REVISTA CREA - N.ยบ 410 Diciembre 2014 - Ejemplar en la Argentina $25-
N.ยบ 410 Diciembre 2014 - Ejemplar en la Argentina $25-
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Objetivo:
supervivencia Alternativas para afrontar la campaña agrícola 2014/15 El descenso de los precios internacionales de los granos dejó en evidencia que el actual esquema impositivo hace inviable los modelos agrícolas tradicionales en muchas regiones argentinas. Durante mucho tiempo, todos usaron un mismo manual para luego adaptar las recetas en él contenidas a las particularidades locales. Pero eso ya no funciona (especialmente a medida que nos vamos alejando de las terminales portuarias, por el impacto brutal del costo del flete). Ahora son las particularidades locales las que generan los métodos de supervivencia. No existe un patrón único: sólo herramientas generadas a partir de usinas de conocimiento zonal. Mucho de lo que se está aprovechando en la actualidad es producto de años de trabajo previo. La única constante general en el presente contexto –aplicable a todas las zonas productivas– es evitar la siembra de aquellos cultivos que registren un margen negativo con los actuales precios esperados a cosecha. Es decir: lo prioritario es sobrevivir al corto plazo para poder luego, sí, en otro contexto, planificar en función de un horizonte más largo.
Diversificación En los últimos meses, la destrucción del precio interno del maíz hizo que fuera extremadamente conveniente transformar grano en carne. Pero hacerlo no es tan fácil como decirlo, porque todo depende del valor de entrada y de salida del negocio. Es vital manejar los tiempos del mercado, como hace, por ejemplo, Pierre Courreges al disponer de un campo ganadero alquilado para recriar terneros comprados en los momentos más convenientes del año. “Eso permite ir armando una reposición a valores mucho más convenientes”,
señala el empresario del CREA Gral. Villegas. “Estamos trabajando a feedlot lleno: queremos mantenernos en hacienda para no perder capital”, añade.
Intensificación En los últimos dos años, la participación del maíz temprano pasó a ser marginal en las empresas del CREA Gálvez (gráfico 1). Además, luego de la crisis climático-económica registrada en 2008/09, comenzaron a probarse alternativas: garbanzo (que fue descartado por problemas sanitarios) y arveja (que prosperó en la zona). “Con la arveja intensificamos la rotación porque la superficie de trigo no fue modificada, ya que no compiten por los mismos ambientes. Los rendimientos de maíz tardío y de segunda no mostraron ninguna diferencia productiva en los últimos años. Y lo mismo ocurre en soja de primera y con antecesor arveja: no se registraron diferencias importantes de rindes”, explica Diego Hugo Pérez, asesor del CREA Gálvez.
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“La inclusión de arveja en la rotación nos cubre varios requerimientos, como control de malezas, aporte de nitrógeno atmosférico, exploración radical y, por sobre todo, nos permite contar con una alternativa en un momento en el cual los cultivos tradicionales se quedaron sin margen”, agrega (ver gráfico 2). La única limitante en la incorporación de arveja es que no todos los lotes de producción se adaptan para la realización del cultivo. Además, no existe posibilidad de tomar coberturas de precios (cuando se sembró este año tenía un valor interno de unos 440 U$S/tonelada, mientras que al momento de la cosecha cayó a 250 U$S/tonelada). “El modelo intensificador implica mayor inversión por unidad de superficie trabajada, lo que significó en muchas empresas ajustar alquileres o reducir la escala para implementar un esquema de crecimiento vertical en los campos de mejor aptitud agrícola”, indica el asesor CREA.
Alternativas I “Este año vamos a producir bastante girasol confitero aprovechando la cercanía que tenemos con la nueva planta procesadora de esta especialidad agrícola”, indica Juan Julianelli, gerente general de Estanar (CREA América), en referencia al emprendimiento realizado en Pehuajó por la filial local de CHS y Adecoagro. “También sembramos un área importante de girasol alto oleico”, añade. Además, Julianelli comenta que en la zona de Huanguelén, la empresa sembrará en esta
campaña maíces tardíos de baja densidad. “El esquema combina dos prácticas de manejo preexistentes que vienen dando resultados muy interesantes tanto en la red de ensayos CREA de la zona Sudoeste como en lotes comerciales”, apunta el coordinador técnico agrícola de la región CREA Sudoeste Agustín Giorno. “Los maíces tardíos, que en el Sudoeste tienen una ventana de siembra muy acotada (22-25 de noviembre a 1-5 de diciembre), se siembran con densidades de 30 a 35.000 plantas/ha empleando híbridos de comprobado perfil prolífico (más de una espiga por planta) y de la mejor genética disponible”, añade. “Agronómicamente es un cultivo muy tolerante a la sequía de verano, por fecha de siembra y densidad, pero capaz de generar buenos rendimientos en escenarios favorables por prolificidad. Sabemos que el techo no es de lo mejor (80 a 90 qq/ha), pero el piso, de 40 a 50 qq/ha, es interesantísimo para nosotros”, explica Giorno. En cuanto a los costos, se requieren alrededor de 100 U$S/ha en semilla (usando la mejor genética) y 60 U$S/ha en fertilizantes (poco nitrógeno y bien temprano; no se paga aplicación ya que se distribuye a la siembra). El control de malezas es sencillo (glifosato y atrazina a la siembra + glifosato y Tordon en posemergencia temprana). De punta a punta –con barbechos y todo–, el costo en la presente campaña no supera los 400 U$S/ha. “En el Sudoeste, el maíz ha sido un cultivo de altísimo riesgo por el clima; salvando algunas excepciones, no tiene un potencial mucho más allá de los 80 o 90 qq/ha. De modo que ese paquete tecnológico actúa sobre el punto más débil: los pisos de rendimiento y las chances de quebranto. Por otra parte, es un complemento ideal para empresas de esta región, con un componente ganadero importante, dado que estamos generando maíz con un costo muy razonable”, comenta Giorno.
Alternativas II En algunos ambientes de aptitud media de la región pampeana, el cultivo de maíz colorado fue una opción válida para mantener (al menos en parte) el cereal en la rotación. En la presente campaña se ofrecieron, en general, bonificaciones de 25 U$S/tonelada sobre el valor de referencia del maíz convencional (Pizarra Rosario o Matba).
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Si bien el valor de la semilla de maíz colorado es menor que el de los híbridos de punta de maíz amarillo dentado (unos 120-130 dólares la bolsa), al tratarse de materiales no modificados genéticamente, requieren un mayor costo de monitoreo (además de una mayor precisión en las aplicaciones). “Los controles sobre el cultivo son más demandantes y, como en la mayoría de las especialidades, es necesario tener más cuidado en la limpieza de equipos y camiones para evitar contaminaciones”. “Debe sembrarse en lotes que no tengan antecesor maíz y que se encuentren a una distancia menor de 300 a 400 metros de otro maíz (para evitar eventuales cruzamientos de polen)”, comenta Fernando Rivara, integrante del CREA Alberti-Pla. Otra alternativa es el maíz pisingallo, el cual, si bien rinde un 15% menos que un maíz convencional MG RR o VTP, tiene un costo de producción menor y un precio bonificado (ver cuadro 1).
“El costo de la semilla es menor y también el gasto en fertilizante, aunque suele requerir mayores erogaciones de insecticidas, porque se trata de materiales que no son modificados genéticamente”, dice el asesor del CREA Casares-9 de Julio Agustín Barattini. “En años con un precio bajo del maíz y costos crecientes, es clave buscar alternativas para transportar un producto de mayor valor, porque de lo contrario los gastos comerciales licúan el ingreso neto del negocio (cuadro 1). De todas maneras, “el pisingallo, como cualquier especialidad, necesita un manejo más cuidadoso, especialmente en lo que respecta a monitoreo de plagas y aplicaciones; si se registra una alta incidencia de ataques, es necesario estar atentos para realizar controles adecuados”, apunta Barattini.
Alternativas III En la zona Mar y Sierras, los dos únicos cultivos que no presentan márgenes proyectados negativos en el ciclo 2014/15 –considerando precios esperados actuales y rindes promedio históricos– son la cebada cervecera/soja de segunda y el girasol alto oleico. “En un campo arrendado en 11 qq/ha de soja y con precios brutos esperados de 130 U$S/tonelada en maíz, 256 U$S/tonelada en soja y 300 U$S/tonelada en girasol alto oleico (que incluye prima y bonificación), el rinde de indiferencia proyectado es de 9000, 2800 y 2300 kg/ha, respectivamente”, comenta Miguel Redolatti, asesor del CREA Tandil.
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“Si comparamos estos valores con la curva de probabilidad de rinde para nuestra zona, vemos que la probabilidad de tener renta positiva en el cultivo de maíz en ambientes A es inferior al 30%; mientras que con soja, en ambientes A y B, es del 40% a 60%; pero la probabilidad de tener renta positiva con girasol alto oleico es superior al 80% para esos mismos ambientes”, añade. Los rindes del girasol alto oleico en el ámbito del CREA Tandil suelen ser bastante estables; aunque en el ciclo pasado se cayeron debido a las elevadísimas temperaturas que se registraron en la primera parte del mes de enero (cuadro 2). “En el CREA Tandil, no encontramos diferencia de rendimiento entre los híbridos alto oleico y los materiales linoleicos convencionales”, indica Redolatti. En la presente campaña, se destacaron cuatro híbridos alto oleico tolerantes a Clearsol (NTO 1.0, NTO 4.0, Aromo 105 y SY 3965) y tres híbridos alto oleico convencionales o no resistentes a Clearsol (Aromo 11, DK 3945 y SY3950).
El manejo de los híbridos alto oleico es muy similar al de los materiales convencionales. “Un aspecto por tener en cuenta es que el contenido de ácido oleico se incrementa cuando aumenta la temperatura en el período de llenado de granos; por este motivo, son recomendables siembras tempranas, que en nuestra zona, según los ambientes, se ubican entre el 5 de octubre y el 10 de noviembre”, explica el asesor del CREA Tandil. “Eso es de especial importancia cuando se utilizan híbridos como el Aromo 105, que llegan de manera muy ajustada al 80% de ácido requerido en la mayoría de los contratos”, agrega. En lo que respecta a la fertilización, no se hace ninguna distinción entre tipo de híbridos. En la zona se emplean modelos de nitrógeno de 90-X o 120-X (siendo X el contenido de nitrógeno a la siembra en 0-60 centímetros de profundidad), dependiendo de si la implantación se realiza en ambientes con rindes potenciales inferiores o superiores a 2500 kg/ha, respectivamente. El porcentaje del área tratada con fungicidas es bajo. Hasta la campaña pasada, nunca se habían registrado problemas de disponibilidad de semilla de girasol alto oleico. Pero este año eso cambió. “El diferencial de precio lograble en ventas forwards a favor de los girasoles alto oleico fue en algún momento tan elevado (aproximadamente 100 U$S/ tonelada) que hizo que la semilla de los híbridos de alto potencial de rendimiento se terminara muy rápidamente”, apunta Redolatti. “Ese diferencial de precio permite incluso sembrar híbridos de menor potencial, siempre y cuando se tengan en
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Billetera En la zona centro y sur de Córdoba, este año las empresas elaboradoras de maní estuvieron muy activas en la búsqueda de campos. Se pagaron valores de 550 a 800 U$S/ha (dependiedo de la escala, historia y aptitud del campo), con un promedio del orden de 650 U$S/ ha. Ningún esquema de agricultura tradicional pudo este año competir contra esa billetera.
cuenta los aspectos sanitarios y la estructura de la planta”, agrega el asesor CREA. Considerando las bonificaciones por aceite que suelen registrarse en la zona (del orden del 14%), dos meses atrás algunos empresarios agrícolas lograron obtener forwards de alto oleico por un valor de hasta 390 U$S/tonelada (con entrega en Lezama). También se lograron acuerdos interesantes con entrega en Junín y Quequén. Sin embargo, actualmente la oferta de forwards 2014/15 es escasa, y los valores que eventualmente pueden cerrarse son más bajos (en torno a 300 U$S/tonelada).
Insumos Este año, los integrantes del CREA Victoria (Litoral Sur) decidieron realizar compras conjuntas de insumos agrícolas. Y lograron –luego de mucho trabajo– obtener precios muy convenientes. “Los requisitos básicos para realizar compras conjuntas son la confianza y la capacidad para lograr consensos”, comenta Sebastián Sabattini, presidente del CREA Victoria. Hasta el momento realizaron compras conjuntas de herbicidas, fungicidas, insecticidas e híbridos de maíz. El procedimiento consiste en enviar una solicitud a las principales compañías de agroinsumos y, una vez recibidas las ofertas, se evalúa por consenso cuál es la más conveniente por producto, precio y logística. “Los procesos de compras conjuntas son muy lentos; por ese motivo es necesario hacerlos con mucha anticipación”, explica Sabattini. Las compras, a pesar de fijar un solo precio para todas las empresas que participan de la iniciativa, son abonadas de manera individual por medio de diferentes alternativas (tarjetas agropecuarias, cheques, etcétera).
“En algunos casos, los precios logrados fueron muy atractivos, mientras que en otros no fueron tan buenos como esperábamos porque, probablemente, hicimos compras muy sobre la fecha”, comenta el presidente del CREA Victoria. Si bien el acuerdo marco se realiza con la compañía elaboradora de insumos, una de las condiciones solicitadas por los miembros del CREA Victoria es que los productos sean entregados por los distribuidores habituales de cada empresario. “El compromiso es respetar a los integrantes de la cadena comercial”, señala Sabattini. No es la primera vez que los integrantes del CREA Victoria emprenden una iniciativa grupal: desde 2009/10 vienen realizando, junto con miembros del CREA Montoya, contrataciones grupales de seguros agrícolas.
Comercialización En años complicados como el presente, es necesario estar más que atentos para capturar las oportunidades de venta que puedan llegar a aparecer. Un ejemplo: entre los meses de junio y agosto de este año, hubo 16 días en los cuales fue posible tomar coberturas en contratos de Trigo Buenos Aires Enero 2015 del Matba por valores superiores a 190 U$S/tonelada. “Hasta fines de agosto aún había posibilidad de tomar precios superiores a 170 U$S/tonelada en un escenario que, por entonces, ya mostraba señales de que podía registrar bajas adicionales importantes, tal como finalmente terminó sucediendo”, apunta el analista de mercado de granos y consultor de Globaltecnos Diego Pasi. En contextos turbulentos, potenciados por intervenciones internas, las brechas de precios de venta suelen ser muy importantes. “Los empresarios que integran los grupos de comercialización de Globaltecnos tienen cubierto un 50% de la producción de maíz (prevista para el ciclo 2014/15) con un precio promedio de 170 U$S/tonelada, mientras que la media del mercado es un 40% a un valor de 140 U$S/tonelada”, explicó el analista Carlos Poullier durante el último seminario de comercialización de granos organizado por Globaltecnos y el Movimiento CREA. “Con sólo el 1% de la facturación esperada de una empresa agropecuaria, es posible lograr precios de cobertura adecuados. ¿Cuánto invertimos en seguros climáticos? Los seguros comerciales también son vitales”, añadió. f CREA