Wajnerman, C. Buen vivir o estrategia.

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domingo 28 de octubre del 2012 → Nº N: 000 054

cartóNPiedra Un espacio suscitador para pensar en voz alta

→“Maelo”

Rivera, el sonero mayor. Un ensayo sobre el ensayo, por Paul Hermann. Cuerpo, nación y la representación. 19 años de la muerte de Fellini



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ínDIce

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El Sonero Mayor Un perfil de Ismael ‘Maelo’ Rivera, el Sonero Mayor. Un recuento de sus primeros años de vida y de sus orígenes. Su carrera como músico, sus influencias y su obra en el mundo de la música caribeña. Freddy Russo nos muestra una parte de la humanidad de este compositor y de su ajetreada vida.

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08 Un ensayo sobre el ensayo Paul Hermann presenta una sucesión de referentes literarios que han publicado significativos aportes sobre el oficfio de la escritura. Las vicisitudes del escritor, sus experiencias más amargas, los desafíos personales y las técnicas recomendadas para escribir, en una brillante visión personal.

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13 Fellini, a 19 años de su muerte El cineasta Federico Fellini, nacido en 1920 en Rimini, Italia, es recordado aquí en un artículo de Pablo Fiallos que visita su obra, sus predilecciones actorales, entre ellas el famoso Mastroianni. El próximo 31 de octubre se conmemora el aniversario diecinueve del fallecimiento del director que marcó un hito en la historia del cine mundial.

El arte, la participación y el Buen Vivir Las expresiones artísticas, las manifestaciones estéticas y los procesos participativos en un grupo social son parte de las estrategias para la obtención de condiciones apropiadas para la convivencia. Pero también son un fin en sí mismo. El Buen Vivir es un concepto que sirve como marco para comprender la importancia que el goce artístico, el arte comunitario y la inclusión tienen en los procesos de construcción de sociedades pluriculturales y diversas. Un análisis.

10 El cuerpo y la nación Fausto Rivera Yánez reflexiona alrededor de un texto de Marieta de Veintimilla para acercarse al cuerpo como un lugar de representación. Aparece, por un lado, el cuerpo físico y por otro, el cuerpo político.

Ventana Banville y su postura frente a su último libro, Antigua Luz, que Alfaguara ha presentado en España y América Latina. Además, Caos, el libro de Christian Valencia, fue parte de la última Feria del Libro de Guayaquil. Ismael Serrano demanda de los españoles protagonismo ante la crisis...

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“La síntesis expresada en el kawsay (vida) hace referencia al arte de la vida, a la experiencia plena del vivir, al gozo del sentido profundo de la vida, producto de una tensión armónica de las polaridades de la vida que emergen desde la convivencia intercultural armónica y respetuosa” David Cortez

Agenda ¿Qué hacer durante esta semana? ¿Cómo aprovechar nuestro tiempo de ocio para disfrutar de las mejores actividades culturales? Aquí una guía que te ayudará a decidir qué muestra visitar, a qué concierto acudir, qué proyección cinematográfica ver...


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ediTOrial Nuestro cine estrena, proyecta y trae numerosos éxitos internacionales para el país

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l pasado jueves 25 de octubre el documental Con mi corazón en Yambo, de María Fernanda Restrepo, obtuvo el primer premio en el Festival Internacional de Documentales en Taiwan. Este es tan solo un galardón más que se suma a la ya nutrida lista de reconocimientos para esta cinta que podría ser considerada una de las producciones audiovisuales con más personalidad en la historia del cine documental ecuatoriano. Al mismo tiempo, en las salas de cine de las principales ciudades del país, el público cuenta con dos cintas ecuatorianas en el menú: La llamada, de David Nieto, y Sin Otoño, Sin Primavera, de Iván Mora. Algún lector de este Suplemento que residía hasta hace poco fuera del país, había celebrado como espectador el documental de Restrepo en una sala extranjera. A su regreso a Guayaquil, su ciudad de residencia actual, se mostró sorprendido gratamente con la oferta local. Si revisamos la historia, concluimos que la dinámica de producción cinematográfica en el Ecuador, hasta hace algo menos de una década, nos ofrecía apenas un promedio de una o dos películas nacionales cada tres o cuatro años. Esas iniciativas, además, no estaban en condiciones de apelar a la coproducción Por sobre el aporte de Ibermedia está la para abaratar costos y mejorar la calidad del fuente más importante de financiamiento producto final, salvo excepciones. Por otra con que cuenta el Consejo Nacional de parte, si bien Ecuador es suscriptor del Fondo de Ibermedia desde 1989, el Estado Cine y el medio cinematográfico: los no había cumplido con los pagos anuales de fondos concursables, que ascienden a 100.000 dólares que exige la membresía. En 2008 estas obligaciones se reanu700.000 dólares anuales en promedio daron y desde entonces Ibermedia ha entregado hasta la fecha un millón y medio de dólares para la cinematografía en el Ecuador, rescatando los beneficios de ser parte de las estrategias de integración cultural cinematográfica que promueve el programa. La cifra evidencia que el aporte anual del Estado ecuatoriano para la pertenencia al Fondo se triplica o se cuadruplica en el mismo período. Por sobre el aporte de Ibermedia está la fuente más importante con que cuenta el Consejo Nacional de Cine (CnCine) y el medio cinematográfico: los recursos provenientes de fondos concursables, que ascienden a 700.000 dólares asignados cada año, en promedio. Si bien el CnCine fue creado en el 2006, es desde el 2007 que los recursos para el cine nacional empezaron a asignarse. Tres millones y medio de dólares se han entregado desde entonces para 24 proyectos fílmicos (11 ficciones y 13 documentales), fortaleciendo además la coproducción que tanto hacía falta. El citado lector de este Suplemento se encuentra, entonces, con una cartelera en la que se exhiben apenas dos de las películas estrenadas o por estrenarse en el 2012: La llamada, de David Nieto; Pescador, de Sebastián Cordero; Sin Otoño, Sin primavera, de Iván Mora, que ya son materia de goce y crítica por parte de los públicos. Pero nos queda por ver Mejor no hablar de esas cosas, de Xavier Andrade, que se estrenará en diciembre y un quinto estreno que se hará este 1 de noviembre, en Santa Elena, y que está inscrito en el cine comunitario: Santa Elena en bus, de Filmarte. Síntomas positivos para forjar una sólida industria.

El suplemento cartóNPiedra es una producción editorial de El Telégrafo y del Ministerio de Cultura del Ecuador.

cartóNPiedra lo hacen: Director: Orlando Pérez Coordinador: Diego Cazar Baquero Diseño e ilustraciones: Carlos Almeida y Patricio Mosquera C. Fotografía: Francisco Ipanaqué Arte: Carlos Proaño Colaboran en este número: Freddy Russo Carolina Wajnerman Fausto Rivera Yánez Pablo Fiallos Walter Franco María del Pilar Cobo González Paul Hermann

Twitter: @cartonpiedraET

Facebook: cartoNPiedra

Correo electrónico: carton.piedra@telegrafo.com.ec


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ISMAEL RIVERA: e l S o n e ro Mayor FREDDY RUSSO


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aelo, el peladito que colocaba ordenadamente ladrillos, cemento y arena, intuía que iba a mezclar rítmicamente sonidos y hacerse músico. Pero jamás pensó que iba a llegar a ser el Sonero Mayor del Caribe, como en una velada boricua lo llamaría y le honraría el gran músico cubano Benny Moré. En la calle de la calma / estaban bailando plena / bailando la rica plena / la rica plena de Elena. Ismael, que había nacido en el pueblito de Santurce, el 5 de octubre de 1931, poco fue a la escuela. Prefirió ayudar a su familia lustrando botas primero y luego de albañil en las construcciones. Su compadre de vida, placer, farra y cárcel fue siempre Rafael Cortijo. Los dos cultivaron la bomba (fusión telúrica del cumbé, sika y leró) y la plena con decenas de variantes, dependiendo del lugar donde se tocaran. En la construcción, el mulato oscuro hacía gozar a sus compañeros de pala y balaustre, sobre todo los sábados, día de pago, cuando se atrincheraba con sus cajones y latas de cerveza vacías cantando la jarana del momento que se desbordaba desde su optimista humanidad. Echale semilla a la maraca / pa que suene / cha cu-chá, chukuchuca / cu chá. Rafael Cortijo fue quien le empujó definitivamente para que cantara. Le iba a buscar en la obra cargando los tambores. El primer contrato musical fue el del maestro Lito Peña para su Orquesta Panamericana, ahí se instalaron jubilosos con un tonel de ron, los amigos y mujeres. Rafael Cortijo -gran percusionista- tenía como admiradores a Boby Capó y Miguelito Valdez, quienes le apoyaron para formar su propia agrupación. Se estrenaron en el Black Magic del Miramar. Las emisoras de la isla empezaron a difundir sus temas: "El charlatán" y "El bombón de Elena", con la voz de Ismael Rivera. Yo le vi la cara a Severa/ tenía la cara como pantera / acelera, acelera / que viene Severa. ¡Fuera zapato viejo! ¡Ecuajey! Eran los años 50 y la competencia en la isla era tenaz; las grandes orquestas ya formadas como Rafael Muñoz, Xavier Cu-

gat y César Concepción, de 18 y 20 músicos, no dejaban espacio para otros, sin embargo, los 10 muchachos sabrosones de Cortijo, que frecuentaban el cabaret "El Riviera", empezaron a aglutinar a bailarines y fanáticas que sacudieron la pereza musical. Chambeleque / Aquí estamos los rumberos / que venimos a gozar / Macorina, el quinto quiere llamarlo / le esperamos pa bailar... Ismael Rivera constantemente rompía las reglas musicales, aseguraba Catalino "El Title" Curet Alonso -autor de Periódico de ayer, Anacaona, Isadora Duncan y otras-, Cortijo le llamaba la atención: “¡Cuidado con la síncopa, negro. Atiende el asento melódico; chequea la disonancia...!”. “¡Qué va, mi hermano -le contestaba Ismael-, yo toco mi propio zumbido! ¡Fuera, zapato viejo! Lo que hay que llevarle al pueblo es alegría. Al público oyente hay que contagiarle la alegría del negro...”. Y la verdad es que donde iba el dúo Rafael Cortijo y su Combo con su cantante, Maelo Rivera, había un sello de garantía para armar un gran rumbón. Parecían hechos el uno para el otro. Con este Combo elevaron la bomba y la plena a la cúspide más alta de la popularidad, conquistando toda la isla del encanto: Puerto Rico. New York, New York Después de la Revolución Cubana, las cosas no andaban bien para los antillanos. Todo lo que oliera a Caribe había que censurar, reprimir. El desempleo se agudizó al punto que el 70% de la población boricua recibía cupones para alimentos, excedentes de la producción de los Estados Unidos. Para los años 60 la migración de puertorriqueños pasaba el millón. Los políticos corrompidos y aguafiestas tenían a la isla al borde del colapso. Cortijo y su Combo y su cantante estrella Ismael Rivera se trasladaron al país de las ilusiones (o de las discriminaciones). Ismael llevaba en su equipaje una composición que su madre, Margarita Rivera, había compuesto para su negrito: Maquinolandera. Esa composición y otras, como Cúcala, la Caleza y Besito de Coco les llevó al éxito artístico y comercial. La música de Maelo les recordaba a los boricuas su pa-


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“Donde iba el dúo Rafael Cortijo y su Combo con su cantante Maelo Rivera, había un sello de garantía para armar un gran rumbón” tria, a ellos mismos. Les hacía sentir como si hubieran retornado a su Puerto Rico del alma. El famoso Palladium Ball Room les abrió las puertas y la gente quería que tocaran todo el tiempo frente a grandes orquestas como la de Tito Puente, Machito y Tito Rodríguez. En poco tiempo, gracias a la improvisación, emoción y alegría, fueron los amos y cayeron

en la tentación de creerse los reyes del mundo y que tenían licencia para cometer todas las locuras posibles. Chambeleque / Aquí estamos los rumberos / que venimos a gozar / Macorina, el quinto / quiere llamarlo / le esperamos pa’bailar plena. “Estaban tocando como bestias”, comentaba Rafael Ithier, director del Gran Combo. Ismael es lo más grande. Llegaba a un estudio sin saber los números, se le daba la idea de la música y el hombre, al instante, inspiraba... Ismael era un monstruo de esos que, de vez en cuando, aparecen en la música. Como él, sólo Miguelito Valdez y Cheo Feliciano, los demás soneros o cantantes están a años luz. La fama les había embriagado. Rafael Cortijo no se despegaba de los casinos y con Ismael también empezaron con la droga. El precio a pagar, primero físico y luego mental, fue trágico. En el año 62, al regreso de un viaje de Panamá, les pescaron portando droga.

Les condenaron a 4 años en la terrible cárcel de Las Tumbas. Para el músico-poeta Ismael, este fue un golpe duro. Sin embargo, en una ocasión había leído una frase de Beethoven que decía: “el hombre puede encadenarse, ¡su sonido, no!”. Y en la cárcel compuso: Me encerraron con siete llaves / y allí les solté una bomba / me trataron con siete candados / y allí solté un rumbón / Porque la rumba estaba conmigo / para aliviarnos las penas / con su hermanita la plena / y su primo el guaguancó.

de su amigo del alma, Rafael Cortijo, jamás pudo restablecerse. Una constante depresión acabó por dañarle su garganta. Un cáncer implacable le llevó a la prematura muerte el 13 de mayo de l987. En el populoso funeral, decenas de miles de personas acompañaron sus restos hasta el cementerio entonando sus propias creaciones que pasaban por los alambiques del recuerdo: Mama Borinquen me llama / este país no es el mío / Borinquen es pura flama / y aquí me estoy muriendo de frío.

El legado musical de Rivera Ismael Rivera fue uno de los pocos músicos que compuso y cantó para el pueblo. Dominó la bomba y la plena, el bolero y el guaguancó y, sobre todo, el son. Su espontaneidad y gran fuerza para dinamizar cualquier texto hicieron de él un cantante fuera de serie. Sus letras de gran inspiración boricua contagiaron a todo el mundo. Después de la muerte

“Después de la muerte de su amigo del alma, Rafael Cortijo, Maelo Rivera jamás pudo restablecerse”


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La literatura, esa orgía perpetua PAUL HERMANN

Siendo la literatura un arte, un oficio que no se imparte en universidades, los aprendices del oficio buscamos en facultades de periodismo técnicas y magias que nos enseñarán a contar historias; formamos parte de talleres literarios y, por supuesto, cernimos librerías como mineros ríos, en busca de aquellos ensayos sobre el oficio que autores como Vargas Llosa, Kundera o Eco han elaborado para discursos o publicaciones, pues si bien Nabokov afirma que la literatura es una ladera sin caminos trazados, las reflexiones que realizó sobre autores europeos me han permitido reparar en las puntadas con que autores como Stevenson han cosido a sus monstruos, así como en los ingredientes que hay que poner en el laboratorio literario para cambiar, exitosamente, el color de las páginas en blanco. Ensayos sobre el oficio de la palabra existen, es verdad, desde que Flaubert reflexionó sobre la obra de Maupassant o desde que Rilque respondió a las cartas de un joven poeta, pero encontrarlos en nuestro medio era más difícil que escribirlos. De hecho, quienes formamos parte, a inicios de la década de los noventa, de talleres literarios, celebramos la publicación de Cartas a un joven novelista, de Mario Vargas Llosa, pues si bien habíamos adquirido conocimientos sobre los aspectos que conforman la estructura de una ficción, nos confortó saber que antes de nosotros también el futuro premio de literatura se preguntó si tenía la predisposición de oscuro origen que le llevaría a dedicar su vida a contar historias. Gracias a este libro ratificamos cosas que intuíamos, por ejemplo, que la vida es la fuente inagotable de las historias; que la forma y el fondo van de la mano; que el estilo puede ser correcto o incorrecto pero siempre deberá ser eficaz; que por autobiográfica que sea la obra una cosa es el autor y otra el

narrador y etcétera. Incluso ahora, después de tantos textos culminados, clases dictadas y talleres coordinados, cada vez que debo volver a hablar sobre estos temas que creo dominar, extraigo de mi biblioteca esta publicación de editorial Planeta aparecida en Barcelona en 1997. También Gabriel García Márquez había publicado por esos días en que empezar un texto era más difícil que dejar de fumar, los talleres que había dictado para la escuela de cine de San Antonio de los Baños, Cuba, pero

abordó lo sobrenatural; Updike la epifanía; Conrad la intertextualidad; o Salinger el lenguaje coloquial. Fantástico aprender a escribir, como quien dice, en la calle, del mismo modo en que los Beatles aprendían acordes o ritmos en las neblinosas calles de Liverpool. De nueva data es Confesiones de un joven novelista, de Umberto Eco. En esta obra editada por Lumen en 2011, el autor de En el nombre de la Rosa, El Péndulo de Foucault y Baudolino, entre otras, pone a con-

“Les lanzo un anzuelo: «Lo he visto todo; no obstante, ahora no se trata de lo que he visto, sino de cómo lo he visto», si son peces literarios, seguro picarán” si bien planteaba interesantes explicaciones sobre el correcto uso del lenguaje, y ofrecía recomendaciones para desarrollar situaciones verosímiles, el libro tenía especificidades propias del séptimo arte y no del primero, que sin duda es la literatura. En las últimas semanas he estado muy emocionado, por decir lo menos, con El arte de la ficción, de David Lodge, libro que data de 1992, pero que Ediciones Península publica en español recién en 2002. Sí, han pasado diez años desde entonces, pero hallarlo fue un milagro que solo pudo ocurrir al interior de uno de los predios de Dios; iba yo por la Universidad Católica pensando en las mismas cosas en la que siempre pensamos los escritores cuando estamos amasando una historia, cuando de repente y como por extraño sortilegio encontré una de esas torres metálicas que giran sobre su propio eje, y dos o tres vueltas después, voilá, recetas del escritor inglés para la cocina literaria. Esta inmensa obra en formato de bolsillo incluye, antes de cada tema, ejemplos del modo en que Poe

sideración de lectores y aprendices del oficio, una serie de conferencias que impartió en Estados Unidos. Aunque el nombre del ensayo recuerde a las Cartas de un joven poeta, de Rilke, y a las Cartas a un joven novelista, de Mario Vargas Llosa, y demuestre que los escritores consumados siempre orientan sus experiencias y conocimientos a los jóvenes, la doble codificación, los personajes de ficción como objetos semióticos; las listas; la retórica de la enumeración y otros aspectos sobre la composición que el autor revisa poniendo como ejemplo sus obras, están más bien pensados en iniciados en el oficio. Los títulos de los capítulos, es verdad, son altisonantes, pero las ideas fluyen como en una autopista y no entre los arbustos de las espesas selvas estructuralistas. Demostración de que se puede ser profundo y, al mismo tiempo, claro y ameno. También de Umberto Eco es Sobre literatura. Bellísimo libro publicado por Océano y Rquer Editorial en 2002, pero también y, sobre todo, un documento de

350 páginas que reflexiona sobre las funciones de la literatura; las suciedades de la forma, apuntes sobre el símbolo y el estilo. Si barajamos sus páginas como las de esas libretitas que cuentan una historia en imágenes, veremos volar a Superman, deducir a Sherlock Holmes, descender a los infiernos a Dante y caminar a Caperucita Roja por el bosque. El libro prohibido de En el nombre de la Rosa mataba, este vivifica, el primero tenía veneno en sus páginas, este el antídoto, lástima que sea tan difícil de encontrar en los stands de las librerías de la ciudad. El profesor de historia de la Universidad de Venecia, Piero Brunello, ha elaborado un libro: Sin trama y sin final (Ediciones Alba 2007), en el que ofrece 99 consejos para escritores con base en la meticulosa y exhaustiva lectura que ha realizado del epistolario del inmortal Anton Chejov. ¿Por qué 99 y no 100? Probablemente porque sabe que en literatura los números redondos, por imprecisos, no son verosímiles. Les lanzo un anzuelo: «Lo he visto todo; no obstante, ahora no se trata de lo que he visto, sino de cómo lo he visto», si son peces literarios, seguro picarán. Y de Chejov la Editorial española La Compañía ha publicado, dentro de su colección Páginas de Espuma y con traducción del francés de Leopoldo Brizuela, nada más y nada menos que su Cuaderno de notas. Lo encontré, lo abrí en una página cualquiera, leí algo excepcional: «Toda obra literaria en la que aparece una mujer es una obra de amor», y por supuesto compré el libro, no porque escriba y esté enamorado, sino porque cosas como estas iluminan el oficio más que un faro. Una de las joyas bibliográficas con las que me acabo de encontrar es La historia comienza, de Amos Oz, libro que el israelí debió escribir de izquierda a derecha y de la última a la primera página, pues no olvidemos que los hebreos ponen la presentación donde nosotros ponemos el índice, y la palabra fin donde nosotros ponemos el título… Como quiera que sea, en esta obra el escritor responde, mediante el análisis de varias obras maestras, la pregunta más difícil de la literatura: ¿cómo empezar una historia? Entre muchos otros inicios analiza el de “La nariz”, de Gógol; el de “Un médico rural”, de Kafka; el de El otoño del patriarca, de nuestro querido y


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espECial cada vez más olvidado Gabo. La introducción de este libro de bellos colores e inmensas solapas publicado por Siruela en 2007, es una pieza de arte. Un libro de Editorial Mondadori publicado en el 2011 que he tenido la suerte de encontrar es El novelista ingenuo y el sentimental, pues recoge las conferencias que en 2009 Orhan Pamuk ofreció en la universidad de Harvard. En estas, el premio Nobel de Literatura recurre a la famosa distinción de Frederich Schiller entre poetas “ingenuos” (los que escriben con espontaneidad, serenidad y naturalidad) y poetas “sentimentales” (reflexivos, emotivos, inquisidores y sensibles al artificio de la palabra escrita). El escritor argentino Marcelo di Marco, conocido por su libro de cuentos Los fantasmas del Reich y considerado el Stephen King del subdesarrollo, se ha apoyado en su experiencia como catedrático y coordinador de talleres literarios para publicar Taller de corte y corrección, un auténtico cajón de sastre de la creación literaria; de este, el aprendiz del oficio puede sacar, como quien saca las tijeras, el aguja y el hilo, todos aquellos elementos que nos permiten crear un traje literario a la medida. Tiene, al igual que los otros, recomendaciones, pero sobre todo, ejemplos puntuales y prácticos sobre el adecuado uso del lenguaje. De Marcerlo di Marco es, además, Hacer el verso, libro que puede leerse como una antología de poesía argentina contemporánea, pero cuyo objetivo fundamental es el de ofrecer pautas para el arte de escribir poesía. Tan de trabajo son estos cuadernos color verde agua publicados por editorial Debolsillo en 2010, que contienen, al final, páginas de apuntes para un itinerario personal. También la filóloga, escritora y periodista argentina Silvia Adelha Kohan ha elaborado varios manuales de creación literaria. El primero se llama Cómo se escribe poesía, el segundo Cómo se escribe una novela y el tercero Cómo escribir relatos. Al primero lo vi hace poco sobre el escritorio de un compañero de oficina y recordé con nostalgia los días, a inicios de los años 2000, cuando empleaba estas pequeñas publicaciones de Plaza y Janés para hacer que los estudiantes de una escuela politécnica se enamoren del sonido

de las palabras. Otro de los libros que celebré, y aún continúo celebrando, es Mientras escribo, de Stephen King, maestro del horror que dividió esta publicación de editorial Plaza y Janés en tres momentos: “Currículum vitae”, “Escribir” y “Vivir”. En el primero nos cuenta de sus inicios en el oficio y las dificultades que ha tenido que vencer para escribir, desde teclear historias en el cuarto de máquinas del edificio mientras lavaba la ropa, hasta vencer su adicción a las drogas; pasando por el accidente que sufrió el verano del 2000 y que lo llevó a poner en el papel sus secretos del oficio. En “Escribir”, King habla sobre la lectura, la elección del tema, la imitación, la selección del argumento y ofrece ejemplos puntales sobre construcción de diálogos, personajes, ritmos y etcétera. En el capítulo final ofrece

otros ensayos sobre literatura, tales como el provincialismo, la vergüenza de repetirse, el poder de lo fútil, el humor. Todo esto matizado con anécdotas, referencias a la estructura de la música académica y comentarios sobre la evolución del género. Con este libro publicado en 2005, el autor checo complementa El arte de la novela, discursos agrupados en 1987 por Tusquets editores, acerca, por ejemplo, del desprestigio en el que ha caído la herencia de Cervantes en un mundo que rechaza el pasado y la composición y el desarrollo que ha tenido en Europa este arte nacido de la risa de Dios, como llama a la novela este autor que ha logrado convertir los grandes conflictos de nuestro tiempo en los hilos conductores de sus historias. Dos obras de cajón. También Marguerite Duras ha realizado, con su estilo de párrafos cortos, aparentemente inconexos, reflexiones sobre literatura. Su trabajo no obstante, no está dedicado

“Marguerite Duras ha reflexionado sobre literatura: «Escribir es lo único que llenaba mi vida y la hechizaba. La escritura nunca me ha abandonado»” trucos sobre el arte de vivir. Nos dice, por ejemplo: «Escribir no es cuestión de ganar dinero, hacerse famoso, ligar mucho ni hacer amistades. En último término se trata de enriquecer las vidas de las personas que leen lo que haces, y al mismo tiempo enriquecer la tuya. Es levantarse, recuperarse y superar lo malo. Ser feliz, vaya. Ser feliz». Y como para él la escritura es la felicidad, concluye su magnífica obra con un capítulo dedicado a la corrección; sobre uno de sus textos el lector podrá ver las tachaduras y modificaciones que realizó. King sabe que las palabras son, para el escritor, lo que el serrucho para el carpintero, lo que el guante para el domador de perros, lo que la máscara de malla para el recolector de miel, así que nos invita a sacarlas de la caja de herramientas y construir, literalmente, una historia con ellas. Levantemos ahora El telón, de Milàn Kundera; ensayo en siete partes que revisa, con base en novelas de Rabelais, Cervantes, Diderot, Fielding, Flaubert, Kafka, Joyce y García Márquez, aspectos que no son tocados en

ni a la piel ni a la carne ni a los huesos del arte, sino a su alma, y se concentra en la importancia que escribir tuvo en su vida: «Escribir –dice–: es lo único que llenaba mi vida y la hechizaba. La escritura nunca me ha abandonado». Le debemos a ediciones Acantilado un libro especialmente bello: Cómo escribir relatos policiacos de G.K. Chesterton. 255 páginas que recogen, por primera vez en la historia, los más de cuarenta artículos y ensayos que este autor británico le dedicó al género a partir de su experiencia como creador de Los relatos del padre Brown. Manual de culto dedicado al arte de contar historias de crímenes e investigaciones que ofrece consejos a los asesinos, detectives y policías literarios; señala los errores recurrentes; defiende la inocencia del criminal y concluye, por supuesto, sacando del banquillo de los acusados a este género que creció con las ciudades. «Sherlock Holmes –nos dice Chesterton–, habría sido mejor detective si hubiese sido filósofo, si hubiese sido poeta o incluso si hubiese sido enamorado». Si han empleado el método deductivo para tratar de explicar esta frase, se encuentran preparados (ahora que están de moda las no-

velas de Mankell y Larsoon) para matar a alguien y llevar a cabo una investigación. No olvide llevar lupa, ni gabardina, ni talento. Puesto que me acompañó mientras sometían a mi esposa a un intervención quirúrgica, le guardo un inmenso cariño a El oficio de Escritor, libro en que Ana Ayuso recoge decenas, centenas de opiniones de escritores acerca de las razones que hay para escribir, del lugar en donde nacen las historias, el proceso creativo, la inspiración, el don, y, sobre todo, reunidos en un solo capítulo, los decálogos de Quiroga, Monterroso, Vizinczey, Bradbury, Borges (decálogo más seis), Onetti (decálogo más uno), etc. (más dos). Quiero este libro, pues mientras el cirujano se ocupaba de dejar como antes la piel de María Augusta, yo me ocupaba de la piel del texto, mientras él se preocupaba por sanar su cuerpo, yo me preocupaba por el corpus narrativo… Quiero este libro, además, porque soy de los que piensan que más estúpido que prestar un libro es devolverlo, y hace poco lo recuperé, como primavera de Benedetti: con una esquina rota, envejecido, amarillento, pero lleno de las frases que nos gustan leer a quienes consideramos, como Flaubert, que la única forma posible de soportar la existencia es aturdirse en la literatura como en una orgía perpetua.

PERFIL Paul Hermann (Quito, 1973). Escritor, periodista y catedrático. Cuentos suyos han aparecido en revistas y antologías nacionales y extranjeras. “Aligator” y “Yesterday” obtuvieron menciones honoríficas en la bienal ecuatoriana de cuento. Editó revista La Casa entre 2003 y 2012. Su cuento “Diálogo entre el viento y el mar” forma parte de la Antología de cuento ecuatoriano. Su cuento “Yesterday” es parte de Los Invisibles, antología del muy nuevo cuento ecuatoriano. Es editor de publicaciones de la CCE. En 2010 representó a Ecuador en la VI Feria Internacional de Libro de Venezuela. Ha publicado Puntos de fuga (2001) y Cazador de brujas (2008), el libro de entrevistas Patente de corso (2012), y la novela El Danubio Azul (2012).


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CUERPO Y NACIÓN: los lugares de la re p res e n ta c i ó n →Madam

Roland, de Marietta de Veintemilla* FAUSTO RIVERA YÁNEZ

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ulio Ramos manifestaba que si los estudios de la cultura se fundamentan, por un lado, en una crítica mordaz del privilegio asignado a la cultura como mediadora de las relaciones sociales, y por otro, en el reconocimiento análogo de la heteronomía de los discursos que intervienen en la constitución de los sujetos sociales, textos como los que nos propone Marietta de Veintemilla, ponen en evidencia lo que Antonio Cornejo Polar identifica como una crisis de los “valores” culturales de la modernidad, en la medida en que estos han sido históricamente el repositorio jerarquizador de discursos encargados de decidir los valores (culturales y estéticos) de la identidad “propia”, ideológica y corporal, a nivel personal, colectivo o nacional. Entonces, podríamos leer allí, en la escritura de Veintemilla, en la extensión misma del texto ubicado como menor o subalterno, el registro cabal de los principios explícitos de exclusión que posibilitan la ley del corpus nacional y sus legados. No puede desconocerse, asimismo, la crisis de legitimación que atraviesan las humanidades, ni la descentralización del discurso letrado como espacio consagrado y autolegitimado de

poder representacional. En este sentido, la literatura escrita por mujeres continúa desafiando a la crítica, a la teoría literaria y cultural en distintos niveles. Por un lado, constituye una mirada otra sobre los escenarios nacionales y transnacionales de América Latina, con la potencialidad de descubrir/desencubrir, por su misma ubicación marginada y descentrada,procesos subyacentes que inciden en la articulación de espacios públicos y privados, políticos e ideológicos, afectivos y éticos. Por otro lado, construyen una posicionalidad propositiva, resistente y denunciativacon respectoa tradiciones discursivas oficiales, políticas culturales nacionales, artificios disciplinarios de la vida pública, etc., que aún plantean la universalización de valores y la organización patriarcal, jerárquica y centralizada, como requisitos ineludible para el consenso, para el avance de una modernidad complejizada en aras del progreso y la conquista del orden social según determinadas normas y formas, exclusivas y excluyentes. Marietta de Veintemilla y las posibilidades de su escritura Inscrita en esta dinámica de posibilidades de lectura y crítica sobre la constitución, reproducción y representación de un sujeto social ideológico/corporal, amparado y moldeado


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loSEspacios “El texto de Marietta evidencia la construcción de la subjetividad y sus relaciones perversas con el poder de la época” por una discursividad jerárquica de carácter oficial, se encuentra la escritura de Marieta de Veintemilla, quien a través del texto Madam Roland, escrito a inicios del Siglo XX, expone diferentes procesos de subjetivación en los que los niveles de experiencia, afectividad, comprensión, memoria, impactados por una historia de dominación y de relegamiento social, intersectan los discursos dominantes, interrumpiendo su direccionalidad y desestabilizando su hegemonía, pero más importante aún, expandiendo los lugares epistémicos desde donde leer y entender la historia. Opositora radical del gobierno de García Moreno, por su intolerancia religiosa de “medievales significados para la mujer”, Marietta se ubica en el escenario nacional del Ecuador como una mujer activamente política, destacada historiadora y ensayista. Mantuvo correspondencia con Rubén Darío, Ricardo Palma y Juana Manuela Gorriti. Exiliada en Lima publica Páginas del Ecuador (1890). Entre sus textos más destacados se encuentran: Goethe y su poema Fausto, Madame Roland y Conferencia sobre psicología moderna, en este último, evidencia sus amplios conocimiento sobre filosofía occidental; leyó desde los griegos hasta Wundt, Weber, Robot, Herbart, Spencer, Schopenhauer, Leibniz, Hegel y Kant, lo que la ubica como una pensadora alineada con el positivismo ecléctico de corte espiritual. Impulsadora del liberalismo progresista, intolerante del clericalismo conservador, a fin a las causas populares, sobre to-

do de los indígenas y las mujeres, Marietta se ubica como una figura actual, porque es mujer. Supo identificar una opacidad en la política nacional, que influenciaba de manera perversa la forma de ser, estar y reconocerse en la vida pública de las mujeres, y como lo señala Alexandra Astudillo, Marietta “… reconoce que su cuerpo, su espíritu y su razón han pasado por el escrutinio aprobatorio de los demás, es decir, están sometidos a una normativa rigurosa que marca los gestos, las conductas y las formas que la distinguen como miembro de un determinado grupo social.” . Madam Roland: Pensándose cuerpo, corporizando la nación. El texto que analizaré está inscrito en una lectura que Marietta de Veintemilla efectúa sobre Madam Roland, personaje histórico que se destacó intelectual y políticamente durante la Revolución Francesa, y que “por ser esta mujer un tipo originalísimo que no reconoce igual en los tiempos antiguos ni modernos, dadas las circunstancias en que se halló, y por las mismas varoniles exigencias de su carácter” , es “digna” de ser estudiada ampliamente, no con la intensión de “glorificarla”, sino de ubicarle un espacio en la historia que recuerde y reconozca “los resortes de la ambición de un alma tan gran de como la suya”. El texto permite identificar una disconformidad sobre el cuerpo de las mujeres, en cuanto hay una discursividad familiar/social/nacional que determina y anticipa, sin consultar, el devenir identitario de

la mujer sudamericana. Se presenta una nación limitada, reproductora de ciudadanos/soldados/varones/, con valores sociales diferenciados por el sexo; la nación se configura como una territorio masculino excluyente, de allí, que la humanidad sea considerada como sinónimo de la masculinidad. Y aunque las mujeres también son incluidas en la retórica del relato nacional, lo hacen como madres de la patria, reforzando su lugar histórico de enunciación, es decir, como reproductoras y cuidadoras del hogar/patria. Por ello, y en relación a América y los valores culturales que trasmite a la vida pública, Marietta dirá: “Aquí, donde la inteligencia ha derramado sus dones sobre el bello sexo a competencia con la hermosura; aquí en nuestra América española, donde las virtudes femeninas desarrolladas de una manera tan espontánea, como la resina odorífera de sus bosques; aquí, donde el heroísmo también ofrece ejemplares como Policarpa Salavarrieta y María de Vellido, no existe, sin embargo, un medio ambiente social que sea aparente aún al desenvolvimiento de caracteres como el de Madam Roland…” (Pág. 67, el resaltado es personal) La idea de nación, como constitución de un origen y una memoria compartidos dentro de una estructura de unidad y consenso, se encaminó a la construcción de un sujeto social hispanoamericano, identificado con específicos valores y funciones para relacionarse con el mundo. Es por ello que, “la función performativa, ética y pedagógica que se asigna al discurso político y ficcional del periodo se inicia con los primeros intentos por fundar una

retórica verbal (…) capaz de representar la dialéctica entre los polos… ” de la masculinidad y la feminidad, lo público y lo privado, lo natural y lo abyecto, el pecado y la honra. El texto de Marietta evidencia, en clave de denuncia, la construcción de la subjetividad y sus relaciones perversas con el poder de la época, manifestando que los roles atribuidos a hombres y mujeres, y la oposición entre ambos, constituyen formas de control y de autoritarismo social que refuerzan criterios de discriminación y desplazamiento entronizadas en la cultura occidental desde hace siglos. “Esta noble figura de la Revolución Francesa, se elevará siempre como una prueba de que el espíritu no se conforma a las circunstancias de la materia, y que para elevarse muy alto no necesita los músculos vigorosos que ostenta el hombre.” (Pág. 64) “Ni la santa ni la heroína pudieron sustraerse a los dictados de su corazón, formado el uno para los dulcísimos arrobos del cristianismo, formado el otro para moverse al arrebatador impulso de las ideas” (Pág. 64) Adicionalmente, frente a las posibilidades de exploración del texto de Marietta, quisiera destacar varias de las tendenciasacadémicas actuales que se registran en la crítica literaria contemporánea; particularmente sobre la comprensión de la cuestión de género que ha devenido en una teoría sobre el cuerpo político, lo que ha permitido identificar “las conexiones entre la corporalidad femenina como lugar simbólico de la alteridad y como espacio de representación alegórica, y el cuerpo de la nación, como

“...el cuerpo político sucumbe y se alimenta del cuerpo real, que a su vez se entrega, en especie de rito sacrif icial”


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Litografía de Marietta de Veintemilla tomada en Lima en el taller de Courret en 1877

asiento territorial desde el que se gesta y administra el sujeto moderno” . De esta manera, la escritura de Marietta de Veintemilla, considerando el lugar histórico desde donde se enuncia sobre su condición de mujer, con sus restrictivas condiciones de posibilidad que le impiden proponer una completa liberación corporal/afectiva/sexual, refleja la dialéctica de poder representacional,normalizador y disciplinador entre cuerpo/territorio y género/nación, particularmente, cuando se refiere a las limitaciones que propaga la América nuestra frente a su trato con las mujeres. “No es esto desconocer los verdaderos destinos de la mujer en el mundo. Si ella no se dedicase más que a tareas que repugnan de un modo natural a su sexo, vendría pronto a convertirse en una calamidad. No:

la mujer no debe apartarse del camino que le trazó la naturaleza. Pero hay que respetar los designios de esa misma naturaleza, cuando diferencia sus obras hasta el punto de presentarnos a Madame Roland bajo la propia delicada envoltura de Santa Catalina de Sena”(Pág. 64) Recordemos además que el contrato social preconizado por el pensamiento ilustrado, e instrumentalizado por los emergentes Estados nacionales en América, no solo operó como mecanismo de regulación de la propiedad privada, de las actividades humanas en la vida pública, de los derechos y responsabilidades ciudadanas, sino también, se inscribe como un contrato sexual que dispone y organiza la vida nacional desde los atributos dominantes de la hermandad varonil. Así, “el poder del Estado se subvierte y reencarna como sensualidad instintiva; el cuerpo político sucumbe y se alimenta del cuerpo real, que a su vez se entrega, en especie de rito sacrificial, al hambre colectiva de una nación que canibaliza a la mujer pública.” . Frente a esta lectura, Marietta resalta las prohibiciones y consecuencias que impone el aparato estatal, sobre el pleno ejercicio de las libertades de las mujeres. “A despecho de nuestra civilización, la mujer sudamericana es la esclava manumisa que ensaya sus primeros pasos en el terreno de la literatura, donde felizmente ha cosechado ya grandes triunfos precursores de otros de más valía con el transcurso del tiempo. Ella no puede aún aventurarse en el campo especulativo sin la obligada compañía de un hombre; ella en el aislamiento, no encuentra ni siquiera respeto fuera de su hogar, pues le asechan por una parte la brutalidad callejera y por ora la murmuración social, cuando no las feroces dentelladas de la calumnia.” (Pág. 68, el resaltado es personal) El cuerpo político no existe en abstracción, sino apoyado en los cuerpos reales que se someten al disciplinamiento de las rutinas y conductas sociales inscritas en clave médica/legal/cívica/cultural. O lo que en términos de Foucault entenderíamos como biopolíticas de poder que maniobran, primero como reproducción y luego pro-

ductividad. Con esto podemos afirmar que el cuerpo nacional, eminentemente social y colectivo, y el cuerpo femenino, individual pero simbólico, se asociación como representación de la marginalidad, hibridación y límite que ha representado la historia de las mujeres en la narración de la nación. El texto de Marietta de Veintemilla se configura como un espacio de resistencias y apropiaciones subjetivas, en el que no sólo se dirime la problemática de la interpelación social de las mujeres, sino la lucha por el poder representacional. La escritura de Marietta al no pertenecer al dominio de una verdad hegemónica, monumentalizada por las narrativas de la burguesía conservadora, se ubica como un refugio de los micros relatos que se sublevan desde el margen de las grandes narrativas sugiriendo la necesidad de un nuevo orden o de un nuevo origen desde donde se piensan y se hacen las cosas. En la construcción de la voz autorial, del “nosotros”, reproducida por el mito de la nación que pretende contenerlo y representarlo todo según su figura de hermandad viril, se construye no solo una imagen de autoría textual sino de autoridad ideológica y de autorización discursiva como nos lo recuerda Julio Ramos. Además, la nación, pensada como ese cuerpo político masculinizado, se fundamenta en la exclusión del otro, afirmando lo que Mabel Moraña señalaba, en el sentido de que: “La patria no es mujer y el proyecto nacional es sólida y esencialmente masculino”. En esta dialéctica de disputa representacional que se genera frente a la constitución de un cuerpo real femenino individual, en oposición a la de un cuerpo abstracto nacional masculino colectivo, se evidencian ciertos agotamientos y fisuras sobre los estudios literarios que abordan la cuestión de género, pues estos no deberían tender al reforzamiento de las nociones de feminidad o masculinidad construidas en oposición al otro, ni siquiera deben tender a su flexibilización relativa, con miras a adaptarlas a las necesidades de los nuevos tiempos, sino mas bien encaminarse a la superación de sus limitaciones restrictivas y esencializantes.

BIBLIOGRAFÍA: • Amorós Celia, Tiempo de Feminismo: Sobre feminismo, proyecto ilustrado y postmodernidad, Cátedra, Madrid, 2008. • Astudillo Alexandra, La emergencia del sujeto femenino en la escritura de cuatro ecuatorianas de los siglos XVIII Y XIX, Tesis Doctoral, UASB, Quito, 2010. • Butler Judith, El género en disputa: El feminismo y la subversión de la identidad, Paidós, Madrid, 2010Sommer • Doris, Ficciones Fundacionales, Fondo de Cultura Económica, Bogotá, 2004. • Moraña Mabel, Narrativas protonacionales: el discurso de los libertadores en Políticas de la escritura en América Latina. De la Colonialidad a la modernidad, Ediciones eXcultura, Caracas, 1997. • Moraña Mabel, Postcriptum:Pensar el cuerpo, politizar el género en El salto de Minerva: Intelectuales, género y Estado en América Latina, Iberoamericana, Vervuert, Madrid, 2005. • Ochoa Nancy, Marietta de Veintemilla: Pensamiento Fundamental, Editorial Ecuador, Quito, 2007. • Ramos Julio, Paradojas de la letra, Ediciones eXcultura, Venezuela, 1996. • Ramos Julio, Genealogías de la moral latinoamericanista: el cuerpo y la deuda de Flora Tristán en Nuevas Perspectivas desde/sobre América Latina: El desafío de los estudios culturales, Editorial Cuarto Propio, Chile, 2000. • Veintemilla Marietta, Madam Roland en Orígenes del Feminismo en el Ecuador: Antología, Conamu- Municipio de Quito Flacso-Unifem-, Quito, 2006.


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¿BUEN VIVIR

O ESTRATEGIA? Arte y participación en foco

→Una

exploración que revela el potencial transformador de las prácticas artísticas y participativas

CAROLINA WAJNERMAN (*)

(*) Lic. en Psicología (UBA) Becaria de Investigación del Posgrado de Especialización en Arte Terapia (IUNA) Maestranda en Políticas Públicas para el Desarrollo con Inclusión Social (Flacso)


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uenos Aires. Oct. 2012.- Los procesos de creación artística colectiva, así como los procesos de participación, son generalmente concebidos como medios o herramientas para la transformación social, a la vez que también constituyen fines en sí mismos. El arte puede promover y facilitar procesos participativos y la participación es una dimensión relevante de las prácticas artísticas transformadoras. Es por ello que se caracteriza la relación entre ambos conceptos como estratégica y propia del Buen Vivir. Arte y participación se conjugan en diversos proyectos para la transformación social, tal como lo comprobamos en las expresiones de teatro comunitario, las murgas, danza comunitaria, teatro del oprimido, psicodrama comunitario, teatro espontáneo comunitario, muralismo comunitario, arte terapia, orquestas infanto-juveniles, entre tantos otros. En todas estas experiencias encontramos al arte y a los procesos participativos en mutua influencia y potenciación, según se desprende de sistematizaciones e investigaciones de dichos proyectos. El presente trabajo invita a leer la relación entre arte y participación como estratégica, entendiendo que dicha relación se sustenta, por una parte, en un medio para alcanzar un fin u objetivos, y por otra, que ese “medio” responde a dichos objetivos. Asimismo, dicha metodología es sistemática, pues responde a una estructuración que se supone la mejor posible para una situación determinada. Pero la relación entre el arte y la participación no es solamente estratégica. La propuesta del arte como fin en sí mismo y no solamente como “herramienta para la transformación” es apoyada por varios grupos y redes del campo del arte y la transformación social como la ALACP (Articulación Latinoamericana Cultura y Política), la Red Latinoamericana de Arte para la Transformación Social, entre otros. El arte como fin en sí mismo, así como la participación como un valor, permiten vincular a ambos con una concepción que tiene su origen en los pueblos originarios de nuestro conti-

nente: el Buen Vivir, o Sumak Kawsay. El Buen Vivir incluye la dimensión de bienestar que promueven las acciones artísticas, así como la concepción de las personas en tanto activas en la generación y sostenimiento de dicho bienestar en el quehacer colectivo. Asimismo, la concepción del Buen Vivir conjuga un sentido profundamente político con las raíces culturales de nuestra América. Se trata de un tipo específico de bienestar, que surge de asumir lo propio y poder partir principalmente de allí, para volcar dicha importancia en las acciones. El buen vivir se contrapone al “vivir mejor” de un progreso sin límites basado en el con-

El Sumak Kawsay asume la pluriculturalidad de América como parte de su riqueza. Desde ya que la concepción del Buen Vivir en relación con la participación y el arte no pretende excluir la dimensión de conflicto inherente a ambos, dado que el hecho de que las utopías puedan estar en el plano de lo posible (o bien que lo imposible solo sea una forma de llamar a lo que tarda un poco más) no implica negar los problemas y conflictivas que subyacen al campo de lo popular. A pesar de lo dicho, la teoría que da cuenta de la relación entre los procesos de creación artística colectiva y los procesos participativos, aún re-

“Las prácticas artísticas colectivas pueden pensarse como una modalidad expresiva específica en procesos participativos” sumo y la competencia, para sostener la construcción colectiva y la recuperación de una ética de convivencia armoniosa entre pueblos diversos. Para alcanzar efectivamente dicha convivencia, la ética del Sumak Kawsay propone partir de reciprocidad, complementariedad, solidaridad y un sentido profundo de unión con la naturaleza. Un estar colectivo y participativo, con un espacio para los rituales en comunidad.

sulta insuficiente si se la confronta con las experiencias que se basan en ella. Construcción de indicadores y dimensiones: los procesos ¿Qué miramos y cómo miramos las prácticas? ¿En qué medida se cumplen los objetivos planteados en los proyectos artísticos y participativos? Si bien la proliferación de prácticas artísticas que intentan promover bienestar en

la población da cuenta de que el arte se relaciona con la transformación social, la pregunta acerca de la medida en la cual el arte efectivamente tiene un impacto sobre la realidad resulta tan interesante como compleja. Mario Roitter, en su escrito “Prácticas intelectuales académicas y extra-académicas sobre arte transformador: Algunas certezas y ciertos dilemas” explica, respecto al estado del arte sobre el tema, que existe poco consenso acerca del impacto del arte en cuestiones sociales, y que resulta altamente complejo producir indicadores en este sentido. Sin embargo, Roitter avanza en una propuesta de algunos indicadores y dimensiones para el arte transformador. Como indicadores sobre un arte transformador, determina cuatro niveles: el individual, el organizacional, el de grupos específicos y el de comunidad. A su vez, plantea sistemáticamente los efectos posibles y los aplica a casos específicos. A la demanda de Mario Roitter para enriquecer su propia propuesta atendemos con la necesidad de complejizarla en cuanto a los niveles de incidencia determinándolos así: individual, grupal/familiar, organizacional/institucional, local/comunitario, nacional y regional. Esta forma de concebir los niveles permitiría no solo la posibilidad de especificar sobre cada uno, sino también incluir y ponderar los alcances que tienen actualmente las redes y colectivos de arte transformador que inciden en un nivel nacional y regional. Dos ejemplos de ello en Argentina lo constituyen el colectivo Pueblo Hace Cultura en Argentina, conformado para desarrollar un proyecto de Ley sobre Cultura Comunitaria a nivel nacional, o el entramado que conforma la Plataforma Puente Cultura Viva Comunitaria, a nivel regional en América Latina. El propósito es dar cuenta de nuevas dimensiones para concebir la participación, que puedan incluirse en sus aspectos más tangibles, así como en aquellos más intangibles, como propone Roitter. El concepto de participación tiene múltiples definiciones y también campos o acotaciones específicas (participación co-


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temACentral munitaria, participación ciudadana, etc.). Aquí no nos centraremos en alguno de ellos en particular, pues en su relación con el terreno de las prácticas artísticas se presentan y es posible reconocer distintas acepciones y aplicaciones del término. La participación suele hacer referencia a procesos colectivos que promueven la capacidad de las personas para influir en el mejoramiento de su calidad de vida, de modo tal que las personas son activas y, por ende, son, tienen y/o toman parte en dichos procesos. Sin embargo, en la práctica se ha nominado como participación a prácticas muy diversas. Es por ello que han surgido conceptos como participación ampliada y restringida, desarrollos sobre niveles de participación o formas de participación diferenciadas. Cardarelli y Rosenfeld trabajan específicamente el concepto de participación para analizar sus alcances y limitaciones en contextos de pobreza, en su libro “Las participaciones de la pobreza. Programas y proyectos sociales”. Dichas autoras proponen que es preciso exceder los modelos tradicionales que evalúan la participación en función de la cantidad de participantes, grados, situaciones grupales limitadas y fuera de contextos histórico-politicos. La propuesta de las autoras es entonces tener en cuenta que las orientaciones conceptuales de la participación son opciones teóricas o ideológicas, que encuadran el sentido de las intervenciones. Es por ello que proponen que, con el fin de acompañar y fortalecer proyectos participativos, debe contemplarse, entre otros, las relaciones creativas y democráticas, el despliegue de la creatividad y la libertad, y la permanente consideración de las lógicas de acción de los diferentes grupos de población en función de su marco cultural y social. Nótese que, si bien las autoras no trabajan específicamente sobre la producción artística o la cultura comunitaria, la creatividad y la cultura aparecen estrechamente vinculadas con la participación. Evaluación de la participación Como dijimos más arriba, las autoras proponen exceder los

modelos tradicionales que evalúan la participación. Para ello, presentan las siguientes dimensiones para evaluar los alcances de la participación: una modalidad expresiva de la población-objetivo; una institucionalización de la participación; amplitud y escala del impacto participativo; inclusividad de actores relevantes al proyecto; variedad de disciplinas presentes y definición de la población-objetivo. Modalidad expresiva de la población-objetivo Las autoras explican que en distintas modalidades expresivas se privilegia un tipo de recurso y de capacidades personales y grupales. Cada modalidad expresiva influye en la constitución de las personas como sujetos y actores sociales. Las prácticas artísticas colectivas pueden pensarse como una modalidad expresiva específica en procesos participativos. El arte permite elaborar y reelaborar nuevas visiones del mundo, profundizando en la propia situación y ensayar alternativas. A la hora de trabajar en este sentido, es

preciso profundizar en lo participativo de la acción artística, dado que lo artístico no constituye o garantiza de por sí la participación. La opinión y consulta, como modalidades expresivas de la participación, por ejemplo, pueden conjugarse con lo artístico para compartir con otros actores dichas opiniones o visiones, y facilitar así su alcance. Las manifestaciones artísticas en el espacio público, por ejemplo, no solamente logran captar la atención de transeúntes, medios de comunicación y/o participantes del evento, sino también logra condensar sentidos para que el contenido de lo que se intenta transmitir aumente el impacto a través de la función estética, abriendo nuevos canales. La función estética en conjunto con la función política de dichas prácticas refuerza, en muchos casos, la dimensión artística de las mismas. Institucionalización de la participación Esta dimensión da cuenta del grado de formalización y presencia social que adquieren las formas asociativas que cons-

“En los proyectos que promueven la participación, hay ejemplos de institucionalización de la participación en grupos artísticos”

truyen los grupos de población en el marco de proyectos sociales. La alta institucionalización se alcanza, según las autoras, cuando se constituyen organizaciones con visibilidad en la comunidad en distintos niveles: local, nacional, etc. En los proyectos artísticos que promueven la participación, pueden encontrarse ejemplos de institucionalización de la participación en grupos artísticos. El arte puede favorecer y fortalecer la continuidad de los proyectos, por lo que también está en función de la institucionalización de los proyectos. Un ejemplo de ello es la “mística” en el MST (Movimiento de los Trabajadores sin Tierra) en Brasil, que es un área importante del trabajo cotidiano que fortalece las acciones a través de la estética, de modo que las producciones artísticas toman un lugar predominante de la organización. Amplitud y escala del impacto participativo Hace referencia a la cobertura del proceso, en la incidencia del proyecto en ámbitos más ampliados. Aquí podemos incluir los niveles de arte transformador desarrollados más arriba. En la conformación del colectivo Pueblo Hace Cultura citado anteriormente, por ejemplo, se generaron instancias de participación sobre la base de una acción concreta: la elaboración de un proyecto de ley. La organización desarrolló instancias de participación locales, nacionales y regionales para debatir la formulación del proyecto de ley que luego se presentaría en el Congreso Nacional, evento que se realizó con una gran y diversa manifestación artística de las organizaciones integrantes del colectivo en Plaza Congreso. Inclusividad de actores relevantes al proyecto Es el grado en el cual diversos actores pertinentes al proyecto son convocados a participar directa o indirectamente en espacios de articulación que este genera. El eje va de alta a baja inclusividad. En la alta inclusividad, se logra comprometer a quienes están más directamente involucrados con ellos y a aquellos actores menos directamente involucrados cuya inclusión podría fortalecer el proyecto. En los proyectos artísticos


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“El Buen Vivir en lo referido a arte y participación pareciera estar en primavera y en invierno al mismo tiempo en nuestro continente” participativos vemos cómo la expresión artística favorece la inclusividad de actores. Por ejemplo, en las murgas rioplatenses, es fundamental y característica la participación de personas de todas las edades, y en la organización de las tareas a realizar suelen participar las familias de los y las participantes. Así también sucede en la mayoría de los grupos de teatro comunitario, donde la transgeneracionalidad y la elaboración de obras con gran cantidad de actores forma parte de la estética de los mismos. De todos modos, la alta inclusividad es siempre un desafío. Es allí cuando suele ser de gran importancia la contribución del trabajo en distintos tipos de redes, entre otras estrategias. Variedad de disciplinas presentes Aquí las autoras se refieren a los aportes de distintos saberes disciplinarios y profesionales como dimensión a evaluar. Los proponen en una convergencia y no como una mera suma de títulos, por lo que podría inferirse que hacen referencia a equipos interdisciplinarios. Aquí puede agregarse también a los saberes de la población, dado que si bien las autoras no lo mencionan, es importante tener en cuenta que las experiencias y saberes de la población suelen estar poco validados por no estar estructurados en disciplinas. Sin embargo, en los proyectos participativos, los conocimientos populares son de fundamental importancia y no se incluyen cuando se habla de interdisciplina. Es por ello que algunos prefieren la concepción de “transdisciplina”, para hacer

referencia a los saberes y conocimientos más allá de los provenientes del campo disciplinar. Aplicando esta dimensión a los proyectos artísticos, podríamos pensar en la posibilidad de confluencia de múltiples disciplinas artísticas, y también se podría tener en cuenta en qué medida se articula el proyecto con otras disciplinas no artísticas. Esto promueve y profundiza los procesos de transformación social y permite profundizar a nivel artístico. Definición de la población-objetivo Las autoras hacen referencia en este punto a la forma en la que se define a la población para la que se conforman los proyectos. Esto da cuenta de la concepción que se tiene del otro, y por ello marca el lugar y el papel adjudicado a la población en el proceso participativo. Las autoras parten del supuesto de que “las percepciones sociales de quienes detentan mayor poder dejarán su impronta en los modelos formales e informales de interacción”. Por ejemplo, en muchos proyectos se habla de usuarios o beneficiarios en lugar de sujetos de derechos o protagonistas de las acciones. En proyectos artísticos para

la transformación social, encontramos definiciones diversas sobre rol de las personas que crean. Así es como se ha podido ver a la palabra artistas entre comillas, y en el otro polo, la reivindicación de las personas como artistas, aunque se encuentren en situaciones de vulnerabilidad o de riesgo social. La propuesta de incluir esta dimensión para evaluar la participación se trata de un plano sutil, y no solo lo encontramos en la definición, sino también en el modo de construir los vínculos, ya que el lugar que se da a las personas en los proyectos se construye en cada paso del proyecto. Por ejemplo, en proyectos artísticos para la transformación social podría considerarse en qué casos las personas que se forman en una rama artística tienen luego la posibilidad de enseñarla a otros/as. Siguiendo este criterio, también podríamos dar cuenta de la participación según otras variables, como por ejemplo la forma en la cual se distribuye el dinero, los roles establecidos para distintas acciones, entre otros. A modo de conclusión El Buen Vivir en lo referido a arte y participación pareciera estar en primavera y en in-

vierno al mismo tiempo en nuestro continente. Son muchas las oportunidades para que florezcan proyectos artísticos que promueven la participación y cada vez hay más procesos participativos incluyendo el arte; a la vez, hay aún mucho potencial popular todavía hibernando hasta que lleguen climas mejores. La estrategia que une medios y fines precisa en principio reconocer posibles uniones entre ámbitos supuestamente separados. Así sucede con el arte y la participación en los proyectos sociales, y con ambos entre sí. Podría llegar una gran primavera si abriéramos los sentidos para recibirla, pues hay florecimientos que dependen de nosotros. El presente texto es un intento, entre muchos otros, para dar cuenta de la semilla, el tallo y la flor que encarnan los proyectos que conjugan arte y participación para la transformación social. La evidencia empírica y científica será bastante o insuficiente, dependiendo de la medida en la cual estemos preparados para asumir el rol que tiene nuestro accionar cotidiano en la posibilidad de incluir nuevos caminos o, mejor dicho, caminos de antes que quizás, hasta ahora, habíamos olvidado.

BIBLIOGRAFÍA Cardarelli, Graciela y Rosenfeld, Mónica. Las participaciones de la pobreza. Programas y proyectos sociales. Paidos, Buenos Aires. (2005). Colombres, Adolfo. Teoría transcultural del arte: hacia un pensamiento visual independiente. Del Sol, Buenos Aires. 2005. Roitter, Mario. Prácticas intelectuales académicas y extra-académicas sobre arte transformador: Algunas certezas y ciertos dilemas. En: Working Sessions: Focus on Art for Social Transformation. Art is a Right. A catalyst for Political, Economic, Social and Environmental Development. Within the framework of Project “Mind an Jump the Gaps” for the equalitarian intercultural dialogue Latin America-Europe. Dresden, Germany. European Center for the Arts Hellerau. (2009)

El Buen Vivir no es solo una resistencia →Una

reflexión sobre el rol mediático y social en la “revolución de las costumbres”. La reflexión de una propuesta cultural para potenciar el paradigma andino también requiere políticas culturales concretas ORLANDO PÉREZ

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oy no hay discusión que no toque, aunque sea de refilón, el rol de la cultura en el paradigma del Buen Vivir. Álvaro García Linera lo debate recurrentemente en Bolivia, desde su condición de intelectual, político de izquierda y vicepresidente de la República. Y en varias ocasiones ha señalado que no hay cómo desligar lo uno de lo otro. Es decir, la gestión cultural, un proyecto de cambio cultural es intrínseco al Buen Vivir. Es más, el mismo concepto plantea una transformación desde la cultura y/o las artes, además, sin distinción. Y a eso se podría añadir una duda: ¿el Buen Vivir es un paradigma global que en la cultura solo tiene unos argumentos artísticos o en sí mismo encierra una transformación de sentidos, convivencias y de todas las subjetividades posibles en una sociedad diversa, plural, intercultural y plurinacional? Evidentemente que sí: esa transformación pasa por entender que los valores de la modernidad y del capitalismo más salvaje construyeron un modo de vida donde el dinero, el éxito y el “desarrollo” son los objetivos vitales de todo ser humano. Ya no caben otros que desnuden a ellos en su esencia: el mercado. Por eso, toda actividad cultural (como lo destacó un diario privado capitalino) tiene sentido cuando obtiene éxito económico, cuando las taquillas de los cines rompen récords o la lista de los libros más vendidos fija el valor li-

terario de una obra narrativa (claro: la poesía no cabe ahí porque no vende ni genera ganancias de ningún tipo). Y en ello los medios masivos de comunicación han contribuido con contundencia. “Inconscientemente” generan valores, debates, reflexiones y hasta postulados trascendentes alrededor de lo que en su dimensión mercantil funciona: la compra y venta, el dinero y el capital, la mercancía y el negocio. Hay excepciones, que son como un grano de arena. La misma criticidad que reclaman al resto en su interior es una amenaza y solo ecualizan con lo que armoniza con esas variables monetarias y mercantiles. De todos modos, el Buen Vivir no se desarrolla por un marco jurídico, y mucho menos por la imposición de ciertas normas. Sí contribuye una clara determinación y acción de políticas

como ideas raras, extrañas o ajenas. De ahí que cuando se habla de participación en la cultura habría que indagar si ella conlleva solo un conjunto de políticas públicas o si estas, articuladas a otros procesos políticos trascendentes, pueden abrir y desatar inclusiones potentes en la definición de las mismas por parte de las autoridades e instituciones. ¿Ese Buen Vivir tiene que revolucionar las costumbres? ¿En aquello que debemos creer ciegamente y lo hacemos sin más reflexión que la provocada por la pérdida o ganancia de dinero? ¿Hasta dónde la revolución tecnológica también puede provocar una que sacuda esas costumbres, implemente mecanismos para promover otras más arraigadas a la necesidad y memorias de la gente en todas sus vivencias? La participación popular o

“El Buen Vivir es una ofensiva antihegemónica propositiva, creativa, diversa y transformadora de las condiciones de este lado del mundo” públicas. En eso hay un factor desestabilizador para el mercado y sus mercachifles. Y ese factor es que la “medición” de ciertas obras, producciones y hasta realizaciones artísticas no conlleva para nada un costo, sino una reflexión, una movilización del espíritu y de unos saberes de toda la sociedad. Pasan inadvertidas estas discusiones y planteos precisamente porque no encuentran eco en los escenarios más amplios y mucho menos en los mediáticos. Suenan, incluso,

ciudadana en la gestión cultural pasa necesariamente por una ruptura con el sistema que la sostiene como sinónimo de trámite o tarea burocrática. Ello conlleva -además- entender y aceptar que se requiere cambiar el sistema y no solo administrarlo para que sea menos malo o algo más humano. En el horizonte cultural advertimos una saturación del espectáculo y de la proliferación de ídolos que solo podemos aceptar como tales por el bombardeo mediático y no preci-

samente por la asimilación social de sus “valores”. Como ya lo dijo Marx en su momento (la mercancía es una entidad misteriosa llena de caprichos teológicos), ese espectáculo no se desprende de su esencia mercantilista y por eso se expresa como un unificador de identidades en el cual la participación popular es solo a nivel de espectadora. Por más esfuerzos que se hagan desde y con las políticas públicas el reto es que la gente misma revolucione la costumbre de aceptar el espectáculo en calidad de espectadora. Y eso pasa por profundizar las mismas políticas, la calidad de la educación, la confrontación crítica de la agenda mercantil mediática y, sobre todo, la discusión pública de esos temas sin que se consideren ajenos a la cotidianidad de los ciudadanos. En nuestras culturas andinas, obvio, no hay cómo dejar de lado el sentido del festejo, los ritos y hasta las expresiones más intelectuales y artísticas sin considerar el grado de resistencia y de colonización vivido por cada comunidad, etnia o pueblo. Difícilmente van a pasar a ser un motivo de reflexión y de aporte a la “cultura universal” (salvo que sea en el grado utilitario de un Delfín Quishpe) o de un exotismo interesado del mercado. Por supuesto que de por medio está también el peso de la modernidad y de lo occidental en todas sus expresiones para copar y hasta taponar cualquier manifestación andina con sus identidades intrínsecas. No solo se trata ya de resistir, porque eso implica estar pendiente de la amenaza externa o extraña. En estas condiciones, el Buen Vivir también es una ofensiva antihegemónica intensa, propositiva, creativa, diversa y muy transformadora de las condiciones en las que se abre campo para mostrarse como el paradigma de este lado del mundo. Por lo menos, la discusión ha empezado y hay materia prima para resignificar lo que por ahora entendemos como Buen Vivir desde el conflicto democrático. Corresponde ampliar el campo de la discusión, incorporar otras materias y temas para la reflexión, pero no dejar de imaginar que va más allá de un diálogo académico y político, sino de un reconocimiento de que, siendo parte de la transformación política, le falta una revolución social y cultural.


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BANVILLE: “El trabajo del artista es conseguir que el mundo se sonroje” CARMEN SIGÜENZA

adrid (EFE).- El irlandés John Banville es un eterno candidato al Nobel, aunque ya posee los galardones más importantes, pero sobre todo está considerado uno de los mejores autores en lengua inglesa. Ahora publica “Antigua luz”, una novela sobre las trampas de la memoria, con la que quiere que “el mundo se sonroje”. John Banville (Wexford, Irlanda, 1945), que se convierte en Benjamin Black cuando escribe novela negra, otra de sus pasiones y de gran éxito, explicó a EFE que el trabajo del artista consiste en “concentrarse mucho en el objeto con el que se trabaja, hasta que brille, tenga luz y haga, a quien lo aprecie, mucho más vulnerable y se sonroje”. Eso es lo que le pasa precisamente al protagonista de “Antigua luz”, la nueva novela que Banville publica en España y Latinoamérica con Alfaguara, un actor de teatro retirado, que a raíz de un suceso, rememora el tórrido y sexual romance de verano que mantuvo con la madre de su mejor amigo. Una novela sobre lo peligrosa y traicionera que resulta la memoria, escrita por este autor, literariamente bipolar, en una narración bella y erótica, hasta el punto que parece que el autor hace el amor con las palabras, por la intimidad que mantiene con ellas. “Crear ficción es en cierto modo erotismo”, dijo. “Amo el lenguaje y trabajo frase a frase, cuidándolas hasta

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el extremo, el resto se cuida solo; quiero decir que los personajes, la trama, los diálogos van por su propia cuenta. Surgen solos”, argumentó el autor de “El Mar”, premios Booker e Irish Book Award. Un crítico del “Sunday Express” advierte en la contraportada del libro que Banville “demuestra su talento para escribir sobre la verdadera textura del erotismo... Merece vender diez veces más que “Cincuenta sombras de Grey” (la comercial trilogía erótica de éxito millonario). Idea que a Banville le hizo gracia, aunque dijo sonriendo que él no va a vender más. “Pero -advirtió- cuando la gente me pregunta sobre estos fenómenos y que están tan mal escritos, yo les digo que eso debe dar igual, que el caso es que se lea”. “El hecho de poner marcas negras en papel blanco hace que

Edición de “Antigua luz”.

ejercites la imaginación. No hace falta que sean libros buenos, aunque sean mediocres ejercitas tu imaginación. Así es que en este terreno soy optimista porque, además con los móviles y las tabletas la gente lee”, precisó este escritor, compatriota de Joyce y Beckett y heredero literario de Nabokov. Otro de los aspectos de su nueva novela se refiere a la importancia del mundo de los sueños. “Cuando era joven -aclarócreía que escribir era un proceso irracional que no podía controlar, pero a medida que voy creciendo, me doy cuenta de que escribir es como soñar. No sé qué es lo que estoy haciendo y digamos, que en ese sentido, es como soñar”. “Antigua luz” también discurre por una especie de vigilia o duermevela, una suerte de realidades, recuerdos y sueños, que se van entrecruzando por una narración en la que los hombres son más débiles y vulnerables que las mujeres. “Los hombres tienen miedo a las mujeres porque ellas tienen el secreto de la reproducción. Las mujeres tienen poder sobre los hombres porque ellos necesitan la iluminación, el conocimiento, pero son criaturas torpes, que solo pueden pensar en el sexo”, subrayó el escritor. John Banville estuvo en Madrid como tal, no como el pseudónimo de Benjamin Black, a quien el autor considera “un artesano, mientras que cuando firma con su propio nombre se siente un artista”. Autor de títulos de novela negra como “El lémur” o la trilogía protagonizada por Quirke, “El secreto de Christine”, “El otro nombre de Laura” y “En busca de April”, Banville consideró que hoy a la gente le fascina la violencia, que es lo que ve en la pantalla todos los días, “aunque en realidad en la propia vida diaria de cada uno haya muy poca violencia”. “Hoy se ha dramatizado tanto la violencia y se ha sexualizado tanto, que creo que es el gran erotismo de nuestro tiempo. La gente siente que le falta algo y por eso recurre a la violencia de la novela negra, hoy tan exageradamente violenta; pero a mí no me gusta nada de eso. A mí me gusta la novela negra a la antigua, libros realistas, y no crucigramas negros”, manifestó. EFE

De las palabras a los hechos EL SILENCIOSO OFICIO DE LA CORRECCIÓN DE TEXTOS MARÍA DEL PILAR COBO Empiezo con una anécdota. Estuve investigando acerca de la situación de los correctores de textos en Ecuador y llamé a varias editoriales para preguntar si contrataban correctores. Al llamar a una editorial de textos escolares y preguntar si me podían informar sobre los correctores, me hicieron esperar en la línea un largo rato: mi pregunta rodaba por la editorial y nadie podía responderla. Por último, una señorita se ofreció a ayudarme. Le pregunté si la editorial contrataba correctores, pero no me entendió. Resulta que ella era la encargada de compras, es decir, la que sabía cuánto costaban los ‘liquid paper’ y todos sus sucedáneos, pero nadie en la editorial, nadie, tenía idea de que existieran correctores de textos. ¿Tiene usted idea de quiénes son o qué hacen los correctores de textos? Si la tiene, perfecto. Si no, le contaré que son esas silenciosas personas que revisan que los textos lleguen sin errores al lector. Un buen corrector, además de manejar el lenguaje en todos sus niveles, debe conocer sobre temas muy variados, pues tendrá que corregir un libro escolar, una tesis, una noticia o un texto legal, lo que sea. También es paciente y piensa con lógica, pues muchas veces debe desentrañar lo que el escritor quiso decir, eso sí, sin tergiversar el contenido y siempre respetando la esencia de los textos. Por todo lo anterior, se dice que la corrección es un oficio imperceptible, pues si está bien hecho nadie lo va a notar. Esta pequeña columna va por todos los correctores de textos, los buenos por supuesto, los que, al ser el primer filtro entre el autor y el lector, median por una lectura agradable y libre de errores; los que cuidan y respetan el idioma. Y va por los autores, medios y editoriales que están conscientes de la importancia de la corrección de textos y no se conforman con comprar ‘liquid paper’. María del Pilar Cobo (Quito) Profesora de Redacción, lexicógrafa y correctora de textos. Máster en Edición de la U. de Salamanca, Magíster en Lexicografía Hispánica de la Escuela de Lexicografía Hispánica de la RAE, ex becaria de la Academia Ecuatoriana de la Lengua y ha colaborado en varios proyectos lexicográficos. Miembro fundadora de la Asociación de Correctores de Textos de Ecuador (Acorte). Preguntas y sugerencias: pilicobo@gmail.com


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venTAna RECOMENDADOS

Pájaros en la boca, 2010 Samanta Schweblin Novias despechadas, de un hombre que asesina a su mujer, de un embarazo que se revierte, de matar un perro, de Papa Noel, de un hombre que pinta coreanos cuya cabeza es golpeada contra el suelo. Son los principales personajes que tejen las historias de este libro.

La familia del aire, 2011 Miguel Ángel Muñoz Para lo lectores que siguen las pistas de sus autores predilectos este libro recoge a 36 autores jóvenes y clásicos, quienes analizan su trabajo, desvelan sus intereses y exponen, de viva voz, su poética del cuento. Figuran: Vila-Matas, Muñoz Rengel, Mesa , Neuman, entre otros.

Somos el tiempo que nos queda, 2009 José Manuel Caballero Bonald Obra completa del escritor español que transmite la celebración de la vida y la melancolía ante el paso de los años. Los temas que constituyen el trabajo creativo actúan como desencadenante de la poesía, entre romanticismo y surrealismo.

El lugar del cuerpo, 2011 Rodrigo Hasbún El autor boliviano, que recientemente visitó Guayaquil para la Feria Internacional del Libro relata en este texto la vida de Elena, una anciana que recuerda y escribe. La memoria tendrá un papel principal y la recreación de escenas dolorosas como las violaciones que sufrió.

Caos en Guayaquil El escritor manabita Cristhian Valencia, quien reside fuera del país, dialogó con lectores y explicó la génesis de su ópera prima durante la feria TATIANA LANDÍN

na portada enfrenta al público al desconcierto. Fondo negro y solo cuatro letras blancas: Caos. Si uno busca el nombre del autor, la tarea es difícil. Cristhian Valencia (su nombre) aparece en letras casi imperceptibles. A partir de esta observación Livina Santos inició el conversatorio que se realizó en el puerto principal como parte de la Feria Internacional del Libro. “Hay un intento de anonimato aparente en la novela”, dijo Santos. Y para el autor ma-

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nabita este es un efecto premeditado. “Es un tema de ego. A veces el ego supera las posibilidades del escritor o el interés que pueda generar la historia que se cuenta”. Valencia, con varios gestos de amabilidad y palabras de agradecimiento, destacó que la obra es un mérito compartido; un esfuerzo de varias personas. A medida que avanzaba la dinámica de intercambio de ideas, el público, que en su mayoría era femenino, también se integró, mostrando

insistentemente predilección por uno de los personajes: Magda. Intertextualidad Al explorar la obra, el lector encuentra una propuesta de lectura en cuatro bloques. Inmediatamente las conexiones con otras ficciones emergen: se piensa en Rayuela de Cortázar, en Lolita de Nabokov (existe un personaje en el primer capítulo que tiene relaciones sexuales con menores de 15 años); el anonimato detrás de las redes

sociales y las identidades ficticias remiten a Acoso Textual, de Raúl Vallejo. Tal vez una de las revelaciones que incomoden a la audiencia literaria es conocer que Caos tiene una relación con El arte de la guerra, de Sun Tzu. “El aleteo de las alas de una mariposa puede provocar un tsunami al otro lado del mundo”. Frase que explica la noción de sensibilidad a las condiciones iniciales, dentro del marco de la teoría del caos, que conforma la génesis de esta obra. Síntoma contemporáneo Una de las críticas que recibió Caos tiene que ver con la intención del autor por mostrar, a través del estilo narrativo, las características de una sociedad en constante conflicto por el imperioso manejo de la información. La multiplicidad de los canales comunicacionales, la saturación de vías de interrelación humana y el consecuente efecto de la asfixia, que a pesar de que fueron justificados por Valencia como algo voluntario, comprenden un conjunto que plantea el riesgo de que la relación del lector-participante de este experimento literario pierda la pista de la historia.


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Viejos maduros se junta Aún no es el inicio de un reencuentro oficial de Promesas Temporales, pero los conciertos dados ayer y el viernes por Hugo Idrovo y Viejo Napo son un segundo giro TEXTO: WALTER FRANCO FOTOS:CORTESÍA

istancias geográficas que los hayan separado o de tiempo de no haberse visto no son nada para Hugo Idrovo y Héctor “Viejo Napo” Napolitano ya que, en sus 40 años de amistad, sus encuentros siempre están matizados por grandes momentos musicales de, no exclusivamente, improvisación. Fue Idrovo, quien dejó un cargo burocrático para retornar a su verdadero oficio que es la música, quien recibió la propuesta de un reconocido empresario cuencano, cuando hace 2 meses ofrecía un concierto en la Atenas del Ecuador, de reunirse en escena con Napolitano para tocar los recientes viernes y sábado, a las 10:00, en La Parola, junto al río, en la calle Larga. Antes de eso Idrovo continuaba su vida en Galápagos y Napolitano la suya en Guayaquil, pero coincidieron al son de unas guitarras en un evento en Guayaquil, luego en Quito para grabar un tema sobre la concienciación nacional en la campaña “Párale el carro” del Ministerio de Transporte, lo que los motivaba aún más a reunirse en el escenario cuencano, ya que luego de esos fugaces trabajos cada uno seguía los derroteros de solista que ya tienen hace rato, sin saber si tocarán 10 años más o una semana adicional solamente. Idrovo no ocultaba su alegría de saber que ya para el 24 de

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En escena dicen los que quieren, aunque no deban, y no les importa.

octubre estaban todas las entradas vendidas para los dos recitales Los maduros en concierto Solo hits, solo shots!, planificado a fines de septiembre y promocionados a inicios de octubre. Ahí estuvieron la canción que hicieron en conjunto “Gringa Loca” número uno en Bolivia, favorita del público en el Festival Internacional de Sucre, en Potosí, en Chile; Idrovo con “Venenoso Batracio”, “Extrema unción”, “Todos los cholos” y Napo con “Camino a Puerto Ayora”, “Bolón de verde”, “Cangrejo Criminal”, canciones de muchísima connotación popular, sobre todo guayaquileña, según Idrovo. El cantautor recuerda que ellos y el bajista Álex Alvear, fueron el puntal creativo, del grupo Promesas Temporales

que vivió de 1983 a 1986 y quedó trunco cuando Alvear se vio obligado a migrar a EE.UU. tras una ridícula acusación de subversivo de parte del gobierno de Febres Cordero. Para Idrovo esos fueron 3 intensos años de fusionar la

En 1987 grabaron el LP Arcabuz.

música tradicional de la Costa y la Sierra con ritmos extranjeros, pero universales como el rock, rythm and blues y pop con música caribeña, cubana, y con el mapalé, el amorfino, al andarele, el bolero son y, por supuesto, los tradicionales andinos, pasillo, albazos. Para Napolitano es un gusto que su compadre lo llamará para juntarse ahora que le picó de nuevo el bichito de la música, ya qu no los une solo el arte y lo profesional, sino una amistad muy profunda, y debido a la nostalgia de Álex Alvear que está por reestablecerse en Ecuador en noviembre, tal vez reunir en el escenario a todo Promesas Temporales, trayendo de EE.UU. al violinista Danny Cobo. Para Viejo Napo desde esa época de juventud, Idrovo es un gran letrista con al menos unas 500 composiciones propias, mientras que él tiene unas 300, 170 grabadas y tan solo unas 10 conocen las personas, por lo que los conciertos de viernes y sábado fueron para darle una revisión a tantos temas en donde se nota que puede haber una evolución musical basados en variaciones de sus propios temas, considerando que Idrovo tiene canciones magistrales. El cantautor, aplaudido por su “Guajira a Guayaquil”, dice que ya no están para sentarse a hacer talleres, lo que ya vivieron por 10 años de los que han quedado tantas canciones huérfanas que para nada quieren abandonar. No son el Serrat y Sabina de Ecuador, sino los maduros, a quienes les falta su queso, el bajista Alvear, a quien siempre lo apodaron así, incluso él mismo, por ser tan blanco. Si se viene la reunión de Promesas temporales, el tiempo lo dirá ya que hay que traer al violinista Cobo y esperar a que Alvear se reestablezca en Quito. Napolitano seguirá en Guayaquil, Idrovo en Galápagos y los hijos músicos de ellos y de Alvear podrían sumarse a la gran familia musical que, para Napolitano, espera reunirse para algún momento de 2013.


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venTAna RECOMENDADOS Mais Uma Página 2011, Maria Gadú La música de esta cantante y compositora joven brasileña se ha convertido en un referente de la música contemporánea. Incluye los temas: (“Like a rose” y “Long long time”) y la versión de “Oraçâo do tempo” (de Caetano Veloso). Anchored 2011 Jon DeRosa Una amalgama de estilos han conformado los proyectos del artista neoyorquino. Un sonido folk gótico y minimalista de Dead Leaves Rising, el rock country de Pale Horse and Rider y el pop rock casi ambiental de Aarktica son comparables a su tendencia musical. Throw down your heart 2009 Béla Fleck Es uno de los grandes intérpretes del banjo y el más importante de la escena jazzística, para tocar diversos estilos. No es frecuente escuchar conjuntos de jazz contemporáneos que incluyan al banjo como instrumento musical. Lorquiana 1998 Ana Belén Este disco es un tributo al poeta Federico García Lorca. Recopila algunos de los sonetos y poemas del autor español, entre los que se destacan Romance de la pena negra, Herido de amor, Pequeño vals vienés interpretados en la voz de la cantante madrileña. Slow motion 2002 Supertramp La banda de rock británica fundada en 1969 se destacó en los escenarios musicales en las siguientes décadas. Este uno de los últimos trabajos de la agrupación británica. Slow Motion, Little By Little y Broken Hearted son parte de los temas que conforman este disco.

Ismael Serrano pide recuperar protagonismo para salir de la crisis México (EFE).- El cantautor madrileño Ismael Serrano pidió, el pasado martes, a los españoles que dejen de lado “el lamento” y “la resignación” y que recuperen “el protagonismo que les corresponde” para poder salir de la crisis. “El cambio que todos esperamos y anhelamos empieza y termina en uno”, dijo en rueda de prensa Serrano, quien visitó México para presentar su octavo disco de estudio titulado “Todo empieza y todo acaba en ti”, en el que invita a la reflexión. El artista criticó que los políticos, a los que responsabilizó de la crisis española, “hablan de dicha problemática como si se tratase de un desastre provocado

por un fenómeno de la naturaleza, como un tsunami”, además, “se carga la culpa (...) a una ciudadanía que nada tiene que ver con la crisis”. Por ello, consideró una obligación personal animar a la población española a que “recupere su capacidad para cambiar las cosas”. “En tiempos difíciles la música invita a la reflexión y al diálogo y ayuda a establecer vínculos que nos hacen entender que no estamos solos”, y a influir “en la realidad, en lo sentimental y lo productivo también”, añadió el músico. Admitió que muchos artistas se han visto afectados por el aumento de los impuestos en las entradas de

los espectáculos y han tenido que buscar alternativas fuera de España. Sobre su más reciente material discográfico, que ya se ubicó como número uno en ventas en el iTunes de Chile, Argentina y España, reconoció que en este confluye la influencia de los músicos Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina o Silvio Rodríguez y hasta anglosajones, como Damien Rice. “Yo tampoco he renegado mis influencias”, aseguró al agradecer a otros cantautores que lo formaron. Aun cuando el disco está marcado en gran medida por la madurez y la experiencia adquirida a lo largo de su carrera, todavía se siente “un amateur”. EFE


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Burton regresa al origen →Aunque

algunos piensen que la última de las películas de animación de Tim Burton es su decadencia por ser de Disney, en realidad no es tal WALTER FRANCO

ran semana, después de ver a Liam Neeson como el más despiadado ex agente de la CIA que haya en la pantalla grande, es un alivio descansar con una animación. Nada mejor que una hecha con stop motion y por el reconocido cineasta norteamericano Tim Burton, que ya en 1984 había producido como un corto, de algo más de 30 minutos, la historia que ahora trae a los cines comerciales, “Frankenweenie”, en proyección 3D, y bajo el amparo del monstruo del entretenimiento familiar, Disney. La empresa ya nos ha sorprendido antes ya que en parte es responsable de las buenas épocas de Miramax, es dueña de la cadena de televisión ABC y Buena Vista International, una de las más sólidas distribuidoras de filmes y programación televisiva, es su subsidiaria. Asimismo, si el gran amigo de Tim Burton, Johnny Depp, fue capaz de crear al pirata Jack Sparrow , en una serie de cuatro películas distribuida por Buena Vista Pictures, ya antes, el responsable de “Batman” y “Batman Returns” había creado en su poesía y dibujos a Jack Skellington y su extraño mundo. ¿Por qué es relevante esto? Porque, la película de Skellington la produce Burton y es propiedad de Disney, también propietaria de una de las actuales tecnologías 3D, por lo que se retransmite incesantemente en Halloween y Navidad por Disney Channel y su hermano adoles-

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El “Frankenweenie” de ahora no es tan oscuro como el original, estrenado para relanzar en salas “Pinocho”.

cente Disney XD. Skellington es además un ídolo vinculado a la juvenil cultura emo... Volviendo a “Frankenweenie”, la película actual es divertida, suficientemente sombría como para ser considerada parte de la obra de Burton -tal como pasó con su versión de “Alicia en el país de las maravillas”-, bien narrada en historia y visuales, un logro técnico en la animación y musicalizada y sonorizada a cabalidad a corte a la estética gótica -pensando en ella como la entienden los jóvenes-, que posiblemente el mismo Burton ayudó a fundar. Es sobre un niño que revive a su perro con el fin de no perder a su ser amado, con el mítico grito de “¡Esta vivo!” y toda la charada de Frakenstein. Hay dos particularidades sin embargo: en 1984, un joven y personal cineasta salido de Disney comenzaba a hacerse un nombre en la industria del entretenimiento por su particular visión del mundo, un desgarbado personaje apasionado por los monstruos, por Vincent Price y por las ilustraciones más estrafalarias, Tim Burton, con “Frankenweenie”, Hollywood le abrió las puertas

“En algunos aspectos, es una proyección más personal y supone el regreso a mis orígenes...”

para “La gran aventura de Pee-wee” (1985) y Disney lo despedía. Algo más peculiar, la última película sonada de Burton fue “Alicia en el país de las maravillas” para Disney -la de la chica flaca, pálida y ojerosa y Depp, el gran amigo del director, como el sombrero loco-, ya que “Sombras tenebrosas” fue un mero experimento de adaptación de la TV al cine en la particular estética del cineasta y su gallada. Antes, en animación, y con la misma técnica del stop-motion, Burton dirigió “La novia cadáver” que no alcanzó a desbancar en popularidad a Jack Skellington. Sin embargo, el protagonista de “La novia cadáver”, el de la actual “Frankenweenie” y un niño que recibe un mal regalo de Skellington que cree puede reemplazar a “Santa Atroz” son similares en apariencia y gestualidad, considerando que el primero tuvo la voz de Depp. Es extraño, pero fueron 30 años los que pasaron para que en el DVD de la película de Skellington apareciera el “Frankenweenie” original y ahora el remozado sea considerado digno del sello Disney.


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venTAna RECOMENDADAS

El hombre sin edad, 2007 Francis Ford Coppola En vísperas de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), la vida de Dominic Matei (Tim Roth), un anciano profesor, sufre una extraña transformación: tras ser alcanzado por un rayo, no solo sigue vivo, sino que rejuvenece. Este hecho despierta el interés de los nazis, que pretenden servirse de él para sus investigaciones.

Elegy, 2008 Isabel Coixet Cinta basada en la novela del escritor Philip Roth. David Kepesh (Ben Kingsley), un profesor acostumbrado a seducir alumnas, pero sin comprometerse en absoluto hasta cuando aparece en su vida Consuela (Penélope Cruz), quien cambiará su forma de llevar las relaciones hasta sentirse desconcertado.

Un dios salvaje, 2011 Roman Polanski El director sitúa a los espectadores en un solo escenario para ser testigos del enfrentamiento entre dos familias a causa de una pelea infantil entre sus respectivos hijos. La película se destaca por la economía de recursos cinematográficos y que suma puntos en un ágil guión y diálogos. Basada en la obra teatral de Yasmina Reza.

Tres colores: azul, 1996 Krzysztof Kieslowski Primera parte de la trilogía sobre los colores y lemas de la bandera francesa. Julie pierde a su marido, un gran compositor, y a su única hija en un accidente de automóvil. Destrozada decide comenzar una nueva vida de forma anónima e independiente, intentado librarse de todas las ataduras de su pasado.

“Cloud Atlas”, el nuevo desafío de los Wachowski Los Ángeles (EE.UU.).- Los hermanos Wachowski, autores de la trilogía “The Matrix”, estrenadas recientemente su nueva y arriesgada apuesta personal, “Cloud Atlas”, al mismo tiempo que llegan películas como “Chasing Mavericks” y “Silent Hill: Revelation 3D”. Basada en la novela homónima de David Mitchell, los personajes de la trama -o sus almas, más bien- de “Cloud Atlas” se topan una y otra vez en diferentes reencarnaciones que se ven afectadas por las acciones y decisiones de los unos sobre los otros. Se trata de una película de cerca de tres horas y seis historias entrelazadas a lo largo de 500 años. Todo está conectado en esta historia en la que el espíritu de los protagonistas sobrevive y muta según las experiencias. El reparto está formado por Tom Hanks, Halle Berry, Jim Broadbent, Jim Sturgess, Susan Sarandon, Hugh Grant, entre otros. Lana y Andy Wachowski contaron con el alemán Tom Ty-

kwer, amigo íntimo de ambos, para ayudarlos a escribir el guión y finalmente dirigir la cinta. Los tres, por problemas financieros de última hora, tuvieron que poner su propio dinero para asegurar la viabilidad del proyecto. “Chasing Mavericks”, dirigida por Michael Apted y Curtis Hanson, cuenta la historia de un joven amante del surf que descubre que uno de los puntos más célebres para la práctica de ese deporte se encuentra cerca de donde reside, y convence a una leyenda local para que lo en-

trene y lo convierta en un experto. El elenco de la cinta incluye a Jonny Weston, Gerard Butler, Elisabeth Shue y Abigail Spencer. En diciembre del año pasado Butler sufrió un accidente mientras practicaba surf para el rodaje de una escena de la película. El intérprete se vio arrastrado a una zona rocosa por el fuerte oleaje y tuvo que ser rescatado por una patrulla marítima. Por su parte, “Silent Hill: Revelation 3D”, mezclada de misterio y terror a cargo de Michael

J. Bassett, sigue los pasos de una mujer que se adentra en una realidad alternativa en la que encuentra respuestas a las terribles pesadillas que sufre desde su infancia. La película cuenta con Sean Bean, Radha Mitchell, Carrie-Anne Moss y Adelaide Clemens. La primera entrega, estrenada en 2006, logró cerca de 100 millones de dólares en taquilla. “Fun Size”, de Josh Schwartz, se desarrolla a lo largo de la noche de Halloween, cuando una joven tiene que abandonar sus planes de fiesta para cuidar de su hermano pequeño, si bien todo cambia cuando él desaparece y la protagonista debe encontrarlo con la ayuda de sus mejores amigos. La cinta cuenta con Victoria Justice, Johnny Knoxville, Chelsea Handler y Ana Gasteyer. Asimismo “Pusher” es una nueva versión del filme de Nicolas Winding Refn, esta vez dirigido por el español Luis Prieto y con un reparto que incluye a Richard Coyle, Bronson Webb y Agyness Deyn. EFE


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creACión PABLO FIALLOS

FELLINI: El n e o r rea l i s m o s u r rea l i s t a

Sueños en la calle Algo particular me sucede con el cine de Federico Fellini. Empecé por la que considero su mejor película, “La strada” (“La calle”). Y fue fulminante. Venía de asombrarme de la capacidad de reacción que tuvieron los cineastas italianos luego de la descalabrada hecatombe que significó la Segunda Guerra Mundial, lo que se conoció como Neorrealismo italiano. Y Fellini aportaba, con magia, a ese movimiento surgido de la necesidad. El cineasta, nacido en Rimini -aquella ciudad costera del norte de Italia que tanto referencia el artista en su obra- ya había aportado al neorrealismo en la obra inauguradora del movimiento: “Roma ciudad abierta”, de Roberto Rosellini. Aunque su nombre es poco citado cuando se habla del Neorrealismo Italiano, aparte de esta obra maestra Fellini colaboró en “Paisá”, también con de Rosellini, y en su paso hacia el oficio de director reinterpretó de una manera muy personal al movimiento neorrealista, dotándole de cierta estilización y mucha sátira. En “La strada”, su tercera película, Fellini logra combinar el lenguaje, casi documentalista y propio del neorrealismo, con una estética particular y muy imaginativa que mira desde el mundo del circo a una sociedad golpeada y fría. El circo de “La strada” es muy distinto a la mirada circense de películas posteriores como “Ocho y Medio”. Es el circo ambulante de la calle, consecuencia de una necesidad que envuelve a personajes inocentes dentro de un contexto donde reina la desesperanza y la alegría. “Se advierte a las personas sensibles del público que no deben ver esto”, advierte Zampano, el protagonista de la película, antes de comenzar su acto de romper unas fuertes cadenas inflando, tan solo, su pecho. De alguna forma, la frase se vuelve una sentencia, anunciando la tragedia de esa mirada implacable y aterradoramente real y cer-


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creACión cana que tenía el neorrealismo italiano. Una advertencia, en realidad, al público no del acto circense, sino de la película. Con respecto a sus primeros filmes y su aporte al neorrealismo italiano, Fellini dotó a ese cine de atención social a la realidad cotidiana donde el protagonista era el pueblo, una enorme carga poética y filosófica, partir de imágenes y figuras provenientes de los recuerdos del mundo onírico del cineasta. “Nuestros sueños son nuestra única vida real”, solía afirmar Fellini. Y otra de sus frases contundentes: “Me gustan los naufragios”… Para el realizador italiano la decadencia constituía una condición indispen-

secuencias de los enfrentamientos bélicos y la miserable condición en la que se encontraba Italia. La posguerra ofrecía al mundo la imagen de una población moralmente abatida y un país socialmente devastado. Y como un nuevo triunfo de la paradoja, este lamentable acontecimiento marcó el nacimiento de una de las corrientes cinematográficas más auténticas en la historia del cine y que más ha influido en los directores contemporáneos, sobre todo de América Latina: el neorrealismo italiano. Resulta fundamental que sobre estos escombros decadentes de ocupación, resistencia, tortura, muerte y fascismo Fellini haya forjado su carrera

bien caricatura de la caricatura que, en palabras de Baudelaire, termina siendo la realidad) que, exagerando ridículamente sus defectos, o sus afectos en el caso de “Amarcord”, muestra la mirada personal de un autor que no deja de mostrar su fascinación por el ser humano, y no solo por el recurrente universo femenino de sus películas, de sus virtudes, sus payasos y sus excesos, sino también por esa necesidad ineludible por evidencia a la soledad humana, como condición trágica de la existencia. Esos propios excesos dentro de sus obras eran conseguidos, quizás, por un método de trabajo excesivamente personal. Fellini sabía ganarse la con-

“Con respecto a su aporte al neorrealismo, Fellini dotó a ese cine de atención social a la realidad cotidiana donde el protagonista era el pueblo” sable para lograr el renacimiento. Afirmación que no escapa de la lógica de sus películas, las cuales solían encontrar el camino de la lógica narrativa a partir del caos. Esta visión decadentista de la imagen, sumada al profundo interés por el circo que tenía el director italiano desde muy pequeño, influyó en su estilo narrativo, cargado de tramas abstractas y de un sentido del humor particular. Para Fellini, el naufragio de las ideologías constituía, a final de cuentas, el naufragio mismo de la sociedad. Y a partir de ese escenario caótico y decadente podía surgir el ejercicio de la creación. Y ese era, precisamente, el escenario que se pintó al terminar la Segunda Guerra Mundial. Allí, el cine italiano buscó un lenguaje propio y necesario que mitigara las terribles con-

intérpretes qué debían hacer con instrucciones precisas como por ejemplo: “Mira hacia arriba”, “Abre la boca”, “Vira los ojos”. El efecto deseado dependía de la calidad del actor o del grado de complicidad que él podía tener con el director. A pesar de haber trabajado con muy buenos guionistas, entre ellos un joven Pasolini, consideraba el guión un mal necesario. “El guión es como una maleta en la que hemos metido cuidadosamente todo aquello que luego pueda hacernos falta. Pero la maleta no es el viaje en sí. El viaje es la película que hay que hacer a continuación”. A Fellini, le parecía que el guión anclaba la película, limitaba sus posibilidades. Por

“En ciertas escenas, Fellini trabajaba prácticamente sin guiones y solo les decía a sus intérpretes qué debían hacer con instrucciones precisas” como cineasta. Un renacimiento que se inició con el neorrealismo y que terminó, poco después, en una nueva raza de creadores entre los que se encontraron grandes artistas como Antonioni, Pasolini, Visconti, Fellini y algo después Bertolucci. El extraño mundo de Federico ¿De dónde saca usted esos personajes tan extraños?, pregunta la señora con fieltros de colores, velos, sombrero con plumas y dos perros en sus brazos. Es el propio Fellini quien cuenta la anécdota, justificando, de alguna manera, que los extraños personajes de sus filmes no son tan extraños, pues habitan en la cotidianidad. Esa extravagancia que resulta tan común en el cine del italiano funciona como una caricatura de la sociedad (más

fianza de sus actores. Tanto de los extras –a quienes ofrecía, a través del altoparlante, ridículas ofertas como la visita de estrellas como Sofía Loren a condición de que aguantasen el frío y la dura espera del rodaje-, aquellos extras (alrededor de 4 mil) habían sido conseguidos pidiéndole al cura del pueblo que adelantara las fiestas patronales para contar con el grupo de figurantes sin tener que pagar a nadie. Su actor fetiche, Marcello Mastroianni recuerda el método que utilizaba Fellini con sus actores aunque más bien terminaba siendo “el método que utilizaban ellos con el director”. Consistía en estar abandonado a uno mismo y confiar plenamente en el director. En ciertas escenas, Fellini trabajaba prácticamente sin guiones y solo les decía a sus

eso incluso prefería grabar el sonido después, durante el proceso de montaje, lo que le permitía cambiar en la historia lo que le pareciera necesario. Fellini dirigía de la forma más natural y espontánea. Resulta bastante curioso ver cómo el director pedía a sus actores que en lugar de recitar sus diálogos contaran hasta quince con cara de circunstancia y después hasta ocho con cara de desesperación, y luego en el montaje final ver cómo las líneas que dicen los personajes no sincronizan en absoluto con el movimiento de los labios, y que además no importe en absoluto… Finalmente, Fellini sentía que memorizarse los diálogos era una preocupación innecesaria para los actores que podía influir negativamente en la soltura que buscaba. Al realizador le gustaban los


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creACión personajes excesivos y extravagantes, considerados por otros como vagabundos. Fellini perseguía a la criatura humana que pueda representar o simbolizar el personaje. “Es algo misterioso, pero eso es el personaje”. El cineasta no buscaba actores, sino rostros, y rostros simples, como había dicho de Mastroianni cuando resultó el elegido para protagonizar “La dolce vita”, por encima del laureado Paul Newman, sugerido por el productor Dino de Laurentis. Para el cineasta, había dos tipos de actores: Unos que tenían la capacidad actoral y otros que tenían la cara y la personalidad. Lo más importante era, precisamente, la cara, la credibilidad que podía mostrar esa cara o la curiosidad que podía despertar esa cara. “Es lo que le da carne a mi pequeño fantasma decía el realizador italiano”. Por ello buscaba y encontraba rostros bi-

ción. En el libro “Fellini, les cuento de mí”, hay un extracto de Orson Welles en el que señala: “Fellini es, esencialmente, un muchacho provinciano que nunca llegó realmente a Roma. No, todavía está soñando. Y todos deberíamos estarle agradecidos por sus sueños”. Los sueños de Fellini buscan constantemente la trasgresión de la cotidianidad y la sociedad. Para el italiano, “Sicológicamente, un artista es un trasgresor. Tiene una necesidad infantil de ofender. Y para ofender son necesarios, los padres, los jefes, los gobernantes, la Policía”. Así son los espacios urbanos de “La strada”, una mirada

lo que ponía frente a ella. Por ello hay cierta escenificación más cercana a lo teatral en el cine de Fellini. Los guiños a la commedia dell'arte en sus películas y, sobre todo en “La strada”, son evidentes. Pero está lógica de una puesta en escena teatral hace que sea el movimiento de los personajes y sus acciones acusadoras los que cobren mayor importancia. Esta mirada ultrapersonal que se acerca a los problemas de su época pero que muestra más interés por lo que sale fuera de lo social ha sido inspiradora y reinterpretada por otros cineastas que han visto en el italiano alguien a quien

trasgresora de la vida. El director neoyorquino Martin Scorsese, al referirse a esta película define, precisamente, a la calle como metáfora de la vida.

admirar y confrontar en la misma medida. Más allá de “Nine”, el remake musical que intentó actualizar las trabas creativas y el universo femenino que rodean la vida de Fellini, expuestos en “Ocho y Medio”, han habido otras aproximaciones que a lo largo de la historia del cine han resultado más interesantes. La influencia de Fellini existe en gran parte de la cultura italiana, en la música, la literatura y hasta en el lenguaje. Debido a sus filmes, incluso se creó el término ‘fellinesco’, pa-

“El cineasta no buscaba actores, sino rostros, y rostros simples, como había dicho de Mastroianni” zarros para poder representar a las máscaras. En definitiva, actores usados y abusados por Fellini, según el propio Mastroianni, quizás el más abusado dentro de la filmografía del italiano. Tal era la capacidad del director para encontrar a sus personajes en un rostro que Fellini podía solamente ver a una persona e inmediatamente dictaminar si iba a ser un obrero, un periodista, un marinero o un camarero, cocinero, o enfermera, dentro de sus películas. Y ese imaginario popular resulta el mayor acierto retratado dentro de sus películas. Justamente, la obra de Federico Fellini se alimenta de la cultura popular cercana al director. Los sueños y las obsesiones y, en muchas ocasiones, las autoreferencias son el punto de partida de relatos donde desborda la imagina-

Lo “fellinesco” perdura Los críticos de la prestigiosa revista francesa Cahiers du Cinema consideraban que mientras una de las grandes virtudes de Orson Welles era cómo capturaba una escena por medio de todas las posibilidades que le ofrecía la cámara, Fellini se concentraba más en

ra referirse a ese universo extraño y grandilocuente, que construye estéticamente la desproporción visual y que encierra un hondo sentido crítico. Y gracias a él, también, se acuñó el término ‘paparazzi’, por uno de los personajes de su obra maestra ‘La dolce vita’, Paparazzo, un fotoperiodista que persigue a las estrellas. Generaciones enteras de cineastas se vieron influenciadas por este maestro italiano, con directores como Alejandro Jodorowsky, Francois Truffaut, Emir Kusturica o Pedro Almódovar. Y varios realizadores han visto en “Ocho y Medio” un paradigma cinematográfico al cual reverenciar, revalidando aquellos obstáculos creativos que un realizador debe superar para llevar a buen término su siguiente proyecto y también para reflexionar sobre la influencia de las mujeres en la vida y en la carrera de un artista. Woody Allen, Paul Mazursky, Peter Greenaway, Francois Ozon y Bob Fosse han reinterpretado en sus propias imágenes la cinta del italiano. Los filmes “Alex in Wonderland”, “Ocho ½ mujeres”, pero sobre todo “Stardust memories” e incluso “All that jazz” le deben muchísimo a esa película que está entre la octava y la novena de las dirigidas, en solitario, por el italiano. Hollywood vio en Fellini al realizador de Europa más representativo. Cuatro de sus películas ganaron un Oscar por Mejor película extranjera. Y además obtuvo 12 nominaciones a los premios de la Academia, cuatro de ellas como mejor director: en 1961 por “La dolce vita”, en 1963 por “8 ½”, en 1970 por “Satiricón”, en 1975 con “Amarcord”. Además, meses antes de su defunción, en 1993 le concedieron el premio honorario, “en reconocimiento por su lugar como uno de los maestros contadores de historias en la pantalla”. Y hoy la influencia perdura no solo en centenares de realizadores, sino en el público que continúa desempolvando sus filmes para contagiarse de su cine. Finalmente como escribía el propio Fellini: “Una película es como una enfermedad expulsada del cuerpo”. ¿Lo bueno? Aún queda tiempo y espacio para continuar contaminándonos.


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LUNES

Semana del 29 de octubre a 3 de noviembre de 2012 Quito (Sin foto)

Étnica Visiones afirmativas del pueblo indígena

agENda

Biblioteca Pablo Palacio con más que libros El establecimiento tiene la política de crear un ambiente amigable para los usuarios

Exposición pictórica

Con la muestra se pretende propiciar acciones conjuntas para la integración y el buen vivir que potencie el desarrollo intercultural de la población indígena. Donde: CC Benjamín Carrión Hora: 09:00-16:00 Costo: Gratis Hora: 19:00 Costo: Gratis

Quevedo Un hombre llamado caballo

Quito Lectura para niños Literatura

La Biblioteca y Centro de Documentación Pablo Palacio tiene un fondo bibliográfico de 18.000 títulos, con acceso directo lo que permite al usuario la libre consulta del material documental. Cuenta con secciones de inglés, sala infantil, audiovisuales, Internet, circulación y préstamo. También realiza clubes de lectura.

Cine

En 1843 un grupo de cazadores blancos es atacado en las montañas de Montana, por los indios crows. El jefe del grupo es el único que sobrevive, un inglés que es tomado prisionero y esclavo.

Donde: Ministerio de Educación Hora: 08:00-20:00 Costo: Gratuito

Quito Iglesia de la Compañía

Donde: Universidad Estatal de Quevedo Hora: 17:00 Costo: Gratuito Costo:

Guayaquil

Recorridos

El templo de La Compañía de Jesús constituye una de las obras más representativas del barroco en Ecuador. Posiblemente los planos fueron elaborados en Roma. En el lugar está el cuadro del Infierno.

Festival Sin regiones ni rencores

Participarán en esta actividad 65 integrantes de los países de México, Chile, Perú y Ecuador, con varios elencos de música y danza afroesmeraldeña, andina y de la Costa ecuatoriana con grupos que representarán danzas y escenas de los cholos. Donde: Aula Magna Campus Las Peñas Hora: 19:00 Costo: Gratis

Quito Atrapa Sueños

Donde: Centro Histórico Costo: $ 0,50, $ 1 y $ 3

Guayaquil Concurso Sombrero-Arte

Una actividad para incentivar la creatividad artística y el ingenio para decorar sombreros. El ganador del certamen se hará acreedor de dos pasajes a las islas Galápagos. Donde: Teatro Experimental Hora: Costo: Adhesión $ 45

MARTES Quito

Quito

Simple Plan ofrece recital

Transition Zone/Mundos entre medio

Música

Exposición

Los rocqueros que se encuentren en la capital, Quito, podrán asistir a la presentación de la banda franco-canadiense Simple Plan. Con más de una década de carrera a sus espaldas, los canadienses han vendido más de 7 millones de discos de sus tres primeros trabajos. La banda comenzó en 1996 con la formación de propósitos comerciales de la banda llamada Reset. Hace pocos meses la banda realizó dos giras, que incluyó Ecuador.

La muestra se presenta en forma de una instalación de objetos, pintura, fotografía y video. Según los autores es un laboratorio de investigación de lo cotidiano. Donde: Casa La Ronda Hora: 09:30-19:00 Costo: Gratuito

Donde: Ágora de la Casa de la Cultura Hora: 21:00 Costo: $ 40, $ 49 y $ 81

Teatro

Después de una revelación frente al espejo, Paco Tilla decide cambiar el rumbo de su vida y abandonarlo todo por ir detrás de su sueño. Inspirado por sus musas emprende un camino pedregoso y escarpado para cumplir su destino. Donde: Centro Cultural de la Puce Hora: 18:00 Costo: $ 5, $ 8 y $ 15

Guayaquil

Quito

Café Concert

IV Salón de Pintura Infantil Carlos Rodríguez

Sofía Nietto

Concurso

La artista interpretará éxitos de ayer y hoy como Adoro de Armando Manzanero, Gracias a la vida de Violeta Parra, Insensatez de Carlos

La Dirección de Museos de la Casa de la Cultura Ecuatoriana invita a niños de 6 a 12 años a participar en el concurso de pintura. Los trabajos se recibirán en el museo.

Donde: TSA Hora: 20:00 Costo: $ 15

Del 23 de Oct. al 28 de Nov. se receptarán los trabajos


cartóNPiedra → domingo 28 de octubre del 2012

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Semana del 29 de octubre a 3 de noviembre de 2012

Guayaquil

Quito

Cine

Taller Agua Viva en el Museo Yaku

La chica que soñaba con

una cerilla y un bidón de gasolina Director: Daniel Alfredson Lisbeth Salander es buscada tras verse envuelta en el asesinato de dos colaboradores de Millennium. Esta es la

Exposición

Dirigido a niños, adolescentes y adultos dispuestos a jugar, experimentar y conocer la relación del agua con la vida y el ecosistema. Agua Viva se une a otras salas del museo. De martes a domingo.

Donde: Casa de la Cultura Hora: 19:00 Costo: $ 1

JUEVES

MIÉRCOLES

agENda

Donde: Museo Yaku Hora: Varios Costo: $ 3, $ 2 y $ 1

Quito

Guayaquil

Emma, la afortunada

Cuenteros

Cine

Ángela Arboleda

Emma vive sola en la granja deteriorada y llena de deudas de su familia, donde se dedica a la cría de cerdos. Su único admirador, un policía del pueblo, no le resulta un candidato aceptable para casarse, pues es un sometido de su madre.

El diablo es un personaje presente en todas las culturas del mundo y ha sido protagonista de los más bellos textos de la literatura universal. La narradora propone un paseo por historias en las que este ser flaquea y pierde su poder.

Donde: Aso. Humboldt Hora: 19:30 Costo: Gratis

Donde: TSA Hora: 19:00 Costo: $ 15

Concierto de la Orquesta de Cámara del Teatro Una amplia oferta y variedad musical dirigido por el maestro Iván Fabre

Guayaquil Show Repertorio clásico

Un recorrido con una amplia variedad de composiciones y música para todo público. Esta actividad es parte de la programación mensual de obras musicales clásicas con la participación de 14 jóvenes músicos, dirigidos por el maestro Iván Fabre. Repertorio: S. Bach: Concierto para oboe, violín y cuerdas BWV 1060 en re menor F. Mendelssohn-Bartholdy: Sinfonía No. 9

Donde: Teatro Experimental Hora: 19:00 Costo: Gratis

Guayaquil Películas Del otro lado del mito, el Western de EE.UU.

El Mariachi, 1992 Ópera prima del director Robert Rodríguez. El personaje principal, quien por un error se ve obligado a cambiar su guitarra por un arma, se enfrentará a una serie de dificultades para sobrevivir. Un recorrido del género en su periodo de esplendor donde se Donde: MAAC Cine Hora: 17:00 Costo: Gratis

Guayaquil Cine

Guayaquil

Western

Exposición

Un recorrido del género en su período de esplendor en el que se reflejan las fortunas y las miserias del espíritu estadounidense. Las dos cintas por exhibirse son “Pat Garrett & Billy the Kid “(Sam Peckinpah) y “El jinete pálido “ (Clint

El dibujo es primordial

Donde: MAAC Cine Hora: 17:00 y 20:0 Costo: Gratis

Quito

Una colección de 28 obras de mediano formato (plumillas, carboncillos, grafitos, aguadas, mixtas, etc.) del artista Alejandro Elías. La muestra estará abierta al público hasta el próximo 9 de noviembre

Donde: Alianza Francesa Hora: 09:00-19:00 Costo: Gratis

Theo Constante en la Casa de la Cultura

Quito “Faunos irredentos”

Exposición de pintura

Exposición pictórica

En las salas Miguel de Santiago, Oswaldo Guayasamín y Eduardo Kingman de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE) se exhiben 51 obras del artista Constante. La temática se basa en el abstraccionismo definiendo su estilo.

Es la muestra pictórica de José Villarreal Yanchapaxi. Son cien obras que recogen la propuesta estética de un cronismo expresivo con una amplia gama cromática que no deja de lado la esencia del arte, la política, el erotismo y la denuncia social.

Donde: CCE Hora: 09:00-17:00 Costo: Gratuito

Donde: CCE Hora: 09:00-17:00 Costo: Gratuito


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agENda VIERNES “Santa Elena en bus” una nueva propuesta visual Es un largometraje en el que participan los pobladores del sector (foto destacada)

DOMINGO Quito “Lo que quiera ser” Música

Cantón La Libertad “Santa Elena en bus” Cine

Es una película de ficción filmada entre enero y julio de 2011, en el marco de los talleres gratuitos de cine y actuación para jóvenes de comunidades rurales, que forman parte del proyecto Encuentros con el cine, capítulo Santa Elena. Esta primera producción, según Gabriel Páez, director del proyecto, “es un reflejo, un espejo de la tradición, de la cultura de una provincia. Es una búsqueda y una necesidad de rescatar tradiciones que determinan el comportamiento de una comunidad y

que se están perdiendo porque se quedan en la voz de los abuelos”. Encuentros con el cine nace por la necesidad de hacer cine de otra manera y -sobre todo- llegar a otra gente. La idea de hacerlo en Santa Elena, una provincia nueva, es aportar de generación en generación la identidad de su comunidad a través de sus historias. Para Isabel Rodas, productora de la película, lo que pretende este proyecto es trascender el espacio de aprendizaje; que la experiencia en los talleres les permita a los jóvenes contar con una nueva opción laboral. La filosofía de Encuentros con el cine

es lograr que la voz de los abuelos no muera, retratar mitos, leyendas y tradiciones de cada lugar. Plasmar esas leyendas que han pasado de generación en generación y dejarlo -a través de una película- como un soporte que trascienda las épocas y sea contado desde la visión actual de los jóvenes, cómo miran e interpretan sus raíces, su tradición y contar a los ecuatorianos que está más allá de ser ecuatoriano.

Alejandro Villamar es un cantante ecuatoriano que presenta su más reciente discografía titulada “Lo que quieras ser”. Este trabajo recoge nueve temas inéditos basados en experiencias personales. El artista canta también en otros idiomas.

Donde: Casa Damián Hora: 20:00 Costo: De acuerdo al bar

Donde: Malecón de La Libertad Hora: 20:00 Costo: Gratuito

SÁBADO Guayaquil

Guayaquil

Talleres

Exposiciones

Quito

Presley Norton

10 mil años del antiguo Ecuador

Música tradicional de Japón Música

A través de la puesta en valor del fondo arqueológico del Banco Central del Ecuador en Guayaquil y con apoyo de elementos didácticos y comunicacionales. Propone un recorrido por la historia del hombre en América y Ecuador, su impacto en el ambiente, la organización social, medios de producción y el desarrollo de la tecnología, con miras a fortalecer la identidad. Desde un punto de vista científico, la exposición busca establecer los procesos históricos y sociales.

Hase Mikita, Obama Akihito y Morikawa Hirone ofrecen un recital. Los artistas destacan por su técnica y la complejidad. Su repertorio tendrá como particularidad instrumentos japoneses.

La ciudadanía puede inscribirse en los siguientes cursos que empiezan el sábado 10 de noviembre: Mini Guía de Turismo, de 10:00 a 12:00 Público de 8 a 16 años Ilustración Digital, de 09:00 a 11:00. Público de 8 a 13 años Animación Digital 2D, 11:00 a 12:30 Público de 16 años en adelante Anime, de 11:00 a 12:00 Público de 8 a 13 años Para mayor información llamar al teléfono del museo: 2293423. Donde: Presley Norton Horario: Sábado

Donde: MAAC Cine Hora: 10:00 a 17:00 Costo: Gratis

Donde: Teatro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Hora: 18:00 Costo: Gratuito

Quito Sociedades Antiguas Exposición

Las primeras sociedades que habitaron la región de Quito, hace unos 10.000 años, se caracterizaron por formas bastante igualitarias en su organización colectiva y se provisionaban directamente de la naturaleza. Se estableció una organización social. Donde: Museo de la Ciudad Hora: 09:30-17:30 Costo: $ 1, $ 2 y $ 3





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