2018/19
N.º 27A Leer juntos p oesía En setenta y cinco centros educativos de Aragón
DELIRIO DEL INCRÉDULO María Zambrano (Vélez-Málaga 1904 - Madrid 1991) Bajo la flor, la rama; sobre la flor, la estrella; bajo la estrella, el viento. ¿Y más allá? Más allá, ¿no recuerdas?, sólo la nada. La nada, óyelo bien, mi alma: duérmete, aduérmete en la nada. Si pudiera, pero hundirme… Ceniza de aquel fuego, oquedad, agua espesa y amarga: el llanto hecho sudor; la sangre que, en su huida, se lleva la palabra. Y la carga vacía de un corazón sin marcha. ¿De verdad es que no hay nada? Hay la nada. Y que no lo recuerdes. Era tu gloria. Más allá del recuerdo, en el olvido, escucha en el soplo de tu aliento. Mira en tu pupila misma dentro, en ese fuego que te abrasa, luz y agua. Mas no puedo. Ojos y oídos son ventanas. Perdido entre mí mismo, no puedo buscar nada; no llego hasta la nada. [1950] El agua ensimismada (2001)
María Zambrano Alarcón. Nace en Vélez-Málaga en 1904 y muere en Madrid en 1991. Estudia Filosofía en Madrid, donde asiste a las clases de José Ortega y Gasset. El también filósofo Julián Marías la incluye en el círculo que él mismo acuñó como Escuela de Madrid por seguir el pensamiento de su maestro Ortega. En 1931 es profesora de Filosofía en la Universidad de Madrid y colabora en las publicaciones más prestigiosas del momento. Es la época en la que se relaciona con miembros de la generación del 27 como Luis Cernuda, Miguel Hernández o Jorge Guillén. Colaboró con la República en las Misiones Pedagógicas. El final de la guerra en 1939 la llevó a un largo exilio por América y Europa. Regresó a España en 1984 cansada y enferma, como reconoció ella misma. Se le concedieron los premios Príncipe de Asturias en 1981 y en 1988 el Premio Cervantes de Literatura.
Inspira a tener una actitud filosófica, pues con la «nada» cada uno se imagina su propio vacío. (Pablo Casas, 4º ESO) La nada, aquel vacío que ha dejado su amado y que no puede rellenar con nada ni nadie. (Madalina, 4º ESO) En este poema la autora pretende explicarnos un desamor que ha vivido en el que aún quedan brasas pero que le toca vivir en soledad y en la nada. (Sergio Ostáriz, 4º ESO) El poema se pregunta qué hay más allá de la vida, a lo que responde que solo la nada, el vacío. Tanto el presente dominado por la soledad como el futuro incierto que se desconoce, en ellos no hay nada, solo el paso del tiempo. (Adrià Navarro, 1º Bachillerato) María Zambrano muestra su incomprensión sobre el sentido de la vida y la muerte. Versos como «la carga vacía de un corazón sin marcha» reflejan vidas vacías y sin ganas de vivir. (Verónica Aquilué, 1º Bachillerato) Este poema me inspira una sensación de tranquilidad, te hace reflexionar sobre las cosas que existen por encima de nosotros: ¿Será la nada o habrá una existencia mística?, perdido en ti mismo, encontrando quién eres, si eres algo o simplemente no eres nada, si nuestra propia existencia tiene algún final o si nos han traído al mundo con alguna razón o «por nada». (Carlos Rubio, 1º Bachillerato) Se puede notar el dolor profundo que siente el sujeto lírico en cada palabra del poema, cualquiera se puede sentir identificado. Creo que la muerte de un ser querido es un tema sobre el que se pueden hacer obras preciosas, como esta. (María Alejandra Pérez Herrera, 1º FPB) Este poema habla de la NADA como si fuera ALGO, y entonces me he planteado si de verdad será «algo» o lo llamamos así para poderlo nombrar de alguna manera. Creo que está hablando consigo misma sobre una vivencia, pero expresado de manera compleja. (Isabel Doina Lincan, 3º ESO A) Alumnado del IES Bajo Cinca, Fraga
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