2 minute read
Billete
Advertisement
¡¡¡ Mme Morel, trois jours, s'il vous plaît !!!
Superada la última edición de Silmo, varias imágenes me vienen a la memoria. La primera imagen es la de un salón cercano a sus mejores ediciones. Un ambiente dinámico… unos visitantes movidos entre la información y la compra en firme… una oferta cada vez más absorbida por los expositores de monturas…. Ausencias notables…. Y un importante hartazgo de que Silmo mantenga cuatro días de exposición.
¿Para qué les sirve el lunes a la inmensa mayoría de expositores? ¿Para que les inunden el stand jóvenes estudiantes ávidos de que les regalen bolígrafos o cualquier otro gadget? ¿Se ha calculado con precisión el cociente que resulta de dividir el coste a los expositores, de un día más de feria y los reales beneficios que se obtienen?
Después de muchas visitas, muchas conversaciones, noté un clima, la sensación de que, de forma paulatina, poco perceptible, pero inexorable, que un nuevo horizonte más que dibujarse, se palpa cada vez con mayor consistencia.
Estos dos últimos años han sido muy, pero que muy especiales. Han cambiado muchas cosas y han obligado a repensar otras.
Estoy seguro de que los responsables de los grandes eventos están ocupados y preocupados ante su futuro.
¿Cómo mantener el interés, la rentabilidad, la ratio inversión/retorno para que las ausencias no sigan aumentando? . . .
Billete
¿Tres jornadas en lugar de cuatro? ¿Soluciones imaginativas ante el peligro de la copia? ¿Un espacio diferenciado y protegido y con acceso controlado para expositores con alto valor creativo?
Existen situaciones que los organizadores de eventos feriales no pueden controlar. Las fusiones, las concentraciones, el poder cada vez en menores manos son realidades que están afectando el interés y la realidad ferial.
Hace muy pocas semanas un importante empresario, muy activo en los últimos años con su presencia en eventos, y que ha desaparecido de los mismos, me comentaba: hay dos situaciones que las empresas debemos tener muy claras.
En los primeros años de actividad, cuando nuestro porcentaje de participación en el mercado es pequeño es cuando obtenemos beneficios asistiendo a una feria y la otra es cuando somos mayores, y tenemos gran ascendente en el mercado, y visibilidad; entonces son las ferias las que obtienen beneficios con nuestra presencia. En este último caso, es cuando debemos dejar de exponer. E invertir de otra forma.
Quizás egoísta la idea, pero muy contundente y realista.
No sé cómo será el Silmo del 2023. De momento seguirá con cuatro jornadas. Del 29 de septiembre al 2 de octubre. Sería un gran acierto que el evento del 2024 viviera la gran experiencia de las tres jornadas. Muchos, muchos expositores lo agradecerían. Amélie/Eric, pregunten, pregunten.
José Martín, Director jm@astoriaediciones.es