p.

H

ay quienes anuncian el Evangelio yendo casa por casa, golpeando puertas, dialogando, dejando alguna imagen o algún folleto informativo. Es muy bueno que en estos últimos años hayamos recuperado esa costumbre y esa actitud de salir al encuentro. Pero esa no es la única manera de acercarse a las personas. Hay otra forma, silenciosa, de entrar en los hogares y en los corazones: llegar por esos invisibles hilos que atraviesan las puertas y que conducen directamente hasta las habitaciones, hasta las pantallas de las computadoras en las que en soledad puede el misionero encontrarse con gente que no conoce ni conocerá personalmente, pero que son personas que si están ahí es porque están buscando algo. Es bueno estar en la televisión, aparecer en los hogares imprevistamente en medio de un zapping y dejar flotando una palabra, una imagen, un gesto; o a través de la radio en la que nos dirigimos directamente al corazón de personas; puede ser escribiendo y entrar también así en un diálogo silencioso con personas desconocidas pero misteriosamente cercanas. Anunciar la alegría del Evangelio es sembrar más allá de los límites de la parroquia. Arrojar al aire las semillas de la buena noticia. Hacerlas circular por esos misteriosos senderos invisibles que llegan a todos los rincones del mundo y hasta los lugares más secretos de las personas. El que anuncia así confía plenamente en la fuerza y la belleza de esa semilla; y también confía en los corazones que la reciben. No hay ninguna duda sobre la eficacia de esta siembra, no necesitamos ver los resultados, los conocemos: la Palabra de Dios siempre es eficaz. “Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelven allá, sino que riegan la tierra, y la hacen germinar y producir, y dan semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y cumplirá aquello para lo que la envié.” (Isaías 55:10-11). 17


▶IGLESIA EN el cono sur

C

incuenta y tres de sus ochenta y dos años los dedicó al sacerdocio, enfocado siempre en los trabajadores. Nacido en 1931 en el seno de una familia acomodada, sus padres (él dedicado a la medicina social, ella activa participante de las Conferencias de San Vicente de Paúl), le transmitieron una poderosa inquietud social. En 1954 se tituló de ingeniero civil en la Universidad Católica, pero pocos meses antes había decidido ya ingresar al Seminario pontificio. El 11 de junio de 1960 fue ordenado sacerdote por monseñor Emilio Tagle. Se fue a estudiar Ciencias Sociales a Roma. Cuando volvió, en 1963, monseñor Raúl Silva Henríquez, arzobispo de Santiago, lo designó para la Misión General, en la población José María Caro y en 1964 estuvo a cargo de la post misión, “en una pega muy de oficina”, recordaba en declaraciones al periódico Encuentro, en junio de 2010. Entonces fue donde le dijo al cardenal Silva: “Si usted quiere que siga de cura, sáqueme de aquí. Yo me metí en el seminario para trabajar con los pobres”. Así que el arzobispo lo designó asesor del Movimiento Obrero de Acción Católica, MOAC, de la Zona Oeste. “En el MOAC aprendí que la pobreza no es algo querido por Dios ni culpa de la gente pobre. Allí promovimos la preocupación de la Iglesia por el mundo obrero. Vimos que la manera de remediar las injusticias hacia los trabajadores era a través de la organización. Eso como una cosa que era lo que Dios quería, eso era lo que yo entendía como la opción preferencial por los pobres, que después fue establecida en Medellín”.

La pastoral obrera

Tras el golpe de Estado se convirtió en un ardiente colaborador del Comité Pro Paz y luego de la Vicaría de la Solidaridad. “Fue evidente que con la acción de la Iglesia se pudieron frenar algunas cosas”, decía en septiembre a Encuentro. “El mundo entero ayudó en esta labor y reconocía lo realizado. Fui testigo de la inmensa gratitud de las personas que sufrieron tras una tremenda represión. 18

chile

La muerte de Alfonso Baeza, sacerdote obrero Fue un luchador de la causa obrera e integró el Comité Pro Paz y la Vicaría de la Solidaridad durante la dictadura militar El sentir que no estamos solos, que hay donde recurrir, que te creen lo que está pasando, eso fue una gran cosa. Muchas personas dicen que si no fuera por esa acción estarían muertos, y sus familias también. Es un capital que tiene la Iglesia frente al mundo más pobre, más excluido, que fue el que pagó los costos. Es un signo de que realmente fuimos instrumentos del Espíritu del Señor, de nuestra opción preferencial por los pobres y por la paz”. El padre Baeza fue el primer Vicario de la Pastoral Obrera de Santiago desde 1977 y hasta 2000. Fue clave en la transición a la democracia y en la lucha de los Derechos Humanos y los trabajadores. Fue Director de Caritas Santiago y desde 2006 se desempeñaba como Administrador Parroquial en la comunidad Sagrado Corazón de Jesús de Estación Central.

Su preocupación por los trabajadores lo acompañó hasta su deceso, la noche del 5 de diciembre en la Casa del Clero. Así lo atestiguan sus palabras, en una entrevista otorgada a la revista Mensaje en noviembre: “Creo que en el actual modelo económico, cultural y político que estamos viviendo, el Señor nos sigue llamando a asumir más a fondo los atisbos evangélicos que intentamos vivir como Iglesia en los tiempos de la dictadura. Creo que el testimonio que entonces dio la Iglesia en la defensa de los derechos humanos de todo orden constituye un elemento pastoral de gran importancia para la evangelización y el aporte cristiano, en la búsqueda de una sociedad menos injusta y más conforme con el proyecto del Reino de Dios”. Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago


paraguay

uruguay

Fuerte cuestionamiento episcopal a las autoridades Un documento objeta el uso de químicos, la falta de soluciones al problema de la tierra y el alto índice de corrupción e impunidad

M

onseñor Claudio Giménez, presidente; Adalberto Martínez, secretario general e Ignacio Gogorza, tesorero de la Conferencia Episcopal Paraguaya visitaron a autoridades de los tres poderes del Estado y el ministerio público para hacer entrega del documento que contiene reflexiones sobre la realidad sociopolítica del país. Los obispos mencionan que hay un déficit importante en cuanto a la democracia, “necesita pasar de una democracia meramente formal, electoral a una democracia representativa, participativa y pluralista (...)”. Se debe exigir el cumplimiento de la legislación vigente en el uso de productos tecnológicos y químicos que peligran la salud, la alimentación y la vida de las personas y que producen migraciones forzadas del campo a la ciudad, con graves consecuencias sociales (...)”. Al Poder Ejecutivo. “Se debe poner énfasis en solucionar los problemas de la tierra (...). La Constitución prevé en el Art. 114 los objetivos de la Reforma Agraria, de las bases, de los latifundios improductivos (...)”. Al Poder Legislativo. “El Congreso se ha caracterizado por mantener un estado patrimonialista y clientelista y este dato se traduce cada año en la promulgación de la Ley de Presupuesto de la Nación”, “(...) La Constitución reconoce la figura del Referéndum y de la iniciativa popular. Estas modalidades de participación deben ser alentadas, recogidas y estudiadas seriamente por el Congreso como un deber que le impone el estado de derecho”. Al Poder Judicial. “(...) La Corrupción y la impunidad tienen un alto índice

que afecta la credibilidad del sistema de justicia (...) individualmente y como cuerpo tienen el deber ético de mostrar a la ciudadanía que están comprometidos a cumplir con su competencia constitucional o en caso contrario, someterse voluntariamente al juicio de responsabilidades”. En el sentido de valorar la Familia y conservar su unidad legislativa jurídica (...) sugerimos que se evite la homologación o inscripción de las uniones de personas del mismo sexo que se han legalizado en otros países (...) Al Ministerio Público. “Este órgano constitucional debe reflexionar profundamente sobre su actuación en el cumplimiento de sus deberes constitucionales (...), por ejemplo ante los grandes escándalos de corrupción, con acuerdo del grupo de sector privado (...).” r.p.

Monseñor Claudio Giménez

El obispo Sanguinetti defiende el matrimonio

E

l obispo de Canelones. monseñor Alberto Sanguinetti, publicó un post en su blog Amicus Sponci titulado “Bergoglio: Respeto a las diferencias y matrimonio de varón y mujer”, en el que defiende el matrimonio de varón y mujer y llama a “respetar la ‘diferencia’ de los que piensan, con mucho fundamento antropológico, de modo diferente a lo que actualmente es políticamente correcto, aplaudido por la mayoría de los medios y llevado adelante por la mayoría de los políticos, con el apoyo de poderosos lobbies”. En su reflexión, el obispo retoma la Carta del cardenal Jorge Mario Bergoglio al Dr. Justo Carabajales, director del DEPLAI, en adhesión a la Marcha por la Vida y la Familia, realizada el 13 de julio de 2010 frente al Congreso de la Nación (5 de julio de 2010), Entre otras consideraciones, el hoy Papa señalaba que “no es lo mismo el matrimonio (conformado por varón y mujer) que la unión de dos personas del mismo sexo. Distinguir no es discriminar sino respetar; diferenciar para discernir es valorar con propiedad, no discriminar. En un tiempo en que ponemos énfasis en la riqueza del pluralismo y la diversidad cultural y social, resulta una contradicción minimizar las diferencias humanas fundamentales. No es lo mismo un padre que una madre (...)”. “Tengamos cuidado de que, tratando anteponer y velar por un pretendido derecho de los adultos dejemos de lado el prioritario derecho de los niños (que deben ser los únicos privilegiados) a contar con modelos de padre y madre, a tener papá y mamá”, alertaba el entonces cardenal Bergoglio. R.P. 19



PLIEGO

24. Diciembre 2013 / Enero 2014

El nacimiento de Cristo fue de esta manera José Antonio Pagola

El autor fue rector del Seminario de San Sebastián y vicario general de esa diócesis vasca. Publicó más de veinte obras que tuvieron gran repercusión en los países de habla hispana.

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El nombre de ese niño que todavía no ha nacido es Jesús, que significa “Dios salva” 1. el nacimiento de jesús El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera. La madre de Jesús estaba desposada con José, y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo, por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era bueno y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor, que le dijo: –José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados. Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el profeta: «Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel (que significa: «Dios con nosotros»). Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer (Mateo 1,18-24).

Le pondrás por nombre Jesús Entre los hebreos no se le ponía al recién nacido un nombre cualquiera, de forma arbitraria, pues el «nombre», como en casi todas las culturas antiguas, indica el ser de la persona, su verdadera identidad, lo que se espera de ella. Por eso el evangelista Mateo tiene tanto interés en explicar desde el 22

comienzo a sus lectores el significado profundo del nombre de quien va a ser el protagonista de su relato. El «nombre» de ese niño que todavía no ha nacido es «Jesús», que significa «Dios salva». Se llamará así porque «salvará a su pueblo de los pecados». En el año 70, Vespasiano, designado como nuevo emperador mientras estaba sofocando la rebelión judía, marcha hacia Roma, donde es recibido y aclamado con dos nombres: «Salvador» y «Benefactor». El evangelista Mateo quiere dejar las cosas claras. El «salvador» que necesita el mundo no es Vespasiano, sino Jesús. La salvación no nos llegará de ningún emperador ni de ninguna victoria de un pueblo sobre otro. La humanidad necesita ser salvada del mal, de las injusticias y de la violencia; necesita ser perdonada y reorientada hacia una vida más digna del ser humano. Esta es la salvación que se nos ofrece en Jesús. Mateo le asigna además otro nombre: «Emmanuel». Sabe que nadie ha sido llamado así a lo largo de la historia. Es un nombre chocante, absolutamente nuevo, que significa «Dios con nosotros». Un nombre que le atribuimos a Jesús los que creemos que, en él y desde él, Dios nos acompaña, nos bendice y nos salva. Las primeras generaciones cristianas llevaban el nombre de Jesús grabado en su corazón. Lo repetían una y otra vez. Se bautizaban en su nombre,

se reunían a orar en su nombre. Para Mateo, el nombre de Jesús es una síntesis de su fe. Para Pablo, nada hay más grande. Según uno de los primeros himnos cristianos, «ante el nombre de Jesús se ha de doblar toda rodilla» (Filipenses 2,10). Después de veinte siglos, los cristianos hemos de aprender a pronunciar el nombre de Jesús de manera nueva: con cariño y amor, con fe renovada y en actitud de conversión. Con su nombre en nuestros labios y en nuestro corazón podemos vivir y morir con esperanza.

Dios está con nosotros La Navidad está tan desfigurada que parece casi imposible hoy ayudar a alguien a comprender el misterio que encierra. Tal vez hay un camino, pero lo ha de recorrer cada uno. No consiste en


tremenda: qué solo estás en la vida; qué lejos están todas esas personas que te rodean y a las que te sientes unido por el amor. Te quieren mucho, pero están fuera de ti. Sigue en silencio. Tal vez sientas una impresión extraña: tú vives porque estás arraigado en una realidad inmensa y desconocida. ¿De dónde te llega la vida? ¿Qué hay en el fondo de tu ser? Si eres capaz de «aguantar» un poco más el silencio, probablemente empieces a sentir temor y, al mismo tiempo, paz. Estás ante el misterio último de tu ser. Los creyentes lo llaman Dios. Abandónate a ese misterio con confianza. Dios te parece inmenso y lejano. Pero, si te abres a él, lo sentirás cercano. Dios está en ti sosteniendo tu fragilidad y haciéndote vivir. No es como las personas que te quieren desde fuera. Dios está en tu mis­mo ser. Según Karl Rahner, «esta experiencia del corazón es la única con la que se puede comprender el mensaje de fe de la Navidad: Dios se ha hecho hombre». Ya nunca estarás solo. Nadie está solo. Dios está con nosotros. Ahora sabes «algo» de la Navidad. Puedes celebrarla, disfrutar y felicitar. Puedes gozar con los tuyos y ser más generoso con los que sufren y viven tristes. Dios está contigo. entender grandes explicaciones teológicas, sino en vivir una experiencia interior humilde ante Dios. Las grandes experiencias de la vida son un regalo, pero, de ordinario, solo las viven quienes están dispuestos a recibirlas. Para vivir la experiencia del Hijo de Dios hecho hombre hay que prepararse por dentro. El evangelista Mateo nos viene a decir que Jesús, el niño que nace en Belén, es el único al que podemos llamar con toda verdad «Emmanuel», que significa «Dios con nosotros». Pero, ¿qué quiere decir esto? ¿Cómo puedes tú «saber» que Dios está contigo? Ten valor para quedarte a solas. Busca un lugar tranquilo y sosegado. Escúchate a ti mismo. Acércate silenciosamente a lo más íntimo de tu ser. Es fácil que experimentes una sensación

¿No necesitamos a Dios entre nosotros? Hay una pregunta que todos los años me ronda desde que comienzo a observar por las calles los preparativos que anuncian la proximidad de la Navidad: ¿Qué puede haber todavía de verdad en el fondo de esas fiestas tan estropeadas por intereses consumistas y por nuestra propia mediocridad? No soy el único. A muchas personas les oigo hablar de la superficialidad navideña, de la pérdida de su carácter familiar y hogareño, de la vergonzosa manipulación de los símbolos religiosos y de tantos excesos y despropósitos que deterioran hoy la Navidad. Pero, a mi juicio, el problema es más hondo. ¿Cómo puede celebrar el misterio de un «Dios hecho hombre» una

Si eres capaz de aguantar un poco más el silencio estás ante el misterio último de tu ser sociedad que vive prácticamente de espaldas a Dios, y que destruye de tantas maneras la dignidad del ser humano? ¿Cómo puede celebrar «el nacimiento de Dios» una sociedad en la que el célebre profesor francés G. Lipovetsky, al describir la actual indiferencia, ha podido decir estas palabras: «Dios ha muerto, las grandes finalidades se extinguen, pero a todo el mundo le da igual, esta es la feliz noticia»? Al parecer, son bastantes las personas a las que les da exactamente igual creer o no creer, oír que «Dios ha muerto» o que «Dios ha nacido». Su vida sigue funcionando como siempre. No parecen necesitar ya de Dios. Y, sin embargo, la historia contemporánea nos está obligando ya a hacernos algunas graves preguntas. Hace algún tiempo se hablaba de «la muerte de Dios»; hoy se habla de «la muerte del hombre». Hace algunos años se proclamaba «la desaparición de Dios»; hoy se anuncia «la desaparición del hombre». ¿No será que la muerte de Dios arrastra consigo de manera inevitable la muerte del hombre? Expulsado Dios de nuestras vidas, encerrados en un mundo crea­do por nosotros mismos y que no refleja sino nuestras propias contradicciones y miserias, ¿quién nos puede decir quiénes somos y qué es lo que realmente queremos? ¿No necesitamos que Dios nazca de nuevo entre nosotros, que brote con luz nueva en nuestras conciencias, que se abra camino en medio de nuestros conflictos y contradicciones? 23


Para encontrarnos con ese Dios no hay que ir muy lejos. Basta acercarnos silenciosamente a nosotros mismos. Basta ahondar en nuestros interrogantes y anhelos más profundos. Este es el mensaje de la Navidad: Dios está cerca de ti, donde tú estás, con tal de que te abras a su Misterio. El Dios inaccesible se ha hecho humano y su cercanía misteriosa nos envuelve. En cada uno de nosotros puede nacer Dios.

Acoger a Dios en un niño La Navidad es mucho más que todo ese ambiente superficial y manipulado que se respira esos días en nuestras calles. Una fiesta mucho más honda y gozosa que los artilugios de nuestra sociedad de consumo. Los creyentes tenemos que recuperar de nuevo el corazón de esta fiesta y descubrir, detrás de tanta superficialidad y aturdimiento, el misterio que da origen a nuestra alegría. No entenderemos la Navidad si no sabemos hacer silencio en nuestro corazón, abrir nuestra alma al misterio de un Dios que se nos acerca, acoger la vida que nos ofrece y saborear la fiesta de la llegada de un Dios Amigo. En medio de nuestro vivir diario, a veces tan aburrido, apagado y triste, se nos invita a la alegría. «No puede haber tristeza cuando nace la vida» (san León Magno). No se trata de una alegría insulsa y superficial. La alegría de quienes están alegres sin saber por qué. «Nosotros tenemos motivos para el júbilo radiante, para la alegría plena y para la fiesta solemne: Dios se ha hecho hombre, y ha venido a habitar entre nosotros» (Leonardo Boff). Hay una alegría que solo la pueden disfrutar quienes se abren a la cercanía de Dios y se dejan atraer por su ternura. Una alegría que nos libera de miedos y desconfianzas ante Dios. ¿Cómo temer a un Dios que se nos acerca como niño? ¿Cómo huir ante quien se nos ofrece como un pequeño frágil e indefenso? Dios no ha venido armado de poder para imponerse a los hombres. Se nos ha acercado en la ternura de un 24

niño a quien podemos hacer sonreír o llorar. Dios no es el Ser omnipotente y poderoso que a veces imaginamos los humanos, encerrado en la seriedad y el misterio de su mundo inaccesible. Dios es este niño entregado cariñosamente a la humanidad, este pequeño que busca nuestra mirada para alegrarnos con su sonrisa. El hecho de que Dios se haya hecho niño dice mucho más de cómo es Dios que todas nuestras cavilaciones y especulaciones sobre su misterio. Si supiéramos detenernos en silencio ante este Niño y acoger desde el fondo de nuestro ser toda la cercanía y la ternura de Dios, quizá entenderíamos por qué el corazón de un creyente ha de estar transido de una alegría diferente: sencillamente porque Dios está con nosotros.

María, la madre de Jesús Después de un cierto eclipse de la devoción mariana, provocado en parte por abusos y desviaciones notables, los cristianos vuelven a interesarse por María para descubrir su verdadero lugar dentro de la experiencia cristiana. No se trata de acudir a María para escuchar «mensajes apocalípticos» que amenazan con castigos terribles a un mundo hundido en la impiedad y la increencia, mientras ella ofrece su protección maternal a quienes hagan penitencia o recen determinadas oraciones. No se trata tampoco de fomentar una piedad que alimente secretamente una relación infantil de dependencia y fusión con una madre idealizada. Hace ya tiempo que la psicología nos puso en guardia frente a los riesgos de una devoción que exalta falsamente a María como «Virgen y Madre», favoreciendo, en el fondo, un desprecio hacia la «mujer real» como eterna tentadora del varón. El primer criterio para comprobar la «verdad cristiana» de toda devoción a María es ver si repliega al creyente sobre sí mismo o si lo abre al proyecto de Dios; si lo hace retroceder hacia una relación infantil con una «madre imaginaria» o si lo impulsa a vivir su fe de

forma adulta y responsable en seguimiento fiel a Jesucristo. Los mejores esfuerzos de la mariología actual tratan de conducir a los cristianos a una visión de María como Madre de Jesucristo, primera discípula de su Hijo y modelo de vida auténticamente cristiana. Más en concreto, María es hoy para nosotros modelo de acogida fiel de Dios desde una postura de fe obediente; ejemplo de actitud servicial a su Hijo y de preocupación solidaria por todos los que sufren; mujer comprometida por el «reino de Dios» predicado e impulsado por su Hijo. En estos tiempos de cansancio y pesimismo increyente, María, con su obediencia radical a Dios y su esperanza confiada, puede conducirnos hacia una vida cristiana más honda y más fiel a Dios. La devoción a María no es, pues, un elemento secundario para alimentar la religión de gentes «sencillas», inclinadas a prácticas y ritos casi «folclóricos». Acercarnos a María es, más bien, colocarnos en el mejor punto para descubrir el misterio de Cristo y acogerlo. El evangelista Mateo nos recuerda a María como la madre del


Y, habiendo recibido en sueños un oráculo para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino (Mateo 2,1-12).

¿A quién adoramos?

Los creyentes tenemos que recuperar de nuevo el corazón de esta fiesta y descubrir el misterio que da origen a nuestra alegría «Emmanuel», es decir, la mujer que nos puede acercar a Jesús, «el Dios con nosotros».

2. Adorado por los magos Jesús nació en Belén de Judá en tiempos del rey Herodes. Entonces, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: –¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo. Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos pontífices y a los letrados del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le con­testaron: –En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el profeta: «Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última

de las ciudades de Judá; pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel». Entonces Herodes llamó en secreto a los magos, para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles: –Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño, y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo. Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.

Los magos vienen de «Oriente», un lugar que evoca en los judíos la patria de la astrología y de otras ciencias extrañas. Son paganos. No conocen las Escrituras sagradas de Israel, pero sí el lenguaje de las estrellas. Buscan la verdad y se ponen en marcha para descubrirla. Se dejan guiar por el misterio, pues sienten necesidad de «adorar». Su presencia provoca un sobresalto en toda Jerusalén. Los magos han visto brillar una estrella nueva que les hace pensar que ya ha nacido «el rey de los judíos», y vienen a «adorarlo». Este rey no es Augusto. Tampoco Herodes. ¿Dónde está? Esta es su pregunta. Herodes se «sobresalta». La noticia no le produce alegría alguna. Él es quien ha sido designado por Roma «rey de los judíos». Hay que acabar con el recién nacido: ¿dónde está ese rival extraño? Por su parte, los «sumos sacerdotes y letrados» conocen las Escrituras sagradas y saben que ha de nacer en Belén, pero no se interesan por el niño ni se ponen en marcha para adorarlo. Esto es lo que encontrará Jesús a lo largo de su vida: hostilidad y rechazo en los representantes del poder político; indiferencia y resistencia en los dirigentes religiosos. Solo quienes buscan el reino de Dios y su justicia lo acogerán. Los magos prosiguen su larga búsqueda. A veces la estrella que los guía desaparece dejándolos en la incertidumbre. Otras veces brilla de nuevo llenándolos de «inmensa alegría». Por fin se encuentran con el Niño y, «cayendo de rodillas, lo adoran». Después ponen a su servicio las riquezas que tienen y los valiosos tesoros que poseen. Este Niño puede contar con ellos, pues lo reconocen como su Rey y Señor. En su aparente ingenuidad, este relato nos plantea preguntas decisivas: 25


¿ante quién nos arrodillamos nosotros?, ¿cómo se llama el «dios» que adoramos en el fondo de nuestro ser? Nos decimos cristianos, pero, ¿vivimos adorando al Niño de Belén?, ¿ponemos a sus pies nuestras riquezas y nuestro bienestar?, ¿estamos dispuestos a escuchar su llamada a entrar en el reino de Dios y su justicia? En nuestras vidas siempre hay alguna estrella que nos puede guiar hacia Belén.

Matar o adorar Herodes y su corte representan el mundo de los poderosos. Todo vale en ese mundo con tal de asegurar el propio poder: el cálculo, la estrategia y la mentira. Vale incluso la crueldad, el terror, el desprecio al ser humano y la destrucción de inocentes. Parece un mundo grande y poderoso, se nos presenta como defensor del orden y la justicia, pero es débil y mezquino, pues termina siempre buscando al niño «para matarlo». Según el relato de Mateo, unos magos venidos de Oriente irrumpen en este mundo de tinieblas. Algunos exegetas interpretan hoy la leyenda evangélica acudiendo a la psicología de lo profundo. Los magos representan el camino que siguen quienes escuchan los anhelos más nobles del corazón humano; la estrella que los guía es la nostalgia de lo divino; el camino que recorren es el deseo. Para descubrir lo divino en lo humano, para adorar al niño en vez de buscar su muerte, para reconocer la dignidad del ser humano en vez de destruirla, hay que recorrer un camino opuesto al que sigue Herodes. No es un camino fácil. No basta escuchar la llamada del corazón; hay que ponerse en marcha, exponerse, correr riesgos. El gesto final de los magos es sublime. No matan al niño, sino que lo adoran. Se inclinan respetuosamente ante su dignidad; descubren lo divino en lo humano. Este es el mensaje de su adoración al Hijo de Dios encarnado en el niño de Belén. Podemos vislumbrar también el significado simbólico de los regalos que le ofrecen. Con el oro reconocen la 26

Los magos adoran al niño. Se inclinan respetuosamente ante su dignidad; descubren lo divino en lo humano dignidad y el valor inestimable del ser humano: todo ha de quedar subordinado a su felicidad; un niño merece que se pongan a sus pies todas las riquezas del mundo. El incienso recoge el deseo de que la vida de ese niño se despliegue y su dignidad se eleve hasta el cielo: todo ser humano está llamado a

participar de la vida misma de Dios. La mirra es medicina para curar la enfermedad y aliviar el sufrimiento: el ser humano necesita de cuidados y consuelo, no de violencia y agresión. Con su atención al débil y su ternura hacia el humillado, este Niño nacido en Belén introducirá en el mundo la


magia del amor, única fuerza de salvación que ya desde ahora hace temblar al poderoso Herodes.

Nuestra incapacidad para adorar El hombre actual ha quedado en gran medida atrofiado para descubrir a Dios. No es que sea ateo. Es que se ha hecho «incapaz de Dios». Cuando un hombre o una mujer solo busca o conoce el amor bajo formas decadentes, cuando su vida está movida exclusivamente por intereses egoístas de beneficio o ganancia, algo se seca en su corazón. Muchos viven hoy un estilo de vida que los abruma y empobrece. Envejecidos prematuramente, endurecidos por dentro, sin capacidad de abrirse a Dios por ningún resquicio de su existencia, caminan por la vida sin la compañía interior de nadie. El teólogo Alfred Delp, ejecutado por los nazis, veía en este «endurecimiento interior» el mayor peligro para el hombre moderno: «Así el hombre deja de alzar hacia las estrellas las manos de su ser. La incapacidad del hombre actual para adorar, amar y venerar tiene su causa en su desmedida ambición y en el endurecimiento de su existencia». Esta incapacidad para adorar a Dios se ha apoderado también de muchos creyentes, que solo buscan un «Dios útil». Solo les interesa un Dios que sirva para sus proyectos individualistas. Dios queda así convertido en un «artículo de consumo» del que disponer según nuestras conveniencias e intereses. Pero Dios es otra cosa. Dios es Amor infinito, encarnado en nuestra propia existencia. Y, ante ese Dios, lo primero es la adoración, el júbilo, la acción de gracias. Cuando se olvida esto, el cristianismo corre el peligro de convertirse en un esfuerzo gigantesco de humanización, y la Iglesia en una institución siempre tensa, siempre agobiada, siempre con la sensación de no lograr el éxito moral por el que lucha y se esfuerza. Sin embargo, la fe cristiana es, antes que nada, descubrimiento de la bondad de Dios, experiencia agradecida de

que solo él salva: el gesto de los magos ante el Niño de Belén expresa la actitud primera de todo creyente ante Dios hecho hombre. Dios existe. Está ahí, en el fondo de nuestra vida. Somos acogidos por él. No estamos perdidos en medio del universo. Podemos vivir con confianza. Ante un Dios del que solo sabemos que es Amor no cabe sino el gozo, la adoración y la acción de gracias. Por eso, «cuando un cristiano piensa que ya ni siquiera es capaz de orar, debería tener al menos alegría» (Ladislao Boros).

Aprender a adorar a Dios Hoy se habla mucho de crisis de fe, pero apenas se dice algo sobre la crisis del sentimiento religioso. Y, sin

embargo, como apunta algún teólogo, el drama del hombre contemporáneo no es, tal vez, su incapacidad para creer, sino su dificultad para sentir a Dios como Dios. Incluso los mismos que se dicen creyentes parecen estar perdiendo capacidad para vivir ciertas actitudes religiosas ante Dios. Un ejemplo claro es la dificultad para adorarlo. En tiempos no muy lejanos parecía fácil sentir reverencia y adoración ante la inmensidad y el misterio insondable de Dios. Es más difícil hoy adorar a quien hemos reducido a un ser extraño, incómodo y superfluo. Para adorar a Dios es necesario sentirnos criaturas, infinitamente pequeñas ante él, pero infinitamente amadas por él; admirar su grandeza insondable

La fiesta de la Encarnación Pablo Berbegall

Párroco de San José Obrero (Beccar)

Hace tiempo que estoy convencido de que a la fiesta de la Encarnación –¿Qué otra cosa es la Navidad?– la disfrazamos para poder pasarla: le ponemos algodones al pesebre, al niño lo hacemos gordito, la madre como de peluquería, el padre impecable. Los padres de Jesús, pobres y desplazados, eran adolescentes que hoy miraríamos con desconfianza y un poco de desprecio. Digo: es difícil tragar que Dios-con-nosotros sea tan marginal: nace marginal al Imperio Romano, centro de poder político; vive marginal al Templo de Jerusalén, centro de poder religioso. Se mueve en las márgenes de Judea, por la dudosa Galilea. Se rodea de marginales o marginados y los llama a ellos y ellas a vivir una política y una religiosidad diferente: el reinado de Dios. Y en estos márgenes es donde Dioscon-nosotros deviene humano, se hace persona en la historia. La divinidad deja de ser una abstracción alejada para someterse a los procesos humanos, al tiempo humano, que nunca es químicamente puro, que es entrecruce de ideas e intereses, de acás y ahoras variados,

diversos. A ese margen de esa historia Jesús anuncia que hay Buena Noticia. Eso lo entendieron los discípulos y las discípulas: cobradores de impuestos, leprosos, impuros, alguna prostituta, mujeres y hombres que entendían que había fiesta, porque Dios-con-nosotros elegía ser Dios-con-ellos, para ellos. Esto es la Encarnación, lo que dice el pesebre: Dios es histórico y marginal y eso es Buena Noticia, Evangelio. Pienso en la Iglesia y los cristianos: cuánto nos cuesta elegir un modo marginal, fronterizo, provisional. Cómo intentamos poner a Jesús en centralidades que no buscó, que incluso lo llevaron a la cruz. Cómo nos cuesta, creo, bancarnos que la Buena Noticia pase por márgenes donde no estamos, por unas opciones concretas, históricas que no terminamos de hacer. Como no terminamos de dejar que el nacido por y para nosotros nos des-centre del ídolo que creamos para poder domesticar a Dios. Una caricatura que es moralina, reto, amenaza, en lugar de ser torrente de vida desafiante, plenificadora, amante. Una vida en el margen.

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y gustar su presencia cercana y amorosa que envuelve todo nuestro ser. La adoración es admiración. Es amor y entrega. Es rendir nuestro ser a Dios y quedarnos en silencio agradecido y gozoso ante él, admirando su misterio desde nuestra pequeñez. Nuestra dificultad para adorar proviene de raíces diversas. Quien vive aturdido interiormente por toda clase de ruidos y zarandeado por mil impresiones pasajeras, sin detenerse nunca ante lo esencial, difícilmente encontrará «el rostro adorable» de Dios. Por otra parte, para adorar a Dios es necesario detenerse ante el misterio del mundo y saber mirarlo con amor. Quien mira la vida amorosamente hasta el fondo comenzará a vislumbrar las huellas de Dios antes de lo que sospecha. Solo Dios es adorable. Ni las cosas más valiosas ni las personas más amadas son dignas de ser adoradas como él. Por eso solo quien es libre interiormente puede adorar a Dios de verdad. Esta adoración a Dios no aleja del compromiso. Quien adora a Dios lucha contra todo lo que destruye al ser humano, que es su «imagen sagrada». Quien adora al Creador respeta y defiende su creación. Están íntimamente unidas adoración y solidaridad, adoración y ecología. Se entienden las palabras del gran científico y místico Teilhard de Chardin: «Cuanto más hombre se haga el hombre, más experimentará la necesidad de adorar». El relato de los magos nos ofrece un modelo de auténtica adoración. Estos sabios saben mirar el cosmos hasta el fondo, captar signos, acercarse al Misterio y ofrecer su humilde homenaje a ese Dios encarnado en nuestra existencia.

Seguir la estrella Estamos demasiado acostumbrados al relato de los magos. Por otra parte, hoy apenas tenemos tiempo para detenernos a contemplar despacio las estrellas. Probablemente no es solo un asunto de tiempo. Pertenecemos a una época en la que es más fácil ver 28

la oscuridad de la noche que los puntos luminosos que brillan en medio de cualquier tiniebla. Sin embargo, no deja de ser conmovedor pensar en aquel escritor cristiano que, al elaborar el relato de los magos, los imaginó en medio de la noche, siguiendo la pequeña luz de una estrella. La narración respira la convicción profunda de los primeros creyentes después de la resurrección. En Jesús se han cumplido las palabras del profeta Isaías: «El pueblo que caminaba en tinieblas ha visto una luz grande. Habitaban en una tierra de sombras, y una luz ha brillado ante sus ojos» (Isaías 9,1). Sería una ingenuidad pensar que nosotros estamos viviendo una hora especialmente oscura, trágica y angustiosa. ¿No es precisamente esta oscuridad, frustración e impotencia que captamos en estos momentos uno de los rasgos que acompañan casi siempre el caminar del ser humano a lo largo de los siglos? Basta abrir las páginas de la historia. Sin duda encontramos momentos de luz en que se anuncian grandes liberaciones, se entrevén mundos

nuevos, se abren horizontes más humanos. Y luego, ¿qué viene? Revoluciones que crean nuevas esclavitudes, logros que provocan nuevos problemas, ideales que terminan en «soluciones a medias», nobles luchas que acaban en «pactos mediocres». De nuevo las tinieblas. No es extraño que se nos diga que «ser hombre es muchas veces una experiencia de frustración». Pero no es esa toda la verdad. A pesar de todos los fracasos y frustraciones, el hombre vuelve a recomponerse, vuelve a esperar, vuelve a ponerse en marcha en dirección a algo. Hay en el ser humano algo que lo llama una y otra vez a la vida y a la esperanza. Hay siempre una estrella que vuelve a encenderse. Para los creyentes, esa estrella conduce siempre a Jesús. El cristiano no cree en cualquier mesianismo. Y por eso no cae tampoco en cualquier desencanto. El mundo no es «un caso desesperado». No está en completa tiniebla. El mundo está orientado hacia su salvación. Dios será un día el fin del exilio y las tinieblas. Luz total. Hoy solo lo vemos en una humilde estrella que nos guía hacia Belén.

Los evangelios según pagola Se trata de cuatro tomos dedicados a cada uno de los evangelistas que, junto con Jesucristo. Aproximación histórica, son libros que han tenido gran aceptación por parte del público. El contenido de este pliego fue extraído del primer volumen, que aborda el texto de Mateo.


testimonio


iGLESia En El mundo ▶CróniCa Vaticana

La protección de la infancia sigue siendo una prioridad

E

ste Papa no reniega de las tradiciones, pero imprime en todas ellas su sello personal. Lo ha demostrado, una vez más, en el acto de veneración a la Inmaculada, en la Plaza de España. Fue Pío XII quien comenzó enviando todos los años, el 8 de diciembre, un ramo de flores al monumento erigido frente a la sede de la embajada de España ante la Santa Sede, inaugurado por Pío IX en 1857. En 1958, Juan XXIII vino personalmente por primera vez a la Piazza di Spagna, y esa tradición fue continuada ininterrumpidamente por Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI. Francisco ya dio cita este domingo 8 a los romanos que le escuchaban a la hora del Angelus en la Plaza de San Pedro para que le acompañasen por la tarde en el homenaje a la Inmaculada. Estos, que desde primeras horas del día (después de que los bomberos colocasen a las siete y media de la mañana en el brazo derecho de la estatua una corona de flores blancas) habían inundado el monumento con ramos, no se hicieron de rogar y eran decenas de miles los que tomaron posiciones en la plaza y en todas las calles colindantes por las que iba a pasar el Pontífice. Poco antes de las cuatro de la tarde, la comitiva papal llegó al comienzo de la Via Condotti. Bergoglio viajaba en el ya habitual Ford Focus matrícula SCV 00919; de él se bajó apenas llegó a la plaza y exclamó: “¡Cuánta gente!”. Rodeado de su séquito (el sustituto para Asuntos Generales de la Secretaría de Estado vaticana, Giovanni Angelo Becciu; el prefecto de la Casa Pontificia, Georg Gänswein; y su viceprefecto, Leonardo Sapienza), llegó saludando a diestra y siniestra hasta donde le esperaban el cardenal vicario de Roma, Agostino Vallini, y el alcalde de la ciudad, Ignazio Marino, al que saludó con un efusivo abrazo. Bajo la dirección de Guido Marini, dio comienzo la paraliturgia mariana con una lectura del Apocalipsis. El Papa (bastante resfriado, por cierto) dio lectura a su breve alocución: “Ayúdanos a permanecer atentos a la voz del Señor: que no nos deje nunca indiferentes el grito de los pobres, que no nos encuentre distraídos el sufri30

Se creará una comisión específica a propuesta del consejo de cardenales miento de los enfermos y de los que sufren necesidad, que nos conmuevan la soledad de los ancianos y la fragilidad de los niños, que toda vida humana sea siempre amada y respetada por nosotros”. La ceremonia, en medio de un gran silencio, prosiguió con el canto de las letanías lauretanas y del Ave María, mientras se depositaba al pie del monumento un cesto con cien rosas blancas para concluir con la bendición papal. Inmediatamente después, el Santo Padre saludó al embajador de España ante la Santa Sede, Eduardo Gutiérrez Sáenz de Buruaga; a los cardenales Antonio Cañizares y Fernando Filoni, y a otras personalidades eclesiásticas y civiles. Inmediatamente, le acercaron un grupo de enfermos en sillas de ruedas que habían esperado ese momento durante varias horas. El Papa no les defraudó y, con cada uno O’Malley habló sobre la nueva comisión

de ellos, intercambió afectos y palabras. A uno, que le regaló una botella de licor, le dijo bromeando: “¡No sabía que tenía la reputación de ser un alcohólico!”. Tras recorrer la larga hilera de enfermos, mientras la multitud le ovacionaba, subió de nuevo al utilitario y se dirigió a la Basílica de Santa María la Mayor, para orar ante el icono de la Salus populi romani. Es la sexta vez que Bergoglio visita este templo. Por otro lado, del 3 al 5 de diciembre, Francisco ha presidido la segunda reunión del consejo de cardenales que ha nombrado para ayudarle en el gobierno de la Iglesia y en la reforma de la Curia. Con su buena voluntad, el portavoz vaticano, Federico Lombardi, mantuvo varios encuentros informativos con la prensa, pero era manifiesto que tenía muy poco que comunicar. En síntesis, el llamado C-8 ha comenzado la revisión de diversos organismos de la Curia. En esta ocasión, han sido sometidas a examen las congregaciones de Culto Divino, Causas de los Santos, Educación Católica y Evangelización de los Pueblos. También recibieron la visita del nuevo secretario de Estado, Pietro Parolin, ya plenamente incorporado a su trabajo.


El último día de la reunión cardenalicia, vino a la Sala de Prensa el arzobispo de Boston, el cardenal Patrick O’Malley, para informarnos del único fruto tangible de sus trabajos: la propuesta hecha al Santo Padre de que cree una comisión específica “para la protección de los niños, con la finalidad de aconsejar al papa Francisco sobre el compromiso de la Santa Sede en la protección de los niños y en la atención pastoral a las víctimas de los abusos”.

Una labor coordinada

Según el purpurado –que rige una de las diócesis más sacudidas por el escándalo de la pedofilia–, los objetivos de la comisión serán “referir sobre el estado actual de los programas para la protección de la infancia; formular sugerencias sobre nuevas iniciativas por parte de la Curia, en colaboración con los obispos, conferencias episcopales, superiores religiosos y conferencias de superiores religiosos; proponer nombres de personas aptas para una puesta en marcha sistemática de estas nuevas iniciativas, incluyendo a seglares, religiosos, religiosas y sacerdotes competentes en la seguridad de los niños, en las relaciones con las víctimas, en la salud mental, en la aplicación de las leyes”. Vasto programa, como se ve, que se concretará –según añadió O’Malley– en directrices para la protección de la infancia, programas de formación, establecimiento de protocolos para crear atmósferas de seguridad, cooperación con las autoridades civiles y una pastoral de apoyo a las víctimas y sus familiares. Lombardi confirmó que la tercera reunión del consejo cardenalicio (que no será, desde luego, la última) tendrá lugar del 17 al 19 de febrero, en vísperas del consistorio para crear nuevos cardenales. Esperemos que, entonces, las reflexiones del consejo hayan madurado lo suficiente como para indicar, al menos, las grandes líneas de la reforma de la Curia, que no

Con el presidente de la R. D. Congo, Sassou N’Guesso, clamó por la paz

puede ser mandada ad calendas romanas, como tantas veces ha sucedido. Finalmente, el viernes 6, tuvo lugar en la llamada Sala de los Papas del Palacio Apostólico, el encuentro de Francisco con los miembros de la Comisión Teológica Internacional, que, en su sesión anual, han proseguido en el estudio de tres temas principales: relaciones entre monoteísmo y violencia, la Doctrina Social de la Iglesia y el sentido de la fe. “La fe en un Dios único y tres veces santo –les dijo Bergoglio– no es y no puede ser generadora de violencia e intolerancia. Al contrario, su carácter altamente racional le confiere una dimensión universal capaz de unir a los hombres de buena voluntad”. Dirigiéndose a todos y cada uno de los que le escuchaban, el Papa les advirtió: “Los teólogos son pioneros. Esto es importante: pioneros. ¡Adelante! Pioneros del diálogo de la Iglesia con las culturas. Pero esto de ser pioneros es importante también porque algunas veces se puede pensar que se quedan atrás, en el cuartel… ¡No, en la frontera! Este diálogo de la Iglesia con las culturas es un diálogo al mismo tiempo crítico y benévolo, que debe favorecer la acogida de la Palabra de Dios por parte de los hombres de toda nación, raza, pueblo y lengua”.

Otra entrevista franciscana

Un importante medio laico de comunicación, el diario La Stampa, de Turín, abría sus páginas con una entrevista concedida por el Papa a Andrea Tornielli, veterano vaticanista que dirige en dicho

periódico la habitualmente seria página web de información religiosa Vatican Insider. El gran titular era: “No tener nunca miedo de la ternura. Una Iglesia que no sabe abrazar se convierte en un cuerpo frío”. La conversación, que tuvo lugar el martes 10 de diciembre en la Casa de Santa Marta, ocupa cuatro amplias páginas del diario. Si bien en ella no hay scoops clamorosos, es una nueva prueba de la sensibilidad del Santo Padre ante algunos de los problemas que acucian a los hombres de nuestro tiempo. “Dios, al encontrarse con nosotros –dice el Papa en una de sus respuestas sobre el sentido de la Navidad–, nos dice dos cosas. La primera: tengan esperanza. Dios siempre abre las puertas, no las cierra nunca. Es el papá que nos abre las puertas. Segundo: no tengan miedo de la ternura. Cuando los cristianos se olvidan de la esperanza y de la ternura se vuelven una Iglesia fría que no sabe dónde ir y se enreda en las ideologías, en las actitudes mundanas. (…) Tengo miedo cuando los cristianos pierden la esperanza y la capacidad de abrazar y acariciar”. Poco después, confirma su intención de viajar a Tierra Santa, “para encontrarme con mi hermano Bartolomé, patriarca de Constantinopla, y conmemorar con él el quincuagésimo aniversario, renovándolo, del abrazo de 1964 entre papa Montini y Atenágoras en Jerusalén. Nos estamos preparando”. En otro pasaje, Tornielli pregunta al Papa qué siente cuando le definen como marxista. “La ideología marxista –es su respuesta– está equivocada. Pero en mi vida he conocido a muchos marxistas buenos como

Francisco oró ante el monumento a la Inmaculada en la Plaza de España

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iGLESia En el mundo ▶CróniCa Vaticana

personas y por eso no me siento ofendido. Las palabras que más han sorprendido son las palabras sobre la economía que ‘mata’. En la exhortación no hay nada que no se encuentre en la Doctrina Social de la Iglesia. No hablé desde un punto de vista técnico, traté de presentar una fotografía de lo que sucede”. Otro punto de gran interés de la entrevista es el que se refiere al acceso a los sacramentos de algunas personas a las que a veces se les niega. Bergoglio hace este preámbulo: “Cuando hablo de prudencia no pienso en una actitud paralizadora, sino en una virtud de quien gobierna. La prudencia es una virtud de gobierno. También lo es la audacia. Hay que gobernar con audacia y con prudencia. Hablé del bautismo y de comunión como alimento espiritual para seguir adelante y que se debe considerar como un remedio y no como un premio. Algunos pensaron inmediatamente en los sacramentos para los divorciados que se han vuelto a casar, pero yo nunca hablo de casos particulares, solo quería indicar un principio. Debemos tratar de facilitar la fe de las personas más que controlarla. El año pasado, en Argentina, denuncié la actitud de algunos sacerdotes que no bautizaban a los hijos de madres solteras. Es una actitud enferma (…). La exclusión de la comunión para los divorciados que viven una segunda unión no es una sanción. Hay que recordarlo. Pero no hablé de eso en la exhortación”. Más adelante, Francisco añade que el próximo Sínodo “profundizará y aclarará” muchas cosas sobre el matrimonio”. Por su parte, el cardenal Walter Kasper, en unas declaraciones al semanario alemán Die Zeit, se muestra convencido de que los católicos divorciados y vueltos a casar tendrán pronto acceso nuevamente a los sacramentos. “¿Puedo preguntarle –dice Tornielli hacia el final de la entrevista– si tendremos mujeres cardenales?”. La respuesta papal es tajante: “Es una frase que salió de quién sabe dónde. Las mujeres en la Iglesia deben ser valorizadas, no ‘clericalizadas’. Los que piensan en las mujeres cardenales sufren un poco de clericalismo”.

Parolin, a pleno

Por otro lado, desde que tomó posesión de su despacho como secretario de Estado, Pietro Parolin despliega una intensa actividad. El viernes 13 de diciembre recibió en la 32

Encuentro con autoridades de San lorenzo, flamante campeón del fútbol argentino

Sala Regia del Palacio Apostólico al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, ofreciendo un comprometido discurso: “En un periodo en el que muchas regiones del mundo se ven confrontadas a múltiples formas de violencia y a la persistencia de disparidades sociales, quisiera renovarles la seguridad de mi disponibilidad para colaborar en la búsqueda de la paz y en el respeto a la dignidad de todo ser humano. (…) No podemos permanecer insensibles al sufrimiento que afecta dramáticamente a los seres humanos. (…).Tenemos que mostrar que la paz es posible, que no es una utopía que hay que buscar, sino un concreto don de Dios y que nosotros podemos contribuir a construir gracias a nuestro compromiso personal y solidario”. “Nosotros sabemos –añadió en otro momento– hasta qué punto los hombres y mujeres de hoy necesitan encontrar

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en su camino personas profundamente humanas y fraternas que les den una esperanza para el futuro. El papa Francisco quiere que esas personas sean los cristianos; quiere que la Iglesia anuncie, testimonie y traiga la alegría”. Finalmente, el día 14, Parolin consagró obispo a su sucesor en la nunciatura de Caracas, Aldo Giordano. Recordándole su misión de diálogo y reconciliación, señaló los siguientes desafíos que tiene que afrontar la Iglesia en América latina: “El proceso de globalización, con las inmensas pobrezas y desigualdades sociales; las relaciones entre la Iglesia y la política; el significado de la opción preferencial por los pobres; la presencia en los medios de comunicación; el riesgo de crear una sociedad sin Dios y cómo devolver a Dios a los propios pueblos”. ANtONIO PElAyO. ROMA

por Antonio Pelayo

oner orden, transparencia y claridad en la gestión del Instituto para las Obras de Religión (IOR) no está resultando tarea fácil y tanto el Papa como su consejo de cardenales no acaban de acometer las reformas indispensables. La información, por supuesto, es muy escasa. No se ha sabido nada de la reunión mantenida el 5 de diciembre entre el Consejo de Vigilancia y el nuevo director del IOR, Rolando Marranci. Sobre este, por cierto, ha escrito una carta al presidente, el alemán Ernst von Freyberg, el cardenal Attilio Nicora, responsable de la Autoridad para la Información Financiera (AIF). Nicora, que no es hombre de componendas y que ya mantuvo con Bertone más de un contencioso, pide, antes de ratificar el nombramiento (ad interim, se ha dicho), “la adquisición de ulteriores informaciones de las autoridades competentes en el sector financiero y bancario de los estados en los que el señor Marranci ha trabajado en el pasado, así como eventuales y precedentes vínculos con sociedades incluso privadas o de consulta, con el fin de tener una valoración cuidadosa de que responde plenamente a los requisitos establecidos para el nombramiento por el artículo 61”.


Francisco es el personaje del año para la revista Time “Fue distinguido por haber trasladado el pontificado afuera del palacio y a las calles”, argumentó la prestigiosa publicación

E

l papa Francisco fue elegido personaje del año por la revista Time. “Francisco, primer pontífice argentino ¨se convirtió en la nueva voz de la conciencia¨, según la revista estadounidense. El vocero papal, el padre Federico Lombardi SJ, expresó que “es una señal positiva que uno de los reconocimientos más prestigiosos en el ámbito de la prensa internacional se atribuye a quien anuncia al mundo valores espirituales, religiosos y morales y habla resueltamente a favor de la paz y de una mayor justicia”. “En cuanto al Papa, añadió el portavoz vaticano, no busca fama ni éxito, porque hace su servicio para anunciar el Evangelio del amor de Dios hacia todos. Si esto atrae mujeres y hombres y les da esperanza, el Papa está contento. Si esta elección ‘de hombre del año”, significa que muchos han entendido, al

menos implícitamente, este mensaje, él ciertamente se alegra”. La revista Time, que lo considera “el Papa de la gente”, argumentó: “Fue distinguido por haber trasladado el pontificado afuera del palacio y a las calles, por comprometer a la mayor religión del mundo a enfrentar sus necesidades más profundas y equilibrar el juicio con la misericordia, el papa Francisco es el personaje del año 2013 de Time”. En años anteriores la revista eligió en 1962 a Juan Pablo XXIII y en 1994 a Juan Pablo II. Pero las portadas aparecieron años después de su asunción, mientras que Francisco es el primer argentino que es considerado personaje del año, a los nueve meses de haber asumido el trono de Pedro. Al explicar la decisión, la jefa de redacción de la revista, Nancy Gibbs, destacó que desde su llegada al Vaticano, Francisco cambió “el tono, la percepción y el enfoque de una de las instituciones más grandes del mundo”. “Raramente algún nuevo jugador de la escena mundial captó tanta atención tan rápido –jóvenes y viejos, creyentes y escépticos– como el papa Francisco. En sus nueve meses en el cargo, se instaló bien al centro de los temas centrales de nuestra época: sobre la riqueza y la pobreza, lo justo y la justicia, transparencia, modernidad, globalización, el rol de la mujer, la naturaleza del matrimonio, las tentaciones del poder”, subraya la editora en una extensa nota donde repasan la historia del exarzobispo de Buenos Aires.

También en Facebook

El papa Francisco fue el tema del que más se habló en Facebook durante 2013, de acuerdo al informe “Year in review”

La foto de Víctor Bugge y el mosaico

El mosaico de Francisco en San Pablo Extramuros El mosaico que representa al papa Francisco se colocará próximamente en la galería de la basílica de San Pablo de extramuros, donde se pueden ver también las imágenes de todos los papas de la historia de la Iglesia. La imagen del papa Francisco fue realizada por el Estudio del Mosaico Vaticano de la Fábrica de san Pedro que, después del incendio de 1823, ha realizado los rostros de todos los pontífices que se pueden ver en la basílica. En esta ocasión los mosaiquistas eligieron para realizar su tarea una imagen tomada por el argentino Víctor Bugge, quien se desempeña desde hace 30 años como fotógrafo de la Presidencia de la Nación. San Pablo Extramuros, con su imponente estructura bizantina, es la basílica papal más grande de Roma después de san Pedro en el Vaticano. Está formada por cinco naves sostenidas por 80 columnas monolíticas de granito.

que la red social elabora cada año. El éxito arrollador del Santo Padre no se limita a la red social más popular, creada por Marck Zuckerberg, sino que se suma a su gigantesca popularidad en Internet, donde su nombre fue el más buscado de este año. Además, en la red social Twitter, donde supera los 10 millones de seguidores, también fue Personalidad del año 2013. r.p. 33


▶IGLESIA EN el mundo

C

ada vez resuena con más fuerza; incluso ahora corre un texto, con fuentes fidedignas, que iba a ser publicado en marzo. Desde el corazón de los Palacios Apostólicos se aconsejó “prudencia y tiempo. No olvidemos que aún vive el papa emérito”, dijo una alta instancia vaticana al leer los folios, escritos en italiano, español y alemán. Y lo que vienen a decir es que el cardenal Bergoglio era el candidato de Ratzinger en el último cónclave. El arzobispo de Buenos Aires, antes de salir del aeropuerto Ezeiza, echó en la maleta un par de zapatos nuevos, cosa que nunca hacía. Las sandalias del pescador iban preparadas. La sucesión apostólica no se construye bobaliconamente. Lo comentábamos recientemente unos amigos. Francisco consulta, mucho y a muchos, pero su principal consejero es su vecino, el papa Ratzinger. Y circulan ya por ahí varios documentos fiables que temen ser publicados. En el fondo de las galeradas del libro al que aludimos, se cuenta la última entrevista del cardenal martini con Benedicto XVI. El ex arzobispo de Milán, nombrado por Juan Pablo II responsable de la diócesis más grande del mundo, quiso despedirse del papa. Su enfermedad avanzaba rauda. Era marzo de 2012 y el Vaticano vivía momentos convulsos. La reforma de la Iglesia y su urgencia latían en aquel fraternal diálogo. El propio Martini lo dijo en agosto, antes de su muerte. Poco después, en febrero,

34

oPInIÓn

Ratzinger, Bergoglio y Martini, tríada del cambio juan RuBio. gERENTE gLoBAL vIda nueva

Ratzinger le contestaba con la renuncia. Decía no tener fuerzas, “ni físicas ni espirituales”, para llevar a cabo esa reforma. La vieja amistad volvió en los últimos momentos. Martini fue uno de los pocos consultados y advertidos sobre la renuncia. Serenidad, oración y recuerdos. Y apareció el nombre de Bergoglio, el hombre en quien Martini había puesto su confianza en el cónclave de 2005, aquel en el que solo podía ser elegido Ratzinger. La retirada de los dos cardenales jesuitas facilitó la elección del amigo y cola-

borador de Wojtyla. No podía ser otro. Ahora, los folios que corren por muchos despachos vaticanos hablan alto y claro: Martini fue el “gran elector” de Bergoglio. Como el Cid, ganó la batalla desde la tumba. La renovación de la Iglesia, que Ratzinger simbolizó eligiendo el nombre del santo de Nursia, iba ahora a llevarse a cabo con otro nombre, el santo de Asís. Todo corrió con la musitada voz con la que suelen correr en la Iglesia estas cosas. No hay por qué alarmarse. También en esas cosas

anda el Espíritu Santo de por medio. Pasarán unos años y conoceremos esos detalles. Martini, con su voz profética, supo callar lo insignificante, pero supo gritar, desde la debilidad de su cuerpo, la necesidad de una reforma a fondo. Recordaba el impacto que le produjo la Introducción al Cristianismo, de Ratzinger. A este le impresionaba –y así se lo dijo– su testimonio de estudio y oración en su retiro de Jerusalén. Tres hombres para una nueva era. La Iglesia siempre reformándose.


oPInIÓn

C

orría el año 1980 cuando un periodista de la BBC sonreía escéptico ante las sorprendentes palabras del arzobispo anglicano de Ciudad de El Cabo. Desmond Tutu se mostraba convencido de que, en tan solo cinco o diez años, nelson Mandela, que por aquel entonces cumplía cadena perpetua en la prisión de Robben Island, sería presidente de la nación. Ante la incredulidad del periodista, el purpurado replicó obstinadamente: “Hermano, la fe cristiana es esperanzadamente optimista, porque se basa en la fe en alguien que murió un viernes dejando a todos absolutamente desesperanzados con su ignominiosa derrota, y, sin embargo, resucitó el domingo”. Cuando todo hacía presagiar una guerra civil, Tutu se atrevía a soñar una Sudáfrica convertida en “nación del arcoíris”, que, para desconcierto de propios y extraños, no tardó en hacerse realidad gracias, precisamente, a la excepcional personalidad de Mandela. Las elecciones democráticas de 1994, celebradas tras un largo proceso de negociaciones, hicieron realidad una vieja aspiración política de la comunidad negra: la instauración de un sistema democrático no racial. Negros, blancos, indios y mestizos acudieron, por primera vez, juntos a votar. Mandela fue proclamado presidente de la nación y el mundo pudo contemplar aliviado cómo se ponía fin a uno de los regímenes políticos más injustos del planeta. Durante cuatro largas décadas, los afrikáners habían instaurado un perverso sistema que legitimaba la desigualdad racial y la opresión, que marginaba y condenaba a la miseria a la mayoría de la población, amparados por una Constitución que invocaba al Dios cristiano. Y es que aquellos fervientes calvinistas, que justificaban el

La larga marcha de Mandela CaRMen MáRquez Beunza. UNIVERSIDAD PoNTIfICIA CoMILLAS

racismo en nombre de Dios, se concebían a sí mismos como un pueblo elegido, como lo habían sido los israelitas, portadores de un especial destino: gobernar Sudáfrica desde una estricta separación racial. Las Iglesias y la comunidad ecuménica rechazaron esta visión, denunciaron al gobierno de Pretoria, al que acusaron de defender algo inmoral, herético y blasfemo, y se opusieron abiertamente al proyecto del “desarrollo separado”, contribuyendo al final del apartheid.

Capacidad de perdón

Sudáfrica se libraba de la peor de sus pesadillas. Pero tenía por delante una difícil tarea: alumbrar una nueva nación reconciliada. Y contó para ello con el mejor guía posible. Desde su liberación, Mandela dio muestras de una magnanimidad y una capacidad de perdón sin precedentes. gestos como la visita a la viuda del primer ministro H. Verwoerd para tomar el té, la invitación a sus antiguos carceleros a su

nombramiento presidencial o su encuentro con el juez que le había sentenciado a cadena perpetua eran más elocuentes, si cabe, que sus palabras. Los 27 largos años pasados en prisión habían acrisolado el temperamento y la voluntad de aquel joven y prometedor abogado negro, que, ante la ineficacia de la vía pacífica, se había decantado por la lucha armada. En aquella peculiar universidad en que se convirtió Robben Island, Mandela había aprendido algunas lecciones esenciales: que ser libre no es solo desprenderse de las cadenas, sino vivir de un modo que respete y aumente la libertad de los demás; que incluso los hombres más duros son capaces de cambiar si se consigue llegar a su corazón; y que un dirigente debe siempre matizar la justicia con el perdón. “Hay momentos en los que un líder debe adelantarse al rebaño, lanzarse en una nueva dirección, confiando en que está guiando a su pueblo por el camino correcto”, había escrito. Y, desde su primer día al frente

del gobierno, trazó nítidamente la dirección a seguir: el camino de la reconciliación. El domingo día 8 de diciembre, las campanas de todas las iglesias del país han repicado convocando a una jornada de oración y acción de gracias por el hombre que llevó a cabo el milagro sudafricano, que supo conducir magistralmente el tránsito pacífico del sistema del apartheid a un régimen democrático y multirracial. Mandela nos ha dejado un 5 de diciembre, el mismo día en el que 18 años atrás creara la comisión ‘Verdad y Reconciliación’, como si quisiera recordarnos que su mejor y más valioso legado es precisamente el del perdón. En un tiempo tan necesitado de verdaderos dirigentes, el mundo honra la memoria de uno de los grandes referentes morales y políticos del siglo XX y rinde homenaje a un hombre dispuesto a luchar y morir por un ideal, a un presidente que encarnó la convicción más firme de su buen amigo Tutu: “Porque existe el perdón, el futuro es posible”. 35


▶CON acento

Recuerdos de un capellán en Olivos

Carlos M. Franzini. Arzobispo de Mendoza

C

orría 1985. Después de más de un año de instalado el gobierno democrático, la Santa Sede solicitó al obispo de San Isidro, a través del nuncio apostólico, que dicha diócesis retomara la capellanía de la residencia presidencial de Olivos que –aún estando dentro de esa jurisdicción eclesiástica– era atendida desde hacía varios años por el entonces vicariato castrense. Así fue como mi obispo, monseñor Jorge Casaretto, me nombró capellán de la residencia presidencial. El servicio consistía en la celebración de la misa dominical y alguna otra celebración en fechas especiales. Este singular ministerio me permitió encontrarme semanalmente con el doctor Raúl Alfonsín, su esposa y algunos familiares cercanos que lo acompañaban con frecuencia. A la misa, celebrada en la capilla de la residencia, asistían también algunos colaboradores directos del presidente, unos pocos empleados de la residencia, algunos granaderos de la custodia presidencial y ocasionales visitantes del presidente. 36

En más de una oportunidad, interrumpía audiencias e invitaba a su ocasional visitante a participar de la celebración. Puedo decir que durante esos años, prácticamente todos los domingos en que se encontraba en casa, Alfonsín participó con genuina unción y profundo respeto de las celebraciones. Incluso en uno de los varios levantamientos de los “carapintadas” me pidió que me trasladara a la Casa Rosada para celebrar la misa ya que ese domingo había permanecido allí por la difícil situación que atravesaba la República. Concelebramos esa misa con el P. Fernando Storni, sj y sólo asistieron el presidente, su edecán aeronáutico y el vocero presidencial, José Ignacio López. Tanto más valiosa la participación en estas misas dominicales cuanto discreta y poco “mediática”, sobre todo en tiempos en que lo religioso puede ser utilizado para los propios intereses. Éramos sólo unos pocos los que sabíamos de esta asidua práctica religiosa.

Recuerdo que en una conversación me confió tener poca fe y mucho respeto. Los años transcurridos (y su piadosa muerte) me han convencido de que probablemente tuviera más fe de la que él mismo reconocía en ese entonces. Fe que había recibido de su madre y de su familia “grande” y que se habían encarnado en él en muchos valores que la expresan y manifiestan, aun sin

Los años transcurridos me han convencido de que probablemente tuviera más fe de la que él mismo reconocía en ese entonces aparecer primariamente como religiosos. Con alguna frecuencia el doctor Alfonsín me invitaba, al terminar la celebración de la misa, a compartir un café y mantener diálogos que aún recuerdo. Pudimos conversar en los momentos de mayor apogeo y también en los duros meses de finalización de su mandato. Siempre admiré en una u otra circunstancia su pasión

por lo que consideraba el bien de la República y la firmeza de sus convicciones, aunque no siempre yo coincidiera con sus puntos de vista. No puedo dejar de reconocer la grandeza de espíritu de quien, con sus años y experiencia, era capaz de escuchar a quien en ese momento no era más que un joven sacerdote que no tenía más “título” que la misma pasión compartida y la sinceridad y franqueza para plantear los propios puntos de vista. La grandeza de las personas se mide por su capacidad de acoger y de hacerse “pequeños” para recibir de todos, aun de los aparentemente insignificantes. Guardo en mi recuerdo, en este sentido, conversaciones mantenidas sobre la oportunidad de la reelección presidencial, su perplejidad ante la discusión sobre la ley de divorcio vincular, algunos desencuentros con autoridades eclesiásticas… Siempre atento y respetuoso del parecer de los demás, aunque firme y convencido de sus propios criterios. Más allá del condicionamiento de experiencias negativas en sus años juveniles y de la formación recibida en sus años de estudiante universitario, Alfonsín sabía reconocer y apreciar el lugar y el servicio


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La alegría de evangelizar

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que la Iglesia puede prestar a hijos y nietos, tíos, hermanos la sociedad. Ya he señalado la y algún otro invitado. Tengo especialmente grainfluencia testimonial en este sentido de su madre y de varios bada en mi memoria la mesa compartida el último domingo familiares cercanos. En un ambiente marcada- que toda la familia se reunió mente “laicista”, que preten- a almorzar en la Quinta Predería reducir lo religioso a la sidencial. Momentos de gran ión esfera meramente íntima y pri- intensidad y sentimientos 25 de Colecc ÍFICES PONT por la vada, siempre me impresionó frustración, mitigados su disposición a valorar y alen- cálida y consoladora cercanía tar el aporte de la comunidad de los que más se quiere. Unapañado y –acom curiosicisco tado pa Franha nueva constatación lugar desper es de percristiana en la construcción l padel misma saje de stos– millon El men o por sus ge rpresa en En esta cción so id y cole sosten miración y eyentes. rvicio cr de la familia en del bien común de la Patria. a seirremplazable s de se palade dad, adfueran o no rvir! s actitu mbién su ta lo, y tía, su ¡Vayan sonas, simpa , recibimos o y consue n, o su a n eblo aun las Junto rtació oLa visita a la Argentina de JuanQue no lela bálsam s robevida del hombre, unde ía al pu a exho cercan veces como rtencia, un ro en todo m nza ha espera bra. A mo una adve atención. Pe el que nos dre personalidades. Pablo II en 1987 la vivió conla viadosgrandes r ras co llamado de pa ce ot un ha a o e es a. un seri ntimos qu s despiert En se no mento acaricia y el bien s Finalmente, quiero mencionotable entusiasmo, intuyo que bla, no esis Catequ fe la lo que considero uno de por razones que trascendían lo sobrenar fe o de la En el añ los momentos más intensos de meramente político. ión en La orac Testamento Nuevo vida ministerial vividos en No sólo sentía un enorme el mi agradecimiento al Papa que aquellos años. Aquel domingo había evitado la guerra entre recién mencionado, antes de argentinos y chilenos sino que retirarme, el Dr. Alfonsín me también admiraba su lumino- invitó a acompañarlo en lo que sa enseñanza sobre la vida de sería su último almuerzo en la los hombres y de los pueblos. residencia presidencial, el día Además, en el orden local, anterior a la entrega del manvarias veces le escuché hacer do. Me pidió, además, que inla mesa ese referencia al papel que le cupo vitara a compartir Otras ob de la mismras a colección que a la Iglesia en la restauración día a varios sacerdotes de la democracia de nuestro durante esos años me habían país, destacando la valiosa suplido en distintas oportunienseñanza del documento del dades. Ya no era el líder renovaEpiscopado Argentino “Iglesia y comunidad nacional”, del dor que había conmovido a cual muchas páginas guardan multitudes pocos años antes; tampoco muchos, en esos tiemaún una notable actualidad. Otra faceta que pude apre- pos, querían estar cerca suyo. ciar desde mi singular minis- Sólo unos pocos colaboradores terio fue el arraigado sentido leales seguían a su lado. Expede familia que caracterizaba rimenté, junto a los hermanos su vida cotidiana. Alguna vez sacerdotes también invitados, le escuché valorar la gran tarea que el Señor nos estaba daneducadora de sus seis hijos que do una nueva oportunidad de le cupo a su esposa, supliendo percibir lo fugaz y relativo de a menudo sus ausencias debi- muchos logros mundanos y de das a las exigencias de la mili- volver a convencernos de que lo que realmente vale en la vida tancia política. No obstante recuerdo las es la conciencia de haber vivisimpáticas reuniones familia- do rectamente, con honestidad, res en los almuerzos dominica- austeridad y coherencia, y con les, posteriores a la celebración pasión por las propias convicde la misa, de la que partici- ciones. paban con frecuencia, junto a *Del diario Los Andes (Mendoza)

DDsiiomspeastía Br új ul a es en un tie mpi rit ua l po co m pl ic ad o

Olivier Clé ment nació en ne, Francia, en 1921. Fue Anialos testigos uno de más fecundo Ortodoxia en s de la Occidente, en el Instituto profesor de (Instituto de Teología Ortodoxa Saint-Serge rís), miembr de o del Institut Paménico de París, figura o Ecuentr fundadores de la Fraterni e los todoxa en dad OrEuropa occ Pionero del idental. diálogo ecu ménico, fue invitado al II como obs Concilio Vaticano ervador laic o. Murió en París en 2009.

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▶Entrevista

Andrea

Riccardi

fundador de la comunidad de san egidio

texto : pedro siwak / Fotos : sofía vanni

N

acida en Roma en 1968 bajo la renovación alentada por el Concilio Vaticano II clausurado tres años antes, la Comunidad de San Egidio es hoy un movimiento de laicos al que adhieren más de 50.000 personas en el mundo, presentes en 72 países de cuatro continentes: África (29), Europa (23), Norteamérica (8), Asia (7) y Sudamérica (5) –entre ellos la Argentina–. La iniciativa partió de un joven que tenía entonces menos de veinte años, Andrea Riccardi. El pequeño grupo comenzó a visitar la periferia romana, los barrios donde vivían muchos pobres, y comenzaron así a dar clases a los niños en lo que se dio en llamar la Escuela Popular y que hoy son conocidas como Escuela de la Paz en distinos lugares del mundo. La Comunidad tiene su centro en la Iglesia romana de San Egidio, de la que tomó el nombre. En su reciente visita a Buenos Aires, entrevistamos a Andrea Riccardi, con quien mantuvimos el siguiente diálogo. 38

San Egidio es la cultura del diálogo y la convivencia No llega explicarse el crecimiento que tuvo la comunidad desde el año 68 hasta la fecha. Ha sido una expansión muy grande No han pasado ni siquiera 50 años y ya cuentan con 50.000 personas distribuidos en 72 países ¿cuál sería la explicación de este crecimiento? ¿Usted la ve muy crecida? Sí. La veo muy amplia, pero simultáneamente, junto con otras entidades de laicos. Mientras que en los dos siglos anteriores, los que crecían eran los religiosos… Una de las grandes crisis de la Iglesia Católica hoy en día es justamente la crisis de los religiosos y las religiosas,

La crisis de las religiosas es un asunto muy grave por que se pone en riesgo la desaparición de una de las caras femeninas de la Iglesia Católica. La historia de San Egidio es una historia particular, nacida en Roma, radicada en la periferia y con los pobres. Quería ser una comunidad romana y por su propia historia se volvió una comunidad radicada en varias partes del mundo: en Argentina, pero también en Cuba y en Pakistán. Una comunidad que representa una fraternidad de comunidades en el mundo. No debe olvidarse que usted apenas había salido de la adolescencia, y ya tuvo la iniciativa de crear esta comunidad, que en pocos años alcanzó una proyección internacional. Mire, no es verdad que en pocos años tuvimos una proyección internacional, porque la primera comunidad de América latina nació en El Salvador en 1986, luego en Buenos Aires, en 1987, por lo tanto pasaron más de 20 años desde su fundación para que la Comunidad llegara a América Latina.


Pero son apenas veinte años. Y además se supone que al principio fueron unos pocos… Sí, tal vez veinte… De veinte que se iniciaron en el 68, dos décadas después llegaron a hasta América Latina. Pero antes habían ido a otros países… A Europa en los años 80, después a África en los 90. El mundo globalizado favorece las comunicaciones, si usted mira cómo los discípulos de Ignacio se diseminaron rápidamente por el mundo, tal vez San Egidio, de índole más humilde, se demoró mucho más. ¿Quiénes son los que integran San Egidio? Creo que San Egidio es un pueblo de hombres, mujeres, jóvenes, niños, ancianos: es una nación en la que no hay predominio. Diría que la mayoría de los habitantes de San Egidio hoy, está en África e Italia. ¿Por qué África? Porque en África ustedes tienen muchas más comunidades con respecto al resto de los continentes…

¿Por qué África? Porque África respondió. África es y ha sido considerada como la periferia del mundo, y porque San Egidio siente su vocación en los suburbios, para construir un centro en las periferias y ese centro se construye con la oración, la solidaridad y la amistad. Ese centro se construye creando una comunidad de hermanos. Y además es el África de las guerras. San Egidio participó en las mediaciones de paz en Mozambique, Burundi y en Ruanda. Parecería que hay distintos sectores dentro de la comunidad. Hay jóvenes que se dedican a los chicos y quienes asisten a los ancianos. Cada comunidad se organiza en función de sus fuerzas, de acuerdo con sus necesidades. Pero usted señaló dos aspectos importantes: chicos y ancianos. Sabe, nuestra sociedad es una sociedad de la globalización, pero también de la extensión del Yo. Les negamos espacio a las personas mayores, ya que los ancianos son ahora el pasado. Pero nosotros negamos el espacio a los jóvenes y a los niños también, la nuestra es una sociedad ególatra. Y creo que se debería volver a dar el espacio a los ancianos y a los niños. A los ancianos porque significan la memoria, la gratuidad… Un anciano casi nunca trabaja por el dinero, una persona mayor vive gratuitamente. La relación de un abuelo con los nietos, es un trabajo muchas veces, pero es gratuito. Para el adulto, casi nada es gratis. También se paga muchas veces el amor. En este sentido, los ancianos y los niños tienen que ser reintegrados a la comunidad, porque son los primeros en ser excluidos. Y creo que una de las maldiciones -si se me permite usar este término-, es la negación de espacio para las personas mayores. Hoy hemos experimentado un gran progreso de la sociedad: vivir mucho tiempo, el sueño del hombre. Recuerdo que cuando era pequeño tenía una abuela de 80 años ¡y yo pensaba que era Matusalén! Hoy, ochenta años no es nada. Entonces la sociedad niega el espacio a las personas mayores, ya que es una sociedad funcionalista y no humana. Las personas mayores no son necesarias. Que se vayan. Este no es el caso sólo de Argentina ni el de Italia:

comienza a tener lugar en África. Es un mito que los ancianos sean respetados en África, como se suele decir. En África, las personas mayores son menos respetadas porque no tienen pensión, ni hay asistencia social. Nos enfrentamos a una tragedia de enormes proporciones. Y quiero decir que San Egidio lleva décadas insistiendo en esto, pero no porque seamos buenos sociólogos, sino porque estamos con los ancianos y vemos el problema.

El espíritu de Asís

¿Ustedes se adelantaron al Papa? O el Papa se inspiró en San Egidio, porque justamente a los niños y los ancianos son los que Bergoglio privilegia en este momento. La suya es una pregunta muy interesante, nunca me atrevería a decir que nos hemos inspirado en el Papa. Pero estas son nuestras líneas de acción desde hace años. Esta es la iglesia de la caridad, del Concilio, de la simpatía del hombre. Así es como yo lo siento. Y luego hay otro aspecto muy importante de San Egidio, que es la cultura del diálogo y la convivencia. Las grandes reuniones anuales que hacemos en el espíritu de Asís, desde 1986, reúnen a musulmanes, católicos, judíos, cristianos de todas las confesiones, humanistas, los no creyentes... Lo hicimos en Roma este año; el próximo será en Bélgica, en Amberes, con motivo del centenario del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Damos gran importancia a este diálogo, a este espíritu de Asís. Incluso si alguien nos puede haber criticado, diciendo que es relativismo, nosotros creemos hoy que las religiones conviven, y que la gente tiene que dialogar. Pero esto tiene un impacto. Por ejemplo en la capital Abidjan de Costa de Marfil, cuando se registraron enfrentamientos políticos muy graves, recuerdo que en un barrio algunos cristianos quemaron una mezquita, y los musulmanes querían quemar iglesias, y ahí San Egidio trajo el espíritu de Asís. Los sacerdotes, los imanes, los pastores protestantes se encontraron y dijeron: «Paren». El espíritu de Asís no es una celebración, es un arte de vivir juntos en paz. Porque la paz es la gran necesidad de este mundo. 39


▶Entrevista Andrea, así como hay jóvenes que se dedican a los chicos, y otros que se dedican a los ancianos ¿quienes se dedican a lo que seria los convenios cuando hay conflictos armados en los países de África especialmente? ¿Ustedes preparan gente? Sí, pero no mucha. Un gran periodista italiano, llamado Igor Man, nos describió como la ONU de Trastevere. Es como decir la ONU de San Telmo. Nosotros nos ocupamos de las cosas como si fuéramos artesanos: somos artesanos. No es que tengamos una Cancillería que se ocupa de los temas relacionados con los conflictos, gente formada para eso. Y si tuviera que decir cuántas personas realizan estas tareas no puedo decirlo porque revelo nuestra gran debilidad. Eso es, el nuestro es un artesanado de paz, no queremos llegar a ser una institución, con personas asalariadas. Ahora estamos trabajando en dos problemas africanos: la transición a la democracia en la República Centroafricana, un país muy inestable e inseguro. Se firmó en Bangui, un pacto republicano entre las distintas fuerzas, y estamos trabajando en el diálogo entre el Casamance –región que reclama autonomía e independencia- y Senegal. Ahí no son muy jóvenes los que realizan estas tareas… No, en realidad no Por eso, entonces cuando yo pregunto quienes son los que están trabajando en África, parecería que ustedes disponen de gente con experiencia y que además tiene cierta edad, debe tener de 30 años para arriba, fácilmente ¿Es un grupo importante o pequeño y selecto? Nooo, primero tenemos muchos africanos en África. Algún africano participa en este trabajo, pero tendremos cinco personas trabajando en forma permanente sobre estos temas. El resto es trabajo voluntario. Pero, es gente que se prepara para organizar gestiones... Habla varios idiomas... ¿Se preparan en Europa o en África? En ambos lugares. Creo que un gran valor de esta experiencia es conocer a los hombres, digo hombres a menudo 40

Almuerzo navideño en el Carmen

Almuerzos de Navidad Una de las actividades que realiza anualmente la Comunidad de San Egidio son los almuerzos navideños que brinda desde 1995, a la gente que vive la pobreza de la soledad y que tiene la oportunidad de celebrar y compartir esta festividad tan cara a la cristiandad. Este año los almuerzos tendrán lugar en Buenos Aires en las parroquias del Carmen, San Pedro Telmo y San Pedro de la Boca; en el Colegio del Salvador y en la Cárcel de Villa Devoto. En el Gran Buenos Aires, en la catedral de San Justo, donde participará el obispo, Baldomero Carlos Martini; en Almafuerte, en Remedios de Escalada, y en Villa Martelli, en Fátima. En la provincia de Buenos Aires, el encuentro será en Coronel Pringles. La comunidad solicita colaboradores, que pueden dirigirse a Humberto Primero 389, ciudad de Buenos Aires, o llamar al 4362.4014 en el horario de 17 a 21. Navidad en Villa Martelli

también en el sentido del género porque los hombres son los que hacen la guerra. Conocer a los hombres, conocer a los pueblos. La relación personal es fundamental, aunque a menudo las mediaciones y las negociaciones casi siempre las hacemos en Roma, en San Egidio. Usted tuvo una incursión en la política, cuéntenme un poco esa experiencia… Cuando el presidente Mario Monti me llamó en 2011 y me preguntó si quería ser ministro, yo pensé que tenía que hacer el servicio militar, que no había hecho, entonces tuve que hacerlo. Y lo hice en los temas de la cooperación, la integración y la familia. Y creo haber dado una buena contribución, por ejemplo, para cambiar la mentalidad de los italianos frente a la inmigración, que era una crítica y hostil forma de pensar, en parte porque una parte de los políticos predicaron el miedo hacia los inmigrantes. ¿Que continúa…? Bueno, no. Los italianos están cambiando. Por ejemplo, en Sicilia este verano llegó un barco, que se hundió frente a la playa y la gente se tiró al mar para rescatar a los niños.

San Egidio, en los suburbios

¿Cuáles serían los próximos objetivos de la comunidad? Quedar radicados en los suburbios. ¿Piensan aumentar la presencia en África? No. La nuestra no es una historia que viene de un plan pastoral. Viene de la historia: hay reuniones, oportunidades, crecimiento, dificultades, depende. Pero nosotros queremos permanecer arraigados en los suburbios, que sentimos hoy en día un problema importante en América Latina y África, un problema muy fuerte. Yo ayer visité las villas miserias, donde trabaja la comunidad San Egidio aquí. Sé que hay realidades similares en El Salvador, el problema de la violencia. Hoy en día, la paz no se hace entre las guerrillas marxistas y el gobierno. En la actualidad el problema de la paz está en las afueras, se encuentra en las ciudades. Hay una violencia mafiosa, que ha llegado a ser como una guerrilla. Tenemos que preguntarnos qué significa hacer la paz, tal vez


San Egidio en la Argentina

hoy la paz no se hace con las negociaciones, si no que se hace restando la juventud, los niños a la lógica de la mafia. El otro problema es el terrorismo religioso que nos preocupa mucho. Es necesario que las religiones deslegitimen el terrorismo. Y luego está la atención a los enfermos de sida en África, el trabajo con las personas mayores con los discapacitados, que es muy importante para nosotros porque descubrimos que las personas con discapacidades tienen una sensibilidad propia y tienen una capacidad artística excepcional. En Italia y en otros países hacemos exposiciones de arte de las obras realizadas por personas discapacitadas, que fueron expuestas en la Bienal de Venecia. Ahora cuénteme cómo ve el país, ¿cuál es su visión de la Argentina? Me gusta mucho Argentina, aunque sólo conozco Buenos Aires. Creo que Buenos Aires es una ciudad del futuro, ya que es una ciudad mixta, con diferentes personas, historias, religiones, es una ciudad que necesita el diálogo. Para mí, este es un aspecto que me fascina, y San Egidio en Buenos Aires está muy ocupado en dos temas: los pobres y el diálogo.

Diálogo con las religiones y diálogo con otras culturas. En este sentido, el desafío de Buenos Aires es el desafío de la ciudad del mañana. Me gusta Buenos Aires con esta cara de ciudad moderna y un poco de “París napolitana», si puedo usar esa palabra. El otro aspecto de Buenos Aires y Argentina es la política, creo que el problema de la política argentina –similar al italiano– es diferente. Es una política demasiado emocional, en la que se prefiere el choque al encuentro. Esta cultura del desencuentro, por así llamarla ¿se da en toda América latina? La cultura del desencuentro es hija de la misma globalización, porque la globalización nos pide tener muchos encuentros. ¿El populismo también…? El populismo tiene una mayor referencia en América latina, pero también en África y en Europa hay populismo. Creo que el populismo es un gran problema, nuestras democracias están enfermas. Hay que reconstruirlas a nivel de las comunidades locales y a nivel de vértice. Debemos tener cuidado porque si la globalización destruye la democracia, se puede crear un nuevo totalitarismo, con

San Egidio llegó a la Argentina en 1987 y tiene Escuelas de Paz con chicos de barrios marginales en La Boca, en la Villa 21, en La Matanza –Almafuerte, Puerta de Hierro y Laferrere– y en Coronel Pringles. Su tarea es el apoyo escolar a los niños de 6 a 11 años. Posteriormente estos chicos forman parte del Movimiento El país del arco iris, a quienes se los capacita en una cultura de la no-violencia y la solidaridad. El paso siguiente es capacitar a estos jóvenes para que se conviertan en maestros de las Escuelas de Paz. El Movimiento Viva los ancianos es un servicio de acompañamiento y cercanía a los ancianos que viven en sus casas o en instituciones. Desde 2002 se distribuye un plato de comida caliente y sándwiches a los cartoneros y vagabundos. Otra tarea que fomenta San Egidio es la amistad ecuménica, interreligiosa y con hombres y mujeres de la cultura, creyentes y no creyentes.

la apariencia de democracia, pero es una falsificación. La democracia pasa por el encuentro entre las personas, la discusión. No se puede hacer como en Italia, a través de Internet. Usted dice «yo aprieto esto, sí, entonces estoy a favor”, usted dice que no, pero nunca se tiene una discusión, este es el problema. El problema es que en la sociedad moderna se ha roto el vínculo de proximidad, todos nos hemos vuelto individuos. Pedro Siwak

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▶Cultura

Valle-Inclán, Pardo Bazán, Cela, Mújica Laínez, Jiménez Lozano o García Márquez han seguido a Gaspar, Melchor y Baltasar en su camino hacia Belén

La adoración literaria de los Reyes Magos Son muchos los escritores que han abordado el ‘mito’ de los Magos de Oriente a través del cuento, la novela o la crónica

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rente a la amplia literatura en torno a los cuentos de Navidad, la relativa a los Reyes Magos tiene una menor presencia, pero significativa. Ahora que unos y otros ya se lanzan a la compra de los regalos, es el turno de repasar novelas, relatos y hasta crónicas periodísticas acerca del “mito” de los Reyes Magos. La literatura española e hispanoamericana proyecta una mirada compleja hacia la Epifanía y el relato del Nuevo Testamento, aunque, más allá del escenario teológico, parte de un discurso desbordado por la ilusión y la esperanza. Es el caso, por ejemplo, de Ramón María del Valle-Inclán. El autor de Luces de Bohemia publicó en el libro de relatos Jardín Umbrío (1903), un cuento, La Adoración de los Reyes, de reescritura del pasaje evangélico en donde el narrador asume lo que debían de pensar Gaspar, Melchor y Baltasar: “¡Los ojos le verán y todo será purificado en nosotros!”.

Los tres Reyes Magos son pura alegoría. Es una leyenda que se ha ido conformando en la propia historia del cristianismo a partir del Evangelio de san Mateo, pero también recreando con el paso del tiempo, como en La leyenda dorada, los relatos hagiográficos de Santiago de la Vorágine, arzobispo de Génova, en el siglo XIII. A ese libro acudió Emilia Pardo Bazán, la autora católica que más ha escrito de la Navidad –en 28 de entre los casi 600 relatos que publicó– y de los Reyes Magos, siete cuentos, firmados entre 1895 y 1918. Todos aparecieron originariamente en prensa y están recogidos en sus Obras Completas. Entre ellos, los hay que insisten en la necesidad de reescribir la leyenda; mientras que en otros se adentra más en la fiesta contemporánea de la Epifanía y la tradición de los regalos: “Felices ellos si pudiesen seguir siempre consagrando el pensamiento a la muñeca y al bebé. Vendrán

la esposa, los hijos, la vida de carne y hueso, con mayor conciencia de sí propia…, y el hombre hecho se acordará con nostalgia de cuando le traían los Santos Reyes unas glorias y unas penas de cinc y de cartón” (1901). En los últimos publicados, El error de los Magos (1917) y El triunfo de Baltasar (1918), inserta a los Reyes en la realidad trágica de la Gran Guerra.

De la magia al periodismo

Posterior es La adoración de los Reyes Magos, de Manuel Mújica Laínez, el gran narrador argentino, quien se adentró en lo sobrenatural religioso en ese relato, incluido en su obra Misteriosa Buenos Aires (1951). Un niño sordomudo ve cómo cobran vida los personajes de un tapiz expuesto en el altar de la iglesia del convento de Santa Clara, en Buenos Aires, y que reproduce la famosa iconografía de Rubens Emilia Pardo Bazán

sobre la adoración de los Reyes Magos. Era el modo de Mújica Laínez de expresar el misterio, lo no dicho, la invisibilidad de los Reyes en la noche del 5 de enero. Nada que ver con la narración, escrita a modo de crónica periodística a mediados de los años 60, que Camilo José Cela tituló Los zapatos de la Noche de Reyes, y que publicó en el libro Las compañías convenientes y otros fingimientos y cegueras (1981). Cela narra el desasosiego del niño que fue ante la revelación de que los Reyes Magos no existen: “Como alguien nos dijo –hace muchos años ya– que era un tanto dudosa la existencia de los Reyes Magos cabalgando sus caballos alados y velocísimos con un completo bazar a cuestas, por todos los caminos el mundo, nosotros miramos, pasado el primer momento de estupor, para nuestros zapatos, para nuestros traidores zapatos que, estando en el secreto, tan callado se lo tenían”.

Gabriel García Márquez

el Manuca i Múj ez Laín

Camilo José Cela

z onzále Jesús Gna e Requ

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José Jimén Loza ez no Ramón María del Valle-Inclán


La Adoración de los Magos de Van der Weyden

La interpretación de Rembrandt

Otro Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, escribió en 1980 un artículo muy citado con el título de Estas navidades siniestras, en el que lamenta que “ya nadie se acuerda de Dios en Navidad” y donde se explica, rememorando su infancia colombiana: “La mistificación empezó con la costumbre de que los juguetes no los trajeran los Reyes Magos –como sucede en España con toda razón–, sino el Niño Dios. Los niños nos acostábamos más temprano para que los regalos llegaran pronto, y éramos felices oyendo las mentiras poéticas de los adultos. Sin embargo, yo no tenía más de cinco años cuando alguien en mi casa decidió que ya era tiempo de revelarme la verdad. Fue una desilusión no solo porque yo creía de veras que era el Niño Dios quien traía los juguetes, sino también porque hubiera querido seguir creyéndolo”. Esta confesión de García Márquez enlaza con un ensayo referencial, publicado en 2002 por el catedrático de la Universidad Complutense Jesús González Requena, Los tres Reyes Magos: La eficacia simbólica (Akal). “El rito sobrevive, aunque el mito que lo funda –la historia de los Reyes Magos– es vivido como anacrónico y, en esa misma medida, insostenible. El caso es que los que participan en el rito, si bien afirman no creer ya

en los Reyes Magos, no quieren, a pesar de todo, al menos por lo que se refiere a sus propios hijos, prescindir de él”. Si lo miramos en un espejo literario, este sería una de las novelas de José Jiménez Lozano, El libro de los visitantes (Ediciones Encuentro), publicada en 2007. El premio Cervantes se permite un “capricho navideño” en el que incluye, frente a discursos negacionistas, el anacronismo de incluir a algunos de sus pensadores predilectos –Pascal, Descartes y Spinoza– entre los filósofos y geómetras, reyes y sabios que visitaron a Jesús. Más allá de la literatura en español, este tour de force de Jiménez Lozano da pie a dos referencias necesarias. La primera, la novela del francés Michel Tournier, Gaspar, Melchor y Baltasar (Edhasa), escrita en 1980, en la que da rienda suelta a la imaginación revisionista para erigir una obra fantástica, extraordinaria, libre y caprichosa sobre la identidad de los Magos

Los niños nos acostábamos más temprano para que los regalos llegaran pronto y éramos felices oyendo las mentiras poéticas de los adultos (García Márquez)

de Oriente. En el postscriptum final, aclara: “Los pasajes del Evangelio según san Mateo constituyen la única mención que los textos sagrados hacen de los Reyes Magos. Los Evangelios según Marcos, Lucas y Juan no hablan de ellos. Mateo no dice cuántos eran. La cifra tres suele deducirse de los tres regalos que se mencionan: el

oro, el incienso y la mirra. Todo lo demás sale de los textos apócrifos y de la leyenda, incluyendo los nombres. El autor tenía, pues, plena libertad para inventar, recurriendo al fondo de su educación cristiana y a la magnífica iconografía inspirada por la adoración de los Magos”. Es lo que hizo Umberto Eco en Baudolino (Debolsillo), aunque solo dedica unas pocas páginas a enumerar algunas de las leyendas que persiguen a Gaspar, Melchor y Baltasar guiados por la estrella de Oriente: “Los Magos, ¡ah! –decía–. La tradición los menciona continuamente, y muchos padres nos han hablado de ellos, pero los Evangelios callan, y las citas de Isaías y de otros profetas dicen y no dicen”. Quizás lo único que importa es lo que escribe José Antonio Pagola en su Relato desconcertante: “A este Dios, escondido en la fragilidad humana, no lo encuentran los que viven instalados en el poder –los Herodes de turno– o encerrados en la seguridad religiosa. Se les revela a quienes, guiados por pequeñas luces, buscan incansablemente una esperanza para el ser humano en la ternura y la pobreza de la vida”. Juan CaRLos RodRíGuEz jcrodriguez@vidanueva.es 43


▶cultura

cine

C

on un nivel cultural en materia cinematográfica solo comparable a los vecinos montevideanos, Buenos Aires tuvo durante décadas el privilegio de contar con una oferta cinematográfica única en América del Sur. Ese mundo nostálgico con una peatonal Lavalle atestada de gente y de cines, la generación del sesenta, que erigió al mítico cine Lorraine como cuna del cine-arte, tenía un antecedente tan inolvidable como evocar a Victoria Ocampo. La escritora y mecenas tuvo una temprana fascinación por el cine. Eso lo atestigua el interés que brindó al novel “juguete sin futuro comercial” en las páginas de Sur; también su correspondencia con Sergei Eisenstein –el mismo de El acorazado Potemkin– y su frustración por no poder traerlo a la Argentina. Momentos de la historia que suelen caer en el olvido, gracias a su audacia llegaron tempranamente al país los filmes de Man Ray, Buñuel y otros surrealistas. Victoria le había hecho el encargo al escritor Benjamin Fondane en 1929. Esos filmes que trajo Fondane llegaron a la mismísima calle Corrientes en el reducto que albergó luego al Lorraine.

En manos de audaces ¿Pero qué sucede hoy con el cine-arte en Buenos Aires? “La temporada 2013 ha sido francamente inquietante”, confirma en diálogo con Vida Nueva el empresario Carlos Zumbo, propietario del sello Z Filmes, y agrega: “porque más allá de algunos puntuales éxitos que hemos tenido se advierte una tendencia declinante que indica un alarmante éxodo de público de los filmes 44

Carlos Zumbo

Luis Buñuel

Pier Paolo Pasolini

Y veíamos buen cine… La pasada temporada reafirma el permanente declinar del cine de calidad en nuestro país. Diversas iniciativas intentan revertir esa tendencia considerados de cine arte”. Su compañía fue la responsable del estreno en la Argentina de joyas como Tabú y Bárbara, y tiene comprometido para el año próximo, entre otros, al último trabajo de Ettore Scola que homenajea a Federico Fellini. En la última edición del mercado de cine Ventana Sur, desarrollado en la Universidad Católica Argentina, su distribuidora se sumó a una decena de pequeños empresarios locales que formaron una Cámara de Distribuidores Independientes que intentará dar respuestas al sector. Muchos consideran que la próxima gestión del INCAA deberá analizar la forma de apoyar a las distribuidoras de cine europeo y especialmente a la creación de salas de exhibición de ese cine equipadas de la mejor forma para que el estreno de

esos filmes pueda tener una adecuada explotación comercial y mantener la diversidad cultural que distinguió a Buenos Aires con una pléyade de entidades dedicadas al cine y de febril actividad. Algunos bastiones resisten, tal el caso del Cine Club Núcleo que continúa su labor a más de medio siglo de su fundación. El recordado Salvador Sammaritano siempre traía a colación cuando comenzaron con las proyecciones de Núcleo en el Instituto Superior de Cultura Religiosa: “Nos habíamos quedado sin sala y comenzamos en esa con La vía láctea de Luis Buñuel. Lo genial del caso es que en la película hay una escena en la que ¡fusilan al Papa! La hermana Amalia, al finalizar la proyección que pensé que sería la primera y la última, y ante mi temerosa

pregunta sobre su parecer acerca del filme me respondió: ‘Buñuel es un loco, es genial. La película es muy buena, pero para mí que tiene un complejo de Edipo con la Santa Madre Iglesia’. Nunca la olvidaré porque fue un ser maravilloso”. Núcleo convivía con otros espacios similares como el Cine Club Enfoques, originalmente parte de la Dirección Central de Cine y Teatro de la Acción Católica –aunque luego se separó– y que en 1958 dirigía Ramiro de la Fuente y con las películas que las embajadas y San Pablo Films entregaba en préstamos a colegios e institutos. Impresiones de la lejana y efervescente Buenos Aires que resiste gracias a la tesonera labor de unos pocos, los claros síntomas de una decadencia cultural. Pablo De Vita


LIBRO violencia

No está quedando ni uno, los están matando a todos

V

amos a comenzar como si escribiésemos una obra de teatro. La acción se desarrolla en un barrio de la ciudad de Ingeniero Budge, partido bonaerense de Lomas de Zamora. El barrio tiene por nombre Arquitecto Tucci. La zona está situada sobre una de las márgenes del Riachuelo. Una obra de teatro, dijimos, aunque no es ficción, sino auténtica realidad. ¿Podría ser un drama? Más bien, la definiríamos como una tragedia. Y sumamente fuerte. El de un niño al que llaman Chaco “es –refieren los autores– un mundo de carencias materiales y afectivas, y también un universo en el que la violencia interpersonal se hace presente con intermitente, pero brutal, frecuencia. No sólo en su barrio, Arquitecto Tucci, donde, según él, ‘son todos transas, se cagan a tiros todos los días’, sino también en su hogar. ‘Yo lo quiero ver muerto’, dice Chaco sobre su papá. ‘En casa falta todo y él no hace nada. Duerme todo el día. Chupa un montón. Y encima se pelea con mi vieja’. Tatiana sufrió más de una vez la furia alcoholizada de su pareja. ‘La última vez casi la mata’, contó Chaco. Una vecina de la familia de Chaco describió una gresca doméstica: ‘El tipo la arrastró de los pelos por la calle, y la puteaba a los gritos. Por suerte, la salvó un vecino. Ella tuvo mala suerte. Le cocina, le lava la ropa, y él es un vago. Dice que es remisero, pero no hace

nada’. Chaco recuerda a la perfección la última vez que vio a su padre: ‘Desde que lo corrió con la cuchilla, él no apareció más. Es mejor que no vuelva nunca más’.”

Violencia cotidiana La referencia a los autores nos informa que Javier Auyero es profesor de sociología en la Universidad de Texas, Austin. Nacido en 1966 en Lomas de Zamora, se doctoró en sociología en The New School for Social Research. Recibió becas de diversas instituciones, es autor de varios libros y su tarea de investigación se concentra en temas de la pobreza y la marginalidad urbana, la acción colectiva y la etnografía. María Fernanda Berti también nació en Lomas de Zamora, pero en 1972, y se recibió de maestra en el Instituto Superior Docente 102, de Banfield. Ejerce su profesión en escolaridad primaria. Al referirse a ésta, su obra, señalan que ella “examina las formas y los usos de la violencia en la vida cotidiana de los pobres urbanos, más específicamente en Arquitecto Tucci y sus zonas aledañas. [...] Esta violencia sofoca de tal manera la vida diaria de los más desposeídos que es difícil imaginar cómo alguien podría, para parafrasear la meditación de Jaslyn sobre el incierto futuro de su madre en el magnífico libro de Colum McCann, ‘salir intacto’ de allí. El área donde llevamos a cabo nuestro trabajo de campo es un lugar para vivir tan hostil

LA VIOLENCIA EN LOS MÁRGENES Javier Auyero María Fernanda Berti Katz Buenos Aires, 2013 176 páginas

que, en el transcurso de los tres años que duró la investigación (de 2009 a 2012, N. del R.), nuestra preocupación giró en torno a las marcas difíciles de disipar que la demoledora violencia está dejando en los cuerpos, los corazones y las mentes de aquellos más afectados por ella”. Nos parece indudable que lo manifestado hace de este libro un verdadero documento, un palpable testimonio, severamente desgarrador, de la trágica realidad que se vive en las regiones descriptas. Un volumen que se lee con interés y, a la vez, con amenidad, no exenta de dolorosa motivación, como es obvio a tenor de los ejemplos vertidos. En

él sus autores anuncian que habrá una obra que continúe a ésta, de manera que se mantendrá latente, sin duda, la fidelidad de los lectores. Lo deplorable es que no sólo habrá otra obra debida a tan estudiosos escritores, sino que ello significa la continuidad de esos males que afectan a tanta gente y, precisamente, a la más empobrecida. En su Capítulo 1, dice el libro: “Con una población de aproximadamente 170.000 habitantes en el año 2010, Arquitecto Tucci está situado al sur del conurbano bonaerense junto a la ribera del contaminado Riachuelo, un extenso colector de efluentes industriales al que la Defensoría del Pueblo de la Nación definió como ‘el peor desastre ecológico del país’. “Los arroyos, ‘todos podridos’, señala la obra, y (nuevamente) la basura, que se acumula, fueron temas varias veces enfatizados”. El 9 de junio de 2010 “la madre de un estudiante vino a verme (relata Fernanda, la maestra). Su hijo, Manuel, había faltado varios días. Me dice que Manuel está lleno de granos... como el resto de sus otro ocho hijos. Viven junto a la orilla del Riachuelo”. Acaso, la valiosa investigación y consiguiente informe de estos dos jóvenes escritores sirva de noble alegato para que se susciten fuerzas convergentes encaminadas a terminar con estas penurias. Al menos, para aliviarlas en muy elocuente medida. Tal vez –alguien afirmó en una oportunidad que la utopía es posible–, un día baje el telón sobre el escenario de esta tragedia. JORGE LOMUTO 45


▶La ÚLTIMa CArDenAL GiAnfrAnCo rAvAsi. PrESiDENTE DEL PoNTifiCio CoNSEjo DE LA CULTUrA

Culturas juveniles

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ebo confesar que cuando era un muchacho envidiaba a los quiosqueros porque tenían a su disposición una vasta gama de publicaciones para leer sin tener que pagar nada. Pues bien, entre los tantos indicios posibles de una metamorfosis generacional, hay uno que, precisamente, tiene que ver con el papel impreso y que me llamó la atención hace ya años, cuando todavía era director de la BibliotecaPinacoteca Ambrosiana de Milán. El Corriere della Sera patrocinaba una gran exposición sobre el Codice Atlantico de Leonardo que custodiábamos y, cada mañana, nos dejaba gratuitamente una pila de diarios. Cuando llegaban los visitantes adultos, todos se daban prisa para coger un ejemplar. Cuando eran estudiantes de instituto los que llegaban, ninguno soñaba siquiera con recoger el periódico. A cualquiera le resulta fácil hacer la prueba: basta con tomar el metro por la mañana y verificar cuántos estudiantes hay con libros de texto, con un periódico… Un lector me escribía: “En una entrevista, una vez usted se declaró un ecléctico cultural. Pero habrá un campo de interés de esta fase histórica que, fundamentalmente, tiene en consideración”. La pregunta para mí es fácil: la cultura juvenil (y olvidémonos de las discusiones sobre esta fórmula que no quiere ser ni censora ni de apartheid). La comunicación nos muestra de inmediato que se ha producido un salto generacional. Ya desde el inicio me doy cuenta de que su oído es distinto al mío: incluso me he expuesto a la escucha de un CD de Amy Winehouse para hacer una prueba inmediata. En cualquier caso, de esos textos tan lacerantes, musical y temáticamente, emerge una pregunta sobre el sentido que es común a todos. Su lengua es diferente a la mía, y no solo porque usen una décima parte de mi vocabulario. Nuestros jóvenes son nativos digitales y su comunicación ha adoptado la simplificación de Twitter, la pictografía de las señales gráficas del móvil. Han sustituido el diálogo hecho de contactos directos, visuales y olfativos, por el frío chateo virtual a través de la pantalla. La lógica informática binaria del save o delete regula tam46

bién su moral, que es apresurada: la emoción inmediata domina la voluntad, la impresión determina la regla, el individualismo pragmático está condicionado solo por eventuales modas de masa, como los tatuajes, la movida nocturna, las bandas, los juegos extremos… Su forma de pasear por las calles con las orejas obturadas por los auriculares de sus músicas señala que están “desconectados” de la insoportable complejidad social, política y religiosa que hemos creado los adultos. En un cierto sentido bajan una visera para autoexcluirse porque nosotros les habíamos ya excluido con nuestra corrupción e incoherencia, con la precariedad, el desempleo, la marginalidad. Aquí debería aflorar un examen de conciencia en los padres, maestros, sacerdotes y en la clase dirigente. La diversidad de los jóvenes no es solo negativa, pues contiene sorprendentes semillas de fecundidad y de autenticidad. Pensemos en la opción por el voluntariado de muchos de ellos, en su pasión por la música, el deporte, la amistad, que es una forma de decirnos que el hombre no vive solo de pan. Pensemos en su espiritualidad, sinceridad y libertad originales, escondidas bajo una capa de aparente indiferencia. Por estos y tantos otros motivos me intereso por los jóvenes, que son el presente y no solo el futuro de la humanidad. De los 5.000 millones de personas que viven en los países en vías de desarrollo, más de la mitad tiene menos de 25 años (el 85% de los jóvenes del mundo). Es por eso por lo que, abandonando los necesarios análisis objetivos socio-psicológicos sobre la fe de los jóvenes, o sea, sobre el sentido de la presencia religiosa en ellos, preferiría centrarme sobre la fe en los jóvenes, es decir, en la confianza en sus potencialidades, aunque estén sepultadas bajo esa indiferencia que a primera vista me impresionaba. “Todos –escribía Henri Duvernois– debemos tener una juventud; poco importa la edad en la que se decide ser joven”.




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