Diana Concha Ramírez 1 Grupo Comunicación, lenguaje e infancia. Línea Comunicación Educación Universidad Pedagógica Nacional Nodo Red Centro Resumen La experiencia muestra la relevancia de formar en la mediación pedagógica a las y los docentes desde una perspectiva comunicativa sin reducir el papel de las tecnologías de la información y la comunicación a herramientas. Exalta el papel del deseo, el diálogo y la intencionalidad comunicativa en el uso pedagógico de las TIC para procurar el desarrollo de la conciencia del docente a partir de una experiencia de aula en un curso universitario. Palabras Clave Mediación pedagógica, deseo, TICs, proyecto
La mediación pedagógica en la interacción con los medios y Tecnologías de la información y la comunicación…. La experiencia de un curso de Licenciatura en Educación. “Si la clase es buena… asistimos”, estas fueron las palabras que en el proceso de construcción de acuerdos con las y los estudiantes de las diferentes licenciaturas que ofrece la Facultad de Educación de la Universidad Pedagógica Nacional, me dijo una estudiante de manera retadora al iniciar el curso… A partir de ésta sencilla pero profunda frase empezó toda una carrera de provocación frente al proceso del curso Mediaciones Comunicativas II, espacio orientado a la formación de docentes en el ambiente comunicativo.
Ésta afirmación durante el tiempo que compartí con ellos fue el elemento dinamizador y constante en mi mente como educadora de educadores y que llevó
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Docente Ocasional Tiempo Completo de la Facultad de Educación, Departamento de Psicopedagogía de la Universidad Pedagógica Nacional. Magistra en Comunicación, Licenciada en Educación Preescolar. Contacto: dconcha@pedagogica.edu.co.
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a plantearme la siguiente pregunta: ¿Cómo hacer la clase tan buena para que un estudiante asista y sobre todo le encuentre sentido a lo que está aprendiendo?
Debo aclarar que el interés de mis estudiantes no estaba centrado en este curso, ya que para ellos, la Mediación Comunicativa se relacionaba con largas horas sentados frente al computador realizando actividades que, en muchos de los casos, o ya sabían, o no les importaba. Así, que la experiencia de formación de docentes en el campo de lo que hemos denominado Mediaciones Comunicativas, empieza con algunas situaciones problémicas: Falta de interés hacia el tema, ya que se consideraba a éste como acciones sobre el computador sin sentido, poco acceso a las TICs en su vida cotidiana y un reduccionismo profundo de éstas; a herramientas.
Si llegar a los acuerdos fue algo complejo, más aún lo fue, la propuesta de trabajo. El “programa académico”, denominado así en las instituciones educativas, no estaba de hecho ya dado, éste sería el producto del deseo de las y los estudiantes. Recuerdo la mirada de desconcierto y asombro de algunos frente a mí como maestra, hablándoles del deseo en una clase que para ellos era de Informática Educativa. Por su puesto, la invitación que como docente les hacía desestructuraba toda la lógica de contenidos, sin embargo, mi acción estaba orientada principalmente a reivindicar en las y los docentes, en este caso en formación, la relevancia de la comunicación en la educación, por el momento, en el espacio de Mediaciones Comunicativas. Puedo decir que no fue fácil, pero anticipando el final de ésta experiencia, sí, la clase fue tan buena, que siempre asistieron….
De lo que se trata este texto es hacer extensiva una invitación para pensar a los medios y las tecnologías de la información y la comunicación más allá del uso instrumental, posicionando la Mediación pedagógica, como elemento constitutivo desde la comunicación, entre el encuentro del ser del educador y el ser del educando. 2
De esta manera, se puede decir, que son muchos los trabajos que desarrollan la inclusión de los medios y las tecnologías en la educación desde diversas perspectivas, los cuales van desde análisis académicos (Rueda, 2007), investigaciones, (Andrade, y Concha, 2011), políticas públicas de la Unesco (2004), del Ministerio de Educación Nacional (1994, 2006,2008), de Secretaría de Educación, hasta observatorios (observatorios de Medios UPN, Observatorio Informática educativa, SED) entre otros, no obstante, puedo afirmar que aunque los avances tecnológicos de los medios y las TIC “resuelven muchos problemas sociales y económicos”, éstos por sí mismos, como ya lo hemos visto, no generan transformaciones profundas en las prácticas educativas, ya que la comunicación y la educación, antes que sean un proceso técnico son un proceso eminentemente humano (Gutiérrez, s.f.p.37. El plural es mío).
La idea que propongo considerar es volver a la fuente del sentido dialógico de la educación para potenciar la formación de una persona como ser humano, y digo volver porque creo que se nos ha olvidado en medio de tanto indicador, competencia, acreditación, etc. Vinculando de manera consciente, los avances tecnológicos que cada época va trayendo, en este caso, en los medios y las TICs. Para ello, el docente debe comprender el uso más allá de la idea de medio o herramienta y posicionarse en el lugar de la comunicación, como lo diría Martín Barbero (2003), para pensar lo educativo.
La experiencia que voy a presentar nos ubica en ese lugar del deseo mencionado anteriormente, como provocador del aprendizaje, en el marco del trabajo por proyectos en la universidad, luego explico cómo se hizo la experiencia, las muchas reflexiones que tuvimos los estudiantes y yo en el transcurso de su desarrollo y finalmente, las conclusiones y proyecciones, para continuar ahondando en el camino relevante de formar a las y los docentes en este campo.
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La Mediación desde el lugar del deseo. Partir de la idea de aprender desde el “deseo” y no desde el contenido le propone al estudiante un lugar de desencuentro y problematización frente a lo que se espera aprender, así, en un primer momento la pedagogía del deseo, categoría con vagos desarrollos, es un lugar extraño, lleno de incertidumbres y de desconfianza, más aún para quien se ha “adaptado” a lo que la tradición del sistema en sus interacciones sociales le ha enseñado.
El deseo en este caso, es una categoría filosófica que construye el sentido que le otorga el sujeto a su vida. Una acción sin deseo es una acción carente de sentido, por ende, superflua y vacía en el contexto social de la vida cotidiana. El deseo conduce al hombre a mirar fuera de sí y a buscar otros sujetos humanos con los que pueda satisfacer su innata exigencia de comunicación (Babolín, S. 2005:27), es decir, el deseo se construye en los procesos de interacción en los ámbitos de la vida familiar y social.
El deseo evoca obtener el objeto, pero no sólo en sí mismo, si no a éste y el contexto de sentido que lo rodea. La búsqueda del objeto implica desequilibrio, frustración, es motor de energías naturales desde lo imaginativo o ideal hacia el objeto (De Finance, 1962:41 citado por Babolín, 2005: 112). En el campo educativo, de acuerdo a Ferrés (2008:60) la propuesta se orienta hacia conseguir que la gente sienta estas cosas, que las resuene por dentro y la movilice.
Por ende, ¿qué implicaciones tiene para un curso de licenciatura construir una ruta colectiva de aprendizaje desde la pedagogía del deseo? La idea central que se posiciona en éste contexto es provocar al docente en formación por ese lugar del conocimiento. Provocar su deseo por conocer, por enseñar, por aprender y reflexionar frente a lo ya dado e instituido en el mundo social, de tal manera, que su acción educativa sea potenciadora, a su vez, de deseos en sus estudiantes. 4
Siguiendo la línea de Babolín (2005), en el ámbito del deseo el sujeto está ligado a tomar decisiones, la toma de decisiones implica procesos de libertad y autonomía, que Vassileff (1999) va a presentar como elementos constituyentes del trabajo por proyectos. Las implicaciones de trabajar desde y con el deseo es involucrar el desarrollo de la conciencia de sí y el espacio que lo rodea, una conciencia que humaniza al hombre de tal manera que acepta cada vez menos el orden establecido. Un orden que adormece la conciencia, pero que en el ámbito del deseo es transformado, emancipado y sustituido, o como lo diría De Finance: “El hombre que no espera tener hambre sino que excita el apetito” (1962:122, Citado por Babolín, 2005:113).
Esta conciencia requiere también de coherencia, cuando no hay concordancia entre los objetos deseados la persona se vuelve incoherente (p.113) por sus deseos insatisfechos, de ahí la relevancia de los procesos de reflexión, a partir del dialogo, para poner de manera consciente el carácter de las contradicciones 2 personales y sociales.
Si entendemos la mediación desde el deseo, el carácter de proyecto propuesto para las y los estudiantes del curso, buscó ahondar en lo más profundo del deseo de cada estudiante, de su ser, de su vida cotidiana, de su vida más allá del aula, e involucrarlo, a través de la acción consciente, a expresar y materializar su producción de sentido, a través de los objetos que circulan en el campo de lo cultural, en este en este caso, la internet, usando Blogs y Wikis.
En este sentido, la materialización del proceso, es el resultado de la expresión de un deseo (Vassileff, J. 1999), que a partir de la interacción con el otro, se convierte en deseo compartido, de esta manera, la exterioridad individual se conecta con la 2
En este caso específico, a mediados de semestre una de las estudiantes en el proceso de seminario dice lo siguiente “cómo cuando uno piensa que está haciendo algo diferente y sucede que es lo mismo que ellos hacen”, refiriéndose a la producción de medios alternativos y el papel de la ideología desde la cual se construye el discurso de enunciación.
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interioridad del grupo para exteriorizarse nuevamente como unidad, exaltación de la comunicación como elemento inherente al proceso educativo.
Los principios que sustenta la pedagogía del deseo, de acuerdo a Vassileff (1999), son la libertad y la autenticidad, el primero, entendido desde el pleno ejercicio de sus derechos, es decir, un profundo respeto por el otro y su subjetividad histórica, y el segundo, relacionado con los procesos de coherencia y correspondencia entre lo que el sujeto es y sus acciones.
En la ruta del proceso que empezamos los estudiantes y yo, la comprensión del sentido de aquellos principios, llevó a movilizar, desde la reflexión, la estructura ideológica interior, tanto en la de los estudiantes como en la mía propia, para asumir, que la responsabilidad, por ejemplo, es un proceso que va más allá de la exigencia de un actor externo, que se moviliza más bien desde el deseo interior de ser libre y el interés de conocer el objeto convocante de deseo, en este caso la mediación comunicativa. La movilización de la estructura interior, fue dada por la ruptura de los lugares de poder, connotados principalmente, por la nota, los registros de asistencia, evaluaciones, entrega de trabajos, entre otros.
Por otra parte, quiero enunciar también que de acuerdo a Ferrés (2008) y Babolín (2005), el deseo se ha incrustado como elemento sucitador de provocaciones, lastimosamente, no desde el ámbito educativo, sino desde los medios de comunicación social, en especial, a través de la publicidad (Concha, 2012: 16). En el proceso de formación de docentes éste es un aspecto importante, ya que explorar los usos que los sujetos apropian en la interacción con las TIC, le permite conocer más el lugar desde el cual; el deseo es construido en sus educandos.
De acuerdo a lo anterior, en el curso asumimos que los medios y tecnologías de la información y la comunicación, no son una “herramienta” para desarrollar procesos cognitivos, por supuesto tomo una posición de respeto frente al discurso educativo construido desde esta perspectiva, válida en el ámbito académico, sino que, lo que 6
propongo es ampliar la mirada cognitiva para poner el acento en los términos de la mediación relacionada con aspectos culturales.
Cuando hablamos de Mediación, en este caso, el concepto se inscribe al techo teórico que Jesús Martín Barbero ha desarrollado en su teoría de las mediaciones, donde los usos de las TIC se dan no desde el tiempo de interacción sino desde la significación que se le otorga a ese tiempo. (Martín, 2003:308). Por lo que llevar, al docente en formación a la comprensión conceptual de ver las TIC como “herramientas”, para asumirlas desde la mediación, es poner en el acento de lo humano, volvemos a la idea de deseo, la comunicación. Del “uso” de la herramienta tecnológica a la Mediación Pedagógica
Uno de los aspectos más complejos que se presentaron en el curso fue la transformación del pensamiento de las y los estudiantes frente a lo que se entiende por la categoría “uso” y su distinción entre el uso referido a la utilización del objeto y el uso cuando se vincula a la significación construida desde el objeto.
Sus ideas previas se originan desde su experiencia de vida y la interacción que han tenido con los medios y las TIC, se puede decir que, por una parte, su ideología frente a los medios se encuentra en muchos casos permeada de rechazo, desde una postura crítica reflexiva en torno al contenido que emiten, y por la otra, la negación a acercarse al objeto, ya sea por desconocimiento de dicho lenguaje o porque no hay un acceso a él cercano en su vida cotidiana (muchos estudiantes de licenciatura no tienen, por ejemplo, internet en su casa).
El otro aspecto relevante, ha sido la perspectiva desde la cual, a través del tiempo, se han vinculado los medios y las TIC a los procesos educativos, de los cuales se espera el mejoramiento de las prácticas de enseñanza, la renovación del sistema escolar, la superación de la pobreza desde ideas desarrollistas, o la prevalencia del uso de estos objetos como herramientas, para acceder al conocimiento, 7
relacionado con las áreas o campos disciplinares, por citar algunos ejemplos. Con este planteamiento lo que quiero decir, es que mientras la formación docente no esté permeada de un sentido comunicativo ningún objeto por sí mismo logrará transformar la escuela ni la enseñanza, expectativa de las innovaciones y políticas educativas en este campo.
De esta manera, propongo pensar la reivindicación del concepto de mediación no reducido a herramientas tecnológicas, para considerarlo desde el lugar preponderante que ocupa la Mediación Pedagógica desde una perspectiva comunicativa, así como también replantear lo que entendemos por “uso”, en el proceso de formación de docentes, en relación con este campo.
Puedo decir entonces que, la comprensión que hace el docente en formación de este cambio de perspectiva, se da a partir del acto de conciencia sobre el objeto mismo como expresión de su deseo, otorgándole un sentido distinto al uso pedagógico que se le vaya a dar al objeto. Lo que conlleva a pensar, en una intencionalidad pedagógica y comunicativa consciente, más que latente, que es a su vez transformadora, y que permea la realidad, es resignificar la idea de tener “otra forma de transmitir conocimientos” como lo proponen algunas políticas en sus documentos (por ejemplo la Unesco, MEN, entre otros).
Es aquí donde hago énfasis en que la comunicación, antes de ser un proceso técnico es un proceso eminentemente humano (Gutiérrez, s.f:37) que se construye a partir de la interrelación con el otro, como afirma Gutiérrez (1995), cualquier cambio educativo debe iniciarse por el mejoramiento sustantivo de los procesos comunicacionales (p.72), las transformaciones en educación no van a llegar a partir de las innovaciones tecnológicas o desde las políticas pensadas desde una perspectiva económica, el cambio educativo que se necesita urge del empoderamiento de un proceso comunicacional donde los sujetos se encuentren en su alteridad para reconocerse así mismo desde el otro. 8
Ésta mirada comunicativa desarrolla tres elementos, que para mí son fundamentales. El primero, la libertad como principio del sujeto que se libera a sí mismo cuando se reconoce como parte del entramado constitutivo del tejido social pero también como un sí mismo personal, otro, es el desarrollo de la capacidad expresiva del sujeto, lo que él hace y piensa y que es conocido por todos, algo así como una catarsis liberadora de su pensamiento y en tercer lugar, la capacidad de producción de sentido a partir de la operación sobre los mismos medios y tecnologías. Todos estos elementos se fundamentan en la perspectiva dialógica inherente a los procesos de comunicación y educación.
El diálogo es la base constituyente de la Mediación pedagógica, es un tejido de significaciones entre el sujeto que aprende, el sujeto que enseña y los objetos sociales y culturales que permean dicha relación, entre ellos, el conocimiento. El diálogo, rompe las barreras del autoritarismo vertical y se instaura en esa intersubjetividad que encuentra, junto con el otro, ese lugar común de significaciones que construye el sentido de sí mismo y del otro como sí mismo.
El diálogo, que para Freire (2005) le da lugar a la palabra y cuya evocación convoca a la reflexión, es el que libera y concientiza al sujeto; es el diálogo el que en la interacción con los medios y las TIC devela su entramado ideológico, pero a su vez también permite un uso que proyecte la producción de sentido, de quien lo utiliza para transformar la realidad.
Puedo decir entonces, que entre el deseo y la palabra se incita un diálogo que proyecta su intencionalidad para transformar el contexto social desde lo educativo, así entonces, la propuesta es posicionar a los medios y las TIC como objetos de construcción de sentido desde y con los educandos para llegar a los otros mundos sociales donde su palabra no alcanza a ser difundida, lo anterior como elemento fundamental en la formación de la conciencia del docente.
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Aprendiendo a ser usuario del objeto, “Entre el Wiki y el blog prefiero el Facebook”.
Difícilmente un docente que no se vincule en su proceso de formación como usuario de los medios y las tecnologías, se va a apropiar de la significación de estos objetos sociales durante su ejercicio profesional, de ahí, la relevancia que tiene en la formación, el vínculo con la comunicación como el tejido que envuelve el proceso educativo.
Para cumplir este cometido, la experiencia del curso se desarrolló durante los cuatro meses que tiene vigencia el semestre académico del período (I- 12), formaron parte del proceso mis estudiantes de segundo semestre de Licenciatura en Educación con diferentes énfasis de la Facultad de Educación y yo.
El primer elemento del proceso metodológico, fue socializar con ellos el lugar desde el cual se llevaría a cabo el curso, en este caso, la pedagogía del deseo, absolutamente necesaria para convocarlos al aprendizaje sobre el objeto a conocer. Desde este lugar de enunciación, aclarado anteriormente, se propuso a los estudiantes la pregunta en torno a qué desean conocer desde sus intereses. La elaboración de dicho interrogante debía construirse en grupos de diferentes carreras, lo que también tuvo sus contradicciones iníciales por la ausencia de conocimiento del otro y la falta de confianza.
Los temas de interés general, en su mayoría se relacionaron con sus experiencias de vida, entre ellos tenemos, Mujer y territorio, Arte Urbano, Redes Sociales, Discurso político y la Música, Arte e infancia, Videojuegos, Derechos Humanos, Objeción de Conciencia, Racismo, Televidencia, Infancia Hiperrealizada, población LGTB, entre otros.
Con base en la definición del eje temático, el grupo debía construir un núcleo generador en torno a él a partir de preguntas, sin embargo, le sugerí a los 10
estudiantes realizar el trabajo cooperativo a través del uso del Wiki, utilizando la plataforma de Pbworks, y materializar el proyecto en un blog, que evidenciara el trabajo en el wiki y la intencionalidad comunicativa desde la cual se construía éste. Para ello se sugirieron preguntas tales como: ¿Qué se quiere comunicar?, ¿Para qué se quiere comunicar? y ¿A quienes se quiere llegar a través del blog? Las tutorías, en este caso, fueron un espacio de intercambio de saberes y de acompañamiento al proceso durante el transcurso del semestre.
La segunda línea de trabajo se desarrolló a partir de la metodología de seminario, dónde el diálogo y las fuentes bibliográficas sugeridas convocaron a la reflexión, dicho diálogo
favoreció la
formación
de la
conciencia en
el docente
problematizando su deseo. De éste espacio, se construyeron colectivamente las conclusiones del curso, a partir de categorías emergentes, desde los mismos textos y producidas por las y los estudiantes.
Finalmente, la tercera línea de acción, estuvo relacionada con la formación en la técnica del objeto, entendiendo la técnica, “como el instrumento que materializa y solidifica una intención, y la intención trasciende la acción actual (…) ya que, cada instrumento realiza un profundo enlace con el gesto y, en consecuencia con el deseo” (Babolín,2005:95), en este caso, una técnica referida a ¿cómo usar el wiki? y ¿cómo hacer el blog?, el primero de manera directiva y el segundo a partir del conocimiento previo de los mismos estudiantes.
Preferir usar el facebook y no el wiki para trabajar con los compañeros, significó para el docente en formación el sentido que le otorgamos como sujetos a los medios desde los cuales nos expresamos. Para los estudiantes el facebook, era un objeto conocido y no planteaba ninguna regla de uso, entrar al wiki se volvió algo complicado, significaba una contraseña más, un usuario desconocido, ajeno a su realidad, abrir carpetas, usar el espacio de comentarios como editor de texto en vez de editar la página, aplicar el “cacharreo” para explorar e ir más allá de las posibilidades sugeridas en clase, editar en Word y copiarlo en el wiki, inventar 11
otros caminos para “poner allí lo que quiero expresar”, sentir frustración, impotencia, preguntarse ¿por qué yo no puedo?, fueron procesos que permitieron que la vivencia del objeto permeara el ser del docente en formación y cargara de sentido su acción en él. Mi acompañamiento tutorial y el lugar preponderante del que “más interactúa” con el objeto, posibilitó encontrar diversos caminos para construir un texto que le otorgara sentido al blog. Por supuesto, se explicó la técnica del objeto antes de usarlo, pero ésta experiencia confirma, que no es la instrucción sobre el manejo de la “herramienta” la que empodera al docente de su acción en ella (a propósito de tantos cursos de capacitación en éste sentido), sino la compenetración a partir de la vivencia, la que le permite que lo apropie en su vida cotidiana.
A modo de reflexión y cierre: una acción individual no transforma una conciencia pero una acción colectiva transforma el mundo…
Luego del camino recorrido, afirmar que se transformó de manera generalizada las ideas iníciales de las y los docentes en formación, frente a la mediación comunicativa como herramienta y que todos asumieron la mediación pedagógica como lugar de construcción de sentido, para interactuar con los medios y las TIC, sería algo falso.
El proceso que se llevó a cabo con los estudiantes muestra, a partir de sus elaboraciones en la experiencia, diversas comprensiones sobre la misma. Para algunos, no la mayoría, persiste la idea de “usar las herramientas”, para otros, vinculan el proceso con categorías relacionadas a la participación, el trabajo cooperativo, la intencionalidad en el uso, la prevalencia de las interacciones sociales para comprender el medio y la creatividad.
Por supuesto, son elementos valiosos de construcción de sentido, sin embargo, lograr realmente una incidencia mayor que permee a todos los estudiantes y se 12
proyecte en aquellos con quienes en un futuro interactuaran, requiere de un trabajo colegiado que le apueste a la formación de la Mediación Pedagógica desde perspectivas interdisciplinarias. Como ya lo enunció Rueda (2007), la formación de licenciados en este campo se lidera principalmente por el enfoque de “Informática Educativa” y los ambientes de formación, son espacios reducidos a uno o máximos dos cursos durante la carrera.
Podemos concluir que, la experiencia desarrollada a partir del curso, muestra muchos elementos que invitan a pensar el papel relevante de la formación docente en el uso de los lenguajes que se producen en la interacción con los medios y las tecnologías de la información y la comunicación. En primer lugar, la coherencia que la pedagogía del deseo exige durante todo el proceso y la perspectiva dialógica de la mediación comunicativa, éste es el reto de mayor implicación tiene en la experiencia, pues requiere de distanciarse de manera sustancial de las formas tradicionales que la escuela en todos sus niveles exige, asumir un lugar humilde como lo propone Freire (2005) frente al saber del docente y su rol, y una plena confianza en el proceso que lleva a cabo el estudiante. Sin estos elementos ese lugar de invitación al otro de provocarse; frente a lo que se le propone conocer, carece de sentido.
Se puede destacar también el papel relevante que juega la reflexión, que desde el diálogo, posibilita la formación de la conciencia. El sentimiento de extrañeza frente a la pregunta ¿qué te gustaría aprender? Nos pone de manifiesto la necesidad de despertar en el docente en formación ese fuego interior del deseo, que motiva desde sus entrañas a alcanzar el objeto deseado, si el docente no lo siente ¿cómo va a lograr generarlo en sus estudiantes? De allí emerge la incoherencia entre los deseos insatisfechos, no alcanzados. Por un lado, generar una acción educativa transformadora y por el otro continuar trasmitiendo lo que desde la crítica se ha optado por no hacer, es la continuidad de un ciclo inconsciente pero manifiesto que se transmite de generación en generación. 13
Otro aspecto importantísimo, es la relevancia que tiene formar en el uso de la técnica, éste es un aspecto fundamental, ya que si el docente no conoce el objeto, no logrará vincularlo a sus prácticas pedagógicas, no obstante, éste conocimiento debe ser construido desde el lugar de sentido que aquí se expuso, más allá de un uso instrumental, potenciando la capacidad creadora, que en interacción con el objeto, le permita al educador y al educando desarrollar la máxima expresión de su palabra, vinculando también sus saberes y experiencias en el campo.
Es de destacar también, el papel del trabajo cooperativo desde la pedagogía del deseo y como ese deseo individual permea el deseo colectivo, hasta convertirse como se dijo anteriormente, en una unidad. El trabajar con el otro desde una perspectiva comunicativa es esa invitación a la intersubjetividad, a la construcción de sí desde el otro y de ese otro desde el lugar del otro. Es formar ese principio de autonomía que el trabajo por proyectos desarrolla, pero también es invitar a fundirse siendo uno mismo en la búsqueda del deseo colegiado.
Finalmente, puedo decir, que transformar el paradigma frente a lo que es educar y el papel mediador del docente en esa relación dialógica educando – educador, es aún una ardua tarea por realizar, que pone de relieve pensar primero al sujeto desde lo humano, en su proceso de formación en interacción con los demás.
Los siguientes ejemplos de blog, materializan toda una construcción de sentido donde primó el deseo, la expresión de la pasión del sujeto, lo que, como se puede ver, transformó desde un pequeño espacio, una parte de la realidad. Queda para profundizar la relevancia del contexto socio cultural de las y los docentes en formación, en su interacción con los medios y las TIC. Proyecto Objeción de Conciencia Autores: Karen cortes, Camilo Rodríguez, Erika Latorre Link: http://jovenesobjetoresalserviciomilitar.blogspot.com/ 14
Proyecto Arte Urbano: Camila Andrea Gámez Cano, Stefanith Gineth Caballero Fandiño, Katherine Chacón González, Magda Bibiana Téllez Cáceres, Paula Andrea Morales Leal, Camilo Losada Castilla. Link: http://poesiasubvirtiendohechacalle.blogspot.com/ Proyecto Mujer y Territorio Autores: Claudia Patricia Gonzalez , Yeny Paola Suarez Link: http://www.reddemujeresdelasabana.blogspot.com/ Proyecto Los Faranduleros Autores: Stephanie Barrera, Angela María Gómez, Claudia Milena Reyes, Dahiana Vargas, Maira Lisa Bernal Link: http://comunidaddefaranduleros.blogspot.com/
Muchas Gracias.
Bibliografía
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Andrade, A. & Concha, D. Aulas virtuales en Educación a Distancia. Una experiencia en la Licenciatura en Educación para la Primera Infancia. En: Rojas, W. (compilador) Experiencias Educativas Digitales. pp85-95. Colombia: Editorial Bonaventuriana.
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Babolín, S. (2005,). Producción de sentido. Colombia: Universidad Pedagógica Nacional, Editorial San Pablo.
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Concha, D. (2011). Los desafíos del educador infantil frente a la infancia. Educación y Cultura. N.93. pp 15-19.
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Ferrés, J. (2008). La educación como industria del deseo. Un nuevo estilo comunicativo. Barcelona: Gedisa Editorial.
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Freire, P (2005). Pedagogía del oprimido. México: Siglo XXI Editores.
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Gutiérrez, F (1995). Pedagogía de la Comunicación en la Educación Popular. Colombia: Cooperativa Editorial Magisterio.
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Gutiérrez, F. (s. f.). El lenguaje total el proceso de Educación Liberadora. Colombia: CIEC.
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Rueda, Rozo, Rojas & Lizarazo, María. (2007). Observatorio de Informática Educativa La Informática Educativa en la formación Inicial de Docentes. Bogotá: Secretaría de educación Distrital.
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Vassileff, J. (1999) Formación en la autonomía. En: Pedagogía de proyectos: Opción del cambio social. Cuadernos de trabajo. Bogotá: Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
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