¿Cuántos misterios dejaron los mayas que ni siquiera suponemos? El hallazgo de un cenote debajo de la pirámide de Kukulcán, por parte de investigadores de la UNAM, nos abre una puerta hacia nuevas posibilidades que nos permiten suponer y replantear nuevas hipótesis y reflexiones acerca de esta zona. Tendríamos que observar con cuidado los trabajos que dejó el escritor yucateco José Díaz Bolio (1906-1998) con sus obras “La serpiente emplumada, eje de culturas” y “Mi descubrimiento del culto crotálico”, en donde sus polémicas teorías colocaban por primera vez a la Cultura Maya como adoradora de la ‘Serpiente emplumada’.
A partir del descubrimiento del cenote debajo de este templo, debemos preguntarnos si ese ‘descenso’ es sólo la indicación de algo más importante que no termina en la base de la pirámide, sino que continúa más abajo, hasta llegar a lo que tal vez es el verdadero lugar de descanso del dios, un lugar que podría contener muchas respuestas: "El cenote de Kukulcán".