Querido lector, hoy te traigo una nueva historia -¿Ya te he dicho que me encantan las historias de la vida real?, bueno pues esta es una de ellas… Una maravillosa mujer, madre y esposa que ha tratado de estar siempre al pendiente de las necesidades de hijos y marido, un buen día (quizás debería decir mal día) descubre en el celular de su esposo un mensaje de amor de otra mujer. Luego de tal descubrimiento, se angustia y de inmediato le reclama a su esposo. El niega que ese mensaje sea para él, y agrega que a lo mejor alguno de sus compañeros de trabajo le ha jugado una broma pesada. La mujer quiere creer en él, pero ya hace algún tiempo que nota distraído a su esposo, y muy pendiente de los mensajes que llegan con cierta frecuencia a su celular. Ella insiste en preguntarle si la engaña, pero él sigue diciendo que no es así. Muchas veces cuando entra la sombra de la desconfianza es porque en el fondo sabemos, o más bien nuestro corazón sabe que algo está pasando, .pero no atinamos a descifrar qué. Cuando esto sucede, la pregunta que debemos hacernos es: ¿Qué está ocurriendo en nuestra vida en pareja que da la oportunidad a una tercera persona de aprovecharse de la situación y afectar nuestro amor? Sin juzgar a la esposa o a él, o incluso a la tercera persona, solamente puedo decir que una pareja vivirá el dolor de la infidelidad cada vez que nos olvidamos de aquello que nos hizo amarnos y unirnos. Los seres humanos nos confiamos demasiado cuando tenemos pareja. ¿Por qué digo esto? Porque tenemos la loca creencia de que las cosas siempre serán iguales. Pero la verdad es que no es cierto. Las personas cambiamos con el tiempo. Y claro, las parejas también. Hay infinidad de aspectos que nos afectan como personas, por ejemplo nuestra edad,
el estado de salud, los ambientes en los que nos desenvolvemos. Recordemos que somos seres sociales. Como tales, somos influidos e influimos en el resto. Nos vamos transformando a veces hasta sin darnos cuenta Por lo tanto. Las parejas vamos pasando por diferentes etapas, que si no tenemos conciencia de las mismas y de cómo enfrentarlas, lo más probable es que terminemos como muchos matrimonios, viviendo en un mismo espacio donde no hay restos del amor que alguna vez nos tuvimos… Vivir con alguien que no seamos nosotros, implica mucho valor, humildad para reconocer como y de qué manera nos vamos convirtiendo en personas que no son muchas veces aquello que en el inicio fuimos, No se trata de decir, ¡Tu nunca cambies! Ni tampoco decir: “ Tú Debes cambiar por mi”. Nadie debe tomar decisiones pensando en complacer solamente a sí mismo o solamente al otro. Porque vivir en pareja puede ser cualquiera de estas dos cosas: El eterno espacio donde podamos crecer y renovarnos, pero también podría ser el perfecto espacio para enfrentarnos a lo peor de nosotros mismos, y a lo peor del otro… Compañerismo + Romance y pasión = Fidelidad y amor. ¿Te gustaría conocer como se logra esta fórmula secreta? Bueno pues aquí tienes la oportunidad:
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