Audición del Presidente Mujica 25 de enero de 2012 Es un gusto amigos retomar esta comunicación, tal vez un poco fuera del día, hoy por las declaraciones que han surgido un poco eufóricas a nuestra manera de ver sobre acuerdos en la enseñanza, un tema duro, difícil, comprometedor y muy importante para la suerte del país, que consideramos que nos obliga a hacer ciertas precisiones: en el día de ayer hubo algunos acuerdos seguramente importantes pero falta caminar bastante. Hay cosas que no están definidamente claras. Vamos a publicar los documentos en la página presidencial, no son muy largos, y allí se verá que se están sacando conclusiones un poco equivocadas por falta de información. No hay en esos documentos que no esté ya contenido en la ley de educación, esto nos parece una cosa central. Naturalmente mirando eso cada cual saca sus conclusiones, y hay todo el derecho a que así sea pero en primer término hay que conocer los documentos que se acordaron y creo que ha habido conclusiones demasiado rápidas. Nos faltan cosas: una de las más importantes, ¿cómo participan los estudiantes? Alguna cosa con respecto a la enseñanza tendrán que decir los muchachos y las muchachas, no es cuestión de que aquí hable el sistema político, hablen los sindicatos, eventualmente hablen profesores, maestros, ¿y los estudiantes? Que en definitiva son los actores centrales, la preocupación central, que deben tener un lugar donde decir su opinión. Y esto aunque está definido, hay un lugar en la ley de educación, no está claro en estos acuerdos y creemos que hay que trabajar más, esto es un debe. Tampoco, tampoco se nos ha aclarado, tampoco está definido cuál es el rumbo de la propuesta que hemos hecho sobre la UTU, porque si bien estamos de acuerdo con la creación de una universidad técnica que priorice regiones y fundamentalmente el interior, nos queda claro que ese es un esfuerzo de años que para estar maduro llevará varios años y en todo caso estará maduro al final del ejercicio del Gobierno futuro que nos suceda porque necesariamente estas cosas son así. Pero mientras tanto existe una UTU que hizo la historia del Uruguay, que está allí, que tienen entre 70 mil y 80 mil estudiantes, que está por todo el país, que algo tiene que hacer por el avance tecnológico de este país y naturalmente no nos han contestado qué se va a hacer con esto. Por eso despacito por las piedras se avanzó, hay acuerdos, y acuerdos que estamos dispuestos a respetar enormemente, pero no alcanza. Hay mucho más que definir, fundamentalmente estas dos cosas: el papel de los estudiantes, ¿qué pito tocan? Y esto que quede claro. Y dos: el papel de la UTU, el destino de la UTU, que hemos pedido autonomía plena y política de desarrollo descentralizada marcando oficios, desarrollando tecnicaturas. Y creemos que tenemos razones para esto que no es contradictorio con la intención de desarrollar una universidad tecnológica. Por el contrario, porque ¿cuál es la razón e fondo? El Uruguay tiene una historia y somos heredero de una formación humanística, de la cual no tenemos que renegar, mucho nos dio y mucho nos dejó. Pero estamos hoy en otra época y en otro tiempo, con otros dilemas,
tácitamente como sociedad, como país, por la tasa demográfica que tenemos hemos decidido en los hechos no crecer. La República Argentina crecerá con los inmigrantes paraguayos, eventualmente chilenos, bolivianos, nosotros no. Brasil crecerá con su tasa de natalidad. Paraguay se ha duplicado en pocos años en cantidad de gente, también Bolivia y así sucesivamente los otros países. Nosotros permanecemos con la misma cantidad de gente básicamente, y seguramente este es un acuerdo tácito colectivo que hemos tomado. Creemos que somos una nación constituida y como tal tenemos derecho a luchar por su existencia, nuestra existencia va de la mano que siendo poco tenemos que ser mejores, y nos va la nacionalidad, el porvenir, el futuro, más que nunca la consigna antigüista “sean tan ilustrados como valientes”. Esto significa en la coyuntura actual del mundo dar una fenomenal importancia a la tecnología y a la ciencia por todas partes. Esto significa un esfuerzo alucinante por la calificación de nuestra gente, por la multiplicación de la capacidad de nuestra fuerza de trabajo, por el desarrollo de nuestras potencialidades individuales en cada uno de los muchachos y muchachas del país. Por eso hay un lugar para el desarrollo de una espléndida UTU que multiplique la docencia y los oficios a lo largo y a lo ancho del país y que desarrolle todas las tecnicaturas que pueda y que desarrolle campos con criterios regionales adaptados a cada zona del país. Y hay en el horizonte escalones superiores de formación tecnológica y científica que hacen necesario el largo proceso de formación de una universidad tecnológica. Pero lo de pasado de mañana no debe estorbar a lo de hoy, a lo inmediato, lo inmediato es el desarrollo de la UTU y esto me lo tienen que definir. El acuerdo político no ha tocado este punto y lo tiene que definir porque esa autonomía necesita manos levantadas en el Parlamento. Y nosotros acompañamos, repetimos el esfuerzo de ir gestando acumulativamente una universidad tecnológica. Que desarrolle en los términos que establece un documento que compone este acuerdo qué se hizo ayer, pero no hay una palabra sobre la UTU y eso es un debe que hay que resolver. Debemos entender además que francamente la idea de los centros, de su desarrollo, de la importancia que tiene el cuerpo docente discutiendo y acordando con las direcciones, particularmente en Secundaria, en cada uno de los liceos, es un signo de madurez y de respeto hacia los cuerpos profesionales. Estos días hemos hablado con muchísimos maestros, directores, profesores, y no acompañamos esa visión que se ha querido sembrar de que el Uruguay es un desastre, de que la enseñanza es un desastre, que no hay capacidad, que todo lo que se quiera. Sé que estamos con teléfono descompuesto y enfermos de desconfianza entre nosotros mismos pero en la base del profesorado y de los maestros del Uruguay hay más que elementos de formación y de compromiso para darse cuenta de que hay un capital de arranque que si confía un poco en sí mismo, que si es capaz de otorgarse libertad creativa es enorme lo que pueden hacer.
Tengo confianza en los cuerpos de profesores, directores y maestros de este país y no acompañamos la visión negativa a pesar de reconocer que existen “problemas intestinos” pero creemos que esta crisis hay que transformarla en un salto hacia adelante. Claro está, no se puede evitar que en un país de libertades y de obvia lucha política cada cual esté procurando arrimar ovejitas a su redil. Los distintos actores saquen sus conclusiones como si esto fuera un promejora o un antipromejora, no hay ningún mejora ni ningún empeora, hay el cumplimiento de algo que es casi una obviedad y que estaba en la ley de educación. Pero claro hay que cumplirlo. Esta es la cuestión, hay que cumplirlo no puede ser letra muerta y este es el valor del compromiso. En cuanto a los votos en la jefaturas, por ejemplo en el Codicen se están diciendo algunas liviandades. ¿Por qué? Porque sencillamente cuando se pensó todo esto se empezó en un momento en el que no se le habían dado participación a la oposición en esos gobiernos, y por lo tanto la presencia del Ejecutivo con los delegados que tenía era suficiente para tener una presencia decisiva. Más claro: cuando gobernó el Partido Nacional y el Partido Colorado nunca nos dieron participación en estos organismos, sobraba con la presencia que tenían para tener presencia política decisiva. Pero como hemos cumplido un acuerdo programático y le dimos participación a la oposición y además hubo participación social, el Gobierno se quedó rengo y a veces está en minoría. Para que el Gobierno, que tiene la responsabilidad dada por el voto de la gente, tenga por lo menos igualdad en todas las condiciones propusimos el voto doble al Presidente, así de sencillo y no hay más historias. Hubo un cambio en la realidad ante la decisión que tomó este Gobierno de darle participación de control a la oposición en estos organismos colectivos y por esto sencillamente a veces el Gobierno se ha quedado en minoría y puede haber dificultades. Por esta razón, se va a intentar resolver duplicando el voto del Presidente en el Codicen y se promete aumentar la participación pero no ahora sino para gobiernos futuros cuando ya no esté este Gobierno según entendimos el acuerdo. Más claro lo que corre ahora es el doble voto, y el doble voto en cada uno de los organismos desconcentrados y el doble voto para la señora presidenta de ASSE que está en una situación parecida. Las situaciones tienen de parecido que le hemos dado participación a la oposición y como tal el Gobierno perdió peso. Si el Gobierno cargó con toda la responsabilidad que le dio la ciudadanía, entonces hay que darle los votos que en última instancia pueda decidir. Es esto lo que está planteado y no hay que hacer mucha historia más complicada. Por todo esto pensamos que este acuerdo está marchando, pero no es para lanzar las campanas apenas empezó, hay que bajarlo a tierra y no debe hacerse pechando a nadie. Si alguna decisión hemos tenido que tomar sustituyendo a dos personas valiosas, muy valiosas, comprometidas que han sido más bien víctimas y no victimarios, que se desgastaron por las incomprensiones del medio, por humanadas y si se quiere hasta humanas consideraciones porque fueron personas que han tenido una trayectoria sindical,
porque le cuesta mucho discrepar con sus ayer compañeros. La tarea de gobernar tiene sus amarguras, porque se surgen a veces contradicciones porque gobernar es gobernar para todos y para todos en este caso fundamentalmente a favor de los estudiantes y de la gente, y no se trata de gobernar para un gremio. Esto crea contradicciones entre gente muy valiosa, muy capaz y muy respetable. Y nos hemos tenido que ver en la ingrata tarea de pedirles un paso al costado a compañeros del alma de todos los momentos. Estas son las amarguras que tiene la tarea de gobernar pero así es la cuestión. Ahora bien no se saquen conclusiones fáciles, estamos plantados todavía. El acuerdo político no nos ha dado respuestas con respecto a la independencia de UTU y a su desarrollo. Esto es materia pendiente. El Presidente espera, pero lucha. Tampoco tenemos respuesta de dónde encuadran los muchachos para dar su opinión si está bien, si está mal o está regular. Los profesores y los maestros tienen sus sindicatos que son fuerzas organizadas, el Gobierno tiene sus equipos, se precisa la opinión de los padres y de los muchachos y por eso hay una parte de la ley de enseñanza que hay que cumplirla que habla de las comunidades educativas. No puede haber enseñanza democrática sin la participación de los muchachos. A esto tenemos que entender todo por eso le faltan algunas cositas de perfeccionamiento a este acuerdo.