REVISTA CREA - N.º 396 octubre 2013 - Ejemplar en la Argentina $18-
• El desafío: qué podemos hacer cada uno de nosotros por los otros
N.º 396 octubre 2013 - Ejemplar en la Argentina $18-
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Sumario
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Poner el ADN en acción
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El Congreso detrás del Congreso
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Impuesto a las ganancias
El antes, durante y después del evento.
La reforma aprobada por el Congreso genera mayor imposición sobre las participaciones en empresas.
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Financiamiento del agro
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Una radiografía de las empresas CREA
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Control de rama negra
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Ensayos de soja en el sur de Santa Fe
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El viñedo más alto de la región cuyana
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Recaudos para atenuar la deriva en pulverizaciones agrícolas
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Fusariosis en trigo
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Enfermedades del garbanzo
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Noticias de empresas
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El desafío del Congreso CREA realizado en Córdoba.
El sector agropecuario es uno de los principales tomadores de créditos del mercado, con una participación del 10% en el total prestado. Un reciente relevamiento revela un deterioro de la situación económico-financiera. Alentadores resultados con tratamientos químicos tempranos y competencia con cultivos de invierno. Resultados de la última campaña.
Un emprendimiento localizado al pie de la cordillera de los Andes. Controles por realizar antes y durante la aplicación. Comportamiento de variedades comerciales. Reconocimiento y medidas de manejo en la región central argentina.
SECCIÓN ECONÓMICA
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El precio de la tierra
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LO AYUDAMOS A PRESUPUESTAR
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APUNTES
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Poner el ADN en acci贸n El desaf铆o del Congreso CREA realizado en C贸rdoba
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El ADN del Movimiento CREA está integrado por el trabajo en equipo, el compromiso y la generación de conocimiento en red. Aplicados en otros ámbitos, esos mismos valores pueden promover cambios sustanciales. Durante el XX Congreso Nacional Argentina CREA 2013 –realizado en septiembre pasado en la ciudad de Córdoba con el lema Tu ADN entra en acción–, quedó claro que los argentinos tenemos todo lo necesario para ser un país próspero. Pero nos falta un ingrediente esencial: la posibilidad de confiar en nosotros mismos. “Los invitamos a parar la pelota para desafiarnos a observar las cosas con una multiplicidad de miradas y determinar si estamos haciendo lo que queremos hacer o si actuamos guiados por la rutina”, indicó Francisco Perkins durante la apertura oficial del evento que se desarrolló en el Estadio Orfeo con la participación de más de 5000 asistentes.
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Perkins: “Los invitamos a parar la pelota para desafiarnos a observar las cosas con una multiplicidad de miradas y determinar si estamos haciendo lo que queremos hacer o si actuamos guiados por la rutina”.
Falso conflicto El mundo tiene 7000 millones de personas para alimentar. Y en las próximas décadas la población global alcanzará la cifra de 9000 millones de habitantes. “Eso exige producir cada vez más y mejores alimentos, pero en el contexto de un planeta sano que nos brinde las materias primas necesarias”, señaló Mariana Díaz, periodista ambiental de C5N y directora de comunicación de la Fundación R21. Díaz convocó a realizar “la revolución de la sostenibilidad”, que demandará superar falsos dilemas, como por ejemplo, la dicotomía entre ambiente y desarrollo. “Necesitamos ambas cosas para poder construir nuestro futuro”, aseguró, para luego agregar que el panorama es optimista para Latinoamérica porque “tenemos la mayor superficie cultivable del mundo y la más alta disponibilidad de agua dulce por persona del planeta”.
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Díaz: “En las próximas décadas, la población global alcanzará la cifra de 9000 millones de habitantes. Eso exigirá producir cada vez más y mejores alimentos, pero en el contexto de un planeta sano que nos brinde las materias primas necesarias”.
“Ver a un niño tocando el violín en una villa genera un contraste muy fuerte. Pero es maravilloso que alguien piense en ese modelo de país y de planeta. Tenemos que empezar a revisar nuestra educación y nuestra cultura”. La frase pertenece a Milo Lockett, artista plástico chaqueño que dona anualmente un promedio de 40 obras para subastas a beneficio del Hospital Pediátrico de Resistencia. “El arte es un derecho que tiene toda la sociedad. Todos tenemos derecho a participar en el mundo del arte. Pero debemos hacer hincapié en los sectores más vulnerables”, agregó.
Política “El sistema político está viciado hasta tal punto que, en naciones emblemáticas de la democracia moderna, vemos a padres e hijos como presidentes, algo más digno de una monarquía”, opinó Santiago Siri, uno de los fundadores del Partido de la Red (@PartidodelaRed), un emprendimiento que se propone expandir “el ancho de banda” de la participación democrática usando las redes sociales. “Internet es un ejemplo de red descentralizada, donde lo más fuerte es la estructura. De hecho, fue creada en los años 60 para resistir la posibilidad de una guerra nuclear”, expresó. “Internet llegó a un tercio de la humanidad en apenas dos décadas, mucho más rápido que la televisión, la radio y, por supuesto, la imprenta. La Argentina
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ya tiene un 60% de acceso a Internet. Anular la brecha digital es fundamental: implica el derecho de acceder al conocimiento y al mundo”. “Hoy, la sociedad se acostumbró a interactuar en todo, menos en política. Votamos cada dos años. Algo ridículo frente a las tecnologías actuales. Medido en términos informáticos, es como si fueran dos bytes. Eso es lo que aportamos al sistema político como input. Ojalá que dentro de unos años miremos para atrás y el hecho de haber votado cada dos años nos parezca tan ridículo como haber prohibido el voto femenino”, explicó Siri. “Fundamentalmente, se trata de discutir ideas, y no personas”, concluyó.
Identidad “En Colombia, (Gabriel) García Márquez era mirado de distinta manera en Cartagena y en Bogotá. En la Argentina, también hay diferencias entre porteños, cordobeses y mendocinos. (Mario) Vargas Llosa se enteró de que era latinoamericano en Madrid. Hay algo real que nos hace latinos y que no somos capaces de definir porque no sabemos quiénes somos. Y tampoco nos gusta la imagen con la cual se nos reconoce en el mundo”, señaló el chileno Raúl Rivera Andueza, creador del Foro Innovación. El emprendedor social indicó que para el desarrollo de los países latinoamericanos, es fundamental que creamos en nosotros mismos. “Nos consideran defectuosos, y encima, pequeños y fragmentados. En ese contexto, nadie quiere ser latinoamericano”, reflexionó. Sin embargo, el expositor remarcó que, en comparación con otras regiones del mundo, Latinoamérica ocupa una posición de privilegio “que no se exhibe”. Rivera Andueza señaló que vivimos en una región que presenta una diversidad geográfica y una biodiversidad enorme (a tal punto que la mitad de los 10 países más biodiversos del mundo son latinoamericanos). También resaltó que si Latinoamérica desaparece, “el mundo se queda sin comida”. Y recordó que Latinoamérica en su conjunto es la cuarta economía del mundo (detrás de EE. UU., la Unión Europea y China). Comentó que vivimos en la región “más democrática del mundo: el 80% de nuestros países cuentan con una institucionalidad bastante sólida”. Además señaló que el ingreso medio latinoamericano es similar al mundial, con dos tercios de la región que forman parte de la clase media.
“Nos unen una cultura y un idioma. Incluso los valores latinoamericanos reflejan la importancia que se le da a la familia y a lo espiritual, generando una sociedad volcada a la autoexpresión y que lejos está de bregar por la supervivencia, como sucede en otras latitudes del planeta”, consideró. Todas estas ventajas relativas suelen ser soslayadas. Por eso, “si no somos pequeños, ni insignificantes, ni pobres, entonces es hora de creer en nosotros. Si queremos crear, primero tenemos que creer para hacernos cargo de nuestro futuro, sin depender de terceros. Y el futuro, nuestro futuro, será resultado de la innovación. Siempre fue así desde que el mundo es mundo”, remarcó. “Hoy la revolución pasa por la biotecnología, y el motor es el ADN”, indicó, para luego añadir que el reto es innovar “para no terminar siendo subcontratistas de bajo margen, importando para producir lo que otros precisan”. Rivera Andueza aseguró que hay una puerta abierta para ganar el lugar que le corresponde a Latinoamérica por derecho propio en el mundo y alertó que parte del reto que se les presenta a nuestros países es institucional. “Si los gobernantes bloquean el acceso a la arena política o económica a los emprendedores y empresarios, tenemos un serio problema”, alertó. Los europeos y los norteamericanos requieren muchas cosas para alcanzar la felicidad; replicar esos modelos sería imposible porque se precisarían “cuatro planetas”, mientras que los latinoamericanos “somos felices con poco, por lo que el desafío es promover un modelo de prosperidad sustentable y feliz, que otros países quieran imitar”.
Oportunidad La aceleración del cambio tecnológico va a transformar la economía mundial en la próxima década. La riqueza de las naciones estará sustentada en buena medida en los avances de la bioeconomía, indicó Juan Enríquez, director de Excel Venture Management (un fondo de inversión dedicado a financiar empresas biotecnológicas emergentes). “El poder de generar nuevas compañías a través de la tecnología es lo que realmente importa. Piensen en grandes empresas estadounidense que no existían hace 20 años. Ahora piensen eso mismo pero con empresas europeas. Van a entender que, si bien Europa tiene grandes marcas y empresas, no tiene muchas grandes nuevas empresas, y por
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eso algunas países de esa región tienen tasas de desempleo elevadas”, explicó Enríquez. “Los países que aprovecharon las oportunidades que aparecieron con la tecnología digital crecieron muy rápido. La productividad agrícola puede crecer a tasas del 2% al 3% anual, pero la capacidad de la industria digital se duplica cada 18 meses”, añadió. “Muchas de las grandes compañías de la próxima década van a ser aquellas que generen innovaciones en el código de la vida. La noticia es que la aceleración del cambio en ese ámbito es mucho más elevada que en el campo digital”, comentó. En 2010 se creó el primer microorganismo artificial creado por el hombre (la bacteria Mycoplasma mycoides). Eso lo hizo un grupo de investigación liderado por Craig Venter (quien en 2000 logró secuenciar el primer borrador del genoma humano); ellos lograron reconstruir el código genético de un microorganismo desde cero, es decir, lograron ensamblar fragmentos de ADN elaborados artificialmente hasta completar un genoma completo. La creación de organismos de diseño abrió nuevas posibilidades: ya no se trata de diseñar un organismo con los “materiales” genéticos existentes, sino de pensar en lo que queremos y construir organismos en función de objetivos concretos. “Podemos modificar algas para comenzar a fabricar combustibles, vacunas, plásticos o químicos. Las algas son ideales porque tienen una gran eficiencia fotosintética”, apuntó. “Pero a través de esa tecnología, el día de mañana la producción de aceites y proteínas (para consumo humano) también puede cambiar drásticamente”, indicó Enríquez. Es decir: se trata de una tecnología que, eventualmente, podría competir con la agricultura tradicional. “La agricultura y la ganadería van a cambiar a partir de las innovaciones generadas por la biología sintética”, concluyó.
Creatividad “El cerebro es el hardware y la mente es el software. Hoy sabemos que lo que sucede en la mente puede cambiar el cerebro. Es el paradigma de la mente variable”, dijo el doctor en biología molecular y consultor en creatividad Estanislao Bachrach. “El cerebro es el único órgano que no envejece con el uso: cuánto más se usa, más joven se torna. No dejen de usar su cerebro. Cualquiera puede ser más creativo. La mente puede entrenarse”, apuntó el autor del libro Ágilmente.
“En muchas organizaciones, se busca captar a personas más creativas. Estamos en la era conceptual: el futuro depende de la capacidad creativa. Somos muy estructurados. Tendemos a pensar siempre lo mismo. Ese es el enemigo número uno de la creatividad, que consiste precisamente en pensar siempre diferente. Los creativos son aquellos que pueden cultivar pensamientos no habituales”, comentó Bachrach. El especialista dijo que las personas que se operan a corazón abierto saben que deben abandonar ciertos hábitos para poder sobrevivir luego de la operación. Pero sólo una de cada nueve personas logra modificar sus hábitos preexistentes; los demás se mueren. Entonces: cambiar no es fácil. “¿Cómo hacer para cambiar? La gente no cambia porque el jefe le diga lo que tiene que hacer. Para que cambie, tiene que ocurrir un cambio en los pensamientos y en las emociones”, explicó. “Cuando sucede algo malo, las personas tendemos a reaccionar en lugar de responder. La reacción es automática y, en general, es negativa y nos perjudica. La respuesta, en cambio, es creativa”, añadió. “Podemos hacer una pausa para tomarnos la libertad de responder. Para eso es recomendable cortar con el estímulo negativo. El manejo de la respiración también es muy importante. Necesitamos oxigenar las neuronas que nos van a permitir generar una respuesta adecuada”, señaló Bachrach. El consultor dijo que las personas comprometidas con lo que hacen son mucho más propensas al cambio. “La neurociencia descubrió que las personas bajo amenazas no suelen cambiar; reaccionan, pero no cambian. En tales casos, es necesario detectar cuáles son las amenazas, que en el trabajo pueden estar relacionadas con cuestiones de estatus, incertidumbres, falta de autonomía, competencia o injusticias”, apuntó. “Entonces, en las organizaciones primero tenemos que detectar si existen amenazas que puedan estar dificultando la aparición de la creatividad. La gente no suele cambiar por miedo a equivocarse, a ser rechazado; pero si cambian, la noticia es que van a cometer errores: es inevitable. Es un proceso que dura un tiempo. Cuando se sabe que algo va a doler, duele menos”, señaló. “Si vamos a cambiar, es fundamental no mentirle a la gente y anticiparse a ese proceso. Podemos
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comunicar que el proceso va a ser incómodo, pero que tenemos que aprender de los errores. Las personas no cambian por miedo. Reaccionan durante un cierto tiempo, pero no cambian. Las razones tampoco sirven para promover el cambio. El factor clave siempre es el emocional”, comentó Bachrach. “Muchas veces usamos la imposición para cambiar algo cuando ese mismo cambio se podría haber implementado sólo con el hecho de informarlo. Imponer algo genera resistencia al cambio. Un paso adicional implica involucrar al otro en el proceso. Y un paso más implica hacerlo participar. La cuestión es evaluar cómo reducir el nivel de resistencia en el proceso de cambio”, señaló. “Cuando los pensamientos se focalizan en el pasado, es imposible cambiar. Para promover el cambio es necesario pensar en el futuro, en las posibles soluciones, y no en los problemas”, explicó el consultor. “Vivimos en un mundo de feedback negativo, y la mayor parte de ese feedback viene de nosotros mismos. Eso influye negativamente en nuestras emociones. Cuando agradecemos y valoramos lo que está bien hecho, cuando acentuamos lo positivo, eso, para el cerebro, es muy importante y favorece la predisposición al cambio. Eso que hacemos con nuestros hijos cuando son pequeños también se aplica en el mundo adulto. Acentuar lo positivo ayuda a cambiar a las personas”, concluyó.
Educación Nacido en Jujuy, el profesor Daniel Córdoba coordina un taller especial llamado “Física al alcance de todos”, que se dicta gratuitamente en el Instituto de Educación Media de la Universidad Nacional de Salta (UNSa), del cual salieron excelentes profesionales (muchos de los cuales trabajan en el Instituto Balseiro y participan de olimpíadas nacionales e internacionales de la especialidad). El “profe” Córdoba asumió que “la física es una de las materias más odiadas por los chicos”, por lo que sus logros pedagógicos se basaron en formas poco ortodoxas y alejadas del sistema tradicional que le puso “todas las trabas posibles”. Córdoba relató que nunca se imaginó como un renovador, sino como un profesor que quería “entusiasmar a los chicos con la física”. Y recordó que su método comenzó en forma casual a partir
de un adolescente que no paraba de “estirar el cuello para copiarse en un examen”, por lo que se propuso encontrar alternativas para que el chico pudiera avanzar con su sueño de ser aviador en lugar de “convertirse en jirafa”. A partir de diferentes iniciativas, el estudiante no sólo logró interesarse por la física, sino que además se ganó un lugar en el laboratorio universitario. Finalmente, el chico se convirtió en el primero de una larga lista de jóvenes salteños surgidos del taller que ingresó al Balseiro y hoy “vuela”, pero no en la cabina de un avión, sino representando al país en los congresos de la materia. Córdoba repasó las trabas que el mismo sistema educativo le fue poniendo sistemáticamente. De
Daniel Córdoba: “Los políticos viven felicitándonos y premiándonos, pero no aportan nada”.
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hecho, el taller se desarrolla en dependencias universitarias porque el colegio donde dictaba clases regularmente cercenó su iniciativa al calificarla de “elitista”. Y como la universidad estaba abierta los sábados, se instaló allí. “Comenzamos con tres chicos y a veces no concurría nadie a clase. Hoy tenemos más de 200 alumnos y en algunas oportunidades tenemos que cerrar las puertas porque no hay más espacio”, contó. Y la pata burocrática no cesó. En la universidad intentaron frenar las clases por no contar con los seguros pertinentes y, entonces, surgió la idea de enseñar bajo un árbol. Y cuando los políticos, “que viven felicitándonos y premiándonos, pero no aportan ningún subsidio”, comenzaron a tirar ideas, “en vez de incentivar el estudio nos proponían establecer un examen de ingreso”. “Los políticos no entienden que además de la física, tenemos un problema geométrico, que es convertir un rectángulo en un círculo. En otras palabras, transformar billetes en pizza. Porque cuando a los chicos los invitás a que se sumen y les asegurás pizza al mediodía, se prenden. Caso contrario, es muy difícil”, razonó. Y recordó otro caso emblemático, el de un adolescente que carecía de los cuatro pesos necesarios para trasladarse hasta el taller. “Esos cuatro pesos fueron la diferencia entre la nada y el hecho de que hoy nos represente en Ecuador y en Barcelona”, se entusiasmó. La experiencia que se vive en el taller es completamente diferente a la del aula formal. “Estoy, de alguna manera, poniendo en paralelo a la escuela media y a la universidad”, reconoce Córdoba, cuya tarea se diferencia por dos motivos esenciales. Una, porque no hay horario y las clases pueden extenderse. La segunda, es que está pensada para un público no cautivo: chicos que se suman por gusto, y no por obligación. Por su parte, el investigador de Cippec y especialista en educación Axel Rivas señaló que, en la actualidad, para aprender hay que romper hábitos. “Hoy, aprender es algo distinto a todo lo que nos enseñaron. Aprender hoy implica desaprender”. “El gran cambio en el mundo de la educación es el proceso de pasaje hacia el autoaprendizaje. Es un cambio de velocidades exponenciales y de grandes transformaciones que todavía no sabemos hacia dónde nos lleva. Casi todo lo que sabemos se está digitalizando a velocidades asombrosas y está en gran medida a nuestro alcance, gratuito
o a bajo costo. Se está estudiando qué impacto tiene eso en las escuelas”, explicó. Otro cambio es el pasaje del almacenamiento a la selección de la información. “La escuela nos enseñó a almacenar conocimientos. Hoy tenemos que aprender a seleccionar conocimientos: es un nuevo saber. Aprendimos a aprender recibiendo conocimientos. Hoy es tiempo de buscar el aprendizaje. En ese modelo tenemos que volver a buscar un mecanismo de concentración: cada uno será su propio profesor”, apuntó Rivas.
Gestión de personas “Las empresas se basan en las personas. Si las personas son mejores, las empresas también lo son. Si la persona está mal, dará lo peor de sí misma. Y cada vez se ve más gente que está mal en las organizaciones”, indicó Alejandro Melamed, vicepresidente de Recursos Humanos para Latinoamérica Sur de Coca-Cola. Lograr una empresa más humana implica ponerse en el lugar del otro y hacerlo con compromiso. “Eso genera la necesidad de preguntarse qué quieren los colaboradores, a qué aspiran, qué los haría más felices. Muchas veces se aumenta el sueldo de una persona y esta sigue estando con la cara por el piso, porque tal vez lo que necesitaba no era más dinero, sino ser escuchada”, explicó. “Se suele decir que hay que tratar al otro como a uno le gustaría ser tratado. Eso es erróneo; hay que tratar al otro como el otro quiere ser tratado”, añadió. La motivación es una de las claves de la felicidad en el trabajo. Por ende, hay que saber qué motiva a cada persona. En ese sentido, Melamed recordó la regla de las cuatro P: plata, poder, prestigio y placer. “¿Por cuál o cuáles de las cuatro P trabaja cada empleado?”, preguntó Melamed. “Conocer eso es fundamental”. “No es lo mismo un gerente que un líder. Un gerente es alguien que hace bien una serie de tareas en las cuales es efectivo. Un líder, en cambio, hace lo que hay que hacer. Hacer bien las cosas equivocadas no sirve. Para ser líderes, no hace falta tener un cargo en una empresa. Por eso es mejor empezar a liderar antes de tener un cargo, comenzando por liderarnos a nosotros mismos”, aconsejó. “En las empresas más humanas, los jefes son líderes y son inspiradores. La gente no se va de las empresas: se va de los jefes. De allí la
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importancia que el liderazgo tiene para todas las compañías”, añadió. “¿Tenemos líderes que inspiran a la gente para que dé lo mejor de sí misma? Quienes tengan esa característica serán los verdaderos líderes del siglo XXI. Una regla de oro: cada uno de nosotros es el gerente general de su escritorio. Logremos que nuestro propio escritorio sea más humano y así podremos avanzar progresivamente”, concluyó Melamed.
Diversidad generacional “En 2025, los jóvenes van a constituir el 70% del mercado laboral. Con ellos, la nueva mentalidad se va a imponer”, indicó la consultora en gestión de talento Paula Molinari. “Antes, en el modelo mental de las generaciones más grandes, la diversidad era un obstáculo. Pero ahora se la valora. En el modelo mental de las generaciones jóvenes, la diversidad es una oportunidad: se la disfruta. Esto significa que los vínculos están basados en una relación más sana. La diversidad se redefine en el mundo de las organizaciones. Hoy es la base para la innovación. Esto era impensable hace 20 años”, agregó. “Estamos en un momento de cambio disruptivo, donde chocan dos modelos mentales muy poderosos: el modelo del siglo XX, de control y dirección, y por otro lado la mentalidad del
La Previa Poco antes del inicio del Congreso Nacional CREA, los integrantes más jóvenes del Movimiento participaron del evento “La Previa”. Este fue coordinado por el consultor en creatividad Eduardo Kastika y contó con dos disertaciones motivacionales dictadas por Alejandro Toso (CREA Barrancas), quien habló sobre su experiencia como montañista, y Daniel Cerezo, músico y encargado de gestión de personas en la empresa de alpargatas Páez, quien, al criarse en una villa, relató cómo logró superarse en un ambiente que si bien soportaba importantes carencias materiales, tenía grandes riquezas en valores positivos.
siglo XXI, la era de colaboración, que traen los jóvenes. Estos dos modelos mentales chocan”, explicó Molinari. La especialista señaló que en el modelo tradicional de dirección, la autoridad era formal, mientras que en el de colaboración, la dirección es legitimada en base al reconocimiento de la experiencia y los valores. El modelo tradicional autoriza la participación; en cambio, en el segundo, la participación es un derecho. Además, señaló que en el nuevo modelo la innovación surge de las bases e, incluso, de los clientes.
Liderazgo “Empecé a trabajar a los 22 años, recién recibido, en una escuela localizada en un barrio obrero. Tenía que dar clases a grupos mixtos de 45 a 50 chicos en un baldío en el que primero teníamos que sacar los yuyos para poder dar clase”, comentó David Ruda, cofundador de Tarjeta Naranja. “Resultaba una tarea imposible. Así que se me ocurrió armar diferentes equipos de varones y nenas, y preguntar quién quería dirigir cada uno, porque yo solo no podía coordinar a seis equipos de manera simultánea. Siempre aparecían voluntarios para liderar equipos”, recordó. “Ahí comprendí que lo que los chicos querían eran oportunidades para ser reconocidos y reconocerse en el grupo. A partir de esa experiencia descubrí que los líderes están ocultos en todos los ámbitos, siempre están presentes, y ese descubrimiento lo he aplicado hasta el día de hoy”, añadió. “En todos los equipos de trabajo de Tarjeta Naranja intentamos que las personas se distingan por su capacidad de coordinar equipos de trabajo, de manera tal que nuestro directorio y nuestras gerencias están integradas por personas que empezaron a trabajar en la empresa desde muy jóvenes”, dijo Ruda. “Los concursos internos se cubren en un 100% con personal propio para promover ascensos. Eso nos llevó a descubrir la importancia de implementar una política de puertas abiertas, en el que las personas tengan libertad para expresarse y recibir una respuesta”, indicó. “Los abrazos que recibía de los niños en la escuela son los mismos que sigo recibiendo de los chicos que trabajan en la empresa, porque es la mejor manera que he encontrado para formar
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líderes y avanzar. La mejora continua se logra cuando todos se compenetran en un ambiente en el cual puedan sentirse cómodos, expresarse, crecer y desarrollarse”, concluyó Ruda. Por su parte, Magdalena Aicega, excapitana de la selección femenina de jockey (Las Leonas), dijo que “el lugar de líder no debe tomarse como una posición de poder, sino de responsabilidad y de aprendizaje”. “De esa manera, es posible que un equipo permanezca sólido a través del tiempo, tal como sucede con Las Leonas, donde, si bien cambian las jugadoras, la fortaleza del grupo permanece”, agregó. En tanto, Juan José Aranguren, presidente de Shell Argentina, señaló: “Después de trabajar 24 años en la empresa (petrolera), me designaron presidente de la compañía. Durante mi gestión pasamos momentos calmos y otros turbulentos. Pero en la empresa estamos convencidos de que
Aranguren: “Nuestra conducta potenció la reputación de una compañía que, lejos de ser perfecta, genera orgullo en los que trabajamos en ella”.
Riesgos “Ya buscamos reducir los riesgos individualmente. Ahora es el momento de trabajarlos de manera colectiva. Para eso hay que charlar con otros sectores, como el financiero. En el esquema actual, el mundo financiero presta dinero a quienes tienen garantías. Por ejemplo: tierras. Pero ocurre que el 60% de la agricultura argentina se hace en campos alquilados. Por ende, los productores deben financiarse con fondos propios o con otras modalidades como los pooles de siembra. Eso impone la necesidad de hacerle comprender al sector financiero que el mejor productor no es el que tiene tierras, sino aquel que logra asegurar un flujo de ingresos estable que le permita repagar el crédito. El diálogo tiene que surgir desde nosotros hacia afuera”. Iván Ordoñez. Gerente financiero de Dactilys.
tenemos que privilegiar lo correcto por encima de lo conveniente. En un momento en el cual la única política de Estado es la transgresión continua, consideramos que es nuestra responsabilidad hacer lo necesario para dejar un mejor futuro a nuestros hijos”. Aranguren recordó que, al enfrentarse con autoridades del gobierno nacional, sufrió diversos contratiempos que incluyeron hasta causas penales en su contra, pero señaló: “Me gustaría que nos reconocieran por la coherencia desde el punto de vista de tener un conjunto de principios que permiten mantener una línea de conducta. La esperanza es fundamental. Si hay algo bueno en esto de planificar el futuro es que lo podemos hacer nosotros”, exclamó. “Nuestra conducta potenció la reputación de una compañía que, lejos de ser perfecta, genera orgullo en los que trabajamos en ella”, añadió.
Actitud Andy Freire, presidente de la Fundación Endeavor y cofundador de Officenet, señaló que “la manera en que pensamos define el resultado que logramos. Es necesario hacerse cargo de las situaciones, porque cuando uno culpa al entorno por lo que le ocurre, pasa a ser inocente, pero obtiene como resultado la impotencia. En cambio, aquellos que se involucran tienen poder. El precio del poder es la responsabilidad, es decir, la habilidad para responder a los desafíos”, comentó. “Conocí a varios grandes héroes del mundo de la tecnología. Pero hubo algo que siempre me llamó mucho la atención: detrás de esos héroes, siempre había equipos impresionantes”, dijo el disertante. Y puso el siguiente ejemplo futbolístico: “¿Cómo se define en fútbol el éxito de un arquero o de un defensor? Por la ausencia de goles. ¿Cómo se define el éxito de un delantero? Por los goles que hace. Entonces, ¿cuál es el mejor resultado para un delantero: perder 5 a 4, empatar 0 a 0 o ganar 2 a 1? Cualquier respuesta que no sea la última es errónea. La optimización del logro individual lleva a la estupidez colectiva. Un emprendedor tiene que pensar cómo hacer sacrificios individuales para obtener resultados mejores para todos”. “Cuando se me acercan emprendedores a decirme que tienen una idea genial, lo primero que les pregunto es cómo van a hacer para implementar esa idea mejor que los demás. Porque la idea en
Freire: “Cuando uno culpa al entorno, pasa a ser inocente, pero el resultado es la impotencia. En cambio, los que se involucran tienen poder. El precio del poder es la responsabilidad”. sí misma no vale nada; lo valioso es la capacidad de instrumentarla”, explicó. Hay personas que siempre permanecen dentro de su zona de confort. Es decir: hacen aquello que saben hacer bien y en lo que se sienten seguras. En el extremo opuesto, hay una zona que se conoce como zona de pánico. Una zona donde nadie tiene respuestas y resulta muy desagradable. Y en el medio, está la llamada zona de tensión, donde uno no está del todo cómodo, pero tampoco es tan terrible. “Quienes se definen como aprendices están siempre en su zona de tensión. No tienen problemas en declararse ignorantes”, dijo Freire. “En cambio, los sabelotodos, los que siempre tienen respuestas, de la zona de confort pasan a la zona de pánico. A muchos de nosotros, en las organizaciones, se nos valora por lo que sabemos. Eso es un error. Lo importante es qué tan comprometida está la persona a declararse ignorante y a aprender”.
Trabajo en equipo En agosto del año pasado, comenzó a funcionar un grupo de intendentes que utiliza la metodología CREA y es coordinado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) y la Red de Acción Política (RAP). El grupo, denominado G8, está integrado por los intendentes de las ciudades de Rosario, Santa
Fe, Rafaela, San Francisco, San Miguel de Tucumán, 25 de Mayo, Zárate y Ushuaia. El asesor del grupo es Fabio Quetglas (un especialista en desarrollo local asociado a Cippec). “Seleccionamos ocho intendentes que integran el RAP porque, al formar parte de una red, compartían un ámbito de confianza”, explicó Delfina Irazusta, creadora del programa. La metodología de trabajo del grupo está basada en la dinámica de los grupos CREA: se reúnen mensualmente en alguna de las ciudades que integran la red para compartir una problemática común. “Tal como sucede en un grupo CREA, la jornada comienza con una ronda de novedades; luego, el intendente anfitrión expone el tema por tratar, el cual ha sido preparado previamente por el asesor (Quetglas) a partir de información provista por funcionarios de la intendencia”, explicó Irazusta. “Luego se realiza una recorrida por el lugar, seguida de un almuerzo, una devolución de los participantes y, finalmente, una charla de actualización técnica realizada por el asesor. La única incorporación que hicimos al método CREA es una conferencia de prensa con periodistas locales”, añadió. La primera reunión se realizó en agosto de 2012, en San Miguel de Tucumán. El tema central consistió en los problemas presentes en la movilidad urbana. A partir de las recomendaciones realizadas en el ámbito del grupo, a fines del año pasado se implementaron carriles exclusivos para colectivos en San Miguel. En la ciudad de Santa Fe, por ejemplo, se trató la gestión de riesgos orientada a evitar inundaciones. Posteriormente el intendente de San Francisco decidió adquirir dos bombas para reducir el nivel de agua de las lagunas locales y evitar así inundaciones durante la ocurrencia de lluvias abundantes. “El impacto de compartir información, cuando se tiene una problemática común, es muy grande”, indicó Delfina. Si bien los perfiles de las ciudades son bastante diferentes entre sí, todas comparten desafíos comunes, y al estar algunas más avanzadas que otras en ciertas cuestiones (y viceversa), es posible generar un intercambio de información que luego represente soluciones concretas. “Fuimos generando confianza: sabemos que, al comentar los problemas que tenemos en nuestras ciudades, los integrantes del grupo van a dar
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lo mejor de sí mismos para aportar soluciones”, comentó Victoria Borrego, intendente de la Municipalidad de 25 de Mayo (Buenos Aires), quien integró un panel junto con sus pares Martín Llaryora (San Francisco), José Manuel Corral (Santa Fe) y Sergio Buil (intendente de la Municipalidad de Rivadavia, quien integra un nuevo grupo de intendentes formado este año). “Contamos lo que hacemos bien y lo que hacemos mal, reflexionamos juntos sobre nuestros problemas, que en muchos casos son similares. Creemos que de abajo hacia arriba podemos cambiar muchas cosas en la Argentina”, apuntó Llaryora. Por otra parte, en 2011, un grupo de empresarios
Responsabilidad del empresario en la sociedad “El concepto de sostenibilidad empresarial ya está generalizado. No hay duda de que supera la dimensión del negocio. Hay que insistir en la diferencia entre negocio y empresa. Nuestra forma de obrar impacta sobre los demás. Ser socialmente responsable es sentirse parte de algo común. Hay que saber que la forma de actuar de una empresa afecta al conjunto al cual pertenece y también a los demás conjuntos de la vida. Orientar la empresa hacia la sostenibilidad es llevarla hacia la convivencia”. Luis Ulla, director ejecutivo del Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria.
Voluntad “En este Congreso CREA se expresa el deseo de una Argentina más justa y moderna, pero eso nunca va a ocurrir sin políticos honestos y más capaces; nunca va a ocurrir sin atender las necesidades de los sectores más vulnerables. Alrededor de un cuarto de la población del país vive en la pobreza y en un marco de enorme desigualdad. La brecha entre el 10% que más tiene y el 10% que menos tiene es de 30 a 1. No se puede hacer política ignorando a los más pobres. Es muy común que critiquemos a los punteros políticos, quienes reparten bienes básicos en momentos oportunos y piden a cambio apoyo político. Pero el que está en la villa las 24 horas es el puntero. Tenemos que hacer política para dar respuestas. Tenemos que participar en los partidos políticos. Es necesario poner tiempo y recursos. Si no nos gusta ningún partido, podemos armar uno. Sólo basta que los buenos no hagamos nada para que los malos se ocupen de todo”. Rodrigo Zarazaga. Sacerdote jesuita y doctor en Ciencias Políticas. Director del Centro de Investigación y Acción Social (CIES).
CREA, directivos de escuelas y docentes –integrantes de la Red EduCREA de la región Centro– comenzaron a emplear la metodología CREA para buscar soluciones a los problemas presentes en los ámbitos escolares de la zona. El grupo CREA de Escuelas de Zona Centro –así fue bautizado– está integrado por 10 instituciones educativas ubicadas principalmente en ciudades del sur de Córdoba (con excepción de dos localizadas en Rufino y Cañada Seca). Se trata de escuelas apadrinadas por empresarios de los grupos CREA Melo Serrano, Cañada Seca, Laboulaye-Buchardo, Río Quinto, Laboulaye Tambero y Washington Mackenna. “La metodología CREA hizo que comenzáramos a repensarnos como organización educativa, de manera más abierta y sin temor, pudiendo comparar nuestras actividades con la de nuestros pares, aprendiendo de sus fortalezas, habilidades y destrezas, para mejorar nuestras propias instituciones”, comentó Nora Rezza, directora de la IPEM 292 de Adelia María (Córdoba). El grupo cuenta con un empresario CREA como referente zonal –en sus inicios fue Pedro Bombal y actualmente es Daniela Mauro–, quien, junto con el equipo de profesionales que integran EduCREA, se encarga de organizar la logística de las reuniones (además de, por supuesto, brindar asistencia sobre la dinámica de trabajo). También cuenta con una asesora: Josefina Duhalde (quien integra el equipo estable del programa EduCREA). “Comenzamos a colaborar con una escuela de la zona, pero en algún momento hicimos un click y nos dimos cuenta de que satisfacer las demandas materiales de la institución no era suficiente”, indicó Pedro Bombal. “Considero que es una obligación salir de nuestras empresas para dedicarnos al bien común”, añadió. Un aspecto crucial para el grupo es que, además de contar con el completo aval e involucramiento de los referentes zonales de EduCREA, también reciben la participación activa de Marjorie Masso, supervisora de Nivel Secundario del Ministerio de Educación de Córdoba, quien, con su mirada transversal y sistémica de las problemáticas educativas y sociales presentes en la zona, realiza aportes sustanciales. “Dejamos de ser escuelas egoístas para convertirnos en escuelas participativas”, explicó Daniel Fortuna, vicepresidente de la IPEM 221 de Jovita (Córdoba).
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Competitividad “No ocurre algo en un punto del territorio sin que tenga consecuencias en otro. Por ejemplo, si uno hace una buena circunvalación urbana agrega competitividad a la economía rural. Y si la economía rural tiene excedentes, seguramente podrá financiar un montón de actividades urbanas”, afirmó hoy el experto en desarrollo Fabio Quetglas. “Haber pensado el territorio argentino de manera parcelada tuvo un costo enorme. Ahora estamos tratando de repensar la relación campo-ciudad para transformarla en una relación sinérgica. Un punto central de las políticas públicas es conocer el territorio. Nadie gobierna lo que no conoce. Es esencial saber cómo se dan las relaciones en el territorio”, explicó. Quetglas señaló que “el determinante del desarrollo es la innovación, porque determina el diferencial de rentabilidad: para ser desarrollado, hay que ser innovador”. “La clave de la innovación es lo que se llama la cultura del link, que es la cultura de la vincularidad. Si en una sociedad el 10% de la población está alfabetizada y el resto no, las ideas no pueden circular”, añadió. “Para que se fuercen links positivos que deriven en innovación, es necesario un nivel de educación básico, extendido, de buena calidad; la existencia de una cultura de la diversidad, y que haya sentido normativo, es decir, compromisos recíprocos”. Otra clave es la “cultura colaborativa, la existencia de la competencia bajo reglas y la planificación”. También señaló que no se puede ser innovador en todos los aspectos. “Todas las sociedades innovadoras funcionan bajo el principio de la especialización”. “Uno de los nuevos paradigmas para generar desarrollo que aprendimos es que la competitividad no es un hecho exclusivamente empresarial. Nadie es competitivo en abstracto. Para ser competitivo hay que tener proveedores competitivos, trabajar con profesionales competitivos y tener una buena infraestructura urbana. Llega un momento en que la competitividad ni siquiera es de la cadena, sino que es del territorio. Esa es la consigna técnica para movilizar la participación de los empresarios en el desarrollo local. No existe la competitividad aislada; es un fenómeno sistémico”, explicó. Quetglas también destacó que para que se produzca el desarrollo de las sociedades, es
decisivo el modo en que ellas son percibidas por los demás. “Una de las cosas que agrega más valor a los productos, bienes y servicios es la visibilidad territorial. Es decir: cómo nos perciben. No es un problema de marketing, sino de políticas públicas. Hay un valor de la visibilidad territorial que debe ser construido. Se trata de un activo colectivo, que representa un diferencial económico muy fuerte”, concluyó. “No hay motivos para no involucrarse y participar”.
Valores “No existen empresas exitosas en sociedades que fracasan. Habría que revisar los conceptos de empresa y de éxito”. Así lo indicó el politólogo Lisandro Blas, quien moderó un panel sobre desarrollo y construcción colectiva integrado por referentes en la materia. Uno de ellos fue Matías Luna, director ejecutivo de la Fundación Defensores del Chaco, que brinda a sectores postergados la posibilidad de proyectarse hacia el futuro y crecer como personas. “Nos atrevemos a creer que podemos alcanzar todo aquello que nos proponemos”, contó Luna. La experiencia de Defensores del Chaco comenzó hace 20 años con el arte, la educación y el deporte como cimientos de una base que hoy forma líderes que inciden en otras organizaciones de todo el país. “Para lograr que las utopías devengan en eutopías (donde se desarrollaría la sociedad perfecta), hay que cuestionar, y mucho, lo supuestamente dado. Es vital también que los funcionarios no se perpetúen en el poder, y por ello, se estableció que las autoridades de la Fundación no pueden tener más de 30 años de edad”, explicó. La Fundación impulsó la práctica mixta de fútbol a partir de un reglamento propio. Así, el partido prevé tres tiempos. El inicial, donde los dos equipos establecen los parámetros que se valorarán al momento de determinar el resultado final. Luego viene la disputa deportiva, y el tercer tiempo es el de la evaluación, donde se analiza si se cumplieron las normas especificadas al inicio. Entonces, un partido que concluyó en goleada puede cambiar sustancialmente si el conjunto ganador desconoció las normas. Y el árbitro se ocupa de morigerar culpas o exonerar a jugadores; interactúa también un moderador que habilita el debate y el análisis de los objetivos cumplidos o no.
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“Así se promueven valores sociales que generan nuevas conductas de rechazo al triunfo a toda costa y a la violencia en todas sus formas”, contó. Esta metodología fue replicada en otras latitudes latinoamericanas, y según adelantó Luna, paralelamente al Mundial de Fútbol de Brasil 2014 habrá una cita ecuménica en Sao Paulo para avanzar en esta temática. Por otra parte, la Red Ciudadana Nuestra Córdoba busca contribuir a la construcción de una ciudad “justa, democrática y sustentable; y para ello es necesario democratizar los procesos de toma de decisiones, promover el debate entre los distintos actores sociales e instalar en la opinión pública y en la agenda política aquellos problemas que constituyen obstáculos estructurales para avanzar hacia una mejor calidad de vida”, reseñó Rafael Velazco, rector de la Universidad Católica de Córdoba e integrante del grupo coordinador de la entidad. La organización tiene incidencia política, no partidaria. Trabaja en red buscando problemas que generan debates y soluciones para mejorar la vida de la ciudad. “Las soluciones están en las políticas, y por eso debemos tender puentes para encontrar soluciones, sobre todo para aquellos sectores que carecen de herramientas”, manifestó. Acerca de la motivación que lo llevó a actuar socialmente, explicó que los ciudadanos deben hacer bien su trabajo para que lo políticos también hagan el suyo correctamente y evaluó que el diálogo entre posturas diferentes “es muy enriquecedor” y per-
mite alcanzar logros que realmente valen la pena. Velazco consideró que se habla mucho de “involucrarnos”, pero son pocos los que se animan a hacerlo en tareas que distan mucho de ser sencillas. Involucrarse implica erigir puentes “respetando y construyendo lo colectivo desde la diversidad, asegurando la participación de absolutamente todos, incluso de aquellos que no tienen el hábito de inmiscuirse en los hechos públicos”. El dirigente social también pregonó la necesidad de escapar del debate subjetivo (´“yo creo”, “yo pienso”) para promover un debate objetivo con información pública y confiable “que nos permita conocer qué tipo de ciudad somos y cómo se puede cambiar positivamente”. A partir del accionar de la Red, el gobierno de Córdoba fue pionero y aprobó una ordenanza de plan de metas claras y medibles, que permite a los ciudadanos ejercer un control y llevar adelante la rendición de cuentas, de modo tal que “los beneficios sean para todos y no sólo para algunos sectores”, analizó. En tanto, Paula Cardenau, directora de Njambre, organización “aceleradora de empresas sociales”, sostuvo que el gen de la integración siempre estuvo activado en su ADN, razón que la llevó a trabajar en ámbitos de carencias extremas donde aprendió que “la pobreza no es un problema de recursos, sino de falta de acceso a ellos”. Cardenau se propuso crear modelos alternativos para los vastos sectores que no tienen acceso a la salud y a la educación, innovando con un modelo
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vemos el uso de plásticos biodegradables que no dañan el medioamiente. Los beneficios son inconmensurables”, reseñó Lagorio. “La tecnología está, igual que la gente. Lo importante es convertirse en agente de cambio, involucrándose para crear soluciones conjuntas e integradas a diferentes problemas sociales”, indicó Lagorio.
Visión
Bernardo Toro: “Ira, celos y envidia son las fuentes del dolor. Hemos sido formados en la inteligencia guerrera. Tenemos que superarla para pasar a la inteligencia altruista de la colaboración”.
de negocio puesto al servicio de las soluciones sociales. Por ese motivo decidió apoyar a “Mama Grande”, una empresa social biotecnológica que transforma los efluentes humanos en agua recuperada. Sebastián Lagorio, cofundador de Mama Grande, aseguró que el hombre suele responder a una lógica de negar o esconder lo que no le gusta; sin embargo, muchas veces se descubre un potencial enorme actuando a partir de cosas que “dan asco, como la materia fecal humana o de la hacienda encerrada en feed lots”. En la zona de Totoras, con tecnología mínima y en interacción con el gobierno comunal, Mama Grande logró modificar algunos parámetros. Con bacterias y plantas que se nutren de los elementos contaminantes de la materia fecal, obtienen agua limpia, aunque no potable. Y a la vez desarrollan plantas cuyas semillas tienen un alto contenido de almidón no comestible, que deviene en ácido láctico, materia prima del bioplástico. “Incorporamos gente al sector productivo y conseguimos un alto valor agregado. La tonelada de bioplástico, dependiendo de su pureza, puede costar entre 1300 y 1400 dólares. Paralelamente, mejoramos la calidad de vida, ya que promo-
“Nuestros países no podrán salir adelante si no generamos un sistema educativo igualitario. Y sin ese cambio educativo, nuestra especie está en peligro”, indicó el filósofo colombiano Bernardo Toro. “Durante varios siglos el paradigma del éxito, del poder, del ganar, del acumular, de ser importante ha sido el que ha orientado gran parte de nuestras decisiones personales, familiares, sociales y las de los países y de las regiones. Un padre quiere que su hijo sea muy inteligente, con excelente nivel educativo y que tenga altos ingresos: el paradigma del éxito”. Ese paradigma, dijo Toro, nos ha traído a la siguiente situación paradojal: “Por un lado, corremos el riesgo de desaparecer como especie por efecto de la contaminación; y por el otro, hemos sido capaces de alcanzar el grado máximo con las comunicaciones de cuarta generación, que nos permiten encontrarnos con nuestro congéneres en el lugar más alejado del planeta y poder, así, reconocernos como especie”. Es importante señalar, resaltó Toro, que el ser humano no tiene raza, desde el punto de vista biológico. La raza humana es una sola, con diferentes colores. “La raza fue un invento del siglo XIV para justificar la esclavitud. Hoy, muchos niños del mundo tienen amigos en Vietnam, Nueva Zelanda o la Argentina. Por primera vez en la historia, ser amigo de un habitante de otra nación es una cosa normal”. “La paradoja es que, a punto de desaparecer como especie, llegamos a un grado máximo de humanización. La pregunta es ¿cómo resolvemos esta paradoja? Seguramente no lo haremos con el mismo paradigma que nos trajo hasta acá, el del éxito. Tenemos que buscar un paradigma superior, y ese paradigma es el del cuidado. El cuidado supone una nueva ética”, apuntó. “¿Qué debemos entender por ética? Es un criterio que me facilita tomar decisiones frente a un dilema y seleccionar aquello que me lleve a vivir
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Valores “Para identificar liderazgos positivos hay que posicionarse no sólo en el poder, sino en el poder para qué, y allí empiezan a tallar los valores. Existe un poder que permite impulsar el crecimiento, la sostenibilidad, pero también está la posibilidad de destruir”. Bernardo Blejmar. Licenciado en Ciencias de la Educación, maestro y consultor.
Involucrarnos “Como miembros CREA buscamos nuevas tecnologías para forjar nuestro trabajo empresario, pero el crecimiento individual no tiene razón de ser si la sociedad no se desarrolla: solos no se puede. Desarrollamos habilidades, aprendemos, compartimos. Se hace naturalmente, pero una vez que hay conciencia del aporte que se puede brindar, surge la obligación de involucrarnos”. Juan Julianelli. Integrante del CREA América.
Ser parte “En nuestra comunidad promovimos la capacitación de periodistas, docentes, sindicalistas y políticos, todos de (Benito) Juárez, para desarrollar proyectos; y ya colaboraron en dos iniciativas: una chocleada reconocida y movilizadora, y una exposición conjunta de pymes. Pedro Nazar. Integrante del CREA Laprida.
Participar “Bienvenida sea la posibilidad si se transforma en un espacio para que los más chicos se encuentren y se desarrollen. Hay que revalorizar la herramienta de la política. Disponemos de un Movimiento (CREA) único que debemos aprovechar”. Hugo Rossi. Integrante del CREA Monte. Asesor del diputado nacional Juan Casañas. Presidente de la Sociedad Rural de Monte.
dignamente. Por eso proponemos, como una nueva ética, al cuidado”, dijo Toro. “¿Y qué significa cuidar? Lo que la palabra indica: cuidar de sí mismo, cuidar de los otros, cuidar el planeta”. Para el educador colombiano, “el cuidado asume una doble función: previene daños futuros y repara los daños pasados”. Y enfatizó: “El cuidado hoy no es una opción. O aprendemos a cuidar o pereceremos. La nueva ética del cuidado nos permite mirar el mundo de una forma positiva”. El cuidado, señaló Toro, encierra tres aprendizajes importantes: saber cuidar, saber hacer transacciones ganar-ganar y saber conversar. El cuidado implica, además, cuidar del cuerpo, cuidar los vínculos afectivos; y también el autoconocimiento, el autocontrol y aprender a manejar los sentimientos conflictivos. “Ira, celos y envidia son las fuentes del dolor. Hemos sido formados en la inteligencia guerrera. Tenemos que superarla para pasar a la inteligencia altruista, la de la colaboración. Estos pilares son, en definitiva, los que nos llevarán a la autosuperación”, indicó.
Invitación “El condicionamiento está en uno. Si logramos vencerlo, estaremos en condiciones de soñar”, señaló el presidente del Movimiento CREA, Alejandro Blacker, al cerrar el XX Congreso Nacional CREA 2013. Luego de un gran aplauso de varios minutos, Blacker agradeció tanto a los organizadores como a los asistentes del evento.