N.º 408 Octubre 2014 - Ejemplar en la Argentina $25REVISTA CREA - N.º 408 Octubre 2014 - Ejemplar en la Argentina $25-
La aplicación variable de insumos permite generar valor en un proceso de aprendizaje constante. Quiénes están empleando la tecnología y con qué resultados
Sumario
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Mucho más fácil de lo que parece
Agricultura por ambientes en la zona Oeste. 16
Dosificación variable de insumos: dónde estamos
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Una red generadora de conocimiento
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Tiempos difíciles
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Un buen momento para desarrollar la ganadería
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Situación actual de la tecnología. Un emprendimiento del INTA.
El consultor Eduardo Fidanza observa una tendencia positiva para el futuro de la Argentina, aunque considera que en el corto plazo se presentará una coyuntura difícil. Cómo actuar en ese contexto. Hay grandes oportunidades en el mercado mundial que se podrían aprovechar en los próximos años.
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Reorganización empresarial
Herramientas para la planificación patrimonial y sucesoria. 40
Córdoba: hacia la explotación sustentable de sus acuíferos Recomendaciones para evitar excesos.
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La eficiencia sostiene a la cría
En los últimos años, la ganadería fue desplazada a campos de menor calidad. A pesar de ello, mejoran los índices productivos del sudeste bonaerense. 54
Ganadería con flujo constante de fondos Herramientas para independizarse del clima.
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Metodología CREA de exportación Experiencia en Georgia.
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Más atentos que nunca
Pautas para monitorear plagas en soja. 46
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Efluentes de tambos: una propuesta
Avances logrados en la provincia de Buenos Aires. 74
Qué están haciendo en el norte
Un grupo de asesores CREA visitó la zona agrícola de EE.UU. 80
El mundo que viene en maquinaria agrícola
Novedades y tendencias que se vislumbran para los tractores, cosechadoras, pulverizadoras y sembradoras en los próximos años. 90
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Noticias
SECCIÓN ECONÓMICA 92
El precio de la tierra
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LO AYUDAMOS A PRESUPUESTAR
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APUNTES
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Mucho más fácil de lo que parece Agricultura por ambientes en la zona Oeste
La primera gran transformación de la agricultura moderna consiste en dejar de considerar los lotes como unidades fijas y estructuradas por alambrados. Esa distribución, diseñada antiguamente para planteos ganaderos, hoy es una limitante en lo que respecta al mejor aprovechamiento posible de los recursos disponibles. En la zona CREA Oeste –una de las regiones pioneras en el desarrollo local de la agricultura por ambientes–, el cultivo de maíz, considerado en términos promedio, no es viable como negocio; sin embargo, en algunos sectores (como lomas arenosas) el maíz tardío suele ser mucho más conveniente que la soja de primera. El manejo de “macroambientes” tiene un impacto muy importante para la mayor parte de las empresas Diversos trabajos de investigación indican que el ambiente explica, al menos, la mitad del rendimiento de un cultivo (la otra mitad corresponde a genética, manejo, fertilización, controles, etcétera).
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Mirada zoom Una vez que el macroambiente está definido, el siguiente paso es empezar a trabajar con otro nivel de aproximación. Así podemos descubrir variabilidad edáfica, sectores con acceso o no a la napa, valores de mayor extracción de nutrientes y muchas otras variables que hasta hace algunos años no se podían gestionar. Pero hoy, esto sí es posible. Vamos a un ejemplo concreto. El CREA Casares-9 de Julio tiene niveles de fósforo promedio, en lotes donde el contenido va desde 3 hasta 25 ppm (0-20 cm). Sin embargo, en el 70% de esos lotes, los valores oscilan entre 7 y 10 ppm. Al analizarlos a un nivel de “microambiente”, encontramos que un lote de 8 ppm promedio tiene valores de entre 4 y 27 ppm en los primeros 20 centímetros de profundidad. Esto nos indica que la variabilidad dentro de ese lote es mayor o igual a la presente en los lotes de todas las empresas del grupo CREA. La cuestión es que, ahora que conocemos que la variabilidad intraambiente es tan elevada, no queda otra opción más que gestionarlo con fertilización variable, porque hacer lo contrario (manejarse con promedios) implicaría un uso ineficiente de los recursos. En las empresas del CREA Casares-9 de Julio, al gestionar densidad, nitrógeno y fósforo en función de las particularidades de cada microambiente, pudimos registrar, mediante la comparación con una franja testigo manejada como promedio, resultados marginales de hasta 130 U$S/ha para maíz, 70 U$S/ha en trigo/cebada y 30 U$S/ha en soja de primera.
Caracterización En la zona CREA Oeste venimos trabajando desde hace un tiempo en la caracterización de nuestros ambientes. Existen factores estructurales que no registran cambios significativos en un corto período de tiempo, como la topografía (loma, media loma y bajo), la textura (porcentaje de arena) y el nivel de materia orgánica. Esos factores se ven afectados a partir de aquellos que llamamos “modificadores”, como la profundidad de napa, el contenido de agua a la siembra o la cobertura, entre muchos otros. No será lo mismo una loma con 80% de arena que presente un nivel de napa a cuatro metros que la misma loma con un nivel de un metro: la interacción de ambas variables exige manejos diferenciados en cada situación.
En la región Oeste, el maíz temprano es el cultivo que mayor variabilidad presenta entre ambientes, con rendimientos promedio que van de 90 a 47 qq/ha (ver gráfico 1). En diversas situaciones, podemos observar que en un mismo lote conviven rendimientos de 120 qq/ha de maíz con sectores donde no se superan los 50 qq/ha, pero que, en conjunto, permiten obtener rindes promedio de unos 90 qq/ha. Esta variabilidad nos está diciendo (o más bien “gritando”) que no podemos manejar todo el lote de igual forma (del mismo modo en que no manejamos de la misma manera dos lotes o campos con diferente potencial). Veamos la imagen de un lote perteneciente a un campo localizado en Daireaux (gráfico 2), en el cual conviven tres ambientes bien diferentes entre sí: B3 (bajos), L3 (lomas arenosas) y ML2 (medias lomas). Pero nos permitimos antes una aclaración: estos son apenas 3 de los 16 ambientes caracterizados en la zona Oeste como resultado de un arduo trabajo emprendido durante años por empresarios, profesionales e investigadores. Esto muestra que para poder generar conocimiento en el marco de una red colaborativa, se necesita, en primer lugar, que todos hablen un mismo idioma. Los denominados ML2 son medias lomas muy productivas, mientras que los L3 son lomas arenosas de muy baja productividad y gran variabilidad; por último, la categoría B3 corresponde a bajos con napa muy cercana que pueden pre-
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sentar oscilaciones en cuanto a pH y conductividad en función de la profundidad de napa. En el lote en cuestión, la variabilidad es tan elevada que se hace necesario un manejo diferencial en cuanto a densidad, fertilización fosfatada, nitrógeno y azufre.
Agricultura de precisión Podríamos definirla como la agricultura realizada con máquinas que introducen cambios según los datos que nosotros les proporcionemos. ¿Es complicado? ¡Para nada! ¿Tenemos acceso a la información para lograr hacer una ambientación adecuada? ¡Sí! Podemos hacerlo por medio de datos gratuitos: imágenes de Google Earth (alta precisión) o imágenes Landsat. También podemos emplear los datos relevados por monitores de rendimiento o utilizar los (ahora famosos) drones. Tenemos muchas maneras de hacerlo; pero lo más importante es tener la voluntad de llevarlo a cabo. Consideremos algunas de las aplicaciones variables con densidad en maíz. Sabemos que esa
variable ejerce un gran impacto en el costo de la semilla por hectárea. Pero también que el ingreso marginal resultado de una correcta elección de la densidad tiene un impacto aún mayor en el resultado final del cultivo. Sobre esa base, analicemos resultados de ensayos realizados en la zona (cuadro 1). En el caso planteado, la disminución de la densidad en la loma produce un “ahorro” de semilla de 63 U$S/ ha, pero mejora el ingreso en 160 U$S/ha, dejando un resultado marginal en ese ambiente de 223 U$S/ha. Por otro lado, el ahorro de semilla en la media loma (63 U$S/ha) también repercute en el rinde (-54 U$S/ha), dejando un resultado marginal de 9 U$S/ha. En un lote integrado en un 30% por loma y el 70% restante por media loma, el resultado marginal promedio ponderado sería, entonces, de 73 U$S/ha. La soja suele ser catalogada como un cultivo de escaso retorno cuando se incorpora tecnología. Pero eso no es cierto. En algunas situaciones se obtienen respuestas favorables. Veamos un caso de fertilización fosfatada en tres ambientes diferentes que pertenecen a un mismo lote (cuadro 2). Si consideramos que lo “tradicional” consiste en fertilizar la soja con 50 kg/ha de superfosfato triple (SPT), en el cuadro 2 se advierte que en las lomas arenosas la fertilización no “paga” el costo de fertilizar. En ese caso, la decisión de no hacerlo tendría un resultado marginal de 19 U$S/ha (versus la fertilización con 50 kg/ha). En el caso de la media loma, con niveles de fósforo muy bajos (5,2 ppm), la mejor decisión es la fertilización con 100 kg/ha de SPT, dejando un resultado marginal de 32 U$S/ha. En el último caso, un ambiente bajo con niveles medios de fósforo, la dosis óptima económica es la de 50 kg/ha. Si tomando un 33% de cada ambiente ponderáramos el resultado marginal por aplicar fósforo variable en soja, este sería de 17 U$S/ha. No es un resultado despreciable en un escenario económico complicado.
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Otro nutriente potencialmente limitante en algunas situaciones puede ser el azufre. En este caso, medimos resultados marginales positivos sólo en ambientes de loma (con baja materia orgánica, poca mineralización y sin acceso a napa).
Campo alquilado En un campo alquilado por un año, ¿qué hacemos? Uno suele escuchar: alquilo el campo por un año y no puedo hacer esto en apenas un año. ¡Desafiemos eso! Para quien alquila, es clave conocer con el mayor detalle posible los ambientes del campo en cuestión, para aprovecharlo al máximo y saber si vale la pena seguir produciéndolo en los próximos años. Lo mismo puede aplicarse al propietario del campo: conocer el potencial de cada ambiente del establecimiento le permitirá determinar con
mayor precisión el valor de mercado del arrendamiento (no es lo mismo ofrecer un “genérico” que un producto diferenciado con información). A diferencia de otras tecnologías, la agricultura por ambientes y su consecuencia –la aplicación variable de insumos– sólo puede ser generada por la iniciativa del propio usuario: nadie va a venir a ofrecérnosla en un paquete cerrado. Requiere un esfuerzo adicional. Pero, una vez iniciado el proceso, el empresario, además de obtener eventuales resultados marginales, comenzará a generar un conocimiento en gestión de ambientes que será extremadamente valioso en épocas de vacas flacas. f CREA Agustín Barattini Asesor CREA Casares-9 de Julio