VERSO LA SOSTENIBILITÀ.
EL CASO DE LOTUS INTERNACIONAL. Pablo J. Rivero Vallado
VERSO LA SOSTENIBILITÀ.
EL CASO DE LOTUS INTERNACIONAL. Pablo J. Rivero Vallado
Jordi Oliveras Samitier Carmen Rodríguez Pedret PRODUCCIÓN, REPRODUCCIÓN Y DEBATE ARQUITECTÓNICO, DE LA ERA DE LA IMPRENTA A LA ERA DIGITAL.
UNIVERSITAT POLITÈCNICA DE CATALUNYA. MÀSTER UNIVERSITARI EN TEORIA I HISTÒRIA DE L’ARQUITECTURA.
LOTUS 1968-2002. Introducción.
1963. El Nacimiento de la revista.
1968. “Good cities, good design” y el establecimiento de nuevas relaciones entre estudiantes, Academia y realidad.
1972. Estocolmo y la crisis energética.
1988. Informe Brundtland y el deconstructivismo como catalizados de conciencia crítica.
1992. Aligeramiento de estética vs el peso de la ética.
1997. Primeros proyectos de cuestionamiento sostenible.
2000. La Revolución en arquitectura y el paradigma finito.
2002. Arte como naturaleza.
LOTUS Y LA PERSPECTIVA SOSTENIBLE. A manera de reflexión.
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LOTUS 1968-2002. INTRODUCCIÓN. Vivimos en un mundo de aparente conciencia sostenible, en el cual todos los productos, objetos y formas de vida son etiquetados con este concepto. Pero cómo se ha llegado a ver la realidad de esta manera, una realidad que solo empeora. La sostenibilidad es una visión tan reciente que muy poco se ha escrito sobre su historia, o sobre la forma en que fue evolucionando y, sobre todo, tomando como fuente una publicación como la revista. La investigación se planteará estudiar la forma en la que se va produciendo y desarrollando la visión sobre una arquitectura sostenible. Para ello se basará en fechas específicas, e importantes, sobre la consolidación de la misma, dentro del contexto de una revista en particular, Lotus Internacional. Se ha escogido esta revista por coincidir con los años de desarrollo de la visión de la sostenibilidad, 1963 al 2014. Las revistas son el ejemplo más claro para recuperar la versión fresca del momento, la razón por la que hoy en día se tiene la visión que se tiene sobre la sostenibilidad. Al analizar cómo se va desarrollando esta visión, podemos saber en qué dirección va encaminada, o al menos si aquellos teóricos que respaldan la sostenibilidad, como marco referencial, Deleuze,
Guatari, Jonas, DeKay, han sido empleados. La contrastación de la consternación oficial, sobre la problemática de la sostenibilidad y el surgimiento de esta, en el gremio de arquitectura, es muy interesante, sobre todo si se considera que esta disciplina es una de las principales responsables en el deterioro ambiental, pero sobre todo aquella con posibilidades de cambiar el actual paradigma. La revisión de los ejemplares de la revista se centrará en cualquier tipo de mención sobre la sostenibilidad, como concepto acuñado en 1988, pero también sobre la preocupación con el medio ambiente, tanto en el deterioro y mejoramiento del mismo. En la lámina 1 se muestran los años en relación con los artículos y sus autores.
1963.
El Nacimiento de la revista. Lotus International es una revista fundada en 1963, por Bruno Alfieri y posteriormente dirigida por Pierluigi Nicolín, y es considerada como una de las referencias para el debate arquitectónico, representando una de las voces con autoridad en cuanto al desarrollo del tema de la arquitectura en el ámbito internacional. Esto se hace evidente en su versión bilingüe, italiano e inglés, caracterizándose por ensayos críticos elaborados por prestigiosos arquitectos, con el fin de comprender las transformaciones del ambiente del mundo contemporáneo. Cada número de la revista trimestral está dedicado a explorar y discutir un tema específico, siempre con contenidos actuales. En los últimos años, a partir de los 90’s, estás exploraciones profundas se realizan a través del empleo de diagramas y fotografías, contrastando con la versión en texto de su primera época.
Fig.1.- Pierluigi Nicolín y uno de los primero ejemplares de Lotus.
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Lámina 1.- Relación de años, número de publicación, artículos y temas tratados.
Fig.2.- Articulos de Phillip Johnson y Abraham Rogatnick, de 1968 y 1969.
1968.
“Good cities, good design” y las nuevas relaciones entre estudiantes, academia y realidad. El suceso que marca este año, a parte del movimiento estudiantil a nivel internacional, es la conferencia de la ONU sobre el Medio Humano, que advertía sobre el deterioro constante y acelerado de la calidad del medio humano, pero también sobre los efectos secundarios de la condición del hombre, su bienestar mental, social y físico, su dignidad y el disfrute de los derechos humanos básicos. Para este año la revista Lotus, en los artículos de Phillip Johnson y Abaham Rogatnick, refleja el momento convulso en el que se encontraba la arquitectura y la sociedad, momento en el que la modernidad es cuestionada generalizadamente. Se tratan temas concernientes a la relación entre la academia y las diferentes ciencias que debieran contribuir a una mejor práctica; la relación entre estudiantes y escuela, en cuanto los temas pertinentes de estudiar y a los profesionistas, tanto en su aspecto ético, como en aspectos de contenido. Todo hace pensar en el tema alemán del Zeitgeist, para entender los nuevos tiempos, pero sobre todo la nueva forma de ser coherente y congruente. Contrastando con el tema recurrente, en la historia de la arquitectura, de la estética por parte de Johnson. La arquitectura manifiesta, a través de cuestionamientos sobre qué es lo que debe estudiar un alumno y quién debe decidir esto, un proceso completo de democratización y replanteo de la finalidad de la disciplina, que provenía principalmente de sus estudiantes. Si bien la primera revolución al respecto, había venido de Walter Gropius, substituyendo los principios básicos que se 6
investigaban, por aquellos de espacio, planos, textura, material, escala humana. La educación arquitectónica, en este caso, se fusionaba con aquello enseñado en las escuelas, desde la perspectiva estética. En los 60’s, los estudiantes cuestionaban la utilidad de todo el aparato educativo de la modernidad, preguntándose porque a los arquitectos les hacía falta un sentido humano de decencia. Describían al gremio como un simple club de caballeros, cediendo todo poder de influencia con su entorno o con la sociedad. Doug Michels and Robert Field notaron que, en general, el proceso de enseñanza parecía más importante que el contenido que se impartía. Las propuestas de reforma educativa, provenientes de los Estados Unidos de Norteamérica, derivan del trabajo de Robert Gedes y Bernard Spring, quienes, desde Princeton, trataron de reformular algunos indicadores para un plan de educación que mejorara los estudios del diseño ambiental, una expresión que había sido adoptada por la Universidad de Berkeley, California, desde hacía tiempo. Al emplear la palabra ambiente, querían separarse de las referencias que la palabra edificio, arquitectura o construcción podían significar. Es curioso como en la época de Gropius el término arquitectura y construcción eran distinguidos categóricamente, para hacer la diferencia entre arquitectura academicista y aquella que hacía nuevas propuestas, Stilarchitektur und Baukunst. Pero no solamente se le debía etiquetar de una forma diferente, en contenido también debía cambiar. Con ese fin, se buscaba ampliar los intereses de la arquitectura, a través del empleo de otras disciplinas como la sociología, la psicología y la antropología física, sobre todo para ampliar su campo de interés. Pero esta propuesta se atoró en las estructuras y diagra-
mas, así como en las instrucciones, las cuales parecían la panacea, una vez prometida por la Arquitectura de la Modernidad, que al confrontarlo con la actividad profesional de los arquitectos, estos quedaron desilusionados. El problema que estaba atrás de las nuevas propuestas, era que la arquitectura no era reconocida como amplia y diversa, demostrando que esta expansión era para afrontar un campo igualmente de experiencias diversas. La noción de la actividad social responsable iba surgiendo entre los estudiantes, tanto en escuelas como en Departamentos de Arquitectura, como el caso de Toronto, por John Andrews, quien conjuntamente con Peter Prangell, ya habían trabajado en algo similar en la Universidad de Columbia. Así como George Baird, que había enseñado en la Architectural Asociation en Londrés, destacaba como el exponer a los alumnos a muchas disciplinas les permitía confrontar los valores de la arquitectura con los estándares de otras, poniéndolos a prueba. De esta forma, se descubre que habilidades necesita para dar respuesta a los problemas reales que su profesión le planteaba. Al final, no hay respuestas correctas en arquitectura, solamente estaban convencidos de que la búsqueda de una objetividad científica, en la cual basar el futuro de la arquitectura, no tenía sentido y era innecesaria. La redefinición del problema, reseñada por Rogatnick, contrastaba con aquella de Phillip Johnson, quien, si bien entendía que había ciertos valores que debía cambiar en la vida urbana contemporánea, no eran tópicos que deseara o estuviese capacitado para desarrollar. Resumía todo a un problema de estética, su artículo incluso se titulaba Why we want our cities ugly, reflexionando sobre aquellos valores que han creado lugares bellos, para ser vistos, en vez de vividos, por los usuarios.
1972.
Estocolmo y la crisis energética. Fue el año de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano en Estocolmo, la cual llevó a la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, considerado el principal programa de las Naciones Unidas a cargo de estos asuntos, poco antes de que sucediera una de las principales crisis energéticas de nuestro tiempo. Para Lotus esto significó toda una serie de monográficos que exploraban el tema de la vivienda, tema recurrente desde la explosión poblacional producida por la Revolución Industrial y la consecuente congregación de gente en las ciudades. Con ello buscaba, como lo hacía la arquitectura, una síntesis cultural, a través de varios principios de la arquitectura clásica y del diseño. Y al mismo tiempo, insistiendo en la situación global, con sus cambios de acercamiento a la realidad, a través de lo demográfico, lo social, lo tecnológico y la presión ecológica, pero sobre todo la amenaza, de la falta de recursos primarios a nivel mundial. Los proyectos publicados eran el ejemplo de los aspectos de cantidad y calidad que habían aquejado a la arquitectura, pero enfocándolos de forma conjunta, en sociedades tan diversas, que van de economías de subsistencia a aquellas de opulencia, probando que no hay criterios universales, sino contextuales, algo que la arquitectura moderna buscaba con gran ahínco, el caso del Segundo CIAM, con el fin de establecer juicios sobre las soluciones arquitectónicas. Entre los casos se explorarían aquellos de arquitectura vernácula en la India, contrastados con aquellos de arquitectura movible americana.
Fig.3.- Imagen de la editorial del #8, de 1972, que reflexiona sobre los problemas de vivienda y habitat humano.
Fig.4.- Portadas de las publicaciones de 1988, en donde lo moderno y postmoderno va llegando al final de la discusión.
1988.
Informe Brundtland y el deconstructivismo como catalizados de conciencia crítica. Dieciséis años después de Estocolmo, en el contexto de la ONU, surge el reporte titulado, Nuestro Futuro Común, conocido como Informe Brundtland, elaborado por la Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo. En él aparece el concepto de sostenibilidad, por vez primera, en el sentido hoy empleado, como “aquel que garantiza las necesidades del presente sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. Este sentó las bases de la responsabilidad que tiene la arquitectura, con casi un 50% del consumo de recursos en la construcción, a nivel mundial. Lotus, por su parte, solamente reflejaba la situación crítica de la postmodernidad colonizada por maneras nostálgicas, una situación que todavía discutía lo inmanejable e ineficaz de la educación arquitectónica, comparándola con la propagación de la arquitectura a través de las publicaciones, ya que se enfocaban en una multitud de cosas, supuestamente pertinentes. Ve en la imagen, la herramienta para ilustrar y difundir el discurso atrás de los proyectos, más allá de simples editoriales. El empleo de las ilustraciones significaba el hecho de conectar con una audiencia, lo cual sirvió para la verificación de puntos de vista crítico. Esto se mostraba en las editoriales de Pierluigi Nicolín, con títulos como Only connect, Transcriptions, Urban identity and technical infrastructures y Living in architecture. Estos discursos, expresados en las editoriales y a través de investigaciones arquitectónicas, en forma de proyectos, se planteaban destacar las oscilaciones culturales entre el historicismo 8
y el contextualismo, pero también la forma de interpretar el contexto urbano y arquitectónico en el que operan, compleja realidad entre lo contemporáneo y lo histórico. Esta relación con el contexto, es una perspectiva desarrollada para dar legitimidad a la nueva arquitectura, en referencia al deconstructivismo, en la que las” muestras, las transcripciones, los escritos y las anotaciones” son los medios para conectar con lo vernáculo del contexto, en el cual se trabaja. Por otra parte, los valores de la colectividad, portados por la sostenibilidad, no son reforzadas en este período, ya que se enfocan en el conflicto entre los valores económicos neoliberales predominantes y la resistencia localizada, ecologista y participativa, lo que dio paso a la total libertad de la circulación de capitales. Esto hace que el devenir de la arquitectura se fije más en cuestiones de identidad, haciendo que el proyecto individual sea considerado más importante, y por lo tanto, que sea considerado el “comienzo del final o el triunfo de lo privado sobre lo público”. En el último número de este año, se presenta la situación de la arquitectura a través de la vivienda, con ejemplos de Calatrava, Eisenman, Siza, en diferentes partes del mundo. Se planteaban como propuestas que son creadas fuera de las categorías puras de la actualidad, y de la sincronía de los modos y maneras del momento, es decir la postmodernidad pintoresquista. Identifican estas propuestas con la forma del hysteron proteron, para poder salir de la situación en la que se encontraba la arquitectura, ya que se vivía en un presente que había sido colonizado por las maneras nostálgicas, viéndose en la obra de aquellos arquitectos la experimentación en la forma de habitar en circunstancias y tiempos que son únicos. En donde, el valor importante presente en todos, es la cercanía de la crítica y el diseño, como resultado de las
Fig.5.- Primeras dos portadas de las publicaciones de 1992. investigaciones personales de los propios arquitectos en cuestión.
1992.
Aligeramiento de estética vs el peso de la ética. A tan solo veinte años de la celebración de la Conferencia de las Naciones Unidas en Estocolmo, se realiza aquella sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible, conocida como la segunda Cumbre de la Tierra, en la cual se aplica aquello expuesto en el Informe Brundtland. En cuanto a Lotus, refleja como la arquitectura ya estaba tomando conciencia sobre su verdadera responsabilidad, más allá de un discurso estético, reflejado en titulares
como High and Low, architettura moderna e cultura popolare, en la que el arquitecto retoma su postura como coordinador de esfuerzos ante el proyecto arquitectónico, u Opere di alleggerimento (obras de aligeramiento), donde una postura más crítica sobre la arquitectura recrea un espacio de reflexión sobre la disciplina misma, pero también sobre su devenir, todo ensayado por Pierluigi Nicolín, eterno editor de la revista. El año de la revista termina con la reflexión de la creación o surgimiento de nuevas escuelas de arquitectura y la relación entre esta y el arte, inseparable campo de experimentación de propuestas, en el que se cuestiona sobre la memoria del arquitecto y sus implicaciones con el contexto, o con los nuevos contextos que se van creando.
Fig.6.- Últimas dos portadas de las publicaciones de 1992.
Fig.7.- Proyecto Edén, primero proyecto publicado en Lotus, que da respuesta formal a los problemas ambientales. del desarrollo sostenible, como es señalado en la Declaración de Río y en el Programa 21. En 1997. dichos documentos se comprometían a seguir Primeros proyectos de cuestionamiento sostrabajando para la aplicación de dicho programa. tenible. Este compromiso parece abarcar muchas otras esferas, más allá de la diplomática, alcanzando a la arquitectura, quien fuera de sus discusiones El evento de la ONU, celebrado en Nueva York, se frívolas sobre estética, ya va dando señales de llamó “Cumbre para la Tierra + 5”, y tenía como reacción. fin examinar y evaluar la ejecución del PrograEn el número 93, titulado At the origin of lanma 21. Los Estados Miembros de esta organiguage, ya aparecen dos proyectos construidos, zación reconocieron que el factor tiempo era, y que responden directamente a la cuestión soses, una cuestión crítica para enfrentar el reto Fig.10.- Primeras dos portadas de Lotus de 1997.
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Fig.9.- Proyecto para la Galería Ecológica, interiorismo con propuesta ecológica. tenible, el Proyecto Eden de Nicholas Grimshaw and Partners y la Galería de Ecología del Museo de Historia Natural de Ian Ritchie. El primero es una propuesta para resaltar no solo la biodiversidad del planeta, sino también la dependencia del hombre con respecto al mundo vegetal. El objeto arquitectónico es una combinación entre high tech y soluciones bioclimáticas, con propuestas sobre formas de habitar una nueva realidad. Además se rediseña el paisaje para permitir un estudio del hábitat. Fig.11 .- Ultimas portadas de 1997.
Mientras el proyecto de Ian Ritchie, de la galería de la Exhibición de Ecología, tenía dos puntos clave, uno era la importancia del mensaje ecológico que se llevaría el visitante y el otro era el papel de la galería, u objeto arquitectónico, en el mismo proceso o comunicación. Entre las características que debía tener están la de la posibilidad de desmantelar y retirar todo en un período menor a diez años. Irónicamente el proyecto pedía que el usuario pudiera disfrutar la calidad del espacio, no solo su distribución en planta. Por lo tanto, la
estructura de la exhibición es una conversación a manos libre, frágil y delicada, con la estructura preexistente, en el espíritu de la ecología y la modernidad. Las discusiones interminables de la postmodernidad sobre el contexto habrán contribuido al acercamiento sensible. La disposición de los elementos de forma asimétrica se diseñaba para evocar la noción de materia como algo en perpetuo estado de equilibrio dinámico. Por otra parte, Georges Teyssot, en su artículo Body building, towards a new organicism, regresa a la cuestión de la forma, pero tan solo como pretexto, no hacienda de ella la parte principal de su discurso. Esta vez el cuerpo, u objeto, toma el sentido de un organismo, y trata la relación histórica que se ha establecido en la teoría de la arquitectura: el mecanicismo del siglo XVII, el sensualismo del siglo XVIII, el organicismo del siglo XIX y hasta las máquinas célibes (celibates machines) y las máquinas para habitar del siglo XX. Para comprender esta interacción se hace necesario entender varias teorías sobre el cuerpo y como este construye con su ambiente. El nuevo organismo ya no solo hacía planteamientos de tipo formal, sino también se ampliaba para ver las relaciones e interacciones con su medio ambiente. Para entender el nuevo cuerpo organicista recurrían al modelo Lacan, como lugar para escribir, y el modelo Deleziano, de la maquinaria libidinal, la máquina del deseo y el cuerpo sin órganos. Estas dos posturas, aportaban dos versiones confrontadas de la realidad, el último es una noción del cuerpo que no depende de la singularidad de cada órgano, y por otro, la organización orgánica de los órganos, llamado organicismo, que se concibe como una jerarquía fija organizada por una lógica funcional interna. En la explicación de lo corpóreo, ambas propuestas se oponen claramente. El cuerpo sin órganos Fig.12 .- Primeras portadas del 2000.
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considera el organismo por su exterioridad, en su relación con otros cuerpos, percibidos por las relaciones, afectos, deseos; mientras que el organicismo, concibe el cuerpo solamente en su interioridad, como una entidad autónoma perteneciente a una auto singularidad. La propuesta de Deleuze y Guatari es vista como aquella que la arquitectura, y los artistas contemporáneos, han empleado para abordar la cuestión de la existencia descorporizada típica de las sociedades occidentales. Pero con el crecimiento del uso de la maquinaria, de las comunicaciones, las tecnologías de la comunicación y la propagación de las operaciones más mediatizadas, se alcanzaba la desmaterialización del cuerpo. Como la piel de los animales, la vivienda se presentaba a sí misma, en esta metáfora, como algo reversible en este nuevo tipo de organicismo, el interior se vuelve en un exterior y viceversa, un tipo de superficie plegada.
2000.
La Revolución en arquitectura y el paradigma finito. Si bien este año se distingue por haber sido convocada la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, conocida como Río + 10, la cual era una comprobación del progreso alcanzado en la ejecución del Programa 21 desde 1992, coincide con un evento en Italia, concretamente la Bienale de Venezia, comisariado por Massimiliano Fuksas, titulada Menos estética, más ética. En esta se buscaba analizar las nuevas maneras de relacionarse con la arquitectura, lo que favorecía la búsqueda de nuevas respuestas éticas, en lugar de simplemente la estética, en el desarrollo de un proyecto, como un laboratorio para
Fig.13..- Últimas portadas del 2000. analizar la nueva dimensión planetaria de los comportamientos urbanos y transformaciones, sacando temas como el medio ambiente, tanto como un objeto y un sujeto para el pensamiento; la Sociedad, que representa la atención a los cambios urbanos; la Tecnología, como la información, la comunicación y las dimensiones virtuales. El artículo de Bruno Zevi, publicado póstumamente, Dopo 5000 anni: la rivoluzione, señalaba la última década como una convulsa y de cambios constantes, pero sobre todo destacaba el cierre de un ciclo de cerca de cinco mil años de arquitectura, y por lo tanto del inicio de una revolución, periodo en el cual la arquitectura oscilaba entre el mundo de la autoridad de las reglas y la transgresión de los periodos creativos de libertad. Esta había resurgido a partir de la exposición de 1988 del MOMA sobre la Deconstrucción. Lo que permanecía de cinco mil años de arquitectura, según Zevi, eran las herramientas y la estética, aquello que había sido empleado para deconstruir y destruir el mundo regulado, haciendo camino para la explosión del individuo. Con las ideologías muertas o exhaustas, ya no hay manifiestos, ya sea individual o colectivo. Ahora la arquitectura ya estaba lista para recoger valores nuevos, como a través de los sentidos, o aquello que se experimentaban de forma local. Charles Jencks, en Il nuovo paradigma non lineare, solo contribuía a fortalecer la idea del cambio expresada por Zevi, pero especificando el camino hacia la sostenibilidad, con la frase “Nueva ciencia es igual a nueva arquitectura”. El nuevo pensamiento sostiene, básicamente, que no vivíamos en el mundo mecanizado de Galileo y Newton, sino en un universo finito (non lineare). La integración de la arquitectura con el cosmos es una cuestión indispensable, esta disciplina debía “celebrar esa relación con el universo, revelando su principio de ordena-
miento y convertirla en un arte supremo”. Un forma de alcanzar este nuevo paradigma, pero en otro nivel, señalaba el autor, sería el cambio de pensamiento, en donde la arquitectura creativa difundía el conocimiento y aquellos que quisieran seguir con el ritmo que marca la realidad, el Zeitgeist, deberían entrar al mundo de las computadoras y el diseño no lineal. Jencks comentaba que viendo un poco la expresión del arte valorado del momento, se puede llegar a conocer si el acercamiento va hacia la naturaleza o no. La publicación 105 de Lotus fue dedicada a la relación entre la arquitectura y el Arte Povera, como un tipo de arte inspirado en la naturaleza, con principios de reciclaje en su discurso, pero sobre todo como una forma de experimentación sobre la aplicación y posibilidades estéticas de lo sostenible. Pierluigi Nicolín, en la editorial del mismo número, habla sobre la arquitectura Ligera y la experiencia del Land art. La idea de la arquitectura ligera, o aquella fácilmente desarmable se aborda, no hacia un fin sostenible, entendido actualmente, si no como parte de una serie de experimentos. Haciendo ver a la arquitectura como un sistema de construcción por ensamblaje, empleando materiales como la madera, el cristal y el metal. Apoyándose en referentes de la arquitectura moderna del siglo XX. Siendo la construcción de pabellones, de las exhibiciones de arquitectura, los empleados para practicar nuevas ideas o propuestas, en las cuales los nuevos lenguajes y propuestas éticas son expresadas materialmente, en la que el aspecto cercano del referente arquitectónico tiene más peso a la larga. La experiencia del Land Art contribuía a la forma en la que la nueva arquitectura iba dando sus propuestas, así como las nuevas dinámicas del comportamiento, la experiencia del happening y el teatro experimental. A pesar
de su oposición velada a la sociedad de consumo de masas y el deseo de hacer un uso frugal de los recursos, fuera de su preocupación por el medio ambiente, esta arquitectura, así como el Arte Povera, se formaba por una prosperidad para el arte conceptual y se mostraban todos los características de una reflexión que se había limitado, en gran medida, a la esfera de la propia arquitectura. La ligereza, lo barato y lo efímero debían ser vistos como la condición necesaria que favorecía la emergencia de elaboradas conceptualizaciones arquitectónicas.
2002.
Arte como naturaleza. La Cumbre Mundial se realizó en Johannesburgo del 26 de agosto al 4 de septiembre de 2002, en la cual los Estados Miembros asumieron “la responsabilidad colectiva de promover y fortalecer, en los planos local, nacional, regional y mundial, el desarrollo económico, desarrollo social y la protección ambiental, pilares interdependientes y sinérgicos del desarrollo sostenible” y un Plan de aplicación, en el cual los Estados Miembros se comprometían a “llevar a cabo actividades concretas y a adoptar medidas en todos los niveles para intensificar la cooperación internacional”. En el artículo de Kim Levin, Guadnare terreno: arte come natura e natura come arte, se destacaba cómo, en la historia del arte de la modernidad, la naturaleza nunca había sido un tópico recurrente, pero si lo empezaba a ser desde la postmodernidad, en parte por el interés en el sitio y el contexto. Los artistas solían aliarse antes a la cultura, que a la naturaleza, con sus investigaciones científicas, tecnológicas o espirituales, que de alguna u otra manera tenían que ver con Fig.14 .- Portadas del 2002.
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visiones utópicas que se ligaban con una nueva y mejorada sociedad y un ambiente mucho más puro. Esto tendía a lo inorgánico y totalmente hecho por el hombre, todo dentro del mito del progreso, haciendo de la naturaleza algo irrelevante. La realidad cambiaba, y a través del Landscape, los artistas empezaron a trabajar con la naturaleza, el progreso ya no era el tópico, el sobrevivir si. El regreso a la naturaleza, requería volver a trabajar en ella, a través del Land Art primero, hasta llegar a discutir los límites entre lo natural y lo artificial, aunque desde diferentes perspectivas, compartiendo la ansiedad de nuestro tiempo, entre cambios genéticos y mutaciones. El caso de Matta-Clark explica mejor esta relación entre el arte y la arquitectura, justamente con su Anarquitectura, la cual no era simplemente una advertencia ética en contra de la explotación capitalista, en contra de una mera concepción utilitaria del habitar. Su estética es considerada atinada, ya que señala a la arquitectura como acción, como continua metamorfosis de su propio espacio y del espacio que rodea.
LOTUS Y LA PERSPECTIVA SOSTENIBLE. A manera de reflexión.
En un principio, 1968, los grupos estudiantiles y la Academia reaccionaron en contra de la degradación del ambiente humano, en tanto bienestar social, mental y físico. Estaban ante la definición de los alcances de la propia disciplina y su finalidad. Sobre todo, reconociendo el aspecto ambiental, y ecológico, como una cuestión que recaía en la responsabilidad del arquitecto, res-
ponsabilidad compartida con otras disciplinas, para poder enfrentar una realidad compleja. Después del período de la modernidad, y la tecnificación de la arquitectura, buscaban el sentido humano en la disciplina. La Academia le había dado más importancia al proceso de la enseñanza que al contenido, y la profesión era un club de hombres. El ampliar su horizonte, a través de disciplinas como la sociología, la psicología y la antropología física, ampliaba su campo de interés hacia otros temas que relacionaban al hombre cada vez más con su entorno urbano, pero también ambiental. En 1972, ya se tenía la conciencia de una situación global, viendo de otra forma la realidad, a través de un acercamiento demográfico, social, tecnológico, y de presión ecológica, visto en conjunto como una amenaza para disfrutar los recursos primarios a nivel mundial. Los proyectos se van mostrando como una gama de soluciones diversas en diferentes partes del globo, apoyando la solución local versus la aplicación de universalidades, el caso concreto del redescubrimiento de la arquitectura vernácula es un caso concreto. Junto con la aplicación, en el Informe Brundtland, del concepto de sostenibilidad en 1988, lo único que se discutía era lo inmanejable e ineficaz de la educación y los problemas de publicación de contenidos arquitectónicos, el primero de ellos presente ya en 1968. Ya se había avanzado en la investigación, en forma de proyectos, que llevaban al límite de la discusión el tema del historicismo y el contextualismo. Este último le daba una cierta legitimidad, ya que relacionaba la disciplina con una realidad más cercana al individuo, que convivían con los efectos neoliberales expresado en una buena cantidad de proyectos que cuestionaban la identidad, tendiendo en cierta
manera hacia lo individual, antes que la colectividad. La autocrítica aplicada al diseño sería una manera en la cual la discusión llegaría a otra nivel, más allá que el puro contextualismo o la estética. La Segunda Cumbre de la Tierra, en 1992, es la oportunidad de, no solo a nivel burocrático, empezar la aplicación de las preocupaciones ambientales, y también de la experimentación y reflexión sobre la sostenibilidad, a través del arte. Con este, establece la arquitectura una relación, generando campos y espacios donde se puede avanzar, como colectivo, a una sostenibilidad. A la aparición de nuevas escuelas de arquitectura, con sus respectivas implicaciones con el contexto, va surgiendo una verdadera responsabilidad, partiendo del discurso estético ensayado por el arte. El factor tiempo, casi treinta años después de los comentarios del movimiento del 68 sobre el estado del ambiente humano, es considerado como una situación preocupante. Después de salir la arquitectura, de la discusión estética de la postmodernidad, el reto del desarrollo sostenible es parte innegable de su responsabilidad. Los primeros proyecto publicados como sostenibles buscan resaltar, de forma impactante, la biodiversidad del planeta, la dependencia del ser humano para con este, pero también la posibilidad de una arquitectura propositiva, fresca y coherente, acorde con nuevas formas de habitar la realidad. Sin duda, la producción de la arquitectura sostenible necesitaba de ejemplos construidos para que su efecto, como algo existente, diera el efecto que tuve: el espíritu de la ecología y el diseño inmersos en una propuesta. La estética, o las características visuales de su estructura externa, dejan en parte de te-
Fig.15 .- Definición de comunidad como parte de la sostenibilidad, en Lotus #140, 2009.
ner tanto peso en las propuestas, se consideran otros elementos para crearla. Si bien existe un gran peso por parte del High Tech, como una propuesta verde, tan solo en la superficie. Más allá de una discusión sobre estética ya era una de contenidos. El año 2000 no puede ser, más que un cambio, una toma de conciencia de los errores del paradigma. La arquitectura busca en eventos como la Bienale di Venezia, nuevas formas de relacionarse, nuevas respuestas éticas, desde el medio ambiente, la sociedad y la tecnología. Una nueva postura para tomar el problema de la arquitectura, la habitabilidad. Al buscar estos nuevos acercamientos se quería llegar al cierre de un ciclo, como lo destaca Bruno Zevi, estándo lista la arquitectura para tomar nuevos valores. Los cuales, y através de las propuestas del Arte Povera y el Land Art, se experimentaba sobre una posible escenario de una realidad, ya no futura, sino contemporánea. La naturaleza, vista como arte y viceversa, en el 2002, nos habla de esta inmersión en continua metamorfosis dentro de la arquitectura, en donde el acercamiento holístico de la naturaleza lleva a tomar los cambios en la disciplina y sumarlos a los factores que deban intervenir al momento de diseñar. El número 140 de Lotus, titulado ¿Sustentabilty?, lleva a cabo un cuestionamiento sobre el concepto de sostenibilidad en relación con la arquitectura. La aparición del mismo se realiza, tres años antes de Rio+20, en un punto en el que la sostenibilidad es una característica más de cualquier proyecto, incluso integrada en toda una serie de reglamentaciones, al menos a nivel europeo. La sostenibilidad llega a un momento de cuestionamiento, a menos de diez años en que se empezaba a infiltrar en el día a día de la arquitectura.
Pablo José Rivero Vallado. Fig.15 .- Portada Lotus #140, 2009. 13 junio del 2014.
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PRODUCCIÓN, REPRODUCCIÓN Y DEBATE ARQUITECTÓNICO, DE LA ERA DE LA IMPRENTA A LA ERA DIGITAL.
UNIVERSITAT POLITÈCNICA DE CATALUNYA. MÀSTER UNIVERSITARI EN TEORIA I HISTÒRIA DE L’ARQUITECTURA.