El Callejón de Bretau nº 9

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El Callejón de Bretau nº 9

Edita:

El Callejón de Bretau nº 9

Agrupación del Santo Enterramiento de Cristo. Real e Ilustre Cofradía de N. P. Jesús Nazareno (Marrajos).

CONSEJO DE REDACCIÓN

Presidente:

Joaquín M. Torres Saura

Coordinadores:

Ana Pérez-Nieto Mercader, José Valero Fructuoso, Ana Belén Pérez-Nieto Alcaraz.

Fotografías:

José M. Sánchez Meca, Ana Pérez-Nieto, José Antonio Rodríguez Lorente, Joaquín Torres Rodes.

Maquetación:

Paloma Sánchez Allegue

Depósito Legal: MU-137-1983

En este número...

tan emocionante, nos sumergiremos en el conocimineto y las palabras del sacerdote misionero José Cervantes Gabarrón, exploraremos la devoción madrileña hacia la Virgen de La Caridad a través de la pluma de Ginés Fernández, nos transportaremos al pasado con los cautivadores artículos de Ernesto Ruiz Vinader, y descubriremos la vida y el vínculo de una leonesa notable, nuestra apreciada hermana Begoña Sánchez, con nuestra Agrupación, de la mano de Ana Belén Pérez-Nieto.

Finalmente, reviviremos los momentos más destacados del año y conoceremos mejor a nuestros valiosos monaguillos.

¡No te lo pierdas!

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Agrupación del Santo Entierro SALUDAS
Obispo de Cartagena.
Planes................................................................
Capellán de la Cofradía Marraja. Fernando Gutiérrez Reche .........................................
Hermano Mayor de la Cofradía Marraja. Francisco Pagán Martín-Portugués...........
José Manuel Lorca
Presidente de la Agrupación. Joaquín Miguel Torres Saura............................................. ARTÍCULOS
José de Arimatea. José Cervantes Gabarrón.........................................................................
Devoción Madrileña por la Virgen de la Caridad. Ginés Fernández Garrido............. • D. Manuel Sivila Posada, un vicealmirante cartagenero donante de una túnica para la imagen de Ntro. Padre Jesús Nazareno en el siglo XIX. Ernesto Ruiz Vinader.................................................................................................................................................. • D. Vicente Lescura Fernández, un cofrade de Ntro. Padre Jesús Nazareno del siglo XVIII. Ernesto Ruiz Vinader.............................................................................................................. • Una leonesa muy procesionista. Ana Belén Pérez-Nieto Alcaraz .................................................................................................................................................................. CRÓNICA ANUAL • In Memoria......................................................................................................................................... • Resumen de nuestro año.............................................................................................................. • Nuestros monaguillos ................................................................................................................... 3 Sumario 4 5 6 7 8 12 16 20 26 32 33 42

El Callejón de Bretau nº 9

SALUDAS

Obispo de Cartagena

“Caminar siguiendo a Cristo”

Queridos cofrades. Os deseo la paz y que el Señor esté muy presente en vuestros corazones durante todo el año de gracia que estamos viviendo. Doy gracias a Dios por la experiencia gozosa y de caridad que se va viendo en todas las hermandades y cofradías de la Iglesia de Cartagena, porque habéis puesto en un lugar preferente durante el tiempo de Cuaresma y de Semana Santa a los que tienen menos recursos, a los hermanos más necesitados y eso es un signo de que el amor de Jesús Cruci cado está siendo la luz que ilumina vuestro caminar. Con ese testimonio se ve cumplida la Palabra de Dios: «Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas. He proclamado tu salvación ante la gran asamblea; no he cerrado los labios. Señor, tú lo sabes». Vuestra experiencia, hermanos y cofrades, es la misión, es anunciar la grandeza y la misericordia del corazón de Dios, siempre en delidad, como hijos de la Iglesia.

Este año tiene notas especiales para poder asumirlas cada cofradía, porque os ayudarán a renovar vuestras experiencias cofrades y os aportarán más razones para vivir la espiritualidad que os caracteriza al ser testigos privilegiados de la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor, me re ero al Año Jubilar de Caravaca de la Cruz 2024. El Papa nos dice que «la cruz es la medida del amor, siempre. Es verdad que se puede amar sin cruz, cuando no hay cruz; pero cuando hay cruz, la forma en que cargo con la cruz es la medida del amor. Es así» . Vosotros estáis especialmente invitados a

acercaros al árbol de la Cruz donde estuvo clavada la salvación del mundo, a la Cruz bendita donde Cristo abrió sus brazos de par en par y nos mostró el gran amor que nos tiene, su misericordia in nita que nos libera de toda culpa. Anotad en vuestras agendas que ¡este año vamos a peregrinar juntos! Que este año será una oportunidad para fortalecer vuestros sentimientos cofrades, para sentiros más cercanos los unos a los otros y trabajar por una hermandad o cofradía donde os sintáis más en familia. La razón de peregrinar es sencilla: Caravaca de la Cruz se convierte en un foco de espiritualidad y de esperanza, será para todos la luz que nos ilumina, el signo más grande del amor entregado. Peregrinar a Caravaca supondrá entrar en el misterio de amor que nos ha ofrecido Jesucristo, vamos a Caravaca a participar de su misericordia y de su perdón para sentir la fuerza de la alegría y salir de allí cargados de la esperanza que necesitamos para afrontar el día a día con un corazón cristiano. En Caravaca de la Cruz seguiremos escuchando las palabras de Jesús que nos invita a caminar: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados queyo os aliviaré» (Mt 11, 25-30). No tengáis miedo, aprovechad esta oportunidad que nos regala el Señor en este año, no perderéis vuestra identidad, la que caracteriza a cada cofradía, al contrario, aprenderéis más y

mejor las palabras de Jesús, que nos decía: «Misericordia quiero y no sacri cios». Es cuestión de levantarse, de ponerse en pie, como la Virgen María, que «se levantó y partió sin demora» (Lc 1, 39). Es el momento de soñar, de iluminar con el color esperanza y comprometerse por un mundo nuevo, como hizo la joven María. Este Año Jubilar va a ser un año para la verdadera conversión, para aceptar la voluntad del Padre, para agradecerle el regalo de la Iglesia y renovar la participación, la comunión y la misión a las que estamos llamados por el Santo Padre, el Papa Francisco, como hermanos cofrades en este tiempo sinodal. Os encomiendo a la maternidad de la Santísima Virgen María, que la invocaremos con muchas advocaciones: Piedad, Caridad, Dolores, Angustias, Amargura, Consolación, Misericordia... En nuestra Señora estarán puestas todas nuestras miradas de petición y suplica, las necesidades de la gente que lo está pasando mal y os pido que oréis, para que a nadie le falte su auxilio. Ánimo, amigos, preparad una Semana Santa donde vosotros mismos estéis implicados en la propia conversión del corazón y no olvidéis estas palabras del Papa: «¡No tengáis miedo de Cristo! Él no quita nada, y lo da todo. Quien se da a Él, recibe el ciento por uno. Sí, abrid, abrid de par en par las puertas a Cristo, y encontrareis la verdadera vida». Que Dios os bendiga y os conceda la paz. José Manuel Lorca Planes Obispo de Cartagena

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Agrupación del Santo Entierro

SALUDAS

Capellán de la Cofradía Marraja

Murió y Resucitó

Queridos hermanos del Santo Entierro de Cristo: Un año más el próximo Viernes Santo contemplaremos por las calles de nuestra querida Cartagena el magní co grupo de González Moreno donde Jesús Nazareno va a ser enterrado. Son unas imágenes que nos invitan a la oración personal, silenciosa y esperanzada. Esperanzada porque no nos quedamos en el Viernes Santo, esperamos la mañana de la Resurrección donde ese cuerpo del Nazareno aparcera triunfante, lleno de luz, vida y eternidad. El grupo del Santo Entierro junto a la dramática escena tiene unos elementos que nos hacen vislumbrar la resurrección, signos de vida y esperanza, concretamente son: son los ungüentos, la sabana de lino, el huerto y la sepultura.

La Virgen y las Santas Mujeres han limpiado el cuerpo llagado de Cristo, lo han perfumado con cariño y envuelto con cuidado en una sábana limpia de lino. Nicodemo lleva para preparar la sepultura unas cien libras de una mezcla de mirra y aloe, al peso serían unos 34 kilos. Con esa cantidad, se propone Nicodemo eliminar el olor de la muerte. Finamente lo depositaran entre gemidos y lamentos en un sepulcro nuevo, propiedad de José de Arimatea.

La mirra y el aloe no se usaban

para los enterramientos pero por las prisas tuvieron que utilizarlos. Se utilizan para perfumar la alcoba el día de la boda, como dice Sagrada Escritura: “A mirra y aloe huele el esposo el día de su boda. El tejido de lino, alude a la tela de calidad que se usaban para las sabanas de los lechos nupciales. Por otro lado, el sepulcro nuevo, sin estrenar signi ca que allí no había habitado la muerte, y el huerto, donde se ubica, es símbolo de la nueva vida que renacerá en la mañana de la Resurrección. Sin saberlo, en vez de una sepultura, lo que están preparando es la “nueva boda” y la “alianza de nitiva” de Dios con la humanidad, que sustituye a la antigua, la de Moisés. Son las bodas de Dios con los hombres, que con la muerte de su Hijo, nos abre las puertas a la eternidad, al banquete de las bodas eternas en la Jerusalén del cielo. No nos quedemos en la contemplación de la muerte de Jesús Nazareno sino que velando junto a Él en la procesión del Viernes Santo y en la oración del Sábado Santo vamos a pedirle la paz y la esperanza de su resurrección: Yo quiero velar junto a tu Santo Entierro, contemplar tu cuerpo magullado por mis pecados y quiero meditar tu Pasión, Señor, y tu muerte que es para mí salvación y la de mis hermanos.

Qué hermoso es, Señor, contemplar como el misterio de la Cruz resplandece en mi corazón, se hace vivo en mi alma. Porque tú vives, Señor, no estás muerto, vives en Dios y vives en cada uno de los que te amamos.

Señor, me impresiona meditar como has bajado a la más hondo, a lo más profundo, a lo más oscuro y recóndito que es donde habitan los muertos. Tu que eres el Señor de Señores, el Rey de Reyes. Has muerto para dar fruto, Señor, porque eres la vida.

Quiero aprender de Ti a morir al pecado y vivir siempre para Dios, caminando hacia una vida nueva. Quiero aprovechar para penetrar en el misterio de Dios y darle gracias, y alabarle y bendecirle. Quiero en este día volver a Ti, Señor, ¡Resucítame! Y también contemplo el silencio de María y quiero acompañar a la Madre Dolorosa participando de su dolor y su a icción. María, en ti pongo hoy mis esperanzas, a ti, María, te entrego mi corazón pobre para que lo predispongas a una vida nueva en esta próxima Semana Santa y Pascua de Resurrección. Amen.

El Nazareno y nuestra Madre de la Soledad os colmen de bendiciones.

Un fraternal abrazo.

Fernando Gutiérrez Reche. Capellán de la Real e Ilustre Cofradía de N. P. Jesús Nazareno (Marrajos).

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SALUDAS

Hermano Mayor de la Cofradía Marraja

“Compromiso Cofrade: Manteniendo viva la tradición”

Sin duda, el compromiso cofrade se erige como la piedra angular que sostiene la rica tradición de nuestra Cofradía y como el eje sobre el que gira la misma. Este vínculo inquebrantable conlleva la responsabilidad de preservar y transmitir con rigor histórico las costumbres que han perdurado a lo largo de los siglos y que tenemos la obligación se seguir manteniendo.

Enraizado en la devoción, el compromiso cofrade implica más que una simple participación en una procesión. Se traduce en un respeto profundo por los cultos, el hábito y los elementos y abalorios que de nen nuestra Cofradía. Cumplir con estas tradiciones no es un deber mecánico, ni automático, sino una expresión viva de fe y respeto por la historia que se lleva consigo en cada procesión, y por el profundo reconocimiento a nuestros antepasados, verdaderos artí ces de la grandeza de nuestra querida Cofradía Marraja. Nosotros construimos el presente, pero dando gracias a los que lucharon y se esforzaron por dejarnos el legado de lo que es hoy nuestra realidad cofrade.

El cumplimiento de la tradición no solo implica el mantenimiento de actos y ritos, sino también la comprensión de su signi cado. Con rigor histórico, los cofrades se sumergen en el pasado para comprender la evolución de sus prácticas y asegurarse de que éstas se transmitan elmente a las generaciones venideras. Este compromiso con la autenticidad es esencial para preservar la esencia de la tradición cofrade.

Y no soy partidario de las innovaciones caprichosas, bajo el pretexto de ir con

los tiempos, sólo hay que innovar para mejorar lo existente, para engrandecer, pero siempre con sentido y con exquisito rigor. Por otra parte, más allá de las solemnidades, la caridad cofrade se erige como un pilar fundamental. La devoción no se limita a las procesiones; se extiende hacia la comunidad, expresándose en obras que alivian el sufrimiento y fomentan la solidaridad, como nuestra Fundación marraja con su gran manifestación social: la Casa Hogar Soledad de los Pobres. Desde estas líneas te pido que formes parte del gran proyecto marrajo de ayuda al prójimo.

Este compromiso caritativo re eja la esencia misma de la fe, transformando las creencias en acciones que mejoran la calidad de vida de quienes más lo necesitan. Así, el compromiso cofrade trasciende lo ritual, convirtiéndose en un lazo indisoluble entre el pasado y el presente. Cumplir con la tradición con rigor histórico y practicar la caridad cofrade no solo nos hacen reconocer el legado de nuestros antepasados, sino que nos hacen mejores con nuestros hermanos iluminando el camino hacia un futuro donde la fe, la historia y la compasión se entrelazan de manera inexorable. Rigor histórico, practicar la caridad, y tener siempre presente el espíritu y la idiosincrasia marraja nos ayudarán a ser mejores. Sin embargo, la globalización cofrade supondrá el n de nuestras señas de identidad.

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SALUDAS

Presidente de la Agrupación

En este tiempo de Cuaresma, me complace dirigirme a todos vosotros como presidente de nuestra amada Agrupación, en el marco de la Semana Santa de este año 2024. En estos días de re exión y preparación espiritual, renovemos nuestro compromiso con la fe y el servicio a nuestra Cofradía. Quiero expresar mi profundo agradecimiento y admiración por la magní ca procesión que realizasteis el año pasado. La devoción y el esmero que cada hermano y hermana puso en su participación no pasaron desapercibidos, creando una atmósfera de recogimiento y respeto que engrandece nuestra procesión.

Es un placer felicitar a aquellos que, con su entrega y dedicación, han sido galardonados este pasado año. Sus esfuerzos sido galardonados este

pasado año. Sus esfuerzos no solo han fortalecido nuestra Agrupación, sino que también han elevado la calidad de nuestras procesiones. Que este reconocimiento sea un estímulo para seguir trabajando juntos en pro de nuestra causa común. En estos días de Semana Santa, recordemos que más allá de las solemnidades y ceremonias, vivimos momentos entrañables y de hermandad con nuestros semejantes. La unión que compartimos como hermanos trasciende cualquier adversidad y nos fortalece como comunidad. Sigamos cultivando esos lazos que nos unen, construyendo un legado que perdure en el tiempo.

Rea rmando nuestro compromiso con la fe, la tradición y la fraternidad. Que esta Semana Santa sea un tiempo de re exión, renovación y, sobre todo,

de vivir en plenitud los valores que nos identi can como Marrajos.

Que la gracia divina nos acompañe en cada paso que damos juntos, guiándonos hacia un futuro lleno de bendiciones y amor fraterno.

Alzamos nuestra voz en un vibrante "¡Viva el Santo Entierro!" y "¡Vivan los Marrajos!".

Joaquín M. Torres Saura Presidente del Santo Enterramiento de Cristo.

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Entierro
Agrupación del Santo

José Cervantes Gabarrón “José

Una de las guras de la iconografía de la Pasión de Cristo es José de Arimatea. La imagen del escultor González Moreno que nosotros admiramos y sacamos en procesión es una obra de arte magistral. Los buenos artistas perciben la realidad en su dimensión misteriosa, es decir, grandiosa y oculta, perciben y plasman en su obra lo que no se ve con los sentidos a primera vista, sino que requiere recrearse en la contemplación para mirar, admirar y plasmar con el corazón la esencia de las cosas, de las personas y de las escenas de la Pasión de Cristo.

1. El grupo escultórico

En la imagen que aquí contemplamos, José de Arimatea está de pie, rme y haciendo fuerza para acoger y sostener con cuidado el cuerpo muerto del Señor Jesús, al cual abraza, por detrás, para bajarlo de la cruz. A José de Arimatea se le ha dado la gracia de ser el primero en tocar y tener el cuerpo muerto de Jesús en sus brazos. A él se le concede ese don: cuerpo con cuerpo, siempre discípulo y sólo discípulo, José de Arimatea está profundamente unido al Señor, está con él, detrás de él y dispuesto para lo que él necesite.

de Arimatea”

En este momento Jesús ya no necesita ir a ningún sitio, sino que su cuerpo muerto sea acogido entre los que verdaderamente lo aman y que se pueden contar con los dedos de la mano, María, su madre, María Magdalena, el discípulo amado, identi cado con Juan, y Nicodemo, que lo había visitado de noche al principio del Evangelio de Juan (Jn 3,2). Son cuatro personajes, y José de Arimatea hace posible una escena única, la de las mujeres y los hombres cercanísimos a Jesús, cuyo cadáver está en medio de ellos.

Pero el cuerpo de Jesús no es un cuerpo yacente, ni estático, sino dinámico, con medio cuerpo levantado sobre la sábana limpia que había comprado José de Arimatea, como insinuando que este cuerpo desnudo, herido y muerto está arropado por el amor de los que han recibido su Espíritu de Amor y de vida al pie de la Cruz, cuando Jesús “entregó su Espíritu” (Jn 19,30) a todos ellos y al Padre. Este grupo escultórico representa portentosamente, en el arte, lo que los Evangelios comunican como Palabra generadora de Vida.

El grupo constituye la primitivísima comunidad de

los discípulos de Jesús más eles, de los que no se han dejado perturbar ni siquiera por la muerte, ni tampoco por la violencia y la injusticia de la muerte en cruz. En el grupo escultórico ya no hay cruz, sino lo más profundo de la realidad de la cruz, el cuerpo muerto del cruci cado, cuyo amor patente en los que más aman a Jesús, los amigos de verdad, está ya triunfante. Es el amor, ensombrecido ahora por la muerte consumada, pero condensado en un cuerpo entregado que la trasciende, y re ejado en los personajes que irradian en el dolor el amor que es más fuerte que la muerte. Es el amor, generador de vida nueva, que será alzado por todo lo alto en la resurección, de lo cual es símbolo espléndido este alarde de imágenes en su trono procesional por las calles de Cartagena y del

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El Callejón

Agrupación del Santo Entierro

mundo. Esta imagen es Cristo Muerto, pero acogido en brazos y medio alzado por José de Arimatea para ponerlo en medio de los que lo aman de verdad, y que, resucitado de nitivamente por Dios, inaugura la nueva familia humana de los discípulos auténticos. Estos son los que, en torno a Él y a los que sufren, como Él, las consecuencias de la injusticia y del dolor, proclaman, como nuestra cofradía, la esperanza inquebrantable en la resurrección y en un mundo de amor, aun sumido en el dolor, del que esta imagen y José de Arimatea constituyen su estardarte visible en el arte.

2. El personaje bíblico de José de Arimatea

Este es un personaje bíblico de gran importancia, que aparece al nal de cada uno de los cuatro relatos evangélicos de la Pasión (Mt 27,57; Mc 15,43; Lc 23,50-51; Jn 19,38).

Debía proceder de Arimatea, identi cada como antigua localidad de Ramá (patria de Samuel), situada en los montes de Efraín. A José de Arimatea se le identi ca como el que bajó a Cristo de la cruz, tras concedérselo Poncio Pilato, que accedió a su petición, y, envolviéndolo en la sábana limpia, que había comprado para ello y depositó su cuerpo en un sepulcro nuevo, sin estrenar, que sería propiedad suya. Los evangelios nos ofrecen muy pocos más datos de él, pero aquellos de los disponemos pueden ser signi cativos.

Un hombre rico, consejero del Sanedrín

• José era un hombre rico que formaba parte del Sanedrín, siendo uno de sus consejeros. El Sanedrín era el alto Consejo de los judíos, que se reunía en la casa del Sumo Sacerdote o en el área del Templo de Jerusalén. Estaba formado por setenta hombres que, en tiempos de Jesús, tenían autoridad para legislar en Judea sobre cuestiones religiosas y algunos problemas civiles, aunque siempre bajo la supervisión del poder civil, el de los procuradores romanos, como Poncio Pilato.

• El Sanedrín estaba compuesto por miembros de tres tipos o grupos. El primer grupo lo formaban los sumos sacerdotes y los

representantes de las cuatro familias sacerdotales. El segundo grupo estaba formado por los doctores y expertos de la ley, que en su mayoría eran fariseos. El tercer grupo pertenecía al sector formado por miembros de familias de alto rango económico y de un status social elevado. A este último sector grupo debería pertenecer José de Arimatea (Mc 15,43; Lc 23,50), al que Mateo denomina como hombre “rico” (Mt 27, 57), que disponía de un sepulcro “suyo”, en propiedad (cf. Mt 27,60) y que era un consejero “ilustre” (Mc 15,43).

Un hombre bueno y justo

• El evangelio de Lucas nos brinda otros datos muy relevantes sobre él. Lucas lo presenta como un hombre “bueno y justo” (Lc 23,50) que “aguardaba el Reino de Dios” (Lc 23,51; cf. Mc 15,43). Y destaca, sobre todo, que José de Arimatea no había estado de acuerdo “con la decisión y la actuación de ellos” en el Sanedrín durante el proceso a Jesús (Lc 23, 50-51). Este per l de José de Arimatea, delineado por Lucas, hace de él una gura discipular, semejante a la del anciano Simeón al principio del Evangelio (Lc 2, 25), que, igual que José de Arimatea, había abrazado el cuerpo de Jesús presentándolo como Salvador, Luz de las naciones, Gloria del pueblo de Israel y colmando todas sus expectativas como creyente

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judío, las re ejadas en el canto del “nunc dimitis” (cf. Lc 2,29-32). Podemos decir que Lucas, tanto al principio como al nal de su Evangelio, nos muestra a dos judíos “rectos y piadosos”, cuya característica espiritual más signi cativa era la de vivir aguardando el reino de Dios.

Discípulo clandestino y amigo sorprendente

• Por su parte, el Evangelio de Juan destaca de José de Arimatea, como hace el Evangelio de Mateo (Mt 27,57), que era “discípulo” de Jesús, pero pone el énfasis en que lo era de manera “clandestina”, sin que nadie lo supiera, “por miedo a los judíos” (cf. Jn 19,38). Lo llamativo de José de Arimatea en esta escena joánica es que sale de su clandestinidad justo después de la muerte de Jesús, lo cual re eja que no es un discípulo como los demás, los cuales abandonaron al Señor en Getsemaní, a excepción de Pedro, que aguantó sólo un poco más, hasta el juicio ante el Sanedrín, donde lo negó y donde se arrepintió profundamente. José de Arimatea es un discípulo que, como las mujeres ejemplares, verdaderas discípulas, entre las cuales destaca María Magdalena, resistió rme hasta el momento de la cruz y de su muerte. Es muy probable que José de Arimatea se hiciera discípulo de Jesús en el momento del juicio ante el Sanedrín y que, frente a la decisión de los demás consejeros del Sanedrín, él, como hombre bueno y justo,

se pusiera claramente de parte de Jesús, reconociendo su inocencia (según narra Lucas en Lc 23,51) y sea uno de los discípulos que han acompañado a Jesús hasta la cruz y han resistido, rmes con él, en el momento de su muerte.

Y, llegado el momento culminante, su delidad al Maestro no le permitiera a él, como buen discípulo, seguir permaneciendo en la sombra, y entonces da la cara por él, aun estando ya muerto, de modo que no permite que el cuerpo de Jesús cruci cado pudiera ser enterrado en un lugar indigno o desconocido.

• Es probable que José de Arimatea no hubiera sido amigo de Jesús antes de su Pasión, pero ahora se hace un amigo entrañable, mostrando primero sus brazos, y después su tumba propia, como el lugar del amigo. José de Arimatea es el discípulo amigo que no permite que su maestro y amigo no tenga donde caerse muerto.

• Están sus brazos acogedores y su tumba nueva a disposición del Señor, para que de esta sorprendente y novedosa amistad, surja una comunidad nueva, la de los que aman a Jesús, hasta arriesgar y dar la vida por él, si es que fuera necesario, pues no hay amor más grande que dar la vida por los amigos (cf. Jn 15,13). La amistad a fondo perdido es la del amigo que ya no puede compensar el bien que uno le hace. José de Arimatea se hizo amigo del Señor, sin esperar de él ya

nada…. En realidad, nada más y nada menos que la alegría de tener su cuerpo en brazos. Me pregunto: ¡¡¿Se puede aspirar a algo más en la vida?!!... Esta es la gran alegría de un sacerdote: Poder alzar el cuerpo de Cristo en cada Eucaristía, proclamando su amor y su entrega, como máxima expresión de vida y esperanza en medio del sufrimiento de esta historia humana.

El amor que libera de todos los miedos

• Según los evangelios, José de Arimatea se atrevió a llegar hasta Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús (Mc 15, 43). Se puede decir que el espíritu de Jesús ha comenzado a librar de la esclavitud de la ley a sus discípulos, incluso a los clandestinos. El relato de Marcos es muy minucioso a la hora de re ejar algunas cautelas del procurador romano: "Pilato se extraño de que ya hubiera muerto y, llamando al centurión, le preguntó si ya había muerto. E informado por el centurión, concedió el cadáver a José"

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(Mc 15, 44-45). Fueron momentos de nerviosismo y de prisa. Los cuerpos de los condenados no debían permanecer al aire durante la noche. Por otra parte, las sombras iban cayendo y era preciso realizar con urgencia la tarea del enterramiento de Jesús antes de que comenzase el sábado, que coincidía aquel año con la esta de Pascua.

• La proximidad de la noche parece sugerirle a Juan el recuerdo de Nicodemo, otro discípulo clandestino de Jesús y miembro también del Consejo que en otro tiempo había acudido a ver a Jesús en el corazón de la noche (Jn 3, 1-22). Los dos miembros del Sanedrín, unidos durante tiempo por una delidad mantenida en secreto, se unen ahora para el testimonio de su último servicio al Maestro. Así lo relata el evangelio de Juan: "Fue, pues, y retiró su cuerpo. Y fue también Nicodemo, el que fue donde él de noche al principio, llevando una mezcla de mirra y áloe, como unas cien libras. Tomaron entonces el cuerpo de Jesús y lo liaron en vendas con losaromas, como es costumbre enterrar entre los judíos" (Jn 19, 39-40).

José de Arimatea, la persona que, acogiendo al Cruci cado, anuncia al Resucitado

• Es asombrosa la delidad del texto para describirnos los ritos funerarios de los judíos. Ni las prisas de una tarde de viernes, a punto de comenzar el sábado, impiden a José de Arimatea y a Nicodemo prestar a su amigo y maestro los servicios mínimos del ritual funerario de los judíos. Es más, podemos pensar, según alude Mt 27,60 y ha sostenido la tradición ya desde el evangelio apócrifo de Pedro, que José de Arimatea quiere colocar en un sepulcro de su propiedad el cuerpo de Jesús. El Evangelio de Juan corrobora que allí fue sepultado: "Había un jardín en el lugar en que fue cruci cado, y en el jardín un sepulcro nuevo, en el que todavía no había sido colocado nadie. Allí pusieron a Jesús, porque era el día de la Preparación de los judíos, pues el sepulcro estaba cerca" (Jn 19, 41-42). Los dos amigos de Jesús hicieron rodar la piedra que cerraba la antecámara del sepulcro. Allí, en el silencio, quedaba escondido, por el momento, aquel que era la Palabra.

• José de Arimatea es la mejor expresión de una delidad inquebrantable en el seguimiento de Jesús que se hace oportunamente presente en la hora en que muere el amigo y cuando

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presente en la hora en que muere el amigo y cuando los demás discípulos lo han abandonado. José de Arimatea, por su amor imperturbable a Jesús, ha proporcionado el espacio físico y humano, primero, sus brazos y, después, su tumba nueva y sin estrenar, para que allí tenga lugar la realidad más trascendental de la historia humana: la resurrección de Jesucristo, que colma nuestras vidas de alegría y esperanza.

• Quiera Dios que todos los miembros de nuestra cofradía y todos los que contemplen este gran misterio, mirándose en el espejo de José de Arimatea, seamos también el espacio físico que anuncia la presencia del Resucitado en nuestra historia.

José Cervantes Gabarrón Sacerdote Misionero y profesor de Sagrada Escritura

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El

“Devoción Madrileña por La Virgen de la Caridad”

Gines Fernández Garrido

La Santísima Virgen de la Caridad, con tanta plegaria que elevaron hasta su altar los cartageneros, decidió sin duda regalarnos su maravillosa protección haciéndose “cartagenera”. Para ello, como no podía ser de otra manera, llegó a nuestra ciudad por mar, surcando el Mediterráneo desde la bella Nápoles, acompañada por los fervientes amores de marineros y hombres de la pesquera, rudos, pero profundamente religiosos a la vez, que la depositaron en el muelle del puerto de Cartagena un brillante día de abril del año 1723.

Compartir intensamente la vida de los cartageneros es, indefectiblemente, compartir su devoción hacia la Stma. Virgen de “La Caridad”, por eso bien se puede a rmar que en Cartagena no podía ser otra la Patrona. La Virgen de “La Caridad” en Cartagena suscita un entusiasmo universal que pasa, como una corriente de gracia, por todos los corazones de la bendita ciudad…y esto no se sabe ni se comprende si no se vive en Cartagena. Sin embargo, me atrevo a a rmar, puesto que lo he podido constatar por experiencia propia, ese inusitado entusiasmo, devoción y cariño hacia Nuestra Excelsa Patrona, es latente, patente y compartido por los hombres y mujeres que, por diversas razones, se han visto obligados a “dejar” – nunca abandonar – su patria chica para instalarse a lo largo y ancho de la geografía española.

El abajo rmante, mientras estuvo destinado por labores profesionales en Madrid, vivió muy de cerca las vicisitudes de una Cofradía que, aglutinando a muchos cartageneros residentes en la Villa y Corte del Oso y del Madroño, amparados por unos nuevos Estatutos que marcan su actividad y señalan sus pautas de comportamiento, llevan a cabo labores y actividades de muy diversa índole, tendentes siempre a engrandecer el nombre de

Cartagena y propiciar y propagar la devoción a la Stma. Virgen más allá de nuestras fronteras regionales. “La quinta Cofradía de Cartagena” como así la

denominó en cierta ocasión la que fuera alcaldesa de nuestra ciudad Pilar Barreiro Álvarez, en una de las jornadas que compartió con cartageneros en la diáspora.

Como muchos de vosotros conocéis, amables lectores de esta magní ca publicación cuaresmal “Callejón de Bretau”, me estoy re riendo a la Cofradía “Virgen de la Caridad. Cartageneros en Madrid”, que desde hace años honra y muestra su devoción a una imagen de la Patrona de Cartagena que se venera en la Iglesia de “Santa Teresa y Santa Isabel”, ubicada en la Glorieta del Pintor Sorolla, en pleno corazón del Distrito de Chamberí.

Remontándonos en el tiempo, y según se recoge en sus estatutos, aprobados por el Emmo. y Rvdmo. Sr. D. Antonio María Rouco Varela, Cardenal Arzobispo de Madrid, en fecha 18 de febrero de 2004, la “Cofradía de la Stma. Virgen de la Caridad” (a la que se añadió los términos “cartageneros en Madrid”), fue fundada por miembros del Santo y Real Hospital de la Caridad de Cartagena que se habían trasladado a vivir a la Capital de España. Se trata de una asociación pública de eles, con personalidad jurídica y nes

y, especialmente, contemplar su rostro Patrona. 12
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religiosos, constituida en la Diócesis de Madrid, al amparo de lo establecido en el Código de Derecho Canónico, y cuyos antecedentes datan del año 1949.

Este año, en concreto el 21 de mayo, fue aprobado por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo-Patriarca de Madrid-Alcalá, D. Leopoldo Eijo y Garay, el reglamento de la Congregación de la Virgen de la Caridad, inspirado en el que desde nales del Siglo XVII rige el Santo Hospital de Cartagena, y en el que textualmente se recogía: “ accediendo benignamente a las piadosas instancias de los eles naturales de Cartagena (Murcia) residentes en Madrid, y en virtud de nuestra autoridad ordinaria, erigimos canónicamente la Congregación de la Virgen de la Caridad en la Iglesia de Santa Teresa y Santa Isabel de Madrid, con todos los privilegios y gracias anejas a las

Agrupación del Santo Entierro asociaciones canónicamente establecidas, con el n de que todo ceda para la mayor gloria de Dios y de la Stma. Virgen María”. Como dato anecdótico reseñar que la primera misa que los cartageneros residentes en Madrid ofrecieron a nuestra Patrona fue el 17 de abril de 1948, y se celebró en la Parroquia madrileña de “Nuestra Señora de los Ángeles”, ubicada en la calle Bravo Murillo, como primer acto para fundar allí la Congregación. El motivo fue cumplirse el 25 Aniversario de la Coronación Canónica de nuestra Virgen de la Caridad (El Noticiero. 15 de abril de 1948).

Este mismo diario, el 9 de julio de 1948, anunciaba que la Comisión que se había creado al efecto, envió una circular a los cartageneros residentes en Madrid informando que, en un futuro, la Congregación tendría su sede en la Sacristía de la Iglesia de “Santa Teresa y Santa Isabel” de Chamberí, la cual estaba todavía en construcción, debido a que el primitivo edi cio, construido entre 1842 y 1856, fue destruido durante la Contienda Civil (1936), siendo reconstruido por otro similar, de corte neoclásico, entre 1942 y 1950.

Muchos han sido los cartageneros que han dejado su impronta y su “cartagenerismo” entre las paredes de este bello Templo. Haciendo un poco de historia, son dignos de mención D. Luis Malo de Molina, primer Hermano Mayor de la Congregación, y el matrimonio formado por D. Joaquín Dato Ballester y Dña. Germana Díaz Balsa, así como D. Armando Torres y Dña. Inés Díaz, su esposa, quienes intervinieron muy activamente costeando, entre otros, los gastos originados por la realización del Altar, Retablo e Imagen. Otro cartagenero ilustre, también Hermano Mayor de la Congregación, fue el General de Infantería de Marina Excmo. Sr. D. Francisco Martínez de Galinsoga y Ros, hermano de la

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El Callejón de Bretau nº 9

que fuera Nazarena Mayor de la Semana Santa cartagenera Dña. Carolina Martínez de Galinsoga, que realizó una muy fecunda labor hasta su fallecimiento, acaecido en 1993.

Mas recientemente, he de destacar al entusiasta cartagenero y devoto de la Stma. Virgen, Don Manuel Ariza Arróniz, que fue el auténtico impulsor de la reorganización de la Congregación. En el año 1994 fue designado Hermano Mayor por unanimidad el Excmo. Sr. Ministro Togado de la Armada D. Federico Trillo-Figueroa y Vázquez, al que siguieron sucesivamente D. Ricardo Díaz-Manresa y Ros y D. Ginés Fernández Garrido, siendo en la actualidad el Excmo. Sr. General de Intendencia de la Armada D. Antonio Berrocal Hernández quien está al frente de la Cofradía.

La preciosa imagen de la Stma. Virgen es obra del escultor de Talavera de la Reina Víctor González Gil, artista reconocido y de sólida formación que formó parte de la Generación del 27, siendo amigo, entre otros, de Pablo Neruda y sobre todo de Miguel Hernández. La esculpió en el taller de que disponía en pleno Distrito de Chamberí entre nales de 1947 y comienzos de 1948. El autor se desplazó durante 17 días a Cartagena con el n de tomar nota de la imagen napolitana venerada en Cartagena, hacer mediciones y, especialmente, contemplar su rostro para saber transmitir el sentimiento, dolor, tristeza y pena que irradia. La Corona que luce la imagen fue restaurada y plateada en 2011 por el conocido joyero cartagenero, José Pérez Olavarría.

El Altar, por su parte, se fabricó en los Talleres de la Maestranza y el Sagrario, que se encuentra en el centro del Altar, representa la entrada y la cúpula de la Iglesia (hoy Basílica) de “La Caridad” de Cartagena.

La actividad que desarrolla la Cofradía

madrileña durante el año es semejante a los eventos llevados a cabo en Cartagena (Novena y Viernes de Dolores, Fiesta de la Flor etc.). Al margen de participar en todos aquellos actos religiosos madrileños a los que es invitada, entre los que destaca la festividad de La Almudena, un día señalado es la reunión mensual de los últimos jueves de mes, asistiendo a una entrañable y emotiva Eucaristía donde, escuchando como fondo el Himno y la Plegaria a la Stma. Virgen de la Caridad, se entona al nal la Salve Popular cartagenera, que hace retumbar los cimientos del coqueto Templo, mientras se abandona el mismo a los sones de la marcha de los Granaderos. En dicha Eucaristía, se pide por los cartageneros fallecidos durante el mes, así como al año en el aniversario.

Mención especial es preciso hacer del denominado “Jueves de Ceniza”, día en el que los “cartageneros madrileños”, al día siguiente de la tradicional Llamada de las procesiones en nuestra ciudad, celebran con entusiasmo el inicio de la Cuaresma.

y, especialmente, contemplar su rostro 14

Agrupación del Santo Entierro

Suelen desplazarse autoridades desde Cartagena, que siempre son muy bien recibidas, así como Hermanos Mayores de las Cofradías Pasionarias y cofrades cartageneros en general. Todos participan en una Solemne Ceremonia Religiosa y, a su nalización, se reúnen en una cena de confraternización, donde rezuma el cartagenerismo por los cuatro costados.

Un Boletín mensual, con participación del abajo rmante, en el que colaboraban cofrades cartageneros como el carismático y entrañable hermano marrajo Ernesto Ruiz Vinader, constituía durante estos últimos años el hilo conductor y punto de conexión entre los cartageneros en Madrid entre sí y con los residentes en nuestra ciudad.

No quisiera nalizar este artículo sin agradecer al presidente y junta directiva de la emblemática y señera Agrupación del “Santo Enterramiento de Cristo”, y muy especialmente a mi querido amigo y hermano marrajo José Manuel Sánchez Meca, el que me hayan permitido, a través de esta colaboración, dar a conocer la existencia de una Cofradía de cartageneros en Madrid, que se desviven por la ciudad que les vio nacer y sobre todo por manifestar públicamente su cariño y devoción hacia nuestra Excelsa Patrona.

Sin duda, la Virgen de la Caridad nos está invitando a todos a acercarnos a su bendita imagen como hijos, para aprender de su corazón henchido de amor y atravesado por siete espadas, rendirle pleitesía y demostrarle que todos los cartageneros la llevamos muy dentro de nuestros corazones, allá donde nos encontremos.

Y enfrentados ya con una nueva Semana Santa, nada mejor que ponernos a sus pies y gritar a los cuatro vientos, orgullosamente, que estamos con Ella…¡¡por guapa, por ser nuestra Excelsa Patrona y por haber querido ser cartagenera!!

Ginés Fernández Garrido

Comisario General Cofradía Marraja

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El Callejón de Bretau nº 9

D. Manuel Sivila Posada, un vicealmirante Cartagenero donante de una túnica para la imagen de Ntro. Padre Jesús Nazareno en el siglo XIX

Ernesto Ruiz Vinader

El Eco de Cartagena, en su edición del día 13 de abril de 1936, publica la siguiente nota:

4-4-1879.- DATOS Y HECHOS.- La magní ca túnica que lleva el Jesús, con preciosos bordados de oro alto relieve, fue hecha en Barcelona y costó 20.000 reales aproximadamente. El difunto general Sr. D. MANUEL SIVILA, nuestro paisano, que a la sazón se encontraba de capitán en aquel puerto, unido a varios otros cartageneros allí residentes, acompañaron en comisión de despedida hasta el vapor la caja en que fue encerrada para ser conducida a esta ciudad.

Esta noticia ya era conocida puesto que en diversas publicaciones se había comentado, y por ello he creído conveniente buscar los antecedentes de D. MANUEL SIVILA, con el resultado siguiente:

Su nombre completo es MANUEL SIVILA Y POSADA, natural de Cartagena, nacido el 2 de enero de 1807. Empezó su carrera militar en la Escuela de Guardias Marinas de nuestra ciudad. Ascendió rápidamente y en 1843, era ya Capitán de Fragata, concediéndosele la Cruz de la Marina, el 20 de marzo de 1844. En el BOE del miércoles 19 de noviembre de 1856, se inserta la noticia de que el Director General de la Armada le manda una medalla de oro que el Gobierno de Estados Unidos le ha enviado para el capitán de navío y del puerto de Barcelona D. MANUEL SIVILA, como recompensa por los servicios prestados en el salvamento del buque de aquella nación “Caroline and Mary Clark”.

En 1859 era brigadier en servicio activo como supernumerar io. El 10 de abril de 1860, por sus servicios prestados durante la guerra de Marruecos, se le concedió por S.M. la Cruz de la Real

Orden de Isabel la Católica, libre de gastos. El 15 de noviembre de 1864 se le nombró miembro de la Junta Consultiva de la Armada. En 1865 fue nombrado vocal de la Comisión formada para el Proyecto del Plan General de los Ferrocarriles de España, cuando él ya era Jefe de Escuadra del Cuerpo General de la Armada. El 2 de julio de 1867 fue nombrado Ministro del Tribunal Supremo de Guerra, siendo ya Jefe de Escuadra. En 1869, el General Prim lo nombró consejero de la Sala de Gobierno del Consejo Supremo de Guerra, siendo ya contraalmirante.

Conocemos por el periódico madrileño “La Época” del 18 y 20 de enero de 1874, que había fallecido el contraalmirante D. MANUEL SIVILA POSADA, con la siguiente información: Ayer mañana habrá sido conducido a su última morada en Cádiz el cadáver del contraalmirante SIVILA, a cuyo acto asistirán las fuerzas del servicio y una sección de Infantería de Marina de San Fernando. Hasta llegar a su alta jerarquía había pasado el Sr. SIVILA por todas las

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escalas del cuerpo, sin eludir servicio alguno, conquistándose grande afecto. Su última campaña fue la de Santo Domingo, donde mandó con mucho acierto nuestra escuadra”.

A través de la Biblioteca Virtual de Andalucía, y por el periódico político y literario “El Guadalete” de Cádiz, del 9-4-1874, sabemos que el Juez de 1ª Instancia de San Antonio de Cádiz insertó una citación llamando a los que se crearan con el derecho a heredar los bienes quedados por fallecimiento del contralmirante D. MANUEL SIVILA POSADA, para que se personasen, en debida forma, a deducir sus acciones en los autos del abintestato del citado señor.

Volviendo sobre el tema de la túnica encargada en Barcelona, diremos que Diego Ortiz publica la noticia en el libro editado por “El Faro “, “El Arte del bordado en la Semana Santa de Cartagena” de la siguiente forma: “De la túnica de la imagen de N.P. Jesús Nazareno, tan solo sabemos que fue bordada con anterioridad a 1877 en Barcelona y cuyo coste fue de 20.000 reales”.

En la descripción que hace el cronista Manuel González Huárquez, de la procesión del encuentro del año 1879, hace mención a que la imagen del Nazareno llevaba esta túnica, hecha en Barcelona. Como sabemos que D. Manuel Sivila falleció en 1874, es seguro que debió hacerse mucho antes, quizá en los años de 1856 que es cuando Manuel Sivila estaba de capitán del puerto de Barcelona. Tenemos una foto de la antigua imagen del Jesús Nazareno, de 1863 cuando se procesionaba en un

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pequeño trono con cuatro faroles en las esquinas, a las que se añadieron después en 1876 unos angelitos, y en ella vemos que lleva una túnica bordada con unas orlas en la parte baja de donde salen unos ramos de ores en posición ascendente.

Optamos que la túnica que lleva el nazareno en estas fotos puede ser la enviada por D. MANUEL SIVILA POSADA, y los cartageneros residentes en Barcelona.

Después llama la atención, que teniendo esta túnica de Sivila, anuncie la Cofradía Marraja en el periódico “El Eco” del 13 de febrero de 1889 que habían decidido encargar una magní ca túnica para reemplazar la de N.P. Jesús Nazareno. Este anuncio se vuelve realidad cuando el día 6 de marzo de 1890, anuncia la prensa “Se ha recibido el terciopelo con que se ha de confeccionar la túnica de N.P. Jesús Nazareno. Según tenemos entendido, es muy rico el género y la túnica resultará magní ca”.

En la descripción de la procesión del Santo Entierro, del 4-4-1890, se dice que después del tercio de Granaderos, des ló N.P. Jesús Nazareno cuya venerada imagen aparecía en su elegante trono, luciendo la riquísima y hermosa túnica que a costa del Hermano Mayor y Cofrades Marrajos ha podido construirse este año y que constituye una verdadera joya. A la vista de lo expuesto el coste de la túnica debió ser sufragado por el entonces Hermano Mayor que era D. José María Mateo Albaladejo.

Queremos hacer una observación sobre esta túnica de 1890, ya que si observamos la que consideramos como

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la de Barcelona, el dibujo de ambas es idéntico, quizás la de 1890 lleve bordadas algunas ores más.

Hasta podríamos decir que quizá el bordado de la túnica de Barcelona podría haber sido traspasado a la nueva de 1890, añadiéndole algún bordado más.

Después en 1950 vuelve la Agrupación de Jesús Nazareno a estrenar nueva túnica esta vez confeccionada por Consuelo Escámez, que se estrena en el Miserere de este año. También en el Miserere de 1973 se vuelve a estrenar una nueva túnica confeccionada por Anita Vivancos.

la de Barcelona, el dibujo de ambas es Por último, sabemos que, en 1991, se estrenó una nueva túnica con diversos motivos marineros confeccionada por la bordadora Encarnita Bruna García de las Bayonas, según boceto de Rafael Puch.

Insertamos unas fotos de las túnicas que conocemos realizadas para N.P. Jesús Nazareno, en diferentes fechas, entre ellas la que consideramos puede ser la de D. MANUEL SIVILA.

Ernesto Ruiz Vinader Comisario General Cofradía Marraja

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D. Vicente Lescura Fernández, un cofrade de Ntro.

Padre Jesús Nazareno del siglo XVIII

Ernesto Ruiz Vinader

En el periódico “Diario de Cartagena”, del 19 de febrero de 1807, aparece la siguiente noticia: “La Ilustre y antigua Cofradía de N.P. Jesús Nazareno en los pasos de la calle de la Amargura, celebra mañana viernes 20 del que rige, en su Capilla sita en el Convento de Religiosos Dominicos, de esta ciudad, el Funeral de Constitución por el alma de su difunto Hermano D. Vicente Lescura: de que se avisa, para que los Señores Sacerdotes que quisieren celebrar dicho día, puedan asistir, en inteligencia de que desde las 7 hasta las 9 se dará la limosna de 5 reales, y desde esa hora en adelante la de 6 reales”

Llevado por esta noticia he buscado las noticias que nos pudieran facilitar su paso por la Cofradía y su genealogía, con el resultado siguiente:

Conocemos por la relación de maestros artesanos, publicada por los investigadores Sres. Montojo y Maestre de San Juan, en el tomo 4 de la Biblioteca Pasionaria, pág. 128, que la familia LESCURA eran caldereros de origen francés. Entre ellos estaba Vicente Lescura Fernández que según hemos comprobado era hermano de la Cofradía de N.P. Jesús Nazareno, al igual que muchos de los miembros de su familia.

Con respecto a su genealogía, diremos que sus padres fueron D. Pedro Lescura Cabanas y Dª María Fernández Cortina, naturales de Serín, Reyno de Bernia, en Francia, y de Valladolid, respectivamente, los cuales contrajeron nupcias el 26 de marzo de 1714, con las preces del presbítero Diego Martínez Fortún, folio

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572 del libro de matrimonios de 1694-1714. Tuvieron 6 hijos, por este orden de nacimiento, Alonso, Vicente, Theresa, Florentina, José y Rosalía. Hemos comprobado que José fue presbítero bene ciado de esta iglesia parroquial, y hermano de la Cofradía de San Fulgencio, del cual sabemos que vivía con su hermana Theresa en el número 7 de la calle Real con la Plaza del Par, según hemos comprobado con el padrón municipal del año 1806.

El citado hermano José Lescura Fernández fue camarero de la Virgen de la Caridad, y posiblemente también Hermano Mayor de la Cofradía de N.P. Jesús del Prendimiento durante las ausencias de Francisco de Paula Sanguineto en el año 1785. (1)

Debió existir una gran amistad entre las familias Sanguineto y Lescura, pues hemos podido comprobar que Francisco de Paula Sanguineto fue testigo en la boda de uno de los hijos de Vicente Lescura, concretamente el 26-3-1780, entre José Manuel Lescura y Rosa Ventas.

Nació Vicente Lescura el 11 de Agosto de 1723, siendo bautizado el día 14 del mismo mes, por el mismo sacerdote, D. Diego Martínez Fortún. Contrajo matrimonio, en primeras nupcias, el 27 de febrero de 1744 con Josefa García Peña el, siendo su ordenante el Prior de los Carmelitas Descalzos, Fray Salvador de San Joseph, folio 166v. del libro de bautismos de los años 1740-1746. Esta primera esposa falleció en 1745, contrayendo nuevo matrimonio, en segundas nupcias, el 14 de mayo de 1747, con Dª Vicenta la Ru, natural de Zaragoza, con la que tuvo un hijo llamado Pedro Joseph Fermín Lescura, el 7 de julio de 1748, folio 157, que tuvo que morir muy joven ya que Vicente Lescura no lo cita como heredero en su testamento, en el cual, si hace mención

de que con Dª Vicenta la Ru, tuvo 5 hijos con los nombres de: José Manuel, Benito Vicente, Francisco de Paula, Tomasa y Rafaela.

Su segunda esposa falleció el 10 de diciembre de 1792, enterrándose en el Carmen, folio 194v. del libro de entierros que comprende los años 1788-1792.

Vicente Lescura Fernández falleció el 3 de junio de 1777, a la edad de 54 años, enterrándose también en el Convento del Carmen, con cura, sacristán y 16 clérigos, y testó ante el escribano D. Salvador Martínez Jódar, unos días antes de su muerte, concretamente el 29 de mayo de 1777, protocolo NOT.5879, folios 180r.al 182r, siendo testigo de su codicilo D. Francisco de Paula Sanguineto.

Hemos solicitado del Archivo General de la Región de Murcia copia de este testamento del cual detallamos como más interesante un párrafo donde se pronuncia como hermano de la Cofradía de Jesús Nazareno:

“Lo primero encomiendo mi alma a Dios nuestro Señor que la creo y redimió con el precio in nito de su sangre y el cuerpo a la tierra de que fue formado y cuando la boluntad divina fuere servido de llevarme de esta presente vida a la eterna quiero que mi cuerpo cubierto con el avitto de nuestra Señora del Carmen sea sepultado en su Convento y capilla de la Sagrada Familia, y que me acompañe la Santa Cruz, Sr. Cura y sacristán y las demás disposiciones de mi entierro sea el que crea las Cofradías de las Benditas Almas y de Jesús Nazareno de los que soy hermano”.

Tal y como nos informa los investigadores Sres. Montojo y Maestre de San Juan, en el tomo 4 de la Biblioteca Pasionaria, la familia Lescura fue una de las familias que, a pesar de

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ser oriundos de otro país, se integró en nuestra forma de vida, tomando parte activa de nuestras procesiones, con cargos de responsabilidad.

En el Catastro de Ensenada, tanto D. Pedro Lescura como D. Vicente Lescura aparecen como personas que tenían bienes, rentas, salarios o cargas, en el año 1762.

(1) Ver historial de José Lescura Fernández en la revista “El Flagelo” del año 2018

Mas datos que conozco de esta familia: Jose Manuel Lescura y la Ru, hijo de Vicente Lescura se casó con Dª Rosa de Ventas, el 26-3-1780, folio 37 del libro 1779-1783, de cuyo matrimonio sabemos que tuvieron un hijo llamado José Plácido , cuyo bautizo está inscrito, el día 6-10-1792 en el libro de bautismos, folio 242 del año citado. Este hijo falleció a la edad de 12 años, según libro de enterramientos, folio 134, de los años 1802-1804. En esta anotación se dice que José Lescura y la Ru era secretario del Gobierno.

En los datos de la boda con Rosa de Ventas, se dice que José Lescura y la Ru era feligrés castrense, y en su boda asistió como testigo Francisco de Paula Sanguineto.

También Benito Lescura y la Ru, hijo también de Vicente Lescura se casó con Dª Rita Ruiz Dolo, los cuales tuvieron un hijo llamado Juan de la Cruz, bautizo que se encuentra inscrito en el folio 120, del libro de bautismos del año 1792, el día 6 de junio de este citado año. Benito Lescura falleció el 18-12-1804, folio 176 a la edad de 55 años.

Rosalía Lescura hermana de Vicente Lescura, se casó con Ginés Ibernon y Espín, y murió a la edad de 67 años, el 13-11-1804, folio 163, del libro de entierros de 1802-1804, y testó ante el escribano D. Ginés Alcaraz.

Francisco de Paula Lescura, hijo de Vicente Lescura, se casó con Eugenia Listro el 22-3-1793, folio 13 y 13v, del año 1793-1795. Lo casó en la Iglesia Parroquial de Santa María de Gracia su tío sacerdote D. José Lescura Fernández.

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Otra noticia del año 1807 es el fallecimiento de José Lescura Fernández, el 12 de julio, un presbítero que fue Hermano Mayor de la Cofradía California en 1785, en las ausencias del también Hermano Mayor D. Francisco de Paula Sanguineto. Perteneció también a la Junta de Gobierno del Hospital de Caridad y fue camarero de la Virgen de la Caridad.

También conocemos el acta de bautismo de Theresa Alfonsa Lescura, en el folio 63 del libro 1725-1728, que dice: En Cartagena a siete de diciembre de 1725, yo el doctor D. Ambrosio Guillén crismé de agua de esta parroquial a Theresa Alfonsa Florentina María Victoria, que nació el día cinco de este mes, hija legítima de Pedro Lescura y de María Fernández Cortina, vecina de esta ciudad, fueron padrinos Fray Alonso Pay de la Orden de Santo Domingo y María de la Causa, comadre de parir, a quienes advertí del parentesco y la obligación de la doctrina cristiana siendo testigos el Dr. Simón García Zarco y Juan de Ródano Madrid y Juan Baque. Firmado Ambrosio Guillén. Anotación del fallecimiento de Theresa

Lescura.- En el folio 136, del libro 1802-1804, está la anotación de su fallecimiento, con una edad de 79 años, el día 22 de octubre de 1804, y dice que era viuda de D. Francisco León Sobriel.

Florentina Lescura Fernández hermana de Vicente Lescura se casó con Alfonso de Jover, y ella falleció el 6-11-1797, folio 61 del libro 1796-1802.

ACTA DE BAUTISMO DE JOSE LESCURA FERNÁNDEZ (Por error dije que era Sánchez), EN SANTA MARÍA DE GRACIA EL DÍA 24 DE SEPTIEMBRE DE 1737 (TOMO 32, FOLIO 104v.)

En Cartagena a veinte y cuatro días del mes de septiembre de mil setecientos treinta y siete, yo Don José Ferrer cura teniente de esta santa iglesia Bauticé a Joseph Antonio Matheo Isidoro que nació el día veinte y uno de dicho mes, hijo legítimo de Pedro Lescura natural de San Ceramin obispado de San Flor Reyno de Francia y de María Fernández natural de Valladolid y nieto por línea paterna de Pedro Lescura y de Cathalina Cabanas natural de dicho obispado de San Flor, y por la materna de Pedro Fernández Contreras natural de la villa

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de Cangas en las montañas de Asturias y de María Fernández natural de la Coruña en Galicia, fueron padrinos D. Joseph Falla de la Llosa y Dª Lucía su mujer a quienes advierto el parentesco espiritual y la obligación de la Doctrina Cristiana, fueron testigos Francisco Gómez Arzo y Juan Espinosa y Juan Prieto. Firmado Joseph Ferrer.

ACTA DE BAUTISMO DE VICENTE LESCURA FERNÁNDEZ, EN SANTA MARÍA DE GRACIA, EL DÍA 14 DE AGOSTO DE 1723 (TOMO 25, FOLIO 14)

En Cartagena en catorce días del mes de Agosto de mil setecientos veinte y tres años, yo D. Diego Martínez Fortún cura teniente de esta parroquial Bauticé a Bicente Cristobal Joseph que nació el día once de dicho mes, hijo legítimo de Pedro Lescura y de María Fernández vecinos de esta ciudad, y fueron padrinos Francisco Alonso Pérez y Carrillo, y María de la Cassa comadre de parir, a quienes advertí el parentesco espiritual y la obligación de la Doctrina Cristiana, siendo testigos D. Antonio Junco, Juan Baque y Antonio Romero. Firmado D. Diego Martínez Fortún.

ACTA DE MATRIMONIO DE VICENTE LESCURA FERNÁNDEZ, CON VICENTA LA RU, CELEBRADO EN SANTA MARÍA DE GRACIA, EL DÍA 14 DE MAYO DE 1747, (TOMO 13, FOLIO 71v.)

En Cartagena a catorce de mayo de mil setecientos cuarenta y siete, yo Don Thomas Gómez Arroyo teniente de cura de esta parroquial velé y di las bendiciones nupciales a Vicente Lescura viudo de Josepha García Peña el, con Vicenta la Ru natural de Zaragoza y vecina de esta ciudad, hija de Miguel la Ru y de Theresa Sobriel, los que presentaron certi cación de aver sido desposados en la parroquia del Señor San Gil en Zaragoza a trece de abril de dicho año, y rati có el dicho Vicente Lescura este matrimonio en esta ciudad el once de mayo de este presente año ante mí y los testigos Don Antonio Junco, Don Joseph Martínez Illescas, y Julián Pérez. Firmado Thomas Gómez Arroyo.

Ernesto Ruiz Vinader Comisario General Cofradía Marraja

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Una leonesa muy procesionista

Ana Belén Pérez-Nieto Alcaraz

Begoña Evelia Sánchez Fuentes, “Bego” para todos aquellos que la queremos, es la leonesa más cartagenera que te puedes encontrar. Aunque no olvida sus raíces de las que presume con orgullo en cualquier ocasión, aquí ha formado una maravillosa familia y es parte fundamental de la de su marido, que ya es la suya.

Nacida en León, Begoña pasó su infancia entre, un pueblo llamado San Andrés del Rabanedo, el pueblo de su madre Cerezal de Guzpeña, en plena montaña leonesa, y León capital, como he dicho leonesa de pura cepa. Aunque ya es una cartagenera convencida y está muy feliz aquí, echa mucho de menos su ciudad, a sus amigos y sus tradiciones, como salir de tapeo por el Barrio Gótico.

Sin duda un pilar fundamental en su familia, es la tercera de seis hermanos. Siempre dispuesta a ayudar, era y es alegría, responsabilidad, tranquilidad y amor (mucho amor).

Estudió en el colegio e instituto de San Andrés y luego en la Escuela de Enfermería de León. Su carrera profesional es tan extensa como reseñable. En el año 1993 se presentó a la oposición del Cuerpo Militar de Sanidad de los Cuerpos Comunes del Ministerio de Defensa, entrando ese mismo año en la Academia General Militar de Zaragoza.

Actualmente y tras 30 años en distintos destinos y unidades, la mayoría en el ámbito de la Armada, está destinada en Infantería de Marina en Cartagena. Ostenta el título de capitán, pero pronto ascenderá a comandante.

Todo un logro merecidísimo y trabajado. Nadie le ha regalado nada, para mí un

ejemplo de “verdadero feminismo”. Meses embarcada, ausencias de casa y jornadas sin horario han dado su fruto. Siempre con el apoyo de su marido Antonio.

Y hablando de Antonio, es necesario poner en contexto, cómo ha acabado una leonesa tan convencida en Cartagena. Begoña vino a Cartagena por primera vez en 1994, y conoció a Antonio, pero no fue hasta el año siguiente cuando volverían a encontrarse y comenzar una relación que terminaría en boda en 1997. Tres años después nacería su primera hija Esther, para completar su felicidad dos años más tarde con el nacimiento de su hijo Carlos. Como no podía ser de otra manera ambos han heredado la profunda vena procesionista de sus padres, criados entre el sonido de los tambores y túnicas por casa (túnicas de todos los colores) son marraja y californio respectivamente. Esther es hermana de nuestra Agrupación, y, para su madre fue todo un orgullo la primera vez que vistió el traje con ella.

Su alma procesionista viene de cuna y sus raíces de cofrade hacen que no sea extraño lo bien que encajó aquí y lo rápido que la conquistó la Semana Santa de nuestra ciudad.

Desde su niñez participaba, sobre todo, en la Plegaria a La Virgen del Camino, patrona de León y que es el inicio a la Semana Santa leonesa así como con la Cofradía del Santo Cristo del Perdón, que tiene su sede en la iglesia de San Francisco de la Vega y cuyo párroco era párroco era su tío abuelo materno.

Fue en el año 1996, cuando conoció por primera vez la Semana Santa en Cartagena viendo todas las procesiones, salidas, traslados, y tradiciones por cumplir. Lo que

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más le llamó la atención (en sus propias palabras) es que “los des les procesionales eran eso, DESFILES, con un orden, luz, or y música impresionantes en sus tronos”. Como era de esperar, los piquetes de Infantería de Marina y del Ejército de Tierra le encantaron y quedó impactada por la Procesión del Lunes Santo o de "las promesas". El Vía Crucis de la Cofradía del Cristo del Socorro, el Encuentro en la madrugada del Viernes Santo, la salida de Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Pescadería de Santa Lucía o la salida de los Granaderos del callejón de Bretau quedaron grabados en su memoria para siempre.

La procesión del Silencio del Jueves Santo, fue y es la que más le impresiona, “la ciudad a oscuras, en absoluto silencio y con la única luz de los cirios...” comenta. Y, por supuesto,

la calidad y la rma de sus imágenes con autores como Capúz, Benlliure o González Moreno. En 1996 ya vestía el traje del Santo Entierro, y ese mismo año fue nombrada madrina de la Agrupación por primera vez. Ha salido todas las semanas Santas desde que está en Cartagena, ya sea de penitente, nazarena o acompañando al Trono. Por supuesto también como madre, acompañando a su hijo de granadero. Cómo olvidar esas meriendas infantiles que organizaba con cariño y como solo ella sabe hacerlo, siempre con una sonrisa.

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Paco Pérez-Nieto, José Antonio Rodríguez, Antonio García, Alonso Cano, Begoña Sánchez, José María Aguirre, José Miguel Méndez y Miguel Villena.
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Agrupación

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El sentido de hermandad lo lleva en el corazón y así lo demuestra con cada uno de sus gestos. Mención especial al aperitivo que nos ofrece la mañana del Viernes Santo, recompensa al trabajo incansable de los que cuidan el trono pero que poco a poco se ha ampliado, convirtiéndose en una de las más entrañables tradiciones como Agrupación.

Disfruta y exprime cada uno de los 11 días y noches pasionales, aunque vive la Semana Santa todo el año. Es miembro de la directiva del Santo Entierro como vocal primero de los nazarenos y con un trabajo encomiable como vocal de caridad y formación.

Ha sido nombrada madrina o cialmente tres veces, la primera, en el año 1996, siendo presidente Don José Miguel Méndez, por segunda vez en 2019 y 2023, bajo la presidencia de Don Joaquín Torres. Pero son muchos los años que este título se le ha asignado por uno u otro motivo. Se siente orgullosa de todas las veces, y al mismo tiempo una gran responsabilidad.

¿Cómo ve nuestra Agrupación?

Aquí me remito sus palabras textuales:

“nuestra agrupación ha sido siempre una agrupación modesta no sólo hablando económicamente, sino también en cuanto al número de hermanos que formamos esta agrupación, y que ha ido enriqueciéndose y engrandeciéndose en todos los sentidos. A día de hoy veo una agrupación unida y hermanada, donde la gente joven participa cada vez más. Me siento halagada y a la vez pienso que hay muchas mujeres que llevan toda su vida en el seno de la Agrupación y por ende, de la Cofradía Marraja..”

Siempre agradecida y humilde termina esta entrevista dando las gracias a la Agrupación y a su familia cartagenera por acogerla e impregnarla de esa esencia única que nos da nuestra Semana Santa. Gracias a ti Begoña por ser como eres.

Ana Belén Pérez-Nieto Alcaraz Hermana de la Agrupación

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Antonio Zamora, Begoña Sanchez, Fulgencio Solano, Esther Zamora Sánchez y Carlos Zamora Sánchez
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Entierro
Agrupación del Santo

El Callejón de Bretau nº 9

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