COMUNICADO DEL BLOQUE DEL FRENTE PARA LA VICTORIAPJ EN EL PARLAMENTO DEL MERCOSUR Los parlamentarios del Mercosur del FPV-PJ expresamos nuestro categórico y contundente rechazo al anuncio realizado por la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich acerca de la autorización para la actuación de fuerzas operativas de DEA en la ciudad de Posadas, Misiones. La instalación de fuerzas operativas de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por su sigla en inglés) con el pretexto de la lucha contra el contrabando, el narcotráfico y el lavado de activos constituye una afrenta más no sólo a la soberanía nacional sino al proyecto integrador del MERCOSUR y de la UNASUR, ya que el ingreso de militares, analistas y funcionarios norteamericanos socava, sin dudas, la independencia y autonomía de nuestros países. No es casual que tal como anunciara la ministra Bullrich la task force (fuerza de intervención) se instale en Posadas, cercana a la Triple Frontera, lo que permitirá que las fuerzas de Estados Unidos obtengan fácilmente información para su supuesta lucha contra el narcotráfico, el crimen organizado y el terrorismo, introduciendo en la región un conflicto internacional del cual nuestros países no forman parte, con la consiguiente peligrosidad que ello implica. Es necesario recordar que esa zona, corazón de nuestro proceso integrador, contiene el Acuífero Guaraní, uno de los reservorios más importantes de agua potable en el mundo, además de ser una región de una diversidad biológica que es necesario preservar. Por lo tanto, la posibilidad de la instalación de fuerzas extranjeras es una amenaza manifiesta para nuestros recursos naturales. La participación de estas fuerzas, amparadas en muchos casos, con inmunidad diplomática, ha traído en numerosas ocasiones la violación a los derechos humanos que estos efectivos realizan contra las poblaciones locales. Suramérica ha construido de manera autónoma y soberana, una región de paz, libre de enfrentamientos bélicos y resolviendo los conflictos de manera pacífica, y reduciendo las hipótesis de conflicto. Por ello, no
podemos permitir que, con el argumento de la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, se destruya esa construcción y se militarice la región lo que traerá mayores amenazas a nuestro pueblo. Desde su nacimiento en 1973, la DEA, lejos de contribuir al cumplimiento de los objetivos para los que había sido creada, ha sido un instrumento de la política norteamericana para intervenir en América Latina y su accionar ha sido desastroso para todos los países en donde intervino, sin reducir el narcotráfico, aumentando el consumo de sustancias ilegales, la criminalidad y la violencia. Las declaraciones de la Ministra y de sus Secretarios son preocupantes, ya que reconocieron que fueron los funcionarios argentinos quienes propusieron la necesidad de la participación de las fuerzas norteamericanas en la zona y adelantaron que se profundizará con otras agencias del gobierno norteamericana. Esto constituye lisa y llanamente la entrega de nuestra soberanía, a partir del colaboracionismo en materia militar, despreciando la posibilidad de cooperar entre los países suramericanos. Por lo tanto, repudiamos y rechazamos esta injerencia en nuestras políticas en materia de defensa y seguridad, que está siendo propiciada por el mismo gobierno nacional.