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Nº 122 « 31 de Agosto de 2022 Precio de Tapa: $ 100.

La Comuna
« Revista teórica y política del PRT Partido Revolucionario de los Trabajadores La clase obrera y los cambios que requiere la humanidad Algunas respuestas y algo más sobre la inflación Sobre el frente y la unidad " T O D O E L P O D E R P A R A L O S S Ó V I E T S . P A Z P A R A E L P U E B L O . T I E R R A P A R A E L C A M P E S I N O "

A m o d o d e E di t o r i a l

lase obrera, inflación y el problema del frente y la unidad son los tres temas que desarrollamos en este nuevo número de La Comuna. Pueden parecer reiterados o repetidos, pero sin embargo, siempre aparecen nuevos aspectos o la necesidad de profundizar la mirada sobre algunos aspectos que siguen estando presente en cada charla que tenemos con nuestros compañeros y compañeras de trabajo, del barrio o del lugar donde estudiamos.

No nos vamos a cansar de señalar que la clase dominante nos ha sacado durante estos últimos 40 años una gran ventaja en la lucha ideológica.

Presenta como “verdades absolutas” conceptos que no lo son. En realidad, haciendo gala de su poder de fuego comunicacional utiliza verdades a medias sobre las que construye todo un andamiaje para sustentar su ideología frente a las masas .

Y que no quepan dudas: lo hace exclusivamente con el objetivo de sostener sus ganancias basadas en la explotación y opresión de millones de trabajadores y trabajadoras que cada día que pasa necesitamos poner más horas el lomo para tratar de sobrevivir con nuestros ingresos.

De la clase obrera te dice casi que desapareció, que no juega ningún papel en la sociedad y que pensar en términos de lucha de clases es una antigüedad.

De la inflación te dice que es un mal endémico de “los argentinos”, que es un problema económico, y que se soluciona corrigiendo la emisión y achicando el gasto.

Y respecto a la “unidad” ahí también tiene voceros, o ha logrado confundir a muchos, siempre preocupados por abrochar lo que sea por arriba antes que abocarse a la construcción material desde las propias bases de nuestra clase.

En definitiva: tres temas en los que todavía hay mucha tela para cortar. Por eso mismo, en esta revista te vamos a dar un punto de vista teórico y político desde el marxismo leninismo.

Y lo hacemos con el objetivo de seguir fomentando el debate entre todos aquellos que se pongan como meta comprender la situación de la luchas de clases, sobre todo para actuar decididamente en ella y desarrollar cada vez con más eficacia las tareas revolucionarias en la hora actual.«

La Comuna

Publicación bimensual. Año XXI° www.prtarg.com.ar
Revista teórica y política del PRT Partido Revolucionario de los Trabajadores
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LA CLASE OBRERA Y LOS CAMBIOS QUE REQUIERE LA HUMANIDAD

El leninismo nos enseñó que el sistema capitalista no caerá si no se lo hace caer. Cuatro recientes décadas de enseñanzas nos han mostrado que la clase dominante ha sabido sortear diversos escollos de crisis políticas y económicas, pero su poder de fuego para sostener el sistema no ha sido cuestionado Es tarea de las y los revolucionarios elevar el grado de conciencia de la clase obrera y de su papel dirigente en los cambios que requiere la humanidad

En la producción social de su vida los ho mbre s e s table ce n de te r minadas relaciones necesarias e independien tes de su voluntad, relaciones de producción que co r re s po nde n a una fas e de te r minada de desar rollo de sus fuerzas productivas materiales

El conjunto de estas relaciones de producción for ma la estr uctura económica de la sociedad, la bas e re al s o bre la que s e le vanta la s upe re s tr uctur a j ur ídica y po lítica y a la que co r re s po nde n de te r minadas fo r mas de conciencia social.

El mo do de pro ducció n de la vida mate r ial condiciona el proceso de la vida social política y e s pir itual e n ge ne r al No e s la co ncie ncia de l ho mbre la que de te r mina s u s e r s ino , po r e l co ntr ar io , e l s e r s o cial e s lo que de te r mina s u conciencia

Al lle gar a una fas e de te r minada de desar rollo las fuerzas productivas materiales de la s o cie dad e ntr an e n co ntr adicció n co n las relaciones de producción existentes o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las

relaciones de propiedad dentro de las cuales se han de s e nvue lto has ta allí. D e fo r mas de de s ar ro llo de las fue r zas pro ductivas , e s tas re lacio ne s s e co nvie r te n e n tr abas s uyas , y s e abre así una época de revolución social”

(Carlos Mar x Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política).

Se gún la Organizació n Inte r nacio nal de l Trabajo (OIT), la fuerza de trabajo mundial creció un 25% entre 2000 y 2019. El número de personas asalariadas aume ntó de 2 600 millo ne s a 3 300 millones durante estas dos primeras décadas del s iglo X X I, tambié n un 25% D e e s tas pe r s o nas empleadas, e n té r mino s de la OIT, e l 53% s o n pe r s o nas que pe rcibe n un s alar io o un s ue ldo , cuando en 1996 constituían el 43%

Mie ntr as que e l e mple o e n e l s e cto r de ser vicios mundial ha crecido un 61% en las dos pr ime r as dé cadas de l s iglo X X I, la fue r za de trabajo industrial internacional ha aumentado un 40%

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(

Fuente: Banco Mundial, Empleos en la industria (% del total de empleos Estimaciones basadas en modelos de la OIT); Banco Mundial, Empleos en ser vicios (% del total de empleos Estimaciones basadas en modelos de la OIT)

La fuerza de trabajo obrera ha crecido de 929 millones en 2000 a 1.215 millones en 2019. Esta cifra no incluye a los trabajadores y trabajadoras del transpor te, las comunicaciones y los ser vicios ur bano s , que tambié n s o n e s e nciale s par a la pro ducció n de bie ne s y que e mple aban a o tro s 226 millo ne s de pe r s o nas e n 2019, cuando do s décadas antes eran 116 millones

En conjunto, representaban en 2019 el 41% de la fuerza de trabajo no agraria mundial.

En o tr as palabr as , las y lo s o bre ro s s igue n siendo un núcleo masivo de producción de valor y de la po blació n tr abaj ado r a Sin e mbargo , s u distribución geográfica ha cambiado

(Fuente: Banco Mundial, Industria, valor agregado Banco Mundial, e Informe sobre el desarrollo mundial; UNIDO, Industrial Development Report 2020 Estimaciones basadas en modelos de la OIT)

El crecimiento de la producción mundial, y con ella la fuerza de trabajo obrera, no se repar te de fo r ma igual po r to do e l glo bo . Mie ntr as que lo s países desar rollados todavía producen la mayor par te del valor añadido industrial (VAI), los países en desar rollo han incrementado su par te del 18% en 1990 a alrededor del 40% en 2019, mientras que el de los países industrializados ha caído del 79% al 55 % en dicho periodo

La par te de la UE ha descendido del 33% del VAI mundial en 1990 al 22% en 2018, mientras que la de Asia ha aumentado del 24% al 37% en este periodo. China por sí sola ha subido de alrededor del 5% del VAI mundial en 2000 al 20% en 2018

En e l pe r io do más re cie nte , gr an par te de l aume nto de la par te de As ia e n e l VAI s e ha pro ducido e n cuatro país e s : C hina, India, Indonesia y la República de Corea

El e mple o ha s e guido lo s mis mo s pas o s , de modo que la par te de los países industrializados en el empleo industrial ha descendido del 30% en 1991 al 18% en 2018.

En e l s iglo X X I, e l cre cimie nto de l tr abaj o informal y del de producción de bienes, así como e l cre cie nte pape l de las muj e re s e n ambo s , s e han dado sobre todo en el mundo en desar rollo. (Fuente: UNIDO, Report 2020, 144 149; BDI, Global Power Shif t, 11/11/2019 )

El cre cimie nto de la pre s e ncia de más clas e o bre r a y más as alar iado s a nive l plane tar io , de

una u otra manera denuncian la cada vez mayor s o cializació n de la pro ducció n po r un lado y la mayo r apro piació n de r ique za po r o tro e n cada vez menos manos Tema que hemos abordado en dife re nte s tr abaj o s e labo r ado s po r nue s tro Par tido.

Y e s aquí e n do nde e ntr a e n j ue go la introducción de Mar x en el inicio de la nota

H e mo s apuntado e n más de una re fe re ncia que co mo e j e mplo de e s ta s ituació n e s la necesidad de los monopolios de abaratar la mano de obra y para ello concentran su poder fuego en proletarizar África

Utilizan mano de o br a inte ns iva a baj o s salarios para constr uir faraónicas infraestr ucturas como aeropuer tos, vías fer roviarias, puer tos, etc. A la vez que intentan disciplinar a sangre y fuego a millones de seres humanos que deben engrosar la mano de obra para beneficio de una oligarquía financiera cada vez más rica.

Pero las crisis capitalistas no se detienen. Por el contrario, se agudizan y en ello una vez más la lucha de clas e s adquie re un nue vo e s caló n ascendente que lleva ya más de 12 años

Lo s me dio s de pro ducció n co nce ntr ado s e n po cas mano s cho can pe r mane nte me nte co n la cada vez mayor socialización de la producción y e n e llo e l cúmulo de co ntr adiccio ne s a nive l plane tar io tie nde n a de s ar ro llar s e co n más dinámica.

Y es aquí en donde la clase obrera en estos 12 año s ha j ugado un pape l as ce nde nte lue go de décadas de retrocesos en sus derechos políticos conquistados.

Huelgas generales en Guadalupe y Mar tinica, India, Brasil, Sudáfrica, Colombia, Chile, Argelia, Sudán, C o re a de l Sur, Fr ancia e tc , as í co mo o le adas hue lguís ticas que han co ntr ibuido a der ribar a jefes de Estado como en Túnez, Egipto, Puer to Rico, Sudán, Líbano, Argelia, Iraq, entre otros

El hecho que la acción de la clase obrera ha estado en el centro de la revuelta queda reflejado en algunas cifras generales.

El Instituto Sindical Europeo calcula que entre 2010 y 2018 hubo 64 hue lgas ge ne r ale s e n la Unión Europea, casi la mitad de ellas en Grecia Más en general, la OIT calcula, con respecto a tan s o lo 56 país e s , que hubo 44. 000 paro s o bre ro s entre 2010 y 2019, principalmente en fábricas

Tan s o lo e n C hina, e l China Labour Bulletin co ntabilizó unas 6 694 hue lgas e ntre 2015 y 2017 en una gran variedad de sectores. Lu C huns e n calcula que hubo 3. 220 hue lgas de trabajadores industriales en China entre 2011 y

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mayo de 2019, pese a la naturaleza precaria del tr abaj o , la migr ació n inte r na mas iva a las ciudades y la prohibición de las huelgas por el gobier no

Algunas conclusiones

Tres aspectos fundamentales a destacar en la lucha po lítica e ide o ló gica co n la clas e dominante

Por un lado, desmitificar la idea que muchos popes de la intelectualidad batallan y batallan respecto a “la desaparición de la clase obrera por décadas” Las cifras expuestas son solo la punta de l o villo par a pro fundizar y actualizar la co mpo s ició n de las clas e s que a to das luce s delata un crecimiento de la clase obrera.

Por otro lado, la ir r upción de la clase obrera co n un cre cimie nto e xpo ne ncial e n luchas , mo vilizacio ne s y hue lgas Mile s de millo ne s experimentan en las bar ricadas la existencia de la lucha de clases.

Pero también es de destacar que en este proceso de alza del movimiento huelguista que se va ampliando en el planeta en doce años inte ns o s no hubo aspiración de la clase en la lucha por la toma del poder y avanzar hacia una revolución socialista.

Es ta última co nclus ió n e s cas i la más deter minante para lo que se viene, porque desde allí, desde ese eslabón de la cadena, podremos profundizar en las tareas que les cor responden a las y los revolucionarios.

Reafir mamos la idea Leninista que el sistema capitalista no caerá si no se lo hace caer 12 últimos años en esa dirección y 4 décadas de e ns e ñanzas no s han mo s tr ado que la clas e dominante ha sabido sor tear diversos escollos de crisis políticas y económicas, pero su poder de fue go par a s o s te ne r e l s is te ma no ha s ido cuestionado

Es tarea de las y los revolucionarios elevar el grado de conciencia de la clase obrera y de su papel dirigente en los cambios que requiere la humanidad «

El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. (Carlos Marx) 5

ALGUNAS RESPUESTAS Y ALGO MÁS SOBRE EL TEMA DE LA INFLACIÓN

Con relación a algunos artículos publicados en nuestro periódico El Combatiente y otros anteriores aparecidos en esta revista teórico política La Comuna, hay compañeras y com pañeros que formularon algunos interrogantes e hicieron consultas que trataremos de responder en esta nota

Los ar tículos aludidos demostraban que valores y precios son dos cosas m u y d i s t i n t a s y q u e l o s p r i m e ro s b a j a n i n e x o r a b l e m e n t e c o n c a d a d e s a r ro l l o d e l a f u e r z a p ro d u c t i v a social mientras que, contradictoriamente, los segundos aumentan con la inflación

En suma, se explicaba que no hay ninguna r a z ó n m a t e r i a l s u rg i d a d e l p ro c e s o d e p ro ducción, debida a la cual se justificara el au m e n t o g e n e r a l i z a d o d e p re c i o s Po r e l contrario, el aumento generalizado de precios de las mercancías provoca, eso sí, una dismi nución en el precio de una mercancía espe cial: la fuerza de trabajo, es decir, los salarios, lo cual demuestra el objetivo central del fe nómeno gestado

Se comprende entonces que el fenómeno de la inflación se resume, fundamentalmente, a la disminución del salario y q u e constituye un mecanismo aplicado de hecho p a r a c o n t r a r re s t a r l a t e n d e n c i a d e c re c i e n t e de la cuota de ganancia ya que, como conse cuencia de la mecánica del propio proceso de producción capitalista, al descender el valor

individual de cada mercancía producida, des ciende también la porción de plusvalía con t e n i d a e n l a m i s m a , p u e s c re c e e l c a p i t a l muer to (es decir el que se transfiere en mate rias primas e insumos, desgaste de la maqui naria, energía, etc.) en desmedro del capital vivo, o sea el que agrega la fuerza de trabajo ( l a m i s m a c a n t i d a d d e o b re ro s p ro d u c e n mayor cantidad de mercancías o menor can tidad de obreros producen la misma cantidad de mercancías)

É s t a c o n s t i t u y e u n a c o n t r a d i c c i ó n i n s a l vable en el sistema capitalista y la única po s i b i l i d a d d e re s o l v e r l a , t a l c o m o o c u r re también con otras muchas de sus contradic ciones ir resolubles, es con la desaparición del mismo

Po r l o t a n t o , c o n c l u í a m o s e n q u e , e n s u afán por sostener el sistema capitalista con los niveles de ganancia deseados, la burgue sía tiene dos únicas opciones de última inst a n c i a : 1 a p l i c a r u n a j u s t e “ s a l v a j e ” a l o s salarios y condiciones de trabajo que perju dique a todos los proletarios; 2 ir aplicando ajustes “dosificados” (por ejemplo, vía infla

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c i ó n : a u m e n t o g e n e r a l i z a d o d e p re c i o s ) q u e vayan bajando el nivel de ingresos del proleta riado

A n t e e s t a d i s y u n t i v a , l o s g o b i e r n o s d e tur no, no sin contradicciones, recur ren al que consideran el mal menor para enfrentar las po sibles respuestas del proletariado y van por la segunda opción. Esto es lucha de clases.

Es muy impor tante entender que no se trata d e u n a d e c i s i ó n t o m a d a e n a l g ú n e s c r i t o r i o desde el cual se emite la resolución a aplicar La i n f l a c i ó n e s u n a c o n d u c t a d e h e c h o q u e adopta la burguesía como clase la cual se ex t i e n d e c o m o re g u e ro d e p ó l v o r a y n a d i e c o n t ro l a C l a ro q u e e s t o l e s g e n e r a d e s a j u s t e s y desequilibrios de todo tipo que complican sus n e g o c i o s , a h o n d a n d o l a s d i f e re n c i a s e n t re q u i e n e s p ro p o n e n e l a j u s t e s a l v a j e y l o s q u e afir man que es mejor dosificarlo Diremos entonces que la inflación es producto necesario d e l a n o re s o l u c i ó n d e l p ro b l e m a e n t re e s t o s dos puntos citados más ar riba, cada vez que la lucha de clases ar recia y el proletariado logra conquistas salariales.

Es necesario diferenciar entre la causa de la inflación y los mecanismos a los que recur re (o se ve obligada a recur rir) la burguesía para lle var a cabo esta disminución del salario.

Veamos un ejemplo: se dice que la emisión monetaria “es la causa” de la inflación El Es tado destina plata para el llamado “gasto so cial” como for ma de contención de estallidos sociales. La lucha de clases obliga a la burgue sía a efectuar este tipo de gastos Por otro lado, existen serias dificultades para aumentar las tarifas e igualarlas a precios inter nacionales, por las repercusiones que genera sobre los in gresos del pueblo trabajador y las dificultades p o l í t i c a s p a r a a f ro n t a r d i c h o a j u s t e . Pe ro p o r otro lado el Estado garantiza altas ganancias a las empresas de ser vicios mediante subsidios a las tarifas Lo mismo sucede con otros secto res de la burguesía quienes, frente a las difi c u l t a d e s q u e t i e n e n p a r a e j e c u t a r f l e x i b i l i z a c i o n e s l a b o r a l e s d i re c t a s , o b t i e n e n d i s t i n t o s t i p o s d e t r a n s f e re n c i a d e c a p i t a l d e s d e e l E s t a d o , y a s e a n s u b s i d i o s d i re c t o s , exenciones impositivas, bonos del Estado, etc

Todo esto genera déficit fiscal ¿Cómo se fi nancia este déficit? Mediante emisión monetaria. Pero el origen de la emisión radica en otro lado: en la imposibilidad de ejecutar un ajuste “salvaje” a los salarios, frente a lo cual la emi

sión monetaria se presenta solo como un mecanismo del proceso inflacionario.

Por lo anterior, reiteramos, es claro que la in flación no tiene origen en ninguna de las cau sas mentirosas que esgrimen los economistas, empresarios, políticos y comunicadores socia les (aumento de salarios, déficit fiscal, emisión de moneda sin respaldo, subsidios destinados a los excluidos del sistema, devaluación, etc )

Por el contrario, la inflación es para mante ner los márgenes de ganancia de la burguesía y todos estos argumentos no son causas sino efectos de una actitud netamente especulativa a través de la cual los precios se despegan de la base material del valor que es deter minado por el tiempo de trabajo socialmente necesario para producir cualquier mercancía

Va m o s a a c o t a r, a d e m á s , q u e l a i n f l a c i ó n produce la baja masiva de salarios de todos los proletarios, incluidas las jubilaciones y pensio nes y, también, del índice que establece el sal a r i o m í n i m o v i t a l y m ó v i l ( S M V M ) , q u e s e anuncia periódicamente por decreto, como producto de los “acuerdos” entre los mafiosos sin d i c a l i s t a s , e s p e c u l a d o re s p a t ro n e s y s e r v i l e s cómplices funcionarios estatales1.

En última instancia, este SMVM es la me dida de los ingresos promedios de la totalidad de la fuerza de trabajo social de un país Pues en él se contiene el promedio del salario de los trabajadores registrados, el de los no registra dos, los monotributistas, los autónomos, los in gresos de los desocupados y las jubilaciones y pensiones

En una palabra, los recursos que se desti n a n p a r a l a p ro d u c c i ó n y re p ro d u c c i ó n d e l a fuerza de trabajo social (incluido el ejército de desocupados que, sin proponérselo, le sir ve a la burguesía como contrapeso del salario de los ocupados y constituye la peor competencia que deben enfrentar los obreros en funciones).

A h o r a , v a y a m o s a l a s c u e s t i o n e s p l a n t e a das tales como:

¿Por qué en nuestro país la inflación es tan alta y en otros, a pesar de que también hay lu c h a s p ro l e t a r i a s , c o m o , p o r e j e m p l o , E s t a d o s U n i d o s , o l a q u e s e m i d i ó re c i e n t e m e n t e e n L o n d re s , a l c a n z a n i v e l e s d e s ó l o u n 9 % ó d e l 10% respectivamente?

1 Estos tres sectores componen la Asociación Lícita (según la justicia burguesa) delictiva más encumbrada de la sociedad burguesa basada en la explotación y apropiación del producto del trabajo ajeno realizado por el proletariado

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Para responder a esta inter rogante, di re m o s p r i m e ro q u e d e b e m o s t e n e r e n cuenta, siempre, que la inflación no es un pro blema de origen material económico sino ne t a m e n t e e s p e c u l a t i v o c o n i m p l i c a n c i a s sociales y políticas La inflación es un acto de hecho que tiene relación directa con el ter mó metro de la lucha de clases S i e n d o a s í , d e b e m o s c o n s i d e r a r q u e l a lucha de clases tiene un necesario origen eco nómico que tiene que ver con la puja por la dis t r i b u c i ó n d e l a r i q u e z a s o c i a l q u e e n deter minado momento se eleva al plano polí tico e ideológico

La lucha de clases sigue un camino nece sario del capitalismo mundial que se abre paso entre un mar de casualidades, es decir, entre las diversas condiciones que existen en cada p a í s y q u e l e d a n u n a i m p ro n t a d i f e re n t e según sea el caso (condiciones materiales, ca r a c t e r í s t i c a s d e l p ro l e t a r i a d o , s u h i s t o r i a , c l i m a , f u e n t e s d e m a t e r i a s p r i m a s , e t c ) E n síntesis, el capitalismo es uno solo, pero en cuentra condiciones diferentes en cada país y, en consecuencia, se desar rolla, se concentra y hace crisis según la par ticularidad de cada sociedad.

Todo el mundo está regido por el sistema capitalista mundial en su fase monopolista, y por esa razón cada vez está más entramado, pero cada país ha tenido una historia diferente en la lucha de clases Necesidad y casualidad, par te y todo se conjugan en unidades contra dictorias que cristalizan en for ma diferenciada en cada país, dando a la configuración mun dial del capital la característica de desigual y, a la vez, combinado

En nuestro país, la conducta de la burgue sía ha sido muy par ticular en la confrontación con el proletariado, justamente, dada la carac terística de estas clases y la confrontación que han tenido y tienen entre ambas.

Al momento de realizar disminuciones ma sivas de salarios, los gobier nos de la burgue sía argentina, tradicionalmente, lo hicieron en for ma “pr udentemente” escalonada. Ya desde mediados de los años 60’ del siglo pasado se hizo célebre la frase de quien, en aquel enton ces, fuera ministro de economía Álvaro Also garay a través de la cual pretendía convencer a los trabajadores que pelear por aumentos de salarios los conducía a una espiral inter mina

ble en la que “los precios suben por el ascensor y los salarios por la escalera” . D e t a l m a n e r a p re t e n d í a e x p l i c a r c í n i c a m e n t e q u e e l a u mento de salarios era el motivo de la inflación

Es notorio cómo se razona desde una lógica b u rg u e s a q u e , s i l o s s a l a r i o s a u m e n t a n , e l mismo porcentaje debe trasladarse a precios. Nunca se par te de que la burguesía debiera re signar un porcentaje de sus enor mes ganan cias en función de un mayor ingreso para los proletarios, productores de toda la riqueza so c i a l Y e s t a l ó g i c a d e r a z o n a m i e n t o a c a p a r a por completo el ideario vigente en los mensa jes masivos de empresarios, políticos, comuni c a d o re s s o c i a l e s y s i n d i c a l i s t a s p ro empresariales que la reproducen como si fuera tan lógica y natural.

La lucha por mejoras salariales y condicio nes de vida que compone una más vasta lucha de clases, no sólo se manifiesta en enfrenta mientos callejeros. A veces, se expresa como presión insopor table que obliga a los gobier n o s b u rg u e s e s d e t u r n o a t o m a r d e c i s i o n e s que provocan un retroceso en las ganancias de algunos sectores monopolistas y que, en res p u e s t a , e s t o s d i s p a r a n e l re s o r t e d e l a i n f l ación para no ver disminuidas sus ganancias. Estas contradicciones entre gobier no y clase a l a q u e re p re s e n t a s o n m á s c o m u n e s d e l o que podría verse con un razonamiento for mal en el cual se concibe una coherencia directa entre ambos

Para ponerlo en for ma gráfica: así como la i n f l a c i ó n e n A rg e n t i n a a l c a n z a h o y u n e s t i mado del 100% anual, la inflación medida en Londres llega a un 10% en el mismo período, los salarios de trabajadores registrados de dis tintas ramas en Argentina se elevaron, vía pa r i t a r i a s , e n m á s d e l 6 0 % ( a u n q u e s e h a y a n abonado en cuotas), mientras que los salarios en Gran Bretaña no han sido aún aumentados Y, aclaremos, que no estamos reivindicando un aumento del 60% que queda muy atrás del porcentaje de inflación. Por el contrario, debe ríamos alcanzar un porcentaje que superara a este último e, incluso, sobre una base mínima del costo de la canasta familiar que hoy se es t a b l e c e , s e g ú n c i f r a s o f i c i a l e s , e n m á s d e $ 180 0002

2 El gremio de aceiteros ha establecido esa base salarial ci mentándola en una estadística analítica del costo de la canasta familiar que establece el Art. 14 bis de la Constitución Nacio nal que la burguesía y sus gobiernos de turno nunca respetan

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Sólo estamos comparando realidades dis tintas de la lucha de clases que llevan indu d a b l e m e n t e a t o m a r e n c u e n t a d i s t i n t a s variables si se pretende hacer un análisis serio y que, así, explican la diferencia entre porcen tajes no sólo de la inflación sino también de aumentos salariales logrados o no en países con distintas realidades

Tomar parcialmente los porcentajes de tal o cual cosa para justificar tal o cual otra, es característico del razonamiento burgués el cual s e p ro p a l a p a r a c o n f u n d i r, e s c o n d e r y a rg umentar en contra de los intereses proletarios y populares Por ejemplo: “las tarifas deben ac tualizarse porque han aumentado los insumos, las materias primas, los precios internaciona les de los elementos que deben importarse para producir, etc.”

L o m i s m o s e a rg u m e n t a p a r a j u s t i f i c a r e l aumento de cualquier mercancía porque, de lo c o n t r a r i o , n o s d i c e n , queda por fuera de la competencia mundial . A h o r a , n o o c u r re l o mismo con los salarios (precio de la mercancía fuerza de trabajo) cuando cualquier trabajador debe sufrir el aumento de los víveres, los ser vicios, la vivienda y los bienes esenciales que le per miten seguir viviendo Allí no juegan los argumentos que la burguesía esgrime para au mentar sus mercancías Sobre el par ticular, al trabajador se le pide “sacrificio ” en vistas a la promesa de que en un futuro se restablecerán s u s v i e j o s n i v e l e s d e i n g re s o s . D e m á s e s t á d e c i r q u e e s o n u n c a o c u r re , c o m o t a m p o c o p a s a q u e , c u a n d o b a j a e l d ó l a r re s p e c t o d e l p e s o , l o s p ro d u c t o s q u e h a b í a n a u m e n t a d o acompasados por la moneda nor teamericana, nunca disminuyen

Y lo dicho ocur re porque la producción es a la vez condición Esto quiere decir que, si se ha establecido que la producción se hace con menos obreros o en menor cantidad de tiempo, es decir con salarios relativos más bajos, esto queda establecido como piso para la rama pro

ductiva entera: el valor de una mercancía es el tiempo de trabajo socialmente nece saria para producirla. Y esta misma relación se verifica en la producción total del país, con la cual se calcula la tasa de ganancia media que sólo los monopolios más concentrados pueden embolsar.

E n t o n c e s n o h a y re t ro c e s o p a r a q u e l a s nuevas condiciones impuestas se reestablez c a n p o r m e c a n i s m o s p ro p i o s d e l f u n c i o n amiento del capital. De esto mismo se deduce que la inflación no es el problema central que agobia los deshilachados bolsillos del proleta riado Es un engaño ar tero de la burguesía y sus comunicadores, afir mar que el gran pro blema argentino es la inflación Nos quieren hacer creer que eliminando o bajando la infla ción se ter minarán nuestros problemas. Pre tenden hacer nos creer que la inflación es un mal que se eleva por encima de la lucha de cla s e s y q u e a f e c t a a t o d o s p o r i g u a l M i e n t r a s e l l o s t r a s l a d a n l a i n f l a c i ó n a p re c i o s d e s u s productos, el proletario no puede trasladarla al precio de su fuerza de trabajo (salario).

Por el contrario, la inflación es impulsada por la burguesía y constituye un mecanismo de sostenimiento de la tasa de ganancia bur guesa que puede existir o no. Pero la tenden c i a i n e x o r a b l e d e l a b u rg u e s í a a b a j a r l o s salarios e ingresos generales del proletariado c o m o d e f e n s a a n t e l a t e n d e n c i a d e c re c i e n t e de la tasa de ganancia va a continuar con o sin inflación

Ante ello, no hay esperanzas mágicas que podamos albergar en nuestros pensamientos y sentimientos. Sólo la organización de la lucha de clases del proletariado con su par tido a la cabeza, en unidad con los sectores oprimidos del pueblo, puede lograr el retroceso obligado, fuerza contra fuerza, de la voracidad de la bur guesía y avanzar también en el camino de ponerle fin definitivo al proceso de explotación y degradación al que estamos sometidos «

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sobre el frente y la unidad

Nuestra concepción de la unidad pasa hoy por una necesidad y una prioridad que deter mina la táctica a implementar Es imprescindible constituir el partido de la clase obrera en el seno de esa clase, crear las bases materiales para desarrollar la ideología y las prác ticas revolucionarias. Y hay que hacerlo materialmente, sin elegir supuestos atajos, sino profundizando el envío y la acción de destacamentos revolucionarios con ese objetivo. La unidad primera que debe comprender la clase obrera es con sus pares, que esté en condiciones de desarrollar políticas y organizaciones propias que avancen en la unidad en el terreno concreto de las luchas. Una concepción de unidad que lleva en su contenido la necesidad de la construcción del poder dual, del poder organizado de la clase obrera y el pueblo desde las entrañas de la producción para que penetre en las entrañas de toda la sociedad

En debates y conversaciones, sean indivi duales o colectivos, aparece constante mente la demanda de definiciones sobre la confor mación de un frente político como her ramienta indispensable en este momento de la lucha de clases Muchas veces, incluso, se hace mención a las definiciones tomadas por nuestro par tido en el IV° Congreso, y ratificadas en el V° Con greso, respecto de la constr ucción del Ejército Revolucionario y del Frente de Liberación Nacional Efectivamente, dichas her ramientas fueron iden tificadas como her ramientas estratégicas a impul sar bajo la dirección política del PRT, y así fue llevado a la práctica con la creación del Ejército Re volucionario del Pueblo (ERP) y el impulso de he r ramientas frentistas, entre las que se destacó el Frente Antimperialista por el Socialismo (FAS)

No es intención de este ar tículo desar rollar la ex periencia de las referidas her ramientas

Sí queremos destacar, algo que muchas veces se soslaya, que el impulso de las mismas se daba en el marco de un análisis de las condiciones de la lucha de clases a nivel mundial, regional y nacional; la definición de una estrategia en base a tal análisis; y, como consecuencia de ello, la definición de las he r ramientas mencionadas.

Así entonces se afir maba expresamente que tales definiciones se daban “en las condiciones ac tuales de la revolución mundial” Esas condiciones eran la existencia de la Unión Soviética; el triunfo en 1949 de la revolución en China; la lucha anticolo nialista y antiimperialista en Vietnam; el triunfo de la revolución en Cuba en 1959 (y la deter minante in

fluencia de la misma en toda la región); la gesta del Che en Bolivia; la vigencia de las luchas anticolo niales en distintos países de África, etc.

En definitiva, esas definiciones no salían de un laboratorio o de una for mulación solamente teórica Se daban en el marco de una realidad concreta que exigía her ramientas concretas a constr uir, además de la del par tido de la clase obrera

Las y los mar xistas leninistas, por definición, no negamos ninguna for ma de lucha sea pacífica, vio lenta, legal, semilegal, clandestina, etc Sí tenemos la obligación de deter minar en cada momento de la lucha de clases cual eslabón privilegiar para avan zar en el proceso revolucionario.

Repetimos, una estrategia de lucha por el poder no puede negar ninguna for ma de lucha; más aun, se puede y se tiene la obligación, desde el análisis per manente de las condiciones objetivas y subjeti vas, de ir previendo el curso que la propia dinámica del enfrentamiento clasista desar rolla y las necesi dades políticas y organizativas que pone sobre la mesa Pero al mismo tiempo, los revolucionarios no inventamos tales for mas, las tomamos del curso ge neral de la lucha revolucionaria para, tal como lo afir maba Lenin, “generalizarlas, organizarlas e in fundirles consciencia” (Guer ra de guer rillas, 1905).

Luego de la caída de la URSS las fuerzas del ca pital dieron un salto cuantitativo y cualitativo en la dominación del mundo No sólo desplegaron una abier ta batalla contra las ideas del socialismo y el comunismo También debe admitirse que avanzaron numerosos casilleros en convencer que tales ideas demostraron ser impracticables

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El desar me y la bancar rota ideológica y política de innumerables fuerzas denominadas revolucio narias, la definitiva defección de los par tidos co munistas conver tidos abier tamente en par tidos del sistema, la inconmensurable ayuda que recibió el capitalismo de una manada de otrora revoluciona rios que exhibieron un desfachatado y ser vil ar re pentimiento de sus “pecados de juventud” fueron, sin duda alguna, un arsenal dirigido a dester rar las ideas revolucionarias, principalmente, del seno de la clase de vanguardia.

Los efectos de esta verdadera contrar revolución llevada adelante por la oligarquía financiera mun dial llegan hasta nuestros días Pues no sólo busca ron bor rar de la faz de la tier ra cualquier posibilidad de revolución, sino que, fundamentalmente, signi ficó el desar me ideológico, político y orgánico de los par tidos obreros, cuestión que apor tó objetivamente al desar me de la clase obrera a nivel planetario

En toda la etapa descripta por supuesto que la lucha de clases no se detuvo.

El propio proletariado industrial en distintas re giones del mundo llevó adelante luchas que, en el marco mencionado, significaron signos de una re sistencia a los embates del capital

De las sucesivas der rotas sufridas en par ticular en la era Reagan Thatcher, (sobre todo la huelga del carbón en Inglater ra en 1984/85, que abrió una etapa de avance general de las políticas de la bur guesía monopolista en toda Europa) hasta las pri meras grandes huelgas en China en 2010, principalmente en las plantas de Toyota y Honda que desencadenaron un movimiento huelguístico general que impuso la subida salarial en ese país ( h t t p s : / / p r t a rg . c o m . a r / 2 0 1 0 / 0 6 / 2 5 / n u e v a h u e l g a en china afecta plantas de toyota y honda/), pasa ron casi treinta años en los que la clase obrera debió recomponer fuerzas, romper el aislamiento, volver a mostrarse como una clase en sí

Un proceso que hasta el día de hoy se sigue des ar rollando y que es impor tante evaluar en la pers pectiva de la recomposición de fuerzas del proletariado mundial, aunque todavía esos proce sos de lucha no cuenten (hasta donde nuestro co nocimiento alcanza) con par tidos obreros mar xista leninistas fuer temente enraizados en la clase de vanguardia, lo que no implica que no existan des tacamentos, como el nuestro, que estén realizando las labores revolucionarias

Llegados a este punto es necesario llevar el aná lisis general a lo par ticular de nuestro país

En los mismos años de la mencionada huelga en Inglater ra en nuestro país se producía la caída de la dictadura instaurada en 1976 Como hemos se ñalado ya en otros ar tículos la der rota de la dicta dura fue posible por un amplio marco de resistencia popular, par ticular mente de la clase obrera, la que, a pesar de la der rota sufrida por las organizaciones

político militares (entre ellas, nuestro par tido) y los golpes asestados por la dictadura contra miles de activistas y dirigentes obreros, supo sos tener acciones de lucha que eran herederas directas del proceso desar rollado en los 60/70 en nuestro país

Efectivamente, la clase obrera a través de sabo tajes, huelgas y otras medidas de acción directa, aun en medio de la feroz represión desatada, no per mitió que la dictadura echara raíces sólidas para consolidar un proyecto de refor mas capitalistas ba sado en un programa definidamente anti obrero y popular

Esto se tradujo en las sucesivas crisis económi cas, ya instaurada la democracia burguesa, las que reflejaban la lucha entre las intenciones de mayor avance de la burguesía monopolista y las deman das de la clase obrera y el pueblo

Entre junio y julio de 1985 se desata la ocupación de la planta de Ford Motors Argentina, ubicada en General Pacheco, en el marco de otros paros, huel gas y ocupaciones (los datos de la época reflejan 60 movilizaciones, 41 paros y 33 ocupaciones de fábri cas).

La derrota de la huelga de Ford no solamente sig nificó un duro golpe a ese sector de la clase obrera, sino que repercutió en todo ese movimiento huel guístico Con el condimento más impor tante: la bur guesía logró descabezar una lucha en las que las metodologías de la democracia obrera expresaban toda una experiencia que la clase de vanguardia había desar rollado hasta allí y, al mismo tiempo, avanzó impor tantes pasos en introducir las con cepciones de la democracia burguesa en el seno del proletariado, en consonancia con lo que se impul saba en el resto de la sociedad

A par tir de allí, y ya entrados los 90 con el pro grama político económico que la burguesía impuso en el gobier no de Menem, esta tendencia se ratificó a pleno En el medio de la andanada ideológica “anti clase obrera” que se impulsaba en el mundo

A tal punto llegó el desar me político ideológico en nuestro país que, como ya hemos afir mado, en la sublevación popular de 2001 la clase obrera como tal, como un cuerpo y una conducta de clase, no fue par tícipe de tales sucesos.

Aquí es necesario mencionar que nuestro par tido en par ticular, supo sostenerse en los principios del mar xismo leninismo, en la necesidad de constr uir el par tido de la clase obrera enviando sus destaca mentos a esa clase Sin embargo, el proceso no es tuvo exento de er rores e insuficiencias que fueron par te de un reacomodamiento de las fuerzas de la revolución a una realidad que había cambiado cua litativamente. Esto pudo ser superado realizando la experiencia concreta en el proletariado industrial, desde donde fue posible ir encontrando los caminos necesarios a recor rer en una etapa tan compleja

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Par te de dichas insuficiencias fue haber tomado la necesidad de los frentes políticos como una re ceta, como una definición que, en la teoría, es co r recta pero que, en la práctica, demostraba una incomprensión de las tareas fundamentales a des ar rollar

Así pudimos concluir que cualquier experiencia frentista debe, primero y principalmente, desar rollar una base material de constr ucción par tidaria en la clase obrera industrial

No es cor recto empezar por los acuerdos por ar riba cuando las fuerzas políticas no hemos logrado todavía el necesario e indispensable enraizamiento en el movimiento de masas, par ticular mente en el proletariado industrial

No desechamos en absoluto la necesidad de he r ramientas frentistas, pero como par te de una cons tr ucción en la que primero avancemos en la constr ucción y consolidación de las ideas y políticas de la revolución en la clase de vanguardia

Nuestra concepción de la unidad pasa hoy por una necesidad y una prioridad que deter mina la tác tica a implementar.

Es imprescindible constituir el par tido de la clase obrera en el seno de esa clase, crear las bases ma teriales para desar rollar la ideología y las prácticas revolucionarias que per mitan avanzar en la recons titución del papel que la clase obrera está llamada a cumplir como clase que debe dirigir el proceso revo lucionario

Para ello es fundamental que ese proceso se rea lice materialmente, sin elegir supuestos atajos, sino profundizando el envío y la acción de destacamentos revolucionarios con ese objetivo.

La unidad primera que debe comprender y aco meter la clase obrera es con sus pares, que esté en condiciones de desar rollar políticas y organizacio nes propias que avancen en la unidad en el ter reno concreto de las luchas

Materializar una unidad política que supere las divisiones ar tificiales que la clase dominante ha sa bido explotar, una unidad desde cada centro pro ductivo que se proponga la unidad con otros centros y, desde allí, hacia el resto de las capas explotadas y oprimidas, amalgamando las demandas económi cas y políticas desde la dirección efectiva de la clase obrera.

Una concepción de unidad que lleva en su conte nido la necesidad de la constr ucción del poder dual, del poder organizado de la clase obrera y el pueblo desde las entrañas de la producción para que pene tre en las entrañas de toda la sociedad

Reiteramos: esta etapa de constr ucción no puede ser reemplazada por ningún frente confor mado “por

ar riba” por más buenas intenciones que exprese. Más aun, en ese camino de constr ucción es posible y necesaria la confluencia con otros destacamentos revolucionarios, pero para llevar adelante ese obje tivo fundamental e ir realizando una experiencia concreta de unidad desde la base que, sin lugar a dudas, debe tener como objetivo apuntar a la con for mación de otros niveles de unidad

Se trata de desar rollar una cor recta combinación del trabajo de construcción de la unidad en las bases con la unidad por ar riba, como lo planteara Mario Rober to Santucho en el documento “Poder burgués, poder revolucionario ” , pero teniendo claridad y con vicción sobre cuáles son las necesidades inmedia tas a resolver para que esa aspiración sea llevada a cabo genuinamente y con una perspectiva de lucha por el poder efectiva, material, que nos ponga en condiciones de apor tar efectivamente a organizar la lucha de clases y que la clase obrera logre estar en la situación de ejercer la hegemonía del proceso

Esta concepción clasista de la unidad no puede ser resuelta sin antes constr uir el par tido en la clase dirigente y las her ramientas de lucha y organización que expresen la independencia de clase.

En nuestro país, como en el mundo, las avanza das de luchas que la clase obrera viene protagoni zando crean una base material que se cor responde con la necesidad planteada

La etapa de resistencia podrá ser superada hacia otros niveles de enfrentamiento clasista sólo si com prendemos las tareas indelegables de esta etapa

Sin un par tido de la clase obrera sólidamente en raizado toda constr ucción de frentes que se quiera implementar es una constr ucción ficticia, una cons tr ucción de una unidad sin bases sólidas, una uni dad que ter mina uniendo desde la aspiración y no desde la concreción efectiva.

Nuestro planteo se afirma en que estas tareas son ir remplazables para superar un problema político de primer orden: que la clase obrera ir r umpa en la lucha política nacional con su programa y su proyecto re volucionarios

Para que ello suceda hay que pararse en la reali dad concreta en la que se encuentra el proceso de lucha de clases a nivel nacional, regional y mundial.

La debilidad de las fuerzas revolucionarias en el seno de la clase de vanguardia es un problema ma terial que debe resolverse.

Para ello las tareas indelegables deben centrarse en esa necesidad objetiva para, luego sí, estar en condiciones de avanzar hacia nuevas y necesarias constr ucciones que el proceso de la lucha por el poder demande «

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