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I. Introducción
Una buena nutrición (una dieta completa, equilibrada, suficiente y adecuada combinada con actividad física regular) es un elemento fundamental para la buena salud. El crecimiento y desarrollo del niño son los ejes alrededor de los cuales se va vertebrando su atención de salud.
La nutrición, en particular en la etapa temprana constituye uno de los pilares del desarrollo humano y del progreso de las naciones. El tener niños, niñas y adolescentes bien nutridos les abre en el presente y en el futuro una ventana de posibilidades en capacidad física, intelectual, salud y desarrollo emocional y social. Por el contrario, una mala nutrición puede reducir la inmunidad, aumentar la vulnerabilidad a las enfermedades, alterar el desarrollo físico y mental y reducir la productividad.
La Desnutrición no solo conduce a la muerte y la enfermedad. También socava el derecho humano a una vida saludable, y afecta negativamente el desarrollo económico al aumentar los costos de atención médica e incurrir en pérdidas de productividad1 .
Todos estos impactos en el individuo sirven para socavar la capacidad de países para desarrollar su capital humano, definido como “niveles agregados de educación, habilidades de aprendizaje y salud en una población1 . Dentro de las principales causas de un mal estado nutricional se encuentran: Inseguridad alimentaria, deficientes condiciones de salud y saneamiento; y por último inadecuadas prácticas de alimentación.
Dada la importante trascendencia a nivel global de los problemas relacionados con la malnutrición, este documento tiene como fin fundamental, unificar los conceptos que actualmente se manejan con relación a la malnutrición.