ARQUITECTURA . ESTÍMULO . EXPERIENCIA

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ARQUITECTURA. ESTÍMULO. EXPERIENCIA Complejo Cultural y Comercial en Retiro Universidad de Belgrano Facultad de Arquitectura y Urbanismo ARQ. José Minardi


INDICE INTRODUCCION. 1‐COMPLEJO CULTURAL Y COMERCIAL EN RETIRO. Del Predio a la ciudad. Ideas Preliminares. Memoria Descriptiva.

2‐EXPERIENCIAS SINGULARES.

3‐ EL FENÓMENO.

Luz , Color, Contexto Torre Agbar, Barcelona, Jean Nouvell. Complejo Cultural y Comercial en Retiro.

4‐LA CIENCIA. Tecnología, Sustentabilidad, Símbolos. Agencia Federal del Medio Ambiente, Dessau, Saurbruch & Hutton. Complejo Cultural y Comercial en Retiro.

CONCLUSIONES.

BIBLIOGRAFÍA.


INTRODUCCIÓN

¿Qué factores influyen en la percepción de una obra arquitectónica por parte del usuario? ¿Predominan los sentidos? Predomina la razón? ¿El Arquitecto puede manipular conductas o sensaciones? ¿Qué relación hay entre experiencia y ciencia? El presente Trabajo está orientado al estudio y análisis de algunas variables relacionadas con la percepción del objeto de arquitectura y sobre todo de cómo la tecnología se convierte en un inmortal aliado a la hora de provocar y estimular al usuario. Basado en la propuesta elaborada para un Complejo Cultural y Comercial en Retiro, la base principal de esta investigación es abordar el tema de cómo influye el espacio arquitectónico en los sentidos, de cómo se percibe un museo totalmente único y diferente en nuestra ciudad. Conociendo la actualidad de la ciudad, su situación urbana y sus necesidades sociales. Como este edificio genera en las personas sensaciones, emociones e inducciones totalmente nuevas, dada por sus características intrínsecas que este posee. La búsqueda de experiencias nuevas por medio de su recorrido y por su multiplicidad de visuales, la estimulación de los sentidos ya sea por la forma, la luz, el color, las texturas… A lo largo del escrito, se analizan también en distintos aspectos la relación hombre‐ edificio en torno a la percepción, los espacios como estímulos, los filtros sensoriales y culturales pertenecientes al ser humano. Como marco disciplinar se tomaron dos ejemplos referenciales bajo conceptos usualmente polarizados, comprobándose un proceso de mutua influencia y reciprocidad a la hora de la concesión del proyecto como son ciencia y fenómeno. Desde un comienzo en nuestro proyecto y en toda su etapa creativa, se mantuvo como condicionante, la idea de lograr un nuevo edificio en la ciudad que provoque la reformulación experimental de un programa esencialmente prosaico. Quisimos demostrar que la arquitectura es para la gente y que la gente hace a la arquitectura, que es una relación simbiótica, donde uno no puede existir sin lo otro.


1‐COMPLEJO CULTURAL Y COMERCIAL EN RETIRO Del Predio a la ciudad. El Predio asignado se encuentra ubicado sobre la Av. Del Libertador al 100 y delimitado por la Av. Dr. José Ramos Mejía, la proyección de la Calle Esmeralda y los hangares del ferrocarril Mitre. El terreno es no convencional y vacante, con una gran necesidad de integrarse a la trama activa de la ciudad, y de recuperar los hangares de Retiro. Este lote delimita dos zonas diferentes dentro de la ciudad: Residencial y de visual extendida; y de oficina totalmente consolidada. La expresión francesa "terrain vague" o en español "terreno vacante", ha sido el término bajo el cual la crítica arquitectónica ha denominado ciertas condiciones, que bajo diferentes formas, se presentan en la ciudad contemporánea. Por una parte, “vague” entendido como vacante, vacío, libre de actividad, improductivo e incluso obsoleto; por otra parte, “vague” como vago, en cuanto a su imprecisión, indefinición e imposibilidad de identificación de límites. Este término “vague” es el que mejor describe la forma en que la cuidad se presenta no sólo como imagen sino como forma posible de uso. “Los innumerables lotes vacíos entre un edificio y otro, los grandes estacionamientos como único elemento de relación de los edificios con calles y avenidas, la ausencia de elementos estructurantes la convierten en un territorio vago, difuso e impreciso. Los que juntos construyen la estructura de lo ausente”1 La ciudad contemporánea va perdiendo su cohesión en un fenómeno de dispersión continua, fragmentado y desarrollismo descontrolado, evidenciándose en lo que en los países desarrollados se ha dado por llamar terrain vague y que en otros lugares conocemos como periferia degradada. En general en estos lugares se advierte que las formas, las fachadas desgastadas e indiferenciadas a lo largo del tiempo, reflejan desconexión o abandono con el espacio físico de la comunidad que los circunda, o la perdida de carácter representativo de su condición edilicia significativa de otros tiempos. Los espacios se vuelven indefinidos y sin orden. El resultado es caótico y destructivo del contexto que lo circunda, acentuando marginalidad y exclusión, siendo este uno de los principales elementos que contribuyen a la degradación del espacio público. Preservar, gestionar y reciclar los espacios residuales de la ciudad, no puede ser simplemente reordenarlos para que se integren de nuevo en la trama eficiente y productiva de la ciudad, cancelando los valores que su vacío y su ausencia tenían. Ignasi Solá Morales, Terrain Vague, Revista Quaderns d´ Arquitectura i Urbanismo Nº 212, Barcelona. 1


De ahí surge la intención en nuestro proyecto en generar y brindar un espacio abierto a la comunidad.

Su entorno. El terreno está ubicado en una zona que siempre se caracterizó por el hecho de que sus edificios manifestaron lo último en el avance de la tecnología y las técnicas constructivas. Aquí conviven arquitectura de distintas épocas y en consecuencia una mixtura de lenguajes y tipologías únicas. Pero existen puntos en común, la intención de generar un objeto particular con calidad arquitectónica que enriquezca el entorno y que no se mimetice. Por lo tanto el respeto hacia la tradición vanguardista de la zona es de gran interés y que al comenzar con el diseño del museo los hubo que tener muy en cuenta por tratarse de hitos dentro de la ciudad. Ideas Preliminares. Desde un comienzo hubo un deseo de experimentar, en una búsqueda de la concepción, y utilizar la imaginación hacia experiencias innovadoras. Hay una preocupación predominante de plantear una arquitectura comunicativa y significativa para el usuario, de una fuerza con un impacto inmediato y visceral en el visitante. Ambos planeamientos confluyen en la definición de una obra única, revalorizando los valores simbólicos, culturales, del carácter del lugar, de la expresión de la estructura, del espacio vital, del ambiente en si mismo y de las relaciones con el entorno. Un edificio que pueda ser reflejo de sus mensajes, que no oculte nada, que se muestre tal cual es, que conserve lo público, que se integre de manera coherente en la ciudad, que incluya y no excluya, que urbanice y humanice, que contemple las necesidades actuales de una sociedad y que sobre todo mejore el espacio público. Debe poseer una ambiciosa urbanística de revitalizar y densificar el centro urbano mediante la creación de un nuevo espacio público no cortando ni desgarrando su tejido sino permeabilizando y uniendo su entorno, devolviendo a la ciudad un gran espacio publico, cargado de gran vegetación, con una gran cantidad de esparcimientos y un alto valor recreativo; que brinde además muestras públicas y totalmente gratuitas para la gente en general y produzca un verdadero fenómeno social y cultural. Por lo tanto se aspira a un proyecto que logre implantarse en el terreno, que dialogue con su entorno y sea un foco de atracción de la zona; que sea una obra tecnológica, un objeto de atracción en si mismo, que tenga una apreciación tanto vehicular como peatonal ofreciéndole a este diferentes instancias de recorrido y convertirse no solo en centro comercial sino en un elemento de divulgación del saber y la cultura. El proyecto debe seguir lineamientos generados por determinadas direcciones que se consideraron de importancia al momento de realizar su diseño, por lo tanto el edificio se


hallaría orientado en forma paralela con la Av. Del Libertador por ser esta la vía principal que conecta el norte con el centro de la ciudad. El sector con mayor jerarquía del edificio (acceso principal) se encontraría ubicado hacia la esquina de Av. Del Libertador y Av. Ramos Mejía ya que posee el mayor flujo de gente tanto vehicular como peatonal y en donde se capta la mayor atención del visitante. Por lo tanto estos factores logran reflejar en la obra conceptos tales como dinámica, movimiento, velocidad, relación interior‐exterior. Un proyecto que tenga identidad y formas muy propias generando una imagen institucional diferente a lo conocido. Un obra que difiera de los cánones estandarizados, que nos haga experimentar y reflexionar acerca de la forma que tenemos de ver un sitio. Por su emplazamiento y la fuerte presencia visual de este lugar desde el viario de circulación lo convertirá inevitablemente en un hito urbano, un nuevo emblema contemporáneo de Retiro.

Memoria descriptiva. Se trata de un Museo de Arte y Tecnología con sectores comercial, gastronómico y recreativo. A ambos lados de dicho edificio se construirán dos torres para Apart‐Hotel de 5 estrellas. El Museo: esta organizada en siete losas, cada una corresponde a un tema establecido por programa que corresponde a un recorrido a través de la historia de la tecnología. Este sector tiene la misma dirección que el espacio longitudinal del edificio, por lo tanto, nos posibilita observar la Avenida del Libertador a un lado, y al otro lado, nuestra plaza interior. El Centro Comercial: Esta dispuesto junto al sector gastronómico dentro de un único espacio; estos se relacionan con el sector de exposiciones por medio de una continuidad visual que a su vez proporciona una multiplicidad de estas. Esta previsto que tanto el museo como esta unidad funcional se relacionaran en lugares estratégicos del recorrido de ambos. El Auditorio: esta unidad funcional esta integrada por el auditorio, restaurante, café, deposito, apoyo técnico y sanitario. La idea rectora de este sector es lograr un espacio intermedio que haga de nexo entre el edificio y el espacio verde exterior. La Torre: Conformada por las salas de muestra itinerante, aulas depósitos administración y biblioteca. Se integra al sector del museo y genera el espacio de acceso principal junto al sector comercial.


Este edificio brindará el siguiente aporte: A nivel social: Se le dará a la ciudad un elemento de valor. A nivel cultural: Por ser un difusor de cultura y conocimiento (muestras, aulas, micro cine y biblioteca). A nivel económico: muestra de estabilidad y prosperidad económica. A nivel turístico: por ser un foco de atracción. El edificio se reconoce desde el horizonte como un gran objeto escultórico, como un nuevo símbolo en la ciudad. Se plantean situaciones que hacen de transición entre el exterior y el interior y elementos que generan niveles de aproximación que preparan paulatinamente la percepción de las distintas escalas de transición. Casi escondido bajo la cubierta, el restaurant del sector comercial ubicado en el remate del recorrido, se asoma a la plaza e irrumpe a la cubierta enmarcando el ingreso, con un gran semicubierto dando al edificio la escala humana. Además este patio de comidas queda en dirección directa hacia la plaza San Martín captando visual y luz natural. El visitante a medida que ingresa al edificio, va reconociendo a través de la transparencia fenoménica, los distintos lugares. Por lo tanto la arquitectura interior queda situada en un segundo plano que esta al mismo tiempo separada y unida al exterior intentando una nueva relación interior/exterior como obra única y singular exhibiendo al mismo tiempo las temáticas de cada uno de los interiores. El conjunto fue planeado como distintas unidades funcionales que pueden operar en forma independiente unas de otras; pero que se relacionan a través del recorrido, de la generación de visuales múltiples y continúas entre un área y otra y por estar dispuestas‐ organizadas sobre una trama aplicada al total del conjunto. La clave fue la circulación, un continuo a lo largo del museo, un gran hilo conductor, que tenga la misma experiencia que afuera del edificio. Desde un principio existió la convicción de que un museo implicaba una experiencia dinámica, mientras que una Biblioteca esta diseñada para contener al público en una experiencia estática. La disposición de las unidades funcionales resulta de la idea de colocar el centro comercial en primer plano para lograr la captación del público en general, este es un volumen de líneas rectas recubierto con una piel de vidrio traslucido pero con la cara interna al museo transparente para que una vez dentro, a lo largo de su recorrido ellos observen el museo ocurriendo en el siguiente plano, de esta manera creemos que es una forma de generar en el publico un interés o curiosidad de querer recorre el museo. Ellos acuden a satisfacer una necesidad banal, de consumismo, pero de esta manera se darían cuenta de lo interesante que ocurre a un par de metros; es una forma de divulgar el conocimiento a un público que en otras circunstancias no acudiría a un museo.


El edificio aparece por su forma como un gran objeto autónomo, independiente, cuya morfología general del edificio esta materializada como una cubierta única, que contiene un espacio único en el que se desarrollan otros espacios contenidos en diversas formas. Este contenedor es el resultado morfológico de las disposiciones existentes en el interior que sintetizan forma y diseño racional moderno por un lado e inspiraciones orgánicas por otro. Cabe destacar que en estas últimas se busco la dinamicidad y movimiento en las formas. La circulación que lleva a la muestra explora una sensibilidad basada en el recorrido, en las impresiones sensuales y en la continua variedad de la forma. Es un modelo abierto en el que el contexto, la naturaleza, la expresividad de formas orgánicas y escultóricas, las texturas de los mismos materiales pasan a predominar. Se trata de una búsqueda en el que predominan más los objetivos experimentales, expresivos y comunicativos. Estos objetivos expresivos se logra buscando sorprender con la forma, por lo tanto existe una fusión entre lo funcional, lo morfológico, y lo expresivo. Creo que todas estas peculiaridades caracterizan esta época y el edificio no lo ha dejado de lado.

“ En cuanto dejen de sentirse amenazados y provocados por todo lo que a primera vista parece extraño, y abran sus corazones y también sus ojos, se darán cuenta que esta obra arquitectónica con todo su ímpetu de vanguardia y toda su fuerza, es un edificio sensible, integrado a su entorno, delicada y de gran fuerza poética que no solo enriquece a su ciudad sino también y sobre todo a sus propias vidas.” 2 El tratamiento del límite en este proyecto apunta a la idea de un espacio integrador y continuo, que asegure una continuidad visual, que refuerce la integración de las distintas unidades funcionales, que el edificio en si no genere grandes barreras visuales. Es por lo tanto que el elemento básico de todo edificio público donde radica la posibilidad de desarrollar una mayor expresividad, es la cubierta. Sus curvas impactantes en forma, más que contenerlo parecen abrazar delicadamente el espacio. Se evito desde un primer momento la monotonía, la fachada repetitiva, se buscaron tratamientos más expresivos para la cubierta. Los objetivos fundamentales para la cubierta fueron: ‐Ligereza y organicidad. ‐Libertad expresiva. ‐Mayor capacidad de comunicación. Además se estudio la envolvente desde el resultado formal que surge de las distintas operaciones de diseño en la estratificación de problemáticas del muro, control de clima, control de luz, materialidad, estructura y construcción. Al estudio de la envolvente esta incorporado la estrategia que parte de la definición de que gran parte de sus atributos 2

Manuel Cuadra, La Fábrica de sueños en Dresden, Revista Summa+ Nº 36, Buenos Aires.


están en relación directa con el espacio interior y la relación de este con el espacio exterior. Se diseño la cubierta distinguiendo dos componentes principales: La primera, estructural, que consiste en un gran esqueleto metálico (sucesión de costillas), unido por una estructura secundaria horizontal. La segunda, superficial de contacto, vidriada que moldea el esqueleto, membrana de vidrio con soportes puntuales en su unicidad espejante, ambigua y metafórica. Alude al cielo, a la luz, a si misma. Fachada reflejante de espacialidad externa: la calle, lo del frente puesto en valor, Fachada develadora de la unidad interior en su gesto singular, que busca su propia legitimidad y sentido. El vidrio significa pérdida de los límites entre lo público y privado, lo exterior y lo interior. El vidrio todo lo muestra. Los volúmenes vidriados dan la sensación de que aunque estemos adentro seguimos viviendo el afuera, hay una constante conexión entre ambos estados. Por lo tanto, podemos decir que es un único volumen contenedor de vidrio y metal y que mediante el uso de estos materiales se le da al edificio un carácter emblemático donde la misión es mostrar y ser visto. Desde el vacío global se percibe la dimensión vertical lograda por la conformación y apilamiento de cajas y losas. La dimensión horizontal esta dado por el volumen definición de lo horizontal en el recorrido, como pieza estratégica de la organización de las diferentes losas temáticas que se distribuyen a lo largo del proyecto articulados por un sistema circulatorio que corresponde a un eje sinuoso. Mientras que el corte a lo largo nos muestra un proyecto horizontal y apaisado, como un aeropuerto; la sección transversal se hace variable y revela un tratamiento de la cubierta como un formidable caparazón. Todo el conjunto fue diseñado como un lugar donde el placer por el espacio esta a la par del placer que da observar los objetos expuestos. Por lo tanto la esencia y carácter de esta arquitectura radican en su espacialidad. n espacio que esta determinado por la estructura, por el tratamiento de los límites, por la iluminación e incluso por los otivos simbólicos. Mediante el uso de diferentes tipos de luces y orientaciones se refuerzan diversos espacios, generando de esta manera un mayor ritmo en la composición, y el traspaso constante de un lugar a otro; la generación de un recorrido visual. Las cajas de hormigón y vidrio están apoyadas en columnas de acero y fueron concebidas como elementos independientes y en contraste con la forma orgánica de la cubierta.


2‐EXPERIENCIAS SINGULARES A través de los órganos de los sentidos, nos percatamos de nuestro entorno y todo lo que entra por esa vía se transmite al cerebro, donde la información se interpreta, en gran medida, a la luz de las experiencias previas. La sensación es lo que ocurre toda vez que un órgano receptor es estimulado, mientras que la percepción es el proceso mediante el cual diversas sensaciones se interpretan y organizan en patrones significativos. Pero sea como sea el mundo exterior, usamos los sentidos para explorarlo y delimitarlo. Las sensaciones nos introducen en el conocimiento del mundo exterior, proporcionando los elementos que se elaboran en fases posteriores de la actividad psíquica. Estimulo y respuesta, efectos y percepción. Oído, vista, tacto y olfato. Cada suceso en el mundo exterior, o dentro del cuerpo del hombre, se denomina “estimulo”. La experiencia inmediata como consecuencia de tales excitaciones se denomina “percepción”. El mundo, lo que esta “allá afuera”, es una cataratas de sensaciones que permiten percibir una pequeña parte de aquel. Y esa parte que percibimos es a su vez filtrada por nuestra experiencia, cultura, lenguaje, creencias, valores, intereses y suposiciones. El ser humano es un filtro es sí mismo, si bien los estímulos como tamaño, color, contrastes, etc., desempeñan un papel fundamental en la percepción; no todas las personas atienden por igual a todos los estímulos que se dan en el ambiente ni los interpretan en forma idéntica. El concepto de estos filtros se basa en que dos personas sometidas bajo una misma experiencia tendrían que percibir lo mismo y, por lo tanto, reaccionar de igual manera. Pero esto no ocurre, dados que los datos entran en dos sistemas nerviosos que operan distinto. Estos filtros se dividen en dos. Por un lado se encuentran “los Filtros Sensoriales”, que son la captación a través de los sentidos. Estos se dividen en: a) Los receptores a distancia: son los que están relacionados con la reexaminación de objetos a distancia. Estos serian los ojos, oídos y nariz. b) Los receptores de inmediación, serían los que se encuentran relacionados con el contacto. Estos están relacionados con lo que recibimos mediante las mucosas, los músculos y la piel. Estos sistemas de recepción fueron evolucionando con el hombre y pueden variar en cuanto a la cantidad y calidad de transmisión al sistema nervioso. Por ejemplo, hoy en día, la vista es un sistema mucho más desarrollado que el olfato, esto tiene una relación directa con la necesidad del hombre para con cada sentido. La vista es el sentido más complejo. Son mucho más los datos que llegan al sistema nerviosos de los ojos y a un ritmo mayor que por otro sentido, como puede ser el tacto o


el oído. Hasta se llega a pensar que es el medio principal que tiene el hombre para recoger información. Como se ve en el sentido de la visión ya desde tiempos lejanos era considerado uno de los más importantes sentidos para cualquier persona, y evidentemente dentro de ellos los colores, las texturas, y la luz, como elemento primordial para su percepción, se presentan como parte importantísima a la hora de definir el carácter de un objeto arquitectónico. En segundo lugar, “los Filtros Culturales”, que se encargan de organizar la información captada por los sentidos. Este orden estará sujeto a alteraciones producidas por preconceptos consecuentes a elementos culturales heredados, experiencias pasadas, de pensamientos y sentimientos. La cultura es básicamente la línea de pensamiento que llevamos con nosotros, es un gran filtro en como llega la información a nuestra mente y cómo esta la ordena. Debemos entender que el hombre sintetiza la experiencia, o sea lo que el hombre aprende al ver y lo que aprende influye en lo que ve. Es en la mente donde se junta ambos filtros y forman “la percepción”. Las condiciones propias del individuo como sus necesidades psicológicas y sociales; sus experiencias personales y su predisposición generan un recorte, un “mapa” propio de la realidad. La percepción implica el conocimiento de la existencia del “objeto”, recibiendo impresiones que se registran e interpretan acorde a ese “mapa” del sujeto. Para Postman, la percepción parte siempre de un organismo que está “sintonizado”, preparado a percibir ciertos estímulos, es decir, un recorte y no el todo. Esto sugiere un sujeto no pasivo, que no se abre a toda la realidad indiscriminadamente, sino a una intencionalidad en la forma de percibir. El filósofo Merleau Ponti al decir “Yo soy mi cuerpo” 3 da una base que esta más ligada al Psicológico dentro del campo de la percepción y no tanto a lo sociológico, sintetizada en tres puntos: 1) En la consciencia no se percibe solo objeto como en la Ciencia, no hay solo materia en lo percibido, sino también forma. 2) El mundo de las ideas no se superpone al mundo percibido. Las ideas están sobre la percepción. 3) Percibir no es recordar ni juzgar. Para entenderlo mejor esta el caso de una mancha clara sobre un fondo homogéneo oscuro. La Teoría de Gestalt sostiene que esa figura que contrasta con el fondo es el dato fácil de obtener, refiriéndose como fenómeno perceptivo. Si nos referimos a la arquitectura la experiencia es el único modo de sentir completa a la arquitectura y el cuerpo del hombre el medio para percibirla. Todas estas cuestiones son particularmente importantes a la hora de proyectar espacios arquitectónicos por cuanto 3

Maurice Merleau-Ponty, Fenomenología de la Percepción, Editorial Planeta Agostini, 1983.


ubica al hombre en movimiento, con su capital cultural, con sus sueños y expectativas, en un rol protagónico. La arquitectura se convierte en un objeto estímulo y su destinatario es precisamente cada hombre. El arquitecto proyecta un objeto o espacio que junto con a la percepción del usuario, en un tiempo y lugar, se convertirá en una obra arquitectónica. Es imposible dejar afuera al espectador, dado que si no existe quien percibe no hay obra y tampoco se puede crear un espacio si no es desde la “percepción”. Para poder llegar al hombre debemos conocer sus espacios, sus distancias, sus necesidades y sobre todo sus filtros perceptivos. Entender estos filtros es lo que nos guiará a interpretar como se construyen las percepciones individuales que los identifican como individuos. Distintas personas sometidas a experiencias idénticas absorben la información de modos diferentes, dado que habitamos en distintos mundos sensoriales. Todos utilizamos los sentidos de distintas maneras, por lo tanto, percibimos distinto lo mismo. Por lo ya dicho la percepción aparece como una de las varias funciones del individuo, era entendida como el estrato básico de la relación representativa o cognitiva del individuo con su ambiente. A partir de los datos sensoriales, se edificaban posteriormente las otras etapas de la cognición, que incluían la actividad inteligente y la formación de conceptos. Sobre la base de los estímulos del medio o sensaciones, el individuo organiza su representación del mundo, y la percepción es el primer momento de este proceso representativo. La percepción debe ser comprendida a partir de la naturaleza de los receptores sensorios. “La percepción aparecía como un complejo proceso de organización del mundo circundante en el cual intervienen factores cognitivos, afectivos y aun motores”4 Por un tipo de energía física que llega a nuestros órganos sensoriales, como los oídos o los ojos, se produce el proceso de percepción. Luego un impulso electroquímico llega al cerebro mediante conductores nerviosos, este impulso dará lugar a la experiencia llamada percepción, produciéndose cuando procesos estrictamente fisiológicos se convierten en construcciones mentales. El mundo se compone de fenómenos que son nuestras experiencias, “fenómeno” es todo aquello que puede experimentarse y el término contrario “nada” designa que no se ha experimentado. El objeto existe mientras que un fenómeno aparece, no existe, al no tener permanencia. Los objetos se construyen mediante ordenación de experiencias. Los fenómenos están dictados por la actitud adoptada y depende de las condiciones del observador. Así, la percepción de una cosa puede cambiar según nuestra actitud.

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Eliseo Verón, Teoría de la percepción e integración teórica en la psicología social, Editorial Gedisa, Buenos Aires, 1983.


Toda percepción tiene un contenido, siempre organizamos la situación según nuestro esquema perceptivo, concibiéndola como una dialéctica entre sujeto y realidad, entre las propiedades de los objetos y la naturaleza e intenciones del observador. La Arquitectura debiera siempre tocar los sentidos, nunca puede ser un juego puramente intelectual, conceptual o visual, debe transmitir emociones. “Así, intentamos crear espacios que respondan a este complejo método de percepciones corpóreas. Espacios que tienen una cierta riqueza que se puede desplegar en el tiempo, espacios que van mas allá de lo visual, espacios que se disfruta descubrir mientras uno camina o se mueve en ellos, y cuyas particulares atmósferas los hacen memorables.” 5 Por lo tanto los espacios deben producir estímulos. Estas estimulaciones parten de: Un sentido de posición: percepción de la lectura espacial y una situación relativa con los objetos: cenestesia; un sentido de las estimulaciones producidas por el movimiento: sinestesia; un sentido sobre esfuerzos y cansancios: kinestesia y un sentido de memoria que construimos al percibir un espacio en relación a otro, memorizado o percibido al mismo tiempo. Todas estas variables se refieren a percepciones exteriores de nuestro cuerpo, llamadas “estereoceptores”. Carlos Cortese. Es su capacidad comunicativa, la imagen que el edificio ofrece lo que lo convierte en puro mensaje e imágenes, por encima de los espacios, procesos, funciones, técnicas o formas. Las imágenes nos dicen cosas, son expresivas, su autor quiere suscitar una reacción en el espectador, interpelarlo, sacarlo del estado en que se encuentra. Al mirar un objeto, somos nosotros los que salimos hacia él. Con un dedo invisible recorremos el espacio que nos rodea, salimos a los lugares distantes donde hay cosas, las tocamos, las atrapamos, recorremos sus superficies, vamos siguiendo sus límites, exploramos su textura por lo tanto podemos decir que la experiencia visual es una exploración activa y dinámica. “En la proximidad, nuestros sentidos permanecen atentos y deseosos de recibir el mayor número de sensaciones, y estas son infinitamente más ricas” 6 Ver algo implica asignarle un lugar dentro del todo: una ubicación en el espacio, una puntuación en la escala de tamaño, de luminosidad o de distancia. En rigor, la imagen viene determinada por la totalidad de experiencias visuales que hemos tenido de ese objeto, o de esa clase de objetos, a lo largo de nuestra vida.

Luisa Hutton, Entrevista a De Sauerbruch y Hutton, Revista El Croquis Nº 114, Editorial El Croquis. 6 Javier Ferrándiz Gabriel, Apolo y Dionisio, El temperamento en la arquitectura moderna, Editorial Barcelona, 1999. 5


Una obra de arquitectura, una pieza de arte, una fotografía, una imagen, son visuales, por lo que es necesario aproximarse a ella no sólo mediante la palabra, sino también mediante la imagen. Las imágenes tienen una estructura, un esqueleto estructural que soporta los elementos básicos de la energía visual; sin estructura no hay imágenes. La estructura supone la existencia de la organización y síntesis. La estructura se refiere a una idea base, primera y teórica en la que se sustenta el arquitecto, a lo largo del desarrollo de la obra y al concluirla. Cada línea, cada objeto diseñado tiene un por que teórico y argumental, una jerarquía relativa que da a la obra un mayor significado. En la imagen la existencia de la luz es esencial ya que sin esta no hay percepción de la imagen. La luz condiciona también la percepción del color, su relativa intensidad por el ojo, pudiendo ser suave o muy matizada, cruda o con alternancias bruscas. Sin luz los ojos no pueden apreciar ninguna forma, ningún color, ningún espacio o movimiento. La experiencia espacial está íntimamente vinculada a la experiencia de la luz. Sin luz no hay visión, y sin visión no puede haber espacio visible. El espacio en un sentido visual es espacio luminoso, y generalmente dicho espacio luminoso no se hace evidentemente visible. La experiencia de la luz, en otras palabras, la sensación de los colores, representa la seguridad del organismo y tiene de esta manera un sentido afirmativo. La luz puede ser percibida directamente como fuente luminosa, el sol, el fuego, la luz eléctrica artificial, etc., coloreada o tamizada por su propia intensidad. Un objeto resplandeciente se ve como fuente que emite una energía lumínica propia. También la mera luz reflejada puede ocasionar una percepción de resplandor. Para que esto suceda es preciso que el objeto muestre una luminosidad muy superior a la que correspondería a su lugar esperado dentro de la escala establecida por el resto del campo. Ej: En una calle totalmente a oscuras, un trozo de papel de periódico resplandece como una luz. Las pupilas de los ojos se agrandan automáticamente al disminuir la luminosidad, de ese modo dejan pasar una mayor cantidad de luz. También los órganos receptores de la retina adaptan su sensibilidad a la intensidad del estímulo. La luminosidad observada del objeto depende de la distribución de los valores de luminosidad dentro de la totalidad del campo visual. La luminosidad puede parecer como una propiedad inherente a la cosa en sí. “La iluminación es la imposición perceptible de un gradiente de luz sobre la luminosidad objetual y los colores objetuales de la escena” 7 7

Rudoll Amheim, Arte y percepción visual, Editorial Eudeba,1985


Además la luz crea espacios: todos los gradientes poseen la virtud de crear profundidad. Al recibir el objeto luces homogéneas desde todos los lados, el observador no distingue ese gradiente, en cambio la iluminación lateral introducía un gradiente de sombreado, que se traducía en un fuerte efecto tridimensional. También es bien conocido el aumento de relieve que producen las luces laterales. En cambio una distribución juiciosa de la luz sirve para prestar unidad y orden no sólo a la forma de los objetos aislados, sino igualmente a la de una composición entera. Claro se refiere no sólo a todo lo expuesto a la luz directa, sino también a todos aquellos colores que son luminosos por naturaleza; y oscuros, no sólo a todas las sombras directamente causadas por la incidencia y privación de luz, sino igualmente a todos los colores que por naturaleza son pardos, de modo que aun expuestos a la luz conservan oscuridad y pueden agruparse con las sombras de otros objetos. En un sentido más didáctico, la iluminación tiende a guiar la atención selectivamente, de conformidad con el significado pretendido. Para destacar un objeto no es necesario que este sea grande, ni de colores vivos, ni que este ubicado en el centro. Todo aspecto visual debe su existencia a la luminosidad y el color. Los límites que determinan la forma de los objetos se derivan de la capacidad del ojo para distinguir entre zonas de luminosidad y color diferentes. Bajo una iluminación fuerte, los rojos parecen particularmente luminosos porque son los conos de la retina los que desempeñan casi todo el trabajo, y ellos son los más sensibles a las longitudes de onda más largas. El color produce una experiencia esencialmente emocional, mientras que la forma corresponde al control intelectual. El rojo es excitante porque nos recuerda el fuego, la sangre, “la revolución”. La luminosidad fuerte, la saturación elevada y los matices de onda larga produce excitación: un rojo puro y luminoso es más activo que un azul grisáceo y pagado. En cambio la luz diurna hace visible la obra embelleciéndola, por su difusión complementa la incidencia directa de la luz del sol y crea gradientes suaves. “La Biblia identifica a Dios, Cristo, la verdad, la virtud y la salvación con la luz; y a la impiedad, el pecado y el demonio con las tinieblas”. Con respecto a la forma, es el mejor medio de identificación que por ejemplo el color, no solo por que ofrece muchas más clases de diferencias cualitativas, sino también porque sus caracteres distintivos son muchos más resistentes a las variaciones ambientales. El hombre posee una notable capacidad para reconocer un objeto aunque el ángulo desde el cual lo percibe pueda presentar una proyección muy diferente del mismo. Una figura humana se identifica desde casi cualquier punto de observación. Es más, la forma no se ve casi afectada por los cambios de luminosidad o color del entorno, mientras que el color local de los objetos es sumamente vulnerable a este respecto.


La forma parece influir en el peso. La forma regular de las figuras geométricas simples las hace parecer más pesadas. La forma perceptual es el resultado de un juego recíproco entre el objeto material, el medio luminoso que actúa como transmisor de la información y las condiciones reinantes en el sistema nervioso del observador. Por lo tanto podemos decir que la percepción de formas es una ocupación eminentemente activa. Hablar de movimiento es obviamente metafórico cuando uno se refiere ya sea a la arquitectura y otras artes aplicadas, en las que nada se mueve materialmente, en donde el observador es presa de la ilusión de hallarse ante una verdadera locomoción y que la imagen se siente como si estuviera en movimiento, tal vez porque el observador genera dentro de su propio cuerpo las reacciones cinéticas pertinentes. El supuesto que subyace a la teoría, es el de que la imagen, procediendo como procede de un objeto material inmóvil, no puede poseer ella misma propiedades dinámicas, y que por consiguiente esas propiedades han de ser añadidas al precepto a partir de algún otro recurso del observador. Ese recurso se supone ser la familiaridad pasada del observador con cosas de locomoción real: al contemplar la figura de bronce de un bailarín en movimiento. Ese conocimiento le engaña haciéndole ver movimiento allí donde no lo hay, o por lo menos haciéndole atribuir al objeto inmóvil una vaga movilidad. Es frecuente que los objetos naturales posean una dinámica visual fuerte porque sus formas son huellas de las fuerzas materiales que los crearon. El movimiento, la expansión, la contracción, los procesos de crecimiento: todas estas cosas se pueden manifestar como formas dinámicas. Las formas abultadas, retorcidas o sinuosas de los troncos de árbol, ramas, hojas y flores conservan y repiten los movimientos del crecimiento. Nuestro elemento circulación de forma serpenteante posee la tendencia de reproducir de la manera mas explicita el sentido de velocidad, de aquí su forma sinuosa y direccional, intentando de darle una imagen de la velocidad en acción. La forma arquitectónica traduce las premisas de movimiento. También se obtiene el dinamismo de la forma arquitectónica producida por las líneas que la componen de efecto dinámico y por el propio dinamismo que tiene el significado de este elemento transportador. En los capítulos siguientes se intenta demostrar cómo conceptos históricamente opuestos como son lo perceptible y lo científico, ciencia y experiencia, no lo son tanto. En arquitectura, hoy, las variables derivadas de la tecnología se ponen al servicio de la percepción y se indaga técnicamente para potenciar los fenómenos sensoriales. Nuevas estéticas surgen de premisas tecnológicas en tanto que se apela a los sentidos para modificar conductas estudiadas desde y comprobadas. A partir del análisis de ejemplos de arquitecturas singulares, desde encares hasta ahora enfrentados, se procura profundizar en estas áreas cada vez más vinculadas.


3‐EL FENÓMENO: Luz, Color, Contexto. “Estamos interesados en el espacio y su experiencia tal y como es percibido por un observador en movimiento, tenemos en cuenta que el usuario esta utilizando la totalidad de sus sentidos corporales para la percepción, incluyendo la memoria de manera consiente e inconsciente.” 8

Por esto y mucho más al entrar los visitantes al museo se sumergen en una experiencia sensorial basada en la desaparición casi total de los límites visuales del espacio. Espacios que nos inducen al movimiento, a la velocidad, a trasladarnos y no quedarnos quieto, al asombro, en conclusión, a la necesidad de descubrir el lugar para entenderlo. El observador recorre las diversas zonas de un edificio porque ni la vista ni la mente son capaces de asimilarlo todo simultáneamente y el orden en que se desarrolle la exploración es indiferente. El recorrido de la mirada no tiene por qué seguir las direcciones vectoriales creadas por la composición. Un vector compositivo que lleve de izquierda a derecha puede ser percibido correctamente aunque la vista se mueva en la dirección contraria. En cambio, en una obra de teatro o en una composición musical la secuencia es esencial. Ese orden se impone al espectador y al oyente, y ha de ser obedecido. La percepción en el recorrido es dinámica porque esta relacionado directamente con la acción (acción que realiza dentro del espacio dado) y no una mirada pasiva. Por lo tanto los espacios no están hechos para ser contemplados estáticamente, sino para ser recorridos y vividos con todos nuestros sentidos. Es por el mero gusto de participar de esta experiencia de espacio y arquitectura, de una comedia inventada e intencionada por nosotros y relatada a través de los medios constructivos, lo que lleva al visitante a recorrer 170m de museo conscientemente o no, seducidos a descubrir el lugar. No importando cuantas veces se suba y se vuelva a bajar, ni tampoco cuantas veces se halla visitado el museo. El usuario debe participar como espectador, actor y cómplice del aprendizaje de las distintas sensaciones captadas durante el recorrido de esta unidad espacial. Se debe sentir libre al ingresar ya que no hay límites establecidos, solo los que establece el mismo, formando una arquitectura abierta a la participación. El objetivo es conseguir resonancia entre perceptor y espacio percibido, entre la obra de arquitectura y quien la recorre, porque es la mejor manera de desarrollar un concepto de arquitectura expresiva.

Luisa Hutton, Entrevista a De Sauerbruch y Hutton, Revista El Croquis Nº 114, Editorial El Croquis.

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Es importante el entendimiento de los distintos modos que tiene la gente de sentir el espacio. La subjetividad en la cual se capta el espacio se adquiere por variantes mentales, que son las que toman la información captada por los sentidos y la ordenan.

Los distintos efectos producidos por la luz natural o artificial llevan a una percepción de un espacio dinámico donde los sentidos permanecen atentos y deseosos de recibir mayor información. Atracción que incita al observador a recorrerlo y a encontrar la continuidad a través de la experiencia del espacio. La selección de los materiales logra enfatizar el uso de las partes gracias a los colores, brillos, textura y la regulación de opacidades. Se pensó desde un comienzo en dejar los materiales a la vista (tal cual son), pensados en forma conjunta con la creación del espacio aumentando su expresividad, generando en el observador múltiples visiones de texturas y sensaciones que lo atraen mientras recorre los distintos espacios. Las texturas son superficies exteriores con condiciones visuales y táctiles determinadas: finas, ásperas, rugosas, etc. Con el color se puede lograr gran variedad de cosas. Como por ejemplo sensaciones tranquilas, excitantes; puede significar temperatura, tamaño, se puede usar para destacar un elemento de un conjunto, para ocultar, para despertar un sentimiento, etc. Por supuesto que también influye en el espacio, sobre el carácter, el ánimo y en consecuencia a nuestro temperamento. De aquí, la importancia que tiene este recurso. La luz es el elemento que permite la percepción de las imágenes que no existirán para nosotros sin ella. La luz ordena la mirada del espectador y puede intervenir de modos diversos. Sirve para la captación de los objetos y también interviene activamente en la significación arquitectónica produciendo contrastes en fachadas e interiores, exaltación en elementos arquitectónicos gracias al uso de vidrios traslúcidos, etc. Puede alegrar un espacio, inquietar con la penumbra y hasta deprimir con una determinada luz. Se debe adecuar en forma, función y estética, al tipo de espacio que se quiere lograr. La luz es necesaria para que la materia se manifieste. Hace que arquitectura y espacio se hagan comprensibles. Los elementos en el espacio: captan, reflejan, tamizan y emiten luz.

Torre Agbar, Barcelona. Jean Nouvell. En el caso de la Torre Agbar ubicada en Barcelona, diseñada por el Arquitecto Francés Jean Nouvel, la transparencia, la tecnología, la luz, los reflejos y el color son algunos de los temas recurrentes que sobresalen. Nouvell asegura que se baso en varios electos de la naturaleza para su diseño. Por un lado: apelo al agua, (en referencia al grupo de agua de Barcelona que le da el nombre al edificio) con el diseño “emergente” del Geiser y también con la superficie del


edificio que evoca el efecto mojado: “una textura vibrante y transparente” como define el autor. También se inspiró en el macizo de Montserrat. Pero con una imagen más liviana, más cerca del agua que de la pesadez de la piedra. Lográndolo por la combinación de materiales: la ligereza del vidrio en la fachada se opone a la solidez de hormigón calado de la estructura, detrás del vidrio. En realidad, la fachada es el elemento más llamativo con un cuidadoso y sutil tratamiento de la piel, semejante al que suelen realizar Herzog y Demeuron, que otorgan un papel protagónicos a las fachadas. La envolvente de Agbar esta compuesta de una triple piel que comienza con la estructura de hormigón calada con 4500 ventanas que se parecen a las piezas de un Tetris en donde el ingreso de la luz esta tratado en este límite dado por las perforaciones en el hormigón. Después viene un recubrimiento de chapa acanalada de aluminio en tonos rojos, azules, verdes o grises que recuerdan el trencadís catalán y, por último el vidrio en forma de escamas con distintos grados de transparencias, que ayuda al control solar y potencia la imagen sugerente y cambiante del edificio. Entre las últimas capas, un pasillo sirve de pasarela técnica para alcanzar la superficie exterior con miles de aireadotes fijos con posiciones estratégicas. Además, ese espacio constituye un colchón térmico que sirve para aislar el edificio. Las diferentes inclinaciones de las láminas de vidrio permiten mayor o meno entrada de luz natural en el edificio. Además la piel exterior provoca juegos lumínicos. Aquí el rebote de los rayos solares crea un juego de luces que varía durante el día realzado por los diferentes colores de las placas de aluminio que están por detrás. La disposición de ellas logra generar una silueta difuminada resaltando el efecto logrado gracias a los colores, el efecto de desaparecer en las alturas, en el cielo azul barcelonés. Este atractivo tablero de luces en el muro cilíndrico de hormigón está calculado a partir de unos criterios de distribución e iluminación natural que, según el ábaco solar de Barcelona. La superficie del edificio evoca el agua, vibrante y transparente, puesto que el material se lee en profundidad, coloreado e incierto. La fachada se ve de manera diferente según la distancia a la que se encuentra el observador. Así, la torre se imprime en el cielo con colores reflectantes más claros en la parte superior, y abajo más oscuros “para reflejar la masa urbana y los edificios de ladrillo”, según señaló Nouvel. Y para que la silueta se dibuje también de noche, se ha propuesto acentuar esta policromía con variaciones de intensidad que potencien la intensidad de la luz y el colorido. En la torre Agbar hay 4,500 lámparas con seis líneas multicolores, compuestas por LED azules, rojos y verdes, colocadas en las láminas de aluminio dispuestas a su alrededor. Un entramado de microelectrónica controla todo el proceso. Las figuras son decididas por un programa informático. Los sistemas de iluminación LED no emiten calor y son más seguros para ambientes con agua o materiales sensibles al cambio de temperatura.


El sistema debía ser un sistema abierto a futuras ampliaciones, adaptable a cualquier fabricante de luminarias, tenía que ser amigable y sencillo de manejar, de modo que cualquier operario en poco tiempo pudiese manejar el programa de control, ya que además de las funciones de iluminación este software debía ser útil como herramienta de mantenimiento para la detección de fallos en las luminarias. El sistema debía ser capaz de encender, apagar y regular cada uno de los 13500 canales del total de las luminarias que componen el alumbrado exterior y de forma individual teniendo en cuenta que no existieran retrasos en el encendido o en la transición de colores, permitiendo además realizar secuencias programadas que permitieran producir los efectos luminosos deseados. Se debía crear un sistema de ahorro de energía en el modo standby, además debía disponer de un programador horario para ejecutar escenas a determinadas horas del día. El control del sistema debía realizarse desde cualquier punto de acceso a la red corporativa del edificio e incluso desde fuera del edificio, entorno a unos 500 metros a la redonda. Tras un periodo de funcionamiento se ha verificado el correcto funcionamiento del sistema, y observado que al igual que en otros proyectos de estas características, sistemas basados en PC en edificios se están convirtiendo en una herramienta imprescindible, destacando que son sistemas abiertos y que permiten adaptarse a las nuevas tecnologías que van apareciendo, sin necesidad de grandes inversiones, al ser sistema abiertos. Se ha de destacar la accesibilidad al sistema desde cualquier punto del edificio, el consumo energético, el sistema de ahorro de energía en posición standby y el tiempo de vida de los leds. El sistema ideado es exclusivo y propietario y permite proyectar 16 millones de colores, gracias a un sofisticado sistema de hardware y software, además de la capacidad de crear transiciones de color también independientes, sin apreciarse retrasos y creando un efecto impactante. Está pensado como un sistema abierto que permite integrar luminarias de cualquier fabricante. “La luz no solo tiene intensidad sino también vibración y es capaz de dar rugosidad a un material liso, de dar una calidad tridimensional a una superficie plana”. Renzo Piano

Complejo Cultural y Comercial en Retiro. En nuestro proyecto, tuvimos que tener especial cuidado en el factor “iluminación”, la luz y la sombra, pues se proyecto como un enorme volumen vidriado que deja el paso de gran cantidad de luz exterior. Hay un alto grado de variabilidad con respecto a esto, ya que depende en gran medida de condiciones externas como ser, cielo soleado, nublado, lluvias, invierno, verano, etc. En contrapuesto a este volumen se dispuso de otros volúmenes opacos menores que generan sombras en el interior del edificio, y que trabajan como opuestos con los cuerpos transparentes y traslúcidos. Muchos secretos de esta arquitectura y gran parte de su sentido, sobresaltan en la oscuridad, en donde se desdibuja la condición material del edificio y su aspecto. Ya no


está determinado, por el acero o el vidrio, sino por la sola intensidad de color y de las luces que separan y diferencian la obra del entorno. Por cuanto se transforma en un gran cartel luminoso a escala urbana. La luz es dispuesta interiormente destacando unas partes sobre otras, siendo entonces la luz exterior una mera iluminación. La idea es producir por medio de la luz la representación del interior al exterior, la proyección interior‐exterior. Transparencias, formas que aparecen unas detrás de las otras y cuyos efectos se superponen. Hay un refinado juego de luces y transparencias con la idea de generar una imagen inmaterial y etérea. Durante el día, la envolvente transparente produce diferentes reflejos y brillos según la hora del día, las nubes y los tonos del cielo, por lo tanto, el edificio puede ser transparente o reflectante, de acuerdo al día y al ángulo de visión del observador. La luz describe no solo el espacio sino también el tiempo (a distintos horarios del día). La luz que ingresa por la cubierta, permite descubrir distintos matices, como color, texturas, materiales y elementos de arquitectura. Deja pasar la luz a modo de invitación debido al uso del vidrio transparente pero controlado por las cortinas móviles, en el sector comercial existen dos tipos de ingreso de la luz: una totalmente transparente y la otra traslucida, en volúmenes como aulas y depósitos que son opacos la luz es rebotada y rechazada totalmente.


4‐LA CIENCIA Tecnología, Sustentabilidad, Símbolos. “Las partes operan como un sexteto de jazz, cada uno tocando su propia melodía, pero creando en sus diferencias y coincidencias una armonía tan impredecible de un momento a otro como lo es la experiencia individual de cada parte del edificio. Lo que permanece constante de parte en parte son los ritmos fluyentes de arquitectura, sincopados por las puntuaciones dominante y subordinadas, verticales y horizontales”. Eric Goldemberg. Es indudable que la mayor parte de arquitectura de alta tecnología desarrollada en los últimos años ha depurado generalmente los elementos más agresivos, duros y antihumanos de las propuestas y proyectos presentados en los años sesentas y setentas. Recordemos las fábulas de Archigram por ejemplo, Entendiendo la posibilidad de disponer de un mundo intercambiable, de células habitables que pueden ser transportables y enchufables en diversas Megas‐Estructuras existentes. Esta arquitectura parte de una imitación superficial, evocativa, formalista, epidérmica y mimética del mundo de la ciencia de la tecnología y no de una rigurosa interpretación de las leyes de la ingeniería, ni de un profundo conocimiento científico experimental de las reales posibilidades de los nuevos materiales y tecnologías, o de una clara conciencia de los problemas estructurales de las nuevas tipologías. La arquitectura tecnológica se ha suavizado, se ha domesticado, respetando muchos las preexistencias naturales y adaptándose a las tramas urbanas donde se inserta. La mayor obsesión de algunos de los máximos representantes de esta posición es de rechazar el calificativo de “high‐tech” y sostener que realizan una arquitectura “ecológica” y de “tecnología suave y humana”. Por lo tanto al momento de diseñar los sistemas constructivos y al optar por ciertos elementos tecnológicos se pretendió domesticar y conjurar la cara más dura, inhumana y destructora de la tecnología. La sustentabilidad como tema, con la cantidad de especificidades que conforman su léxico y las estrategias para pensar soluciones que cuiden nuestro medio ambiente, y más ampliamente el impacto que cualquier creación humana produce a través del tiempo están ganando afortunadamente un lugar indiscutible en la agenda de la arquitectura, ya que pone el énfasis en analizar tanto las consecuencias presentes como futuras de nuestras acciones. En las últimas décadas los temas relacionados con la ecología pasaron a primer plano por preocupaciones concretas como lo fue, en un momento paradigmático, el anuncio del agujero de la capa de ozono, al que luego se agregaron el calentamiento global, los fenómenos meteorológicos atípicos que aumentaron su frecuencia, el valor económico creciente de las energías que utilizamos y la comprensión de su finitud.


En la arquitectura, las primeras preocupaciones por el medio ambiente estuvieron ligadas a la puesta en crisis de muchos de los valores del Estilo Internacional, pues se comprendió que en la mayoría de los casos, traicionando su propio espíritu racional o funcional, la clonación acrítica de soluciones idénticas en diferentes lugares solo ocasionaba mayores esfuerzos de acondicionamiento, malos usos de la economía, espacios sin representación y poco cómodos para habitar. Lo interesante de las posturas más comúnmente adoptadas en la actualidad es que reúnen la posibilidad de responder con estrategias universales a problemas puntuales, entendiendo que la sustentabilidad en arquitectura debe estar más allá de un estilo o resolución puramente estética y que cabe trabajar sobre este problemática con responsabilidad y buscando respuestas originales.

Agencia Federal de Medio Ambiente, Dessau, (Alemania). Sauerbruch‐Hutton. En el caso de las oficinas de la Agencia del Medio Ambiente en Dessau (Alemania), diseñada por los arquitectos Sauerbruch –Hutton se planteó un desafío que abarcaba varios aspectos. Por un lado, desde el punto de vista programático, el edificio debía conjugar funciones públicas, como una biblioteca, un auditorio, una cafetería, un sector de exposición y áreas de información; con otra privada que albergarán puestos de trabajos para más de 800 empleados. Por otra parte, existía desde el comienzo la intención de que este proyecto se identifique en torno a los conceptos de sustentabilidad, ecología y economía. El edificio se encuentra al noroeste del ferrocarril de Dessau en el antiguo “barrio del gas”, la estrategia de elección del sitio estuvo muy ligada a su ubicación, pero también enfrentaba el conflicto de tener que lidiar con un alto nivel de degradación urbano‐ ambiental. La forma del nuevo edificio se ha diseñado de modo que buena parte del terreno sea accesible a los ciudadanos de Dessau: de esta manera se crea un parque público lineal. Se entra a la nueva construcción a través del “Foro”, un espacio en forma de medialuna que introduce el parque en el edificio y actúa de enlace entre las zonas públicas como la biblioteca, el centro de información, la sala de congresos y las oficinas propiamente dichas. Para acceder a estas últimas hay que seguir por un atrio cubierto ajardinado que ocupa una posición central con respecto a los diversos departamentos de la Agencia. Las estrategias de ingeniería inteligente y energías renovables jugaron un lugar central en los esfuerzos de planificación. En particular, la obra se beneficia por el uso de una gran intercambiador de calor geotérmico que se utiliza para calentar o enfriar el aire mediante intercambio de calor con la masa térmica del suelo, permitiendo por ejemplo que el aire fresco fluya mecánicamente por los conductos según las variaciones de la temperatura exterior.


La temperatura de la tierra en invierno es caliente y en verano fría. Mediante chimeneas conectadas a tubos de cemento enterrados a tres metros del piso se envía el aire a los pasillos de cada piso y de allí a las oficinas de modo que el aire se preacondiciona para el momento en que debe llegar a los espacios interiores. En cambio, en primavera y otoño, con solo abrir las ventanas las oficinas tienen ventilación natural. Durante el verano, la ventilación nocturna de las oficinas, junto con la masa térmica almacenada de techos y paredes, se aprovecha para enfriar las zonas de trabajo. Esto es posible gracias a la notable diferencia de temperatura que existe entre el día y la noche. Estos sistemas de ahorro energético se combinan con el uso de energías renovables como colectores solares en la cubierta y paneles fotovoltaicos. Los materiales también se escogen partiendo de criterios ecológicos. Así, se utilizaban madera, Linóleo, cobre o piedra. La estructura se realiza con pilares y losas de hormigón armado, dejando vista la cara inferior para mejor aprovechamiento de su masa térmica. El 20% de la energía consumida por el edificio proviene de fuentes renovables. Y la energía que se utiliza para calefaccionar el aire es 40% menor que la propuesta por la legislación estándar de conservación de energía en Alemania. Producto de la optimización energética y material del ciclo de vida de un edificio, la nueva Agencia Federal de Medio Ambiente se propone como referente de la Arquitectura ecológica. “Los distintos Climas, la variedad de materiales que la naturaleza tiene en cada zona, las diversas condiciones geográficas, las distintas culturas del habitar, marcan orientaciones hacia soluciones particulares que habrá que estudiar y desarrollar para cada opción concreta.” Margarita de Luxán García de Diego.

Complejo Cultural y Comercial en Retiro En vistas de la situación mundial actual de los ritmos de consumo de recursos no renovables, nuestro edificio estaría equipado en un sector de la cubierta con placas solares, de esta manera se logra un edificio que se abastezca enérgicamente en forma parcial y que intentará generar conciencia ecológica en proyectos futuros de lo indispensable que es para los arquitectos comenzar a equipar sus edificios con alguna clase de energía renovable. Por lo tanto este modelo sustentable concibió su diseño para el ahorro energético de aquí surge también la forma de la envolvente que al ser irregular minimiza la superficie de exposición al sol. Esta estrategia fundamental de minimizar las necesidades energéticas del edificio por medio de su forma, cuenta con el respaldo del sistema de control del ambiente. El proyecto ostenta una estrategia ambiental que utiliza al máximo la energía solar y ventilación natural que reduce el uso del aire acondicionado y la calefacción.


Es un edificio que tiene una gran preocupación por la técnica, pero a la vez pensada de manera singular y adaptable al contexto, buscando la máxima calidad arquitectónica enriqueciendo su entorno gracias a la utilización de la tecnología. También se crear un ámbito para la contemplación con un gran aprovechamiento y manejo de la luz natural. De esta manera el edificio se adapta al medio, al sol, calor, y al ruido como un organismo impermeable pero poroso en luminosidad.

“El desarrollo sustentable es el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades” Comisión Bruntland en su informe Our common Future durante la conferencia de Naciones unidas sobre ambiente humano realizada en 1987 Debemos imaginar un mundo donde el desperdicio equivalga a comida y todo pueda ser diseñado para ser reciclado o auto sustentable, donde se respete la diversidad y se utilice la energía solar, tal como sucede en la naturaleza. “miremos al mundo y veamos un mundo de abundancia en lugar de un mundo de límites” Arq. William McDonough. Sería maravilloso celebrar la abundancia de la energía solar sobre la superficie del planeta, que es una 5000 veces mayor que la energía que necesitamos para operar nuestros sistemas actuales.


CONCLUSIÓN:

Creo que el verdadero significado del proyecto de arquitectura reside en el fenómeno de la experiencia, en el suceso de andar, de acercarse, o alejarse e ir pasando por distintas situaciones. Para interpretar a los espacios arquitectónicos en cuestiones de percepción, hace falta entregarse a la experiencia de jugar y explorar, en estar abierto, mostrarse siempre receptivo, ya que estos espacios resultan traductores de emociones de diversas índoles. La percepción dada en el espacio a través de sus cualidades, está guiada por los sentidos de cada persona y depende por eso mismo de cada individuo y de su condición cultural y fisiológica, por lo tanto es unívoca. La percepción de lo desconocido siempre es estimulante, lo que el observador puede descubrir a través de recorridos espaciales develará valores novedosos. Pero estas sensaciones que recibimos carecen de sentido en tanto no sepamos ordenarlas en una “información” coherente. La luz, el color, los materiales, los recorridos, las formas y por ende el espacio todo en conjunto estimula y provoca distintas reacciones en el espectador. El arquitecto debe aprender a dominar todo eso, explorando y explotando sus superficies, estructuras internas, sus posibles texturas, colores y su grado de maleabilidad, para lograr esa comunicación que involucra al espectador. A juicio personal este debe ser la forma de pensar y hacer la nueva arquitectura en el cual el fenómeno espacial y la participación de los sentidos será experiencia vital del hombre. “…nuestra ambición es realizar un trabajo que sea comprensible para todo el mundo, en todas partes; que atraviesen la mente, las capas de contextos y de culturas, y vaya directamente a las sensaciones”. Jacques Herzog. Con respecto a la iluminación adoptada, los LEDs abren las puertas a una manera novedosa de entender la iluminación: el paso de la "cultura de la bombilla" a la "luz digital". Las luces ya no constituyen un complemento frágil e inmóvil, sino una parte integrante del diseño. Por ser tan pequeños, los LEDs pueden integrarse en los materiales utilizados para diseñar. Así, se acabaron las instalaciones tradicionales y aburridas. Ahora se pueden crear efectos emocionantes basados en un alumbrado 'invisible'. Imagínese techos que imiten el cielo o ventanas que simulen la luz del sol para animarle en los días grises de invierno. La iluminación ya no es puramente funcional, no se limita a un simple instrumento para permitirnos ver o para indicarnos que el café ya está listo. Se ha convertido en una herramienta de diseño, que nos permite cambiar el aspecto de un espacio con tan solo pulsar un interruptor, pintándolo con luces de colores. La iluminación ahora es un elemento que interactúa con nosotros, que nos sigue a medida que avanzamos por un edificio o lugar. También contribuye a la preocupación por crear espacios y edificios sostenibles, iluminar con equipos libres de sustancias contaminantes, minimizando los costes de mantenimiento y maximizando el ahorro energético.


Con respecto al tema de la sustentabilidad, he llegado a la conclusión de que nosotros tenemos que saber construir formas sustentables con materiales sustentables. Conocer nuestro clima nos ayudará a concebir formas arquitectónicas adecuadas. Manipulando la forma de un espacio, nosotros podemos introducir luz natural y ventilación. Sin embargo, más allá de eso el diseño sustentable implica una manera de pensar, diseñar, construir y operar edificios teniendo en cuenta la responsabilidad ambiental y ecológica de la arquitectura, buscando minimizar el uso de recursos escasos y sin producir emisiones contaminantes. En la Argentina, no existe aún una conciencia clara de la necesidad de cuidar nuestros recursos, especialmente entre los proyectistas del hábitat. Se desconoce el impacto que el uso de distintos materiales produce durante su ciclo de vida, se desatienden cuestiones de diseño bioclimático al proyectar edificios o espacios exteriores y se derrochan recursos escasos como el agua. Por otra parte, la falta de controles y reglamentaciones claras producen altos niveles de contaminación ambiental. El actual deterioro del ambiente natural y artificial, y la conciencia generalizada de cuidar nuestro mundo aún no han influido contundentemente en los proyectistas del hábitat. Este proyecto propone incorporar criterios ecológicamente responsables, logrando un edificio que se abastezca enérgicamente en forma parcial y que intentará generar conciencia ecológica en proyectos futuros. Como arquitectos tenemos la grata tarea de edificar el habitad de los seres humanos, pero también la responsabilidad de que nuestras obras no perjudiquen, ni degraden el medio ambiente y la salud de las personas. Por eso considero que todo nuevo avance de la tecnología aplicado en el campo de la arquitectura con criterio ecológico es muy positivo para colaborar desde nuestro lugar a construir un mundo mejor para las generaciones presentes y futuras.


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