2018/19
N.º 7A Leer juntos poesía En setenta y cinco centros educativos de Aragón
VIDA José Hierro (Madrid, 1922-2002) A Paula Romero
Después de todo, todo ha sido nada, a pesar de que un día lo fue todo. Después de nada, o después de todo supe que todo no era más que nada. Grito «¡Todo!», y el eco dice «¡Nada!». Grito «¡Nada!», y el eco dice «¡Todo!». Ahora sé que la nada lo era todo, y todo era ceniza de la nada. No queda nada de lo que fue nada. (Era ilusión lo que creía todo y que, en definitiva, era la nada) Qué más da que la nada fuera nada si más nada será, después de todo, después de tanto todo para nada.
Cuaderno de Nueva York (1998)
José Hierro (1922-2002), es acaso el poeta más reconocido y galardonado de su generación, la que inició su trayectoria en los duros años de la posguerra española y que, en su caso, concluirá casi a la par del siglo XX que le tocó vivir. Y es que, para Hierro, lo único importante está en el latido cordial de la vida. Quizá sea eso lo que nos lo hace tan cercano. Como él mismo dice en «A orillas del East River» del Cuaderno de Nueva York: «Siempre aspiré a que mis palabras, / las que llevo al papel, /continuasen llorando, /−de pena, de felicidad, de desesperanza, /al fin, todo es lo mismo−, / porque yo las había llorado antes; /antes de que desembocasen en el papel blanquísimo, /en el papel deshabitado, que es el morir».
Que con nada o con poco lo puedes tener todo. Y que no somos nada en el universo comparado con otras cosas. (Jaime Ferrer Fernández, 4º ESO) Cuando somos jóvenes lo que en ese momento es lo más importante para nosotros, en realidad no es de la más mínima importancia porque al fin y al cabo vamos a acabar en el mismo sitio. En cambio, nos aferramos a esas cosas para ser felices. (Marta García Vázquez, 4º ESO) Me sugiere como una despedida. (María Loscertales, 4º ESO) La vida acaba por no significar nada. (Mónica Pedraza, 4º ESO) Simple y complejo al mismo tiempo: todo lo que tenemos llega a su fin y queda reducido a nada. (Elena Jiménez, 1º Bachillerato) Después de un todo hay una nada. Nada permanece siempre como un todo. Todo es efímero hasta la nada. (Estefanía Nerín, 1º Bachillerato) Nostalgia por todo lo perdido. Desamor por la nada. (Enzo Sánchez, 1º Bachillerato) Me transmite un vacío que no me llega a llenar del todo. (Amenata Dukuray, 1º Bachillerato) Nada parece todo: el amor, la tristeza, el orgullo… (Lyda Carracedo, 1º Bachillerato) La vida se nos escapa de las manos y no nos da tiempo a disfrutarla lo suficiente. (Ana Puy, 1º Bachillerato) La nada nos asusta porque es un vacío que no queremos sentir. Y lo llenamos con ilusiones. (Oumaima Achargui, 1º Bachillerato) Damos importancia a cosas que, al final, no la tienen. (Alba Ordobás, 1º Bachillerato) Es triste ver desaparecer todo. (Paula Rodríguez, 1º Bachillerato) Hace que me replantee mi existencia: tengo que aprender a aceptar con serenidad la pérdida, aunque tengo que esforzarme en recordar todo lo que amo. (Pablo Laplana, 1º Bachillerato) Hay momentos en la vida que parecen insignificantes pero en verdad lo son todo. (Alba Forradellas, 1º Bachillerato) Alumnado del IES José Mor de Fuentes, Monzón
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