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Artículo 15
Culiacán, Sinaloa, 26 de mayo de 2021
“Plan Meade”
para saquear a Sinaloa Richard Lizárraga Peiro La propuesta de “reactivación económica” del sinaloense Mario Zamora Gastélum enmascara el “Plan Meade” con el que personajes de la elite política del PRI y del PAN pretenden saquear los recursos de Sinaloa, creando, con el erario público, una Financiera de Desarrollo Estatal (FinDE), para llevarse los dineros a otros estados. Si el voto de los sinaloenses lo favorece el 6 de junio, Mario Zamora, candidato del PRI-PANPRD al gobierno de Sinaloa, creará, dijo, una Financiera de Desarrollo con un crédito de 500 millones de dólares del Banco Mundial y 500 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo. La estrategia para asaltar el presupuesto estatal lleva el nombre del padrino político de Zamora: José Antonio Meade Kuribreña o “Plan Meade”. La FinDE fue sacada de la agenda electoral del PRI-PAN-PRD a raíz del escándalo que provocó la publicación en el periódico Reforma de los créditos y apoyos otorgados por Mario Zamora, en funciones de gerente de la Financiera Nacional de Desarrollo Rural (FinRural), a su suegro Daniel Ibarra Heredia y a dos de sus cuñadas y a las versiones de sector agrícola de que también había “regalado” tractores al papá de su esposa. De concretarse el proyecto –de llegar Mario Zamora a gobernar Sinaloa- la Financiera o banco estatal permitiría fondear financieramente a empresas de otros estados del país, propiedad de la elite del PRI y del PAN, a las que les urge que se les apalanque económicamente.
En el diseño del “Plan Meade” con la carátula de “reactivación económica” participaron 4 personajes: Mario Zamora Gastélum, candidato del PRI-PAN-PRD al gobierno de Sinaloa y ex titular de FinRural; José Antonio Meade Kuribreña, ex titular FinRural y de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y ex candidato presidencial del PRI; Enrique de la Madrid Hurtado, quien fue Coordinador General Técnico de la Presidencia de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Director General de Financiera Rural, Director General de Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), Director de Relaciones Institucionales y Comunicación Corporativa de HSBC para México y América Latina y Secretario de Turismo; e Idelfonso Guajardo Villarreal, quien laboró en el Fondo Monetario Internacional y cinco secretarías de estado, la última, la de Economía, donde se desempeñó como su titular. El “Plan Meade” lo descubrió personal de la Auditoría Superior de la Federación, la Unidad de Inteligencia Financiera y del SAT, que realiza estudios de seguimientos sobre las “propuestas económicas” de los candidatos a los gobiernos de los estados para impedir que, de ganar las elecciones, implementen proyectos que lleven a la bancarrota a las entidades federativas. El trabajo es evitar que se desarrollen programas que colapsen los presupuestos estatales y que no se aparten de las obligaciones con la Federación y ni con las deudas contraídas con las instituciones de crédito
por los gobiernos en turno. Aunque de antemano la creación de la Financiera de Desarrollo Estatal con un crédito de mil millones de dólares –más de 20 mil millones de pesos-, del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, es “inviable porque el gobierno de Sinaloa no tiene capacidad económica para contraer una deuda de ese tamaño”, el modelo de financiamiento es perfecto para apalancar “los negocios de la familia Zamora” y de la elite del PRI y el PAN de los estados Hidalgo, Estado de México, de Nuevo León, Puebla, Sonora, de Tlaxcala, Ciudad de México y Campeche, con planes de establecer sucursales en Sinaloa. Sería un sistema –dicen los especialistas- similar o peor al de la vieja Financiera Nacional de Desarrollo en la que se privilegiaron con créditos a la familia del director general de la institución Mario Zamora Gastélum, y a los recomendados de la elite priista y panista que ahora convergen, desde afuera de Sinaloa, con el proyecto de Mario Zamora, interesados en que llegue al gobierno de Sinaloa para que impulse un proyecto bancario de donde puedan echar mando de dinero para sus negocios y planes electorales rumbo al 2024. Las más grandes “tajadas del pastel” de la FinDE quedarían en poder de los negocios triangulados o que operan con prestanombres o que “asesoran” Alejandro Moreno Cárdenas de Campeche; Miguel Ángel Osorio Chong de Hidalgo,
Claudia Ruiz Massieu Salinas de la Ciudad de México y Toluca; Marko Antonio Cortez Mendoza de Michoacán; Enrique de la Madrid Cordero de la Ciudad de México; Beatriz Paredes Rangel de Tlaxcala; Idelfonso Guajardo Villarreal de Nuevo León; Josefina Vázquez Mota de Puebla y la parentela de Carlos Salinas de Gortari y Enrique Peña Nieto. La operación de dicha Financiera sumiría por espacio de 20 o 30 años en la bancarrota a Sinaloa porque “el dinero se iría del estado”, pero además los minicréditos que se otorgarían a los pequeños y medianos empresarios locales serían impagables por la situación de crisis que vive el estado. Este tipo “negocios crediticios” para ocultar apoyos a familiares, amigos o socios políticos encaja en entidades donde los gobernadores han privilegiado con contratos de obras y servicios a empresas foráneas como es el caso de Quirino Ordaz que sostiene una larga lista de proveedores no sinaloenses, incluso en el área de Comunicación Social en la que la ASF y el SAT descubrió un dispendio de más de mil millones de pesos, además de “inversiones” trianguladas del gobierno estatal a la “red de empresas fachada” de los hermanos Arellano, sujetos a investigación por la Unidad de Inteligencia Financiera.
