2 minute read
La tortuga Kinich
LA TORTUGA una historia de éxito
TEXTO: Melania C. López FOTO: Alex Zeévi y Archivo PPY
Advertisement
LA TORTUGA KINICH una historia de éxito
Melania C. López Alex Zeévi y Archivo PPY
En el desarrollo de algunos proyectos de conservación de especies que requieren del seguimiento de algunos individuos, se utilizan metodologías de marcado como en el caso del monitoreo de hembras anidantes de tortugas marinas. Cada hembra que se encuentra en proceso de desove es revisada y marcada con placas únicas de identificación. Por ejemplo, a las tortugas carey se les coloca 1 marca en cada aleta delantera mientras que a las tortugas blancas se les coloca solo 1 en la aleta izquierda.
Estas marcas permiten obtener datos importantes sobre la biología reproductiva de las especies como el número de nidos que puede poner una hembra en una temporada y el tiempo que transcurre entre una puesta y otra. También nos permite conocer los movimientos entre zonas de anidación y alimentación, así como el tiempo que transcurre entre un periodo reproductivo y otro, gracias a esta técnica sabemos que es 2 a 3 años en la tortuga carey. Idealmente, estas tortugas pueden seguirse en el tiempo para conocer su edad reproductiva, es decir, cuántos años puede reproducirse después de alcanzar la madurez sexual. Sin embargo, dado que estas especies alcanzan su madurez sexual a los 20 años o más, y que existen pocos proyectos de monitoreo en el largo plazo, es muy difícil obtener la edad reproductiva.
A pesar de lo anterior, algunas veces corremos con suerte y podemos ver pequeños fragmentos de este periodo. Este es el caso de Kinich (sol en maya), una tortuga carey hembra que fue marcada por primera vez en la playa de Las Coloradas, Yucatán en 1994. Fue observada una segunda vez en 1999 en la playa de Holbox, Quintana Roo, y se volvió a registrar 20 años después, en 2019, otra vez en Holbox. Esta tortuga ha logrado sobrevivir 25 años desde la primera vez que la vimos y sigue reproduciéndose. Asumiendo que en 1994 era su primera anidación, esta joven mamá ha logrado sobrevivir al menos 45 años. Hoy podemos compartir estos datos gracias a una visión y esfuerzo de largo plazo para llevar a cabo acciones de monitoreo, y al apoyo que recibimos de socios y donantes como el caso de SAC TUN (antes Calica) que ha apoyado este proyecto por casi dos décadas. Esperamos que Kinich siga visitándonos por muchos años más.