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CAPÍTULO 3: CÓRDOBA EN LOS AÑOS 50 Y 60

ESTUDIO PARA LA REHABILITACIÓN DEL SECTOR SUR. CÓRDOBA



CAP. 3: CÓRDOBA EN LOS AÑOS 50 Y 60

3.1.

LA MURALLA, DERRIBO Y APERTURA DE LA CIUDAD

Uno de los procesos más característicos de la transformación de las ciudades españolas, que tiene lugar en el siglo XIX, es la desaparición de las murallas, elemento formal y estructural caracterizador de la imagen de la ciudad que desde la antigüedad las había encerrado. Las murallas van perdiendo la función militar para la que se construyen, debido al avance de las nuevas técnicas militares. A pesar de perder el valor defensivo, seguían teniendo un valor sanitario, ya que impedía que entraran personas de fuera, para no propagar epidemias. También tenían un carácter fiscal; se ha de pagar un impuesto por todos aquellos productos que se introducen en la ciudad, lo cual ha de hacerse forzosamente por las puertas existentes en la muralla. La muralla es un elemento cada vez más incomodo para el desarrollo de la vida en la ciudad; el espacio intramuros es cada día más insuficiente y densificado. Además de estos factores, hay uno fundamental para el derribo de la muralla y es que ante la época de crisis y sequía hay que dar trabajo a los jornaleros. Otra necesidad es engrosar las arcas municipales, poniendo a la venta los terrenos loteados contiguos a las murallas. En Córdoba a diferencia de los grandes centros urbanos del país, no existe la imperiosa necesidad de edificar extramuros, porque existe suelo urbano sin edificar. La desaparición de las murallas contribuye a la necesidad de abrir nuevas vías de comunicación directa, amplias y suficientes, con los recientes centros de actividad implantados en la periferia. El proceso de demolición se inicia en 1852 con la demolición de la Puerta del Rincón hasta 1905 cuando cae la última puerta, la Puerta de Osario. Con la eliminación de la muralla, la ciudad se pone en contacto con el espacio circundante. Este había sido un espacio para el cultivo de los particulares, pero que no había tenido ningún uso público. A mitades del siglo XIX asistimos al proceso de formación de las rondas circundantes de la ciudad, en el lugar donde se levantaban las murallas. La llegada del siglo XX no supone ningún cambio trascendental en el campo de la reforma urbana, realizándose algunas nuevas alineaciones y aperturas de calles junto a tímidos procesos de creación de espacios recreativos. En la periferia se van a ir configurando nuevos barrios, llegando a suponer una dinámica verdaderamente expansiva a partir de la década desarrollista de los años 60.

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3.2.

ASPECTOS POLÍTICOS, SOCIALES, ECONÓMICOS

Terminada la guerra civil el día 1 de Abril del año 1939, comenzamos una larga década de aislamiento, penuria y padecimiento para toda España. En Córdoba se padece aún más, debido a nuestra carencia de industrias, falta de servicios, malas comunicaciones y falta de recursos. Socialmente la ciudad vive los padecimientos de una posguerra, quedando en los últimos lugares de renta per-cápita con respecto al resto de la Nación. En la década de los años cuarenta el aumento de la población procedente de la provincia crea un panorama desolador. El paro obrero alcanza límites insospechados. Para paliar el dramático déficit de viviendas se promueve la construcción de los barrios Cañero y Fray Albino, iniciativa que surge en Enero de 1947 como consecuencia de una riada que sufre la ciudad. La vida cordobesa está marcada por el cambio del Alcalde D. Antonio Cruz Conde por Guzmán Reina. Se potencia el plan General de Ordenación Urbana remodelando el centro y ampliando su zona comercial , se inaugura la nueva sede de las oficinas de Aguas Potables y se está edificando el Parque Figueroa, se crean los barrios de Las Palmeras y Las Moreras. Alto significativo es comentar que se produce una gran emigración de cordobeses hacia Europa; principalmente a Alemania, Francia, Suiza y Holanda. "Curiosamente todos los que salen han de ir previstos de contratos laborales e inspección médica." Los años setenta son muy beneficiosos para Córdoba. Debido a los cambios políticos, principalmente al fallecimiento del general Franco, la ley de amnistía de agosto del 76, la legalización de todos los partidos políticos y sobre todo de la gran cantidad de dinero enviada por los emigrantes, la Ciudad empieza a cobrar un aspecto moderno comparable a cualquier ciudad europea, sin cambiar su zona antigua que tanta fama le ha dado. La ciudad de Córdoba experimenta un alto crecimiento anual en el decenio de la guerra civil. Este crecimiento se justifica por las circunstancias que contribuyeron al alzamiento militar en la ciudad, y que la convertirían en el refugio de muchos prófugos. El ritmo de crecimiento más bajo es el de los años cuarenta a causa de la profunda crisis de la postguerra, que retiene a la gente en los pueblos donde es más llevadero desenvolverse con autosuficiencia. Posteriormente se produce una recuperación progresiva que llega hasta 1975, fecha hasta la que disponemos de datos.

asistencia tocológica en las clínicas de la ciudad y por la corriente migratoria que se registra hacia ella. La mortalidad desciende notablemente, sobre todo después de 1946 (año del hambre), se consuma por tanto el axioma de que a partir de un nivel de vida mínimo, la mortalidad de una población depende mucho más de factores sociales y sanitarios que del desarrollo económico propiamente dicho. Por todo lo anteriormente visto, el crecimiento vegetativo es negativo solo en dos años insólitos (1937 y 1941), pasando seguidamente a ostentar unos valores progresivamente crecientes, que van del 12-13 por mil al 18-19 por mil. El crecimiento de la ciudad en esta época también es debido a las inmigraciones, más de 50.000 habitantes de 1930 a 1960, pero Córdoba en la siguiente década tiene un saldo migratorio negativo de más de 2.000 personas, proceso que probablemente continúa hasta el momento actual. Cuando esos saldos inmigratorios se reducen, el incremento de población absoluta puede seguir adelante porque el crecimiento vegetativo ha cambiado de signo y ha aumentado. Este aumento demográfico justifica un trepidante crecimiento urbano, motivado también por la carencia de viviendas que existía como consecuencia del excedente demográfico de principios de siglo. Así es fácil comprender que en 1950 el casco urbano de la ciudad tuviese ya 10.015 edificios destinados a habitación (en comparación con las menos de 5.000 de mediados del S.XIX) y casi 30.000 viviendas. Por lo que nos demuestran los datos, vemos que en la década de 1940-50 se construyen más de la mitad de las edificaciones anteriores a 1900, y a su vez ellas suponen más de las tres cuartas partes del número de casas existentes desde el S.XVI a mediados del XIX. Desde mediados del S.XIX el número de edificios se ha multiplicado por cinco y el de viviendas es superior sólo a algo más del doble. Este desbordamiento solo guarda relación históricamente con el de la urbe califal del S. X. Fecha Antes de 1900 De 1900 a 1918 De 1919 a 1936 De 1937 a 1940 De 1941 a 1945 De 1946 a 1950

Los datos de los que disponemos son los siguientes: Año 1930 1940 1950 1960 1970 1975

Nº de habitantes 103.106 143.296 165.403 198.148 235.632 255.250

Índice de crecimiento 100,0 139,0 160,4 192,2 228,5 247,6

Podemos advertir que Córdoba en el año 1930 tenia 103.106 habitantes, que treinta años más tarde casi se habían duplicado y que en 1975 habían ascendido hasta los 255.250. Comparando estos crecimientos anuales con los de 1900-1930 es demostrable una mayor regularidad, aunque también una progresión evidente que contrasta con los altibajos anteriores. Las causas de este eminente crecimiento demográfico se originan en el cambio de signo del crecimiento vegetativo (número de nacidos- número de fallecidos) y en la regularidad de la afluencia inmigratoria. En el aspecto de la natalidad, la capital es de evolución muy confusa y en general baja hasta 1950, principalmente por motivos bélicos y de crisis económica, y alta a partir de 1960 por la implantación de mejoras en la

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Nº de edificios 6.100 980 2.060 370 1.050 2.480

Situación económica - social de la ciudad: debilidad de la industrialización cordobesa. Tras haber visto la evolución de la población cordobesa desde 1930, es necesario explicar de qué vive y qué cambio ha producido en la estructura económica para que haya sido posible esta aglomeración ciudadana. Según los datos de 1975, la población activa de Córdoba se distribuía así:

Actividad

Número

Porcentaje

Agricultura

5.266

6,9

Industria

19.431

25,4

Construcción

10.465

13,7

Servicios

41.309

54,0


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Comparando estas cifras con las de 1930, podemos deducir una serie de hechos: - Se ha reducido radicalmente el sector primario. - Se ha terciarizado la ciudad al producirse un aumento de los servicios. - Leve reducción del sector secundario. - Fortalecimiento del sector de la construcción. Respecto a la reducción del sector primario debemos hacer una observación, ya que su causa es doble. La mecanización de los cortijos, que en el término de Córdoba tuvo especial relevancia por la existencia de grandes propietarios que con facilidad podían invertir para mecanizarla y porque el término presenta unos suelos y pendientes inmejorables para ello. También este fenómeno obedeció al aborrecimiento de la población cordobesa hacia las tareas agrícolas, hecho que ya se venía insinuando en decenios anteriores.

La expansión del terciario se nutre además de los subsectores mencionados de profesiones no bien definidas y de subempleados. Es el conocido terciario marginal en países tercermundistas. En los datos de 1975 aparecen 11 995 personas que comprenden el 15,7 por ciento del sector. No se puede afirmar que esta cifra corresponda totalmente a ese terciario marginal del que hablamos, pero si que parte de el está incluido en ese cajón de sastre. Con tal estructura económica se comprende perfectamente que Córdoba aparezca como especializada en construcción, electricidad, comercio, transporte y servicios. Una estructura económica débil y vulnerable, con baja renta per cápita y abundante paro y subempleo, que se reflejará en la forma de expansión urbana periférica y en la forma de actuación de los grandes agentes urbanos. Córdoba posee un crecimiento periférico que se desarrolla principalmente a partir de los años cincuenta, tratándose por tanto de una expansión retrasada si la comparamos con otras ciudades españolas. Las causas de este retraso parecen ser el tardío crecimiento demográfico cordobés, la gran capacidad del casco en absorción de población, con ensanches y rondas, y la débil industrialización de la ciudad.

Sorprendentemente la función agraria en Córdoba es importantísima, ya que es el centro operativo desde donde se controla gran parte de la riqueza de la provincia y de su cercana campiña. Al mismo tiempo el sector industrial también ha descendido. Este hecho se presenta como trágico, porque pese a que gran parte de la industria provincial se ubica en la capital, esta ni siquiera alcanza el promedio español en 1977 y es expresión del comportamiento desfavorable de la provincia en el contexto de Andalucía Occidental. A pesar de la instalación del Polo de Desarrollo (el término de Córdoba es enclave de la totalidad de las industrias de joyería y piel, metálicas y mecánicas, de la construcción, alimentación, papel, artes gráficas y piensos), y a la vista de los datos de la población activa no debemos olvidar la debilidad industrial de la urbe cordobesa. La vigencia del Polo de Desarrollo estaba prevista de 1971 a 1980, pero debemos destacar que no ha tenido virtualidad para solucionar esta debilidad industrial, no ha sido suficiente y no ha cambiado la estructura industrial de la provincia, ni la ha potenciado en los sectores que en base a sus recursos, pudieran haber recibido mejor tratamiento. Por otra parte, no cabe tampoco esperar mucho de la “gran área de expansión industrial de Andalucía”, pese al avance teórico que pueda suponer este instrumento económico. Así es que, la debilidad de la industria cordobesa en la actualidad, está causada en parte por su baja renta per cápita y que explica el descenso relativo de la población activa del sector secundario desde 1930, originado también por la decadencia de la artesanía, que iniciada en el periodo anterior, se ha consumado en el que ahora se estudia. Si Córdoba presenta índices escasos de activos agrícolas e industriales, lógicamente tiene que presentar un terciario excesivo, que casi se he triplicado de 1930 a 1975. No se puede comparar entre ambas fechas los distintos subsectores porque los datos no son homogéneos, pero se puede afirmar lo siguiente sobre los parámetros que han influido en la terciarización: Córdoba se ha convertido en un gran centro de profesionales liberales y técnicos. Hecho que también es visible respecto al personal directivo, administrativo y asimilado de la Administración Pública y de las empresas, incluido los profesionales de las fuerzas armadas. En el aspecto comercial, es un núcleo de primera categoría. Ambos hechos se han potenciado a causa de la perfecta centralidad geográfica de la capital y a causa de la mejora de las comunicaciones interprovinciales e irrupción de la motorización. En definitiva, toda la población de la provincia afluye a la capital a comprar gran parte de los productos especializados. Tratándose además de una provincia con bastante población, se entiende fácilmente que tenga una de las cuotas de mercado más alta de España, según los anuarios del mercado español de Banesto. Debido a su riqueza artística y monumental y a su posición privilegiada dentro de Andalucía, Córdoba ejerce una gran función turística, su índice turístico es muy notable y bastante similar al comercial, según datos de la fuente antes mencionada.

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3.3.

MOMENTO CULTURAL Y ARTÍSTICO DE LA ÉPOCA

La elección de 1957 como fecha significativa en la historia del arte de nuestro país responde a diversas razones. Algunas tienen carácter artístico (la creación de grupos como El Paso o Equipo 57 figura entre las más importantes), otras tienen un carácter claramente político y cultural. Los cambios de 1957 eran el resultado de una cadena de hechos del todo conocida. Tras el aislamiento internacional provocado por la derrota de Alemania, Italia y Japón en la Segunda Guerra Mundial, se inició en 1950 un proceso de acercamiento a los Estados Unidos – y consecuentemente, a los países del occidente europeo -, en el marco de la Guerra Fría, que tiene su primera manifestación en el crédito que el Congreso estadounidense concede a España ese mismo año y, dos años después, en los acuerdos con los Estados Unidos y el concordato con la Santa Sede. Paralelamente a esta normalización de las relaciones internacionales se producen algunos cambios políticos en el interior que implican una redistribución del poder y cambios en sectores parciales. En 1951, el general Franco había nombrado un gobierno en el que Joaquín Ruiz Giménez ocupaba la cartera de Educación, el almirante Carrero Blanco, subsecretario de la Presidencia del Gobierno, adquiriría categoría de ministro y Manuel Arburua ocupaba la cartera de Comercio. La evolución de la sociedad española continuaba el camino iniciado tiempo atrás. Aunque todavía es muy grande el peso de la España rural (39.24%), la España urbana crece de forma relevante, pasando del 37,27% en 1950 al 42,49% en 1960, porcentaje que aumentara hasta el 48,35% cinco años más tarde, en los que inversamente, la población rural ha disminuido hasta el 30,64%. Esta disminución de la población es consecuentemente paralela a la disminución de la población activa empleada en la agricultura y al incremento de la empleada en la industria y los servicios. Los aumentos superiores se dan en ciudades como Madrid, Bilbao, Barcelona, etc., que ven como crece su población de forma prácticamente incontrolada, adelantando un fenómeno que se hará mucho más agudo en el periodo 1960-1970. La transformación económico-social se lleva a cabo en medio de grandes tensiones y pone de relieve las dificultades de una política económica que se resiste a terminar con las estructuras y mecanismos surgidos en los primeros años de postguerra. El crecimiento de la producción industrial, que mantiene su signo positivo a partir de 1950, va acompañado de un aumento superior de los precios, del coste de vida y de la inflación. La política económica puesta en práctica en 1951 permite una disminución notable de los precios en 1952,’53 y ’54, pero de nuevo vuelven a crecer en los años ‘55, ’56 y ’57. Esta situación ponía de manifiesto la imposibilidad de continuar manteniendo las estructuras vigentes y la necesidad de poner en marcha una política económica mucho más radical. Tal es el sentido profundo de los cambios ministeriales de 1957. El año 1957 es, por tanto, final de un proceso. Es, también, comienzo de otro. Reducido al mínimo el lastre de la Falange, los ministros del Opus Dei, a los que se conoce con el nombre de tecnócratas – aunque realicen una política ideológica -, inician una serie de reformas que cambian la fisonomía del país y pretenden su modernización. Estabilización, o ajuste, primero, desarrollo, después, son los dos ejes de esa modernización (que finalmente chocaría, de nuevo, con la rigidez de la estructura política). La legitimación del régimen no abandona su recurso fundamental, haber ganado la Guerra Civil, pero se hace más efectiva en esa modernización que busca la integración de Europa: saneamiento y desarrollo de la economía, elevación del nivel de consumo, apertura de las fronteras, transformación de algunos modelos de comportamiento y costumbres, apertura informativa, etc. Todo ello unido a una represión notable y efectiva. La crisis en el seno de la cual se lleva a cabo la estabilización económica y el primer plan de desarrollo alienta la resistencia obrera, cuyas huelgas son reprimidas con contundencia. Las reformas iniciadas por Ruiz Giménez en la universidad se convierten en reivindicaciones efectivas que llevaran al hundimiento de las instituciones oficiales universitarias, el SEU (Sindicato Español Universitario), que estaba penetrado de estudiantes izquierdistas. Esta penetración (que fue rasgo característico del movimiento sindical, y no solo del sindicato universitario, en los años ’50) podía producir efectos sorprendentes a nivel cultural. Por ejemplo, la publicación de revistas como Acento Cultural (1959) y Cuadernos de Arte y Pensamiento (1959). En ellas escribían miembros de la intelectualidad que se oponía al régimen, algunos de los cuales militaban en el PCE o en organizaciones del PSOE.

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La revista española de arte contemporáneo más importante de los años sesenta, Artes. Aquí tuvieron cabida las criticas y reflexiones sobre la intelectualidad de izquierdas. Otro tanto sucedió con una revista de menor relevancia, Aulas. Las páginas de estas revistas están llenas de reflexiones que se reclaman del realismo y se mueven en un horizonte difuso de marxismo y existencialismo. Todo esto quiere decir que ya no era posible el monolitismo de los años ’40. El debate se hizo más complejo y menos abstracto, contó con nuevos ingredientes y perspectivas diferentes a las tópicas de la inmediata postguerra. Y que empezaba a normalizarse parecía evidente a juzgar por la importancia que en él tenía la realidad social, la realidad inmediata y cotidiana, su análisis. En el plano más específico de la práctica artística, además de las creaciones de El Paso y Equipo 57, es preciso llamar la atención tanto sobre las exposiciones como las celebradas por Tapies, Saura, Millares, Chillida, Guinovart, etc., como sobre muestras que permitían el conocimiento de la pintura europea. Es preciso llamar la atención sobre el cambio de la política del Estado en las exposiciones internacionales. La Bienal de Venecia se convirtió en el “escaparate” de los nuevos artistas españoles y en el marco de su éxito, especialmente su edición de 1958. De este modo, el Estado adopta una fisonomía bifronte: radicalmente renovadora en el exterior, conservadora en el interior. Los artistas, enemigos del régimen en su vida diaria y en su actividad pública en el interior, parecían sus colaboradores en el exterior. La difusión del arte español de vanguardia en los Estados Unidos a partir de 1960, con las exposiciones en la galería Pierre Matisse, en el MOMA, acentuó esta situación. Para buena parte de los artistas, participar en exposiciones internacionales como la Bienal de Venecia era el único modo de abrirse camino hacia el reconocimiento profesional, dado la penosa situación del mercado de arte en nuestro país. El arte era en los años ’50 una actividad civil y moralmente política. Un régimen como el del general Franco politizaba todo aquello que tocaba, la vida social y cultural, y el arte de vanguardia se definía en uno de sus parámetros, y no el menor, en atención a su oposición al régimen: la cultura, y el arte con ella, era antifranquismo. Su antifranquismo propendía a convertir las obras en instrumentos de transformación social y política, imágenes que debían ayudar a la formación de la conciencia, denunciar las situaciones de injusticia, testimoniar las relaciones de dominación. Las propuestas de El Paso y de Equipo 57, que proclaman un arte colectivo y no individualista, son los puntos de referencia para comprender la historia artística e ideológico-política del momento. Aunque es a finales de los años cincuenta cuando el arte nuevo ofrece un panorama más consistente, colectivamente más consistente, a lo largo de todo este periodo podemos ver el desarrollo y consolidación de artistas que, con el tiempo, se convertirían en clásicos. Cuando se forman El Paso y Equipo 57 hay ya varios artistas que han desarrollado un lenguaje personal y una madurez llamativa. También han alcanzado, en algunos casos, un reconocimiento que es ya internacional. 1951 a 1953 y ’54 son años decisivos para esa madurez, pero no son todavía años de “movimiento” colectivo. Jorge Oteiza, que estaba en Latinoamerica, vuelve a España e interviene activamente en el movimiento artístico vasco, convirtiéndose, con Agustín Ibarrola, en uno de sus principales animadores. Eduardo Chillida vuelve a París, en la Bienal de Venecia de 1958 obtiene el gran premio de escultura. Antoni Tapies, que ha formado parte activa de Dau al Set, difunde su obra en Estados Unidos y Europa obteniendo reconocimiento internacional. Eusebio Sempere se integra en el Grupo Parpalló a finales del ’58. En 1960 el Grupo Parpalló organizó una exposición de Arte Normativo en la que invitó a una serie de artistas ligados a lo que en aquellos años se denominaba arte concreto. Para comprenderlo adecuadamente es preciso conocer la actividad de Equipo 57. Arte normativo pretendía una visión constructiva, y no solo testimonial o denunciadora de la injusticia, del mundo, de la realidad social inmediata, en el marco de una politización radical. El Paso fue un grupo de artistas plásticos con una presencia destacada en el mundo de las artes plásticas y con una resonancia notable en los demás ámbitos culturales. Muy diferente de los dos anteriores es el grupo que se conoce con el nombre de Equipo 57. Estaba constituido por los arquitectos Juan Cuenca y Juan Serrano y los pintores Ángel Duarte, José Duarte y Agustín Ibarrola. A ellos se unió posteriormente el danés Thorkild Hansen.


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El Equipo 57 estaba fuertemente influido por la obra y la actitud de Jorge Oteiza, que renunció a unirse al grupo, aunque fue invitado a formar parte. El grupo pretendía, ante todo, lo siguiente: hacer una obra de arte colectiva, carente de personalismo y subjetivismo, una obra en la que no hubiese lugar para el creador individual, que los artistas del Equipo consideraban propio de una sociedad burguesa, decadente, a la que era preciso combatir; una obra de este tipo debía configurarse a la manera de una investigación científica, racional, que pudiera desarrollarse conceptualmente, como si fuera un teorema; semejante pretensión puso en primer lugar la necesidad de una metodología especifica a la que todos pudieran acceder, a la vez que desplazaba fuera del marco de intereses tanto la figuración cuanto el arte otro (en la formulación de esta metodología, el Equipo se inserto en la tradición del constructivismo y del arte concreto, en especial Malevitch, Mortensen, Max Bill, etc.); El objeto del análisis era el espacio que constituía la pintura: influidos por las propuestas de Oteiza, el Equipo se interesó en el análisis de las relaciones espaciales a partir de colores planos y del juego concavidad-convexidad, intersecciones, desajustes, etc., produciendo, además de las esculturas y los cuadros, una serie de textos teóricos que aparecieron como manifiestos o trabajos de investigación ( los más interesantes son los que se ocupan de la Interactividad del espacio plástico, recogidos en Julián, 1986), desarrollando una tradición que en España era completamente desconocida; la pretensión final de esta investigación y de las obras resultantes no era la representación de la realidad social sino su transformación, entendiendo el concepto de <transformación> en su sentido más riguroso, material: transformar la configuración del medio (el antecedente más importante era el constructivismo soviético posterior a la Revolución), para lo cual era preciso dar un paso más y trabajar en el ámbito de la arquitectura y el diseño: el diseño fue uno de los caminos del Equipo, pero ello cuando los ímpetus y expectativas iniciales estaban desapareciendo.

Obras del Equipo 57

El periodo más importante de su actividad fue el de los años 1957-1960. El Equipo alcanzó cierta resonancia en el marco artístico español y se presento como una alternativa al informalismo, una alternativa artística y política – lo que en aquel momento era consustancial a la actividad intelectual y artística en nuestro país - , ofreció sus obras a unos precios muy bajos, con la intención de que pudieran ser adquiridas por todos y romper así los límites del consumo artístico elitista: 500 pesetas los gouaches (45x55), 3.000 los oleos (130x98), 11.000 los murales (400x122), entre 4.000 y 6.000 pesetas las esculturas en piedra artificial, estos eran los precios de su exposición en la galería Darro (Madrid, 1960), que dirigía José María Moreno Galván. La influencia del Equipo se hizo notar en algunos de los artistas del Grupo Parpalló, especialmente en Andreu Alfaro, también en otros artistas independientes, Manolo Calvo (1934), y, en menor medida, en José María de Labra (1925). Todos ellos participaron, como ya se indicó, en la exposición Arte Normativo Español, organizada en Valencia (1960) por el Grupo Parpalló. Fue el momento de mayor relieve de la abstracción analítica, también el punto de partida de su decadencia. La propuesta teórica del arte normativo había sido concebida por Antonio G. Pericás, que escribió el texto de presentación: <Primera Pancarta de un movimiento>. En líneas generales, se trataba de una oposición rotunda al informalismo, en nombre de aquellos valores que, de una forma quizá excesivamente rígida, exponía el Equipo 57, y con la finalidad de lograr para el arte una intervención efectiva en la configuración del medio. Sin embargo, como se desprende de la composición de los participantes, de las orientaciones estilísticas de los miembros de Parpalló, la realidad no respondía estrictamente a esos planteamientos. Junto a obras claramente <normativas> - abstracción analítica -, otras se movían en el horizonte del informalismo, algunas aludían ya a un cinetismo modular – Manolo Calvo era el caso más relevante - , y las de Andreu Alfaro o las de Doro Balaguer escapaban a estas clasificaciones estilísticas. Por otra parte, algunas de las intenciones políticas de Equipo 57 y del normativismo parecían adecuadas para un arte realista de corte social, tal como el practicado por José Ortega. De hecho, los principales integrantes del Equipo, Agustín Ibarrola y José Duarte, formaron parte del grupo de grabadores Estampa Popular y, tras la desaparición del Equipo, hicieron Crónica, Arroyo, Canogar, Genovés, Equipo Realidad, etc., en los años sesenta. El debate no era, por tanto, a dos bandas – informatilismo/abstracción analítica - , sino a tres: informalismo, abstracción analítica (normativismo) y realismo (social). A pesar de todo ello, la presencia del Equipo 57 es un hecho notable en el arte español. Cuando se habla de arte cinético, de arte generado por ordenadores, de esquemas modulares, etc., lo que, como se verá, es propio de la segunda mitad de la década de los setenta, la obra del Equipo se considera casi siempre como un antecedente riguroso.

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3.4.

DESARROLLO DE LA CIUDAD 3.4.1.

PERSONAJES FUNDAMENTALES EN EL DESARROLLO DE LA CIUDAD

Hay una serie de personajes que por su labor son fundamentales para el desarrollo de la ciudad en los años 50-60. Sin la labor de ellos la ciudad de Córdoba no habría llegado a ser la ciudad que hoy conocemos. En este desarrollo intervinieron dos arquitectos claves: José Rebollo Dicenta y Rafael de la Hoz, con un volumen de obra construida muy significativo. José Rebollo quizás fue un poco más influyente en temas de urbanismo ya que fue arquitecto jefe del Ayuntamiento de Córdoba. No sólo intervinieron arquitectos en el desarrollo de la ciudad sino que también intervinieron políticos como el Alcalde Cruz Conde y un miembro de una congregación religiosa como fue Fray Albino, el cuál promovió todo el desarrollo de la ciudad al otro lado del río, hacia el sur.

ANTONIO CRUZ CONDE En julio de 1949, ocupa la alcaldía de Córdoba Alfonso Cruz Conde, que permanece en el cargo hasta octubre del 51, a raíz de su nombramiento como gobernador civil de Cádiz. En enero del 51, cuando Alfonso lleva año y medio al frente de la alcaldía, el periódico resume en una serie de reportajes las principales actuaciones llevadas a cabo en tan corta etapa, entre ellas la construcción de catorce kilómetros de alcantarillado, casi la mitad de ellos en la nueva barriada de Fray Albino; la pavimentación de 14.000 metros cuadrados de calles; la mejora del abastecimiento de agua con la construcción de un nuevo depósito en Villa Azul para la Sierra, un grupo decantador-filtrador y más de cinco kilómetros de conducciones; la reanudación de las obras de ampliación de las casas consistoriales hacia Claudio Marcelo, paralizadas desde hace décadas; la mecanización del servicio de recogida de basuras -sustitución de los carros por camiones y furgonetas-, y la modernización del matadero. Alfonso Cruz Conde valora el atractivo turístico de la zona artística y emprende mejoras como la recuperación de la Calleja de las Flores y de los Arquillos. El enfoscado y blanqueo de la plaza de Capuchinos y de la cuesta del Bailío. La pavimentación de la plaza de la Fuenseca, el recalce de la Puerta de Almodóvar o la reparación del arco del Portillo. También se restringen en su etapa los puestos callejeros, acabando así con la invasión de tenderetes; se inaugura el alumbrado del Brillante. Se mejora el de las calles comerciales del centro y se instalan los primeros reflectores que iluminen de noche determinados monumentos; y se interesa de la Empresa Nacional de Turismo la construcción de un hotel. Córdoba progresa y lo hace a pasos agigantados. En noviembre del 53 Antonio Cruz Conde, hermano del anterior alcalde, cumple dos años al frente de la alcaldía, que gracias a su sistema de contribuciones ha transformado la pavimentación de muchas calles y plazas y las ha dotado de alumbrado, continuando la labor de su hermano. Rehabilita gran parte de los restos arqueológicos e históricos y dignifica muchos monumentos. En diciembre del ‘54 Córdoba se convierte en una de las capitales de España más fecundas en obras, convirtiéndose así, en el alcalde más importante de Córdoba; entregándose no solo a la labor de administración, sino que también los plantea y planea, lo estudia y resuelve de una forma eficaz. Antonio Cruz Conde es un alcalde que viaja con bastante frecuencia a Madrid para recorrer los ministerios y gestionar asuntos de Córdoba. Y es que cuenta allí con el apoyo de su suegro, el conde de Vallellano, ministro de Obras Públicas desde julio de 1951, que le abre muchas puertas. Otros viajes a la capital de España están motivados por sus obligaciones parlamentarias, ya que es procurador en Cortes desde diciembre del ‘51 y por tanto asiste a las sesiones plenarias, así como a otras actividades derivadas de su condición, como las recepciones que a final del curso ofrece Franco en los jardines de La Granja, ocasiones que aprovecha para continuar sus gestiones en favor de Córdoba. En ellas suele informar de las obras municipales -respecto a las que destaca la colaboración de los vecinos mediante contribuciones especiales- y de las aspiraciones de Córdoba, entre ellas la construcción de un hotel y de un aeropuerto. En ocasiones acude a Madrid a congresos como las Jornadas Municipalistas en el ‘58 en las que pronuncia una conferencia acerca de “Pasado, presente y futuro de la ciudad de Córdoba”. A partir de mediados de la década Antonio Cruz Conde realiza varios viajes al extranjero. En octubre de 1960 viaja a Londres en unión de los alcaldes de Zaragoza, Burgos y San Sebastián, invitados por el Gobierno inglés, para conocer la organización municipal de los británicos. El viaje le permite conocer los barrios nuevos de la capital inglesa -cuya baja densidad llama su atención, pues es inferior a la mitad de la que marcan las ordenanzas en Córdoba-, el planeamiento urbano, los mercados, las escuelas, la depuración de aguas residuales y los servicios de policía, tráfico y bomberos, así como las relaciones con el poder central. Unos meses más tarde, en junio del 61 asiste en Washington a la Conferencia Mundial de Gobiernos Locales como único representante de los municipios españoles.

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En julio de 1951, cuatro meses antes de que Antonio Cruz Conde acceda a la alcaldía de Córdoba, es nombrado ministro de Obras Públicas su suegro Fernando Suárez de Tangil y Angulo, conde de Vallellano y marqués de Covarrubias de Leiva, con cuya hija Guadalupe -catorce años más joven- había contraído matrimonio en 1943. Los lazos familiares favorecerán el frecuente contacto con Córdoba, el apoyo a los proyectos municipales relacionados con su departamento y la intermediación para facilitar las gestiones de Cruz Conde en los ministerios y otros organismos. El 5 de diciembre del ‘51, a los pocos días de la toma de posesión de Antonio Cruz Conde como alcalde, el conde de Vallellano visita Córdoba oficialmente por primera vez como ministro de Obras Públicas, dispuesto a conocer las necesidades de la ciudad. Tras recorrer algunas instalaciones de su ámbito de competencias, el Ayuntamiento le ofrece una cálida recepción en el curso de la cual el alcalde desgrana los problemas de Córdoba, el primero de todos, el abastecimiento de agua. Vallellano promete solución para los viaductos de la Electromecánicas y del Pretorio, los accesos desde el puente nuevo y el recrecimiento del Guadalmellato. Durante la estancia, el Ministro visita las obras del nuevo puente, las barriadas de Fray Albino y Cañero, en construcción, el Museo de Bellas Artes y la presa del Guadalmellato, donde el ingeniero Paz Maroto le explica su proyecto de abastecimiento de agua a Córdoba.

RAFAEL DE LA HOZ

Nace: Madrid (España), 1924 Muere: Madrid (España), 2000 BIOGRAFÍA 1924: Nace en Madrid el 9 de Octubre. Al obtener su padre la plaza de Arquitecto Municipal la familia se traslada a Córdoba ese mismo año. 1929-34: Cursa estudios de primaria con Dª Luciana Centeno. Maestra de la Institución Libre de que despierta en su joven alumno una gran vocación por el estudio y las matemáticas. 1940-40: Durante los difíciles de la Guerra Civil Española estudia Bachillerato en el Colegio de los Hermanos Maristas de Córdoba. 1943-43: Se traslada a Madrid para cursar estudios de Ciencias Exactas. Obtiene con 19 el premio de investigación matemática “de Cisneros” de la Universidad Central. 1944: Ingresa en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, residiendo en el “Colegio Mayor Cisneros”. Allí convive y establece amistad con Eduardo Chillida, José María García de Paredes y el dominico José Manuel Aguilar. 1946: Primer viaje becado al extranjero que le permite conocer Inglaterra e Irlanda. Le acompañan entre otros el Padre Aguilar y José María García de Paredes. 1948: Comienza a colaborar con el Instituto Técnico de la Construcción y el Cemento que dirige Eduardo Torroja. Allí publica Energía Solar, Acústica, Arquitectónica, Cerámica Pretensada y Vigas curvas. 1949: Fallece su padre en Madrid. Obtiene una beca que le permite analizar sus estudios. 1950: Título de Arquitecto por la Escuela de Arquitectura de Madrid como miembro de la 100 promoción. Viaje de Fin de Carrera por Italia. A petición de su madre, rechaza la oferta de Torroja para incorporarse al Instituto y regresa a Córdoba para suceder a su padre como Arquitecto Provincial.


CAP. 3: CÓRDOBA EN LOS AÑOS 50 Y 60

1951: Arquitecto Provincial de Córdoba por oposición. Comienza a dirigir el que fue el estudio profesional de su padre. Se casa en junio con Matilde Castanys Mata. El padre Aguilar le encarga junto a José María García de Paredes el nuevo Colegio Mayor Aquinas. Colabora con ellos el pintor Carlos Pascual de Lara. 1950-55: Su suegro D. José Castanys, le encarga la Sede de la Cámara de Comercio de Córdoba que realiza con su amigo José María García Paredes y la colaboración del escultor Jorge Oteiza. La calidad y rigor de esta “opera prima” constituye una declaración de intenciones que marcará su trayectoria. 1959: Para profesionalizar a los colaboradores del Estudio desarrolla unas tablas tecnológicas de cálculo que serán el germen de las futuras Normas Tecnológicas de la Edificación de 1973. 1960 Inicia la reconstrucción y rehabilitación del Convento e Iglesia de la Merced. 1960-66: En una Andalucía que se desarrolla rápidamente, su Estudio se convierte en un referente profesional de la región. El Plan Nacional de Escolarización le permite desarrollar el concepto Microescuelas. Un espacio a la escala del niño. Proyecta el Hospital General y Psiquiátrico de Córdoba y el Palacio de Congresos de la Costa del Sol. 1962-66: Profesor visitante de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla. 1963: Viaja a Egipto, Líbano y Jordania. 1964: Secretario del Jurado en el Concurso Internacional de Anteproyectos para el Teatro de la Ópera de Madrid. 1965 Miembro del Jurado del Concurso Internacional para el Kursaal de San Sebastián. Se incorpora al Estudio el arquitecto José Chastang. La .rma pasa a denominarse La-Hoz-Olivares-Chastang. 1954: Viaja por Francia, Bélgica, Holanda, Alemania, Italia y Suiza. 1955: Obtiene la beca Fullbright para el Massachusetts Institute of Technology USA. Tras algunas dudas abandona temporalmente su incipiente Estudio profesional y se traslada a vivir a Boston. 1957: Obtiene el Premio Nacional de Arquitectura con José María García de Paredes por el Colegio Mayor Aquinas. Viaja a la Interbau de Berlín donde coincide con sus compañeros Javier Carvajal y José María García de Paredes. 1958: Viaja a Moscú al V Congreso de la Unión Internacional de Arquitectos. Estos congresos, los amigos de Madrid, especialmente Carlos de Miguel y la Revista Nacional de Arquitectura, le mantienen en contacto permanente con la actualidad arquitectónica. Colabora con el Equipo 57. Se incorpora al Estudio el arquitecto Gerardo Olivares con el que se asocia ese mismo año. 1971: Crea e impulsa la realización de las Normas Tecnológicas de la Edificación. 1981-1985: Presidente de la Unión Internacional de Arquitectos. 1985: Estudia en el Massachussets Institute of Techology, EE. UU. 1990: Nombrado Académico de Bellas Artes. 2000: Muere el 13 de junio en Madrid, España.

PROYECTOS 1951 Tienda Vogue, Córdoba, España. 1951 Proyecto Centro Comercial El Brillante, Córdoba, España. 1951 Chalet El Bosque, Córdoba, España. 1951-1953 Cámara de Comercio, Córdoba, España. 1951-1958 Mobiliario, Córdoba, España. 1953-1957 Colegio Mayor Aquinas, Madrid, España. 1954 Tienda de ortopedia Alpha, Córdoba, España. 1954 Tintorería Lindsay, Córdoba, España. 1954 Tienda de fotografía Studio, Córdoba, España. 1954 Chalet La Cabaña, Córdoba, España. 1954 Proyecto Casa La Solera, Córdoba, España. 1955 Chalet Canals, Córdoba, España. 1955 Viviendas calle Pastores, Córdoba, España. 1955 Tienda de muebles Domus, Córdoba, España. 1955-1958 Edificio de viviendas en calle Cruz Conde, Córdoba, España. 1956 Oficinas del Banco Popular, Córdoba, España. 1956 Edificio de viviendas Avda. Generalísimo, Córdoba, España. 1956 Edificio de viviendas calle Maestro Priego López, Córdoba, España. 1956-1958 Farmacia E. Grande, Córdoba, España. 1957 Tienda de helados Navarro, Córdoba, España. 1957 Tienda de modas Flomar, Córdoba, España. 1957 Proyecto Chalet La Barraca, Córdoba, España. 1957 Edificio de viviendas calle Jesús y María, Córdoba, España. 1957 Proyecto Vivienda en calle Héroes de Toledo, Priego de Córdoba, España. 1958 Edificio de viviendas calle Málaga con calle Sevilla, Córdoba, España. 1958 Sastrería Corte Novo, Córdoba, España. 1958 Chalet Pericet, Córdoba, España. 1958 Residencia de las Hijas de María Inmaculada, Córdoba, España. 1958 Proyecto Vivienda de Francisco Varas, Córdoba, España. 1958-1965 Microescuelas para la Diputación Provincial de Córdoba, Córdoba, España. 1959 Convento de Las Salesas, Córdoba, España. 1959 23 Viviendas en calle Infanta María Cristina, Córdoba, España. 1959 Proyecto Vivienda F. Martínez, Entrepeñas, España. 1959 Viviendas y locales calle Gran Capitán, Córdoba, España. 1959-1969 Colegio Las Teresianas, Córdoba, España. 1960 Banco Ibérico, Córdoba, España. 1960 116 Viviendas y locales en calle Diego Serrano, Córdoba, España. 1961 Chalet Nü Norge, Córdoba, España. 1961 Chalet Añón, Córdoba, España. 1961 Nave Ford y oficinas Ebro, Córdoba, España. 1961 Proyecto Viviendas, Granada, España. 1961-1966 Manzana de viviendas en Plaza de Cuba, Sevilla, España. 1962 Casa de Ejercicios Espirituales San Pablo, Córdoba, España. 1962-1963 Polígono Pez Espada / Urbanización Eurosol, Torremolinos, España. 1962-1965 Fábrica El Águila, Córdoba, España. 1963 Albergues provisionales, Córdoba, España. 1963 Poblado de Pescadores, Almuñecar, España. 1963 Viviendas sociales para la Fundación Benéfico Social, Córdoba, España. 1964 87 Viviendas y locales para CICUSA, Córdoba, España. 1964 Proyecto Iglesia para San Fernando, Córdoba, España. 1964 Proyecto Apartamentos en la urbanización Elviria, Fuengirola, España. 1965 Edificio de viviendas Ava, Córdoba, España.

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1965 Edificio Regina, Córdoba, España. 1965 Laboratorios Pérez Jiménez, Córdoba, España. 1965 Edificio de viviendas en calle Plus Ultra, Huelva, España. 1966 Hospital Psiquiátrico Provincial, Córdoba, España. 1966-1969 Hospital General Provincial, Córdoba, España. 1967 Apartamentos para Rochazul, Portimão, Portugal. 1967-1968 Palacio de Congresos Costa del Sol, Torremolinos, España. 1968 Viviendas y locales para CICUSA en Parque Aluche, Madrid, España. 1968-1972 Sede del Real e Ilustre Colegio de Médicos, Sevilla, España. 1968-1976 Parque Figueroa, Córdoba, España. 1969 Colegio Las Teresianas, Alicante, España. 1969 Mercado de Abastos, Cabra, España. 1970 Edificio para el Diario Córdoba, Córdoba, España. 1971 Banco Coca, Valencia, España. 1971 Proyecto Edificio del Banco de Bilbao, Madrid, España. 1971 Proyecto Colegio Provincial, Córdoba, España. 1971-1972 Capilla Colegio San José del Parque, Madrid, España. 1972 Guardería infantil en Manoteras, Madrid, España. 1973 Hotel Los Lebreros, Sevilla, España. 1973-1980 Facultad de Medicina, Córdoba, España. 1974-1975 Colegio Mayor Universitario Nuestra Señora de la Asunción, Córdoba, España. 1975 Edificio Castelar, Madrid, España. 1977 Reloj de la Diputación de Córdoba, Córdoba, España. 1977 Ampliación del Ministerio de la Marina, Madrid, España. 1980 McDonald's en Gran Vía, Madrid, España. 1981-1985 Club de Ancianos, Rute, España. 1982 Centro penitenciario Alcalá 3, Alcalá de Henares, España. 1985 Centro penitenciario de Tenerife, La Esperanza, España. 1987 Caja Provincial de Ahorros de Córdoba, Córdoba, España. 1987-1989 Centro Cultural Islámico, Madrid, España. 1990 Sede del Instituto Inserso, Madrid, España. 1990 Real Madrid Arena, Madrid, España. 1991 Castellana 110, Madrid, España. 1993 Centro Nacional de Supervisión y Gestión de Telefónica, Madrid, España. 1994-1995 Comité Olímpico Español (COE), Madrid, España. 1997 Fundación Antonio Gala. Convento del Corpus Christi, Córdoba, España. PREMIOS 1956 Premio Nacional de Arquitectura. Colegio Mayor Aquinas. 1995 Premio Antonio Camuñas de Arquitectura. 2000 Medalla de Oro de la Arquitectura (CSCAE).

JOSÉ REBOLLO DICENTA Arquitecto cordobés, hijo y padre de arquitectos. Nacido hacia 1915, fue arquitecto jefe del Ayuntamiento de Córdoba. Fue un personaje fundamental para el urbanismo Cordobés, ya que en los años 50 al ocupar ese puesto de arquitecto jefe del Ayuntamiento de Córdoba fue el máximo responsable de la redacción del Plan General de Córdoba de 1958. También contribuyó al desarrollo de la ciudad con su obra arquitectónica con intervenciones como el Triunfo de San Rafael del Puente de San Rafael (1953) y la Plaza de Toros de Los Califas (1965).

FRAY ALBINO Fray Albino González nació en Cangas de Narcea (Asturias) el 18 de enero de 1881. En 1896 ingresa en el Convento de los Dominicos de su ciudad natal realizando su profesión religiosa en 1897. Terminados los estudios de Humanidades Clásicas y Filosofía y Letras en este mismo convento, es trasladado a la Facultad de San Esteban de Salamanca donde complementa estudios de derecho Civil y Filosofía y Letras, llegando a adquirir los doctorados en Teología y Derecho Civil en Salamanca y Madrid. Ordenado sacerdote en 1906 con veinticinco años en Valladolid. Becado por la Universidad de Salamanca estudia en la Universidad de Roma en 1911 y Filología de las Lenguas Neolatinas en la Universidad de Berlín en 1912. Completa sus estudios en la Universidad de Friburgo y otras de Suiza. En septiembre de 1912 regresa a España, dirige la revista Ciencia Tomista y es nombrado superior de la residencia de Santo Domingo el Real, de Madrid. Comienza a ser reconocido rápidamente y, así, es nombrado lector y maestro en Sagrada Teología y predicador general de la Orden, predicador de S.M. el Rey Alfonso XIII y predicador de honor de la Universidad de Salamanca. Al mismo tiempo es Profesor de Ética, de Filosofía y Derecho en la Academia Universitaria Católica. El Ayuntamiento de Córdoba lo nombró en 1950 Hijo Adoptivo de la Ciudad. El pueblo de Córdoba le dedicó dos monumentos uno el de la Plaza de Santa Teresa del Campo de la Verdad y otro en la Plaza Central del barrio de Cañero. Murió en Córdoba el 13 de agosto de 1958. El pueblo de Córdoba reconoció su labor social y cristiana mediante un multitudinario entierro. Puede visitarse su tumba en la Catedral de Córdoba en la entrada de la Capilla de las Ánimas. En 2003 le fue dedicada la avenida que hay entre la Torre de la Calahorra y el Puente de San Rafael. En 2008 vivían en Córdoba algunos familiares suyos, en concreto sobrinos/as. En el año 2008 al cumplirse los 50 años de su muerte, la figura de Fray Albino se recuerda en la población cordobesa como una gran personalidad que supo hacer por Córdoba el mejor bien que se podía esperar de un apóstol de Jesús de Nazaret. Por las gentes de Córdoba corre este dicho: "Después de Osio, fray Albino ha sido el mejor Obispo de Córdoba". Aquí se cumple el otro dicho: "Voz de pueblo voz de Dios". En su estancia en el Obispado de Córdoba durante los doce años en que fue titular, destacó fray Albino por la labor social realizada en toda la provincia. A su llegada a esta capital andaluza, queda impresionado por la multitud de miserables chozas que, junto a las murallas del río, daban refugio a otras tantas familias. Para paliar esta inhumana situación agravada por las inundaciones del Guadalquivir en 1947 funda la Asociación Benéfica La Sagrada Familia que en años sucesivos llegó a construir 4.800 viviendas tanto en la zona sur de la capital cordobesa (Sector Sur) como en el barrio de Cañero. Siendo su mano derecha en la ejecución de tan magna obra el sacerdote Juan Font de Riego.

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La labor social de fray Albino se plasmó también en la fundación del patronato de San Alberto Magno con 203 escuelas, el de Nuestra Señora de la Fuensanta, el San Eulogio, el Patronato Social Obrero con diversas escuelas. Bajo su pontificado intentó sanar las muchas heridas abiertas por la desigualdad social, en el campo de la injusticia social, el hambre, la misería, la falta de viviendas y educación generadas por la Guerra Civil. Creó 91 parroquias, construyendo nuevos templos o reparado 16 Iglesia en la Capital y 55 en el resto de la provincia. Fundó el Seminario Menor de Nuestra Señora de los Ángeles en Hornachuelos y acondicionó el Seminario Mayor de San Pelagio. Es de destacar en su labor pastoral y espiritual la "Gran Misión de Córdoba" que era culmen del Año Mariano, anunciándola mediante una pastoral titulada "Dios os llama" que se realizó del 4 al 14 de noviembre de 1954. Como final de la Misión donde acudieron al Paseo de la Victoria una multitud que se calcula en las dos terceras parte de los cordobeses se consagró la diócesis de Córdoba al Inmaculado Corazón de María. Durante su pontificado fue la época de mayor número de ordenaciones sacerdotales del siglo XX.

3.4.2. EL RÍO COMO BARRERA A LA EXPANSIÓN El río ha sido durante mucho tiempo el límite sur de la ciudad. Nunca se había pasado al otro lado del río incluyéndolo en el conjunto urbano, como es frecuente en la mayoría de las ciudades europeas y de España. El puente romano ha sido el único en varios siglos. Una de las causas por la que la ciudad no se expande al otro lado es porque el río es una defensa natural. El peligro de inundaciones, más frecuente en la margen izquierda y la falta de recursos técnicos y económicos impidieron el desarrollo de esta zona.

En los comienzos del siglo XX, se termina la conformación del paseo de la Ribera y Ronda de lsasa, es decir, desde el Campo Madre de Dios hasta el Puente Romano. El automóvil va a influir definitivamente en este sector, pues la Ribera rápidamente se convierte en paseo, ronda y travesía de la carretera N-IV y, como consecuencia de la poca capacidad de encauzamiento del Puente Romano, se proyecta a finales de los años cuarenta un nuevo puente a la altura de la confluencia del arroyo del Moro, en el campo de la Salud. Al mismo tiempo, y como consecuencia de la masificación del casco histórico y la consiguiente construcción marginal de la posguerra, se conforma el barrio de Miraflores, mediante un proceso de autoconstrucción. De distintas características, aunque por los mismos motivos de déficit de viviendas, es el barrio de Fray Albino, construido en los años cuarenta. Varias riadas, que afectan gravemente al Campo de la Verdad y sobre todo a Miraflores, impulsan la construcción definitiva del murallón de la margen izquierda, que se construye más o menos simultáneamente al puente de San Rafael, entre los años 1950 al 1952. Lógicamente, la construcción del Puente Nuevo, conlleva la prolongación de la Ronda de Isasa hasta él. Es en 1957 cuando se realiza el proyecto de Cruz Conde, que define en su estado actual el Paseo del Alcázar, atravesado por la N-IV. La travesía urbana de la carretera N-IV va a convertir, a partir de finales de los años 60, toda la Ribera fundamentalmente en travesía, distanciamiento como consecuencia, más que nunca, el río de la ciudad.

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3.4.3. EL PLAN GENERAL COMO IDEA DE CIUDAD: PGOU DE 1958 En el año 1956 se aprueba la ley del suelo de España. Inmediatamente después, en el año 1958, se aprueba el Plan General de Ordenación Urbana de Córdoba. Este hecho es muy sorprendente ya que en aquella época la ciudad era de escasa importancia o vanguardia. En los años 50 Córdoba era una ciudad social y tecnológicamente muy atrasada, es decir, el desarrollo comparado con el de otras ciudades españolas era muy bajo. Fueron tratados muchos conceptos con gran agilidad. El alcalde de entonces era Antonio Cruz Conde. En esos momentos la ciudad consistía en un gran casco histórico con un rosario de núcleos satélite alrededor, donde se alternaban tanto usos industriales como residenciales. Córdoba contaba con una población aproximada de 190.000 habitantes y como se ha dicho no está muy desarrollada. Este es el plan que sirve para de base para ordenar el Sector Sur. Era de conceptos muy sencillos, que serán explicados a continuación, puesto que la ley del suelo estaba recién aprobada.

CONCEPTOS DEL PLAN DE 1958 La ciudad de Córdoba se había desarrollado hasta entonces como el llamado “crecimiento en mancha de aceite”. Con este plan se pretende huir de este tipo de evolución. El concepto básico es cerrar un primer núcleo y consolidar los otros núcleos periféricos entorno al centro histórico de la ciudad mediante grandes ejes de comunicación. Podemos ver esta idea reflejada en la imagen inferior. Con ello se consigue la consolidación del casco antiguo. Además se libera del ferrocarril a la ciudad, trasladándolo a la zona norte y permitiendo la creación de un eje este-oeste. Entre los aciertos del plan destaca la conservación del casco histórico casi sin reformas interiores, considerándolo como zona histórica artística y como una zona única de la ciudad. “El plan considera el urbanismo como una obra de arte”, el urbanismo se considera arquitectura a gran escala. Sin embargo, es un plan que se queda escaso en el catálogo de edificios de interés histórico artístico, dejando que sea el desarrollo del plan quien toque este tema. Los arquitectos no valoran para este plan la arquitectura y el urbanismo que hizo la generación precedente. Por ello la zona más transformada es la del siglo XIX y XX, la zona que envuelve al casco, y se queda desprotegida. Hay una obsesión por las veredas y murallas, estas últimas son restituidas en los tramos en las que estaba derruida o en mal estado. Hasta hace poco las murallas y veredas nos prescribían.

Uno de los objetivos principales del Plan era la preservación de la sierra como un elemento valioso. Por ello se separa la ciudad de ella con una pequeña extensión de terreno. También se mantiene la Campiña situada en la zona sur como una zona agrícola, ya que en aquellas fechas la mitad de la población de Córdoba se dedicaba a la producción agrícola. Además consideran muy importante la revitalización de las márgenes del Guadalquivir. Se hace una ordenación para el río. A lo largo de la vía del ferrocarril se crea un eje de viviendas y grandes equipamientos. Otro concepto principal que articula el plan general es la idea de la creación de una red de zonas verdes por toda la ciudad, como podemos ver en el siguiente esquema. Disponen las zonas verdes tanto como manchas dispersas por la ciudad como a lo largo de los ejes de comunicación. Se mantiene el canal de Guadalmeyato, que fue construido en la época de Primo de Rivera, como cierre de la ciudad al norte.

Este plan general considera el urbanismo como una obra de arte, tratando la ciudad de manera esquemática como vemos en este esquema. En él se sintetizan con geometrías muy simples toda la ciudad y los elementos de ésta. Este tipo de representación es muy novedosa para época, prueba de que el equipo redactor era muy joven y ambicioso. Una de las grandes propuestas fue un gran eje que atravesaba el casco histórico, que no se ha llegado a realizar. Como vemos en el esquema el centro de Córdoba quedaba registrado a estas vías en cruz, a modo de “cardo y decúmano”. Esta cruz se traslada también tangente al centro histórico y estructura al crecimiento y las comunicaciones de entrada y salida de la ciudad. El crecimiento no se orienta hacia el sur sino a lo largo de un eje de comunicación con orientación este-oeste. Además se consolidaba el crecimiento a las afueras del casco histórico con una ronda de circunvalación. Durante todos estos esquemas el plan trata de perder la imagen tipológica para plantear un esquema. Otro de los objetivos principales de la ciudad es proteger el casco histórico y su valor paisajístico y turístico. Las perspectivas son muy importantes, y se cuidan tanto las vistas de dentro hacia fuera, las vistas dentro-dentro del mismo casco histórico y el paisaje de la ciudad vista desde fuera.

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Por ello las alturas de los edificios se limita mediante las ordenanzas del plan, limitándolas a una altura máxima de 24 metros o en su caso 8 plantas para las zonas de crecimiento, con algunas excepciones. Por supuesto, en el centro no se permite tanta altura para no ensombrecer a la mezquita.

ORIGEN DEL PLAN GENERAL DE ORDENACIÓN URBANA. ANTONIO CRUZ CONDE En enero del 51, punto de arranque de esta semblanza histórica, ocupa la alcaldía de Córdoba Alfonso Cruz Conde, designado en julio de 1949, que permanece en el cargo hasta octubre del 51, a raíz de su nombramiento como gobernador civil de Cádiz. Le sucede su hermano Antonio. Los cuales hacen que Córdoba, abandonada hasta esos años en problemas más vitales, adquiera el rango de población excelentemente urbanizada. En enero del 51, cuando Alfonso lleva año y medio al frente de la alcaldía, el periódico resume en una serie de reportajes las principales actuaciones llevadas a cabo en tan aún corta etapa, entre ellas la construcción de catorce kilómetros de alcantarillado, casi la mitad de ellos en la nueva barriada de Fray Albino; la pavimentación de 14.000 metros cuadrados de calles; la mejora del abastecimiento de agua con la construcción de un nuevo depósito en Villa Azul para la Sierra, un grupo decantador-filtrador y más de cinco kilómetros de conducciones; la reanudación de las obras de ampliación de las casas consistoriales hacia Claudia Marcelo, paralizadas desde hace décadas; la mecanización del servicio de recogida de basuras -sustitución de los carros por camiones y furgonetas-, y la modernización del matadero. Alfonso Cruz Conde valora el atractivo turístico de la zona artística y emprende mejoras como la recuperación de las callejas de las Flores y de los Arquillos. El enfoscado y blanqueo de la plaza de Capuchinos y de la cuesta del Bailío. La pavimentación de la plaza de la Fuenseca, el recalce de la Puerta de Almodóvar o la reparación del arco del Portillo. También se restringen en su etapa los puestos callejeros, acabando así con la invasión de tenderetes; se inaugura el alumbrado del Brillante. Se mejora el de las calles comerciales del centro y se instalan los primeros reflectores que iluminen de noche determinados monumentos; y se interesa de la Empresa Nacional de Turismo la construcción de un hotel.

En el siguiente esquema podemos observar como no se trata sólo el plan, sino también todo el ámbito metropolitano de la ciudad. En aquellos momentos Córdoba era el núcleo central de todo un rosario de localidades. Y los elementos más influyentes sobre la movilidad y el crecimiento son el río Guadalquivir, el ferrocarril y la sierra de Córdoba.

Cuando en noviembre del 53 Antonio cumple dos años al frente de la alcaldía, y que gracias a su sistema de contribuciones ha transformado la pavimentación de muchas calles y plazas y las ha dotado de alumbrado, continuando la labor de su hermano. Rehabilita gran parte de los restos arqueológicos e históricos y dignifica muchos monumentos. En diciembre del 54 Córdoba se convierte en una de las capitales de España más fecundas en obras, convirtiéndose así, en el alcalde más importante de Córdoba; entregándose no solo a la labor de administración, sino que también los plantea y planea, lo estudia y resuelve de una forma eficaz. Antonio Cruz Conde es un alcalde que viaja con bastante frecuencia a Madrid para recorrer los ministerios y gestionar asuntos de Córdoba. Y es que cuenta allí con el apoyo de su suegro, el conde de Vallellano, ministro de Obras Públicas desde julio del 51, que le abre muchas puertas. Otros viajes a la capital de España están motivados por sus obligaciones parlamentarias, ya que es procurador en Cortes desde diciembre del 51 y por tanto asiste a las sesiones plenarias, así como a otras actividades derivadas de su condición, como las recepciones que a final del curso ofrece Franco en los jardines de La Granja, ocasiones que aprovecha para continuar sus gestiones en favor de Córdoba. En ellas suele informar de las obras municipales -respecto a las que destaca la colaboración de los vecinos mediante contribuciones especiales- y de las aspiraciones de Córdoba, entre ellas la construcción de un hotel y de un aeropuerto. En ocasiones acude a Madrid a congresos como las Jornadas Municipalista en el 58 en las que pronuncia una conferencia acerca de “Pasado, presente y futuro de la ciudad de Córdoba”. Para sus desplazamientos, el alcalde utiliza normalmente el automóvil o el ferrocarril, aunque a partir de la puesta en marcha del aeropuerto municipal, en 1958, también emplea el avión. A partir de mediados de la década Antonio Cruz Conde realiza varios viajes al extranjero. En octubre de 1960 viaja a Londres en unión de los alcaldes de Zaragoza, Burgos y San Sebastián, invitados por el Gobierno inglés, para conocer la organización municipal de los británicos. El viaje le permite conocer los barrios nuevos de la capital inglesa cuya baja densidad llama su atención, pues es inferior a la mitad de la que marcan las ordenanzas en Córdoba-, el planeamiento urbano, los mercados, las escuelas, la depuración de aguas residuales y los servicios de policía, tráfico y

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bomberos, así como las relaciones con el poder central. Unos meses más tarde, en junio del 61 asiste en Washington a la Conferencia Mundial de Gobiernos Locales como único representante de los municipios españoles.

divinizado. También confía el profesor en lograr el “apoyo sustancial de la dirección general de Bellas Artes, pues el monumento es, en su género, el más grandioso de la Península y uno de los más monumentales de Occidente romano”.

En julio de 1951, cuatro meses antes de que Antonio Cruz Conde acceda a la alcaldía de Córdoba, es nombrado ministro de Obras Públicas su suegro Fernando Suárez de Tangil y Angulo, conde de Vallellano y marqués de Covarrubias de Leiva, con cuya hija Guadalupe -catorce años más joven- había contraído matrimonio en 1943. Los lazos familiares favorecerán el frecuente contacto con Córdoba, el apoyo a los proyectos municipales relacionados con su departamento y la intermediación para facilitar las gestiones de Cruz Conde en los ministerios y otros organismos.

A principios de octubre de 1960 el alcalde anuncia la inmediata reanudación de las obras, que el Ayuntamiento está dispuesto a continuar por su cuenta. El proyecto de reconstrucción, redactado por el profesor García Bellido, será ejecutado bajo la dirección del arquitecto Félix Hernández Giménez.

El 5 de diciembre del 51, a los pocos días de la toma de posesión de Antonio Cruz Conde como alcalde, el conde de Vallellano visita Córdoba oficialmente por primera vez como ministro de Obras Públicas, dispuesto a conocer las necesidades de la ciudad. Tras recorrer algunas instalaciones de su ámbito de competencias, el Ayuntamiento le ofrece una cálida recepción en el curso de la cual el alcalde desgrana los problemas de Córdoba, el primero de todos, el abastecimiento de agua. Vallellano promete solución para los viaductos de la Electromecánicas y del Pretorio, los accesos desde el puente nuevo y el recrecimiento del Guadalmellato, mientras que la Estación. Durante la estancia, el Ministro visita las obras del nuevo puente, las barriadas de Fray Albino y Cañero, en construcción, el Museo de Bellas Artes y la presa del Guadalmellato, donde el ingeniero Paz Maroto le explica su proyecto de abastecimiento de agua a Córdoba.

PUESTA EN VALOR DE LOS MONUMENTOS

Excavación de dos aspectos del Templo Romano en la Calle Claudio Marcelo

HALLAZGO Y EXCAVACIÓN DEL TEMPLO ROMANO La decisión de ampliar las casas consistoriales hacia la calle Claudio Marcelo origina el hallazgo, en el verano de 1951, de fragmentos de basas, columnas y capiteles romanos, lo que obliga a paralizar las obras. Es uno de los asuntos con que se encuentra Antonio Cruz Conde cuando llega a la alcaldía. Un grupo de arqueólogos, de paso por Córdoba, valora los hallazgos como “el más importante vestigio de la civilización romana en España”, lo que le anima a postergar la ampliación del edificio y continuar la excavación. En julio del 53 los eruditos de la Comisión Provincial de Monumentos ya apuntan la posibilidad de que los restos correspondan a un templo pagano, y uno de sus miembros, el arqueólogo Samuel de los Santos Gener, recomienda su restauración. Alentado por estas valoraciones, el alcalde está decidido a continuar la excavación pero, al mismo tiempo, es consciente de la falta de recursos municipales para afrontar unas obras cuyo verdadero alcance aún se ignora; sin embargo confía en la ayuda oficial. Las primeras gestiones resultan fallidas, ni Bellas Artes ni el Ministerio de Gobernación prestan ayuda. Pero el alcalde logra al menos que en noviembre del 53 un inspector de Museos Arqueológicos, Joaquín María de Navascués, viaje a Córdoba para estudiar los hallazgos, su informe debe ser muy positivo, pues a los pocos días se persona el propio director general de Bellas Artes, el granadino Antonio Gallego Burín, que se muestra complacido con lo realizado y concede una subvención destinada a proseguir la excavación. La redacción del proyecto retrasa la reanudación de los trabajos, lo que da lugar a que crezcan los arbustos en el yacimiento y que los fragmentos de fustes, basas, capiteles y cornisas depositados en la acera de la calle Claudio Marcelo obstaculicen el tránsito de peatones. Con visión romántica decimonónica, el alcalde se propone integrar los restos arqueológicos en la placita ajardinada que se pretende crear ante el nuevo Ayuntamiento. Efectivamente, a principios del 55 se está ultimando el proyecto técnico del nuevo edificio consistorial, con forma de U, cuya fachada principal mire a la calle Claudio Marcelo e integre la referida plaza arqueológica. Pero las ayudas oficiales llegan con cuentagotas. En enero de 1959 la investigación del yacimiento logra un notable impulso cualitativo con la presencia en Córdoba, a petición del Ayuntamiento, del profesor Antonio García Bellido. Su detenido estudio del yacimiento, junto con el arquitecto conservador de la zona, Félix Hernández, permite confirmar la hipótesis de que los vestigios corresponden a un templo romano. Confía el arqueólogo en levantar el frontis del templo, que a su juicio “será, con la Mezquita, el testimonio más grandioso del pasado de Córdoba”. En una primera valoración fecha la construcción hacia el año 100 de la era cristiana, en época de Trajano, y considera probable que se erigiese en honor de un emperador

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EL ALCÁZAR, DE CÁRCEL A PALACIO. A principios de 1951, a raíz de la inclusión de Córdoba entre las ciudades que tienen alguna relación con Isabel la Católica -cuyo quinto centenario se prepara-, el alcalde Alfonso Cruz Conde propone en una moción que “se dignifique el lugar que fue aposento de la Reina en sus largas estancias en Córdoba, donde celebró entrevistas con el descubridor de América, Cristóbal Colón, y que se consagre monumento histórico el Alcázar de los Reyes Cristianos, que fue mansión real desde los días de don Alfonso XI, que lo edificó”. El primer paso consiste en dignificar la parte recayente al Campo Santo de los Mártires, suprimiendo los edificios “cuya traza ofende la arquitectura del Alcázar”. Se trata de un pabellón de desinsectación perteneciente al Instituto Nacional de Higiene -cuyo derribo emprende un año más tarde Antonio Cruz Conde- y del grupo escolar Alcázar, que se traslada a una casa del Campo Santo de los Mártires, lo que permite liberar la muralla norte de la fortaleza. Una vez liberada la muralla norte de construcciones, se emprende su restauración, lo que permite el descubrimiento de una puerta ojival existente bajo la torre de los Leones, que permanecía “oculta desde hace siglos, de un gran valor arquitectónico y de una belleza extraordinaria”. Pero para obtener la cesión del Alcázar el Ayuntamiento tuvo que tomarlo poco a poco. En enero del 53 se descubre una nueva puerta en la muralla norte, por la que se accede a la escalera que sube al adarve. En primavera el edificio medieval, al que “se le ha devuelto su prestancia y señorío”, cuenta ya con una iluminación artística que “durante la noche hace resaltar las siluetas de sus murallas y torreones”. Tan orgulloso se siente el alcalde de la obra realizada que no duda en incluir el Alcázar en el programa de visitas que lleva a cabo el general Franco durante su estancia en Córdoba a finales de abril, que recorre “con gran detenimiento”. Otro notable descubrimiento acaecido en el 53 lo constituyen los baños, “de modelo completamente morisco”, según Rafael Castejón, que “estaban convertidos en calabozos totalmente desprovistos de la luz del día”, como afirma Escribano.


CAP. 3: CÓRDOBA EN LOS AÑOS 50 Y 60

Sin embargo, la falta de recursos paraliza las obras y la ayuda del Estado no llega con la agilidad deseable. La aprobación de un nuevo presupuesto municipal permite reanudarlas a mediados del 54, y a finales del mismo año el Ministerio de Educación Nacional aprueba un proyecto redactado por el arquitecto de la zona, Félix Hernández, por importe de 200.000 pesetas destinado a recalzar con mampostería varios lienzos de muralla y otras labores. Dionisio Ortiz Juárez relata en el periódico la impresión que le produce su primera visita, en compañía de Escribano, en la que, una vez traspasada la puerta ojival, le parece caminar “como por un castillo encantado en el que a cada instante nos sale al paso un corredor de piedra, una escalera tortuosa, un pasadizo subterráneo, una celda de castigo de tiempos de la Inquisición”.

Otro escollo que ha de salvar el Ayuntamiento es la pretensión del director del Instituto, Perfecto García Conejero, de construir un campo de deportes en los jardines de la antigua Huerta del Alcázar, disparate que evita el ministro de Educación, Joaquín Ruiz Giménez, cuando ya se ha talado parte de la arboleda. A comienzos de 1955 el Consejo de Ministros aprueba la permuta de dichos jardines, que pasan así al Ayuntamiento, por unos terrenos de propiedad municipal situados en la huerta del Maimón, cerca de la nueva avenida del Corregidor, donde el Instituto podrá establecer su campo de deportes. Y antes de finalizar el año se realiza el cerramiento de los jardines con una verja, así corno su abastecimiento de agua potable. A punto de ultimar la restauración de la parte del Alcázar disponible, en el verano del 55, la gestión del gobernador militar José Sotelo logra la cesión de nuevas dependencias, como un torreón, la antigua capilla de la Inquisición y un patio, lo que permite continuar las obras de recuperación. Durante 1956 las principales actuaciones se centran en los jardines, que se pretende comunicar con el patio morisco. En marzo se ultima la demolición de un pabellón neomudéjar existente junto a las albercas y más tarde se remata el cerramiento interior y las escalinatas. El diseño de los jardines se encomienda al arquitecto Prieto Moreno, conservador de la Alhambra, quien también se muestra dispuesto a dirigir la construcción de un teatro al aire libre para 5.000 personas, proyecto que no cuaja en realidad. Ese mismo año los incipientes jardines se estrenan como marco del primer Festival de los Patios Cordobeses. El interés por la recuperación del patio morisco queda patente en las actuaciones desarrolladas a lo largo de 1957, entre ellas acometida de agua, pavimentación con mármol blanco, reparación de estanques y construcción de fuentes cóncavas; asimismo se reforman sus fachadas este y sur y se inicia la construcción de almenas en la muralla oeste. También prosigue a buen ritmo la recuperación de los jardines, cuya primera fase se ultima para acoger la segunda edición del Festival de los Patios, con la actuación estelar de Antonio.

Construcciones adosadas a la fachada norte del Alcázar

Tras la inauguración oficial quedan aún detalles que ultimar, como la instalación de reflectores y farolas de hierro forjado en los jardines y la adquisición de sillones y sillas tapizados de cuero con destino al salón. Para facilitar el acceso a los espectáculos de los jardines se abre una puerta con verja en la explanada recayente a la nueva avenida del Alcázar. A mediados de 1960 el Alcázar abre por fin sus puertas al turismo, casi una década después de iniciada su recuperación. LA CALAHORRA, DE CUARTEL A SALÓN DE RECEPCIONES.

Patio morisco, antes y después de la restauración

En enero del 55 asegura Cruz Conde que el Ayuntamiento lleva gastado cerca de medio millón de pesetas en las obras “a pesar de que hasta ahora casi se ha reducido la labor a ir descubriendo lo que estaba oculto, a quitar tabiques, enlucidos, rellenos, etc.”. Por la misma época el arquitecto restaurador explica su actuación en la Real Academia de Córdoba, lo que permite conocer algunos datos de primera mano. Asegura que tras su cesión a la Inquisición por Isabel la Católica en 1482 el Alcázar “fue desvirtuado y transformado, pues se construyeron pabellones sin mérito alguno y mazmorras en cantidad”. También indica que aún falta por explorar casi la mitad del conjunto, hoy destinada a prisión militar. Especial énfasis pone Escribano al referirse a los baños, con sus lucernarios de estrella, y a los jardines moriscos ahora descubiertos, sepultados desde hace siglos bajo dos mil camiones de tierra, ya extraída; en dicho recinto también se ha descubierto un zócalo de estuco decorado con escudos de leones y castillos.

La torre de la Calahorra, fortaleza medieval que guardaba la entrada meridional a Córdoba por el Puente Romano, tuvo diversos usos cuando dejó de prestar misión defensiva, entre otros, prisión de nobles, escuela de niñas y cuartel de la Guardia Civil. El alcalde Antonio Cruz Conde emprende su recuperación para darle un contenido más acorde con su valor histórico. El primer paso consiste en desalojar a los guardias civiles del puesto del Espíritu Santo que habitan en su interior, y para ello el pleno municipal aprueba en 1952 el arrendamiento de seis casas en el Campo de la Verdad para su alojamiento provisional. En sus memorias confiesa Cruz Conde que le proporcionaba “mucha satisfacción ver cómo al derribo de cielos rasos y tabiques iban apareciendo bóvedas y muros nobles, recuperándose la barbacana, restableciéndose el foso y lográndose al fin recuperar y restaurar” tan singular monumento. La elección de la Calahorra como sede de una exposición sobre el Gran Capitán, programada dentro de los actos conmemorativos de su quinto centenario, acelera la restauración, costeada por el Estado y dirigida por el arquitecto municipal Víctor Escribano, con el beneplácito del arquitecto de zona Félix Hernández. Según relata en abril de 1953 el periodista Navarro Calabuig, la torre aparece “remozada y restaurada con esmero, libre en su faz de fealdades”, después de que albañiles, canteros, carpinteros, herreros y cristaleros llevasen a cabo su acondicionamiento, “evitando con todo cuidado disfrazar la antigua construcción o atentar de cualquier manera contra su estilo”. La tarde del 29 de abril del 53 Francisco Franco inaugura la exposición de recuerdos y documentos sobre el Gran Capitán, que le explican el alcalde Cruz Conde y el cronista de la ciudad Rey Díaz. Este erudito publica más tarde en la Hoja del Lunes un artículo, “Visión de la Calahorra”, en el que invita a descubrir la ciudad desde tan estratégico mirador, pues “sólo desde allí cabe recoger en un solo golpe de vista la síntesis histórica de nuestro pueblo: Sierra,

ESTUDIO PARA LA REHABILITACIÓN DEL SECTOR SUR. CÓRDOBA

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ciudad y río no se pueeden ver junto os desde ning guna parte, si s no es desdee la margen d del Guadalqu uivir en donde e tiene su asiento la a Calahorra”. E enero deel 54, una vez En v clausurad da la exposicción sobre el e Gran Capitán, el Ayun ntamiento an nuncia su proposiciión de instala ar en la Cala ahorra el Musseo Histórico de la Ciudad d, que encom mienda el alccalde a Rey Díaz. D Pero antes habrá que ultim mar las obras de restaura ación que la premura dee la exposició ón sobre el Gran G Capitán n impidió useo se inaug gura el 19 de noviembre de d 1956 con asistencia de las autoridad des. concluir. Por fin, el mu E día de la Hispanidad El H dee 1951 el Ayu untamiento había abierto al público la torre de la Malmuerta, M de edicada a la “exalta ación de los cordobeses que tomaro on parte en la epopeya colombina”, c tras llevar a cabo unas obras de restauracción y acondicionar su inteerior con mue ebles de épocca. La recupeeración de essta fortaleza albarrana a del siglo XV, que tras dejar de preestar función defensiva fue e prisión de nobles, obseervatorio astro onómico y polvorín, abría a así una m de revalorización r n de monume entos antiguos. política municipal

V Vista de la Torree de la Calaho orra antes y desspués de su resstauración

R RECONSTRU UCCIÓN DE LAS L MURALLA AS OCCIDEN NTALES. P Paralelament e a la apertura de las ave enidas de Vallellano y Corrregidor, el A Ayuntamiento emprende también en los primeeros años cincuenta la reccuperación y reconstrucció ón de la murralla occidenttal de la ciud dad, obra crisstiana del siglo IV, que q proporcio ona así al nuevo acceso a Córdoba un n aspecto aco orde con su pa asado históricco. D octubre de 1952 data la aprobació De ón del proyecto de urbanizzación y saneamiento de la a franja existe ente entre la avenid da y la mura alla, en el tra amo comprendido entre la Puerta de Sevilla y el nuevo puentte, que comp prende la creación de una zona a ajardinada. La actuació ón incluye el traslado a este e lienzo dee una antigua a puerta de acceso a al Alcázar califal c llamad da “de los Sacos”, S camb bio que se reealiza “despiezándola, restaurando el dovelaje de e su arco apuntado o, volviendo a montarlo y rehaciendo su almenado””, según refierre la memoria a de la actuación. En marrzo del 54 ya está teerminada la reconstrucció r a la de la muralla, que n del foso y la barbacana, en el verano del mismo año se inicia se completa con su alumbrado artíístico mediante reflectores.. T Terminada la a recuperación de la cerca a, a principioss del 55 se in nicia la actuación en la Pu uerta de Sevilla y en la deteriorada torre albarrana unida a a la murallla mediante dos arcos de d herradura, uno de loss cuales se encuentra e d restauració ón, redactado por el arqu uitecto José Rebollo, R renueva los sillarres más deterriorados y tapiado. El proyecto de gunos lienzos de muralla a que perma anecían ocultos por edifficaciones ad dosadas. Tam mbién se permite descubrir alg a el acceso al a barrio del Alcázar Viejjo, y en med dio de la dessolada mella a existente, propia de un olvidado remodela suburbio,, se construyee una puerta adintelada. a

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Tras la intervvención en la as murallas dee la avenida del d Corregido or, el Ayuntam miento se pro opone restaura ar también las que discurren enttre la Puerta d de Almodóva ar y el Campo o Santo de lo os Mártires, que sufren un lamentable a abandono. Los trab bajos previoss de excavacción permiten n descubrir la antigua barbacana al tiempo que junto a la Puerta de Almodóvar surge “u un abundantee manantial de d agua que e corre bullicciosa y alegrre”, sin duda el venero E Esquina de ntial permitirá en su día qu ue el agua vuelva a inunda ar estanques y fosos en la calle peatona al paralela Paradass. Este manan a la mu uralla que prretende trazar el Ayuntam miento. Entre está proyectada calle y la Carretera Nueva (la fu utura calle Doctor Fleming) se extienden e uno os terrenos dee propiedad municipal m pro ocedentes de la antigua Huerta H del Reyy, que una anizados serán subastado os para la construcción c de viviendas. El proyecto o de recuperración de estta muralla vez urba marcha con lentitud,, sin duda po or falta de reccursos, pero en febrero deel 60 el direcctor general de d Bellas Artees permite que un año a más tard de, ya en el umbral de otra a década, apruebe el Ayun ntamiento con n carácter urg gente el presu upuesto de reconstrrucción de la muralla entrre la Puerta de d Almodóva ar y el Campo o Santo de lo os Mártires en e su primera a fase, que transform mará la zona. Algunos vecinos de las ca asas adosada as interiormen nte a la muralla han ido abriendo en ella puertas y vventanas a lo largo de los tiemp pos, tendencia a destructiva que q el Ayunta amiento evita en lo sucesivvo. Así, en el verano del 5 59 deniega opietarios de las casas de Tomás Cond de 8 y Villaceballos 1 agra andar unos hu uecos recayen ntes a la cerca. a los pro

Vista de la Puerta de Se evilla antes y después de su rrestauración

LA PLAZA DE LA CORRED DERA. A finales dee marzo del 59 los cordo obeses que traspasan t el Arco Alto de e la Corredeera quedan g gratamente sorprend didos con la contemplació ón total de la plaza, hasta entonces ceg gada por la mole m del merccado central d de abastos inaugura ado en 189 96, que acab ba de ser deemolido. Un monumento o del siglo XVII X queda así a recuperad do para el patrimonio artístico y el turismo. PPero el processo no ha sido o fácil. Pero no será á un año sino o seis los que tarde en dessaparecer el m mercado, pue es previamentte hay que tra asladar las lonjas y crear nuevo os mercados de barrio, cu uya construccción. Sin emb bargo, la anu unciada dem molición preoccupa a los pequeño os comercian ntes y vendedores de la zona -unos seiscientos, según estima aciones intereesadas-, quee piden su “indulto”. oras febriles d de la plaza son, s según Solís, S las quee transcurren entre las nu ueve y la una, en que Pero las ho “taberna as, cafés, paradores bulleen de un gen ntío multicolo or y gesticulan nte” y se arm man los puesttos callejeross donde se vende de d todo: perfu umes exóticoss, herramienttas, ropa vieja a, libros de o ocasión o quiincallería, sin n que falten vvendedores de limpiametales, relojes o estilográficas, ni herboristas. h Cuando C llega la hora del almuerzo “la as casas de ccomidas se mensales”. Y a las tres dee la tarde “tod do reposa en n calma” salvo los esparteros de los so oportales, y ven atesstadas de com luego, “al “ oscurecer,, revive un po oco, para apa agarse en bre eve”. Entre los tipos humanos cita Solíss al tratante Folique y al carretilleero apodado Berenjena, ccultivador del cante por fan ndangos. Pero junto a esa visión costum mbrista y rom mántica hay que anotar también n rasgos neg gativos, com mo el aspecto o malolientee que presen ntan las calles Toril y C Cedaceros, del mercado. ocasionado por las inmundicias d


CAP. 3: CÓRDOBA EN LOS AÑOS 50 Y 60

Estampas costumbristas de la Corredera plasma también más tarde, en septiembre del 59, en la Hoja del Lunes, el periodista Marcelino Durán de Velilla. Habla de los viejos mesones que aún subsisten, como La Paloma, La Aurora, La Estrella y El Toro, en cuyos patios “podemos ver todavía a grupos de trajinantes, especialmente recoveros, que distribuyen allí su mercancía de volátiles y huevos, y a los vendedores de botijos, que llegados de La Rambla, tienen debajo de los portales el sitio más adecuado para su negocio”. También suele frecuentar los mesones “gente modesta, que por poco dinero encuentra en ellos abundante condumio y yacija lo suficientemente cómoda para satisfacer sus exigencias”, junto al Arco Alto se instala una vendedora de periquitos a siete duros, y una caracolera, cuya clientela masculina prefiere sorber tan populares moluscos, ya que utilizar alfiler para extraerlos del caparazón lo consideran “cosa de señoritos”. Añade Durán de Velilla que hasta mediados de los cincuenta debajo de cada arco había establecido un zapatero, pero cuando se empezó a hablar del derribo del mercado comenzaron a huir. Para satisfacer la demanda de muchos vendedores, el pleno municipal aprueba en septiembre del 55 la instalación de un mercado subterráneo en los sótanos existentes en el mercado central -hasta ahora dedicados a almacén de mercancías-, que se amplía con una segunda fase, cuyas obras se adjudican en marzo del 57, el último pleno del año aprueba la urgencia y consiguiente excepción de concurso-subasta para las obras de una segunda fase reformada, que se inician de inmediato; una vez en servicio “será demolido el antiestético armatoste”, según escribe un gacetillero.

Es en junio del 56 cuando aprueba el pleno sacar a concurso la demolición del mercado central, supeditada a la construcción del mercado subterráneo; entre sus elementos figuran una armadura, columnas, cancelas, lucernarios y bajantes de hierro, con un peso total superior a las 140 toneladas. Y en octubre del 58 se acepta una propuesta de CEPANSA para hacerse cargo del derribo mediante el pago de 900.000 pesetas por el aprovechamiento de los materiales, excepto las losas de piedra del pavimento, que serán reutilizadas en la plaza. Más tarde, en agosto del 59 la Permanente aprueba la venta de hierros procedentes de los puestos, que se han depositado en la atarazana municipal. El viejo mercado protagoniza la inocentada que gasta Gago en su Postal del día del 28 de diciembre del 58, al afirmar que en la madrugada “se ha venido abajo estrepitosamente”. La demolición, que se prolonga durante dos meses, comienza por fin el 2 de febrero del 59, el mismo día en que, conforme a lo previsto, inicia su actividad comercial el nuevo mercado subterráneo, que tiene 110 puestos, todos con grifo de agua corriente: 40 para carnes, 11 para chacinas, 8 para despojo de reses, 3 para flores, 3 para aceitunas, 3 para aliños y especies, y 42 para frutas y verduras; el Ayuntamiento se ha reservado dos para establecer puestos reguladores. Cuenta con dependencias para oficinas y dispone de cuatro accesos, de los que sólo se habilitan dos hasta la demolición del antiguo mercado. La construcción del mercado central, inaugurado el 2 de agosto de 1896, la emprendió el industrial José Sánchez Peña, con ayuda financiera del industrial galo Louis Louhnoux, mediante una concesión administrativa por cincuenta años que expira en 1956. Las obras importaron 409.467,23 pesetas. Según el historiador Francisco Quesada, mide 96 metros de largo por 36 de anchura lo que presenta una superficie de 3.276 metros cuadrados, es decir, el sesenta por ciento de la plaza. Dispone de 400 puestos, suficiente para abastecer a una ciudad de 56.000

habitantes, destinados a la venta de carnes, pescados, aves y huevos, frutas y hortalizas, masa frita, semillas y mercancías diversas: también cuenta con dos sótanos para el almacenaje de mercancías. Una vez demolido el mercado, el esfuerzo municipal se centra en la restauración de la plaza, y a finales de febrero de 1960 el pleno aprueba unos proyectos formulados por el arquitecto Víctor Escribano, que se declaran de urgencia para evitar la subasta y agilizar así la ejecución. De inmediato comienzan las obras de restauración, que se espera ultimar en dos meses. Pero a principios de agosto el periodista Rafael Gago comenta en una Postal la lentitud de las mismas, aunque reconoce que se llevan a cabo con gran cuidado, y estima acertado que se descubra el ladrillo de las arquerías, que le dan una “fisonomía antañona”. No es explícita la prensa al explicar el criterio de restauración adoptado, consistente en despojar las fachadas del enfoscado para dejar a la vista el ladrillo, que el arquitecto Escribano basa en el hallazgo de unos números estampados sobre los ladrillos que estima corresponden a palcos y asientos. Según el erudito Rafael Castejón se ha barajado también el color ocre amarillo, de tradición en Córdoba, en los recuadros de los vanos, conjugándolo con la cal blanca en las fachadas. La Corredera despide la década con un semblante renovado, pero no cuaja una interesante iniciativa consistente en celebrar en ella, como en los viejos tiempos, una corrida de toros, enmarcada en el Festival de los Patios.

LA CASA DE LAS BULAS RESCATADA PARA MUSEO MUNICIPAL. En febrero del 51 el alcalde Alfonso Cruz Conde celebra una reunión en su despacho para tratar de la creación de un museo taurino en Córdoba, a la que asisten el concejal delegado de Turismo, Alejandro Daroca del Val, el ganadero Eduardo Sotomayor Criado, el secretario de Los Amigos de Manolete Miguel Zamora Herrador, y el crítico taurino José Luis de Córdoba. Se acuerda buscar un local donde ubicarlo y recabar la cesión de los objetos que se han de exponer, pero el proyecto se enfría. Un año más tarde, en marzo del 52, José Luis reclama en un artículo la creación del museo, pues Córdoba, dice, “está pidiendo a voces las solícitas manos que recojan y coloquen en su adecuado lugar todo ese cúmulo de recuerdos evocadores de gallardas gestas de los toreros que fueron famosos...”. Tras descartarse como sede la casa del conde de Priego, en la plaza del mismo nombre, el Ayuntamiento adquiere la número I de la plaza de Maimónides o de las Bulas, popularmente conocida por “casa de los Carros”, propiedad de Enrique Salinas Anchelerga y habitada por una treintena de modestas familias a las que el Ayuntamiento proporciona viviendas. En febrero del 53, el nuevo alcalde Antonio Cruz Conde, en compañía del arquitecto municipal Sáenz de Santamaría, visita la casa, en la que se han iniciado ya las obras de consolidación y adaptación, continuadas por José Rebollo, que le sucede tras su jubilación. “Fue para mí una gran satisfacción”, confiesa Cruz Conde en sus memorias, “ver surgir las arquerías de patios y galerías que estaban tabicadas para mayor aprovechamiento de zona habitable y comprobar que, efectivamente, la casa tenía gran estilo y correspondía a nuestros propósitos”. ESTUDIO PARA LA REHABILITACIÓN DEL SECTOR SUR. CÓRDOBA

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S pretende que Se q el museo o abarque tress secciones, platería, p cuero os artísticos y arte taurino,, y que, dentrro de este último apartado, se dediquen sa alas a Lagarttijo, Guerrita a, Machaquitto y Manolette, así como o a otros torreros y a nos. En los prrimeros meses del 54 se in ntensifican las gestiones con c familiaress de toreros para p recabar la cesión subaltern de objeto os, ahora deesperdigados con riesgo de perderse,, y la respueesta no se ha ace esperar. Una de las primeras aportacio ones la realiza a la viuda deel rejoneador Antonio Cañ ñero, María Morales M Vida;; las sobrinass de Lagartijo ceden el despacho o del torero; Rafael Guerrra Sánchez ofrece o los recuerdos que conserva dee su padre; lo os propietario os de los objetos que q figuraban n en el desapa arecido Club Guerrita de la calle Gond domar, depossitados en el Circulo de la Amistad, autorizan n su traslado al a nuevo musseo; y el grem mio de platero os ofrece en depósito d varia as piezas de plata. p A mediados de d mayo del 54 5 los salone es de la casa están dispuesstos para el m montaje de las coleccioness, una vez acabadas las obras de d restauració ón. Y antes de e dos semana as, el 28 de mayo, como epílogo de la l Feria, tiene e lugar la M de e Arte Popula ar -como see le llama in nicialmente- con c asistenciia de las inauguración oficial del Museo Municipal des. Para sub brayar el evento los vecinoss embellecen la plaza con flores. autoridad A Aunque no see trate de una a obra municipal, tiene Crruz Conde un na notable pa articipación en n la mejora del d Museo Arqueoló ógico, instalado desde 19 926 en una casa mudéja ar de la calleeja del Tesorrero, insuficieente para gu uardar las 13.000 piezas p de sus fondos. Cuando llega a la a alcaldía llevvan años parradas las obra as de restaura ación y adapttación del palacio renacentista r d los Páez de de d Castillejo, adquirido por p el Estado en 1942 pa ara trasladar el museo. Obras O que culminará án con la inauguración y apertura a de la a planta baja, ya en 1962 2.

El periodista a Gago obserrva en 1953 que mientras los cordobesses se sienten n orgullosos de d las reforma as urbanas que modernizan la ciudad, c los turistas y forastteros buscan “los rinconess típicos, los dédalos d de ca allejas emped dradas, las as de ambieente de siglo os, iluminada as por los fa aroles antiguos”; es deciir, pervive la a imagen liteeraria que plazuela propaga aron los viajeeros románticcos del siglo XIX. Y el profesor especia alizado en artte barroco Reené Taylor, cconfiesa en 1954 all periodista Manuel M Medin na que lo quee más le atrae e de Córdoba a son “las callles estrechas sus típicos rincones, su recogim miento y su intimidad”. mbiguo conceepto de tipism mo basado en n una antigüeedad superiorr al siglo, el poeta p y huma anista Juan Frente al am Bernier publica en noviembre n deel 54 un cla arificador artíículo, “Tipism mo y artificio”, en el quee asegura qu ue “lo que o de Córdoba a para todo el e que la visita a es la línea escueta, la fa alta de artificio o de su visión de constituyye el encanto siglos, cuajada c en peerspectivas tales como la del d puente vie ejo o la del n nuevo, desde donde se con ntempla la ciudad con ese sabor arcaico e intocado con n que la pinta an los dibujantes y grabad dores inglese es del siglo XIIX”. Pero adeemás, para á frenada po or ese sentid do senequista y clásico de la discreeción y la Bernier “la monumeentalidad cordobesa está dad”; frente a ello, “adop ptar el tipism mo andaluz, sevillano s o dee la Baja Andalucía es attentar contra la recia y simplicid serena línea de nuesttro estilo”. En marzo deel 58 la Com misión de Mon numentos acu uerda solicitar de la superioridad “que la declaració ón de zona artística sea ampliad da a todo el vviejo recinto amurallado a de d la urbe, y que con este motivo sea incluida i en la a misma la llamada a parte alta de la ciudad”,, que compreende las feligresías de San n Nicolás de la Villa, San Miguel y la C Compañía; este acu uerdo parece alentado po or el presidente de la mism ma” Miguel Á Ángel Orti, alarmado por algunas consstrucciones modernas que no see ajustan al “ttipismo”, com mo las levanta adas en la cu uesta de San Cayetano y en e la calle Jeesús María, junto al cine Góngorra. Por su partee, el alcalde vela por el tiipismo de de eterminados rrincones, e im mpide la insta alación de co omercios o industria as que no estéén en conson nancia con ellos, lo que se e pretende reg gular mediante una ordenanza cuya red dacción se encarga a en el 59 a una u comisión formada porr el primer ten niente de alca alde, Rafael Enríquez E Romá á" el cronista Rey Díaz y el aboga ado asesor del municipio Antonio Area ales Colinet. osofía protecctora del tipissmo urbano, el Ayuntamie ento declara la guerra a los rótulos En coherenccia con la filo comerciales que afea an la zona arrtística. Para ello e cuenta co on el apoyo d de la Comisió ón de Monum mentos, que rrechaza los os de tamaño o desmesurad do, los dibujo os incorrectos y los colorin nes, y fija su anchura a máxxima en metro o y medio, anuncio con letra as romanas de d hasta cincuenta centímetros de alturra. La prensa recoge el ca aso de un peq queño industrrial que en 1953 enluce un trozzo de la muralla del Marrubial, dond de tiene su n negocio, para a colocar “un n anuncio esstrepitoso”. a afán por colocar c rótulo os inapropiad dos en la zona artística, el Ayuntamie ento había em mprendido en 1951 la Frente al rotulació ón de calles y plazas con ssus nombres antiguos a sobrre azulejos.

Vista de d la plaza Ma aimónides tras su pavimentacción con la Cassa de las Bulass de fondo.

A ACTUACIO ONES EN EL CASCO URBANO. U P PROTECCIÓ N DE LA ZON NA ARTÍSTICA A. D Desde princip pios de los añ ños cincuenta hay un manifiesto interés municipal po or el cuidado de la “zona artística”, protegida a por decreto o desde 1926. Como dirría el alcaldee en el discurso pronunciiado en la Biblioteca Naccional, al inaugurar en 1955 la exposición Córdoba C en Madrid, M “desd de entonces, la declarada zona artística a es intangible, y todo n la misma pasa por el examen y aprobación de la Comissión de Mon numentos, sin que el proyecto de obra en Ayuntamiiento autoricee modificación alguna en la fisonomía antigua de la a ciudad”. P Pero cuando o se invoca la conservacción del tipissmo el término es algo ambiguo y se presta a múltiples interpreta aciones, por lo que la Co omisión de Monumentos M e establece el criterio c de co onsiderar “típiico” lo que te enga una antigüeda ad anterior a 1850, es decir, d más de d un siglo. En sus inform mes aconseja a el empleo de teja árab be en las cubiertas y de baran ndas de hierrro en las azzoteas, y se muestra con ntraria a la apertura de grandes vanos para ates. También n pide al Ayu untamiento en 1955 que no permita “los colores detonantes y horribles co on que se escapara pintan alg gunas fachad das”.

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EMBELLECIM MIENTO DE R RINCONES TÍPICOS. T Estrechamen nte ligada al interés municcipal por la promoción p turrística de la ciudad c se enccuentra la ateención que se dedicca al embelleecimiento y reecuperación de d callejas y rincones típiccos, principalm mente en el entorno e de la a Catedral, la zona más frecuenttada por los tturistas. Paralelamente, la verbena de la Virgen de los Faroles contribuye a fo omentar la colabora ación vecinal con su concurso de plaza as y callejas, que q en 1951 otorga el priimer premio a la de las Flo ores. a se embelllece con macetas la Cuessta del Bailío, se pavimenta la calle Ca abezas y se reecupera la Ese mismo año calleja de d los Siete Infantes de La ara o de los Arquillos, “de espués de muchos años de d estar olvid dada”. Para ssubrayar la importancia cultural de esta recup peración, el alcalde a invita al insigne erudito Ramón Menéndez Pidal, director de la Real Academ mia Española,, que pronuncia una confferencia sobre e “Córdoba y los Siete In nfantes de Larra”, descubree la lápida explicatiiva de esta leyenda y recib be el nombram miento de aca adémico de h honor de la Real R de Córdo oba. 3 se ultima la a reforma de la de Pedro Jiménez, conocida popularmente com mo “calleja En la primavvera de 1953 del Pañu uelo”, pues la a anchura dee su tramo má ás angosto, 66 6 centímetro os, equivale a la de un pañ ñuelo de cuelllo abierto. La pavimentación, el e alumbrado o mediante fa aroles, la cre eación de arriates con plantas p trepad doras y nara anjos, y la uente con brocal de estilo o árabe han transformado o totalmente un rincón ignorado, que queda así instalaciión de una fu


CAP. 3: CÓRDOBA EN LOS AÑOS 50 Y 60

incorporado “al pródigo tesoro que (…) nos ofrece el interesante y bellísimo barrio de la Catedral", como dice el periódico.

pero faltó dinero para llevarlo a cabo; el problema se va a resolver al fin con una partida de 3,1 millones de pesetas incluida en un presupuesto extraordinario aprobado en septiembre del 52 para mejoras urbanas.

En 1954 se plantea la apertura de la calleja de la Hoguera mediante la unión de dos callejas sin salida o barreras, una recayente a la calle Césped y otra, nombrada calleja de Quero, existente en la calle Deanes. Para facilitar la actuación, que supone restablecer una antigua casa de paso, los vecinos Francisco Alcántara Rojas y Rafael Gutiérrez Gant ceden gratuitamente terrenos de su propiedad, gesto que el alcalde les agradece. Las callejas quedan unidas “a través de los patios de una casa graciosa y típica” y se abren al tránsito en febrero del 55 configurando, al decir de la prensa, “uno de los más bellos rincones de la zona artística”.

En agosto del 53 se inician los expedientes de expropiación de salientes en plaza de San Miguel, Góngora, Morería, Eduardo Quero, Marqués de Boil, Jesús María y Málaga. Algunos comerciantes con negocios instalados en tacones afectados reclaman indemnizaciones –“a todas luces excesivas”, según Gago-, que el Ayuntamiento desestima, y que provocan demora en las actuaciones. Como dice Jaime Quesada, “el ritmo lo van a ir marcando los vecinos afectados, según género de facilidades”.

La recuperación de la antigua casa de las Bulas como Museo Municipal en 1954 anima a los vecinos del entorno a embellecer sus ventanas y balcones con macetas, consolidando así el itinerario turístico por la Judería, uno de los más seductores y frecuentados. De 1951 data el proyecto municipal de recuperar la Cuesta de Peramato, un lugar olvidado que en pocos años queda transformado en otro rincón típico, tras convertir su intransitable pendiente en una vía escalonada amenizada por arriates con enredaderas y plantas trepadoras en los muros del convento de Santa Ana. Será uno de los accesos al futuro Museo Arqueológico, que se instalará en el antiguo palacio de los Páez de Castillejo. Muchos cordobeses descubren con sorpresa la recuperada cuesta cuando en mayo del 57 se dirigen por ella al citado palacio para escuchar los conciertos programados en el segundo Festival de los Patios. En el verano del 55 se abre al tránsito una nueva plaza en el barrio de la Judería, que adopta el nombre del escritor judío Judá Leví y se extiende entre las calles Albucasis -antes Portería de San Pedro de Alcántara- y Manríquez, sobre el solar de un edificio desaparecido hace años y el resultante del derribo de unas casucas. En la vertiente occidental de la nueva plaza el Ayuntamiento levanta un mediano edificio del más puro estilo típico regional, destinado a servicios municipales relacionados con el turismo, corno un punto de información atendido por policías municipales, que también desempeñen la vigilancia del entorno para evitar las molestias a que se ven sometidos muchos turistas. El nuevo edificio, que “se abre como una sonrisa en el corazón del barrio” según Gago, merece la felicitación de la Comisión de Monumentos.

En abril del 51 la piqueta derriba en Jesús María un saliente de la casa palaciega de los marqueses de Valdeflores, que estrangula la calle; el traslado de Correos y Telégrafos a su nueva sede de la calle Cruz Conde facilita la operación. El propietario de la casa, Ángel María Rubio, marqués de Valdeflores, tiene el detalle de ceder al Ayuntamiento los metros correspondientes al tacón suprimido. Un segundo saliente en la misma acera se arregla en agosto del 53, previa adquisición de la parcela. Aún queda un tercer tacón en Jesús María, situado en la confluencia con Juan de Mena, “en cuyas angosturas el transeúnte se ve en constante peligro por ser víctima de la circulación rodada”, según el diario. Tras llegar a un acuerdo con el propietario de la casa, Pedro Gosálvez, y con el inquilino, el carpintero Salvador Llamas, se derriba a finales del 54. Ya sólo dificulta el tránsito el callejón del Conservatorio, que no se ensanchará hasta 1970, cuando se reforme el edificio. Tan compleja como Jesús María es la alineación de la calle Morería, que el Ayuntamiento aprueba en marzo del 53 con la pretensión de convertirla en vía peatonal alternativa a Gondomar. En la acera de los pares las casas afectadas son las números 2, 4, 6 y 8, mientras que en la de los impares la alineación se inicia en la misma esquina con Cruz Conde y llega hasta la casa número 5, afectando también a la calle Marqués de Boil, en el lugar donde se encuentra el popular restaurante Casa Camilo. Las demoliciones se efectúan a lo largo de 1953, y en noviembre Rafael Gago proclama que “la piqueta demoledora entró triunfalmente por la calle Morería”, con lo que “la vieja rúa cordobesa se va a enderezar, para convertirse en una arteria moderna y amplia”.

ELIMINACIÓN DE TACONES CALLEJEROS. Las exigencias del tráfico y la modernización de la urbe obligan a ensanchar angosturas callejeras mediante la eliminación de “tacones”, como se denomina a esos salientes de edificios -herencia del urbanismo musulmán- que sobrepasan la línea de fachada e invaden la calle. Se trata de reemplazar la línea quebrada por la recta en las calles más céntricas, aunque no tanto en la zona artística, donde, como dice Gago, “esos recovecos y estrechuras son los que atraen y dan personalidad a la Córdoba vieja”. Las primeras demoliciones de la década se llevan a cabo en época del alcalde Alfonso Cruz Conde, pero será su hermano y sucesor quien las intensifique, hasta el punto que muchos cordobeses le llamarán cariñosamente “alcalde zapatero” por su afán de arreglar tacones. Según el periodista Jaime Quesada, el plan de alineaciones data de 1928,

Las confluencias de la céntrica plaza de San Miguel con las calles San Álvaro y Góngora presentan también salientes condenados al derribo, tanto para facilitar el tránsito como para mejorar la contemplación de la iglesia. La actuación afecta a las casas números 4 y 5 de la plaza de San Miguel, que se alinean con la calle San Álvaro, así como a los números 1 y 3 de la calle Góngora, que se derriban entre 1953 y principios del 1954, tras el acuerdo con los propietarios, entre ellos Rafael Pérez Torroba y María Moya. El proyecto de alineación propone la construcción de un porche frente a la parroquia, pero se suprime a petición de los propietarios. Una vez ejecutada la obra y animado por la reforma, el párroco Carmelo Barragán propone al Ayuntamiento en septiembre del 55 la demolición de un “camaranchón” existente al pie de la torre. En la calle Málaga tiene sus días contados el último de los Siete Rincones, nombre que recibía antaño esta calle y su adyacente Sevilla; afecta a la casa que forma esquina, propiedad de Manuela Medina Romero, viuda de Francés,

ESTUDIO PARA LA REHABILITACIÓN DEL SECTOR SUR. CÓRDOBA

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que cede al Ayuntamiento la parte afectada, lo que agiliza la intervención, ejecutada en 1953. La concurrida calle Gondomar tiene en su tramo final un tapón que estrangula el tráfico, y corresponde a la antigua casa rectoral de San Nicolás de la Villa. Aprobada la alineación en febrero del 53, el tacón es demolido en septiembre de 1955. Otras alineaciones se llevan a cabo a partir de ese año en la calle Pastores, plaza de Carrillos, plaza de Chirinos. Manuel de Sandoval y Hermanos González Murga. En enero del 58 se derriba en la plaza de San Lorenzo la casa que forma esquina con Arroyo de San Lorenzo y María Auxiliadora, que obstaculiza el tráfico. Y en el 59 la demolición del edificio modernista situado en la esquina de la calle San Felipe, frente a Gran Capitán, permite retranquear la fachada de la nueva construcción y ensanchar la calle. PAVIMENTACIÓN DEL CASCO HISTÓRICO. El impulso a la renovación del pavimento de calles y plazas del casco urbano arranca de la época del alcalde Alfonso Cruz Conde, en que la junta rectora de Fomento Extraordinario, creada en 1951, encarga a los técnicos municipales un vasto plan de pavimentaciones, tarea que con creciente intensidad mantendrá entre sus prioridades su hermano y sucesor. En efecto, el Ayuntamiento regido por Antonio Cruz Conde compagina la expansión urbana y la modernización de la ciudad con la pavimentación de las calles y plazas de una buena parte del casco urbano, especialmente en la zona artística. El secreto de una actuación tan fecunda reside en la fórmula empleada: las contribuciones especiales que los cordobeses aceptan de buen grado, dispuestos a colaborar con su alcalde en las mejoras urbanas. En números redondos, a lo largo de la década se emprende la pavimentación de unas doscientas calles y plazas; la mitad corresponden al casco antiguo y la otra mitad a barrios en vías de consolidación, como Ciudad Jardín, o de nueva creación, como el Sector Sur. En el balance esbozado en su discurso de relevo como alcalde, Cruz Conde cifra en 221.120 los metros cuadrados pavimentados entre 1951 y 1962. Aun a riesgo de ser prolijo, merece citar por su importancia cuantitativa, y en el orden cronológico de ejecución, las plazas y calles beneficiadas con esta mejora en el casco histórico, agrupadas por barrios o parroquias. En San Miguel, plazas de Capuchinos, Gonzalo de Ayora, Chirinos y Colón (vertiente Diputación) y calles Eduardo Quero, Manuel de Sandoval, Benito Pérez Galdós, Eduardo Dato, Manuel María de Arjona, Hermanos González Murga, Burell, Los Haranas, Eduardo Lucena, Fuero y Cruz Conde; en San Nicolás de la Villa, reforma de la plaza del Doctor Emilio Luque y calles Montemayor, Uceda, Menéndez Pelayo y Quintero; en el Salvador y Santo Domingo de Silos, plaza de Jerónimo Páez, y calles horno del Cristo, Alta de Santa Ana, Cuesta de Peramato, Pompeyos y Juan de Mena; en San Juan y todos los Santos, plazas de la Trinidad y del Indiano, y calles Tesoros, Saravia, Tejón y Marín, Sánchez de Feria, Argote y Leiva Aguilar. En el barrio de la Judería, plaza de Maimónides y Judá Leví, y calles Puerta de Almodóvar, Romero y Villaceballos; en el barrio de la Catedral, plazas de Abades, de la Alhóndiga y del Pozo de Cueto, y calles Encarnación, Osio, Portería de Santa Clara, Martínez Rücker, Badanillas, Media y Corella" Alfayatas, Zapatería Vieja, Velázquez Bosco, Quero (Hoguera), Cara, Amparo y Bataneros; en el barrio del Alcázar Viejo, calles Caballerizas Reales, Enmedio y San Basilio. En San Francisco, reforma interior de los llamados Patios de San Francisco, y calles San Francisco, Armas, Romero de Torres, Antonio del Castillo, Marqués del Villar, Cabezas, Tundidores, San Eulogio, Fernando Colón, Maese Luis, Travesía de la Ribera y Huerto de San Pedro el Real; en San Pedro, plazas de la Corredera y de las Cañas, y calles Rodríguez Marín, Sánchez Peña, Cedaceros y Juramento; en la Magdalena, plaza de la Magdalena (vertiente norte) y calles Muñices, Julio Valdelomar y Martínez Anido; en San Lorenzo, plazas de San Juan de Letrán y San Rafael, y calles Ruano Girón, Frailes, Montero, prolongación de Escañuela y Portería Santa María de Gracia; en San Andrés, Isaac Peral; y en Santa Marina, plaza del Conde de Priego, y calles Moriscos, Rejas de Don Gome, Obispo López Criado, Cárcamo, Zarco" Conde de Priego y Obispo Pérez Muñoz.

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En las calles estrechas de la zona artística se suelen emplear losas de granito a ambos lados de la calle, y cantos rodados, o morrillo, en la franja central, mientras que en las calles de más anchura la calzada se pavimenta con adoquines de granito y las aceras con losas del mismo material. Las calles céntricas se cubren con losetas hidráulicas, cuya conservación obligará a suprimir las llantas metálicas de los carros.


CAP. 3: CÓRDOBA EN E LOS AÑO OS 50 Y 60

I INSTALACIÓ N DE UN NU UEVO ALUMB BRADO POR TODA LA CIU UDAD. A igual que ocurre con la Al a generalizad da pavimentación de callees, Antonio Cruz Conde em mprende tam mbién a lo largo de la década la a renovación y mejora del alumbrado público, p costeeado generallmente media ante las contrribuciones especialees de los vecinos afectados por la mejo ora, que sueleen manifestarr una disposición favorablle. En su man ndato, los lúmenes -unidad de flujo lumino oso- del alu umbrado púb blico pasan de 335.000 0 a 17.998.120, lo que e supone arlos por 54. multiplica E vísperas de la Navidad del 51, y con presencia de En d la Banda Municipal, M se inaugura el alumbrado a de e la plaza y jardiness de Colón, un conjunto de 76 farola as, 34 en el exterior e y 42 en el interior. La mejora cuesta unas 442.000 pesetas y convierte la zona en “un no de los lug gares más sug gestivos de Córdoba C en las noches esstivales”. Ante es de dos años estrrena luces la acera a oeste de d la plaza, entre el colegio de la Merced y el Pretorrio.

En el 56 reenuevan alum mbrado Ama ador de los Ríos, Condee de Robledo o, Góngora, Manuel de Sandoval, Victorian no Rivera, Ga arcía Morato, Diego de Leeón, Mármol de Bañueloss, Alfonso XIIII, García Lovera y María C Cristina; el viaducto o del Pretorio o, y la barriada de Valdeolleros. Otra as calles que renuevan sus luces en lo os años centrrales de la década son las de Sa an Fernando,, Mayor de Sa anta Marina, Amador de lo os Ríos y Cam mpo Santo dee los Mártires.. Coincidiendo con la cabalgata de Reyyes del 57 esstrenan alumb brado la aven nida de los Mozárabes M y eel tramo de la de Am mérica correspondiente a los jardines de d la Agricultu ura. En prima avera se inaug gura el de avenida del Ob bispo Pérez Muñoz, a base de 44 4 farolas. Y een vísperas dee la Semana Santa S renuevvan sus luces las calles Dia ario de Córdo oba, Calvo Sotelo y Rodríguez Marín M así com mo la plaza del Salvador. Coincidiendo o con la Feria a de Mayo see inaugura el del sector compren ndido entre la as calles Cervvantes, Fray Luis L de Grana ada, Reyes Ca atólicos, Docce de Octubree y América. Y en pleno verano les l llega el turno a la callee Lope de Hoces y a algun nas de la Hueerta de la Rein na.

E día de San El n Rafael de 19 952 el alcald de inaugura el e nuevo alum mbrado de la plaza de Joséé Antonio (30 0 farolas), Claudio Marcelo (27) y Cruz Conde C (36, éstas con artísticos a bra azos de hierrro forjado), sufragado mediante ales tanto dee los comerciantes, que aportan el 50 por ciento, ccomo de los propietarios de fincas contribucciones especia urbanas, que asumen n el 30. Trass la inaugura ación, el alca alde invita a los contribu uyentes a una a copa de vino en el Ayuntamiiento, y en no ombre de ello os toma la palabra Benjam mín Barrionuevvo para elogiiar la labor del alcalde.

9 Eduardo Quero y Braulio o Laportilla. E Este mismo En 1958 esttrenan faroless Eduardo Luccena y Pastorres, y en el 59 año tam mbién lucen nuevo n alumb brado Doctor Fleming y la a travesía que la une con n Vallellano, así corno la Puerta de Almodóvar. Muchas de las obras de renovació ón eléctrica la as consigue, m mediante con ncurso público o, la empresa a Radioluz, on sede en M Mármol de Bañuelos 3. Un na de las dificcultades a que se enfrenta an en los prim meros años de José Posadillo, co estas mejoras es la carencia de cobre, que ha de conce eder la direccción general de Administtración Locall mediante cupos.

P los mism Por mos años, la zona artísticca y el entorno de la Catedral sufreen la renovacción de su mortecino m alumbrad do. Se coloca an faroles “dee característiccas antiguas” que suponen “la desaparición de las bombillas pu ueblerinas colgadass en medio de las plazzas y calles””, según comenta Gago o, para quieen el nuevo o alumbrado conjuga “acertada amente lo nu uevo con lo viejo, v lo tradicional y típico con lo moderno”, y su remozamientto “presta a la ciudad otro aspeecto simpáticco y decorativvo”. Muchos de esos nueevos faroles adosadas a a los blancos muros m son de el modelo “Córdoba a”.

La iluminacción de la trravesía de la a Ribera se s acomete en e los último os años de la a década,, en sucesivo os tramos, para continua ar con el eje e Campo Madre M de Dio os, Campo de San An ntón y carrettera de Mad drid hasta la a gasolineera de Cañero o.

A lo largo del 53 estrena an alumbrad do varias callles céntricas, como Gond domar, Conccepción y ave enida del Generalíssimo, median nte sistema de d concierto con c propietarios y comercciantes. Las ccincuenta farolas colocadas en las aceras su ustituyen a los grandes candelabros exxistentes hasta a entonces en n el centro dee la calzada, que se trasla adan a la glorieta del d Duque dee Rivas y a los jardines de la Victoria... Ese mismo año a el municipio instala nuevo alumbra ado en el Patio de los Naranjos,, a base de fa arolas antigua as, que se enciende al regreso de la prrocesión del Corpus. C E la primavvera del 54 estrenan alu En umbrado parrte de la aveenida de Am mérica y la de d Cervantess, que se encontraba en tiniebla as. En la cereemonia inaugural los vecin nos llegan a aplaudir a al alccalde, que les invita a una a copa en na Estación de d Renfe. Las antiguas faro olas de Cerva antes se reutilizan en los ja ardines de la sala dee autoridadess de la cercan la Agricu ultura, con nu uevas luminarias. Por las mismas fechas estrena ta ambién alumb brado el paseo del Gran Capitán, sustentad do por postes de cemento que obligan a sacrificar algunos a árboles. Ese mismo año se aprrueba la instalación de alumbrad do en el ento orno del Arcá ángel, que co omprende lass vías Ronda de los Mártires, Teresa de d Córdoba y Hoces y Cuesta de la Pólvora. A igual que en Generalíssimo, también Al n se desm montan loss grandes candelabros centrales existentes en n el Paseo de d la Victoria a, que estrrena alumbra ado coincidiendo con la a Feria dee Mayo del 55. Las nu uevas farolas dobles -ccon globos y lámparas dee 500 watiosse coloca an en los and denes lateralees y, según la a prensa, con ellas se s pone fin n al aspecto o no que pressentaba hasta ahora tan n pueblerin céntrico lugar. l El mism mo año tamb bién le llega el e turno a Jesús J María, Morería y Sa an Álvaro, assí como a la avenida deel Conde de Vallellano. V

A lo largo de d la segunda a mitad de la a década se lleva a cabo la renovació ón de alumbrrado en Ciud dad Jardín. Gran parte de sus calles lo estrrenan la vísp pera del Día de la Hispa anidad del 57 7, con asisteencia del alcalde y del ador civil, mientras que el barrio de Cercadilla C y la as calles Joséé María Herrrero y Ministrro Barroso y Castillo lo goberna consiguen a principios del 58. C Curiosamente,, la avenida de d Medina A Azahara, tamb bién conocida a como aven nida de los desacuerdo entre e Ayuntam miento y Obra as Públicas, que q comparteen jurisdicción n. También Cuartelees, retrasa la mejora por d se retra asa algún tieempo el alum mbrado de calles c afectad das por la a actividad con nstructora, prrincipalmentee el sector delimitado por la ca arretera de Pu uesta en Rieg go -la futura avenida del Aeropuerto-,, Gran Vía Parque, Anton nio Maura, Colina y Buró ón. glorieta del General Moscardó y C Con la reno ovación en 19 952 del alum mbrado en la carretera deel Brillante, entre el viaduccto y la venta a de aquel nombre, se inicia la actuación en n la zona de la Sierra, que en siguienttes etapas, a lo largo de la l segunda m mitad de la o del Brillante hasta el carrril de la Huerrta de los Arccos y calles adyacentes; ca arretera de década,, afecta al segundo tramo Córdoba a Obejo, entre e el Puenttecillo y el Mo olinillo de Sansueña y carrretera de las Ermitas. En la a carretera del Brillante n armado de siete metros de altura con n linternas de e aluminio an nodizado y lámparas de se emplean soportes de hormigón bación de los proyectos dee alumbrado de la carreteera del Naran njo y de la 250 watios. La década se cierra con la aprob a de Obejo entre e el Molin nillo de Sansueña y la calle e Saldaña. carretera

ESTUDIO PARA LA A REHABILITA ACIÓN DEL SECTOR SUR. CÓRDOBA

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También en las postrimerías de la década se pone en marcha la renovación del alumbrado en calles céntricas como Duque de Hornachuelos, Conde de Cárdenas, segundo tramo de García Lovera, plaza de Queipo de Llano, Málaga, Sevilla, Manuel de Sandoval, Hermanos González Murga, Manuel María de Arjona, Cabrera y plaza de Chirinos. Por estos mismos años la mejora llega al eje San Pablo, San Andrés' General Varela, Realejo, Santa María de Gracia, plaza de San Lorenzo María Auxiliadora y plaza del Corazón de María. Tras la demolición del Mercado Central en 1959 se aprueba el proyecto de alumbrado de la plaza de la Corredera y se emprenden los de Enrique Redel, Alonso el Sabio y el barrio Huerta de la Golondrina. A lo largo de 1960 se aprueban los proyectos del paseo oeste de General Primo de Rivera, avenida República Argentina, Duque de Fernán Núñez, Pérez de Castro, Torre de San Nicolás, Heredia, San Felipe y plaza de San Nicolás. También el de la parcelación de la antigua Huerta de San Rafael, Cruz de Juárez y calle de acceso a los nuevos depósitos de agua. Y ya en el inicio de la siguiente década, el sector comprendido entre avenida del Gran Capitán, Generalísimo, General Primo de Rivera y Concepción, la avenida de Medina Azahara, al fin, y la calle Muralla y sus adyacentes. También el naciente Sector Sur disipa sus tinieblas y en julio del 60 el alcalde inaugura el alumbrado de las zonas donde se alzan las viviendas construidas por el Ayuntamiento y por la Obra Social de Huertos Familiares. Y ese mismo año se aprueban los proyectos de alumbrado de ambos puentes, Romano y San Rafael, la plaza de Andalucía y las calles Úbeda, Algeciras, Loja y Ciudad de Ronda. CREACIÓN Y CUIDADO DE JARDINES. El Ayuntamiento lleva a cabo de lo largo de la década numerosas actuaciones en pequeños jardines. Así, en julio del 51 se inaugura la remodelación de la Cuesta de San Cayetano, según proyecto de Víctor Escribano, que suaviza su pronunciado desnivel y se embellece con “unos magníficos jardines del más puro estilo cordobés”, en los que crecen palmeras, geranios y otras plantas. También se derriba el muro que cierra el atrio “para que pueda admirarse desde la carretera la bellísima portada de la iglesia”.

los jardines creados a ambos lados de la avenida del Conde de Vallellano, “de fino trazado y de belleza sugestiva, que en estos días primaverales forman una primorosa antesala de la ciudad”. Ese mismo año 57 se terminan los jardines de Puerta Nueva, alrededor del triunfo de San Rafael, que se protegen con verjas. También en la explanada existente ante el hospital de la Cruz Roja, y tras desechar la idea de construir un colegio, se crean en el 58 unos jardines con poca arboleda para no ocultar la visión de la muralla. Y en la primavera del 59 se ajardina la Puerta de Baeza, en torno a la bella fuente barroca trasladada desde el vecino Campo Madre de Dios. En ocasiones los árboles y plantas con destino a los jardines se adquieren a la Diputación de Sevilla. Dato curioso es el envío por el presidente de Líbano, Camile Chamoun, en la primavera del 58, de unos cedros para ser plantados en el Alcázar, tal como prometió en su visita a Córdoba. El propio alcalde ofrece una precisa estadística de la actuación llevada a cabo en los jardines durante 1960, en que se reponen 1.039 árboles, 1.005 arbustos y 4.758 plantas. Responsable de los jardines públicos es el teniente de alcalde Antonio Muñoz y Ramírez de Verger, por cuya iniciativa se crea en 1959 la Escuela Municipal de Jardinería, cuyo funcionamiento se inspira en la de Barcelona, a donde se desplaza un jardinero, Luis Chacón, para conocer su funcionamiento. Aunque no se trata propiamente de una actuación en el casco urbano, conviene añadir, por su relación con el tema jardinero, la creación en noviembre del 57 de un parque municipal en terrenos de la colina de los Quemados, entre el cementerio de la Salud y el río Guadalquivir, cuyo subsuelo ha alumbrado testimonios arqueológicos de unos tres mil años de antigüedad, pues allí estuvo asentado un núcleo de población prerromana anterior a la fundación de Corduba por Claudio Marcelo. El promotor del parque en aquel lugar es el propio alcalde, tras tantear y descartar su posible emplazamiento en las fincas del Tablero y El Patriarca, en las faldas de la Sierra, debido al mayor valor de los terrenos. Según relata en sus memorias, Cruz Conde decidió el emplazamiento tras pasear un día lluvioso por la colina, desde la que se aprecia “la vista del río, con sus puentes y molinos, el Sector Sur, las murallas con los barrios del Alcázar Viejo y Judería, la avenida de Vallellano y zona moderna, y la Sierra al fondo”, un lugar óptimo. Desde el inicio de los estudios previos se prohíbe cautelarmente edificar en la zona. Y en pocos meses tanto la Comisión Provincial de Urbanismo como el Ministerio de la Vivienda dan luz verde al plan, cuyo proyecto de ordenación parcial aprueba el pleno municipal en vísperas del día de San Rafael de 1958. El parque municipal o Parque Oeste, como se le llama inicialmente, tendrá una extensión de cuarenta hectáreas, proyecta construir embarcaderos en la orilla del río y destinar un área al cultivo de todas las variedades posibles de naranjos, tanto españoles como extranjeros.

El mismo año se crea un pequeño jardín en la plaza del Indiano, con fuente de mármol que reproduce la taza de la Alamiriya, y se arropa con otro pequeño jardín el soneto a Córdoba de Luis de Góngora, colocado casi enfrente del Puente Romano. Y en 1952 se emprende la ampliación de los jardines del Campo Santo de los Mártires. Por esa misma época la prensa destaca como ejemplos de conservación los jardines de las plazas de las Doblas, la Lagunilla y Emilio Luque. En 1953 se trabaja para que los de San Agustín, San Bartolomé y la Magdalena vuelvan a hermosear esas plazas. Y a finales del 54 el Ayuntamiento acuerda suprimir el barrio suburbial del Zumbacón para sustituirlo por una zona verde que embellezca el nuevo acceso a Córdoba. En abril del 57 Rafael Gago alude en su Postal al bello aspecto que presentan muchos jardines. Así, los de la glorieta del Conde de Guadalhorce, en la Estación, “ofrecen unos encantadores macizos de tulipanes”, al tiempo que también “sobresalen las pinceladas atrayentes de las flores” en Puerta Nueva, las viejas murallas, el Campo de la Merced, la avenida del Alcázar, la explanada de la Cruz Roja y otros lugares. Especial interés le merecen al periodista

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El siguiente paso es la adquisición de terrenos, para lo que se llega a un acuerdo con los propietarios Miguel Ariza Calvo, la marquesa del Mérito, Purificación Sánchez Cot, José Salinas Anchelerga, los hermanos Carlos, Fernando y María Luisa Montijano, Pedro Castro Carmona y Carbonell y Cía. empresa propietaria de una casa en la calle Simón de Toro afectada por el proyecto. También se prevé incorporar en el futuro los terrenos del cementerio de la Salud -una vez que se construya un nuevo camposanto-, dejando así exenta la ermita, como estuvo en su origen. Ya en los inicios de la siguiente década, marzo del 61, el alcalde visita el incipiente parque, en el que se ha plantado una rosaleda, con la colaboración de los más importantes rosalistas de España, y el jardín de naranjos. La extensión alcanza 330.000 metros cuadrados, inferior a las cuarenta hectáreas previstas, que seguirá menguando en años posteriores con los repetidos “bocados” que se le asestan para construir el Instituto Séneca, el Parque Zoológico, el Parque de Bomberos, el Teatro al Aire Libre, viviendas sociales y otros equipamientos, malográndose así en parte el gran pulmón verde. Tras abandonar Antonio Cruz Conde la alcaldía en septiembre del 62, y a propuesta del concejal José Fresco, la zona verde pasa a denominarse Parque Cruz Conde. Con el parque municipal, los jardines de Vallellano y del Alcázar y otras actuaciones, las zonas verdes se cuadriplican en Córdoba durante el mandato de Cruz Conde, pues pasan de 157.000 metros cuadrados en 1951 a 674.000 en el 62, según expone el propio alcalde en su discurso de despedida.


CAP. 3: CÓRDOBA EN LOS AÑOS 50 Y 60

Ligadas a los jardines están las fuentes. Superada la época en que su objeto principal es abastecer de agua a los vecinos, el Ayuntamiento promueve la instalación y embellecimiento de fuentes ornamentales. Una de las más vistosas por su estratégico emplazamiento es la de la glorieta de Aguilar Galindo, en la confluencia de la avenida del Generalísimo con el Paseo de la Victoria, que se pone en funcionamiento en la Feria de Mayo del 55. Se trata de una fuente luminosa que, según el periódico, “da tono de urbe moderna a nuestra ciudad, siendo motivo de admiración para los que nos visitan”. Al pie de la remodelada Cuesta de San Cayetano el arquitecto Víctor Escribano diseña una bella fuente neobarroca, inspirada sin duda en la espadaña de la cercana iglesia. En el 52 se instala una fuente mural en la plazuela de la Convalecencia -antesala de la Casa de Maternidad e Infancia-, diseñada por el mismo arquitecto. En 1954 se repara y reforma la vistosa fuente central de los jardines de Colón, construida en los primeros años veinte por el escultor Rafael del Rosal según diseño de Carlos Sáenz de Santamaría, y una vez terminada la intervención, una noche de agosto, la visitan alcalde y concejales, que admiran complacidos su juego de surtidores y “los magníficos efectos de luminotecnia en el agua”. En el verano del 56 se emprende la reforma de la cuesta que enlaza la Plaza de Colón con la Puerta del Rincón para facilitar la circulación de vehículos en las dos direcciones. Víctima de las obras es la fuente existente ante el grupo escolar Colón, que en pocos meses es reemplazada por otra moderna diseñada por el arquitecto José Rebollo, formada por cuatro pequeños estanques escalonados y arropada por un jardincillo. CÓRDOBA RENUEVA Y MODERNIZA SU IMAGEN. La recuperación de monumentos olvidados, la atención a los rincones típicos del casco antiguo y las reformas urbanas emprendidas por el alcalde Antonio Cruz Conde a lo largo de la década tienen un claro reflejo en la imagen de la ciudad, que, sin traicionar su estilo tradicional, se renueva y moderniza. Algo que ya percibe en octubre del 52 el periodista Rafael Gago, fino observador de la evolución de la ciudad desde la atalaya de papel de su Postal del día, al afirmar que “nuestra ciudad hace tres años, sacudiendo su tradicional indolencia” inauguró una etapa fecunda, de actividad extraordinaria, en orden a solucionar viejos problemas, algunos de acuciante urgencia, cuyas magníficas realidades se van proyectando en el área urbana”.

En octubre del 54, Juan Bernier confiesa en otro artículo que “desde la época de la Dictadura no hemos visto una actividad municipal más renovadora, más acertada en su consideración del valor de Córdoba como categoría de ciudad”, aunque semanas más tarde advierte que “la ciudad debe armonizar la edificación y el paisaje”, pues su ensanche continuado “ha ido rompiendo poco a poco ese marco paradisíaco de las huertas, con la sola excepción de las que la Virgen de la Fuensanta protege bajo su cielo de cigüeñas. Y es que “en la matanza actual”, añade, “han caído en los alrededores de Córdoba no árboles, sino encantadoras huertas, rústicos rincones de paz y sabrosa vida vegetal”. Un periodista cordobés afincado en Jerez, Francisco Montero Galvache, asegura en marzo del 55 refiriéndose a Córdoba que “ninguna de cuantas ciudades he visitado se ha ensanchado tan rápidamente como ésta”. que “se está poniendo de una hermosura que arrebata”. En 1957 El Ujier de Guardia (seudónimo de José Luis Sánchez Garrido) resume en un titular que “Córdoba [está] considerada en el exterior como la ciudad española que más ha progresado”, y destaca la “magnífica labor llevada a cabo en el orden artístico, urbanístico y cultural” en los últimos años por el Ayuntamiento de Cruz Conde. A principios del 57 y refiriéndose a la construcción de viviendas en Ciudad Jardín, el periodista Rafael Gago constata que “van surgiendo en todo aquel ensanche de la ciudad, verdaderas barriadas de tipo medio, que en escasísimo tiempo han cambiado la geografía de aquellos parajes”. Y así, “mientras las viejas casas se hunden al peso de los años”, surge allí “una Córdoba moderna con vías trazadas a cordel y con bloques de casas que son pequeños rascacielos”. En vísperas de la Feria de Mayo de 1957, el Ayuntamiento inaugura en su Sala Municipal de Arte la exposición El resurgir de Córdoba, que recoge en planos, maquetas y fotografías las obras de mejora realizadas o en ejecución. En mayo del 58 visita Córdoba el doctor Gregorio Marañón, y Francisco Quesada le arranca unas declaraciones muy elogiosas para la ciudad y su alcalde, que se publican en la Hoja del Lunes. “No he visto una ciudad que más rápidamente haya progresado; puede servir de modelo todos sus aspectos”, resume el titular, y para ello “hacía falta que al frente de su alcaldía hubiese un hombre como don Antonio Cruz Conde”. En mayo del 60 el crítico de cine Manuel Villegas asegura, a su paso por la ciudad, que “Córdoba está hecha de imágenes de una belleza, una sobriedad asombrosas, y esas imágenes revelan dos cosas inexpresables: misterio y profundidad”. Y poco después Ricardo Molina escribe un artículo, “Córdoba: nombre y realidad”, en el que afirma que “la labor realizada por el Ayuntamiento en los últimos ocho o diez años constituye el máximo y más feliz esfuerzo realizado en un milenio por alzar Córdoba a la altura de su nombre”.

En abril del 53 el periodista Jaime Quesada publica un artículo titulado “Reencuentro de la ciudad”, en el que, en contraste con la destrucción sufrida por Córdoba a finales del XIX, asistimos, dice, “a una primavera de la ciudad en la que se nos devuelven, con brotes renovados, páginas de nuestra historia escritas en el libro de piedra de la arquitectura” y “un afán de rehabilitación de lo artístico preside estos días”. En la misma línea, Francisco Quesada, director de la Hoja del Lunes, dedica días más tarde un comentario en sus páginas a “la gran Córdoba” que surgirá de los grandes proyectos en marcha; una ciudad que “ha estado muerta, en todos los aspectos, durante muchos años, pero ha despertado de aquel letargo y aspira a recobrar el tiempo perdido y lo va conquistando, pero deprisa, tan deprisa que los acontecimientos favorables nos van a sorprender”. Insiste en el concepto de “gran Córdoba” el cronista de la ciudad José María Rey, al glosar la labor desarrollada por el alcalde en los primeros años de gestión. Considera que Cruz Conde, “armonizador de lo viejo con lo moderno”, está “devolviendo de mil modos su fisonomía a esta ciudad tan amiga de lo viejo, de lo histórico, de lo artístico y de lo pintoresco y ello con gran inteligencia de ensamblador de lo nuevo y de lo Viejo”.

ESTUDIO PARA LA REHABILITACIÓN DEL SECTOR SUR. CÓRDOBA

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L LOS NUEVOS SERVIC CIOS PROPUESTOS. R RECRECIMIEN NTO DE LA PRESA P DEL GUADALMELLA ATO Y LOS NUEVOS N DEPPÓSITOS Y DEPURADORA A. “ “No sabemoss si el agua que bebemos es la que caee del cielo o de la que lleva el río”,, pues “parecce como si see nos obsequiara con una auténtica chocolatada””, se queja en n d 51 Rafael Gago en su u Postal del día. d Y es quee, febrero del como recconoce el alccalde Alfonso o Cruz Conde, las últimass lluvias ob bligan a suministrarla “con extremada turbidez, quee pese a nuestros n esfuerzos y a la as ingentes cantidades c dee sulfato de alúmina empleadass, no ha sido posiblee ue faltan instalacioness para su u suprimirlee”, ya qu almacena amiento y deecantación. Só ólo se dispon ne de 12.500 0 metros cúbicos c de agua al día a, la capaccidad de loss depósitoss de reserva se s limita a 4..000, la presión es escasa a y la calidad deficien nte. La situa ación se agrrava con lass as por las obras de repa aración en el e restricciones motivada d primeros de marzo o canal deel Guadalmeellato, que desde obligan a limitar el e suministro a siete horas diarias, das en tres turrnos, de 8 a 10, 1 de 13 a 15 y de 19 a 22. distribuid E Efectivamente e, cuando llueeve mucho tra as un periodo o de sequía, como c ocurre en 1951, el agua llega al embalse arrastrando gran canttidad de mateerias terrosas y orgánicas, sin tiempo de d sedimentarrse, así que la a que se tom ma para el miento ofrecee un aspecto terroso. t Este problema p se agrava con la a insuficiencia a de los depó ósitos, que im mpide una abastecim adecuada a decantació ón antes de distribuirla. d Assí que, pese al cuidado en e la filtración y a las can ntidades de sulfato s de alúmina que se empleean para preccipitar la sedimentación, el e gerente del servicio reco onoce la impo osibilidad de conseguir c ación al aseg gurar que “la pureza bacte eriológica un agua totalmente clara, aunque al mismo tiempo tranquiliza a la pobla está gara antizada y el vecindario v pu uede tener sob bre este punto o absoluta tra anquilidad”. E enero deel 51 se ha constituido la comisión En gestora del d Servicio Municipal M de Aguas Potab bles, y a la reunión asiste a especia almente invitado el ingenie ero José Paz Maroto, especializado o en abasteccimientos de agua, que amanca, Jaén n, Palencia, ha proyeectado los de Burgos, Sala Cuenca y otras ciuda ades. Es tam mbién directo or de obras miento de Ma adrid y jefe de e ingeniería sanitariass del Ayuntam de la dirrección generral de Sanida ad. Todo un experto. Su primer co ontacto con Córdoba C se reemonta a 194 43, cuando acudió en e solitario a un concursso de anteprroyectos de abastecim miento convo ocado por el Ayuntamientto y obtuvo el encarg go del proyeccto, pero no se s llevó a cab bo por falta de decisión política y de recursos económicos. e Su solución a una dotació ón de 60.000 0 metros cúbicos diarios garantiza de agua,, es decir, 20 00 litros por persona y día a para una población de 300.000 0 habitantes. D Descartados como solucio ones tanto lo os veneros de la Sierra por p insuficienttes como el Guadiato y el propio Guadalquivir -pues lo os crecidos ga astos de eleva ación y depuración harían n antieconóm mica su explottación-, Paz Maroto M se or la captació ón del agua en el embalsse del Guada almellato y su u conducción directa y enttubada a uno os nuevos inclina po depósitoss de almacen namiento y reegulación, qu ue al permitirr su llegada en mejores ccondiciones de d pureza red ducirá los gastos dee depuración n. Paralelameente, el recre ecimiento de la presa perrmitirá subir a 152 metro os -18 más que q en la actualida ad- la cota dee llegada a Córdoba, C facilitando el ab bastecimiento o desde los depósitos regu uladores sin necesidad n de elevarla. El plan se completa con la amp pliación y mo odificación de d las redes de conducción y distribu ución que dos sitios con una presión uniforme y su uficiente. permitan la llegada deel agua a tod

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El costo dee las obras se estima inicialmente en unos 50 0 millones de e pesetas, mucho m dinero o para el Ayuntam miento, pero si su ejecución se escalo ona a lo larrgo de varioss años y se cuenta con ayuda del Esstado será asumible. Por unanimidad acuerrda la comisión gestora del d Servicio M Municipal de Aguas Potab bles proponeer al pleno pal llevar a ca abo la solució ón indicada por el ingenierro, que pondrrá fin a tan grrave y secular problema. municip El primer pa aso para haceer realidad el proyecto es solicitar al M Ministerio de Obras Públiccas la amplia ación de la concesió ón de agua, desde d los 12.500 metros cúbicos diario os actuales a 60.000, que e se resuelve con el recrecimiento de la presa a. Antes de qu ue acabe el veerano del 51 el conde de Vallellano firma la aproba ación técnica.. Cuando Anttonio Cruz Conde llega a la alcaldía, en noviembrre del 51, la solución del problema deel agua ya está enccausada por su s hermano A Alfonso, pero requiere una a gran capacidad de gestión y de recurrsos. Mientrass tanto, los problem mas de turbidez se reprodu ucen cuando o llegan las lluvias, como vuelve a ocu urrir en la priimavera del 5 52, lo que obliga a restringir el suministro, ahora a once horas diarias, de 8 a 11, d de 13 a 16 y de 17 a 22. amiento nombra nuevo director-gerentte del Servicio o de Aguas Potables P a Jua an Antonio En junio del 52 el Ayunta Viguera González, un ingeniero d de la Confedeeración Hidro ográfica del G Guadalquivir que q también asumirá la diirección de las obra as de abasteecimiento, y a los pocos meses viaja a París parra estudiar el de aquella ciudad y ap plicarlo en Córdoba. Esa primera fase comprende la estación n decantado ora y depu uradora para 60.000 metros cúbicos diario os, un primer depósito o regulador con c capacidad d para 27.00 00 y parte de la red de d distribución, que incluyye una galería o túnel de servicio desde Villa Azzul a confluencia de la plaza de Colón co on hasta la Generalísimo a travéés del camino o de la Cruz de d as Juárez, casi dos kilómetros de longitud. La d dee urgencia, see adjudican en e obras, declaradas septiembre a la em mpresa Fábreega en 34,5 58 de diciembre.. milloness y se inician a mediados d

nte, se eemprende Paralelamen el recrecim miento de la presa en 7,,90 metros de d altura, lo que perm mitirá pasar d de 109 a 17 70 uficientes para milloness de metros cúbicos, su atender las necesid dades de reegantes y del d consumo urbano. 00 En estas obras se emplean 20.00 tonelada as de cemento (dice el peeriódico que si esta can ntidad se envvasa en sacos y se coloca an uno deetrás de otrro, cubrirían n la distanccia existentee entre Córdoba y Málag ga) y 100.00 00 de áridos, y la cap pacidad de p producción de d ón a pie de obra o alcanza los 800 metro os hormigó cúbicos a la hora. La empresa a constructora levanta incluso un poblado jun nto a la pressa e alojamiento de los obreros, co on para el comedo or y capilla.


CAP. 3: CÓRDOBA EN E LOS AÑO OS 50 Y 60

C Cuando en octubre o del 53 3 se ultiman las obras de la primera fa ase, el Conseejo de Ministros aprueba la a subasta de la seg gunda, cuyo presupuesto p d ejecución por de p contrata asciende a a 70 0,84 milloness de pesetas y comprende la red de distribución, un segun ndo depósito o y la conduccción entuba ada -mediante gruesos tubos de 1,30 0 metros de diámetrod neles, trece acueductos y otros o tantos sifones. desde el embalse hastta Córdoba a lo largo de 29 kilómetross, con seis tún L nueva red de distribu La ución urbana a precisa un nos 25 kilóm metros de tub bería de disttintos diámettros cuya instalació ón obliga a abrir a zanjas en e las calles, lo que orig gina molestias que la gen nte soporta con c resignació ón. En el periódico o menudean los l avisos de cortes de calles, y en algu unos casos levvantan quejass por la lentitud de las obrras, como ocurre en n el bulevar de d Medina Aza ahara. P Para el abasttecimiento dee agua a la Sierra se redacta un proyeccto adicional que contempla la constru ucción de depósitoss escalonados a los que see eleve el agu ua desde Villa a Azul. Uno se s levanta en El Cerrillo, en terrenos cedidos por Adelaida y Luis Nava as del Salto; otro en una parcela de la finca Las Antas, propiedad del gen neral Antonio o Barroso o de Antonio Barroso Castillo, a quieen se acaba de dedicar u una calle-, que q la cede asimismo Sánchez-Guerra -hijo mente; y un tercero en el ca arril de la Huerta de los Arrcos. gratuitam P fin, el 27 Por 2 de junio de ese año o 55 se iniccian las prueebas del nueevo abastecimiento con resultado satisfacto orio. Esto es posible p porque hasta tanto se ejecute la a conducción entubada deesde el embalse, que corre esponde a la segund da fase de la as obras, se eleva e el agua a a Villa Azull desde el canal de riego.. Ese mismo día el alcalde invita a concejalees y autorida ades a visitarr las instalaciones, que lees muestra sin s ocultar su u satisfacción n; no se trata a de una inauguración, puesto que las obra as no se han ultimado, peero al menos quiere así su ubrayar una feecha histórica a. Ante el r de las l pruebas, el e pleno municipal otorga un voto de gracia g al alcalde, que Anto onio Cruz Co onde hace positivo resultado extensivo o a sus colabo oradores, esp pecialmente al director-gerrente del Servvicio Municipa al de Aguas Potables, P Juan n Antonio Viguera. A principios de d mayo del 56 el ministro de Obras Públicas P apro ovecha una de sus frecuen ntes estanciass privadas en Córdo oba para visiitar las instala aciones de Villa V Azul. Más tarde visita también el eembalse del Guadalmella ato, cuyas obras de recrecimiento o están a pun nto de finaliza ar, a falta sólo o de la instala ación de com mpuertas. L nuevas in Las nstalaciones constituyen c un n legítimo org gullo para el Ayuntamiento de Cruz Co onde, que lass muestra a cuanto os visitantes se interesan por p ellas. Así ocurre en mayo m del 57 con c una com misión de técn nicos portugu ueses que recorren Andalucía pa ara conocer lo os abastecimientos de agu ua potable. Seegún el diario o Córdoba, la a estación de epuradora A de Villa Azul. P Pese a su ma ayor envergadura económ mica, las obra as de la segu unda fase apenas si tienen reflejo info ormativo y gráfico en la prensa, lo que impide su seguimie ento detallado a través dee la hemeroteeca. Una de las escasas re eferencias n presupuesto o adicional de d 36,29 aparece a mediados de junio del 57, a raíz de la aprobación por el pleno de un m porr las revisione es de precioss; se afirma entonces e que está muy ava anzada la co onducción millones de pesetas, motivado ano, capacita ada para 711 1 litros por seegundo, así ccomo la construcción del segundo directa y entubada deesde el panta depósito regulador dee L obras deel abastecimieento de agua Las as se termina an en los primeros mesess del 61, ya en el umbra al de otra década, y su importe total supera finalmente f loss 200 millonees de pesetas, la mitad de ellos aportad dos por el Esttado. Y el o de estas 5 de mayo Franco vissita las instalaciones que quedan así inauguradas oficialmente.. Legítimamente orgulloso n su discurso de despedid da asegura Cruz C Conde que la política a que llena su u corazón es “la que disccurre bajo obras, en nuestros pies, silenciosa y oculta, en e redes de canalizacioness que llevan el e agua por a arterias de vid da hacia los usuarios u y das”. las industtrias necesitad N NUEVO SISTEMA DE LIMP PIEZA Y RECO OGIDA DE BA ASURAS. C la mejorra del abastecimiento de agua, Con a a mediiados de la década d se instalan catorcee hidrantes o tomas de agua tan nto para el servicio contra incendios co omo para el baldeo, b lo que permite trip plicar las man ngueras. Tienen radios de acción n de quinienttos metros y se s colocan en n el Pretorio, plaza del Crristo, plaza deel Corazón dee María, Abé éjar, Rejas de Don Gome, G Diego o León, Jesúss María, gloriieta de los Artilleros, Med dina Azahara,, paso a niveel de Medina Azahara,

Campo Madre de Dios, D plaza dee la Almagra, plaza de Sa anta Catalina a, Puerta del Puente y cruce de las carrreteras de Sevilla y Granada. ar la labor d de los barren nderos, el Ayuntamiento construye a comienzos de d los años cincuenta Para facilita depósito os de basura en la vía pública dondee van almace enando los d desperdicios hasta h su reco ogida por loss vehículos destinad dos a ello. Ta ambién se ad decenta el loccal donde el servicio de limpieza tiene su base de operaciones, o junto a la Puerta del d Puente. a el Ayuntam miento recupera la gestión directa de la recogida dee basura y pro ocede a su A principios de la década mecanizzación, lo qu ue permite accortar su durración. Los ca arros de anta año son reem mplazados po or camiones con cajas cubierta as y el person nal aparece u uniformado. Los “carreross”, como se les llama, reccogen la bassura a domiccilio con la ayuda de d espuertas de d caucho, y avisan de su presencia con un silbato. Los vehículo os utilizados llos contrata el Ayuntamie ento con el PParque Móvil de los ministerios civiles y, cuando crece ell perímetro de d la ciudad con la consttrucción de nuevos n barrio os, la flota ess insuficiente, así que se a aumenta y renueva a. En febrero del 60 se a anuncia la incorporación n de siete veehículos de mayor m capaciidad, mientra as que las furgonettas que se vieenen empleando se mantiienen en sectores de calles estrechas. A finales de la década participan en la tarea sesenta operarios, que en unas horass recogen los desperdicioss de 40.000 familias y 2.0 000 estableciimientos, y adan a varioss kilómetros d de distancia. los trasla En los primeeros años cinccuenta ya se intenta el recciclado de la basura domé éstica. Así, en n 1952 el Ayu untamiento adjudica a su aprovechamiento a A Alfonso Sánchez Pérez, qu ue establece un vaciadero o junto a la carretera c de Trassierra, donde se s separan trapos, hueso os y papeles. Pero los de esperdicios accumulados desprenden d un olor nauseeabundo e insoporttable, que molesta especialmente a lo os vecinos del entorno. En n junio del 57 7 se aprueba a la construccción de un estercoleero para la transformació ón y aprovech hamiento de la basura, qu ue se pretend de construir en e la Huerta Figueroa y “puede reportar múlttiples beneficiios para la riq queza municipal, al producir abonos pa ara la agricultura”. La limpieza alcanza tamb bién las facha adas de las casas, c y para faccilitarla cada primavera ell alcalde pub blica un bando en el que ord dena que “antes del día primero de mayo próximo, se procedeerá (...) al revvoco y pintura a o blanqueo de las facha adas de sus casa as, que lo prrecisen”, cuyo o incumplimieento “se sanccionará con la im mposición dee multa”. En 1 1960 el band do añade que e en las casas de la zona arttística “no se permitirán lo os zócalos de e color, do quedar to oda la facha ada encalada hasta el suelo”, debiend siguiend do así el criterrio de la Com misión de Mon numentos.

a iniciativa es la creación a principios de d la década de “cartelera as municipalees” en una trreintena de Una curiosa fachada as, de uso público p y gra atuito. Se trata de unos espacios recctangulares bordeados b po or un marco o de obra, protegid dos por un tejjadillo y situad presas pueden colocar suss afiches. dos en lugarees de paso, donde las emp MERCADOSS DE ABASTO OS PARA LOS BARRIOS. Desde los primeros años cincuenta An ntonio Cruz Conde C promueve la creació ón de mercad dos de barrio o que reemp placen mente al de la Corredera y permitan su s demolición n. Los parcialm tres prim meros se pro oyectan en la a plaza de Gonzalo G de Ayora, A aprovecchando la nave de u un taller dee reparación de automóvviles; el Cam mpo Santo de los Mártirees, en el sola ar del cine de verano Aven nida, y la calle Alfonso XIII, X en el sola ar del cine Andalucía. Ell presupuestto de los tres, incluid da la nos, rebasa los tres millo ones de pesettas. A adquisicción de terren

A REHABILITA ACIÓN DEL SECTOR SUR. CÓRDOBA ESTUDIO PARA LA

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mediados de la décad da ya están ultimados u los dos primeross, equipados con 34 y 56 puestos de venta v respectiivamente, ga a construiir. En su luga ar, los vecino os de San Peedro disponen del nuevo mercado mientras que el terceero no se lleg subterrán neo que a fina al de la décad da se constru uye en la Corrredera. A principios del 59 se promueve la a creación de dos nueevos mercado os de barrio o, con viviendas en las l plantas altas, cuyo os or proyectoss se encomieendan al arquitecto Pasto Madueño o. El primerro se construye en una a parcela del camino de Rabana ales, junto al a d Lepanto, y comprendee 84 puestoss, cuartel de 34 localees de negocio os y 64 vivien ndas, mientras que el seegundo se leevanta en el nuevo barrio o del Secto or Sur, y tien ne 96 puesto os, 25 locale es exterioress y 64 vivviendas. Hassta tanto se ejecuten las obras, el Ayuntamien nto autoriza la a ón de mercad dillos provisio onales al aire instalació libre en el Marrubial, el Sector Sur S y Ciudad d L vecinos lamentan l que algunos se Jardín. Los establezccan en solares sin vallar, utilizado os hasta enttonces como vertederos, y desprotegido os frente a lass inclemencias del tiempo. S TRASLADA SE AN LAS LONJJAS A LA PERIFERIA. A comienzos de los cincuenta el Ayunttamiento se propone p edifiicar una nuevva lonja de contratación c de frutas, verduras y pescado en terrenos dee la Huerta del d Rey, que reemplace r a las insuficien ntes y poco higiénicas insttalaciones existentess en la plaza de la Corred dera, en las dependencias d s del antiguo pósito. Para ello saca a concurso c la concesión c administrrativa de su construcción y explotación, que en ju ulio del 51 see adjudica en 10,2 millo ones a SACELLYM, una empresa madrileña qu ue se compro omete a consttruirlas en el plazo p de dos años. S embargo Sin o, antes de comenzar c lass obras, el alcalde a Antonio Cruz Co onde, con un na gran clarrividencia, reconsideera el empla azamiento y con el respa aldo corporativo lo camb bia al Camp po Madre dee Dios, junto o al asilo municipa al. A finales de mayo deel 52 SACELLYM inicia la as obras de las nuevas llonjas a cam mbio de la concesión c administrrativa por cua arenta años, a cuyo términ no revertirán al a Ayuntamiento. Dos año os más tarde, el 24 de mayyo del 54 y con asisstencia de lass autoridadess, tiene lugar la inauguraciión de las nueevas lonjas, q que bendice el e obispo Frayy Albino. L nave de contratación tiene unas dim La mensiones dee 105 por 16 6,50 metros; eel muelle de carga y desccarga una longitud de 105 mettros, y el pattio de manio obras una superficie de 2.500 2 metross cuadrados. La capacida ad de los entras que la estación frig gorífica, divid dida en seis cámaras, c tien ne 1.800. almacenees alcanza 3.500 metros cúbicos, mie Cuentan también con n fábrica de hielo h propia, con capacida ad para prod ducir seis toneeladas diarias. Como instalaciones complem mentarias disponen de agencia bancaria a, a cargo deel Banco Espa añol de Créditto, cantina y báscula. N lejos de allí, frente a Puerta Nue No eva, se encu uentra al Matadero municcipal, al fren nte de cuyos servicios veterinariios se halla a comienzos de la década a García Ogayar, secundado por el administrador Celestino Fid dalgo. En 1952 se aprueba la instalación dee cámaras frigoríficas para a la conserva ación de carn nes, y a finalees del 55 se incorpora un desollador mecániico de la marca Perco. Po or esa misma a época se em mprende la reeparación dee las cubiertas, en mal estado. E crecimiento El o demográficco de la población hace que q el matad dero se revelee cada vez más m insuficientte, por lo que a meediados de la a década el Ayuntamiento A o aprueba su ampliación, y para ello a adquiere 15.0 000 metros cuadrados de terren no pertenecieentes a la co ontigua huerta a de los herrmanos de Sa an Juan de Dios. La ampliación conttempla la creación de un matad dero de equiinos, que, au utorizado porr la dirección general de Ganadería, se pone en marcha m a finales dee los años ciincuenta, lo que permite el abastecim miento de los puestos de ccarne de cab ballo que se abren en Córdoba.

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EL NUEVO CEMENTERIO C O. Con motivo del Día de llos Difuntos los viejos cem menterios de la Salud -no ombre paradó ójico donde los haya- y San Rafa ael se limpian n y acicalan p para recibir la a visita de miles de cordob beses, que accuden con flores y oraciones a rendir homena aje a sus mueertos. Es noto oria la presen ncia de mujerres enlutadass, y muchas viudas v acuden n tocadas con velos de crespón negro. En el e 53 afirma el periódico que durante todo el día, de diez de la mañana a cinco de la tarde, los nden el rezo del d rosario, a cargo de loss padres dominicos. altavocees de los cementerios difun a de Vallellan no y la proyecctada urbanizzación del nue evo polígono o de la Fuensa anta sitúan La apertura de la avenida a los ceementerios ca ada vez más cerca de la expansión urrbana, lo quee unido a su antigüedad y saturación animan al Ayuntam miento a estu udiar la crea ación a mediiados de la década de u un nuevo camposanto, in ncluso elige su posible emplaza amiento, a do os kilómetros del casco urbano, entre el e arroyo Pedroches al oesste, la vereda de Rabanalees al norte, la Choza del Cojo al este y el cam mino de Raba anales al sur, zona situada a en dirección n contraria a los vientos do ominantes. al de Urbanism mo, que en eel 58 informa favorablemente el proyectto. El asunto llega inclusso a la Comissión Provincia Pero el asu unto no prosspera, y la necesidad n de e enterramien ntos se va re esolviendo con la constrrucción de bovedillas en el cem menterio de Sa an Rafael, en n el que en 1956 1 se apru ueba también n la apertura de una fosa común. A d 59 un deecreto del alccalde disponee habilitar en n el “departam mento de dissidentes” del mismo cemeenterio “un finales del espacio adecuado all enterramiento de cadáveeres o restos de d vecinos que profesaron el credo evangélico”.

INFRAESTR RUCTURASS Y COMUNICACION NES. CONSTRUC CCIÓN DEL PPUENTE DE SAN RAFAEL. Cuando Anttonio Cruz C Conde llega a la alcaldía están muy a avanzadas la as obras del nuevo puentte sobre el Guadalq quivir, iniciad das en julio de 1949, que lleva a cabo la empresa E Entrecanales y Távora, S. A. A Será el seg gundo que tendrá la ciudad, al fin, tras el Puente Rom mano, constru uido casi doss mil años antes. a Unas declaraciones d s al diario go García Ga allego, ingeniero autor de el proyecto y director de las obras, peermiten saberr que tiene Córdoba de Santiag nta sobre nueeve estribos, con c ocho arccos de 25 meetros de luz 250 meetros de longittud por 19 de anchura, y que se susten cada un no. Trabajan en e su constru ucción 150 ob breros, pero en e la fase de cimentación llegaron a su umar 500. En mayo del 52 el period dista Manuel García Prieto o, a la sazón director del semanario Eccos, proponee que junto al nuevo o puente se erija e un triunffo de San Rafael que desp pida y reciba a los viajero os, sugerencia a que es bien n acogida; por el contrario, c caeerá en saco rroto una prop puesta de Ra afael Castejón n, partidario de bautizar el e nuevo pueente con el nombre de Almanzorr, en recuerdo o del que con nstruyó dicho caudillo árab be por la missma zona en el e año 989. C Cuando se ultiman las obras, Ra amón Medina a dedica una a canción al Puente Roma ano, a punto de perder su u hegemonía de siglos, cuya prrimera estrofa a reza: “Puen nte viejo no tengas envidia / de tu veecino tan reluciente, / qu ue si cuentass años por millares / son tus silla ares muy resisstentes”.


CAP. 3: CÓRDOBA EN LOS AÑOS 50 Y 60

El nuevo puente queda inaugurado el 29 de abril de 1953, con asistencia del jefe del Estado Francisco Franco, que esa mañana ha presidido en las Tendillas un homenaje del Ejército al Gran Capitán con motivo del quinto centenario de su nacimiento. Tras la bendición del puente por el obispo Fray Albino, Carmen Polo de Franco descubre la placa que perpetúa el acontecimiento: “Es el Jefe de Estado y Generalísimo de los Ejércitos, Francisco Franco Bahamonde, inauguró este puente del Guadalquivir el 29 de abril de 1953”. El jefe provincial de Obras Públicas, Pedro Fernández Santaella, y el ingeniero Santiago García explican a Franco sobre un plano las características del puente, que el general recorre a pie, acompañado de su séquito y autoridades, tras cortar la cinta inaugural; luego bajan hasta la orilla del cauce para apreciar su aspecto exterior. Un epílogo triste de la inauguración lo constituye la muerte del padre del puente, el ingeniero García Gallego, en agosto del mismo año. Señala la gacetilla necrológica que siguió la obra en todos sus detalles, “no cuidándose su persona, cuya salud se hallaba quebrantada”. La instalación del triunfo de San Rafael se lleva a cabo tres años más tarde, y se termina el 7 de mayo de 1956, aniversario de la aparición del arcángel al padre Roelas. La estatua tiene tres metros de altura y ha sido labrada por el escultor Amadeo Ruiz Olmos, que ha empleado dos bloques de piedra de quince toneladas; va sobre una columna anillada de once metros rematada por un capitel en forma de estilizada flor de loto. LA AVENIDA CONDE VALLELLANO. A medida que avanzan las obras del nuevo puente sobre el río se plantea la construcción de la gran avenida que lo enlace con el Paseo de la Victoria, completando así el nuevo acceso meridional de la ciudad. Cuando el 5 de diciembre del 51 el conde de Vallellano visita Córdoba como ministro de Obras Públicas, activa esa lógica aspiración, y a los pocos días comunica la aprobación del enlace del nuevo puente con las carreteras de ambos márgenes y accesos a la ciudad, cuyo presupuesto de contrata rebasa los 18 millones de pesetas (una cifra cercana al presupuesto municipal ordinario del mismo año), que serán declaradas de urgencia por el Consejo de Ministros. Al poco de iniciarse las obras, el Ayuntamiento acuerda dedicar al conde de Vallellano la nueva avenida que, como continuación de la del Corregidor, discurrirá entre la Puerta de Sevilla y la glorieta del Paseo de la Victoria, decisión que el diario considera como “el homenaje de gratitud” que Córdoba debe al Ministro. A la par que se emprenden las obras hay que resolver el traslado de los vecinos que habitan terrenos afectados, como ocurre con el barrio del Maimón, situado frente a la Puerta de Sevilla, o con los chozos del Tejar de la Cruz, demolidos en el verano del 52, cuyos moradores son realojados en el nuevo barrio de Fray Albino, donde la asociación benéfica La Sagrada Familia les proporciona viviendas, “salvo en aquellos casos de probada inmoralidad incapaz de responder a las más elementales reglas de relación humana”, dice el periódico. También están afectadas por el trazado la finca La Granjita -que se permuta por terrenos municipales- y la huerta San Basilio, propiedad de Concepción y José Burgos Méndez, que ceden gratuitamente 5.700 metros cuadrados, bello gesto que el alcalde les agradece. Con el movimiento de tierras comienzan en junio del 52 las obras de la nueva avenida, a cargo del Ministerio de Obras Públicas y el Ayuntamiento, que tendrá una calzada de 30 metros de anchura flanqueada por andenes y jardines. La actuación comprende asimismo la urbanización de los terrenos situados a ambos lados y la redacción de ordenanzas que regulen la construcción de los nuevos edificios. Al mismo tiempo, los Llanos de Vista Alegre cambian su condición de bienes comunales por la de bienes de propios. En octubre del 53 el teniente de alcalde de jardines, Antonio Muñoz y Ramírez de Verger, viaja a Madrid para entrevistarse con su jardinero mayor y conocer las zonas verdes con el fin de aplicar aquella experiencia a sus proyectos, y especialmente a los de Vallellano. En la primavera del 54 se inicia la plantación del arbolado, y un año más tarde se instalan bocas de riego. Y en el verano del 57 se abren al público los jardines, al tiempo que se adquieren veinticuatro bancos de piedra artificial para la zona. Los comentarios de Rafael Gago en su Postal -un permanente observatorio de los cambios urbanos- permiten reconstruir el paulatino cambio de imagen. Así, en abril del 54 la nueva avenida “ya se asoma al Paseo de la Victoria” y “a su paso va arrollando cuanto se le pone por delante”, y tres meses más tarde “va perfilando su empaque señorial, dando tono a aquellos parajes desolados de Vista Alegre”.

LA AVENIDA DEL ALCÁZAR CONECTA LOS DOS PUENTES. Otra de las nuevas vías que abre el Ministerio de Obras Públicas a raíz de la construcción del nuevo puente sobre el río es la avenida que por la orilla derecha lo conecta con el Paseo de la Ribera, que discurre sobre terrenos de la huerta del Alcázar. El trazado afecta a la puerta de los Sacos, vestigio arqueológico del antiguo alcázar califal que, de acuerdo con la Comisión de Monumentos, se traslada e inserta en la muralla que por la misma época se restaura frente a la avenida del Corregidor. En el trazado de la nueva vía también se interpone el seminario de San Pelagio, lo que obliga a demoler y retranquear su muro meridional, “bocado” que afecta a un patio. Coincidiendo con la creación de la nueva avenida, el Ministerio ensancha a diez metros el firme de la Ronda de los Mártires y la Ribera, al tiempo que realiza pequeñas rectificaciones que mejoran su trazado. La muralla medieval que cierra el Alcázar por el sur y discurre entre la nueva avenida y el río está jalonada de torres defensivas, entre las que destaca la de Guadacabrillas, de planta octogonal, “un lugar preferente del magnífico mirador sobre el Guadalquivir” que es la nueva avenida, según el alcalde. A principios del 56 el Ayuntamiento ultima su restauración y coloca unos mástiles para que en fechas señaladas ondeen en ella la bandera nacional y el pendón de la ciudad, como en la Calahorra y la Malmuerta. La rampa terriza que ha quedado entre la nueva avenida y la muralla la embellece el Ayuntamiento con la creación de una zona ajardinada en la primavera del 57, y el ornato se completa ese mismo año con la instalación de farolas artísticas. Ante el bucólico panorama comenta Rafael Gago que “se han creado unos originales jardines en forma de terrazas que se ven arrulladas por las aguas del Guadalquivir”. La actuación se completa más tarde con la restauración del molino de la Albolafia, la noria gigante que figura en el sello antiguo de la ciudad y abastecía de agua al contiguo Alcázar medieval. Previa cesión por el Estado, el proyecto se encomienda al arquitecto Félix Hernández y lo llevan a cabo “manos artesanales”, como indica Cruz Conde en sus memorias. Las obras de encauzamiento y defensa que lleva a cabo en el río el Ministerio de Obras Públicas a finales de la década soterran parte de la muralla ribereña, lo que motiva que la Comisión de Monumentos se dirija a las autoridades “en súplica de que sean modificados los niveles que se están ejecutando en la margen derecha del río, en las obras de canalización del mismo, puesto que se están elevando terraplenes que entierran la muralla del Alcázar más de la mitad de su altura, haciéndola perder todo su carácter”, súplica que no es fácil de atender. EL NUEVO ACCESO A CÓRDOBA POR LEVANTE. La creación de una nueva avenida de acceso a Córdoba por el este, desde la carretera de Madrid, se plantea en los primeros años de la década como parte fundamental de un eje viario septentrional que continuará a través de la carretera de Badajoz, avenida del Obispo Pérez Muñoz y avenida de América hasta conectar a través de Mozárabes y República Argentina con el nuevo acceso meridional que surge tras la construcción del puente de San Rafael. En la primavera del 52 ya está ultimado el proyecto de “desviación” de la carretera de Madrid, entre la Choza del Cojo -modesta venta cuyo nombre se asocia con clandestinas aventuras amorosas- y la carretera de Almadén, y en febrero del siguiente año el conde de Vallellano firma la aprobación técnica de la nueva vía, que según el periódico “proporcionará a Córdoba nueva y magnífica entrada”. Al igual que el acceso meridional, se proyecta con visión de futuro, con 31 metros de calzada y otros 50 a cada lado para jardines y viales, 131 en total; sin embargo un replanteamiento posterior reducirá a algo menos de la mitad la separación entre edificios y a 25 la calzada. Así que el Ayuntamiento venderá las franjas excedentes como solares destinados a la construcción de bloques de viviendas, una vez urbanizados. En septiembre del 54 el pleno municipal aprueba la expropiación de terrenos afectados -su aportación a la obra- y antes del siguiente verano queda también aprobado el proyecto y presupuesto, cuyo importe rebasa los cuatro millones de pesetas. Entre los propietarios indica la prensa la comparecencia de Elisa Enríquez Barrios, que cede terrenos de su propiedad afectados por el proyecto. Por el contrario, en sus memorias alude Cruz Conde a las dificultades surgidas para expropiar la huerta de un convento -cuyo nombre no cita- administrado por el Obispado.

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Con la explanación de los terrenos se inician en 1956 las obras, que incluyen la construcción de un puente sobre el arroyo Pedroches, asociado a la antigua romería de la Candelaria. Cuando en marzo del 58 visita Córdoba el nuevo ministro del ramo, el general Jorge Vigón, recorre las obras, que 'transcurren con lentitud, lo que obligará al alcalde a tratar repetidamente del asunto en Madrid con el nuevo director general de Carreteras, Vicente Mortes, para lograr su agilización. Pero los aguaceros ponen en entredicho la calidad final del nuevo acceso, vulnerable a las lluvias en diversos puntos, lo que obligará al Ministerio, ya a mediados de la década siguiente, a elevar la rasante. Coincidiendo con el proyecto de la nueva carretera -que canalizará hacia la avenida del Obispo Pérez Muñoz el tráfico procedente de Madrid- el municipio abriga la idea de convertir la torre de la Malmuerta en la entrada principal de Córdoba por el norte. Para ello pretende desviar el tráfico por fuera de la fortaleza, que quedaría situada en el centro de una gran plaza elíptica cuya creación afectaría a una docena de inmuebles, pero la dirección general de Arquitectura pone objeciones al proyecto y no llega a ejecutarse.

Entre las actuaciones emprendidas a lo largo de la década en materia de alcantarillado hay que citar el Sector Sur; la franja urbana formada por la Huerta de San Rafael, San José y Valdeolleros; la red complementaria del área comprendida entre el Paseo de la Victoria, Vallellano y Gran Vía Parque; la zona residencial del Brillante, desde el paso a nivel al Cerrillo, que venía resolviendo su saneamiento mediante fosas sépticas; el barrio del Naranjo; y áreas como la Huerta de Frías -en la parte meridional de Ciudad Jardín-, la Huerta Viñuela y la Huerta de la Golondrina. En general, se dota de alcantarillado a los barrios de nueva creación, se completa el de barrios en proceso de crecimiento y se renueva parte de la red del casco histórico. Al final de su mandato Cruz Conde cifra en 78.020 los metros lineales de alcantarillado construidos.

MEJORAS EN LA CARRETERA DEL BRILLANTE. La comunicación viaria con el Brillante queda estrangulada por el viaducto del Pretorio, cuya estrecha calzada de tan sólo 4,70 metros de anchura- impide que se crucen normalmente dos autobuses, por lo que uno de ellos se ve obligado a invadir las aceras, como se puede apreciar en alguna fotografía de la época. A comienzos del 51 se plantea su ensanche, que en principio se pretende llevar a cabo ampliando por ambos lados el paso elevado existente, pero los técnicos lo desaconsejan y se inclinan por la construcción de un nuevo viaducto, paralelo al existente. Mientras se ejecuta la reforma se evita la coincidencia de dos autobuses en el viaducto y se prohíbe el tráfico de camiones, desviando por el paso a nivel de las Margaritas y la calle Doña Berenguela los que se dirijan al Brillante. En mayo del 53 el Consejo de Ministros aprueba el proyecto del nuevo viaducto, asumido por el Ministerio de Obras Públicas, que adjudica su ejecución a la empresa Trueba. Las obras comienzan en marzo del 54, y dos años más tarde, en junio del 56, la necesidad obliga a abrir al tráfico el nuevo paso elevado cuando aún faltan algunos detalles para su completa terminación. Al mismo tiempo se derriba el murete existente junto al fielato del Pretorio, lo que permite eliminar una curva innecesaria. Para disimular el desnivel existente entre las rasantes de ambos viaductos se planta un seto vegetal. La expansión de la ciudad por la zona residencial del Brillante y el paulatino aumento del tráfico aconsejan también el ensanche de la carretera de los Arenales -como se la conoce- entre el camino de las Ermitas y el carril Huerta de los Arcos, de dos kilómetros, igualándola así con el primer tramo. El alcalde consigue que los propietarios de las fincas colindantes cedan los terrenos necesarios para el ensanche, y las obras se adjudican en marzo del 53 a la empresa Trueba. La reforma obliga a eliminar muchos de los corpulentos árboles de la franja afectada, pero la vía pasa de 10 metros a 16, con una calzada central de 7,5 y espaciosos andenes de 4,25 a cada lado, idóneos para el agradable tránsito peatonal en una zona bastante frecuentada por los cordobeses en las calurosas noches veraniegas. A raíz del estreno de nueva iluminación en mayo del 59, el periodista Gago aprecia que “desde el Puentecillo, el camino que va escalando las estribaciones de la Sierra, se encuentra hoy flanqueado por preciosos chalets que le dan un vistoso aspecto”. EL NUEVO ALCANTARILLADO Y SANEAMIENTO. Obras municipales de importancia económica y escaso lucimiento, por ser poco visibles, son las de alcantarillado, imprescindibles para garantizar las condiciones adecuadas de higiene y salud pública. En la década de los cincuenta son numerosas las obras de esta índole emprendidas por el Ayuntamiento, que se financian con presupuestos extraordinarios y contribuciones especiales. El alcantarillado de nuevas zonas residenciales lo suelen ejecutar los propios promotores o bien el Ayuntamiento, repercutiéndolo, como todos los gastos de urbanización, en el precio de los solares.

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Según recoge el periodista Jaime Quesada en un reportaje sobre el tema publicado en 1953, la red de alcantarillado se divide en cuatro sectores, norte, este, oeste y central, conectados con el gran colector del Arroyo de las Piedras y del emisario general, que desagua en el río junto al molino de la Alegría. Para atender la expansión urbana por el norte y el oeste se construye estos años el colector del Arroyo del Moro, el más grande hasta entonces, que se extiende desde la Sierra hasta el emisario general, siguiendo el cauce del arroyo citado. También se emprende la construcción del colector este-oeste, entre el Arroyo del Moro y el ferrocarril de Almorchón. A finales de la década, y con cargo a un plan nacional elaborado por el Ministerio de Obras Públicas para defensa de avenidas, se proyecta el encauzamiento de los arroyos del Moro, de las Piedras y Pedroches a su paso por la zona urbana de Córdoba, que eviten el riesgo de inundaciones, como las que se originan en enero de 1960 en el barrio de Cañero. MURO DE DEFENSA DEL RÍO En el verano del 54 Antonio Cruz Conde gestiona en Madrid que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir redacte el proyecto de defensa y encauzamiento del río a su paso por Córdoba, y dos años y medio más tarde, en enero del 57, el Consejo de Ministros aprueba las obras, a cargo del Ministerio de Obras Públicas. El alcalde no oculta su satisfacción, pues considera que la ciudad “no sólo consigue salvar definitivamente el peligro de inundación de los barrios del Campo de la Verdad, sino que al urbanizar todo el cauce del río, desde el Estadio Municipal hasta el puente nuevo, la fisonomía urbana de la ciudad obtendrá una mejora trascendental y ese sector pasará a ser, sin duda, el de más bellas perspectivas de Córdoba”.


CAP. 3: CÓRDOBA EN LOS AÑOS 50 Y 60

LA ESTACIÓN CENTRAL SE MODERNIZA. La Estación central de ferrocarriles, inaugurada en 1859, sufre a principios de la década una beneficiosa reforma que moderniza y amplía sus obsoletas instalaciones. Las obras, emprendidas en marzo del 52 por el Ministerio de Obras Públicas y adjudicadas a la empresa Agromán, comprenden la pavimentación general, la ampliación de los andenes -lo que obliga a suprimir la primera vía- y la instalación de marquesinas protectoras que los cubran, la construcción de pasos subterráneos para comunicarlos sin necesidad de cruzar las vías, la sustitución de las cubiertas, la edificación de nuevos pabellones a ambos lados de la explanada de acceso y la renovación de la instalación eléctrica, así como la remodelación de los diversos servicios y el embellecimiento general del edificio y de su glorieta. La excavación de uno de los pasos subterráneos entre los andenes origina el hallazgo de un sarcófago romano de plomo con restos humanos, valiosa pieza que se traslada al Museo Arqueológico. Según el periódico, en los últimos meses trabajan en las obras unos 480 obreros, distribuidos en tres turnos, con el fin de acelerar su terminación, y todo ello sin interrumpir el tráfico ferroviario.

Un mes después, la dirección general de Obras Hidráulicas saca a concurso las obras, organizadas en tres tramos -entre el puente nuevo y el romano, entre éste y la presa del molino de Martos, y aguas arriba del mismo hasta al estadio-, cuyo presupuesto de contrata alcanza los 53,37 millones de pesetas. Al igual que en otros proyectos municipales, también en éste se registran rasgos de generosidad, como es el caso de las hermanas Galiana y Teresa Tercero, que ceden unos terrenos de su propiedad afectados por el proyecto. En febrero de 1960 el pleno municipal acuerda interesar del ministro Vigón acelerar el ritmo de las obras con el fin de “acabar de una vez para siempre con el angustioso problema” vivido por la ciudad, “al estar amenazado de peligrosa inundación un amplio sector del barrio de Fray Albino”, y un año más tarde las obras “crecen a buen ritmo ante la mirada de los numerosos curiosos que a diario concurren a aquellos lugares”, según el periódico.

En su visita a las instalaciones el ministro de Obras Públicas, conde de Vallellano, observa que andenes y marquesinas han quedado cortos, por lo que se aprueba un proyecto adicional para alargarlos. En una siguiente fase se amplían las vías de los convoyes de cercanías, lo que permite reservar las principales para los trenes de largo recorrido. También se estudia la construcción de un viaducto que suprima el paso a nivel de las Margaritas. Pero este proyecto no se lleva a cabo por dificultades técnicas, debido a la gran pendiente que habría de tener el tramo recayente a la avenida de América. Las mejoras de la Estación comprenden también la actuación en la glorieta exterior, donde Renfe proyecta instalar una farola monumental; sin embargo, el Ayuntamiento propone, y se acepta, que en lugar de la farola se coloque el triunfo de San Rafael erigido en 1743 junto al Alcázar de los Reyes Cristianos, cuyo emplazamiento estorba para el trazado de la nueva avenida que ha de unir el puente nuevo con el Paseo de la Ribera. Paralelamente a la mejora de la Estación, tanto las líneas férreas como los trenes sufren un proceso de modernización a lo largo de la década, que va jubilando poco a poco a las viejas locomotoras de vapor que manchan de tizne la cara de los viajeros que se asoman por las ventanillas. El 20 de diciembre de 1952 entra en servicio el TAF Madrid-Sevilla-Cádiz-Huelva, que despierta la curiosidad de muchos cordobeses y produce “una grata impresión” a su paso por la ciudad. El moderno convoy consta de tres unidades, una de ellas con bar, y cubre en 6,21 horas el trayecto entre Madrid y Córdoba, ciudad para la que reserva veinte plazas. En octubre del 54 Renfe mejora la comunicación con Granada con la puesta en marcha de un automotor diario que emplea en el trayecto poco más de cinco horas. Otro de los acontecimientos ferroviarios de la década es el paso por la estación de Córdoba del primer tren Talgo (bautizado como Virgen del Pilar), el 22 de marzo de 1960, en viaje de pruebas camino de Sevilla, que atrae a muchos curiosos. En algunos tramos del trayecto alcanza los 120 kilómetros por hora, velocidad que contrasta con los 30 logrados hace un siglo, el 27 de abril de 1859, por el tren que cubrió la primera línea férrea entre Córdoba y Sevilla.

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TRASLADO DE LA ESTACIÓN DE TRENES. Cuando el 6 de junio del 51 Franco inaugura el silo, el alcalde Alfonso Cruz Conde aprovecha la ocasión para mostrar al ministro de Obras Públicas, desde la terraza del edificio, cómo las vías del ferrocarril parten la ciudad en dos, y le hace ver la necesidad de desplazar la Estación hacia el norte. Tan solo dos semanas más tarde la Junta de Enlaces Ferroviarios conoce el anteproyecto de nueva estación para Córdoba, en el curso de una reunión a la que asiste el propio alcalde, acompañado del arquitecto municipal Carlos Sáenz de Santamaría y del ingeniero jefe de Obras Públicas Pedro Fernández Santaella. Aunque la prensa no detalla las características del anteproyecto, se habla de su ejecución en cuatro fases sin necesidad de interrumpir el tráfico ferroviario, y de que durante su tramitación se impedirán nuevas construcciones en la zona afectada y se practicarán expropiaciones. Sin embargo, una cortina de silencio se extiende sobre el tema durante el mandato como ministro de Obras Públicas del conde de Vallellano (1951-57), probablemente porque su departamento anteponga necesidades como el abastecimiento de agua, los nuevos accesos a la ciudad y el encauzamiento y defensa del río. Cuando en el 52 se llevan a cabo obras de mejora en la Estación, el cronista Gago considera que su traslado a otro lugar es “una aspiración romántica de quienes pretendían ver prolongarse la avenida del Gran Capitán en magnífica perspectiva hacia la Sierra”. Una utopía. En marzo del 58, con ocasión de una visita del nuevo ministro de Obras Públicas, Jorge Vigón, el alcalde Cruz Conde le entrega un memorando con los problemas y necesidades de Córdoba, entre los que figura el cambio de emplazamiento de la Estación, “según determina el nuevo plan de ordenación urbana de Córdoba, lo que además de la solución ideal, llevaría aparejada, como consecuencia inmediata, la de otros [problemas] que hoy dañan y perjudican el interés de Córdoba, como son los actuales pasos a nivel de las Margaritas, los Santos Pintados y la carretera de Villaviciosa en la línea de Cerro Muriano”, dice el periódico, así como también la desaparición del viaducto de la Electromecánicas, tan peligroso para el creciente tráfico rodado, tanto por su estrechez como por las curvas de su entrada y salida. Poco después el Ayuntamiento acuerda suspender por un año la concesión de licencias de edificación en los sectores afectados por el proyecto de nuevo trazado del ferrocarril. Así las cosas, sorprende que el Ministerio de Obras Públicas pretenda en julio del 58 construir un depósito para máquinas eléctricas en terrenos colindantes con la Estación, previstos para zona urbana y viales; un lugar que al decir de El Ujier de Guardia (seudónimo del periodista Sánchez Garrido) “no es el más aparente para ello, porque viene a tirar por tierra varios de los proyectos de urbanización que el Ayuntamiento abrigaba” en la zona, afectada por el plan de enlace ferroviario ya aprobado por el municipio y Renfe. El alcalde propone la construcción del depósito en terrenos próximos a las futuras instalaciones, y así lo acepta Renfe. Pero el mandato de Cruz Conde termina sin que experimente avance sustancial el proyecto, que aún habrá de esperar más de treinta años, aunque en el discurso de su relevo indique que los técnicos de la Junta de Enlaces Ferroviarios perfilan ya “la solución definitiva”. CONSTRUCCIÓN DEL AEROPUERTO. Cuando en febrero de 1953 Franco recibe en audiencia a Antonio Cruz Conde, el alcalde le manifiesta que entre las aspiraciones más inmediatas de Córdoba figura la construcción de un aeropuerto. En junio Cruz Conde trata del asunto con el ministro del Aire, Eduardo González Gallarza, y en febrero del 54, técnicos de la dirección general de Aeropuertos se desplazan a Córdoba para estudiar el posible emplazamiento del “campo de aviación”.

En julio del mismo año el pleno aprueba el proyecto de construcción del aeropuerto, que enseguida entrega el alcalde al ministro del Aire, las instalaciones ocuparán una extensión de 300.000 metros cuadrados y constarán básicamente de pista de vuelo, pista de rodadura, zona de estacionamiento y edificio terminal. La franja de aterrizaje tendrá una longitud de 1.500 metros de largo por 150 de ancho, y admitirá su ampliación en el futuro hasta 3.500 por 1.100; contará con una pista afirmada de 1.400 metros por 45, y a ambos lados de ella quedarán sendas “pistas de emergencia” de tierra compactada, de 52 metros de anchura. Tampoco se descuidan las infraestructuras complementarias, y así, a finales de marzo, se aprueba con carácter urgente la construcción del acceso desde la carretera de Puesta en Riego, mientras que la dirección general de Obras Hidráulicas saca más tarde a concurso su adoquinado entre los kilómetros 2 y 5. A finales de enero del 58, cuando las pistas se encuentran ya casi ultimadas, el Pleno aprueba la construcción del edificio terminal, según proyecto del arquitecto José Rebollo, y, admitida la excepción de subasta por razones de urgencia, faculta al alcalde para su encargo directo a una empresa que ofrezca las debidas garantías. El edificio se levanta con gran celeridad en unos tres meses, y alberga sala de espera, bar, aseos, despacho del jefe, dependencias para las compañías aéreas, aduana, policía, servicio meteorológico y torre de mando, pero se aprecia que resulta insuficiente, por lo que se emprende su ampliación con una nueva planta. Por fin, el 25 de mayo de 1958, en plena Feria, se celebra la bendición e inauguración del aeropuerto, con asistencia del jefe de la región aérea del Estrecho, el director general de Aviación Civil, las autoridades cordobesas y otras personalidades. Especialmente satisfecho se siente el teniente de alcalde Ricardo Muro Riobón, delegado por el alcalde para el aeropuerto. Tras la bendición de las instalaciones por el obispo Fray Albino, Antonio Cruz Conde lee un emotivo discurso.

ORDENACIÓN DE LA EXPANSIÓN URBANA. APARICIÓN DEL PLAN GENERAL DE ORDENACIÓN URBANA DE CÓRDOBA. Cuando a finales de 1955 el Ayuntamiento presenta en la Biblioteca Nacional la exposición Córdoba en Madrid, a raíz de obtener la Medalla de Honor de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, ya figura un anticipo de lo que será el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), el primero de esta naturaleza, que tratará de poner orden en el crecimiento de la ciudad, hasta entonces desordenado. Un mes más tarde el proyecto se expone en la Sala Municipal de Arte para que lo conozcan los cordobeses. El plan pretende ordenar el crecimiento de Córdoba para un periodo de treinta años -en el que sus 180.000 habitantes se dupliquen hasta los 350.000- en sus barrios, zonificación, vías arteriales y emplazamiento de zonas verdes, industriales y residenciales. Se complementa con dos estudios, uno de urbanización de las avenidas de Vallellano y Corregidor y zona Sur, y otro de reforma interior que contempla la creación de una plaza ante las casas consistoriales que revalorice la iglesia de San Pablo y la apertura de una nueva calle que la enlace con el Realejo, proyecto que no llegará a materializarse.

A mediados de 1955 el pleno aprueba los gastos iniciales de la construcción de un aeropuerto, destinada a la compra de terrenos y movimiento de tierras. Se barajan cuatro fincas: El Judío, Chanciller, La Rinconada, y Cerrado de Quintos y Lavadero, eligiéndose estas últimas por reunir mejores condiciones, pues su acceso por el aire está completamente despejado; se hallan situadas a 6,5 kilómetros al oeste de la ciudad, comunicadas por la carretera de Puesta en Riego.

La laboriosa tramitación del PGOU dura algo más de año y medio. En mayo del 56 el pleno municipal lo aprueba inicialmente, y una vez que recibe “luz verde”, en Madrid, ratifica la aprobación el 30 de agosto del 58. Dos meses más tarde, el Ayuntamiento lo aprueba definitivamente tras estudiar las reclamaciones presentadas en el periodo de exposición pública y, por fin, el 3 de diciembre recibe la sanción final del ministro de la Vivienda. Como dirá el alcalde en su discurso de despedida, el PGOU “cancela una época de desarrollo anárquico y vergonzoso, que dio como fruto la existencia de suburbios como el Zumbacón, el Naranjo o Miraflores”. Al comentar en su Postal la aprobación del plan, que entra en vigor a principios de 1959, el periodista Gago admite que “no tan fácil llevar a la práctica esa ordenación porque hay que enfrenta con no pocos intereses particulares” y, hasta ahora, “muchas veces los egoísmos se han impuesto al interés general de la población”.

En marzo del 56 acuerda el pleno adquirir los terrenos y encargar el proyecto al ingeniero aeronáutico y comandante Ramón Martínez Zapata. Para empezar hay que expropiar 36 hectáreas en un paraje muy fértil, lo que provoca el rechazo de los propietarios, una influyente familia sevillana que mueve todas sus influencias para evitar una expropiación amparada en la declaración de utilidad pública.

En efecto, una de las principales tareas a que se enfrenta el Ayuntamiento es la de imponer disciplina urbanística que impida las construcciones ilegales. A los seis meses de la aprobación, la alcaldía ha de aclarar en una nota qué solares son aptos para la edificación, a saber: los planes parciales aprobados antes del 3 de diciembre deberán tener como mínimo suministro de agua potable y saneamiento, mientras que los aprobados después de dicha

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CAP. 3: CÓRDOBA EN LOS AÑOS 50 Y 60

fecha deberán contar con saneamiento de agua potable, alcantarillado, encintado de aceras, pavimento de las calzadas y alumbrado. “En su consecuencia”, advierte, “este Ayuntamiento no puede autorizar ninguna construcción en terrenos que no tengan plan parcial de ordenación aprobado o que teniéndolo carezcan de las citadas condiciones”, lo que hace público “como aclaración a reiteradas consultas de personas interesadas y en evitación de que sean adquiridos como terrenos edificables aquellos que no cumplan las citadas normas y condiciones”. En la prensa de la época se echan de menos análisis y valoraciones de una norma tan decisiva para el desarrollo urbano de la ciudad, entre cuyos aciertos figuran la protección del casco histórico y la limitación de alturas a siete plantas, lo que favorece el armónico crecimiento de la ciudad en horizontal, sin que los modernos edificios ahoguen la zona artística ni oculten las torres de las iglesias. También diseña la disposición de barrios satélites y polígonos industriales en el eje este-oeste y regula el suelo edificable, obligando a los constructores a su completa urbanización. El arquitecto municipal redactor del plan, José Rebollo Dicenta, nació en Madrid en 1914 y se tituló en 1942. En junio del 53 ingresa -interinamente en el Ayuntamiento en sustitución de Carlos Sáenz de Santamaría, de baja por enfermedad, y tras la jubilación de éste obtiene la plaza un año más tarde; de sus “méritos y competencia cabe esperar sea un digno continuador de la labor de su antecesor en el cargo”, dice el acta del tribunal. Hasta la entrada en vigor del PGOU el Ayuntamiento se ha mostrado dispuesto a mantener una disciplina urbanística que evitase la construcción e hipotecase futuras actuaciones. Así, a mediados de la década, el alcalde ordena la demolición de unas casas construidas sin licencia en el barrio del Maimón, junto al camino de la Granja del Estado -el futuro parque municipal-, así como de otras iniciadas en la carretera de Sevilla y en la barriada de San José. “No se autorizará en absoluto ninguna obra en lugares en que no exista plan de parcelación”, advierte en febrero del 57, al tiempo que se muestra firme en impedir las construcciones sin licencia municipal, cortando así la anarquía imperante hasta entonces. Ya a mediados de febrero del 59 la Permanente municipal deniega las primeras licencias de obras por no ajustarse al PGOU, sendos proyectos de edificios en Valladares 1 y Abderramán III. Y más tarde desestima otros en Gran Capitán 21 y Claudio Marcelo 3. Algunas negativas están motivadas por superar la altura, y otras por lo contrario, por presentar altura insuficiente. Tampoco se autorizan cuerpos volados en determinadas zonas del casco histórico. En algunos casos la edificación sin licencia se sanciona con la demolición, como ocurre en agosto del 60 en el Cortijo de Fausto, cerca del kilómetro 2 de la carretera de Trassierra, donde los bomberos derriban los muros de una construcción ilegal. “La autoridad municipal inflexible en el cumplimiento de las ordenanzas de construcción”, reza el aleccionador titular de prensa.

plantas afectadas”. En caso de urgencia o peligro el Ayuntamiento o su alcalde dispondrán lo necesario para la inhabilitación del inmueble y su desalojo. Los expedientes suelen terminar en los tribunales. A finales del 59 el Ayuntamiento declara en ruinas las casas de plaza de la Trinidad 1, Puerta de Almodóvar 4 y San Basilio 10, fijando plazos de quince días para el desalojo previo a la demolición, decisiones que recurren infructuosamente los vecinos. Hay casos, como la casa número 4 de avenida del Gran Capitán, en que el pleito llega hasta el Supremo, que da la razón al Ayuntamiento. Otras veces los tribunales se oponen a la declaración ruinosa, como sucede con las casas de San Pablo 9 y 11. A lo largo de 1960 las declaraciones afectan a las casas de Acera de Guerrita 1, Don Carlos Romero 17, San Fernando 106, Sánchez de Feria 15, Cardenal González 11, Jurado Aguilar 1 y San Basilio 45. Los solares originados por el derribo de casas ruinosas no siempre despiertan el interés de los constructores. En el verano del 58 el periodista Gago considera inexplicable que no edifiquen “en los numerosos solares que hay dentro del casco antiguo de la capital y en las miles de casuchas, la mayor parte en ruinas, que existen en los barrios y aún en vías céntricas de Córdoba”, situación que intentará corregir un gravamen sobre los solares sin edificar. EL BARRIO DE FRAY ALBINO. La actividad que mejor refleja las preocupaciones sociales del obispo Fray Albino es la construcción de viviendas para obreros en las barriadas del campo de la Verdad y Cañero a través de la asociación benéfica La Sagrada Familia, contribuyendo así a paliar un problema que en una pastoral considera “la mayor tragedia de nuestro tiempo”. En otra ocasión asegura que “es inútil predicar mientras haya que construir viviendas”. Al inicio de la década la barriada que lleva el nombre del obispo promotor cuenta con 1.400 casas y existe el proyecto de ampliarla con 960 más, con rentas anuales desde 800 pesetas. Las obras contribuyen también a mitigar el paro estacional. Como escribe el periodista Navarro Calabuig en junio del 51, el nuevo barrio va surgiendo “allí donde hace pocos años todavía no había más que una sucesión de chozos alineados en ambas márgenes del río, ofreciendo al viajero, en la entrada misma de Córdoba el espectáculo triste y denigrante de su miseria”, y dispone de servicios básicos como colegios, panadería, dispensario, farmacia, centralita telefónica, oficina de correos e incluso cine, el Séneca. Sin embargo, las últimas casas entregadas carecen de alumbrado, por la escasez de hilo de cobre y de hierro para las palometas.

A principios de 1960 el dinámico constructor Rafael Prieto del Rosal proyecta edificar 2.756 viviendas en la zona oeste de Córdoba, la futura avenida Virgen de los Dolores. Aunque el Ayuntamiento desaconseja su construcción en lugar tan distante porque encarecería los servicios, accede filialmente siempre que se lleve a cabo la previa urbanización del barrio, pues “otra cosa supondría exponer a Córdoba”, afirma una nota de la alcaldía, “a tener que soportar otro barrio” como los Olivos Borrachos, Naranjo, San José y Valdeolleros, Miraflores, Fray Albino y Cañero que, por causas bien distintas, son “vivero de problemas de toda índole para el Ayuntamiento y motivo de perjuicios, quebrantos y sinsabores” para sus habitantes. REHABILITACIÓN, DERRIBO Y NUEVA CONSTRUCCIÓN DE CASAS EN RUINAS EN EL CASCO HISTÓRICO. Tras el “tipismo”, tan apreciado por el turismo, que ofrecen muchas calles del casco histórico, se oculta a veces el cáncer de la ruina, originada por la vejez y la falta de conservación de bastantes casas. El organismo competente para declarar una casa en ruina inminente, que obligue a su inmediato desalojo y derribo, es el Ayuntamiento, pero a veces sus decisiones se enfrentan a los intereses contrapuestos de propietarios y de inquilinos, que se resisten a abandonar viviendas de renta económica. A raíz de denegar a finales del 56 la ruina de una casa, el Ayuntamiento recuerda que según la nueva Ley del Suelo “se declara estado ruinoso en los supuestos de que el daño en el edificio no fuera reparable técnicamente por los medios normales”, o bien si el importe de la reparación “es superior al cincuenta por ciento del valor del edificio o

En abril del 52 la asociación benéfica anuncia la expropiación de terrenos -de las fincas Torreón, La Marquesa y otras- para la edificación de 1.254 nuevas viviendas. En abril del 54 asegura el prelado en una pastoral sobre el angustioso problema de la vivienda que La Sagrada Familia lleva construidas más de 4.000, pero “hay ya más de 12.000 peticiones de casas, que aumentan cada día, y todas ellas con carácter urgente”. Así que pide al Estado condiciones adecuadas para que la sociedad pueda resolver el problema por sí misma, facilitando materiales de construcción, aligerando las intervenciones técnicas, reduciendo los impuestos y promulgando una ley de suelo que las abarate.

ESTUDIO PARA LA REHABILITACIÓN DEL SECTOR SUR. CÓRDOBA

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La labor de Fray Albino alcanza el reconocimiento del papa Pío XII, que en una carta remitida en julio del 54 a la Semana Social de Burgos, centrada en el tema de las viviendas sociales, asegura que en España “existen sociedades como la de La Sagrada Familia, de Córdoba, que han desarrollado un trabajo verdaderamente digno de alabanza”. Promovida por el prelado, la asociación benéfica se constituyó en febrero de 1947 bajo su presidencia, mientras que el canónigo Juan Font del Riego ostenta la vicepresidencia. A mediados de los años cincuenta forman la comisión ejecutiva José Pérez Barquero, Baldomero Moreno Espino, Bernardo López Baena, Carlos Font del Riego y Carlos Sáenz de Santamaría, arquitecto director de las obras, y ejerce como secretario Gumersindo Aparicio. En opinión del gobernador Revuelta se trata de “un grupo de hombres desinteresados a los que ni siquiera la vileza de la calumnia que la torpeza de unos canallas quiso sobre ellos lanzar [sacar provecho personal del asunto] fue capaz de frenar su ardor combativo”. Entre los colaboradores desinteresados citados por la prensa figuran también Francisco Calzadilla, Antonio Muñoz y Ramírez de Verger, Antonio de la Cruz Moreno, José Salinas González, sin olvidar al director del Banco Español de Crédito, Luis Salazar, que suele anticipar dinero para que las obras no se paralicen cuando los fondos públicos se retrasan. Según el periódico, los recursos de la asociación benéfica proceden del Instituto de Crédito para la Reconstrucción Nacional, como primera hipoteca a veinte años (36 por ciento); el Instituto Nacional de la Vivienda, como anticipo y prima en segunda hipoteca a pagar en los siguientes veinte años sin interés (53 por ciento), y la propia asociación benéfica en efectivo y terrenos (11 por ciento), a los que hay que añadir 20.000 metros cuadrados donados por el Ayuntamiento y 50.000 por Antonio Cañero. (En otra ocasión, sin embargo, asegura la prensa que el cuarenta por ciento del costo de una vivienda lo financia el Estado, otro cuarenta corre a cargo de empresarios benefactores y el veinte restante es una aportación a fondo perdido). En febrero del 55, en el patio de los grupos escolares de la barriada de Fray Albino, el director general del Instituto Nacional de la Vivienda, Luis Valero, preside la entrega de llaves de 1.331 casas nuevas, de ellas 531 en el Campo de la Verdad y 800 en Cañero, que elevan ya a 4.629 las construidas. Pero no todo es positivo en la actuación, pues la baja densidad demográfica encarece la urbanización de unos terrenos -con riesgo de inundación en las crecidas del río- que los promotores pretenden lleve a cabo un Ayuntamiento sin recursos, que tampoco puede aplicar la fórmula de las contribuciones especiales por la modestia de los vecinos. Así que a mediados de la década el municipio frena la expansión occidental de la barriada -que La Sagrada Familia pretende extender hasta la carretera de Sevilla, en terrenos expropiados con ese fin- mediante la aplicación de un plan parcial que establece una altura mínima de cuatro plantas y una densidad de trescientos habitantes por hectárea, abaratando así el costo de las infraestructuras por vivienda. Esta discrepancia urbanística enfrenta al obispo con el alcalde, episodio que silencia la prensa por la falta de libertad de expresión, pero Antonio Cruz Conde lo recoge en sus memorias sin pelos en la lengua. “Se daba el caso de que los proyectos de construcción de estas viviendas”, escribe, “se enviaban al Ayuntamiento para que fuesen firmados en el día, porque por la noche se llevaban personalmente a Madrid por el señor obispo para ser tramitados en el ministerio [de la Vivienda], dando por hecho que había de merecer la conformidad municipal, y sin tener en cuenta que la aprobación había de ser por la Corporación reunida en pleno o en permanente previos los preceptivos trámites e informes técnicos”. La exigencia municipal de someter los proyectos a los trámites preceptivos es interpretada por La Sagrada Familia como obstrucción, y el enfrentamiento llega hasta el mismísimo Francisco Franco, que respalda la autonomía municipal. Ante la persistencia de la asociación benéfica en su actitud, el Ayuntamiento solicita la cesión de los terrenos expropiados, lo que consigue en julio del 56, aunque pagando a cuarenta pesetas lo que había costado cuatro. Es el primer paso para el nacimiento del Sector Sur, que se aborda en otro capítulo. Para resolver las carencias de infraestructuras -principalmente pavimentación y alcantarillado, que se agravan cuando las lluvias torrenciales inundan las calles, como ocurre en octubre del 55- se confía en la ayuda del Estado, pero los numerosos contactos mantenidos con Regiones Devastadas y Ministerio de la Vivienda no dan fruto inmediato. Ya en el umbral de la década siguiente, febrero del 61, el alcalde y el nuevo obispo Manuel Fernández Conde -que ocupa la

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silla de Osio desde mayo de 1959, tras la muerte de Fray Albino en agosto del año anterior- tratan el problema con el ministro de la Vivienda, vislumbrándose “una próxima solución”. Pese a los enfrentamientos originados por las dispares concepciones del urbanismo, la labor de La Sagrada Familia es reconocida por el Ayuntamiento en diciembre del 57 con la concesión de la Medalla de Oro de la ciudad por “haber construido 5.000 viviendas para familias cordobesas, proporcionando a Córdoba un gran beneficio espiritual y material”. La distinción constituye sin duda una forma diplomática de sellar la paz entre ambas instituciones. LA BARRIADA DE CAÑERO. En la tarde del 29 de abril del 53 Franco aprovecha su estancia en Córdoba para visitar la barriada de Cañero, que el obispo bendice “revestido de pontifical”, pese a no estar terminada. Más tarde el jefe del Estado preside en el estadio San Eulogio la entrega de llaves de mil quinientas viviendas -mil de ellas en Cañero- construidas por La Sagrada Familia. El gran ausente de la ceremonia es el rejoneador Antonio Cañero, donante de los terrenos, fallecido en febrero del 52, cuyo féretro recorrió la barriada en obras. A lo largo de mayo y junio del 53 la nueva barriada “se va ocupando rápidamente”, según Rafael Gago, pero sus ilusionados vecinos no tardan en sufrir decepciones a medida que comprueban carencias propias de lo que se entrega sin terminar. La principal es la falta de corriente eléctrica en viviendas y calles; a las casas no llega hasta noviembre, pero la escasa tensión impide que funcionen, en ocasiones, los aparatos de radio. En febrero del 55 el director general del Instituto Nacional de la Vivienda, Luis Valero, preside la entrega de otras ochocientas viviendas de Cañero, lo que eleva a 1.800 su número. Como en el Campo de la Verdad, La Sagrada Familia construye un colegio de niños y otro de niñas, y presidiendo la explanada central del barrio surge la iglesia parroquial, que el obispo bendice en marzo del 56. Pero las calles siguen sin iluminación, retraso motivado por la escasez de cobre, y es el propio Ayuntamiento el que se hace cargo de su instalación. Por fin, la noche del día de San Rafael de 1956 se inaugura el alumbrado público con asistencia del alcalde, que ofrece una copa a invitados y empleados de la compañía Sevillana. Los primeros habitantes de Cañero reclaman también un mejor servicio de autobuses, teléfono a través de centralita -servicio que se retrasa al no autorizarse el tendido aéreo de los cables- y la desaparición del cercano cebadero de Celestino Gómez por el mal olor que desprende, cuya clausura decreta el Ayuntamiento. Pero la más grave carencia que sufre el barrio es la falta de pavimentación -cuyo costo, como en el Campo de la Verdad, desborda la capacidad económica de la entidad promotora y del propio municipio-, que convierte las calles en barrizales intransitables cuando llueve. La situación se agrava con el desbordamiento del arroyo Pedroches, cercano a la barriada, como ocurre el 26 de enero 1960, en que el agua llega a invadir muchas viviendas, lo que obliga al Ayuntamiento a aprobar la limpieza y dragado del cauce a finales del mismo año. EL SECTOR SUR. El primer paso para la creación del Sector Sur data de febrero del 55, cuando el pleno municipal aprueba el proyecto de urbanización de la zona Sur -como se denomina inicialmente-, que se extiende desde la barriada de Fray Albino hasta la carretera de Sevilla. El proyecto prevé mantener una zona verde entre los dos puentes libre de edificios que resten visibilidad a la magnífica perspectiva del conjunto monumental. En julio de 1956 acuerda el pleno municipal adquirir los terrenos expropiados en la zona Sur por la asociación benéfica La Sagrada Familia, que proyecta extender hacia el oeste la barriada del Campo de la Verdad, iniciativa frenada a tiempo por el alcalde, como ya se ha visto. En total, 378.000 metros cuadrados al precio de cuarenta pesetas el metro, que Cruz Conde pretende dedicar a viviendas sociales que contribuyan a resolver el angustioso déficit originado tanto por el crecimiento demográfico -alimentado en parte por el flujo migratorio provincial- como por el empeño en acabar con la lacra de los chozos y chabolas que afean el Zumbacón y las tapias del cementerio de San Rafael.


CAP. 3: CÓRDOBA EN LOS AÑOS 50 Y 60

Cuando en noviembre de 1956 el pleno aprueba el anteproyecto de presupuesto extraordinario por importe de 35 millones de pesetas, tanto para el pago de los terrenos como para su urbanización, señala un satisfecho alcalde que es la primera vez que se emprende “la urbanización de una nueva zona de ensanche de la capital antes de construirse en ella un solo edificio”. El municipio afronta las obras con la ayuda del Instituto Nacional de la Vivienda, el Instituto de Crédito para la Reconstrucción nacional y otros organismos.

Las viviendas sociales del futuro barrio serán construidas por el propio Ayuntamiento, la Obra Social de Huertos Familiares, la Delegación provincial de Sindicatos y la Diputación Provincial, entidades a las que pronto se suman cajas de ahorros y empresas Privadas, pues como afirma el alcalde, el municipio facilita “solares para una construcción ordenada y con las máximas exigencias del urbanismo moderno”. Constituye una novedad en Córdoba que los terrenos ofertados por el Ayuntamiento para la construcción de viviendas de renta limitada incluyan su urbanización, es decir, calles pavimentadas y dotadas de la necesaria infraestructura, como alcantarillado, red de agua potable, tendido eléctrico y alumbrado. En 1956 ya se está pavimentando la futura avenida de Granada “ancha y espaciosa”, como dice la prensa, y al año siguiente se emprende la de la carretera Madrid-Cádiz en el tramo correspondiente a la zona Sur. En agosto del 58 el periodista Sánchez Garrido -bajo su seudónimo El Ujier de Guardia- se acerca al naciente barrio y deja unas pinceladas descriptivas. A la salida del puente de San Rafael se encuentra “con una amplia carretera, la de Granada, que ofrece convertirse muy pronto en colosal avenida. A ambos lados de la misma se trabaja intensamente ya en la cimentación de los bloques de viviendas que construirá una poderosa entidad privada”, y “ultimado el alcantarillado, se realiza ahora la pavimentación de dicha carretera, que es la forma lógica de hacer las cosas”. A la derecha cita el periodista los bloques de la Obra Social Cordobesa de Huertos Familiares, ya en la fase final, y próximas a ellos las viviendas que construye el propio Ayuntamiento. “Córdoba tendrá en aquel sector, dice, más de 3.000 viviendas, sanas y confortables, de variada categoría social. Como variado será igualmente el estilo de las construcciones”, dada la variedad de arquitectos que participan, entre ellos De la Hoz, Muñoz Monasterio, Rebollo, Romeo, Escribano y otros. El periodista no oculta su euforia al comprobar que “Córdoba crece y se agiganta a un ritmo acelerado”, y sobre todo al ver que “lo que no se quiso o no se pudo hacer en muchos años de indolente desidia, surge ahora en escaso periodo de tiempo por arte y parte de una sencilla y milagrosa divisa: trabajar, trabajar y trabajar”. Dada la situación meridional del barrio, el cronista de la ciudad, José María Rey Díaz, propone el nombre de Andalucía para la gran plaza de acceso, y los de ciudades andaluzas para las calles, propuesta que en agosto del 58 aprueba el pleno municipal, que adjudica a las nuevas vías los nombres de Cádiz, Granada, Jaén, Almería, Algeciras, Écija, Linares, Ronda, Loja, Úbeda, Utrera y Jerez. El propio barrio, conocido en principio como zona Sur, perfila también en esta época su topónimo de Sector Sur. RESPUESTA A LA DEMANDA DE VIVIENDAS SOCIALES. Conforme avanzan las obras de urbanización del Sector Sur comienza la construcción de viviendas, y en pocos años aquel paisaje de huertas da paso a viales, aceras y bloques de pisos económicos que van permitiendo a muchas familias tener viviendas dignas. Uno de los primeros conjuntos lo promueve el Ayuntamiento en 1957, y consta de 240 viviendas de renta limitada más locales comerciales, que se afronta con un préstamo del Instituto de Crédito para la Reconstrucción Nacional, más la cantidad que a fondo perdido aporta el Instituto Nacional de la Vivienda.

Tienen derecho preferente a estas viviendas los funcionarios municipales, las familias afectadas por expropiaciones o por desalojo de edificios en ruina, y las familias numerosas. Las condiciones de pago fijan una entrega inicial de 46.551 pesetas y una renta mensual de 155 durante cincuenta años. Las viviendas se entregan en mayo de 1960, y dos meses más tarde el alcalde y su esposa apadrinan a la primera niña nacida en ellas, Francisca Laguna Trujillo; el bautizo se celebra en la parroquia de Jesús Divino Obrero, y al término de la ceremonia los padrinos arrojan caramelos a los niños. En abril de 1957 la Obra Social Cordobesa de Huertos Familiares, de la Falange, adjudica la construcción de 500 viviendas, en bloques de dos y cuatro plantas “de arquitectura austera y de sólida construcción”, que se complementan con un grupo escolar de 16 aulas y viviendas para maestros. Las viviendas se adjudican en enero del 59, y su renta varía en función del tamaño; así, las de 40,58 metros pagarán 114,35 pesetas mensuales durante los cuarenta primeros años, y 148,87 los diez siguientes; y las de 50, 161,95 y 212,21 pesetas, respectivamente. El conjunto configura el barrio de la Concepción, y para incentivar su exorno y cuidado Huertos Familiares establece un concurso trimestral de balcones, ventanas y fachadas, cuyos premios consisten en la exención del pago de un mes de renta. La misma Obra Social de Huertos Familiares promueve la construcción de otras 520 en la ampliación del Sector Sur, sobre una superficie de seis hectáreas adquiridas a precio de costo (513.520 pesetas) al Instituto Nacional de Colonización. Están destinadas “a la absorción de los suburbios” -en realidad, familias alojadas en chozos- y se complementan con un grupo escolar de doce aulas e instalaciones deportivas, compuestas de campos de fútbol y de baloncesto y piscina. Las obras se adjudican en junio de 1960 a Dragados y Construcciones en 31,99 millones de pesetas, y su financiación corre a cargo del Instituto Nacional de la Vivienda, salvo un pequeño porcentaje que se cubre con donativos. El conjunto, proyectado por Rafael de la Hoz, consta de 26 bloques de cinco plantas a veinte viviendas por bloque, con superficie construida de 49,89 metros cuadrados cada una. Entre los primeros organismos promotores de viviendas en el naciente Sector Sur figura también la Organización Sindical, que hacia 1958 construye 150 viviendas sociales y más tarde otras 182 con fachada a la carretera de Sevilla. Por su parte, la Diputación Provincial acuerda edificar un bloque para sus funcionarios, proyectado en principio con trece plantas, altura excesiva que el PGOU se encarga de recortar. No tardan en sumarse a la actividad constructora las entidades financieras. En el 59 la Caja Provincial anuncia la construcción de cien viviendas para clientes “a precio de coste”, pagaderas mediante una entrada de 30.000 pesetas y una renta mensual de 390 hasta un máximo de veinticinco años. Para las primeras cincuenta la entidad recibe más de trescientas solicitudes, lo que obliga a adjudicarlas mediante sorteo ante notario. Siguiendo los pasos de la Caja Provincial, el Monte de Piedad del Sr. Medina adquiere en 1960 una parcela para la construcción de viviendas de renta limitada. El movimiento cooperativo vinculado al sindicalismo vertical desarrolla asimismo varios proyectos de construcción en el nuevo barrio. Así, el grupo de Banca de la Obra Social de Falange emprende en agosto del 59 la construcción de 130 viviendas, en cinco bloques de cuatro plantas, en las calles Jaén, Huelva y Jerez, que se entregan en octubre del 60. Este mismo año el obispo bendice unos solares adquiridos al Ayuntamiento por la Cooperativa San Álvaro para construcción de 152 viviendas destinadas a sus socios, y ya en los albores del 61 la cooperativa de viviendas La Santa Fe adquiere otra parcela en la calle Úbeda. Los terrenos urbanizados del Sector Sur atraen también el interés de empresas privadas y de particulares. En 1960 el Ayuntamiento adjudica en 9,5 millones unas parcelas a la Compañía Ibérica de Construcciones y Urbanización S.A. (CICUSA), empresa filial del Banco Ibérico, para la construcción de 520 viviendas de renta limitada, proyectadas por Luis Peral Buesa y Rafael de la Hoz, cuyo presupuesto se acerca a los 70 millones de pesetas. Estas viviendas, en bloques de cinco y ocho plantas, se asoman a la carretera de Sevilla y a las calles Ronda, Huelva, Algeciras, Úbeda y Jerez, y las condiciones de venta fijan entradas, según tamaños, de 45.324, 44.505 y 24.614 pesetas, y el resto aplazado hasta cinco o diez años. En los periódicos de estos años finales de la década aparecen también referencias a viviendas emprendidas por un grupo de propietarios encabezado por Gervasio Sánchez de la Torre, la empresa CENEMESA, y los promotores Juan

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Hinojosa Zafra y José Moya Rivas. Un caso a destacar por su volumen es el proyecto de Inmobiliaria Cordobesa S.A., que pretende construir mil viviendas de renta limitada en terrenos adquiridos en 1957 al Ayuntamiento, situados en la plaza de Andalucía y en la avenida de Granada; el arquitecto Muñoz Monasterio -el autor del estadio del Real Madridlas ha proyectado en bloques de ocho plantas rodeados de zonas verdes, y según el alcalde serán “las construcciones de mayor realce” del sector. Sin embargo, problemas derivados de la reorganización de la empresa, que tiene su sede en Madrid, originan la paralización temporal de las obras, y el propio Cruz Conde ha de intervenir para allanar las dificultades, lo que permite reanudarlas a mediados de 1960. CIUDAD JARDÍN, EXPANSIÓN URBANA POR EL OESTE. Cuando en julio del 51 el pleno municipal aprueba la parcelación de la “segunda zona” de Ciudad Jardín, ordena el crecimiento meridional del barrio, entre el Camino Viejo de Almodóvar y la Carretera de Puesta en Riego, en la antigua Huerta Cardosa. El desmonte de terrenos propicia el hallazgo de varias tumbas de gladiadores de época romana, que se depositarán en el Museo Arqueológico. A mediados de la década se activan las obras de urbanización, que comprenden alcantarillado, pavimentación y alumbrado de las calles de nuevo trazado, en las que, paralelamente, van surgiendo edificios de viviendas de cuatro alturas, que durante años conviven con solares. Al sur del bulevar de Medina Azahara, en terrenos de las huertas La Victoria y La Camila ya había surgido la nueva Escuela de Veterinaria, terminada en 1936 y elevada a facultad en 1944, y las casas del Patronato de San Rafael, levantadas en la Guerra Civil, embellecidas con arbolado y zonas verdes -de ahí el topónimo de “Ciudad Jardín”-, pero la necesidad de aprovechar el suelo, cada vez más caro, aborta aquel buen propósito y despoja de sentido el nombre del barrio. Una de las construcciones que afean el moderno barrio es la cerca de Veterinaria, cuya desaparición ya se pide en la prensa en 1954. En ese mismo año, a propuesta del alcalde, se rebautiza el antiguo Camino Viejo de Almodóvar con el nombre de Antonio Maura, “con motivo del centenario de aquel gran patriota”, y unos meses más tarde se da el nombre de Ministro Barroso y Castillo al Camino de los Sastres, para conmemorar el centenario del ex ministro cordobés. Otras calles de nuevo trazado reciben los topónimos de General Villegas, Albéniz, Capitán Cortés, los Alderetes, Maestro Priego López, Don Lope de Sosa, José María Valdenebro, José María Herrero, Colina y Burón y otros. También se dedica una calle a Diego Serrano, industrial que a principios del siglo XX proyectó la creación del nuevo barrio en terrenos de su propiedad, intención que se truncó con su muerte en 1917.

Ante la insuficiencia de la instalación, el obispo encomienda al párroco Alfonso Carrillo la construcción de un templo, que a partir del 58 se levanta frente a la calle Infanta Doña María. Su presupuesto alcanza los cinco millones de pesetas, que don Alfonso reúne llamando a las puertas de los propios feligreses y de otros muchos cordobeses. “Feligrés de la Ciudad Jardín, sé generoso con Cristo”, exhorta desde la prensa García Prieto. Este mismo periodista ofrece en marzo del 58 algunas pinceladas sociológicas sobre Ciudad Jardín y sus habitantes, un barrio “pulido y limpio, soleado y alegre”, dice, “integrado por una población uniforme y homogénea que vive de su trabajo”, es decir, “una clase media integrada por funcionarios, comerciantes e industriales modestos, médicos, artesanos, abogados, periodistas”. Aunque el proyecto acariciado por el alcalde Cruz Conde de celebrar una magna Exposición Hispano-Islámica en los Llanos de Vista Alegre, al sur de Ciudad Jardín, para conmemorar el milenario del Califato de Córdoba, no cuaja, al menos alienta la creación en el lugar de un centro cívico que reúna las sedes de organismos oficiales, entre ellos el Gobierno Civil -alojado en el céntrico pero insuficiente palacete de los marqueses del Mérito- y la Audiencia Provincial. También se pretende levantar un inmueble que acoja centros oficiales dispersos que carezcan de sede propia y adecuada, todo un “modelo de ordenación urbana y organización administrativa”, como dice la prensa. El proyecto de Gobierno Civil se encomendará al equipo de arquitectos formado por José Rebollo, Rafael de la Hoz y Daniel Sánchez Puch -aunque su construcción se retrasará hasta 1971-, mientras que el del Palacio de Justicia Correrá a cargo de Javier Barroso y Sánchez-Guerra. TRANSFORMACIÓN DEL BARRIO DEL MATADERO. El barrio del Matadero Viejo está formado por cuatro manzanas limitadas por las calles Franco y Haza al norte, plaza de Colón al sur, Feria y plaza del Moreno al este, y Acera de Guerrita y Pretoria al oeste. A finales de los años cincuenta tan céntrico sector urbano presenta un aspecto de progresivo deterioro como consecuencia de la suspensión de licencias de obras desde mediados del 57. Y es que el barrio del antiguo Matadero, escenario de tantas anécdotas taurinas en tiempos pretéritos, constituye un obstáculo para la proyectada red viaria, lo que plantea una profunda remodelación. En efecto, en agosto del 58 el Ayuntamiento da luz verde al proyecto de reforma interior del barrio con el fin de crear la gran arteria que enlace la avenida del Obispo Pérez Muñoz con la de América, que tendrá unos treinta metros de anchura y aceras con jardinería y arbolado. La actuación afectará también a la plaza del Moreno, junto a la torre de la Malmuerta, bajo cuyo angosto arco discurre el tráfico en dos sentidos.

Entre las promotoras que a lo largo de la segunda mitad de la década desarrollan actividad constructora en el barrio figuran el Patronato Sindical de la Vivienda (215), el Patronato Militar de Casas Baratas San Rafael, Rafael Prieto del Rosal (71) y Molina Hermanos (116). Este último expediente se tramita en tan sólo cuatro días, con lo que el Ayuntamiento pretende demostrar que no entorpece los proyectos que cumplen los requisitos legales. Prieto del Rosal se muestra particularmente activo a comienzos de la siguiente década, en que emprende la construcción de otras 266 viviendas, distribuidas en varias promociones.

Pero la ejecución de la nueva arteria se demorará hasta los años setenta, en que dará lugar a la nueva avenida Molinos Alta. Tampoco cuaja el proyecto municipal de edificar en el remodelado sector la Estación de Autobuses. En contraste con la degradación urbana que sufre el barrio, en la casa número 22 de la plaza de Colón se inauguran en febrero del 54 las nuevas Magistraturas de Trabajo.

El periodista Rafael Gago, que habita en el barrio, proporciona frecuentes testimonios acerca de su evolución urbana. Así, en junio del 57 escribe que Ciudad Jardín “ha agrandado considerablemente su perímetro”, y que “señoriales núcleos urbanos se van alzando en un extenso sector, que hasta hace unos años era un erial y vaciadero público”. Y en abril del 59 el mismo periodista asegura que “lo que fueron las huertas Cardosa y de La Camila y lo que vulgarmente se conocía por la Hoyada es hoy una magnífica zona urbana, en la que se trabaja febrilmente”. Sin embargo, también lamenta que “en medio de todo este barrio Hoyada, de perfil moderno, asomen todavía trozos amplios que nos recuerdan de modo lamentable, el origen de todos aquellos terrenos”, pues subsisten grandes explanadas que a menudo se convierten en vaciaderos públicos o en parajes donde crece la hierba que sirve de pasto a las cabras.

A finales del 54 el Ayuntamiento aprueba la desaparición del Zumbacón y la creación de una zona verde que adecente y embellezca el lugar verdadero escaparate de la ciudad desde el nuevo acceso por levante.

A medida que Ciudad Jardín crece se echa en falta una iglesia que atienda las necesidades espirituales de sus habitantes. Cuando en 1954 el obispo Fray Albino pone en marcha la Santa Misión, la falta de templo obliga a habilitar como centro misional del barrio un inmenso cocherón, y poco después, en un local cedido por Manuel Jiménez Ruiz y Manuel Ruiz Maya, se instala una modesta capilla atendida por los frailes dominicos, que enseguida se convierte en provisional parroquia bajo la advocación de San Alberto Magno.

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CREACIÓN DE VIVIENDAS SOCIALES EN EL ZUMBACÓN.

En paralelo con la desaparición del Zumbacón se va configurando en sus proximidades el nuevo barrio de Miraflores, donde se construyen promociones de viviendas sociales. Así, el Patronato San Rafael edifica una treintena y una iglesia dedicada a San Antonio de Padua, cuya advocación es un homenaje a su presidente, el militar Antonio Castejón, con motivo de su ascenso a teniente general, que bendice Fray Albino en enero del 54. Vinculada al templo se crea una escuela parroquial patrocinada por la Asociación Católica de Padres de Familia del colegio de las Esclavas. Una de las primeras iniciativas del gobernador civil Juan Victoriano Barquero es reunir en marzo del 56 al Patronato Provincial de la Vivienda para estudiar el déficit de viviendas sociales y acordar la construcción de 150 en la zona en sustitución de las chabolas. Cuando a principios del 57 el obispo Fray Albino bendice la nueva iglesia del Buen Pastor, auxiliar de la parroquia de San Antonio de Padua, Rafael Gago afirma que en contraste con el Zumbacón se levanta frente a él Miraflores, “un barrio nuevo, gracioso y moderno”, cuya visión “hace más lamentable el aspecto de muchas de las casucas del Zumbacón” que aún permanecen en pie.


CAP. 3: CÓRDOBA EN LOS AÑOS 50 Y 60

LOS NUEVOS BARRIOS DE LA FRANJA NORTE. En julio del 54 el Ayuntamiento decide ordenar la expansión urbana por el norte, evitando así la anarquía imperante hasta entonces. Para ello, los técnicos municipales formulan tres proyectos de urbanización, correspondientes a los sectores comprendidos entre la carretera de Villaviciosa, el camino de la Fuente de los Picadores y la Prolongación de Acera Tomás de San Martín; entre la carretera de Villaviciosa y la carretera de Obejo; y entre la carretera de Obejo, el camino Viejo de Santo Domingo, el canal de riego y el camino de la Cruz de Juárez. Con la aprobación de estos proyectos, que comprende el desmonte de algunas calles, “se garantiza la futura existencia de aquellas zonas urbanas como las más bellas de la ciudad”. Antes de la aprobación en 1958 del Plan General de Ordenación Urbana, que regula el crecimiento de la ciudad en superficie y altura, el Ayuntamiento emprende planes parciales de urbanización de los nuevos barrios que van surgiendo en el cinturón del casco. Así, a finales del 53 se aprueba la del barrio del Naranjo -un asentamiento que han ido configurando de espaldas a la legalidad urbanística modestos trabajadores inmigrantes procedentes de los pueblosy en marzo del 58 la ordenación parcial de la zona comprendida entre el Naranjo, la Huerta Saldaña, la carretera de Obejo y el camino de la Palomera. La actuación comprende desmontes, movimiento de tierras y explanación de rasantes, obras que se costean mediante contribuciones especiales. Con la aprobación en diciembre de 1953 del proyecto de urbanización de Valdeolleros se ordena la configuración de esta nueva barriada, que se extiende al norte del ferrocarril y se articula en torno a una calle central dedicada a los Almogávares, topónimo alusivo a los soldados árabes que efectuaban correrías o algaradas en territorio enemigo. A raíz de la celebración de una verbena en junio del 56, el gacetillero ya alude al barrio que “se alza a pasos agigantados en los Santos Pintados”, topónimo del lugar donde se encuentra el paso a nivel con barreras sobre la vía férrea y el cuartel de Automovilismo. A la configuración de esta nueva barriada contribuye la urbanización de terrenos propiedad de Carbonell, que permitirán la apertura de calles transversales a lo largo de Almogávares. Al norte de Valdeolleros, en terrenos aledaños a la Fuente de la Salud, cuya expropiación emprende el Ayuntamiento, se proyecta la creación de “una zona industrial de gran interés para la ciudad”. En las mismas fechas que Valdeolleros, el Ayuntamiento aprueba el proyecto de urbanización de la nueva barriada que se va desarrollando en la antigua huerta de la Gallega, propiedad del torero Machaquito, rebautizada como Huerta de San Rafael, cuya pavimentación y alcantarillado se emprenden a partir de 1956. (Estas obras deparan el hallazgo de soberbio sarcófago romano depositado en el Alcázar que el ministro de Educación, Jesús Rubio, pretendía llevar al Museo Arqueológico). Pese a su proximidad, estos nuevos barrios septentrionales carecen de una buena intercomunicación, y se enlazan a través del camino de la Cruz de Juárez y de Almogávares, lo que obliga a “un rodeo innecesario” según la prensa, así que se aborda la apertura de tres calles que conecten la Huerta de San Rafael con San José y Valdeolleros, obras que incluyen movimientos de tierras para nivelar rasantes. Al mismo tiempo se emprende la reforma del camino de la Cruz de Juárez, que reduce a quince los veintiún metros de anchura de la antigua vereda. Según testimonio de Gago, a principios de 1960 la nueva avenida luce “unos arbolitos nuevos prometedores de frondosidades que embellecerán aquella perspectiva urbana que hoy se va poblando de vecinos. Y cuenta ya con una glorieta, aun no urbanizada completamente -añade-, donde se alza el símbolo de nuestra Redención restaurada por el Ayuntamiento, para que no se interrumpa una antigua devoción popular”. En marzo del 58 el Ayuntamiento da nombres a las calles de San José y Valdeolleros, propuestos por el archivero municipal, y en julio del 59 a las de la Huerta de San Rafael, que, en consonancia con su tradición hortofrutícola, adoptan topónimos arbóreos, como La Palmera, Los Chopos, El Almendro, El Nogal y otros. Una de las características del nuevo barrio que va surgiendo sobre la antigua huerta de Machaquito es su construcción en bloques abiertos, rodeados de zonas ajardinadas.

bendice el 30 de mayo de ese año, festividad del conquistador de Córdoba. A finales de la década ya se quejan sus vecinos de la lluvia de polvo emitido por los hornos de la fábrica de cemento, que el viento arrastra hasta allí, y que el Ayuntamiento obliga a corregir. EL POLÍGONO DE LA FUENSANTA. Coincidiendo con la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana, el Ministerio de la Vivienda pone en marcha la expropiación y urbanización de un polígono residencial de treinta hectáreas en terrenos aledaños al santuario de la Fuensanta ocupados en gran parte por huertas, que permitirá la construcción de unas 3.000 viviendas, previsión ampliada luego a 5.000. Según el delegado provincial de la Vivienda, J. J. Rueda Serrano, la operación pondrá al alcance de quienes lo deseen solares urbanizados y edificables a precios asequibles, que “servirán de contrapeso a la especulación”. La operación cuenta con la colaboración del Ayuntamiento y sigue el modelo aplicado en el Sector Sur, el primer barrio planificado y urbanizado por el municipio. El Consejo de Ministros declara de urgencia la ocupación de terrenos, lo que da paso, ya en las postrimerías de la década, a la urbanización de los terrenos. “Detrás del Santuario, los terrenos que fueron fértiles huertas han quedado delimitados para la edificación de nuevas barriadas que han de ser un notable alivio en el agudo problema de la vivienda”, escribe el periodista Gago, quien considera que el polígono de la Fuensanta, como ya se le llama, “abre amplias perspectivas a la construcción y al ensanche de nuestra capital”. Es el primer paso antes de que, ya a lo largo de la década siguiente, entidades como la Obra Sindical del Hogar y la Caja Provincial de Ahorros levanten los modernos bloques de hasta ocho alturas que configurarán la expansión urbana de la ciudad por el sureste del casco histórico, más allá del dogal divisorio que representa la travesía urbana de la carretera de Madrid. ACTUACIONES MUNICIPALES EN BARRIADAS PERIFÉRICAS. A finales de los años cincuenta el Ayuntamiento dirige su atención a los núcleos urbanos del extrarradio. Una de las principales actuaciones es la redacción del plan de ordenación urbana de Villarrubia -que contempla abastecimiento de agua y alcantarillado- y la adquisición de terrenos para la construcción de viviendas sociales en un intento de acabar así con la anarquía en las construcciones y con los chozos “que sirven de habitación a centenares de familias”, según la prensa. En pleno agosto de 1960, Antonio Cruz Conde visita la barriada para conocer sus necesidades e informar de los proyectos municipales. Reflejo del Crecimiento demográfico de este núcleo urbano es la construcción de dieciséis aulas escolares con capacidad para 672 alumnos. A finales del 58 se aprueba el proyecto de construcción del poblado satélite de El Higuerón, entre la vía del ferrocarril y la carretera de Palma del Río, que incluye una zona industrial, como en Villarrubia. Es la respuesta municipal a la demanda de suelo por parte de las incipientes industrias y servicios que van surgiendo en Córdoba al hilo del despegue económico propiciado por el plan de estabilización. No lejos de allí ha surgido también el poblado ribereño de Encinarejo de Córdoba, construido por el Instituto Nacional de Colonización, que en 1957 el Consejo de Ministros declara entidad local menor. Al norte del término, la barriada de Cerro Muriano tiene problemas de abastecimiento de agua a causa del insuficiente caudal, cuya resolución dificulta la pertenencia al término de Obejo de una parte del núcleo urbano. El alcalde plantea el asunto al mismísimo ministro del Ejército -pues la situación afecta a los campamentos militares existentes en la barriada, que se vienen abasteciendo de pozos-, quien ordena al general Azofra, responsable de Obras y Fortificaciones, el urgente estudio del problema con los técnicos del Servicio Municipal de Aguas Potables, que se resolverá con la construcción en el futuro de una presa en el Guadanuño, afluente del Guadiato.

En palabras del periodista Gago, el barrio Huerta de la Reina, al otro lado de la carretera del Brillante, fue “el primer asalto urbano a la Sierra”, y en 1954 es “un trozo de ciudad que progresa rápidamente”. Prueba de su crecimiento es la construcción de una parroquia propia bajo la advocación de San Fernando, que el obispo Fray Albino

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3.4.4. DESARROLLO DE LA CIUDAD DURANTE LOS AÑOS 50-60 Córdoba, como ciudad milenaria, posee el segundo casco histórico más grande de Europa, el mayor espacio urbano del mundo declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es precisamente en él donde se aglomera gran parte de los edificios históricos de la ciudad. En él cabe destacar el edificio más importante y símbolo de la ciudad, la Mezquita de Córdoba y actual catedral que, junto al magnífico Puente Romano, forman la más conocida faceta de la ciudad.

Empezaba a vislumbrarse en la realidad española la salida de una profunda sima marcada por esta guerra, el aislamiento y un secular atraso, acentuado durante el periodo autárquico. Y esa situación necesitaba gestos como el protagonizado, bajo el decidido compromiso de la renovación arquitectónica, por dos jóvenes apenas recién titulados: Rafael de La-Hoz Arderius y José María García Paredes Barreda. Esta obra temprana, cuya larga ejecución la hará convivir con otras –propias y ajenas- de especial significación, servirá para calibrar el potencial que sus personalidades abrigaban y explicar la intensidad con que afloraría en aquellos años la inexorable, aunque lenta y difícil, vía a la plena incorporación al marco moderno. Hecho que en España estará marcado por la confianza en los principios modernos, y un ansia por llevarlos a la práctica, que no eran comunes fuera. La-Hoz y Paredes conviven desde 1946 como residentes en el madrileño Colegio Mayor Cisneros mientras estudian la carrera, lo que determinará sus relaciones personales y profesionales futuras. Su estancia colegial aporta claves de cómo se irán abriendo paso en su profesión. Al padre José Manuel Aguilar –un dominico capellán del Cisneros- debemos valorarlo como una persona clave, al poner a nuestros personajes en contacto con significados miembros de la vanguardia de las artes plásticas y fomentar el trabajo en colaboración. Protector de artistas y arquitectos, utilizaba diversas estrategias que, a la vez que los formaban, contribuían a aglutinarlos. Por ejemplo, además de actividades colegiales (tertulias, encuentros…), organizaba viajes para estudiantes, en los que Rafael y Pepe debieron coincidir en más de una ocasión, y que serán origen de esa vocación viajera y ultrafronteriza que les imprimirá carácter.

Es una ciudad que ha asumido diferentes estatutos de capitalidad a lo largo de su vida y se ha construido sucesivas veces sobre sí misma, hasta llegar a unos variables grados de evolución. Alineada con uno de sus frentes surge una calle llamada Pérez de Castro, planteada con cierta angostura. A través de ella, se comunica la plaza con un sector que manifiesta una cierta renovación, sin ser uno de los más modernizados de la dupla Villa-Axarquía, constituyente principal del casco histórico. Estos espacios más transformados se encuentran ubicados cerca de allí, más precisamente en el sector noroccidental. Por ello, la vía y sus aledañas conservan una escala y una impronta particular, compacta en lo urbano y el común de sus edificaciones, de diversas cronologías u opciones culturales y, desde luego, desiguales calidades. En los años 50, en el marco de la Guerra Fría la posición geográfica de España y su dictadura militar se acabaron convirtiendo en estratégicos para Estados Unidos y sus aliados europeos frente a la Unión Soviética. La alianza de España con los Estados Unidos acabó con el aislamiento internacional y abrió la economía. Sin embargo ésta quedó definitivamente por detrás de las economías de las democracias europeas, que en la guerra mundial habían sufrido desastres similares al de la guerra civil española. En los años 60 y principios de los 70, el desarrollismo económico mejoró de forma notable, aunque desigual, el nivel de vida de la mayoría de la población, que formó una clase media hasta entonces casi inexistente. El nivel de libertad personal y política no aumentó del mismo modo. Empezaron las movilizaciones de oposición a la dictadura por parte de trabajadores y estudiantes.

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DESARROLLLO DE SECTORES D S URBANO OS. SITUAC CIÓN, CR REACIÓN, ANTECED DENTES, INSERC CIÓN EN LA L TRAMA Y CARÁCTE ERISTICAS MAS IMPO ORTANTES. OBRAS DE E REFERENC CIA E CENTRO HISTÓRICO: EL H INTERVENCIONES DE LA A ÉPOCA; CÁ ÁMARA DE COMERCIO E INDUSTRIA D Desde princip pios de los añ ños cincuenta hay un manifiesto interés municipal po or el cuidado de la “zona artística”, protegida a por decreto o desde 1926. Pero esa conservación n no es una conservación n tal y como la podemos entender ahora, ess más una cu uestión de edad de los edificios ya quee cuando se invoca la con nservación deel tipismo el té érmino es algo amb biguo y se prresta a múltip ples interpreta aciones, por lo que la Co omisión de M Monumentos establece e el criterio c de considera ar “típico” lo que tenga un na antigüedad anterior a 1850, 1 es deccir, más de un n siglo. En sus informes acconseja el empleo de d teja árabee en las cubieertas y de barandas de hierro en las azoteas, a y se muestra conttraria a la ap pertura de grandes vanos para escaparates. También pid de al Ayuntam miento en 19 955 que no permita “los colores deto onantes y p algunas fachadas”. horribles con que se pintan

más cén ntricas, aunqu ue no tanto een la zona arttística, donde, como dice G Gago, “esos recovecos y estrechuras son los que atraen y dan persona alidad a la Có órdoba vieja””. Las primerass demolicionees de la déca ada se llevan a cabo en época del alca alde Alfonso Cruz Conde,, pero será su herm mano y suceso or quien las in ntensifique, hasta el punto o que muchoss cordobeses le llamarán cariñosament c te “alcalde zapatero o” por su afá án de arreglar tacones. Seegún el period dista Jaime Q Quesada, el plan p de alineeaciones data a de 1928, pero faltó dinero para llevarlo a cabo; el problema se va a resolver all fin con una partida de 3,1 3 millones d de pesetas puesto extrao ordinario apro obado en septiembre del 5 52 para mejoras urbanas. incluida en un presup

E marzo del 58 la Comissión de Monu En umentos acueerda solicitar de la superio oridad “que la a declaración n de zona artística sea s ampliada a a todo el viejo recinto amurallado dee la urbe, y que con este m motivo sea in ncluida en la misma la llamada parte alta dee la ciudad”, que compren nde las feligreesías de San Nicolás de la a Villa, San Miguel M y la Co ompañía; a por el presidente e de la misma” Miguel Án ngel Orti, ala armado por algunas a consttrucciones este acueerdo parece alentado modernas que no se ajustan a al “tip pismo”, como o las levantad das en la cueesta de San C Cayetano y en n la calle Jesús María, c Góngora a. junto al cine

El impulso a la renovació ón del pavimento de calle es y plazas deel casco urba ano arranca de d la época d del alcalde Alfonso Cruz Condee, en que la junta rectorra de Fomen nto Extraordin nario, creada a en 1951, encarga e a lo os técnicos municip pales un vasto o plan de pavimentacionees, tarea que con crecientte intensidad mantendrá entre e sus prio oridades su hermano o y sucesor. En efecto, el Ayuntamiento regido porr Antonio Cru uz Conde com mpagina la exxpansión urba ana y la mod dernización de la ciudad con la pavimentación de las calles y plazas de una buen na parte del casco urbano, especialmente en la actuación tan fecunda resid de en la fórm mula emplead da: las contrib buciones espeeciales que zona arttística. El secrreto de una a los cord dobeses acepttan de buen g grado, dispueestos a colabo orar con su alcalde en las mejoras urba anas.

E Estrechament te ligada al in nterés municipal por la prromoción turísstica de la ciudad se encu uentra la aten nción que se dedica a al embelleccimiento y reccuperación de e callejas y rincones típico os, principalm mente en el en ntorno de la Catedral, la zona más m frecuenta ada por los tu uristas. En loss años 50 se hacen mucha as intervencio ones para mejorar el aspeccto de las calles del centro. L exigencia Las as del tráfico y la modernizzación de la urbe obligan n a ensancharr angosturas callejeras me ediante la eliminación de “tacones”, como se s denomina a a esos salieentes de edifficios -herenccia del urban nismo musulm mán- que d fachada e invaden la calle. c Se trata a de reemplazzar la línea q quebrada porr la recta en las calles sobrepassan la línea de

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En númeross redondos, a lo largo dee la década se emprendee la pavimen ntación de un nas doscienta as calles y plazas; la mitad corrresponden al casco antiguo y la otra mitad m a barrios en vías de consolidación c n, como Ciud dad Jardín, ueva creación n, como el Seector Sur. En el balance essbozado en ssu discurso de relevo com mo alcalde, Cruz Conde o de nu cifra en 221.120 loss metros cuad drados pavim mentados entre e 1951 y 196 62. Aun a rie esgo de ser prolijo, p merecce citar por su impo ortancia cuanttitativa, y en el orden cron nológico de ejecución, e lass plazas y calles beneficiad das con esta mejora en el casco o histórico, ag grupadas por barrios o parroquias.


CAP. 3: CÓRDOBA EN LOS AÑOS 50 Y 60

CÁMARA DE COMERCIO E INDUSTRIA Este emblemático edificio del centro cordobés se construyo entre 1950 y 1954. García Paredes dijo en entrevistas posteriores a la construcción del edificio que con ese proyecto se formaba un juicio de lo que debía ser una cámara de comercio, suficiente para aportar un esquema funcional. En el esquema, lo que era más importante era la adecuación a un edificio de planta baja, primera y segunda con un reparto que prácticamente coincide con el que se resolvió el proyecto y la construcción del edificio, pero él lo predijo sorprendentemente nueve meses antes del encargo. El edificio se valoró en su fase proyectual diciéndose que se ajustaba más al tipo de distribución y arquitectura moderna por su diafanidad y claridad. Procuraban crear ambientes amplios y regularizados, evitando las compartimentaciones angustiosas del solar, anular superficies de circulación y una máxima claridad de conexiones entre ambientes. Buscaba un máximo aprovechamiento de la superficie disponible. El por aquellos momentos estudiante Rafael de la Hoz dijo como todo un pronunciamiento: “todo esto conduce a la orientación de la moderna arquitectura orgánica de sustituir, mientras sea posible, la separación material de ambientes (tabiquería) por una de índole psicológica (color, decoración, iluminación…). La cámara de comercio e industria es un edificio que en fachada parece ser muy antiguo, pero que sin embargo en planta nos da una sensación de modernidad propia de la mejor arquitectura de los 60. El edificio se adapta a un solar irregular, aprovechando sus características para obtener un claro rendimiento en cuanto a forma y superficie. No es arquitectura de volúmenes insólitos y puristas de enfoscado blanco y superficies lisas, de carpinterías mínimas, barandas y materiales industriales. Es arquitectura de adaptación entre medianeras, de patio al fondo que respeta el número de niveles de la edificación vecina. Un edificio aparentemente compacto, unitario pero sabiamente fragmentario por la multiplicidad de recursos que han empleado sus autores. Su fluidez espacial permite recorrerlo casi con un solo gesto continuo, marcado por un núcleo centrípeto pero que reparte hacia las periferias, escasamente compartimentadas. La crítica no se sorprendió por la fachada del edificio, destacando su sumisión a claros elementos de control. En sus textos, La-Hoz y Paredes describen primero el dentro y explican la fachada como una consecuencia de ello. Ladrillo, cristales, espejo, veladuras de transparentes cortinajes y venecianas dispersan el sentido comentado de las superficies verticales y enriquecen la espacialidad. Estas texturas y matices entienden el espacio no como un concepto apriorístico, sino como una consecuencia del trabajo con lo fabricado, con la materialidad. La escasez de terreno es respondida con la idea de crear la sensación de espacio donde realmente no existe y encauzar los diferentes ambientes de manera que el volumen interior no quede partido en diferentes espacios.

ENSANCHE COMERCIAL. ANEXIÓN AL CASCO HISTÓRICO. AVENIDA DEL GRAN CAPITÁN Situación: Este sector se define por dos ejes fundamentales como son La Avenida de Gran Capitán (eje Norte-Sur) y la Ronda de Tejares (eje este-oeste). La avenida del Gran Capitán es una de las calles más importantes de Córdoba, tanto por su ubicación en el centro de la ciudad, como por la presencia de edificios de organismos públicos y privados. Su extremo sur se sitúa en la confluencia de las calles Gondomar y Concepción, frente a la Iglesia de San Nicolás de la Villa. Desde ahí se prolonga hacia el norte en forma de bulevar peatonal hasta llegar a la avenida Ronda de los Tejares. En este primer tramo confluyen en ella las calles Morería, Góngora, Alonso de Aguilar y Conde de Robledo.

CREACIÓN DEL SECTOR, ANTECEDENTES, INSERCIÓN EN LA TRAMA DE LA CIUDAD El proceso de consolidación de un nuevo centro comercial al noroeste de la ciudad histórica se aprovecha a su vez para el establecimiento de las residencias de la clase más acomodada y va a redundar en la idea de transformación de la ciudad mediante ciertas operaciones de cirugía: nuevas aperturas, realineaciones.

ESTUDIO PARA LA REHABILITACIÓN DEL SECTOR SUR. CÓRDOBA

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A AVENIDA DEL GRAN CAP PITÁN

EDIFICIO MÁS M REPRESEN NTATIVO

E 1843 se crea En c una alam meda en los terrenos del desamortizad do Convento de San Marttín, situado frrente a la puerta Norte de la Igleesia de San Nicolás N de la Villa. Quedaba en alto, con forma de cruz y se cerrraba con una verja.

Edificio de viviendas v C/C Cruz Conde nº13, n esquinas c/Pastoress, Eduardo Lu ucena Y cond de de Robled do. 19541955/1958 Rafael de d la Hoz.

S embargo, la llegada del tren y la Sin a necesidad de d crear un espacio amp plio que perm mitiera llegarr hasta el mismo, hizo h que se planteara la ha asta entonces, mayor reforrma urbanísticca que había tenido la Villa

Se trata de dos d encargoss sucesivos dee bloques de e viviendas co ontiguos que completan la a manzana. E En un solar de form mas irregularees se resuelva a el espacio dejando un patio central y distribuyendo las plan ntas en doblee crujía en paralelo o a la fachada. Las esquin nas son abierrtas en los ba alcones y se ccurvan para suavizar s la irrregularidad d del trazado urbano, mientras el resto de la ffachada se ordena o vertica almente alterrnando vanoss y muros revvestidos con piedra sin n la segunda a fase se mo odifica el ritm mo de la con nstrucción an nterior hacien ndo alternar ventanas y p paños con pulir. En composición ajedrezada, y se cierra la esquina a con una trip ple modulación de arista, de aspecto expresionista e acentuado oladizo de remate. por el vo

E actual paseeo se comien El nza en 1859 y finaliza en 1862. El Paseeo era un gra an eje central peatonal, ajardinado en sus bo ordes. El 5 de d junio de 1907 se inaug gura el primeer tramo entrre la Iglesia d de San Nicolá ás de la Villa a y la por entonces llamada Aveenida de Canalejas (hoy Ro onda de los Tejares) T E el cruce de esta avenid En da es el lugarr elegido para a colocar el Monumento M a al Gran Capiitán, inaugurá ándose el 15 de no oviembre de 1923, situán ndose origina almente en ell cruce de la Avenida del Gran Capitá án y de Rond da de los

Tejares. Poco P tiempo después de su s inauguración, en 1927 7 se decide su u traslado a la Plaza de la as Tendillas, donde se encuentra a hoy en día. E el año 1954 se elimina En a la hilera de e farolas centrales bajo el mandato dell alcalde Anto onio Cruz Co onde para estableceer un eje roda ado de vehícu ulos que perm mita el acceso o al centro de la ciudad. T y como había Tal h ocurrido o desde la crreación de la Avenida a mitad m del siglo o XX, la Aven nida del Gran n Capitán destaca por ser centrro de paseoss y vida socia al de todos los cordobesses. Gracias a la presenccia de dos lu ugares de o como el Cíírculo Mercan ntil y el Círculo de Labrado ores, así como salones de té como el Salón S de Té Dunia D o el encuentro Hotel Sim món, la avenid da del Gran Capitán C continuó siendo un u paseo. C CARACTERÍST TICAS DEL SE ECTOR E esta zona se compatibiilizan el uso comercial En c en plantas bajass con el uso residencial en n las plantas altas. Los edificios son en su ma ayoría de Planta Baja máss 5. El eje fun ndamental es la Avenida d del Gran Cap pitán con una a anchura nida totalmente conformad da con una sección muy característica c con edificioss de altura sim milar a lo de 28m. Es una Aven largo de toda la calle. Este eje prin ncipal es un espacio e unitarrio en él que se s segregan llas dos banda as laterales, accesibles a a tráfico restringido y separadas de la zona central pea atonal por el arbolado y el mobiliariio. El tratam miento del pavimentto es unitario a base de lo osas de graniito gris y rosa a, adoquines de granito y de vibrazo pétreo. p En estte bulevar hay abun ndante arbola ado, compuesto por plátanos orientalees alternados con naranjoss, en alcorqu ues de granito o. La otra vía funda amental es la Ronda de Teejares perpen ndicular a éstta, y el conju unto de estass dos vías estrructuran toda a la zona, por su ca arácter de gra andes avenida as.

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mportante en la zona, por su forma, novvedosa para la época, por el uso de Estte un edificio con una pressencia muy im los diferrentes materia ales y por esa modulación tan marcad da. Uno de lo os elementoss más significativos del pro oyecto son las dos esquinas curvvas con esos grandes venttanales y esoss toldos que a apoyados en la barandilla de la terraza a la cierran ndas. Estos so on los detalless que hacen que q este edifiicio no sea y evitan la entrada de sol directo a los saloness de las vivien un edificcio más de la a Avenida del Gran Capitá án.


CAP. 3: CÓRDOBA EN LOS AÑOS 50 Y 60

CRECIMIENTO HACIA EL OESTE: CIUDAD JARDÍN

CREACIÓN DEL SECTOR, ANTECEDENTES, INSERCIÓN EN LA TRAMA DE LA CIUDAD Y CARACTERÍSTICAS DEL SECTOR.

SITUACIÓN En concreto el crecimiento que se establece en el área occidental al corazón urbano de Córdoba serían las zonas que se extendían a poniente del casco urbano de la ciudad y se prolongaban desde el curso del arroyo del Moro, hoy bajo la Avenida de la Victoria, hasta el arroyo de Cantarranas. El área destacaba por la existencia de un buen número de pequeñas propiedades como la Matriz, el Caño de la Reina, Tres Picos, Haza Paredes Gordas, Haza de Paulitos, Huerta Maimón, Chica, La Alameda, la Haza de la Pradita, de Carbonera, etc. A éstas se unían propiedades de mediana propiedad, superiores a las 10 Has inferiores a las 50, como El Tablero, Huerta Figueroa, la Huerta de Santa Teresa o el Cortijo de Lubián. También estaban presentes extensas propiedades de más de 100 Has como la Alameda del Obispo y las tierras ocupadas por la instalación industrial de SECEM o Electromecánicas.

Abordando desde el conocimiento de la expansión urbana de la ciudad de Córdoba, fue este ámbito huertano de poniente el medio que más tempranamente comenzó a experimentar los efectos rerurbanizadores del perímetro cordobés. Sin embargo, aunque algunas de las acciones de rerurbanización o urbanización ya se detectan en las primeras décadas del siglo XX, no cabe duda de que será durante el período 1945-1969 cuando el proceso de transformación conozca una especial aceleración. Al igual que el área de crecimiento este, la merma de superficie agraria que nos ocupa no se deberá exclusivamente a la ampliación o implantación de áreas residenciales; también tendrán cabida nuevas áreas industriales o espacios eminentemente destinados a la localización de nuevos servicios. A diferencia de la zona de levante, el ámbito tradicional de la huerta occidental cordobesa no contaba con un número importante de edificaciones históricas que pudieran servir de avanzadilla urbanística. A partir de la ronda de la Victoria y las áreas ajardinadas nacidas en sus inmediaciones a lo largo del XIX, las edificaciones resultaban francamente escasas a excepción de las casas huertanas y chozos de labor que salpicaban los campos cerrados del ámbito rural. Tan sólo cabe destacar la presencia del Cementerio de la Salud, al que se uniría la Ermita homónima. Principiado el siglo XX y sus primeras décadas ya podemos constatar las primeras expansiones sólidas del perímetro urbano de la ciudad. Las primeras realizaciones de las que tenemos constancia son: la urbanización de la Huerta de la Reina, en el ruedo noroccidental de la ciudad, como consecuencia de los efectos urbanísticos derivados de la estación y el trazado del ferrocarril; los acuartelamientos de Cercadilla; la extensa superficie de Veterinaria; los «pisos de Cañete»; el barrio de occidente o más comúnmente conocido como de los Olivos Borrachos; y el complejo industrial y residencial de Electromecánicas. El barrio de la Huerta de la Reina, situado al norte del trazado del ferrocarril, presenta unos límites muy bien definidos por el viario circundante y una superficie aproximada de 19 Has. Su origen se halla relacionado con la propia ESTUDIO PARA LA REHABILITACIÓN DEL SECTOR SUR. CÓRDOBA

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llegada del ferrocarril a Córdoba, si bien la apertura de calles y manzanas edificables tendrá lugar entrado el siglo XX. A finales del XIX el actual emplazamiento de la barriada presentaba tan sólo algunas construcciones industriales, ciertas edificaciones asociadas al ferrocarril y un número reducido de viviendas ocupadas por operarios y obreros empleados en la estación o en los talleres de la compañía MZA, Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante. Dichas edificaciones ya debieron restar cierta superficie cultivable a las huertas de la periferia cordobesa. Sin embargo, será a partir de 1920 y en los años posteriores cuando se dé comienzo a la verdadera urbanización del polígono, siendo la Sociedad Sotomayor la promotora de la parcelación con el expediente presentado en 1925. En fechas sucesivas la referida Sociedad aumentaría sus propuestas de urbanización en el área, siendo en 1936 cuando el nuevo barrio se halla prácticamente terminado a excepción de ciertos aspectos.

El barrio de Cercadilla fue considerado desde el siglo XIX como un área propicia para la expansión de la ciudad, hecho especialmente debido a la proximidad del trazado del ferrocarril y sus estaciones. Debido a dicha idoneidad y a su situación estratégica su expansión propiciaría el desarrollo de un espolón urbano hacia poniente, en el que coexistieron usos residenciales, industriales y militares. La expansión de la actual Cercadilla se inicia con la construcción de los Cuarteles de La Victoria y San Rafael, finalizados en 1900 y 1905. A ellos se unirían pequeñas y grandes industrias, sobresaliendo la Fundición La Cordobesa propiedad de Diego Serrano y situada entre las actuales calles Garellano, Hernán Ruiz, Medina Azahara y Omeyas. A ambas iniciativas se unirán, durante los años veinte y treinta, las urbanizaciones de la Huerta de Cercadilla y los conocidos pisos de Cañete. La primera iniciativa fue promovida por Jerónimo Padilla Cobo en 1922 y preveía la apertura de varias calles y la ejecución de nuevas manzanas de uso residencial. En 1925, ante la existencia de ciertos desacuerdos con la municipalidad, el mismo promotor presentaría una propuesta alternativa con la que reducía el número de manzanas y en la que incluía la ejecución del primer estadio de fútbol de la localidad. Antes del comienzo de la Guerra Civil, se abordó una nueva expansión residencial en Cercadillas. José Cañete del Rosal, propietario de varias hazas situadas en la margen norte de la actual Avenida Medina Azahara, propuso al Ayuntamiento cordobés la construcción de un grupo de viviendas muy homogéneo morfológicamente y perfectamente identificable en el plano actual de la ciudad. La ejecución de las obras se llevó a cabo a lo largo del año 1934.

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En parte de lo que más tarde sería el extenso barrio de Ciudad Jardín cabe señalar el pionerismo urbanístico hacia poniente que representó la extensa superficie de Veterinaria, emblemática no sólo por su temprana ejecución, sino por el indiscutible valor arquitectónico de su factura. La ejecución del proyecto corrió a cargo del arquitecto Gonzalo Domínguez Espúñez en 1914 y su total habilitación tuvo lugar en el año 1941, originando uno de las construcciones más emblemáticas de la primera mitad del siglo XX en la ciudad. El barrio de occidente, más conocido como Olivos Borrachos, fue otra de las tempranas ampliaciones urbanísticas de uso residencial hacia poniente ocupando parte de las huertas y hazas periféricas de la ciudad. La ejecución de la barriada se inició con la parcelación del haza homónima en 1923, ratificándose su ordenamiento en 1925 con el 50 % ejecutado. En 1936 se alcanzaría la total colmatación del área disponible, consolidando de este modo una temprana merma del ruedo occidental que ya contemplaba la relación parcelaria realizada por Instituto Nacional de Colonización en 1945.

Finalmente despunta, por su importancia urbanística y paisajística, el complejo industrial y residencial de Electromecánicas. Éste constituye un magnífico ejemplo de industrialización y urbanización masiva planificada del término cordobés y la provincia. Se inicia con la decisión en 1917 de establecer un importante complejo industrial destinado a la metalurgia del cobre y a las construcciones eléctricas. Las primeras iniciativas empresariales se concretaron con la adquisición de un buen número de hectáreas en la periferia y trasruedo occidental de la ciudad, haciéndose la Sociedad con la titularidad de buena parte del Cortijo del Aljibejo, Ochavillos y otras hazas menores. Una vez construidas las naves y otras instalaciones fabriles junto a la intersección de los ferrocarriles hacia Sevilla y Málaga, la empresa, argumentando un indiscutible paternalismo capitalista, abordó la ejecución de varios polígonos o barrios residenciales para sus operarios. El primero se proyectó en 1919 y se ejecutó en 1921, ampliándose en 1931. En 1940, siguiendo los planos del arquitecto Fernando de la Cuadra e Irízar, se inició la ejecución de un nuevo barrio obrero, en el que se incluirían servicios como la iglesia, una escuela de artes y oficios, y dos grupos escolares. Según lo comentado, entre 1900 y 1945 cabe señalar la ejecución de los barrios Electromecánicas I y II, así como la ocupación industrial de la propia factoría. Ello supuso una importante detracción de superficie cultivable en el ruedo y el trasruedo de la ciudad, poniendo al mismo tiempo los cimientos urbanísticos necesarios para el desarrollo futuro de nuevas propuestas de igual o semejante índole.


CAP. 3: CÓRDOBA EN LOS AÑOS 50 Y 60

Las ejecuciones comentadas ya supusieron, como es obvio, una importante merma de la superficie cultivable del ruedo occidental de la ciudad, destacando en especial los casos de la Huerta de la Reina, Electromecánicas o Cercadilla. Sin embargo, no cabe duda de que la primera gran expansión periurbana de la ciudad hacia poniente tiene lugar en el período 1945-1969, momento en el que las necesidades residenciales, el crecimiento natural y migratorio de Córdoba o la propia redacción del PGOU de 1958 favorecerán, como en el caso del ruedo oriental, un crecimiento eminentemente residencial propiciatorio de una significativa reducción de las huertas. A grandes rasgos podemos confirmar que durante esta etapa tendrán lugar unas trece promociones urbanísticas sobre el ruedo cordobés de poniente, lo que, como ya hemos mencionado, explica la importante reducción de pequeña y mediana propiedad que el Elenco de los años sesenta detecta en la zona regable del Guadalmellato.

calle Antonio Maura (antiguo Camino Viejo de Córdoba a Almodóvar del Río); y a parcelas como El Cerrado, Haza de la Luz, Fábrica de la Luz y Haza del Torreón, al sur de la referida vía de comunicación y al norte de la actual Avenida del Aeropuerto (antiguo Camino de la Higuera Gorda). Una tercera expansión urbanística en el ruedo de poniente será la propuesta y ejecución del Barrio de Electromecánicas III. Éste surgió a raíz del Plan de Urbanización presentado por la compañía SECEM en 1955, por el cual se desestimaba una anterior propuesta de 1950.

Las iniciativas de urbanización citadas son las que siguen: Las Margaritas, Ciudad Jardín, Electromecánicas III, el hospital General Noreña, la Marquesa-Poligonete, Las Palmeras, Moreras, Parque Figueroa, el Hospital Provincial, parte del barrio de Parque Cruz Conde y las primeras escuelas universitarias situadas en el ruedo suroccidental. Aunque no disponemos de información abundante al respecto, los orígenes de esta barriada fueron modestos, de reducidas dimensiones y debieron iniciarse durante el último cuarto del siglo XIX, período en el que parece acuñarse su topónimo. En 1884 se tiene constancia de una significativa vocación industrial en el área, siendo la Fundición Las Margaritas el complejo fabril de más significación del momento. A principios del XX pervive el aprovechamiento industrial antedicho, incrementándose sustancialmente el número de instalaciones. Entre las más importantes cabe señalar la Sociedad de Utensilios y Productos Esmaltados, la Metalgráfica Cordobesa, S.A., la fábrica de aceites de la familia Eraso Salinas y el complejo de Campsa. La cercanía del ferrocarril y la disponibilidad de amplios solares propiciaron la referida localización industrial, provocando desde el último cuarto del siglo XIX una representativa reducción de la superficie cultivable del no demasiado extenso ruedo septentrional de la ciudad. A finales de los años sesenta y principios de los setenta del siglo XX el aprovechamiento industrial comenzó su declive y sustitución por usos residenciales. En 1970 ya se habían construido los grupos residenciales más significativos y la mayor parte de las industrias habían cerrado sus puertas, siendo los años sesenta la década en la que se registra un mayor crecimiento demográfico de la barriada. Una de las expansiones más significativas del período que nos interesa y de más envergadura en la expansión occidental de la ciudad, semejante a la de Cañero o Levante, fue el extenso proceso de urbanización de Ciudad Jardín, cuyos límites fueron y siguen siendo hoy la Avda. Medina Azahara, Avda. Aeropuerto, Gran Vía Parque (antiguo Arroyo del Moro) y República Argentina. Las primeras iniciativas de urbanización se produjeron con anterioridad a la Guerra Civil y a propuesta de Diego Serrano Rodríguez, propietario de huertas como las de Iznájar, Naranjuelos, Cebollera y Grande. A la muerte del referido promotor el proyecto quedó paralizado y con posterioridad sería retomado por su heredero Alberto Serrano Palma en 1929. Sin embargo ambas propuestas no llegaron a fructificar plenamente, aunque sí dejaron su impronta en las futuras etapas de la urbanización, sobre todo en la disposición y ordenación de los viales principales. El segundo y efectivo período de ejecución del barrio se produjo desde 1935 a 1960, centrando sus esfuerzos en la mitad septentrional del barrio al norte de la actual calle Antonio Maura. Entre 1960 y 1970 se asistirá al cosido de los solares no edificados aún y a la expansión meridional del barrio hasta alcanzar la Avda. del Aeropuerto. En 1960 la población censada en Ciudad Jardín ya se elevaba a 9.650 habitantes, superando los 20.000 en 1975. Si cotejamos el parcelario de 1932 de la Zona Regable con la expansión del barrio de Ciudad Jardín, no cabe duda de que el paisaje cambió sustancialmente como resultado de la expansión periférica de los años cincuenta y sesenta, afectando especialmente a tradicionales huertas como Cebollera y Grande al norte de la actual

El nuevo objetivo inmobiliario no careció de ambición por el tamaño y objetivos a conseguir. La primera fase del tercer barrio de Electromecánicas se inició en 1957. Su construcción volvió a utilizar el modelo arquitectónico y las tipologías propuestas con anterioridad por el arquitecto De la Cuadra, aunque el nuevo arquitecto del proyecto fue Eduardo Figueroa y Alonso Martínez, conde de Yebes. El nuevo complejo residencial incluía 237 viviendas, todas ellas situadas al norte de la carretera de Palma del Río. Con esta promoción finalizaron las iniciativas inmobiliarias programadas por la SECEM, aunque sus extensas propiedades no industrializadas o urbanizadas permanecieron en reserva hasta su venta a ciertas constructoras con el objeto de construir urbanizaciones recientes como Miralbaida o Azahara. Otra de las iniciativas de envergadura fue la propuesta del barrio de la Huerta de la Marquesa-Poligonete, cuyo objetivo era continuar la expansión residencial ya abordada con Ciudad Jardín. El principio de esta iniciativa está marcado por la construcción de la nueva plaza de toros de la ciudad, diseñada por el arquitecto José Rebollo Dicenta e inaugurada el 9 de mayo de 1965. La nueva construcción se levantará sobre parte de la Huerta de la Marquesa y servirá como hito arquitectónico de atracción residencial a partir de 1968. Los barrios de Palmeras y Moreras, ejecutados entre 1963 y 1965, nacieron como Unidades Vecinales de Absorción (UVA) patrocinadas por la Obra Sindical del Hogar y el Instituto Nacional de la Vivienda (INV). Sus objetivos eran claros y, sobre todo, de carácter benéfico.

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Las abundantes lluvias del año 1962/63 provocaron inundaciones en las proximidades del Guadalquivir y sus afluentes serranos, ocasionando graves destrozos en la infravivienda existente en la periferia de la ciudad. Ello agudizó aún más la precaria habitabilidad de la ciudad y aumentó los casos de chabolismo. Ante la desoladora panorámica la iniciativa privada y pública unirán sus esfuerzos para dar respuestas a la carencia de vivienda, construyendo dos barriadas portátiles con el fin de que sirvieran como alojamiento de emergencia durante un máximo de siete u ocho años.

CRECIMIENTO HACIA EL ESTE: EL DESARROLLO URBANO DEL RUEDO ORIENTAL. SITUACIÓN

Las Palmeras se situarían en parte de la finca Aljibejo, entre el arroyo Cantarranas y el barrio de Electromecánicas III; Las Moreras, por su parte, se situó al norte de la barriada de Margaritas, sobre solares que antes habían sido ocupados por industrias o huertas de extramuros.

A principios del siglo XX y hasta al menos la década de los cincuenta la ciudad de Córdoba contaba con un cinturón de huertas y parcelas de mediana y pequeña propiedad. Éstas constituían lo que tradicionalmente se ha dado en llamar el ruedo de la ciudad, un medio agrícola de notable complejidad y especialmente destinado a la producción de frutales, hortalizas y flores que se consumían en el mercado local de la ciudad.

Uno de los logros urbanísticos de la ciudad durante el siglo XX, emblemático por su concepción urbanística y arquitectónica, fue el Parque Figueroa. Fue una promoción inmobiliaria de la Constructora Benéfica de la Caja Provincial de Ahorros de Córdoba y, a pesar de que el PGOU de 1958 previese para la zona la construcción de ciertos equipamientos ferroviarios, surgió como uno de los barrios más modernos de Andalucía y España, con una extensión de unas 16 Has de la llamada Huerta del Figueroa. El ámbito meridional del ruedo de poniente manifestó una menor dinámica urbanística que la mitad septentrional descrita con anterioridad. La presencia del Cementerio de la Salud o el riesgo de inundaciones en las proximidades del Guadalquivir debieron ser las principales causas de su tardía y puntual ocupación urbana. Aun así, también se verá inmerso en un proceso de expansión periurbana laxa iniciada entre 1945 y 1969, y acelerada con posterioridad a 1970. En la etapa 1945-1969 los hitos urbanísticos más sobresalientes fueron la construcción de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos, de 1964/68; el Hospital Provincial, de 1966/69; y, finalmente, los primeros pasos del complejo residencial de Parque Cruz Conde- Corregidor. En este último cabe señalar ejecuciones concretas como fueron las realizadas a principios de los sesenta por la Caja Provincial de Ahorros de Córdoba, la promoción inmobiliaria de Herzog-Galiot de 1967 o la contemporánea iniciativa de la empresa Urbalegre,S.A.

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Los ruedos de Córdoba se extendían por una franja de unos dos kilómetros de radio alrededor de la ciudad. Se convertían en un espacio de carácter mixto, agrario-urbano, donde la transición entre el medio propiamente urbano y el rural se realizaba de forma gradual, este tipo de propiedades no sólo rodeaba a la ciudad. El interior del casco urbano también contaba con numerosas huertas, espacios internos abiertos que a principios del siglo XX ya comenzaban a desaparecer por efecto del macizado urbano. Pero es en el cinturón donde ese medio indeterminado alternando áreas puramente rurales con viviendas dispersas y barrios periféricos de la ciudad toma más importancia. En concreto el crecimiento hacia el este se desarrolla en lo que sería el área limitada por la ciudad, a poniente, el arroyo Pedroches por el oriente, el eje de ferrocarril Cádiz-Madrid al norte y el curso del Guadalquivir por el sur. El plano parcelario del área rural tradicional de la ciudad se mantuvo casi intacto, salvo contadas excepciones, hasta la segunda mitad del siglo XX. Será una vez finalizada la Guerra Civil y, sobre todo, en las décadas de los cincuenta y sesenta, cuando el crecimiento demográfico generara una presión de necesidad de viviendas urgentes.


CAP. 3: CÓRDOBA EN LOS AÑOS 50 Y 60

CREACIÓN DEL SECTOR, ANTECEDENTES, INSERCIÓN EN LA TRAMA DE LA CIUDAD Y CARACTERÍSTICAS DEL SECTOR.

Estos edificios eran el Santuario de la Fuensanta, el Cementerio de San Rafael y el antiguo Cuartel de Alfonso XIII, conocido como Lepanto.

El área huertana que nos ocupa presentaba, desde antes de iniciarse el siglo XX, algunos edificios de cierta significación urbanística, emplazados extramuros e íntegramente inmersos en el variopinto paisaje agrícola de la periferia cordobesa. El Santuario de la Fuensanta y su Humilladero anejo son las construcciones más añejas de las enclavadas en el conjunto huertano suroriental de la ciudad. El Santuario, fundación del siglo XV, se construyó sobre parte de la huerta de Albacete, propiedad del Cabildo. El Cementerio de S. Rafael, el segundo construido en la ciudad, se inició en el año 1833 y se concluyó en 1835. Con él se configuró una necrópolis próxima al medio urbano histórico de la ciudad y, al mismo tiempo, lo suficientemente distante como para asegurar la salud pública de los ciudadanos. Se construyó sobre una extensa parcela

ESTUDIO PARA LA REHABILITACIÓN DEL SECTOR SUR. CÓRDOBA

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de planta poligonal, ocupando parte de la huerta de Pineda, en el pago denominado del Cortijo de la Gitana y parte de la Huerta de las Infantas. Por último, la tercera gran construcción extramuros previa al siglo XX y emplazada en el ruedo oriental de la ciudad fue el extenso cuartel de Caballería de Alfonso XIII. Podemos considerarla como la primera avanzadilla urbana de lo que más tarde será el barrio de la Viñuela-Rescatado.

Poco después, en las inmediaciones del estadio, se delimitaría una nueva área deportiva propiedad del Estado, con una superficie superior a 1 Ha. Para ambos casos la relación de parcelas del Instituto Nacional de Colonizacion, el cual era el instrumento de la política agraria en la época de Franco, realizada en 1945, confirmaba la pérdida de funcionalidad agrícola por parte de dichas parcelas, considerándolas como incluidas en el casco de la población, es decir habían adquirido la condición de suelo urbano.

Su edificación tuvo lugar entre los años 1873 y 1883 y, dadas las amplias necesidades superficiales impuestas por la funcionalidad del edificio, necesitó una amplia área libre de impedimentos urbanos que limitaran su extensión.

Anejas al primero de los estadios referidos, denominado el Arcángel, la Lastra propondría la edificación de un grupo residencial entre la Ronda de los Mártires, calle Escritor Sebastián Cuevas y calle Venerable Juan de Santiago, iniciadas ya en la segunda mitad de los años cuarenta.

Con tal propósito se eligió la ronda del Marrubial como la zona idónea para el nuevo emplazamiento militar, restando con ello superficie agraria del ruedo oriental, ya que se localizaba sobre hazas como la de Tras la Puerta, huerta Leal o de la Viñuela.

A este pequeño conjunto de viviendas se las conoció con el nombre de Casas de La Lastra, en honor a su promotor. En 1948 la referida iniciativa de expansión se completaría con la construcción del nuevo Cuartel de la Policía Armada y la Lonja Municipal.

Según lo expuesto, el perímetro oriental de la ciudad, hasta bien entrado el siglo XX, aún distaba de presentar un aspecto urbano. Los referidos edificios, algunas instalaciones industriales y, sobre todo, las huertas, eran los elementos más sobresalientes del paisaje perimetral de la ciudad.

La creación de una nueva avenida de acceso a Córdoba por el este, la Avenida de Carlos III, desde la carretera de Madrid, se plantea en los primeros años de la década como parte fundamental de un eje viario septentrional que continuará a través de la carretera de Badajoz, avenida de Ollerías, antiguamente del Obispo Pérez Muñoz y avenida de América hasta conectar a través de Mozárabes y República Argentina con el nuevo acceso meridional que surge tras la construcción del puente de San Rafael.

En la primera mitad del siglo XX la expansión hacia el este de la ciudad fue escasa y muy puntual. En la mayor parte de los casos fueron acciones aisladas y con escaso planeamiento, tendentes a solventar necesidades concretas sin que ello supusiera el desarrollo de propuestas complejas. Lo que sí es cierto es que estas iniciativas redujeron incipientemente la superficie agraria de algunas fincas del ruedo, aunque su temprana proyección impidió que el Guadalmellato computase la reducción de dichas superficies. Entre las referidas expansiones cabe destacar cinco por su envergadura: las casas baratas de la Sociedad Cooperativa Solariega de Córdoba, situadas en el actual barrio del Arcángel y construidas en los años veinte; (El Cerro de la Golondrina, 240 que se establece en 1925 sobre buena parte de la Huerta de la Golondrina; las llamadas «casas del obispo», construidas entre 1922 y 1923 por La Solariega; las construcciones pertenecientes al Hospital Militar de San Fernando; el extenso solar de la cementera Asland; y, por último, las superficies ocupadas por la prisión provincial y la desaparecida Compañía Productora de Algodón Nacional, S.A. (CEPANSA), todo ello situado sobre las antiguas tierras agrícolas del cortijo de Miraflores. Pero no cabe duda, a la vista de la bibliografía consultada que el primer momento en el que se produce una notable expansión urbana de la ciudad hacia el este coincide con el período 1945-1969, etapa de expansión que se prolongará durante la década de los años setenta y decenios posteriores. Entre 1945 y 1969 cabe señalar el desarrollo de cinco áreas de expansión urbana hacia el la zona del este, restando una considerable superficie a las zonas de ambigüedad urbano-rural de la ciudad y ocasionando con ello casi lo que sería la desaparición de las mismas. Los referidos grupos residenciales son: el campo de fútbol el Arcángel y las casas de la Lastra; el cuartel de policía y la nueva lonja de la ciudad; el extenso barrio de Cañero; el barrio de la Viñuela-Rescatado; y el barrio del Zumbacón. En el extremo meridional del ruedo oriental, dentro del actual barrio del Arcángel, se emplazó una de las primeras actuaciones urbanísticas del período 1945-1969. Abandonado el antiguo estadio de América, situado a poniente de la ciudad, tras ser asimilado por el solar de los cuarteles militares de Cercadilla, la ciudad se propuso la construcción de un nuevo campo deportivo, esta vez en el perímetro suroriental del casco urbano. Para ello se destinó parte del predio del Arenal cuyo propietario era de La Lastra, inaugurándose la temporada 1944/45 y con una superficie de algo más de 6 Has.

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En la primavera del 52 ya está ultimado el proyecto de “desviación” de la carretera de Madrid, entre la Choza del Cojo -modesta venta cuyo nombre se asocia con clandestinas aventuras amorosas- y la carretera de Almadén, y en febrero del siguiente año el conde de Vallellano firma la aprobación técnica de la nueva vía, que según el periódico “proporcionará a Córdoba nueva y magnífica entrada”. Al igual que el acceso meridional, se proyecta con visión de futuro, con 31 metros de calzada y otros 50 a cada lado para jardines y viales, 131 en total; sin embargo un replanteamiento posterior reducirá a algo menos de la mitad la separación entre edificios y a 25 la calzada. Así que el Ayuntamiento venderá las franjas excedentes como solares destinados a la construcción de bloques de viviendas, una vez urbanizados. La siguiente actuación urbanística en el área del este abordada entre 1945 y 1969 será el bien definido barrio de Cañero, desarrollado y ejecutado entre 1951 y 1956. Esta nueva barriada nació a iniciativa del Patronato Benéfico de la Sagrada Familia, fundado en 1947 por el obispo Fray Albino, constituyendo una importante iniciativa privada de promoción cuyo objetivo era disminuir las notables carencias residenciales de la ciudad, tanto por su crecimiento demográfico natural como por la muy razonable inmigración que para la fecha se produjo.


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D Dicha iniciatiiva se princip pió con la donación de una parcela propiedad d del rejoneador Antonio Cañero C Baena, a la que más tarde se s unirían otrras donacion nes semejantes y otra seerie de prebeendas de carácter benéfico que hicieeron posible el o del barrio corrió a cargo o del arquiteccto proyecto.. La propuestta de ordenacción y diseño diocesano Carlos Sá áenz de San ntamaría, qu uien propuso o la edificacción de 1.85 56 e una iglesia y un n cine-teatro. A viviendass, 72 locales comerciales, dos grupos escolares, grandes rasgos, el nuevo n barrio constituía una u amplia zona z con lím mites muy bien definidoss. P el norte lo delimitaba Por a el camino de d la Campiñ ñuela, actual calle de Paco León; por el sur el cam mino del Granadal, actual acera de Alo onso Gómez de Figueroa;; a o de San Rafa ael; y, por últtimo, a levantte, el arroyo Pedroches. P poniente el cementerio

arrio transform maba el uso de d un total de e 8 parcelas. La de menorres dimension nes era la hueerta de San El nuevo ba Agustín;; la que poteenció la consstrucción del barrio gracia as a la dona ación del refe erido Antonio o Cañero Baeena fue la huerta de d El Guano; y la que poseía mayores dimensiones era la Huerta a Portada, que en 1932 su uperaba las 2 20 Has. Así mismo, la creación del d barrio de Cañero signiificó la desap parición del C Cebadero de San José, insstalación de p producción porcina que fue inau ugurada a principios de la centuria del XX. El plano parcelario previo desapareció casi por completo, si bien la nueva área a residencial respetó, al menos m en los límites, los vieejos caminos que partían de Córdoba o el curso natural del arroyo Peedroches.

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…“A lo larg go de mayo y junio del 53 3 la nueva barriada “se vva ocupando rápidamentee”, según Raffael Gago, pero suss ilusionados vecinos no ta ardan en sufrrir decepcione es a medida que comprue eban carencia as propias dee lo que se entrega sin terminarr. La principa al es la falta de corriente e eléctrica en n viviendas y calles; a lass casas no llega hasta noviemb bre, pero la escasa e tensión n impide que funcionen, en ocasiones, los aparatos de radio.”… …“En febrerro del 55 el d director general del Institutto Nacional d de la Vivienda a, Luis Valero o, preside la eentrega de otras occhocientas vivviendas de Ca añero, lo quee eleva a 1.80 00 su número o. Como en el e Campo de la Verdad, LLa Sagrada Familia construye un n colegio de niños y otro de niñas, y presidiendo la explanada a central del barrio surgee la iglesia parroqu uial, que el obispo o bendicce en marzo del 56. Pero las calles siguen sin ilu uminación, reetraso motiva ado por la escasez de cobre, y es el propio A Ayuntamiento o el que se hace cargo dee su instalació ón. Por fin, la a noche del d día de San Rafael de d 1956 se inaugura el alumbrado público con asistencia del alcalde, que q ofrece una copa a iinvitados y emplead dos de la com mpañía Sevilla ana.”…

E las crónica En as periodística as de la épocca se relatan hechos relaciionados con eeste desarrollo concreto: …“En la tard de del 29 dee abril del 53 3 Franco aprrovecha su esstancia en Córdoba para visitar la barriada de Cañero, que el obispo o bendice -reevestido de po ontifical-, pesse a no estar terminada. M Más tarde el jefe j del Estad do preside das -mil de eellas en Cañeero construida as por La en el estadio San Eulogio la entreega de llavess de mil quinientas viviend g ausente de la ceremo onia es el rejoneador Anto onio Cañero,, donante de los terrenos,, fallecido Sagrada Familia. El gran en febrerro del 52, cuyyo féretro reco orrió la barria ada en obras.”…

…”Los primeros habitanttes de Cañerro reclaman también t un m mejor servicio o de autobusees, teléfono a través de centralitta -servicio que q se retrassa al no auto orizarse el te endido aéreo o de los cab bles- y la dessaparición deel cercano cebaderro de Celestin no Gómez po or el mal olor que desprende, cuya clau usura decreta el Ayuntamieento”… …”Pero la más m grave carencia que su ufre el barrio es la falta dee pavimentacción cuyo cossto, como en el Campo de la Verdad, desbo orda la capacidad económica de la entidad e prom motora y del propio p municcipio, que co onvierte las o del arroyo PPedroches, calles en barrizales intransitables cuando llueeve. La situacción se agravva con el dessbordamiento o a la barriad da, como ocurre el 26 dee enero 1960, en que el agua llega a invadir mu uchas viviendas, lo que cercano obliga al a Ayuntamien nto a aprobarr la limpieza y dragado de el cauce a fina ales del mism mo año…” La extensa área á residenciial de la Viñuela-Rescatado también co onoció su expansión a lo la argo del perío odo 19451969, creciendo c al amparo de eensanches prrecedentes co omo el Cerro o de la Golo ondrina, las Casas C del Obispo o el complejo militar del Cuartel de Alfonso XII. A principios p de los años cua arenta, el ya mencionado m A Antonio Cañeero Baena, ario de la Huerta de Frías,, propuso al Ayuntamiento o cordobés la a apertura en n su propiedad de una nueeva calle y propieta la parceelación con fines residencia ales de buena a parte del prredio referido o.

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A esta iniciatiiva le seguiría an, a lo largo o de los añoss cuarenta, ottras de semejjante índole que q irían conffigurando el maciza amiento urbano entre el Cementerio C de e San Rafael, el Cerro de la Golondrina a, las casas baratas b del obispo y el Cuartel. El resto del barrio b se ejecutaría durante la década de los sesentta, gracias a los planteamientos urbaníísticos del neral de Ordeenación Urba ana (PGOU) de d 1958, al Proyecto P de Plan P Parcial de Ordenación del Polígon no Este de Plan Gen 1959 y al a definitivo Plan Parcial dee Ordenación n del Polígono o de Levante redactado en n el año 1962 2. Dichos doccumentos, ante la persistencia p d la carencia de viviend de das en el conjunto del medio m urbano o cordobés, definían d y prreveían la necesidad de ensanch har el medio urbano u cordo obés a través de los ruedoss orientales d de la ciudad, volviendo nue evamente a inscrrita en la Comunidad de Regantes y regada r total o parcialmen nte con las aguas a del a detraerr superficie agrícola Guadalm mellato. En co oncreto, el Pla an Parcial de 1962 basab ba su ordenacción en tres a argumentos esenciales: cre ear nuevo suelo urb bano necesario para el crecimiento c de d la ciudad;; conservar lo ya constru uido siempre que dispusie era de la calidad mínima m exigid da; y adoptar como eje de comunicació ón y delimitacción la apertura de la Aven nida de Carlo os III.

L expansión La n de la Viñu uela-Rescatad do y su prolongación ha acia la nueva a Avenida de Carlos III afectó a numerosa as propiedad des rurales, im mportantes e históricas vía as de comuniicación como o la propia Cañada C Real Soriana y ciertos cursos fluvialees tributarios del Guadalquivir como los arroyos Hormiguitass, de las Pieedras y Pedrroches. Si os la expansió ón de la Viñuela-Rescatado y su desarrrollo hacia el Polígono de Levante con el parcelario o rural del cotejamo año 1932, no cabe duda d del proffundo cambio o de uso que la expansión n urbana sign nificó y, al mismo tiempo, la aguda mación paisajíística que ello o ocasionó en n el antiguo ruedo r oriental de la ciudad d. transform T También para a el período de 1945 a 1969 cabe meencionar el comienzo de llos asentamieentos margina ales de lo que en un futuro terminaría convirttiéndose en el barrio del Zumbacón. Z Con anterioriidad a los añ C ños cuarenta y entrada diccha década, el área que ahora nos occupa manifesstaba una marcada vocación ag grícola. Consttituía una pro opiedad ocup pada por una a plantación d de olivar quee limitaba al norte con arril, el camin no de Pedrocches al sur, al este el arroyyo de las Pied dras y al oestte en el deno ominado cam mino de la el ferroca Fuensanttilla.

En dicha exttensión, bajo promoción privada p de loss propios titula ares de la refferida haza, se s ofertará la propiedad p espa acio residenccial propiciando el desmonte del olivar existente. Dicha D oferta se s basó en la a venta de como potencial lotes dee dimensionees reducidas y bajo pacctos verbales,, lo que, ad demás de prropiciar num merosos fraca asos en la transaccción de la prropiedad, fuee originando un asentamiiento margina al integrado por vivienda as de autoconstrucción, chozos y edificacionees sin ordenacción alguna. Con el prop pósito de alca anzar una situ uación de dig gnidad urbana a para el cha abolismo asen ntado en el Z Zumbacón, en septiiembre de 19 949 se formu ulará un proyecto de urb banización qu ue no llegará á a hacerse realidad. r Sin embargo, conocidas las malass condicioness del incipiente barrio, el Ayuntamiento o y sus técniccos, entre loss que se enccontraba el ollo Dicenta, contemplaron n la necesida ad de buscar fórmulas pro opiciatorias de una transfo ormación y arquiteccto José Rebo mejora del caos urba anístico y sociial que predo ominaba en este conjunto de infravivien ndas.

A finales del 54 el Ayunttamiento apru ueba la desaparición del Zumbacón y la creación de d una zona verde que adecentte y embellezzca el lugar verdadero escaparate de e la ciudad d desde el nue evo acceso por p levante. LLa sección Femenin na de Falang ge, tan dispu uesta siempree a paliar la as carencias sociales que le permiten sus contado os medios, mantien ne en el subu urbio unas eescuelas perteenecientes all Patronato SSanta Teresa,, cuyo comeedor atiende la Cocina Económ mica de Auxilio o Social. En mayo del 53 las visitas la esposa del g gobernador militar, m Maruja a García, que regala a los niños unos baberros. En paralelo con la desa aparición del Zumbacón se s va configu urando en su us proximidad des el nuevo barrio de Miraflorres, donde see construyen p promociones de viviendas sociales. Asíí, el Patronato San Rafael edifica una treintena y una igleesia dedicada a a San Anto onio de Padu ua, cuya advvocación es u un homenaje a su presideente, el milita ar Antonio Castejón, con motivo o de su ascen nso a tenientee general, que e bendice Fra ay Albino en enero e del 54. Vinculada all templo se a escuela parrroquial patro ocinada por la a Asociación Católica de Padres de Familia del coleegio de las Essclavas. crea una Una de las primeras inicciativas del gobernador g civil c Juan Vicctoriano Barquero es reun nir en marzo del 56 al Patronatto Provincial de la Viviend da para estud diar el déficit de viviendas sociales y accordar la con nstrucción de 150 en la zona en n sustitución de d las chabola as. Cuando a principios del d 57 el obispo Fray Albin no bendice la nueva iglesia a del Buen Pastor, auxiliar de la a parroquia d de San Anton nio de Padua, Rafael Gag go afirma que e en contrastte con el Zum mbacón se M “un n barrio nuevvo, gracioso y moderno”, cuya visión “hace “ más lam mentable el a aspecto de levanta frente a él Miraflores, acón” que aú ún permanece en en pie. muchas de las casucas del Zumba ESTUDIO PARA LA A REHABILITA ACIÓN DEL SECTOR SUR. CÓRDOBA

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Y como ultimo acontecimiento en el área de crecimiento lo que seria la zona de Fátima, situada al este de la ciudad de Córdoba, con un perímetro aproximado de cuatro kilómetros, queda delimitada en la actualidad por la Avenida de Carlos III (al Sur) que la separa del resto del area de crecimiento; la carretera de Almadén o de Badajoz (al Oeste), la línea de ferrocarril a Madrid (al Noroeste); y el trazado del Arroyo de Pedroches, actualmente embovedado (al Este). Alejada del centro urbano, tuvo la consideración de terreno rústico, donde se situaba uno de los veneros de agua de mediana importancia que abastecía a Córdoba: El Venero de la Palma y zona del Arroyo de Pedroches. En esta zona se ubicaban el Cortijo y Huerta de Miraflores, Huerta de la Palma, Haza de los Almendros, Huerta Pilero y Huerta Sacramental. Se trataba de unos terrenos dedicados a labor, con topografía muy suave en la zona Este y más accidentada en la Oeste. No existían apenas edificaciones salvo las propias de las faenas agrícolas y cebaderos para el ganado, como por ejemplo el de la Concepción, junto a la vía pecuaria que atraviesa la zona en dirección Suroeste-Noroeste, Vereda de La Alcaidía, de 25 varas de anchura (20'82 metros). En la zona Este existió un descansadero perteneciente a la Dirección General de Ganadería, el de la Choza del Cojo, que servía como nexo de unión entre las veredas pecuarias Cordel de Alcolea y Vereda de la Alcaidía, ocupando el actual espacio comprendido entre la confluencia de la carretera de Madrid y la Avenida de Carlos III, y la prolongación de la calle Historiador Jaén Morente. En dirección Oeste-Este estaban atravesados por un canal de riego. Al Noroeste limitaban con el Arroyo de Pedroches, que recoge aguas procedentes de la Sierra y que alcanzaba un gran caudal durante los temporales de invierno (hay que recordar las inundaciones que produjo en 1963). En marzo de 1933 tiene lugar el primer acontecimiento importante en el barrio en cuanto a urbanización se refiere. El Director General de Prisiones declaró estar dispuesto a ordenar la inmediata edificación de una cárcel en Córdoba. El Ayuntamiento de Córdoba decide la cesión de la parcela de Miraflores de 400 x 100 metros (40.000 m2 adquiridos por el Ayuntamiento en 1927, a 1 pta./m.2, para la construcción de casas baratas), siempre que se dedique exclusivamente para la construcción de la cárcel y para llevarla a cabo se empleen obreros y materiales cordobeses. El coste de la Prisión Provincial sería de tres millones de pesetas, debiendo subvencionar el Ayuntamiento de Córdoba la construcción de la misma con cien mil pesetas. La Corporación Municipal no podía quedarse quieta ante la realidad de esta mejora que aliviaría el paro obrero en Córdoba.

Se trataba de una fábrica de hilatura y extracción de aceite de algodón, convertida más tarde en fábrica de tejidos, que tuvo su época de esplendor económico a principios de los años 60, siendo éste uno de los hechos que impulsó la urbanización de su entorno. A principios de los 70 su decadencia era ya un hecho. Otro de los factores que aumentaron el ritmo de urbanización fue el proyecto (1953) del nuevo enlace (40 metros de anchura y 1,5 kilómetros de largo) de la carretera Radial IV Madrid- Cádiz con la Nacional 432 Badajoz-Granada (actual Avenida de Carlos III), para cuya realización por la Jefatura de Obras Públicas se expropiaron en 1957 cincuenta metros de terreno rústico a cada lado con arreglo a la Ley de Travesías, lo cual fue muy rentable por la venta a entidades para su edificación y permutas por otros terrenos destinados a equipamiento escolar. Ambos factores permitieron el desarrollo de la zona, nuevo acceso a la ciudad desde Madrid. A partir de 1963 con la Ordenación Parcial del Polígono situado entre el Arroyo de Pedroches, Polígono de Levante y Cañada Real Soriana (ampliación del Polígono de Levante), de iniciativa municipal y llevado a cabo por e! arquitecto del Ayuntamiento D. José Rebollo Dicenta teniendo lugar la urbanización a gran escala de la zona, con su apogeo en los años 70. Una de las razones por la que se acomete la redacción de este proyecto fue la urgente necesidad de disponer de terrenos industriales y la existencia de una zona, contigua a industrias ya en funcionamiento, muy adecuada a tal fin y que con poco coste permitiría resolver la demanda y carestía de terrenos hasta que se urbanizaran los grandes polígonos industriales. La otra razón sería la expansión creciente de la ciudad y la consiguiente escasez de vivienda. La superficie total del polígono susceptible de actuación fue 382.575 m.2, delimitados por el Polígono de Levante (por el Sur), la zona rural (por el Norte), el Arroyo Pedroches (por el Este) y las construcciones ya existentes -Cárcel, casas del Patronato de San Rafael y CEPANSA (por el Oeste). El proyecto fue sometido a información pública y a la Dirección General de Urbanismo del Ministerio de la Vivienda, tal como prescribe la ley, y finalmente fue aprobado en febrero de 1965. En el Plan General de Ordenación Urbana(P.G.O.U.) de 1958, vigente en 1963, clasificaba estos terrenos como de edificación intensiva baja, con una zona industrial próxima al Arroyo Pedroches. Se establecía, asimismo, una ronda exterior paralela al arroyo (aún hoy sin construir), siendo sus cercanías un emplazamiento adecuado para albergar una cierta proporción de industria, que tendría su acceso por la citada ronda, sin entorpecer la zona propiamente residencial.

La Dirección General de Prisiones del Ministerio de Justicia consideró la localización adecuada debido a la horizontalidad del terreno, en un emplazamiento elevado y sano, cercano a la conducción general de agua y energía eléctrica del servicio municipal y próximo al Arroyo Pedroches, al cual se podrían verter las aguas residuales previamente depuradas. A pesar de lo alejado de su situación, el Ayuntamiento no consideró muy complicado alargar la línea de autobús hasta las nuevas instalaciones. Hubo que realizar un enlace entre la carretera de Almadén y los terrenos -la única comunicación se establecía a través del tortuoso Camino Viejo de Pedroches o Cañada Real Soriana- así como las infraestructuras necesarias (conducciones de agua, luz, teléfono y alcantarillado) por parte del Ayuntamiento. Las proporciones del terreno debieron modificarse dada la importancia del edificio, lo cual no fue obstáculo puesto que se realizaron unas permutas con D. Rafael Navas Delgado, en el Cortijo de Miraflores en julio de 1933. En 1937 aún continuaban las obras de la nueva Cárcel Provincial.

Formaba parte del programa el aislamiento de la zona industrial por medio de una cortina de arbolado que aminorase en lo posible los efectos del viento Noroeste-Suroeste sobre la zona residencial, una vía parque de aislamiento entre zona industrial y residencial que no se llevó a cabo.

Como el terreno que ocupó la cárcel en un principio iba destinado para el Patronato Militar de Casas Baratas de San Rafael, en febrero de 1937 el Ayuntamiento le cede una parcela de 6.900 m2 que linda al Oeste con una zona de aislamiento de 15 metros de anchura de la mueva penitenciaría. En los años 40, y al amparo de la infraestructura creada para el primer núcleo del barrio antes mencionado, se construye el «Grupo de casas Teniente General Castejón», un pequeño conjunto de viviendas (unas treinta) de una sola planta pertenecientes al Patronato Militar de Casas Baratas de San Rafael, en la llamada zona de Miraflores, situadas entre las calles Grabador Palomino, Profesor Tierno Galván. Avenida de Blas Infante (Cañada Real Soriana), Pelayo Correa y Plaza de Marinaleda. En la actualidad subsiste casi todo el conjunto así como una Iglesia.

El proyecto de urbanización de 1963 representa una mejora de zonificación (aún manteniendo el criterio general del P.G.O.U.), distinguiendo tres tipos de edificación: intensiva baja (40%), bloques abiertos (20%) e industria (40%), programa de distribución de las necesidades del polígono basado en la superficie total y en las edificaciones existentes. La construcción en bloques se realiza en general, por entidades públicas, cooperativas y grandes empresas inmobiliarias; pero existen una serie de pequeños propietarios cuyos deseos y posibilidades económicas se inclinan hacia la construcción intensiva que permite solares más pequeños, edificios más económicos y un volumen de obra más pequeño y adecuado a su economía. Las Ordenanzas Municipales caracterizaban la edificación intensiva baja con una altura máxima de 12 metros (cuatro plantas) y la edificación en bloques abiertos con cota máxima de 21 metros (siete plantas), no siendo la anchura de las calles inferior a la altura máxima permitida en la edificación. Hemos podido constatar el predominio de la edificación intensiva baja en todo el barrio, con la variante de existencia o no de ático y

Con posterioridad a la construcción de estas viviendas quedan configuradas las instalaciones industriales: Compañía Española Productora de Algodón Nacional S.A. (CEPANSA), conocida popularmente como “La Algodonera”.

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La Cañada Real Soriana se mantiene en el Plan de Ordenación con su ancho reducido de acuerdo con la resolución de la Dirección General de Ganadería, tolerante con la disminución de la amplitud de las vías pecuarias en el interior de las poblaciones. Las veredas pecuarias y descansaderos, que pasarían a propiedad municipal tras el correspondiente convenio con la Dirección General de Ganadería, serían sustituidos por una ronda exterior que ofreciera plena garantía para los usuarios sin dificultar la expansión urbana. Paralelamente a la Cañada Real Soriana y muy próxima a la misma, discurre la carretera de Almadén, una de las vías principales del Plan de Ordenación.


CAP. 3: CÓRDOBA EN LOS AÑOS 50 Y 60

utilización de bajos para fines comerciales. En lo concerniente a la edificación en bloques, ocupa lugares puntuales en las avenidas más amplias y espacios más abiertos (Carlos III, Arcos de la Frontera y sobre todo, Virgen de Fátima). En el Plan Parcial, el polígono fue proyectado para albergar 12.900 habitantes, contando con terrenos para una iglesia (1.700 m.2), centro comercial (mercado de 1.200 m.2) y grupos escolares (7.730 m.2).-cuatro actualmente- partiendo de una serie de condiciones, como el cumplimiento de la Ley del Suelo y Ordenación Urbana, conservación de las edificaciones existentes (salvo las agrícolas y cebaderos), adaptación a la topografía del terreno reduciendo al mínimo los movimientos de tierra, pues no presentaba dificultades para su urbanización; establecimiento de calles ajardinadas peatonales (11.940 m.2) y zonas verdes (22.845 m.2) y distribución de edificios públicos y grupos escolares de acuerdo con las necesidades reales de la población (no se proyectaron edificios municipales debido a la proximidad con el Polígono de Levante). La cifra media del coste de urbanización por hectárea fue de 1.200.000 pesetas, lo que supuso un total de 45.908.400 pesetas proyectadas. En enero de 1965 un contratista de obras de Madrid propuso al Ayuntamiento edificar quinientas viviendas subvencionadas en la zona de la antigua Huerta de la Palma, comprometiéndose a ajustarse exactamente a las Ordenanzas Municipales de edificación en la zona, ejecutar las obras de abastecimiento de aguas, alcantarillado, pavimentación y alumbrado público, así como la cesión de terrenos para jardines, escuelas y viales. En 1972 se redacta el Proyecto de Reordenación de los Planes Parciales del Polígono de Levante y su Ampliación, también por el arquitecto Municipal D. José Rebollo Dicenta, consistente en una revisión impuesta por las circunstancias de esos años. Su redacción fue debida, en primer lugar, a la implantación de la E.G.B., aumentando considerablemente la necesidad de puestos escolares. En segundo lugar, a la creación por el Ministerio de la Vivienda, de acuerdo con el Ayuntamiento, de nuevas zonas industriales (Polígono de Chínales con industria mediana y pequeña, que en 1972 se encuentra prácticamente contiguo a los terrenos que nos ocupan, en ejecución y edificación adelantadas), suprimiendo la pequeña zona industrial proyectada anteriormente (zona Este) por innecesaria; también se debió al trazado de la nueva red viaria proyectada por la Jefatura Regional de Carreteras de acuerdo con el Ayuntamiento, con un enlace del nudo de comunicaciones N-IV-Carlos III con la carretera de Almadén; y por último, a la nueva situación originada por la revisión del P.G.O.U., localizando asimismo al Noroeste del barrio un Centro Cívico, zona verde y pequeña zona industrial de servicios (todos ellos en la actualidad sin construir).

CRECIMIENTO HACIA EL NOROESTE: ALBERGUES PROVISIONALES Y PARQUE FIGUEROA El proceso de desplazamiento que surge en España desde los años 40 comienza con más de medio millón de personas que abandonan los núcleos rurales para llegar a las capitales de provincia. La situación de acogida contrajo una serie de tensiones entre el construir y el habitar. La situación histórica impone un ritmo de desplazamiento de población que supera cualquier previsión. La ciudad comienza a crecer urbanísticamente forzada por sus propias estructuras que acaban con la autosuficiencia de la población rural. En la España de la postguerra, solo a partir de los años ’50 se empiezan a desentumecer las estructuras políticas que podían propiciar el cambio. La situación que en 1963 se da en la ciudad llega a presentarse caótica. Las lluvias torrenciales que azotaron el Valle del Guadalquivir durante los meses de febrero y marzo afectaron especialmente a la ciudad, y dejaron sin hogar a decenas de familias que residían en las zonas más desfavorecidas de la capital y de las poblaciones periféricas. Además de la situación de los desplazados sin hogar que había ya en estos primeros años de la década de los ’60. ALBERGUES PROVISIONALES El 14 de julio de 1964 se conmemoraban los 25 años de “paz” del régimen: ese día aparece en la prensa un especial sobre la vivienda en el que en los titulares podemos leer; “Es motivo de estudio el plan de construcción de viviendas en la lucha contra el chabolismo. Cincuenta mil albergues provisionales atienden a las situaciones de emergencia planteadas por las catástrofes”. El día 12 de junio de 1963 comienza uno de los proyectos más importantes y que mas confundió a la ciudad de Córdoba durante más de veinte años. Se trata de la construcción de 3.592 albergues provisionales en lo que fue, según la prensa local, el mayor conjunto de viviendas prefabricadas que se había hecho hasta el momento en España. Se realiza a través del Ministerio de la Vivienda en colaboración con la Obra Sindical del Hogar con un proyecto presentado por Rafael de la Hoz y Gerardo Olivares en lo que conformaba en esos momentos una de las colaboraciones entre arquitectos más brillantes y fructíferas que había en nuestro país.

Los espacios ajardinados son abundantes en el plan tanto entre las zonas de bloques, como en la edificación intensiva baja. La reducción de altura en las construcciones, provocada por la obligatoriedad del ascensor para más de cuatro plantas incidió en la reducción de la densidad de población. En los años 70 los promotores privados, destacando la Cooperativa Santa Fe, edifican sin cesar hasta convertir el barrio en un conglomerado creciente de construcciones con poca definición urbanística. Es el momento en que aumenta vertiginosamente la población, atraída por los ventajosos precios de las viviendas. Un ejemplo concreto fue el promotor Federico Navarro Yerbes que hacia 1974 77 proyecta y construye ciento veinte viviendas, distribuidas en ocho bloques de cuatro plantas cada uno, con locales comerciales en la zona de confluencia entre Arcos de la Frontera e Historiador Jaén Morente en terrenos urbanos incluidos dentro del proyecto de reordenación del Polígono de Levante y su ampliación, ocupando una superficie de 5.620 m2. Se trataba de viviendas de protección oficial del Ministerio de la Vivienda. Es un hecho evidente el grado de especulación alcanzado en la década de los años 70 provocado por una inadecuada planificación que dejó sin espacios libres (salvo la periferia del Este) la Ampliación del Polígono de Levante. La falta de zonas verdes (no existen áreas arboladas, salvo en la Avenida de Carlos III, y tan sólo pequeños jardines particulares) y las deficiencias de pavimentación se ponen de manifiesto a lo largo y ancho del barrio. Las propuestas del PGOU y otros documentos terminarán por acondicionar y dotar al nuevo barrio, disminuyendo el grado de marginalidad e infravivienda del lugar.

Los terrenos elegidos serán los que posteriormente configuraron las barriadas de Las Moreras, Las Margaritas y Las Palmeras. Podemos definir el proyecto como una arquitectura de emergencia. Este tipo de arquitectura se lleva a cabo normalmente en situaciones de desastres naturales pero también en movimientos de población por motivos políticos o económicos de supervivencia. Estamos ante una situación de emergencia y ante una arquitectura de las mismas consideraciones. El problema se planteo como una arquitectura de emergencia en función de las lluvias de 1963 pero la realidad es que, desde muchos años antes, la situación de emergencia derivaba de un desplazamiento del gran número de familias que vivían en una situación precaria y que conformaron un autentico anillo de pobreza en la ciudad. Rafael de la Hoz llevaba varios años trabajando en el estudio de los prefabricados con proyectos reales de aplicación con los que configuro un interesante informe remitido al Ministerio de Vivienda en el que se avisaba del peligro que suponía no acometer los estudios necesarios para llegar a soluciones en nuestro país. Rafael de la Hoz era consciente del imperioso desarrollo de esta arquitectura de emergencia para evitar situaciones insalvables de otra manera. Solo en Córdoba había un déficit de 37.706 viviendas en 1963.

ESTUDIO PARA LA REHABILITACIÓN DEL SECTOR SUR. CÓRDOBA

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El proyecto de los albergues provisionales se presento como temporal y de emergencia cuando la realidad era que se creo, en una de las zonas de ensanche de la ciudad, una autentica ciudad de refugiados que estuvo habitada durante más de 20 años y que se comporto en consecuencia a su situación. La “ciudad” de las casitas portátiles quedo apartada de la vida de la ciudad y se le doto de todo lo necesario para que se realidad autárquica ayudar a e este deseo de aislamiento por parte del que acoge. Desde un primer momento el proyecto se presento como una “ciudad” dispuesta a partir de un trazado racional, inspirada en el urbanismo romano donde se parte de la presencia de una cardo, decumanus y foro donde se centralizaban los servicios de sanidad, servicios de comunicaciones, religiosos y de abastecimiento. En el resto de la intervención urbanística tan solo apreciamos el intento de individualidad e independencia de cada hogar en la medida en que esto era posible.

exclusivamente residenciales, mientras el exterior se reserva como periferia abierta, acogiendo diferentes servicios comunitarios (colegios, instituto, aparcamientos, hogar del pensionista, comisaria,…) Predominio en el proyecto del afán por dar amplitud a las zonas ajardinadas, hacia las cuales quedaban orientadas todas las viviendas. La concepción de este parque de viviendas atendía a la idea de desarrollar una entidad autónoma, casi una ciudad en miniatura, que contaría con las ventajas de un estudiado diseño que acercaba la naturaleza a sus vecinos. Igualmente contó con los servicios necesarios para la comunidad, tanto en el ámbito comercial, como en el social, religioso y deportivo. El conjunto edilicio de iglesia y espadaña exenta, ubicado en la zona central, resultó el más valiente en su género por su estética y disposición.

El proyecto incluye un apartado especial para los colegios donde estos se dispersan y multiplican hasta sumar un total de 28 colegios y tres guarderías. Por supuesto que el concepto de integración educacional de estos niños con los del resto de la ciudad se desestimó, si es que en algún momento llego a plantearse.

El valor fundamental que se apreciaba tras la construcción del conjunto urbano era el hacer disponer a sus habitantes de unos espacios y servicios sociales que la convertían en verdaderos centros cívicos donde fomentar la convivencia, con un claro carácter socializante.

PARQUE FIGUEROA Durante el año 1.967 se llevó a cabo la ordenación urbana de los terrenos de la Huerta Figueroa. Con ello se daba el primer paso necesario para la construcción del proyecto Parque Figueroa, creado por el equipo de arquitectos integrado por Rafael de la Hoz Arderius, Gerardo Olivares James y José Chastang Barroso. Su origen se encuentra en una promoción de la Constructora Benéfica de la Caja Provincial de Ahorros, que organizada por un plan parcial en 1.967, acomete entre 1.968 y 1.970 la construcción de más de 2.ooo viviendas, que albergan aproximadamente a unas diez mil personas, sobre un amplio espacio de casi 17o.ooo metros cuadrados. Fue posteriormente completado en 1.976 con la construcción de los tres edificios que componían los Colegios Provinciales Príncipe Felipe, siguiendo las líneas maestras del estilo de aires internacionales utilizado en el resto del parque. La estructura urbanística del conjunto se concibió de forma que en el interior se centraron los edificios dedicados a uso social, la zona exterior se destinó para la ubicación de plazas de aparcamiento y centros de enseñanza, y la intermedia sería ocupada por los bloques de vivienda. Todo ello circunvalado por una vía para el tráfico. Parque Figueroa ofrecía evidentes ventajas urbanísticas derivadas de la existencia de espacios abiertos y abundantes zonas ajardinadas, el carácter peatonal de su interior, presencia de centros de esparcimiento y servicios,… El barrio se estructura en tres zonas concéntricas. El núcleo central, que configura un amplio espacio abierto, bien señalado por la referencia de la peculiar torre de su iglesia. Allí se concentran las zonas de servicios y esparcimiento, lo que lo convierte en un espacio de convivencia general. La zona intermedia se dedica a funciones

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El proyecto urbanizador obvio el trazado de unas nuevas vías de comunicación que conectaran el nuevo barriociudad con el casco urbano, y que además salvaran el tremendo obstáculo en que se había convertido la línea férrea.


CAP. 3: CÓRDOBA EN LOS AÑOS 50 Y 60

DESARROLLO DE LA ZONA NORTE Poco después de la posguerra se produce una acusada centrifugación de la ciudad como consecuencia de la explosión demográfica y la masiva inmigración, incluso del abandono de algunos sectores del casco, debido a la degradación que sufrían. Como en cualquier otra ciudad, la expansión se centra en barrios, polígonos residenciales y espacios de ocio.

3.La Huerta de la Reina: Limitada por la desviación de la línea férrea de Badajoz y por la Avenida del Brillante, la línea sur, a lo largo de la Calle Doña Berenguela, es de ininterrumpida localización industrial, buscando la proximidad del ferrocarril, y hacia el norte un modesto barrio, de trazado geométrico y caracteres similares al de las Margaritas.

La expansión septentrional hacia la Sierra: Residencias permanentes y secundarias, espacios de ocio e industriales.

4.El Brillante: Localizado en torno a la Avenida del mismo nombre y a la Avenida de la Cruz de Juárez, con condiciones aptas de emplazamiento y comunicaciones, es zona de viviendas confortables, aunque hacia el este, hacia Valdeolleros y surcado por la Avenida de los Almogávares, se le han adosado una serie de bloques mucho más modestos.

La expansión periférica septentrional extramuros, se ha desarrollado en distintos momentos históricos. De la primera mitad de este siglo, es la expansión que ha rellenado los espacios comprendidos entre la línea de las murallas y el ferrocarril: el triangulo limitado por la Ronda de Cercadilla y Medina Azahara, el ensanche entre los Jardines de la Agricultura y Paseo de colón y el macizamiento, aún no completo, del espacio al norte de la Avenida del Obispo Pérez Muñoz, desde el pequeño barrio adosado al Viaducto hasta el Zumbacón en la Carretera de Almadén. Esta primera corona periférica ha sufrido suerte muy variada según la con cereta ubicación, porque la exaración residencial se ha interferido con una primera oleada de instalaciones industriales de principios del siglo XX al amparo del ferrocarril en la ronda del Obispo Pérez Muñoz e incluso en la Avenida del Generalísimo, y porque el Plan de Ordenación de 958 le confirió una variopinta zonificación que iba desde zona comercial a “tolerancias” pasando por “intensiva alta” etc. De forma que, aquí se tiene, desde un conjunto presidido por Avenida del Generalísimo que está recibiendo el centro de la ciudad (y cuya problemática abordaremos en el casco histórico), a un barrio modesto como el Zumbacón y a una zona industrial en vías de desmantelamiento. Mientras no se dé solución al problema del ferrocarril, quizás o sea posible poner en orden este amasijo, mal estructurado, de usos y barrios. Más al norte, ya traspasado el ferrocarril, se superpone una segunda una segunda aureola periférica, tampoco uniforme, y que comprende espacios industriales (de Valdeolleros a Asland), y conjuntos residenciales permanentes. El límite actual de estos últimos está marcado por el ramal del ferrocarril de la Sierra, o se mantiene a una latitud muy igual a la de este, comprendiendo las siguientes unidades de oeste a este. 1.Parque de Figueroa, inaugurado en 1970, promovido por la Constructora Benéfica de la Caja Provincial de Ahorros, “orgullo de los cordobeses”, y exponente máximo del moderno urbanismo de la ciudad y de España según la versión de sus promotores. El Parque de Figueroa se asienta sobre 180.000 m2, en los que se localizan 2.052 viviendas más todos los servicios comunitarios consiguientes a una unidad urbanística que se ha concebido como autónoma, como una unidad mini ciudad dentro del contexto más amplio de toda Córdoba. Logros indudables del Parque Figueroa son los siguientes: “espacios abiertos; paisajes de gran belleza, sin que la mirada tropiece con el obstáculo disonante de los rascacielos, ausencia de los ruidos del trafico producidos por los motores de combustión; abundancia de espacios verdes, aparcamientos para sus habitantes; posibilidad de que los niños vivan al aire libre sin temer al automóvil, lugares de expansión y recreo para sus habitantes; servicios agrupados y concebidos con un criterio socializante”. Y a todo esto hay que unir la arquitectura atrayente, de vanguardia y encomiable de sus edificios, entre los que destaca la iglesia. 2.Barrio de las Margaritas y las Moreras: En su conjunto es este un sector obrero y en su morfología una mezcla, resultado de la iniciativa privada y de la pública y de la emergencia que aquí han concurrido. A lo largo de la Carretera de Santa María de Trassierra hay un modesto asentamiento industrial de antes de la guerra y de los años inmediatos a la misma. Al oeste de la misma se ubica lo más antiguo del Barrio de las Margaritas con viviendas de una planta y al este de aquellas, bloques recientes de dos a tres alturas. Estos, sin solución de continuidad, enlazan con el Barrio de las Moreras de casas prefabricadas, como muy profusamente representadas. Es este uno de los casos de los que hoy se llaman “polígonos de urgencias” dentro de la vivienda social, que se programan como provisionales y que claro está se convierten en definitivos. Y prueban estos barrios prefabricados que en el hábitat subintegrado cordobés predomina mucho más esta construcción planificada a gran escala que la autoconstrucción en forma de barracas y tugurios.

El eje principal de la zona residencial de la sierra cordobesa da nombre al barrio y asciende en línea recta hacia el norte. Historicamente lugar de veraneo para la alta burguesía, hoy lo es de viviendas en chalets de carácter permanente. Su arquitectura va jalonada por ejemplos que abarcan desde el regionalismo y eclecticismo hasta corrientes modernas. Son destacables los chalets: El Pilar de San Antonio, nº 109, proyectando por Carlos Saenz de Santa María (1940) siguiendo eclécticamente los modelos de las villas italianas; Casa de Alarife, nº 111 D, obra tardomoderna de los 70 de Victorio Gómez; Villa Mária, en el nº 113, pequeño pabellón de influencias europeas, con balcón-corredor y tejado de fuerte inclinación. En el nº 121 existe una casa de grácil composición regionalista, mientras que los números 130 y 138 son claros ejemplos de la arquitectura moderna de la década de los 60, la primera, algo transformada, de Rafael de la Hoz. En el nº2 de la calle Teologo Nuñez Delgadillo se ubica la Huerta Olías, proyecto de 1925 de Juan Bautista Caballero de casa y cuidados jardines. Valdeolleros: Enlaza sin solución de continuidad con el anterior conjunto, por la Avenida de la Fuente de la Salud y yendo a unirse con el Polígono de Chinales y Zumbacon y entremezclándose con él, los bloques de iniciativa pública y privada. Parte de ese sector en los años cuarenta y cincuenta, constituía un miserable cinturón cordobés de barracas y viviendas marginales, que recientemente no han podido resistir la revalorización de los solares de sus emplazamientos. Y por último, al margen de las inclusiones puntuales que suponen los pequeños barrios de la Carretera de Trassierra y barrio del Naranjo, la aureola mas externa de Córdoba por el norte es de viviendas secundarias (chalets aislados o urbanizaciones) – en gran medida convertidas en permanentes – y espacios de ocio que se han extendido no solo recubriendo todo el piedemonte y laderas de la cordillera sino que han penetrado hasta su interior siguiendo las carreteras: urbanización de Trassierra en la que va a Santa María de Trassiera, las Jaras, y otras en la que va a Villaviciosa, Club de Golf y Los Villares en la que se dirige a la Estación de Obejo, las del Cerro Muriano en la de Almadén. Esta gran expansión no se puede comprender sin dos circunstancias de la ciudad: sus calores estivales – es un autentico pulmón de Córdoba – y su lejanía de la costa. En estas circunstancias el descenso de temperatura originado por la multitud, el funcionamiento de un sistema de brisas valle-sierra, la existencia de una vegetación relativamente exuberante, sobre todo en valles y umbrías, y la prolificaricion de mantos freáticos al amparo de materiales aluviales fluviales o de piedemonte han propiciado históricamente y también hoy el tipo de expansiones de ocio que estudiamos. En época musulmana ya sabemos que la expansión septentrional fue vigorosa y que tenía este carácter. En época cristiana una denominación como al de Huerta de la Reina es indicativa de una donación de Fernando III a su madre con igual finalidad. Y ya en época más reciente, en los años treinta y cuarenta, existían unas cuantas huertas y chalets y edificaciones de órdenes religiosas y similares – casas de ejercicios, cursillos, noviciados, colegios, conventos, amén de algunos hospitales y cafeterías. Pero es más recientemente cuando al amparo de la motorización generalizada, de la calificación que a la zona le confiere el Plan de Ordenación de 1958 como zona de utilización residencial aislada, edificable en grandes parcelas, y del aumento de la capacidad adquisitiva en la época del desarrollismo, cuando se configura este sector.

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Las viviendas secundarias de la Sierra pueden clasificarse en tres grupos: antiguas huertas de carácter tradicional en vías de extinción, chalets con la típica torreta andaluza de observación y otras de concepción arquitectónica moderna, bien banal como en cualquier otro sitio, bien de vanguardia y calidad, porque aquí se ensayan soluciones progresistas que a los arquitectos cordobeses le han estado vedadas en otras zonas de la ciudad.

A la susodicha dispersión colabora en grado sumo, también, la expansión de la vivienda secundaria en El Brillante y Sierra. Y por último las ocupaciones más o menos legales que haya podido haber a lo lardo de los principales ejes de comunicación (antológicamente representados en esa conurbación lineal que entre ferrocarril y carretera de Palma y Aeropuerto casi enlaza Córdoba con Almodóvar), también han ayudado a estirar la ciudad hacia el exterior.

Como han actuado aquí los agentes urbanos es un tema que no está estudiado, pero cabe suponer que han sido las huertas tradicionales, los amplísimos solares de órdenes religiosas y las grandes fincas como las del Patriarca las que han proporcionado las parcelas para edificación y ocio. Por otra parte la reserva de suelo y parcelas es aún enorme y mucho está urbanizado como ocurre con las urbanizaciones de la Albaida y Santa Ana, incapaces de momento de potenciar las construcciones a causa de la ralentización impuesta por la crisis económica. En cualquier caso, todo lo que se haga por el Ayuntamiento y el ICONA, como ha ocurrido en algunos casos (por ejemplo los Villares), por crear y acondicionar parques naturales y espacios colectivos, es encomiable de todo punto porque no debe olvidarse que la apropiación individual de parcelas y chalets es exclusiva de la burguesía ciudadana, de manera más tangible que en otras ciudades de más alto nivel de vida. Y los “peroleros” de las clases modestas no pueden ser relegados sistemáticamente a las zonas más degradadas e inhóspitas.

Se puede decir que las repercusiones principales que este tipo de expansión en nebulosa impone a la Córdoba de hoy son tres:

En resumen, los barrios de la expansión periférica septentrional por sus funciones, morfología y estructura sociológica son tan heterogéneas, que no se observa aquí la unidad urbana que es el Sector Sur. No obstante, condiciones ecológicas excelentes han potenciado aquí la edificación continua, en un largo proceso de macizamiento, y los espacios de ocio y residencias secundarias, proceso que promete ser mayor cuando se solucione el problema del aislamiento que impone el ferrocarril. Pero también aquí la expansión periférica es muy dispersa, en parte porque la impone el tipo de urbanización de ocio.

- Tan dilatado espacio encarece y multiplica las instalaciones de infraestructuras y servicios, cuyas carencias y problemas en Córdoba son bien visibles respecto al tráfico, pavimentación, alcantarillado, etc. Una cosa vituperable es una ciudad amazacotada y sin horizontes por las muchas alturas y/o altas densidades (de la que en Córdoba tenemos el ejemplo de la Ciudad Jardín), como tantas hay, y otra también difícil sobre todo para su gestión, una ciudad dispersa y muchísimas edificaciones unifamiliares. Quizás estas últimas son un lujo que nuestras posibilidades económicas no se pueden permitir, y que su articulación se agrava a causa del problema del problema del ferrocarril y falta de puente. - Problemas de integración social y psicología sociales. Un alto porcentaje de habitantes periféricos quedan al margen de lo colectivo. Estos barrios suelen convertirse en sede de marginados, de subproletariado. A ello, ayuda la estructura espacial vista, que impone distancia y fácil aislamiento. - ¿Y qué hacer con tantos intersticios y espacios intermedios para cuya constatación basta con observa el plano? Por supuesto que hay que macizar y aprovechar para espacios verdes que prácticamente no se han afectado desde el siglo XIX. Reconozco que es fácil recetar, desconociendo las revalorizaciones y la consistente especulación que se esconde tras ello. Y considerando esta dificultad honestamente concluyo que quizás nada de esto contribuye a la municipalización del suelo. Por otra parte, en lo que estrictamente hay que considerar expansión periférica – toda la que se origina fuera de las murallas – también ha habido construcción mucho mas continua y esencialmente de iniciativa privada. En conclusión, la periferia cordobesa tiene algunos logros y muchos inconvenientes, que a niveles muy generales podrían removerse con más accesibilidad y con una autentican ordenación urbana. Obras destacadas de la expansión septentrional hacia la Sierra cordobesa Convento de las Salesas : Esta moderna clausura, realizada por Rafael de la Hoz en 1959, retoma invariantes funcionales como claustro e iglesia y modelos de relación paisajística en su blanca volumetría y en su conexión visual privatizada entre patio y entorno. Un juego alternado de los paños de fachada consigue ritmar la composición.

LA PROBLEMÁTICA DE LA EXPANSIÓN PERIFÉRICA CORDOBESA. El rasgo más sintético de la expansión periférica cordobesa es la dispersión, con un gran espacio ocupado y grandes vacíos intersticiales. Las causas de esta expansión en nebulosa conviene matizarlas. Por una parte esta forma de crecer la ciudad es fruto de barrios obreros promovidos por las empresas (ejemplos las tres barriadas de Electromecánicas) que han buscado el asentamiento junto a los centros de trabajo generalmente lejanos, o de polígonos de urgencia (Palmeras y Moreras) que convenía alejar. Pero también en ello ha influido que, a causa de la escasa renta per cápita de los cordobeses, significativamente o incluso e alto porcentaje la expansión es fruto de promociones públicas y benéficas (Cañero, Fray Albino, etc.). Y al tratarse por estas razones de viviendas modestas o muy modestas, se buscaron solares que evidentemente tenían que ser excéntricos para que fuesen baratos. Y además estas viviendas (los dos últimos ejemplos más los polígonos de urgencias y barrios obreros) se han hecho con casas unifamiliares de una sola altura con lo que el espacio ocupado era mucho mayor.

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Hospital de los Morales: Inaugurado en 1958, fue concebido como hospital antituberculoso favoreciéndose de su privilegiada situación en las faldas de la sierra cordobesa. Con cierto aire racionalista acabado en un historicismo moderado, sus habitaciones se orientan al soleado mediodía y al frondoso bosque de pinos que rodea el edificio.


CAP. 3: CÓRDOBA EN LOS AÑOS 50 Y 60

Colegio la Aduana: El noviciado de San Francisco de Borja, seminario de la Compañía de Jesus, fue proyectado en 1958 por el arquitecto Calos Saenz de Santa Maria. Con una superficie de 22.000m2 y concebido en las lineas del movimiento moderno, se muestra como una gran mole constructiva en contraste con la falda de la sierra donde se asienta. En la actualidad alberga un colegio público.

Chalet Añon: Apenas perceptible desde la calle, esta casa, de Rafael de la Hoz de 1961, establece una sutil relación con el bello paisaje del interior de la parcela, al situarse sobre un pequeño altozano con un gran frente acristalado contenido entre dos planos horizontales. Los quiebros de fachada y muros de carga enriquecen las articulaciones entre interior y exterior.

Chalet Yllescas: Entre un pequeño bosque de pinos ensayaría José Rebollo en 1959 lo que supondría su mayor aproximación a los postulados del Movimiento Moderno. La opacidad y las inflexiones de los muros de carga de piedra vista ofrecen un sugerente contraste con las aperturas, resueltas con materiales de textura opuesta: gresite, metal y vidrio.

Casa de Cursillos San Pablo: Un trazado racional de axialidades truncadas y entradas sesgadas, así como las relaciones entre espacios abiertos y cerrados provocan un sosegado intimismo en este recinto casi conventual de aire moderno y vernáculo. La iglesia consigue una mágica espacialidad gracias a sus cálidas texturas y su sección trapezoidal. Obra de 1962 de Rafael de la Hoz y Daniel Sánchez Puch.

Chalet Canals: En 1955 realiza Rafael de la Hoz este ejemplar ejercicio del Movimiento Moderno implantando una geometria horizontal en una colina, jerarquizando y orientando las distintas funciones y sus grados de apertura al exterior. Evitados los vientos frios invernales por la disposición de huecos, la forma es casi resutaltante de la defensa solar. Al sur una visera de 3, 3 metros volada impide la entrada del sol desde abril hasta septiembre. Para reflejar el calor la cubierta es blanca y para que el viento nocturno pueda borrar el calor acumulado durante el dia, su inercia calorifica se ha hecho muy baja construyendola a la andaluza sobre una plaza aligerada de hormigon armado. A fin de incorporar el paisaje a los interiores dicha cubierta solo se apoya en la carpinteria metálica de las superficies transparentes, creando un maximo de diafanidad. . Una celosia de lamas orientables, hoy desaparecida, matizaba el soleamiento de poniente.

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DESARROLLO AL OTRO LADO DEL RÍO: SECTOR SUR Y FRAY ALBINO SITUACIÓN Como su propio nombre indica, el sector sur de Córdoba se encuentra en la zona sur de la ciudad y está separada del casco histórico por el río, al igual que Triana con Sevilla. El rio constituyó una barrera importante durante mucho tiempo y un sistema de defensa potente como para construir más allá de él, pero cuando la situación histórica lo requirió se tomaron estos terrenos del sur como viviendas de carácter social, y para una clase obrera.

La falta de vivienda fue el principal problema planteado en Córdoba entre 1940 y 1958. El incremento de la población, originado fundamentalmente por el continuo afluir de inmigrantes a la ciudad, ante la mayor oferta de trabajo en la ciudad, con la esperanza de encontrar alguna ocupación en las industrias de la capital o en el sector de servicios, junto a la debilidad de la producción inmobiliaria cordobesa –en este periodo dificultada por la falta de carestía de los materiales para la construcción, hace que el problema de la vivienda adquiera unos tintes realmente dramáticos. Nace el fenómeno del chabolismo, ya existente con anterioridad y circunscrito a núcleos concretos y aislados, se generaliza por estos años, de tal forma que, como en otras muchas ciudades españolas, en Córdoba las chabolas son un auténtico cinturón de pobreza y miseria en torno al casco urbano. Ante la ausencia de la iniciativa privada o generalizada, es la acción benéfica, promovida principalmente por la iglesia y ciertos organismos, la que procura atender a su resolución. Sin embargo, no faltan iniciativas privadas para la vergonzosa parcelación, hasta extremos insospechados, de huertos donde implantar los chozos o chabolas con el ánimo de lucrarse de las miserias ajenas, tales como fueron, a título de ejemplo, los casos de Miraflores o el Zumbacón. Esta separación con respecto al centro no se da estrictamente por la situación del rio, sino que existen unos terrenos exentos de fuertes construcciones alrededor de este que marcan un poco la frontera entre la ciudad más profunda cordobesa y este sector sur. Es posible que fruto de este aislamiento, no sea casualidad que el barrio más conflictivo de Córdoba se encuentre en el sector sur, y no solo en él, en la zona más apartada del resto de la ciudad. Aún así, últimamente se están proponiendo varias actuaciones para integrar el sector sur en la ciudad y darle una entidad a toda la periferia sur de la ciudad, un sector de arquitectura tradicional y arraigada. Creación del Sector, antecedentes, inserción en la trama de la ciudad Comenzado a construir a finales de la década de 1950 en los terrenos de unas huertas lindantes con la carretera de Sevilla, en un principio tuvo carácter benéfico-social, pues acogió familias chabolistas de la zona del Campo de la Verdad, como una continuación del impulso constructor del obispo Fray Albino. La diferencia apreciable en su edificación fue la de construir bloques de pisos de ladrillo de varias plantas en lugar de las casas unifamiliares de una planta diseñadas en el Campo de la Verdad. El límite entre ambos barrios se podría situar en la calle Carretera de Castro y en la actual Avenida de Cádiz en su intersección con la calle Asturias.

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La intervención municipal ante esta situación es variada. De una parte, vende a bajo precio terreno que posee a aquéllos que promueven la construcción; por otra, procura facilitar y propiciar la construcción eliminando las obligaciones que venían imponiendo a los promotores de las parcelaciones particulares; y, por último, el propio Ayuntamiento adquiere suelo para promover la urbanización y construcción. El ejemplo más representativo de toda esta respuesta a la demanda de viviendas es la intervención de la Asociación Benéfica de la Sagrada Familia, promovida por el obispo Fray Albino González y Menéndez-Raigada, plasmada en las barriadas de Fray Albino y Cañero, en las que a partir de 1947 se edificaron más de 4.000 viviendas. La construcción de viviendas no estaba precedida de la necesaria ordenación urbanística, justificándose por la imperiosa necesidad de aquéllas. Este divorcio entre la edificación y el planeamiento deja de existir en el caso del Sector Sur, donde, tras aprobarse en 1955 su proyecto de urbanización, el Ayuntamiento adquiere un año después 300.000 metros cuadrados de suelo propiedad de La Sagrada Familia encaminado a construir un patrimonio municipal que facilitase el desarrollo de los planes de ordenación. Tras ejecutarse la urbanización, el Ayuntamiento va cediendo en venta distintas superficies para la construcción de viviendas.


CAP. 3: CÓRDOBA EN LOS AÑOS 50 Y 60

Es el primer gran intento de paliar el déficit de viviendas que se da gracias y fundamentalmente a esta iniciativa benéfica, especialmente concentrada en la parte sur de la ciudad. A pesar de todo, no se habrá erradicado por completo el chabolismo y, a principios de los años 60, aún se procede a la formación de los núcleos de viviendas provisionales de Las Palmeras y Las Moreras, con cuya actuación pretende eliminarse el fenómeno chabolista, al menos de un cierto tipo.

El nuevo puente queda inaugurado el 29 de abril de 1953, con asistencia del jefe del Estado Francisco Franco, que esa mañana ha presidido en las Tendillas un homenaje del Ejército al Gran Capitán con motivo del quinto centenario de su nacimiento. Tras la bendición del puente por el obispo Fray Albino, Carmen Polo de Franco descubre la placa que perpetúa el acontecimiento: “Es el Jefe de Estado y Generalísimo de los Ejércitos, Francisco Franco Bahamonde, inauguró este puente del Guadalquivir el 29 de abril de 1953”. El jefe provincial de Obras Públicas, Pedro Fernández Santaella, y el ingeniero Santiago García explican a Franco sobre un plano las características del puente, que el general recorre a pie, acompañado de su séquito y autoridades, tras cortar la cinta inaugural; luego bajan hasta la orilla del cauce para apreciar su aspecto exterior.

En la actualidad el sector sur es un populoso barrio y confluencia de entrada a la ciudad desde Granada y Sevilla en la reformada Plaza de Andalucía. CARACTERÍSTICAS DEL SECTOR El río ha sido durante mucho tiempo el límite sur de la ciudad. Nunca se había pasado al otro lado del río incluyéndolo en el conjunto urbano, como es frecuente en la mayoría de las ciudades europeas y de españa. El puente romano ha sido el único en varios siglos. Una de las causas por la que la ciudad no se expande al otro lado es porque el río es una defensa natural. El peligro de inunadaciones , más frecuente en la margen izquierda y la falta de recursos técnivo y económicos impidieron el desarrollo de esta zona. El desarrollo de este sector sur se inicia en los años 40 con la construccción de Fray Fray Albino y más tarde se consolodirá con la construcción de un nuevo puente en 1953, el de San Rafael, que comunicará directamente la ciudad con este sector sur.

Un epílogo triste de la inauguración lo constituye la muerte del padre del puente, el ingeniero García Gallego, en agosto del mismo año. Señala la gacetilla necrológica que siguió la obra en todos sus detalles, “no cuidándose su persona, cuya salud se hallaba quebrantada”.

Cuando Antonio Cruz Conde llega a la alcaldía están muy avanzadas las obras del nuevo puente sobre el Guadalquivir, iniciadas en julio de 1949, que lleva a cabo la empresa Entrecanales y Távora, S. A. Será el segundo que tendrá la ciudad, al fin, tras el Puente Romano, construido casi dos mil años antes. Unas declaraciones al diario Córdoba de Santiago García Gallego, ingeniero autor del proyecto y director de las obras, permiten saber que tiene 250 metros de longitud por 19 de anchura, y que se sustenta sobre nueve estribos, con ocho arcos de 25 metros de luz cada uno. Trabajan en su construcción 150 obreros, pero en la fase de cimentación llegaron a sumar 500. En mayo del 52 el periodista Manuel García Prieto, a la sazón director del semanario Ecos, propone que junto al nuevo puente se erija un triunfo de San Rafael que despida y reciba a los viajeros, sugerencia que es bien acogida; por el contrario, caerá en saco roto una propuesta de Rafael Castejón, partidario de bautizar el nuevo puente con el nombre de Almanzor, en recuerdo del que construyó dicho caudillo árabe por la misma zona en el año 989. Cuando se ultiman las obras, Ramón Medina dedica una canción al Puente Romano, a punto de perder su hegemonía de siglos, cuya primera estrofa reza: “Puente viejo no tengas envidia / de tu vecino tan reluciente, / que si cuentas años por millares / son tus sillares muy resistentes”.

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La instalación del triunfo de San Rafael se lleva a cabo tres años más tarde, y se termina el 7 de mayo de 1956, aniversario de la aparición del arcángel al padre Roelas. La estatua tiene tres metros de altura y ha sido labrada por el escultor Amadeo Ruiz Olmos, que ha empleado dos bloques de piedra de quince toneladas; va sobre una columna anillada de once metros rematada por un capitel en forma de estilizada flor de loto. El sector sur está definido por una trama de manzanas rectangulares y muy similares en su parte derecha y por una trama más irregular en la zona izquierda. Es aquí donde se encuentran la calle Úbeda y la calle Jerez como grandes ejes que articulan la zona, partiendo de la Avenida de Cádiz que colinda con el río y establece un nexo de unión con la ciudad de manera suave y sin saltos que causen un gran impacto en la visión de la ciudad ni en la relación con el rio. Por su parte, la calle Algeciras corta el barrio perpendicularmente para establecer buenas conexiones desde cualquier punto.

vida en el barrio. Una de las avenidas principales que hace de presentación al barrio entrando desde el centro de Córdoba es la Avenida de Granada. Es un espacio de tránsito abierto, con suficiente capacidad para albergar los coches que la usan cada día sin problemas. Además consta de unas holgadas aceras para que los peatones las puedan circular con facilidad sin verse amenazados por la presencia de coches demasiado cerca. Otro gran atractivo es que goza de zonas verdes que le dan un aspecto más saludable a la avenida, reforzado por la colocación de bancos convirtiéndola en zona de estancia o de descanso para personas mayores. Todo el barrio tiene buenas conexiones de autobuses.

MÁS REPRESENTATIVOS Al no ser una zona muy turística, ni institucional, el sector sur no consta de ningún edificio relevante ni que destaque de alguna manera en especial. Las viviendas son antiguas, sin actualmente ningún valor arquitectónico dentro de la modernidad o que llame la atención. Como comentar, el barrio tiene una iglesia que podría ser algo más singular dentro de la zona y algunos colegios, como edificio diferente a los típicos bloques de 4 plantas. La Avenida de Granada la abren bloques de más altura que si que pueden ser quizás algo más singulares dentro de su entorno, pero que no entrañan ningún aliciente para realizar su estudio. Se ve el sector sur como un barrio bien planteado y estudiado con multitud de tipologías y con espacios amplios. Es verdad que no cuenta con ninguna zona verde de grandes dimensiones pero las zonas entre bloques se ven espaciosas aunque en muchos de los casos mal empleadas, seguramente porque no fueron creadas con la intención de ser una zona de aprovechamiento para sus vecinos. Existen placitas en sitios recónditos del sector sur que lo hacen un sitio agradable, pero al igual que sorprende algunos espacios libres, otros están tan descuidados que sería mejor darles un mejor uso. El barrio consta de su propia zona de mercado lo que supone otro atractivo extra para sus vecinos. El edificio del mercado se encuentra frente a la plaza del medio día, una zona libre actualmente un poco desierta pero al menos proyectada con la intención de ser disfrutada. Un poco más abajo por la calle Úbeda encontramos la plaza de la unidad donde ciertos días a la semana se ponen puestos de merca ambulante, dotando también al barrio de un carácter social y de una vida envidiable. Con respecto a la tipología edificatoria, como se dijo anteriormente es variada. Por lo general las edificaciones son antiguas, creadas en los años 60 y escasamente reformadas. Son bloques de 4 plantas en su mayoría, muchos de ellos con la forma estándar de bloques en H. También existen casas adosadas de 2 plantas y bloques de más de 7 plantas, pero estos dos grupos están en minoría. En los bajos de los bloques suele haber comercios que enriquecen la

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El único edificio que quizás sea de más interés en nuestro trabajo es el edificio de La Normal, próximo a la plaza del mediodía. Es un bloque de 7 plantas cada una de ellas muy marcadas por franjas blancas en fachada que le dan una continuidad al edificio y lo convierten en una construcción con carisma dentro de la zona. Está construido en los años 50, y esto se nota en los núcleos verticales que lo atraviesan en el centro como dos franjas que dividen el edificio en tres partes. Estas franjas verticales son de ladrillo visto, material que comparte con las demás construcciones de la época de los 50, donde se combinaba asiduamente el ladrillo visto con otro tipo de acabados exteriores. En la fachada llama también la atención la continuidad entre los huecos de ventanas, haciendo de su interior un espacio en contacto con lo que hay fuera. A pesar de destacar en altura, el edificio se encuentra bien inmerso en la trama del barrio. El edificio expresa rotundidad con la caja de escaleras muy presente en fachada sin cambiar de dimensión en toda su altura desde el sótano. Contiene un pequeño edificio anexo que da una lección de integración con el bloque, ya que juega con los núcleos de escaleras y con las ventanas de manera que parecen un todo.

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1. EL CENTRO HISTÓRICO 01 CAMARA DE COMERCIO Rafael de la Hoz Arderius José María García de Paredes

1951-1952 C/Pérez de Castro, nº 1

Esta pequeña pieza, nos ofrece un curioso contraste entre la austeridad y pureza de líneas de la fachada, estrecha en su origen –la ampliación es de los años 60- y los caprichosos trazados interiores adaptados a un solar de proporciones también reducidas. Como conexión entre ambos, el ritmo de las ventanas que refleja la organización en tres plantas, y el relieve de Jorge Oteiza, autor así mismo del mostrador y la escultura del vestíbulo. La escalera helicoidal comunica tanto espacial como visualmente las distintas zonas en que se distribuye el programa funcional del edificio. Las líneas sinuosas, los colores y texturas de los materiales, el juego de luces natural y artificial, nos ofrecen una obra de arte total que integra otras disciplinas, incluido el mobiliario diseñado expresamente.

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02 MANZANA DE VIVIENDAS PARA PEDRO GUERRERO Rafael de la Hoz Arderius

1954-1955 / 1958 C/Cruz Conde, nº 13, esquinas c/Pastores, Eduardo Lucena y Conde de Robledo

Se trata de dos encargos sucesivos de bloques de viviendas contiguos que completan la manzana. En un solar de formas irregulares se resuelve el espacio dejando un patio central y distribuyendo las plantas en doble crujía en paralelo a la fachada. Las esquinas, abiertas en balcones, se curvan para suavizar la irregularidad del trazado urbano, mientras el resto de la fachada se ordena verticalmente alternando vanos y muros revestidos con piedras sin pulir. En la segunda fase se modifica este ritmo haciendo alternar ventanas y paños en ajedrezado, y se cierra la esquina con una triple molduración de la arista, de aspecto expresionista acentuado por el voladizo de remate.

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03 EDIFICIO DE VIVIENDAS Rafael de la Hoz Arderius

1957 C/Jesús y María, nº 12–14, esquina /Rafael Sánchez

Las referencias neoplasticistas y el uso de gresite en la fachada, tan novedoso y apreciado desde finales de los 50, dan lugar aquí a una composición sugerente, y sorpresiva desde la perspectiva de la calle estrecha en que se encuentra. Este protagonismo de los balcones en fachada lleva al interior luminosidad, en las estancias principales de las viviendas, siendo necesario completarla en el resto de las habitaciones con patios interiores que resuelven a su vez la organización de espacios en una planta irregular. Para el colorido se contó con la colaboración de Tomás Egea.

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04 EDIFICIO DE VIVIENDAS Rafael de la Hoz Arderius

1958 C/ Málaga esquina con C/ Sevilla, nº1

Una planta en ángulo agudo no impide la organización de las dos viviendas de forma casi simétrica, aprovechando las dos fachadas exteriores. Las zonas de concinas y servicios se ubican en torno al patio interior. La composición de fachada, con balcones corridos una, y en combinación con la alternancia de vano y muro en la otra, confluyen en un chaflán formado por un paramento ciego con ligera inflexión cóncava que parece ensanchar visualmente el conjunto.

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05 EDIFICIO DE VIVIENDAS Y LOCALES Rafael de la Hoz Arderius

1959 Avda. Gran Capitán, nº17 y 19

La fachada de tintes ya cercanos al estilo internacional en su tónica de planicie y uniformidad, se ve aquí matizada por elementos formales que son un eco del estilo de La Hoz en la década que finaliza: paños revestidos con piedra irregular, intercalados seccionando en vertical las zonas de vanos que en realidad dominan la composición.

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06 87 VIVIENDAS Y LOCALES PARA CICUSA Rafael de la Hoz Arderius

1964 C/ Blanco Soler, esquina con C/ Conde de Vallellano y Doctor Fleming

En un gran solar de proporciones alargadas y regulares se dispone una sucesión de “Bloques en H” yuxtapuestos. De este modo se aprovechan los huecos de patios tanto para su función de ventilación como para la ubicación de cajas de escaleras y distribuciones de plantas. Al interior de las viviendas se suprime el pasillo, ganándose ese espacio para dotarlas de balcones enrasados con la fachada. Éste y otros detalles de la sobria composición da como resultado una apariencia elegante, poco frecuente en este tipo de bloques.

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07 VIVIENDAS Y OFICINAS BANCARIAS Rafael de la Hoz Arderius José Rebollo Dicenta

1965 Ronda de los Tejares, nº 16, portal 1 y 2

Al encontrarse encajonado el lugar donde se emplaza este singular bloque de viviendas, se opta por la variación en las dos fachadas. La exterior sigue el esquema de terrazas continuas y partidas por los muretes de los vanos. Las que dan al pasaje se despliegan en dientes de sierra que asoman a la calle, con la voluntad no sólo de proporcionar vistas a las estancias, sino de destacarse del conjunto, al estar coloreadas individualmente sus barandas metálicas.

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08 EDIFICIO REGINA Rafael de la Hoz Arderius

1965 C/ Ronda de los Tejares, nº 27

En los edificios de viviendas de los años sesenta se hace más acusado el influjo del Estilo Internacional. Las fachadas, desprovista de toda concesión ornamental, presentan al entorno urbano una faceta de estructura ligera, de armazón metálico que compartimenta el plano frontal en balcones seriados, sin reflejarse al exterior la distribución de espacios y estancias, y sin diferenciarse las plantas de oficinas de las residenciales. La verdadera incorporación de la ciudad a la imagen de modernidad comienza al generalizarse este tipo de construcción en las zonas céntricas.

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2. CRECIMIENTO HACIA EL OESTE: CIUDAD JARDÍN 09 EDIFICIO DE VIVIENDAS JAPAM ESPINAR Rafael de la Hoz Arderius

1956 C/Maestro Priego López nº 13

En un solar de reducidas dimensiones pero perfectamente rectangular, realiza La-Hoz este bloque de una sola vivienda por planta. Para economizar en los elementos de circulación, la escalera se centra entre dos muros de carga y se abre a la fachada, dando lugar a una composición en la línea de la vanguardia italiana de los años 30, con distribución de muros y vanos alternos, lo que rompe la posible monotonía de la verticalidad dominante en el edificio.

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10 23 VIVIENDAS Rafael de la Hoz Arderius

1959 C/Infanta María Cristina, nº 72, esquina C/ José Mª de Valdenebro, nº 34

La necesidad de aprovechar el espacio para encajar cinco viviendas por planta se adivina desde el exterior por la nivelación de los vanos con los paramentos, sin terrazas. Sólo unos pequeños balcones jalonan en dos hileras verticales descentradas cada fachada, rompiendo así la simetría de la composición. El revestimiento de gresite original completaba la cuidada estética del edificio.

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11 COOPERATIVA LECHERA COLECOR Rafael García Hernández

1959 Carretera Palma del Río

El espacio más interesante lo constituye la nave principal de producción, cuya cubierta está resuelta mediante una secuencia de bóvedas de hormigón armado, dispuestas en perpendicular al eje longitudinal de la nave y apoyadas en las líneas de carga perimetrales. Unos cuidados vuelos en sus extremos resuelven la protección solar de los lucernarios y dotan de una imagen expresiva al recinto. La central eléctrica anexa se resuelve, sin embargo con un lenguaje mucho más tecnificado y ligero, en directa correspondencia con su función.

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12 116 VIVIENDAS Y LOCALES Rafael de la Hoz Arderius

1960 C/Diego Serrano, nº 5-7-9-11; C/Alcalde Sanz Noguer, nº 3-9;C/Vázquez Aroca, nº 6-8-10-12

Una manzana en forma de U se organiza en torno a un gran patio que dota de luz natural a dos frentes de cada vivienda, mientras pequeños patios intercalados completan esta función con la circulación vertical. La composición de fachada repite el esquema de pequeños balcones que sobresalen del plano, destacando en el cuerpo bajo la portada a modo de marquesina con el alero asimétrico que lo distingue.

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13 PLAZA DE TOROS LOS CALIFAS José Rebollo Dicenta

1961-1964 Avenida Gran Vía Parque

Se inaugura en 1965, según proyecto de José Rebollo Dicenta, como sustitución del Coso de los Tejares. De trazado netamente circular, su estructura de hormigón se expresa en fachada mediante un primer cuerpo con doble orden de pilares en estípe y arcos rebajados, orden duplicado en un segundo cuerpo mediante simetría especular y rematado con cornisamiento continuo. La alternancia de paños ciegos y celosías enriquece la composición. Los tendidos presentan una sección vertical parabólica, facilitando la comodidad y la visualización para el público.

14 GOBIERNO CIVIL Rafael de la Hoz Arderius José Rebollo Dicenta Daniel Sánchez Puch

1961 Plaza de la Constitución

Rafael de la Hoz, José Rebollo y Daniel Sánchez Puch proyectaron en 1967un centro cívico institucional como desarrollo de la ciudad en el nuevo eje de Conde de Vallellano siguiendo los postulados del estilo internacional. Del conjunto destaca el edificio destinado a Gobierno Civil, cuya paralelepípeda geometría se envuelve parcialmente por una antefachada de lamas del tipo brise-soleil.

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15 ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE INGENIEROS AGRÓNOMOS Fernando Moreno Barberá

1964-1968 Avenida Menéndez Pidal, s/n

PLANTA BAJA

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PLANTA PRINCIPAL


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16 EDIFICIO DE VIVIENDAS AVA Rafael de la Hoz Arderius

1965 C/Camino de los Sastres, nº 3 y 5, esquina con C/Maestro Priego López

A pesar de tratarse de un edificio de viviendas de “renta limitada”, éste es otro ejemplo de la maestría y experiencia de La–Hoz en este género, tanto en el trazado de los espacios interiores como en la adaptación a solares irregulares. Se cuida especialmente la estética de la fachada, -recorrida en todas las plantas por balcones continuos-, muy visible desde el frente más estrecho por la curvatura de la calle, y que se remata plegándose ligeramente hacia dentro para resolver el encuentro de las dos vías.

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17 HOSPITAL GENERAL DE LA PROVINCIA Rafael de la Hoz Arderius Gerardo Olivares James

1966-1969 Avda. Menéndez Pidal, s/n

La articulación del edificio en dos cuerpos diferenciados responde a la dualidad de funciones del mismo: hospitalización y diagnóstico-tratamiento. El bloque vertical, se concibe como un hotel –incluyendo terrazas orientadas al sur-, cuya planta se prevé estática por la vigencia y continuidad de uso. La otra zona tiene en cambio un carácter “industrial” en el sentido de versatilidad y capacidad de adaptación a los progresos técnico-científicos que le son propios. El estanque forma parte del sistema de refrigeración de las instalaciones y del aire acondicionado. Representa, en definitiva, una concepción renovadora de la arquitectura hospitalaria.

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3. CRECIMIENTO HACIA EL ESTE 18 UNIVERSIDAD LABORAL Miguel De los Santos Daniel Sánchez Puch

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Francisco Robles Giménez Fernando Cavestany Pardo

1952-1956 Carretera Nacional IV, km 396


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19 NAVE FORD Y OFICINAS EBRO Rafael de la Hoz Arderius

1961 Ctra. Nacional IV. Avda. de Libia, esquina Avda. Carlos III

La arquitectura industrial interpretada como objeto estético, en contra con la mentalidad de Gropius de dotar de “buen gusto” una construcción de funciones bien definidas. Aquí, además, se toma una planta pentagonal, que sirve a la vez de estructura, se ve interrumpida por el efecto de movimiento e inestabilidad que otorga al conjunto la chapa en ángulo invertido y la cubierta plegada en consonancia con la misma.

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20 FÁBRICA DE CERVEZAS EL ÁGUILA Rafael de la Hoz Arderius Gerardo Olivares James

1962-1965 Crtra. Nacional IV. Polígono Industrial Las Quemadas

Contando con una posición destacada en su entorno, esta obra es un ejemplo de arquitectura industrial cuyas formas derivan de las exigencias tecnológicas y del proceso de producción que albergan: la “torre” corresponde a los silos, con un tratamiento lógico de núcleo masivo de hormigón, mientras en horizontal se disponen las dependencias de la fábrica, proyectadas como cuerpos adosados a un muro desde el que podrían ir extendiéndose en futuras ampliaciones. La fachada de las áreas administrativas ser organiza como un muro cortina. No obstante, todos estos componentes poseen un tratamiento estético, propio del autor, que da como resultado un edificio cargado de sugerencias simbólicas.

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4. CRECIMIENTO HACIA EL NOROESTE: ALBERGUES PROVISIONALES Y PARQUE FIGUEROA 21 ALBERGUES PROVISIONALES Rafael de la Hoz Arderius

1963 Barrio de las Moreras y de las Palmeras

Se construyen ante el problema de la vivienda en Córdoba muy acentuado por inundaciones de estos años, para que funcionaran en régimen de alquiler. Las nuevas construcciones se ubicaron en el Pago de los Aguijones en las Moreras, y otras en la carretera de Palma del Río, en el Barrio de las Palmeras. Las casas, con una superficie de unos 45 metros cuadrados, estaban prefabricadas con tableros de material prensado y tejados de planchas de uralita. Tres habitaciones, una cocina, saloncito, un servicio y patio constituían la vivienda que se proyectaron para ser ocupadas durante dieciocho meses (viviendas provisionales) y duraron más de treinta años.

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22 FÁBRICA DE CERVEZAS EL ÁGUILA Rafael de la Hoz Arderius José Chastang Barroso Gerardo Olivares James

1968-1970 C/ Crucero Baleares / Avda. del Mediterráneo

En el parque Figueroa se pone en práctica todo un programa urbanístico al dotarse de los servicios necesarios para paliar el posible inconveniente de su situación alejada del centro. Consta de 18 bloques en H, orientados en paralelo, cuyos materiales constructivos, ladrillo y vigas anchas de hormigón, se dejan ver en la fachada en bandas horizontales. Este geometrismo encuentra su contrapunto en las formas más orgánicas de las zonas comunes –jardines, locales comerciales, iglesia, club social, piscina, cine-, situadas simbólicamente en el centro del conjunto con intención de potenciar la vida comunitaria. En 1971 se completa con el colegio provincial.

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5. CRECIM MIENTO HAC CIA EL NOR RTE 23 ANALS CHALET CA Rafael de la Hoz Arderiuss

1955 Ctra. Dee Villaviciosa,, Km. 4,5

L singular planta de lo que La q fue en orrigen residenccia de vacaciiones de una a familia, resp ponde a la división de zonas dee estar y dorm mitorios, orien ntándose en función f de la a incidencia de d los rayos ssolares. La cu ubierta plana de vuelo espectacu ular, está rea alizada en pla aca aligerada a de hormigó ón armado y apoya solam mente en la carpintería c me etálica de las cristaleras del saló ón, por lo quee además de reforzar esa protección deel sol, favorecce la visibilida ad desde el in nterior. Al mo de esta pieeza del Movimiento Mode erno contribuyen detalles que q la compllementan al exterior: e el pu uente que esteticism salva un arroyo de alu uvión para accceder a la pa arcela, y el essbelto y movid do trampolín de la piscina.

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24 CHALET LA BARRACA Rafael de la Hoz Arderius

1957 Avda. El Brillante, 72

En un solar de reducidas dimensiones pero perfectamente rectangular, realiza La-Hoz este bloque de una sola vivienda por planta. Para economizar en los elementos de circulación, la escalera se centra entre dos muros de carga y se abre a la fachada, dando lugar a una composición en la línea de la vanguardia italiana de los años 30, con distribución de muros y vanos alternos, lo que rompe la posible monotonía de la verticalidad dominante en el edificio.

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25 CHALET PERICET Rafael de la Hoz Arderius

1958 C/ Ingeniero Clemente Cantais, nº5. El Brillante

El concepto moderno del ámbito doméstico se pone de relieve en la adopción sin concesiones de los lenguajes racionalistas y en el encuentro de la intimidad a partir de la organización especial de la casa. En la Pericet se ejemplifica todo ello, por sus aspectos formales de cubierta plana en voladizo y fachada acristalada, y por la sucesión de espacios contundentes a la zona privada, que se abren al jardín trasero. El empleo de materiales autóctonos y texturas buscadas serán parte de las señales de identidad del autor.

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26 RESIDENCIA MARÍA INMACULADA Rafael de la Hoz Arderius

1958 C/ La Palmera, nº 5

PLANTA SEGUNDA

PLANTA PRIMERA

PLANTA BAJA

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27 CONVENTO DE LAS SALESAS Rafael de la Hoz Arderius

1959 Carretera de Obejo. CV-45

El intimismo propio no sólo de los edificios conventuales sino también de la arquitectura doméstica desde la casa romana, se acentúa aquí en contraste y diálogo con el imponente paisaje de la sierra cordobesa que lo enmarca. Reinterpretando la tradición de esta tipología, la iglesia y el claustro, sin indeferenciarse volumétricamente, se relacionan por medio de una abstracción de compás, abierto entre sus portadas. Desde un óptica minimalista, que participa del genius locii, el tratamiento ortogonal puro de las formas y el empleo muy consciente de la “proporción cordobesa”, particularmente en el patio, crean el espacio de concentración idóneo para la vida contemplativa.

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28 COLEGIO LAS TERESIANAS Rafael de la Hoz Arderius

1959 C/ Vandalino, nº 4. El Brillante

Salvando el desnivel de la ladera sureste de la sierra cordobesa, las dependencias del colegio se disponen en edificaciones aterrazadas de una sola planta. Para conectarlas, un pasillo va descendiendo en rampas que se interrumpen en descansillos bajo soportales, a la altura de las puertas. El ambiente se hace acogedor al intercalarse pequeños jardines entre los núcleos formados por aulas y servicios anejos, y sobre todo por la escala, apropiada a los escolares que van a ser sus usuarios.

PROYECTO AMPLIACIÓN

PLANO SITUACIÓN

AMPLIACIÓN DE LA ZONA DE AULAS. SECCÓN

AMPLIACIÓN DE LA ZONA DE AULAS. ALZADO

ESQUEMA DE LAS AULAS

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29 CHALET AÑÓN Rafael de la Hoz Arderius

1961 C/ Manuel Concha Ruiz, s/n

Siendo otro ejemplo de la racionalización de la vida doméstica, en este caso existen ciertos matices conducentes sin duda a la consecución del máximo bienestar. La planta quebrada distribuye las zonas funcionales desde un porche de acceso en ángulo recto, hasta la sala de estar abierta a un espectacular paisaje. La piscina, una suerte de intervención en el mismo, al evocar un lago natural entre las rocas y la vegetación, y la terraza con un expresionista voladizo, participan de la dialéctica entre racionalismo y organicismo en que se mueven la arquitectura moderna.

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CAP. 3: CÓRDOBA EN LOS AÑOS 50 Y 60

30 CHALET NÜ NORGE Rafael de la Hoz Arderius

1961 C/ Albahaca

La combinación de elementos del Movimiento Moderno desde su perspectiva internacionalista, con la elección de materiales vernáculos, se hace posible y coherente en piezas como ésta. El basamento en piedra, de superficie y formas irregulares, el ladrillo visto, o los paramentos de colores, frente a la cubierta plana blanqueada, están además animados por elementos compositivos que rompen la geometría, como los paramentos que sobrepasan los límites de su arista o perfiles que rematan el voladizo.

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31 CASA DE EJERCICIOS ESPIRITUALES SAN PABLO Rafael de la Hoz Arderius Daniel Sánchez Puch

1962 C/ Cursillos, s/n

Esta obra destinada al retiro espiritual, emerge del paisaje de la sierra cordobesa en el que se integra: un interesante juego de volúmenes irregulares blanqueados nos da idea de la compleja articulación de su planta. Destacando del conjunta en altura y por su forma trapezoidal, se encuentra la capilla, tratada al interior con colores y texturas que potencian expresivamente la axialidad del espacio.

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CAP. 3: CÓRDOBA EN LOS AÑOS 50 Y 60

6. CRECIMIENTO HACIA EL SUR: SECTOR SUR Y FRAY ALBINO 32 GRUPO DE VIVIENDAS 80x80 José Rebollo Dicenta

1955 C/ Jerez

SECCION

ALZADO

PLANTA BAJA

PLANTA TIPO

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33 EDIFICIOS GEMELOS DE VIVIENDAS Luís Alemany Soler Antonio Muñoz Monasterio

1957 Plaza de Andalucía, 5-6

PLANTA BAJA

ALZADO PRINCIPAL

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PLANTA TIPO

ALZADO TRASERO


CAP. 3: CÓRDOBA EN LOS AÑOS 50 Y 60

34 VIVIENDAS EL CARACOL Víctor Escribano Ucelay

1958 Avenida de Cádiz, 67-73

PLANTA TIPO

PLANTA BAJA

ALZADO

SECCION A-A

SECCION B-B

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35 POLIDEPORTIVO DE LA JUVENTUD Víctor Escribano Ucelay

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1960 Avenida de Cádiz, 61


CAP. 3: CÓRDOBA EN LOS AÑOS 50 Y 60

36 VIVIENDAS FUNDACIÓN BENÉFICO SOCIAL Rafael de la Hoz Arderius

1961-1965 Núcleo San Martín de Porres. Sector Sur

La Hoz lleva a cabo una exhaustiva investigación acerca de las formas de economizar el espacio en la vivienda de tipo social. Elige como solución óptima el bloque de cinco plantas con cuatro crujías y cuatro viviendas por planta, distribuidas por una escalera accesible desde la fachada. Los bloques se disponen en espiga respecto a una calle central, sin patios interiores y con muros de carga en paralelo. Pese a la austeridad de materiales -hormigón y ladrillo visto-, el arquitecto no descuida el aspecto exterior de los edificios, animando por la creación de zonas en sombra a partir de rehundimientos en fachada.

ESTUDIO PARA LA REHABILITACIÓN DEL SECTOR SUR. CÓRDOBA

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37 ESCUELA DE MAGISTERIO Rafael de la Hoz Arderius

1963 C/ Priego de Córdoba PLANTA BAJA

PLANTA TERCERA

PLANTA SÓTANO

PLANTA CUARTA Y QUINTA

PLANTA PRIMERA

PLANTA SEGUNDA

PLANTA SEXTA

PLANTA SÉPTIMA

SECCIÓN A-A

SECCIÓN B-B

242

ALZADO NORTE

ALZADO SUR


CAP. 3: CÓRDOBA EN LOS AÑOS 50 Y 60

ESTUDIO PARA LA REHABILITACIÓN DEL SECTOR SUR. CÓRDOBA

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