Revista 405 julio 2014

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REVISTA CREA - N.ยบ 405 Julio 2014 - Ejemplar en la Argentina $25-

N.ยบ 405 julio 2014 - Ejemplar en la Argentina $25-




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Sumario

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Hacer el propio camino

Redes viales gestionadas por empresarios agropecuarios. 20

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Los partidos políticos presentaron sus propuestas para el campo

Las visiones de Javier González Fraga, Esteban Bullrich, Marco Lavagna y Jorge Todesca.

El Niño podría generar buenos rindes de maíz y de soja Así sucedió en los años en que ocurrió ese fenómeno climático.

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Uruguay: avanza la integración de ganaderos CREA con la industria

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Claves para disminuir riesgos en la campaña agrícola

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Este año implementarán una plataforma para comercializar hacienda.

Recomendaciones del consultor González Montaner.

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Aplicaciones de fitosanitarios: información versus opinión

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Manejo de envases de fitosanitarios

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El nuevo modelo agrícola está en nuestras manos

Los productos que se usan en el campo han sido aprobados por los organismos de control y no generan problemas en el ambiente si son bien utilizados. Se aconseja el triple lavado y su perforación luego de ser usados. Por qué es vital promover un enfoque sistémico.

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AACREA fue premiada por la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria

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Manejo de la chinche de los cuernos Una nueva plaga que puede provocar graves daños en cultivos de maíz.

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Girasol Rindes y contenidos de materia grasa de híbridos comerciales.

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Tecnologías para dar un salto de productividad Últimos resultados de ensayos desarrollados en soja en la región Norte de Buenos Aires.

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Un contacto directo con el principal cliente Visita oficial de integrantes del ISGA a China.

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Congreso Tecnológico CREA 2014 Programa preliminar.

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Radiagrofías

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Noticias de empresas

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SECCIÓN ECONÓMICA 92

El precio de la tierra

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LO AYUDAMOS A PRESUPUESTAR

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APUNTES



AACREA

Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola

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FUNDADOR ARQ. PABLO HARY (†) COMISIÓN DIRECTIVA – EJERCICIO 2012/13

Editorial

Presidente Vicepresidente Secretario Prosecretario Tesorero Protesorero Vocal titular Vocal titular Vocal suplente

Un nuevo Congreso Tecnológico CREA Se acerca el Congreso Tecnológico CREA 2014. Es un encuentro que realizaremos el 8 y 9 de octubre, en el que miembros y asesores CREA procuraremos adelantarnos en el tiempo y avizorar qué tecnologías se podrán aplicar en nuestras empresas en los próximos años. En un plano general, queremos crear un espacio de reflexión para analizar los desafíos que enfrentará la producción agropecuaria y el rol que tendrá nuestro país como proveedor mundial de alimentos en un marco de uso sostenible de los recursos y considerando las demandas de la sociedad. Para lograr ese objetivo está prevista una primera jornada con temas transversales a todas las zonas del Movimiento CREA y un segundo día con temáticas zonales. En el plano institucional, el Congreso debería ser una herramienta que permita achicar la brecha de participación entre los distintos integrantes del Movimiento. El desafío es lograr que participemos todos: los miembros CREA, canalizando sus inquietudes tecnológicas a través de sus representantes, y los asesores y coordinadores zonales aportando los temas que más preocupan a los miembros CREA. Nuestros técnicos se constituirían así, en una pieza fundamental como los referentes en la agenda de los temas tecnológicos que desarrollaremos. El Congreso se realizará simultáneamente en tres sedes para reducir el tiempo de traslado y facilitar la asistencia de miembros CREA y participantes no pertenecientes al Movimiento, pero, por sobre todo, para tratar las problemáticas locales de cada región. ¿Qué se va a llevar quien participe del Congreso? Conceptos globales de lo que está pasando en el mundo con la producción de alimentos, el presente de cada actividad agropecuaria en el país y las próximas opciones en la aplicación de tecnología en su interacción con el ambiente. También, soluciones a los problemas de las empresas de cada zona y propuestas para los temas que no podrán soslayarse en el futuro cercano. Los espero en alguna de las tres sedes: Rosario, Mar del Plata o Santiago del Estero

Alejandro Blacker Francisco Iguerabide Fernando Zubillaga David Líbano Ángel Boschetto Santiago del Solar Alejandro Toso Hermenegildo Pini Gerardo Sibaja

Revisores de Cuentas Francisco Lugano y Bernardo Debenedetti Vocales regionales Oeste: Domingo Iraeta; Mar y Sierras: Hernán Moreno; Litoral Norte: Francisco Velar; Litoral Sur: Luis María Urriza; Norte de Buenos Aires: Rubén Grego; Centro: Gerardo Irouleguy; Sudoeste: Ernesto Leiro; Sudeste: Alberto Garré; Semiárida: Cornelio Donovan; Norte de Santa Fe: Paula Mitre; Este: Andrés Egli; Sur de Santa Fe: Santiago Nóbile; Santa Fe Centro: Diego Lescano; Oeste Arenoso: Mariano Sobre; NOA: Julio Puchulu; Valles Cordilleranos: Juan Pablo Castellano; Córdoba Norte: Alejandro Conci y Chaco Santiagueño: Sergio Sartori. Consejo consultivo Eduardo P. Pereda, David Arias (†), Esteban L. Berisso, Luis E. Garat, Federico Méndez Duhau (†), Miguel I. Moneta, Lorenzo Amelotti, Manuel Candia, Manfredo von Rennenkampff, Bruno Quintana, Marcelo Lanusse, Alberto Ruete Güemes, Orlando Williams Seré, Luis M. Coviella, Eduardo Pereda (h), Carlos M. Vaquer, Marcos Rodrigué, Marcelo Carrique, Germán Weiss, Oscar Alvarado (†), Rafael Llorente, Juan Balbín y Juan Carlos Burgui. Socios honorarios Gregorio Pérez Companc, Wolfgang Grabisch, Marino Zafanella (†), Carlos Puricelli (†), Gianfranco Pensotti (†), Ignacio Galli, Luis Barberis (†), Adolfo Glave, Jorge Molina (†), Ángel Berardo, Sergio Lenardón, Bolsa de Cereales, Adolfo Casaro, Marcelo Foulon, INTA, FAUBA y Ernesto Viglizzo. Coordinadores regionales Oeste: Ignacio Lamattina; Mar y Sierras: Nora Mailland; Litoral Norte: Alejandro Socas; Litoral Sur: Fernando García Frugoni; Norte de Buenos Aires: Pedro Estrugamou; Centro: Carlos Peñafort; Sudoeste: Marcelo Canosa; Sudeste: Pablo Corradi; Semiárida: José Ansaldo; Norte de Santa Fe: Edgardo Dutto; Este: Daniel Fernández Cisneros; Sur de Santa Fe: Santiago Gallo; Santa Fe Centro: Rodolfo Tkachuk; Oeste Arenoso: Diego Pons; NOA: Daniel Rossi; Valles Cordilleranos: Fernando Ruiz Toranzo; Córdoba Norte: David Rubin y Chaco Santiagueño: Marcelo Zucal. Coordinador general Jorge Latuf

Francisco Lugano Presidente del Congreso Tecnológico CREA 2014

Equipo de dirección organizacional Comunicación y Marketing: Graciana Mujica; Investigación y Desarrollo: Ricardo Negri. Metodología y Desarrollo Personal: Federico Guyot Administración, Procesos y Gestión de Personas: Eduardo Bottinelli; Compromiso con la Comunidad: Germán Castellanos



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Hacer el propio

camino Redes viales gestionadas por empresarios agropecuarios

En muchas regiones productivas, los empresarios agropecuarios están cansados de padecer el estado deplorable de los caminos rurales. Y sus reclamos suelen evaporarse en la nada. El dato es que en algunas zonas, son los propios productores quienes gestionan la red vial. En la provincia de Buenos Aires surgieron dos modelos que ya fueron probados con éxito. Uno coordinado por una cooperativa que recibe parte de la tasa vial. El otro está conformado por una comisión municipal gestionada por actores privados de la comunidad. En la provincia de Santa Fe, se registra el caso de un comité de cuenca que, además de ocuparse de las cuestiones hídricas, emprende, con una visión integral, obras en la red vial rural. En Córdoba y Chaco, por su parte, operan consorcios camineros con fondos aportados por las respectivas direcciones provinciales de Vialidad.

El caso tandilense En el partido de Tandil, la gestión de la red vial rural está en manos de los propios productores desde 1997, con resultados satisfactorios. Diecisiete años atrás, con esa finalidad, se creó la Cooperativa Vial de Tandil, a la que la municipalidad –a través de un convenio– le traspasó el personal y le entregó en comodato la maquinaria vial (que se encontraba en mal estado), que luego le sería donada. Una ordenanza dispuso entonces que el 70% de lo recaudado por la municipalidad en concepto de tasa vial fuera entregado a la cooperativa; esta última le facturaría ese monto al municipio detrayendo el 21% del IVA. El 30% restante de la tasa vial ingresaría a Rentas Generales. Con el tiempo fueron comprando nuevos equipos. En la actualidad, la Cooperativa Vial de Tandil cuenta con ocho motoniveladoras dedicadas a


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tareas de mantenimiento y otras dos –acompañadas por un tractor y una compactadora– que se destinan a obras de entoscado y reentoscado. La motoniveladora más antigua es del año 2005, y la más reciente se adquirió –nueva– en marzo de este año. Además, la entidad cuenta con tres retroexcavadoras, una cargadora frontal con retro, una planta trituradora, cuatro camionetas, una pala cargadora, un camión, 13 casillas y 12 tanques de combustible. La cooperativa está integrada por un grupo de productores –quienes trabajan ad honórem– que, si bien se reúnen cada vez que las circunstancias lo requieren, tienen, al menos, una reunión fija por mes para evaluar el estado de situación de las obras y jerarquizar las solicitudes de reparación de caminos en función de la urgencia que presente cada una de ellas. La cooperativa se compromete

a realizar sus funciones en el marco de un Plan Director Vial, que debe ser aprobado por las autoridades de la Municipalidad de Tandil (previa firma de contratos). La tasa vial en Tandil es progresiva. En 2014, las fracciones de hasta 200 hectáreas deben abonar 48,18 $/ha por año, mientras que los campos de 201 a 400 hectáreas pagan 48,25 $/ha; al superar las 400 hectáreas, el monto anual se eleva a 54,58 $/ha. Los propietarios que tienen sus pagos al día reciben una bonificación del 15%. También se paga una contribución por mejoras que, con un costo equivalente anual de 2,05 litros de gasoil por hectárea –que se paga en seis cuotas bimestrales–, se destina íntegramente a realizar obras de entoscado. Además, la cooperativa, en el marco de contratos firmados con el municipio, recibe una parte del impuesto inmobiliario rural (Ley Provincial 130.010) para realizar la reparación

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de los entoscados existentes y el 36% del Fondo Solidario Provincial (Fondo Sojero) que el gobierno provincial gira al municipio de Tandil. La cooperativa no tiene deuda comercial ni financiera. Todos los equipos se adquieren cuando se dispone de los recursos necesarios. La entidad realizó un convenio con dos canteras tandilenses por medio del cual realizan trabajos de remoción

En la provincia de Chaco existen 101 consorcios camineros que se financian con el 70% de los aportes provenientes de una alícuota del 10% que se aplica sobre la base de liquidación del impuesto sobre los ingresos brutos.

de arena y piedras con retroexcavadoras propias. De esa manera, adquieren arena y piedras a un valor de 5,50 $/tonelada más IVA, a cambio de limpiar la zona para dejar el granito a la vista (el cual constituye el negocio de la cantera). Algunos productores, además, ceden de manera gratuita las cavas presentes en sus campos para aportar tosca de buena calidad. El principal problema presente en la zona es la irresponsabilidad de algunos productores en situaciones de excesos hídricos. En 2010, el Concejo Deliberante de Tandil aprobó una ordenanza (11862/10) por medio de la cual se prohíbe la circulación por los caminos rurales “a todo tipo de vehículos, públicos o privados, después de cada lluvia y hasta que los mismos se encuentren suficientemente aireados, para que su utilización no perjudique el buen estado de dichos caminos”. “La utilización de neumáticos de gran porte y profundidad, como el caso de tractores, ruedas especiales para barro y nieve, tacos u otros, constituye un agravante de las sanciones por imponer, aplicándose los montos de las multas establecidos para los casos de reincidencia”, añade la norma. Sin embargo, en la práctica tal normativa es difícil de aplicar, porque son pocos los vecinos que se atreven a denunciar ante las autoridades municipales a los productores que “rompen” caminos. Se está evaluando la posibilidad de implementar un mecanismo de control en el cual intervenga personal específicamente dedicado a esa tarea. El partido de Tandil cuenta con 1800 kilómetros de caminos rurales, de los cuales 890 están entoscados. La Cooperativa Vial de Tandil cuenta con una página web en la que pueden verse el presupuesto mensual y los balances anuales de la entidad, además del estatuto de la cooperativa, el contrato de concesión y otros datos de interés (ver www.coopvialtandil.com.ar).

Benito Juárez En febrero de 2002 –luego de una serie de lluvias intensas–, un grupo de empresarios agropecuarios del partido bonaerense de Benito Juárez comenzó a trabajar en la elaboración de un proyecto orientado a mejorar el servicio vial rural. A fines de noviembre de ese año, se realizó una asamblea abierta en la cual representantes de diferentes sectores de la comunidad acordaron proponer la creación de una Comisión Vial Rural (CVR). A mediados de diciembre –pocos días después–,



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se promulgó la ordenanza 3307/02, votada por unanimidad en el Concejo Deliberante, por medio de la cual se creó dicha comisión. La CVR de Benito Juárez es un organismo municipal gestionado por miembros de la comunidad que se ocupa de la mejora, mantenimiento y construcción de caminos rurales y desagües en el ámbito rural público de ese partido bonaerense. Dispone de los recursos provenientes del 70% de lo recaudado por tasa vial y parte del impuesto inmobiliario rural que el gobierno provincial gira a los municipios (Ley Provincial 13010). La dirección de la CVR está en manos de una Mesa Ejecutiva integrada por diez personas. Cuatro de los cargos corresponden a un representante de la Asociación de Productores de Benito Juárez, la Cámara Empresaria de Benito Juárez, el Consejo Escolar local y el CREA Benito Juárez. Dos cargos son cubiertos de manera rotativa por representantes de transportistas, profesionales relacionados con el ámbito agropecuario, acopiadores y consignatarios de hacienda. Los últimos cuatro

cargos son cubiertos por empresarios agropecuarios designados en la asamblea anual de la CVR. Los fondos son recaudados por el municipio y depositados en una cuenta bancaria de la CVR. El personal (29 personas) y los equipos, si bien son municipales, son gestionados por la comisión. Disponen de ocho motoniveladoras, dos retroexcavadoras, dos cargadoras, una retropala, seis camiones, cuatro tractores con rodillos y tres camionetas, entre otros equipos. “Luego de las fuertes precipitaciones ocurridas en 2012, muchos caminos quedaron en pésimas condiciones. A partir de entonces, se elaboró un programa bianual de construcción de terraplenes que permitiesen preservar los caminos en situaciones de excesos hídricos”, explica María

En la provincia de Santa Fe, existe un solo caso en el cual un comité de cuenca se dedica también a gestionar la red vial rural. Se trata del Comité Hidrovial Tostado.



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bien común en nuestras comunidades es algo fundamental para transformar la realidad en la que vivimos”, agrega.

Un caso particular

Algunos integrantes de la Mesa Ejecutiva de la Comisión Vial Rural de Benito Juárez. La mayor parte de cargos son cubiertos por empresarios agropecuarios comprometidos con su comunidad. José Gianquinto, gerente vial de la CVR de Benito Juárez. “A pesar de las importantes lluvias de los últimos meses, no hemos sufrido el corte de caminos”, añade la ingeniera civil. La tasa vial en Benito Juárez para el presente año es de 30,96 $/ha para todos los campos cuya superficie supere las 12 hectáreas. Los productores reciben cada dos meses un informe con los ingresos, egresos, costos y obras realizadas en el período. “El personal recibe sueldos diferenciales según desempeño; tiene el orgullo de llevar la camiseta de la CVR”, comenta Pedro Nazar, empresario CREA de la zona, que fue uno de los fundadores de la comisión. “Participar en la construcción del

En diferentes zonas de la provincia de Santa Fe, funcionan muchos comités de cuenca creados en el marco de lo dispuesto por la Ley Provincial 9830, que determina que actores privados –con la supervisión del Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente– pueden gestionar las obras hídricas en el ámbito público rural. Según la normativa, dichos comités tienen atribuciones para fijar una tasa hídrica por hectárea –de carácter obligatorio– destinada a financiar las obras programadas. En los hechos, al tratarse de una tasa no municipal, ocurre que muchos productores no la pagan, por estimar que es poco probable que una entidad presidida por pares accione contra ellos. En la provincia existe un solo caso en el cual un comité de cuenca se dedica también a gestionar la red vial rural. Se trata del Comité Hidrovial Tostado (también denominado Consorcio de Usuarios del Sistema Multipropósito de Tostado, Villa Minetti y San Bernardo). Todo comenzó a mediados de la década del 80, cuando el entonces intendente de Tostado, Juan Manuel González del Reguero, aceptó dejar de percibir la tasa vial para derivar el cobro de esta al comité de cuenca local, el cual pasó a cobrar así una tasa “hidrovial”.





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El compromiso del personal encargado del mantenimiento y mejoras de la red vial rural es vital para que los trabajos programados se cumplan en tiempo y forma. “La gestión hídrica va de la mano de cuestiones relacionadas con la red vial rural. Ahora, tratar ambos temas de manera integral debería ser la norma en lugar de la excepción”, señala Felipe Brizuela, empresario agropecuario que actualmente preside el CHT. “La tasa hidrovial es el equivalente a 1,60 litros de gasoil por hectárea y por año. Estamos hablando de una cifra del orden de 18 $/ha por año”, explica Brizuela, para luego añadir que “el nivel de cobrabilidad está en el orden del 70%, que consideramos satisfactorio, aunque le ponemos mucha marcación personal”. También se financian por medio de la realización de obras a terceros (por ejemplo, la mejora de caminos internos en campos). “Fabricamos nuestro propio dinero y somos absolutamente austeros en la gestión de los recursos que tenemos”, añade. Cada tanto renuevan los equipos con sus propios recursos. Actualmente, entre otros fierros, disponen de cuatro motoniveladoras y cuatro retroexcavadoras (de las cuales dos son propias y las otras dos se recibieron en comodato). El directorio –que se renueva cada dos años– está integrado por un delegado de cada una de las comarcas que comprenden el área de influencia del CHT, un representante de la Sociedad Rural de Tostado, uno de la delegación local de Federación Agraria (FAA), un representante del municipio y un funcionario del Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente de Santa Fe (quien debe aprobar todas las obras programadas por el CHT). Se reúnen al menos una vez por mes. Todos los cargos son ad honórem. “El ingeniero que integra el CHT en representación del Ministerio de Aguas es un empleado provincial, mientras que el resto del personal es empleado del Comité Hidrovial”, señala Brizuela. “Cada unos de los equipos que integran el parque de maquinarias tiene un GPS que nos avisa

dónde se encuentra cada uno, qué recorrido está haciendo y a qué velocidad se desplaza”, añade.

Córdoba En la provincia de Córdoba, existen 288 consorcios camineros gestionados por cientos de empresarios agropecuarios que trabajan ad honórem para mantener y mejorar unos 56.000 kilómetros de caminos rurales. “Si bien representa un esfuerzo importante, esta tarea permite generar un caudal significativo de capital social”, comenta Sergio Colla, vicepresidente del Consorcio Caminero N.° 211, secretario del Consorcio Regional N.° 4 (con sede en la ciudad de Jesús María) e integrante del CREA Sierras Chicas. Los consorcios operan en el marco de lo dispuesto por la Ley Provincial 6233 (vigente desde el año 1979) y están agrupados en 19 consorcios regionales, los cuales, mediante un contrato de adjudicación directa con la Dirección Provincial de Vialidad, tienen la responsabilidad de conservar los caminos de su jurisdicción pertenecientes a la red vial secundaria. Para realizar esa tarea, los representantes de los consorcios regionales, luego de recibir las partidas correspondientes –originadas en el cobro del impuesto provincial denominado “Fondo de Mantenimiento de la Red Firme Natural”–, subcontratan a los consorcios camineros que operan en su zona de influencia. Dichos consorcios se encuentran representados ante el gobierno municipal por una entidad madre: la Asociación de Consorcios Camineros de la Provincia de Córdoba. También existe una Asociación Mutualista de los Consorcios Camineros que comercializa, a precio diferencial, los insumos y productos que tales entidades requieren. Además, los consorcios suelen recaudar localmente una cuota societaria –medida en litros de gasoil– que, si bien en teoría es obligatoria, en los hechos funciona como un aporte voluntario. Los


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consorcios que suelen contar mayor disponibilidad de recursos son aquellos que, precisamente, reciben más aportes propios de la comunidad (además del dinero proveniente del Consorcio Regional que es, a su vez, girado por la Dirección Provincial de Vialidad). Uno de los principales inconvenientes presentes en el sistema cordobés es que los consorcios camineros no tienen jurisdicción sobre cuestiones hídricas. En muchas ocasiones, es necesario realizar un manejo integral de tales obras para evitar –como ocurrió este año– que gran parte de la red vial rural quede inutilizada por anegamientos. A partir de 2003 se constituyó en la provincia el Consejo Asesor Vial, el cual está conformado por dirigentes de la Asociación de Consorcios Camineros, representantes del agro (FAA, Cartez, Coninagro y SRA) y funcionarios del Ministerio de Obras y Servicios Públicos, de la Dirección de Vialidad y del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentos.

Chaco En la provincia de Chaco existen 101 consorcios camineros que operan en el marco de lo dispuesto por la Ley Provincial 3565 (vigente desde 1990). Se financian con el 70% de los aportes provenientes de una alícuota del 10% que se aplica sobre la base de liquidación del impuesto sobre los ingresos brutos (los cuales son transferidos a los consorcios por la Dirección Provincial de Vialidad). Los consorcios están integrados en la Asociación de Consorcios Camineros del Chaco (ACC) que, a fines del año pasado, debió emitir un comunicado para transmitir su “preocupación por los bajos ingresos en las transferencias mensuales al sistema de consorcios, lo cual imposibilita planificar y concretar los trabajos relacionados con la actividad específica, de manera regular, ante la exigencia constante de los usuarios de la red caminera”. f CREA

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Los partidos políticos presentaron sus propuestas para el campo Las visiones de Javier González Fraga, Esteban Bullrich, Marco Lavagna y Jorge Todesca En una reciente jornada organizada por la Sociedad Rural Argentina, los economistas de los principales partidos políticos expusieron los puntos salientes de sus programas y políticas para el campo, en caso de resultar ganadores en las elecciones de 2015. Hablaron Javier González Fraga, como representante de UNEN; Esteban Bullrich, de PRO; Marco Lavagna, del Frente Renovador, y Jorge Todesca, del partido Fe. El panel fue moderado por Clara Mariño. A continuación, una síntesis de las exposiciones.

UNEN “¿Qué define a un sector económico para que sea más o menos importante? Es la capacidad de

pagar más y mejores salarios, y que estos estén mejor distribuidos geográficamente”, planteó inicialmente González Fraga. “Un cajón de manzanas, por ejemplo, encierra más masa salarial que un televisor. El proceso de selección y empacado de esta fruta tiene gran capacidad para generar empleo bien pago, competitivo a nivel internacional”, agregó. “Entonces, hay que pensar que la agroindustria no es la hermana menor del sector industrial. Es un factor de desarrollo de la Argentina, quizás el más importante”, destacó. A fines del siglo pasado, el presidente Fernando Henrique Cardoso reorientó la política industrial de Brasil –que apuntaba a la metalurgia, a la petroquímica, etcétera– hacia la agroindustria,


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porque entendió que las primeras iban a tener que competir en desventaja con China. “Cambió y empezó el desarrollo de Brasil, que hoy es el principal exportador de todo tipo de carnes, granos y vinos. Dio un giro estratégico exitoso”, recordó el orador. “Hace 40 años, teníamos el mismo stock de ganado vacuno que Brasil, que hoy supera los 200 millones de cabezas, el cuádruple de la Argentina. Esos son los resultados de la adopción de una política agroindustrial”, cuantificó. “Hay que adoptar como industria de base la que es capaz de competir internacionalmente, para generar buenos salarios y equilibrio demográfico, además de combatir la pobreza”, recalcó. ¿Cómo impulsar la agroindustria para que se convierta en el eje del desarrollo nacional? “El primer paso es volver a los equilibrios macroeconómicos: a los superávits fiscal y externo. Esto es necesario para evitar las crisis reiteradas que sufre nuestro país. En cada una de ellas se agrava la mala distribución del ingreso y se agudizan los problemas de pobreza y desigualdad”, resaltó el orador. “Una macroeconomía sólida permite mantener un tipo de cambio razonablemente devaluado y exportar en todas las actividades, en el marco de una situación fiscal que no dependa de una presión tributaria brutal como la que hay hoy en la Argentina. La agroindustria de nuestro país paga el doble de impuestos que la de Europa”, comparó el economista. Luego dijo: “La agroindustria se asocia a las pymes, porque la mayoría de las empresas de este rubro entran en esta categoría; debería haber políticas a favor de ellas, como las hay en Europa y EE.UU., donde tienen facilidades crediticias especiales”. También hay que impulsar que las producciones, la de lácteos por ejemplo, tengan mercados de futuros, para reducir la incertidumbre de los productores. Asimismo, “hay que repensar nuestra estrategia de integración al mundo. Durante los últimos 20 años, nos hemos distraído con el Mercosur y no seguimos el camino de Chile, que tiene acceso a muchos países a través de los 28 tratados de libre comercio que desarrolló. Nosotros tenemos cerrados muchos mercados para nuestros alimentos, como los de EE.UU., porque no hemos tenido suficiente capacidad de negociación con ellos”, criticó. González Fraga también recomendó desarticular

Javier González Fraga.

las trabas que dificultan la comercialización de productos agropecuarios, como los ROE, los cupos y otras intervenciones oficiales.

PRO Este partido propone la apertura de las exportaciones y la eliminación de los registros de operaciones para favorecer la competencia interna y la transparencia en el mercado internacional. También impulsa la reducción de los niveles de presión tributaria efectiva y la amortización acelerada de inversiones. En lechería, Bullrich sugirió actualizar el valor del producto en la tranquera y permitir una formación transparente de precios. En ganadería de carne, el orador anticipó que, de ser gobierno, eliminarían los ROE para las exportaciones de carne vacuna y las retenciones, promoviendo el reingreso a

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mercados perdidos y las inversiones en el campo y en los frigoríficos, para ampliar la producción y el empleo. Según el representante de PRO, en agricultura se deben reducir gradualmente los derechos de exportación de la soja y eliminarlos de los demás productos inmediatamente, para producir más en todo el país. El orador propuso la creación de un ministerio de Agroindustria “para apoyar el crecimiento y la modernización del campo, y para que la producción argentina llegue a todo el mundo creando oportunidades para todos”. “Una nueva estrategia de relaciones económicas internacionales, que favorezca la inserción en el mundo, para que los productos del campo y de las fábricas lleguen a todos los países importadores”, fue otra propuesta del representante de PRO. También abogó por la simplificación de la normativa y de la reglamentación impositiva, para que los empresarios dispongan de más tiempo para pensar en producir y gastar menos horas haciendo trámites y pagando impuestos. “Hay que desarrollar la infraestructura para la producción, mejorando la red de autopistas, rutas y caminos rurales; y potenciar el uso del tren y del transporte fluvial para reducir los fletes de granos y hacienda”, concluyó.

Esteban Bullrich.



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Partido Renovador

Marco Lavagna.

“Hoy estamos ante una economía que ha ido acumulando desequilibrios a lo largo de los años: inflación elevada, pérdida de reservas, restricciones para las importaciones de insumos básicos para la actividad productiva, etcétera. Se desarrolló un esquema de muy corto plazo, en el que sólo importa el tipo de cambio y el mantenimiento de las reservas, en vez de pensar en el desarrollo económico y en la generación de empleo”, criticó Marco Lavagna. De esta política surge una fuerte paradoja: el campo y la agroindustria son los grandes generadores de dólares y deberían incentivarse, pero el Gobierno tiene fricciones con ellos. “Hoy el campo genera 35.000 millones de dólares de ingreso neto de capital por año, que se debería promover para aumentar los recursos del país. Para ello, en el corto plazo habría que aumentar las exportaciones, eliminando medidas restrictivas, como los ROE, y bajando o eliminando las retenciones. También habría que incentivar el financiamiento de la agroindustria y evitar costos adicionales por no devolución de impuestos”, propuso el profesional. “A largo plazo hay que repensar la presión tributaria. Se debe analizar cómo cobrar impuestos de una forma más eficiente y que permita desarrollar la actividad agroindustrial en el marco de una economía estabilizada”, agregó. “El campo fue el que sacó a la Argentina de la crisis de 2001 traccionando la actividad económica en todo el país. En 2014 puede tener nuevamente un rol protagónico para salir de la situación de estancamiento actual. Se necesita un modelo económico previsible que permita que todos sepan cuál es el rumbo de la actividad económica, además de institucionalidad y generación de confianza”, añadió. La mejora de la infraestructura es esencial para Lavagna, sobre todo para posicionar productos no convencionales. Se necesita energía eléctrica, gas, caminos, riego. “Hay que empezar a generar un cambio rápido en este sentido. El campo puede ser el tractor que ponga en marcha la economía, y al tractor hay que cuidarlo”, finalizó.

Partido Fe Jorge Todesca.

“¿Por qué nuestro país cae reiteradamente en situaciones de profundo desorden fiscal y crisis


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de la deuda? Varios gobiernos terminaron de esa manera”, planteó el orador. “El desorden del gasto público ha sido una constante en nuestra sociedad y a casi nadie le importa cuánto se gasta”, criticó. Además, el nuestro es un país que tiene una larga historia inflacionaria, excepto durante el periodo de la convertibilidad. Tuvo hiperinflación de muchos años, con registros altos. “Estas son cuestiones de la cultura económica de los argentinos, que tenemos que corregir con consensos políticos. Los economistas estamos de acuerdo en cómo combatir estos problemas, pero los políticos no”, diferenció. “Es preciso preguntarse qué dimensión del Estado queremos, qué deseamos que haga, cuál es

el proyecto nacional. Hay que revisar la Ley de Coparticipación Federal y definir si queremos o no inversión extranjera. Hoy hay una mala relación con EE. UU., el principal país del mundo, con quien a lo largo de los años hemos tenido una historia confusa y equívoca. Eso genera obstáculos en las relaciones directas y en los préstamos de los bancos internacionales de desarrollo”, precisó Todesca. El resultado de todo esto son 12 crisis económicas en 100 años. “No se puede progresar como país de esta manera. Han sido oportunidades perdidas para la Argentina. Si no resolvemos esta agenda de temas con los políticos, no habrá desarrollo en nuestro país, que será cada vez más pobre”, proyectó. f CREA

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El Niño podría generar altos rindes de maíz y de soja Así sucedió en los años en que ocurrió ese fenómeno climático


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A nivel internacional, el fenómeno El Niño produce sequías en el sudeste de África, sur de Asia, Indonesia, Australia y centro y norte de Brasil. La ocurrencia de este evento en 2014 podría generar alzas y bajas en los precios de diferentes granos y oleaginosas. En el supuesto caso de que se experimentara este efecto en Australia, podría ocasionar mermas en la producción de trigo en el séptimo productor y quinto exportador del mundo. A su vez, en Indonesia, principal productor, exportador y consumidor de aceite de palma, este evento podría generar alzas en los precios de los aceites. En el plano local, El Niño también podría afectar el cultivo de trigo. Si bien se verifican buenas condiciones hídricas para la implantación en gran parte de la región agrícola, hay zonas en las que se observan excesos hídricos. El inconveniente mayor podría darse más adelante, ya que la alta frecuencia de precipitaciones durante el período de llenado podría deteriorar la calidad del grano. No obstante, hasta el momento no se ha podido verificar si hay correlación entre este evento y mermas en la producción de trigo, ya que en las últimas cuatro campañas en las que ocurrió el fenómeno, en dos de ellas se obtuvo un aumento significativo en la producción, mientras que en las otras el resultado fue el opuesto. En cuanto a los cultivos estivales, los gráficos 1 y 2 muestran altos rendimientos y producciones de maíz y de soja en los años de ocurrencia de El Niño, situación que podría proyectarse para

la campaña 2014/15. Contrariamente, en las campañas donde ocurrió el efecto La Niña, la cosecha tuvo mermas considerables. Para la próxima campaña de granos gruesos, varios modelos estiman la ocurrencia de un fenómeno El Niño con una probabilidad del 65%. Asimismo, siguiendo los datos de las temperaturas de las aguas del océano Pacífico a la altura del Ecuador, se puede destacar que van ascendiendo de manera similar a la misma fecha del año pasado, pero los modelos estiman que dentro de seis

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meses, aproximadamente, serán más elevadas que las experimentadas en el año anterior, por lo que se espera una campaña 2014/15 con El Niño instalado. En conclusión, si este evento ocurre y deriva en una buena producción de soja y de maíz en la Argentina, en Uruguay, en Paraguay y en el sur de Brasil, sumado a la expectativa de excelente cosecha en EE. UU., podría caber la posibilidad de precios en declinación con el avance del almanaque. f CREA

Síntesis del informe “El efecto climático y su impacto sobre el sector”, preparado por Francisco Mesquida, técnico de Globaltecnos S. A.



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Uruguay Avanza la integración de ganaderos CREA con la industria Este año implementarán una plataforma para comercializar hacienda Este año, el programa CarneCREA, instrumentado por la Federación Uruguaya de Grupos CREA (Fucrea), lanzará una plataforma digital para realizar remates on line entre productores CREA. “Desde hace tiempo, los productores ganaderos que integran el programa nos venían pidiendo un sistema a través del cual pudiesen ofrecer o comprar ganado a otros miembros de la institución”, indica Virginia Guardia, coordinadora de Negocios Ganaderos y Grupos de Comercialización de Fucrea. En la nueva plataforma –que debería comenzar a funcionar a fines del presente año–, los interesa-

dos en vender podrán publicar gratuitamente la oferta de bovinos (carne y leche) y de ovinos, con una descripción del lote acompañada por fotos o videos. Los interesados en determinadas ofertas, una vez registrados en el sistema, comenzarán a recibir correos o mensajes de texto que indicarán la disponibilidad de la oferta requerida. “En Uruguay ya hubo dos experiencias de remates on line, y no funcionaron. En esta clase de herramientas, es fundamental que las transacciones se hagan en un ámbito de afinidad en el cual prevalezca la confianza”, explica Virginia. Inicialmente, el desarrollo del programa será


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financiado con recursos propios de CarneCREA. La idea es cobrar una comisión por operación realizada, cuyo monto será evaluado oportunamente.

Sistema El programa, instrumentado desde 2005, tiene acuerdos vigentes con algunos de los principales grupos frigoríficos exportadores que operan en el vecino país (entre los cuales se incluye la filial local del brasileño Marfrig). “Además, tenemos un acuerdo con una empresa que se dedica al abasto interno y que tiene una red de carnicerías reconocidas por la calidad de la carne que comercializan”, comenta Virginia. “El programa está dirigido a productores CREA. Durante el ejercicio 2012/13, fueron 80 las empresas que comercializaron hacienda a través de los acuerdos vigentes, mientras que en el ciclo 2013/14 fueron 95”, añade. La Comisión de Integración, formada por productores de distintos grupos CREA y que reporta al Consejo Directivo de Fucrea, es la encargada de negociar los acuerdos con cada uno de los frigoríficos. Ambas partes establecen un marco de premios y castigos en función de diferentes parámetros de calidad de hacienda requeridos por los encargados de compra de las industrias. “Cada grupo puede proponer candidatos para la Comisión de Integración, los cuales son elegidos por votación en la Jornada Anual de CarneCREA. Pueden postularse y votar quienes hayan utilizado al menos una vez alguno de los servicios que ofrece CarneCREA. Cada año se eligen tres integrantes, que se mantienen en su puesto por dos años. La conformación total es de seis miembros titulares, quienes a su vez eligen al presidente”, explica Virginia. La industria plantea cuáles son los animales que prefiere y la Comisión de Integración considera el pedido a partir de las posibilidades y las necesidades de los productores. “Los acuerdos se revisan cada seis meses. Por lo general, se busca un equilibrio entre el óptimo de requisitos del frigorífico y lo que habitualmente producen los empresarios ganaderos CREA. Por otra parte, los integrantes de la Comisión de Integración conocen de primera mano las dificultades que atraviesa la industria o las oportunidades que se presentan, y esa información se traslada a los participantes del programa”, comenta la técnica CREA.

Ventajas Cada frigorífico que participa del programa se compromete a recibir un determinado volumen de hacienda de productores CREA y estos, a su vez, por intermedio de los coordinadores de CarneCREA, se comprometen a remitir ganado gordo de la calidad requerida y en los plazos programados. Un aspecto fundamental del programa es que los encargados de los frigoríficos permiten el libre acceso de los técnicos de CarneCREA para que verifiquen el proceso de faena. Esto –que no es usual en el mercado argentino– es vital para garantizar la transparencia del acuerdo entre las partes y para conocer las necesidades del cliente (el frigorífico) relativas al producto “elaborado” por el empresario ganadero. El programa también permite hacer un seguimiento del producto de manera tal de advertir cualquier falla en el proceso. Por ejemplo: si en una faena se detectan animales con machucones y se prueba que dicho problema se originó durante la carga, entonces es el transportista quien debe hacerse cargo del castigo aplicado a la liquidación. “El sistema premia o castiga el ganado según su calidad. Cada res es evaluada de manera individual; de esta forma, el ganado bueno no subsidia al que no lo es”, explica Virginia. Las características para definir los premios y castigos son edad, peso, conformación muscular y grado de cobertura de grasa. Todas estas características son evaluadas durante la faena por un técnico de CarneCREA, que presencia el proceso ubicado en el puesto de peso de la media res. El precio de referencia tomado para establecer premios y castigos es el publicado todas las semanas por el Instituto Nacional de Carnes de Uruguay (Inac). El sistema busca ser tan sencillo como objetivo, de manera que no queden conceptos librados al criterio particular de ninguna de las partes. “Se trata de dejar todo pautado, de forma tal de poder ofrecerle al productor una planilla con las indicaciones que le permitan saber si su ganado cumple o no con los pedidos del frigorífico”, apunta Virginia.

Metodología Inicialmente, no había ningún requisito para que los productores CREA pudiesen participar del programa CarneCREA; era completamente abierto. “Pero luego hicimos una modificación en ese aspecto y, si bien no se trata de un compromiso

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Cada frigorífico que participa del programa CarneCREA se compromete a recibir determinada cantidad de hacienda de los productores, y estos se comprometen a remitir ganado gordo de la calidad requerida en los plazos programados.

formal, se implementó un mecanismo de inscripción anticipada de los ganados. De esta manera, se solicitó a los productores que inscribieran la hacienda que esperaban comercializar a través de CarneCREA durante el semestre julio-diciembre, distribuido por categorías (novillos, vacas y vaquillonas de razas carniceras, y novillos Holando). A pesar de que no se establece un acuerdo formal, en la medida en que el productor inscribe su ganado, se genera un cierto grado de compromiso”, comenta Virginia. “Los productores se han adaptado muy bien al sistema de inscripción anticipada; creemos que el crecimiento que tuvo CarneCREA en los últimos dos años se debe, en gran medida, a este mecanismo”, señala Virginia (ver cuadro 1). El programa se autofinancia y, además, hace un aporte a Fucrea como retribución al apoyo que la entidad realiza en lo relativo a cuestiones administrativas y contables. Para ello se les cobra una comisión a los productores y a los frigoríficos: los primeros abonan el equivalente a un 0,6% del monto de la operación con impuestos incluidos, mientras que la industria también abona un 0,6%, pero en este caso sin impuestos. f CREA



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Claves para disminuir riesgos en la campaña agrícola Recomendaciones del consultor Jorge González Montaner

En un contexto de incremento generalizado de costos por la inflación, el coordinador de Agricultura de la zona Mar y Sierras de AACREA, Jorge González Montaner, presentó herramientas para disminuir el riesgo en los cultivos, especialmente de grano fino. Bajo el lema “Hacer rendir el dinero”, el técnico analizó el contexto general en el que se mueve la agricultura en la Argentina y las nuevas tecnologías que se están ensayando en los cultivos.

Aplicación de herbicidas “El sistema agrícola está en crisis y se ha vuelto inestable por diversas razones, que abarcan aspectos comerciales, ambientales, sanitarios y climáticos, entre otros”, enumeró. En principio, sostuvo que la sojización está provocando la explosión de diversas enfermedades y malezas en casi todas las regiones agrícolas del país. Resaltó que “el intento por ponerle freno a la rama negra, por ejemplo, afecta a otros cultivos, como el girasol, por los efectos residuales de los tratamientos herbicidas en soja”. En el mismo sentido, González Montaner marcó que “un problema frecuente son los residuos de productos que quedan en los tanques de las pulverizadoras”. Afirmó que “cuando el productor va a hacer una aplicación en posemergencia, el producto que circula remueve lo que había en el tanque, y esa mezcla puede producir una fitotoxicidad importante”. Y agregó: “Esto afecta principalmente al girasol, que ya está bastante resentido por los bajos precios y por las enfermedades”. El técnico indicó que hay algunas alternativas para atenuar este inconveniente: “La primera

consideración es que los equipos aplicadores que tienen tanques con el interior completamente poroso mantienen más residuos que los que tienen interior liso”. Señaló que “en EE. UU., los fabricantes generalmente disponen la parte porosa hacia afuera y la parte lisa hacia adentro”. También reveló que, junto a algunas empresas fabricantes de agroquímicos, se está considerando la posibilidad de que, en el futuro, se venda el producto para lavar el tanque junto con el bidón de herbicida. “Una cosa es que se lave después de una decantación el día en que se va a tratar el girasol, y otra, que se lave el día en que se terminó la aplicación del producto. Si se lava inmediatamente después del tratamiento, seguramente va a haber un resultado mucho mejor que cuando el lavado se hace después”, distinguió.

Compactación Otra variable en la que hizo hincapié el orador a la hora de analizar aspectos que provocan inestabilidad en el rendimiento de los cultivos es la compactación del sistema que se produce aún con siembra directa. Mostró un lote semiinundado de Las Rosas, Santa Fe, donde se observaban numerosas huellas. Ante esto, aclaró: “Muchos piensan que desde el día en que siembran en directa, la compactación desaparece, pero no es así. En realidad, lo que se hace con la directa es dejar de borrar y empezar a acumular huellas. En la medida en que haya cosechas de alto rendimiento, se compacta el suelo por huellas que permanecen en el lote”. Comentó, además, los trabajos que están llevando a cabo para determinar qué factores provocan la compactación y los manchones con menor desarrollo en los cultivos. “Lógicamente, las zonas

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Montaner resaltó que hay que tomar conciencia de este problema. “Al trabajar en siembra directa, tenemos que cuidar mucho los aspectos ligados a las huellas. Sucede que cuando viene la cosecha, queremos avanzar rápido y no pensamos en estas situaciones. Pero hay que definir anticipadamente por dónde se va a pasar. Por ejemplo, en Australia, se usan los mismos lugares para hacer absolutamente todo”, comentó.

Colza

con mayor dificultad para la penetración de las raíces terminan dando menores rendimientos. Estamos viendo diferencias de 4700 kg/ha contra 3500”, señaló González Montaner al mostrar un ensayo realizado en Santa Fe (gráfico 1). “Como regla general, lo que vimos en Santa Fe es que cuando la compactación abarca los 12-14 primeros centímetros del suelo, se pueden perder hasta 1700-1800 kilos por hectárea. Si la compactación se da en capas más profundas, el efecto negativo es menor”, describió el técnico. Y explicó que a partir de la compactación comienzan a surgir problemas de desarrollo y enfermedad de las raíces por mala penetración e insuficiente infiltración de agua.

Al exponer resultados del cultivo de colza, el orador admitió que los rindes fueron de regulares a buenos en la última campaña. Sin embargo, marcó que el mayor problema para los productores es la comercialización. “Los resultados de la evaluación zonal nos muestran que estamos en rendimientos promedio de casi 2700 kilos por hectárea, pero la superficie viene decayendo, sobre todo por problemas comerciales vinculados con la humedad del grano”, indicó. Entre las cuestiones agronómicas, González Montaner comentó que durante la campaña pasada, hubo numerosos problemas con la aplicación de herbicidas en el período de roseta. “Hubo muchos daños asociados al frío de ese momento”, puntualizó. Ante esto, sostuvo que se usan “muchos herbicidas en el período de roseta, pero hay resultados alentadores con aplicaciones más tempranas, a partir de dos o tres hojas”. Además, comentó que la aplicación en ese mo-



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mento tiene la gran ventaja de hacer el tratamiento en un período en el que el riesgo de heladas es mucho menor. “No es lo mismo pasar un herbicida cuando está empezando el otoño que cuando empieza el invierno, cuando cualquier helada destruye la colza”, remarcó el orador.

Trigo y cebada Con respecto al cultivo de trigo, resaltó que a diferencia de Europa, donde no hay crecimiento de rendimientos, y del resto del mundo, donde se incrementan 30 kilos por hectárea y por año en promedio, en la Argentina aún se sigue creciendo a un buen ritmo (42 kilos por hectárea y año en el país, y 60 en la zona Mar y Sierras de AACREA). “Los europeos no aumentan más el rendimiento por las exigencias ambientales, que hacen que se le pueda poner cada vez menos al cultivo. Por otro lado, la gran preocupación de ellos está más ligada a cobrar el subsidio que a aumentar la producción. La palabra rinde ya no tiene tanto peso en Europa como hace 30 años. Ahora lo único que importa es tener subsidios”, aclaró González Montaner.

Sin embargo, en un año con grandes posibilidades de registros pluviométricos superiores a los normales en la región triguera nacional, puede comprometerse la composición del grano. El técnico mostró mapas de calidad provistos por la Cámara Arbitral de Bahía Blanca, donde se observa la correlación que existe entre una buena disponibilidad inicial de agua a la siembra y la caída en el nivel de proteínas en el sudoeste. En este sentido, sostuvo que por cómo están los suelos hoy, “la expectativa del porcentaje de proteína no es muy alta”. Afirmó que en estas situaciones de suelo, “lo primero que se lava es el nitrógeno”, ante lo cual recomendó revisar su contenido, porque en la última campaña “las respuestas a ese nutriente fueron espectaculares”. Luego resaltó la importancia de la agricultura de precisión, que permite obtener diferencias de respuestas de acuerdo con el ambiente y con la dosis aplicada. “En El Palomar, la mejor dosis de nitrógeno en la loma fue 175 kg/ha-x; en La Macía y en La Dulce, la mejor dosis fue nuevamente 175-x; mientras que en los bajos de La Dulce, la dosis con mejor resultado fue de 150-x; en tanto, en el bajo de La Macía, fue de 125. En los suelos profundos de Cerralenia, el mejor resultado fue con 150-x”, describió el orador. Por otra parte, el disertante recomendó medir y comparar anualmente la información de cada lote para saber hacia dónde apuntar. “Si yo sé todos los años qué porcentaje de proteína tengo y qué rendimiento alcanzo, puedo diseñar gráficos y, con esto, diagramar a dónde tengo que ir. Sé perfectamente que si voy a obtener 6000 kg/ha con 150 kg/ha-x o 160 kg/ha-x, voy a estar generalmente en 9,5% de proteína; pero si voy a tener sólo 4700 kg/ha de rinde por efecto de la helada, la proteína va a subir al 11 %”. En este aspecto, indicó: “Si reúnen varios años de información, van a tener una imagen más clara de si deben aplicar más o menos nitrógeno, antes o después. Usen la información de cada campo que trabajan, porque cada uno mineraliza distinto”. Más allá del nitrógeno, este año González Montaner recomendó observar con atención también el azufre. “En años como este, en los que hay más agua, suelen bajar las concentraciones de sulfato y puede haber respuesta a la aplicación”, aseguró. No obstante, señaló que por los resultados variables que se dan en los ensayos, el azufre se


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de respuesta, pero no por consecuencia de una decisión anual”, completó.

Densidad y sanidad

Hay que lavar inmediatamente el tanque del pulverizador luego de los tratamientos, para evitar fitotoxicidad en aplicaciones posteriores.

debe trabajar como el fósforo. “Por los datos que estamos teniendo en la zona con este nutriente, creemos que hay que manejarlo de manera sistemática en vez de usar análisis anuales”, aclaró. Explicó que “en los niveles de producción de trigo actuales, ya tendríamos que estar aplicando aproximadamente 10 kg/ha de azufre de manera sistémica”. Y recomendó: “Hay que usarlo en trigo y en maíz; si no lo quieren usar en soja no lo apliquen, pero el azufre se mantiene mucho en la rotación, ya que se recupera en la paja”, indicó. “Las respuestas a la aplicación de azufre son bastante variables; llevamos 10 años estudiándolo y se observa gran variabilidad; por eso, es preferible usarlo de manera sistémica porque, cuando menos se espera, aparecen 1500 kg/ha

González Montaner también comentó los resultados del manejo estratégico de la densidad en cultivos de grano fino. “De acuerdo con los ensayos de los últimos años, hemos vistos buenos resultados cuando se reduce la población de plantas. Es la tecnología más barata y sencilla, y que da más respuestas”, resaltó. En este sentido, mostró que en trigos de Mar y Sierras se pudo obtener casi 600 kg/ha adicionales por bajar la densidad de 300 plantas por metro a 200. A diferencia del trigo, en cebada se han encontrado menores resultados favorables por bajar la densidad de 250 a 150 plantas por metro. “En términos generales, da la impresión que bajar densidades en trigo no es un problema, se puede manejar; pero quizá en cebada hay que tomar más recaudos con la calidad de la siembra y considerar la presencia de avena fatua y raigrás”, diferenció. Respecto de los reguladores de crecimiento en cebada, comentó que en 2012, “un año en el que llovió muchísimo y se cayeron las plantas, los reguladores no tuvieron efecto y no lograron mantener el cultivo en pie”. Sin embargo, en el ciclo 2013/14 hubo “diferencias interesantes” de rendimiento y, también, de calidad (cuadro 1). En cuanto a bioestimulantes, indicó que en la última campaña se encontraron “respuestas muy importantes”, de entre 700 y 900 kg/ha. “Están apareciendo resultados interesantes por reducción del vuelco. Hay mucho para trabajar en esta área, tanto en trigo como en cebada”, resaltó. Aclaró que los bioestimulantes “no reemplazan a los fungicidas; solamente pueden acompañarlos” y que, “si bien en algunos ensayos se han visto buenos resultados, todavía muestran mucha heterogeneidad”. En este sentido, sostuvo que “todavía estamos en las primeras pruebas; falta cumplir más etapas y ver muchísimas moléculas”. Pero, más allá de esto, destacó: “Lo que ha cambiado es que, antes, los que se ocupaban de este tema eran empresas chicas; hoy en día aquellas han crecido o han sido compradas por grandes líderes, y hay muchas inversiones en este foco, por las restricciones sanitarias que están apareciendo. Tienen un futuro interesante”, aseveró. f CREA



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Aplicaciones de fitosanitarios: información versus opinión Los productos que se usan en el campo han sido aprobados por los organismos de control y no generan problemas en el ambiente si son bien utilizados Los fitosanitarios que se usan en los campos argentinos han sido aprobados por Senasa y se emplean en todos los países del mundo. Es necesario utilizarlos en un marco de buenas prácticas que garanticen el uso correcto por parte de los responsables, ya que el peligro de los fitosanitarios reside en el uso incorrecto de los productos, y no en los productos en sí mismos. Muchas veces, los problemas se generan por la deriva que ocurre cuando un producto se aplica de manera indebida. Pero la deriva es una contingencia que puede o no producirse, y así como la ebriedad del conductor de un vehículo no determina la prohibición del uso de automóviles, esta circunstancia no debería afectar el uso de fitosanitarios.

Las consideraciones anteriores fueron formuladas por Alberto Etiennot, exdecano de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UADE y actual asesor de Casafe, durante una conferencia ofrecida en la sede de la Cooperativa Guillermo Lehmann, referida a las aplicaciones periurbanas de fitosanitarios.

Controles “Todos los años, los aeroaplicadores tienen la obligación de hacerse una revisación médica en el Instituto Nacional de Medicina Aeronáutica y Espacial (Inmae). Jamás se han detectado intoxicaciones en aeroaplicadores. Eso es una realidad”. “Cuando un médico atiende a un paciente intoxicado, por el motivo que sea, tiene la obligación de


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reportar el caso a las autoridades del Ministerio de Salud de la Nación, para que, de esa manera, se tomen los recaudos necesarios. Por ejemplo: en caso de detectar una intoxicación por un alimento en mal estado, se realizan las acciones necesarias para alertar a la población y retirar tal producto del mercado”, explicó Etiennot. “Esos datos se emplean para elaborar estadísticas sobre intoxicaciones, las cuales demuestran que la mayor parte de ellas se producen en el hogar con menores de edad”, añadió. Etiennot dijo que los detergentes comunes contienen una sustancia, denominada Nonilfenol, que es cancerígena. Los agroquímicos la emplearon durante un tiempo hasta que el Senasa prohibió su uso; sin embargo, se la sigue empleando en la fabricación de detergentes. “Las principales playas turísticas de Cuba están libres de mosquitos porque todas las noches se aplican tratamientos insecticidas. Si eso no se hiciera, tales playas no podrían explotarse comercialmente por el problema del dengue”, ejemplificó el investigador, para mostrar las distintas situaciones que pueden darse con el uso de insecticidas.

La clave: buenas prácticas “Debemos implementar buenas prácticas de aplicación de fitosanitarios. Y dar garantías de eso. El peligro de los agroquímicos está determinado por su uso incorrecto, y no por el producto en sí mismo, que fue aprobado por el Senasa con una finalidad determinada. No existen agroquímicos seguros, sino formas seguras de utilizarlos. Es necesario asegurarse de que quienes los usan estén suficientemente capacitados”, apuntó. La dosis letal de nicotina establecida por la Organización Mundial de la Salud es de 53 miligramos por kilo vivo (mg/kg), mientras que la de la aspirina es de 1240 mg/kg, la de la sal de mesa es de 3320 mg/kg y la del glifosato, de 5800 mg/kg. “Un producto peligroso, con una toxicidad de 20 mg/kg, requiere una dosis de 1,4 gramos para matar o dañar de manera seria a un hombre con un peso de 70 kilogramos. Un producto de banda verde, como el glifosato, requiere unos 210 gramos –un pan de manteca– para poner en riesgo de vida a una persona”, diferenció. El año pasado, un equipo técnico de la Universidad Nacional de Cuyo realizó estudios de agua y suelo en los departamentos de Junín y Chacabu-

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Para prevenir eventuales derivas, es necesario regular de manera correcta el tamaño de las gotas por aplicar y evaluar detenidamente que las condiciones ambientales sean las adecuadas para realizar la aplicación.

Los fitosanitarios que se usan en los campos argentinos han sido aprobados por Senasa y se emplean en todos los países del mundo.

co, de San Luis (Valle del Conlara). Las muestras fueron tomadas a fines de junio de 2013 con el objetivo de detectar los residuos que pudieran haber quedado de las últimas aplicaciones y su posible acumulación. El equipo que realizó el trabajo pertenece al laboratorio de análisis instrumental de la Dirección

de Estudios Tecnológicos e Investigación de esa universidad y tomó un total de 28 muestras en diferentes áreas del Valle del Conlara. Luego de analizarlas, los profesionales concluyeron que el suelo y el agua, tanto superficial como subterránea de la zona, como así también las plantas potabilizadoras, no evidenciaban rastros de productos organoclorados ni organofosforados, entre los que se incluye el glifosato y sus moléculas de AMPA, que es su residuo; por lo que no existe riesgo para la salud de la población ni para el ambiente. También el año pasado el Centro de Química Aplicada de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba analizó muestras remitidas por el municipio de Hernando (Córdoba) sin detectar presencia de plaguicidas organoclorados ni organofosforados.

Calidad de las aplicaciones “Muchas veces, los problemas con agroquímicos se generan en la deriva provocada cuando se aplica un producto de manera indebida. Para prevenir estas eventualidades, es necesario regular de manera correcta el tamaño de las gotas por aplicar y evaluar detenidamente que las condiciones ambientales sean las adecuadas para realizar la aplicación”, señaló el orador. “El tamaño de la gota es el principal problema asociado a la deriva: cuanto más pequeña es la gota, más fácilmente es arrastrada por el viento.



Ante determinadas condiciones climáticas, hay que analizar cuál es la pastilla más adecuada para lograr gotas uniformes”, recordó. “Con una intensidad del viento de 16 km/hora, una gota de 100 micrones puede desplazarse a 18 metros, mientras que, en esas mismas condiciones, una gota más pesada de 300 micrones puede moverse apenas a cuatro metros. ¿Por qué, entonces, algunos municipios han dispuesto zonas de restricción de 1000 o incluso 2000 metros?”, preguntó. Etiennot señaló que en aplicaciones terrestres el sistema de barras asistidas por aire permite reducir la deriva. “En aplicaciones aéreas, importa la forma del ala de los aviones pulverizadores que proyectan las gotas hacia abajo. Para otorgar un mayor peso a las gotas, se pueden agregar aditivos antideriva. En ningún caso las aplicaciones se trasladan a grandes distancias, tal como sostienen algunos sin presentar ninguna prueba”, aseguró. “En otros países, las restricciones a las aplicaciones periurbanas no son tan exigentes como las que se quieren imponer aquí –allí, en cambio, son muy estrictos con la capacitación del personal encargado de las aplicaciones–. En España, por ejemplo, el área de restricción para realizar aplicaciones aéreas es de 100 metros, mientras que el documento consensuado entre organismos públicos y privados de la Argentina menciona un área de 200 metros”, relató el asesor. El año pasado, un grupo interdisciplinario integrado por representantes de diferentes organizaciones públicas y privadas elaboró un documento con pautas para la aplicación de productos fitosanitarios en áreas periurbanas. El texto fue consensuado entre representantes del Ministerio de Agricultura (Minagri), INTA, la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba), Senasa, AACREA, Aapresid, la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe), la Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos (Ciafa), el Consejo Profesional de Ingeniería Agronómica (CPIA) y la Federación Argentina de la Ingeniería Agronómica, entre otros participantes. El documento propone distancias para las zonas de amortiguamiento de 100 metros para aplicaciones terrestres y de 200 metros para pulverizaciones aéreas. También determina cuáles deberían ser las responsabilidades de los diferentes actores involucrados en la tarea. f CREA



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Manejo de envases de fitosanitarios Se aconseja el triple lavado y su perforación luego de ser usados El manejo de envases vacíos de los fitosanitarios empleados en la producción agropecuaria requiere procedimientos seguros desde el punto de vista humano y ambiental. Para contribuir con ese propósito, las entidades gremiales y técnicas del sector firmaron un documento en el que se establecen puntos de acuerdo para el manejo de estos residuos. El documento unifica la postura de las instituciones adherentes –Sociedad Rural Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas, Federación Agraria Argentina, Coninagro, Aapresid y AACREA– para que sirva como marco de referencia y guía en el camino que lleve a alcanzar una solución integral a este tema.


Acuerdos El primer punto consensuado es la propuesta de desclasificación de los envases de fitosanitarios como residuo peligroso (Y 4). Su recategorización facilitaría la estrategia en el manejo de este residuo. Esta modificación del marco legal permitiría simplificar la logística, uno de los aspectos más complejos de la cadena de manejo. Bajo el marco legal actual, el traslado sólo puede ser realizado por los escasos transportes habilitados especialmente para ello. La desclasificación a nivel nacional brindaría un marco legal uniforme, facilitando el transporte de estos residuos a los centros de acopio o a las empresas que llevan a cabo el reciclado o disposición final de los residuos. En el documento, los firmantes también proponen un desarrollo tecnológico orientado a generar cambios en el tipo de envases utilizados, con la finalidad de reducir el volumen total de residuos generado (que haya opciones para los bidones, que la industria ofrezca otras presentaciones, etc.). En la misma línea, sugieren investigación y desarrollo en lo referido a nuevas formulaciones. Las entidades interpretan que la responsabilidad en el manejo de envases vacíos debe ser compartida en toda la cadena de producción: Estado/empresas/distribuidores/agrupaciones de productores. Cada cual, desde su lugar, debería aportar a la resolución de esta problemática. Finalmente, los firmantes indican que es necesaria la capacitación del productor y del aplicador para el manejo de envases. En ese entendimiento, recomiendan concientizar sobre la necesidad de que se realice el triple lavado o lavado a presión, y el perforado de envases vacíos. Estos sólo se podrán desclasificar como residuos peligrosos a partir del cumplimiento de esas etapas. También se aconseja asegurar un almacenaje adecuado de los envases hasta que puedan ser entregados a los centros de acopio transitorios (CAT) y su distribución por canales habilitados y legales, evitando la venta del plástico por canales informales. f CREA


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El nuevo modelo agrícola está en nuestras manos Por qué es vital promover un enfoque sistémico Nos encontramos en un momento único: la actividad agrícola –el principal sector generador de divisas de la economía argentina– está dejando atrás un modelo que, si bien fue exitoso durante mucho tiempo, actualmente da algunas señales de agotamiento. En su lugar, está naciendo otro que se encuentra en plena formación. La buena noticia es que su consolidación depende, en gran medida, de lo que nosotros hagamos de él. Una de las mejores maneras de comprender hacia dónde vamos es analizar de dónde venimos, en el entendimiento de que son necesarias las lecturas retrospectivas para poder proyectar el futuro. En las próximas líneas trataré de analizar los cambios más recientes ocurridos en la actividad, junto con las oportunidades y amenazas que se vislumbran a través de la lupa de 25 años de trabajo profesional en la región pampeana. Los planteos que realizaré pueden ser discutibles, al estar basados en cuestiones cualitativas, algo que a los profesionales de la agronomía suele incomodarnos por nuestra formación eminentemente técnica. Sin embargo, es necesario ejercitarnos en estas cuestiones en un período


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en el cual se está gestando un nuevo esquema que, una vez consolidado, pasará a regir la actividad agropecuaria, tan relevante para la economía nacional.

Visión sistémica En primer lugar, es necesario hacer una lectura sistémica de esta actividad tan compleja. En los últimos 25 años, los sistemas agrícolas han registrado grandes transformaciones: desaparición de los planteos de rotación con pasturas; incorporación de nuevos cultivos y, prácticamente, extinción de otros; reordenamiento de la secuencia de cultivos, y nuevos sistemas de labranza, entre otros. Esta verdadera “revolución agrícola” fue acompañada por un cambio en las modalidades de explotación de la tierra. En gran medida, estas transformaciones fueron lideradas no por propietarios, sino por productores que comenzaron a producir en tierras arrendadas a terceros. En dicho proceso, la mayor parte de los profesionales dedicados tanto a la investigación básica como a la experimentación –con alguna excepción en ambos casos–, hemos dedicado nuestro trabajo a analizar los efectos directos de la incorporación individual de algún insumo sobre el resultado económico de cada cultivo, sin considerar el impacto generado sobre el sistema agrícola. Hoy sabemos que la ausencia de un enfoque sistémico no fue gratuita: la extensión del uso de algunas tecnologías generó efectos en la naturaleza que no fueron suficientemente previstos y que hoy devienen en problemas severos. La generalización de algunas herramientas tecnológicas (como el uso masivo del glifosato) promovió la aparición de muchísimas malezas tolerantes y resistentes. Algo similar sucede con los maíces Bt en lo que respecta a la aparición reciente de insectos tolerantes a ese evento. Ante tales inconvenientes, existen dos caminos. El primero, peligroso a mi juicio, es esperar pasivamente que surjan nuevos eventos (por ejemplo: genes de tolerancia a otros herbicidas) que puedan ser incorporados a nuestras especies cultivadas. El segundo consiste en investigar y experimentar con distintas herramientas de manejo (secuencia de cultivos, uso de herbicidas, fechas de siembra, etcétera) que reduzcan la presencia de malezas en los diferentes ambientes productivos.

Mayor oferta de insumos El sector agrícola está siendo visto –de manera

creciente– como un sujeto de consumo relevante para el mercado de ofertas de tecnología nacional y, especialmente, internacional. Como técnicos y empresarios recibimos, de una campaña a otra, una enorme oferta de insumos y aportes tecnológicos de variada utilidad. En general, disponemos de poca infomacion objetiva sobre las ventajas de su incorporación. Ese estímulo constante a consumir los productos ofertados y la amenaza de no ser considerados “productores de avanzada” en caso de rechazarlos genera una enorme presión para adoptarlos, aunque eso represente, en muchas situaciones, asumir un costo que no produce un retorno económico que lo compense.

Libertad Hemos perdido grados de libertad como técnicos y como empresarios. La concentración de oferta de genética y biotecnología nos ha obligado a hacer uso de herramientas de protección muchas veces innecesarias. El evento de tolerancia a

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glifosato fue incorporado a las variedades de soja y a los híbridos de maíz de mayor potencial, y esa situación motivó su uso generalizado. Además, promovió el uso masivo del glifosato, que derivó en la aparición de malezas tolerantes a ese herbicida, con los problemas económicos y productivos que eso trae aparejado. Esas herramientas tecnológicas tan valiosas deberían ser utilizadas, como cualquier otra tecnología, para la solución de problemas reales presentes en situaciones particulares. Algunos nuevos eventos de biotecnologia en expansión en este momento (muy útiles en muchas situaciones) parecen estar recorriendo el mismo camino. Muchos productores, por razones de “moda” o por no tener opción, aplicarán herramientas de control que son costosas y que pueden no ser necesarias.

Mercado El mercado –como toda creación humana–, si bien no es perfecto, es una herramienta útil para hacer una asignación eficiente de los recursos. En tal dinámica, quien oferta presume la utilidad de su bien o servicio. Y quien consume lo hace a conciencia –si está bien informado– en función de la libertad de elegir diferentes opciones. En el presente escenario podrían no estar dándose las condiciones ideales para que, a partir de la libre interacción entre la oferta y la demanda, se concrete una asignación adecuada de los recursos disponibles para maximizar el beneficio económico y minimizar el impacto ambiental (presente en toda actividad humana). El modelo de gestión anterior se sustentaba en la creencia de que proveedores (empresas) y consumidores (productores/técnicos) éramos socios en la generación y en el consumo de tecnologías. Pero en la actualidad puede sobrevenir un conflicto de intereses entre partes, en este momento crucial de la actividad. Y ese conflicto debe ser primero reconocido y, luego, administrado. Sin dudas, la gestion de este “conflicto” exigirá claridad, inteligencia y generosidad de las partes, habida cuenta de las posiciones relativas de proveedores y consumidores de tecnologia.

Profesionales A causa de mucho de lo antedicho, los técnicos nos hemos formado con el concepto de que hay una solución externa para los problemas. Un ejemplo:

creer que el problema de las malezas resistentes a glifosato se resuelve con la introducción de un evento de tolerancia a otro herbicida. La complejidad del problema exige soluciones pensadas e integrales. Para ello, los profesionales e investigadores del agro debemos analizar y discutir a fondo esa realidad para poder generar posibles soluciones en un marco de sostenibilidad. Durante algunos años se mencionó que la agricultura era una actividad basada en la “tecnología de insumos”, mientras que la ganadería se consideraba más fundada en los procesos. Nada más lejano a la realidad actual. La agricultura es, claramente, una actividad compleja en la cual no puede estar ausente el análisis sistémico en cada diagnóstico y en cada alternativa de decisión.

Palabras finales Entiendo que el presente tema debería formar parte de la agenda del sector agrícola. Ciertamente, todos los participantes tenemos algo que decir al respecto. Es fundamental abrir el debate para conocer las diferentes opiniones. Generar una conciencia crítica en técnicos y empresarios agrícolas es esencial al momento de adoptar ciertas tecnologías. Actuar como consumidores incorpora la idea de la adopción responsable de tecnología y la de conocer los derechos que nos asisten como tales. Sería ideal orientar tanto la investigación como la experimentación agrícola con una mirada más integral, contando, por ejemplo, con plazos de ensayos más largos y menos orientados a probar respuestas a la incorporación de un insumo aislado. Apelar a políticas públicas acordadas para coordinar y regular tales acciones resulta indispensable. En el nuevo escenario es vital confiar en la propia capacidad de la comunidad agrícola para generar las soluciones más adecuadas. No debemos perder de vista que los mayores logros adquiridos en el período anterior –tales como la siembra directa, el uso de modelos de simulación agronómica en la toma de decisiones, la agricultura por ambientes o el maíz tardío– son claros ejemplos de “tecnologías de procesos” en las que el conocimiento integró el uso de antiguas herramientas disponibles para lograr un resultado transformador. f CREA Gerardo Chiara Asesor de los grupos CREA Bragado y Alberdi



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AACREA fue premiada por la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria La Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria otorgó el premio Antonio J. Prego, edición 2014, a AACREA, por su esfuerzo permanente en la conservación del suelo desde 1957. El jurado concedió la distinción por unanimidad “a partir de la trayectoria de la institución, en la cual la defensa del suelo se reconoce como objetivo principal desde la fundación del Movimiento CREA en 1957”. “Desde su creación, merecen destacarse las prácticas de manejo para el control de la erosión hídrica y eólica, la rotación de cultivos, la difusión de la siembra directa, la realización de ensayos de nutrición de cultivos y el desarrollo de proyectos de sostenibilidad de los sistemas de producción”, subrayó Roberto Casas, presidente del jurado, durante la ceremonia de entrega del premio.

Producción sostenible Por su parte, el vicepresidente de AACREA, Francisco Iguerabide, agradeció la distinción recibida y desarrolló una exposición sobre la producción en el marco de la sostenibilidad. “Hoy estamos en un momento sin precedentes

en la historia argentina por las oportunidades que genera el creciente consumo mundial de alimentos. Sin embargo, la presión que ese fenómeno genera sobre los recursos naturales tampoco tiene precedentes, y habrá que usarlos con eficacia”, alertó. “En este momento, los recursos naturales cobran nuevamente relevancia en la agenda mundial. Ya no se trata sólo de pensar en el suelo y en el agua exclusivamente desde el punto de vista de la alimentación; también hay que entenderlos como puntos de partida para la producción de fibras, como elementos purificadores del aire, por su impacto ambiental sobre el cambio climático y por otras funciones”, agregó. “El desafío es seguir evolucionando en la generación de conocimientos para mejorar el uso de los recursos naturales, una instancia que AACREA no puede concretar sola, sino que requiere de la colaboración de una red de personas e instituciones que la apoyen”, proyectó. “Nos encantaría que 2050 nos encontrara con este desafío cumplido y seguir siendo merecedores del premio recibido en 2014”, concluyó Iguerabide f CREA



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Manejo de la chinche de los cuernos Una nueva plaga que puede provocar graves daños en cultivos de maíz En las últimas campañas se han reportado daños de diferente intensidad causados por Dichelops furcatus en cultivos de maíz. La chinche de los cuernos es una especie considerada plaga desde el inicio del ciclo del cultivo, ya que inyecta toxinas en las plántulas causando una reducción del stand o una pérdida de vigor.

Daños Las plántulas de maíz atacadas por chinches presentan síntomas característicos, como un crecimiento anormal de las hojas y perforaciones simétricas. Estas poseen bordes amarillentos (diferentes a los que provocan los insectos masticadores), que se originan por la introducción de toxinas cuando el insecto se alimenta con sus estiletes bucales. El ataque de chinches en estado vegetativo puede producir una detención del crecimiento y la aparición de macollos que afectan el posterior desarrollo del tallo principal. Cuando los ataques son intensos, se puede producir la muerte de las plantas. Las que no mueren pueden recuperarse parcialmemente, pero sufren la competencia de las plantas cercanas, lo que reduce su potencial de producción. En la espiga, se producen granos distribuidos en forma errática. Estudios recientes demuestran que a mayor intensidad del daño, disminuyen el diámetro del tallo, el número y el peso de los granos y la altura de las plantas, a tal punto que algunas no logran formar granos.

Monitoreo Los rastrojos deben ser revisados antes y después de la emergencia del maíz, continuando con la observación semanal de los lotes hasta que el cultivo alcance el estadoV4. El monitoreo de lotes en presiembra se debe realizar debajo del rastrojo y en las malezas del lote por implantar, así como en potreros linderos que pueden brindar refugio


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invernal a los insectos, para luego atacar el cultivo de maíz. Las malezas hospedantes son ortiga, malva, bolsa de pastor, ocucha, Commelina, cardos y Bowlesia. El monitoreo de esta especie es más difícil que el de otras chinches, como Nezara o Piezodorus. La dificultad radica en que es mucho más escurridiza y trata de mantenerse protegida, sobre todo en lotes con escasa biomasa, como es el caso de un maíz en sus primeros estadios. Durante las primeras etapas del cultivo, las chinches suelen esconderse en el cogollo, entre la base de la plántula y el suelo, y debajo del rastrojo. Por esta causa, aunque se realice un examen meticuloso, se detectará una cantidad de individuos significativamente inferior a la población que realmente existe en el lote.

El ataque de la chinche de los cuernos se caracteriza por un crecimiento anormal de las hojas y perforaciones simétricas de bordes amarillentos que se originan por la introducción de toxinas cuando el insecto se alimenta con sus estiletes bucales.

Umbrales para el control En nuestro país no se han realizado estudios concluyentes para determinar los niveles poblacionales de chinche de los cuernos que justifiquen su control durante la implantación del maíz. Sin embargo, se dispone de referencias de otros países, que señalan la necesidad del control durante los estados iniciales del maíz cuando se supera el nivel de un individuo por metro cuadrado de Dichelops malacanthus. También se indica que esta especie produce un impacto muy similar al de Dichelops furcatus en estados tempranos del cultivo. Ante la presencia de niveles poblacionales altos en el rastrojo, se debe hacer un tratamiento de la semilla. De ser necesario, habrá que pulverizar en posemergencia, cuando se observen las chinches expuestas produciendo picado. Las pulverizaciones deben ser concretadas rápidamente, dado que cuando la medida de control es tardía, por más que se eliminen los insectos, no se evitan los daños, porque las toxinas ya fueron inyectadas a las plantas. No se recomienda hacer aplicaciones en presiembra del cultivo, porque no tienen efectividad para el control de esta plaga debido a que se encuentra refugiada debajo del rastrojo. En caso de ser necesario el tratamiento de semillas, se debe establecer la dosis por unidad de semilla y no por peso, porque el tamaño de la semilla es variable. No se dispone de productos registrados para el control de Dichelops en soja. Los insecticidas neonicotinoides utilizados en el tratamiento general de semillas permiten alcanzar

buenos resultados para el control de chinche de los cuernos, además de proporcionar un efecto positivo sobre el crecimiento inicial del maíz. Varios autores coinciden en que cuando se utiliza Tiametoxan, a partir de los 50 gramos de activo/60.000 semillas, los daños se reducen notablemente ante diferentes niveles de infestación. También se puede utilizar Clothianidin a una dosis de 25 gramos de activo/60.000 semillas. Diversos trabajos indican que en aplicaciones de posemergencia no hay diferencias cuando se utilizan mezclas de neonicotinoides con piretroides si la semilla fue bien tratada, aunque el uso repetido de productos que poseen el mismo modo de acción puede generar resistencia a ese principio activo. Para el control de Dichelops, debe tenerse en cuenta la mayor tolerancia a los insecticidas que tiene esta especie respecto del resto de las chinches. Con la mayoría de los insecticidas usualmente utilizados contra chinche, la dosis para Dichelops debe ser de un 30 a un 50% superior a la necesaria para el control de chinche verde. La dificultad para llegar al insecto exige una elevada calidad de aplicación: gotas chicas, con picos de cono hueco o similares (no abanico plano). Conviene proteger las gotas con aceite y trabajar con una presión algo superior a la normal. f CREA

Síntesis del trabajo “Manejo de Dichelops furcatus: chinche de los cuernos”, preparado por Alejandra Canale, técnica del INTA Laboulaye, y Laura Ferreira, técnica del INTA Canals.

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Girasol Rindes y contenidos de materia grasa de híbridos comerciales El cultivo de girasol en la región Oeste del movimiento CREA se ubica principalmente en el cinturón sudoeste de dicha zona (donde predominan los hapludoles énticos). En ese sector, el cultivo habitualmente explora ambientes más rigurosos en los que el cultivo de soja deja de ser competitivo. En la campaña 2013/14, se condujeron 11 ensayos distribuidos en distintas localidades de la región. El diseño de los ensayos –homologado a nivel nacional por el Movimiento CREA– utiliza un material como indicador ambiental de manera de testear la correcta elección de los sitios de ensayo (ubicándolo cada cuatro materiales por testear). Además, los ensayos cuentan con dos repeticiones. El rango de fecha estipulado para la siembra de los ensayos estaba comprendido entre el 5 de octubre y el 5 de noviembre. Sólo un ensayo se sembró fuera del rango objetivo.

En el cuadro 1 pueden verse las localidades en las cuales se realizó el ensayo, el ambiente Ridzo (la matriz de ambiente, con su factores dinámicos y estáticos, desarrollada por la región CREA Oeste), el antecesor, la fecha de siembra, la evaluación de cada repetición y el motivo de descarte (en caso de haberse efectuado tal medida). El control de malezas se realizó con la tecnología usual usada por cada empresario agrícola; en todos los sitios se usaron herbicidas preemergentes. Las precipitaciones produjeron una adecuada recarga del suelo a la siembra, lo que permitió asegurar la continuidad del perfil húmedo hasta la napa; esta se midió a la siembra (octubre) y se ubicó a una profundidad de 2,0-2,5 metros en todos los sitios de ensayo. La napa registró un ascenso originado por las lluvias de noviembre. Pero a partir de diciembre, hubo un cambio de tendencia y aquella no dejó de

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hubo más precipitaciones, llegando a mediados de diciembre sin reservas en el primer metro de suelo. Sin embargo, las raíces del cultivo habían logrado alcanzar la napa, lo que facilitó los buenos resultados obtenidos en los sitios de ensayo. La temperatura media durante el período crítico estuvo dentro del rango óptimo para el desarrollo del girasol (20 a 30 °C), aunque se registraron, con alta frecuencia, días con temperaturas máximas superiores a los 30 °C (lo que pudo generar mermas en el contenido de aceite).

Resultados descender hasta finalizado el mes de enero (como consecuencia de la falta de precipitaciones y la alta demanda atmosférica; ver gráfico 1). Los perfiles llegaron a su capacidad máxima a mediados de noviembre. De allí en adelante no

Se realizó una evaluación de la variabilidad de los sitios de ensayo que llegaron a cosecha (8 de los 11 sembrados). Para cada una de las repeticiones, se calculó el coeficiente de variación del indicador ambiental y, en caso de registrar una variabilidad superior al 10%, la repetición fue descartada. De esta manera, se descartaron los ensayos realizados



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en Girodias y La Porteña. En segunda instancia se descartó una de las repeticiones de los ensayos realizados en Berutti, debido a un error de cosecha en una franja, y en Rooselvet, debido a la elevada variabilidad en el número de plantas logradas. Ocurrió lo mismo en una repetición de Corazzi, que registró una elevada variabilidad en las plantas logradas por material a testear. Los análisis de contenido de materia grasa fueron realizados mediante resonancia magnética molecular (cuadro 2). La bonificación –en dólares– se calculó considerando un valor de girasol de 300 U$S/tonelada, y para el oleico, una prima de 40 U$S/tonelada. En función del rendimiento obtenido en cada franja, se realizó la corrección sobre la base del contenido

de aceite considerando dos puntos porcentuales por cada punto que superara la base de 42%. Se realizó un análisis ANOVA para detectar la significancia de la variabilidad observada. Al iniciar la experimentación, se plantearon tres alternativas de hipótesis: a) existe/no existe interacción genotipo/ambiente; b) se registra/no se registra diferencia entre genotipos, y c) se detecta/ no se detecta diferencia entre sitios. Sobre la base de los resultados del análisis, se determinó que existe interacción genotipo/ambiente. Para evaluar dicha interacción se realizó un análisis de los componentes principales, de manera de determinar cuánto explica cada uno de los factores la variación encontrada. Así, se detectó que la variable genotipo explica el 40% de la variabilidad,



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mientras que la variable sitio explica el 27%, generando ambas variables principales una explicación del 67% de la variabilidad. De dicho análisis surge un biplot (ver gráfico 2) del que se desprende que existen tres grupos de ambientes diferenciados por su potencial productivo: alto (Est. La Florida; Casey); medio (Est. San Carlos; Salazar), (Est. Maya; Berutti), (Est. La Frontera; Corazzi); y bajo (Est. Santa Ofelia; Villa Sauze) (ver cuadro 3). Se detectó un grupo de híbridos que presentó un nivel de producción superior al resto, conformado por SYN 4070 CL, SYN 3970 CL, SY3840 y P65A25. A su vez, este grupo se diferenció por su adaptabilidad, siendo P65A25 y SY3840 más estables, ya que se destacan en ambientes de medio a bajo potencial. Por su parte, SYN 4070 CL y SYN 3970 se destacaron en ambientes de medio a alto potencial (siendo este último más estable). Por otro lado, se detectó el material MG 360 con muy buen comportamiento en ambientes de bajo potencial, mientras que 65LC73CL, MG305CP y CF202Cl se adaptaron mejor a ambientes de alto potencial. La duración del ciclo del cultivo pudo ser un factor determinante en los resultados obtenidos en la última campaña. La falta de lluvias registrada en diciembre y en enero afectó más a los materiales de ciclo largo. La humedad a cosecha (cuadro 4) permite inferir esta característica, lo que indicaría que los híbridos más afectados serían MG 360, DK 4065 y SY3950 AO. f CREA Martín Miguez Coordinador de ensayos agrícolas de la región CREA Oeste Asesor del CREA Herrera Vegas



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Tecnologías para dar un salto de productividad Últimos resultados de ensayos desarrollados en soja en la región Norte de Buenos Aires


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Dentro de una misma región productiva, existe una importante cantidad de variedades comerciales que pueden ser utilizadas en los planteos de soja de primera y de segunda. La elección del cultivar más adecuado por sus características agronómicas y productivas es una práctica de “costo cero” y de gran impacto en el resultado productivo, alcanzando a explicar hasta un 20% (en promedio 15%) de la variabilidad de los resultados de la región CREA Norte de Buenos Aires, si se tienen en cuenta la genética y la interacción con el ambiente. Las características particulares de las variedades en interacción con el ambiente generaron diferencias máximas de rendimiento, las cuales fueron medidas a partir de ensayos comparativos de rendimiento (ECR) que, a modo de ejemplo, en promedio de las últimas nueve campañas alcanzaron 510 kg/ha en soja de primera (desde 300 a 780 kg/ha) y 390 kg/ha en soja de segunda (desde 200 a 630 kg/ha), durante cinco campañas. Es importante caracterizar los materiales disponibles en el mercado respecto de su potencial de rinde, estabilidad, comportamiento agronómico, fenológico y construcción del rendimiento. Estos aspectos permiten seleccionar el que mejor se adapte a una determinada zona y a sus posibles limitantes productivas. En la campaña 2013/14, se condujeron seis ensayos de soja de primera en distintas localidades representativas de la región Norte de Buenos Aires; se realizaron en grandes franjas a campo que incorporaron al análisis 12 variedades de distinto ciclo. El cultivar de referencia fue sembrado con tres densidades contrastantes en todos los ambientes. En uno de los ensayos también se evaluó la respuesta a la tecnología de protección con fungicida en R3 (cuantificando las variables que pudieran explicarla).

Se trabajó sobre lotes en rotación agrícola, con antecesor maíz, en seis campos ubicados en ambientes representativos de cada subzona productiva y con la tecnología convencional utilizada por el productor, en grandes franjas a campo (aproximadamente 0,20 ha; ver cuadro 1). Un ensayo fue realizado sobre soja de primera y otro, sobre sorgo. Las fechas de siembra se localizaron entre la segunda quincena de octubre y la primera quincena de noviembre, según subzonas. Se definieron tres grupos de variedades: i) grupo de madurez corto: variedades III largas y IV cortas; ii) grupo de madurez medio: variedades IV medias; y iii) grupo de madurez largo: variedades IV largas y V cortas (cuadro 2). Las variedades de grupo corto fueron sembradas apuntando a 33 plantas/m2; las variedades de grupo medio, a 29 plantas/m2, y las variedades de grupo largo, a 27 plantas/m2. Los ensayos fueron protegidos contra insectos, malezas y enfermedades desarrollando modelos de alta producción. Todos fueron cruzados con un fungicida foliar mezcla entre los estados de R3 y R4 de los ciclos. En uno de ellos se dejó un testigo sin tratamiento fungicida y se evaluó la respuesta a la aplicación de un producto triple mezcla (carboxamida, estrobirulina y triazol), cruzando a todo el set de variedades. Durante todo el ciclo se realizó un seguimiento de enfermedades y de in-

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tercepción de radiación, así como una evaluación de rendimiento, componentes y materia seca. El cultivar DM 4612 fue sembrado bajo tres densidades objetivo: 30, 22 y 16 plantas/m2. El rendimiento y sus componentes fueron evaluados en los seis ensayos, y en uno de ellos, fueron evaluados durante todo el ciclo del cultivo la intercepción de radiación y el índice de área foliar con el objetivo de definir el IAF crítico, además de la dinámica de enfermedades y la producción de materia seca en cada una de las densidades evaluadas. Se registraron la fecha de emergencia y las fechas de los distintos estados fenológicos relevantes de las variedades (R1, R3, R5, R6 y R8). Luego de la emergencia de los cultivos, fue determinado el stand de plantas en seis sectores de un metro cuadrado. La cosecha se realizó con maquinaria propia del campo. Se tomó una muestra de grano de cada variedad para la estimación de los componentes del rendimiento y para ajustar los datos a humedad comercial (13,5%).

Resultados El rendimiento estuvo significativamente asociado con el número de granos fijados por metro cuadrado en todas las variedades analizadas, explicando un 90% de su variabilidad. A su vez, este componente estuvo fuertemente asociado con el número de granos/planta, demostrando, en determinadas situaciones, el efecto del estrés

ambiental sobre la fijación de vainas y el rinde. Es decir que las diferencias de rendimiento entre variedades estuvieron positiva y fuertemente asociadas a las diferencias en el número de granos cosechados en cada situación, reflejando una estrecha relación entre los cultivares y las condiciones de suelo y de clima que exploraron los cultivos durante su período crítico para la definición del número de granos. El rendimiento no estuvo asociado con el peso de los granos; sin embargo, pudo observarse un efecto del componente peso de 1000 granos determinado por la genética, que generó dos grupos de datos, con peso de granos alto y bajo. En los ambientes de mayor productividad (Junín y Colón), los grupos cortos y medios rindieron más que los grupos largos. En el ensayo de menor productividad, los ciclos largos rindieron más que los medios y los cortos. Sobre los rendimientos medios, el comportamiento fue variable según el momento de estrés (cuadro 3). Los ambientes donde se realizaron los ensayos se repitieron en las últimas siete campañas, lo que permitió interpretar con mayor precisión el impacto de cada ciclo agrícola. En relación con el promedio de esas últimas campañas, los ciclos cortos sólo aumentaron su rendimiento en un 2%, mientras que los medios y largos lo hicieron en un 5 y 7%, respectivamente. El incremento en número de granos y la caída en el peso relativa explicaron estas diferencias.


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En los ambientes de mayor productividad del norte de Buenos Aires, las variedades de ciclo corto y medio rindieron más que las de ciclo largo.

Los ciclos largos demostraron su aporte relativo en los ambientes productivos con rendimientos inferiores a los 3500 kg/ha, mientras que el grupo de ciclos cortos hizo su aporte relativo con rendimientos por encima de los 4500 kg/ha. Cabe destacar el aporte del grupo medio en todo el rango productivo. Se observaron diferencias significativas entre variedades. El componente genético explicó sólo el 1,5% de la variabilidad de los rendimientos observados, mientras que la variable localidad justificó el 96% (demostrando el impacto de la gran variabilidad de ambientes explorados en esta campaña). La diferencia de rendimiento máxima promedio alcanzó los 475 kg/ha (siendo levemente inferior al promedio de las ultimas nueve campañas). La variedad que se destacó como promedio de todos los ensayos fue DM 4612 –explicando su rendimiento de manera equilibrada en sus componentes–, seguida por DM 4913. Un grupo de variedades integrado por SPS 4x4, NS 4431, NA 5009 y DM 4214 STS presentaron rendimientos promedio sin diferencias significativas. Las variedades LDC 4,7 y NS 4611 STS exhibieron los menores rendimientos (cuadro 4). Como novedad dentro del grupo de variedades cortas se destacó DM 4214 STS, fijando una buena cantidad de granos con un buen peso de 1000 granos y logrando rendimientos superiores a DM 3810. Por su parte, LDC 3,7 presentó rendimientos similares a DM 3810.

Entre las variedades de grupo medio se destacó NS 4431, con buenos rendimientos, junto con SPS 4x4, aunque siempre debajo de DM 4612. Dentro del grupo de los ciclos largos sobresalió la nueva variedad DM 4913, que produjo, en promedio, 100 kg/ha más que NA 5009, con una explicación de su rendimiento algo más equilibrada. Sin embargo, no fue una campaña óptima para evaluar la estabilidad de este tipo de cultivares que apuntan a ambientes de menor productividad. Dentro de los ciclos largos, las nuevas variedades NS 4955 y LDC 4,7 no hicieron aportes significativos en ninguno de los ensayos. Considerando las últimas dos campañas (11 ensayos), al comparar la variedad larga de referencia contra DM 4913, se observaron rendimientos similares en los ensayos de menor productividad, mientras que en los de mayor productividad es claro el aporte de DM 4913. El promedio no marca diferencias significativas.

Genotipo/ambiente En el análisis genotipo/ambiente con datos de las campañas 2011/12, 2012/13 y 2013/14, DM 4612 superó a DM 3810 en todo el rango ambiental explorado, presentando pendientes similares, pero siempre corriendo por encima. Pudieron cuantificarse diferencias estadísticamente significativas al analizar por ambientes. Las diferencias alcanzaron los 200 y 324 kg/ha como promedio de los cinco ensayos de menor y mayor rendimiento, respectivamente. Como pro-



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medio de los 10 ensayos de productividad media, las diferencias alcanzaron los 395 kg/ha. Comparado con A 5009, el cultivar DM 4612 sólo fue superado en los cinco ensayos de menor rendimiento, donde la diferencia alcanzó los 120 kg/ ha. A partir de los 4000 kg/ha, la diferencia fue mayor a medida que mejoró el ambiente, alcanzando diferencias máximas promedio de 580 kg/ ha en los cinco ensayos de mejor rendimiento.

Como promedio, se observaron diferencias entre densidades de 400 kg/ha entre los extremos. Con 30 y 22 plantas/m2 , se lograron rendimientos promedios similares. La menor cantidad de plantas pudo ser compensada por aumentos en el número de granos por planta y en su peso. La densidad de 16 plantas/m2 no pudo lograr una compensación con aumentos en el número de granos/planta ni con aumentos en el peso de 1000 granos (cuadro 5). Densidad Cinco ensayos presentaron respuestas entre las Los nuevos eventos biotecnológicos que otorgan 16 y 22 plantas/m2 sin ganancias significativas al tolerancia/resistencia a factores bióticos y abiópasar de 22 a 30 plantas/m2. Cabe destacar que los rendimientos estuvieron entre los 4200 y 6200 kg/ En ensayos con distintas densidades de soja, al utilizar la varieha. El ensayo de menor prodad DM 4612 no se encontraron, en cinco de los seis sitios, diductividad fue el que mostró ferencias de rendimiento por bajar de 30 a 22 plantas/m2. Sí hubo una tendencia diferencial de diferencias con la densidad de 16 plantas/m2 en todos los casos. las respuestas, sugiriendo la necesidad de ser más precisos con esa variable en los ticos serán cada vez más frecuentes en el mercaambientes de baja/media productividad. do; a su vez, los cánones generados por dichos Durante las etapas vegetativas y los primeros eventos elevarán los costos de producción de estados reproductivos, se observaron diferencias manera significativa en los próximos años. Ajusen los valores del índice de área foliar medidos tar la cantidad de semilla por sembrar apuntando entre densidades. A partir de R3 y durante el resto a la densidad óptima económica (función de la del ciclo, los valores de IAF entre las densidades variedad y el ambiente) puede ser un camino evaluadas fueron similares. Sin embargo, pueden para no incrementar los costos de producción observarse diferencias en los valores de intercepde manera significativa, aunque para lograrlo es ción de radiación hasta R5, cuando la densidad necesario saber cómo se modifica el rendimiento baja alcanzó a capturar similares valores. La comen función de la densidad de siembra lograda y binación de ambas mediciones determina difesi se generan cambios en los factores bióticos rencias en los valores del IAF crítico, considerado (enfermedades, plagas, malezas) y del cultivo como aquel que asegura el 95% de intercepción (IAF, relación fuente/destino) que impliquen un de radiación (gráfico 1). aumento en los costos para su manejo y control. La densidad baja necesitó un 25% más de área Por ello, en todos los ensayos se repitió DM 4612 foliar que la densidad de 30 plantas/m2 para con tres densidades de siembras contrastantes: alcanzar la máxima intercepción, y lo hizo en 30, 22 y 16 plantas/m2 logradas, con el objetivo R5.2, mientras las densidades altas y medias lo de encontrar relaciones funcionales y su posible hicieron en R3 avanzado y R4, respectivamente. El interacción con el ambiente. aumento en el valor del IAF crítico se explica por



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la mejor distribución de las hojas en el espacio, en las densidades altas y media.

Mancha marrón Otro factor que se modifica al cambiar la densidad lograda es la dinámica de la mancha marrón dentro del cultivo. Bajas densidades dejan el cultivo abierto por más tiempo, lo que permite que la mancha marrón progrese a mayor velocidad y que las hojas enfermas duren en la planta más tiempo (menos senescencia por sombreado). Si la presión de la enfermedad es alta (tal como

ocurre, por ejemplo, cuando el antecesor es soja), las diferencias en la dinámica de la enfermedad pueden ser importantes (gráfico 2). La densidad de plantas logradas modificó los valores de severidad de mancha marrón, fundamentalmente a partir de R3. Y eso se notó especialmente cuando el cultivo se sembró sobre antecesor soja de primera. La baja densidad (16 plantas/m2) presentó los mayores valores de mancha marrón, y la densidad más alta (30 plantas/m2), los menores valores, con diferencias importantes durante R5 y R6. En la densidad intermedia, sobre antecesor soja, el comportamiento de la mancha marrón fue similar al observado en baja densidad. Durante la campaña, también se hicieron presentes otras enfermedades, como Cercospora kikuchii, con niveles de daño similares a los de mancha marrón, y Cercospora sojina, con bajos niveles de daño. Estas dos enfermedades no registraron el efecto de la variable densidad de plantas. Las abundantes lluvias explicaron los altos niveles de enfermedad.

Fungicidas La campaña se caracterizó por una importante presencia de mancha marrón en los primeros estados vegetativos y reproductivos, pero al comienzo del período crítico, la enfermedad fue temporariamente aplacada por la baja frecuencia de lluvias durante diciembre. Las altas tempera-



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turas y la luminosidad favorecieron el aumento de tizón provocado por Cercospora kikuchii, que alcanzó a generar daños importantes hacia el final del período crítico de los cultivos, junto con el crecimiento demorado de mancha marrón. La mancha ojo de rana –que apareció a principios de febrero– no presentó el estallido que la caracteriza. Las bajas temperaturas registradas en ese mes podrían explicar su bajo nivel de progreso. La aplicación de fungicida foliar en R3-R4 generó cambios importante en los niveles de daño provocados por mancha marrón y tizón durante los estados R5 y R6. Se observaron respuestas muy importantes a la aplicación del fungicida, que fueron variables según grupo de ciclos (cuadro 6). Las variedades que mostraron mayor respuesta fueron las de ciclo corto y medio, donde los componentes del rendimiento modificados fueron tanto el número como el peso de los granos. Las variedades de ciclo largo respondieron en peso de grano sin ser afectadas en el número. Esto se explica al observar los valores de intercepción de radiación logrados por los cultivos. En los ciclos cortos y medios, la diferencia de intercepción entre tratamientos durante la fijación y el llenado explican las notables diferencias en términos de radiación total absorbida y en la producción de materia seca total, sin modificar el índice de cosecha. El número y peso de los granos fueron afectados.

En las variedades de ciclo largo, las diferencias de intercepción sólo se acentuaron durante el llenado de los granos, lo que explica las menores diferencias en radiación total absorbida y en la producción de materia seca total sin cambios importantes en el índice de cosecha. Sólo se modificó el peso de los granos. Al analizar las tres densidades, la menor respuesta a la aplicación del fungicida se registró en la baja densidad (a pesar de presentar mayores niveles de mancha marrón). Esto puede ser explicado a partir de los valores de intercepción de radiación, la producción de materia seca y el índice de cosecha entre tratamientos. Es evidente que para entender las respuestas no sólo alcanza con evaluar y cuantificar la enfermedad; también debe considerarse el cultivo, su capacidad para interceptar radiación y producir materia seca en compromiso con los destinos que debe sostener y llenar. La baja densidad de siembra relajó la relación entre los destinos y la fuente; eso pudo observarse en los valores de índice de cosecha en la baja densidad con aplicación de fungicida. Al evaluar los resultados comprendidos entre los ciclos 2005/06 y 2013/14, la respuesta general promedio a la aplicación de un fungicida mezcla (estrobirulina + triazol) entre R3 y R4 alcanzó los 215 kg/ha o un 5,4%, con un efecto similar sobre el componente número de granos (2,7%) y sobre el componente peso de granos (2,7%; cuadro 7). Analizando la variabilidad de las respuestas en



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En la campaña 2013/14 hubo ataques de mancha marrón, Cercospora sojina y Cercospora kikuchii.

rendimiento, hay situaciones que respondieron en número de granos, y esas respuestas fueron mayores y más seguras. Hubo otros casos en los que las respuestas fueron de menor magnitud y menos probables, y estuvieron asociadas a mejoras en el componente peso de granos. Las primeras son decisiones con sustento técnico fuerte debido a la presencia de niveles importantes de enfermedad, especialmente en lo que respecta a mancha marrón (Septoria glycine), mancha ojo de rana (Cercospora sojina) o tizón de la hoja (Cercospora kikuchii), según campaña o antecesor; mientras que la segunda situación (respuestas asociadas al peso de 1000 granos) no tiene un gran sustento técnico (en general, por baja presencia de enfermedades al inicio del período crítico). En este caso, la decisión se toma fundamentalmente por una razón económica, aunque existe información técnica de apoyo para aumentar la probabilidad de respuesta: frecuencia de lluvias en el pronóstico de corto plazo y temperatura durante el llenado de los granos, perfil sanitario de la variedad, duración

del llenado (peso de 1000 granos potencial) y porte de la planta (relación fuente/destino). En escenarios sin enfermedades foliares a comienzos del período crítico (R3-R4), la respuesta promedio fue de 120 kg/ha. En el 62% de los casos la respuesta fue favorable en términos económicos. Las situaciones en las que no hubo respuesta económica al uso del fungicida se presentaron en variedades con genética de bajo peso de grano, campañas de bajos valores de peso de 1000 granos y variedades con muy buen perfil sanitario y alto porte (elevada relación fuente/destino). En escenarios con enfermedades en el estado de R3-R4, la respuesta promedio alcanzó los 330 kg/ha. El 100% de los casos presentó respuestas económicas, y el 80% de los datos oscila entre los 200 y 500 kg/ha. f CREA Matías Ermacora, Ezequiel Gandino y Máximo Reyes Región CREA Norte de Buenos Aires



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Un contacto directo con el principal cliente Visita oficial de integrantes del ISGA a China


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Corporaciones chinas están adquiriendo grandes extensiones de tierra agrícola en diversas naciones africanas con el objetivo de producir granos de manera directa. En Sudamérica están buscando posicionarse en el control de la comercialización de la mercadería (la reciente compra de Nidera y de la División de Agronegocios de Noble Group va en ese sentido). “Los alimentos son una cuestión estratégica en China”, indica Fernando Zubillaga, empresario integrante de los grupos CREA Guanaco-Las Toscas e Infosura (región Oeste de Buenos Aires) y miembro de la Comisión Directiva de AACREA. “Las instituciones y corporaciones chinas, además de la gestión del día a día, cuentan con grupos de profesionales planificando para el largo plazo, con un horizonte de varias décadas por delante”, añade Zubillaga, quien integró una misión de la International Soybean Growers Alliance (ISGA) realizada este año a China. ISGA es una organización conformada por entidades representativas de productores sojeros de EE. UU., Brasil, la Argentina, Paraguay y Uruguay (donde se concentra casi la totalidad de la oferta exportable mundial de productos del complejo sojero). La representación local está en manos de Aapresid, AcSoja y AACREA.

Misión Durante tres días los integrantes de la misión tuvieron una sesión maratónica de once reuniones con directivos de las empresas estatales chinas Cofco (la mayor trader de commodities agrícolas de la nación asiática) y Sinograin, el Ministerio de Agricultura de China, la Cámara de Importadores y Exportadores de Alimentos de China, la Asociación China de la Industria de Piensos y la Central de Trabajadores Rurales del Partido Comunista Chino, entre otras. “El Estado está presente en todos los órdenes de la vida china, de manera tal que a ellos les cuesta entender la diferencia que tenemos nosotros de la público y lo privado”, apunta Zubillaga. Las reuniones se llevaron a cabo en inglés, con un traductor chino. En muchos de los encuentros se habló sobre los procedimientos empleados por las autoridades chinas para aprobar eventos biotecnológicos. El período de aprobación de estos eventos dura entre 15 y 39 meses (con un promedio de 28 meses); y actualmente, son 26 los que están

pendientes de aprobación (de los cuales cuatro corresponden a soja). Tal retraso, en algunos casos, promovió la aparición de problemas comerciales. La mayor parte de las importaciones chinas de maíz se originan actualmente en EE. UU. Pero desde octubre del año pasado a la fecha, las autoridades chinas rechazaron embarques de maíz estadounidense por más de 1,45 millones de toneladas al detectar la presencia de un evento de Syngenta (MIR 162) que no fue autorizado en la nación asiática, según indicó un informe elaborado por The National Grain and Feed Association (EE. UU). “El ISGA permite que los productores de soja de América tengamos una única voz ante el resto del mundo para hacer valer nuestra posición de empresarios con responsabilidad social y sustentabilidad productiva”, comenta Zubillaga. “En las reuniones quedó claro que saben mucho sobre la realidad agropecuaria de Sudamérica y la Argentina”, añade. Por parte de las demás naciones, viajaron representantes de la Asociación Productores de Soja de Brasil (Aprosoja), la Mesa Tecnológica de Oleaginosos de Uruguay, la Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), la Asociación Productores de Soja de Paraguay, American Soybean Association (ASA), US Soybean Export Council y United Soybean Board. f CREA

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Congreso Tecnológico CREA 2014 Programa preliminar

Con el lema “Tecnologías para un nuevo salto productivo”, el encuentro organizado por AACREA pretende posicionarse como un espacio de reflexión para analizar los desafíos que la producción agropecuaria deberá enfrentar en los próximos años y el rol que el país tendrá como proveedor mundial de alimentos, en un marco de uso adecuado de los recursos naturales y considerando las demandas ambientales de la sociedad.

Programa Para el primer medio día, está previsto que se desarrollen cuatro módulos con temas comunes a la sede Norte (Santiago del Estero), Centro (Rosario) y Sur (Mar del Plata). En el primer módulo, denominado Contexto, habrá dos charlas: “Desafíos globales para la producción agropecuaria en el mediano y largo plazo” y “Oportunidades y limitaciones del contexto local para un salto productivo”. Se considerará el marco general en que se desarrollará la producción, qué pedirá el mundo en materia de alimentos en los próximos años (tipo, calidad, formas de producción) y cómo se podrán atender esas necesidades. En el segundo módulo, bajo el título Tecnologías del ambiente, se prestará especial atención a cómo, para qué y por qué medir el impacto que generan las actividades agropecuarias sobre aquel. Además, se abordará la necesidad de adoptar, de manera efectiva, aquellas herramientas disponibles para progresar hacia sistemas ecológicamente sostenibles. Los títulos de las disertaciones son “El desafío de medir y moni-

torear la sostenibilidad ecológica” y “Propuestas tecnológicas para un salto productivo sostenible y con consenso social”. El tercer módulo ha sido designado Tecnologías para la producción y estará dedicado a tratar de vislumbrar las técnicas promisorias para los próximos años. Allí se presentarán los avances tecnológicos y las innovaciones de interés para los productores, con tres presentaciones que harán un listado de prioridades para la agricultura y la ganadería de carne y de leche. Además, se desarrollará una exposición bajo el título “El uso de la tecnología: cómo evitar que las soluciones de hoy sean los problemas de mañana”. El cuarto módulo del primer día se refiere a las Tecnologías de gestión y de organización. Esta instancia del Congreso abarcará disertaciones sobre las herramientas que permiten el mejor funcionamiento de las empresas. Así, se considerará la preparación de equipos y de personas para adoptar las nuevas tecnologías y los elementos que permitan mejorar la organización de las compañías (software, protocolos, etc.). También se intentará avizorar los modelos de negocios y de empresas más viables para los próximos años. Habrá tres charlas bajo los siguientes títulos: “Tecnologías para la gestión de procesos: desde los productivos hasta los administrativos”; “Las personas y los equipos, los verdaderos protagonistas del salto productivo: oportunidades y limitaciones”; y “Tendencias en modelos de negocios y de empresa”.

Agenda local En el segundo día de congreso, cada región contará con su propia agenda, en la que se tratarán temas de importancia local. Las temáticas regionales se dividirán en tres módulos deno-

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minados Tecnologías del ambiente, Tecnologías para la producción y Tecnologías de gestión y de organización. Los asistentes podrán ver en vivo la agenda local, pero también tendrán la posibilidad de visualizar, en salas paralelas, on line, las presentaciones que se estarán desarrollando en otras sedes.

Ganadería Uno de los disertantes del Congreso será Cristian Feldkamp, coordinador de la Comisión de Ganadería de AACREA, quien adelanta la orientación que tendrán las charlas acerca de la actividad ganadera: “El desafío que plantea el próximo Congreso Tecnológico es mostrar qué es lo que el productor de punta va a estar utilizando dentro de tres o cuatro años”. “A través del trabajo que lleva adelante toda la Unidad de Investigación y Desarrollo de AACREA, realizamos un rastreo de las tecnologías más promisorias para la actividad. Necesitamos detectar cuáles van a estar disponibles en los próximos años, para empezar a prepararnos y aprovecharlas al máximo”, agrega. “Los cambios tecnológicos nos deben permitir producir en forma más eficiente, con una influencia más positiva sobre el ambiente, atentos a la escrutadora mirada de la sociedad de la que somos parte”, añade. “El Congreso es la oportunidad que tenemos en el Movimiento CREA para pensar en esas tecnologías que pronto estarán disponibles, ponderar su posible impacto y prepararnos para incorporarlas”, concluye.

Cristian Feldkamp.

Agricultura A su vez, Gustavo Martini, coordinador de la Comisión de Agricultura, anticipa: “El Congreso contará con un bloque enteramente dedicado a la producción. Este dispondrá de un espacio destinado a explorar las tecnologías que tendrán mayor impacto sobre la agricultura en los próximos tres a cinco años. Para tal fin, el equipo de Investigación y Desarrollo de AACREA está trabajando en un profundo ejercicio de prospectiva que tiene como objetivo central identificar las tecnologías más promisorias para aumentar la productividad a mediano plazo. El objetivo del bloque es transmitirles a los asistentes al congreso el resultado de la información obtenida y analizar el rumbo tecnológico de la agricultura”.

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Gustavo Martini. Hoy se vislumbra un sinnúmero de tecnologías disponibles para incrementar la productividad física de la agricultura y hacer un uso más eficiente de los recursos. Tecnologías de insumos y de procesos enfocadas sobre el mejoramiento genético, biotecnología, microbiología, nutrición,

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Santiago Fariña. protección de cultivos, maquinaria, gestión administrativa, etcétera. ¿Todas serán útiles?, ¿tendrán todas el mismo impacto?, ¿cuáles ofrecerán mayores beneficios?, ¿cuáles no se deberían dejar de incorporar?; son preguntas que nos hacemos a diario técnicos y productores. El Congreso pretende generar un ámbito de discusión para encontrar las respuestas. Será una forma de visualizar las empresas agrícolas que mejor estarán produciendo en 2018.

“En este Congreso vamos a presentar herramientas tecnológicas de alto impacto que van a estar disponibles en el futuro cercano. Desde la Unidad de Investigación y Desarrollo, nuestro trabajo consiste en realizar un “rastrillaje” exhaustivo a nivel mundial acerca de las tecnologías más útiles y aplicables a nuestros sistemas de producción”, afirma Santiago Fariña, coordinador de la Comisión de Lechería de AACREA. “Se convocará tanto a referentes mundiales en tecnología aplicada como a usuarios que son `punta de flecha´. Creemos que estos, los adoptantes tempranos de tecnología, son quienes pueden dar mejor testimonio de su impacto sobre nuestros sistemas productivos y sobre el ambiente”, agrega. “En lechería en particular, buscaremos dar respuesta a las principales preguntas de los empresarios: ¿qué eventos biotecnológicos y genéticos serán nuestros aliados para dar el salto?, ¿cómo evitar que las soluciones de hoy sean los problemas de mañana?”, añade. “También analizaremos qué necesitamos de las personas para dar el salto productivo, qué modelo de negocio va a persistir y cuál puede desaparecer”. “Por último, en cuanto al ambiente, en el Congreso consideraremos el impacto actual y futuro de la actividad tambera”, concluye. f CREA



Radiagrofías Nueva normativa La nueva Ley de Política Ambiental vigente en la provincia de Córdoba desde el mes pasado determina que la construcción de una planta de silos con una capacidad de acopio superior a 2500 toneladas, así como explotaciones avícolas o porcinas de gran porte –entre otros emprendimientos–, deberán presentar un estudio de impacto ambiental ante el Ministerio de Agua, Ambiente y Servicios Públicos. En caso de tratarse de un proyecto categorizado como “de alta complejidad”, la norma determina que tal proyecto podrá ser sometido a una consulta popular.

Menos retenciones Este año el Gobierno nacional aceptó bajar las retenciones de un producto agroindustrial. Se trata del biodiésel (industria exportadora que estaba virtualmente inactiva desde que las autoridades europeas aplicaron, a fines del año pasado, derechos antidumping al biocombustible argentino). Hasta el 20 de mayo pasado, la retención efectiva vigente era del 21,7%. Un día después descendió al 11,0%, para ubicarse luego, a mediados de junio pasado, en el 9,3%. Las exportaciones de biodiésel, con esa medida, se reactivaron de manera espectacular.


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Baja proteína Los exportadores argentinos de poroto de soja están registrando inconvenientes comerciales al no poder cumplir con el contenido de proteína determinado en los contratos. La norma internacional especifica un porcentaje mínimo de 34,0, con una tolerancia de recibo del 33,5. El problema es que en la presente campaña, muchos embarques de soja argentina no alcanzan a superar el 33,5%. En tales circunstancias, los exportadores deben renegociar contratos con los importadores chinos, quienes, en el mejor de los casos, aceptan recibir el embarque a cambio de un descuento en el precio de venta.

Ejemplo uruguayo El mes pasado, el presidente uruguayo José “Pepe” Mujica denunció a la industria frigorífica oriental por promover una caída de los valores de la hacienda. Luego de señalar que el fenómeno “se va a investigar”, Mujica comentó que esa movida genera “señales negativas” entre los criadores, los cuales, en tal escenario, podrían invertir menos en la actividad o, incluso, liquidar vientres. El presidente uruguayo advirtió que si eso llegara a ocurrir, “pagaremos las consecuencias dentro de tres o cuatro años”. Cualquier parecido con la realidad argentina es pura coincidencia.


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Syngenta: cómo lograr un barbecho eficiente En tiempos de malezas difíciles, para realizar un efectivo control es necesario identificar las especies presentes en cada lote y conocer su sensibilidad a los herbicidas disponibles. Entre los productos selectivos más importantes del portafolio de cereales de Syngenta figuran Axial, que permite controlar avena negra y raigrás, y Peak Pack, que controla malezas de hoja ancha, como bolsa de pastor, capiquí, cardo negro, chinchilla, enredadera anual, falsa biznaga, girasol guacho, manzanilla, mastuerzo, nabo, nabón, quínoa, sanguinaria, senecio y Verónica. Como herbicida hormonal, la compañía cuenta con Banvel, un producto posemergente que controla malezas de hoja ancha. Una herramienta útil para controlar malezas en estados avanzados de crecimiento como rama negra es la estrategia de Double Know Down, que consiste en la aplicación de Sulfosato con 2,4 D éster, más una aplicación de Cerillo a los 7-10 días.

Red Surcos, de la mano de la nanotecnología Red Surcos cuenta con una paleta comercial de más de 15 productos formulados sobre la base de conceptos nanotecnológicos. Esta disciplina no sólo permite obtener mejoras en la disponibilidad y en la eficacia de los principios activos, sino que también logra beneficios adicionales, tales como la baja concentración de olores, menor deriva y mayor compatibilidad de productos en las mezclas de tanque a un costo muy conveniente. En esta línea, Red Surcos presenta Dédalo Elite, un herbicida a base de 2,4 D, que posee la efectividad agronómica de una formulación éster y la baja volatilidad de una sal amina. Además, Dédalo Elite contempla la normativa de las legislaciones provinciales de uso de fitosanitarios.


Agrofina presenta la solución al yuyo colorado A la creciente problemática de malezas resistentes a herbicidas, se le suma un viejo conocido: Amaranthus spp. o yuyo colorado. El incesante avance de esta especie, resistente a glifosato y al grupo de los inhibidores de ALS, encendió una alerta acerca del modo presente y futuro de producir. En esta línea, Agrofina presenta Dasen + Flosil, una solución única en el mercado por su versatilidad de uso en el cultivo de soja. Dasen es un regulador de crecimiento que actúa a nivel hormonal, mientras que Flosil es un inhibidor de la síntesis de clorofila que ejerce su efecto sobre la acción de la enzima PPO. La combinación de dos modos y mecanismos de acción diferentes ha demostrado un sinergismo inédito para el control de esta maleza, tanto en preemergencia como en posemergencia del cultivo, brindando una solución integral. Mayor información: info@ agrofina.com.ar; www.agrofina.com.ar.

Premio Massey Ferguson Ya está abierta la inscripción para la décimotercera edición del Premio de Periodismo Massey Ferguson. La iniciativa es gratuita y tiene como objetivo valorar a los profesionales de la comunicación que difunden el accionar del sector. La premiación incluye siete distinciones: Estudiantes, Fotoperiodismo, Periódicos, Multimedios, Revistas y Televisión; y ahora, además, la categoría América del Sur, que amplía la participación a nivel regional. Los interesados podrán inscribir un máximo de tres trabajos en cada categoría, que hayan sido producidos y publicados entre julio de 2013 y julio de 2014. Los ganadores se darán a conocer durante la muestra Expointer, que se realizará a fines de agosto en Esteio-Rio Grande do Sul, Brasil. Quienes deseen inscribirse, pueden hacerlo en su sitio web: http:// www.premiojornalismo.com.br/esp/.


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Datos del 1 al 5 de junio. Precios de referencia de insumos agropecuarios sin IVAy sin fletes, excepto combustibles.


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Apuntes Una propuesta para los europeos

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N.° 405 Julio 2014 Propietario: AACREA Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola Director: Gerardo Lucio Sibaja Editor: Carlos Marín Moreno cmarin@crea.org.ar Subeditor: Mariela Suárez revista@crea.org.ar Secretario de redacción: Ezequiel Tambornini redaccion@crea.org.ar Diseño: Rene Durand Prensa: Maximiliano Denaro Fotografías: Pablo Oliveri y Martín Gómez Alzaga Corrección: Alejandra Valente Editorial responsable: AACREA Registro de la Propiedad Intelectual N.° 22473 ISSN: 0325-9846

Los frigoríficos aviares exportadores de los cuatro países que integran el Mercosur presentaron una propuesta consensuada a los representantes del bloque regional que están comenzando a negociar un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea (UE-27). La propuesta consiste en permitir el libre acceso de productos cárnicos aviares al mercado europeo. En caso de que tal solicitud no se pueda aplicar en lo inmediato, pidieron que en el plazo de adaptación (12 a 15 años corridos contados a partir de la firma del tratado) se habilite un cupo anual para el Mercosur de 300.000 toneladas –con arancel cero–, de las cuales al menos 260.000 deberían corresponder a pollos (el resto a pavo). Brasil, luego de una disputa comercial con la UE-27 en la Organización Mundial de Comercio (OMC), logró obtener un cupo de exportación para cortes frescos aviares salados y productos aviares procesados con un arancel preferencial del 15,4% y 10,9%, respectivamente. Sin embargo, los exportadores argentinos, al no disponer de tal ventaja, no pueden acceder al mercado europeo, porque el arancel efectivo para colocar cortes frescos en ese mercado es del orden del 64%, lo que hace inviable la operatoria. La posibilidad de contar con un mercado externo en el cual colocar cortes frescos (fundamentalmente pechugas, en la UE-27) es vital para poder aumentar la exportación de subproductos aviares a mercados asiáticos (especialmente a China).

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