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Colocar correctamente el bebé al pecho y sin dolor durante la alimentación
Leche materna y lactancia,
L e c h e m a t e r n a y l a c t a n c i a,
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s i e m p r e a c t u a l
Germán E. Silva Sarmiento, MD
Pediatría, medicina interna pediátrica
La lactancia materna: ‘Un imperativo clínico’
La gran mayoría de las madres pueden y deben amamantar, así como la gran mayoría de los lactantes pueden y deben ser amamantados. Solo bajo circunstancias excepcionales puede considerarse la leche materna inadecuada para el lactante.
A pesar de ser un acto natural, la lactancia materna también es un comportamiento aprendido. Las tasas de inicio de lactancia en el hospital demuestran que la mayoría de las madres quieren amamantar y tratan de hacerlo. Sin embargo, e incluso desde el inicio, las madres no pueden conseguir el apoyo a la lactancia que necesitan. Las bajas tasas de lactancia materna a los 3, 6 y 12 meses muestran que las mujeres se enfrentan a múltiples barreras adicionales para mantener una lactancia materna exitosa.
La lactancia materna es ampliamente reconocida como el mejor alimento para los bebés, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que todos los niños tengan lactancia materna exclusiva durante al menos seis meses después del nacimiento e idealmente hasta los dos años de edad. Los alimentos complementarios ofrecidos antes de los seis meses de edad tienden a desplazar a la leche materna y no dan ninguna ventaja nutricional para la salud. La lactancia materna mejora la salud del niño, la salud de la madre, y fortalece el vínculo madre-hijo. Los bebés con lactancia materna tienen menores tasas de enfermedades gastrointestinales y respiratorias, de otitis media y alergias, mejor agudeza visual y mayor desarrollo cognitivo y del lenguaje.