Un antropólogo en Marte cuenta la historia real de siete casos paradójicos en la experiencia clínica de Oliver Sacks.
Sacks es un neurólogo, un científico y un terapeuta. Su curiosidad y sensibilidad son notables. Sus historias tienen detalle y rigor documental, y al mismo tiempo una dosis de empatía con los personajes, al punto que uno se pregunta dónde termina el científico y donde empieza el escritor, el poeta. La distancia entre la objetividad clínica y la creatividad para extraer los contrastes en las personalidades de sus sujetos llega a desaparecer completamente, creando un efecto semejante a la ficción.
Quizá es por esto que algunas de sus narraciones han sido adaptadas para la pantalla grande: Despertares y el relato: Ver y no ver. Los personajes tienen profundidad y sus déficits o disfunciones son captados con gran sensibilidad.