AUDICIÓN DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA. 30-03-2012 Es un gusto amigos saludarlos por este espacio, que a veces no podemos cumplir en fecha, en hora, pero que nos resulta grato como forma de comunicación con una audiencia que, si quiera en parte, hace mucho tiempo nos acompaña. Es innegable que estamos padeciendo una especie de tsunami en el campo de la confianza pública hacia los servicios médicos como consecuencia de esos trágicos hechos de la Española y el Maciel por todos conocidos. Estos hechos que hoy podemos juzgar, y están en manos de la Justicia, en realidad tienen origen en la actitud militante y comprometida de una señora enfermera que desconfió, por un lado, observó y militó para esclarecer, tozudamente; que le pasó por encima, y es un ejemplo, a esa pésima cultura de prescindir, de cola de paja, de "no metás", de corporativismo que mira para otro lado, porque por encima de todo, esta señora enfermera se metió, se comprometió y colocó al tope la bandera de la defensa de la vida por encima de cualquier otra consideración, y éste es un formidable ejemplo de carácter nacional. Es muy probable que si esta señora no hubiera estado en el lugar que estuvo, que no hubiera asumido esa actitud, es probable que no nos hubiéramos ni enterado, lo que habla del valor del individuo. Si por un lado, cuando el individuo falla, cuando para el ser humano casi no hay recurso, por otro lado cuando el individuo afirma, cuando el individuo responde, casi es la última y la más grande de todas las garantías. Paradojalmente, en los hechos, está cuestionada la confianza de todo el sistema de salud ante la aparición de criminalidad en dos de sus integrantes. Paradojalmente, un tanto se ve restañada, si quiera parcialmente, por la existencia de integrantes como esta señora enfermera con clarísima conciencia de lo que debe ser. Vaya contrasentido que este amargo capítulo nos pone por un lado y por el otro. Otra conclusión de este triste capítulo es que, tal vez, y hay que rastrear literatura en el mundo, y experiencia en el mundo, este tipo de trabajadores en estos servicios tan estresantes, deben de rotar, de alternarse, tener tratamientos especiales de vigilancia sicológica; que notoriamente es muy peligroso pasar años contemplando el cuadro permanente de la muerte casi en forma cotidiana. No parece que estemos hechos de una madera tan fuerte como para que, en alguna medida, estas cosas no nos terminen afectando u obligándonos a construir corazas peligrosas frente al dolor ajeno. También hay un hecho en todo este capítulo todavía no agotado, investigación no agotada, conclusiones que no están terminadas, ni mucho menos el quehacer hacia adelante; pero la resistencia militante de esta enfermera denunciante tuvo un complemento innegable en la sagacidad policial, porque fue esa sagacidad policial que logró convencer "truchamente" a un acusado
que negaba y todavía no se tenían pruebas. Estaba siendo indagado, pero no había pruebas terminantes, acusatorias, y logró convencer en el interrogatorio que había sido grabado y que, por lo tanto, había pruebas terminantes; y allí el sujeto en cuestión se desmoronó y confesó todo. Este hecho merece resaltar el oficio de quienes trabajaron en esta penosa investigación. No cabe dudas que las dificultades probatorias son enormes. Cuando hay que lidiar con sucesos criminales se siente que domina el oficio y el medio ambiente. Eso de conseguir pruebas no es cosa de coser y cantar. De ninguna manera es sencillo, y hemos sentido algunos comentarios, seguramente que faltos de información, francamente excesivamente apresurados. Muy lejos de que este tema esté agotado, se nos ha planteado proceder a designar un día de luto público para recordar a las víctimas y recordar la responsabilidad frente a la vida que todos tenemos; y pensamos que podía ser, pero queríamos sumar un día de verdadera defensa de la vida en el sentido de que son múltiples las circunstancias en que masivamente nos movemos como contra la vida. Ahí están los "gurises" haciendo cosas imposibles con las motos y a veces matándose inútilmente. Allí está el camino de las drogas. Allí están las mil y una formas de atentar que tenemos contra la vida, toda la sociedad. Buena cosa sería dedicar un día entero a que en los distintos ámbitos pensemos en voz alta, comentemos en los distintos medios estas cuestiones; en los medios médicos, entre los enfermeros, entre los pacientes, pero entre los hombres y mujeres comunes y corrientes, en toda la escalera de la vida y de la sociedad, porque cualquiera sean los problemas que tengamos por delante, ningún tesoro es más importante que el tiempo de nuestra vida, y no debemos malgastarla o derrocharla. Porque siendo un bien que se nos está escapando es un bien que tiene un valor inconmensurable y todo lo demás resulta secundario, ante ese bien maravilloso que significa estar vivo. Creo que vale la pena que el Uruguay entero dedique un día a reflexionar estas cosas; por eso vamos a volver sobre este tema; sin pretender, ni por asomo, agotar este tema que va a estar inevitablemente por mucho tiempo. Pasando a otro orden, se está procediendo en el campo de la enseñanza a intervenir para mejorar los edificios públicos, en cientos de lugares; pero acepto, acepto cabalmente, que en primer término el Estado con sus procedimientos paquidérmicos, un Estado que ha querido evitar todas las desviaciones humanas y, por lo tanto, está lleno de un conjunto de disposiciones que obligan a licitaciones, Tribunal de Cuentas, apelaciones, etc., que termina todo en una lentitud casi rayana en la inoperancia. Este es el Estado que tenemos. Y éste es el desafío que tenemos todos por delante, con los legisladores, incluso los de la oposición. Si en este país no emprendemos una revisión a fondo de todos los procedimientos del Estado, oficialismo y oposición, y no procedemos a una movilización de todos estos procedimientos, que por un lado nos den garantías pero por otro nos den eficiencia, estamos condenados a situaciones de lentitud burocrática que terminan perjudicando al país todo.
Para arreglar cuatro años el desafío de un local, algo que un local particular, en una fábrica, en una casa, insumiría a lo sumo quince días, es posible que pasemos un año dando vueltas para poder resolver, o terminemos andando por la cornisa desde el punto de vista jurídico. Esto no es ninguna culpa de la enseñanza, es una consecuencia que se refleja también en la enseñanza. Es un mal general del Estado y por eso estamos haciendo pulular hace años en el Uruguay el surgimiento de esas cosas que llamamos empresas públicas y de derecho privado. Es para llorar. Para poder apurar los trámites, de poder resumir estas cuestiones en la enseñanza hubo que recurrir al artilugio de utilizar una figura pública de derecho privado, como es la Corporación para el Desarrollo; para poder apurar el tranco. ¿Por qué? Porque de otra manera, imposible. Por eso nosotros comprendemos, ¿cómo no vamos a comprender el malestar que tienen algunos docentes y algunos padres. Seguramente, los comprendemos; porque es un hecho que, teniendo la plata disponible, no se termina nunca de hacer. Pero, sin embargo, tenemos la obligación de dar un paso más. Es cierto que estos inconvenientes de ninguna manera son totales. Lo único que pasa es que es lo que es noticia es lo que anda mal. No lo que anda mal. La noticia es lo malo. Nosotros tenemos constancia, que rompe los ojos, de liceos que andan macanudo, 61, 58, el 39, el 42, etc., pero mejor leerlo: tenemos acá a un señor, a un compatriota que vino de Italia, que regresó con su hija, y nos escribe una carta, que dice así: "Estimado amigo, entre tanta contra publicitaria que estamos teniendo, escribo estas líneas sólo para que sepa lo que vivo como padre en el liceo público de Salinas Nº 2 y para que úsese esta información, si lo cree pertinente. 1º) Todos los profesores desde el inicio de las clases comenzaron a todo ritmo. 2) Uniforme. Excelente iniciativa que diferencia a todos los alumnos; poblaron a nuestro balneario y dan una señal clara de respeto. Es un simple equipo deportivo azul, con el logo del liceo. 3º) Adscriptas, docentes y dirección vigilan todo el tiempo a todos los alumnos, a las niñas no las dejan entrar con vestimenta agresiva, a los varones igual, se prohíbe el uso de gorros y sombreros. 4º) No sale ningún alumno sin autorización escrita previa de sus padres, en cualquier caso que estén llamando a casa. 5º) Los actos de inconducta son severamente penalizados, actuando de inmediato. 6º) El edificio es una maravilla. 7º) Las clases continúan fuera de horario, vía internet. La verdad, es mucho más de lo que nos ofrecía Italia en el secundario. Sabes, integré varias comisiones en mi pueblo, entre las cuales las de cultura siempre estuvieron en primer lugar", y allí relata las vicisitudes de la enseñanza italiana. Este compatriota que volvió a la Patria continúa diciendo: "Lo que vivimos hoy en Uruguay a nivel de la enseñanza es una excelencia tremenda, lamento mucho que haya gente que siga dividiendo la chacrita y tratando de llevar agua sólo para su costado. Más allá de que tú sabes bien de lo que estoy diciendo, creí necesario manifestarlo como un simple ciudadano, como un simple padre que llega desde el primer mundo con una hija adolescente, y se encuentra con
una realidad que es muy diferente a la que da el informativo de las 20:00. Estoy a la orden, como siempre". Este ciudadano se llama Carlos Guli, vive en Salinas; y doy este dato, por si alguno se cree que estamos inventando. Hay otras comunicaciones por el estilo. Es decir, me quiero detener en este hecho: tenemos problemas y los tenemos que aceptar, y los tenemos que resolver, y tenemos que construir las decisiones, esto no tiene vuelta; pero quiero señalar, por lo que va a venir, que la actitud estridente que por momentos se asume, está reflejando un lío de carácter político. Hoy es por esto, mañana va a ser por otra cosa. Hay un inconformismo latente, no importa lo que fuera. Es una actitud gremial que nosotros conocemos, que de ninguna manera es de todo el gremio, y mucho menos de todos los profesores. Nosotros no nos chupamos el dedo. El problema de los locales es absolutamente secundario y la inmensa mayoría de la gente quiere dar clase, y la inmensa mayoría de los uruguayos se da cuenta que cualquiera sean las dificultades, ningún bien es más importante que darle clase a los muchachos, y que no debiéramos tomar de rehenes a los muchachos. Esto hay que entenderlo y que, en definitiva, si tenemos problemas, los tenemos que resolver entre todos. Tenemos que construir soluciones. Pero hay una actitud de izquierdismo infantil en algunas cabezas. Todo es negro, todo está mal. Todo lo que esté en el país. Ahora, si está en Cuba o en Irán, ¡aaahhh...!, ahí está bien. No importa; pero lo que está acá, está todo mal. Es un izquierdismo que, como siempre, termina colaborando con la derecha. Le hace el caldo gordo a la derecha y busca los aliados coyunturales siempre en las posiciones de derecha. En el fondo, termina jugando para la derecha, lo piense o no lo piense, porque siempre fue así en la historia de la humanidad. El jacobinismo en la Revolución Francesa que se junta con el Termidor contra la Gironda y le pone fin a la Revolución Francesa. Es lo mismo que pasó en la Alemania que le abrió el paso al hitlerismo. Es lo mismo que pasó en la guerra española. El izquierdismo como forma infantil, llevando la cosa, precisamente, casi al nihilismo crítico permanente, y tratando de evitar toda obra que sea de construcción y de solución; y con una actitud, cuanto peor, mejor. Este es el problema de fondo que tiene la enseñanza, y no lo otro. No quiere decir de ninguna manea que no tengamos problemas, claro que los tenemos, seguramente que los tenemos, pero primero el cuerpo de profesores del Uruguay es un capital del Uruguay, es un conjunto de trabajadores dignos, y a ellos les entregamos nada menos que el porvenir. No pueden ser enemigos de la formación de nuestros muchachos. Ni pueden ser ni lo son. Como en cualquier familia grande, hay algunas cabecitas muy atolondradas por apuro, que creen que se puede llevar todo por delante; y éste es el lío de fondo que tenemos en la enseñanza. Se agarra a la enseñanza como un teatro de operaciones. Para nosotros la base es una cuestión política y no una cuestión real, lo cual no significa negar la existencia de problemas, pero porque existen los problemas,
a partir de existir los problemas, en lugar de asumir una actitud que ayude a construir... el palo en la rueda, el trancazo, el no dar clases, el agarrar a los gurises" de rehenes. Creemos que esa no debe ser la actitud generalizada de los excelentes trabajadores de la ense単anza.