N.º 398 Diciembre 2013 - Ejemplar en la Argentina $18REVISTA CREA - N.º 398 Diciembre 2013 - Ejemplar en la Argentina $18-
• Buenas prácticas para efectuar pulverizaciones en cultivos de verano • Pautas para realizar aplicaciones en zonas periurbanas
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Sumario
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Dirigentes gremiales agropecuarios
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Escenarios futuros y su impacto en los modelos regionales del Chaco santiagueño
Los hombres detrás de los cargos.
Proyecciones de Ricardo Negri y Alejandro Vejrup. 34
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Los números de la agricultura en el NOA
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Pautas para la aplicación de agroquímicos en zonas periurbanas
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La clave: trabajar en red
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Buenas prácticas para pulverizaciones en cultivos de verano
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Nutrición mineral de bovinos en el Chaco santiagueño
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El cerebro en la escuela
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Incendios en cosechadoras y rastrojos
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Conservación segura de grano en silos bolsa
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Maquinaria agrícola
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Noticias de empresas
Resultado de modelos zonales de los principales cultivos. Documento consensuado.
El caso de la propuesta para aplicaciones periurbanas de agroquímicos elaborada por referentes pergaminenses. Controles en equipos terrestres y aéreos.
Principales deficiencias y fuentes de nutrientes.
Conferencia de Facundo Manes en una reciente reunión organizada por EduCREA. Recaudos con el manejo de la granza, combustibles y lubricantes. Monitoreo remoto de la producción de dióxido de carbono. Identificar peligros para reducir riesgos.
SECCIÓN ECONÓMICA
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El precio de la tierra
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LO AYUDAMOS A PRESUPUESTAR
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APUNTES
AACREA
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Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola
Editorial
FUNDADOR ARQ. PABLO HARY (†) COMISIÓN DIRECTIVA – EJERCICIO 2012/13
Gestionar el conocimiento El 27 de noviembre se llevó a cabo nuestra Jornada de Presidentes. En la misma se reunieron los representantes de todos los grupos CREA para, juntos y trabajando en equipo, intercambiar ideas y consensuar líneas sobre las cuales trabajar en el próximo año. El lema fue “+Intercambio+ Colaboración”. Trabajamos en los procesos relacionados a la Gestión del Conocimiento. En definitiva, trabajamos en aquello que es inherente a nuestra esencia. Gestionar conocimiento es lo que venimos haciendo, como parte de nuestro método, hace más de 50 años. Y para poder garantizar que esto siga ocurriendo, debemos entender que parte de una actitud que no es más que tomar la decisión de dirigir nuestro accionar hacia un fin deseado, a partir del convencimiento de su utilidad. Donde asumimos que intercambiar información lleva a un ganar/ganar. Que para que esto ocurra a su máximo nivel, no podemos ser mezquinos. Que, en definitiva, cuanto más damos, más recibimos como personas, como empresas y como institución. Así como en 1957 un grupo de pioneros, ante la necesidad de solucionar un problema de erosión eólica, se reunió para intercambiar, enriquecer ideas, generar nuevas ideas y, en definitiva, construir la mejor solución, hoy tenemos la oportunidad y la capacidad de dar respuestas. De ser nosotros los que mantenemos vigentes, de la manera más amplia posible, esa actitud de gestionar conocimientos. Ejemplos como incorporar una nueva tecnología en un lote, resolver a nivel de CREA la problemática de un miembro, el Nodo Saladillo o el Foro Agroindustrial de Córdoba, pasando por las encuestas SEA hasta los convenios con diferentes organismos públicos o privados, son posibles porque podemos gestionar conocimiento. El método CREA genera y transfiere tecnologías. Gestionar conocimiento nos permite ser transformadores de nuestras empresas y de nuestro entorno. ¿Hasta dónde podemos llegar? Hasta donde nosotros decidamos. Y como rescatamos en nuestro Congreso Nacional 2013, la omisión es de saldo negativo. Este es el último Editorial del año. Un año que no ha sido sencillo. Es en estos momentos donde nos tomamos un tiempo para la reflexión. Tenemos, desde nosotros, desde nuestras empresas y desde nuestra institución, mucho para dar y para hacer. Tenemos la oportunidad y la responsabilidad de seguir construyendo capital civil. Desde cada CREA, tenemos la oportunidad de hacer conocer nuestro método, de brindar información, de ser protagonistas activos en la construcción de puentes entre actores de la sociedad. Tenemos que continuar en el camino que venimos recorriendo, entendiendo que es largo, sinuoso y muchas veces de resultado incierto. Pero sabiendo que es el único camino que nos conduce a ese país soñado, inclusivo. Podemos ver muchas piedras en el camino. Podemos imaginar lugares que son intransitables. Cortadas en el camino que pueden hacer difícil continuar. Pero tenemos las herramientas para transformar esas piedras en el más perfecto asfalto. Y tenemos la oportunidad de ser nosotros quienes, desde nuestro más humilde lugar, aportemos para que eso ocurra colaborando en la búsqueda de consenso entre todos los actores. Y permítanme decirlo, en lo personal, eso, a mí, me da mucha tranquilidad. Hagamos cada uno, pero sobre todo entre todos, aquello que debamos hacer. El país lo necesita y lo merece. Que 2014 nos encuentre unidos, junto a nuestros seres queridos, con ese enorme desafío al que nos invita Don Pablo: Servir a esa gran Empresa llamada la Argentina. ¡Hasta el año que viene!
Alejandro Blacker Presidente de AACREA
Presidente Vicepresidente Secretario Prosecretario Tesorero Protesorero Vocal titular Vocal titular Vocal suplente Vocal suplente
Alejandro Blacker Francisco Iguerabide Fernando Zubillaga Pablo Torello Ángel Boschetto Santiago del Solar Alejandro Toso Hermenegildo Pini David Líbano Gerardo Sibaja
Revisores de Cuentas Francisco Lugano y Bernardo Debenedetti Vocales regionales Oeste: Domingo Iraeta; Mar y Sierras: Hernán Moreno; Litoral Norte: Francisco Velar; Litoral Sur: Luis María Urriza; Norte de Buenos Aires: Rubén Grego; Centro: Gerardo Irouleguy; Sudoeste: Ernesto Leiro; Sudeste: Alberto Garré; Semiárida: Cornelio Donovan; Norte de Santa Fe: Paula Mitre; Este: Andrés Egli; Sur de Santa Fe: Santiago Nóbile; Santa Fe Centro: Diego Lescano; Oeste Arenoso: Mariano Sobre; NOA: Julio Puchulu; Valles Cordilleranos: Juan Pablo Castellano; Córdoba Norte: Alejandro Conci y Chaco Santiagueño: Sergio Sartori. Consejo consultivo Eduardo P. Pereda, David Arias (†), Esteban L. Berisso, Luis E. Garat, Federico Méndez Duhau (†), Miguel I. Moneta, Lorenzo Amelotti, Manuel Candia, Manfredo von Rennenkampff, Bruno Quintana, Marcelo Lanusse, Alberto Ruete Güemes, Orlando Williams Seré, Luis M. Coviella, Eduardo Pereda (h), Carlos M. Vaquer, Marcos Rodrigué, Marcelo Carrique, Germán Weiss, Oscar Alvarado (†), Rafael Llorente, Juan Balbín y Juan Carlos Burgui. Socios honorarios Gregorio Pérez Companc, Wolfgang Grabisch, Marino Zafanella (†), Carlos Puricelli (†), Gianfranco Pensotti (†), Ignacio Galli, Luis Barberis (†), Adolfo Glave, Jorge Molina (†), Ángel Berardo, Sergio Lenardón, Bolsa de Cereales, Adolfo Casaro, Marcelo Foulon, INTA, FAUBA y Ernesto Viglizzo. Coordinadores regionales Oeste: René Martineau; Mar y Sierras: Nora Mailland; Litoral Norte: Alejandro Socas; Litoral Sur: Fernando García Frugoni; Norte de Buenos Aires: Pedro Estrugamou; Centro: Carlos Peñafort; Sudoeste: Marcelo Canosa; Sudeste: Pablo Corradi; Semiárida: José Ansaldo; Norte de Santa Fe: Edgardo Dutto; Este: Daniel Fernández Cisneros; Sur de Santa Fe: Santiago Gallo; Santa Fe Centro: Rodolfo Tkachuk; Oeste Arenoso: Diego Pons; NOA: Daniel Rossi; Valles Cordilleranos: Fernando Ruiz Toranzo; Córdoba Norte: David Rubin y Chaco Santiagueño: Marcelo Zucal. Coordinador general Jorge Latuf Equipo de dirección organizacional Comunicación y Marketing: Graciana Mujica; Investigación y Desarrollo: Ricardo Negri. Metodología y Desarrollo Personal: Federico Guyot Administración, Procesos y Gestión de Personas: Eduardo Bottinelli; Compromiso con la Comunidad: Germán Castellanos
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“La notoriedad pública debe ser un instrumento” Entrevista al presidente de Federación Agraria, Eduardo Buzzi
Eduardo Buzzi cursó la primaria en una escuela rural localizada en el sur de Santa Fe. Había sólo 14 alumnos. “Empezamos dos primer grado, pero el otro repitió, así que me quedé solo a partir de segundo grado; finalmente, fui abanderado”, recuerda.
“Cada línea de bancos constituía un grado, integrado por unos pocos chicos. La maestra tenía actividades para todos en diferentes sectores de un mismo pizarrón”, añade el presidente de Federación Agraria Argentina (FAA).
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El primer año de secundario lo hizo en una escuela localizada en el pueblo de J. B. Molina (a unos nueve kilómetros del campo familiar en el norte de Buenos Aires). No la pasó bien, porque le costó acostumbrarse a la cantidad de alumnos presentes en un solo grado. Entonces decidió cambiarse al Centro de Formación Rural de la Fundación Marzano. “Era lo que se conoce como una escuela de alternancia: se pasaba una semana en la escuela y la siguiente en la casa. Ahora se extendió a 15 días entre una y otra. Es una metodología orientada a promover el arraigo rural. Así me recibí de técnico en gestión y administración de empresas agropecuarias”, comenta. –¿Cuándo llegó su familia a la Argentina? –Venimos de una historia de productores de al menos 400 años. Nuestro origen está en Sezzadio, que es una localidad de Alessandria, la cual, a su vez, es una de las nueve provincias que integran la región italiana de Piamonte. Viajé a esa zona y encontré documentación que certifica que la familia Buzzi contaba con ocho hectáreas de tierra en 1702. Mi abuelo, Santiago Buzzi, llegó a la Argentina en 1914. Se estableció como productor arrendatario en el norte de Buenos Aires para luego trasladarse al sur de Santa Fe, estableciéndose en el pueblo de J. B. Molina. Gracias a la Ley 13246 (de 1948), que es la Ley de Arrendamiento y Aparcerías Rurales, al venderse la Colonia Apaolaza, la prioridad de compra la tenían quienes trabajaban la tierra, y así fue que, durante el gobierno peronista, pudo comprar un campo. Por entonces, el Banco Nación otorgaba créditos para que los chacareros arrendatarios pudiesen tener acceso a la propiedad de la tierra. En ese proceso, hubo unos 46.000 nuevos propietarios. Ahí mi abuelo pudo comprar dos chacras de 100 hectáreas cada una, de las cuales yo heredé una porción de 55 hectáreas. Esa superficie no es viable para hacer agricultura extensiva. En algún momento trabajé otros campos lindantes, pero cuando los alquileres se fueron a la estratósfera ya no fue posible. –¿Qué destino tuvo esa superficie de 55 hectáreas? –Algunos años atrás, en la Federación Agraria creamos un proyecto de producción porcina con posibilidad de comercializarla en carnicerías. Mi
explotación es parte de ese emprendimiento. Tengo un criadero e invernadero de cerdos. Cuento con 10 hectáreas de alfalfa para crianza a campo; la terminación se hace en pista con maíz producido en la propia chacra. La producción se comercializa por medio de una cooperativa creada por FAA, cuyo principal destino son carnicerías localizadas en la ciudad de Rosario; en algunas vendemos la media res y en otras, cortes frescos y chacinados. –¿Tienen un acuerdo a façon con la industria? –Sí, la producción es reducida, pero con perspectivas de crecimiento. En estos momentos faenamos unos 150 animales por semana, pero ahora hemos comprado un pequeño frigorífico en la zona de Chabás que nos permitirá hacer –en poco tiempo– una faena de unos 200 animales por semana. –De esa manera se hacen viables pequeñas unidades de producción… –Claro. Todas las unidades productivas involucradas tienen por lo general entre 50 y 80 hectáreas. –¿Con qué recursos compraron el frigorífico? –En su momento con (el exministro de Agricultura) Julián Domínguez, obtuvimos un fondo para dar créditos rotatorios. En uno de los tramos de ese fondo, que se hizo a través del gobierno de Santa Fe, había una adenda que indicaba qué parte de él podía emplearse para infraestructura o logística. Por eso, una parte de ese dinero se pudo usar para comprar un frigorífico pequeño que tiene una carnicería que vende al público. Los cortes se venden con la marca Federación Agraria Carnes. –El proyecto, ¿contempla armar una cadena de carnicerías propias? –La idea es avanzar hacia bocas de expendio propias y atención de clientes en provisión de carnes. FAA es una institución reconocida en muchos pueblos. Empezamos hace un año y medio con 40 cerdos y hoy contamos con 150 por semana. Estamos creciendo. Fue todo un aprendizaje lograr un producto de calidad y que cerraran los números. Como productores de una pequeña superficie, podemos tener un ingreso digno. No obstante, es necesario contar con una política integral de promoción porcina.
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Familia –¿Dónde reside? –Tengo domicilio fiscal en J. B. Molina, en la misma casa que era propiedad de mis padres. En esa casa estoy los fines de semana. Poseo, además, un departamento en Rosario, porque la administración central de FAA está en esa ciudad. Tengo un hijo de nueve años de edad, que vive con su madre en la ciudad de Rosario. Los jueves trato de ser papá y fin de semana por
medio estamos juntos en J. B. Molina, pueblo que tiene unos 1600 habitantes. –En 2008, durante el conflicto del campo, su hijo tenía cuatro años, ¿qué le decía al verlo por televisión? –Iba al jardín (de infantes), la maestra preguntaba de qué trabajaban sus padres y él respondía que su papá trabajaba en la autopista, donde la gente lo aplaudía. En otra oportunidad, mientras caminábamos por un calle peatonal de Rosario para dirigirnos a un negocio a comprar un juego de la PlayStation, tardé 40 minutos en hacer una cuadra, mientras mi hijo me tiraba del brazo diciéndome vamos, vamos papá, no les hables. Esas son anécdotas risueñas, pero también recuerdo que durante dos meses fue al jardín custodiado por agentes de civil de la Policía de Santa Fe, porque habíamos recibido amenazas. Cuando vamos al pueblo, tiene un montón de amigos: la casa se llena de pibes. –¿Cómo conoció a su esposa? –La conocí en la actividad gremial. Ella era secretaria de Juventud de FAA y a los pocos meses me incorporé yo como secretario gremial de la entidad. Los padres de ella también se dedican a la agricultura. Tenemos mucha afinidad.
Buzzi: “Tengo un campo de 55 hectáreas dedicado a la cría e inverne porcino. La producción se vende en carnicerías por medio de una cooperativa creada por la FAA”.
–Su hijo, ¿se muestra interesado en las cuestiones agropecuarias?
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–El abuelo (materno) lo lleva a pasear por su campo. Vamos al campo de J. B. Molina a ver los chanchos. Pero quiere volver al pueblo porque ahí tiene la cancha de fútbol y la pileta durante el verano. Aún no incorporó la cuestión rural. Vive en un décimo piso en la ciudad de Rosario. No tiene una relación cotidiana con lo rural.
Buzzi: “La clave es darles a muchos pequeños productores las condiciones para que ingresen al capitalismo y no para que sigan estando en la pobreza; que puedan tener títulos de propiedad, activos y, por extensión, créditos”.
Orgullos –Dígame algo que haya hecho de lo que está orgulloso. –Hay dos grandes cuestiones. La primera es que la FAA como institución haya salido de una crisis muy profunda. A fines de los 90, la quiebra de las empresas de seguros que sostenían la actividad gremial desfinanciaron la entidad, la cual, además, quedó complicada legalmente. Hubo que hacerse cargo. Pero logramos refundarla junto con un grupo de compañeros que fueron parte de ese proceso: Pablo Orsolini, Ulises Forte, Omar Barchetta, Julio Currás y muchos más. Así nos encontró 2008, con una entidad recuperada. Otra cuestión de la estoy orgulloso es de que exista en la Argentina el concepto de agricultura familiar y desarrollo rural; esa es una iniciativa de la FAA que se institucionalizó durante el mandato de Miguel Campos como secretario de Agricultura, quien decidió crear, a partir de la experiencia que trajo de Brasil, la Subsecretaría de Agricultura Familiar, que posteriormente adquirió el rango de secretaría al crearse el Ministerio de Agricultura (Minagri). Al estudiar la experiencia brasileña de estratificación de productores, visualizamos que eso mismo había que hacerlo en la Argentina, porque, tras la devaluación (de 2002), el auge del negocio de los commodities promovía la concentración en el sector. Empezamos entonces a realizar una tarea que permitiera distinguir que en el agro no somos todos iguales,
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tal como lo hizo efectivamente Brasil, para acabar con la transferencia de personas del campo hacia las favelas de las grandes ciudades. En Brasil lograron sumar unos 500.000 nuevos productores con políticas específicas de apoyo. –El logro, entonces, es que se reconozca el hecho de que existen unidades de agricultura familiar... –Claro. Y eso debe ser promovido para que se avance hacia un mayor desarrollo y se superen las condiciones de pobreza rural. Eso se cristaliza en el Estado a través de la Secretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar. El problema es que en la actualidad ese organismo es utilizado como estructura política para fines ajenos a los del desarrollo rural. La clave es darles a muchos pequeños productores las condiciones para que ingresen al capitalismo y no para que sigan estando en la pobreza; que puedan tener títulos de propiedad, activos y, por extensión, créditos para producir. De lo contrario, siempre van a ser marginales. El desarrollo rural tiene que partir del reconocimiento de esos problemas. –¿Cómo fue manejar el tema de la fama durante el conflicto de 2008? –Con el tiempo, ese reconocimiento se fue reacomodando. A mí, personalmente, me daba pudor que me reconociera tanta gente. Pero soy muy creyente, soy católico y entiendo que nosotros somos instrumentos. Cuando uno es reconocido, lo primero que hay que hacer es prestar atención a lo que te dicen y mirar a las personas a los ojos; lo segundo es entender que somos instrumentos. Yo nunca hablo en público sin antes encomendarme a la Virgen. –Es un método que emplea para no creérsela, por decirlo de alguna manera… –Sí. Es Dios el que te puso a cumplir un rol. Puedo hablar ante 200 o 5000 personas y siempre me encomiendo a la Virgen para ser lo más certero posible en el mensaje y para que mi labor pueda llegar a ser constructiva. Cuando uno sabe que es sólo un instrumento, eso ayuda. No me gustan las personas narcisistas: creo que deben ir a un psicólogo. La notoriedad pública es un instrumento. Si alguien busca la notoriedad para verse en una pantalla de televisión y así sentir que existe, entonces está en problemas.
–El hecho de ser creyente, ¿cómo surgió? –Por mi madre. La Fundación Marzano también me brindó formación religiosa. –¿Sueña con hacerse cargo de la política pública relacionada con la agricultura familiar en algún momento? –Sí. Queda mucho por hacer para que podamos volver a tener un país normal y una política agropecuaria orientada al crecimiento. Hasta acá, la Mesa de Enlace ha sido un instrumento de resistencia. Pero para que se constituya en un núcleo capaz de proponer políticas, debe generar una profunda discusión y tener una enorme amplitud, porque los mercados deben volver a funcionar con normalidad. Pero también se necesita un Estado que promocione el desarrollo de los pequeños y medianos productores, y de las industrias agropecuarias. Y eso no lo hace el mercado, sino las políticas públicas.
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“Comencé a rematar hacienda antes de terminar la universidad” Entrevista al presidente de la Sociedad Rural Argentina, Luis Miguel Etchevehere Luis Miguel Etchevehere tiene, junto con su madre y hermanos, una empresa donde desarrolla ganadería de ciclo completo y agricultura por administración y aparcería. Hacen cría y recría en tierra firme y la mayor parte del engorde en islas
del delta entrerriano. También llevan adelante un pequeño tambo. Cuenta con unidades productivas en La Paz, Rosario del Tala y Diamante. “El engorde que logramos en las islas es realmente muy bueno. Este año, por la crecida del
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río, tuvimos que traer a tierra los animales más livianos, pero no hizo falta trasladar a todos porque estamos en una zona bastante alta”, relata el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA). –¿Cómo coordina la actividad gremial con la administración de la empresa agropecuaria familiar? –Delegué la gestión en mis hermanos, quienes se ocupan de la empresa. Además, tengo una hermana que es accionista de la firma, junto con mi madre. Mi padre falleció en 2009. –¿Cómo comenzó a trabajar en el sector gremial agropecuario? –Estudié derecho en la Universidad Nacional del Litoral, donde me recibí de abogado. Empecé como delegado zonal de la Sociedad Rural (SRA). Luego me designaron director suplente y, posteriormente, director titular por Entre Ríos. En 2010 me nombraron vicepresidente segundo de la SRA y en 2012, presidente. –Pero antes no era una ocupación de tiempo completo, como ahora… –No. Yo vivía en Entre Ríos con mi familia. Soy martillero público nacional: rematé hacienda durante 26 años; esa era mi ocupación en la firma consignataria familiar (Etchevehere Rural). Pedí licencia en la consignataria y en la empresa agropecuaria familiar para asumir como presidente de la SRA. Mis hermanos y mi tío estuvieron de acuerdo; de otra manera hubiese sido imposible. –Esta actividad, ¿resultó tal como la imaginaba antes de asumir? –La SRA tiene representaciones en muchísimos ámbitos e instituciones. Tenemos mucha actividad gremial, especialmente con la Mesa de Enlace, además de actividades con los delegados, reuniones de mesa directiva de la SRA todos los martes del año, comisión directiva miércoles por medio… –Hay que dar entrevistas… –Así es. Hay muchos eventos y exposiciones. Lo bueno es que contamos con un equipo de trabajo muy profesional. –¿Cómo fue la mudanza de la familia de Entre Ríos a la ciudad de Buenos Aires? –Ayudó mucho el hecho de que mi esposa fuera porteña; entonces, ella regresaba a su ciudad.
Los chicos están yendo al mismo colegio al que asistió ella. Conoce a muchas madres de sus compañeros y eso contribuyó a que se integraran rápidamente. Tengo cuatro hijos, de 13, 11, 9 y 5 años. –Su esposa, ¿proviene de una familia agropecuaria? – No. Es psicopedagoga. –¿Cómo es la agenda diaria? –Muy cargada. Me levanto temprano y leo los diarios en la computadora. Luego, puedo tener alguna entrevista radial pautada, aunque muchas veces llaman directamente a mi domicilio o al teléfono celular. Atiendo a radios de todo el país. (Etchevehere señala la pantalla de su computadora para mostrar un calendario en el cual cada uno de los días del mes está colmado de actividades). Esta es mi agenda. Trato de estar en la (sede porteña de la) SRA a eso de las nueve de la mañana. Por lo general, tengo entrevistas con representantes de diferentes organizaciones; además, tengo mucha actividad con el Ceida (Centro de Estudios e Investigación para la Dirigencia Agropecuaria) y el ISEA (Instituto Superior de Enseñanza, Estudios y Extensión Agropecuaria). Por la noche también puede haber eventos, como una entrega de premios o una reunión en alguna embajada. Es una agenda muy nutrida: entendemos que tenemos que formar parte de la vida institucional del país. –¿Por qué producen parte de los campos propios por aparcería? –Creemos que es un modelo fácil de instrumentar para no tener que negociar alquileres todos los años. Nosotros aportamos la tierra y parte de los insumos. Antes se alquilaba con un monto fijo. Pero nos pareció más adecuada la aparcería para asegurar una correcta rotación agrícola y suficiente fertilización, entre otros cuidados, de manera tal de cuidar el patrimonio suelo. –Cuénteme algo de su trayectoria de lo que se sienta orgulloso… –Algo hecho de cero, en un momento difícil, que resultó ser una gran satisfacción, fue el hecho de ser socio fundador y primer director del Rosgan (Mercado Ganadero S. A.). Nuestra firma consignataria, junto con otras dos empresas,
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que el precio del día de negociación sea el más perfecto posible. También creamos, junto con especialistas de la Facultad de Ciencias Económicas y Estadísticas de la Universidad Nacional de Rosario, un índice de precios Rosgan de cría y de invernada. Recientemente se implementó un mercado de futuros de hacienda.
Etchevehere: “Durante tres años seguidos nos quedamos con el trigo viejo mientras cosechábamos el nuevo. Así que el año pasado decidimos sembrar cebada”. creó, a partir de la convocatoria realizada por las autoridades de la Bolsa de Comercio de Rosario, un mercado único a nivel mundial. Con el tiempo se fueron sumando más consignatarias, pero las fundadoras fuimos tres. El Rosgan es una herramienta que permite al mercado ganadero expresar todo su potencial. Si partimos de la base de que el principal estímulo para el productor son los precios formados de manera transparente, el hecho de que haya un mercado que cubra toda la Argentina, con hacienda y compradores en las diferentes regiones ganaderas del país, hace
–¿Cómo se entrenó para hablar en público? – La carrera y mi actividad como martillero me ayudaron mucho: el contacto con la tribuna y con el micrófono fue fundamental. Empecé a rematar con 21 años de edad, dos años antes de recibirme de abogado. Me fui a vivir al campo y terminé la carrera en forma libre. En el Rosgan rematé por televisión durante mucho tiempo: de 2008 a 2012. Eso es todo un tema: poder expresar bien una idea, tener sintaxis y confianza suficiente para hablar en público.
Conflicto campo-Gobierno –¿Dónde estaba en 2008? –En el túnel de Paraná (por el túnel subfluvial Raúl Uranga-Carlos Sylvestre Begnis). Por lo general estaba en el piquete localizado en el túnel, donde dormía en mi camioneta. Entiendo que el reclamo fue algo perfectamente justo, surgido a partir de un abuso. Nos ayudó a unir a las gremiales agropecuarias y a los productores de todo el país. Tuvimos la suerte de ser bien interpretados por la opinión pública, que en su mayor parte nos acompañó.
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–Hablando de Brasil, ellos tiene una sola entidad, la CNA, que concentra la representación gremial agropecuaria en el vecino país. ¿Cree que en la Argentina podría ocurrir algo parecido en algún momento? –No lo sé. Tampoco sé si es necesario. Con nuestros colegas de la Mesa de Enlace trabajamos de manera cada vez más articulada, con mucha claridad respecto de hacia dónde queremos ir, así que no creo que sea necesario que haya una sola entidad; no lo tenemos como un objetivo. Con los integrantes de la Comisión de Enlace hablamos por teléfono todos los días y nos reunimos prácticamente todas las semanas.
Etchevehere: “Con nuestros colegas de la Mesa de Enlace trabajamos de manera cada vez más articulada, con mucha claridad respecto de hacia dónde queremos ir”. –¿Cómo se le explica a alguien que no conoce la dinámica agropecuaria por qué se llegó a esa situación? –Es fácil de explicar. Pero es difícil de entender. No se comprende la lógica de las medidas tomadas por las autoridades, que los hechos demuestran que fracasaron. La manera más fácil de explicar es comparar lo que sucede en la Argentina con lo que ocurre en los países vecinos: en Brasil, Uruguay, Paraguay y Bolivia, siguieron el modelo de producir más para exportar más, generar más trabajo y mayor ingreso de divisas.
–¿Sembró trigo este año? – Durante tres años seguidos nos quedamos con el trigo viejo mientras cosechábamos el nuevo. Por la intervención del Gobierno, no podíamos venderlo ni caro ni barato, ya que el principal destino del trigo entrerriano es la exportación. El año pasado decidimos sembrar cebada y nos fue muy mal (las condiciones climáticas adversas afectaron la mayor parte de la producción entrerriana del cultivo). Este año volvimos a sembrar cebada, pero en una superficie mucho menor. Achicamos el área de fina. –Si tuviese que elegir una actividad del sector para invertir, ¿cuál sería? –Ganadería, sin dudas.
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“Para que el campo ocupe el lugar que merece, es necesaria una mayor participación” Entrevista al presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, Rubén Ferrero
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Rubén Ferrero vivió en el campo hasta los 15 años de edad. Cursó la primaria en la Escuela N.° 808, Domingo Faustino Sarmiento (localizada en el pueblo santafesino de Tacurales, ubicado a pocos kilómetros de Sunchales). Tiene tres hermanos. El mayor optó por quedarse a gestionar la explotación familiar; el menor es odontólogo, y Rubén, el del medio, luego de estudiar abogacía en la Universidad Nacional del Litoral, se dedicó desde muy joven a la actividad gremial agropecuaria (carrera que inició como vocal en la Sociedad Rural de Rafaela). “Soy productor de leche y de carne. Tengo, junto con unos socios, un tambo en la zona de Rafaela y un rodeo de cría en el norte de Santa Fe”, comenta el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). “También cuento con un estudio jurídico localizado en Rafaela”, añade. –¿Qué edad tenía cuando ingresó como vocal a la Sociedad Rural de Rafaela? –Contaba 26 años. En ese momento ya estaba radicado en esa ciudad. Luego de ser vocal, fui secretario y presidente de esa entidad en dos oportunidades. Siendo presidente, participé como delegado en Carsfe (Confederación de Asociaciones Rurales de la Provincia de Santa Fe), una de las 14 confederaciones que integran CRA. En Carsfe, luego de ser delegado, fui secretario y presidente en dos oportunidades. Posteriormente, fui delegado de Carsfe en CRA, donde luego fui secretario, para finalmente asumir como presidente: este es mi segundo mandato al frente de CRA. –¿Cómo se compone su familia? –Tengo dos hijos varones, de 21 y 16 años. El mayor está estudiando abogacía en Rosario. Vivimos en Rafaela.
Viajes frecuentes –¿Cómo equilibra su actividad gremial con la familia? –La mayor parte de la semana es necesario estar en la ciudad de Buenos Aires. También es indispensable viajar por todo el país. Una entidad federal como CRA tiene presencia en todas las regiones argentinas: desde Río Gallegos hasta Jujuy; comprende todas las producciones agropecuarias. Cuando es la época de exposiciones, también es necesario recorrer distintas zonas los fines de semana. Pero en algún momento es necesario regresar a casa.
Ferrero: “Necesitamos que más gente se sume a las instituciones”. –Es fundamental tener una esposa que respalde la actividad… –Mi esposa me acompaña y entiende la lucha: sabe que uno el gremialismo lo lleva en la sangre. Aunque es necesario lograr cierto equilibrio, porque de lo contrario sería imposible. –¿Es feliz con el hecho de ser empresario lechero y ganadero? –Ambas son actividades que tienen en común la pasión. No se podrían encarar de otra manera. Cuando vemos un rodeo lechero, con una genética determinada, eso es producto del trabajo de muchos años, quizás décadas. Pasar de la ganadería de carne a la lechería se puede hacer de un día para el otro. Pero lo inverso es muy difícil, a veces imposible. Esperemos que algún día ambas actividades puedan tener la rentabilidad que se merecen. –¿Cómo se maneja la agenda del presidente de CRA? –Trato de concentrar la mayor cantidad de trabajo en dos o tres días a la semana, pero en muchas ocasiones la agenda no la determina uno, sino las circunstancias. Lleva mucho tiempo. Los productores tienen que saber que tanto en CRA
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como en Carsfe o en la Sociedad Rural de Rafaela, así como en la mayoría de las sociedades rurales y confederaciones, los cargos son todos ad honórem. –Pero ¿ no se reconocen los viáticos? –Se reconocen los gastos de transporte y alojamiento. Pero ningún cargo en la institución es rentado. Trabajamos con gusto por lo que hacemos. Nadie está en un lugar en el que no le gusta estar. Uno sabe cuáles son las reglas de juego. Pero a veces genera cansancio hablar siempre de lo mismo sin ser escuchado. –¿En qué casos, por ejemplo? –Ocurre con el Gobierno; no encontramos respuestas y se nos cierran las puertas. Un caso paradigmático es el del trigo. Es ilógico estar como estamos luego de haber advertido los peligros de la intervención durante siete años. Eso te desmoraliza más que cualquier otra cosa. No somos tenidos en cuenta. –Por ese motivo dedican tanto tiempo a hablar con representantes de todas las fuerzas políticas… –Estamos pensando en la agenda 2014 y 2015, intentando reunirnos con todos los referentes políticos. No importa a qué partido pertenezcan, pero sus principios básicos deben respetar el federalismo, las exportaciones libres y los mercados no intervenidos.
Daños evitados –¿Qué fue lo más satisfactorio que le tocó vivir en su carrera? –Si hacemos un balance de los últimos años, se puede pensar que es muy poco lo que se consiguió para el sector agropecuario; pero el análisis hay que hacerlo considerando los daños evitados. El hecho de habernos movilizado, de haber logrado que las cuatro entidades gremiales agropecuarias trabajaran de manera coordinada en el ámbito de la Comisión de Enlace, generó una barrera de contención; estimo que si esta no hubiera estado, hubiesen ido por mucho más. Siempre digo que el gremialismo no es ir un día al mes a la reunión de comisión directiva de la sociedad rural o una vez al año a la exposición rural de la zona, sino que es un trabajo de compromiso constante. Si lo que deseamos es revertir la situación y poner el campo en el lugar que se merece, necesitamos más participación. –¿De qué manera se lograría eso? –Con mayor cantidad de personas del sector que participen. No es lo mismo una sociedad rural con 500 socios que otra con 5000. Si unimos más voluntades, es más fácil conseguir logros. Necesitamos que más gente se sume a las instituciones; que se entienda que nadie va a hacer nada por nosotros si no lo hacemos nosotros mismos. Si alguien siente que algo no es de su agrado, tiene
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que participar para mejorarlo, tiene que involucrarse. Trabajamos muy bien tranqueras adentro, pero nos cuesta mucho hacerlo tranqueras afuera. Lo mismo ocurre en los ámbitos públicos o políticos: cuando uno deja sillas vacías, nadie transmite el mensaje y es difícil que se entienda cuál es la realidad del sector agropecuario. –La cuestión es que esos espacios no sean ocupados por personas que distorsionen el mensaje y lo manipulen con fines ajenos a los del sector agropecuario. Los que no forman parte del sector no tienen manera de saber, luego, si esa persona es representativa o no… –El balance de la experiencia de los denominados “agrodiputados” es positivo por el hecho de haber tomado la decisión de participar e involucrarse. En cuanto a los logros obtenidos, fueron muy pocos. Pero también es necesario tener en cuenta el contexto. Tenemos que contar con un número mayor de representantes en los bloques de todos los partidos políticos. –En Brasil, existe una sola entidad agropecuaria nacional –la CNA– representativa de los intereses del sector. ¿Por qué cree que en la Argentina existen cuatro entidades? – La CNA es la punta de lanza del gremialismo brasileño. Pero es necesario considerar que esa organización gestiona recursos importantes aportados de manera obligatoria por todos los productores brasileños. Un ejemplo: la CNA desarrolló, junto con el organismo oficial Sebrae, una campaña publicitaria denominada Time Agro Brasil, para la cual contrataron a (el exjugador de fútbol) Pelé. La idea de la campaña es muy buena: Brasil, que es un campeón en el fútbol, también lo es en el agro. Directivos de Farsul, una de las confederaciones que integran la CNA, nos indicaron que el costo de esa campaña fue de 40 millones de reales (17,3 millones de dólares al tipo de cambio actual vigente en el vecino país). Si hay algo que uno le envidia a la CNA no es el hecho de que sea una sola, ya que en la Argentina quedó demostrado que podemos trabajar las cuatro entidades juntas; si bien venimos de orígenes diferentes, tenemos la madurez suficiente para fijar una agenda en común. Pero sin recursos es muy difícil llevar adelante cualquier acción. Todo es a pulmón. Además, desde el Gobierno nacional hemos sufrido diferentes acciones
Ferrero: “Estamos intentando reunirnos con todos los referentes políticos, sean del partido que sean, pero cuyos principios básicos sean el respeto del federalismo, exportaciones libres y mercados no intervenidos”.
tendientes a desfinanciarnos. También tenemos que comprender que en Brasil, una gran cantidad de legisladores de diferentes fuerzas políticas integran el llamado “bloque del campo” para tratar leyes de interés para el agro. No sé si en la Argentina se llegará a eso en algún momento, pero sería interesante contar con los medios mínimos para poder armar equipos de trabajo. En la actualidad, las exigencias que tenemos las entidades gremiales agropecuarias son mucho más elevadas que las presentes 20 años atrás; quizás eso se da por una ausencia de cuadros políticos capaces de entender al sector. Pero trabajamos sin recursos.
Cómo se financia el gremialismo agropecuario en Brasil La principal fuente de financiamiento del gremialismo agropecuario en Brasil es una contribución sindical obligatoria. Tal obligación –determinada por una legislación federal específica– abarca a todas las explotaciones y empresas agropecuarias del país (estén o no afiliadas a una sociedad u organización rural de base). Para el año 2013, la escala de contribuciones sindicales –dependiendo del tamaño de la empresa agropecuaria– se ubicó en un rango anual de 26 a 12.257 reales (11 y 5329 dólares al tipo de cambio actual). La recaudación total proveniente de la contribución se distribuye de la siguiente manera: 60% para la sociedad rural de la zona en al cual se originó el aporte; 20% para el Ministerio de Trabajo (MTE); 15% para la confederación agropecuaria regional; y el 5% restante para la Confederação da Agricultura e Pecuária do Brasil (CNA). Para el caso de empresas agropecuarias a nombre de personas físicas, el cálculo del aporte se realiza en función de la cantidad de hectáreas explotadas y el valor fiscal de estas. Para personas jurídicas, el cálculo se hace sobre la base del capital social de la empresa.
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“El campo necesita estar en los ámbitos de decisión política” Entrevista al presidente de Confederación Intercooperativa Agropecuaria, Carlos Garetto El padre de Carlos Garetto falleció cuando él contaba con apenas 21 años de edad. Desde entonces, tuvo que hacerse cargo de la empresa agropecuaria familiar. “No era el mayor de los hermanos, pero tenía vocación por esa tarea”,
indica el presidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro). “Me incorporé a la actividad siendo muy joven: siempre vinculado a la cooperativa del pueblo de Leones (localizado en el sudeste de Córdoba).
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Me recibí de ingeniero agrónomo en 1976 en la Universidad Nacional de Córdoba y comencé a participar en las juventudes agrarias cooperativistas y, luego, en Coninagro a nivel provincial”, añade Garetto. –Su padre, ¿ya integraba la cooperativa? –Sí. Yo soy la cuarta generación de productores cooperativistas. La Cooperativa Agrícola de Leones pronto llegará a los 100 años: es una de las primeras que hubo en el país. Por mi participación institucional, en 1998 me presenté como candidato a intendente de Leones por la UCR y gané. Tuvimos que gestionar el municipio en plena crisis de 2001/02, con escasos recursos y altos índices de desocupación y pobreza. Lo poco que teníamos lo destinábamos a tareas sociales.
familiar. Me volví a casar y tengo un varoncito de cinco años –que nació durante el conflicto de 2008– y una nena de tres. Tengo la suerte de contar con una familia que me acompaña y eso es muy valioso. No se puede lograr nada sin tener un buen equipo familiar. –Toda una experiencia para la familia el conflicto de 2008… –Mi esposa venía a los actos y piquetes con la panza. Me acompaña a la mayoría de las actividades institucionales. Viajamos mucho y estamos siempre en movimiento, así que tratamos de compartir al máximo los momentos que tenemos en familia.
–¿Sigue dirigiendo su empresa agropecuaria? –Así es: está localizada también en la zona de Leones. Multipliqué por seis la herencia recibida. Producimos en campos propios y de la familia. Incorporamos un área ganadera para realizar una integración entre cría, recría, invernada de novillos pesados y agricultura. En los lotes de mejor calidad, rotamos alfalfa con soja y maíz. De lunes a viernes trabajo en Coninagro, mientras que los fines de semana solemos ir al campo. –¿Sembró trigo este año? –Soy la cuarta generación de la familia en la Argentina y por primera vez no sembramos trigo desde el año pasado (ciclo 2012/13). La mala experiencia de los últimos años nos llevó a dejarlo. Aumentamos el área de maíz y destinamos buena parte al consumo propio; con los excedentes de alfalfa hacemos rollos para el invierno. –Hoy, producir novillo pesado en la región pampeana es una rareza… –Durante muchos años hemos estado construyendo genética de novillos pesados para exportación. La única manera de competir con la soja es con animales grandes. –¿Cómo está integrada su familia? –Tengo dos hijos con mi primera esposa. Quedé viudo muy joven. Perdí a mi padre, a mi hermano y a mi esposa siendo muy joven. De ese primer matrimonio, tengo una hija abogada y un varón que está a cargo de la empresa agropecuaria
Garetto: “Soy la cuarta generación de la familia en la Argentina y por primera vez no sembramos trigo. Aumentamos el área de maíz”.
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la cosecha. No pudimos sembrar todo el maíz que teníamos previsto por falta de humedad. Vamos a sembrar lo que no se pudo hacer en diciembre. Estamos haciendo inseminación artificial con servicio estacionado y a tiempo fijo.
Garetto: “Me parece que, con el tiempo, llegaremos a lograr una organización similar a la de la CNA en Brasil. Y van a ser los jóvenes quienes encaren la transformación que nos conducirá a esa realidad”. –¿Por qué cree que existen personas que deciden dedicarse a la actividad pública? –Es necesario tener vocación de servicio. El movimiento cooperativo me fue preparando para la actividad pública; me dio una perspectiva mucho más amplia. El campo necesita estar en los ámbitos de decisión política y para eso necesitamos una representación legítima.
–Su hijo lo mantiene al tanto del día a día… –Conversamos a través de mensajes de texto o telefónicamente todos los días. Tiene 29 años. Le gustan más las vacas que los fierros. (Carlos Garetto muestra su celular de pantalla plana en el cual puede verse una conversación vía mensaje de texto con su hijo.) Esta es la información que me pasó hoy. La jaula pesó esta mañana 13.000 kilos en el campo con un promedio de 464 kilos por animal. Me informa que los novillos, cuando llegaron al frigorífico, pesaron 12.330 kilos (por el desbaste). Hoy fue a ver algunos lotes sobre los que teníamos dudas de germinación y me indicó que midió 75.000 plantas de maíz por hectárea nacidas. –Con los precios actuales de la hacienda, ¿cuán competitiva es la ganadería versus la agricultura? –Tenemos todo el plantel de cría con el sistema intensivo Ruter. De lo contrario, no se justificaría hacer ganadería para competir con la soja. Además, si sólo hiciéramos soja, ¿qué haríamos con la gente? Buscamos alternativas para generar trabajo. Ahora, cuando terminemos de sembrar, nos pondremos a hacer rollos de alfalfa.
Una jornada típica
–¿Qué impacto tiene la rotación de alfalfa en la agricultura? –Muy grande. Los rindes de maíz son mucho más altos. Logramos maíces con más de 13.000 kg/ha de promedio. Este es el primer año que vamos a hacer maíz tardío, porque no tuvimos las condiciones de humedad necesarias para poder sembrar en fecha convencional. Una vez desocupados los lotes de maíz temprano, sembramos avena y luego, soja de segunda. Los que van a alfalfa son los que han tenido soja durante los dos últimos años. El único inconveniente es tener que lidiar con el empaste. Pero en la empresa, la agricultura y la ganadería están integradas.
–¿Se levanta temprano para comenzar a trabajar? –Muy temprano. Hoy, por ejemplo, cargamos una jaula de hacienda a la seis de la mañana para un frigorífico de exportación de Buenos Aires. Estamos armando los equipos para soja. Tenemos maquinaria propia, desde la siembra a
–¿Y la parte comercial? –De la parte comercial me ocupo yo. La moneda de los productores es el grano. Manejamos quintales de soja y eso lo tenemos que cambiar, de la mejor manera posible, por insumos y servicios. f CREA
–En Brasil, la representación gremial está unificada en la Confederação da Agricultura e Pecuária (CNA). Aquí, en la Argentina, tenemos cuatro gremiales agropecuarias. ¿Por qué? –Tenemos historias e idiosincrasias diferentes. Pero me parece que, con el tiempo, llegaremos a lograr una organización similar a la de la CNA. Y van a ser los jóvenes quienes encaren la transformación que nos conducirá a esa realidad. Hoy los vemos involucrándose en las empresas familiares, en las instituciones, jornadas y eventos. Esa es la generación que va a hacer el cambio.
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El desafío de producir en un contexto complejo Hay que tomar todos los recaudos para reducir el margen de error en las empresas
Ante más de 200 asistentes, se llevó a cabo en Charata, provincia de Chaco, una nueva jornada de actualización técnica organizada por los grupos CREA del Chaco Santiagueño. Fue un evento en el que se analizaron las perspectivas del mercado agrícola, los escenarios futuros y diversos temas productivos.
Qué pasa en el mundo AlejandroVejrup, técnico de la consultora Globaltecnos S. A., y Ricardo Negri (h), líder de la Unidad de Investigación y Desarrollo de AACREA, analizaron las claves para afrontar el desafío productivo de los próximos meses.
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En el inicio de su exposición, Vejrup describió los bajos índices de crecimiento que experimentan la mayoría de los países en comparación con años anteriores. “Estamos en un mundo que no crece como antes. Las proyecciones del FMI para 2013 estiman un crecimiento del 3% a nivel mundial”, explicó. “Los productores argentinos deben seguir con atención cómo evolucionan las economías de los países europeos y de China, porque son los principales compradores de sus productos”, sostuvo (gráfico 1). Una de las preocupaciones de los operadores del mercado internacional de granos es qué va a ocurrir con la política de emisión monetaria estadounidense. “En la medida en que circulen más dólares en el mundo, habrá un riesgo mayor de que la moneda internacional se deprecie con respecto al resto de las divisas”, advirtió Vejrup. “Esa situación generaría una mayor capacidad de compra de granos por parte de China y de países europeos que impulsaría el aumento de los commodities”, dijo convencido. En cambio, si la Reserva Federal sube la tasa de interés y deja de emitir dólares, puede haber un efecto negativo sobre los granos. Según Vejrup, los fondos especulativos tomaron una posición diferente a la de hace un año atrás. Hoy no encuentran demasiado incentivo para especular con el precio del maíz y de la soja luego de una gran cosecha de EE. UU. “Decidieron invertir en bonos del Tesoro o en índices bursátiles (Nasdaq y Standard &Poor’s) que aumentaron 10% en los últimos seis meses. El dinero se desplaza hacia otros activos”, señaló el técnico.
Situación de la Argentina En otro tramo de su exposición, Vejrup consideró, como dato alentador para las economías regionales, que durante este año la depreciación en el tipo de cambio acompañó a la inflación. “Esta es una buena noticia y significa un freno a la pérdida de competitividad de los últimos años”, señaló. Con respecto a la cotización futura del dólar, el técnico consideró que su valor dependerá de las decisiones que tome Brasil con respecto a su moneda y del resultado que arroje el saldo comercial argentino, íntimamente relacionado con el déficit energético. Por otro lado, el especialista dio a conocer una encuesta realizada por el Movimiento CREA acerca de las percepciones y expectativas de los productores respecto de la situación económico-
financiera de las empresas agropecuarias. El informe se llevó a cabo entre miembros y asesores CREA totalizando 570 y 202 respuestas, respectivamente, distribuidos en distintas provincias argentinas. “El endeudamiento promedio de las empresas pertenecientes a los CREA se ubica en el 39% del capital operativo. Esto significa un 11% más que la campaña pasada. Además, un 26% del total de las empresas debieron refinanciar deuda”, reveló (gráfico 2).
Maíz y soja Luego, Vejrup recordó que últimamente en el mercado mundial de maíz empieza a tener mu-
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Para Vejrup, el aumento de la superficie brasileña sembrada con soja en más de dos millones de hectáreas se explica gracias a la depreciación del real,que le posibilita al productor licuar sus costos directos e indirectos. A modo de ejemplo, citó el caso de un establecimiento promedio de la región amazónica del Mato Grosso. “En la actualidad, con 2,28 reales por dólar, el costo de producción por tonelada, a 1880 km del puerto, asciende a 400 dólares. En cambio, cuando la moneda local valía 1,95 por dólar, aquel era de 460 dólares. El sector agroindustrial del país vecino alcanzó una mayor competitividad porque pudo bajar sus costos en dólares”, agregó.
Negri: “Si no se toman medidas que alienten la actividad ganadera, no se producirán cambios sustanciales en el horizonte”.
Financiamiento
cha importancia lo que sucede en países como Ucrania y Brasil; entre ambos, exportarán más de 36 millones de toneladas. En el plano local, el técnico reconoció que, ante el gran atraso en la siembra de maíz temprano en campos de la zona núcleo nacional, es recomendable que el productor llegue a mayo de 2014 con algún tipo de cobertura en soja, si es que necesita sus ingresos inmediatamente luego de la cosecha. Con respecto a la oleaginosa, debido a la continua demanda china, se prevé que los buenos precios continúen en el corto plazo, aunque se espera una tendencia a la baja en el mediano plazo. “Lo positivo es que el país asiático hará compras por más de 70 millones de toneladas en 2013 y se estima que EE. UU. tiene el 80% de su saldo exportable comprometido”, aseveró. En este sentido, el técnico consideró que, aunque todos los focos estén puestos en los stocks estadounidenses, el precio de la soja también dependerá de cómo evolucione la producción en la Argentina y en Brasil. “Si se confirma un buen avance del cultivo, es factible que la cotización Mayo de 2014 tienda a aflojar”, adelantó. De acuerdo con estimaciones de diversas fuentes, tanto Brasil como la Argentina aumentarán el área sembrada. Si no hay imprevistos, la producción brasileña rozará los 90 millones de toneladas, mientras que la cosecha nacional alcanzará los 53 millones de toneladas con una superficie implantada de entre 19 y 20 millones de hectáreas”, consideró.
En la última parte de su disertación, el expositor animó a los empresarios a volverse creativos frente a un mercado con precios inferiores a los de 2012: “En esta campaña de números ajustados es fundamental utilizar bien la financiación”, aconsejó Vejrup. “Yo recomiendo, entre otras medidas, anticipar la pesificación de las compras de insumos y aprovechar las condiciones de financiamiento mediante la utilización de tarjetas y créditos bancarios; esto puede reducir los costos de producción de manera importante”, añadió. “El mercado y la situación macroeconómica mundial pueden tomar varias direcciones, pero depende de nosotros implementar medidas que favorezcan el buen resultado del negocio”, concluyó.
Estrategias, desafíos y escenarios En otra instancia de la jornada, Ricardo Negri (h), líder de la Unidad de Investigación y Desarrollo de AACREA, destacó la necesidad de que el empresario agropecuario encare la actividad diaria con otra mirada frente a un contexto complicado. “Debemos preguntarnos qué hicimos mal desde el punto de la planificación y hacernos cargo, porque los resultados que hemos obtenido en los últimos años, dependiendo la zona, no fueron todo lo satisfactorios que hubiéramos querido”, desafió al auditorio. Negri remarcó que gracias al análisis del contexto de la actividad, los productores podrán identificar con qué fortalezas y debilidades cuenta cada empresa y así definir la estrategia futura. “En el negocio agropecuario es clave saber si se desea expandirse, diversificarse, reestructurarse
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bajo y para aquellos que depositen los pesos en activos generadores de una renta futura más alta que el porcentaje de inflación. El orador reveló que, de persistir la baja en el nivel de actividad económica con inflación alta, el asalariado tendrá menor capacidad de compra para adquirir lo que la agroindustria produce.
Caída de reservas y presión fiscal
o resguardar capital. Cada empresa debería saber en qué momento se encuentra”, explicó. El analista resaltó que la emisión monetaria de los últimos años genera expectativas de elevada inflación, aunque permita financiar algunas actividades productivas. “A largo plazo, provoca una desvalorización de nuestra moneda, pero se convierte en una oportunidad para quienes pueden tomar créditos en pesos”, distinguió (gráfico 3). No obstante, para Negri, la lluvia de pesos sólo puede ser una oportunidad para quienes trabajen con un apalancamiento financiero relativamente
Acerca de la inquietante baja en el nivel de reservas del Banco Central, Negri indicó que “es producto de la alta inflación y de una desequilibrada emisión monetaria. En lo que va del año, desaparecieron más de 8000 millones de dólares” (gráfico 4). Otra variable que afecta a las empresas agropecuarias es la elevada presión tributaria. “Es extremadamente alta. Por ejemplo, en el norte de Santa Fe alcanza el 89% sobre los resultados económicos. De ese total, el Estado nacional recibe el 95%; el provincial, un 4%, y el municipal, el 1%.”, enfatizó. En otro tramo de su presentación, Negri expuso tres encuestas, con 40 respuestas en total, entre miembros y asesores distribuidos en distintas zonas de la región Chaco Santiagueño. Se determinó que el 77% de los entrevistados consideró que su decisión ante un escenario de corto plazo complicado sería mantener la estructura de su empresa. A su vez, el 16% proyectó expandirse, y un 7%, achicarse. En una segunda etapa, se los consultó sobre la percepción acerca de la economía para los próximos tres años, lo que arrojó los siguientes resultados: el 53% dijo ser algo optimista, un 20% se consideró muy optimista, el 17% se manifestó neutral y un 10% dijo sentirse pesimista. Al finalizar, se indagó acerca de la condición de cada una de las empresas. El 43% de los encuestados consideró que son algo competitivas, el 40% dijo que son competitivas y el 17%, poco competitivas.
Modelo agrícola vs.ganadero Según Negri, de cara al futuro los productores de la zona deberán ser muy eficientes y tomar recaudos para reducir el margen de error. “El modelo ajusta sólo si sale todo bien. Un error de planificación o de ejecución que implique un 10% menos en la producción sería mortal”, alertó. Además, advirtió que “ante un escenario devaluatorio no es conveniente llevar a cabo un planteo
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Luces amarillas en la ganadería Durante el desarrollo de su disertación, Alejandro Vejrup ofreció su visión sobre la situación actual de la actividad ganadera. “Hay que tener en cuenta que en los últimos seis meses se faenó un 12,3% más de cabezas que en igual período del año pasado, aunque en kilos de carne el resultado fue del 10%. Esto significa que se matan animales cada vez más livianos”, alertó. La realidad muestra que, debido a los desincentivos a la exportación de carne, con altos costos de producción (que aumentan un 25% anual) y a precios de la hacienda estancados, los productores faenan animales más livianos. “Preocupa que, de a poco, nos estemos comiendo nuestro propio stock”, explicó Vejrup. El orador destacó que, debido a la baja del precio de la carne en la góndola, el consumidor de nuestro país modificó sus hábitos alimentarios. “Hoy prefiere comer una parrillada antes que una pizza”, expresó. Los datos avalan la hipótesis de Vejrup. En la Argentina, el promedio de consumo nacional de carne alcanza los 67 kilos por habitante, luego de haber estado por debajo de los 60 kilos por habitante en 2010, 2011 y 2012. Según Vejrup, el dato negativo es la baja participación de las exportaciones en el negocio ganadero, que se lleva sólo el 6,8% de las compras. “Es uno de los valores más bajos en dos décadas”, afirmó.
muy ganadero, porque se inmovilizan muchos fondos y se pierde capacidad de compra”. Para el técnico, la liquidación de vientres continuará y el precio de la carne en góndola seguirá relativamente bajo. “Si no se toman medidas que alienten la actividad, tales como una reducción en las retenciones o la apertura de las exportaciones, no se producirán cambios sustanciales en el horizonte ganadero”, apuntó. Sobre el final, Negri animó a los productores a pensar en el modelo de negocio que desean
desarrollar. También recomendó ajustarlo a los escenarios posibles (políticos, económicos, climáticos y tecnológicos) para definir si es más conveniente llevar a cabo una posición defensiva o tomar una postura riesgosa. “Con números tan ajustados, debemos generar los indicadores necesarios para tomar las mejores decisiones. Como empresarios, es recomendable acotar y medir muy bien los riesgos”, concluyó. f CREA
Vejrup: “Los productores argentinos deben seguir con atención cómo evoluciona la economía de los países europeos y de China, porque son los principales compradores de sus productos”.
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Cultivo de chía.
La agricultura tradicional ya no es competitiva en el NOA Por el crecimiento de los costos de producción y de comercialización
El incremento sustancial de los costos de producción y comercialización –principalmente fletes– determinó que la siembra de soja y de maíz sea prácticamente inviable en muchas zonas del NOA. Por tal motivo, buena parte del área de cultivos extensivos en el ciclo 2013/14 será reemplazada por especialidades, tales como la chía o el poroto. “El crecimiento de la siembra de especialidades agrícolas provoca un aumento considerable del riesgo, porque las fluctuaciones de precios de tales productos son mucho más pronunciadas e imprevisibles que en el caso de los cultivos tra-
dicionales”, comenta el coordinador de la región NOA del Movimiento CREA Daniel Rossi. “En el NOA es muy difícil eliminar el maíz de la rotación agrícola porque la presión de plagas y malezas se potencia con el monocultivo de soja. Pero el maíz seguramente se sembrará con un ajuste en la tecnología”, añade. La creciente presión de las plagas ha hecho que el cultivo de soja deje de ser competitivo en la región (en algunos casos se necesitan hasta siete aplicaciones de insecticidas por campaña para controlar al picudo).
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En la región pampeana, el costo de producción del cultivo de maíz prácticamente duplica el de soja. Pero en el norte y este del NOA –debido a la mayor presión de plagas y malezas–, el costo de la soja ya es equivalente al del maíz (para el presente ciclo 2013/14 oscila entre 290 y 310 U$S/ha según el caso; ver gráfico 1). En la zona agrícola tradicional del NOA –localizada fundamentalmente en el sur de Salta y Tucumán–, un esquema típico en campo arrendado de 65% de soja, 13% de trigo y 22% de maíz genera una rentabilidad prácticamente nula con rindes promedio históricos. Se necesitan rendimientos excepcionales para lograr una renta aceptable (algo que no viene sucediendo en los últimos años por inconvenientes climáticos).
Poroto Las perspectivas de mercado del poroto negro –que se exporta en su mayor parte a Brasil– son favorables porque se espera que el consumo del producto aumente con el Mundial de Fútbol Brasil 2014. “Pero en la campaña anterior la sequía golpeó tan fuerte el cultivo que inclusive se han perdido líneas de germoplasma de poroto negro y es muy difícil conseguir semilla con buen poder germinativo”, comenta Rossi. En el presente año las exportaciones argentinas de poroto negro se derrumbaron por la falta de oferta. La suba de los valores FOB –producto de la escasez– no logró compensar los menores envíos colocados en el mercado brasileño (gráfico 2). El poroto negro a granel tiene un derecho de exportación del 5,00% con un reintegro del 4,05% (es decir: tiene una retención efectiva del 0,95%).
Alternativas En el CREA Santa Rosa-Catamarca, optaron por retrasar las fechas de siembra de soja y de maíz hacia fines de año a la espera de que para entonces los perfiles estén lo suficientemente cargados. “En el grupo se buscará sembrar maíz con el propósito de obtener más cobertura”, comenta Julio Puchulu, integrante del CREA y vocal regional de la región NOA del Movimiento CREA. “De todas maneras, la indicación, en todos los casos, es revisar muy bien el perfil antes de tomar la decisión de siembra”, añade. En caso de que no llueva lo necesario, la segunda chance es sembrar soja y maíz en el transcurso de enero con materiales específicos para esa fecha
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Cultivo de poroto.
(resignando buena parte del potencial productivo). “En el grupo, algunas empresas cuentan con riego por pivote. Aquellas que tienen sistema de riego alimentado con gasoil se dedican, por una cuestión de costos, a la producción de semillas para terceros, mientras que las que tienen alimentación con energía eléctrica pueden dedicar parte del riego a la producción comercial de granos”, comenta Puchulu. El año pasado, en la zona sur de Tucumán los campos con buena aptitud agrícola se arrendaron en valores del orden de 180 a 200 U$S/ha. “Este año es imposible pagar esos valores: muchos
acuerdos se renegociaron a porcentaje con niveles de 20 a 25, de acuerdo a la calidad del campo”, relata el empresario CREA.
Especialidades Hernando Arias, integrante del CREA Juramento, es uno de los productores de chía que más experiencia tiene en la zona (comenzaron a sembrar la especialidad en 2001). “Este año tenemos programado reducir el área prevista de maíz y aumentar la de poroto y chía”, comenta Arias. “La chía siempre la cultivamos en el marco de contratos de producción; no es
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aconsejable hacerlo de otra manera”, añade. El empresario indica que el precio mínimo necesario para que el cultivo sea viable es de 2000 U$S/ tonelada. “Aún no hemos conseguido un contrato con esa base de precio; si no logramos ese valor, no vamos a sembrar este año”, apunta Arias. El rinde óptimo de chía logrado en la zona es de unos 500 kg/ha (los presupuestos, de todas maneras, se elaboran con un rinde objetivo de 400 kg/ha). Otra de las especialidades que se sembrarán con mayor ímpetu en la zona para diversificar la matriz productiva es maíz pisingallo (ver recuadro). “Vamos a sembrar más y mayor área de especialidades en la presente campaña. Los cultivos tradicionales prometen escasa rentabilidad y es necesario encontrar otras alternativas para la zona”, comenta Lucas Elizalde, miembro del CREA Juramento.
Además de sembrar pisingallo, este año Elizalde producirá maíz colorado (destinado fundamentalmente a la elaboración de cereales para desayuno), chía, porotos y sésamo. Una de las grandes ventajas de las especialidades es que en la zona existen muchas empresas con amplia experiencia en su procesamiento y comercialización (tales como Desdelsur o Paramérica). En cambio, los granos tradicionales reciben, aun comercializándose en la región, un descuento similar al que se hubiese concretado en caso de enviar la mercadería a las terminales portuarias de la zona de influencia de Rosario (lo que constituye, en muchos casos, un caso de abuso de posición dominante de la demanda que industrializa los granos in situ). “Tenemos mucha experiencia en la producción de especialidades. No es algo nuevo para nosotros.
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Maíz pisingallo En octubre pasado se declararon ventas externas de 23.696 toneladas de pisingallo a un valor promedio ponderado de 808 U$S/tonelada (FOB) versus 19.957 toneladas a un promedio de 829 U$S/tonelada en el mismo mes de 2012. El dato es que en octubre de 2011 se habían registrado ventas externas de 17.308 toneladas a un valor promedio de 576 U$S/tonelada. El gran salto de los precios se registró en 2012 a partir de una cosecha local fallida por efecto de restricciones hídricas. La campaña 2012/13 de pisingallo también registró pérdida de lotes (por anegamientos). Los valores actuales están lejos de regresar a los bajos niveles de 2011 porque buena parte de los lotes de pisingallo programados para este año no se pudieron sembrar por falta de humedad. La Argentina es el principal exportador mundial del producto a partir del cual se elabora pop corn (“pochoclo”).
Los CREA del NOA Integran la zona NOA de AACREA los siguientes grupos: Anta, Bermejo, Cañaverales de Tucumán, El Palomar, El Rodeo, El Tunal, Juramento, La Cocha, Las Maravillas, Los Algarrobos, San Patricio, Santa Bárbara, Santa Rosa Catamarca y Valles Templados.
Pero en esta campaña será una apuesta fuerte para intentar salir del pozo en el que nos encontramos”, explica Elizalde.
Extremo norte “Una de las alternativas de supervivencia que estamos implementando es producir especialidades agrícolas ante la inviabilidad económica que presentan los cultivos de soja y el maíz en la región”, comenta Candela Plomer, asesora del CREA Las Maravillas (integrado por empresas que suman unas 30.000 hectáreas agrícolas en la zona de influencia de la ciudad de Tartagal). En el ciclo 2013/14, las empresas del grupo sembrarán menos de 1000 hectáreas de soja versus 12.000 de la campaña anterior, mientras que en el caso del maíz, serían apenas 600 contra 2500 hectáreas en el ciclo 2012/13. “Con el valor actual de los fletes a Rosario, que se ubican en torno a 370 pesos por tonelada, los márgenes dan negativos aun con rindes históricos (propios de una situación climática normal) de 25 qq/ha de soja y 50 qq/ha de maíz”, explica Candela.
Entre los cultivos alternativos que se desarrollarán en la zona, se incluyen chía, porotos, sésamo y quinoa (los dos últimos se sembrarán en esta campaña a modo experimental). “La última cosecha de poroto color (blanco, colorado, colorado light y cramberry) fue tan pobre que lo poco que se levantó se guardó para semilla”, señala Candela. Cuatro años atrás comenzaron a sembrar chía –en el marco de contratos con empresas exportadoras– como alternativa a los cultivos tradicionales. “Si bien se trata de un cultivo muy interesante para la zona, en el ciclo 2012/13, debido a la sequía, no llegamos a cosechar el rinde de indiferencia”, indica la asesora CREA. “Este año aún no se han firmado contratos de producción por la incertidumbre de mercado generada por el importante crecimiento esperado del área de chía; al tratarse de un cultivo tan reciente, no sabemos si la demanda de este es elástica o inelástica”, añade. Las especialidades agrícolas –como la chía o el poroto– se siembran en la zona a partir de febrero. El régimen de lluvias se interrumpe a partir de abril. “En el último año, la situación social presente en el norte salteño desmejoró mucho. Los robos rurales de productos químicos y hacienda vienen creciendo a la par del desempleo y la desesperación”, apunta Candela. f CREA
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Pautas para la aplicaci贸n de agroqu铆micos en zonas periurbanas Documento consensuado
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Un grupo interdisciplinario integrado por representantes de diferentes organizaciones públicas y privadas elaboró un documento con pautas sobre aplicaciones de productos fitosanitarios en áreas periurbanas. El texto fue consensuado entre representantes del Ministerio de Agricultura (Minagri), INTA, la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba), Senasa, AACREA, Aapresid, la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe), la Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos (Ciafa), la Federación Argentina de la Ingeniería Agronómica (FADIA), entre otros participantes. El documento propone distancias para las zonas de amortiguamiento de 100 metros para aplicaciones
terrestres y de 200 metros para pulverizaciones aéreas. También determina cuáles deberían ser las responsabilidades de los diferentes actores involucrados en la materia. El texto completo del documento se reproduce a continuación.
Objetivo El objetivo del documento es ofrecer un material de referencia científico y técnico que pueda ser utilizado para fijar estrategias precisas que aseguren una correcta aplicación de productos fitosantitarios y su control, a fin de proteger la salud de personas, animales y plantas, y cuidar el ambiente que los rodea, la producción agropecuaria y el patrimonio de terceros, en el marco de las buenas prácticas fitosanitarias.
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Introducción La consideración sobre el ambiente está creciendo en la sociedad como punto de atención; esto está demostrado por el alto grado de preocupación puesto de manifiesto en la producción agropecuaria, particularmente en los últimos tiempos, en lo referente al uso de los productos fitosanitarios. La utilización de agroquímicos en las actividades agropecuarias es fundamental y necesaria para producir de manera más estable y eficiente, siguiendo normas de calidad, con el consiguiente beneficio para la sociedad y los consumidores. Sin embargo, la eventual aplicación de estos insumos en forma inapropiada y desaprensiva entraña posibles riesgos para la salud, ya sea en forma accidental o por un manejo inadecuado de dichos productos. Debido al desarrollo creciente de los centros urbanos sobre áreas tradicionalmente agrícolas, los habitantes perciben las prácticas habituales de manejo y aplicación de fitosanitarios como un riesgo potencial para su salud y para el ambiente. El clima de incertidumbre acerca del impacto de los fitosanitarios a veces se convierte en un conflicto entre agricultores y pobladores de las zonas periurbanas. Se denomina zonas periurbanas a los espacios intermedios y sin delimitación aparente entre lo que se considera zona rural y lo que se define como urbano. A los fines de este documento, se
define como zona urbana al espacio comprendido hasta donde el municipio o comuna presta servicios de manera efectiva y permanente, tales como los de alumbrado, barrido y limpieza; de allí en más se establece la zona rural. Las buenas prácticas fitosanitarias incluyen un conjunto armónico de técnicas y prácticas aplicables al uso de fitosanitarios, tendientes a asegurar que el producto pueda expresar su máxima capacidad para la que fue concebido, disminuyendo al máximo cualquiera de las diferentes formas de deriva, evitando así los posibles riesgos emergentes a la salud y al ambiente.
Buenas prácticas Como cualquier otra sustancia, los productos fitosanitarios no son inocuos. Sin embargo, su riesgo está en función del grado de toxicidad del producto formulado y de la exposición a aquel. En este sentido, se debe valorar la toxicidad del producto formulado claramente detallado en la etiqueta, las condiciones climáticas, el estado de uso del equipo, así como su regulación y calibración, y la tecnología de aplicación utilizada y el posible grado de exposición. Si se evalúa la exposición periódica a los fitosanitarios por parte de la población localizada en zonas urbanas próximas a lotes de producción y se considera la baja frecuencia de aplicaciones a lo largo del año y el empleo de productos cada
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vez menos tóxicos (banda azul o verde, las nuevas tecnologías disponibles en aplicaciones), el riesgo final se vería reducido. La toxicidad aguda del producto formulado se considera primordialmente en caso de exposición directa de las personas al producto, ya sea por derrames durante el transporte o el almacenamiento, por salpicaduras durante la preparación, o bien ante eventuales procesos de exoderiva del caldo. En el caso de las poblaciones urbanas, la eventual exposición se generaría por las gotas exoderivadas provenientes del caldo, cuyo riesgo es atenuado por la dilución del producto formulado. Siendo prioritaria la aplicación de buenas prácticas, no obstante se podrían establecer zonas buffer o de amortiguamiento. Es por ello que toda aplicación de fitosanitarios debe ser realizada de forma segura y responsable, ajustándose a las legislaciones vigentes en el orden nacional, provincial y municipal, así como también enmarcada en un esquema de buenas prácticas de aplicación respetando las ventanas de tratamiento que incluirán la valoración del estado del cultivo, el desarrollo de la plaga, la tecnología de aplicación, la velocidad aparente y dirección del viento, humedad relativa, temperatura e inversión térmica; de manera que se minimicen los riesgos y las consecuencias de posibles accidentes. Las buenas prácticas en la aplicación de fitosanitarios en áreas periurbanas tienen algunas particularidades en función de los espacios y población que se desea proteger, pero en líneas generales son las mismas que aquellas que deben ser seguidas cuando se usan fitosanitarios en espacios netamente agropecuarios.
Zona buffer o de amortiguamiento Una zona buffer, también conocida como zona de amortiguamiento, está pensada como la superficie adyacente a determinadas áreas de protección que, por su naturaleza y ubicación, requieren un tratamiento especial para garantizar la conservación del espacio protegido, sin dificultar las actividades que en ellas se desarrollan. La instalación de zonas de amortiguamiento es una de las soluciones propuestas para minimizar la posibilidad de contaminación de zonas sensibles a los fitosanitarios. Los trabajos existentes muestran que las primeras permiten limitar el transporte de agroquímicos hacia estas últimas.
Actores involucrados en el manejo de fitosanitarios Municipios y comunas • Deben delimitar las áreas urbanas y rurales mediante diferentes recursos, para definir las zonas periurbanas. Asimismo, deben proveer mapas de catastro con las zonas fehacientemente definidas. • Monitorear las condiciones meteorológicas en el momento de la aplicación (mediante estaciones meteorológicas, sensores remotos, etc.), así como la calidad de dichas aplicaciones (profesionales contratados al efecto o monitoreo remoto). • Fomentar la plantación de cortinas forestales para la protección del casco urbano.
Autoridades (e instituciones) provinciales y nacionales • Llevar los registros actualizados de todos los actores del sistema. • Habilitar y verificar todos los equipos de aplicación, de acuerdo con un protocolo/manual/ procedimiento oficial.
Sugerencias sobre el uso de barreras vivas Las cortinas forestales de protección –conocidas como barreras vivas– que se interponen a la dirección del viento con el fin de proteger cultivos, montes, animales, suelos y poblaciones, pueden utilizarse a fin de reducir en un alto porcentaje las probables derivas, teniendo en cuenta lo siguiente: • Colocar la barrera a una distancia mínima de 50 metros del perímetro externo del ejido municipal en cuestión, lo cual además favorece los laboreos, como limpieza de malezas u hojas caídas, control de roedores y otras plagas. • La cortina tiene que ser permeable. Utilizar alternando árboles de hojas caducas con hojas perennes. Deben evitarse las cortinas macizas, dado que impiden la circulación del viento. • La cortina debe disponerse en tres líneas de especies de distinta magnitud: la línea más próxima a las viviendas deben ser árboles de primera magnitud (2 o más metros), para la línea intermedia deben considerarse especies de segunda magnitud (de 1 a 2 metros de altura) y la última línea estará conformada por especies arbustivas de hasta 1m de altura. • Dependiendo de la especie elegida, deben respetarse las distancias entre las plantas, considerando su desarrollo posterior. • El ancho mínimo de la barrera viva deberá ser de 5 metros. • Evitar la utilización de especies que tengan un “desrame” natural o sean objeto de corte o poda por acción del hombre, como en el caso de los eucaliptos, o aquellas que poseen la característica de alelopatía, dado que evitan el crecimiento de otros árboles o arbustos que conformarían la cortina, como es el caso de las casuarinas. • Estando esta barrera formada por seres vivos, se debe implementar no solamente el riego, sino además los cuidados necesarios para mantenerlos en pie, con las posibles reposiciones que pudieran necesitarse.
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• Expedir al asesor fitosanitario y al operador/ aplicador de los equipos el carnet habilitante. • Capacitar a todos los actores de la ley, principalmente a los que tienen un contacto directo con los productos fitosanitarios. • Controlar y fiscalizar a todos los actores in-volucrados en el manejo y uso de productos fitosanitarios.
Productores • Contar con el asesoramiento de un ingeniero agrónomo matriculado y habilitado. • Exigir las recetas de compra y de aplicación al asesor profesional. • Contratar siempre equipos (terrestres o aéreos) y personal debidamente habilitados para realizar las aplicaciones. • Informar de la aplicación con la antelación necesaria (48 horas), tanto a las autoridades (municipio o comuna) como a otros productores que pudieran ser afectados, en todos los casos, en áreas periurbanas y en áreas rurales donde haya casos sensibles (escuelas rurales, tambos, apiarios, etc.).
• Almacenar los envases vacíos con triple lavado previo e inutilizados en depósito acondicionado para tal fin.
Ingenieros agrónomos (asesores técnicos) • Realizar un diagnóstico y monitoreo fitosanitario del cultivo. • Emitir la receta de compra y aplicación. • Planificar la aplicación en función de las distancias a zonas sensibles o pobladas, para evitar posibles situaciones de contaminación o perjuicios sobre la salud humana y animal. • Considerar las ventanas de aplicación, tomando en consideración el estado del cultivo, el desarrollo de la plaga, la tecnología de aplicación, la velocidad aparente y dirección del viento, humedad relativa, temperatura e inversión térmica, de forma tal de minimizar los riesgos. • Decidir la aplicación sobre la base del umbral de daño económico u otros criterios técnicos aceptados; nunca efectuar tratamientos preventivos o sin la presencia de plaga. • Optar por los fitosanitarios de menor riesgo eco-toxicológico y adecuándolos a la situación particular. • Extender las recetas de compra y aplicación para cada situación en particular. En estas, se precisan numerosos aspectos de la problemática fitosanitaria por resolver: cultivo, adversidad, producto, formulación, dosis, momento de aplicación, tiempo de carencia y restricciones de uso. Asimismo, incluye recomendaciones sobre la aplicación en sí: equipos, aspersores, número y tamaño de gotas, uniformidad de distribución, ventana del tratamiento para la aplicación. Además, la receta es un documento que, llegado el caso, permitiría evaluar la recomendación en la cual se indicó la aplicación del producto.
Aplicadores • Inscribir y realizar una revisión técnica de sus equipos de aplicación terrestres y aéreos, al menos cada dos años. • Utilizar sólo productos fitosanitarios debidamente registrados para el cultivo objeto de la protección. • Asegurar el buen funcionamiento del equipo y su limpieza. • Disponer de equipos con tecnología de aplicación acorde a las características del cultivo y de la región de trabajo (Fadia), a fin de reducir la
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posible deriva (pastillas antideriva o asistidas por aire, aditivos específicos, túnel de viento, etc.). • Seguir las indicaciones de la receta agronómica para realizar la aplicación. • Realizar el triple lavado o lavado a presión y volcar ese líquido de enjuague en el tanque del equipo para descontaminar los envases vacíos de productos fitosanitarios e inutilizarlos, minimizando los riesgos. • En caso de existir un remanente de caldo en el tanque, este debe ser aplicado en el cultivo objeto de tratamiento, en lo posible lo más alejado de las zonas sensibles. Alternativamente, en caso de disponer de sistemas de degradación, estos se podrán utilizar para el tratamiento del remanente. • Realizar cursos de capacitación periódicos y obligatorios para su habilitación.
Colegios de ingenieros agrónomos • Promover un registro de los ingenieros agrónomos capacitados en tecnologías de aplicación, en aquellos distritos cuyas leyes provinciales no los contemplen. • Capacitar periódicamente a los profesionales para que se habiliten ante la autoridad de aplicación como asesores fitosanitarios.
Antecedentes en otros países Con relación al establecimiento de zonas de amortiguamiento, luego de una exhaustiva revisión
de los antecedentes existentes para situaciones similares a las que se dan en nuestro medio, y no habiendo encontrado análisis sistematizados sobre las variables y acciones regladas por adoptar, se enumeran los distintos casos hallados en los cuales sólo se consideran distancias –como en España (20 a 50 metros)–, basados en la recopilación de información local del Instituto Nacional de Toxicología (Ministerio de Justicia) y los Departamentos comunales de Agricultura. El Ing. Agr. Iñigo Odriozola, inspector y controlador operacional en trabajos aéreos para la Agencia Estatal de Seguridad Aérea de España (AESA), afirmó en su visita al país en ocasión del XXI Congreso Mercosur y Latinoamericano de Aviación Agrícola (Rosario, agosto 2012) que en aplicaciones aéreas se fijan 100 m de distancia buffer. (“No se aplicarán productos fitosanitarios por medios aéreos sobre núcleos urbanos o masas de agua [ríos, lagunas o embalses], asentamientos apícolas ni cultivos ecológicos no objeto de tratamiento, dejando a su alrededor una franja de seguridad mínima de 100 metros en la cual no podrá realizarse ningún tratamiento por medios aéreos. En casos debidamente justificados en el plan de aplicación autorizado por la autoridad competente, esta distancia podría reducirse. Real Decreto 1311/2012, del 14 de septiembre). En los EE. UU., los análisis realizados en base a modelos matemáticos proponen, en general, 10 metros de distancia desde la aplicación hasta
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las viviendas. Existen proyectos para restringir aplicaciones alrededor de áreas públicas, pero no se mencionan distancias. Países desarrollados no tienen fijadas distancias y, en algunos casos, arbitrariamente han establecido 30 metros. Experiencias publicadas por Solomon y col. (2009) demuestran que la deriva de la pulverización es mínima y que las zonas de amortiguación (buffer) relativamente pequeñas, extendiéndose a partir de 5 a 120 metros, protegen a animales acuáticos sensibles y a los organismos que no constituyen el blanco. En estudios realizados en Alemania (Ganzelmeier y col., 1995) en cultivos planos (granos, en general cereales y oleaginosos); en cultivos altos (como vid, frutales, etc.), y en hortalizas, ornamentales y frutales pequeños, se evaluaron distancias desde los 5 metros hasta los 50 metros. Se analizaron los porcentajes de residuos de los productos fitosanitarios aplicados sobre hojas jóvenes de los cultivos y se encontraron valores desde 20% hasta 0,2%, respectivamente. Estos valores fueron los más altos encontrados en todos los cultivos citados. En Uruguay, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca por Decreto 264 (julio 2003) fija restricciones para aplicaciones aéreas (500 metros) y terrestres (300 metros), desde cualquier zona urbana o suburbana y centro poblado. Con posterioridad, en febrero de 2008, se impuso una zona buffer a toda pulverización de 30 metros a fuentes y cursos de agua (reforma artículo 70, 2003). En Australia, están evaluando el tema para aplicar un esquema de producto por producto y según la intensidad del viento (Australian Pesticides and Veterinary Medicines Authority, 2010). En Brasil, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento establece restricciones para aplicaciones aéreas de 500 metros a poblaciones, ciudades, villas, barrios y cursos de agua para abastecimiento de la población; y 250 metros a cursos de agua, viviendas unifamiliares y agrupamientos de animales. A su vez, el gobierno del estado de Mato Grosso estableció en septiembre de 2012 una distancia mínima para la aplicación terrestre de fitosanitarios de 90 metros a poblaciones, ciudades, villas, barrios, cursos de captación de agua, viviendas unifamiliares y agrupamientos de animales. En el decreto anterior, con fecha noviembre de 2009, estas distancias variaban de 150 a 300 metros.
En el Reino Unido, en relación con las aplicaciones terrestres, se han determinado listas de productos que deben ser aplicados con una zona de amortiguamiento mayor de 5 metros, para los cuales se sugiere el uso de tecnologías de pulverización asistida por aire. En Chile, a partir de 1998 y a través de resoluciones de los servicios de salud, las regiones VI y VII –y posteriormente otras del país– cuentan con regulaciones que establecen, para las aplicaciones aéreas, zonas buffer de 100 metros en predios que colinden con casas habitadas, y la prohibición de aplicaciones aéreas agrícolas en predios que limitan con zonas urbanas o insertos en zonas urbanas. En EE. UU., los estados de Alabama, Arizona, Connecticut, Louisiana, Massachussets, Maine, New Jersey y North Carolina han definido diferentes franjas de seguridad variables en función del tipo de centro urbano próximo a la zona por pulverizar (escuelas, hospitales, geriátricos, zonas residenciales, áreas de recreación, parques públicos, etc.). La distancia mínima establecida varía entre 30 y 400 metros para aplicaciones aéreas, y entre 15 y 400 metros para aplicaciones terrestres.
Zonas de amortiguamiento para cultivos extensivos Sobre la base de todo lo expuesto referido a las buenas prácticas fitosanitarias y a los antecedentes internacionales y nacionales en la materia, sumado a conceptos agronómicos básicos como condiciones climáticas, propiedades físicas y químicas de los productos utilizados, seguridad e higiene, aptitud, toxicología y recomendaciones específicas sobre equipos y accesorios, con el solo efecto de realizar un aporte sobre la definición de zonas de amortiguamiento para que las autoridades competentes consideren a efectos de reglamentar las tareas de aplicación de productos fitosanitarios; se sugieren los siguientes distancias:
Estas distancias recomendadas se podrán reducir a partir de la evaluación que realice el profesional actuante, en consideración a la tecnología disponible, las condiciones climáticas y el producto fitosanitario empleado. f CREA
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La clave: trabajar en red El caso de la propuesta para aplicaciones periurbanas de agroquĂmicos elaborada por referentes pergaminenses
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A comienzos de este año, un grupo de referentes agropecuarios del partido bonaerense de Pergamino comenzó a evaluar alternativas para regular las aplicaciones periurbanas de agroquímicos. Poco tiempo después, un concejal pergaminense presentó un proyecto al respecto que, lamentablemente, tenía poco sustento técnico. En ese momento se conformó una red de trabajo orientada a consensuar un anteproyecto sobre aplicaciones periurbanas. El seleccionado que integró el equipo contó con representantes de la Sociedad Rural de Pergamino, de la Asociación de Ingenieros Agrónomos del Norte de la provincia de Buenos Aires, de la Universidad Nacional del Noroeste de la provincia de Buenos Aires (Unnoba), del CREA Pergamino, del CREA Arroyo del Medio, de la Regional Pergamino-Colón de Aapresid, de la Federación de Distribuidores de Insumos Agropecuarios, de Casafe, de la Cámara Empresaria de Distribuidores de Agroquímicos, Semillas y Afines Bonaerense (Cedasaba), de Rizobacter (empresa cuya sede central está localizada en Pergamino) y de Pulverizaciones La Noria. “Solicitamos información a los técnicos de la Unidad de Investigación y Desarrollo de CREA, quienes nos contactaron con referentes de otras zonas que ya habían trabajado en el tema”, comenta Michael Dover, integrante del CREA Arroyo del Medio, quien participó del seleccionado pergaminense. “Alejandro Almasqué, del CREA 30 de Agosto-Mari Lauquen, y Patricio Bosch y Esteban Bilbao, integrante y coasesor del CREA Loberías Grandes, nos facilitaron información técnica que resultó muy útil; nos brindaron una ayuda fantástica”, añade. La primera reunión se realizó en las oficinas que César Belloso –presidente de Aapresid– tiene en la ciudad de Pergamino. Allí se definió un plan de acción para estudiar el problema y proponer un marco de ordenamiento a las autoridades del Concejo Deliberante de dicho partido bonaerense. A partir de ese momento se realizaron reuniones semanales que significaron un contacto permanente entre todos los involucrados. El objetivo fue elaborar un anteproyecto lo más sintético posible.
Propuesta A comienzos del mes de junio, el grupo de trabajo convocó a una conferencia de prensa. “Manifestamos que no estábamos de acuerdo con el proyecto presentado, por falta de sustento técnico, y que íbamos a presentar una propuesta alternativa que
beneficiara a toda la comunidad”, explica Dover. El 13 de junio, el grupo presentó formalmente un pedido de audiencia ante las comisiones del Consejo Deliberante involucradas en la cuestión. A fines de ese mismo mes, un grupo de jóvenes de la regional local de Federación Agraria (FAA) organizó en la sede de la Unnoba una charla abierta para exponer datos técnicos sobre aplicaciones de agroquímicos. Entre los expositores se incluyó a Daniel Leiva, del INTA Pergamino (uno de los principales especialistas argentinos sobre el tema). Se invitó a toda la población y, especialmente, a los concejales pergaminenses. En julio le llegó la citación –por parte de las autoridades de las comisiones del Concejo Deliberante– a cada una de las organizaciones integrantes del grupo de trabajo. Se les solicitó su opinión sobre el proyecto presentado por el concejal pergaminense. Y se aprovechó la ocasión para exponer los contenidos del anteproyecto que estaban terminando de elaborar. A comienzos de agosto, el grupo de trabajo presentó formalmente el anteproyecto ante el Concejo Deliberante (cuyo título es “Manejo responsable de los productos fitosanitarios”). Desde entonces, está siendo tratado en ese ámbito. “Para la redacción final del texto fue fundamental la colaboración de una abogada especializada en derecho ambiental: Analía Balbarini”, relata Dover. El anteproyecto contempla una zona de amortiguamiento en los primeros 100 metros desde el límite de la zona urbana (los establecimientos educativos rurales se consideran como área urbana). Se indica que las aplicaciones terrestres de fitosanitarios en la zona de amortiguamiento
Otra experiencia Referentes agropecuarios de diversas instituciones de la zona de Necochea –CREA, Aapresid, Coninagro, FAA y Sociedad Rural de Necochea– consensuaron un anteproyecto sobre aplicación de fitosanitarios que está siendo evaluado por las autoridades de dicho municipio. La iniciativa propone una zona de resguardo de 50 metros del perímetro de las áreas urbanas –en la cual se prohíbe aplicar fitosanitarios– y una zona de amortiguamiento entre los 51 y los 500 metros en la que “se deberán utilizar las técnicas adecuadas para disminuir el impacto al mínimo (baja presión, alto volumen de agua, adecuado tipo de pastillas, etcétera), con las condiciones ambientales convenientes para una aplicación segura y sin ningún tipo de deriva”. También se indica que en las zonas de amortiguamiento se deberá informar a la autoridad competente 24 horas antes de realizar las aplicaciones. Eso es para aplicaciones terrestres. En lo que respecta a aplicaciones con equipos aéreos, la propuesta dice que “deben efectuarse desde los 2000 metros de las zonas urbanas”.
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deben realizarse sólo con productos de clase toxicológica III y IV según la clasificación del Senasa. Las aplicaciones aéreas –señala el anteproyecto– quedan sujetas a la normativa provincial vigente. “En el anteproyecto se incluyeron croquis de las áreas urbanizadas presentes en todo el partido de Pergamino, con sus respectivas zonas de amortiguamiento, para definir con precisión las áreas involucradas en la norma”, indica Dover. Además, la propuesta dispone una franja de protección a todo curso de agua natural o artificial de hasta 30 metros para un ancho de 10 metros, con una escala progresiva que llega hasta los 500 metros para cursos con anchos superiores a 600 metros.
Detalles
Dover: “El anteproyecto de ley fue resultado de un trabajo en red realizado por muchísimas personas involucradas para dar una respuesta racional a un problema”.
La iniciativa propone crear un registro municipal obligatorio para aplicadores que desarrollen actividad en el ámbito del partido de Pergamino en forma transitoria o permanente ,“sean estos para uso propio o prestadores de servicio, autopropulsados, de arrastre y aéreos”. Se determina que la aplicación de productos fitosanitarios se realizará bajo receta agronómica prescripta por un profesional matriculado. La receta de aplicación para la zona de amortiguamiento requiere de un tratamiento especial: informar con 24 horas de anticipación de su aplicación a la autoridad de control establecida por el municipio. El anteproyecto también dispone la creación de un registro municipal de apicultores, el cual “se encontrará disponible en los sistemas informáticos de Internet, actualizado por el municipio, de manera que, cuando existan colmenares ubicados en lotes por tratar con productos fitosanitarios en forma aérea o terrestre, el aplicador deberá comunicar la realización de la aplicación por medio fehaciente con una antelación mínima de 36 horas a la autoridad municipal correspondiente o en su defecto al apicultor registrado, para que pueda tomar las medidas de protección pertinentes”. “El anteproyecto fue resultado de un trabajo en red realizado por muchísimas personas involucradas para dar una respuesta racional a un problema. En ese sentido, el ámbito CREA nos brindó un soporte técnico enorme para poder evaluar las distintas herramientas que finalmente permitieron consensuar un documento”, concluye Dover. f CREA
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Buenas prácticas para pulverizaciones en cultivos de verano Controles en equipos terrestres y aéreos Definir una correcta estrategia de pulverización implica armonizar aspectos vinculados con la terapéutica vegetal, la mecánica de aplicación, las condiciones meteorológicas y la responsabilidad ambiental. Si el trabajo interdisciplinario es correcto, se podrán elaborar protocolos de aplicación que permitirán optimizar estas variables.
Terapéutica vegetal Si bien en los marbetes de los agroquímicos se establecen algunas pautas de aplicación, a veces
pueden ser poco específicas. Por ello muchas veces se requiere el aporte de un especialista que aporte su conocimiento y experiencia para definir las variables de aplicación. Uno de los parámetros más importantes es la concentración del producto y la cobertura del blanco. Las sugerencias de la FAO publicadas en 1987 sobre la cantidad de impactos por centímetro cuadrado en base al tipo de acción merecen una actualización, teniendo en cuenta la cantidad de drogas que se han desarrollado desde entonces (cuadro1).
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Los valores históricos sugeridos por FAO no incluyen el tamaño del objetivo; por lo tanto, cualquier consideración debería contemplar la mayor exigencia de cobertura que demandan los blancos que ofrecen poco flanco o área de impacto, siendo las gramíneas incipientes el mejor ejemplo. En este sentido, se puede mencionar el pelo de chancho; se dice que es duro de matar, cuando en realidad lo difícil es pegarle; una prueba de ello es que en aquellos sitios donde el pulverizador pisa el pelo de chancho y lo acuesta, su flanco mejora y el producto actúa mejor. Es en este punto donde es necesario un aporte enriquecedor de todos los involucrados en el área de terapéutica vegetal.
Mecánica de aplicación Cuando se elige el pico para una aplicación, se suelen tener en cuenta consideraciones que poco tienen que ver con la terapéutica. En general, la mayor preocupación es el rendimiento operativo, donde la velocidad y el caudal de campo son clave, ya que determinarán su capacidad de trabajo diaria. Otro aspecto considerado es el daño eventual que se puede infligir a un lote lindero, ya que habrá que asumir los costos por el perjuicio provocado. Sin embargo, poco tienen que ver estas variables con las demandas de la terapéutica y pocas veces se dan instrucciones precisas para hacer las aplicaciones. El aplicador es como la enfermera que aplica una inyección. El médico define la droga por utilizar, la dosis,la frecuencia y la forma de aplicación (endovenosa, subcutánea o intramuscular). Del mismo modo en que no sería razonable que fuera la enfermera quien decidiera la metodología de aplicación, tampoco lo es dejar en manos del aplicador la definición de la estrategia de aplicación. La enfermera sólo debe saber cuál es la mejor aguja para aplicar la droga solicitada y saber inyectar de la mejor manera. En el campo, son las gotas las que finalmente serán responsables de llevar los principios activos hacia el blanco, y todos los actores involucrados deberían conocer el tamaño de gota que generan los picos elegidos para pulverizar. El criterio de selección del tamaño de gota estará basado, entre otras cosas, en las variables climáticas y en consideraciones terapéuticas y ambientales. El cuadro 2 resume cómo se modifican las distin-
tas variables en función del tamaño de la gota. La elección de picos que eroguen gotas muy finas permite lograr buenas coberturas del blanco con bajos volúmenes de aplicación, pero con riesgos ambientales muy altos. La generalización de bajos volúmenes de aplicación, de la mano de gotas muy finas, ha ocasionado un sinnúmero de incidentes. En Europa, donde la problemática ambiental es creciente, se han desarrollado normativas muy estrictas sobre el particular, siendo excluyente el uso de picos de aire inducido o venturi, cuando el riesgo ambiental es elevado. Por ello no sorprende que los fabricantes hayan avanzado en la oferta de este tipo de picos en todas sus concepciones: abanico plano, doble abanico, cono hueco, tipo turbo, rango extendido, etcétera. Algunas de las normas e institutos que legislaron sobre el particular son Lerap, en Gran Bretaña (www.pesticides.gov.uk); Irstea, en Francia(www. irstea.fr); JKI, en Alemania (www.jki.bund.de), y TCTen Holanda (www.heldeskwater.nl). Desde ya, utilizar gotas de esta fracción (gruesas y ultra gruesas) implica, por lo general, aplicar volúmenes de agua muy importantes, pero en esas latitudes la seguridad ambiental es quien manda.
Condiciones meteorológicas • Viento. Todas las aplicaciones se efectúan al aire libre; por ende, será el clima quien defina las variables de aplicación. Tradicionalmente, el viento solía ser considerado un enemigo de las pulverizaciones y aún hoy es común que muchos encargados suspendan la
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aplicación ante la ocurrencia de vientos fuertes. Sin embargo, dada la diversidad de picos y el tamaño de gotas posibles, hoy se puede trabajar muy bien aun con condiciones adversas; incluso es más peligrosa la ausencia total de viento, que aumenta las probabilidades de que se produzca una inversión térmica (lo que ocurre durante la puesta del sol). • Temperatura y humedad relativa. Muchas zonas agrícolas se encuentran en regiones donde la elevada temperatura y la baja humedad relativa conspiran contra el resultado de las aplicaciones, ya que, a la baja receptividad de los cultivos (estomas cerrados) se le agrega la poca exposición de las plagas, que suelen refugiarse en los estratos inferiores de los cultivos y resultan, por ende, más difíciles de alcanzar cuando se trabaja con productos de contacto. Independientemente de que se utilice un tamaño de gota que no se evapore o de que se coloquen aceite y coadyuvantes, habrá aplicaciones que quedarán seriamente comprometidas; sólo las pulverizaciones nocturnas ofrecen revancha. Por suerte, con los pilotos y mapeadores actuales es posible hacer excelentes aplicaciones nocturnas, aumentan-
do la capacidad de intervención de los equipos. En algunos grupos técnicos se han elaborado protocolos donde se consideran todas estas variables y se indica el pico, el volumen de agua, la presión de trabajo y la velocidad del equipo, siendo responsabilidad del aplicador cumplir con el protocolo pautado.De esta manera se le da al aplicador la indicación que le falta a la receta: la metodología de aplicación. En el cuadro 3, se presentan distintas estrategias a modo de ejemplo. En este se omiten los picos seleccionados para evitar menciones comerciales, se resume toda la discusión y se definen las variables climáticas y terapéuticas analizadas. Estos protocolos deben ser dinámicos y adaptarse a la problemática regional de pulverización.Seguramente una mejora sería introducir la variable riesgo ambiental, donde se contemplen estrategias especiales frente a zonas periurbanas, poblaciones, escuelas y recursos hídricos.De esta manera, se eliminaría un alto grado de incertidumbre en las pulverizaciones agrícolas. f CREA Ricardo Martínez Peck Consultor en maquinaria agrícola
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Nutrici贸n mineral del ganado Principales deficiencias por corregir en Chaco y Formosa
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Una adecuada nutrición de los animales exige que reciban una dieta balanceada en proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas y minerales, elementos imprescindibles para el crecimiento y producción del ganado. Respecto de los minerales, estos se clasifican en macroelementos o minerales mayores, y microelementos u oligoelementos.
Requerimientos Los macroelementos son minerales que los vacunos requieren en cantidades considerables (gramos por día) y tienen, por lo general, una función plástica (forman parte de los huesos, músculos y tendones). Incluyen el fósforo, el calcio, el magnesio, el potasio, el sodio, el cloro y el azufre. En cambio, las necesidades de microelementos son muy reducidas (miligramos por día) y ejercen, en general, una función reguladora del metabolismo. Entre ellos figuran el cobre, el zinc, el selenio, el manganeso, el hierro, el yodo y el cobalto.
Diagnóstico La detección precoz de las deficiencias minerales de los animales en pastoreo exige, por lo general, el análisis químico de muestras de suelo y pastos, y otras de origen animal (sangre, hígado, hueso, saliva, leche). El diagnóstico clínico se puede hacer en pocas ocasiones, ya que las primeras manifestaciones son comunes a cualquier deficiencia (alteración del apetito y baja producción). El animal afectado muestra síntomas específicos cuando la deficiencia es muy marcada o de larga duración; es decir, cuando el perjuicio económico ya se ha producido. Investigaciones del INTA Colonia Benítez realizadas en esa región permitieron detectar deficiencias de sodio en vacunos que ingerían tierra en la zona de El Colorado, Formosa (albardón del río Bermejo), y en Las Breñas, Chaco. Se han encontrado bajos niveles de fósforo en muestras de pastos provenientes del plano de inundación del río Paraguay (suelos lavados), especialmente en la provincia de Formosa. Entre los microelementos, se han detectado niveles bajos de cobre en muestras de forraje, en hígado y en sangre provenientes del este del Chaco y del este y centro-este de Formosa. En muchos casos, la deficiencia de cobre fue tan marcada que el diagnóstico se pudo realizar clínicamente, observándose decoloración del pe-
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laje, diarrea, pérdida de estado, fracturas óseas y problemas de fertilidad en las hembras bovinas. En los ovinos y caprinos jóvenes, la falta de cobre produce falta de coordinación del tren posterior. Se observó que el forraje del este de ambas provincias presenta niveles de zinc y de selenio inferiores a lo recomendado para los rumiantes. En esta área, también se detectó una deficiencia de yodo en terneros y cabritos.
Cómo suplementar Las formas más utilizadas de suplementación son por vía inyectable y mediante el suministro en bateas. Su elección dependerá del tipo de deficiencia y del sistema de manejo. Si se suplementa con harina de hueso y sal, y se observa un buen nivel de consumo (30 a 60 g/animal/día), lo aconsejable es agregar a esta mezcla las cantidades recomendadas de cobre, zinc, yodo, cobalto y selenio (ver cuadro 1). Si no se ofrece ningún tipo de suplemento, se pueden suplir potenciales deficiencias ofreciendo una mezcla mineral completa, o bien puede solicitarse un diagnóstico de la situación mineral del establecimiento para luego suplementar. El suministro en bateas puede utilizarse ante cualquier deficiencia y es casi insustituible en situaciones de carencia de macroelementos. En cambio, los requerimientos de microelementos, que se ofrecen en dosis bajas, generalmente exigen que su administración se efectúe por vía inyectable, con la precaución de elegir productos que posean una concentración adecuada del mineral deficiente y un efecto de larga duración. Por ejemplo, los inyectables que suplen la deficiencia de cobre deben contener 50 a 200 miligramos del mineral por dosis y ser de absorción lenta; con estos requisitos cabe esperar que su efecto cubra la deficiencia por un lapso de dos a cuatro meses. No es conveniente utilizar la vía inyectable ante la deficiencia de macroelementos (sodio, fósforo, potasio y azufre); en estos casos, la cantidad por suministrar y la necesidad de hacerlo diariamente torna más recomendable su provisión en bateas. Una excepción la constituyen el calcio y el magnesio cuando su aplicación es prescripta en casos de animales caídos con hipocalcemia o hipomagnesemia. Frente a deficiencias de cobalto, tampoco debe utilizarse la vía inyectable, puesto que este mineral sólo es efectivo por vía oral.
La mayoría de las mezclas minerales que se comercializan en la zona norte del país están constituidas por harina de hueso y sal común; ellas sólo garantizan un buen aporte de calcio, fósforo, sodio y cloro. Dados los antecedentes disponibles, se considera que una buena mezcla debe contener, además, microelementos como zinc, cobre, yodo, cobalto y selenio. A modo de ejemplo, en el cuadro 1 se ofrece la fórmula de una mezcla mineral recomendada para bovinos de la zona. Su contenido se expresa de dos maneras: en porcentaje del mineral y en la cantidad del compuesto que lo aporta. Esta información debería figurar en la etiqueta del producto, a fin de poder evaluar la mezcla que se adquiere. En caso de duda, se debe consultar siempre con un asesor técnico. La incorporación de magnesio y de azufre debe efectuarse sólo en caso de deficiencia de estos elementos. En cambio, la administración de hierro y manganeso no es recomendable, ya que se encuentran en exceso en los pastos del este de Chaco y Formosa.
Consumo El consumo esperado de una buena mezcla por parte de los bovinos es de 30 a 60 gramos por día, dependiendo de la categoría animal, de la composición mineral y, sobre todo, de la palatabilidad de la mezcla. En ocasiones, se observa que los animales prácticamente “no tocan” la mezcla mineral. El bajo consumo puede deberse a que el bovino satisface sus requerimientos de sodio por el alto contenido de sales presentes en el agua de bebida o en los pastos. Entonces, es necesario reducir el contenido de sal común y reemplazarla por grano molido o melaza, para incrementar el consumo voluntario. En el mercado existen mezclas minerales con bajo contenido de sal especialmente formuladas para estos casos.
Recomendaciones La distribución de las bateas se puede utilizar para mejorar el pastoreo, colocándolas en lugares poco frecuentados o cambiándolas de sitio cuando se observe una buena utilización del forraje. Es aconsejable techar los comederos para evitar el arrastre de minerales provocado por las lluvias. En lo posible, se debe evitar el uso del metal como material de construcción, ya que la sal lo corroe.
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La mezcla debe distribuirse una vez por semana; como máximo, una vez cada 15 días. Conviene utilizar un comedero cada 50 a 100 cabezas. Una batea de 25 kilos de capacidad alcanza para cubrir las necesidades de 50 vacas, si la mezcla se distribuye cada semana. El consumo de la mezcla mineral puede variar a lo largo del año, por lo que se debe estar atento para regular la distribución. Es necesario que los animales dispongan de suplementos minerales en buen estado de conservación todos los días. La parte no consumida debe ser eliminada. Nunca debe pensarse que el animal no come la mezcla mineral porque no lo necesita. Se ha probado experimentalmente que, muchas veces, el consumo de un suplemento mineral está determinado por su palatabilidad y no por su composición química. f CREA
Osvaldo Balbuena INTA Colonia Benítez
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El cerebro en la escuela En una época signada por el auge de la tecnología, la tarea de formar a las nuevas generaciones exige, cada vez más, planteamientos pedagógicos que incorporen la dimensión emocional en los procesos de aprendizaje Desde hace varios años, el Movimiento CREA lleva adelante el programa EduCREA, que tiene como propósito realizar una activa contribución al desarrollo de la educación en la Argentina. El proyecto pone el acento, sobre todo, en la mejora de la calidad educativa de las comunidades con las que se vinculan los grupos CREA, a través del padrinazgo de escuelas, del aporte de metodología, donaciones, pasantías y capacitación docente, entre otras actividades.
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Recientemente, se desarrolló en Trenque Lauquen la Primera Jornada de Neurociencias aplicadas a la Educación impulsada por el proyecto EduCREA junto con los grupos de la región Oeste Arenoso. Durante el encuentro, que reunió a más de 350 docentes y productores, disertaron Facundo Manes, director del Instituto de Neurología Cognitiva de la Fundación Favaloro, seguido por Sonia Fox y Lucila Dighero, especialistas en Educación y docentes de la Universidad de San Andrés. Juntos reflexionaron acerca del modo en que se desarrolla la construcción del saber en el aula y los procesos biológicos del cerebro que facilitan el aprendizaje, en el entendimiento de que este conocimiento abrirá el camino al desarrollo de prácticas que contribuyan a una mejora de la calidad educativa.
Decisiones emocionales Manes propuso incorporar las emociones, además de lo racional, durante el proceso de aprendizaje de los alumnos en la escuela. Para justificar esa necesidad, se explayó sobre los fenómenos que gobiernan la actividad cerebral. “Durante mucho tiempo, conciencia, memoria y sueños fueron conceptos limitados al campo de la filosofía o de la religión. Hoy la neurociencia estudia la actividad cerebral en forma multidisciplinaria con el apoyo de la tecnología, estudios genéticos e imágenes cerebrales”, relató Manes. “El cerebro está en todo. Los líderes nos gobiernan con sus cerebros y nosotros votamos gracias a los nuestros. Por esta razón, cualquier avance en el ámbito de la neurociencia impactará finalmente en la política. Pero así como impacta en política, también lo hace en la economía, en la producción y en la educación, porque un maestro también es un cerebro que transmite un mensaje a otros”, explicó. En materia política, un estudio reveló que los seguidores más radicalizados de un partido político tienden a exacerbar las contradicciones del candidato rival, al que critican ferozmente, a la vez que minimizan las fallas de sus propios líderes. “Cuando alguien está decidido por un candidato, hay pocas posibilidades de que cambie su intención de voto. Por eso, los analistas se concentran en los indecisos, ya que pueden revocar una elección”, precisó. Manes explicó que esto ocurre porque las decisiones del hombre están basadas principalmente
en emociones y en la memoria, antes que en la razón. Así, al momento de seleccionar un empleado para su establecimiento, un empresario podrá inclinarse por un postulante que le recuerde a un amigo entrañable, aunque luego justifique su elección por algún curso de capacitación que aquel hubiera realizado. La emoción guía cada una de nuestras conductas. De acuerdo con un estudio desarrollado por el psicólogo Paul Ekman, pionero en el estudio de las emociones, se constató que una tribu sin ningún tipo de contacto con otras culturas podía identificar la tristeza, la alegría o el enojo en el rostro de personas procedentes de distintos lugares del mundo. Esto ocurre porque existen ciertas emociones básicas que se expresan a través de un rasgo facial característico, ya que poseen circuitos neuronales específicos. Las emociones primarias están en nuestro ADN y esto nos permite reconocerlas en todo el mundo. Además, el hombre es el único ser vivo capaz de revisar el pasado e imaginar el futuro, lo que da lugar a la ansiedad, considerada la psicopatología contemporánea más frecuente. “Es razonable sufrir ante ciertos cambios corporales o si somos víctimas de un asalto. Pero experimentar esas mismas emociones por obra y gracia de la imaginación, es resultado de la actividad cerebral. El cerebro es el único órgano que puede imaginar el futuro, generar patologías y ver peligros donde no los hay”, reveló Manes. La emoción es importante para la toma de decisiones, pero también lo es para la memoria, porque mantiene vivo el recuerdo. Sólo recordamos aquello que nos emociona, y esto facilita la toma de decisiones. “La historia de la humanidad es un compendio de decisiones emocionales. Ante la presencia de un adversario o de un admirador, se experimentan celos, envidia y ambiciones desmedidas que influyen en las determinaciones que adoptamos”, señaló. “Lamentablemente, tenemos a mano un triste ejemplo que resume la influencia de las emociones en la toma de decisiones. Desde el punto de vista económico, tecnológico y de los recursos humanos, hoy se dispone de herramientas que permitirían acabar con el hambre en el mundo. Sin embargo, esa decisión, con la que nadie estaría en desacuerdo, exige que los líderes tomen decisiones racionales, lo cual jamás sucede porque los delirios de grandeza ejercen su poderosa
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desarrollo de ciertas capacidades analíticas que se relacionan con algunos aspectos de la vida, pero no con todos”, explicó. Por esta razón, es necesario impulsar el trabajo en equipo. Cuando se trabaja en conjunto y bien, el coeficiente intelectual del equipo siempre supera la suma de los perfiles individuales. “Un grupo que trabaja bien puede encarar cualquier proyecto, con el éxito prácticamente asegurado, independientemente del segmento al que se dedique”, agregó. Otro factor de éxito es que los grupos sean mixtos; si bien no está constatado plenamente, se cree que la mujer aporta una forma de regulación empática y emocional más global que la del hombre.
Hacia un aprendizaje emocional Facundo Manes. influencia. Por eso, pensar la historia de la humanidad en términos exclusivamente racionales es un error; las guerras y los holocaustos son la mejor prueba de ello”, graficó.
Inteligencia y trabajo en equipo Manes también consideró cómo aprovechar mejor la inteligencia de los alumnos mediante el trabajo en equipo. La vida social y la toma de decisiones son reguladas por los lóbulos frontales del cerebro. Este descubrimiento se produjo a raíz de un hecho fortuito: en 1848, Phineas Gage, un capataz de ferrocarril, sufrió un accidente que afectó esa parte de su cerebro. En lo que constituyó un hito para la ciencia, se descubrió que, pese al accidente, el coeficiente intelectual, la memoria y la atención permanecían intactos. Sin embargo, el hombre meticuloso, laborioso, cultor de la fe y de la familia se había transformado en una persona desinhibida e impulsiva. Este hecho reveló que las dificultades para la toma de decisiones no podían explicarse por un déficit de la racionalidad, sino por una alteración de los circuitos emocionales. “Cada paso que da la neurociencia constituye un profundo cambio para la humanidad. Se pueden manejar la ansiedad, la depresión; se pueden comprender diversos mecanismos neuronales, pero aún queda mucho camino por recorrer en el estudio del cerebro”, aseguró Manes. “Por ejemplo, el coeficiente intelectual mide ciertos aspectos de nuestra inteligencia e indica el
Sonia Fox y Lucila Dighero son dos especialistas del mundo educativo que desde hace varios años están abocadas a determinar la importancia de lo emocional en el proceso de educación formal de las personas. Durante la Jornada de Neurociencias aplicadas a la Educación aseguraron que “comprender cómo funciona el cerebro puede abrir nuevos caminos para mejorar las políticas y las prácticas educativas”. “Tradicionalmente, la escuela sintetizaba el dominio de lo cognitivo. No se permitía la expresión libre de los sentimientos. No se tenía en cuenta la vida emocional del docente ni la del alumno, a pesar de que la práctica y los métodos de trabajo funcionan sobre la base de la generación de emociones”, criticó Fox. Hoy, el viejo paradigma de la escuela tradicional está cambiando. “Nos encaminamos hacia un paradigma lógico-emocional. Lo racional está y la escuela se ocupa de ello al enseñar, pero hay que incorporar la dimensión emocional que siempre está presente”, desafió. En los proyectos institucionales siempre se habla de educar al alumno en forma integral. Sin embargo, ¿cuánto se trabaja en áreas que tienen que ver con la conciencia de uno mismo por parte de los maestros? “La profesionalización docente implica entender qué nos pasa en el aula como personas, además de nuestra tarea docente. Trabajar las habilidades socio-emocionales permite mejorar los procesos de aprendizaje, favorece el bienestar de los alumnos y reduce la aparición de conductas disruptivas”, aconsejó. Desde hace muchos años, diversos autores vienen proponiendo incluir estas destrezas en el aula y en
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Regulación emocional Ante una misma situación, pueden tener lugar diferentes reacciones en los niños. Hay que estar atentos a las conductas fuera de lugar, ver por qué se generó una reacción desmedida y con qué se asocia. Por lo general, se pretende que los niños sean capaces de controlar y de regular sus emociones. Sin embargo, lo primero que hay que hacer es enseñarles a reflexionar sobre ellas, analizar lo que sienten y ver qué pasa con el propio enojo. Si los chicos se dan cuenta de que se están enojando, pueden hacer algo al respecto. En este sentido, hay ciertas actitudes de los adultos que pueden ayudarlos a manejar sus emociones y a expresarlas de modo adecuado: • Identificar las emociones. Los niños se expresan a través de conductas. Los adultos pueden intervenir verbalizando lo que el niño está sintiendo. • Conectarse con las propias emociones y aceptar los sentimientos que las acompañan. Los adultos pueden ayudar a los niños a que aprendan a admitir lo que sienten. • Expresar las emociones de una manera apropiada. Los adultos deben conocer y enseñar modos adecuados para expresar lo que sienten. • Tener la capacidad de manejar los sentimientos propios y ajenos. Los adultos deben ayudar a los niños a fomentar el entendimiento y el respeto por los sentimientos ajenos.
el quehacer cotidiano de los docentes. “Dicen que tenemos un vocabulario pobre en emociones y que es necesario trabajarlas tempranamente para que los niños dispongan de más herramientas para identificar su propia frustración, irritación o enojo”, alertó. Las emociones impactan sobre las personas. Algunas lo hacen positivamente y otras en forma negativa. “La cuestión reside en el modo en que
se expresa esa emoción, que muchas veces aflora de manera inadecuada. El propósito de una buena educación es permitir que se cultive lo mejor y se reprima lo peor de la naturaleza humana”, señaló Dighero. “Cuanto más sepamos sobre las emociones, mejores decisiones podremos tomar en el aula. Vamos a generar un ambiente positivo que predisponga a los alumnos a trabajar”, señaló Dighero. “Antes, los neurocientíficos hacían investigaciones de manera individual; ahora hay una interacción dinámica con los educadores; se trabaja en conjunto para dar respuestas a preguntas reales y a diferentes situaciones de enseñanza”, agregó.
Relación docente-alumno En otro tramo de su exposición, Dighero abordó la cuestión de la motivación: un estudio desarrollado en EE. UU. permitió determinar que niños de tres años pueden aprender una lengua distinta de la materna siempre y cuando exista contacto personal con quien se las enseña. Alternativas como videos o audios no dieron el mismo resultado. El estudio demostró que el contacto personal es una de las fuentes de la motivación y despierta el interés del niño, constituyendo el primer mecanismo de ingreso a la memoria. Esta conclusión destaca la importancia del rol del docente, dado que el contacto personal jamás podrá será sustituido por el e-learning. El estímulo que un alumno recibe está influenciado por su contexto, por su experiencia y por sus
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conocimientos previos. El cerebro cambia constantemente e incorpora aspectos académicos, conversaciones, valores, emociones, traumas, acciones, sonidos, imágenes y ejemplos a lo largo de toda la vida. “Se aprende más de lo que se ve que de lo que se dice. Cuando les pedimos a los chicos que no griten y lo hacemos gritando, no aportamos coherencia ni ejemplo”, criticó Dighero. Por último, Fox destacó la importancia de desarrollar en los alumnos la capacidad de postergar la gratificación inmediata en pos de una recompensa mayor. “Es muy importante trabajar este tema en el aula, ya que esta posibilidad de autocontrol de los alumnos está más asociada con el rendimiento académico que el coeficiente intelectual o las habilidades lectoras o matemáticas”, detalló. También señaló que está probado que las personas que poseen estas habilidades de tipo socio-emocional cuentan con ventajas.
“La miopía respecto del futuro y el sacrificio de renunciar a una recompensa inmediata no sólo se aplican a la neurología y a la educación, sino también al país. En la medida que recuperemos una mirada que supere los límites biológicos, podremos construir una sociedad mejor. Y los docentes son los mejores arquitectos de esa construcción”, explicó. “Sin embargo, no son los únicos”, advirtieron tanto Fox como Dighero. “Es imprescindible el acompañamiento de las autoridades y también de la familia. Paralelamente, esa mejor arquitectura de la educación sólo será viable con “edificios adecuados, materiales didácticos y cantidad suficiente de libros y recursos en la biblioteca; también se requiere autonomía de gestión, relación óptima de alumnos por profesor en cada aula, ningún tipo de segregación y un ambiente emotivo favorable para el aprendizaje”. f CREA
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Prevenci贸n de incendios en cosechadoras La granza y el polvillo que rodean la maquinaria son materiales altamente combustibles cuando toman contacto con piezas del motor que trabajan a alta temperatura
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Este tipo de siniestros es ocasionado, normalmente, por chispas generadas por el motor o por recalentamiento de partes de la máquina que toman contacto con la paja o granza que se acumulan en el ambiente que rodea la cosechadora. La paja y la granza son materiales muy combustibles cuando se ponen en contacto con elementos que trabajan con alta temperatura, como ocurre con muchos órganos de la cosechadora. El fenómeno de incendio de cosechadoras en pleno trabajo, que involucra su destrucción total o parcial, está aumentando principalmente en la cosecha de trigo y soja. En la actualidad, más de
100 cosechadoras por año sufren principios de incendio que son sofocados a tiempo; 30 sufren daños considerables, y más de 20 unidades sufren la destrucción total. Estos siniestros, además de generar una gran pérdida económica, constituyen a menudo el principio del incendio del lote que se está cosechando, principalmente cuando se trabaja sobre trigo, que debe ser sofocado por los mismos productores o bomberos de la zona. Las compañías de seguros brindan pólizas que cubren los daños que pudiera ocasionar el incendio, pero como la frecuencia de estos siniestros
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Incendio del lote ¿Qué ocurre cuando por efecto del fuego desaparecen total o parcialmente los rastrojos acumulados en la superficie? Entre las principales propiedades químicas del suelo que son alteradas por el fuego, figuran las siguientes: • Liberación de elementos minerales por descomposición acelerada del material orgánico. El contenido de fósforo, potasio, calcio, magnesio y sodio se ve incrementado a causa de una rápida mineralización y de un aumento en la solubilidad de estos. • Efecto sobre la reacción del suelo. El fuego disminuye la acidez en los horizontes superficiales debido a la gran acumulación de cenizas ricas en elementos básicos, tales como potasio, calcio, magnesio y sodio (bases de cambio). • Cambios en la conductividad eléctrica. El aumento de sales incrementa significativamente este factor. El principal efecto sobre las propiedades físicas del suelo es la destrucción de la materia orgánica, responsable de la estructura del suelo. Disminuyen el movimiento del agua y la aireación, la densidad aparente se incrementa y la permeabilidad decrece. Todos estos efectos traen aparejadas las siguientes consecuencias indirectas: • Se pierde el agua almacenada en los primeros 20 centímetros desde la superficie. A modo de ejemplo, un suelo que tiene un 15% de agua acumulada puede perder una lámina de 20 milímetros. Está comprobado que por cada milímetro de agua en el suelo se producen 17 kg/ha de maíz o 7 kg/ha de soja. Dependiendo de las condiciones climáticas que tengan lugar durante el ciclo de los cultivos futuros, la infiltración del agua de lluvia puede verse dificultada por la destrucción de la estructura superficial del suelo (por el arrastre de las cenizas y otras partículas finas). Al quedar los poros obturados, se genera una compactación que impide su penetración. Como consecuencia, la escorrentía superficial aumenta considerablemente. • Se calcula que la quema de rastrojos de trigo provoca la desaparición de 100 a 200 kg/ha de nitrógeno. Si consideramos que para producir una tonelada de maíz por hectárea se necesitan 20 kg/ha de nitrógeno, se pierde una cantidad suficiente para producir 5 a 10 t/ha de grano de maíz. En algunos casos, en años posteriores a la quema de rastrojos, se han detectado reducciones de 35 a 45% del rendimiento del cultivo. Estas observaciones adquieren especial importancia en la Argentina, ya que el 81% del área cultivada se realiza en siembra directa continua, con un 65% de la superficie ocupada por la soja, mientras que los principales cultivos capturantes de carbono y que presentan raíces estructurantes de suelo son el trigo y el maíz, por lo que su rastrojo es fundamental para la sustentabilidad del sistema. La falta de rastrojos favorece la erosión eólica e hídrica, situación que puede agravarse en virtud de los vientos y del tipo de pendiente del suelo. Por las razones mencionadas, la elevada frecuencia de incendios de rastrojos de trigo ocurridos durante la temporada seca en la pampa semiárida generó gran preocupación en las últimas campañas, no sólo por la pérdida del rastrojo, sino por su efecto sobre el suelo y sobre los cultivos subsecuentes a su ocurrencia.
es muy elevada, las primas se encarecen cada día más, constituyendo un costo que incrementa el precio total de la cosecha en la Argentina.
Causas Aun cuando se utilizan los mismos modelos de cosechadoras en todo el mundo, la frecuencia de incendios en nuestro país es mayor por una razón muy sencilla: la Argentina es el único país que posee el 81% del área cultivada con siembra directa. Esto justifica la necesidad de realizar una distribución pareja del rastrojo que sale de la cosechadora para establecer una cobertura eficiente. Por este motivo, en nuestro país se utilizan esparcidores de granza de doble plato. Debido al diseño, las nuevas cosechadoras axiales presentan una corta distancia entre ejes y tienen el motor ubicado sobre la cola de la máquina, lo que determina que el radiador y el aire acondicionado estén ubicados también en la parte posterior de la cosechadora. Por esa razón, en ese lugar se ubica la toma de aire del turbo refrigerador. Este diseño, en el que los chupadores de aire se sitúan en esa posición, provoca que la aspiración de aire se realice en un ambiente rodeado de polvo y finas partículas de granza que sortean los filtros y terminan ingresando en el interior del motor. Cuando esta corriente de aire con partículas de granza y polvo fácilmente inflamables ingresa al motor asistido por turbo, llega a una temperatura de 600 °C, lo que lo convierte en un potencial foco de incendio, sobre todo si hay cerca alguna manguera que alimenta al motor con gasoil. Es importante aclarar que si bien el riesgo de incendio está siempre presente cuando se trabaja con todo tipo de trilladoras, los siniestros más frecuentes de los últimos tiempos se han producido en cosechadoras de última generación, en su gran mayoría axiales y de origen importado. Esto ocurre, principalmente, porque este tipo de máquinas ha sido desarrollado en países donde la siembra directa es poco frecuente y no existe prácticamente este tipo de problemas.
Cómo evitar incendios 1. Rediseñar y elevar la toma de aire de los radiadores del motor para aspirar aire de un ambiente más limpio de polvo y granza. 2. Proteger el área de ingreso del aire a los ventiladores para que sea filtrado y llegue limpio al motor, evitando deposiciones peligrosas.
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3. Canalizar la parte trasera de la cosechadora con pantallas de goma que encaucen el flujo de paja y granza que sale de los esparcidores ubicados en la cola fuera del área de toma de aire del motor. 4. Limpiar dos veces por día el área del motor de la cosechadora con sopladoras. 5. Evitar toda pérdida de aceite o gasoil del motor. 6. Proteger la cercanía del motor y del turbo de cualquier acumulación de paja y granza, y estudiar su aislamiento con deflectores. 7. Llevar extinguidores de incendio de gran capacidad en la cosechadora y en los acoplados tolva. 8. Tener a mano los teléfonos de los bomberos de la zona, del operador de la cosechadora y del tractorista que trabaja con la tolva. 9. Instrumentar medidas innovadoras que puedan prevenir el incendio de la cosechadora, tales como los sensores de temperatura con alarma o sensores de humo de aviso acústico y visual. 10. Equipar los acoplados tolva con un tanque de 300 litros de agua y una bomba eléctrica de 12 voltios o mecánica que sea alimentada por la toma de potencia, considerando que el operador tolvero puede ser la primera persona que detecte el incendio al estar cerca de la cosechadora (figura 1). Cualquier gasto en equipamiento y mantenimiento para evitar incendios o disminuir el riesgo será una buena inversión. f CREA
El presente artículo es una síntesis del trabajo elaborado por Mario Bragachini y el equipo del Proyecto Agricultura de Precisión y Máquinas Precisas del INTA Manfredi.
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Conservación segura de grano en silos bolsa Monitoreo remoto mediante la medición de dióxido de carbono La medición de la temperatura del grano es la principal herramienta para controlar las condiciones del almacenaje tradicional (silos y celdas) en los establecimientos rurales, en los acopios comerciales y en la industria, puesto que un aumento de aquella se correlaciona en gran medida con un incremento de la actividad biológica en la masa granaria. Desafortunadamente, esta tecnología no resulta útil para monitorear condiciones de almacenaje en silos bolsa, donde la temperatura del grano almacenado sigue el patrón de la temperatura media ambiental, variando con las estaciones. Esto se debe a que las bolsas tienen mayor capacidad de intercambio de calor con el aire del ambiente y con el suelo. La relación superficie/volumen de una bolsa de 180 toneladas es aproximadamente 1,42, mientras que en un silo estándar de metal de la misma capacidad (9 metros de altura y 7 de diámetro), el cociente es 44% menor (0,79). De esta manera, la relación de la temperatura del grano con la actividad biológica puede verse enmascarada por efecto de la temperatura ambiente. A su vez, el ecosistema generado en un ambiente hermético tiene una tasa de respiración disminuida respecto del ecosistema de un silo o celda convencional, por lo que la tasa de liberación de calor del grano en descomposición es distinta.
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El monitoreo del grano almacenado en bolsas mediante el calado tradicional es un proceso bastante fácil de implementar. Sin embargo, cada perforación hecha en la cubierta plástica compromete la hermeticidad del sistema, lo cual limita el número de muestras que se pueden recoger de cada bolsa y la frecuencia de muestreo. Además, este monitoreo es útil para obtener una idea de la calidad total del grano almacenado en la bolsa (humedad, contenido proteico, falling number, etc), pero no es completamente seguro para detectar problemas tempranos de almacenaje (la mayor parte del proceso de descomposición del grano ocurre en sectores muy localizados de la masa del grano, frecuentemente en el fondo de la bolsa, donde la punta del calador tradicional no llega). Otra desventaja de esta metodología es la cantidad de mano de obra y el tiempo implicados.
Monitoreo Los silos bolsa son herméticos y no permiten el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono
(CO2) con la atmósfera. La respiración de los componentes bióticos del granel (granos, insectos y hongos) eleva la concentración de CO2 y reduce la de O2. Por esta razón, el nivel de modificación de los componentes gaseosos del aire intersticial se puede relacionar con la actividad biológica dentro de la bolsa, utilizando dicha medición como herramienta de monitoreo para detectar problemas tempranos de granos dañados. Cardoso et ál. y Rodríguez et ál. estudiaron los principales factores que afectaban la concentración de CO2 en trigo y soja almacenados en bolsas plásticas, estableciendo, además, los valores típicos de concentración para bolsas sin problemas de almacenamiento. En un trabajo realizado por los autores, se analizaron dos metodologías de detección de problemas de almacenamiento de granos en bolsas plásticas basadas en: 1) la evolución de la concentración de CO2 durante el período de almacenamiento y 2) la comparación de la concentración de CO2 de una bolsa particular con la concentración típica de CO2 de trigo y soja almacenados en bolsas sin problemas de almacenaje. El gráfico 1 muestra la evolución de la concentración de CO2 en tres bolsas de soja almacenadas con diferentes humedades: 11,5%, menor a la humedad de recibo; 12,9%, humedad cercana a recibo, y 14,9%, superior a la humedad de recibo (la humedad base para la comercialización de soja en la Argentina es 13,5%). Durante el invierno (julio-agosto), la concentración de CO2 se mantuvo por debajo del 3% para todas las humedades. Al comenzar la primavera, empezó a aumentar llegando a 9 y 10% para las bolsas con 12,9% y 11,5% de humedad, respectivamente. Durante el mes de octubre, la concentración de CO2 se incrementó hasta llegar a 16 y 18% para las mismas bolsas. Posteriormente, el nivel disminuyó hasta 10 y 13%, y se estabilizó hasta diciembre. La bolsa con soja húmeda (14,9%) tuvo una concentración de CO2 por debajo del 2% durante todo el período de almacenaje. Cuando se vaciaron las bolsas que presentaron alta concentración de CO2, se detectó una cantidad significativa de grano con afecciones severas. Una capa de 10 centímetros de espesor en la parte inferior se encontraba afectada como resultado de perforaciones visibles en la base de la cubierta plástica. Las roturas permitieron el ingreso de agua y de aire, creando condiciones favorables para el desarrollo de hongos cuando la temperatura del
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grano se incrementó en la primavera temprana. Por otra parte, la bolsa con soja húmeda no presentó ninguna perforación significativa en la cubierta plástica, por lo que las condiciones de almacenaje seguras se mantuvieron durante todo el período, incluso durante el final de la primavera. Consecuentemente, el grano no mostró evidencias de daños al ser examinado durante la extracción final, en coincidencia con la baja concentración de CO2 registrada. Estos resultados demostraron que el monitoreo de la concentración de CO2 se puede utilizar como herramienta para la detección temprana de problemas de granos dañados en bolsas. Aunque el monitoreo periódico de la concentración de CO2 permite detectar un aumento de la actividad biológica en bolsas durante el almacenaje, a menudo sólo es posible realizar una única medición de la concentración CO2 de la bolsa. En este caso, no existe la posibilidad de comparar los resultados con valores anteriores para determinar si la actividad biológica se incrementó o si la condición de almacenaje del grano se volvió insegura.
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En estas situaciones es necesario realizar otro tipo de aproximación para relacionar la concentración CO2 con la condición de almacenaje del grano. El gráfico 2 revela que la concentración media de CO2 para bolsas de trigo en condiciones apropiadas de almacenaje fue significativamente más baja que la concentración media para las bolsas con evidencias de grano afectado. Con humedades inferiores a 13%, la diferencia entre las dos curvas fue de cerca de 10 puntos porcentuales de CO2, mientras que para 16% de humedad, aquella se redujo a 7,5 puntos porcentuales. En las bolsas de
trigo que estuvieron por debajo de 16% de humedad, se observó que el grano afectado se localizó en las capas inferiores. En estas bolsas se observaron varias perforaciones en la cubierta plástica, lo cual permitió la entrada de humedad (por las precipitaciones) y de aire. Las perforaciones fueron causadas por peludos y otros animales, o como consecuencia de haber armado la bolsa sobre residuos de la cosecha anterior (si no se adoptan los cuidados apropiados durante la operación de armado y llenado de la bolsa, los vástagos pueden perforarla). Otra causa de deterioro del grano estuvo relacionada con deficiencias en el cierre del extremo de la bolsa, lo que permitió el ingreso de humedad y aire al sistema. Finalmente, algunas bolsas armadas sobre terrenos bajos resultaron inundadas después de una precipitación intensa. Por otra parte, en circunstancias en las que el trigo se almacenó por encima de 18% de humedad, el grano resultó afectado, aun cuando no hubiera ocurrido ninguna rotura o falla en la confección de la bolsa. El grano de trigo excesivamente húmedo dio lugar a una elevada actividad de hongos que provocaron una descomposición generalizada. En estas bolsas, se observó cierta acumulación de humedad en la parte interior, incluso sin perforaciones visibles. Se sospecha que ocurrió un proceso de condensación de humedad debido a la diferencia de temperatura entre el día y la noche. La recurrencia de este proceso podría haber dado lugar a una significativa acumulación de agua en el interior de la cubierta plástica y haber determinado que sea afectada una importante cantidad de grano.
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El gráfico 3 muestra que la media de la concentración de CO2 en las bolsas de soja con condiciones de almacenaje apropiadas fue significativamente más baja que la concentración media en las bolsas con evidencia de grano afectado. Las primeras presentaron siempre valores por debajo del 4%, y no mostraron una tendencia al aumento con el incremento de la humedad. En cambio, las bolsas con evidencias de grano dañado dieron lugar a concentraciones de CO2 de entre 6 y 18%. En contraste con los datos obtenidos en trigo, en soja no se observó una correlación clara entre el aumento de la concentración de CO2 y el incremento de la humedad (tanto en bolsas con grano en condiciones de almacenaje apropiadas como en bolsas donde se evidenció grano afectado). Las razones que causaron la descomposición del grano fueron similares a las descriptas para las bolsas de trigo (perforaciones en la cubierta plástica, cierre incorrecto o anegamientos temporarios por precipitaciones).
Medidor para silos bolsa A partir de la información generada en este trabajo, el INTA realizó un convenio con una empresa privada (Silcheck S. A.) para desarrollar un sistema de monitoreo y gestión de granos almacenados en bolsas plásticas. En el marco de dicho acuerdo, Silcheck desarrolló un medidor de CO2 especialmente diseñado para el monitoreo de bolsas plásticas. El instrumento cuenta con un sensor infrarrojo de gases, una bomba de precisión, GPS incorporado, un sistema de almacenamiento de datos y otro de lectura de etiquetas con radiofrecuencia (RFid).
Cada bolsa que ingresa a este sistema de monitoreo es relacionada a una etiqueta de RFid con un código de identificación único. La etiqueta se adhiere a la bolsa y queda allí de manera permanente. El medidor de CO2 sólo se activa una vez que el lector del instrumento detecta el código de la etiqueta. Una vez detectado el código, el instrumento comienza un proceso de autocalibración sobre la base de los niveles de CO2 presentes en la atmósfera. Posteriormente, el operador realiza las mediciones de CO2 a lo largo de la bolsa. A fin
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de hacer un correcto monitoreo, la bolsa se divide en 10 zonas (distanciadas 6 metros una de otra), correspondiendo a cada zona un punto de medición. En cada punto de muestreo se coloca una etiqueta identificatoria. Además, esta etiqueta posee una zona autopresurizable para que, en las sucesivas extracciones, la aguja del medidor no deje pequeñas perforaciones que reduzcan la confiabilidad de las tomas de CO2 en muestreos posteriores. El valor obtenido en cada punto es automáticamente almacenado con el código de identificación de la bolsa, su localización geográfica (latitud y longitud, provista por el GPS) y la posición (zona). Luego, el medidor se conecta a una computadora con conexión a Internet y se transmiten automáticamente los datos recolectados a un servidor. Previamente, al inicio del período de monitoreo, el operador debió haber cargado en la base de datos toda la información sensible relacionada con la calidad del grano (tipo de grano, porcentaje de humedad, porcentaje de materias extrañas, etcétera). A partir del valor de CO2 medido, la zona geográfica (extraída del valor de latitud y longitud provisto por el GPS), el momento del año, el tipo de grano y su calidad, el sistema clasifica las diferentes zonas de la bolsa con un determinado nivel de riesgo de almacenamiento. Si la bolsa, en alguna de sus zonas, es clasificada con un nivel de riesgo alto, el usuario recibe una alarma en su teléfono celular, correo electrónico o fax. A su vez, el usuario puede ingresar al servidor con su cuenta de usuario y clave, donde podrá
visualizar el nivel de riesgo actual de todas sus bolsas. El monitoreo de la bolsa debe realizarse en forma semanal, por lo que la información provista es actualizada con la misma frecuencia. La interface web del programa de gestión ofrece al usuario la posibilidad de ordenar las bolsas de acuerdo con su nivel de riesgo. A su vez, las bolsas son georreferenciadas en un mapa, donde se las puede visualizar junto con las vías de acceso al establecimiento y la distancia a un determinado destino. Toda esta información le sirve al usuario para programar las ventas de grano de manera de minimizar los riesgos de pérdida de calidad (vendiendo primero las bolsas más riesgosas) y eficientizar la logística. Constituye un avance fundamental para el desarrollo de la tecnología de almacenamiento de granos en bolsas plásticas, al ofrecer la posibilidad de monitorear las condiciones de almacenamiento del grano. Además, esto posibilita gestionar de manera más eficiente los recursos de la empresa que contrata el sistema. La presente innovación tecnológica también contribuye a que la industria nacional pueda exportar con mayor confianza al resto del mundo el sistema de embolsado para grano seco, ya que ahora se cuenta con un sistema confiable de monitoreo de las condiciones de almacenamiento. f CREA Síntesis del trabajo preparado por R. Bartosik, J. C. Rodríguez, M. Cardoso y D. de la Torre, técnicos del INTA-PRECOP, “Eficiencia de poscosecha”. EEA INTA Balcarce.
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Maquinaria agrĂcola: identificar peligros para reducir riesgos Pautas bĂĄsicas de seguridad
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“El acostumbramiento del personal que trabaja con maquinaria agrícola desde muy joven genera una confianza exagerada, que puede resultar inconveniente en algunas situaciones. Las personas creen que es raro que les pueda pasar algo porque están más que acostumbradas a usar determinada maquinaria”, indica el director de SPC Consultores, Pablo Semberoiz. “Pero cuando uno investiga, todos vivieron en algún momento uno o más incidentes que, afortunadamente, no generaron consecuencias desafortunadas”, añade. –¿Existe verdadera conciencia del riesgo que encierra el uso de maquinaria agrícola? –El peligro es un evento inminente que puede causar un daño. Está o no presente en una actividad. El riesgo es la probabilidad de que ese peligro se exprese. Lo que suele suceder en el campo es que no se identifica el peligro. Y si no identificamos, por ejemplo, que la toma de fuerza de un tractor es un peligro, estamos en problemas, porque un trabajador puede evitar la colocación del capuchón de seguridad por una cuestión de comodidad. –¿Los tractores son una de las principales fuentes de peligro? –Así es. La mayor parte de los accidentes graves y mortales que ocurren en el sector derivan de la utilización del tractor. En la Argentina, por ejemplo, no existe una homologación de seguridad para las cabinas de los tractores, es decir, medidas que garanticen que no se deformarán en caso de vuelco y, que si se deforman, lo hagan de tal forma que la persona que está dentro no sufra riesgo de vida. La mayor parte de los tractores provenientes de EE. UU. y Europa están homologados. Sin embargo, en otros casos se ven cabinas de plástico que apenas protegen de la luz solar y frente a un vuelco lateral o hacia atrás, puede ser peor el remedio que la enfermedad. No existe nada más grave que manejarse con criterios de seguridad que no son tales. –¿Cuáles son los criterios básicos de seguridad para el uso de tractores? –Cada componente giratorio de una máquina es un potencial punto de accidente. Por ese motivo, es fundamental que todo eje de transmisión de fuerza esté recubierto por un protector. Bajo ninguna circunstancia se debe retirar el capuchón de protección de la toma de fuerza ni el protector del cardán. Además, el trabajador debe evitar pasar
por encima de la toma de fuerza –muy habitual en el campo–, un aspecto de difícil solución en los tractores en los que el ingreso a la cabina se efectúa por detrás. Otro de los aspectos clave para reducir riesgos es el mantenimiento preventivo de la maquinaria y los equipos. –¿Por ejemplo? –Si tengo una clasificadora de semillas que está prácticamente obsoleta y no recibió un mantenimiento preventivo adecuado, entonces se traba. El trabajador que es consciente del riesgo, detiene el funcionamiento de la máquina, retira la protección, destraba, vuelve a colocar la protección y prende el equipo. Pero si a la hora vuelve a trabarse, lo más probable es que intente destrabarla en funcionamiento. El mantenimiento preventivo es estrictamente necesario, porque en el campo es más complejo resolver inconvenientes técnicos.
Normas –¿Cuál es el marco legal que regula el tema de seguridad en el ámbito agropecuario? –Es el decreto 617/97 referido al Reglamento de Higiene y Seguridad para la Actividad Agraria. Ningún empresario agropecuario puede desconocer las obligaciones contenidas en esa norma. Los productores que decidan cambiar de ART descubrirán que, para efectuar ese cambio, deben completar un formulario en el cual se determinan los riesgos presentes en el establecimiento. Esa obligación, que se implementó un par de años atrás, suele ser realizada por empleados administrativos o por el contador de la empresa, quienes no son los más capacitados para reconocer los peligros y riesgos presentes en cada situación particular. –Además de la cuestión formal, lo sustancial es garantizar la seguridad de los trabajadores… –Por supuesto. La primera obligación es ética. Recientemente, en una planta de acopio se accidentó un trabajador con 25 años de experiencia por no haber incorporado un protocolo de seguridad muy sencillo. El trabajador estaba reparando una correa con la máquina apagada. Un compañero, que no detectó su presencia y no sabía que la máquina estaba siendo reparada, la puso a funcionar y eso provocó que el trabajador perdiera dos dedos. Eso no hubiera ocurrido en caso de usar las denominadas “tarjetas de bloqueo”, las cuales, al momento de hacer una reparación, deben colocarse en los
Semberoiz: “Muchos fabricantes de implementos no tienen en cuenta la seguridad de las personas. Algunos equipos tienen el encendido y el apagado pegados a la correa que mueve el sinfín”.
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Semberoiz: “Todo lo que tenga que ver con provisión de elementos de seguridad personal, con las acciones de mantenimiento preventivo y las capacitaciones deben quedar registradas por cuestiones legales”.
canales de mando con una indicación que diga, por ejemplo: “No usar: hombre trabajando”. –En ese sentido, ¿qué puede decirse de las medidas de seguridad en lo que respecta al uso de sinfines? –Todos los chimangos deben tener una protección adecuada, que puede ser un tambor de 200 litros cortado al medio o cuatro fierros soldados. Es habitual observar correas expuestas. La cuestión es que muchos fabricantes de implementos no tienen en cuenta la seguridad de las personas; por ejemplo, algunos equipos tienen el encendido y el apagado pegados a la correa que mueve el sinfín. Al comprar implementos, es vital asegurarse de que se trate de equipos que tengan todas las medidas de seguridad necesarias para evitar accidentes. –¿El mismo criterio debe aplicarse al momento de comprar una pulverizadora? –Así es. En ese caso, es fundamental evaluar aspectos tales como una cabina con burletes que
genere aislamiento del exterior y filtro de carbón activado. También hay que considerar que tenga un sistema que permita hacer el triple lavado de envases de manera automática y una baulera para guardar los elementos de trabajo. –¿Cómo se hace para concientizar al trabajador? –Una de las obligaciones del empleador, además de proveer el equipo adecuado, es brindar capacitación en seguridad. Nos encontramos con trabajadores obtusos, como puede haberlos en cualquier otra actividad, pero mi experiencia me indica que cuando el personal toma conciencia de los riesgos que corre, empieza a cambiar su actitud. A todos los trabajadores les importa su seguridad, obviamente, pero no suelen identificar el peligro, y de esa manera es imposible trabajar de manera segura. Por otra parte, todo lo que tenga que ver con provisión de elementos de seguridad personal, con las acciones de mantenimiento preventivo y las capacitaciones debe quedar registrado por cuestiones legales. f CREA
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Rizobacter celebró la venta de 100 millones de dosis de inoculantes líquidos
Cien millones fueron las dosis de inoculantes utilizadas para sembrar 62.500.000 hectáreas argentinas, lo que permitió la fijación de 5.000.000 de toneladas de nitrógeno y el ahorro de 65.220.000 barriles de petróleo. De esta forma, la inoculación se torna una práctica agrícola de altísimo potencial para economizar energía, pensando en una agricultura de primera calidad, amigable con el medioambiente y en sinergia con una población en continuo crecimiento que exige producir una mayor cantidad de alimentos en la misma superficie. De esta forma, Rizobacter, una empresa argentina, lidera la investigación y el desarrollo de la microbiología aplicada al agro, no sólo en nuestro país, sino entre los principales productores de soja.
Vetanco inauguró una nueva planta industrial
Con la presencia de autoridades nacionales, provinciales y municipales, el laboratorio veterinario Vetanco inauguró su tercera planta de producción y logística en la localidad bonaerense de General Rodríguez. Además, anunció la reciente aprobación por parte de las autoridades sanitarias de Biotech Vac, una vacuna innovadora contra salmonelosis aviar, que mejora la productividad de la agroindustria y aumenta la calidad exportable de nuestras carnes. Para la concreción del proyecto, la empresa contó con el apoyo del Gobierno nacional, de la provincia de Buenos Aires, del Municipio de General Rodríguez y del Banco Credicoop.
La protección de cultivos se multiplica con la tecnología Intrasect
DuPont Pioneer presentó la tecnología Intrasect™, que combina de manera efectiva los eventos MaizGard® y Herculex® I, ofreciendo un mayor control de lepidópteros; y los genes RoundUp Ready® y Liberty Link®, que brindan la mejor opción contra malezas. La introducción de Intrasect™ se da en el marco de la reciente aprobación emitida por la Secretaría de Agricultura de la Nación, demostrando un fuerte compromiso con el desarrollo biotecnológico del país. Sus beneficios se apreciarán en el campo argentino a partir de la campaña 2014.
Hidrolavadoras Kärcher
Kärcher, líder mundial en la provisión de productos y soluciones de limpieza, presenta sus hidrolavadoras que, en sintonía con el cuidado del medioambiente, pueden utilizarse con agua fría o caliente, sin necesidad de usar detergente o productos químicos. Además, garantizan una limpieza eficaz con un ahorro de hasta el 80% del agua que se usaría en un lavado tradicional. Convencidos de que una solución óptima de las tareas de limpieza constituye un factor económico clave en el sector industrial y comercial, la firma ofrece productos ergonómicos, seguros y eficientes: hidrolavadoras de alta presión, fregadoras, barredoras y aspiradoras. Para obtener mayor información, ingresar en: www.karcher.com.ar.
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Datos del 1 al 5 de noviembre. Precios de referencia de insumos agropecuarios sin IVAy sin fletes, excepto combustibles.
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Apuntes
REVISTA CREA
La competencia que nos espera La formación de los precios internos del trigo está registrando situaciones inéditas al no contar con grandes saldos exportables del cereal. Pero cuando la producción argentina regrese a la normalidad y debamos volver al mercado mundial, encontraremos una competencia feroz. Así lo indicó el asesor de la Federación de Centros de Acopiadores, Leandro Pierbattisti, durante una conferencia ofrecida en un evento organizado recientemente por ArgenTrigo en la sede de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. “La última vez que la Argentina exportó un gran volumen de trigo fue en el ciclo 2004/05: 12,5 millones de toneladas. Pero buena parte de esa producción se dirigió a mercados africanos”, comentó Pierbattisti. “Si esa situación se llegara a repetir en el futuro, descubriremos que en los últimos años la eficiencia exportadora de Rusia y de Ucrania creció muchísimos en esos destinos”, añadió. Además, el especialista recordó que, a diferencia de la Argentina, muchos de los principales países exportadores de trigo cuentan con institutos de promoción que disponen de grandes recursos de origen público y privado: US Wheat Associates en EE. UU.; Grain Growers en Australia; Russian Grain Union en la Federación Rusa, y France Export Céréales en el país galo. Por otra parte, en algunos destinos africanos y de Medio Oriente, las especificaciones de base necesarias para colocar trigo fueron haciéndose más exigentes en los últimos años (ver cuadro 1).
N.° 398 Diciembre 2013 Propietario: AACREA Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola Director: Gerardo Lucio Sibaja Editor: Carlos Marín Moreno cmarin@crea.org.ar Subeditor: Mariela Suárez revista@crea.org.ar Secretario de redacción: Ezequiel Tambornini redaccion@crea.org.ar Diseño: Rene Durand Prensa: Maximiliano Denaro Fotografías: Pablo Oliveri y Martín Gómez Alzaga Corrección: Alejandra Valente Editorial responsable: AACREA Registro de la Propiedad Intelectual N.° 22473 ISSN: 0325-9846 DIRECCIÓN Y ADMINISTRACIÓN Sarmiento 1236, 5.° piso, Capital Federal (1041) Teléfonos: (011) 4382-2076/79 Fax: (011) 4382-2911 http://www.crea.org.ar SUSCRIPCIONES Romina Vignati Teléfono: (011) 4382-3517/2076/79 Fax: (011) 4382-2911 suscripciones@crea.org.ar Valor de la suscripción anual: En el país: $ 210 En Europa: U$S 215 En países limítrofes: U$S 100 Resto de América: U$S 210 África, Oceanía y Asia: U$S 225 PUBLICIDAD Ignacio Amaya (011) 4382-2076/79. Int. 181 iamaya@crea.org.ar Sarmiento 1236, 5.° piso, Capital Federal (1041) IMPRESIÓN IPESA Magallanes 1315 (1288) Capital Federal DISTRIBUIDORES EN CAPITAL FEDERAL Jaqueline Sinfín DISTRIBUIDORES EN EL INTERIOR Interplaza S. A. Luis Sáenz Peña 1836 Teléfono: (011) 4304-9377/4305-0114 Está permitida la reproducción total o parcial del contenido de la revista en los medios gráficos, destacando en forma clara la fuente. Para su reproducción por medios electrónicos, se requiere la autorización explícita por parte de AACREA. La revista no se responsabiliza por las opiniones vertidas por los entrevistados en las notas periodísticas ni en colaboraciones firmadas. Tampoco es responsable de la devolución de originales de artículos no solicitados.