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El feminismo de los hechos

En la izquierda a veces se dan debates tan enconados como estériles, y el feminismo, como corriente progresista que es, no es ajeno a esa tendencia a ponerse en cuestión. Sin embargo, el PSOE ha gobernado muchos años en este país, y gobernar significa tomar decisiones, adoptar soluciones a problemas acuciantes, erradicar las injusticias.

Nuestro partido ha hecho mucho más que una bandera del feminismo: cuando gobernamos, las banderas (la morada, la roja, la verde) van al BOE, que es donde se hacen realidad material. Porque una cosa es tomar los cielos por asalto, y otra poner los pies en la tierra y gobernar para cumplir el mandato constitucional de la igualdad “real y efectiva”.

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La ley de Paridad persigue dar cumplimiento a ese mandato porque con recomendaciones no hemos logrado romper el techo de cristal. Y de nuevo, es el Partido Socialista el que hace avanzar la igualdad real en nuestro país.

En democracia, los avances feministas que se iniciaron con los Gobiernos de Felipe González y fueron aún más lejos con Rodríguez Zapatero, han tenido continuidad con Pedro Sánchez. Desde 2018, este Gobierno ha retomado con más fuerza que nunca la bandera feminista y, con ella, ha escrito en tinta morada muchos números del BOE y tres Presupuestos Generales del Estado atravesados de feminismo.

Desde la equiparación de los permisos de maternidad y paternidad, hasta la reforma laboral y la subida del SMI (que ha logrado reducir la brecha salarial en cinco puntos porcentuales, algo nunca visto con anterioridad) o la recuperación de las cotizaciones para las cuidadoras, se han tomado numerosas medidas contra la penalización que nos supone ser madres y la dependencia económica que aboca a muchas mujeres a convivir con su maltratador.

En derechos, hemos blindado el aborto después de ver cómo la derecha, poniendo de nuevo en duda nuestra responsabilidad y autonomía, intentaba tutelar a las mujeres de Castilla y León. Hemos recuperado el derecho de las mujeres de 16 y 17 años a abortar, y hemos introducido en el Código Penal el acoso a mujeres en las clínicas.

Protegemos por ley a los huérfanos de violencia de género; perfeccionamos la necesaria ley del sí es sí garantizando que el consentimiento de la mujer siga en el centro; avanzamos en la protección frente a conductas abusivas como el acoso callejero o cualquier contacto físico no deseado; reivindicamos a las mujeres que lucharon contra la dictadura franquista, “protagonistas de una larga lucha por la democracia y los valores de libertad, igualdad y solidaridad”, como recoge la Ley de Memoria Democrática.

Seguimos trabajando para abolir la prostitución. Porque en qué cabeza cabe que se pueda legalizar, y que se aproveche la pobreza y la vulnerabilidad de las mujeres para obligarlas a cualquier práctica sexual.

Queda mucho por hacer, pero avanzamos. Con la bandera morada en una mano y la roja en la otra, avanzamos. Y esos avances llegan al BOE para que nos den libertad y derechos a todas.

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