4 Columna
Culiacán, Sinaloa, 26 de febrero de 2020
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OPINIÓN
ROMPIENDO EL SILENCIO Álvaro Aragón Ayala
En el tortuoso camino de las conspiraciones contra la Universidad Autónoma de Sinaloa un punto de inflexión lo marca la implicación de los amanuenses – escriben por consigna- interconectados con dos grupos foráneos, unidos por el interés de sujetar y mantener como rehén de intereses externos a la Casa Rosalina. Se han fundido y fosilizado en los complot anti-UAS el llamado “cártel de jubilados” y dos o tres diputados de la LXIII Legislatura del Congreso Local, en el redoble de la arcaica línea de atentar contra la autonomía de la máxima casa de estudios. En síntesis, su proyecto es lograr la “morenización” de la Universidad. Van contra natura. Fantasías, difamaciones, discursos venenosos, cortometrajes, vi-
Auditoría a la UAS sin desfalcos y enloquece el “cártel de jubilados”
deos, novelas, y un sinfín de asonadas mediáticas se han descargado contra la Universidad, con alcances inéditos, pero sin poder ser legitimadas, ya que han tenido como cimientos el odio y la mentira. El entramado constituye un rosario de conspiraciones que no ha logrado desviarla de su rumbo académico, mucho menos derrumbarla. La Auditoría Superior de la Federación auditó una vez más a la Universidad Autónoma de Sinaloa y al resto de las Universidades Públicas del país. La investigación practicada por la ASF a la cuenta pública 2018 de la Casa Rosalina no descubrió ni fraudes, desfalcos, robos, saqueos, despilfarros, ningún antecedente que indique que se usó mal o indebidamente el presupuesto universitario.
Sí encontró la ASF “detalles” por el pago de las “jubilaciones dinámicas”, prestación que no es reconocida por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ni por la Secretaría de Educación Pública. Es la tercera ocasión en que la ASF encuentra los mismos “deta-
lles” en las auditorías que le practica a la UAS: en el ejercicio 2016 y el 2017 y ahora en la cuenta del 2018. En las dos primeras, la Universidad recibió las mismas observaciones de ahora y las solventó dentro de los términos estipulados. En esos dos ejercicios trabajó con el Sistema de Administración Tributaria para aclarar ciertos puntos. Todo quedó solucionado. ¿Cuál será ahora el nuevo plan para construir una falsa historia en torno a la auditoría 2018 y la conducción de la Universidad Autónoma de Sinaloa? ¿Qué trato “periodístico” se le dará al resultado de la auditoría? ¿Otra vez los amanuenses les mentirán a los universitarios con el viejo y falso cuento del uso irregular de recursos? Para que la nueva conspiración funcione, es prioridad para el “cártel de jubilados” y dos que tres legisladores que fluya y se viralice la mentira, que se descalifique la auditoría practicada por la ASF y que se invente cualquier versión que genere inconformidad o que alimente el morbo. Que se diga que las observaciones son saqueos y que la falta de uno o dos papeles por entregar son despilfarros. Les urge que la auditoría, pese a no haberse encontrado ningún saqueo, sea difundida