Palabras del Presidente José Mujica en la audición de Radio Uruguay correspondiente al 9 de julio de 2013 Es un gusto, amigos, saludarlos y señalar hoy que dado la obvia importancia que tiene la formación de nuestros hijos, de nuestra descendencia, de nuestra sociedad, de nuestro pueblo, el capital más importante que tenemos para emplear en esa formación es el conjunto de maestros y profesores docentes que en los distintos niveles de la enseñanza hacen de esta profesión su trabajo cotidiano y por lo tanto son ellos la herramienta que el país tiene para buscar constantemente superarse a sí mismo, sobre todo en la calidad intelectual de su propia composición como sociedad. Es por eso, reconociendo tácitamente esa importancia y reconociendo los problemas del ahora que le hemos pedido precisamente información a la Dirección de Educación, algún material que grafique cuál es la situación salarial que siempre se puede y se debe de mejorar y que tiene que ser una constante preocupación de todo el país, porque no se puede pretender un cuerpo de docentes que en el mundo que nos toca vivir y en la época que nos toca vivir, pueda hacer un ejercicio pleno de su compromiso y su responsabilidad en situaciones económicas muy precarias. Este es un hecho tangible que hay que reconocerlo y hay que ponerlo arriba de la mesa. En ese trabajo que hemos pedido se nos señala que en el 2005 el salario nominal de un docente de primer grado, con 20 horas semanales de trabajo, llega a 6.054 pesos y un docente que también trabajaba 20 horas semanales pero de grado cuatro, es decir que ya tenía 12 o 16 años de trabajo, cobraba 6.838 pesos nominales. En el 2013 estos mismos docentes, maestros o profesores titulados cobran 17.104 pesos en el primer caso y en el segundo, es decir, cuando ya tienen más de 12 años de trabajo 19.972 pesos por 20 horas de trabajo semanal. Y yo no pongo acá vacaciones, etcétera. Quiere decir esto que los primeros tuvieron una recuperación de salario real, según nos dice este trabajo, 61% en un caso y los segundos tuvieron una recuperación mayor, de 67%. Si a estas cifras hoy le agregamos la muy discutida propuesta de una recuperación salarial del 3%, sería un aumento con respecto a lo que era el 2005 del 70%. Señala este trabajo, además, que en el caso de los maestros con cargos existentes hacen que el 68% tenga salarios nominales superiores hoy a 20.000 pesos y que casi el 27% tengan en realidad salarios superiores a 25.000 pesos. Pero además de los aumentos salariales en general en estos años, ha existido la preocupación por mejorar el escalafón docente y las compensaciones que reciben los maestros y profesores. Comparando el salario de primer y cuarto grado en 2005, la pirámide salarial estaba achatada y la permanencia en el sistema no estaba estimulada. Los cambios sufridos en estos años permiten que el pasaje de un grado a otro implique una diferencia favorable del 16%. No solo se recompuso el escalafón docente, también se atendieron varias inequidades en el sistema, como por ejemplo, la diferencia salarial entre el profesor de segundo ciclo en relación al profesor de ciclo básico y la de éste con los maestros. Actualmente estas diferencias prácticamente no existen. También se atendió la situación de los maestros que trabajan más de 20 horas. Por ejemplo, en 2005 el maestro que trabajaba en una escuela de tiempo completo percibía un salario de 10.712 pesos; en 2013 gana 34.200 habiendo mejorado su salario en un 82%. Además de estas situaciones anteriores, hay que señalar que los maestros que participan en salas docentes que se realizan un sábado por mes, perciben 998 pesos nominales más en el año. En todos los tipos de escuela existen estas salas, habiendo por lo menos ocho durante el año. La participación, obviamente, en las mismas es voluntaria.
En el caso de los profesores, todos ellos tienen además de las horas de enseñanza directa tienen horas de coordinación, por lo cual aquel docente que cumple con 20 horas semanales tiene cuatro de coordinación, llegando a un salario de 20.364 pesos al comienzo de su carrera; y de cuarto grado, entre 12 y 16 años de trabajo, cobra 23.778 pesos. Hay que considerar que los profesores pueden acumular un número importante de horas, hasta 48 horas de docencia, lo que lleva, por ejemplo, que un profesor que tenga 40 horas (no todas de docencia directa) cobra 32.860 pesos si es de primer grado; y cobra 40.038 si es de cuarto grado. Un profesor de séptimo grado, más de 25 años de trabajo, con 20 horas cobra 28.471 pesos y si tiene 40 horas recibe 55.206 pesos. Los maestros, además, tienen posibilidad de acumular salario ejerciendo otras funciones como las de maestro comunitario o maestros de apoyo a CEIBAL que son seleccionados entre los que trabajan en un turno, 20 horas semanales, lo que hace aumentar el salario de alrededor de 1.000 maestros (554 maestros comunitarios y 429 maestros de apoyo de CEIBAL). Sin contar estos aportes extras, en promedio, un maestro que tiene un solo cargo cobra un salario de 24.900 pesos, sumando el salario de todos los cargos dividido el total de cargos. Hay, obviamente, un convenio salarial. No vamos a leer estas cosas que seguramente son un poco farragosas para el conjunto de la opinión pública. No sabemos y pueden ser estos datos que no los construimos nosotros, los recibimos, los pedimos, damos cuentas públicas de ello, pueden estar equivocados pero hablan a las claras de que ha habido en todos estos años intención de multiplicar el ingreso y nosotros somos contestes que se debe de pagar más y que la importancia de esta tarea requiere hacer un esfuerzo mayor y si no lo hemos planteado es porque hoy no podemos, pero no por ello no dejamos de reconocerlo, pero necesitamos, por un lado, que se entienda que la situación ha mejorado sustantivamente con respecto a lo que era. Que seguramente por el progreso material de vida de nuestra sociedad, sobre todo en los niveles más bajos, no alcanza para vivir. Pero también recordemos que 20 horas de trabajo, y no pongo licencias, ni vacaciones, 20 horas de trabajo cuando dividimos las horas globales a lo largo del año trabajadas, nos encontramos que posiblemente esa cifra que no da para vivir –lo volvemos a repetir- tampoco es tan miserable como se ha planteado. Reconociendo que tenemos que hacer un esfuerzo, también tenemos que pedirnos entre todos, siendo tan importante el cuerpo de profesores y maestros, reconociendo su importancia y reconociendo que desgraciadamente en el aula se presentan fenómenos contemporáneos que se le suelen achacar como responsabilidad indirecta a maestros y profesores y que en realidad son verdaderas enfermedades de la sociedad que, inevitablemente, se transmiten y que en muchos casos los profesores y sobre todo los maestros tienen que hacer frente a problemas sociales que muy poco tienen que ver con la enseñanza y mucho tienen que ver con la vida familiar de la gente pero que son insoslayables, sobre todo cuando los maestros son vocacionales y sufren inevitablemente ante lo que les toca padecer. Por esto, esto no tiene nada de problema sencillo, ni que como problema que podamos arreglar con eslóganes. Tiene sí la necesidad de entender un compromiso y partir de la base que tenemos que ir acumulando esfuerzos para ir mejorando y si no podemos colmar las expectativas que se nos piden, señalarlo con honradez intelectual pero hacer entender a nuestra sociedad que el único capital que tenemos para formar a nuestra descendencia, nuestros hijos, son los señores maestros y los señores profesores, que ellos tienen más allá del salario una enorme responsabilidad histórica con el Uruguay del futuro.