Desgrabación de audición del Presidente por M24 del 22 de agosto de 2013

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Audición del Presidente de la República, José Mujica en M24, el 22 de agosto de 2013 Es un gusto poderlos saludar, amigos, por este espacio en el cual volcamos alguna información, alguna reflexión y hoy, inequívocamente, alguna consideración de carácter general. Un tema que ya hemos tocado, pero que obviamente es difícil de entender, de atender, de compartir. No siempre en la vida de una familia, la vida de una sociedad, transcurre en el marco de circunstancias donde juegan factores que permanecen constantes, sino que muy frecuentemente hay cambios a favor y a veces cambios en contra. Y a veces, incertidumbre. Porque tenemos menos trabajo desde el punto de vista familiar o porque el trabajo se hace errático, o porque no sabemos si se sostendrá, o por otros factores que afectan el devenir de una familia. En una sociedad a una escala mucho más gravitante, suele pasar lo mismo. ¿Por qué? Por ejemplo, el peso que tienen las coyunturas internacionales, la marcha o la dificultad que hay por distintos factores con el poder vender en el mundo parte de nuestro trabajo para poder comprar lo mucho que tenemos que comprar para la vida de nuestra sociedad. A una escala mucho más grande, esos momentos, a veces a favor, a veces de incertidumbre, a veces en contra, también pasan en las coyunturas por las que atraviesa una sociedad. Y todos tenemos memoria o deberíamos de tener memoria. Deberíamos de tener memoria, por ejemplo, los que nos pasó, como pueblo en el 2001, en el 2002, y las consecuencias que tuvo todo eso. No fue la maldad, de Juan, Diego o Pedro, fueron un mundo de circunstancias que se dieron. Hoy estamos en otra coyuntura, el país ha multiplicado mucho sus panes, sus bienes, ha logrado saturar muchas heridas. Tenemos un grado de ocupación y esto es lo más importante, de los más altos que hemos tenido en la historia de nuestra vida. Y el trabajo a veces, el salario no alcanzará y será pobre y será poco, pero ninguna tragedia mayor, que es la de no tener trabajo. Hoy coyunturalmente, por este momento, por esta circunstancia, volvemos a repetir, que estamos


como Gobierno y como sociedad, muy obligados a cuidar los gastos. Estamos obligados y que debemos de ser prudentes. Y debemos de ser prudentes, porque antes que nada, hay que asegurar la estabilidad del trabajo, la estabilidad de la marcha de la economía, pero fundamentalmente, la estabilidad para que no retrocedan los logros sociales que hemos tenido. Que han sido el uso de medios, que de alguna forma genera el trabajo para poder aumentar el gasto social. Obviamente, que no estamos diciendo que estamos en un paraíso y en el mejor de los mundos, estamos en una situación notable con respecto a lo que tuvimos. Pero seríamos torpes si en un momento de incertidumbre internacional, no priorizamos hoy el asegurarnos que permanezca lo que hemos logrado. Porque lo que hemos logrado, si no somos prudentes, lo podemos llevar a que retroceda y eso es hoy la prioridad en esta etapa. ¿Por qué? Entre todos los logros, seguir manteniendo ese piso de 6, 6,5 % de desocupación y si es posible abatirlo más. Es un logro histórico para la economía del Uruguay, para quienes nos aburrimos de contar con desocupados. Sigue habiendo y hace rato que hay un panorama complicado en lo internacional, que empezó con la crisis de Estados Unidos y siguió con la crisis europea y cuyas olas negativas se fueron acumulando contra la región, en estos años. A veces, directamente, contra nuestro comercio exterior, como en el caso del pescado crudo, que la huelga de la pesca de alguna manera se haya podido solventar y hoy hayan salido los barcos. Pero todos sabemos, que además los vecinos, la región que le vende a Europa y que le vende al mundo, también están afectados y en cadena, como rebote, también tiene dificultades por esta razón. Para multiplicar el comercio con nosotros debemos, antes que nada, cambiar juntos esta coyuntura, que no es el fin del mundo, ni es ningún desastre ni es el 2002, ni nada por el estilo. Pero, por favor, tenemos que entender cuál es la prioridad, conservar lo que hemos logrado. Estamos en una sociedad y en una cultura y ante un horizonte de expansión que todos quieren más plata. Para sintetizarlo, para que sea sencillo, y a veces ese querer es más que justo, es más que entendible, porque hay enormes


diferencias en el ingreso de nuestra sociedad, a pesar de que somos el país más justo de América Latina, pero reconocer ese hecho no quiere decir que estemos en el mejor de los mundos, no es eso lo que estamos defendiendo. El hecho es que no podemos multiplicar en esta coyuntura el gasto, ¿por qué? porque pueden estar justificados muchísimos aumentos y nosotros no lo negamos, pero habría que cubrir las erogaciones multiplicando el déficit, es decir, la deuda, la deuda que van a tener que pagar los que nos sucedan y que puede obligar a que tenga que haber un ajuste fiscal y, con ello, una retracción en toda la economía y, con ello, inestabilidad en el campo del trabajo porque cuando la economía se entra a achicar de golpe por ajuste, la gente tiene menos y gasta menos y al gastar menos aumenta la tendencia a la desocupación. Esto es conocido y es muy sencillo. El otro camino que tendríamos sería multiplicar hoy la presión fiscal, es decir, más claro: cobrar más impuestos. ¿A quién? obviamente tendríamos que cobrarle, como piden muchos, más impuestos a los que tienen, fundamentalmente a los empresarios o a sectores con altísimos ingresos, que los hay, sí, sí, esa pudiera ser una línea. Pero en la sociedad los problemas no son sencillos, ¿por qué? porque si queremos mantener el trabajo, si queremos que exista estabilidad laboral y esto está por encima de cualquier cosa, porque si no hay trabajo no hay nada. Tenemos que asegurar que se mantenga la inversión y para que pueda existir inversión privada es obvio que el señor empresario debe tener la certidumbre de que va a ganar y no solo que se va a pasar pagando impuestos, ¿por qué? porque nadie, nadie de la inmensa mayoría de la gente que conozco trabaja gratis, nadie arriesga su capital gratis, pretenden ganar. Así está hecha la conciencia pública de la gente, también la de los empresarios, así funciona el motor de nuestra sociedad: Para que exista trabajo tiene que haber inversión, para que exista inversión tiene que haber la certidumbre, nunca se tiene la seguridad pero se tiene que tener una idea bastante clara de que se puede ganar, es decir, sacar, en el fondo, más de lo que se pone. Cuando se está haciendo un análisis para invertir, multiplicamos los impuestos. Lo primero que pasa es la


prudencia, en el mejor de los casos: "vamos a esperar a ver qué pasa". Hoy, en esta coyuntura donde la economía tiende a endentecerse sería muy negativo que nos retrajéramos en el campo de la inversión. Estos son los límites, uno no hace lo que quiere, uno no hace lo que los sentimientos nos mandan. Si hablamos de inversión pública o combinamos la inversión pública y la inversión privada para seguir sosteniendo el trabajo, hay que partir de la base que hay que ahorrar, el Estado debe de ahorrar, por lo tanto debe de restringir el gasto o el Estado tiene que endeudarse. Esa deuda puede ser válida cuando es una deuda que va a producir más valor que la deuda o nos trae un bien que es importante. Está bien endeudarse para hacer la planta desulfurizadora en ANCAP, por ejemplo, porque de lo contrario por lo que son los motores modernos, la vieja planta de ANCAP nos iba a quedar inútil e íbamos a tener que dedicarnos a importar petróleo refinado. Entonces endeudarnos para ello, está bien, porque eso va a multiplicar la riqueza global del país. No podemos endeudarnos más porque estamos multiplicando la masa de gasto social sin lograr un aumento en los resortes de la recaudación, eso sería multiplicarle al futuro el peso del endeudamiento. El Gobierno no puede, no debe jugar hoy con la estabilidad, con la estabilidad laboral en primer término, con la estabilidad de la economía del país estamos, necesariamente, por lo menos, que se nos entienda aunque no se comparta, estamos obligados a ser, antes que nada, prudentes. A mí no me extraña, en esta vida, sé que la hechura más sensible de los seres humanos es el bolsillo. Y no me extraña que los que más ganan pateen, y sé que hay una multitud de gente que patea con razón, porque debería de ganar más, lo que me extraña en esta coyuntura es que, precisamente, no me extraña que aquellos que ganan mucho no me entiendan, lo que más me extraña es que los humildes trabajadores no entiendan por la coyuntura que hoy le toca atravesar a este Gobierno, que, en el fondo, es su Gobierno. No es un Gobierno neutral frente a la equidad, es un Gobierno definido y si más no da es porque no puede, son aquellos trabajadores humildes, los de peores ingresos por los que, en el fondo, hemos luchado toda nuestra vida, en


el fondo tenemos bien claro que silenciosamente son esos, los trabajadores más humildes los que construyen la vida y los que construyen y cimientan, desde la base, la patria; ¿cómo no vamos a dialogar? dialogar con quienes representan a esos trabajadores, ni que tal vez. Lo tienen bien claro todos los dirigentes del PIT-CNT que no precisan otra cosa que agarrar un cachilo y nos ven cuando quieren y vienen con cualquier gremio a conversar. Pero seamos claro, compatriotas. Seamos claros, queridos compañeros. El diálogo parece chiste cuando no hay plata y el diálogo es por plata y lo hablo con claridad: Si el diálogo es por reconocimiento, por el honor, por la dignidad que se merecen los trabajadores, por favor, sobran las esquinas para dialogar pero estamos en una coyuntura donde estamos acorralados y volvemos a insistir, estamos obligados a ser prudentes, prudentes en esta coyuntura es acorralar al Gobierno, es un esfuerzo inútil desde el punto de vista de los pesos, esto no se arregla acorralando al Gobierno y obligando a que el Gobierno tenga que defender. ¿Por qué? porque es un Gobierno que en el fondo está muy ligado al interés de los trabajadores más pospuestos y de los sectores más debilitados. Si más no da es porque no puede. La verdadera solidaridad de clases, en este momento, se llama asegurar que permanezca lo que hemos logrado y, naturalmente, coyunturalmente después retomar el crecimiento para ir transformando el crecimiento en desarrollo y en más justicia social, pero no se puede hacer magia. Entonces nosotros apelamos a la cordura. Nos andan criticando porque parece que tenemos que arremeter contra los trabajadores con un garrote en la mano, esa es una postura reaccionaria. Sé que hay alguna gente por ahí que quiere tensar las líneas, son minoría, apuesto a la inmensa racionalidad de las grandes mayorías del país. No estamos en el mejor de los mundos, mucho menos en el peor, el Gobierno da batalla para no retroceder en lo que hemos logrado. Lo vuelvo a repetir. Y creemos que esta tiene que ser la prioridad y jugar un conjunto de inversiones importantes que sacudan el mundo del trabajo como quien tira un cascote en el medio de un estanque y esas inversiones importantes empiezan a hacer una serie


de círculos como ondas, y con ellas quiero representar el campo del trabajo en el conjunto de pequeñas empresas en el país. Esta es la manera de amortiguar la crisis y estar más fuertes para el momento que venga la posibilidad de crecimiento, multiplicar la capacidad energética del país por lo menos para una década, multiplicar la logística del país porque nos obliga a invertir y eso es trabajo hoy, pero nos asegura trabajar mejor mañana. Luchar por poder bajar el costo energético, el costo del transporte aunque sea un poco, porque ello contribuye a bajar el costo país y aunque no nos entiendan hoy, mañana se van a dar cuenta. Es mucho lo que hay que hacer y sé que tenemos lagunas y tenemos conflictos con los trabajadores de la enseñanza, pero adónde va a ir el país sin maestros, sin profesores, sin gente que gaste parte de su vida multiplicando la capacidad del pueblo uruguayo, y adónde va a ir nuestra vida si los obreros de la salud, los más humildes no cumplen, no cumplen con la tarea elemental de pelear por la salud de la gente. Yo sé que el salario no alcanza, y que los recursos no alcanzan, yo sé, pero mucho peor es multiplicar la franja de los que no tienen ningún salario, de los que no tienen ningún ingreso, de los que no tienen ninguna ocupación y eso, eso es la estabilidad de la economía para mantener eso, aunque no se comparta, nosotros no estamos en la vereda de enfrente, por lo menos que nos comprendan.


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