Maria Ramirez y Angie Gonzรกlez
Pรกgina 1
Juan Carlos Gonzales Quiñones Médico y cofundador del programa PIPSA
Ángela María Hernández Pardo
Psicóloga de la fundación
Jenny Paola Salamanca Preciado Medica de la fundación y encarga del programa PIPSA
Sonia Andrea Camargo Bastidas Docente Universidad Manuela Beltrán
María De Los Ángeles Ramírez Bohórquez
Practicante de piscología UMB
Angie Katherine González García Practicante de psicología UMB
Maria Ramirez y Angie González
Página 2
INDICE 1. Introducciรณn 2. Objetivos del protocolo 2.1. Objetivo general 2.2. Objetivos especรญficos 3. Definiciรณn de conceptos 3.1. ORGANIZACIร N MUNDIAL DE LA SALUD (OMS) 3.2. FACULTAD LATINOAMERICANA DE CIENCIAS SOCIALES (FLACSOChile) 3.3. Otras definiciones 4. Problema de suicidio en colombia 5. Factores asociados con la conducta suicida 5.1. Factores de riesgo 5.2. Factores precipitantes 5.3. Factores protectores 6. Una visiรณn multidisciplinaria 6.1. Estrategias para tener colegios sin discriminacion 7. Actuaciรณn del sistema de educaciรณn 7.1. Prevenciรณn primaria con todos las y los estudiantes 7.2. Actuaciones por parte de los docentes: evaluaciรณn de los factores de protecciรณn de riesgo 7.3. Actuaciones del equipo directivo 7.4. Actuaciones de los y las estudiantes 7.5. Actuaciones de las familias 8. Prevenciรณn secundaria con los estudiantes en situaciรณn de riesgo 8.1. Intervenciรณn por parte de los orientadores y las orientadoras 8.2. Remisiones y coordinaciรณn con los servicios sanitarios y/o servicios sociales 9. Prevenciรณn terciaria: intervenciรณn educativa en el intento de suicidio. 10. Postvenciรณn: elaboraciรณn del proceso de duelo en los centros educativos.
Maria Ramirez y Angie Gonzรกlez
Pรกgina 3
1. INTRODUCCION Este Protocolo fue creado con finalidades en la Prevención y Actuación del Suicidio, por tanto, no se propone como un documento cerrado al que deban ajustarse las actuaciones de los profesionales implicados en la prevención. Se ofrece, más bien, como un modelo que marque pautas de actuación, que aporte seguridad a los profesionales y que contribuya a la mejora en las instituciones educativas pertenecientes al programa Pipsa. Por otro lado es importante recalcar que la prevención del suicidio es un campo en el que la evidencia científica sobre los programas más eficaces es escasa. Por ello las propuestas de abordaje de este fenómeno deben ser abiertas y en gran parte dirigidas a aumentar nuestro conocimiento, tanto de las conductas suicidas en nuestro entorno, como de los más eficaces protocolos de prevención. Cabe pensar, en todo caso, que la coordinación y colaboración entre las distintas instancias implicadas en la atención a la población de riesgo no puede sino aumentar la eficacia de las acciones preventivas y de la respuesta dada a cada situación.
Maria Ramirez y Angie González
Página 4
2. OBJETIVOS DEL PROTOCOLO 2.1. OBJETIVO GENERAL: Fortalecer la detección del riesgo de las conductas suicida mediante la formación y el establecimiento de habilidades de afrontamiento para manejar adecuadamente situaciones de su entorno. 2.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS: •
• • • • •
Aumentar el conocimiento de las conductas suicidas en la Comunidad educativa Sensibilizar sobre la relevancia de este fenómeno social a la población y a los profesionales. Proponer respuesta ante el intento de suicidio mediante el establecimiento de procedimientos o protocolos de actuación. Esclarecer los canales de comunicación entre los diferentes profesionales y servicios. Ofrecer un protocolo general de carácter interinstitucional para la prevención y actuación ante conductas suicidas.
Maria Ramirez y Angie González
Página 5
3. DEFINICION DE CONCEPTOS 3.1. ORGANIZACION MUNDIAL DE LA SALUD (OMS) Desde la OMS (2010) El suicidio es concebido como “el acto deliberado de quitarse la vida” que a corto, mediano y largo plazo genera graves consecuencias perjudiciales para sus familias, las comunidades y países, e incluso para los servicios de atención de salud. (pp. 74-75). Además, menciona que los factores de riesgo asociados al suicidio tienden a interactuar, combinarse y potenciarse, aumentando conjuntamente la vulnerabilidad de una persona para convertirse en comportamiento suicida.
3.2. FACULTAD
LATINOAMERICANA
DE
CIENCIAS
SOCIALES (FLACSO-Chile) Según FLACSO (2017) desde su perspectiva socio-cultural el suicidio se conceptualiza como una muerte inesperada para quienes rodean a las Maria Ramirez y Angie González
Página 6
personas que deciden renunciar a la vida, interrumpiendo y movilizando la convivencia vital de las familias y comunidades de diferentes maneras. Cada caso implica una pérdida socialmente costosa para el país y actualmente superan a nivel global, al número de vidas que ha arrebatado el conflicto armado y los actos delictivos. Sin embargo, el suicidio se sigue considerando como un asunto privado que se debe mantener como secreto dentro de las familias, ya que en muchas ocasiones avergüenza o culpabiliza, pues siguen persistiendo ideas conflictivas, de temor y evitativas frente a la muerte, en donde se involucran un sin fin de mitos y prejuicios que suelen hacerse más evidentes cuando ocurre un suicidio.
3.3. OTRAS DEFINICIONES
•
Según la Clasificación Internacional de Enfermedades - CIE (versión 10) de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 1993), del Manual Diagnóstico y Estadístico (DSM-5,1994) y de la Asociación Psiquiátrica Americana (APA), la conducta suicida se considera un síntoma de un malestar o trastorno emocional o mental y no representa un diagnóstico en sí mismo y, en consecuencia, se debe revisar la presencia de otros síntomas emocionales o comportamentales que en conjunto hagan parte de su diagnóstico. Los códigos CIE en su versión 10, que se encuentran relacionados con la conducta suicida son: X60 al X84. Siempre que se atienda este evento en los servicios de salud, se recomienda realizar evaluación completa del estado de salud mental con el fin de identificar probables trastornos mentales asociados (Códigos CIE-10 F00 a F99) y así mismo, otras circunstancias psicosociales que en buena parte de los casos también se encuentran presentes (Códigos CIE-10 Z55 a Z65), los cuales deben ser consignados como diagnósticos relacionados en el Registro Individual de Prestación de Servicios de Salud – RIPS y en historia clínica y desde luego, el respectivo manejo clínico del trastorno y la gestión intra e intersectorial para la intervención de las problemáticas psicosociales identificadas.
•
La ideación suicida: “Se denomina, en sentido general, al conjunto de pensamientos que expresan un deseo o intencionalidad de morir u otras vivencias psicológicas suicidas, tal como la fantasía o prefiguración de la propia muerte”. Se refiere al “paso anterior a la actuación y puede
Maria Ramirez y Angie González
Página 7
que no se manifieste o que se haga a través de amenazas, verbales o escritas” (Roman, 2017)
•
El plan suicida: Además del deseo de morir implica la elaboración de un plan para realizar el acto suicida, identificando métodos, lugares, momentos, la consecución de insumos para hacerlo, elaborar notas o mensajes de despedida. Implica un alto riesgo de pasar al intento (Royert, 2018).
•
El intento de suicidio: El Protocolo de Vigilancia Epidemiológica en Salud Pública establece que un caso confirmado de intento de suicidio es “conducta potencialmente lesiva autoinflingida y sin resultado fatal, para la que existe evidencia, implícita o explícita, de intencionalidad de provocar la muerte. Dicha conducta puede provocar o no lesiones, independientemente de la letalidad del método” (Instituto Nacional de Salud cundinamarca , 2017)
•
El suicidio: Muerte derivada de la utilización de cualquier método (envenenamiento, ahorcamiento, herida por arma de fuego o cortopunzante, lanzamiento al vacío, a un vehículo o cualquier otra forma) con evidencia, explícita o implícita, de que fue autoinfligida y con la intención de provocar el propio fallecimiento. Es un problema de salud pública, por su frecuencia cada vez mayor, por la pérdida de muchos años de vida que pudieron ser vividos y en general por sus graves consecuencias (Royert, 2018).
Teorías Cognitivo conductual: Cada persona tiene una determinada estructura cognitiva que ha ido construyendo a la largo de su vida, basada en la concepción que tiene de sí mismo y de su entorno. Esto da lugar a una forma única y personal de entender y valorar la existencia humana. Esta estructura comienza a edificarse ya en los primeros años de vida a manera de pilares sobre los cuales se construye toda la estructura cognitiva de la persona. Son los denominados esquemas cognitivos (Freeman y Reinecke, 1995). De acuerdo con lo anterior según Freeman y Reinecke (1995) respecto a las conductas suicidas, los esquemas suelen centrarse en temas específicos de vulnerabilidad ante la pérdida y el abandono. Estos esquemas pueden permanecer latentes durante mucho tiempo en el individuo, sin manifestarse, pero pueden ser activados por diferentes estresores, por ejemplo ante una pérdida. Por lo tanto, el suicida suele caracterizarse por Maria Ramirez y Angie González
Página 8
manifestar una rigidez cognitiva que le impide generar y evaluar soluciones o perspectivas alternativas y diferentes a sus propios esquemas. No es de extrañar que este individuo contemple el suicidio como única salida posible. Teorías sociales sobre el suicidio: A finales del siglo XIX, comienza la era moderna en la interpretación del suicidio, con los trabajos de Durkheim y Freud. Durkheim realiza un enfoque sociológico del suicidio y plantea que es el resultado de la fortaleza o la debilidad del control de la sociedad sobre el individuo. Así define 3 tipos:
•
Suicidio altruista: Es el literalmente pedido por la sociedad, debido a su cultura, normas y costumbres. Al individuo no le queda otra opción honorable. Seguir viviendo sería una ignominia. Es el caso del harakiri entre los antiguos samuráis.
•
Suicidio egoísta: En este caso la persona tiene pocos lazos con la comunidad; son personas que viven solas, no tienen familia ni grupo social o institución con quien relacionarse. No hay prácticamente exigencias sociales para el individuo.
•
El suicidio anónimo: Se produce por una repentina ruptura en la relación habitual entre la sociedad y el individuo (pérdida de seres queridos, propiedades, prestigio, etcétera)
•
Suicidio fatalista: Durkheim sostiene que este tipo de suicidio no es común en su sociedad no obstante lo categoriza ya que reconoce que existe. Esta categoría refiere al momento en el que la sociedad oprime tanto al individuo que el único método de escape que encuentra es el suicidio. Esto se puede dar en sociedades muy cerradas tales como la cultura amish o pueblos cerrados que tienen interacciones internas.
Según Durkheim el suicidio es aplicado a todos los casos que terminan en la muerte como resultado directo o indirecto de un acto tanto positivo o negativo de la víctima, que es consciente que produce este resultado. Durkheim propone sólo dos factores por afuera de los sociales que pueden causar el suicidio. Uno de estos es el ambiente, es decir factores como el clima, la temperatura,etc. el otro son enfermedades que puedan afectar a la persona psicopáticas (Durkheim, 1827). Cada uno de estos tiene como consecuencia el suicidio. No obstante cada uno de estos está motivado por otras razones. Pero es la interacción fundamental con la sociedad que Maria Ramirez y Angie González
Página 9
desenvuelve en esta acción. EL sociólogo propone también la teoría de que hay distintos tipos de personas más proclives al suicidio que otras. Asimismo También se debe destacar la Teoría del Cambio de Estatus. Durkheim (1982) y Sainsbury (1955) coinciden en que un cambio repentino en la posición social de la persona tiene una cierta probabilidad de conducir al suicidio. No obstante, Gibbs y Porterfield (1960) estudiando los registros de Nueva Zelanda entre 1946 y 1951, encontraron que la movilidad social estaba asociada significativamente con los suicidios, pero la movilidad descendente parecía estar asociada con una tasa de suicidios mayor que la de la movilidad ascendente. De esta manera, el cambio de estatus a largo plazo causaría frustración y una falta relativa de lazos sociales; entonces se produce una crisis personal que no es resuelta y llega a ser un acontecimiento precipitante del suicidio. Para finalizar tenemos la Teoría de la Integración de Estatus, publicada por Gibbs y Martín en 1958, con el fin de cubrir algunas lagunas de las teorías de Durkheim. Así, postulan que: cuanto más baja sea la tasa de suicidio, más estables y duraderas son las relaciones sociales, y con ello más conformidad con las expectativas sociales, menor conflicto del rol, menos individuos ocupando estatus incompatibles y una mayor integración de estatus. Ignacio Martín Baró acuñó el concepto de “trauma psicosocial” (Baró, 2003, p. 293) que puede ser útil para comprender los efectos de las violencias institucionalizadas sobre los grupos humanos. Según el autor, cuando un grupo humano es sometido a diferentes formas de violencia física o simbólica, durante un período prolongado, puede desarrollar comportamientos y representaciones que permiten que sea lícito denominarlos Traumas psicosociales. El fatalismo, la resignación pasiva, la desesperanza aprendida y algunos comportamientos autodestructivos abiertos o encubiertos que exhiben de una manera acentuada ciertas comunidades, son una muestra de este fenómeno.
4. PROBLEMA DE SUICIDIO EN COLOMBIA En un tercio de países del mundo, incluido Colombia, los jóvenes son considerados como el grupo de mayor riesgo debido al aumento en las tasas de suicido entre ellos. Según la Organización Mundial de la Salud 100.000 adolescentes mueren cada año en el mundo como consecuencia Maria Ramirez y Angie González
Página 10
de un acto suicida, cifra que bien podría ser mayor, debido al frecuente subregistro. El suicidio en Colombia desde el año 2006, ha presentado una tendencia al aumento según el registro del Sistema Médico Forense Colombiano. En el año 2011 el mayor número de suicidios ocurrió en el grupo etario de 15 a 34 años de edad, con 979 casos; es decir, el 51,8% de los casos correspondió a la población de adolescentes y adultos jóvenes. Asimismo se alude que “Ese incremento ha llevado a que se acreciente el interés por el comportamiento suicida en edades tempranas. Los estudios al respecto han permitido identificar numerosos factores de riesgo de tipo económico, cultural, familiar, relacional, biológico, psicológico y algunos trastornos mentales, como la depresión y la esquizofrenia, que convergen en la conducta suicida” (Forensis, 2017). Las consecuencias son devastadoras tanto para las personas que realizan actos suicidas y sus familiares como para el Estado, debido a las lesiones físicas, traumas emocionales y mentales, hospitalizaciones y alta inversión que implica un tratamiento para la recuperación integral. Además, el suicidio genera un impacto económico debido a la pérdida de población en edades productivas. En Colombia se estima que, en el año 2006, los años perdidos a causa del suicidio fueron 57.078 por año, de los cuales 19.590 correspondían a personas en edades entre 18 y 24 años (Rodríguez, 2007). Por otro lado Según la OPS (2003), trastornos mentales como la depresión, trastornos por consumo de alcohol y abuso de sustancias, la violencia, las guerras, los desastres, la aculturación (de pueblos indígenas o personas desplazadas, entre otros), la discriminación, el aislamiento, las pérdidas y diversos entornos sociales, constituyen factores de riesgo de suicidio, así como las dificultades para acceder a la atención en salud, la disponibilidad de los recursos para suicidarse y el sensacionalismo de algunos medios masivos de comunicación cuando informan sobre los casos de suicidio ocurridos. Durante más de 50 años Colombia ha padecido múltiples conflictos sociales y políticos generando desplazamientos forzados, secuestros, torturas, masacres, desapariciones, homicidios, violencia intrafamiliar y de género, maltratos, abusos sexuales, explotación, abuso de alcohol y sustancias psicoactivas, etc. (Centro Nacional de Memoria Histórica, 2013), desencadenando situaciones de estrés, comportamientos autodestructivos (Cervantes & Melo Hernández, 2008) y trastornos mentales. Entre las causas directas de los trastornos mentales se encuentran los problemas psicosociales y la descomposición del núcleo familiar, y entre las indirectas el deterioro de la situación social y económica de la población, así como Maria Ramirez y Angie González
Página 11
el bajo nivel de calidad de vida. Por otro lado, algunos efectos directos de los trastornos mentales son el aumento de costos de promoción, prevención y tratamiento, y la disminución de la capacidad laboral y productiva; y entre los indirectos se encuentran el aumento de casos de violencia intrafamiliar, violencia sexual y de género, elevado consumo de sustancias psicoactivas, deterioro social y económico (Proyecto de Ordenanza Nº 040 por medio de la cual se establecen los Lineamientos de la Política Pública en Salud Mental y Convivencia Social del Departamento de Santander, 2014). Todos estos fenómenos, como se puede observar, constituyen un círculo vicioso en el que se mantienen y aumentan las afectaciones y consecuencias. La tasa de intento de suicidio reportada en SISPRO para el período 2009 a 2016, se ha ido incrementando año tras año, pasando de 0,9 por 100.000 habitantes en 2009 a 36,08 por 100.000 habitantes en 2016 y en 2017 la tasa (preliminar) es de 52,4. Cabe mencionar que el aumento significativo en los registros a partir del año 2016 puede estar asociado a que a partir del 1 de enero de ese año se inició la vigilancia de este evento a nivel nacional en el SIVIGILA. Ver gráfico 1.
En la distribución de las tasas de intento de suicidio, por grupos de edad, se observa un ascenso progresivo, son más altas en el grupo de edad de 15 a 19 años, seguido por el grupo de 20 a 24 años. Ver tabla 1.
Maria Ramirez y Angie González
Página 12
5. FACTORES ASOCIADOS CON LA CONDUCTA SUICIDA Para la realización de este punto se tuvo en cuenta la opinión de los participantes del programa Pipsa del colegio Simón bolívar de los cursos novenos a los cuales se les aplicó un instrumento conocido como red de asociación el cual consiste en identificar la relación que se establece con los diferentes conceptos, ideas o recuerdos que construye la persona, en donde se pretende que esta última exteriorice las estructuras, los contenidos y las condiciones opuestas de una representación específica. Este instrumento al ser de naturaleza proyectiva es bastante didáctico e interesante, ya que mediante las diversas representaciones se cautiva la atención de los sujetos de investigación y al mismo tiempo se identifica la eficacia de los mismos, por otro lado, al ser un instrumento de fácil desarrollo se puede evidenciar la asequibilidad de su consigna y comprensión para personas de cualquier rango de edad, cultura y condición social. INSTRUCCIONES PARA LA RED DE ASOCIACIONES •
FASE 1: Elaborar una red de asociaciones a partir de la palabra que se encuentra en el centro de la hoja, escriba la mayor cantidad de términos que le vengan a la mente, ya sean sustantivos o adjetivos. Siéntase libre y cómodo en la realización de la actividad, ubique las
Maria Ramirez y Angie González
Página 13
•
•
palabras de la manera que desee, utilizando todo el espacio de la hoja que le parezca necesario. FASE 2: Cada vez que ubique las palabras en la hoja, por favor coloque al lado de cada una de ellas un número, el cual va a corresponder al orden en el que según dicha palabra vino a su mente. FASE 3: Igualmente atribuya un valor al lado de cada una de las palabras de acuerdo al significado que usted le asigna en el contexto en el que se encuentra, en donde debe colocar un mas (+) si la palabra es positiva para usted, un menos (-) si la palabra es negativa para usted y una “N” si la palabra es neutra para usted.
A continuación se colocaran las opiniones de los y las estudiantes categorizadas en tres grupos los cuales son: factores de riesgo, factores precipitantes y factores protectores. Se realizó de esta manera ya que se realizó esta investigación a partir la estrategia investigación-acción desde la teoría de acción participativa la cual es un método de investigación y aprendizaje colectivo de la realidad, basado en un análisis crítico con la participación activa de los grupos implicados, que se orienta a estimular la práctica transformadora y el cambio social. Se usó la técnica de observación participante la cual consiste en que el investigador es un sujeto activo en la investigación, donde permite la interacción socializadora de los protagonistas. Además permite que la recolección de la información sea de veracidad y de credibilidad.
5.1. FACTORES DE RIESGO El riesgo de conducta suicida aumenta proporcionalmente al número y peso específico de los factores presentes en cada persona en un momento determinado de su vida y a la presencia de acontecimientos estresantes específicos. No todos los factores de riesgo son fácilmente modificables mediante la intervención profesional. Entre los que lo son, se cuentan factores sociales, psicológicos y psicopatológicos. Entre los que no lo son, o son difícilmente accesibles, figuran el sexo, la edad, el estado civil, la situación laboral, el aislamiento social, las creencias religiosas o la conducta suicida previa (Vinues, 2014). ❖ Factores individuales ✓ Trastornos mentales ƒ ✓ Factores psicológicos ƒ Maria Ramirez y Angie González
Página 14
✓ Intentos previos de suicidio ƒ ✓ Ideación suicida ƒ ✓ Edad ƒ ✓ Sexo ƒ ✓ Factores genéticos y biológicos ƒ ✓ Enfermedad física, cronicidad, dolor o discapacidad ❖ Factores familiares y contextuales ƒ ✓ Historia familiar previa de suicidio ƒ ✓ Eventos vitales estresantes ƒ ✓ Factores sociofamiliares y ambientales ƒ ✓ Suicidio en el entorno ƒ ✓ Exposición (efecto “contagio”) ❖ Otros factores ƒ ✓ Historia de maltrato físico o abuso sexual ✓ Orientación sexual ƒ ✓ Acoso por parte de iguales (adolescentes) ƒ ✓ Fácil acceso a armas/medicamentos/tóxicos
5.1.1.
Factores de riesgo individuales.
Los factores de riesgo individuales son, en primer lugar, los trastornos mentales, presentes en una gran parte de las conductas suicidas, ciertos rasgos psicológicos y la presencia de intentos previos de suicidio. A ellos se unen factores como la edad, el sexo e incluso factores genéticos y biológicos. •
•
Trastornos mentales: El suicidio se asocia con frecuencia a la presencia de trastornos mentales, como la depresión mayor, el trastorno esquizofrénico, los trastornos de ansiedad, los trastornos de la conducta alimentaria, el trastorno de personalidad antisocial y el trastorno límite de personalidad, así como el abuso de alcohol y otras sustancias. Factores psicológicos: Las variables psicológicas que pueden estar asociadas a la conducta suicida son la impulsividad, el pensamiento dicotómico, la rigidez cognitiva, la desesperanza, la dificultad de resolución de problemas, la sobregeneralización en el recuerdo autobiográfico y el perfeccionismo. Estos factores varían en función de la edad, aunque hay dos de especial importancia: la desesperanza y la rigidez cognitiva. Hasta un 91% de los pacientes con conductas suicidas
Maria Ramirez y Angie González
Página 15
•
•
•
•
expresan desesperanza en la escala de Beck (BDI-II) es un autoinforme de lápiz y papel compuesto por 21 ítems de tipo Likert. El inventario inicialmente propuesto por Beck y sus versiones posteriores han sido los instrumentos más utilizados para detectar y evaluar la gravedad de la depresión. De hecho, es el quinto test más utilizado por los psicólogos españoles (Muñiz y Fernández-Hermida, 2010). Sus ítems no se derivan de ninguna teoría concreta acerca del constructo medido, sino que describen los síntomas clínicos más frecuentes de los pacientes psiquiátricos con depresión. El BDI-II ha experimentado algunas modificaciones respecto a las versiones anteriores para representar mejor los criterios para el diagnóstico de los trastornos depresivos recogidos en el DSM-IV (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, cuarta edición, American Psychiatric Association, 1994) y CIE-10 (Clasificación estadística internacional de enfermedades y problemas relacionados con la salud, Organización Mundial de la Salud, 1993). La prueba ha de ser destinada preferentemente para un uso clínico, como un medio para evaluar la gravedad de la depresión en pacientes adultos y adolescentes con un diagnóstico psiquiátrico y con 13 años o más de edad. Intentos previos de suicidio e ideación suicida: La ideación suicida y la presencia de planificación aumentan considerablemente el riesgo de suicidio. Pero los intentos previos son el predictor más fuerte de riesgo suicida. Durante los seis primeros meses e incluso durante el primer año después del intento, el riesgo aumenta considerablemente (especialmente en el caso de los ancianos). Edad: Los momentos con más riesgo de intentos y de suicidios consumados a lo largo de la vida son la adolescencia y la edad avanzada. Dentro de estos grupos, los ancianos usan métodos más letales y presentan tasas de suicidio más elevadas. Sexo: En líneas generales, los hombres presentan mayores tasas de suicidios consumados y utilizan métodos más letales, mientras que las mujeres presentan mayor número de intentos. Existen, de todos modos, diferencias culturales en cuanto al influjo de este factor (en China e India el suicidio es más frecuente en mujeres). Factores genéticos y biológicos: La conducta suicida se asocia con una disfunción del sistema serotoninérgico central, por lo que los factores que reducen la actividad serotoninérgica, tanto genéticos como bioquímicos, son relevantes en relación con el suicidio. Estudios
Maria Ramirez y Angie González
Página 16
•
realizados en gemelos sugieren que hasta un 45% de las diferencias encontradas en la conducta suicida de los gemelos son explicadas por factores genéticos. Enfermedad física o discapacidad: El dolor en una enfermedad crónica, la pérdida de movilidad, la desfiguración, así como algunas formas de discapacidad o un mal pronóstico de la enfermedad se relacionan con mayor riesgo de suicidio. La enfermedad física está presente en el 25% de los suicidios y en el 80% cuando hablamos de personas de edad avanzada, aunque el suicidio rara vez se produce sólo por una enfermedad física, sin asociarse a trastornos mentales.
5.1.2.
Factores sociofamiliares y ambientales.
La conducta suicida es más frecuente entre individuos solteros, divorciados, que viven solos o carecen de Apoyo social y familiar y, principalmente en los hombres, durante los primeros meses tras la pérdida (aunque también en este factor existen importantes diferencias culturales). La Pobreza, así como la Pérdida de empleo y la Jubilación como eventos estresantes, se asocian en el mundo desarrollado con un mayor riesgo de suicidio. El riesgo se eleva también en Trabajos con alto nivel de estrés y muy cualificados. Por otro lado, según la guía de Práctica Clínica de Prevención y Tratamiento de la Conducta Suicida (2010) “parece haber asociación entre Bajo nivel educativo y aumento del riesgo de suicidio”.
5.1.3.
Otros factores de riesgo.
La Historia de maltrato físico o abuso sexual durante la infancia, presenta una asociación consistente con la conducta suicida. Las comorbilidades son frecuentes en personas con abusos físicos o sexuales, lo que contribuye a aumentar el riesgo suicida. En cuanto a la Orientación sexual, la evidencia es limitada, pero parece existir un mayor riesgo de suicidio en homosexuales, sobre todo en adolescentes y adultos jóvenes, lo que parece relacionado con situaciones de discriminación, tensiones en relaciones interpersonales, ansiedad y falta de apoyo. En adolescentes, el Acoso por parte de iguales se ha asociado con altos niveles de estrés, así como con ideación y conducta suicidas. Un Fácil acceso a armas/medicamentos/tóxicos, facilita el paso del pensamiento a la acción suicida y se asocia con mayor riesgo de suicidio.
5.2. FACTORES PRECIPITANTES Maria Ramirez y Angie González
Página 17
❖ Acontecimientos vitales estresantes ƒ ✓ Viudedad ƒ ✓ Divorcio ƒ ✓ Pérdida del empleo ƒ ✓ Ruptura sentimental ƒ ✓ Aislamiento social en adolescentes y ancianos ❖ Factores psicológicos individuales ƒ ✓ Humillación en adolescentes ❖ Fácil acceso a métodos de suicidio
5.2.1.
Factores precipitantes.
Ciertos sucesos y acontecimientos vitales pueden precipitar el suicidio. Algunos han sido señalados, como la pérdida de un vínculo profundo (la viudedad o el divorcio) o del empleo. Otros factores, como el aislamiento o las tensiones interpersonales pueden precipitar el suicidio en personas con algún trastorno.
5.3. FACTORES PROTECTORES ❖ Factores personales ✓ Habilidad en la resolución de conflictos o problemas ✓ Autoconfianza ƒ ✓ Habilidad para las relaciones sociales e interpersonales ✓ Presentar flexibilidad cognitiva ƒ ✓ Tener hijos, más en las mujeres ƒ ✓ Tener hermanos, más en adolescentes ❖ Factores sociales o medioambientales ✓ Apoyo familiar y social de calidad ƒ ✓ Integración social ƒ ✓ Poseer creencias y prácticas religiosas, espiritualidad o valores positivos ƒ ✓ Adoptar valores culturales y tradicionales ƒ ✓ Tratamiento integral, permanente y a largo plazo en pacientes con trastornos mentales, con enfermedad física o con abuso de alcohol
5.3.1.
Factores protectores
Hay algunos factores que parecen disminuir la probabilidad de conducta suicida ante la presencia de factores de riesgo. Algunos tienen que ver con Maria Ramirez y Angie González
Página 18
características psicológicas. La habilidad en la resolución de conflictos o problemas, la autoconfianza, las habilidades sociales o la flexibilidad cognitiva constituyen factores protectores. La presencia de hijos protege fundamentalmente a las mujeres. Un fuerte y cálido apoyo sociofamiliar, una buena integración social, las creencias y prácticas religiosas y espirituales, la coherencia de los propios valores con los del entorno también ejercen un papel protector. Por último, un tratamiento integral, permanente y a largo plazo de pacientes con trastornos mentales o abusos de sustancias, así como a pacientes con enfermedad física es un importante factor protector de los riesgos asociados a esas condiciones.
6. UNA VISIÓN MULTIDISCIPLINARIA 6.1. Estrategias para tener colegios sin discriminacion El Plan de acción integral sobre salud mental 2013-2020 de la OMS concibe la salud mental como un estado de bienestar en el que el individuo realiza sus capacidades, supera el estrés normal de la vida, trabaja de forma productiva y fructífera, y acerca algo positivo a su comunidad. Con respeto los estudiantes, se hace hincapié en aspectos del desarrollo como el sentido positivo de la identidad, la capacidad para gestionar los pensamientos y las emociones, así como para crear relaciones sociales, la aptitud para aprender y adquirir una educación que lo capacitará para participar activamente en la sociedad. La prevención del suicidio requiere una mirada compleja, un enfoque global, multidisciplinario e interinstitucional, centrada en los aspectos positivos del bienestar y salud mental, en el que se implique en los distintos contextos educativos a los docentes en general, departamentos de orientación, equipos directivos, servicios de salud mental, servicios sociales, trabajando en red, en estrecha colaboración con las organizaciones comunitarias. La educación inclusiva entiende la diversidad del estudiante como una fuente de aprendizaje y enriquecimiento mutuo que busca desarrollar las capacidades de cada persona para llevar a cabo un proyecto vital satisfactorio en el ámbito personal y social. Incrementar la inclusión y cohesión asegura un ambiente escolar seguro, cálido y constructivo. La inclusión es un proyecto escolar, social, comunitario y mundial. En los colegios debe priorizarse el desarrollo integral (emocional, racional y conductual) de Maria Ramirez y Angie González
Página 19
las personas, favoreciendo estilos de vida saludables y dinamizando programas transversales de educación para la salud, atendiendo las dimensiones física, biológica, psicológica y social de manera interdisciplinaria. La conducta suicida constituye un problema complejo, multicausal y multifactorial. Puede entenderse como una solución radical al sufrimiento psicológico intolerable. La persona se ve superada en sus recursos y en su capacidad de afrontarlo, y no ve ninguna salida. Las personas con ideación suicida se ven dominadas por dos pensamientos distorsionados que viven como reales: la desesperanza porque siempre van a seguir sufriendo igual y la creencia de que su pérdida será fácil de superar para sus familiares y seres queridos ya que vivirán mejor sin ellos.
7. Actuación del sistema de educación La Organización Mundial de la Salud considera el ámbito educativo como un lugar excelente para desarrollar actividades preventivas idóneas. El modelo de abordaje del riesgo suicida en el ámbito educativo tiene como objetivo la prevención en el marco de un colegio saludable, la detección precoz y la intervención delante de las conductas suicidas desde una perspectiva interdisciplinaria. Dada la complejidad de esta problemática, es necesaria la colaboración del sistema educativo con los dispositivos comunitarios de salud mental, servicios sociales y asociaciones o instituciones, para complementar acciones dirigidas al apoyo y bienestar de los estudiantes.
7.1. Prevención primaria con todos las y los estudiantes La conducta suicida no tiene una única causa, surge frecuentemente en la interacción entre factores de riesgo relevantes en combinación con la falta de factores protectores. Las estrategias de prevención en el ámbito educativo se desarrollarán de manera coordinada entre los docentes, estudiantes, equipo directivo, familias y servicios de orientación y asesoramiento de la administración educativa.
7.2. Actuaciones por parte de los docentes: evaluación de los factores de protección de riesgo Maria Ramirez y Angie González
Página 20
Tanto desde la perspectiva de la prevención, como de la intervención, el primer análisis que se debe realizar por el docente, estudiantes y familias será la de los factores de riesgo y protección que presente el estudiante. El entorno educativo es un espacio privilegiado para la prevención y detección de las diferentes conductas de riesgo. El docente, asesorado por la orientadora o el orientador del colegio, puede observar los indicadores de riesgo en base al comportamiento y rendimiento académico del estudiante tanto en el aula como en el colegio, realizando, de ser necesario, observación, entrevistas y seguimiento del estudiante, en el marco de la tutoría individual y de la orientación educativa. Unas de las estrategias que se pueden utilizar para recoger información son el analizar el observador y los informes previos; la observación directa en el aula; aplicación de algún taller para evaluar el clima de convivencia en el aula. El ejemplo más claro es el aislamiento social. En estas actuaciones es fundamental la comunicación, el apoyo y la colaboración con las familias. Hace falta destacar también el papel del estudiante que puede participar en redes de apoyo, identificando situaciones de riesgo a través del grupo de amigos y amigas. Los factores de riesgo y protección fueron abordados anteriormente y los cuales fueron creados en base a la opinión de varios estudiantes de un colegio de la localidad de suba, y de los que hacemos a continuación una síntesis adaptada al centro educativo. 1. Factores protectores: Favorecen el bienestar emocional y de protección contra el suicidio, entre otros ejemplos, una autoimagen positiva, buena capacidad de resolución de problemas, conductas idóneas para la busca de ayuda y apoyo social.
Familiares: Calidad del apoyo familiar y social; integración social; buenas relaciones en la familia, con el centro educativo, con los hermanos y con las amistades.
Maria Ramirez y Angie González
Página 21
Personalidad: Desarrollo de habilidades sociales y de solución de problemas, autoestima y confianza en sí mismo, busca de ayuda ante las dificultades escolares y personales, busca de consejo cuando hay que elegir y tomar decisiones importantes, receptividad hacia nuevas experiencias y conocimientos, flexibilidad cognitiva, ética o valores positivos y espiritualidad, hábitos de vida saludable, extraversión, adopción de valores culturales, tratamiento integral de la enfermedad física/mental, mantenerse activo.
Factores sociales: Buen rendimiento escolar, buenas relaciones con los profesores y compañeros, comunicación y unificación de criterios entre familia y centro educativo. Podríamos incluir como factores de protección las medidas de atención a la diversidad que se tomaron con los estudiantes: conjunto de acciones diseñadas con la finalidad de adecuar la respuesta educativa a la pluralidad de todos los estudiantes, dentro de una escuela que no discrimina.
Factores culturales y sociodemográficos: Integración social, participación en actividades deportivas y asociaciones, apoyo de personas significativas.
Un concepto muy relacionado con los factores protectores es el de resiliencia, la capacidad de los individuos y de los sistemas (familia, escuela y comunidad) para desarrollarse en condiciones adversas, afrontar con éxito las situaciones estresantes. Los factores protectores relacionados con la resiliencia que más se asocian a la prevención de la conducta suicida son: estilo atribucional positivo(ejemplo: he aprobado porque me esfuerzo mucho),confianza en la capacidad de solución de problemas, alto nivel de autonomía, apoyo social percibido, el apego, personas significativas en la vida de uno y las creencias relacionadas con el suicidio. Cuantos más factores de protección concurran en una persona, menor será la probabilidad de que la persona realice una conducta suicida. Ahora bien, que estos factores de protección estén presentes no significa que la persona no pueda llevar a cabo un intento suicida.
Maria Ramirez y Angie González
Página 22
Vamos a ver qué manifiestan algunos de los participantes de PIPSA de grados novenos en la jornada tarde, a través del cuestionario aplicado respecto a ideación suicida: •
•
•
• •
• •
•
• • •
Frente al conocimiento del suicidio la opinión es dividida, pues mientras la mitad de los participantes manifiesta saber mucho, los otros dicen que muy poco. Con un 72,2 % manifiestan que las edades más propensas para el suicidio son entre los 14 y 15 años, edades en las que se encuentran la mayoría de los participantes. Entre las razones por las que consideran se comete mayormente el suicidio, las dos que más puntúan son los problemas familiares y las relaciones amorosas. La mayoría considera que las personas homosexuales y bisexuales son más propensos a quitarse la vida. Todos conciben las redes sociales como un factor de riesgo, en donde comúnmente encuentran comentarios que atentan contra su autoestima, por el ciberbullying y por los juegos que se tornan moda dentro de éstas. La mayoría de chicos consideran que ayudarían en caso de saber de alguien que está viviendo la situación. Con un 34 % los chicos piensan que las instituciones educativas no están al frente del tema, no lo trabajan mucho y que no existen muchas acciones preventivas frente al tema. Más del 70 % perciben que los adolescentes se sienten solos y desprotegidos, algunos manifiestan que son cuestiones de trabajo de los padres y en otras porque los sienten como padres ausentes en sus vidas. Manifiestan que las situaciones y los sentimientos que experimentan muchas veces si son razones que los llevan a cometer un suicidio. Creen en la prevención del suicidio. Frente a la percepción en la vida de ellos se encuentra que la mayoría de los participantes manifiesta un nivel de resiliencia elevado que les permite manifestar el no querer quitarse la vida ni haberlo intentado. En los pocos casos que admiten haberlo pensado en algún momento, se observa a través de su relato que no lo han hecho porque perciben que sus situaciones no son lo suficientemente graves o porque se sienten incapaces de consumarlo.
Maria Ramirez y Angie González
Página 23
1. Factores de riesgo: Conocer los factores de riesgo nos permitirá estar en disposición de detectarlos y actuar en consecuencia.
Individuales: Desde el ámbito educativo debemos observar con seriedad cualquier cambio repentino que afecte al rendimiento escolar, a la asistencia al centro educativo o a su comportamiento tanto con el docente como con los estudiantes, además de los siguientes rasgos: ● Antecedentes/presencia de trastornos mentales. ● Intentos previos de suicidio. ● Desesperanza y sufrimiento psíquico. ● Presencia de ideación suicida. ● Enfermedad física, cronicidad, dolor o discapacidad. ● Historia de maltrato físico y/o abuso sexual. ● Dificultades en la identidad u orientación sexual. ● Acoso escolar ● Pérdida de figuras significativas. ● Fácil acceso a medicamentos, tóxicos o armas. ● Descenso generalizado en las evaluaciones, en el esfuerzo y en el interés. ● Conductas disruptivas y problemas significativos de relación. ● Ausencias al colegio inexplicable, repetido y sin permiso.
Familiares y contextuales ● Historia familiar de suicidio. ● Ausencia de apoyo sociofamiliar. ● Presencia de eventos vitales estresantes. ● Antecedentes de suicidio en el entorno. ● Presencia de enfermedad mental en los progenitores. ● Exposición al efecto contagio. ● Clima emocional caótico en la familia. ● Dificultades socioeconómicas graves.
Maria Ramirez y Angie González
Página 24
LLUVIA DE IDEAS PERCEPCIÓN INFLUENCIA REDES SOCIALES EN IDEACIÓN SUICIDA:
LLUVIA DE IDEAS PERCEPCIÓN SOLEDAD ADOLESCENTES ACTUALMENTE:
Y DESPROTECCIÓN DE LOS
CONOCIMIENTO DE CASOS POR PARTE DE LOS Y LAS ESTUDIANTES
Maria Ramirez y Angie González
Página 25
Podemos considerar que nos encontramos ante una situación de riesgo cuando: ❖ Se tenga constancia de comportamientos autolíticos en el pasado. ❖ Se observen en el curso actual factores de riesgo relevantes y soporte inadecuado de factores protectores. ❖ La familia comunique al colegio su propia percepción de que existe riesgo. ❖ Las personas del entorno próximo a la estudiante o el estudiante comunique su percepción de la existencia de riesgo al docente o la docente y amigos o amigas. ❖ Cuando los servicios de salud mental o servicios sociales informen a la orientadora o al orientador, director o directora del colegio o al equipo de orientación específico de una situación de riesgo. Los grupos de alto o mayor riesgo para tener pensamientos y planes de suicidio son los siguientes: ❖ Estudiantes que realizaron un intento de suicidio previo. ❖ Personas con trastorno psiquiátrico (depresión, abuso de sustancias…). ❖ Estudiantes que perdieron a un ser querido por suicidio (superviviente de un suicidio). Cuantos más factores de riesgo concurran en una persona, mayor será la probabilidad de que la persona presente una conducta suicida. Con todo, Maria Ramirez y Angie González
Página 26
que no se den estos factores de riesgo no significa que la persona no pueda llevar a cabo un intento de suicidio. Recomendaciones a los docentes frente a estrategias de prevención: ➢ Crear un clima de convivencia positiva en el aula y en el centro educativo, en el que se favorezca el bienestar y el desarrollo integral del estudiante. ➢ Transmitir a través del estilo educativo valores como la autoestima, empatía, solidaridad, expectativas positivas hacia los estudiantes y pasión por compartir el conocimiento. ➢ Organizar tutorías grupales con los estudiantes, asambleas y otras actuaciones dirigidas a consensuar normas de convivencia, fomentar competencias emocionales como la escucha activa, favorecer la expresión de los sentimientos y emociones, aprender a tomar decisiones eficaces y solucionar problemas, trabajar en equipo, aumentar la tolerancia a la frustración, reducir el estigma social asociado a la conducta suicida. ➢ Realizar entrevistas afectivas y con empatía en las tutorías individuales con las familias y con el estudiante, analizando factores protectores y de riesgo ➢ Abordar la educación para la salud y la educación emocional, incluida en el currículo de las diferentes áreas como contenido transversal. ➢ Fortalecer la autoestima de los estudiantes, utilizando estrategias como el refuerzo positivo, atención individualizada y destacando sus capacidades. ➢ Hacer prevención de la intimidación o violencia en el centro educativo, aplicando las estrategias de tolerancia cero con el acoso y ciberacoso. ➢ Prestar una especial atención y apoyo específico a los estudiantes más vulnerables para incrementar su resiliencia y mejorar las habilidades de afrontar el estrés.
7.3. Actuaciones por parte del equipo directivo Las personas que hacen parte del equipo directivo deben hacer partícipe a toda la comunidad educativa para ejecutar las siguientes recomendaciones para la prevención del suicidio: Maria Ramirez y Angie González
Página 27
o Dinamizar la inclusión de este protocolo adaptado, cuando sea necesario, a las particularidades del centro educativo, dentro del plan de convivencia. o Gestionar por parte de la entidad educativa la responsabilidad compartida, en el que se favorezca la participación y colaboración de los y las estudiantes, docentes y familias en el desarrollo del proyecto educativo del colegio. o Nombrar a un docente de referencia, con empatía con los estudiantes, que pueda actuar de apoyo y mediador entre el estudiante y el docente, estudiante y familia, en coordinación con la orientadora o el orientador y el equipo directivo. o Favorecer la puesta en marcha de proyectos de educación para la salud, intercambio de experiencias y buenas prácticas con una visión interdisciplinaria. o Ante la sospecha de posible acoso escolar realizar todas las vías de acción planteadas en el manual de convivencia. o Exponer de forma clara y accesible para los docentes los teléfonos de los profesionales que pueden intervenir.
7.4. Actuaciones de los y las estudiantes El grupo de compañeros puede colaborar en la prevención y detección del riesgo suicida. La comunicación a los estudiantes debe tener la única finalidad de implicarlos y actuar de manera solidaria y colaborativa siguiendo, entre otras, las siguientes estrategias:
Maria Ramirez y Angie González
Página 28
7.5. Actuaciones de las familias La comunicación y colaboración entre la familia, el centro educativo y los servicios socio sanitarios resulta imprescindible para la prevención, detección y apoyo en la intervención del riesgo suicida. Las familias podrán facilitar esta actuación coordinada utilizando las siguientes pautas de actuación: 1. Colaborar con el centro educativo, especialmente con el director de curso y orientador/a, para favorecer la comunicación e intervención conjunta. 2. Utilizar un estilo educativo familiar asertivo, que integre normas, diálogo y autonomía. 3. Mantener una actitud de comunicación hacia las inquietudes y dificultades de sus hijos. 4. Comunicar al director de grupo, orientador o equipo directivo cualquier situación que puedan considerar de riesgo para su hijo.
8. Prevención secundaria con los estudiantes en situación de riesgo. El origen de la sospecha de que un estudiante o una estudiante está teniendo problemas emocionales de riesgo puede proceder de distintas fuentes: la familia, los docentes, los/las compañeros/as, el departamento de orientación, los servicios socio sanitarios. Lo primero de todo es tomar en serio toda amenaza de suicidio. Cuando esto sucede se hace necesaria la intervención del orientador u orientadora del centro.
8.1. Intervención
por
parte
de
los
orientadores
y
las
orientadoras Esta intervención tiene que venir precedida de una solicitud escrita procedente de los ámbitos escolar y familiar, según el modelo y el plan general de atención que tenga la institución educativa. ✓ SOLICITUD DE INTERVENCION La persona que realiza la solicitud debe especificar el motivo, cuáles fueron los primeros elementos de alarma y cuándo se produjeron, así Maria Ramirez y Angie González
Página 29
como las medidas que ya se adoptaron. Salvo que la solicitud surja de la familia, esta debe contar con la autorización escrita de la madre, del padre o personas tutoras legales de la estudiante o el estudiante, siempre primando el interés superior del/de la menor y la salvaguarda de las urgencias vitales. ✓ EVALUACION E INFORME PSICOPEDAGOGICO Una vez recibida la solicitud de intervención, el/la orientador/a realizará, con carácter urgente y prioritario, la evaluación psicopedagógica, en la que podrá solicitar, de ser necesaria, según el procedimiento establecido para tal efecto. La evaluación psicopedagógica se desarrollará según lo establecido en la normativa que la regula y se podrá complementar con la recogida de información con instrumentos de evaluación similares. El/la orientador/a informará a la familia de su resultado, haciendo hincapié en las necesidades específicas de los distintos ámbitos y en la importancia de la coordinación con remisión a los servicios de salud y/o sociales. Elaborará un informe psicopedagógico que recoja las conclusiones, orientaciones y propuestas de intervención, del que la familia podrá solicitar una copia. Si el/la orientador/a identifica en su evaluación una situación de riesgo, de sufrimiento psíquico o desesperanza, lo comunicará a la familia y a la dirección del centro educativo, junto con las propuestas de intervención y posible derivación a los servicios de salud. Cuando el/la estudiante cambie de centro educativo, este informe psicopedagógico acompañará al estudiante, como parte de su expediente académico, siendo necesaria la comunicación directa de la información relevante entre los orientadores de los dos centros, para que en el nuevo centro se tomen, desde el principio, las medidas oportunas para favorecer la evolución positiva del/de la alumno/a en un contexto distinto.
8.2. Remisiones y coordinación con los servicios sanitarios y/o servicios sociales Tanto en la evaluación como intervención psicopedagógica tendremos en cuenta que los problemas relacionados con el suicidio son siempre multidimensionales y requieren de la intervención coordinada de los/las profesionales de educación, salud mental y servicios sociales comunitarios Maria Ramirez y Angie González
Página 30
y/o especializados. Cuando las y los orientadores del centro educativo considere necesaria la intervención de salud mental, en primer lugar se le informará a la familia, entregando la remisión, acompañado del informe psicopedagógico. La familia son los encargados de realizar todo el proceso, estos entregarán el informe psicopedagógico al/a la médico/a pediatra o médico/a de familia para que valore la posible derivación del estudiante al servicio de salud mental correspondiente. En las sucesivas consultas en salud mental se mantendrá este intercambio de información entre educación y sanidad, a través de la familia. En casos de conductas de alto riesgo autolítico, lo más aconsejable es avisar a la familia y demandar la intervención de los servicios de urgencia correspondientes (123). Posteriormente se mantendrá el intercambio de información y colaboración entre educación y sanidad, según lo establecido anteriormente.
9. Prevención terciaria: intervención educativa en el intento de suicidio En los casos de intento autolítico, los/las directores de curso, el/la orientador/a del centro y el equipo directivo son las personas de referencia para cualquier actuación. La intervención se realizará con sensibilidad, confidencialidad y rapidez. El equipo directivo debe comunicar la tentativa de suicidio a la familia, a la inspección educativa y ponerse en contacto con el 123, según lo establecido en el protocolo de atención educativa a urgencias sanitarias y enfermedad crónica, para que sean los profesionales del servicio de emergencias los que valoren la gravedad de la situación y los recursos que hace falta movilizar. Se informará también del intento autolítico, manteniendo un escrupuloso respeto a la intimidad del estudiante, al equipo docente y, de considerarse necesario, siempre con el consentimiento expreso de la familia y del/de la menor en mayores de 14 años, al alumnado, para implicarlos en la aplicación de las estrategias de evaluación e intervención. Se solicitará por parte del centro, si el/la orientador/a y el equipo directivo lo estiman necesario, el asesoramiento del equipo de orientación específico, así como de los servicios socio sanitarios, con la conformidad de la familia. Maria Ramirez y Angie González
Página 31
Así, por ejemplo, cuando los compañeros de un/a estudiante le entreguen a un docente una carta de despedida de un compañero, este docente debe comunicarlo inmediatamente al director de curso, al/a la orientador/a y al equipo directivo, que deben tomar las medidas urgentes de comunicárselo a la familia, para que el/la estudiante asista con urgencia al servicio de salud mental, que emitirá su informe, del que la familia debe presentar una copia en el centro educativo. De manera simultánea el centro educativo pondrá en marcha, entre otras, las estrategias que se mencionan a continuación, comunicándolo a la inspección educativa y solicitando, si lo estima necesario, la colaboración del equipo de orientación específico que, con carácter urgente, promoverá las actuaciones interdisciplinarias necesarias. La actuación de cada centro educativo deberá prolongarse el tiempo que las personas afectadas y la comunidad educativa lo necesiten, intensificando la coordinación de los diferentes profesionales especializados que intervinieron en el caso. Sugerimos como estrategias de intervención para desarrollar de manera contextualizada y coordinada las siguientes: ❖ Mantener una vigilancia y supervisión continua por parte de los docentes tanto en el aula, como en los desplazamientos y recreos para garantizar la seguridad e integridad del estudiante tanto en las actividades académicas como en los tiempos de ocio. No dejarlo solo, involucrando al personal docente, amigos/as y otros compañeros. Cualquier incidente relevante será comunicado al director de curso, al/a orientador/a y al equipo directivo. Seguir las instrucciones de los servicios de salud mental en lo tocante al apoyo y seguimiento. ❖ Limitar el acceso a posibles medios lesivos: retirar materiales peligrosos, hacer los pasillos y escaleras lo más seguros posibles, asegurar las ventanas limitando la apertura, reducir el acceso a sustancias químicas o medicinas. ❖ Adaptar la metodología y criterios de evaluación para favorecer el éxito escolar de estudiante. Para realizar las evaluaciones sin presión, podrá dársele más tiempo, complementar oralmente las preguntas sin contestar en los exámenes escritos, realizar las pruebas en momentos y lugares diferentes al grupo de referencia. Maria Ramirez y Angie González
Página 32
❖ Mostrar empatía y comprensión por parte de los docentes, para prevenir las emociones negativas de fracaso y ansiedad delante de situaciones escolares. ❖ Favorecer la participación del estudiante en actividades complementarias o extraescolares para diversificar sus intereses y mejorar las competencias sociales.
10. POSTVENCIÓN: elaboración del proceso de duelo en los centros educativos. Cuando se dan conductas suicidas consumadas, las personas de referencia que tienen que actuar de forma rápida, profesional y delicada, siguen siendo el/la directora de curso, el/la orientador/a y el equipo directivo, asesorados por los servicios de apoyo educativo y de salud mental. El centro informará a la familia, a la inspección educativa y a los servicios de salud, pudiendo solicitar el asesoramiento de los servicios de apoyo externos. Los compañeros del centro, el equipo escolar y los progenitores tienen que ser informados del suicidio y de la elaboración del proceso de duelo que se va a desarrollar en la comunidad educativa. La intervención del equipo de orientación, de ser solicitada su colaboración, será de asesoramiento indirecto, acompañando a los docentes en su proceso de duelo y unificando las pautas de actuación de los docentes para orientar la elaboración del proceso de duelo en los estudiantes y en la comunidad educativa. Se trata de proporcionar ayuda mutua y específica a las personas supervivientes al suicidio, especialmente en la atención al duelo complicado. La comunidad y cada uno de sus miembros tienen que realizar la elaboración del proceso de duelo. El duelo es un trabajo de elaboración de los afectos y significados que siguen a la pérdida de un ser querido. Puede realizarse de una manera normal o presentar formas patológicas como el duelo crónico, duelo inhibido, duelo diferido. Deberemos estar atentos a los estudiantes que hayan podido presentar, por diversas circunstancias, un duelo complicado que hubiera requerido de una intervención individual especializada, más allá del proceso de elaboración del duelo que realiza el grupo. En el ámbito educativo, el asesoramiento deberían realizarlo los profesionales que se relacionan habitualmente con las personas que se Maria Ramirez y Angie González
Página 33
enfrentan al proceso de duelo (profesores, orientadores, directores de curso). La terapia de duelo estaría indicada en los casos de duelo complicado, y debería ser llevada a cabo por los/las profesionales de salud mental agentes de salud capacitados para este trabajo. A continuación relacionamos algunas de las estrategias generales para la elaboración del proceso de duelo en los centros educativos, que deberán ser adaptadas en función del contexto y de la etapa educativa de los estudiantes, así como coordinadas por el/la orientador/a y el equipo directivo: ✓ El centro educativo debe atender lo antes posible las necesidades de los estudiantes que se vea inmerso en el proceso de duelo y colaborar con las familias para reforzar sus referentes (madres, padres, docentes). Los profesores deben acoger, escuchar y compartir los sentimientos y emociones con los compañeros. Coordinarse con las familias, escucharlas y compartir con ellas el plan de trabajo y pedirles su colaboración. Podemos pedir ayuda a personas expertas, aunque su ayuda debe ser indirecta. Para el asesoramiento directo al estudiante deben utilizarse los recursos propios del centro, contando con los docentes, orientadores/as, equipo directivo, más próximos al estudiantes. Las personas expertas externas al centro, podrán actuar de manera indirecta como apoyo al asesoramiento, informando, por ejemplo, al docente, orientador y equipo directivo sobre cómo intervenir ellos directamente con los estudiantes y familias. Entre otros aspectos sobre: comunicación de la noticia a la clase por parte de un profesor de confianza para los alumnos, acompañado del/de la orientador/a y/o equipo directivo, así como del proceso de duelo que se va a seguir y la forma de prevenir el suicidio y recibir ayuda; pensar en formas de “despedida” dentro del grupo clase dependiendo de la edad; la presencia de los/las profesores/as en los momentos de dolor; suspender, en señal de duelo, cualquier acto extraordinario programado por el centro que coincidiera con el fallecimiento. ✓ Los entornos familiar y escolar deben retomar lo antes posible la normalidad. Traer gente ajena al centro puede contribuir más a aumentar el problema que a resolverlo. Conviene volver lo antes posible a los ritmos normales, pero respetando los procesos y sin precipitarse. Maria Ramirez y Angie González
Página 34
✓ Los niños y las niñas tienen capacidad para elaborar y superar el proceso de duelo, y para eso cada quien pone en juego sus propias capacidades. Aun así prestaremos especial atención a las capacidades afectivo-emocionales de los estudiantes, que no siempre tienen el mismo nivel de afrontamiento. ✓ Abrir las compuertas a la comunicación. La verbalización de sentimientos e ideas ayuda a avanzar en este proceso. Estas verbalizaciones deben producirse en un ambiente de normalidad, nunca recreándose en imágenes del fallecimiento, y recordando las experiencias gratificantes y positivas vividas con la persona fallecida. ✓ El colegio puede, posteriormente, priorizar contenidos y programas formativos adaptados a las distintas etapas relacionados con los valores positivos de la autoestima; competencias sociales; solidaridad entre estudiantes; redes de apoyo entre iguales; prevención de riesgos; toma de decisiones eficaces; resolución de conflictos; conocimiento y actitudes hacia depresión y otros problemas de salud mental y el uso de los servicios de salud; estrategias de resiliencia emocional.
Maria Ramirez y Angie González
Página 35
BIBLIOGRAFIA: •
•
• •
•
•
• •
• • • • •
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO-Chile (2017). SUICIDIOS CONTEMPORÁNEOS: VÍNCULOS, DESIGUALDADES Y TRANSFORMACIONES SOCIOCULTURALES. Recuperado de: https://flacsochile.org/doc/2019/libros/Libro_Suicidios_Contempor %C3%A1neos_FLACSO_Chile.pdf Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (2019) Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. Recuperado de: https://www.cdc.gov/about/leadership/leaders/ncipc.html Ministerio de Salud y Protección Social y Colciencias. Encuesta Nacional de Salud Mental 2015, tomo I. Bogotá 2015. Ministerio de Salud y Protección Social. Modelo de atención para eventos emergentes en salud mental, en el marco del sistema general de seguridad en salud. Bogotá, 2014. Ministerio de Salud y Protección Social, Instituto Nacional de Salud. Protocolo de Vigilancia en Salud Pública, Intento de suicidio. Bogotá, 2016. Organización Mundial de la Salud. Suicidio, nota descriptiva. Disponible en: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs398/es/ [Consultada en febrero 10 de 2017] Organización Mundial de la Salud, Organización Panamericana de la Salud. Prevención de la conducta suicida. Washington 2016. Organización Panamericana de la Salud. Promoción de la salud mental en las poblaciones indígenas. Experiencias de países. Washington, DC: OPS, 2016. UNICEF. Suicidio adolescente en pueblos indígenas. Tres estudios de caso. Panamá, 2012. Instituto Nacional de Salud. Informe de evento, Intento de suicidio 2017. Bogotá, 2018. Instituto Nacional de Salud. Boletín epidemiológico semanal, semana Número 52 de 2016. Bogotá 2016. Durkheim, E. (1827). Le Suicide. Baró, I. (2003). Poder, Ideología y Violencia. Madrid. Editorial Trotta.
Maria Ramirez y Angie González
Página 36
• •
•
•
•
•
•
•
• •
•
SAINSBURY, P.: Suicide in London. An Ecological Study. London: Champman y Hall, 1955; 11-19. GIBBS, J. P.; PORTERFIELD, D.: Prestigio ocupacional y Movilidad Social de los suicidios en Nueva Zelanda. The American Journal of Sociology, 1960; 66:151. GIBBS, J. P; MARTIN, W. T : Una teoría de la integración de Status y su relación con el suicidio. American Sociological Review, 1958; 23:140-147. OMS. El suicidio, un problema de salud pública enorme y sin embargo prevenible, según la OMS [Internet]. Geneva: WHO; 2015. Disponible en: http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2004/pr61/es/ World Health Organization. Public Health Action For he Prevention of Suicide. A Framework. WHO Library Cataloguing-in-Publication Data, Genova, Suiza, 2012. World Health Organization (2000-2011). Preventing Suicide: a resource series. (http://www.wint/mental_health/resources/preventingsuicide. Consultado el 20 de marzo de 2019. World Health Organization (2008a). mhGAP Mental Health Gap Action Programme: Scaling up care for mental, neurological, and substance use disorders. (http://www.who.int/mental_health/evidence/mhGAP. Consultado el 20 de marzo de 2019 Secretaria Distrital de la Salud (2010) DIAGNÓSTICO LOCAL BASE PARA LA FORMULACIÓN DEL PIC 2011. Recuperado de: http://www.saludcapital.gov.co/sitios/VigilanciaSaludPublica/Tod o%20ASIS/SUBA.pdf ikka, pd4 et (2011) Proyecto Suba: contexto. Recuperado de: http://proyectosuba.blogspot.com/p/contexto.html Alcaldía Mayor de Bogotá (2018) DIAGNÓSTICO SUBA 2018. Hábitat en cifras. Recuperado de: http://habitatencifras.habitatbogota.gov.co/documentos/boletin es/Localidades/Suba.pdf INMLCF (2017) Forensis 2017.Datos para la vida. Recuperado de: http://www.medicinalegal.gov.co/documents/20143/262076/Fore nsis+2017+Interactivo.pdf/0a09fedb-f5e8-11f8-71ed-2d3b475e9b82
Maria Ramirez y Angie González
Página 37
โ ข
OMS (2013). Plan de acciรณn de salud mental integral 2013-2020. Biblioteca de la OMS: Ginebra.
Maria Ramirez y Angie Gonzรกlez
Pรกgina 38