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DESTRUCCIÓN DE MONUMENTOS
IGLESIA DE SANTA LIBERATA
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La iglesia se encuentra en el Jirón Atahualpa frente a la Alameda de los Descalzos. Fue edificada entre los años 1711 y 1713; para el año 1716 la iglesia ya estaba construida y fue entregada a los Padres Crucíferos de San Camilo para su administración. Ellos ya habían fundado el Convento de la Buena Muerte, y movidos por el deseo de difundir su congregación, fundaron la comunidad de Santa Liberata en el Rímac así como en otros lugares.
La construcción es de estilo neoclásico, con una portada de tipo rococó. Su planta es totalmente atípica. La iglesia tiene un desarrollo rectangular sin crucero y con capillas hornacinadas laterales de escasa profundidad. Consta de una mueblería del siglo XVIII.
La iglesia se vio profundamente afectada con el terremoto de 1746, por lo que fue reconstruida en el siglo siguiente; la portada presenta un diseño perteneciente a la segunda mitad del siglo XIX. Con el terremoto de 1940, la iglesia pasó por una nueva reconstrucción. En el año 1873 fue edificada la capilla de la Cofradía del Señor Crucificado en el lado exterior.
PATROCINIO DE MARÍA
Iglesia ubicada en Jirón Patrocinio N° 154 frente a la Alameda de los Descalzos. En el año 1687 a raíz del terremoto varias señoras piadosas decidieron construir un lugar de recogimiento, y es así como nace este beaterio en 1688. En el año 1706, el beaterio ensanchó sus terrenos a raíz de unos solares adjudicados en subasta pública. En 1754, don Juan José de Aspur concluyó, a petición suya, la portada y torres de la iglesia.
Su trazo es muy armonioso y es un ejemplo del estilo barroco del siglo XVII. Se trata de un beaterio de un piso, conformado por la iglesia y claustro con galería de arcos. La iglesia y beaterio poseen un valor urbanístico por formar parte del Ambiente Urbano Monumental perteneciente a la Alameda de los Descalzos.
Aquí el beato español fray Juan Masías trabajó como portero y cuidando cerdos en los alrededores. Se conserva una silla de su propiedad, a la que se atribuyen poderes milagrosos. Se decía que las mujeres que no podían tener hijos se sentaban en ella y se les hacía el milagro de quedar fértiles.
ALAMEDA DE LOS BOBOS
La fiesta de San Juan Bautista, el 24 de junio, daba inicio a la concurrencia de pobladores limeños, de todos los estratos, a la Pampa de Amancaes, en el distrito del Rímac. Desde la pampa se podía apreciar los cerros áridos que rodeaban la ciudad y que se encontraban cubiertos con flores amarillas llamadas amancaes.
Para llegar a la Pampa Amancaes se pasaba por la Alameda de los Bobos, ubicada a continuación de la Avenida Alcazar en el Rímac. La denominación de “Bobos” se refiere al tipo de árbol que tenía la alameda, especie de la familia Asteraceae. Los bobos son árboles de color verde gris y su tamaño oscila entre 5 y 9 metros
CONVENTO DE LOS DESCALZOS
Lugar ubicado frente a la Alameda de los Bobos. Fue parte de la chacra de don Luis Guillén, quien, en un principio, edificó la huerta del convento en 1595.
Desde su fundación el convento ha guardado reliquias como una biblioteca de dos niveles y 300 lienzos de la escuela cusqueña, quiteña y limeña, que ahora pueden ser apreciados en el Museo de Arte Religioso.
PASEO DE AGUAS
Está ubicado cerca de los cruces de los jirones Madera y Chiclayo y lo mandó a construir el virrey Manuel de Amat y Junyent entre los años 1770 y 1776. Originalmente se le atribuyó el nombre de Paseo de la Navona.
La idea original del paseo fue que el agua del río Rímac caiga formando una cascada que mostraría un gran espejo de agua, sin embargo, esta obra quedó inconclusa y se reemplazaron los espacios que debieron estar ocupados con espejos de agua, por jardinería.
Hoy en día, el Paseo de Aguas, el mismo que conserva aquel bello estilo francés en su arquitectura, es uno de los ambientes urbanomonumentales más hermosos que el distrito del Rímac posee y que en la actualidad es visitado por cientos de turistas.
PLAZA DE TOROS
La Plaza de Acho está ubicada entre los jirones Hualgayoc y Marañon. Es uno de los monumentos virreinales más importantes y que hasta la actualidad mantiene sus funciones iniciales. Fue fundada el 30 de enero de 1766, por lo que es considerado el primer coso taurino de América. Asimismo, es una de las mejores que se conocen y excede en tamaño a la más importante Plaza de Pamplona, la más grande de España.
La fiesta más importante de la tauromaquia que se realiza en Acho es la Feria del Señor de los Milagros. Su primera edición se realizó el 12 de octubre de 1946 y contó con la presencia de los toreros más importantes de la época. Actualmente es uno de los eventos preferidos de los fanáticos de los toros.
ALAMEDA DE ACHO
La alameda fue construida en 1773 por el virrey Amat y Junyent. Se llamó Nueva porque fue construida después de la Alameda de los Descalzos o Vieja. Su nominación de Acho provino porque la alameda terminaba al costada de la Plaza de Acho.
Ella en un comienzo estuvo compuesta de tres calles; la central estaba destinada a los carruajes y a las personas en caballo. La alameda se comunicaba con el puente Balta y continuaba hasta los Baños de la Piedra Liza, actual barrio de Cantagallo.
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DESTRUCCIÓN DE
MONUMENTOS
PLAZA MAYOR
La Plaza Mayor, circundada por los jirones Junín, La Unión, Huallaga y Carabaya, poseía unos portales que fueron construidos a fines del siglo XVII. Su primer nivel constaba de las arquerías trazadas por fray Diego de Maroto, Maestro Mayor de Fábricas de la ciudad, y edificadas por Juan Íñigo de Erazo, alarife. Estaban hechas de piedra y ladrillo, mientras que el segundo nivel constaba de galerías con balcones de madera. La demolición de estos portales se dio posterior al terremoto de 1940, fruto de un concurso en el que resultó ganadora la propuesta de los arquitectos Emilio Harth-Terré y José Álvarez-Calderón, y que implicó un cambio radical en escala y proporciones nunca antes visto en este espacio.
IGLESIA DE DESAMPARADOS
Estuvo ubicada en el área que colinda con la parte trasera del Palacio de Gobierno, a un lado del Puente de Piedra. Fue construida a fines del siglo XVII por el alarife don Manuel de Escobar. Formaba parte de una casa profesa jesuita y fue levantada sobre un templo anterior de menores dimensiones. Preservó una fachada tradicionalmente limeña hasta fines del siglo XIX, cuando fue remodelada para otorgarle un aspecto neogótico totalmente ajeno a la tradición arquitectónica de esta ciudad.
Lamentablemente en 1938 fue destruida para dar paso al jardín de Palacio de Gobierno.
MURALLA DE LIMA
Fue construida por orden del virrey, don Melchor de Navarra y Rocafull, duque de la Palata. En el momento de su edificación se justificó como una medida defensiva frente a los peligros exteriores, principalmente los piratas. Fue demolida en el último tercio del siglo XIX para “modernizar” la ciudad y “mejorar” su estructura urbana, en su lugar se levantaron boulevares de inspiración europea, que actualmente son las avenidas Grau y Alfonso Ugarte. En sí la muralla estuvo ubicada en el trazo de las avenidas Paseo Colón, Alfonso Ugarte, Grau y la margen izquierda del río Rímac.
CONVENTO DE SAN FRANCISCO
El convento que estaba ubicado en el cruce de Jr. Áncash y Jr. Lampa, fue el mayor edificio religioso de la ciudad, desde el siglo XVI. Dentro de su perímetro, contaba con varios claustros, una casa de ejercicios y diversas capillas.
Resaltaban, además del claustro principal, los claustros de San Francisco Solano, San Buenaventura, la enfermería, entre otros. Así mismo, era llamativa la estructura espacial del convento, pues como una pequeña ciudad se organizaba en base a calles, callejones y espacios de descanso.
Lamentablemente, a mediados del siglo XX, el trazo de la avenida Abancay partió este monumento, separando la Casa de Ejercicios del resto de ambientes y pasando encima del antiguo claustro de San Buenaventura, demolido en su totalidad. También desaparecieron con este ensanche espacios icónicos del convento, como el Callejón de Montero, que se desarticuló a partir de la demolición de la mayoría de ambientes que conectaba.
MONASTERIO DE LA CONCEPCIÓN
El Monasterio de la Concepción estaba ubicado en la cuadra tres de Avenida Abancay; fue fundado en 1573 por Inés Muñoz de Ribera, su abadesa. En el siglo XIX, el monasterio perdió la mitad de sus terrenos que serían utilizados para la construcción del nuevo mercado de la ciudad. El mercado tuvo su primera remodelación y entrando al siglo XX, tuvo una ampliación.
Lamentablemente el templo fue destruido para el ensanche del entonces Jirón Abancay, que pasa hoy exactamente sobre el antiguo presbiterio, quedan como testigos de su pasada gloria el campanario y una portada. Por otro lado, si bien gran parte del Monasterio pudo conservarse, finalmente se decidió igual su demolición y reemplazo por una estructura neocolonial que actualmente es un centro comercial.
MONASTERIO DE SANTA TERESA
Estuvo ubicado en la esquina del Jirón Puno y la Avenida Abancay. Se estrenó el 21 de diciembre de 1686, día en que salieron cuatro monjas del monasterio del Carmen Alto a la clausura de la nueva fundación. El terremoto del 28 de octubre de 1746 causó daños de consideración en el conjunto, obligando una necesaria reconstrucción. Dicha reedificación tuvo lugar probablemente en la década de 1750 y dio origen a uno de los conjuntos más hermosos de la ciudad. En 1946, debido al ensanche de la Avenida Abancay, este conjunto fue demolido en su totalidad, actualmente solo se conservan algunas piezas de mobiliario en la iglesia de San Sebastián y pinturas en el monasterio del Carmen.