Cuarenta días que conmovieron al Istmo Hemerografía, documentos y testimonios del movimiento chegomista. Juchitán 1911
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CUARENTA DÍAS QUE CONMOVIERON AL ISTMO. HEMEROGRAFÍA, DOCUMENTOS Y TESTIMONIOS DEL MOVIMIENTO CHEGOMISTA. JUCHITÁN 1911. @Elisa Ramírez Castañeda Ilustración de portada: Dr. Lakra Diseño: Carlos Franco | Yeimi Zárate Ordaz
Primera Edición, 2010
GOBIERNO DEL ESTADO DE OAXACA Lic. Ulises Ruiz Ortiz Gobernador Constitucional del Estado de Oaxaca SECRETARIA DE CULTURA Lic. Andrés Webster Henestrosa
SUBSECRETARÍA DE PLANEACIÓN Y DIFUSIÓN CULTURAL Lic. Emilio de Leo Blanco DIRECCIÓN DE VINCULACIÓN Y DIFUSIÓN Lic. María del Carmen de Fátima Fuertes Casasnovas
DEPARTAMENTO DE REALIZACIÓN Y DIVULGACIÓN EDITORIAL Lic. Alejandra Martínez Guzmán Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio, sin autorización del editor. ISBN:
Impreso en México
Cuarenta días que conmovieron al Istmo Hemerografía, documentos y testimOnios del movimiento chegomista. Juchitán 1911 Elisa Ramírez Castañeda
Para Francisco Toledo. También para Adolfo Gilly y Jacinto Barrera, quienes me escucharon hablar de este tema, a la náusea, en diferentes décadas.
¿Has oído que está bien ganar las batallas? Yo afirmo que perderlas está bien, las batallas se pierden con el mismo coraje con que se ganan. ¡Vivas a los vencidos y a aquellos cuyas naves de guerra se hundieron en el mar, y a aquellos que se hundieron en el mar, y a todos los generales que han sido derrotados, y a todos los héroes vencidos, y a los innumerables héroes desconocidos, iguales a los más famosos! Walt Whitman, Hojas de Hierba, trad. Jorge Luis Borges
Introducción
Un levantamiento local, aislado, de poco peso en la historia nacional; anécdota contada por los participantes a sus hijos, reivindicada por nietos y bisnietos. Un movimiento sangriento, sin plan o programa, con propuestas e ideario ambiguos —tanto para los enemigos como para las masas levantadas, devotas, espontáneas, furibundas. Una revuelta temprana al iniciarse apenas el maderismo. Un descontento ancestral que no llegó más allá del trágico exabrupto —indios sublevados al mando de un cacique, opereta cuyas partituras racistas fueron recogidas abundantemente por la prensa, para atacar o adular a Madero. Archivos cuidadosamente seleccionados para justificar cada acción de los participantes; menciones genéricas en historias locales y bibliografías puntillosas —que repiten versiones oficiales o contraversiones de los rebeldes, igualmente “oficiales”.1 La abundante información hemerográfica acerca de la rebelión chegomista, en su momento, parece obedecer a su violencia: más de trescientos muertos y miles de heridos en apenas unas días y la infortunada muerte de su líder, poco más de un mes después de haberse levantado en armas. Posteriormente adquiere resonancia por su continuidad, al enlazarse a cadena de levantamientos y rebeliones previos y posteriores en la región del Istmo de Tehuantepec. La confrontación entre el Presidente Madero y el Gobernador Benito Juárez Maza divide las opiniones y pone de manifiesto la torpeza de ambos, así como la de quienes los respaldan públicamente. El conflicto enfrentó al Congreso Local de Oaxaca y el Gobierno Federal, y de allí deriva la sonada discusión acerca del pacto federal y la soberanía de los estados; es la primera contradicción pública entre las promesas del Plan de San Luis y quienes se ceñían a la Constitución del 57. El escándalo suscitado por Madero, apenas llegado a la silla presidencial, prefigura su destino desde este primer tropiezo, anuncia la rebelión posterior de los Soberanos en Oaxaca, y la continuidad —secular— de la lucha istmeña por su autonomía.
La ambigüedad del levantamiento dio lugar, desde entonces, a las más diversas interpretaciones: aquí reunimos versiones de la prensa y documentos de los cuales se han derivado posteriormente tanto la interpretación radical, de los juchitecos, que consideran a José F. Gómez como héroe autonomista por excelencia, como la de quienes lo tildan de cacique ambicioso, títere vazquista o porfiriano oportunista.
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Basta ver las declaraciones Che Gómez, primero, y luego de su viuda o sus hijos en distintos momentos, para ver cuan sesgada era también la versión de los rebeldes.
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Los archivos de José F. Gómez, una de nuestras fuentes, contienen un anómalo documento del 5 de diciembre de 1911, del día mismo en que se anuncia la muerte del cabecilla. Este espejo, intacto y extraviado, es emblema de cuanto ocurrió en el Istmo durante aquellos agitados días. Recibí de la Jefatura Política de esta ciudad un espejo luna francesa biselada de mi legítima propiedad, que se extravió en mi casa cita frente al jardín Carlos Pacheco, en la revuelta estallada el día 2 del p. pdo., dicho espejo se halla en calidad de depósito. Francisco Fuentes.2 Una revolución en un Estado peculiar —sin el aura agrarista de Morelos— encabezada por un líder carismático —sin la carga mesiánica de Zapata. Un ejemplo que no puede explicarse comparándolo a otras regiones, ni siquiera en el mismo estado. Conflicto entre los representantes de un poder tradicionalista y los líderes que encabezan descontentos regionales, cuando las autoridades locales se afiliaban y buscaban resquicios para reacomodos: se medían las fuerzas —y se sobreestimaban. El movimiento se incuba y desencadena en un periodo liminar, ahondado por la falta de compromiso de un Presidente y un Gobernador interinos con un líder que trata de consolidar sus derechos y privilegios respaldado por un pueblo con una larga tradición de lucha que lo sigue fielmente. Las rebeliones periódicas; el descontento endémico de la zona data de tiempos prehispánicos y parece perdurar hasta nuestros días. Este levantamiento forma parte de una vieja tradición de lucha y rebeldía de Juchitán frente al gobierno del estado de Oaxaca e inaugura también un largo capítulo de enfrentamiento entre Oaxaca y la Federación. 3 La lucha por la separación del Istmo de los estados de Oaxaca y Veracruz —intención que se le atribuyó desde un principio a José F. Gómez—, ha sido propuesto en todos los Congresos Constituyentes de nuestra historia y sigue siendo un reclamo vigente. El separatismo no solamente incluía a los verdes;4 también los opositores de Che Gómez, juchitecos ilustrados de la ciudad de México, porfiristas o maderistas, opinaban en su momento que la separación del Estado sería una solución a los constantes conflictos de esa región con Oaxaca. El levantamiento en el Distrito de Juchitán se explica tanto por sus antecedentes porfirista como a la luz de las promesas de una revolución que apenas inicia, donde cabían todos los reclamos acumulados, respaldados por la verdadera fe en la democracia y el respeto a la voluntad del pueblo. El tiempo nuevo apenas se inaugura; esperanza y libertad parecen momentáneamente posibles: en este periodo deben ajustarse nuevos métodos con los mismos personajes y buscan su lugar nuevos personajes que pretenden navegar con viejos métodos. Y cada cual interpretó como quiso y pudo la partida de don Porfirio. Hasta en el último rincón de la República se había estremecido con la re-
2. AJFG doc. 120. 3. Consúltese la Cronología al final. El territorio fue independiente en diversas ocasiones: de
1823 a 1824, en 1853, 1856. En el Congreso Constituyente de 1916, Crisóforo Rivera Cabrera y el coronel José Gómez Bustamente presentaron nuevamente una iniciativa de ley para crear el Estado del Istmo. Diario de los Debates del Congreso Constituyente, en Guchachi Reza, diciembre de 1980 y marzo de 1981. 4. Desde la década de 1880, los pueblos del Distrito de Juchitán se habían dividido en dos partidos: el rojo y el verde. El verde fue encabezado desde su inicio por la familia Gómez y el rojo por la de Francisco León. Se distinguían por usar distintivos de éstos colores: ramitas o flores en el sombrero los varones, pañuelos, huipiles o cintas de colores las damas.
nuncia del Dictador; y en todos ellos se vivían descontentos. Si bien se cubrían con la capa de planes genéricos, en diferentes regiones se organizaron grupos armados para saldar viejos agravios, avalados ahora por el nuevo argumento del sufragio popular o la lucha por la justicia.
En las altas esferas federales y estatales, el aparato continuaba sostenido por los porfirianos que tuvieron que avalar al nuevo régimen —sea con armas, elecciones o declaraciones. Sin embargo, se conservó intacto el viejo sistema de dependencias, compadrazgos, corrupción y rencillas. En círculos concéntricos, las imposiciones se replican desde la Presidencia y los poderes federales hacia los Gobiernos estatales; de éstos a los Jefes Políticos: el poder se extiende como olas opresivas, consecutivas e infranqueables. La lucha contra el centralismo —la zona ferrocarrilera contra Juchitán, Juchitán contra Oaxaca, Oaxaca contra la Federación, la Federación por encima de todos, esbozando apenas la tibia modificación del férreo sistema jerárquico porfirista, lleno de contradicciones y bemoles, pero de una innegable eficacia hasta entonces para mantener el control de aquella región. La momentánea ruptura de los círculos resultó fatal en este caso, pues se pretendió saltarse uno de los eslabones. El sistema entero se agitó momentáneamente, para volver a acomodarse —temoral y parcialmente. Una vez estallado el conflicto —cuyo pretexto era la imposición de un Jefe Político de Juchitán para anular la influencia regional de un caudillo peligroso, en una zona estratégica— las negociaciones directas entre José F. Gómez y Benito Juárez Maza resultaron imposibles. Todos buscaron causas ocultas en la rebelión; tal vez no las hubo: ni entonces ni ahora se desean en Juchitán componendas con los poderes estatales que mermen su autonomía. El nuevo y flamante Presidente intentó pasar por encima del Gobernador y éste —recurriendo a leyes, argumentos, aliados, usos y costumbres porfiristas— luchó contra la imposición del centro, que interfería en sus decisiones dentro del Estado. Los intentos de Madero por negociar directa o secretamente con los rebeldes provocaron airadas protestas del gobierno de Oaxaca y una acre discusión acerca de la ingerencia del Poder Ejecutivo y las fuerzas federales en problemas locales. La causa de la soberanía de los estados logró el apoyo unánime de los opositores de Madero —incluidos una buena cantidad de políticos, diputados y senadores oaxaqueños, aún muy presentes y poderosos en el escenario político—; de enemigos de Che Gómez en el Istmo, de representantes de intereses internacionales —de gran monta en la región— y de quienes, en los municipos, dependían de ellos y se sentían, a su vez, oprimidos e ignorados por el Jefe Político del Distrito.
La intransigencia de las partes, la falta de decisión de quienes ejercieron el interinato cuando se gestaba el problema, la Prensa opositora, el escándalo que acompañó el levantamiento y el asesinato del líder juchiteco le dieron una difusión pública inusitada. Apenas se estrenaba un México sin dictadura cuando los periódicos, en primera plana, anunciaban miles de muertos el día mismo de la toma de poder de Madero; no bien se tanteaban las fuerzas y corrientes en las Cámaras cuando debían enfrentarse a un Estado que amenazaba con separarse de la Federación; llegaban aún las felicitaciones al nuevo régimen cuando ya se clamaba justicia por el asesinato del licenciado Gómez. Madero, Pino Suárez, Gómez, Juárez Maza, diputados, comisionados de paz, testigos
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diversos declaran, aclaran, explican públicamente sus acciones. Desde el momento mismo en que ocurrieron los hechos las versiones acerca de lo que sucedió fueron radicalmente contradictorias. Las de la Presidencia, la de los Comisionados, las de la Prensa, las de los participantes.
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Imposible analizar el conflicto sin hacer un breve repaso de lo que ocurría en la región y en el resto de la República. En la introducción tratamos de ubicar al Istmo y explicar, en parte, la imposibilidad de encontrar alianzas o apoyo al levantamiento en otros lugares, dadas las condiciones de la región. La calificación de “local” o “no local”, es decir vinculado o no a otros movimientos antimaderistas, ocupó todos los escritos del momento. La explicación de alianzas secretas entre vazquezgomistas, reyistas, felicistas y chegomistas será constante: todas las partes afirman tener documentos que explican las motivaciones secretas de sus enemigos. 5
La segunda parte de este escrito es un minucioso recorrido por esos cuarenta días que estremecieron al Istmo: desde la manifestación pacífica para protestar por la llegada de Enrique León a Juchitán, el 30 de octubre de 1911, hasta la salida de Benito Juárez del Istmo, tras su viaje pacificador y el asesinato del líder. Los enfrentamientos duraron en Juchitán menos de una semana, lo demás fueron escaramuzas aisladas, enfrentamientos menores y negociaciones fallidas. Las fuerzas federales sufrieron la baja de tres oficiales y 93 soldados y un jefe, once oficiales y 309 soldados heridos; los juchitecos perdieron a un cabecilla, y alrededor de 450 rebeldes, tuvieron más de mil 200 heridos. Para el 12 de enero los presentados o amnistiados eran 2,671. Participaron en el conflicto Juchitán, Unión Hidalgo, Chicapa, Niltepec, El Barrio, Santo Domingo Petapa, Zanatepec, San Dionisio del Mar, Ixtaltepec, Santa María Petapa, San Miguel Chimalapa, Xadani, Laollaga, Chihuitán y San Mateo — pertenecientes los últimos cuatro al municipio de Tehuantepec. 6 El movimiento no terminó con la muerte de su líder, duró hasta mediados de 1912 cuando se presentó Felipe López y se incorporó a las Fuerzas Federales que luchaban en otros estados. Meses después del asesinato del cabecilla verde, varios pueblos y numerosos grupos de alzados crearon aún graves disturbios en la región. A estas secuelas inmediatas se dedica el tercer capítulo. Las consecuencias a más largo plazo se tratan en un capítulo final, que trata del destino de los alzados y su participación en levantamientos y conflictos posteriores. En Oaxaca la discordia con la Federación persistió; el maderismo no rompió con las viejas políticas, ni terminaron las tácticas oaxaqueñas de negociación y oposición: amenazar con reasumir la soberanía como hicieron antes en 1823, 1858, 1871 y, finalmente, cumplen entre 1915 y 1920.
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Según la viuda de Gómez, Juárez envió una misiva donde aseguraba que le perdonaría si se aliaba a Bernardo Reyes; Che Gómez, según los oaxaqueños, estaba de acuerdo con Vázquez Gómez o Rosendo Pineda. Madero fue acusado de estar coludido con el Gobernador Interino Chapital. Como hay documentos y comunicación entre todos ellos, lo único que queda claro es la amplia circulación y difusión de documentos filtrados por todas las dependencias de gobiernos y la infidencia de todos los involucrados en el conflicto. 6. Reporte final de la Cruz Blanca Neutral; Informe a la Legislatura de Oaxaca el 21 de diciembre de 1911; revista Neza, mayo de 1936, pp. 1, 3 y 4.
Durante los siguientes años se dieron cambios irreversibles en el estado y la región: la decadencia del ferrocarril y del tránsito interoceánico, debido a la apertura del Canal de Panamá y el inicio de la Primera Guerra Mundial, el hambre generalizada, la migración. Y sucedió también que el peso que tuvo de la tierra de Juárez y de Porfirio Díaz durante medio siglo fue desplazado por el surgimiento del Norte, que a partir de entonces se convirtió en el foco de donde partían las decisiones políticas del país en las dos décadas siguientes.
LOS PROTAGONISTAS
Los actores de este conflicto, el licenciado José F. Gómez y Benito Juárez Maza, fueron personajes políticos medios durante el Porfiriato, adultos más que maduros en 1911, con carreras y compromisos previos que, en la confusión del momento, tratan de acomodarse al cambio y, como los gatos, caer parados utilizando su influencia y relaciones para negociar o conservar sus posiciones y privilegios: para sí mismos o para sus seguidores. Ambos tuvieron puestos públicos que los mantuvieron lejos del Estado: maniobra política típicamente porfirista para neutralizar su influencia sobre sus paisanos oaxaqueños. Juárez “chico” nació en 1852 y siguió a su padre a Veracruz cuando niño. Vivió fuera de México y regresó al país en 1867. Estudio derecho sin licenciarse nunca, pero tuvo un bufete donde trabajó como pasante. Ingresó a servicio consular protegido por Díaz y vivió en Washington, París y Roma. Casó con la belga María Klerián Pioys en 1888, año en que regresó a México. Fue diputado por el Territorio de Tepic, el Estado de México y Oaxaca, fundador del Partido Democrático y Presidente Club Central Democrático. Tras ser derrotado por Pimentel en las elecciones para Gobernador del Estado, en 1910, vivía en la ciudad de México.7 Juárez Maza se presenta como candidato a Gobernador por segunda vez en 1911, y gana las elecciones a su contrincante, Félix Díaz. Asume su cargo el 23 de septiembre de 1911. Sus obsesiones, desde el principio de su breve Gubernatura, son los rebeldes Ángel Barrios y José F. Gómez. Como gobernador del Estado se caracteriza por su celo de las formas y la defensa a ultranza de la legitimidad, con visible falta de imaginación. Es dado a la paranoia y cubre de documentos cada una de sus decisiones; justifica por escrito todos sus actos y los agravios contra él cometidos: en el caso de Juchitán, y su disgusto con la Federación incluso promovió un folleto intitulado “La Causa de Oaxaca”, escrito por Bolaños Cacho. 8 Nadie utiliza más que él las claves, los telegramas cifrados, las confirmaciones y los acuses de recibo de documentos. La intriga, la delación, sus alianzas muestran que tiene cierta fascinación por el complot. Es fidelísimo masón, dignísimo mártir y luchó contra el alcoholismo y las peleas de gallos en el Estado. Muere el 20 de abril de 1912, a los siete meses escasos de haber tomado protesta como Gobernador, en su despacho, mientras revisaba su correspondencia. Fue sepultado en la ciudad de México. José F. Gómez nació en nació 1858; fue hijo de Gregorio Gómez y de Rosalía López, y sobrino de Cosme, líder regional de una rebelión de la decada de 1880. Tuvo cinco hermanas: Tomasa, Rita, Andrea, Virginia y Paula. Ilustrado y de holgados medios —sus
7. Peter V. N. Henderson: “Un Gobernador Maderista”, 1975. 8. Miguel Bolaños Cacho: “La Causa de Oaxaca”, 1911. Ver completa en documentos anexos de
la base de datos.
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hijas seguían siendo dueñas de sus haciendas de San Juan Chimalapa a mediados del siglo pasado— fue el mediador por excelencia entre su pueblo, con quien hablaba zapoteco y cuyas querellas conocía y compartía, y la clase política, “científica” e ilustrada. Protegido de Rosendo Pineda, estudio Jurisprudencia y se graduó en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca. Casó con la señora Rosaura Bustamante, quien tenía ya un hijo —Mario Palacios—, en 1907; tuvieron seis hijos: Eloísa, María Luisa, Rosaura, Estefanía y José F. Gómez Bustamante, Chechito, nacido en 1892. Tuvo los puestos de Juez de Primera Instancia en La Paz; Juez de Distrito en Chilpancingo y Sinaloa, Administrador del timbre en Tlaxcala, Diputado, Recaudador de rentas y Agente del Ministerio Público, que lo mantenían alejado de su terruño. En 1910, en Tlaxcala, entró en negociaciones con Vázquez Gómez y Madero. Tenemos noticias de que se encuentra en Juchitán en marzo de 1910. Se levantó en armas el 2 de noviembre de 1911 y murió en la madrugada del 5 de diciembre del mismo año. Hay otros protagonistas claves en este conflicto: las Cámaras de Diputados federal y estatal, la de Senadores, los presidentes Francisco León de la Barra y Madero, los comisionados de paz, las fuerzas federales.
En el conflicto tuvieron una presencia muy importante los periódicos y periodistas, cazadores de noticias que escriben amplios reportajes; enviados especiales en constante competencia se arrebatan las noticias, dialogan, se increpan, contradicen y responden desde las páginas impresas. La manera en que ventilan o repiten la información muestra abiertamente filias y fobias donde reflejan la reciente apertura de la libertad de prensa. Los documentos —privados y hasta cifrados— llegan a los periódicos, filtrados por las partes. Todos los periodistas alegan haber sido los primeros en llegar, comparten hoteles, oficinas de telégrafos e informantes: inauguran la modalidad mexicana de los reportajes de guerra, usan distintivos de la Cruz Roja o Blanca Neutral que los protejan, son protagónicos, arrogantes e impúdicos; firman con sus nombres. Los reporters participan en la historia, la escriben, opinan, investigan, presionan. Los enviados especiales trabajan a veces para más de un diario, desde el lugar de los hechos —aunque ya no hay, decepcionantemente, sino pocos hechos qué reportar cuando por fin llegan a Juchitán, por lo cual alargarán, inventarán, estirarán los que tienen. Son también dignos representantes del legalismo, centralismo y racismo imperantes: ni uno sólo de ellos concede a la “indiada” el poder de decidir —atribuyen el conflicto solamente a su líder— como sucederá muchos años después, en Chiapas, donde en un principio también se confunden los liderazgos y su presunta manipulación de los seguidores con la justa reivindicación de las condiciones que obligan a un levantamiento de tal violencia. Encabezan las primeras planas con escandalosos títulos, con ocasionales fotos, o grabados tomados de fotos, con atrayentes subtítulos; tienen al público en ascuas, se convierten ellos mismos en noticia y atractivo principal de sus lectores. Luis Rodríguez Contreras escribe para El Diario del Hogar, Aldo Baroni para El Demócrata Mexicano, Leopoldo Zea para El Imparcial y León Sánchez para El País. Como veremos, también se usan los periódicos para averiguaciones judiciales, reclamos y argumentaciones, sean éstos privados y personales —y para hostigamiento, desprestigio o defensa de los oponentes. Los escandalosos encabezados, las fotografías
e imágenes pregonan de lleno la prensa moderna, con veloces rotativas y enormes tirajes a bajos precios, su responsabilidad como forjadora de opinión, con escritores in situ que muestran apasionadas preferencias y toman partido en cada renglón.
Para los juchitecos, presentes en unos cuantos testimonios, la muerte no es una cifra abstracta; se sabía —y se recuerda— el nombre de los muertos. A cien años de distancia se conoce la filiación roja o verde de cada persona y el pueblo sigue dividido en bandos. Eslabón de una antiquísima tradición de luchas —en 1660 ya se tienen noticias de un levantamiento en Tehuantepec— ésta es su única participación en la Revolución por reivindicaciones propias, en su territorio: Juchitán. El levantamiento de Jose F. Gómez se conserva vivo en la memoria y los relatos de los participantes. La lucha por el poder entre los partidos verde y rojo dividió al pueblo y a las familias; tal separación persistió durante el periodo armado de la Revolución, en el cual participaron activamente, respaldando a diversas facciones: los juchitecos fueron feroces mercenarios de distintos bandos rebeldes durante dos décadas.9
La historiografía regional interpreta la rebelión chegomista de maneras muy distintas: Tamayo, Ángel Bustillo, Ramírez, Iturribarría, y más recientemente Martínez —todos ellos historiadores de la ciudad de Oaxaca— repiten esencialmente la versión dada por Juárez Maza del movimiento y la muerte de José F. Gómez, a partir de los informes del Gobernador al Congreso del Estado o del documento de Bolaños Cacho. No les parece que el nombramiento de un Jefe Político sea causa suficiente para la rebelión y buscan razones y alianzas ocultas al movimiento chegomista. Igualmente, las anteriores rebeliones juchitecas les parecían mero bandolerismo antiautoritario. Los juchitecos, en cambio, le han dado un carácter épico, étnico y revolucionario al movimiento en sus análisis, como en el escrito temprano de Herón Ríos, del año 1969, “Apuntes biográficos de José F. Gómez y Gregorio Meléndez”. Leticia Reyna y Jean Meyer recalcan su carácter campesino y étnico. Víctor de la Cruz o Gonzalo Jiménez consideran el levantamiento como una rebelión contra el centralismo del Estado y lo enlazan a una serie de rebeliones, oposiciones y descontentos contra las autoridades oaxaqueñas, casi como si las contradicciones internas en Juchitán no existieran. No dudan del maderismo de Gómez ni de que su muerte sea responsabilidad directa de Juárez Maza.10
9. El gusto y la fascinación de los juchitecos por la historia, su orgullo étnico, la clara conciencia de su singularidad se muestran en la abundante producción y consumo y de historia local —ediciones hechas en el propio pueblo incluidas— que no hemos encontrado en otras partes. El que la historia sea motivo frecuente de plática, diferencias, indagaciones —en cualquier lugar y no solamente en épocas de turbulencia— es una de las características notables de este pueblo. Las reimpresiones de cuadernillos de Corridos o Cancioneros denotan que les gusta cantar; la de Títulos Primordiales, Documentos y Cartas del Archivo de José F. Gómez, Rebelión de Che Gorio Melendre, Muerte de Adolfo C. Gurrión, Charis, antología biográfica, Sobre la Muerte de Jesús Carranza y muchos más publicados en diferentes fechas por el Patronato de la Casa de la Cultura del Istmo, H. Ayuntamiento Popular de Juchitán, Ediciones Toledo y varios sellos más muestran que su interés es realmente consistente. En el pueblo, varias calles llevan los nombres de personajes regionales notables, y todos saben quiénes fueron. 10.
“… la continuidad histórica de la resistencia de los grupos indígenas de la parte sur del Istmo de Tehuantepec, especialmente del grupo zapoteco, desde el inicio del proceso de colonización hasta la actualidad, y a la luz de estos hechos explicar y entender la lucha del pueblo
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ALGUNAS ACLARACIONES Y AGRADECIMIENTOS
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Los juchitecos hablan siempre de la historia de su pueblo, sus héroes, sus agravios: en entierros, bodas y reuniones de toda índole. Muchos viejos contaban a los niños de cuando los chegomistas les habían avanzado un cañón a los federales. Como no tenían cómo encenderlo, o no sabían como manejarlo, no lograron disparar hasta que alguien gritó: ¡Chingue su madre San Vicente! La Casa de la Cultura del Istmo, Lidxiguenda biani, en Juchitán, planeó docenas de exposiciones reuniendo materiales que pudieran dar una imagen visual de los personajes juchitecos notables: aunque todos lo conocieran —como los postes labrados de las puertas de los ranchos, como los tangu yu hechos para festejar el Año Nuevo— a todos les gusta verse retratados en la familiaridad. No se trataba de dar a conocer la historia, sino de exponer documentos y objetos, a manera de un espejo. Decidimos investigar el levantamiento de José F. Gómez por ser el relato más recurrente —también abundan los que refieren de las peripecias y batallas de los colorados, años después, en la serranía; los de los soldados obregonistas de Charis— y luego siguieron otras de homenaje a Adolfo C. Gurrión, los doctores Carrasco y Robles, etcétera. En el caso de Che Gómez documentos y la prensa permitían una museografía más vistosa. No se trataba de hacer un libro ni un ensayo, sino de una exposición. Buscamos a los familiares, quienes vendieron su archivo tras múltiples, complejas, aburridísimas negociaciones. Luego comenzamos con los periódicos: si con ilustraciones, bueno; si con grandes y escandalosos titulares, mejor aún. Tras algunos meses de trabajo —intermitente, intemperante—, entrevistas —todos los participantes dispuestos, no dispuestos—, traducciones, hurgar en los baúles en busca de atuendos y fotos, se montó la exhibición. La tensión entre Juchitán y Oaxaca en esos momentos —1976— llegaba a sus momentos más álgidos al mismo tiempo que se acercaba en el calendario de actividades del Patronato la fecha para la exposición; y se añadían violentas pintas con justos reclamos al romántico retrato de bodas de nuestro héroe y doña Rosaura que invitaba a la muestra. El día de la inauguración vino la banda municipal y llegaron multitudes hasta el patio de la Casa de la Cultura del Istmo que se llenó, al igual que las calles aledañas. Los hombres, voluntariamente, sin que se les hubiera solicitado, llegaron con una ramita verde en el sombrero; las mujeres llevaban alguna prenda, pañuelo, moño o adorno verdes. Cuando se reseñó la exposición en los periódicos de Oaxaca como una provocación, insurrección, ideologización, tergiversación de la historia, lo que más ofendió a estos tardíos chegomistas, fue que en los periódicos se les insultara y denodara por rojos. Pocos meses después, el Gobernador Zárate Aquino renuncia a su cargo.
documentos. Este trabajo, que inicié y abandoné intermitentemente hace más de tres décadas, de manera personal, se convirtió pronto en un trabajo colectivo: muchos estudiosos oaxaqueños han abrevado de los documentos reunidos —publicados parcialmente. A su vez, ellos han recopilado o publicado nuevos materiales que enriquecen este volumen.11 Agradecezco a los empleados de las hemerotecas, bibliotecas y archivos por su paciencia y atenciones. A quienes, a lo largo de los años, me han hecho llegar nuevos documentos sobre el tema, lo han publicado en sus propios trabajos o en la revista Guchachi’ reza. A Francisco Toledo, por su apoyo a todos nosotros, a lo largo de los años, por sus recopilaciones, entrevistas, parentela, financiamiento e interés; a Freddy Aguilar por su trabajo en la Hemeroteca del Estado en Oaxaca; a Víctor de la Cruz, Benigno Jiménez, Gloria de la Cruz, Graciela Toledo, Héctor Zarauz, Francisco José Ruiz Cervantes, Jacinto Barrera Bassols, por materiales adicionales; a Andrés Henestrosa por abrirme las puertas de su biblioteca, sus historias y por el saludo verde en zapoteco y español. Por sus contactos para las entrevistas, traducciones, transcripciones y recopilaciones a Francisco López Orozco (+), Guadalupe de la Rosa (+), Víctor de la Cruz y Macario Matus (+). A todos los que nos brindaron sus palabras; a quienes toleraron mis peroratas monotemáticas que tanto han variado a lo largo de los años y me dieron sabios consejos acerca de los temas y personajes aquí tratados aunque, como se indica siempre, no tienen culpa alguna de textos, opiniones, ni formato final. Todos los documentos recopilados, artículos de periódicos y entrevistas completos se reproducen en el disco compacto y en las bases de datos correspondientes. Muchos de ellos, no incluidos ni transcritos, aparecen materiales adicionales de los archivos.
No se trata pues, en este libro, de hacer un análisis exhaustivo ni una interpretación final del levantamiento; sino, esencialmente, de tener una compilación más amplia de juchiteco y de la COCEI en nuestros días, como continuación de esa resistencia étnica y hacia un proceso inverso, el de descolonización.” Víctor de la Cruz: Rebeliones indígenas en el Istmo de Tehuantepec, 1983, p. 55. Jean Meyer considera la rebelión de Juchitán como un conflicto esencialmente étnico: “En noviembre de 1911, Juchitán se había levantado en el Ismo de Tehuantepec. Era el último episodio de las guerras juchitecas, guerras locales, episodios mal conocidos de la lucha entre los blancos y mestizos contra los indios, en la segunda mitad del siglo XIX. […] Sublevación sangrienta (se habla de mil muertos), pero sin significación nacional.” La Revolución Mexicana, 1973, p. 39.
11. Cartas y telegramas del archivo José F. Gómez se publicó en 1982 y 1988. Existen numerosos
ensayos y documentos editados por el Patronato de la Casa de la Cultura de Juchitán, Ediciones del H. Ayuntamiento Popular de Juchitán, Ediciones Toledo y en la revista Guchachi’ reza; muchos otros materiales utilizados constan en la bibliografía, al final.
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ARCHIVOS
FUENTES
Se han respetado las formas de apelación y despedida de los documentos; se ha corregido y actualizado la ortografía de los originales; se han respetado en cambio en los manuscritos. En el caso de telegramas cifrados, contamos con su transcripción manuscrita o con la sustitución de cifras por letras en el formulario mismo de dichos telegramas. Todos los documentos constan de una foja a menos que se indique lo contrario. Cuando los documentos no se transcriben literalmente, se pone el texto entre corchetes, igual cuando hay una palabra ilegible o faltante en el original. La letra R: corresponde a la respuesta incluida en el propio documento. Cuando en los telegramas se indica una sola hora, corresponde a la de recibido; si hay dos, la primera se refiere a hora del envío. Muchos mensajes carecen de estos datos. En el caso de documentos que carecen de fecha u hora, se ha procedido a acomodarlos de acuerdo con su contexto más que a su colocación original en los archivos. Las bases de datos pueden consultarse separadamente por archivo o en la base global; la transcrpción de los documentos transcritos y otros más, no utilizados en este texto.
ARCHIVO JOSÉ F. GÓMEZ (AJFG) Este archivo fue adquirido por Francisco Toledo, más tarde lo tuvo la Asociación Civil José F. Gómez y actualmente se encuentran resguardado por la Biblioteca Burgoa de la ciudad de Oaxaca. Cómo llegaron a manos de la familia Gómez todos estos documentos resulta un misterio, pero fueron celosamente resguardados durante años. No hay duda acerca de los documentos que nombro extemporáneos: permanecieron en la familia o fueron reunidos depués de los acontecimientos centrales. Los del momento mismo de la rebelión, hasta el 2 de noviembre tampoco son enigma: Che Gómez los reúne antes de salir de Juchitán. ¿Pero los del archivo de Enrique León? El archivo consta actualmente de fotos y documentos: oficios, cartas, un recibo, telegramas y memoranda que son, en todos los casos, transcripciones manuscritas de los telegramas cifrados o borradores de los mensajes que debían enviarse. La mayor parte provienen de la Jefatura Política o de la Secretaría de Despacho del Estado y están rubricados por Enrique León y Benito Juárez. Los documentos incluyen el periodo de Gómez como Jefe Político; hay muchos más posteriores, de cuando ocurrió el levantamiento y ocupó este cargo Enrique León. El archivo comienza el 20 de junio de 1911 y termina el 1º de marzo de 1912. Los documentos nos fueron entregados en legajos cosidos, numerados a partir de noviembre de 1911— con algunos faltantes. La numeración es arbitraria, no se ciñe a la fecha. Hay muchas notas manuscritas en papel membretado con el encabezado Memorandum. En el mismo papel hay transcripciones de telegramas cifrados y unas cuantas notas meconoescritas. Las confirmaciones de telegrama, cartas manuscritas y mecanografiadas llevan todas rúbrica. Hay también documentos extemporáneos anexos, sin numeración. Los primeros datan de 1905 y 1908. Los documentos extemporáneos posteriores abarcan del 21 de octubre de 1912 hasta 1969. Al archivo original reunido por su familia, se añadieron posteriormente algunos documentos: La causa contra Mario Palacios; la Causa contra Tomás Carballo (a) Matanche,
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proporcionada por Benigno Jiménez. En ambos expedientes faltan documentos anexos que el texto indica estar añadidos. Las declaraciones en la Causa contra Mario Palacios son de una uniformidad sospechosa. Si bien sabemos que todos los paticipantes mienten, aquí hasta para desmentir un equívoco de fecha se ponen todos de acuerdo. 22
FONDO BENITO JUÁREZ MAZA (ABJM) Este fondo se encuentra actualmente en la Biblioteca Burgoa de la ciudad de Oaxaca. Consta de cinco “Copiadores” encuadernados y una caja de documentos. Los copiadores no están numerados, estan fechados, y cada uno contiene 500 copias mecanografiadas de documentos. Hay pocos documentos manuscritos: telegramas en clave y su respectiva transcripción. Casi todas las copias van rubricadas por el Gobernador. Algunas veces el secretario apunta en tercera persona de qué trata el documento, en cuyo caso no va firmado; en este caso, puede o no ir calzados con el nombre del Gobernador. No se indica el tipo de documento y hasta donde se puede deducir del escrito, lo indico. Todas las fojas están foliadas; la encuadernación deja la mitad de los documentos en el verso del folio correspondiente. Casi todos tienen alguna letra y uno o dos números en crayón, que no coincide con el número de foliación. Como se trata de copias mecanoecritas, muchas carecen de la fecha completa. Nunca llevan adjuntos los documentos —recortes, cartas, telegramas— a los que se refieren los textos. Para facilitar el manejo he numerado los copiadores, que llevan fechas a lapiz en la portada, que no corresponde exactamente a la de los documentos contenidos. 1. Del 23 de septiembre al 5 de octubre de 1911 2. Del 5 al 23 de octubre de 1911 3. Del 28 de octubre al 9 de noviembre de 1911 4. Del 9 al noviembre 30 de 1911 5. Del 30 de noviembre 30 de 1911 a enero 8 de 1912 No existe un sexto tomo ni documentos entre marzo y abril de 1911, últimos meses de su ejercicio como Gobernador. La caja 7 contiene 500 documentos sueltos numerados con este dígito. Casi todos son mensajes dirigidos a Juárez Maza: abarcan enero y febrero de 1912. Gran parte de ellos tienen una nota que resume el contenido en la parte superior, a lápiz; a veces contienen respuesta taquigráfica. Su formato es tan diverso como sus remitentes; aquí sí hay muchos manuscritos. Se utilizaron documentos que abarcan desde el 25 de septiembre de 1911 y el 28 de febrero de 1912. Solamente transcribo los documentos relacionados con el Istmo o con nuestro tema: soberanía, informes, jefaturas políticas, movilizaciones. Entre los tres mil documentos revisados solamente hay uno dirigido a Gómez y ninguno que exprese el punto de vista de sus simpatizantes, ni aquellos que se citan en el informe que rindió el Gobernador ante la Cámara del Estado el día 20 de diciembre— el archivo es evidentemente fragmentario. ARCHIVO GILDARDO MAGAÑA (AM) Este fondo se encuentra actualmente en la Centro de Estudios sobre la Universidad de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Se revisaron las cajas y anexos del Fondo de Francisco León de la Barra, de marzo a noviembre de 1911. Se incluyen también cinco documentos extemporáneos, de los años 1914 a 1919. Es muy difícil localizar todos los documentos de Oaxaca, ya que los listados incluían, cuando los consulté, solamente los nombres de los remitentes, y están revueltos. Todos los telegramas y documentos van dirigidos a León de la Barra a menos que se indique lo contrario. Se dividieron los documentos en dos grandes secciones: del Istmo y del Estado. Se hizo un sección de documentos de Oaxaca, que sirven para confirmar lo que sucedía simultáneamente a los descontentos que maduraban en Juchitán. Los que aclaran el destino de algunos participantes en el conflicto se incluyen con los del Istmo.
Otros documentos: La base de datos documental recoge también telegramas y documentos que reproducen los periódicos o la bibliografía consultada, donde consta el nombre del recopilador cuando es posible; pueden consultarse tanto en las transcripciones de los diarios como en las bases de datos de documentos o de hemerografía. “La Causa de Oaxaca” se encuentra en el fondo Brioso y Candiani de la Biblioteca Burgoa de Oaxaca. Un legajo con documentos sobre la adjudicación de una finca en Chimalapa a José F. Gómez, de 1896, proviene del Archivo General del Estado de Oaxaca. La recopilación es de Gloria de la Cruz. Tenemos ocho documentos de noviembre y diciembre de 1911 tomados de los National Archives Microfilm Publications, records of the Department of State Relating on the Intemal Affairs of Mexico 1910. Fueron enviados por el cónsul de Salina Cruz Lewis W. Haskell al Secretario de Estado de Washington, con copia a su embajada en México. Se encuentran en el legajo Informes al Departamento de Estado Estadounidense sobre la rebelión de los juchitecos en 1911. Documentos desclasificados en 1958. La recopilación es de Francisco Toledo; fueron publicados en Guchachi’ reza, septiembre de 1983, p. 13- 19.
TESTIMONIOS Los relatos fueron recopilados casi todos en 1976 y 1977. Gran parte de las entrevistas fueron concertadas por Francisco López Orozco y Francisco Toledo. Los relatos recopilados por Francisco Toledo y/o Elisa Ramírez son los de Máxima Eraclia López Riu Marín, Toribio Salinas, Antonina y Amado, Josefina Arenas, Andrés Henestrosa, Benigno Jiménez, Justo Pineda, Eloísa Gómez Bustamante viuda de Larrañaga y Herón Ríos; la traducción del zapoteco y las demás entrevistas fueron hechas por Macario Matus y Víctor de la Cruz. Las versiones en español de los testimonios, a partir de las transcripciones o de las primeras traducciones son mías. Las primeras versiones impresas de las entrevistas aparecieron en La Cultura en México, Suplemento de la revista Siempre!, núm. 789, “Homenaje a José F. Gómez, Juchitán 1858-1911”, el 8 de abril de 1978.
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HEMEROGRAFÍA
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Las noticias vía telegráfica a las redacciones, desde el Istmo, Oaxaca u otras corresponsalías, llegan hasta el día siguiente a México o a Oaxaca y a veces son publicadas con varios días de diferencia. Los periódicos de Oaxaca reproducen las noticias de los diarios nacionales generalmente dos días después, ya que tardaban por lo menos un día en llegar por tren. Igualmente, las procedentes de los diarios estatales salen con el mismo retraso en la capital. Los semanarios abrevan de los periódicos diarios, ya que no tienen corresponsales en el Istmo, sino en los Estados; su carácter semanal los obliga a hacer resúmenes analíticos. Son extemporáneos, pero más críticos. Las notas se repiten y copian, añadiendo adjetivos o interpretaciones; se reproducen en este texto sólo fragmentos. Los corchetes son míos, los paréntesis son de las notas periodísticas. Quito los titulares internos, en casi todos los casos. Corrijo la ortografía o señalo con el sic correspondiente los errores más evidentes. Se indica en el listado solamente el número de los diarios reproducidos en la base de datos, donde se encuentran las notas completas, no se incluyen todos los textos consultados. Solamente cito la fecha de los diarios cuando no corresponden al día en que se les menciona en el texto, los demás son siempre del día en que se incluyen. El Ahuizote, México D. F. Director, Miguel Ordorica. Publicación semanal. Oaxaqueñista, antimaderista, antijuarista. Contiene caricaturas. Secciones: Editorial y Revista de los Estados. Noviembre 11, 18, 25; diciembre 2, 9, 16, 23 y 30.
El Avance, Diario Independiente, Oaxaca. Miembro de la Prensa Asociada de los Estados: “Pro-Patria”. 3 centavos. Director, Marcelino E. Muciño. Miguel Cuevas, su fundador, fue Presidente del Club Central Antirreeleccionista de Oaxaca. Este diario es el compañero oaxaqueño de El Demócrata Méxicano. Cubre las noticias de Oaxaca, sobre todo las de la Cámara estatal. Publica documentos y discursos antes que el Periódico Oficial de Oaxaca. Tiene corresponsal en Tehuantepec. Pésima ortografía. Octubre 3, 11, 12, 17, 21; noviembre 4, 5, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 22, 23, 24, 25, 28, 30; diciembre 1, 3, 5, 6, 7, 10, 21, 22.
Correo del Sur, Oaxaca. Director Francisco Salazar. Según el Archivo Magaña (caja 24, s/e. núm. 533) Ranulfo Bravo, jefe político de Coixtlahuaca, nombrado por Pimentel, funge como su director. Antijuarista, desde su primera candidatura contra Pimentel, más tarde es maderista. Tienen corresponsal en Juchitán. Su numeración es desordenada: los encabezados han sido corregidos por los empleados de la Hemeroteca de Oaxaca ya que están evidentemente mal cabeceados. Noticias más breves que en las de circulación nacional. Más cercanas a rumores y
conocimiento de políticas locales, reproduce textualmente largos editoriales de los diarios nacionales. Octubre: 29, 30; noviembre 2, 5, 7, 8, 9, 10, 11, 14, 16, 18, 19, 21, 22, 24, 25, 28, 29, 30, diciembre 1, 9. El Correo Español, México D. F. Director, Luis Juliet de Elizalde. Noticias tomadas de la prensa nacional, no tienen corresponsal en Oaxaca ni en el Istmo. Noviembre 2, 3.
El Demócrata Mexicano. Diario Libre, México D. F. Director, Lic. José Ferrel. Tomo 1. Contiene 10 páginas, cuesta 2 centavos Incluye fotos. Pelea constantemente contra El País. Este diario fue fundado por los maderistas y es el único que muestra cierta simpatía hacia los alzados. Enviado Especial: Aldo Baroni. Al principio, considera a los rebeldes cuasi zapatistas, reseña su salvajismo. Hay un giro absoluto de opinion al llegar allá. Regresa a la capital el día 17 de noviembre como comisionado de Che Gómez; ya no vuelve al Istmo como correponsal. Su ingerencia y fanfarronería serán duramente criticadas por otros diarios. A partir de esa fecha el periódico informará sobre todo lo que sucede en la ciudad de México y la de Oaxaca. Noviembre 9, 10, 11, 12, 14, 15, 17, 24, 25, 26, 27, 29; diciembre 6.
El Diario, México D. F. Jefe de redacción, Manuel de la Torre. Cuesta 2 centavos. Fundado en 1906 por Benjamin de Casseres (antes del Philadelphia Press) y Ernesto T. Simondetti, periodista italiano. El Diario tuvo rápido auge, siguiendo el modelo estadounidense, con amplia cobertura internacional, encabezados grandes y sensacionalistas e ilustraciones. Estuvo subvencionado por Díaz. Incluye reportajes y publicidad. En 1910 su circulacón era de 48 000 ejemplares, sólo sobrepasada por El Imparcial. Maderista, desde el principio es parco con los adjetivos. Su enviado se vinculada a la Cruz Blanca; reproduce muchos de sus telegramas y notificaciones. Recurre con frecuencia a entrevistas con miembros prominentes de la colonia oaxaqueña de la capital. Noviembre: 4, 6, 9, 10, 11 12, 13, 14, 15, 17, 18, 19, 20, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30; diciembre: 1, 2, 3, 5, 6, 7. Diario del Hogar, México D. F. Fundador, Filomeno Mata. Director, Juan Sarabia. Luis Rodríguez Contreras hace una interesante reseña global en varios números con amplia información previa sobre Che Gómez, brindadas por los enemigos del líder. El reportero entró a Juchitán el día 5 de noviembre con los refuerzos de Manzano por lo cual favorece, resalta y abunda la información militar. Noviembre 12, 19, 20, 21 y 27 .
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Gil Blas. Diario de mediodía Director Francisco Montes de Oca. 2ª época, año XVIII Periódico reyista que apoya a Juárez Maza. Noviembre 3 y 11. 26
El Imparcial, México D. F. Fundado por Rafael Reyes Spíndola, destacado científico oaxaqueño. Se publicó entre 1896 y1914, tuvo subvención del gobierno porfirista. En 1907 tiraba 125 000 ejemplares de 8 a 10 paginas, se vendía a un centavo. Introduce modernas máquinas: los primeros linotipos y rotativas; supone una revolución publicitaria y periodística, organiza sorteos. Sus páginas incluyen ilustradores litográficas y fotografías. Conocido por sus sensacionalistas reportajes policiacos. Es el que tiene la mayor cantidad de despachos internacionales. Comprado por Madero, tiene un tiraje de cien mil ejemplares en 1910. En 1913, dirigido por Salvador Díaz Mirón, apoya la causa huertista. Leopoldo Zea, es el corresponsal en Juchitán, polémiza con colegas, entra con la Cruz Roja y es el último en salir del Istmo. Además de El Demócrata, es el único que entrevista a José F. Gómez. Trata de minimizar el levantamiento y resalta el conflicto entre Oaxaca y la Federación. Noviembre: 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30; diciembre: 1, 2, 3, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 21. El Mañana, México D. F. Publicación bisemanal de “propaganda, publicidad, poesía, noticias”. Director, Jesús M. Rábago. Circuló entre 1911 y 1913. Su director fue después Secretario Particular de Victoriano Huerta. Noviembre 28; diciembre 1.
Nueva Era. Diario Independiente, político, de información. Patria, Verdad, Justicia, México D. F. Director, Juan Sánchez Azcona (desde el 5 de noviembre), director gerente, Cleto Muro Sandoval. Director político Serapio Rendón. Cuesta 2 centavos. Publicado entre julio 1911 y 1913. Al llegar Francisco Madero a la presidencia, pasa a manos de Querido Moheno. Noticias de la Cruz Blanca. Tiene corresponsales en Oaxaca y Rincón Antonio. Desde el principio acusan a los rebeldes de vazquistas Noviembre: 2, 3, 8, 9, 10, 12, 15, 17, 18, 25, 26, 28, 29; diciembre 6.
El País, Diario Católico, México, D. F. Director, Trinidad Sánchez Santos. Cuesta un centavo. Fundado en 1899, heredero de El Tiempo. Católico, conservador, antimaderista. Su director fue encarcelado en 1911. Sin subvención, se mantiene de donativos. Muestra un odio feroz a Gómez desde el principio. El reportero León Sánchez entra con la Cruz Blanca Neutral; publica noticias y telegramas completos de dicha brigada. El enviado escribe sobre todo desde Salina
Cruz y Tehuantepec. Entrevista a curas, sigue el caso del Médico Argüello de principio a fin. A partir de los datos de la Cruz Blanca se determina, finalmente, el número de muertos y heridos. Noviembre: 2, 3, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 20, 23, 25, 26, 27, 29, 30; diciembre 1, 2, 3, 5, 6, 7, 8, 10, 11, 22, 23, 24, 29.
La Patria. Diario politico, cientifico, literario, comercial y de anuncios, México D. F. Publicado entre 1877 y 1913. Fundado por Ireneo Paz. Noticias extemporáneas, y las de su corresponsal en Salina Cruz, falsas. Son interesante sus editoriales. Noviembre: 7, 8, 9, 10, 11, 14, 16, 24, 28, 29, 30; diciembre 6, 7, 9, 11, 15, 22.
Periódico Oficial del Gobierno del Estado Libre y Soberano de Oaxaca. Secretaría de Despacho, Oaxaca. Publica en febrero, marzo y abril de 1912 las sesiones de la Legislatura estatal correspondientes a los días octubre 31; noviembre 1, 6, 9, 24, 25, 27, 28; diciembre 4, 6, 7, 20. Regeneración. Publicación semanal Cuarta época, dirigida por Juan Sarabia y Antonio Villarreal. Noviembre 11, 18; diciembre, 16 (Notas por cortesía de Jacinto Barrera Bassols).
Siglo XX. Semanario Ilustrado de política y literatura. México D. F. Director, José R. del Castillo Noviembre 12 y diciembre 10.
Prensa Extranjera New York Times, 18 de noviembre. New York Herald, noviembre 30, diciembre 1, 7. New York Daily Tribune diciembre 1 y 7. New York Sun diciembre 1. (Investigó Francisco Toledo).
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ANTECEDENTES
Oaxaca era el estado natal de don Porfirio: nunca lo olvidó y siempre fue objeto de su especial apego y nostalgia. También el Istmo le era muy querido. Su favor por Tehuantepec se ha explicado aduciendo su antiguo amor por Juana Catalina Romero, considerada la mujer más rica de su Distrito en la primera década del siglo XX. Juana Cata fue dueña de extensos ingenios, agente del Banco Nacional de México en Tehuantepec y Salina Cruz, viajó a Francia y Mánchester para adquirir la más moderna maquinaria, participó en exposiciones universales y se le consideraba cacica y protectora de Tehuantepec, donde fundó escuelas y sociedades. Beneficios y beneficencias le dieron un peso regional importante, que disminuyó políticamente con la caída de don Porfirio —no decayó, sin embargo, su poder económico ni mermó su prestigio ni su belleza.12 Igualmente antiguo era el resquemor de Díaz contra los juchitecos: data de 1870, por los conflictos que tuvieron éstos con su hermano Félix, cuando era Gobernador del Estado. Jamás les hubiera perdonado la aprehensión, tortura y muerte de su hermano, en 1872, si no hubiera tenido poderosos motivos económicos para olvidar a afrenta. 13 Después de la Intervención, dada la valentía mostrada por los juchitecos, el joven Porfirio Díaz protegió a seis niños del Istmo, que fueron educados en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca y en el Colegio Militar. Ya adultos fueron agentes políticos de don Porfirio. Entre ellos, uno de los más prominente fue sin duda Rosendo Pineda, científico de pura cepa —uno de los fundadores del grupo— “eje de diamante”, “ministro sin cartera”, “dedo meñique” del Caudillo —que nos interesa particularmente por ser originario de Juchitán y protector, a su vez, de José F. Gómez.14
El amor del Caudillo por Oaxaca, aunado a poderosos intereses económicos, hicieron que el estado prosperara rápidamente durante el Porfiriato y ocupó el quinto lugar como receptor de inversiones extranjeras —fue además uno de los primeros en comercio internacional, a través de los ferrocarriles del Istmo. En 1910 Oaxaca tenía un población total de 1,040,398 habitantes; 2,026 eran extranjeros. Juchitán era la segunda ciudad del Estado y Tehuantepec, por su número de habitantes, ocupaba el tercer lugar. La clase ilustrada habitaba en la ciudad de Oaxaca y las grandes ciudades; además, una numerosa y cohesionada colonia de oaxaqueños notables vivía fuera del Estado, volvía regularmente a su lugar de origen, invertía, protegía y defendía su patria chica. Matías Romero era terrateniente en la zona de la población que más tarde tomará su nombre, donde estuvo el centro neurálgico de los
12. Ver Chassen, Francie R.: “Juana Catarina Romero: Empresaria y benefactora”, 2000. 13. Henderson, Peter V. N.: Félix Díaz, The Porfirians, and the Mexican Revolution, 1981, pp. 2-3.
Cosío Villegas: La República Restaurada, pp. 662 y ss. Tras la represión de los rebeldes de Juchitán, encabezados por Binu Gada, el Chato Díaz roba la efigie de San Vicente; luego les fue devuelta, cortada en trozos. Dos años después, los juchitecos apoyaron a Juárez contra los Díaz cuando se levantaron con el Plan de la Noria. Al huir Félix por el Istmo, los tecos tienen la oportunidad de capturarlo y lo fusilan— la leyenda popular narra que le cortaron las plantas de los pies y le hicieron caminar en la arena caliente antes de matarlo, en venganza por los agravios cometidos contra el Santo Patrono. 14. Rosendo Pineda nació en Juchitán el 1º de marzo de 1851. Estudió la carrera de abogado en el Instituto de Ciencias y Artes del Estado de Oaxaca. Fue Secretario Particular de Porfirio Díaz (Revista Neza, noviembre de 1935, p. 3). Otros niños de Díaz fueron el General Juvencio Robles, quien luchó contra los zapatistas, y el General Rosalino Martínez, Oficial Mayor de Marina y Guerra hasta su muerte, en 1907; éste último acabó con los rebeldes yucatecos, reprimió las huelgas de textileros de Veracruz; su cuñado, Mariano Saynes fue Presidente Municipal de Juchitán en diversas ocasiones.
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ferrocarriles del sur. Esteban Maqueo Castellanos era poderoso político originario de la zona colindante con Chiapas y dueño de grandes fincas en Chimalapa y de las Haciendas Marquesanas que algún día pertenecieron a Hernán Cortés. En la capital de Oaxaca, cercano a Díaz, el Obispo Gillow —educado y devoto— tenía enorme influencia sobre doña Carmelita y los feligreses porfiristas de toda la nación. Salina Cruz, surgida prácticamente de la nada a partir de los primeros trabajos del Ferrocarril Nacional, fue el puerto principal del Estado y tenía seis mil habitantes en la primera década del siglo XX . En el Istmo, otros poblados importantes fueron Ixtaltepec y San Gerónimo —hoy Ciudad Ixtepec. Tlaxiaco también fue una ciudad comercial muy próspera y Cuicatlán tuvo un acelerado crecimiento asociado a la construcción del Fe-rrocarril del Sur. El auge minero del estado, hasta la crisis de 1910, permitió la explotación de las vetas oaxaqueñas a casi cien compañías nacionales y extranjeras con una inversión de diez millones de dólares, solamente superada por Guanajuato.15 El Banco de Oaxaca tenía sucursales en la capital del Estado y Tehuantepec; el Oriental, en la ciudad de Oaxaca y Tlaxiaco. Ligadas entre sí solamente por el vías férrea y telégrafo, cada una de estas ciudades tenía más relación con su región que con la capital del Estado: el Istmo y Tuxtepec con Veracruz; la Mixteca con Puebla; la Costa con Guerrero. Las oligarquías locales tenían estrechos vínculos con las colonias de oaxaqueños residentes en la ciudad de México y otras partes de la República y con los extranjeros de sus localidades. A finales del Porfiriato había en Oaxaca 26 Distritos, 8 ciudades, 516 municipios, 630 agencias y 996 pueblos.16 No hubo, como en otros lugares, enormes latifundios; las haciendas eran pocas —en comparación con otros estados de la República. En algunas regiones hubo enormes plantaciones que producían insumos para la exportación: café, tabaco, plátano y algodón. En el Istmo se cultivaban caña, hule, cítricos y aún tenía cierta importancia la producción de añil. Sin embargo, la ganadería, las salinas, los bosques y el comercio fueron el origen de inmensas fortunas. A pesar de su vertiginoso desarrollo material y demográfico o de sus renombrados políticos y profesionistas, el 91% de la población de Oaxaca era analfabeta, la mitad de sus pobladores hablaban lenguas indígenas —y el grado de monolingüismo era muy alto—y solamente participaban en política —a favor o en contra del Caudillo— las clases acomodada o media, formada ésta por profesores, comerciantes, pequeños propietarios y artesanos. Solamente ocho ciudades contaban con infraestructura mínima. En la región de Tehuantepec, la población estaba conformada por 97% de indígenas, a diferencia del centro, donde sólo eran el 50% del total.17 La dictadura funcionaba en Oaxaca. La impunidad de los favorecidos y la incondicionalidad de los seguidores hicieron a la oligarquía oaxaqueña fiel y cercana a don Porfirio; se controlaron eficientemente todos los descontentos —tal fue el caso de
15. Paul Garner: Regional Development during the Porfiriato, 1995; Chassen Francie R.: “Los precursores de la Revolución en Oaxaca”, 1985. 16. Francisco José Ruiz Cervantes: La Revolución en Oaxaca, 1986. 17. Para la economía del porfiriato en Oaxaca, ver Cossío, Francisco José Ruiz Cervantes: “De la Bola a los Primeros Repartos”, 1988; Francie R., Chassen-López: “From Liberal to Revolutionary Oaxaca”, 2006 y Garner: 1995.
José F. Gómez durante las décadas previas a su levantamiento. Para atajar a los más inquietos se les ofrecían puestos relevantes —gubernaturas, senadurías y diputaciones—; a los cuadros medios se les empleaba en los juzgados, recaudaciones y aduanas. Los Jefes Políticos controlaban sus distritos y mediaban los conflictos, en sus lenguas, con sus propios métodos, y a la manera porfirista: sin incomodar ni contradecir a sus superiores.18 La oposición oaxaqueña, en cambio, fue tratada con todo el rigor que solía ejercerse, enconado por el agravio de una presunta ingratitud: no reconocían la generosidad del don Porfirio hacia su estado natal. El Partido Liberal Mexicano tuvo importantes seguidores en Oaxaca. En el Istmo, formaron la Asociacián Juárez; sus miembros protestaron en 1905 por el encarcelamiento de Gurrión, en Juchitán. 19 Reprimidos o encarcelados, muchos de ellos se vieron obligados a salir eventualmente de México. Al inicio del maderismo algunos regresaron al Estado, entre ellos Ordiozola, quien encabezó el Club Liberal Regenerador de Cuicatlán y publicó el efímero diario El Bien Público. Los magonistas del Istmo fueron Gurrión, Plutarco Gallegos y Pino. 20 Plutarco Gallegos, de Tehuantepec, publicó La Semecracia, que alcanzó apenas dos números. Tras el fracaso de los levantamientos magonistas de 1906 y 1908, Adolfo C. Gurrión y Plutarco Gallegos estuvieron presos en San Juan de Ulúa, y luego en la prisión de Santa Catarina, en la capital de Oaxaca con Ángel Barrios, quien al salir de la cárcel luchó con los maderistas en la Mixteca y mucho más tarde se unió a los zapatistas. La Asociación Juárez reunió en 1902 a varios jóvenes, algunos de ellos anteriores militantes de las filas del PLM y a otros más, de distinto grupos pero casi todos procedentes del Instituto de Ciencias y Artes. Entre los primeros militantes encontamos a Montiel, Brioso y Candiani, Ismael Puga, Constantino Chapital, Abraham Castellanos, José Inés Dávila, Heliodoro Díaz Quintas, Vargas y Gurrión —volveremos a encontrarnos con todos ellos más adelante. Tras varias fracturas y separaciones, por fin coinciden para 18. [Díaz] fue sustituyendo a los militares gobernadores de los Estados por abogados pacíficos, legistas serenos, ambiciosos, moderados, tímidos, bonachones, burgueses egoístas, profundamente olientes a poca cosa; en una palabra, el general Díaz concibió reemplazar a sus procónsules vigorosos, guerreros y escandalosamente amenazantes para los egoísmos de su ambición, por personas enteramente inofensivas hasta para los más humildes criminales del orden común, siempre que no se tratase de periodistas o de desafectos al divino orden de cosas. Cuando la revolución estalló, los gobernadores de los Estados se encontraban sin ejército, sin Guardias Nacionales, sin armamento, sin espíritu militar en su gobierno, sin virilidad, sin ánimo de combatir […] porque la dictadura, para suprimir probabilidades de pronunciamientos, había quitado a los Estados las armas mortíferas y hasta los clavos. […] Formando siempre el elemento radical vienen después los incomprendidos con importantes cargamentos de ofensas que vengar, vienen saturados de odio, cristalizados sus sentimientos en terror, salpicados por las toxinas de todas las morbosidades, lívidos moralmente por falta de virtudes, sarnosos por erupción de sus cóleras, impotentes: poetas fracasados, jurisconsultos sin consulta, periodistas sin editor, oradores de silbido de víbora, viciosos con patente de comisaría, neurasténicos con todas las fobias contra la decencia, morfinómanos, alcohólicos, marihuanos, cocainómanos, nulidades machacadas por atroces y groseras decepciones, ambiciosos sin mérito roídos hasta la osamenta por el desdén de sus contemporáneos, y envidiosos sin médula por la mielitis de su amor propio de pavos con olor de cuervos. Discurso de Bulnes en la Cámara, 18 de noviembre de 1911. Páginas Escogidas, 1978, pp. 123-125. 19. Protesta reproducida en Guchachi’ reza, septiembre de 1985, p. 31. Investigó Francisco José Ruiz Cervantes. 20. Francie R. Chassen: 2006.
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postular como candidato para gobernador a Juárez Maza. Benito Juárez Maza, ilustre más por su nombre que a sus aptitudes, tuvo diversos puestos por el favor que le dispensaba don Porfirio; perdió esas elecciones y regresó definitivamente a Oaxaca en 1911, tras muchos años de ausencia, y murió apenas unos meses después, en 1912.
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Aunque en el Istmo, y en general en todo Oaxaca, la mayoría de la tierra estaba en manos de los pueblos y de pequeños propietarios —parcelas o ranchos ganaderos— hubo algunas haciendas; todos los grandes propietarios fueron connotados políticos. Había en el Istmo cinco haciendas de hasta mil hectáreas —de un total de 138 que existían en el Estado—, 11 de hasta cinco mil hectáreas —de 58— y seis de más de cinco mil hectáreas —de solamente 29 de dicha extensión. La Hacienda de Santo Domingo, en Juchitán, de 7,7500 ha. pertenecía a M. Castellanos vda. de Maqueo; El Modelo, de 48,000 ha. era de Carlos Oest; Chivela de 29,000 hectáreas era de Juan Maqueo; Providencia, de Wenceslao G. Santos; Guadalupe y Anexas, con 11,217 hectáreas, perteneció a los herederos de Ramón Pino. 21 En el Istmo las luchas por la tierra fueron pocas y más bien se limitaron a rivalidades entre cabeceras —entre los pocos hacendados y sus apareceros o peones y entre comunidades. 22 Francisco León tuvo una larga historia de conflictos agrarios: sus haciendas El Tamarindo y Piedra Parada, a pesar de no contarse entre las mayores del Istmo, invadían tierras vecinas. 23 José F. Gómez actuó como defensor de los agraviados por el terrateniente en 1895. Zanatepec y Niltepec también entraron en conflicto con los terrateniente. Las Haciendas Marquesanas de Esteban Maqueo Castellanos tuvieron desde esas épocas interminables litigios con los campesinos que no se resolvieron sino hasta varias décadas después. José F. Gómez, se unió con su tío a la revuelta del partido verde contra Francisco León, en 1882. Francisco León era en ese momento Jefe Político de Juchitán. En 1888, tras la muerte de Cosme Gómez, encabeza la oposición contra este cacique y desde entonces, los grupos antagónicos del Distrito de Juchitán se dividen en partidos rojos y verdes. 24 Un viejo corrido de aquellos tiempos habla de los métodos utilizados por León contra sus enemigos —destierro, prisión y trabajos forzados— y nos presenta a Febronio Chiñas, lugarteniente de Gómez, casi treinta años después: Un gorrión hermoso/ de pecho encarnado, ya me llevan preso, ¡ay caray!/para Quintana Roo mentado. ¡Ay Dios!, ¡Ay Dios!, ¿qué haré?, /ya me llevan para allá por culpa de Pancho León, ¡ay mamá!/ para Valle Nacional.
21. En Ruiz Cervantes: 1988, p. 348, 349 y 352. Tomado de C. Esteva, Nociones Elementales de Geografía Histórica del Estado de Oaxaca, 1913. 22. Ver Garner y Chassen ya citados. Encontramos documentos relacionados a conflictos de esta naturaleza en Petapa: AM 22-7-650. 23. Tuvo problemas en estas haciendas en 1882, como los tendrá veinte años después: ABJM 7-269. 24. León había sido Jefe Político en 1881 y luego entre 1885 y 1890; de padre chiapaneco, vendió terrenos al Ferrocarril Nacional de Tehuantepec. Fue jefe del partido rojo y se mantuvo en la política hasta su muerte, en 1916. Vicente E. Matus hizo una pequeña biografía del notable hombre, quien es recordado por sus obras públicas en la ciudad de Juchitán: construyó el Palacio Municipal con trabajos de reos y financiados mediante contribuciones extraordinarias. En Ursulino Rueda Saynes: Personajes revolucionarios Juchitecos, 1990.
Estamos en el año de 882, los tecos en armas contra la dictadura porfiriana, los tecos en armas contra la tiranía porfiriana. (Recitado) Febronio Chiñas dijo: /¿por qué fue la rebelión? El pueblo no está conforme, ¡ay caray!/ porque hacen imposición. Un gorrión hermoso… 25
En 1893, José F. Gómez regresa a Juchitán, como candidato a Presidente Municipal. El Jefe Político, Lic. Juan Puerto, se queja ante el presidente Porfirio Díaz por brindar su protección a un candidato distinto al que apoya el Gobernador del Estado, quien aboga por derechos que sus usuarios ignoraban les correspondían. Circuló enseguida en todo el pueblo, el rumor de que si José F. Gómez salía electo presidente, haría devolver las salinas de Echeverría a los juchitecos, quienes tienen deseos de seguir aprovechando de ellas, como las han aprovechado en tiempos pasados, que haría mas extenso el terreno de Juchitán, rumbo a las haciendas marquesanas y en cuyos terrenos tiene aún pretensiones este mismo pueblo, no obstante de que sus dueños les han cedido muchos terrenos que el mismo Gómez otorgaría muchas franquicias más a este mismo pueblo. […] halagados los habitantes de este pueblo con tantas promesas, acogió una buena parte la candidatura de Gómez, y vio de una manera hostil la otra candidatura que no hacía ningunas promesas. Para obtener mayoría la de Gómez, el padre de éste que lo es Gregorio Gómez, gastó un pico regular de dinero en comprar votos, gratificar a los individuos a quienes por disposición de la ley electoral se comisiona para formar las boletas y repartirlas a los ciudadanos, resultando de esto que los mismos comisionados hicieron varias operaciones indignas.
Dos años después, el Jefe Político de Tehuantepec Edmundo Bermúdez, se queja a su vez de las acciones de Gómez, más un engorro que una amenaza ideológica. Hoy calificaríamos sus reivindicaciones de populistas. Creo de mi deber informar a Ud. que el Sr. Lic. José Gómez de Juchitán se ocupa infatigablemente de este distrito, desde hace un año que me hice cargo de la Jefatura Política hasta esta fecha, en patrocinar agrupaciones de indígenas, escarbando negocios ya fenecidos y con cuya remoción pudieran ocasionarse conflictos muy fácilmente, y con mayor razón tratándose de asuntos de terrenos, haciéndoles creer a sus patrocinados que tienen derechos que tal vez nunca habían pensado en adquirir. En los diversos asuntos que ha gestionado ante la Jefatura yo no he dado un solo paso por haberlos juzgado muy claramente ilegales y de todo punto inconvenientes, pero es el caso que el Sr. Gómez me hace perder mucho tiempo. Yo comprendo que estos trabajos obedecen al dominio que él quiere ejercer en todo el Istmo por encima de las autoridades, pues aún ahora que estuve últimamente en Oaxaca, supe por el secretario del Gobierno del Estado, que ya no podían soportar al Sr. Gómez de Juchitán. 26
25. Guchachi’ reza, septiembre de 1982, p. 31. Testimonio cantado de Melquiades Toledo Bacha. 26. Correspondencia de Porfirio Díaz, CPD L.18 C.38 D.18832, diciembre 11 de 1893 y CPD L.20
D.727, mayo 21de 1895. En Guchachi’ reza, noviembre-diciembre de 1993, pp. 8-10. Investigó Héctor Zarauz.
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En 1895 Che Gómez era Presidente Municipal de Juchitán y prometió el reparto de haciendas y salinas de los terratenientes al pueblo, por eso El Eco del Istmo le califica de “socialista”. El “Sr. José”, como vulgarmente se le llama aquí a Gómez desde que regresó de México vino con el firme propósito de hacerse elegir Presidente Municipal, haciendo creer a los incautos, que obedecía a una combinación, a la que no eran extrañas, personas de alta representación en el Gobierno; pero más que a estas pretensiones y a sus intrigas, la mayoría de sufragios que obtuvo en las elecciones verificadas el día 3, se la dio la halagadora promesa que hizo al pueblo de que pronto sería restituido en la posesión de las Salinas de este Distrito. Inconscientemente Gómez fue más allá de donde aconsejaba la prudencia: se colocó en una posición difícil, declarándose socialista, supuesto que pide en nombre del Socialismo la repartición del bien ajeno. Comprendiendo Gómez que es insostenible su posición, pues tiene además la exigencia de sus partidarios que piden el premio de sus servicios se marchó a México últimamente y para explicar su intempestiva marcha, a los ojos del vulgo, ha dicho que va con el objeto de promover la separación del Gobernador del Estado (?) y del juez y jefe político de este Distrito. La separación del pagador del 12º Batallón que reside en este punto entra también en los propósitos de Gómez, sin duda para mantener a los necios en la creencia de que su opinión es decisiva en todos los ramos de la administración. Al separarse Gómez no olvidó darle instrucciones precisas a su sustituto a la Presidencia Municipal, a fin de que las cosas marchen por buen camino. ¿Entrará en esas instrucciones la expropiación de las Salinas? Ya lo veremos. 27 Los argumentos usados tanto por Gómez como por sus enemigos serán idénticos quince años después. Todos los problemas nacionales, en mayor o menor medida, se reproducían en Oaxaca y Juchitán; tal es el caso de los compadrazgos y favoritismos. Los principales personajes de nuestro drama fueron protegidos de don Porfirio y de Rosendo Pineda, respectivamente. Así como Díaz protegía y se servía de Rosendo Pineda, éste apadrinaba a Gómez. Las relaciones entre Rosendo Pineda y Che Gómez fueron estrechas y contradictorias. Pineda no solamente le concedía puestos que lo alejaban del Istmo, donde siempre fue un personaje rebelde y conflictivo; también se valía de la influencia del Che y de su familia en el Distrito cuando lo consideraba necesario para mantener el control sobre la zona, intervenía en pleitos familiares de su protegido y le subarrendaba asuntos legales que resultaban incómodos a su inevestidura. Se dirigía a Che Gómez y Castillejos en términos de “compañero servido y amigo que le desea todo linaje de prosperidades”. 28
27.
El Eco del Istmo, 1º de enero de 1894, p. 2, en Guchachi’ reza, septiembre de 1983, p. 11. Jean Meyer dice: “…en el Istmo, los juchitecos han reanudado su guerra desde 1911. Habiendo conocido la autonomía bajo la administración colonial, no se habían resignado a perderla después de la Independencia, por lo cual se produjeron las guerras de 1850-53, 1870, 1882 y 1911, siendo siempre para el control de las salinas, de la tierra y de la política”. La Revolución Mejicana, 1973, p. 78. 28. Documento de Rosendo Pineda, 1905. Investigó H. Zarauz.
En unos documentos manuscritos de 1896 que parecen borradores, enviados a José F. Gómez, se ha tachado el C. que antecede el nombre del licenciado, añadiéndole el de Jefe Político. Firmados por Cervantes, nos informan que se vende a Che Gómez un lote de terreno comunal perteneciente a San Miguel Chimalapa, de este Distrito, y con una extensión superficial de 767 h. 46 a. 62 c y 5 m 1 cm por la cantidad de $ 447.69, mismos que serán abonados con un rédito de un seis por ciento anual. Solamente su calidad de Jefe Político le permitía hacer este tipo de transacciones. 29 Cómo arreglaban, diferían y aprovechaban mutuamente sus relaciones Gómez y Pineda consta en varios documentos. 30 Abre la boca, los ojos y todo lo que abrir puedas y quédate estupefacto[:] la promesa del General [está] cumplida. Eres diputado propietario por el Estado de Guerrero. Confiesa que no esperabas esta ganga. Ahora no digas nada a nadie, y procura sobre todo no hacer alarde de esto. 31
Desde la ciudad de México, Rosendo Pineda le escribe a Gómez, quien por entonces estaba en La Paz, Baja California, el 16 de enero de 1905. Querido José: Contesto tu última carta de 31 de diciembre próximo pasado. El compadre Eutimio recibió los recados respectivos al asunto que le encomendaste y dice que se ocupa en él. Respecto de expensas, le dije que me las pidiera, pues te había yo ofrecido suplirlas, entretanto el interesado las sitúa aquí, como es de justicia. Procura, pues, que así sea, porque tiene muy poco chiste que yo pague los gastos de clientes de abogados extraños. Con esta táctica tuya y con el perico que tienes, ya no me cabe la menor duda de que eres un hombre verdaderamente notable. Tu hermana Andrea estuvo en México con su marido: vinieron a dejar a su hijo Sótero, a quien quieren dedicar a los estudios, porque dicen que tiene aptitudes no comunes. Andrea se quejó amargamente conmigo de las cosas que dice que tú le has hecho. Era bueno que procuren liquidar de una vez la testamentaría de tus padres para dar fin a las quejas y cargos que tu hermana formula en tu contra. También ha estado a verme el compañero Siles, que anda ya a la cuarta pregunta y no encuentra salida; y como tú ni siquiera le has contestado las cartas que te ha escrito, el pobre hombre al fin me hizo confesión de su aflictiva situación, y resulta que tú puedes salvarle de ella enviándole los fondos suyos que tienes en tu poder y que prometiste traerle desde Junio o Julio del año pasado. Ten, pues, compasión de este pobre hombre y remítele su dinero lo más pronto que sea posible. Con mis recuerdos a Rosa y a los muchachos soy siempre tuyo afectísimo Rosendo Pineda (Rúbrica) Don Rosendo escribe unos días después, el 28 de enero de 1905, al licenciado Severo Castillejos, apoderado legal de Gómez en Juchitán. La carta habla de cuitas más o menos
29.
Secretaría del Gobierno del Estado L. y S. de Oaxaca. Expediente núm. 557 Sección 1ª. 5 ff, AGEO. Investigó Gloria de la Cruz. 30. AJFG, documentos extemporáneos previos sin numeración. 31. José C. Valadés: El Porfirismo, 1967, tomo II, p. 282.
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comunes en todas las familias y sugiere que arreglen el juicio testamentario que perjudica el buen nombre tanto de los hermanos inconformes como de los abogados que los representan —hay documentos al respecto incluso posteriores a la muerte de Che Gómez. Cuando estuvo en esta ciudad Doña Andrea Gómez de Jiménez se quejó conmigo amargamente de su hermano, nuestro amigo el Licenciado Gómez, con motivo de la testamentaría de sus señores padres. Esta disidencia en la familia Gómez no debe prolongarse para bien de todos, y especialmente por el buen nombre de José; y yo creo que el medio más eficaz para poner fin a este estado de cosas es la conclusión de la testamentaría, que poniendo a cada cual en posesión de lo suyo, tranquilizará los ánimos y hará tal vez olvidar los agravios. Con este propósito escribo a Ud. esta carta, porque Ud. como apoderado de José, puede sin duda coadyuvar grandemente a la mejor y más breve liquidación del enojoso asunto.
Al mes siguiente, Pineda escribe nuevamente a Castillejos; nos queda claro también, a través de esta carta, que no todos los puestos otorgados a los istmeños pasaban por manos de Pineda. “Ignoraba yo que hubiese Ud. salido electo Juez en ese Distrito, y celebro que haya consentido en tomar posesión del puesto y servirlo algún tiempo, para que el Señor Lic. Pimentel vea la buena voluntad de Ud. de ayudarle, dentro de lo posible.”32 Desde Juchitán, Julio J. González envía a su compadre y cuñado José F. Gómez, ya en Tlaxcala, un conjunto de documentos que refleja los métodos y el carácter cuasi infalible del licenciado Gómez, como patriarca y gestor de la familia; le remite copia de cada una de las misivas que envía y recibe para que su cuñado exprese su opinión, a veces no muy favorable: “me has regañado como a un chucho el más inservible”, se queja. Los reclamos “morales”, en estas cartas, también dan cuenta de la ingerencia de Che Gómez en la vida cotidiana de quienes vivían a miles de kilómetros de distancia. Los juicios testamentarios y los desacuerdos familiares siguen, pero se introducen otros asuntos interesantes, como las demandas a ferrocarriles, la enemistad con Pimentel y la mecánica para la solicitud de puestos. Juchitán Mayo 1º de 1908 Estimado hermano: […] Quedo entendido y conforme con la explicación que me haces respecto a la frase “debilidad” de que te hablé en mi carta anterior. Efectivamente extrañaba de ti aquella calificación hecha en mi persona en el sentido que interpretaba dicha frase, pero está bien hermano ya veo que no ha sido tu intención lastimarme. Respecto de la muchacha crianza de Virginia de que me hablas, no es cierto que yo haya formado vida común con ella, mas sí es verdad que después de dos meses de estar en cama gravemente enfermo sin quién pudiera darme mis alimentos debidamente, hice que aquélla viniese a encargarse de ellos, y de allí han venido ciertos comentarios para el público, tal como se te ha informado. Pasemos a otro asunto […]. Por la gravedad de Paula con el tumor que se le agrandó, con muchos dolores y demostraciones de maduración que la tienen actualmente en continuo tormento, no pude hacer con mi madrina el viaje a Tonalá violentamente, mas sí lo hicimos el 25 del mes pasado. [Arreglan allá problemas de una propiedad con los franceses de Espidora Chemidlin y Cía.].
32.
AJFG, cartas de Rosendo Pineda docs. extemporáneos previos s/n. El padre de los Gómez murió en 1901.
[…] Como tú sabes mi situación difícil y por lo mismo me veo en el caso de moverme de diversas maneras para ver cómo salvarla; espero pues que en esta vez me ayudes con tu acostumbrada actividad como te lo suplico y me has ofrecido siempre en los asuntos que paso a manifestarte. A mi hermano Florentino y a una vecina suya (pariente de su esposa) les ha incendiado el Ferrocarril sus potreros sufriendo con este hecho daños y perjuicios de consideración. Debido al mencionado incendio han perdido éstos sus ordeñas, y por esto mismo han muerto varios de sus ganados. Consulté el asunto a Dn. Rosendo Pineda y a Dn. Víctor Manuel Castillo, y estos abogados me contestaron en los términos de las cartas que en copias te adjunto. Como representante que soy de los interesados dichos, creí conveniente optar por el consejo de Dn. Rosendo, es decir, ocurrir primero a la Empresa en solicitud de un arreglo amistoso, pero antes de esto veo necesario ocurrir a ti a fin de que me aconsejes lo más pronto posible como te lo suplico la forma en que debo dirigirme a la Empresa, si conviene aceptar o no el Lic. que nos propone Dn. Rosendo para encargarse de la reclamación en México, sirviéndote así mismo formular o corregir el borrador del escrito de mi hermano y su socio que también acompaño de la manera que tú creas conveniente, es el caso que tu contestación me servirá de luz para todo en cuanto a este asunto debo hacer. Don Víctor Manuel Castillo sé que actualmente no se encuentra en México. Por su carta antes mencionada verás que tenemos el proyecto de cortar en Sociedad cien mil durmientes en el FNT [Ferrocarril Nacional de Tehuantepec]. Últimamente estuvo dicho Sr. por estos lugares, viniendo de Tuxtla Gutiérrez Chis.; me dijo que es muy amigo tuyo. También hallarás adjunta una carta del Sr. J. Y. Limantour, contestación de otra que le dirigí cuyo borrador te acompaño. En este asunto entiendo que para realizarlo no me falta más que tu valiosa ayuda ante dicho Ministro, tomando en cuenta tus buenas relaciones con el dicho Sr. Si a bien lo tienes particípale que te he dado cuenta de su contestación y en el caso que quiera favorecerme que sea en el Estado de Chiapas o el de Veracruz. A todo esto te suplico me digas con toda franqueza si verdaderamente puedes ayudarme para estar entendido. Respecto de la reclamación del incendio te ruego que pongas toda tu atención, inteligencia y voluntad en el asunto, pues esto nos puede dejar alguna utilidad de importancia; ve si es necesario y si te es posible hacer que conozca del asunto el Señor Presidente Díaz, para darle más fuerza y seriedad a la reclamación de que se trata. […] Te adjunto un mensaje que el Sr. Gobernador me dirigió el 12 del mes pasado creyendo sin duda que era el día de mi natalicio, así como la contestación que le di y la aprobación de Severo en este respecto. Tú sabes que el Sr. Pimentel en su administración no ha marchado de acuerdo con nosotros. ¿De dónde ha venido esa demostración de afecto para mí? A ti te toca comentarla. […] Sin más qué comunicarte por ahora sírvete favorecerme con tu contestación cuanto antes. Sírvete asimismo saludar a mi comadre y a las niñas muy afectuosamente, y que con todas te conserves bien son los deseos de tu hermano que te quiere, Julio J. González PD. Paula sigue gravándose rápidamente, ya está en cama, tiene la chiche una in-
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flamación grandísima; conviene que aconsejes a mi madrina se interese por que arregle su disposición testamentaria. El Doctor Barrios le ha asistido, éste dice que todavía cree buen éxito en una operación violentamente en México. Ya no soy más largo por depositar estos papeleo al correo antes que pase la hora. Vale.
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Adjunta los documentos a los que se refiere su misiva, incluyendo el agradecimiento por la felicitación a Pimentel, y una copia de esta carta a Limantour desde la hacienda Bola de Oro, del 3 de abril de 1908: Verdaderamente no sé cuáles sean mis aptitudes y por eso no me resolvería a precisar un empleo, sin embargo en mi concepto creo que podría desempeñar el de Inspector del Timbre que si bien necesita algunos conocimientos especiales seguramente que los he adquirido al cuidado de mis pequeños intereses como Finquero y como Comerciante que he sido toda mi vida. El propio Sr. mi cuñado, citado ya, puede dar a Ud. mis referencias y aún recomendarme a la consideración de usted, asimismo los Señores Licenciado Dn. Rosendo Pineda y Dn. Víctor Manuel Castillo que me honran con su amistad. Esperando Sr. obtener la gracia solicitada a que me obliga no tanto mi salud que exige cambio de clima, sino el deseo de estar al servicio de usted, me doy el placer de manifestarle mis agradecimientos por la deferencia con que no dudo acogerá mi carta, y ofrecerme su más atento y S.S. Julio J. González El ministro le contesta que considerará la oferta para cuando haya una vacante. Este conjunto de documentos contiene también el acta donde se da cuenta del incendio provocado por el Ferrocarril Pan-Americano en los potreros de “Bola de Oro” y “La Esperanza”, la anuencia por escrito de Víctor Manuel Castillo para que González le represente en el caso contra la Compañía del Ferrocarril y para arreglar el asunto relativo a la venta de durmientes y la respuesta de Pineda al cuñado de Gómez. México, 14 de abril de 1908 Contesto a su carta del 30 de marzo próximo pasado. Es evidente que la Compañía Ferrocarril debe responder de los daños causados por sus locomotoras al hermano de Ud. en sus potreros; pero es indispensable establecer bien las causas del daño y su importancia para que la reclamación prospere. Mi opinión es que antes de intentarla debería procurarse un arreglo amistoso con la Compañía, cuyo domicilio principal está en esta Ciudad, según me informé. Yo no podría intervenir en el caso por mis relaciones estrechas de amistad con los abogados de la Compañía; pero si su hermano de usted se resuelve a gestionar la indemnización de los daños que se le han causado, tal vez pudiera encargarse del negocio el Lic. D. Julián Morineau. Esto es lo que puedo decirle con relación al asunto que me consulta. Soy de Ud. atto. S. S: y su amigo. Rosendo Pineda (Rúbrica) 33 En junio de 1908 otra de las hermanas Gómez se comunica a Tlaxcala con el Licenciado para anunciarle la triste noticia de la muerte de su hermana Paula y la de un sobrino; continúan los engorrosos trámites.
33. AJFG, ésta carta y los siguientes, documentos extemporáneos previos s/n.
Por fin después de tanto padecer ingresó Paula a las entrañas de nuestra madre tierra, con todo el conocimiento necesario hasta los últimos momentos de su vida. Murió a las dos en punto de la mañana del día quince del presente mes disponiendo y mandando todo cuanto debía hacerse. Ya en los últimos suspiros para dejar de existir preguntó si se había recibido alguna carta tuya; por fin terminaron los padecimientos de nuestra pobre hermana (QDg). Ayer a las 4 pm. murió José el hijo mayor de Félix, de una desintería grave (DEP) hoy será sepultado. Andrea insiste en sus pretensiones. No obstante de que el Juez en auto que últimamente mandó notificarnos, ordena la formación de nuevos inventaros, nulificando los anteriores, tanto el presentado por Andrea como el nuestro, aquella insiste en que sea válido el inventario practicado por ella no siendo conforme con lo mandado por el Juez y como dicho funcionario se halla enfermo, aún no ha resuelto sobre la oposición de Andrea. Recibí tu mensaje en el que me dices que por correo me remites $100 para ayudarme en los gastos de los funerales de Paula. Gracias. Si se consiguen los $6,000 con alguien, dándole la casa en venta con pacto de retroventa por tres años con un interés módico, te avisaré oportunamente para que hagas el pago a Cueto. Sin más qué comunicarte, mis saludos a la familia toda cariñosamente y que te conserves bien con ella son los deseos de tu hermana que te quiere. Tomasa G. vda de Toledo. La historia del paso interoceánico en México, las vicisitudes del ferrocarril en el Istmo y los proyectos y conflictos en la planeación de un corredor transístmico merecen, por sí mismos, un libro entero —existen varios. Tras cambios de concesiones, ventas, requisiciones e interrupciones, por fin el Ferrocarril Nacional de Tehuantepec, que comunica Puerto México, hoy Coatzacoalcos, con Salina Cruz se inauguró en 1894: 310 kilómetros, con ramal a Juchitán. 34 Con los ferrocarriles, vinieron las invitaciones para colonizar las regiones que atravesaba e invertir en ellas. Remozado y con los dos magníficos puertos en los extremos construidos por los ingleses Pearson & Schmidt, fue pomposamente reinaugurado en 1907 —con faros, malecón, puerto, dique seco y astilleros que servían a navieras de diversas naciones. Asimismo, se hicieron en Salina Cruz obras de drenaje y se instalaron luz eléctrica, telégrafo y teléfonos. Porfirio Díaz, en compañía de sir Weetman, viajó en el tren y presenció el desembarque de azúcar procedente de Hawai, que bajó del SS Arizonian; se embarcó en Puerto México en el SS Luckenbach hacia Filadelfia. 35 El ferrocarril no era ni estatal ni regional, sino
34. Costó 70 millones de pesos. El trayecto se hacía en 10 horas 20 minutos. Más tarde, el trayecto se amplió a 335 kilómetros. Algunas de las estaciones eran Palomares, Saravia, Mogoñé, Rincón Antonio, Chivela. 35. Isabella Tree: Sliced Iguana. Travels in unknown Mexico, 2001. La autora firma que el tráfico alcanzó un millón de toneladas. La parienta de sir Weetman relata que Pearsons había hecho antes un túnel bajo el Támesis, pero que consideraba que su mayor y más difícil negocio fue el ferrocarril interoceánico; en cambio consideraba que el petróleo de El Águila había sido el más próspero. Otros negocios familiares fueron el banco Lazard, la editorial Penguin y el Financial Times, pp. 3 y 131.
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nacional; el carácter independiente de las inversiones favorecía a todo el país. Duplicó su tráfico inicial en dos años, 69 9084 toneladas en 1909. En 1910 tuvo 6 874 387 pesos de ganancia, contra 3 559 498 de gastos. En 1912 las ganancias subieron a 8 387 544 pesos y la carga internacional era de 851 447 toneladas. 36 La mayor parte de la carga que viajaban en el tren no eran local: productos de la costa norte del Pacífico y asiáticos se remitían a los puertos de la costa este de Estados Unidos y Europa. El café y el hule del Istmo también salían por estos puertos. Los productos extranjeros eran comunes entre las familias acomodadas del Istmo; las telas de las típicas y hermosas “tehuanas” era importada de Birmingham para ser bordadas con máquinas de coser de cadenilla inglesas. Las concesiones comerciales beneficiaban casi exclusivamente a cinco casas importadoras. La actividad comercial —entre 28 y 60 viajes diarios— fue acaparada principalmente por comerciantes e inversionistas europeos —franceses, españoles e italianos— y en menor medida por sus socios mexicanos. Salina Cruz tenía en ese momento representantes consulares de Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Chile, Guatemala, Italia, Noruega, El Salvador y España y un buen número de migrantes. 37 Fueron también los ingleses quienes concluyeron el Ferrocarril Mexicano del Sur en 1892, que comunicaba Oaxaca con la ciudad de México y Veracruz, vía Tehuacán y Puebla. 38 El Ferrocarril Panamericano, con entronque al de Tehuantepec en Estación San Gerónimo, vinculaba Salina Cruz, Tehuantepec, Juchitán y Tonalá con Chiapas y Guatemala; a decir de Turner en México Bárbaro fue adquirido por el ex-embajador de Estados Unidos, David H. Thompson. 39
36. Garner: 1995. Según Coronado (salinacruzenlinea), salía un tren cada dos horas de Salina Cruz y Puerto México. Ruiz Cervantes: 1986, calcula que el monto de transacciones alcanzó los diez millones de pesos. 37. Garner: 1995; Cossío Villegas: El Porfiriato, La Vida Económica II, 1965; John H. Coatsworth: El Impacto Económico de los Ferrocarriles en el Porfiriato,1984. 38. La inauguración del Ferrocarril Mexicano del Sur celebrada el 12 de noviembre de 1892, fue para Oaxaca un acontecimiento insólito realzado con la presencia del Presidente de la República, General Porfirio Díaz, a quien acompañaron algunos miembros de su gabinete y prominente políticos, militares y diplomáticos. […] Y la multitud fue incontenible, inquieta, atropellada y alegre desde las primeras horas de la tarde. Por fin se escuchó lejanamente el silbato del tren de invitados y de paso a paso, [a] vuelta de rueda entró a la estación a las cuatro de la tarde, bajando entre salutaciones de bienvenida los licenciados Rosendo Pineda, Félix Romero, Emilio Pimentel, Cutberto Castellanos, Roberto Núñez, el poeta Juan de Dios Peza, Ramón Prida y Justo Sierra; el profesor Apolinar Castillo, el general Rafael Cravioto; el coronel Lauro Carrillo; Francisco Pérez y Rosalino Martínez, los señores ministros de la República Dominicana, del Salvador y Guatemala; los señores Antonio Ramos, Alberto Díaz Rugama, Manuel Guillén, Ricardo Money, Eduardo Marcom, Carlos Lecoq, Guillermo Shewart y Juan Díaz. El 13 de noviembre fue día para recibir a la familia oaxaqueña. El Gral. Díaz se presentó a las diez horas en el salón de recepciones del Palacio de Gobierno. Rafael Bolaños Cacho, Ignacio Candiani, regente de la imprenta oficial y Perfecto Nieto, hicieron uso de la palabra y a todos les contestó en tono cordial, íntimo, casi conmovedor, con esa su emoción, sincera o fingida de la que sabía hacer buen uso hasta llegar al llanto. Los representantes de la prensa capitalina fueron obsequiados el día quince por sus colegas de Oaxaca con un banquete en la huerta del general Zertuche, donde dio la nota de galantería literaria el poeta Juan de Dios Peza, produciendo una amable poesía, cuya primera estrofa decía: “Por esta tierra heroica, tan querida, a la que Juárez grande galardona… La amistad es el alma de la vida, Y nos da su amistad como corona”. Nota de Carlos Filio, El Imparcial en línea, Oaxaca. 39. Turner: México Bárbaro. Reportaje de 1908.
Todos los altos funcionarios de ferrocarriles eran extranjeros, como en su momento lo fueron una buena parte de quienes construyeron vías y estaciones —casi dieciseis mil trabajadores negros de Jamaica y Bahamas, coolies de Japón, Corea, China— de los cuales quedaron apenas quinientos al concluirse las obras. En 1912, Blake, era supervisor locomotoras; Clark, Gerente general del Ferrocarril Nacional Mexicano. Benito Juárez Maza decreta un bando, en febrero de 1912, que obliga a las compañías a escribir toda su papelería y documentos en español. 40 Es un lugar común decir que la Revolución se hizo sobre las vías de tren construidas por los porfiristas; la afirmación también vale para el Sur. El desarrollo político y económico de las regiones, la expansión de los poblados aledaños a las rutas, el descontento y las movilizaciones de Oaxaca se dieron —a principios de la Revolución— junto a las vías del tren. Sin embargo, también fueron víctimas de despojo, venta y arbitrariedades las comunidades que vivían a lo largo del Ferrocarril Transístmico; desde Tehuantepec hasta Rincón Antonio, eran zapotecas. El mismo Pearson, sólo en el ex-cantón de Minatitlán, acaparó un poco menos de 42 mil hectáreas, y otros extranjeros hicieron lo mismo con cientos de miles de hectáreas, destacándose la empresa deslindadora norteamericana Mexican Land and Co. 41 Crecieron bajo el amparo de los trenes los poblados antes despojados de Lagunas, El Barrio, Petapa, Palomares, Mogoñé, San Gerónimo y Rincón Antonio —el más feroz contrincante de los gomistas—, donde se encontraban los talleres de reparación, oficinas administrativas, cajas de caudales y residencia de administradores del Ferrocarril de Tehuantepec; fue grande la colonia de extranjeros que vivió allí, opulentamente, entre más de mil obreros ferroviarios. En el Istmo, las principales actividades actividades económicas fueron la ganadería —se exportaban cueros— la agricultura y el comercio. En éste último sobresalen las mujeres zapotecas: controlaban un diversificado sistema mercantil regional desde que apenas se tendían los rieles ya fuera vendiendo, comprando o intercambiando productos en asentamientos pequeños o campamentos, y luego manejando grandes volúmenes de mercancía que acopiaban o vendían en las principales estaciones del ferrocarril. A través del sistema ferroviario del Istmo modernizaron la vieja y centenaria ruta de contrabando de productos europeos y orientales que entraban por Guatemala y que las mujeres vendían en la región oaxaqueña del Istmo y su contraparte veracruzana. Como ya vimos, los amigos juchitecos de Rosendo Pineda demandaban al Ferrocarril Panamericano por incendios, mientras Limantour firmaba concesiones y ambos cenaban con ellos. Tenemos noticia de que en 1899 el barrio Santa María de Tehuantepec, también sufrió un graves daños provocados por las chispas de la locomotora. Los incendios se explican con facilidad, si tomamos en consideración que la inmensa mayoría de las casas estaban hechas de palma y, en tiempos de norte, el viento dispersa el fuego a gran velocidad —si bien nunca fueron los habitantes de estas casas quienes litigaban contra la compañía. Con la construcción del ferrocarril, se instalaron cientos de monterías a lo largo de la vía, donde se extraía intensivamente la caoba y el cedro para la exportación y los
40. Garner afirma que llegaron al Istmo 15,743 asiáticos y se quedaron casi 500. Datos complementarios: ABJM, caja 7. 41. Juan Carlos Beas y Manuel Ballesteros: Vientos Magonistas en el Norte del Istmo, 1986.
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durmientes, así como todo tipo de recursos maderables necesarios para mover las calderas de vapor de las locomotoras. La zona se deforestó en unos cuantos años. Tras el levantamiento chegomista, la concesión para la venta de durmientes y contratación de juchitecos es solicitada por Braulio Toledo. Vino a verme Braulio Toledo que mañana sale para el Distrito de Juchitán, y me suplica diga a Ud. si le hace el favor de escribir en lo particular al Jefe Político León, recomendándolo con él a fin de que no le moleste a la gente que tiene contratada, para trabajar, pues tiene un contrato con el Ferrocarril, por algunos miles de durmientes y otras obras donde ocupará más de mil hombres que ya otras veces les ha dado trabajo. En mi humilde opinión, creo, que es la manera de que esa región quede por completo tranquila, pues dándoles qué hacer a esa gente y bien pagados no piensan en tonteras. 42 Benito Juárez Maza, como los anteriores gobernadores, tuvo siempre abierto su despacho a los administradores de los ferrocarriles, que proporcionaba pases a Jefes Políticos y funcionarios de su administración; y no solamente les otorgó sus atenciones, sino también otro tipo de apoyos. Tengo el gusto de hacer a Ud. presente mis muchos agradecimientos a nombre de la Compañía del Ferrocarril por la que trabajo, así como personalmente por su bondadosa y eficaz ayuda, facilitándonos fuerzas, permitiéndonos de ese modo reanudar los trabajos de reparación y continuar nuevamente el tráfico. Le estoy muy agradecido y puedo asegurar a Ud. que la Gerencia conserva muy buenos sentimientos y sinceros agradecimientos hacia [sic] por esta acción. Soy de Ud. muy atto. y affmo., seguro servidor. (Rúbrica ilegible) Supdte. de División Mexicana del Sur Oaxaca, Febrero 17 de 1912. 43 Hay también denuncias por el contrabando y robos. En febrero de 1912 se reportan mercancías perdidas en tránsito hacia Salina Cruz. El problema, frecuente en 1907 cuando se reinauguró la ruta, disminuyó a principios de 1908. Un quejoso de Rincón Antonio opina que debía haber autoridades en los lugares de tránsito, pues no le parece procedente que el Juez de Salina Cruz investigara lo que ocurría a lo largo de todo el trayecto del Nacional de Tehuantepec. 44 La presencia de los extranjeros en Oaxaca es una importante constante en la economía y administración del Estado. Encontramos documentos que los mencionan en todos los archivos consultados. Desde Juan de Costa Rica, sin fecha, un tal R. Gayón escribe a Enrique Creel, Secretario de Relaciones Exteriores, interesado en un proyecto de ruta marítima entre Centroamérica y Salina Cruz, en virtud de la promesa de la Compañía Ferrocarrilera de hacer una línea a Centro América. 45 De Idaho, el 31 de mayo de 1911, solicitan a Francisco León de la Barra información sobre la concesión de tierras en el Istmo para establecer colonias.
42. ABJM 7-111. Carta de Juan Chapital a Benito Juárez, México D. F., 27 de febrero de 1912. 43. ABJM 7-84. Carta a Benito Juárez. Era una entelequia, como se ve en todos los escritos si-
guientes de administradores o funcionarios entranjeros, exigir que escribieran en español: el que usaban era deleznable. 44. ABJM 7-41. 45. AM 35-3/bis-164.
State of Idaho, Senate Chamber, F. A. Shaw, Special Clerk His Excellency, President Francisco de la Barra Mexico City, Republic of Mexico. Dear President: The writers of this communication desire to extend congratulations to Your Excellency, Senor Francisco J. Madero, Jr., and the liberty loving people of Mexico on the successful termination of the recent conflict. We trust the citizens of Mexico appreciate the self sacrificing spirit of Senor Madero and that they can now avail themselves of your experience in affaires of State and have a loyal President like your Excellency. Colonel Judson Spofford, who signs jointly, and myself are greatly interested in Mexico, as peace is now restores and we are informed opportunities exist to acquire lands. Will your Excellency kindly submit the desired information, and as follows, or refer this letter to your Minister of Public Lands and Immigration? First. What inducements or privileges will be given by the Provisional Government to ourselves who are desirous of acquiring large Tracts of good agricultural lands for colonization purposes; Tracts to be from 1,000 to 1000,000 acres in area and cost per acre for same? Second. Location, character of soil, climatic conditions, towns and cities, educational and church advantages; water for domestic, stock and other purposes? Mining priviliges open? Third. Timber for building purposes and Tracts for same; hard and dye woods; kinds of crops best adapted to soils and yields of cotton, corn, bananas, tropical, sub-tropical and temperate zone fruits; cost of production and prices obtaines. Fourth. Prices of cattle per herd for range and stock requirements and what is obtained for hides; of beef cattle per pound. Grazing lands and privileges? Fifth. Markets —local and foreign? Sixth. Transportation via Railways and Steamers and freight rates. Principal Ports on Pacific and Atlantic. Conditions and extent of wagon roads? Seventh. Titles: As to Government grants; patents, cost of latter and method of acquirement; communal lands and what can be purchased from the natives and price of same? Eigth. States you can recomend for colonization. Ninth. Detailed information as to the State of Oaxaca, District of Juchitán, which we are informed contains some fine agricultural land and near good markets. The Colonel and myself are engaged in land promotion and desire large Tracts at minimum prices for colonization. It ocurred to us Your Excellency and Senor Madero will welcome responsible persons who propose to engage in legitimate colonization propositions and bring to your Country a desirable class of immigrants who will increase its wealth. Again congratulating yourselves and thanking you for your time considering all the above, we remain, Very respectfully yours, Francis A. Shaw (Rúbrica) Judson Spofford (Rúbrica) Post Scriptum: It is due your Excellency that references be submitted as to our character, qualifications and financial responsability. Francis A. Shaw gives the following names
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which may be referred to by permission: Lieut. Governor L. H. Sweetser; Secretary of State, W. L. Gifford; all addressed State House, Boise, Idaho; F. H. Parsons, Cashier The Bank of Idaho, Boise, Idaho. Any State Senator of Ninth, Tenth and Eleventh Sessions of Idaho State Legislature. U. S. Senator Wm. E. Borah, Washington, D. C.; Representative Burton L. French, Washington, D. C. Mr. Shaw was Secretary of State Senate, Tenth Session, 1909, Special Clerk this, Eleventh Session, and is Director in the Bank of Commerce, Burley, Idaho. Colonel Judson Spofford submits the following references: Gen. W. Fletcher, President Idaho Nat’l Bank; Colonel M. W. Wood, U. S. Army; O. E. Jackson, Esq., Mining Attorney; Hon. Will H. Gibson, Ex-Secretary of State; Hon. Carl A. Davis, Judge of Fourth Judicial District; all of Boise, Idaho. E. E. Calvin, Vice President and Gen’l Manager Southern Pacific Rilroad, San Francisco, California; J. P. O’Brien, Vice Pres. & Gen’l. Manager Oregon-Washington Railroad and Navigation Company, Portland, Oregon. The Colonel also succesfully promoted many industrial enterprises, among them being the Boise-Layette Electric Power Co.; Bois City Street Railway Lines; irrigation canals and systems and is successfu in mining enterprises. These several references are by permission. 46
46. AM carpeta de Miscelánea documento s/caja, expediente o número.
Quienes suscribimos la presente deseamos extender nuestras felicitaciones a Su Excelencia, señor Francisco J. Madero Jr. y al pueblo mexicano amante de la libertad por la exitosa conclusión del conflicto reciente. Confiamos en que los ciudadanos de México valoren el espíritu de autosacrificio del Señor Madero y que ahora se sirvan de un Presidente leal como su Excelencia y aprovechen su experiencia en asuntos del Estado. El Coronel Judson Sapofford, quien suscribe conmigo esta carta y yo nos interesamos mucho en México ahora que se ha reestablecido la paz pues sabemos de que existen oportunidades para adquirir terrenos. ¿Podría su Excelencia ser tan amable de enviarnos la información que solicitamos o, en su caso, referir esta carta a su ministro de Terrenos Públicos y Migración? Primero. ¿Qué incentivos o privilegios nos daría el Gobierno Provisional a quienes deseamos adquirir grandes superficies de terreno cultivable con el propósito de colonizar? Las superficies serían de entre mil y un millón de acres, ¿cuál sería su costo? Segundo. ¿[Cuál sería la] localización, características de la tierra, condiciones climáticas, pueblos y ciudades, escuelas e iglesias disponible, agua para ganado, consumo doméstico y otros usos? ¿Hay concesiones mineras? Tercero. Madera para usos constructivos y terrenos con bosques; maderas duras y para tintes; tipo de cosechas más apropiadas para el suelo y rendimiento del algodón, maíz, plátano, frutas tropicales, semitropicales y de clima templado, costos de producción y precios del mercado. Cuarto. Precios de ganado en pie o sacrificado, requerimientos, precio de los cueros, y de carne de vacuno, por peso. Terrenos de pastoreo y facilidades. Quinto. Mercados locales y extranjeros. Sexto. Transporte por vía férrea y marítima y precios de la carga. Princiales puertos en el Pacífico y el Atlántico. Condiciones y extensión de las vías terrestres. Séptimo. Títulos: tales como concesiones gubernamentales, patentes, costos de éstas y modo de adquirilas; tierras comunales o que puedan comprarse a los nativos, precios de las mismas. Octavo. Estados donde se recomienda colonizar. Noveno. Información detallada del estado de Oaxaca, Distrito de Juchitán, que nos informan tiene buenas tierras de cultivo, próximas a buenos mercados. Tanto el Coronel como yo trabajamos en la promoción de tierras y deseamos grandes superficies a un precio mínimo, para colonización. Pensamos que Su Excelencia y el Señor Madero recibirían gustosos personas responsables que quisieran proponer una colonización legal y llevar a su país colonos deseables, para incrementar su riqueza. Nuevamente felicitándoles y agradeciendo el tiempo que nos conceda, quedamos de ustedes, respetuosamente, Francis A. Shaw y Judson Spofford.
En el Archivo de Benito Juárez encontramos desde los más vulgares hasta los más insólitos documentos que dan cuenta de las inversiones, intereses y relaciones comerciales entre Oaxaca y el extranjero: desde los ajuares domésticos adquiridos por la señora María hasta la solicitud de concesiones de aguas. Incluyen el envío a Panamá de pencas de palma para saber si es igual a la de ellos; si lo es, pide le mande un obrero que enseñe a los oaxaqueños a hacer sombreros. Rumsay & Co. ofrece tubos para casas. Desde Salina, Kansas, un ciudadano dice que se enteró de que Oaxaca “is after foreign capital”. Ofrecían asimismo sus servicios la Natural Recovery Co. de Filadelfia; un sindicato inglés pide administrar e invertir en trenes; un austriaco, Ludloff, pone a disposición del gobernador sus amplios conocimientos de apicultura. Desde Toledo, Ohio, piden informes sobre madera fina, para explotarla y con deseos de comprar. The Mexican Ingeneering Co. propone pavimento para calles, hay ofertas de podadoras estadounidenses y extinguidores ingleses, uniformes para policía y soldados de “La Bella Jardinera”, con sede en París. Peticiones de concesiones para la explotación minera. Applewhite pide concesión de agua. Se envían un “Catálogo de armas de segunda, nuevas y antiguas” desde Bélgica y se da acuse de recibo del “Folleto informativo para inversionistas” editado por la Gulf Coast en Kansas. Se pide permiso para colonizar y que les sean concedidos acres a la Compañía de San Antonio, enterada de los problemas de mano de obra que tienen dadas las políticas mexicanas de reclutamiento del ejército. Se solicitan semillas de palmera para los camellones y de palmas decorativas y plantas de ornato para la casa particular del Gobernador. Para coordinar tantas demandas, hay empresas nacionales expertas en estos asuntos que ofrecen liberar de estas preocupaciones al Gobierno, como la de Braniff, compañía de ingeniería, importadora, contratista, inmigración y salud desde 1907 que tiene representaciones en diversos estados. 47 A pesar del auge de inversiones, y del funcionamiento del ferrocarril, que parecen no haber sufrido cuantiosos sobresaltos a causa de la rebelión chegomista de 1911, algunas empresas sí se vieron afectadas. El ferrocarril Panamericano conectó Juchitán con Chiapas, por lo cual muchos trabajadores eran enganchados por la hulera St. Paul Tropical Development —empresa que parece sacada de un reportaje de México Bárbaro. Desde el la finca “El Rosario” de Mapastepec, el Gerente L. A. Ostien se dirige al Gobernador de Oaxaca el 4 de febrero de 1912: Durante los dos últimos años, hemos empleado un gran número de trabajadores del Distrito de Juchitán. De acuerdo con las costumbres adoptadas en esta región, frecuentemente hemos anticipándole [sic] al peón el valor de su trabajo, en efectivo. Pues anteriormente esto era una necesidad para poder obtener brazos, pues había que pagar las deudas de ellos en otras partes para que éstos pudieran salir. Tenemos la honra de adjuntarle una copia de la forma de los contratos que se usan generalmente en este Distrito para estos casos. Esta compañía siempre ha sido puntual en sus obligaciones para con los peones; el trato que les proporcionamos no puede ser más considerado, pues se les da PD: Merecidamente remitimos a Su Excelencia las referencias que atestiguan nuestro carácter, cualidades y responsabilidad financieras. [Siguen avales]. El Coronel ha promovido con éxito muchas empresas industriales entre las cuales se cuentan la compañía eléctrica Layette Electric Power, las líneas de trenes urbanos de Bois City, canales y sistemas de irrigación y es un exitoso empresario minero. Las referencias anteriores se dan con autorización. 47. ABJM 5-8; caja 7-450; 247; 156; 106; 257, 401; 451; 73; 429.
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atención médica y casa habitación gratuitamente y las tareas de sus jornales son enteramente moderados y arreglados a la estatura y fuerza del individuo; nuestro lema siempre ha sido tratar bien a nuestros trabajadores y sus familias y ayudarles a mejorar en todo lo que está a nuestro alcance; no obstante, esto, durante los últimos siete meses, nuestra gente ha acostumbrado huir de la plantación dejando deudas pendientes, al mismo tiempo negándose a cumplir con el contrato a que se han obligado. Hasta ahora no nos ha sido posible obtener apoyo de las autoridades locales para hacer a estos trabajadores, quienes están dispersos en varios puntos del ya mencionado Distrito, a venir a reconocer su trabajo o devolver la cantidad de dinero que se les ha anticipado, aunque no cumplan con lo especificado en el contrato. Tenemos en anticipos de esa naturaleza sólo en el Estado de Oaxaca de $10,000.00 a $12,000.00 y creemos que las autoridades locales deben prestarnos su ayuda y hacernos justicia en este caso. Ocurrimos a usted Señor de nuestra consideración para que nos honre recomendándonos con el Jefe Político de Juchitán para que nos ayude a recaudar algo de esta gran pérdida. Reiteramos a usted nuestro respeto y más distinguidas consideraciones. Mapastepec, Estado de Chiapas, Febrero 4 de 1912. St. Paul Tropical Development Company L. A. Ostien (Rúbrica), Gerente. Una de las cláusulas del machote de contratos adjunto indica las obligaciones de los trabajadores. [Harán] todo trabajo compatible con su salud, estado, fuerza, aptitud y condición. El sirviente está obligado a tratar respetuosamente a su patrón o a quien haga sus funciones y obedecerle en todo lo que no sea contrario a la moral y a las condiciones de este contrato. La respuesta al forastero quejoso indica escuetamente: Ya se informa al Jefe Político. 48
Otros documentos relacionados con extranjeros se refieren a asuntos diplomáticos o a reclamos consulares. El caso criminal del súbdito inglés Woodhouse ocupa muchos folios del archivo Magaña y del de Benito Juárez y uno de los reclamos persistentes al levantamiento chegomista es la muerte de un ciudadano estadounidense y otro español. Pero sin lugar a dudas, los dos asuntos diplomáticos más delicados y urgentes fueron el suministro de armas y el reconocimiento a las políticas de Madero, que preocupaban a los particulares en documentos personales o al gobierno y la prensa, en declaraciones públicas. Al asumir Madero la presidencia, Pearsons muestra inquietud respecto al destino de sus inversiones. Amigo de Díaz —el mismo sir Weetman lo había llevado con su familia a Veracruz— por fin da su apoyo a Madero, cuando el Presidente reconoce las concesiones anteriores y asegura a los nerviosos británicos que no habrá ningún obstáculo para la explotación del petróleo veracruzano ni a las líneas férreas que han financiado los ingleses. 49 Juan Chapital escribe a Juárez Maza, a principios de 1912 acerca del rápido desencanto que sufrieron los estadounidenses respecto a Madero:
48. ABJM 7-327, 328 y 321. 49. Elena Azaola Garrido: Rebelión y Derrota del Magonismo Agrario, 1982, p. 168 y ss.
La situación en casi todo el país, no es nada consoladora y sobre todo con la República vecina que sé a no dudar tienen orden las tropas Americanas de pasar la línea divisoria y establecer un cordón o zona neutral, en todos los puntos poblados de la frontera a las primeras balas que pasen a su territorio. Como comprenderá Ud. esto es muy grave y tan es así que las tropas del Gobierno no han entregado Ciudad Juárez sin lucha, además, según informes que tengo, el Gobierno de Washington no tiene confianza ya en la solidez del actual Gobierno. Ud. con su claro criterio comprenderá lo grave de la situación para nuestra sagrada Patria. Fanny me dijo que hoy escribirá a María, aún cuando todavía está con su jaqueca y Ud. reciba de su verdadero amigo & SS un fuerte abrazo. 50 Por sus antecedentes históricos, bien conocidos por los oaxaqueños, los juchitecos tenían fama de indomeñables. Uno de los elementos fundamentales para entender el levantamiento chegomista es la larga tradición de lucha de la región. Combatieron con bravura por causas nacionales y locales y por ello existían ancestrales discordias entre tehuanos, juchitecos y los distintos pueblos que apoyaron a uno u otro bando: tierras, privilegios, poder fueron siempre impugnados, arrebatados y derrocados por militantes de los distintos partidos en toda la región. Como en todo México, el manejo directo de los conflictos dependía de la eficacia de los Jefes Políticos en los Distritos, nombrados por los Gobernadores y rendían cuentas ante éstos. Los Jefes eran los mediadores directos entre el gobierno y el pueblo. Ya se habían rebelado antes en Juchitán por la imposición de un Jefe Político impopular —Francisco León— y tomado las armas para deponerlo. En 1911 los ofrecimientos de campaña de Juárez y de Madero prometían anular el cargo y, además, respetar las preferencias de los gobernados. Ni tardos ni perezosos —como en tantos otros sitios— en Juchitán les tomaron la palabra: podrían por fin tener cierta autonomía frente al gobierno de Oaxaca. La distancia entre Oaxaca y el Istmo era, en aquel entonces, no solamente económica y política sino sobre todo geográfica. La separación, y los afanes separatistas, fueron una realidad. La regionalización de la economía, la política, la influencia del ferrocarril hicieron que el Istmo fuera aún más ajeno al resto del Estado. En varias ocasiones ya había sido territorio, con el Cantón de Acayucan y el de Minatitlán. Habían luchado ya con esa bandera en 1882 y fueron derrotados en Unión Hidalgo. El sentimiento hostil contra el centro de Oaxaca no cesó nunca; se pidió la creación del Estado del Istmo en el Constituyente de 1916, como se había solicitado ya en 1857 —cuando el Gobernador Benito Juárez García se opuso rotundamente a tales pretensiones. 51 Emilio Pimentel había sido reelegido como Gobernador por tercera vez en febrero de 1910, a pesar del disgusto de los oaxaqueños. En la ciudad de México su contrincante electoral, Benito Juárez Maza y la Asociación Juárez, protestan por el fraude; sin confrontar al dictador o denunciar la imposición, atacan las evidentes irregularidades administrativas del gobernador. Las arengas de Juárez son contra Pimentel, nunca contra don Por-
50. ABJM 7-111. Carta de Juan Chapital a Benito Juárez Maza. 51. Fueron un territorio autónomo en 1823, 1847, 1852 a 1853 y 1856, 1870, 1882, según la relación provista por Jean Meyer. El ayuntamiento Popular de Juchitán derrotó al PRI y su ejercicio duró dos décadas. Fue, con Alcozauca, el primer municipio autónomo del país. Ambos enarbolaban como bandera sus raíces étnicas.
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firio, su protector. Pertenecían a la Asociación Constantino Chapital, Miguel de la Llave, Juan Sánchez, Arnulfo San Germán —todos ellos diputados en el periodo siguiente. Díaz Quintas publicó un folleto denunciando las fraudulentas maniobras del Gobernador. En 1910 la esperanza de vida en Oaxaca era de 29 años, sólo 9.4 de sus habitantes estaban alfabetizados y apenas el 1.63 por ciento de los habitantes habían concluido la instrucción primaria. En todo el Estado había una secundaria, dos normales, el Instituto de Ciencias y Artes para estudios profesionales, fundada en la ciudad en 1826, donde se impartían las carreras de jurisprudencia, obstetricia y comercio. Había 1.1 abogados, 16.9 militares, 2.3 sacerdotes por cada diez mil habitantes. De los oaxaqueños, 99.6 católicos; 46.9 de la tierra pertenecía a los pueblos. 52 De allí la relevancia de los licenciados, profesionistas y militares en la política estatal. La diferencia de Gómez respecto a sus condiscípulos y otros paisanos fue que él, además de conocer las leyes, conocía los problemas de Juchitán y el zapoteco era su lengua materna: era el interlocutor perfecto, en ambas lenguas. Así las cosas, tras las fiestas del Centenario, Díaz es electo Presidente de la República por octava vez. Antes de la revolución de 1910 apareció en el cielo un cometa enorme, tan grande que desde esa fecha no se ha visto otro igual —eso cuando tenía yo mi vista, cuando todavía no estaba ciego. Se dijo que iba a aparecer otro cometa más grande que el de 1910 y no fue así, porque el siguiente fue más pequeño. El de 1910 salía antes que las estrellas y su brillo llegaba fuerte y se desparramaba sobre la tierra. Ese cometa trajo enfermedades terribles: trajo la enfermedad que le llaman española, con fiebra altísima y un mal de granos. El tifo. Todo eso fue en 1910 y duró dos años. 53 Díaz renuncia a la Presidencia el 25 de mayo de 1911. Los Tratados de Ciudad Juárez estipulaban, además de la salida del Presidente, las renuncias del Vicepresidente, los gobernadores y ministros; también ofrecen amnistía por los delitos de rebelión y sedición, lo cual da legitimidad a muchos movimientos armados. León de la Barra asume la Presidencia Interina. Pimentel, quien estaba con licencia en la capital, regresa a Oaxaca el 25 de abril de 1911 y renunciaa su puesto; protesta como Gobernador Interino, el 1º de mayo, Félix Díaz, quien tras proclamar un decreto convocando a elecciones se retira a los pocos días dejando en su lugar a Fidencio Hernández, su amigo íntimo. Éste también renuncia. A pesar de la salida de Díaz y la promesa de elecciones, un buen número de gobernadores fue nombrado por Madero, aún no eran electos —muchos de ellos fueron reemplazados por él varias veces. 54 No hubo cambio esencial, a pesar de los relevos de personas: prevalecieron los intereses previos, pero la competencia por el poder local y los conflictos entre las facciones se exacerbaron. Madero lanza un manifiesto el 26 de mayo dando a conocer el triunfo de la Revolución, llama al licenciamiento de tropas y a elecciones libres. Tres días antes, en todas las esquinas, apareció el decreto que informaba se había firmado un pacto de paz entre maderistas y fuerzas federales. Debían reconciliarse quienes el día anterior luchaban y desarmarse todos los jefes. Cundió la desconfianza y el desarme nunca se realizó cabalmente.
52. Cossío Villegas: El Porfiriato, La Vida Social II, 1967. 53. Testimonio de Arcadio Santiago, en Macario Matus: “La revolución en Juchitán, Oaxaca”, 1985. 54. Cossío Villegas y Garner cuentan a Juárez como uno de los gobernadores “nombrados”.
Obligado a hacer uso de antiguas fuerzas en su nuevo gobierno, con congresos estatales y federales del antiguo régimen, con fuerzas armadas parcialmente porfiristas — ahora dizque maderistas por decreto—, con rebeldes autónomos, caudillos regionales, la mayor parte de las veces ilustrados, algunas veces bilingües, mediadores con autoridad en zonas rurales y algunas poblaciones de cierta importancia— el 8 de junio asume la gubernatura interina de Oaxaca Heliodoro Díaz Quintas. Como tantos otros gobernadores interinos, debía propiciar un paso terso a los nuevos funcionarios: su tarea primordial consistía en preparar las elecciones para Gobernador y el Congreso estatal. 55 Díaz Quintas era moderadamente maderista y, en general, evitó enfrentamientos mientras asumía el poder un nuevo gobernador —a imagen y semejanza del también interino León de la Barra. Durante su mandato, sin embargo, alcanza a reprimir los últimos resabios de la rebelión magonista, tiene conflictos con el profesorado y serias diferencias con los rebeldes maderistas y los legisladores porfiristas. Los historiadores oaxaqueños considera que, en Oaxaca, el maderismo es de última hora e incipiente; sin representantes prominentes, con líderes tibios y acomodaticios. Igualmente sucederá después con el carrancismo: la únicas fuerzas rebeldes definidas en Oaxaca, fueron ajenas al maderismo. 56 Tras la formación de varios clubes estatales, Madero había visitado el estado en diciembre de 1909; su campaña se limitó a una desangelada estancia en la ciudad de Oaxaca con Juan Sánchez, la cena con una treintena de seguidores y un mitin cancelado por la policía.
En el sur de Veracruz, los magonistas tienen un nuevo despunte en 1910, tras vacilaciones, escisiones y conflictos; se alían con Santanón, quien fue abatido en octubre de 1910. En noviembre de ese año Guadalupe Ochoa se une a esos magonistas en Acayucan y luego los traiciona e incorpora a un buen número de combatientes a la causa de Madero. Los magonistas son abatidos por las fuerzas federales —de la novena zona, acuartelados en San Gerónimo, Oaxaca— y tras la derrota de Chinameca, Salas y un grupo mermado de seguidores se retiran a Tabasco. Guadalupe Ochoa vuelve a aparecer en escena como presunto enviado de los rebeldes chegomistas a la capital y es detenido, como veremos en su momento. La influencia de los magonistas del Istmo veracruzano sobre su contraparte oaxaqueña es algo que no hemos podido constatar, más allá de la presencia de Ochoa en ambos extremos del Ferrocarril Nacional de Tehuantepec. En 1912 se habla de Ochoa como colaborador y amigo de Gómez y su familia; más tarde, al parecer, fue él quien puso en contacto a la viuda del líder con Madero. 57 Los movimientos armados regionales no fueron necesariamente maderistas, sino consecuencia de antiguos descontentos contra caciques, querellas entre pueblos, luchas por el poder local. La diferencia es que ahora los cabecillas tenían ahora la oportunidad de convertirse en jefes revolucionarios. Los levantamientos regionales fueron acomodos a la situación nacional, muchos jefes vieron en la rebelión la oportunidad de sobrevivir; sus movimientos son más o menos violentos, cortos, reprimidos o negociados a lo largo y ancho de la nación. Se trata apenas de un cambio de nomenclatura, conservando la antigua clientela —con una nueva oferta de libertad.
55. AM 21-2-107, 22-6-521. 56. Garner: “La revolución en Provincia”, 1988; Martínez: “Génesis y desarrollo del maderismo
en Oaxaca”, 1985. 57. Azaola Garrido: 1982.
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Desde principios de 1911 habían surgido en varias regiones de Oaxaca rebeliones locales con cierta autonomía y se consolidaron líderes y caciques regionales de muy diversas filiaciones en zonas de influencia bien delimitadas: Barrios, Ordiozola, Santibáñez, Gómez y Figueroa encabezan grupos armados —negándose a licenciarse— y luchan en sus distritos bajo distintas banderas —o ninguna— negándose a colaborar con las nuevas autoridades o exigiendo algunas prerrogativas a cambio de su apoyo a las candidaturas de Madero o de Juárez. Naturalmente, las autoridades depuestas exigían a su vez su reinstalación, sueldos y seguridades, como consta en todos los archivos. Se levantaron en armas Sebastián Ortiz —antiguo magonista, quien lanza un manifiesto antirreeleccionista— en Ojitlán el 21 de enero de 1911; Florentino Olivera en Etla; Waldo Figueroa en Putla. Hubo también graves disturbios en Ixtepeji, encabezados por los obreros descontentos de la fábrica textil de Xia, quienes saquearon el lugar en mayo de 1911. Hubo disturbios en las regiones de Jamiltepec, La Cañada, La Mixteca. Los zapatistas incursionaron desde Puebla, y tuvieron simpatizantes en la Costa —como Ramón Cruz en Jamiltepec. Hay también levantamientos tempranos en Tuxtepec. A pesar de afirmaciones de Díaz Quintas, quien declara que el Estado estaba en paz, José Inés Dávila asegura en un largo informe confidencial a León de la Barra que los pueblos se niegan a pagar el impuesto de capitación, aduciendo que se les prometió se suprimiría al triunfo de la Revolución. En abril de 1911 catorce de los 26 Distritos se oponían al régimen o habían sustituido a sus Jefes Políticos: Tuxtepec, Jamiltepec, Coixtlahuaca, Teotitlán, Cuicatlán, Silacayoapan, Putla, Villa Alta, Etla, Tehuantepec, Tlaxiaco, Nochixtlán, Huajuapan y Juchitán los habían depuesto y a veces ejecutado; se sustituyeron Presidentes Municipales y autoridades locales en decenas de pueblos. Había rebeldes en más de la mitad de los distritos oaxaqueños y controlaban el tránsito del Ferrocarril Mexicano del Sur, que comunicaba la capital con Puebla. Tan grave era la situación, que para asumir su cargo como Gobernador Interino en mayo, Félix Díaz tuvo que llegar a la ciudad de Oaxaca a caballo, tras desembarcar en el Istmo. 58 El 12 de julio Heliodoro Díaz Quintas dictó un decreto que proponía respetar a las nuevas autoridades —Jefes Políticos, Jueces, Presidentes Municipales— siempre que hubieran sido nombradas por voluntad popular y hubiera un acta donde constaran dichos acuerdos. Intentaba, sobre todo y antes que nada, pacificar el Estado para organizar las elecciones. 59 Otro de los conflictos que enfrentó era la negativa a pagar el impuesto de capitación de los pueblos, que éstos suponían sería cancelado por el nuevo régimen. Más tarde, el cobro de esta deuda o multas causan bastantes problemas — políticos y económicos. Sin embargo, Oaxaca permaneció en general fiel a don Porfirio —incluso tras su salida del país; José Inés Dávila, según el periódico oaxaqueño El Avance, redacta un mensa-
58.
Garner: 1988, p. 40. Ruiz Cervantes: 1988, les llama, genéricamente “la bola”. AM 24-D/3-90 y otros documentos. José Inés Dávila era informante en Oaxaca del Presidente Interino. AM 24D/3-117; 24-D/5-185; 24-D/3-90; Heliodoro Díaz Quintas solicita su remoción: AM24-s/e-657, sustituyéndolo por Cutberto Castellanos —mismo que Benito Juárez Maza afirma en otro documento haber propuesto como Jefe Político de Juchitán. 59. El caso de Chihuitán: AM 22-7-687; 687 bis, es un ejemplo de este cambio y del acta respectiva que ratifica a las nuevas autoridades.
je de cumpleaños para don Porfirio, enviado por varios ciudadanos a París en 1911. 60 En este clima de efervescencia, con un Congreso porfirista, se emprenden elecciones para gobernador del Estado: Benito Juárez Maza y Félix Díaz son los candidatos. Casi todos los levantamientos apoyaron más tarde la candidatura de Juárez, mientras que los defensores del antiguo régimen votaron por el sobrino de don Porfirio. Benito Juárez Maza, en la ciudad de México, era el Presidente del Club Central Democrático —Manuel Calero era el vicepresidente— y el programa del Club le sirvió en campaña: abogaba por la supresión de las Jefaturas Políticas y la transferencia de sus funciones a juntas municipales, el apoyo a la educación, nuevas leyes electorales, libertad de prensa. Madero tenía serias reticencias respecto a Díaz y su nominación —opinaba que la elección del sobrino del Caudillo se prestaría al retroceso. Si bien ambos candidatos estaban poco dispuestos a obedecer o secundar al Presidente, el nombre ilustre de ambos aseguraba su aceptación en el Estado, y el de Juárez era el menos conflictivo para el nuevo Gobierno. Díaz, dormido en sus laureles y apoyado por los antiguos porfiristas del nuevo regimen, la ciudad de Oaxaca y parte importante del Distrito de Tehuantepec, ni siquiera se presentó en el Estado, dejando todo el trabajo de campaña a sus seguidores. Juárez Maza hizo una breve campaña, amparado por el aura de su benemérito nombre y su anterior participación en la contienda contra Pimentel; pero a pesar de su programa, don Benito Jr. nunca fue maderista, por más que fuera anticientífico. Ignoramos cómo se llegó esta carta al archivo de José F. Gómez, pero nos muestra que los contrincantes de Gómez se preparan para las elecciones del futuro Gobernador en el Istmo. Oaxaca, junio 22 de 1911. Señor José P. del Pino. Ixtaltepec, Oax. Muy querido amigo: En mi poder ha sido tu atta. carta contestación a mi anterior y más que contentos nos pusimos los Juchitecos al saber que nuestros pueblos van reconociendo ya su ansiada libertad. Te doy las más expresivas gracias por los suscriptores que me mandaste para La Sombra de Juárez, pues es un periódico a la vez que muy liberal, de mucho prestigio literario. Te recomiendo que no dejes perder ninguno de los números subsecuentes pues ya empieza el juicio crítico de la apestosa administración Díaz. Como creo que mandándote los periódicos en particular irán más seguros, te los mandaré y tú te encargarás de darles a los amigos sus números, lo mismo para hacer los pagos. Te mandaré otros dos números de más para que veas si hay quién desee otra suscripción. Es muy necesaria la fundación de un Club Juarista ahí; fórmenlo cuanto antes y mándame la mesa directiva para publicarlo y para que estén en relación con el Club de nosotros, cuya mesa directiva te mando. Próximamente mandaremos unos cartelones para que peguen en las esquinas de ahí. Dentro de poco espera en La Sombra de Juárez unos artículos referentes a los cambios de ahí.
60. Garner: 1988, cita el siguiente telegrama: “El Congreso de Oaxaca envía a usted cariñosos saludos de despedida protestándole su gratitud, leatad y adhesión. La historia justiciera reconocerá el nombre de usted como el más grande de los benefactores de la Patria.”, p. 56; Ruiz Cervantes: 1986, p. 28.
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El profesor Luis B. Toledo nos comunicó que el señor Che Gómez está cometiendo muchas injusticias y que muchos pueblos estaban en desorden. Inmediatamente nos reunimos los Juchitecos y fuimos en compañía del redactor de La Sombra de Juárez, esto es, el señor Baez, a hacerle presente al Gobernador la situación de Juchitán. El Gobernador nos prometió ponerle un correctivo a Che Gómez, pues Che Gómez no es Jefe Político; lo quiso ser y ya el Gobierno lo mandó llamar. Ahora, para poner en paz esas regiones, nos dijo el Gobernador que va a mandar a Pancho León, no con carácter de Jefe Político, sino como un particular, pero con recomendación y poder para hacer uso de la fuerza de la Zona. El señor Pancho León saldrá en estos días en compañía del Lic. Severo W. Castillejos, a quien hemos hecho una entrevista y nos ha informado de la situación de Juchitán. Te diré también que el Lic. Castillejos antes era felicista, pero al llegar aquí vio el entusiasmo del pueblo para nombrar a Juárez y, hablando con el Gobernador, que es Juarista, cambió de propósito y ahora se va a regresar para instalar un Club Central que se llamará “Club Democrático Juchiteco”, destinado a sostener a Juárez. El señor Castillejos, que es presidente de ese Club, está ya en comunicación con nuestro Club para mandarle el periódico Democracia, que van a sacar en Juchitán; dicho periódico se dedicará a sostener a Juárez. Juárez ya expuso su programa de Gobierno, así es que si Juárez, como es seguro sea Gobernador, lo primero que hará, según dice, es suprimir las Jefaturas Políticas, es decir, todos los pueblos tendrán una comunicación directa con la capital y ya no estarán sujetos a superiores de segunda especie; ¡qué bueno! también ampliará la instrucción pública de una manera asombrosa. Ésas son las promesas que Juárez ha hecho ante un público de muchos millares en el Gran Teatro Luis Mier y Terán. Muy buenas noticias me das del cambio que hizo nuestro pueblo en el personal de su administración y espero que me sigas comunicando para publicarlo en La Sombra. A ese Don Nacho le voy a dedicar un articulazo como merece; es bueno que nuestros paisanos lean La Sombra y de esa manera tengan un órgano que se ocupe de ellos. Busca bien en el correo el rollo de periódicos La Sombra que te mandaré mañana, lo mando junto con el número anterior; no te lo mandaba por no saber si se suscribirán o no. Te mando también algunas cartas circulares para tus amigos de fuera. ¡¡Estamos de fiesta los amantes de la libertad!! Dígale a mi hermano Apolonio que recibí su carta en donde me da igual noticia y pronto esos abusos verán la luz pública en varios periódicos de esta localidad. Sin más, tu aff. att. y ss. Carlos Marín (Al margen, f 3): Presidente: Raúl Calvo. Vicepresidente: Efrén N. Mata. Secretario: Adolfo Velasco. Prosecretario: Enrique Reyes. Tesorero: Carlos Marín. Vocales 1°, 2°, 3°, 4° y 5°: Manuel Ramírez, Mauro Martínez, Pablo Azcona, Daniel C. Pineda y Juan Vasconcelos. (Casi todos somos del Istmo.) 61
Once días antes de las elecciones, el día 18 de junio, Juárez llega a Oaxaca acompañado de su esposa María, Lerdo de Tejada y Jesús Urueta. Madero intentó postergar las elecciones en el Estado: le preocupaba la falta de experiencia de Juárez Maza, pero también sentía que debía excluirse al porfiriato y a sus herederos. Molesto porque Juárez declara
61. AJFG extemporáneo previo, s/n.
que ha sido “nominado” por él y se proclama triunfador antes de realizarse las elecciones, trata sin éxito de postular a Heliodoro Díaz Quintas, quien en un largo escrito le hace ver la imprudencia tan tardía medida, debido a los múltiples focos rebeldes del Estado. Las elecciones peligrarían con un retraso; alegaba también no cumplir el requisito de edad necesario para postularse como candidato. Madero acepta a regañadientes la candidatura de Juárez ante la imposibilidad de proponer un tercer candidato convincente. 62 El día 27 de junio se llevan a cabo las elecciones estatales. Heliodoro Díaz Quintas avisa que éstas se realizaron “sin novedad” en telegrama a León de la Barra. 63 Los felicistas reclamaron que hubo fraude orquestado por el “Gran Elector”, Díaz Quintas, quien ya había asegurado la continuidad de su interinato al ser nombrado por Juárez Secretario de Gobierno. Los candidatos registrados que obtuvieron votos fueron Benito Juárez Maza, 169,854 votos; Gral. Brigadier Félix Díaz, 4,562 votos; Lic. Heliodoro Díaz Quintas, Dr. Don Aurelio Valdivieso, Lic. D. Arnulfo San Germán. Juárez Maza asume su cargo hasta el mes de septiembre. 64 En el Distrito de Juchitán, José F. Gómez era Presidente Municipal desde mayo de 1911 tras la renuncia de Román Saynes, que ejercía el cargo como interino. Carlos Rodríguez fue nombrado y rápidamente llamado a Oaxaca. Junio fue un mes difícil, ya que se intenta enviar a un nuevo Jefe Político y se menciona a Pancho León entre los posibles candidatos. El recuerdo de la anterior jefatura del Coronel, de tan cruel desempeño veinte años atrás, bastó para alebrestar al pueblo juchiteco y se tuvo que dejar pendiente el nombramiento. Mi papá murió el 11 de junio de 1911. Llegamos a Juchitán al amanecer, en el primer tren. Pero ya estando allí, él le dijo a mi mamá: —Bueno, ya que estoy aquí, ¿por qué no me llevas a morir en Ixhuatán? —Bueno —dijo mi mamá—, tomaremos el segundo tren, el de las siete de la mañana —. Porque habíamos llegado en la madrugada. Trajeron las carretas y de ahí nos fuimos a la estación. Y al llegar a la estación nos encontramos con que Juchitán estaba amotinado —ni más ni menos lo que está ahora pasando: estaban los hombres con sus machetes, sus varas de carreta, sus escopetas; y las mujeres con el pie de las enaguas llenas de piedras. Porque llegó la noticia de que Enrique León pasaba para Chiapas y recordaron ellos al viejo Pancho León, y los conflictos con Pancho León, padre de Enrique León. Todavía no era la revolución chegomista, querían aprovechar la ocasión para matarlo. El tren se asomó en la curva, pero al ver el motín ese, echó marcha atrás y se fue a Ixtepec. Por eso mi papá murió en Juchitán. Sí, venía esta cosa desde el 88 y todavía la gente de Juchitán, después de estos años —que eran más de veinte— fueron a querer matarlo. 65
62. Henderson: 1975, adjudica el disgusto entre ambos a la arrogancia de Juárez de considerarse impuesto por Madero; esta versión es repetida por casi todos los historiadores oaxaqueños. El escrito de Díaz Quintas: AM 17-1-83. 63. AM 17-1-11. 64. El Avance encabeza las protestas porfiristas, apunta Henderson: 1981. Resultados electorales: AM 20-1-94. 65. Testimonio de Andrés Henestrosa, de 1977. Enrique León, a pesar de lo que decía don Andrés, no fue hijo de Pancho, sino solamente su homónimo.
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Otro testimonio sobre la llegada del tren, impreso, es consignado por El Sol del Istmo por el hermano de don Andrés. El 10 de julio de 1911 y en virtud del nombramiento expedido por el Gobierno de Juárez Maza a favor del Coronel juchiteco don Francisco León como Jefe Político de este distrito, fue señalado para que tomara posesión de su cargo anunciándose su llegada ese día por el tren de pasajeros del Ferrocarril Pan-Americano que pasaba por aquí a las ocho de la mañana. Jamás en la historia política de Juchitán, ni antes ni ahora, se había concentrado tanta gente para recibir a un personaje. Se puede afirmar que estaba reunida ahí en las inmediaciones y andenes de la estación, el noventa por ciento de la población, aglomerada en una extensión de un kilómetro, teniendo por tope el panteón general de la ciudad y a los dos lados de la vía; pero debo aclarar que esta recepción no era de cariño sino de protesta y con la intención de linchar al intruso. La razón que movía a los juchitecos, es motivo de otro escrito. El servicio de inteligencia del gobierno del estado, puso al tanto a don Francisco León de este plan. Y no efectuó el viaje sino que se quedó en Ixtepec. Sin embargo, este señor había propuesto una estrategia, no política, sino militar, que consistía en hacer la finta de que bajaba en la estación del ferrocarril, porque conociendo la psicología del juchiteco, estaba seguro de que el palacio de Juchitán quedaba en esos momentos al cuidado de una pequeña escolta selecta de adictos a Che Gómez con éste a la cabeza. Y propuso al general Merodio, jefe de la zona militar en Ixtepec, le proporcionara fuerzas federales para que, entrando por Cheguigo, tomara el palacio sin ninguna dificultad, fusilar a Che Gómez y con esto aplacar la agitación. El plan de Francisco León, fue desaprobado por Merodio. Frustrados los planes de una y otra parte, el Gobierno del Estado dejó sin efecto el nombramiento de don Francisco León y Che Gómez siguió firme en la exigencia que él pensaba de buena fe, como yo también, que había que satisfacer porque entrañaba las aspiraciones del pueblo. 66 No se nombró al Jefe Político, todos estaban demasiado ocupados con el asunto de las elecciones para gobernador. A propósito de la intención de nombrar al Francisco León, tenemos este telegrama denunciando el proselitismo. Juchitán, 20 de junio de 1911 Heliodoro Díaz Quintas Señor Gobernador del Estado Con autorización señor Jefe Político, recorren poblaciones Distrito comisionado pidiendo firmas favor mismo Jefe Político Francisco León y Martín Meléndez para encargarse Jefatura. Pueblo juchiteco conociendo perfectamente personajes aludidos, indígnase contra tal procedimiento. Si Gobierno desea cumplir promesa de poner autoridades conforme voluntad popular, haría bien nombrando persona imparcial, honorable, que venga consultar opinión pública. Para Pueblo firmas ineficaces: la verdad son las personas. Rogámosle dicte medida eficaz evitando conflicto popular. Falsos informes pueden traer malas consecuencias.
66. AJFG, documentos extemporáneos posterior s/n. Incluido en una carta de Honorato Morales Henestrosa a Eloísa Gómez Bustamante, hija de Che Gómez, 6 de abril de 1966.
Agustín Valdivieso, Zenón Luis, Teófilo López, Anastacio Valdivieso, Sebastián Martínez, Miguel Luis, Severiano Méndez, Jacinto Valdivieso, Moisés López, Luis Valdivieso. 67
Díaz Quintas, viejo conocido de Gómez, le recrimina en un telegrama actos atentatorios que sólo podemos adivinar por la respuestas de éste: otro telegrama, una justificación del Juez, una larga carta manuscrita. Oaxaca, 21 de junio de 1911 Ruégole que dentro de sus facultades y como mi particular amigo evitar actos atentatorios y contrarios a la ley, pues el Gobierno veráse en dificultades en casos semejantes y está además resuelto a mantener orden y respetar autoridades, constituyen [sic] a toda costa. Heliodoro Díaz Quintas
Juchitán, 21 de junio de 1911 Sr. Gobernador Lic. H. Díaz Quintas: Perdone ingenuidad. Extráñame conceptos telegrama hoy referente hechos atentatorios. Si refiérese lo relativo Guichicovi, débese noticias recibidas hechos consumados sin injerencia mía. Consideré justo movimiento dentro movimiento revolucionario restaurador soberanía pueblo. Creo propicia oportunidad constituir gobierno fuerte apoyado por pueblos soberanos. Si Gobierno actual pretende sostener imposiciones del pasado, entonces sí veráse en dificultades serias. Como amigo suyo leal, sincero, permítome decirle conviene respetar movimiento popular dentro orden, en actuales circunstancias:contrariar voluntad bien dirigida pueblo hoy, equivale considerar no terminada revolución. Confianza en verdaderos amigos, no dejándose sorprender por falsos amigos, informaciones falsas. Dentro mi acción no habrá desorden. Los habitantes San Juan Guichicovi habían nombrado nuevas autoridades mediante el sufragio, como los de Chihuitán. Aparentemente, también se acusaba a Gómez de tener malas relaciones con el Juez de 1ª Instancia, Sandoval —quien será asesinado durante el levantamiento de noviembre—, por lo que le pide una aclaración por escrito, de que no había conflicto o malentendidos entre ellos. Oaxaca Casa de Ud., a 21 de junio de 1911. Señor Lic. D. José F. Gómez. Presente. Muy señor mío: Contestando su estimable carta de esta fecha, en la que me suplica le diga con toda verdad, que motivos de queja tengo contra Ud. y si he oído de su labios algún reproche o algo que signifique incorrección hacia mí, le manifiesto que jamás he oído de sus labios algún reproche para mí y sí, por el contrario, se ha mostrado Ud. con comedimiento.
67. Este documento, del 20 de junio, y los subsecuentes, procedentes del AJFG, no están numerados.
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Me extraña que tema Ud. que no falten espíritus pequeños que pudieran perturbar nuestra armonía, y me extraña más todavía que Ud. pudiera tener la necesidad de justificar ante el público la conducta que ha observado conmigo, pues, lo primero, no sería de utilidad para nadie, y lo segundo, no tendría razón de ser en estos tiempos en que impera la voluntad del pueblo. Dejo cumplidos sus deseos por la presente que le envío por el mismo conducto de Mario G. Palacios, quien me entregó su referida grata. Mas, por ahora, quedo de Ud. afmo. atto. y S. S. Q. E. S. M. Federico Sandoval
Un día más tarde, Gómez escribe nuevamente a Díaz Quintas una carta, donde denuncia a sus enemigos, pasados, presentes y futuros. Le expone sus exigencias y propósitos, que incluyen el ser nombrado Jefe Político del Distrito por el pueblo y el postularse para la Diputación del mismo. Juchitán, 22 de junio de 1911 Sr. Gobernador Lic. H. Díaz Quintas Oaxaca, Oax. Muy estimado compañero y fino amigo: No debía escribirle otra carta, pues que mi última no ha sido aún contestada, silencio que me ha llamado altamente la atención, dada la corrección del amigo y del gobernante: estoy un poco resentido. Sin embargo, su mensaje último de ayer, relativo a este señor Juez de 1ª Instancia que me lastimó grandemente, hace quebrantar mi propósito, escribiéndole la presente para explicaciones. Por de pronto confirmo mi mensaje de hoy relativo al señor Juez. Y como hasta este momento no atino a comprender a qué se debe dicho mensaje, me permito suplicarle, si no hay inconveniente para ello, se sirva darme la causa que lo haya motivado, pues, según mi carta a dicho señor Licenciado y su contestación, no hay motivo de queja de él contra mí: la lógica se impone y la consecuencia es en contra del informe que motivara el mensaje en referencia. Es lo único que tengo que decirle respecto al señor Juez. Ud., si lo tiene a bien, me dirá lo demás. En mi carta anterior que aún no se me contesta, con la franqueza de mi carácter expuse a Ud. toda la verdad de mis movimientos, mis exigencias y mis propósitos, a la vez que los trabajos en contra mía, por los conspicuos ciudadanos y famosos abogados que se llaman mis enemigos aquí y de los grandes elementos de que disponen: el chisme, el chisme y siempre el chisme en todas las formas imaginables. Y lo fatal para mí, que siempre se acogen y prosperan en contra mía. Paciencia. Como yo soy como la mujer que ama, necesita ser amada también, me he permitido decirle que si debo ser su amigo en política, necesito de toda su confianza y de todo su apoyo, para que la acción sea eficaz, enérgica y produzca los efectos que se desean. Si Ud. comprende que los elementos de mis enemigos son superiores a los míos y que sean más capaces que yo, le protesto, por mi honor, que no me daré por sentido porque sean preferidos por el Gobierno que, por el buen tino que debe tener, sabrá escoger los elementos que le sirvan mejor: esa es cuestión exclusiva de él. Ud. me dirá la última palabra sobre el particular, para definir situaciones. To be or no To be. Por lo demás, le diré con toda franqueza; mis enemigos de aquí me tienen sin cuidado, conozco sus elementos, sus tendencias. Estos pobres sólo viven pensando
en qué forma me pueden lastimar, ya que con la opinión pública están divorciados. Le adjunto copia de una carta que recibí aquí; de acuerdo con el jefe político, mis malquerientes han destacado comisiones por todos los pueblos del Distrito, implorando firmas, dizque para pedir de Jefe al nunca bien ponderado Coronel de cien batallas y de espada virgen, Don Francisco León, que este pueblo pidió su destitución que obtuvo del gobierno de Zertuche; al señor actual Jefe Político que ha sabido desplegar todas sus aptitudes en cobrar la capitación y secundar incondicionalmente las indicaciones del modelo de Jueces, Lic. Vicente Matus, y de los probos y abstinentes del alcohol, Lics. Castillejos, Ortega y Rueda, e ídolo de este pueblo porque se preocupa de su bienestar; o, en el último caso, al perfectamente desconocido Don Martín Meléndez y que dicen es presidente municipal de Tapanatepec de este Distrito.Supongo que habrán llenado una resma de papel para tantas firmas o nombres protestantes contra la designación que a mi favor hicieran mis pobres paisanos que, por lo que veo, se les quiere dar atole con el dedo. Aquí se ven cosas inauditas y los que no conozcan a mis contrincantes, llamados aquí “científicos”, pudieran creer en el falso oropel que representan. Ya veremos si vale más lo ficticio que lo real y efectivo; si vale más un pagaré de cien pesos que los cien pesos en la bolsa. Si el Gobierno define su política en firme tendrá todavía muchos dolores de cabeza. Yo como simpatizador del actual Gobierno estoy porque deseche la basura. Perdone tanta franqueza y la forma. Espera sus órdenes su affmo. compañero, amigo y S. S. José F. Gómez. Díaz Quintas, cuya prioridad es mantener la paz durante las elecciones, pospone cualquier aclaración con Gómez para asegurar los votos de este importante Distrito; al parecer propone una tregua en estos telegramas, que el destinatario acepta. Oaxaca, 22 de junio de 1911 Lic. José F. Gómez: Enterado su mensaje fecha de ayer, ya procedo de la manera más adecuada en vista de lo que me expone. Oaxaca, 22 de junio de 1911 Lic. José F. Gómez: Agradézcole conceptos de su telegrama esta fecha y le suplico esperarme pues circunstancias, dificultades atraviesa Gobierno necesito meditar esas resoluciones. Cuento con su amistad leal y franca para cumplimiento mi cometido.
Che Gómez, desde Juchitán, promete al día siguiente: Cuenten conmigo absolutamente. Distrito está con nosotros. Respondo situación. Permítome decirle vacilación es sinónimo de fracaso, debe evitarse. Pueblo conoce origen vacilaciones y está creyendo en una jugarreta. Hoy no debe jugarse con lumbre. Conviene satisfacer indicaciones. 68
68. Este telegrama se utilizará posteriormente en la Legislatura de Oaxaca como evidencia de lo que se juzga una traición de Gómez a Juárez Maza.
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Díaz Quintas intenta la vieja táctica de mantener a Che Gómez fuera del Istmo, practicada por don Porfirio. Propuesta desde el principio del conflicto como posible solución, aparece aquí también. Oaxaca, 24 de junio de 1911 Lic. José F. Gómez: Si fuérele posible sería conveniente viniera a esta capital, pues úrgeme hablar personalmente con usted. Heliodoro Díaz Quintas
Che Gómez conoce bien la treta y se niega a obedecer; se declara defensor de la voluntad popular, vista la tibieza del Gobernador Interino. Reconoce abiertamente sus ambiciones políticas y las fuerzas con las que cuenta. Juchitán, 24 de junio de 1911 Sr. Gobernador Lic. H. Díaz Quintas: Hubiera querido complacerle. Imposible hoy viaje. Recibí mensaje momento anunciarle habérseme presentado comisión pueblo suplicándome solicitar Gobierno separación inmediata Jefe político, manifestándome instancia pacífica por respetar Gobierno, reservando hacerlo mañana soberanamente, si no accede solicitud. Sin elementos policía sírvase instruirme mi actitud caso violento. Presidente Mpal. El cargo de Diputado es codiciado tanto por Castillejos como por Gómez. Aparentemente, permitirle la diputación sería un alivio: lejos de Juchitán, vociferando a su gusto, estaría en paz el conflictivo Distrito. Se le premiaría y neutralizaría —como se pretendió hacer y se hizo con él y otros líderes, anteriormente. El Jefe Político aún no había sido nombrado, Gómez es Presidente Municipal. Afianzado en la seguridad de obtener el puesto, reta al Gobernador interino, recordándole que su Distrito apoyará a Juárez y pasándole la cuenta. Sus quejas contra don Porfirio, por su indiferencia, se dirigen ahora hacia Juárez. Se están midiendo las fuerzas. Este documento es seguramente una copia o borrador, ya que carece de rúbrica. Juchitán, 26 de junio de 1911 Sr. Gobernador Lic. H. Díaz Quintas. Estimado amigo y compañero: Me refiero a su última del 22 de los corrientes en contestación de la mía del 14 pasado. Por los términos de su carta en referencia veo con pena que entre usted y yo, mejor dicho, Ud. no me tiene confianza, pues que nada concreto me dice, siendo que yo le hablé con toda ingenuidad como lealtad: entre verdaderos amigos debe haber siempre franqueza, es mi modo de pensar. Si la franqueza no existe, sale sobrando lo demás. Sólo entreveo de sus palabras, en la aludida carta, que ha querido Ud. preparar mi ánimo para recibir un palo; es decir, alguna determinación que usted comprende que me puede lastimar, aunque provisionalmente, como me dice Ud., Ud. es el que manda y cartucheras al cañón: no hay que tener consideración al que no la merece. En política, creo muy difícil que nos entendamos. Yo soy fogoso en acción; me gustan cimientos sólidos para que el edificio sea sólido también. En cambio, perdóneme la franqueza, veo en sus palabras que quiere contemplar a todo el mundo, lo que no es posible en este pícaro mundo; de donde creo que ha nacido el principio republicano del dominio de la mayoría sobre el menor número, para definir las situaciones
ya me permití decir a Ud. en mi carta anterior, que no me daré por sentido que estime Ud. mejor los elementos que le haya ofrecido el Sr. Castillejos que representa elementos verdaderamente sanos y de significación, pues que habla a nombre de notables abogados con sus clientes que deben ser mayor número que el que pueda tener otro abogado humilde, como es su servidor: solamente pido a Ud. la franqueza en sus determinaciones, para saber hasta dónde alcanza mi fuerza en concepto del Gobierno y en qué esfera de acción me corresponde obrar. Como yo soy soldado voluntario que se presenta y quiere presentarse con todo su equipo, y dada la libertad electoral que proclama nuestra suprema Ley y ha proclamado la revolución triunfante y creyendo estar con elementos para satisfacer mi propósito, como se lo indiqué en mi carta aludida del 14, quiero trabajar para representar a este Distrito en el Congreso del Estado; y con éste verá Ud. que sí he de servir en el Gobierno por constituirse; no molestaré al Gobierno con recomendaciones, sino que le ayudaré con elementos propios, no con dádivas, ni por humillaciones, impropias de mi carácter: perdone la franqueza. Como me permití anunciarle en mi mensaje de ayer, pude contener la animosidad de esta gente contra nuestro inservible jefe político, excúseme esta verdad. Dicho señor, no obstante la quietud del pueblo, se veía amagado, según lo expresa su oficio de ayer mismo, cuya copia adjunto, igual que la contestación respectiva. Honradamente le digo, señor compañero, si el Gobierno insiste en sostenerlo, dará motivo a que haya un desaguisado aquí; pues que este señor alimenta a Matus y compañía en sus manifestaciones contra el actual estado de cosas creadas por el pueblo. Yo sigo la pista a esos amigos que se quieren preparar para un encuentro con el pueblo; acaparan armas; se lo digo a Ud. porque es una obligación mía, y porque si la tolerancia del Jefe sigue, por mi propia conservación yo daré los pasos consiguientes para darle en la cabeza a la serpiente: aquí los amigos de Matus, que lo son del Jefe, se quieren insolentar, y creo que no debo dejarme. Ud. me dirá y hará lo que más convenga, pero pronto, eficaz, que de otro modo hasta cierto punto el Gobierno contribuirá con sus complacencias al estado de anarquía que se nota. No cabe término medio: o me sacrifica Ud. o al Jefe y los suyos. Espero una solución inmediata. De Don Benito nada sé, me permití dirigirle un mensaje de felicitación por su feliz llegada al Estado, anunciándole tener todo listo a su favor, y nada; no correspondió a mi saludo. Ofreció escribirme según recado de un amigo nuestro de México, y el silencio más absoluto. ¿Será que no merezco su atención, o hará como don Porfirio que no hizo caso de sus verdaderos amigos? Parece que estoy de malas. Paciencia y barajar. Hubiera querido acudir al llamamiento de Ud. yendo a esa capital pero los viajes me cuestan mucho y no está la Magdalena para tafetanes. ¡Quién pudiera tener la suerte del Lic. Castillejos de ser cotizado por sus amigos para darle recursos para su viaje! Los míos son bien pobres y no ayudan. Yo quiero, como me permití decirle en mi anterior, que Ud. defina mi posición: o soy amigo político de su Gobierno o no. Si lo primero, quiero toda su confianza; si lo segundo, para normar mi conducta a lo que más me convenga. Esto no quiere decir que reniego de nuestra amistad personal: créamelo, lo quiero sinceramente y me honra su amistad y seguiremos como siempre buenos compañeros y amigos. Perdóneme Ud. que le haya hablado con toda franqueza; ése es mi carácter; no soy amigo de los términos medios, cuando se trata de crear y sostener una situación.
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¿Qué teme el Gobierno perder las elecciones aquí porque unos desprestigiados abogados por envidia no me quieren? Solamente sé decir a Ud., señor compañero, con toda verdad, es que la complacencia con mis enemigos hará rodar aquí la elección de Gobernador. Los Clubs se han formado por mí y en todo caso se llevarán de mis indicaciones. Estoy dispuesto a probar a Ud., si así lo quiere, que puedo más que mis envidiosos contrincantes. Mis bonos son en firme y no en papeles y mojados. Perdone Ud. esta echada: me creo lastimado con las vacilaciones y vaguedades con que se me trata. To be o no to be. Lo estima su affmo. compañero, amigo y S. S. Dada la violencia e irregularidad de la situación, se envía en julio a un negociador para pacificar los ánimos. Gracias a las negociaciones y arreglos de Gabriel Gavira, fue nombrado Jefe Político interino Julio F. González. Meses más tarde, por ministerio de ley, ocupó el cargo de Che Gómez, quien al dejar su puesto como Presidente Municipal nombra como sustituto a Felix O. Gómez, su hermano. En julio comienzan también las denuncias reiteradas ante el Presidente Interino de Vicente Matus y Ricardo León, desde Juchitán, por el hostigamiento contra sus personas y su periódico, El Demócrata. Acusan a José F. Gómez de cacique, científico e instrumento de Rosendo Pineda. El incidente contra Matus será recordado y ampliado por el Diario del Hogar a mediados de noviembre. Desde entonces, Matus anuncia un sangriento desenlace en la región: “Gómez puede precipitar, en aras ambición personal sus partidarios de aquí y pueblos vecinos hacia sangriento desenlace, creemos envío inmediato tropas federales en número suficiente evitaríalo. De otro modo peligro es inminente.”69 Envía una foto —que no localizamos, pues no se encuentra con el documento— de partidarios de Gómez armados y un recorte de su diario. He aquí un fragmento donde reclama ser un auténtico maderista, a diferencia de su enemigo. Hoy es Presidente Municipal impuesto por el Sr. Díaz el Lic. Gómez. ¿Pero será cierto que por haber caído el porfirismo y el partido científico, el Presidente Gómez trabaja empeñoso por aparecer maderista y conservar su puesto? Si tal fuera sería un ingrato y un farsante. ¿Pero es esto posible? ¿No tendrán entonces una pena —siquiera como un hundimiento moral— la ingratitud y la farsa? ¿No habrá un registro de los positivos maderistas, o sean aquellos inscritos antes del triunfo del Sr. Madero como alejados a Díaz, para exhibir a los falsos, o sea aquellos que intentan serlo sólo por conservar un puesto y porque la revolución ya triunfó? En concepto de la revolución triunfante, y en el humilde mío, un hombre traído al poder por D. Porfirio, si no hay acuerdo previo con Madero, no puede ser maderista.70 En otro telegrama a León de la Barra, Matus recomienda como los demás, alejar el mal y llevarse al líder a otra parte. La situación de Juchitán no es halagadora, Señor, y toda la parte sensata y consciente de Juchitán cree que todo ello depende de maquinaciones del Sr. Lic. José F. Gómez, quien, si se aleja de aquel lugar, dejará tranquilo al pueblo.71 También recomiendan alejarlo del lugar, en diversas ocasiones, otras personas: Díaz Quintas, Juárez, León de la Barra y otros políticos de la ciudad de México. Se propone esta medida incluso horas antes de que comience el fuego en Juchitán, en noviembre
69. AM 16-4-23, 8 y 24. 70. AM 22-1-83 bis y 83. 71. AM 23-5-89.
de 1911; la idea de que separarlo de sus seguidores terminará el conflicto se repite hasta el fin, cuando se le conceden salvoconductos para que se reúna con Madero. Gómez obedeció a ese último llamado y le costó la vida.
León de la Barra, ese mismo mes, pide garantías a Heliodoro Díaz Quintas para Maqueo Castellanos, hacendado del distrito, contra el que se rebelan sus “mozos descontentos” en Ixtaltepec; furibundo enemigo de Gómez, este personaje será candidato a Diputado por el Distrito al morir Gómez.72 El Demócrata de Juchitán denuncia que, anuladas las elecciones que daban a Teófilo Fuentes la Presidencia Municipal de Juchitán, fue impuesto Che Gómez, protegido de Rosendo Pineda y de Limantour. Se le acusa además de tener armas, de presumir de Diputado, de violencia y amenaza de muerte a ciudadanos contrarios. Dicho despotismo también era ejercido por su esposa. Los maderistas verdaderos, se indignan por la supremacía de Che Gómez; Amable Soto, escribe una atribulada carta a su hermano quejándose de los gomistas en septiembre. Por fin, el 2 de noviembre, Matus pide protección para que salga de Juchitán su familia, porque teme les ataquen.73 Francisco Ruiz Castillo cuenta cómo empezó su carrera con los rojos, que años más tarde siguieron a Efraín R. Gómez, cuando este jefe luchó contra los carrancistas. Cuando ocurrió lo de Che Gómez yo tenía 18 años. Yo estuve en una imprenta de Herminio Matus; sacábamos un periódico junto con Vicente E. Matus, el licenciado Castillejos y el ingeniero Ricardo León. Ellos formaron un grupo para hacer el periódico. No era de oposición ni nada. Les cayeron con el primer número y por poco nos linchan, por trabajar en la imprenta. De allí empezaron las dificultades. Yo dejé la imprenta y me fui a Salina Cruz. 74 Ante la ausencia de autoridades reconocidas tanto por los ciudadanos como por el gobierno del Estado, la confusión y los reajustes generalizados, se da la posibilidad de ejercer los derechos por la vía de las armas. En el Istmo, la rebelión es contra personas específicas, como respuesta a lo que se consideran hostilidades directas y no de cara al futuro, con planes o pronunciamientos. Ni Juchitán ni Tehuantepec suscribieron los Planes de Tacubaya, el de Ayala, el Manifiesto del 23 de septiembre de 1911, Tierra y Libertad, simultáneos a sus rebeliones. En todo el Distrito, como en muchas otras partes del estado y la República, se aprovecharon las circunstancias para cobrar injurias locales contra personajes que logran ser removidos o eliminados; se reviven rivalidades ancestrales por cacicazgos. Desde las reinvindicaciones por agravios justos, documentados y reconocidos hasta las bandas dedicadas al asesinato y el saqueo: los desórdenes estaban a la orden del día. Las autoridades respondieron con temor a la rebelión, a la autodeterminación y apresuraron las negociaciones donde no pudieron ejercer una represión directa. Urgía
72. AM 17-1-100 y 17-1-124. 73. AM 24-s/e-578 y 578 bis. Carta de un chiapaneco anónimo, en tránsito por Juchitán, que
anexa un recorte de periódico. La nota a León de la Barra es del 12 de agosto de 1911. Carta de Amable: AM 23-11-378. En noviembre, el Presidente Interino ordena a Merodio ofrezca protección a los familiares de Matus: AM 19-5-215, 214. Esta misma Amable, que no hace honor a su nombre, rubrica la carta donde piden garantías las señoras y señoritas de Juchitán para vestirse como les de la gana a finales de 1912. 74. Macario Matus: 1985, p. 138.
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impedir la coordinación entre los distintos movimientos armados; mientras se mantuvieran locales, les parecían controlables. En su periódico, Matus, repetirá sus denuncias: opina que Che Gómez es causante de todos los disturbios del lugar, incluido el motín de Petapa y el de Chihuitán. “…no trátase cuestión local más que como pretexto para disimular hábil preparación del pueblo para contra revolución sostenida ocultamente por simpatizantes poderosos.”75 En algunos lugares del Istmo hubo toma de tierras y cambios de autoridades: en Guichicovoi y Chihuitán, de los Distritos de Juchitán y Tehuantepec. A diferencia de quienes lo intentaron años antes y reclamaban justicia desde las cárceles de Tehuantepec o Petapa, ahora tuvieron éxito en algunos casos. Los pueblos no hemos nacido para ser esclavos de los que por la fuerza bruta, se nos imponen como autoridad, justicia, orden, garantías, unión de todos los ciudadanos para el bien común. Pero cuando la autoridad se convierte en explotadora y verdugo de los puebos rompe con sus abusos la armonía social y precipita a los pueblos a la lucha en defensa de sus derechos. Señor Presidente, la acusación que nos han hecho con falsas calumnias, pedimos a Ud. como padre de la nación remedie estas cuestiones simples que Sabás Guzmán pretende por valido de que tiene autoridad de su lado. Es justicia que pedimos a usted.76 La diferencia entre aquellos rebeldes y los de Juchitán, y la razón por la cual los últimos debían de ser exterminados, es que no se trataba solamente de una sublevación de campesinos inconformes —aunque también lo era— sino de un grupo mucho más numeroso de rebeldes organizados que ponían en peligro una zona próspera, estratégica, de todos conocida y por todos codiciada. Los despechos personales o los agravios estatales eran lo de menos ante el peligro de sabotear o interferir en el comercio internacional, con armas que llegaban —a todos— por las fronteras de Guatemala, vía el Ferrocarril Panamericano. El Gobernador Díaz Quintas solicita reinstalar la Zona Militar de Juchitán, previendo grandes conflictos en esa ciudad, dada la importancia y lejanía de la región, así como la crítica situación ante las elecciones que se avecinan. Pide 500 hombres de refuerzo, 400 para Juchitán y denuncia que el Vapor Eureka ha hecho un desembarco de armas en La Laguna.77 Más tarde, Juárez Maza insistirá también en el cambio de la Zona Militar —hasta los primeros días de noviembre. En agosto se llevan a cabo las elecciones para el Congreso estatal; José Inés Dávila entrecruza diversas notas con el Presidente Interino al respecto.78 La Legislatura queda constituida por cuatro maderistas o liberales: Ismael Puga y Colmenares, Faustino G.
75.
AM 16-4-s/n. En tres documentos de junio se encuentra una protesta de presos de Petapa: AM 22-7-626 y 650. Cartas y actas de Chihuitán que confirman los disturbios: AM 22-7-687 y 687 bis, donde los ciudadanos se hicieron justicia por su propia mano. Los vecinos de Chihuitán y Tlacotepec aparecen también en: ABJM 1-209v, 297v al quejarse de hostigamiento de parte de las autoridades en octubre del mismo año: AM 19-7-369 y 370; 22-6-535. Se responde las autoridades desean requisarles armas y se niegan. Díaz Quintas como ya dijimos, pide garantías para Maqueo Castellanos. 76. AM 22-7-650. 77. AM 24-s/e-657. 78. AM 24-D/2 75, 82.
Olivera, Rafael Odrizola y Ángel Barrios; dos conservadores furibundos y otros viejos políticos. Gómez representa el Distrito de Juchitán. Hay peticiones para anular las elecciones en Tehuantepec, Silacayoapan y Huajuapan. La instalación formal del Congreso es el 7 de septiembre, en la ciudad de Oaxaca. Barrios renuncia el 13 de octubre y el 6 de noviembre se levanta en armas en Los Cues, Teotitlán, desconociendo a Madero. A propósito de la necesidad de no contrariar la voluntad popular y respetar el sufragio hay discusiones en la prensa y las Cámaras; en Oaxaca Faustino G. Olivera protesta enérgicamente el día 6 de noviembre en la Legislatura del Estado por los nombramientos desacertados del Gobernador en Jefaturas de Distrito y otros puestos.79 Tal y como marcaban los calendarios oficiales, el día 7 de septiembre se instala el Congreso Estatal; el 16 Díaz Quintas da el informe de su interinato de cien días y se anuncia oficialmente que Benito Juárez Maza es Gobernador Constitucional Electo del Estado. Juárez llega a Oaxaca en el Ferrocarril del Sur, el 21 de septiembre y telegrafía al Presidente Interino desde Teotitlán: “Al pisar el primer palmo de la libre tierra oaxaqueña envíole a U. mi adhesión y respeto…”. Díaz Quintas, a su vez, informa haber entregado el cargo al gobernador electo en perfecto orden y con gran alegría. 80 El 23 de septiembre Benito Juárez Maza se presenta ante el nuevo Congreso y rinde su protesta como gobernador Constitucional del Estado de Oaxaca para el periodo que terminaría el 14 de noviembre de 1914. Nombra inmediatamente como Secretario General de Despacho a Heliodoro Díaz Quintas y como su Secretario particular a Rafael Bolaños Cacho. En nuevo mensaje a León de la Barra anuncia su protesta, en clave, ese mismo día. 81 Su tarea inmediata, como la de todos los gobernadores —electos o nombrados— es cuidar que se verifiquen de inmediato y en orden las elecciones presidenciales. Dos días después de asumir su cargo, escribe tanto a Ernesto Madero como a Vázquez Gómez declarando que no intervendrá ni influirá en las elecciones, en las cuales no le cabe duda que triunfará Madero como Presidente; afirma también que no cree que las elecciones favorezcan a Pino Suárez como Vicepresidente, ya que no es conocido ni popular en el Estado. La absoluta libertad del sufragio, que le hizo correligionario de los candidatos, así como su apego a la ley y su neutralidad, alega, le obligan a no influir a favor de ninguna persona en el proceso electoral. 82 Algunos autores consideran que la falta de apoyo a Pino fue uno más de los motivos de distanciamiento entre el Presidente Madero y el Gobernador. Juárez Maza parecía olvidar que las elecciones en las cuales él mismo resultó triunfador adolecían de irregularidades —que Madero había pasado por alto—, y que Díaz Quintas había sido poco neutral al orquestarlas. José Inés Dávila informaba días antes de las elecciones a León de la Barra la falta de requisitos de todos los candidatos: Heliodoro Díaz Quintas, no cumplía el de edad, y Juárez Maza y Díaz, no cumplían el de vecindad. 83 En la República tampoco hay definición, tranquilidad ni rumbos claros. En 1911 las primeras diputaciones nacionales fueron ocupadas por una mezcla de antiguos científicos, maderistas moderados y hasta algunos radicales. Los antimaderistas, particu-
79. Ver El Avance más adelante, en la fecha correspondiente. 80. AM 20-1-44; AM 21-5-420. 81. AM 21-5-381 y 353. 82. ABJM 1-79 v y 80. Igual o muy semejante carta a Emilio Vázquez Gómez 1-81, 25 de septiem-
bre, y al mismo Gustavo Madero el 11 de octubre, 2-175. 83. AM 24-D/3-117.
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larmente escandalosos, anuncian la bancarrota, la anarquía inminente y las horribles catástrofes ante cualquier traspié de los nuevos gobiernos. Más tarde, Zapata se distancia de Madero y proclama el Plan de Ayala el 25 de noviembre de 1911; hay levantamientos vazquistas; Pascual Orozco y José Inés Salazar se pronuncian contra Madero. La prensa se declara libre y es en muchos casos contraria a Madero; cuidan sus menores deslices, que no son pocos, para ridiculizarlo. La rebelión de Che Gómez, en este marco, será la comidilla de la oposición. Desde finales de agosto, la Convención del Partido Antireeleccionista, a la cual asistieron 1,800 delegados —José F. Gómez entre ellos— escindió a los maderistas en diversas facciones que postularon distintos candidatos a la Vicepresidencia. Se procede, pues, a las elecciones presidenciales en Oaxaca. Las elecciones primarias se realizan el 1º de octubre, las secundarias, el 15. Casi por unanimidad, 99%, triunfa Madero. La vicepresidencia de Pino es otro asunto: no logró ganar a pesar del apoyo de la prensa nacional. En Oaxaca, salió electo como Vicepresidente Vázquez Gómez; así lo informa el Gobernador al Presidente Interino entre el 13 al 16 de octubre. 84 Oaxaca (ciudad) Madero, 106 votos, Vázquez Gómez 92, Pino 18. Gana la Vicepresidencia Vázquez Gómez en Tlacolula: Madero 68 votos, F. Vázquez Gómez 67; en Cuicatlán, Madero 88 votos, Vázquez Gómez 81. Triunfa también en Miahuatlán, Ocotlán, Teotitlán y Etla. En Silacayoapam y Huajuapan triunfa el binomio Madero para Presidente y León de la Barra como Vicepresidente. La fórmula Madero-Pino Suárez triunfa en Tlaxiaco, 125 Madero, 65 Pino; Villa Alta, Zimatlán, Nochixtlán, Teotitlán y Jamiltepec. Hay votos también para Emilio Vázquez Gómez y León de la Barra como presidentes y para León de la Barra, Iglesias Calderón y Jesús Flores Magón como Vicepresidentes. Francisco Vázquez Gómez gana las elecciones a la Vicepresidencia en Juchitán, donde Pino obtiene 2 votos según un primer informe. En Tehuantepec Vázquez Gómez obtiene 65 votos contra 39 por Pino Suárez. El 14 de octubre, los electores pinistas de Petapa, Rincón Antonio, El Barrio, Guichicovi y Palomares, enemigos todos de Che Gómez, se quejan de que los partidarios del licenciado les impidieron votar libremente. Varios telegramas se intercambian. Los agraviados piden apoyo y aparentemente fueron tomados en cuenta, pues en el recuento final del Distrito de Juchitán resulta que Pino Suárez obtuvo 39 votos para la Vicepresidencia y Vázquez Gómez 65, aunque en los conteos preliminares enviados por Juárez las cifras son distintas. 85 El corresponsal del periódico El Avance en Juchitán lo denuncia en una breve nota del día 17 de octubre. Lo que pasa en Juchitán Por el texto de un telegrama que persona particular nos mostró, comprendemos que la situación precaria de Juchitán es asombrosa. El telegrama, para mejor entendimiento de nuestros lectores, dice: “Unos veinte electores abandonaron ayer Juchitán, absteniéndose de concurrir hoy Colegio Electoral, amenazados por Gomistas armados de atentar contra sus personas. Ya formalizan protesta.”
84. AM 20-2-325, 146, 115, 358 y 19-6-258. 85. AM 20-2-146 y 301; 19-6-262 y 22-6-545.
Nosotros interpelamos ¿a qué se debe la actitud de los señores Gomistas? Tiene la palabra el Lic. José F. Gómez. Juárez Maza, apenas llegado a su cargo a finales de septiembre, se enfrenta con varios problemas graves, aunque informa a León de la Barra que: “Todo el estado en paz excepto Silacayoapan”. 86 Hay zapatistas en varias partes de la Mixteca (Huajuapan, Tlaxiaco, Cuicatlán) y en la Costa; se anuncian graves conflictos en el Istmo y en Tuxtepec. El resto del mes continúan los combates de zapatistas, derrotados al fin en la Hacienda La Pradera. El 29 de septiembre hay un enfrentamiento con rebeldes encabezados por el Tuerto Morales, donde muere el jefe zapatista Fermín Rendón. En Juxtlahuaca causan desórdenes los vazquistas. Ciertamente, el asunto más urgente es el desarme y la pacificación del Estado. Desde su arribo a la Gubernatura, Juárez Maza pone especial atención a todo asunto con relacionado con los extranjeros; Harold Woodhouse, es el quebradero de cabeza de Etla. Este ciudadano disparó contra uno de quienes atacaron su hacienda en Santiago Etla, varias veces expropiada y retomada. A pesar de que se trata de un delincuente, debía ser tratado con deferencia, ya que se trataba de un inglés y la ciudad de Oaxaca contaba con un Vicecónsul de su Majestad —su caso se alargó, como solía ocurrir, y todavía no se resolvía en tiempos de Carranza. La relación de Juárez con los administradores de Ferrocarriles es estrecha y su interés por las inversiones es signo, cuando menos, de la importancia que tenían en esta región los capitales en ferrocarriles, plantaciones y actividades comerciales. 87 El gobernador y el asesor de León de la Barra atribuyen, por separado, gran parte de los problemas del Estado a los Jefes Políticos. Juárez Maza, lo afirma en una carta a Ernesto Enríquez y José Inés Dávila en un informe a León de la Barra. […] la razón poderosa que tengo y que me permito poner a la consideración de Ud. es: que todas las autoridades del régimen pasado, principalmente los Jefes políticos, son rechazados por los pueblos…
Estos nombramientos de Jefe Político hechos por el Gobierno Interino del Estado a favor de jefes revolucionarios, aunque al principio se creyó que era benéfico para disolver así las fuerzas maderistas, ha resultado ineficaz, si acaso se persiguió aquel objeto, pues dichos jefes se han llevado a sus respectivos pueblos un grupo de gente bien armada, que es una amenaza para las poblaciones y hacen débil la autoridad del Gobierno. 88
El ingeniero Barrios en Cuicatlán, y Gómez en Juchitán, fueron la pesadilla de Juárez Maza desde antes de iniciar su gobierno en 1911 —si bien por causas bien distintas. “Ya están en mi poder los dos frasquitos”. Ambos fueron electos diputados por sus distritos. El primero renuncia y se levanta en armas; el segundo, antes de ser desaforado, muere asesinado. 89
86. Silacayoapan o Silacayoapam, indistintamente. La mayor parte de los documentos relacionados con los zapatistas provienen del Archivo Magaña: 21-2-107; 22-6-521 y otros, desde el 18 de septiembre. 87. Los documentos, cartas, peticiones abundan en los tres archivos consultados; Woodhouse aparece en ABJM y AM. 88. ABJM 3-69; AM 24-D/3-90. 89. ABJM 1-392. Por supuesto, esta nota al Dr. José M. Nicoli no tiene nada que ver con los perso-
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Juárez intenta, como todas las demás autoridades del país, diferentes formas de licenciamiento de los maderistas armados. Habla, desde su llegada, de la posibilidad de reclutar fuerzas rurales en Oaxaca dándoles las armas que ya existen en el Estado y, con ayuda de la Federación, dotarlos de uniformes, caballos y equipos. Pero encuentra dificultades para el desarme de los autoproclamados maderistas y para dar marcha atrás en las acciones regionales emprendidas por estos rebeldes. Benito Juárez escribe a Francisco León de la Barra —nos enteramos de quién le había vendido las armas al rebelde—; ya tiene en mente la formación de una guardia rural que será el germen del Batallón de la Sierra Juárez. Ingeniero Barrios licenciar tropas me dice que han quedado en su poder las armas que le vendió la Tampico News Company y me pregunta qué hace con ellas. Con este motivo me dirijo hoy al Ministerio de Gobernación encareciendo deje a este Gobierno esas armas por necesitarlas para la organización de la policía rural. Como usted comprenderá la conveniencia de esta medida le suplico sea resuelta favorablemente.90 También están armados en Cuicatlán y el Istmo; Emilio Vásquez Gómez mandó armas a estos lugares. Se ha hecho creer que estas fuerzas han permanecido para apoyar la candidatura del Sr. Juárez. “Con este motivo me dirijo hoy al Ministerio de Gobernación encareciendo deje a este Gobierno esas armas por necesitarlas para la organización de la policía rural”. Para neutralizar a los rebeldes del norte del estado, intentó nombrar a Barrios jefe de las fuerzas que ya capitaneaba, convirtiéndolas en policía rural bajo su mando directo. Barrios no acepta, por supuesto, y se niega a desarmarse.91La creación del Batallón Rural Serrano fue otra de las obsesiones de Juárez; tenía la esperanza de que, armados con los pertrechos de los maderistas, le ayudarían a consolidar su mandato. Inmediatamente después de su muerte, fueron los primeros en rebelarse y estuvieron alzados durante varios años. Urgía no solamente desarmar a estos caciques locales, sino también sustituirlos. En Tehuantepec, desde el interinato de Díaz Quintas hubo conflictos. Un tumulto exigió la renuncia del jefe político Jiménez Ruiz, quien fue reemplazado por el Alfonso Santibáñez, quien intentaba imponer a sus candidatos a Presidente Municipal y Diputado, como informa el quejoso Crisóforo Rivera Cabrera en varias cartas a León de la Barra. Aunque todos los tehuanos mencionados fueron maderistas, Rivera y sus seguidores eran enemigos del Jefe Político y su candidato a Diputado, Vicente Calvo, así como los pueblos de San Blas, Comitancillo y Tlacotepec. Las clases pudientes de Tehuantepec, encabezadas por Juana Cata, seguían fieles a Díaz. A pesar de fraudes y arbitrariedades de Santibáñez, gana las elecciones como Diputado por el Distrito Plutarco Gallegos —enemigo de los calvistas y Santibáñez, quien informa a León de la Barra de una visita que hicieron los istmeños a Díaz Quintas, quien prometió sustituir al Jefe sin cumplirlo.92 Es de hacerse notar la incongruencia de las políticas locales: hay lugares, como Tlacotepec y Chihuitán, donde se permite el nombramiento de las autoridades por el pueblo,
se considera inocuo un lenguaje incendiario y se respetan los acuerdos de las asamblea; en cambio en otros, era cruel y prontamente reprimido. …respetuoso vengo ante Ud. manifestándole que este pueblo se ha visto obligado a derrocar de su granítico asiento a los caciques que ha mucho tiempo azotaban, y que, desolando el poblado, cada día lo hundían precipitándolo a la ruina. Pero llegó el día de su redención en que se han eclipsado ya las abominables leyes despóticas de la tiranía y dictadura; por lo que, y en representación del pueblo vengo a solicitar a Ud. el amparo y protección debidas, pues ha habido por convicción que seguir el ejemplo de la mayoría de los pueblos de la República y se ha comprendido que debemos romper para siempre los eslabones de la opresiva cadena del caciquismo que cada vez más tiraba ahogando al pueblo que humillado sufría.93
najes; Benito Juárez Maza la envía a su médico particular y no hay más razón para citarla aquí que mi mala leche. 90. AM 21-4-352 y 353, telegrama cifrado y transcripción 91. ABJM 1-309; AM 22-6-551; Ruiz Cervantes: 1986. 92. AM 1-4/12-522, 521.
93. AM 22-7-687. 94. AM 20-1-142, 158, 172, 163, 162. Adhesiones de Chihuitán y el vecino pueblo de Tlacotepec
La destitución y la imposición de nuevas autoridades se reconoce en este caso. Pero esto sucede solamente cuando no hay compromisos previos, intereses económicos relevantes o enemistades y peligros de fortalecer la oposición a los gobiernos estatal o federal —jamás alcanzó a los encargados de aduanas, recaudadores, jueces, Jefes Políticos definitivos, directamente nombrados por el gobernador mismo para controlar los distritos y sus finanzas. Los pueblos mencionados fueron favorables, durante el levantamiento chegomista, al partido verde y antes de ello, al parecer, a Alfonso Santibáñez.
A finales de septiembre el conflicto estalla en Tehuantepec. El día 21 se advierte acerca de rumores: se intentan cometer asesinatos en Tehuantepec; el Juez y su personal se retiran del lugar. Los siguientes días continúan las quejas, adhesiones y denuncias a favor y en contra de Santibáñez.94 El gobernador regaña al Jefe Político el 27 de septiembre, en términos que parecen admonestación escolar: …sujete en todos sus procedimientos y resoluciones a la Ley, como buen amigo y colaborador mío en el Gobierno del Estado, para evitar que lleguen a mí versiones desagradables. Yo deseo y espero que los servidores de este Gobierno no darán motivo para ellas.95 El día 2 de octubre Crisóforo Rivera Cabrera anuncia, circunspecto, que sus negras profecías se han cumplido: “Temores realizáronse, anoche ocho asesinatos pacíficos vecinos entre ellos Lic. Carlos Woolrich”.96 Santibáñez hace un recuento de lo sucedido en un telegrama de las 10.45 de la mañana, ese mismo día, desde Tehuantepec. Presidente República Hónrome participarle que anoche 8 pm oyóse repicar campanas varios barrios esta ciudad, oyéronse disparos. Ocurrí lugar sucesos con policía armada y Fuerza Federal que guarnece esta plaza. Cerca Barrio San Gerónimo oyose voz de mando para hacer fuego sobre grupo teníase al frente, quien dio esta voz de mando dícese fue persona que iba agregado a los Federales, siendo extraño a éstos. en ABJM 1-209 y 297 v.
95. ABJM 1-222. 96. AM 21-6-456.
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Resultaron varios muertos y heridos cuyas diligencias practica la autoridad judicial. Suplícole ordene venga Fuerza. Atentamente. El Jefe Político. El Gobernador transcribe un mensaje semejante a la Presidencia. Jefe Político del Distrito de Tehuantepec en telegrama de hoy me dice lo siguiente: Conflicto suscitóse barrio S. Gerónimo y Guichivere, pero sábese que era complot formado, pues al hacer prisioneros 13 individuos Santa María quitáronse dos carabinas, varios machetes y puñales, huyeron como ocho bien armados con carabinas Winchester. Cuando yo atendía barrios de S. Gerónimo y Guichivere, C. Woolrich y varios de S. Gerónimo fueron buscarme a mi casa supongo con malas intenciones pues me dicen profería insultos contra autoridades y emprendió según datos, ataque contra pueblo en cuyo momento ha de haber sido herido pues nada pudo declarar. Al mismo tiempo hubieron disparos barrio Santa María donde después ocurrí con tropa armada imponiendo el orden y haciendo detenciones en el lugar de los sucesos. En barrio S. Gerónimo recogimos varios casquillos distintos calibres. Hasta hoy hay cinco muertos: Carlos Woolrich, Hipólito Jiménez, José García, Julián Rito y Tiburcio Rodríguez. Heridos: Antonio Carrasco, Rómulo Robledo, Evaristo Flores, Alberto Michi, Anselmo Rosedo, Reyes Velázquez, Hesiquio Espinosa, Apolonio Bello, Julián Rosado, Feliciano Mecal, Benito H. García y Francisco Terán mayor parte heridos de gravedad. Hasta hoy se han verificado 30 aprehensiones. Diligencias practica Juez. Y me honro en transcribirlo a Ud. para su superior conocimiento suplicándole ordene Jefe Zona General Merodio preste auxilio autoridades a fin reestablecer el orden y la paz interrumpidos. Benito Juárez. R: Enterado tel. de Ud. relativo lamentables sucesos ocurridos en Tehuantepec. Ya di a Sría. de Guerra órdenes sentido Ud. dice. F. L. de la Barra. 97 El Avance, desde el día tres de octubre, da la noticia en la ciudad de Oaxaca, donde la familia de la víctima es sumamente apreciada.
Fue asesinado el Lic. Woolrich Ayer circuló con grandísima insistencia el rumor de que el señor Carlos Woolrich había sido vilmente asesinado. Woolrich fue un decidido partidario del señor Juárez y… la política. No queremos intrincarnos en hipótesis, es lo cierto, pero la verdad es que el hecho ha causado profunda sensación entre nosotros y ha dado lugar a muchas conjeturas. Por eso, el repórter no tiene sino que asentar lo que hoy por hoy se dice. Ayer hubo, por cuestiones políticas, una colisión entre el pueblo y la policía del cual resultaron algunos heridos y muertos. Persona que parece estar bien informada del asunto, dice que en esta colisión resultó herido el señor Lic. D. Carlos Woolrich, quien no murió desde luego. La misma persona agrega que el señor Woolrich hasta las diez de la mañana de ayer no había muerto.
97. AM 21-6-448 y 21-3-263.
Telegramas recibidos ayer mismo, por personas de esta localidad, dicen, sin embargo, que el señor Woolrich fue violentamente asesinado. ¿Cómo pudo ser esto? ¿Algún enemigo suyo se valió de la ocasión para asesinarlo? ¿Le dio muerte la policía al cargar sobre el pueblo, ensañándose en él? ¡Quién sabe! La justicia esclarecerá el hecho. Por datos de última hora recibidos en esta capital se deja entender que el actual Jefe Político de Tehuantepec don Alfonso Santibáñez tenía rencillas personales con el señor Woolrich. Aunque se nos asegura que hasta las diez de la mañana de ayer, el Lic. Woolrich se encontraba con vida, podemos afirmar que su muerte dolorosa y trágica es un hecho.98 El corresponsal del mismo diario amplía la información los días siguientes para mantener informadas a las buenas familias de la capital oaxaqueña. Cómo fue muerto D. Carlos Woolrich en Tehuantepec Tehuantepec, 5 de octubre Los sucesos ocurridos la noche del día primero de los corrientes, son como sigue: Por discordias políticas se agredieron a balazos los barrios de San Gerónimo y de Guichivere. Al saberlo el Jefe Político y pedírsele auxilio, acudió con la Guardia Nacional, una compañía de Federales pertenecientes al 30 batallón y gente del pueblo que es adicta a Santibáñez y a quien éste armó con pistolas, rifles y palos. San Gerónimo, que se ha distinguido siempre por su oposición a Santibáñez recibió a balazos al Jefe y los federales contestaron haciendo varias nutridas descargas de las que resultaron cuatro muertos entre los que se encuentra un guardia municipal y algunos heridos de más o menos gravedad. Mientras estaban batiéndose en San Gerónimo, por Laborío empezaron a tocar las campanas para llamar a la gente. Muchos corrieron hasta el palacio municipal y la gente del barrio de Santa Cruz llegó también echando vivas a Santibáñez. Entre tanto, un amigo de don Carlos Woolrich fue a avisarle a éste lo que estaba pasando, y como el señor Woolrich siempre ha defendido a San Gerónimo, inmediatamente salió a la calle y no obstante habérselo impedido su papá D. Tomás, quien ya sabía que se pretendía asesinarlo desde el 15 del último septiembre. El licenciado se dirigió en busca del Jefe, y al pasar por palacio, fue insultado por la plebe, y algunos gritaron: ¡mátenlo! y entonces fue cuando se le hizo fuego, pegándole dos tiros en la caja del cuerpo y por detrás, siendo de esta manera asesinado vilmente. De los tiros uno le salió por el cuello, otro por el corazón y otro le pegó en una pierna; el cadáver presentaba además un tajo en el hombro, al parecer de machete. El Lic. fue a caer en la oficina telegráfica, pues iba a poner un telegrama al señor Juárez para notificarle lo que estaba aconteciendo. Se nos asegura que dos hombres pertenecientes a la guardia del Jefe querían despedazar el cadáver del infortunado señor Woolrich. Aquí se rumoró que iba a entrar San Blas con el objeto de vengar la muerte del señor Woolrich, matando al Jefe, y todo el día hubo alarma en la ciudad.
98. En el archivo de Juárez Maza hay correspondencia entre el Gobernador y el padre de Woolrich, don Tomás. Éste era de origen canadiense, terrateniente de Tehuantepec relacionado con Juana Cata y Remigio Toledo, quien luchó del lado francés durante la Intervención.
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El cadáver fue pasado, camino al panteón, por San Blas, pues todos los vecinos pidieron que así fuese hecho, para evitar un nuevo choque con las fuerzas de Santibáñez. Muchas familias de encuentran refugiadas en este pueblo. Los vecinos pidieron la inmediata destitución de Santibáñez, telegrafiando en este sentido al gobierno, pues estaban resueltos a combatir si no se concedía si petición, la cual afortunadamente lo ha sido. La ciudad está de luto con motivo de los sucesos y reina la consternación. Al hacerse cargo de la Jefatura Política el Lic. Constantino Chapital, mandó encarcelar a Santibáñez y al Dr. Vicente Calvo Monterrubio, éste último aparece como director intelectual de los sucesos. Al día siguiente continúa la reseña del terrible y despiadado crimen: Más sobre el vil asesinato de Tehuantepec Ampliando información referente a la trágica muerte del Lic. Don Carlos Woolrich ocurrida en la Ciudad de Tehuantepec, agregaré que: el día siete del presente comenzó a recibir el Sr. Jefe Político Don Constantino Chapital mediante la presencia de la fuerza federal y muchos hombres de los que amenazaban terriblemente a la Ciudad. Santibáñez engañaba al pueblo haciéndolo creer que matando a todos los científicos quedaría en paz la población. El extinto Lic. Woolrich salió de su casa porque los de San Gerónimo, de quienes era apoderado, le suplicaron su intención ante el Jefe Político para contener la agresión que les hacían los de Guichivere lo cual no tuvo inconveniente en hacerlo siendo poco después vilmente muerto según mi pasada información. Después de calmada la fricción, Santibáñez fue a Santa María acompañado de la fuerza y llegando al atrio dijo, a voz en cuello, que ya había mandado matar al padre de aquéllos (el Lic. Woolrich) que lo fueran a ver al panteón, y que también a ellos los mataría porque tenía orden del Gobierno. Los perseguidores, en son pacífico, contestaron que estaban a su disposición, y que si se encontraban en aquel lugar era para cuidar el orden en el Barrio pues sabían que en el centro se estaba peleando a mano armada la gente; no satisfecho Santibáñez, tomó prisioneros a quince de los presentes poniéndolos en rigurosa incomunicación. El día siguiente la ciudad amaneció inmensamente triste y regada de sangre, recorriendo las calles los Santibañistas, como en son de triunfo. En la causa que sigue el juez hay muchas pruebas que acreditan que Santibáñez es el autor intelectual del asesinato como lo confesó públicamente en el Barrio de Santa María, según antes indiqué. Sobre el Dr. Vicente Calvo Monterrubio pesan muy graves responsabilidades en el mismo asunto, señalándosele como uno de los directores principales de los lamentables sucesos. Según informes fidedignos salió el mismo Doctor con dirección a ésa para evadir la acción de la justicia; y aquí se rumora con insistencia que dicho Dr. se encuentra oculto en uno de los principales hoteles.99
99. El Avance, 11 y 12 de octubre de 1911. No confundir este San Gerónimo, barrio de Tehuantepec, con el poblado cercano, hoy Ciudad Ixtepec.
Santibáñez es aprehendido y encarcelado, Constantino Chapital es nombrado Jefe Político interino; Juárez Maza lo recomienda al Jefe de la Zona Militar. Oaxaca de Juárez, octubre 4 de 1911 Señor General D. Telésforo Merodio Tehuantepec Mi muy querido y buen amigo: Con motivo de los lamentables sucesos que han venido verificándose en esa población, he nombrado al señor Lic. Constantino Chapital Jefe político de ese Distrito, teniendo en cuenta sus energías y actividad, a fin de que vaya a ésa a restablecer el orden. Mas para llevar debidamente su cometido se lo recomiendo a Ud. muy eficazmente como persona de toda mi confianza para que le preste todos sus elementos, lo que no dudo hará con gusto, tanto por el bien de la población, como por la buena, vieja y leal amistad que nos une. Anticipando a Ud. mis agradecimientos más sinceros por los buenos servicios que sin duda me prestará con su valioso contingente, quedo suyo afectísimo amigo que lo quiere y atento, seguro servidor.100
Heliodoro Díaz Quintas comienza las investigaciones pertinentes. Relacionados con este asunto tenemos tres documentos más en el archivo de Juárez: de Chapital, solicitando que avise de su llegada; agradeciendo el informe del 3 de octubre a Merodio, y dándole el pésame al padre de Woolrich; hay cuatro más en el archivo Magaña, donde se pide ayuda a las fuerzas federales.101 Juárez se propone, desde entonces, reiteradamente y sin éxito —vecinos, autoridades, comerciantes se lo solicitan en diversas ocasiones—mudar las cabeceras de distrito de Juchitán a San Gerónimo y la de Tehuantepec a Salina Cruz. La agitación de Tehuantepec fue una advertencia para los chegomistas. La pugna interna y la intriga en el Distrito vecino son un aviso. Se trata de una señal sobre la actuación de Juárez ante la autonomía: destitución y cárcel. Además, envalentona a Juárez, quien a pesar de que invoca la amistad y cariño hacia Merodio, da órdenes directas al Ejército Federal. Y sigue haciéndolo, hasta mediados de noviembre de ese año, cuando Madero envía la primera comisión de paz a tratar directamente con los rebeldes juchitecos y ordena una tregua a los federales. Entonces es cuando respinga aduciendo legalidades y soberanías, incapaz de mover a su antojo las fuerzas armadas para dar por terminado un levantamiento que ya consideraba resuelto y al cual, a su entender, sólo le faltaba aniquilar al líder. Las noticias periodísticas procedentes del Istmo a inicios de octubre, se ocupan solamente del asesinato de Woolrich, en Tehuantepec, y de la consecuente sustitución del Jefe Político y encarcelamiento de Alfonso Santibáñez. Durante el transcurso del mes, Juárez Maza pide varias veces ayuda federal para batir a los zapatistas. Eguía Liz logró al fin derrotarlos y expulsarlos a Puebla en el mes de noviembre.
100. ABJM 1, 440. Avisa lo mismo al Presidente: AM 21-3-258. 101. ABJM 2-55, 88v, 117v; AM 22,6-s/n, 528, 532 y 21-3-263 y 307. Cuando estalla el conflicto
Chegomista, Alfonso Santibáñez se encuentra preso en Tehuantepec. Aunque en julio de 1912 su hermano Alfredo Santibáñez se rinde con Felipe López, nunca fueron aliados mientras Gómez vivía. Al unirse años después a la Convención, Alfonso coincide con los enemigos de Gómez del partido rojo. Por azares del destino, Santibáñez será quien ordena el fusilamiento de Mario Palacios, en San Jerónimo, al apresar a Jesús Carranza. Las aventuras y crueldades de Santibáñez fueron narradas por Justo Pineda, del partido rojo, que le acompañó en su huída por la Sierra, donde fueron apresados. Ver el testimonio La muerte de Jesús Carranza, 1982.
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CRÓNICA DE UN LEVANTAMIENTO ANUNCIADO
En Juchitán el avispero estuvo agitado durante el mes de octubre, aunque nada tienen que ver estos descontentos con los de sus vecinos tehuanos. Los informes, denuncias y delaciones son constantes. Juárez Maza se allega a consejeros poco imparciales como Vicente Matus y Francisco León, con quien aparentemente no tenía relación previa. Oaxaca de Juárez, octubre 4 de 1911 Señor Coronel Don Francisco León Presente Mi estimado y fino Coronel: Me refiero a su grata fecha 3 del actual. Sinceramente le agradezco la atención que ha tenido en ofrecerme sus respetos y yo a mi vez tengo el gusto de ponerme a las estimables órdenes de Ud. en el cargo que el pueblo oaxaqueño me ha conferido. Para llevar adelante mi delicada labor espero contar con la eficaz ayuda de los buenos ciudadanos de los habitantes honrados y pundonorosos como es Ud. de quien tengo las más prestigiosas referencias. Mucha honra tendré en cultivar una amistad franca con Ud. y no de fórmula; así es que el día que Ud. guste será muy bien recibido por mí. Con mi particular aprecio muy gratificante me es suscribirme su atento amigo y afectísimo seguro servidor. Benito Juárez (Rúbrica).102 El nepotismo de Che Gómez era denunciado escuetamente desde hacía meses por Celso Castellanos y más ampliamente por José Inés Dávila, quien escribe a León de la Barra meses antes: “En Juchitán está como Jefe Político el señor Julio F. González, pariente del Lic. José F. Gómez, que ha ocasionado la alteración del orden en aquel pueblo, apoyado por fuerzas de los maderistas”.103 Y, en efecto, además de ser Jefe Político, y controlar la Presidencia Municipal, el licenciado Gómez era Diputado por el Distrito y Mario Palacios, su entenado, Diputado suplente. El único documento del archivo de Juárez Maza dirigido a Gómez es del 29 de septiembre; le asegura que la decisión sobre el ejercicio de la suplencia de Palacios depende de lo que decida la Cámara: Estimado amigo: Siento mucho que con motivo de su quebrantada salud no haya podido trasladarse a esta Capital donde deseo verlo, y enteramente restablecido, pero estrecho su mano. Respecto del ingreso del señor Mario Palacios al Congreso del Estado, como su suplente, me he propuesto acatar en todo las disposiciones de ese alto Cuerpo. Soy de Ud. afectísimo amigo y seguro servidor. Benito Juárez.104 Cuando el Suplente acudió a rendir protesta, la Legislatura de Oaxaca no admite la ausencia de Gómez. Se presentó entonces y rindió protesta a la Cámara como Diputado; el día 6 de octubre pidió licencia y antes de obtenerla formalmente se retiró.
102. ABJM 1-455, nota para reunirse con él en Oaxaca 25 de octubre, mismo día en que se nombró Jefe político a Enrique León; ABJM 3-40. Comunicación con Vicente Matus el 4 de octubre, ABJM 2-40. 103. Agosto de 1911. AM 24-D/3-90 y 2-C/2-314. Como sabemos, Julio era cuñado y compadre de Gómez, además de ahijado de su hermana. 104. ABJM 1-302.
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A mediados de octubre, algunos de los diputados piden que se le llame para formalizar dicha licencia. Se convoca a su suplente el 18 de octubre y tampoco se presentó. 105
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Desde el 21 de octubre y hasta el 2 de noviembre, cuando comienzan las hostilidades en Juchitán, diversos ciudadanos, comerciantes y autoridades solicitan al Presidente León de la Barra que José F. Gómez quede como Jefe Político del Distrito, alegando que fue elegido y apoyado por el pueblo. Hay otro telegrama de la Presidencia Municipal de Juchitán del día 21 de octubre —enviado por Félix O. Gómez y Julio J. González— donde aseguran su lealtad al Gobierno, su renuencia a enfrentarse a las Fuerzas Federales y la necesidad de obedecer la presión ejercida por el pueblo para ejercer el derecho de nombrar a su Jefe Político. Confían en la influencia del Presidente Interino sobre el Electo. Los términos usados por León de la Barra hasta el día 31 de octubre, nos hacen suponer —como tal vez a ellos— que apoya la voluntad popular de los juchitecos. Sin embargo, en todos los telegramas enviados desde el Istmo a Chapultepec se ve una nota al margen con indicaciones: contestar de enterado, envíese a BJM. 106 El 25 de octubre Juárez Maza anuncia al General Merodio que ha nombrado Jefe político de Juchitán: Enrique León. […] El señor Enrique León fue nombrado Jefe político lleva instrucciones de este gobierno que pondrá en su conocimiento. Espero de nuestra buena amistad y de su no desmedido patriotismo, se ponga Ud. de acuerdo con él a fin de estar alerta sobre rumores ya muy insistentes que han llegado a mí referentes a movimientos que pretenden verificarse en dicho Distrito, encabezados por la persona que le dirá el Señor León y partidarios del mismo; y al efecto le suplico me haga el favor especial de mandar a dicho lugar la fuerza que Ud. crea necesaria bien escogida y con oficiales de su entera confianza. Por todo le doy a Ud. las más expresivas gracias quedando como siempre su atento amigo y afectísimo seguro servidor. También advierte a Merodio, en un telegrama cifrado, del descontento de Juchitán ordenándole llevar para allá fuerzas suficientes para la entrega de la Jefatura. Oaxaca de Juárez, a 25 de octubre de 1911 San Gerónimo. General Don Telésforo Merodio, Jefe de la Zona Este Gobierno ha nombrado Jefe político de Juchitán al Señor Enrique León quien presentará a Ud. carta mía, pues sale mañana para ésa. Entre tanto le manifiesto que han llegado a mí rumores insistentes de un movimiento encabezado por José F. Gómez, y sus partidarios y en tal virtud suplícole me haga el favor especial de mandar a dicho lugar la fuerza que Ud. crea suficiente bien escogida y con oficiales de su confianza. Doyle a Ud. anticipadas gracias. Afectuosamente. 107 El Gobernador procede inmediatamente a informar al Gobierno Federal en telegramas cifrados del 25 de octubre acerca de la posibilidad de un levantamiento en Juchitán
105. AM 24 D/5-185. El dato sobre el rechazo a Palacios es de Martínez Medina: 1985, p. 145. 106. Telegramas a León de la Barra desde Juchitán: AM 19-5-175, 385, 159 y 206; desde Ixtal-
tepec: 19-4-125. 107. ABJM 3-46v y 48v
y la necesidad de cambiar allá la Zona militar —como ya había propuesto antes Díaz Quintas. Repite casi idénticos mensajes al Ing. Alberto García Granados, Ministro de Gobernación y al Presidente de la Barra. Sr. Ernesto Madero: Noticias que recibo Juchitán son cada día más alarmantes. Señálase un levantamiento en estos días y una vez que estalle será de difícil represión y fatales consecuencias. Todo esto evitaráse haciendo que hoy mismo marche fuerza suficiente a Juchitán y que Zona establézcase en ese lugar aunque sea momentáneamente. Entiendo esta medida de mucha trascendencia. Espero su resolución esta vía. 108 A los quejosos enemigos de Gómez que escriben y denuncian terribles arbitrariedades, Juárez los consuela prometiéndoles que su aflictiva situación terminará con la llegada de un nuevo Jefe Político. Juárez solicita y recibe informes de lo que sucede en Juchitán desde Tehuantepec, San Gerónimo y Juchitán mismo; a quienes no le secundan, les desampara. Oaxaca de Juárez, a 26 de octubre de 1911 Jefe Político Licenciado Constantino Chapital Enterado de su mensaje cifrado. Gracias por noticia. Encarézcole esté pendiente cualquier movimiento Lic. Gómez y comuníquemelo por esta vía. Sr. Efrén Villalobos Juchitán Estimado señor: Con atención me enteré en su carta fechada el 29 del pasado, en la que me da cuenta con el incidente que le ocurrió en esa población, y siento decirle, que como su negocio no es de mi incumbencia, se dirija usted a quien corresponda en la forma debida, por ser su asunto de la competencia de los tribunales de justicia. Soy de Ud. atento y seguro servidor Benito Juárez (Rúbrica). 109
El día 27 octubre, Che Gómez protesta por el envío de tropas federales a Juchitán desde la Novena Zona, en San Gerónimo, Ixtepec. Sin confrontar directamente a León de la Barra; afirma que la llegada de nuevos elementos irrita a sus seguidores. Unión Hidalgo, 27 de octubre de 1911 Presidente de la República Mi pueblo Juchitán dándose cuenta su soberanía, favoreciendo su bienestar y tranquilidad ocurre respetuosamente Sr. Gobernador y Ud. pidiendo sostenimiento autoridad política adecuada a su temperamento y exigencias y en vez de satisfacer justo deseo acumúlase Juchitán Fuerza Federal, esto significa para nosotros Gobierno provoca una revolución sea un pueblo libre debe destruirse antes perder libertad. Si cabe reconocer derechos legítimos permítasenos encarecerle evitar efusión sangre contra mi […] Gobierno Estado. Evite una felonía. José F. Gómez R: Enterado con interés telegrama de Ud., ya me dirijo al Sr. Gobernador del Estado.
108. ABJM 3-50v, 51, 52 v. Igual mensaje, a León de la Barra: AM 19-5-149. 109. ABJM 3-95v y 3-114; 2-21v del 6 de octubre 6 de 1911.
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F. L. de la Barra. Sr. Gob. del Estado de Oaxaca. B. J., Oaxaca. Permítame poner en conocimiento de Ud. siguiente telegrama que he recibido.110
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El día 28 Juárez Maza pregunta a Merodio si ya se trasladaron las fuerzas que le pidió a Juchitán.111 Juárez Maza advierte a Francisco León de la Barra en varios mensajes que la protesta por el nombramiento de un nuevo Jefe Político no obedece a un deseo de democracia; al contrario, es ejemplo de puro caciquismo, puesto que José F. Gómez ya es Presidente Municipal y Diputado; además, el antedicho desacata las órdenes del Juez.112 El 29 de octubre llegan a Juchitán 150 soldados y Enrique León, Jefe Político nombrado por Juárez Maza para sustituir a Che Gómez; todos se alojan en el Cuartel. El pueblo, amotinado como en junio anterior, los recibe en la estación. Benito Juárez Maza avisa a Ernesto Madero que se prepara un levantamiento para cuando preste su protesta el Presidente, seguro de que si logra convencer a don Francisco Indalecio de que se amenaza su gobierno, aún antes de que sea investido en su cargo, le prestarán apoyo no solamente para combatir a Barrios, sino también a José F. Gómez. Las predicciones de Juárez, explícitas y soslayadas, se cumplen: Barrios se pronuncia contra Madero el 6 de noviembre y Gómez se levanta en armas el día 2. Oaxaca de Juárez, a 29 de octubre de 1911 Ernesto Madero, Ministro de Hacienda Habiendo persistentes rumores y muchas sospechas de que se prepara un movimiento sedicioso contra Gobierno General para cuando Cámara declare presidente y vice-presidente es muy oportuno que inmediatamente el Señor Francisco Madero llame a ésa Yngeniero Ángel Barrios. Actualmente encuéntrase los Cues Distrito de Teotitlán del Camino este Estado o Tehuacán y es influyente en situación para provocar cualquier desorden.113
Denuncia también ante León de la Barra la terquedad de Gómez —evidentemente el Presidente Interino no meterá las manos al fuego en los últimos días de su gobierno— solicitando su ayuda para que el nuevo Jefe Político de Juchitán asuma sus funciones. Lic. Gómez de quien tiene Ud. antecedentes trata a toda costa de ser Jefe Político Juchitán, no obstante que actualmente es Presidente Municipal ese lugar y Diputado Congreso Local como téngolo ya manifestado. Deseo referido Gómez es establecer caciquismo y dominación absoluta en esa región llegando hasta pensar en la separación de la misma segregándola este Estado. Al Gobierno no conviene ni para conservación del orden ni para su marcha política lleve adelante Gómez proyectos abriga pues ha pretendido aun imponerse a Autoridades Judiciales haciendo ilusorias las determinaciones que dicta Juez 1ª Instancia. Para remediar todos estos males y prevenir consecuencias fatales en lo porvenir, porque establecido predominio sólo podría destruirse con nuevos movimientos armados nombróse Jefe Político para que normalice situación contando con la ayuda Fuerza Federal que mantendrá orden previniendo así los atentados que tratan lle-
110. AM 19-5-158. Entre corchetes, palabra ilegible. 111. ABJM 3-146v. 112. AM 19-1-5; 19-5-165; 19-5-168. 113. ABJM 3-180.
varse adelante y esperando confiadamente este Gobierno en apoyo y auxilio de la Federación para hacer efectivos sus propósitos. Protesto a Ud. mi personal consideración. Benito Juárez Nota: Recibido en México.114
Jugando sus últimas cartas ante la máxima autoridad, Che Gómez escribe a León de la Barra dos horas más tarde para dejar claro que aún rinde cuentas al Gobernador de su Estado —ignorando, obviamente, lo que Juárez está cocinando. Juchitán, 12:00/14:06 Octubre 29 de 1911 Sr. Presidente de la República Palacio Nacional Hoy dirigí Sr. Gobernador siguiente mensaje: Faltaría mi deber si ocultase Superior Gobierno gravedad situación aquí.Presencia sola Fuerza Federal no causa ni causará intranquilidad pública, sí porque pueblo juzga que fuerza vino exprofesamente para sostener imposición.- Anoche gran agitación popular, gracias mis esfuerzos inauditos conseguí tranquilidad interrumpida por causa anotada.- Pueblos Distrito llegan haciendo causa común Cabecera. Si propósito Superior Gobierno sostener Jefe Político debe mandar algunos batallones para sostenimiento. Juzgo fuerza existente impotente para tal propósito. Estimo altamente inconveniente sostener situación anormal por mala inteligencia verdadera situación aquí. Como responsable intereses generales sabrá resolver este conflicto, grave por cierto. Es la verdad que no debo ocultarle. Respetuosamente transcríboselo. El J. P. José F. Gómez.115 Ismael Magariños cuenta por qué fue el levantamiento chegomista. No tengo del todo presente lo que pasó en la época de Che Gómez. Cuando llegamos al año uno yo tenía once años, ahora tengo 87; es decir, nací en 1890, el 8 de noviembre. La revuelta de Che Gómez tiene mucha vuelta, mucho recoveco. En 1910 Madero se enfrentó a Porfirio Díaz, que creo dirigió el país más de treinta años. Todos le tenían miedo, hacían lo que ordenaba, todos los generales hacían lo que él decía. Pero el mismo Dios quiso que se levantara un hombre como Madero que era millonario, rico, y se le enfrentó: Madero. Así comenzó la guerra en el Norte, porque por acá casi nadie se dio cuenta de que la guerra había comenzado. En aquel entonces Díaz gobernaba con Rosalino Martínez y Rosendo Pineda, tecos los dos. Ellos son la prueba de que los tecos valían.116 Desde 1882 se dieron cuenta. En 1910 llegó la revuelta a Juchitán. Se avisó que peleaba Madero contra Díaz, que le pedía que dejara el poder. En ese tiempo los soldados ganaban doce centavos sueldos y cuando llegó Madero pagó a cada soldado doce reales, ¡hay que ver la diferencia, el aumento que les dio Madero!
114. AM 19-1-5. Mensaje del 29 de octubre, diez de la mañana. 115. AM 19-2-43. 116. Tecos, juchitecos.
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Parece que los generales de Díaz se pusieron de acuerdo en darle la espalda al Gobierno y pasarse con Madero. No tardó mucho Madero en acercarse a México, y cuando se dieron cuenta de que Madero venía a sacarlos del poder, pensaron que podía ganar Madero. Enviaron en ese tiempo a Che Gómez a hablar con los juchitecos para que los ayudara en la lucha contra Díaz. Y aceptó, porque ya había formado su partido y tenía confianza en el pueblo. Por eso regresó a Juchitán. Se reunieron entonces muchos ancianos del pueblo que habían visto la revolución de 1882 y lo apoyaron. Che Gómez les explicó la situación entre Díaz y Madero y les pidió a los tecos que ayudaran a tirar de su puesto a Porfirio Díaz. Muchos juchitecos estuvieron de acuerdo; pidieron hablar con el pueblo, con los de la parte de abajo porque eran casi la mitad, para convencerlos de defender a Madero. Los de la parte de arriba de Juchitán eran porfiristas y no estuvieron de acuerdo. Se opusieron a Che Gómez y a Madero; y los federales los apoyaron. Por ese tiempo ya era un hombre completo, iba a escuchar las reuniones donde decidían cómo apoyar a Madero. Algunos dieron su palabra, otros firmaban. Llegaba allí un hombre que le decían Tin Shaba, de la séptima, y lo nombraron cornetero porque había sido soldado antes —desde niño fue de carácter fuerte. Don Porfirio daba la orden de meter a los hombres rebeldes o malos de soldados, y a los cinco años ya estaban dominados y a su servicio. Tin Shaba había sido soldado de don Porfirio y estuvo los cinco años, pero regresó a Juchitán y ya llevaba allí un tiempo cuando se encendió la rebelión. Lo nombraron Jefe de Instrucción Militar de los del partido de Che Gómez. Aquí en el río se entrenaban los hombres todas las tardes. […] Así se pusieron de acuerdo en apoyar a Madero en Juchitán. En el cuartel estaba un coronel llamado Zozaya cuando empezó la rebelión: su general era Telésforo Merodio del quinto Batallón. En aquel entonces la zona militar estaba aquí, luego se fue a Ixtepec y desde entonces no ha regresado a Juchitán. […] Era Gobernador del Estado Juárez hijo cuando Che Gómez perdió la esperanza de conocer la aprehensión de Díaz. Dijo que iba a acompañar a las otras fuerzas para someterlo, pero a don Porfirio no lo sacaron a balazos sino que dejó el poder de conformidad. Che Gómez hizo una junta para decidir el avance contra México, dijo que iba a defender la causa: si habían vencido a Díaz, nosotros haríamos otro tanto. Empezaron a gritar a favor de Madero. La gente de Che Gómez fue la primera en apoyar la lucha de Madero en el sur.
“Desórdenes en Juchitán” es el encabezado de El Correo del Sur en su edición del 29 de octubre, con la siguiente nota en primera plana. Logramos averiguar ayer que en Juchitán se acababan de registrar serios desórdenes y aun se hablaba de que habían resultado varios individuos muertos o heridos. Las noticias que circulaban entre muy corto número de personas por cierto, eran bastante exageradas pues los sucesos a que nos referimos si bien pudieran resultar sumamente graves, se solucionaron sin tener malas consecuencias. Los sucesos a que nos referimos pasaron así: en previsión de que pudieran verificarse escándalos que en estos días se han iniciado en varias cabeceras del Distrito de Juchitán, el cuartel general de la 9ª zona militar con residencia en San Geróni-
mo mandó 150 hombres de Infantería para reprimir los posibles desórdenes. A la llegada del convoy militar a Juchitán ayer, había numerosísimo grupo del pueblo que en actitud hostil esperaba la llegada del tren. Cuando entró a la estación la locomotora se empezaron a oír grandes gritos en que se entendía que el pueblo trataba de oponerse al desembarque de la tropa. La actitud resuelta del Jefe de la fuerza que dictó terminantes órdenes hizo que el público se mantuviera prudente y un posible conflicto se evitara. Una rectificación al fin de la nota aclara que no se disparó ni un tiro en Juchitán, desde donde su corresponsal “telegrafía en el sentido que damos esta nota”. Josefina Arenas, sobrina de Gómez, tiene presente la llegada de León a Juchitán y las fechas.117 Yo me crié en la casa del licenciado Gómez. Yo tenía ocho años. Él fue un hombre muy importante y fue juez en Tlaxcala, era muy importante y frecuentaba a Rosendo Pineda, que fue Ministro de Gobernación; igual otro juchiteco, Rosalino Martínez. Estos fueron los que le dieron puestos altos al licenciado Gómez. Él apoyaba a Francisco I. Madero, pero quería como vicepresidente a Vázquez Gómez. Entonces, ya no le gustó que hubiera escogido al vicepresidente Pino Suárez. Ya no estuvieron de acuerdo. […] Pero siempre Xavisende ha tenido pique con Oaxaca. Él era Presidente Municipal y se nombró a un Jefe Político, que era la mayor autoridad. No le gustó, el Presidente era de ñapa. Por eso peleó el licenciado, para que se fuera el Jefe Político Enrique León. Fueron condiscípulos en la Universidad, las circunstancias los separaron. Enrique León estaba de acuerdo con Benito Juárez Maza. Cuando empezó la revuelta la viuda y sus hijas se fueron a Tonalá. Un mes estuvieron allá, porque el día cuatro de diciembre lo mataron. El día que vino a Juchitán, Enrique León fue a buscar a Che Gómez a su casa, estuvieron un rato de acuerdo, luego se enfrentaron. Él no quería un Jefe Político de fuera, quería que el pueblo fuera independiente, que tuviera su propia gente, que el Presidente fuera de verdad, no pura apariencia. Ésa fue su lucha. Nosotros salimos, porque entonces vivía yo con ellos, en la época de la revuelta. Como a las 12 de la noche llegó a la casa y le dijo a su esposa, doña Rosaura Bustamante, que saliéramos del pueblo. Nos fuimos a la casa de mi tío David Gómez y luego nos fuimos a vivir a Tonalá. Duramos un mes, exactamente, porque el día 2 de noviembre se hizo la revolución de Xavisende, y el cuatro [de diciembre] lo asesinaron. Fue la primera gente que levantó once mil hombres en el Estado, de Juchitán.
117. Xavisende es el nombre que recibe Juchitán en zapoteco: deformación de San Vicente. Ñapa quiere decir pilón, extra, sobrante. Aunque la señora Josefina da su testimonio en español, se refiere a Juchitán con su nombre zapoteco, porque el orgullo de hablar esta lengua es particularmente pronunciado —medio siglo después— entre los verdes, para denotar su simpatía con “los de abajo”.
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30 OCTUBRE
DEMOSTRACIÓN NUMEROSA Y PACÍFICA DE PROTESTA
Cuarenta días que conmovieron al Istmo
Varios telegramas de este día mencionan una manifestación pacífica llevada a cabo en Juchitán. Juárez Maza acusa a Gómez, reenviando al Presidente Interino los mensajes del Jefe de la Zona y de Guadalupe Ochoa. Por la confirmación de una nota enviada al día siguiente, nos enteramos de otro mensaje que se envió este día. Asimismo, vuelve a asegurar a los quejosos juchitecos que sus males terminarán con el nombramiento de un nuevo Jefe. El Correo del Sur da noticias de conflictos en la región. Oaxaca de Juárez, 31 de octubre de 1911 Con fecha de ayer dije a Ud. por vía telegráfica lo siguiente: que confirmo. El jefe de la 9ª Zona Militar en Juchitán en telegrama de hoy díceme lo siguiente: Comunícole hoy citó Lic. Gómez a nombre Jefe Político habitantes pueblos del Distrito, sin decirles objeto, pero trata de hacer demostración numerosa y pacífica de protesta por toma posesión nuevo Jefe Político. Renuevo a Ud. las protestas de mi atenta y distinguida consideración. Sufragio Efectivo. No Reelección. Oaxaca de Juárez, a 31 de octubre de 1911 Benito Juárez (rúbrica) México D. F. Al C. Presidente de la República
En telegrama de esta fecha me dice de Juchitán el Sr. Guadalupe Ochoa lo siguiente: sin novedad llegada Jefe Político. Pueblo prepara una manifestación pacífica. Informarélo. Y me honro en transcribirlo a Ud. para su conocimiento. Benito Juárez Nota: Recibido Castillo de Chapultepec.118
Correo del Sur cabecea así su primera plana de este día: “Se declaran independientes del Estado Juchitán y Tehuantepec. Se dice que se levantó Che Gómez”. La breve y premonitoria nota, que anticipa los hechos sin citar fuentes, advierte que tal vez se trate de una exageración. La información procede evidentemente de la ciudad de Oaxaca —ya que nada de lo anterior se había dicho antes— y afirma que Gómez propone términos al Gobierno Federal, aunque agrega que conviene esperar noticias fidedignas. En nuestra edición de ayer noticiamos a grandes plumadas que en Juchitán se registraron el sábado desórdenes de importancia. Ayer circularon rumores muy graves que nos apresuramos a consignar con las debidas reservas.
118. AM 22-4-283, igual mensaje en 19-2-244; 19-2-54.
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Se dice con insistencia que el Presidente Municipal de la cabecera de Juchitán, licenciado José F. Gómez, conocido en aquella región por Che Gómez, se acaba de levantar en armas proclamando la independencia del Gobierno del Estado, los distritos de Juchitán y Tehuantepec los que se rigen [sic] en Territorio Federal, dirigiéndose ya al Gobierno Federal para conseguir ese objeto. No hemos logrado confirmar esta noticia no obstante haber ocurrido a todas las fuentes que hemos creído oportuno, habiéndonos ya dirigido a nuestro corresponsal en Juchitán. Creemos que habrá mucha exageración en esas noticias, pero de ser cierto implicarían un caso se suma gravedad. Ayer circularon rumores muy graves que nos apresuramos a consignar con las debidas reservas. Se dice con insistencia que el Presidente Municipal de la cabecera de Juchitán, licenciado José F. Gómez, se acaba de levantar en armas proclamando la independencia del Gobierno del Estado, los distritos de Juchitán y Tehuantepec dirigiéndose ya al Gobierno Federal para conseguir ese objeto.
Antonina y su esposo Amado —quitándose la palabra uno a otro—, cuentan al alimón el inicio del movimiento. Amado: —La revolución de Che Gómez fue por cosas de partido. Por partido, hijo, por partido. Antonina: —Es que Che Gómez no estuvo conforme que el gobierno explotara al pueblo. —La justicia estaba en manos del partido rojo. —Che Gómez levantó otra bandera, pero fue para su castigo y para el nuestro, porque no mató a aquellos soldados. Se llenó de soldados el pueblo. —Los del partido rojo odiaban a la gente de abajo. Los de arriba —para el norte— era en casi todos rojos. Y eran los que manejaban siempre la justicia, siempre ellos. Por eso la gente los odió. El licenciado Gómez, como era de nuestro pueblo, dijo: “No estoy conforme con que pisoteen a mi pueblo. Si puedo arreglarlo, voy a arrancarles la justicia que imponen para que gobierne en su lugar gente del pueblo”. Por eso Che Gómez formó el partido verde. Todo eso lo vi, hijo. Parece que después Che Gómez logró dominar a los militares. Aquí estuvo el 25 Batallón, que eran partidarios de Porfirio Díaz, los militares se retiraron. Un general del gobierno se unió a los del partido rojo y fue por eso que hacían lo que se les dio la gana. Todo eso lo vi, hijo. Los militares se fueron a Ixtepec, allá hubo un destacamento. Pero como buenos militares, poco a poco buscaron cómo atacar al Che; ya para entonces Che Gómez tenía seguidores, tenía su gente. Ya lo sostenía el pueblo y él armó a sus partidarios. Los rojos querían que los militares regresaran. Cuando se dieron cuenta de que Che Gómez les había ganado, le avisaron al gobierno cómo estaban las cosas. Los rojos fueron a pedirle ayuda al gobierno de Porfirio Díaz. Juárez Maza no les cumplió su capricho a los rojos; no podía permitir que se matara la gente por cosas de partido, por asuntos de acá, por política. —Nada más que por política fue todo. Los rojos fueron los culpables, ellos hicieron todo.
31 de octubre
¿SE NOS PROPONE SANGRE? ¡VENGA ESA SANGRE!
Benito Juárez Maza envía telegramas, a nombre propio, y transcribe los enviados a lo largo del día. Tras acusar al licenciado Gómez de vazquezgomista —el resto del estado merecería tal calificativo según los cómputos electorales—, propone la única solución que se le ocurre: es la misma solución practicada durante más de veinte años para lidiar con Che Gómez, solicita le llamen a su curul o le den empleo lejos de Juchitán. Los legisladores de Oaxaca rechazan los reclamos de los juchitecos y apoyan a Juárez Maza. El Gobernador se comunica vía telegráfica con el Ministro de Gobernación: Hoy digo al Señor Presidente de la República lo que sigue: Muy importante sería influyera Ud. y el Señor Madero para que se lleve adelante mi súplica en el sentido indicado. Llámaseles la atención que Lic. Gómez puede provocar un movimiento Vásquez-Gomistas. Benito Juárez A Ernesto Madero, Ministro de Hacienda le repite: Licenciado José Gómez, según informes se propone hacer un movimiento en favor Vázquez Gómez en Juchitán. Como medida radical para evitar este peligro convendría llamar Gómez dándole empleo Hacienda algún Estado lejano. En este sentido por esta vía dirigíme ya Señor Presidente y Ministro Licenciado Rafael Hernández y por carta hace ya varios días a Ministro Señor Calero dando éste último amplias referencias sobre dicho Señor. Favor hablar con ellos. El caso es urgente. Benito Juárez Al Presidente Interino le remite un mensaje enviado desde Tehuantepec, cuya respuesta leemos en nota al calce anotada en la copia del Archivo Magaña. Oaxaca, 31 de octubre de 1911 telegrama cifrado y transcripción Presidente de la República URGENTE Atentamente transcríbole lo que sigue del Jefe Político de Tehuantepec: Respetuosamente manifiéstole que único medio arreglo asuntos Juchitán consiste alejar Lic. Gómez. Manifestaciones protesta contra nuevo jefe son obra Gómez arregladas transmano. El remedio seguro y eficaz ayuda que prestaría Ud. al Estado será, llamara Ud. a Gómez a esa capital haciéndole serias prevenciones, no creo desacate sus órdenes, de otro modo comprometeríamos tranquilidad hasta del país. Sr. Gonzalo Gaza, Subsecretario Gobernación y Sr. Lic. Calero, Srio. de Justicia podrán amplias referencias de Gómez y peligros que éste puede provocar. Suplícole respuesta inmediata. El Gobernador Benito Juárez
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R: Enterado telegrama relativo venida a esta capital personaje a que Ud. se refiere. Según noticias que tengo ha sido llamado por Legislatura del Estado y creo que ésta [medida] terminará diferencias. Permítame a la vez manifestarle a Ud. que ayer dirigía dicho personaje un mensaje en que lo excito para mantenimiento orden. Y que hoy repítole recomendación. F. L. de la Barra. 119 Envía también un mensaje al subsecretario de Gobernación sobre su sospecha de un acuerdo entre Ochoa y Gómez. Ambos negarán este vínculo durante el mes siguiente pero, como se verá al final de esta historia, los lazos de simpatía resultaron ciertos. Es extraño que se informe que ha salido rumbo a México dos días antes de que sea aprehendido en Rincón Antonio; esto revela las precauciones tomadas por los rebeldes ante las constantes delaciones. Advierte en el mismo sentido —en clave— a Enrique León, refiriéndose a él en su calidad de Jefe político de Juchitán, aunque aún no toma posesión de su cargo.120 Lic. Federico González Garza Vehementes sospechas tengo de que Guadalupe Ochoa está de acuerdo con Licenciado José Gómez de Juchitán. Desconfíe Ud. de informes que le dé sobre el rumbo hoy que va a ésa.
Enrique León: Por ningún motivo confíe ofrecimiento ni de ayuda, ni de lealtad Guadalupe Ochoa. Sabemos que está unido Licenciado Gómez. Juárez Maza envía órdenes terminantes a Telésforo Merodio, Jefe de las Fuerzas Federales de la 9ª Zona del Istmo en San Gerónimo. Por vía telegráfica y oficialmente, se ordena la entrega de dicha Jefatura al señor León.121 A su vez, desde Juchitán, Gómez responde en un mensaje a León de la Barra, con cierta sorna, “agradezco sus sabios consejos” —cabe suponer que se trata de una recomendación sobre la necesidad de contener el pueblo indignado, el respeto de la ley, o la necesidad de que vuelva inmediatamente a Oaxaca. Califica de tiránica la imposición de un Jefe Político, prometiendo una vez más que el pueblo no atacará a las Fuerzas Federales si éstas no los agreden. En el calce del telegrama, una nota dictada por el Presidente Interino reitera a Gómez el propósito del Gobierno Federal en sostenerlo, seguida de otra que indica que se envíe el telegrama de Gómez a Juárez Maza. Juchitán, Oax., 10:59/11:22 pm. 31 de octubre de 1911 Presidente de la República Sanos consejos tiene su respetable mensaje de hoy que refiérome, han sido ejecutados por pueblo, H. Ayuntamiento, por mí y por particulares y manifestación popular en forma pacífica, respetuosa ante el Sr. Gobernador sin que tales medios legales obtengan resultados favorables. Como pueblo juchiteco tiene conciencia de sus derechos y soberanía y estimando que negativa Gobernador a su instancia es sólo efecto del poder y no del deber
119. ABJM 3-228, 3-231; AM 19-5-172, igual mensaje en: ABJM 3-226. 120. ABJM 3-232; 3-225. 121. ABJM 3-224.
de procurar bienestar público a que está obligado y agotados tales medios en este momento encuéntrase en actitud enérgica, con una significación de estar dispuesto a conquistar una vez más sus libertades. Como esta actitud del Gobierno Estado no es consecuencia de un gobierno meramente popular y democrático y sí tiránica ella provocará perturbación paz pública siendo propio Gobierno responsable ante nación, mundo civilizado todo derramamiento sangre mexicana. Nuestra actitud es respetuosa con Fuerza Federal, sólo defenderémonos si atácasenos, considerando remoto tal extremo, porque esperamos que Gobierno Federal hará respetar justa demanda de tener autoridades que satisfagan su bienestar. Debo decirle Sr. Presidente que entregando Jefatura pueblo declárase completa rebelión. Por paz pública, por honor nacional, ruégole evite todo derramamiento de sangre a que nos orilla Gobierno Estado. Por mi parte garantizo todo orden respetándose voluntad popular. Espero que respetable contestación sea iris de paz para pueblo juchiteco, sirviéndose recomendar Fuerza Federal no ataque pueblo, que pueblo no atacará. El Jefe Político José F. Gómez R: Enterado telegrama de Ud. reitérole lo que dirigí ayer explicándole que contribuyera Ud. a mantenimiento paz y que pueblo juchiteco recordara propósito firme Gob. Federal de sostenerle. F. L. de la Barra. 122 Los telegramas de adhesión a Gómez siguen llegando a la capital. Iguales mensajes llegan también a la Legislatura de Oaxaca —si no éstos, otros muy semejante son enviados por los mismos remitentes, como solía hacerse. Juchitán, 31 de octubre de 1911 Francisco León de la Barra Presidente de la República Suscritos comerciantes de esta plaza atentamente rogámosle intervenga con Sr. Gobernador Estado acceda petición este pueblo permanencia en su cargo actual encargado Jefatura Política Lic. José F. Gómez. Lic. Gómez préstanos toda clase de garantías en derecho propiedad e intereses, es hijo del lugar y pueblo tiene plena confianza en él. Esperamos favorable acogida petición sirviéndose contestar en razón grave estado agitación popular. Respetuosamente Gerente Sucursal Banco Oriental, Pánfilo Ríos. Cajero Cont. Sucursal B. Oriente J. L. Sanatella, Fco. E. Dordelly, Samuel R. Vera, Juan Jiménez, Carlos H., J. Arenas, Secretarios. Miguel Musalem. Por Pan [americano] Ríos, depto. de tienda. Faustino Ortiz. Por la Cia. de Luz y Fuerza S.A. El Encargado E. Enríquez. Nota al verso de ambos : Pasa a J. Maza 123 La sesión de la Cámara de Oaxaca, el día 31 de octubre, fue bastante agitada, sin el menor asomo de ningún iris de paz. Se discutió la petición de varios vecinos de Juchitán para que Juárez informe a los diputados acerca de las razones por las cuáles ha decidido no mantener a Gómez como Jefe Político. Los diputados discuten la legitimidad de la petición de unos cuantos ciudadanos, las limitaciones de la Cámara para la cues-
122. AM 19-5-174. 123. AM 19-5-206 y 207.
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tionar al Ejecutivo del Estado y las medidas que deben tomar los legisladores, puesto que el Gobernador no se extralimita en sus derechos al nombrar a los Jefes Políticos. Antes de rechazar la solicitud, el diputado Acevedo hace uso de la palabra. Su intervención es de tal virulencia que Nueva Era la reprueba en una nota de dos días después, bajo el encabezado: “No quieren imposición en Oaxaca”. El corresponsal explica la furia de Diputado. El Dr. Acevedo, presidente municipal impuesto por el gobierno caído, se expresó en términos incorrectos acerca del pueblo y las peticiones que éste hace, en vista de las libertades alcanzadas por el triunfo de la Revolución. Dijo entre otras cosas, que el pueblo y los peticionarios estaban formados por chusmas inconcientes instigadas por bandoleros…124 Se discute en la Cámara oaxaqueña desde estas fechas el mecanismo para el nombramiento de autoridades, esgrimiendo los mismos argumentos que se repetirán a lo largo de todo el conflicto: el principio de autoridad debe imponerse sobre el del sufragio, acatando la Constitución del Estado —el decreto del que favorece el sufragio popular no es constitucional, por lo tanto no puede regir por encima de la ley suprema: se considera que el procedimiento de plebiscito para los cargos de autoridades regionales es apenas una promesa electoral o un decreto provisional del Gobierno Interino de Díaz Quintas y debe revocarse. La sesión es reseñada en el Periódico Oficial de Oaxaca.125 Sesión del 31 de octubre de 1911 [Se da lectura a un] Telegrama: De varios vecinos de la Cabecera del Distrito de Juchitán, en que piden como medida de orden público, solicite esta Cámara que informe con justificación el ciudadano Gobernador del Estado, por qué no atendió los deseos de ese Distrito que pidió el sostenimiento del Jefe Político que ellos deseaban, y que para comprobar su pedido presentarán oportunamente los documentos necesarios.— Primera lectura. Por orden de la Presidencia se dio segunda lectura al telegrama antes mencionado, y concluida ésta, pidió en el acto la palabra el ciudadano Diputado Olivera y dijo: Para manifestar que la petición a que se refieren en este telegrama los firmantes del Distrito de Juchitán, no debe aceptarse. El telegrama sólo viene firmado por cinco o seis individuos, y esos firmantes, no pueden, por más que lo digan, hablar en nombre del pueblo juchiteco. Si en el presente caso aceptáramos una petición concebida en esa forma, resultaría que, atendiendo ahora a esos seis individuos que piden un Jefe político, mañana vendrían otros seis pidiendo a otro; pasado otros cinco, y después otros grupos más, tantos como fuera el número que de estos grupos forman un Distrito, todos pidiendo a su vez diferentes autoridades políticas. Por eso soy de la opinión que no se acepte, que no sea admitida la petición de los juchitecos, en este caso. El ciudadano Diputado Gil, en uso de la palabra dijo: Señores Diputados: la Constitución política del Estado previene que el Gobernador del mismo puede nombrar y remover, según lo juzgue conveniente, a los Jefes Políticos de los Distritos, así pues que, conviniendo en que el Estado se encuentra relativamente en un estado de tranquilidad y en que por tanto, las funciones de las autoridades se desarrollan conforme a la ley, no veo por qué habremos de revocar las disposiciones del Eje-
124. Nueva Era, 2 de noviembre de 1911. 125. Publicado el 17 de febrero de 1912, Periódico Oficial, núm. 12, p. 3 y 4.
cutivo cuando éstas han sido dictadas en el legítimo ejercicio de sus atribuciones. Los Poderes constituidos en el Estado bajo el nuevo régimen, son netamente legales y sus actos lo deben ser también. No hay por qué discutirlos pues, como muy bien lo dijo el compañero Olivera, puesto que estos actos son legales, netamente constitucionales y conforme a esto soy del parecer que se despache de plano la solicitud que contiene el anterior telegrama. El ciudadano Diputado Acevedo pidió la palabra y dijo: El telegrama que se acaba de leer y que se halla en estos momentos a discusión, fue precisamente el que motivó la sesión secreta iniciada por la Presidencia; pero los señores Diputados, y yo con ellos, resolvimos que este asunto se discutiera públicamente, porque entendemos que es necesario que el pueblo a quien representamos esté enterado de los procedimientos de la Cámara (acabo de oír que el señor Presidente juzga impertinente esta declaración a lo que debo contestar, que cuando se procede con rectitud, que cuando se obra de conformidad a la ley, no hay por qué tener escrúpulos de esta naturaleza; sino que muy por el contrario, debemos caminar derecho y con resolución, puesto que nada menos que cumplimos, pagamos la deuda que con el público tenemos contraída). Estoy muy conforme, señores Diputados, estoy muy conforme con lo que dice el señor Presidente, respecto a que no se debe admitir, más bien que se deseche de plano esa necia solicitud en que no se ven más que las bastardas intenciones de un partido qué digo ¡de un partido! no señores, no de un partido, sino de un reducido grupo de individuos que desesperadamente luchan, con muy reprobados medios, para la realización de un deseo que satisfaga sus particulares intereses. Es preciso que se ponga un hasta aquí a esas farsas ridículas que denigran y pisotean impunemente nuestra representación; hay que poner un coto a esas manifestaciones que mal cubiertas con el ropaje de la mentida popularidad, pretenden imponerse, no sólo en los Distritos, sino aun en el mismo seno de esta Ciudad, queriendo que a su antojo camine la administración pública, sin reparar en que en el Gobierno ya están representadas las aspiraciones del pueblo legítimamente seleccionadas en las pasadas elecciones. No, Señores Diputados, hay que tomar una resolución definitiva; hay que resolverse a comprender nuestras atribuciones y a ejercerlas. Asumir una actitud que corresponda a nuestra dignidad, es lo que propongo; en ese telegrama, puede decirse que nos amenaza con la efusión de sangre si no se acuerda de conformidad su petición, y esa amenaza la formulan tres o cuatro individuos; pudieran ser diez, veinte o quinientos, pero ¿esto es un motivo para que dejemos de cumplir? ¡No, Señores! Yo por mi parte sé decir que no admitiré la odiosa imposición de la amenaza. ¿Se nos propone sangre? ¡Venga esa sangre! Que la representación del pueblo oaxaqueño sabrá cumplir por todo, y sobre todo su cometido. No nos amedrenta la burda amenaza del partido, hay que hacer comprender a esos bandoleros, porque bandoleros les llamo yo a los que asaltan caminos y explotan en las ciudades, que ya estamos fastidiados de soportar necias e infundadas exigencias. ¡Que se deseche la solicitud! ¡que no se acepte! El ciudadano Diputado Luna pidió la palabra y en uso de ella dijo: Lamento señores Diputados, no ir de acuerdo con lo que acaban de manifestar los señores Diputados
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Olivera, el señor Presidente y Diputado Acevedo, porque como se ve, del texto del telegrama, ofrecen enviar documentos que comprueben su aserto, y no estaría por demás, que esperásemos esos documentos para sujetarlos al criterio de la Cámara y resolver en vista de ellos lo conveniente, ya sea declarando sin lugar a la solicitud, o ya admitiéndola para su estudio. El ciudadano Diputado Olivera pidió la palabra y dijo: Para manifestar al ciudadano Diputado Luna, que se trata de la petición que entraña ese telegrama, y que por eso me opongo yo a que se admita, puesto que no viene firmado más que por un reducidísimo número de individuos que no pueden ser, como lo dicen, la representación del pueblo del Distrito de Juchitán. Si los documentos vienen después, sobre los documentos se resolverá, pero no hacerlo en vista de ese telegrama, que antes que todo, y más que todo, es una amenaza que no nos debe intimidar. El ciudadano Diputado Montiel pidió la palabra y dijo: Yo pido que esa solicitud se deseche; primero: porque contiene un atentado contra la ley escrita, pretendiendo que esta Cámara proceda contra actos llevados a cabo por el Ejecutivo del Estado en el pleno ejercicio de sus funciones, tales como son el nombramiento y remoción de los Jefes políticos de los Distritos, y que éste se halla en libertad de hacerlo, según le convenga, para la mejor marcha de sus labores administrativas, en lo que la Cámara no debe inmiscuirse, porque sería nada menos que invadir una esfera de acción de todo punto ajena a sus funciones y segundo, porque lo que piden los cinco o seis vecinos del pueblo de Juchitán, es que se solicite al Ejecutivo un informe con justificación de esos actos, cosa que pugna abiertamente con el Reglamento económico del Congreso, porque sólo tiene el derecho según él, para solicitar informe, el Poder Legislativo, cosa que de hacerse se haría en la misma forma de la interpelación que hace días se le hizo; pero no un informe con justificación porque sería caer en el vicio que señaló en el primer punto. El ciudadano Secretario preguntó a la Cámara si se declaraba suficientemente discutido el asunto de que se trataba y habiendo contestado ésta por la afirmativa, se preguntó si se admitía, y procediéndose a recibir por votación nominal la resolución, resultó rechazada por mayoría absoluta.- Comuníquese. La discusión continuó, ya que días después el diputado Olivera declara que los nombramientos de autoridades debían de ser acordes al sentir de los ciudadanos interesados.126 Lo que dolía a los diputados locales era que Gómez había sido electo diputado como ellos y en vez de estar en Oaxaca, discutiendo —neutralizado y sometido— desdeña su cargo legislativo y luego solicita su intervención, para que le avalen. Si Gómez ya había sido electo, ése era el sufragio que debía acatar. Les lastima que prefiera los derroteros de la acción a los de la política; y les seguirá ofendiendo incluso tras su muerte.
1º de noviembre
Indispensable para la marcha de mi Gobierno
El día de los muertos chiquitos, primero de noviembre, hay un cruce frenético de telegramas para justificar o evitar —al menos hipotéticamente— la inminente ruptura de hostilidades entre los chegomistas y los federales. José F. Gómez escribe a León de la Barra, confiando todavía en su intercesión ante el Presidente Electo y reiterando su apoyo al Gobierno Federal. Más tarde reclama, nuevamente que Juárez Maza le exige entregue la Jefatura y lo responsabiliza por las acciones de protesta que surjan del pueblo. El Presidente Interino, esta vez, decide mostrarse sorprendido y le escribe que debe acatar el mandato del Gobierno Constituido. Juárez Maza, por su parte, opina que un nuevo Jefe Político es indispensable para sostener el principio de legalidad y que, como Gómez se niega a entregar la Jefatura apoyándose en el argumento de que el pueblo se lo impide, el nuevo Jefe tomará posesión de su cargo con ayuda de las Fuerzas Federales, las cuales ya recibieron sus mensajes. La nota del secretario del Presidente Interino —no tenemos sino alusiones a estos telegramas— asegura que ya reconvino a Gómez y ya acordó con Guerra. Juchitán, 1º de noviembre de 1911, telegrama al Presidente de la República. Respetuosamente correspondo superior mensaje de hoy. Pueblo juchiteco y yo reiteramos Superior Gobierno adhesión y confiamos que su bondadosa intervención resolverá satisfactoriamente conflicto pendiente. Una vez más garantizo paz en Distrito de Juchitán. El Jefe Político José F. Gómez.127 Oaxaca, 1 de noviembre de 1911 Presidente de la República Deseando no dé crédito a diversas solicitudes que supongo ha recibido y recibirá de Juchitán relativas a la conveniencia de que Lic. José F. Gómez continúe en calidad de Jefe Político me permito anticiparle sobre las maniobras del mismo Licenciado Gómez quien se ha encariñado con la Jefatura del Distrito, suplicándole no les de oído por hacerse indispensable a la buena marcha de mi Gobierno sostener principio de autoridad. Benito Juárez R: Enterado con interés mensaje. Bien me doy cuenta situación real y hago gestiones en consecuencia. Saludos. F. L. de la Barra Juchitán, 1 de noviembre de 1911 Al ciudadano Enrique León Presente
126. Sesión del 6 de noviembre del mismo año. Recogida por el periódico El Avance. Consúltese en la entrada de ese día.
127. AM 19-4-115 y 19-5-173.
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Mi buena disposición para acatar la orden del superior Gobierno del Estado de entregar a Ud. esta Jefatura Política que accidentalmente tengo a mi cargo, se estrella contra la voluntad imperativa del pueblo de no efectuar yo dicha entrega, y como a Ud. mismo se ha hecho la misma manifestación en forma pública, en vista de tales circunstancias de fuerza mayor sería una imprudencia imperdonable de mi parte contrariar, por el momento, una voluntad irresistible, exponiendo a la irritación popular la persona de Ud. y la mía. Y más aún, por la actitud popular, en este momento se daría lugar a un conflicto de graves consecuencias que lamentaría el país entero, el trastorno público. En vista de estas razones suplico a Ud. se sirva dar cuenta al superior Gobierno del Estado de los motivos que existen para no hacerle a Ud. entrega desde luego de la Jefatura de mi cargo. Sufragio Efectivo. No Reelección. Juchitán de Zaragoza, a 1º de noviembre de 1911 E. J. P. E. José F. Gómez128
Juchitán,11:25/ 11:59 am, 1º de noviembre de 1911 Presidente de la República Palacio Nacional Acabo recibir mensaje Señor Gobernador Estado en que ordénaseme nuevamente entregar Jefatura, no obstante haberle indicado fuerza mayor que impídeme efectuarla, voluntad imperativa del pueblo. Como actitud pueblo es resultado contra determinación Sr. Gobernador acabo manifestarle tal circunstancia. Esto agrava situación destruyendo propósito mío de conservar orden público ofrecile mensaje anterior. Hago constar ante Ud. y ante Nación que perturbación tranquilidad pública aquí deberase a Gobierno del Estado que en vez de satisfacer justa demanda de un pueblo provócalo a rebelión. Pueblo juchiteco manifiéstale que sostendrá todo trance su bienestar y soberanía. Respetuosamente. El Jefe Político José F. Gómez R: Enterado del de Ud. Me han sorprendido términos de él pues creo que no hay derecho para desobedecer órdenes de un Gobierno constituido. Espero comprenda Ud. obligación acatar disposiciones legales y evitará todo motivo perturbación paz pública. F. L. de la Barra. 129
A pesar de que Gómez dice que no podrá evitar un enfrentamiento si no se interviene en defensa de los juchitecos, casi dos horas después de haber recibido este mensaje León de la Barra transcribe a Juárez otro, anterior, en sentido contrario. En Oaxaca, en cambio, sí dan cuenta de haber recibido la acusación y reto de Gómez. Juárez pide al Presidente el apoyo de las Fuerzas Federales, acuerda su auxilio y lanza al ruedo a Enrique León —que no sale del Cuartel en varios días, hasta que termina el fuego. Oaxaca, 1 noviembre de 1911, 1.54/ 3.20 pm, telegrama de Heliodoro Díaz Quintas Sr. Enrique León, Jefe Político:
128. AJFG doc. 5. Al verso, del documento 6. 129. AM 19-4-114.
El presidente municipal de esta cabecera, Lic. José F. Gómez, encargado de la jefatura, en telegrama de hoy dice a este Gobierno lo siguiente: “Pueblo actitud amenazante imponiéndome no entregar jefatura al señor León. Como de insistir ante fuerza mayor peligra paz pública y nuestras vidas estimo prudente que Ud. dé sus últimas instrucciones. Mientras Ud. resuelve lo conveniente garantizo todo orden no obstante actitud popular que concrétase sostener su soberanía y bienestar”. Y por acuerdo del C. Gobernador, lo transcribo a Ud. para su conocimiento. 130
Oaxaca, 6:30/ 7:29 pm, 1 de noviembre de 1911 Presidente de la República Francisco León de la Barra Acabo recibir procedente Juchitán el siguiente telegrama: Jefe Político encargado comunícame oficialmente que no hace entrega de la Jefataura porque pueblo se opone; como para hacer cumplir órdenes superiores se hace necesario atacar pueblo comunícolo para lo que tenga a bien disponer. Jefe Fuerza en ésta ya se dirige a General Zona en mismo sentido y espera órdenes. En vista anterior mensaje para hacer respetar principio autoridad y cortar intrigas y destruir caciquismo ordené nuevo Jefe Político nombrado requiera nuevamente Lic. Gómez entregue Jefatura y en caso insistir negativo tome posesión Jefatura amparado Fuerza Federal. Espero ese Gobierno se sirva en caso necesario remitir más Fuerza Juchitán para prevenir desórdenes y hacer respetar determinaciones de este Gobierno. Salúdolo afectuosamente Benito Juárez R: Enterado telegrama de Ud. relativo envío Fuerzas Federales a Juchitán. Ya acordé con Guerra salga de Minatitlán. Informe. F. L. de la Barra Igualmente al Lic. Gómez extrañándole su proceder desobediencia al Gobernador.131 Oaxaca, 1 de noviembre de 1911, 8.30/9.50 pm Sr. Enrique León: Queda enterado el C. Gobernador del contenido de su telegrama cifrado, y le recomiendo dé aviso a esta secretaría tan luego como se reciba de la jefatura. Heliodoro Díaz Quintas132
En la Sesión del 1º de noviembre, la Legislatura de Oaxaca presidida por el Lic. Gil, acuerda, aprueba sin comentarios y ordena se notifique: 1º. Cesa la licencia que se concedió al Ciudadano Diputado José F. Gómez. 2º. Llámesele urgentemente por vía telegráfica, comunicándole íntegro el presente acuerdo. 3º. Se le conceden seis días improrrogables, contados desde el día de mañana para que se presente a esta Cámara.133
130. AJFG doc. 2. 131. AM 19-4-113. 132. AJFG doc. 3. 133. Periódico Oficial de Oaxaca, 21 de febrero de 1912. Ultimátum reproducido por El Imparcial y El Correo Español el 3 de noviembre.
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Juan Tista Cerqueda narra cómo se reunían los verdes en aquel entonces. En 1901 fue la lluvia de cenizas, tenía yo diez años. En 1910 ya habíamos sido maderistas y anduvimos con el coronel Ochoa. Lo de Che Gómez fue en el once. ¿Cómo empezó? Bueno, es que los militares son más cabrones. Pero el licenciado Gómez tuvo su gente, bastante jóvenes muchos de nosotros. En el río nos enseñaban a pelear, porque no sabíamos nada de eso. En aquel entonces no se consideraba al juez aquel que hacía justicia, sino al Jefe Político. Por eso se levantaron, eso fue la causa de todo. Los del gobierno querían que ese puesto lo ocupara gente de fuera y Che Gómez pedía que de aquí, del pueblo, gente nuestra, de nuestra sangre. En eso estaban y peleaban por política y cuando la cosa se puso más fuerte, iba cantidad de gente hasta su casa, se le acercaban. Había un general, Merodio. Estaba en el cuartel y le dijo que se iba a salir para otro lugar. Llegó otro militar de nombre Zozaya, enviado por el gobierno, y ocupó el cuartel. En la casa de Gómez, como les dije, había mucha gente. Cuando la cosa se puso peor se decidió el día en que Zozaya iba a atacar a Che Gómez. En Oaxaca, el Periódico Oficial apunta que en el Congreso los diputados discuten los Ingresos. Se presentó una iniciativa del Ejecutivo para aumento de salarios a Directores y Ayudantes de escuelas en la Ciudad y Cabeceras de Distritos. Tlaxiaco, pide escuelas. Los asuntos segregacionistas no son atípicos de Oaxaca: en el mismo sesión legislativa se da cuenta de la solicitud de Villa Hidalgo para que se declare a Villa Alta Cabecera. Pochutla, quiere que se les segregue de Chacalapa. Piden se erija Jamiltepec en pueblo. Solicitan Tataltepec tenga categoría de Villa.
2 de noviembre
Encarézcole contribuya a un acuerdo
Amado retoma su relato, que complementa su esposa Antonina. —’Ora verás, el 2 de noviembre estaban colgando las ofrendas. Después vino un enganche de militares… —El cañón fue el que nos obligó a huir, xa papá. Maldita sea, ¡por no saber usar un cañón! —…que se presentaran en el cuartel. Pero ya Che Gómez tenía su gente. Le dijeron: “tenemos que quitarles las armas a los soldados”. Pero como nunca habían visto un cañón, no sabían cómo funcionaba. Y el licenciado les dijo: “No, hermanos, está bien que haya venido ese cañón, y está bien que llegue hasta el cuartel, al cabo nos lo van a regalar”. “Pero son muchos soldados”, le dijo ta Vito Chare.
Sí, fue en Todos Santos. Hubo un hombre Nicu Dada que había sido federal. Él instruía a la gente de Che Gómez, les enseñaba cómo pelear. […] Llegaron como a las doce del día y entraron también al cuartel. Y la gente le avisó a Che Gómez: “¿Ya viste que llegó más gente al cuartel?” Y como algunas de las nuestras vendía fruta en el Palacio —a los presos seguramente — cuando las mujeres pasaron frente al cuartel ya vieron que los soldados estaban haciendo sus troneras. Eso quería decir que los soldados llegarían por el otro lado; venían a destruir el pueblo. Decían: “son puros indios, ¿por qué no les parten la madre? No les tengan lástima. Empiecen a cavar troneras y llegaremos dispuestos a enfrentarlos.” Se construyeron las troneras y vieron eso las que vendían fruta y comida en el palacio. Ellas trajeron la noticia, le dijeron a Che Gómez: “Pónganse listo, porque esas troneras son para enfrentar a los juchitecos”. Hasta entonces se prepararon. “¿Ya viste?”, le gritaban a Che Gómez. —Ya tenían coraje aquellos hombres, por la equivocación de Che Gómez —dice Antonina. —”¿Y ahora qué alegas?”, le gritaban. “¿Los atacamos ahora o no?, ya son muchos militares.” Ya estaban los centinelas y como a las dos de la tarde empezó el fuego: tronó y tronó el cuartel. Cayeron los primeros centinelas. Fuerte el ruido, rápido: sonaban los disparos. El gobierno tenía tiros y cartuchos, y la gente pensaba que ya se iba a terminar todo. —Así parecía, ¿verdad Amado? ¡Contra el gobierno pelaban! —Esa tarde parecía que ya habían ganado, porque habían muerto muchos soldados.
Tras fallidas invitaciones para un encuentro —una cena o una cita que algunos niegan y otros afirman— León se dispone a recibir la Jefatura. Gómez asegura que la entregará y sale del Palacio. A las dos de la tarde, más o menos, comienza el tiroteo. El asunto de quién comenzó el fuego siempre será un misterio. Los verdes aseguran que comenzó en el Hotel Central o en el Cuartel —los testigos que estuvieron en el Hotel en ningún momento lo mencionan—; los Federales y León afirman que lo comenzaron los rebeldes. Ni Gómez ni León participan en las batallas. Las familias, alarmadas ante la inminencia del enfrentamiento, comenzaron a salir días antes de Juchitán rumbo a sus ranchos o hacia las vecinas poblaciones de San Gerónimo, Salina Cruz y Tehuantepec, oteando la violencia; entre ellas se encuentran casi todos los que nos narran sus memorias y la de Vicente Matus, quien alarmado pide a León de la Barra su intervención para que el general Merodio ayude a salir de Juchitán a los suyos, seriamente amenazados, dada la enemistad que existe entre su persona y el jefe de los rebeldes.134
Además de gritos de auxilio, a Chapultepec siguen llegando mensajes de adhesión a Gómez desde temprana hora: Estación San Gerónimo, 8 am. Noviembre 2 de 1911. Presidente Lic. Francisco León de la Barra Pueblo Ixtaltepec que represento esta vez recurre Ud. suplicándole infúyase revo-
134. AM 19-5-215 y 19-5-214.
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que nombramiento Jefe Político Enrique León por Gobernador Estado para Juchitán confirmando del Lic. José F. Gómez en quien Distrito ve bienestar general. Protéstole mis respetos. Cipriano Toledo Cano.135 Che Gómez intenta una última reconciliación —o ganar tiempo— y escribe a León de la Barra hacia las diez de la mañana: Respetuosamente encarézcole solucione hoy conflicto pendiente. Pueblo excitadísimo, juzgo que un día más serame imposible contener excitación. Suplico urgente contestación esta vía. 136 El Presidente Interino responde reconociéndole su cargo como Jefe Político y su influencia sobre los agraviados: Castillo de Chapultepec, noviembre 2 de 1911 Señor Jefe Político José F. Gómez Recibido telegrama relativo solución conflicto. Encarézcole contribuya a un acuerdo dentro de la ley, tranquilizando los ánimos de los exaltados sobre los cuales tiene Ud. tanto dominio para someterse a autoridades constituidas. F. L. de la Barra Juárez Maza agradece por vía telegráfica el reenvío de este mensaje y su colaboración. Oaxaca, 2 de noviembre de 1911 Presidente de la República Lic. Francisco León de la Barra Enterado de su mensaje de hoy. Sumamente agradecido por su eficacia al atender mi súplica y por su valiosa ayuda. Atentamente y respetuosamente. 137
Mientras tanto, Enrique León y José F. Gómez —quienes desean dejar constancia escrita de sus movimientos y órdenes, para adjudicar las responsabilidades y culpas al contrincante— intercambian notas entre el cuartel y el palacio municipal, separados apenas por la plaza: En vista de las órdenes superiores que ha recibido, mereceré de Ud. sirva decirme oficialmente si está dispuesto, obedeciendo al mandato superior, a entregarme la Jefatura política de este Distrito que por ministerio de ley es a su cargo y en su caso indicarme la hora; mereciéndole además en obsequio de la paz y buen orden mandar disolver los diversos grupos de gente armada que desde muy temprano se han hecho notar en esta población. Protesto a mi consideración y particular aprecio. Sufragio Efectivo. No Reelección. Enrique León 138 Che Gómez, contesta: Me refiero a su atenta nota de esta fecha, y en debida contestación, manifiesto a Ud. que de mi parte no he tenido ni tengo inconveniente, obedeciendo órdenes del Superior Gobierno del Estado, de entregar a Ud. la Jefatura Política de este Distrito, que desempeño por ministerio de la ley; y sólo por la circunstancia que Ud. no
135. AM 19-4-125. 136. AM 19-4-124. 137. AM 19-4-122, 19-5-210 y 19-4-123. 138. AJFG doc. 4.
desconoce y que tiene a la vista, de la actitud resuelta de este pueblo que me impone no hacer la entrega, me permití dirigir a Ud. mi oficio No. 3687, de fecha de ayer, que reproduzco en todas sus partes, por existir la misma causal. Como la actitud actual del pueblo no es movida por mí, sino que es de su espontaneidad, que, según me ha manifestado y ha manifestado a Ud. en manifestación respectiva popular, que no está dispuesto a consentir en la imposición de autoridad que no cuadra con sus intereses y derechos, es la razón de su actitud enérgica, y mis indicaciones se estrellan contra ella, y por lo mismo me considero incapaz de mandar disolver los diversos grupos a que se refiere su atenta nota a que me refiero. Por lo mismo, por lo que a mí respecta, puede Ud. a cualquier hora que le convenga presentarse a recibir la Jefatura de mi cargo; sólo que me permito manifestar a Ud. por el bien de los dos, que dada la actitud popular, es muy peligrosa la entrega en las actuales circunstancias; mi manifestación que antecede me releva de toda responsabilidad, por lo que ocurra no respetando la voluntad del pueblo. Protesto a usted mi atenta consideración Sufragio Efectivo. No Reelección. E. J. P. E José F. Gómez 139 Esa tarde, a las 6.30, de la Barra, en una nota para telegrama a Juárez Maza, le informa que ha repetido sus órdenes a Gómez de contener los agitados ánimos. 140 También esa tarde, Benito Juárez pone al tanto a Telésforo Merodio, en San Gerónimo, de lo que ocurre en Juchitán —tal y como se lo informó a él Chapital desde Tehuantepec. Es poco factible que no estuviera enterado, más bien se trata de la obsesiva necesidad del Gobernador de dejar constancia documental de todo lo que sucede. Transcríbole lo que me dice el Lic. Chapital: “Avísanme que se baten en Juchitán desde 2 p. m. Muertos pueblo doce.”; y lo que acaba comunicarme esta vía subsecretario Gobernación González Garza: “Si Ochoa fue preso reténgasele pues propósito al llamarlo fue alejarlo. Gómez niégase venir pretextando ocurriera choque entre pueblo y federales. Voy a insistir y si es posible aprehéndasele.”141
Máxima Eraclia López Riu cuenta: En aquel entonces, yo tenía once años; tenía mejor cabeza que ahora. Ahora ya estoy tonta… bueno, no tonta del todo, aunque ya se me olvidan las cosas. Pero lo que vi en aquel tiempo, ¡híjole!, eso sí lo tengo bien grabado. Empezó el día 2 de noviembre a las 2 de la tarde, era un día jueves. Peleaba en ese entonces el Lic. Gómez por su pueblo —¿está bien que diga yo estas cosas?—, peleó por su pueblo contra el general Telésforo Merodio y otro de nombre Zozaya. Se les enfrentó los días jueves, viernes y sábado. El domingo llegó un cañón, venía de Salina Cruz, embarcado en plataforma, llegó a Ixtepec; de allí se lo trajeron a pie. Con el cañón venían quinientos de infantería de Tehuantepec, llegaron otros quinientos de caballería. Contra ésos fue contra los que peleó el licenciado Gómez.
139. AJFG doc. 7. 140. AM 19-4-121. Nota manuscrita en el verso del telegrama de Srs. Club Permanente Benito
Juárez. 141. ABJM 3-328v.
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El primer día de la batalla murió un tal Alejandro López Lena, padre de la señora Fidelia Lena; murió Amado, el de Leonarda, hermana de Felícitas Terán. Al hombre ese, yo lo conocí. Murió un manco de Cheguigo, Née Stama le decían, que tenía un brazo tunco. Murió un tal Rivera, un Che Gómez chico, familiar del licenciado —no era su hijo pero se llamaba como el de su familia. Y también quedaron muchos heridos. Hirieron a Beto Chitaya, que yo conocí, le dieron un plomazo en la mera nalga; hirieron a Yencho Riú, mi padre, también en una nalga. Total, los heridos fueron 18.
A las 9:40 de la noche llega hasta el Castillo de Chapultepec un telegrama de Tehuantepec: Su mensaje 9 hoy para Jefe Político José F. Gómez, Juchitán, detenido en ésta por haber quedado cortados todos los hilos a Juchitán. 142 ¿Cuál sería el mensaje detenido de León de la Barra?
Toribio Salinas perteneció a una familia de verde estirpe: la de Gabriel Salinas, quien levantó la bandera de Che Gómez tras la muerte de éste y fue uno de los líderes más relevantes del levantamiento en 1912. Yo tenía catorce años y mi papá tenía compromiso con aquellos hombres. Chevié Salinas, que le decían, era tío mío y es el mismo que se enfrentó a los militares con otros juchitecos. El licenciado Gómez también era juchiteco. Les preguntó que por qué entregaban la Jefatura sin ningún balazo. ¿Qué necesidad de desparramarnos, de matarnos unos a otros, de que las familias abandonen el pueblo y se enmonten. La campana del pueblo era el aviso, y cada que la tocaban la gente iba a buscar las noticias del licenciado Gómez. Ya estaban en el pueblo las gentes del gobierno, aquí estaban los soldados, en el cuartel. Los llamó entonces el Lic. Gómez: “Compañeros, los mandé traer para decirles que ya lo pensé bien. De todas maneras nos van a matar, porque con quien vamos a pelear es contra el gobierno.” —Ya lo sabemos. Eso siempre lo hemos sabido. Pero si tú entregas esa jefatura (porque era Jefe Político) sin hacerles lucha, sin disparar un tiro, donde estuvieras, aunque te metieras en un hoyo en la tierra, de allí te iba a sacar —le dijo mi tío, Chevié Salinas—. Y bien merecido si te matara, porque es bastante la gente que tienes comprometida. Vamos a pelear. —Sí —le decía mi padre—, ya sabemos que es contra el gobierno, pero también sabemos que hasta en el infierno se sabe la valentía de los tecos. Vamos a pelear; si nos echamos para atrás, sería como si nos ahorita mismo nos llevara el diablo. —Bueno —dijo el licenciado Gómez. El día 2, día de Todos Santos, se inició la balacera. Uno de los episodios que narran todos los testimonios es el inicio de la rebelión. Ismael Magariños cuenta el primer día de la batalla. El general Zozaya era muy amigo de Che Gómez, fueron condiscípulos. Eso tienes que saberlo y que nadie te diga lo contrario. Zozaya tenía su tropa en el cuartel de Juchitán, pero el día 2 de noviembre en la noche sitiamos el cuartel y al otro día, los hombres del partido rojo se fueron a dormir en el cuartel: tenían miedo.
142. AM 19-5-205. Tehuantepec, 9:40/ pm, 2 de noviembre de 1911, telegrama de R. González al Jefe de Oficina, Palacio Nacional.
Cuando se dieron cuenta, los tecos ya tenían sitiado el cuartel, con machetes al cinto y en la mano. Se reían los del partido rojo al verlos parados frente al Palacio, porque todavía no se había disparado ni un tiro. “Pobres juchitecos, todos se van a morir”, decían. Estaban seguros de la que iban a hacer matanza, porque los soldados tenían buenos máuseres, estaban bien armados y parapetados. Tenían ellos a un hombre llamado Enrique León que querían imponer como Jefe Político, pero tenían miedo de irlo a dejar al Palacio, de obligar a Che Gómez a que le dejara el puesto. Ese día era el día en que dizque se iba a hacer el cambio de Jefe Político. En eso llegó un oficial del rumbo de Zanatepec un teniente que traía como quince soldados. Pasaron frente a Palacio y entraron al cuartel. Al otro día, el oficial le dijo a Zozaya: “¿Por qué les tienes miedo? ¿Por qué no llevas de una vez a este hombre al Palacio, para que tome posesión de la Jefatura?” —No tengo miedo —dijo Zozaya— les tengo paciencia. Hoy mismo tengo que ponerlo en su puesto. Antes de iniciarse el fuego, Zozaya fue a ver a Che Gómez —porque se visitaban: en Palacio y en el cuartel. Los de la octava sección habían tomado la iglesia, estaban en las torres; nosotros, de la quinta, estábamos abajo, detrás del cuartel. Le dijo a Che Gómez: —Somos buenos amigos, nos queremos. No quiero enfrentarme contigo porque te estimo. No quiero pelear contigo pero me tienes sitiado. Yo no puedo atacarte, por nuestra amistad. Te pido un gran favor: dile a tu gente que se retire de la puerta del cuartel y que nos deje salir. Mira, aquí está la orden para que me enfrente contigo, pero yo no quiero. Nos iremos por el río, a Ixtepec, con Merodio. Si envían más tropa mañana o pasado, con ellos peleas, no conmigo: yo ya me voy. Así convenció a Che Gómez y le permitió salir del cuartel. David y Moisés Gómez fueron los encargados de decirles a todos que se retiraban a Ixtepec, que no debíamos atacar, que lucharíamos con otros que llegarían después. Se enojaron los de Juchitán porque ya estaba todo listo para el ataque. David Gómez, montado en su caballo, dijo: “Por favor entiendan las cosas, nuestro abogado ya está arreglando la situación con el gobierno. No hay que atacar a estos militares. Hay que pelear con otros, si acaso vienen.” Y así se retiraron los juchitecos, y en cuanto los soldados salieron, lo primero que hicieron fue tomar la iglesia. Se subieron. En el cuartel, por los golpes se supo que estaban abriendo troneras. Los militares se preparaban para la batalla. Cuando estuvieron listos gritaron: “Ahora sí, vamos a pelear”. Sólo salieron del cuartel para tomar mejores posiciones y sin tirar ni un balazo se hicieron de la iglesia. Esa política hicieron. Los soldados vinieron de allá arriba, comandados por un capitán que trajo a 15 soldados y llevó a Enrique León, para subirlo a su puesto. Hasta entonces dijo Che Gómez: “éntrenle, juchitecos”. Y ya estaban lejos, porque él había ordenado que se retiraran. Algunos, viendo el engaño ya no querían pelear, pero ya habían hecho el compromiso y tuvieron que cumplir. Comenzó la batalla. Salió la gente del Ayuntamiento, los presos, otros más. La única casa de dos pisos de entonces era de la familia Arenas; los militares se resguardaron allí. Murieron el primer día de la batalla un tal Alejandro Lena, Amado López,
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Stama Martínez de la octava sección. La pequeña fuerza que quiso tomar el Palacio fue acribillada, fallaron en su intento.
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Juan Tista Cerqueda también nos dice que Zozaya dizque no quería pelear, pero en realidad buscaba parapetarse en puntos estratégicos. —¿Por qué no les dices que se alejen del cuartel?, mis soldados tienen mucho miedo, sienten mucho calor— en fin, le estuvo hablando Zozaya—. Hazme ese favor. Solamente quería que se alejara la gente para poder abrir las troneras dentro del cuartel, para prepararse mejor y atrincherarse. Aunque los tecos eran más, estaban desarmados, no tenían con qué pelear. Unos soldados se subieron a la torre de la iglesia. Che Gómez le hizo caso al coronel Zozaya y desparramó a su gente en varias direcciones. Y cuando los militares tuvieron más campo, se abrió el fuego desde el cuartel y la iglesia; los tecos tuvieron que replegarse. En la puerta de la iglesia, donde ahora está la escuela, allí cayó un paisano de aquí de Cheguigo que le decían Ne Stama. Como vestía chaqueta los juchitecos creyeron que era militar. Allí lo mataron. Se juntaron los que tenían escopetas, o algún arma, los otros se alejaron. Los soldados estaban en el cuartel y en la iglesia, ya utilizaban sus troneras. Como era Todos Santos, se dispuso que los niños se metieran esa noche en carretas y se fueron a los ranchitos, a Comitancillo y otros lugares cercanos. Había comenzado la guerra. Como quiera, entre las doce y las tres —la hora varía según los testigos— comenzó el tiroteo. Un telegrama especial que aparecerá al día siguiente, enviado por el corresponsal de El Imparcial en Veracruz notifica: Hoy a las doce del día se entabló un terrible combate en Juchitán, entre los federales del 1º Batallón y los partidarios del Jefe Político José Gómez. Según las noticias que se han recibido aquí, hasta las tres de la tarde había más de doscientas bajas, entre muertos y heridos. Doscientos cincuenta federales del 15º están acuartelados y sitiados por más de doscientos indios, deseosos de pelear, teniendo al frente de ellos al propio José Gómez. Se teme que sea incendiada la población de Juchitán El País, en telegrama enviado un día antes del levantamiento, también desde Veracruz, profetiza, más que reseña. Sin embargo, aquí se afirma que atacan la Zona Militar, no el cuartel de Juchitán. Se asegura que San Jerónimo ha sido atacada por un numeroso grupo de rebeldes, resultando impotentes las fuerzas federales para defender la plaza. Los vecinos han emigrado por temor de sufrir las consecuencias del levantamiento.
El Correo Español, apoyado en la nota de El Correo del Sur, repite la noticia de dos días antes —resulta extraño leer por la mañana hechos que sucederán a mediodía: Graves noticias de Tehuantepec Rumores gravísimos llegaron ayer del Istmo de Tehuantepec, poniendo en conocimiento, que José F. Gómez conocido en aquellos rumbos como Che Gómez se levantó en armas con una numerosa partida proclamando la independencia del Istmo. La situación por que atraviesa actualmente aquella región se afirma es muy grave,
pero la misma importancia de los rumores, recomiendan que esperemos su confirmación. El revolucionario Gómez parece que está incitando a los indígenas para hacer la revolución habiendo encontrado bastantes partidarios a favor de ella. Por otro lado las fuerzas con que cuenta el Istmo para la defensa son muy escasas, y ello empeoraría la situación, en el caso de que fuese verdad, las noticias que insertamos. Por rebeldes que sean, las almorranas se curan en 6 a 14 días… Este anuncio, pegado a la noticia sin punto y aparte, con apenas un cambio de tipografía, sin plecas, queda aquí como una de las erratas más notables entre las muy abundantes que aparecen en los periódicos de estos días. Los acontecimientos del día dos, y de los siguientes días del levantamiento, son narrados a posteriori por diferentes testigos; constan en los relatos recopilados, en el Acta de Averiguación de Mario Palacios, en los reportes e informes militares. 143
Tras la llegada del reportero de El Demócrata Mexicano, Albino Orozco, uno de los participantes del levantamiento y oficial de las huestes gomistas, prisionero en San Gerónimo, narra al reportero Aldo Baroni los acontecimientos del día 2 de noviembre.144 El día primero de este mes, el pueblo de Juchitán protestó pacíficamente en contra de la imposición que se hizo del nuevo jefe político, Enrique León, pariente del famoso Francisco León, jefe político que también fue impuesto al pueblo en el año de 1882, imposición que fue causa de la guerra de tres años, denominada de Zertuche. El jefe político León fue requerido por el pueblo para que saliera del pueblo, pero no hizo caso. El mismo día primero llegaron a Juchitán 250 soldados del 30º batallón, y entonces el pueblo ocurrió al palacio, pidiéndole al licenciado Gómez que no entregara el poder ni saliera de la jefatura. Gómez permaneció en el palacio y el pueblo le hizo guardia toda la noche y el día siguiente. El día dos llegó refuerzo de cincuenta hombres del 19º de infantería, posesionándose entonces todas las tropas del gobierno de las torres de los templos y del hotel Central. No sabré decir cuál parte fue la que rompió el fuego, pero parece que fueron los federales que estaban en la torre, los primeros en disparar, y desde ese momento comenzó el combate […]. Cuando los federales trataron de atacar el hotel Central, fueron muertos treinta y cinco soldados y dos oficiales y resultó herido el coronel Zozaya, que la noche anterior había cenado con Che Gómez, a quien le prometió unirse a los sublevados, pero a última hora faltó a su compromiso. El día 2 salió Che Gómez del pueblo, acompañado de los empleados de la jefatura y municipales, siendo todos atacados por los federales. Durante el tiroteo resultó muerto el conocido comerciante Alejandro López Lena. Para terminar, mi informante, dijo que días antes de que ocurrieran los sucesos, Che Gómez hizo salir a su [familia de] Juchitán, especialmente las mujeres se han ido a refugiar a los pueblos inmediatos.
143.
Hay una carta de Enrique León del 5 de noviembre, AJFG doc. 8, que informa sobre el levantamiento al Gobernador del Estado; preferimos sus declaraciones ante el Juez, mucho más detalladas, que aparecen aquí como anexo al día 7 de noviembre. 144. El Demócrata Mexicano, 10 de noviembre de 1911.
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La única noticia certera de ese día vinculada al conflicto y consignada por los periódicos, entre las abundantes elucubraciones, es la aprehensión de Guadalupe Ochoa, llevada a cabo en Rincón Antonio, al delatarlo un espía del tren Panamericano; con los bolsillos llenos de oro y el corazón de malas intenciones viajaba en un tren de carga, disfrazado de pasa-leña. Como vimos, su salida hacia la capital había sido anunciada por telegrama dos días antes. En todas las notas posteriores, como en ésta, se supone que Ochoa salía del Istmo a conseguir alianzas y refuerzos para Gómez. La noticia de la aprehensión de Ochoa se difunde ampliamente. En Rincón Antonio fue detenido Guadalupe Ochoa, jefe exmaderista que goza de prestigio. Ochoa fue acusado de encabezar la contrarrevolución en Juchitán de Che Gómez, acompañado del licenciado Gómez. Fue denunciado por un espía, se escondía en un tren de carga, disfrazado de pasaleña salió en busca de refuerzos, con intención de volar puentes para evitar la llegada de refuerzos para las tropas federales.145 Dos días después, el 4 de noviembre, El Diario informa: Con natural cortesía fuimos recibidos por el señor Lic. don Federico González Garza, actual Subsecretario del Ministerio de Gobernación. [Éste declara:] “Una de las figuras destacantes del movimiento, era el individuo Guadalupe Ochoa, sobre quien circula el rumor, bien persistente por cierto, de que hasta hace poco tiempo estaba en connivencia muy íntima con el Gral. Bernardo Reyes, de quien se dice había recibido la orden de levantarse en armas en contra del Gobierno constituido. Más tarde, como maderista, se depura de estos cargos y declara públicamente su adhesión con León de la Barra. Parece que a Ochoa, que por algún tiempo, y antes de la caída de la dictadura, combatió en defensa del programa libertario del señor Francisco I. Madero, el Gobierno presidido por el señor Francisco León de la Barra, lo obligó a que depurase los cargos que se le hacían, y en vista de ello, Ochoa manifestó que su adhesión por el Gobierno constituido era completa y que no se inmiscuiría en asuntos que en lo sucesivo tendieran a turbar la paz pública. Poco tiempo después de lo acontecido, el referido señor González Garza tuvo la decepción de saber que el ex-jefe revolucionario, haciendo caso omiso de sus promesas, tomaba la determinación de empuñar las armas y hacer propaganda, reaccionando nuevamente pero bajo diversa bandería, la bandería que ha acabado por desprestigiarlo por completo, haciendo del antiguo insurgente, un cabecilla de la calaña de Emiliano Zapata y Juan Banderas (a) el “Agachado”. […] En el Ministerio a temprana hora de la mañana se recibió este telegrama: Rincón Antonio, 2 de noviembre de 1911.- C. Ministro de Gobernación. Hónrome comunicar a Ud. anoche fue aprehendido en ésta por rurales y gente pueblo el contrarevolucionario Guadalupe Ochoa y otro individuo, quienes, según me avisaron, trataban de destruir puentes en este Ferrocarril para impedir llegada refuerzos. Espía a bordo tren nocturno informome Estación Mogoñé esperaban a Ochoa como veinte individuos. Lic. José Gómez, Jefe Político, está reuniendo hombres de pueblo este Distrito, previa amenaza si no concurren, objeto armarlos para atacar fuerzas federales de Juchitán. Esta población amagada por gente trata de libertar a Ochoa, cometer depredaciones y saqueos caja Compañía Ferrocarril Nacional Tehuantepec.- Existiendo aquí numerosos intereses Compañía Ferrocarril y familias extranjeras urge repeler posible ataque.- Obreros, empleados y pueblo, dispuestos
145. Desde Veracruz, El País, 2 de noviembre de 1911.
sostener Gobierno constituido, pero carecemos armas y parque.- Respetuosamente suplicamos dar órdenes telegráficas Cuartel General San Gerónimo nos propor cione armas para cuatrocientos o quinientos hombres.- El Presidente Municipal Ventura Cano.
El Avance del 5 noviembre es sucinto y categórico: “El cabecilla Ochoa ha caído prisionero y será pasado por las armas hoy, esperándose que esto desmoralizará a los rebeldes.” El Imparcial reseña la aprehensión hasta el 8 de noviembre y añade: Ochoa preso y en poder de los federales, llevaba importante cantidad de dinero. Permiso para mandar 5 telegramas, uno de en clave de Gómez que le pide 500 pesos, que no son sino 500 hombres para liberarlo.
Se repite la noticia de la captura de Ochoa en la prensa. Tanto El Imparcial como El País informan que fue detenido en Rincón Antonio o rumbo a Tehuantepec, por lo cual resulta doblemente preso. Antes, el mismo año, Ochoa era hombre de confianza de Madero; traicionó a los magonistas de Veracruz, convenciendo a sus hombres de luchar con los maderistas y luego se acercó a Che Gómez con quien, dicen algunas fuentes, hizo amistad y participó el entrenamiento de los rebeldes. El día 31 de octubre, en la estación de Juchitán, disuade a los chegomistas que pretendían atacar a los federales que llegaron a la estación. El personaje vuelve a aparecer en la Penitenciaría de la ciudad de México, hacia fines de mes, pero tras la muerte de Che Gómez, llega a Unión Hidalgo a principios del año siguiente, acompañando a la aguerrida viuda del difunto líder. El Correo Español anota el reparto del Tenorio en el Teatro y anuncia que el Presidente electo padece una infección de garganta.
2 de noviembre
Careo entre la acusadora viuda de Gómez y el reo Tomás Carballo (a) Matanche
En la ciudad de Veracruz, siendo las cinco de la tarde del día quince de febrero de 1915,146 transladado el suscrito Juez y Secretario a la Cárcel Municipal de Allende,
146.
Años después de los sucesos, el asesino de Che Gómez se encuentra en Veracruz y doña Rosaura, viuda del líder, le hace aprehender y enjuiciar. En el proceso, se da el siguiente careo con datos diferentes a los que mencionan otros testigos. Tomás Carballo (a) Matanche publicado por Ediciones del Patronato de la Casa de la Cultura, 1980. Documento por cortesía de Benigno Jiménez, pp. 18- 21.
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se hizo comparecer al procesado Tomás Carballo (a) Matanche, y estando también presente la acusadora Rosaura Bustamante viuda de Gómez, se les leyó los puntos discordantes de sus declaraciones, y puestos en formal careo, después del debate consiguiente, resultó que la señora Rosaura Bustamante viuda de Gómez dijo: que ratifica en todas sus partes la declaración que tiene rendida […] que lo que dice Carballo que su citado esposo se levantó en armas contra el Gobierno del señor Madero, es enteramente falso, pues aparte de que el día dos, o sea cuando estalló el movimiento revolucionario en Juchitán, todavía no tomaba posesión el Gobierno del señor Madero y además ese movimiento revolucionario fue directamente contra el Gobierno del señor Juárez Maza por su imposición en Juchitán; manifiesta también que no puede ser que su esposo se pronunciara contra el señor Madero, una vez que su citado esposo fue el que hizo la campaña electoral en el Istmo a favor del señor Madero; […] …su citado esposo no estaba en Juchitán, sino que ya habá salido con su gente fuera de la población, y que estos hechos ocurrieron en el centro y de la siguiente manera: que en frente de la casa de la relatante, en el “Hotel Central” y en la parte de arriba, se encontraban las personas que cita Carballo […] y en la Iglesia, en la parte de arriba, estaba el 30º Batallón, que esto sucedía el día dos de noviembre de mil novecientos once, como a las dos de la tarde, en que el pueblo se preparaba a hacer una manifestación pacífica protestando contra la imposición del Gobierno de Juárez Maza, del Jefe Político Enrique León, cuando los que estaban en el “Hotel Central” hicieron fuego sobre el pueblo, y al percatarse de dónde salían los disparos, se amotinaron, rompieron las puertas y entraron matando, que allí la gente del pueblo tomó como treinta carabinas “Mausser” que había y como tres cajas de parque, que al comenzar a atacar los soldados que estaban en la torre, la gente del pueblo, comenzó a defenderse con esas mismas armas y se entabló un combate. […] Acto continuo el procesado Carballo replicó que niega lo declarado por la señora viuda de Gómez...
3 de noviembre
La cruenta Batalla
Tras el estallido inicial, siguen tres días de enfrentamientos violentísimos; toda comunicación telegráfica ha sido interrumpida. Continúa el sitio sobre las fuerzas federales y se impide la entrada o salida de cualquier persona a Juchitán. Todas las noticias provienen de pueblos vecinos, o de los testigos que pasan en el tren Panamericano. Cunden las conjeturas, rumores, exageraciones, ocultamiento y alarma. Las primeras noticias provienen de Salina Cruz, Tehuantepec, Oaxaca y Veracruz, a donde los habitantes de Juchitán llegan huyendo. El éxodo comenzó días antes, tras la llegada de Enrique León y los refuerzos federales a la ciudad Los informes obtenidos de los refugiados en los poblados aledaños, anuncian: la
batalla comenzó a las dos, a las doce —a la una y media. Los indígenas son más de seis mil que sitiaron a 250 soldados del 15º y 30º a las cuatro; son cinco mil contra 300, afirman otros. La fiereza de la batalla es alarmante: el telegrama enviado desde Veracruz a El Imparcial da cuenta de cientos de muertos en las primeras horas del levantamiento. Rincón Antonio, desde el día anterior, pide rifles para defenderse o formar un grupo de voluntarios. La amenaza sobre el ferrocarril es el constante petate del muerto, tanto en los documentos privados como en la prensa. Hay silencio en los archivos: en el de Che Gómez, entre el último mensaje enviado a León de la Barra y el siguiente, del 18 de noviembre, solamente encontramos la carta ya citada de León. Por su parte, el Archivo Magaña incluye solamente tres telegramas a Francisco León de la Barra sobre el levantamiento. Uno es un acuse de recibo de una adhesión a Gómez; los otros dos reúnen todos los descontentos en un solo paquete. Oaxaca, noviembre 3 de 1911, telegrama Jefe Político de Tehuantepec acaba de ponerme el siguiente telegrama: Ferrocarril Pan Americano regresose hoy porque juchitecos volaron vía, Juchitán aislado, cortaron telégrafos. Refugiados ésta dicen continúa tiroteo. Pueblos Guevea, Chihuitán, Laollaga, Barrio Guichivere esta cabecera resienten movimiento. Parece obran de acuerdo. Lo que me permito poner en conocimiento de Ud. encareciéndole se dicten las medidas solicitadas por este Gobierno para que remita Fuerza Federal suficiente, pues es la única manera de evitar que el mal se propague. Protéstole mi consideración. Benito Juárez
Partido juchiteco que pelea federales ven este pueblo enojo urge dennos auxilio inmediatos sea fuerza o armamentos. El Presidente Municipal. Feliciano Rueda R: Enterado. Comunico a Sría. de Guerra. Ya se dispuso la marcha a Juchitán de 200 miembros del 15º Batallón que está en Orizaba. F. L. de la Barra 147
El movimiento que ha estallado Juchitán es calificado de contra-revolucionario por El País y Nueva Era; el pueblo se alza contra el Gobernador del Estado, informa desde Salina Cruz, Oaxaca y Veracruz El Imparcial; serio combate entre pueblo y Fuerzas Federales, anuncia El Correo Español, que ya había reseñado el levantamiento desde el día anterior. Nueva Era cabecea en páginas interiores: “En Juchitán ha estallado un movimiento revolucionario. El Presidente municipal de Rincón Antonio pide que le manden 500 rifles.” Por telegrama para Nueva Era, Rincón Antonio, Nov. 2 de 1911: Hoy a las dos de la tarde estalló la contra-revolución en Juchitán. En estos momentos se baten las fuerzas federales contra los gomistas rebeldes. Este pueblo se encuentra seriamente amenazado. El Presidente Municipal de esta población ha solicitado a la Secretaría de Gobernación le sean enviados quinientos rifles, para armar a los voluntarios que estén resueltos a apoyar al gobierno constituido. Está en peligro el Ferrocarril de Tehuantepec. El Corresponsal.
147. AM 19-4-129; 23-6-107; 23-6,-104.
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Desde el principio, todas las noticias reflejan preocupación por los ferrocarriles, la conciencia de su valor comercial y estratégico: es indispensable para la llegada de refuerzos federales. El Imparcial anota: “Alarma porque Ochoa deseaba volar un puente.” Se levanta el pueblo de Juchitán contra el Gobierno de Oaxaca A las cuatro de la tarde de ayer pasaba de cien el número de muertos Telegrama especial Salina Cruz, Noviembre 2. Personas que han llegado a este puerto, huyendo de Juchitán, informan estarse registrando en dicha población un terrible combate entre el pueblo y los federales que guarnecen esa plaza. El combate comenzó a las dos de la tarde, con un encarnizamiento terrible, registrándose encuentros en todas las calles de la población. El motivo del alzamiento de los juchitecos, fue la llegado del nuevo Jefe Político, señor Enrique León, enviado por el Gobierno de Oaxaca, a quien, según se afirma, no quiere el pueblo, pues éste desea la continuación del señor José Gómez. En cinco mil se calcula el número de alzados, y en trescientos el de federales que los combaten. Se dice que estos últimos han peleado con gran valor y bizarría. Las personas que han venido aquí, agregan que, al salir de Juchitán, se decía allí que a las cuatro de la tarde pasaban de cien el número de rebeldes muertos; pero tal cosa, se cree exagerada. Las familias y los comerciantes han huido, abandonando todo. […] Circulan insistentes rumores de que los descontentos de Tehuantepec tratan de unirse a los juchitecos. La noticia de lo que está aconteciendo en Juchitán ha causado aquí honda sensación, no obstante que ya se conocía el disgusto que reinaba en aquel pueblo. Se han cortado las líneas telegráficas, los rebeldes huyen de la ciudad, no existen copias de los documentos —que supongo debieron haberse escrito— dirigidos a sus adeptos para comenzar las negociaciones o ejercer su influencia en la capital del Estado —donde cuentan con el apoyo incondicional del hijastro de Gómez, Mario Palacios— o en la ciudad de México —donde lo secundan sus partidarios y presuntos protectores, y les allanan el paso a los enemigos de Juárez Maza.
Toribio Salinas es claro al denunciar que hubo una trampa desde el principio. Vino uno del gobierno, de gorra, y le dijo al licenciado Gómez: —Mire licenciado, dice mi jefe que por qué no alejas tu fuerza, porque nosotros ya vimos cómo está todo y tenemos miedo. Tenemos pensado escapar. Y el licenciado les hizo caso, sin saber que echaban mentiras. Al rato se asomó por allá por el jardín norte uno de los militares y les dijo: “Ahora, vénganse”. […] Pues ya se habían preparado, habían hecho troneras, ya se habían instalado en la torre de la iglesia. Y cuando aparecieron por el jardín sonaron los balazos y todos se pusieron a temblar y se desparramaron, como pollitos. Se agujeraron todas las casas para que los militares tuvieran mejores posiciones y a cualquiera que se asomara a la calle lo mataban. La tarde en que se inició la revolución —que así le decían al movimiento chegomista de 1911— murieron cuatro hombres. Hasta el campo, donde habían ido a refugiarse los del pueblo, llegaba la noticia. Pelearon fuerte.
Amado y Antonina confirman el relato anterior; culpando de ingenuidad a Che Gómez. —Entonces, Nicu Dada, junto con Victu Charis, de los Charis, le dijeron al licenciado: “Estos hombres ya no van a poder pelear, los militares que entraron al cuartel están bien armados. Hubieras dejado que el pueblo lo tomara por asalto. No dejaste que les quitáramos las armas.” —El licenciado nunca pudo creer lo que iba a pasar —replica la sobrina de Gómez. —Dos días después mandaron otro grupo de militares. Y el licenciado decía: “Déjenlos entrar”. Nunca supo que los soldados se estaban preparando para atacar. Pura política. —Dijo Mario Palacios: “ya vamos entregar las armas pero espérense un momento”. Le dijo al cornetero, Tin Shaba, que tocara reunión y eso hizo. —Pronto se acercaron los hombres de Che Gómez. —Los hombres de Che Gómez dijeron: “Vamos a quitarles las armas a estos hombres.” —¡Mal rayo parta a Che Gómez!, ¿cómo no permitió que les quitaran aquellas armas a los hombres? —Eso le dijeron a Che Gómez. Si él hubiera permitido… —Lo hubiera permitido, ¡qué hermoso fuera todo! —Pero, hijos, así fue. Los hombres obedecían lo que decía Che Gómez porque era licenciado y sabía las cosas. Él siempre dijo: “Espérense, hijos, esperen”. Si hubiera permitido, ni un balazo hubieran disparado los militares y todas sus armas hubieran sido nuestras. —Se hubieran salvado muchos, hasta los militares. —Los soldados se pusieron felices y salieron del lugar.
La razón del descontento es explicada cada día por los medios: la llegada de Enrique León enviado por el gobernador de Oaxaca a quien no quiere el pueblo, aduce El Imparcial; el nombramiento de un nuevo Jefe Político y la Independencia del Istmo, como había ya informado el día anterior El Correo Español; sostener a José Gómez, destituido hace pocos días, informa El País. El Imparcial recoge rumores de que desean unírseles los descontentos de Tehuantepec. Quienes huyeron de la ciudad, tras angustiado éxodo, narran encarnizados encuentros en las calles; al pasar el tren, a las tres o a las cuatro de la tarde, los pasajeros vieron 200 o 250 heridos o muertos según el periódico que lo anuncie. El Imparcial se limita a exaltar el valor de las Fuerzas Federales y calcular el número de bajas en más de cien. El Corresponsal de El País rectifica, tras suscribir las noticias, de primera plana, que es inexacto que haya levantamiento o que lo encabece el licenciado Gómez: Dada la gravedad de la noticia que nos transmitió nuestro corresponsal en Salina Cruz, procuramos indagar sobre la verdad de los hechos y en fuentes oficiales, supimos que es completamente inexacto que haya ocurrido el levantamiento de que se trata en Juchitán, ni menos que esté encabezado por el exjefe político señor Gómez. En Gil Blas aparecen las clásicas calaveras de temporada. La de Juárez Maza, resulta siniestra ante las noticias de levantamiento y de cara a su actuación posterior en el conflicto:
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Hijo de Don Benito el Benemérito con esa herencia se mostró impertérrito. La fama aprovechó del nombre augusto de aquel patricio denodado y justo, llegando a gobernar ¡quién lo creyera! la misma tierra que nacer lo viera; mas víctima de suerte malhadada murió… sin hacer nada.
El fondo León de la Barra del Archivo Magaña, que termina al acabar su periodo, da cuenta de otros problemas en el Estado, antes de cancelarse. Hay rumores de un levantamiento en Tecomaxtlahuaca, Cuicatlán y en la Cañada. Se anuncia la detención del ingeniero Ángel Barrios en los diarios locales.
4 de noviembre
El verde impera
Cadi novedá dini Dios Primavera cayaca Verde cazaca. (No es novedad, Dios/ Es la primavera/ El verde impera)148
A falta de noticias in situ, se repiten las anteriores, como la aprehensión de Ochoa. Ahora se califica el movimiento de reyista. El levantamiento comienza a explicarse pública y generalizadamente —opinan destacados miembros de la colonia oaxaqueña en la ciudad de México. Esa noche se tomó por asalto el Hotel Central. El Gobierno Federal y Juárez Maza creen que los rebeldes han cedido y se avecina su derrota. El Gobernador da las gracias a Merodio, por su eficaz actuación y a Matus, por un antiguo discurso en honor a su padre. Rincón Antonio se dispone a reclutar voluntarios para enfrentar a los chegomistas.
El Imparcial, desde Salina Cruz, anuncia en primera plana: “Siguen segando vidas las ametralladoras. Hasta ayer habían muerto en el combate 300 de los sublevados”. Declara presos a Gómez y Ochoa, asegurándose que este último sería fusilado el mismo día, en la mañana. Salina Cruz, Noviembre 3. Llegan noticias contradictorias y alarmantes de Juchitán, cuya comprobación es imposible de verificar porque los rebeldes de allí han cortado la comunicación telegráfica y han destrozado la vía del Ferrocarril Pana-
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Este saludo verde fue recordado y traducido por Andrés Henestrosa. Data, al parecer, de tiempos anteriores al levantamiento, al igual que los partidos rojo y verde de Juchitán.
mericano, con el objeto de impedir la llegada de las tropas federales que operan en Chiapas actualmente. Se sabe aquí, sin embargo, que nadie puede entrar ni salir de la población, y se afirma que el combate que se entabló entre rebeldes y la guarnición de federales, no ha cesado un solo momento. Este diario afirma que el objetivo de los rebeldes es el separatismo: quieren convertir el Istmo en territorio federal, ajeno a Oaxaca. La fuerzas federales han recibido refuerzo y ametralladoras, se defienden parapetados en la iglesia. El pueblo se halla completamente incomunicado, se estima que hay más de 300 bajas. A última hora, incluyen una nota donde se desmiente la noticia donde se notificaba que había sido aprehendido José F. Gómez. El Diario entrevista a funcionarios públicos y connotados oaxaqueños radicados en la ciudad de México. Federico González Garza, Subsecretario de Gobernación declara: …parece que el motín iniciado pocos días hace no tomará incremento y será sofocado en corto espacio de tiempo, relativamente, y en opinión contraria a lo que asevera la prensa “amarillista”, esa prensa amante de abultar los hechos con intenciones malévolas. Al efecto, la Secretaría de Guerra y el Ministerio en cuestión, están tomando de una manera muy directa cartas en el asunto y se cree, como arriba decimos, que el movimiento será felizmente aplacado en término de algunas semanas. Además de hablar del levantamiento, que ya reseñamos, opina que se trata de un movimiento intestino. Al efecto, la Secretaría de Guerra y el Ministerio en cuestión, están tomando de una manera muy directa cartas en el asunto y se cree, como arriba decimos, que el movimiento será felizmente aplacado en término de algunas semanas. Demetrio Sodi, Magistrado oaxaqueño de la Suprema Corte, acusa a Che Gómez de apoyar a Pineda, Pimentel o Díaz Quintas, aunque no se sepa de cierto a cuál de ellos se refiere. …el actual movimiento parece ser de trascendencia, pues en él están incluidos varios personajes caracterizados de la época de la Dictadura, personajes que están del todo descontentos con el sistema de gobierno del señor Benito Juárez, hijo, y desea a toda costa reconstituir en su puesto al Gobernador que estaba antes. Otro testimonio recogido al “acaso” afirma que hay en juego intereses económicos muy poderosos —ya los hemos reseñado antes. …varias poderosas compañías huleras de ese Estado están en lo absoluto interesadas para apoyar al antiguo Gobernador, quien por su parte y si llega a triunfar, les otorgaría las respectivas franquicias. Parece que fuertes sumas de dinero se han empleado en la adquisición de carabinas y parque y pago de haberes de las tropas contrarrevolucionarias. El Avance de Oaxaca reproduce noticias nacionales de días anteriores, como suele hacerlo a falta de notas locales, pero añade que el movimiento es encabezado “por varios ambiciosos del rumbo”. Por su parte, Juárez Maza continúa agradeciendo felicitaciones por su investidura, solicitando informes, pacificando los ánimos de los desasosegados juchitecos contrarios a Gómez que se comunican desde otros lugares del Istmo. Su mensaje a Merodio, con quien se comunica a San Gerónimo, rebosa gratitud y optimismo. Oaxaca de Juárez, 4 de Noviembre de 1911 Señor General Don Telésforo Merodio, Jefe de la Zona Militar San Gerónimo. Juchitán
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Muy estimado y fino amigo: Me enteré con toda atención de su apreciable grata fechada el 29 de octubre próximo pasado y aunque ya nos hemos estado comunicando por vía telegráfica, le dirijo la presente en contestación a la suya manifestándole una vez más mis agradecimientos por los informes que me da: así como por el empeño, eficacia y lealtad con que está Ud. ayudando al Gobierno y mucho espero de su valioso contingente y de sus acertadas disposiciones. Quedo como siempre, su amigo que lo quiere, le desea todo género de felicidades y con gusto se repite su afectísimo y seguro servidor.149
Oaxaca de Juárez, 4 de Noviembre de 1911 Señor Benito Lara Juchitán Estimado señor: Recibí su apreciable carta fecha 31 del próximo pasado que leí con detenimiento, tomando debida nota de todos los informes que se sirve Ud. darme y que mucho le agradezco. Crea Ud. que me he preocupado mucho por los lamentables sucesos ocurridos en ese Distrito, y por mi parte ya he puesto todos los medios posibles, para que se restablezca la tranquilidad y completa paz del rumbo. Sin más, quedo de Ud. y de las demás personas que Ud. representa, afectísimo amigo y seguro servidor. 150 Oaxaca de Juárez, 4 de Noviembre de 1911 Señor Evaristo Matus Juchitán. Estimado señor mío: Recibí, con su apreciable carta fechada en ésa el 27 del próximo pasado, el ejemplar del discurso que el 21 de marzo de 1906 pronunció Ud. con motivo del aniversario del natalicio de mi inolvidable padre, cuya pieza oratoria he leído con toda atención e interés y crea Ud. que la conservaré como un recuerdo afectuoso de su parte. Sin más por ahora que dar a Ud. mis expresivas gracias por su valioso obsequio que me envió, quedo de Ud. afectísimo amigo y atento seguro servidor.151
Ismael Magariños sigue con su historia, plena de recovecos. Los porfiristas y los federales defendieron el cuartel hasta el último cartucho. No estuvieron conformes, pelearon. La revuelta del 2 de noviembre fue muy grande. Comenzó en Todos Santos, como a las cuatro de la tarde. Tuvo muchos recovecos. Yo lo vi, porque los seguí de cerca. No empuñé ningún arma porque no había: sólo teníamos machete, palo, honda, puya. Sitiamos muchos días el cuartel, los soldados tuvieron que comer carne de caballo.
149. ABJM 3-396 v. 150. ABJM 3-397. Hay en el mismo volumen otra carta en que dice ya está enterado de su queja.
ABJM 3-408 del mismo día está dirigido a Alfredo J. Terán a quien agradece información y recomienda calma hasta que entre en funciones nuevo Jefe Político. 151. ABJM 3-399.
[…] sólo teníamos espingardas —escopetones: así les llamaban los viejitos a esos vejestorios, que medían más de tres metros de largo. Murió entonces mucha gente, muchos hombres murieron el primer día. Ya les digo: estas juntas de hoy, que nos dicen que hagamos esto o lo otro no es nada, porque nunca han visto una batalla. Hace mucho que no se repite en Juchitán, porque los que sabían pelear, los de aquellos tiempos, ya murieron. No como los de ahora, que dizque quieren pelear contra el Gobierno pero nunca han salido lastimados. Cuando hubo armas, eran las del Gobierno; las de los soldados muertos. Por eso dicen que los tecos son valientes, se defienden siempre con las armas mismas de sus enemigos. En aquel pleito cayeron más soldados que gente de la nuestra. Cuando salían, la tropa iba en escoltas, como de cincuenta hombres y la mayoría allí quedaban. Claro, ganaron porque hicieron política contra los juchitecos. Los militares estuvieron en los cruces de caminos y así sabían cualquier movimiento de Che Gómez: si enviaba algún parte al Gobierno tenía que pasar por sus manos. Ahí lo dominaron porque cuando la rebelión estaba fuerte ya no pudo comunicarse con el Gobierno, cualquier aviso, cualquier comunicación caía en manos de los militares.
Las noticias nacionales dan cuenta de que Francisco León de la Barra pronuncia un discurso en el Colegio Militar; Ernesto Madero, Calero y de la Barra acuden ante el juez, a responder por un telegrama de Vázquez Gómez. Cuautla se encuentra sitiada. Madero anuncia que Abraham González será Ministro de Gobernación.
4 de noviembre
Caída del Hotel Central en manos de los rebeldes.
Declaración del testigo el turco Salomón Julián.152 En Juchitán a los diecisiete días del mes de diciembre de mil novecientos once, fue presente en este Juzgado previa citación el Señor Salomón Julián el que protestado en forma y advertido de las penas en que incurren los que declaran con falsedad, a sus generales dijo llamarse como queda escrito, ser originario de Siria, Turquía Asiática, soltero de veinticinco años de edad y comerciante. Examinado conforme a las noticias que tiene este Juzgado de que se encontró en el Hotel Central de esta Ciudad la noche del día cuatro del mes de Noviembre anterior, habiendo presenciado por consiguiente los sucesos ocurridos durante esa misma noche y muy principalmente cuando fueron asesinados el señor Juez de primera instancia Federico Sandoval en unión de otros individuos por los juchitecos que se habían levantado en armas contra las autorida-
152. Averiguación que instruye contra Mario G. Palacios por delitos de rebelión, sedición y otros delitos, pp. 20 v, 22- 24v.
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des locales y fuerza federal que guarnecía esta Plaza, contestó: que hace como ocho años que vive en esta Ciudad teniendo su comercio establecido en el portal del Palacio Municipal, que por esta razón se encontraba en los primeros días del mes de Noviembre anterior, no obstante la alarma que existía en la población, nacida de que por todas partes se encontraban individuos del pueblo armados; que el día dos del mes a que se alude se fue a comer al Hotel Central en donde lo asistían y habiendo acabado de verificarlo, poco antes de las dos de la tarde, se fue a la sala de billar, en donde se encontraban jugando un partido el Señor Juez Licenciado Federico Sandoval con el Pagador del treinta Batallón Señor Torres y habiendo acabado su partido estos señores el que declara se propuso jugar un partido con Federico Arenas y apenas habían hecho seis u ocho carambolas, cada uno, cuando penetraron voluntariamente el Señor Juez y el Pagador al establecimiento de donde minutos antes habían salido, diciendo que los juchitecos no los habían dejado pasar para la Estación a donde iban a tomar el tren que conduce a San Gerónimo y en estos mismos instantes se comenzaron a oír detonaciones de armas de fuego por todas partes, por lo que los Señores Vera, dueños del Hotel, mandaron cerrar las puertas quedándose en él, el Señor Juez, el Pagador, el español Benito agente de la Cervecería Monterrey, un Americano, un Chiapaneco, Federico Arenas, los hermanos Samuel y Felipe Vera, dueños del Hotel, un hijo de este último Señor Vera, cuyo nombre ignora, Doña Laura Vera y su sobrina, que también no sabe cómo se llama, y el declarante, permaneciendo encerrados desde entonces, que ya dijo serían como las dos de la tarde del día dos hasta el cuatro; que como a las diez de la noche de éste último día, notaron que los rebeldes estaban haciendo un hoyo en la pared para meter cartuchos de dinamita y volar el edificio, por lo que todos los que se encontraban en la casa resolvieron abandonarla y para el efecto se subieron a la azotea todos los hombres menos las dos señoras y en semejante actitud y confusión los juchitecos forzando una puerta penetraron al Hotel haciéndoles fuego y como cada quien pretendía huir o esconderse el exponente en unión de Federico Arenas, por la azotea, se dejó caer en una casa inmediata y ambos se metieron en un pozo en el que el agua les daba hasta el cuello, donde permanecieron como una hora y sin cesar detonaciones de armas de fuego que supusieron eran balazos dirigidos a las demás personas, que con el declarante se encontraban en el Hotel, sin presenciar el efecto de los tiros por la razón de estar sumergidos en el pozo, pero sí asegura que se encontraban los que hacían fuego en la misma casa en que se halla el pozo: que como ya tiene dicho habían permanecido en el pozo el que expone y el Señor Arenas, poco más o menos una hora cuando se acercaron varios individuos al repetido pozo, encendieron una vela, y con ella examinaron si alguna persona había dentro de él y el declarante, como no podía resumirse porque no aguantaba el resuello y su compañero sí, lo vieron y desde luego dijeron: aquí está uno y comenzaron a tirarle unos palos; por lo que el diciente les habló, pidiéndoles gracia de su vida, que era Salomón el turco y les ofreció dinero y entonces le ordenaron que saliera ofreciéndole no hacerle ningún daño, saliendo inmediatamente del pozo; pero como Arenas se quedó en él, para salvarlo de que lo vieran los juchitecos, les dijo: vámonos de aquí que tengo mucho frío y se pasaron en el acto para la casa siguiente al Oriente, en que había un gran número de sublevados de los cuales unos pretendían matarlo y otros lo defendieron y como éstos eran mayor número, se decidió dejarlo en paz y a poco rato llegó Juan Gómez el cartero y le preguntó qué era lo que hacía allí, y habiéndole contestado, relatándole lo que le había pasado, resolvió despacharlo para su casa escoltado por seis individuos de los que sólo conoció a dos y estos fueron gen-
darmes uno que no sabe como se llama; pero es alto, fornido, trigueño y con una nube en un ojo y el otro se llama Bruno y es de Ixtaltepec y advierte que el primero fue el que le habló en el pozo y único a quien conoció: que con estos seis individuos se fue para su casa habitación y allí les daba los cien pesos que les había ofrecido por la conservación de su vida, cuando se encontraba dentro del pozo, pero que no los quisieron recibir y sí dos docenas de camisetas que en cambio les dio: que se quedó en su casa encerrado y al día siguiente, llegó una comisión de Unión Hidalgo a exigirle los cien pesos, por orden del Licenciado Gómez y los entregó a condición de que le dejaran un papel en que se hiciera constar el recibo de ella y la prevención de que ya no lo molestarían más: se le extendió el papel en la forma dicha y se fijó en la puerta de su casa; que el día seis ya la fuerza federal pasó por la casa del Declarante al mando de un Capitán y éste le dijo que rompiera dicho papel como en efecto lo verificó, porque ya el Licenciado Gómez había sido derrotado pero el exponente permaneció encerrado en su casa porque todavía se oían detonaciones de armas de fuego, hasta el día nueve en que salió y ya se vino para la casa en donde había estado escondido en el pozo y se encontró con un cadáver que se suponía era del Pagador y se encontraba al pie del corredor por donde se había dejado caer demostrándolo las tejas rotas de dicho corredor: que como se encontraba en descomposición completa lo mismo que muchos cadáveres que en la calle había ya no quiso continuar buscando a sus compañeros de Hotel, pero supo que todos habían muerto con excepción de las dos señoras: que hace constar que por el terror de que estaba poseído a ninguno conoció más que a los dos individuos que ha expresado en el cuerpo de esta su declaración; no teniendo más que decir, por ahora, ratificó lo expresado, leído que le fue y no firmó por expresar no saber escribir. Declaración de la testigo Señorita Laura Reyes Vera En seguida y en la misma fecha fue presente en este Juzgado la Señorita Laura Reyes Vera, previa citación, y protestada en forma, se le advirtió de las penas en que incurren los testigos que declaran con falsedad. A sus generales dijo llamarse como queda escrito, ser originaria y vecina de esta Ciudad, soltera, de cuarenta años de edad y oficio el propio de su sexo. Examinada conforme a la cita que le resulta de la declaración próxima anterior, contestó: que es cierta en todas sus partes pues realmente se encontraba en el Hotel Central de esta Ciudad, perteneciente a sus hermanos, cuando estalló la revolución siendo las dos de la tarde, poco más o menos, del día dos del mes próximo anterior, por cuya razón cerraron las puertas quedando dentro de dicho Hotel todas las personas a que se refiere su citante y habiendo permanecido encerrados desde esa hora hasta las diez de la noche del día cuatro del propio mes, en que los sublevados asaltaron el Hotel, haciendo primero una horadación para meter cartuchos de dinamita, cuyo explosivo no dio resultado; entonces descerrajaron la puerta de la casa en cuyos momentos la que expone en unión de su sobrina Eglantina Reyes Vera y sus hermanos Felipe y Samuel se subieron a la planta alta del edificio, quedando todos los demás en la baja; pero como era tanta la confusión y los juchitecos que se encontraban en el edificio y en las azoteas, a la que expone y a su sobrina las mandaron bajar por las escaleras de la casa contigua que pertenece a la señora Carmen López Llena [sic] en la que existió la Prisión Militar de la Zona y una vez en dicha finca los juchitecos en actitud salvaje discutieron si las mataban o no resolviendo al fin, dejarlas con vida, por la razón de ser mujeres; que ella no vio lo que estaba sucediendo con sus hermanos ni con los demás que se encontraban en el Hotel y solo oía detonaciones de armas de
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fuego e imprecaciones terribles por lo que suponía que los estaban asesinando y acabando con cuanto traste había en el Hotel; pero, que no presenció cuándo ni cómo se cometieron estos asesinatos, no conociendo a ninguno de los juchitecos por el temor de que se encontraba poseída, sólo su sobrina le manifestó que había conocido a Bruno el Gendarme: que permanecieron en esta casa hasta la una de la madrugada del día cinco en cuya hora determinaron sacarlas al cuartel que se encontraba establecido en el extremo Norte de este Palacio estando mandada la fuerza que ahí se encontraba por el cabecilla Febronio Chiñas, y una vez que fueron entregadas con este señor, ya fueron tratadas con más consideraciones, pues antes, y en el camino de la casa en que se encontraban, al Cuartel, quisieron abusar de ellas sus conductores: que permanecieron en el cuartel hasta las tres de la mañana hora en que el citado Chiñas llevó a la declarante y a su sobrina a su propio domicilio, entregándolas a su esposa Juana Gómez y allí permanecieron todo ese día y la noche hasta el siguiente en que llegó fuerza a auxiliar a los federales y ya se fueron en unión de la señora Gómez a un ranchito de ésta que se encuentra a orillas de la población, siendo en las siete de la mañana; que permanecieron en el rancho hasta el día nueve en que cesó el tiroteo, en la ciudad, volviendo a su casa y no teniendo más que declarar ratificó lo expuesto, leído que le fue y firmó al margen. (Al margen. Laura R. Vera. Rúbrica)
5 de noviembre
Ese día vino un cañón, un trueno bárbaro
Llega Manzano a Juchitán con tropas de refuerzos y ametralladoras para romper el angustioso sitio de los federales; el reportero de El Diario del Hogar entra con ellos a Juchitán. Los rebeldes se han replegado y las fuerzas federales tienen control de la Plaza de Armas y del templo. Gómez, se retira a un rancho, como a ocho leguas de distancia; las versiones oficiales juchitecas dicen que se fue desde que comenzó el levantamiento, para exonerarlo de culpas. Las causas del levantamiento se explican este día como el deseo de una segregación del Estado, sin conflictos contra la nación o las autoridades. O bien, se adjudica toda la culpa a Gómez, quien desea conservarse como el único árbitro de los destinos de la región. Se carece aún de noticias directas desde Juchitán: los rumores son aterradores, por lo que las notas se limitan a constatar la gravedad de los acontecimientos y a analizar sus posibles causas y vinculaciones con disturbios y levantamientos en otras partes del país. Existe el premura oficial generalizado por explicar el alzamiento como derivado de un problema local, tal vez con el afán de permitir negociaciones con el nuevo Gobierno. Sin embargo, todos parecen confirmar, a la larga, que se trata de un levantamiento preparado de antemano. Se insiste en que los datos se han exagerado; ciertamente, al confrontarlos con las bajas reales que se confirmarán tras la cura de heridos
e incineración de cadáveres, se ve que sí lo han sido —y lo serán aún más. Ese día, por la tarde, muere el médico Argüello.
En Juchitán, un momento terrible y clave para los combatientes fue la llegada de piezas de artillería; todos narran historias del cañón —con cualidades casi míticas, como alcanzar a Che Gómez en su rancho o disparar cuando se mentaba la madre a San Vicente. Lo cierto es que la casa en Juchitán del licenciado quedó en ruinas tras la jornada. Comenzamos con Ismael. Duro cuatro días y los militares seguían en el cuartel. Y fue cuando llegó de Ixtepec el general Merodio. Traía también a su hijo, Merodio chico y el sábado, como a las 5 de la tarde, murió en Cheguigo, lo aprehendieron en la quinta sección. También murió un hombre del Che Gómez llamado Francisco Gutiérrez, también otro, llamado Mariano me parece. Salió herido Rosalino Martínez, apodado de los Barco. También los militares tuvieron muchos heridos. Duró viernes, sábado. El domingo vino un cura de este lado, buscando la conformidad y la paz entre los dos bandos. Se sabe que fue pagado por Juana Cata, que quería apoyar la política de don Porfirio. Decía que sólo buscaba la paz, que se evitara el derramamiento de sangre. Che Gómez estaba en un rancho, un lugar llamado Gueela Xhada y hasta allá llegó el cura. Le dijo, “ya estaba bueno de tanta sangre”. Así le dijo a Che Gómez. Le aseguró que iba a aconsejar al general Merodio, para que ya hicieran las paces; igual iba a hacer con el Gobierno. A pesar de que el fuego duró todo el día, Merodio no recibió ni un balazo. Como a las 5 de la tarde del domingo comenzó el tiroteo otra vez. Hasta allí llegaron las intenciones del cura. Ese día vino un cañón. Nadie había escuchado un trueno como ese, los cañonazos siguieron —parecía que hasta temblaba la tierra, un trueno bárbaro. Pero vimos que se podía esquivar la enorme bola de fuego que mandaba cada cañonazo, por la distancia que debía correr desde donde arrancaba. Una de esa bolas de lumbre pasó por la calle del Calvario y cuando vi que venía hacia mí pude quitarme, aunque me pasó cerca. Iba dirigido contra Che Gómez, en Gueela Xhada, porque los cañonazos salían de la estación del ferrocarril. Hicieron correr a Che Gómez hasta aquel puesto. Ese día los militares tomaron el Palacio y dispersaron a los juchitecos que estaban cerca. Los juchitecos aguantaron ese primer golpe del enemigo y se avanzaron dos de los cañones que los soldados habían traído desde Ixtepec. Moisés Gómez, que fue músico, tocaba el pistón y cuando le avisaron que habían ganado el cañón tocó una diana — no la de celebrar, sino la militar. Los hombres ya habían salido, pero al escuchar la diana creyeron que los soldados habían ganado y corrieron hacia los cañones; así se dispersaron los tecos que se habían avanzado el cañón. Otra vez perdieron y se metieron al monte. Eso fue lo que pasó en la lucha de Che Gómez. Esa tarde saqué a mi familia, la mandé a Igudxa, rumbo al río, del lado de abajo. Parte de mi familia se fue por el río y la otra por donde yo venía. Después de alzar las cosas de mi casa me fui a alcanzarlos, me fui por el Paso Labor y allí escuché un tronido muy fuerte. Allí me encontré con un hombre montado —ninguno de los soldados andaba a caballo— y me preguntó que por dónde se habían ido los que estuvieron peleando en el pueblo. Yo le contesté que todavía estaban peleando y él se decidió a llegar al pueblo, se fue para allá.
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Yo seguí caminando y me encontré más adelante con la caballería. Venía con ellos un hombre llamado Min Llada, de Cheguigo; venía Tomás, el cohetero de la quinta; otro llamado Min Cuete. A todos los conocía, sabía que eran chegomistas, y entre ellos venía el Che, escoltado. Me preguntaron de dónde venía y les dije que del pueblo. Me preguntaron cómo estaban las cosas y les dije que parecía que se estaban calmando. Che Gómez venía junto a un tal Feli Chicha, su cuñado y secretario, venían los dos del lugar a donde dirigían los cañonazos. Che Gómez me dijo: “¿Por dónde vas, compañero?” Le respondí que venía a alcanzar a mi familia que salió huyendo. Lo reconocí al verlo. Llevaba una bolsa terciada sobre el pecho y otra al lado, montaba un buen caballo. Me dijo: “Aquí los compañeros están confundidos, ni parecen juchitecos”. Y me preguntó por dónde se iba a Salina Cruz. Yo les dije: “¿No saben para dónde queda Salina Cruz? No es posible, ni parecen juchitecos. Están parados sobre el camino por el que me están preguntando”. Me pidieron que les aconsejaba por dónde irse. —Tomen el camino de junto al río —les dije— y encontrarán dos caminos. Se van por el del norte y por ese caminan hasta encontrarse otra vez con el río. Allí está el rancho de León Lencha, allí vuelve a dividirse el camino. Si toman por abajo llegan a Xadani. De allí busquen otro camino del oriente, ése los lleva a Salina Cruz. Ése es, no tiene pierde. —Pues vámonos por ese rumbo— dijo Che Gómez. Antes de que se fueran les dije que acababa de pasar un barranco donde vi gente suya, más de cien hombres y él me preguntó dónde. —Allí cerca del pueblo, en una barranca, me hablaron. —Pues vamos para allá— decidieron. Se fueron con los de la barranca y allí pasaron la noche. Yo me fui para abajo. A los dos días regresé, le dije a mi familia que volvía para ver cómo estaban Che Gómez y su gente. Me fui para Igudxa con un vecino y mi cuñado. Allí me enteré que Che Gómez quería irse a México porque el Gobierno lo llamó para que diera cuenta de cómo se inició la batalla y de los resultados.
“Aumenta la gravedad de la rebelión”, telegrafía el corresponsal de El Imparcial desde Veracruz, en mensaje del día 4, publicado como es usual, al día siguiente. La rebelión en el Distrito de Juchitán, Oaxaca, sigue tomando proporciones alarmantes. Las últimas noticias llegadas aquí, dan cuenta de que, en los combates recientemente habidos entre federales y sublevados, aquéllos tuvieron muchas bajas, contándose entre los muertos el teniente Guijarro [sic], y entre los heridos el coronel Zozaya y el mayor médico Argüelles [sic]. Los rebeldes, por su parte, han tenido más de quinientas bajas desde que se inició el movimiento. Su número, según informes de personas que se dicen poseedoras de datos verídicos, pasan de seis mil. El movimiento de rebelión comprende la población de Juchitán y todas las congregaciones de ese Distrito. La situación se ha venido a agravar también, a causa de que los trenes del Ferrocarril Panamericano no hacen escala en Juchitán. El Imparcial publica un telegrama especial el día anterior, enviado por su corresponsal en Oaxaca y cabecea: “Es muy grave la situación en Juchitán. Los rebeldes han tenido más de 500 bajas y fue herido el Coronel del 30 y muerto un Teniente Federal.”
Se confirma ahora que “Che” Gómez se levantó en armas desconociendo el Gobierno de D. Benito Juárez, y se dice que se está librando un combate entre trescientos federales y tres mil rebeldes, agregándose que aunque murieron muchos de éstos, los últimos no han sido vencidos. Se sabe también que los sublevados han levantado la líneas del Ferrocarril Panamericano, a fin de evitar la llegada de fuerza federal, y que las líneas telegráficas están cortadas, hallándose en completo aislamiento la población de Juchitán. El levantamiento que de manera tan formidable ha estallado en la región, se venía preparando desde hace días, y principió con un motín, debido al nombramiento hecho por el Ejecutivo del Estado a favor del señor Enrique León, como jefe político de allí. Parece que la situación continúa grave, aunque nada puede saberse de cierto aquí, ya que no hay comunicación de ninguna especie.
Máxima Eraclia López Riu narra, como todos los entrevistados, los efectos de los cañonazos. Ese jueves, viernes, sábado y domingo salimos porque decían que el cañón venía para terminar con el pueblo. A la semana se vio que no fue cierto. El primer cañonazo cayó sobre la casa del licenciado Mijia. La casa estaba aquí cerca y atravesó zumbando el cañonazo por esa calle. El segundo cañonazo cayó en la casa de Rosaura Chica Beta, la madre de Enrique Liekens. El tercero cayó en el norte, donde estuvo el mercado antiguo, no te puedo dar razón; cayó en una esquina. Sólo fueron tres cañonazos. Los tecos ya se habían avanzado el cañón, pero como no lo sabían manejar, lo dejaron. ¡Bueno!, siquiera se avanzaron muchas armas, porque no tenían modo de defenderse, sólo con machetes, palos, hondas, escopetas, puya; puras armas malas. Ya con eso se armaron y demostraron ser tecos valientes.
Toribio Salinas narra la retirada de los chegomistas. A los cuatro días llegó el cañón desde Tehuantepec. Ese cañón nos desbandó completamente. Los tecos no tenían armas: puro machete, palo, escopeta; eso que llaman fusiles del gobierno no había. Por eso corrieron. Mi papá fue al monte, donde estábamos, y le preguntamos qué había pasado. —Huimos, nos dispersaron. De allí ya se hizo rebelde mi padre, vivía en el monte. Chevié Salinas fue quien encabezada a esos rebeldes. Hasta allá llegaban las avanzadas de los militares, pero como los rebeldes eran más fuertes, siempre les ganaban a los del Gobierno. […] En aquel tiempo quemaron muchas casas, en ese entonces no eran como ahora, sino de pura palma. Como pudo escapó la gente, pero muchos de los que peleaban murieron. El momento más sangriento de la contienda ha terminado. Las escaramuzas y enfrentamientos serán esporádicos a partir de esta fecha y habrá menos víctimas —se prolongan hasta junio del siguiente año. Gómez no vuelve a Juchitán hasta principios de diciembre, para dirigirse a México. Las noticias de Juchitán que abundan en los diarios de los siguientes días respecto al levantamiento son todas retrospectivas.
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El Avance juzga que “tan lamentables sucesos no tienen ninguna relación con la activa propaganda que del Zapatismo se han hecho en varios lugares de la República. No obstante, los procedimientos sanguinarios de los del Istmo, en nada envidian a los del cruel Zapata.” El País, desde Salina Cruz, atribuye el movimiento a la ambición personal de su cabecilla. Encabeza así su primera plana: “Cinco mil indios sitiaron a los federales. Quinientos rebeldes perecieron en el combate.” En el cuerpo de la noticia lamenta las muertes, responsabiliza a Gómez; y advierte que existe el peligro de propagación de la rebelión a otros pueblos, por lo que hace un llamado a la Secretaría de Guerra para que envíen refuerzos. Desde Salina Cruz y Veracruz se difunden las listas de oficiales muertos y heridos célebres —Quijano, el general Zozaya —equívocamente llamado Zaragoza— Argüello y Sandoval— y nuevamente se hace notar la diferencia numérica entre los contendientes: …la rebelión que ha estallado en aquel Distrito toma incremento rápidamente, empeorándose por momentos la situación, debido especialmente a que el número de los sublevados es muy superior a las fuerzas federales, que no obstante el valor y heroísmo con que luchan, han sufrido enormes descalabros. Cerca de cinco mil indígenas tienen sitiada la población y constantemente reciben refuerzos que les hacen tomar nuevos bríos. …las pretensiones de los rebeldes son que el Distrito de Tehuantepec se convierta en territorio Federal, segregándolo del Estado de Oaxaca, con cuyo gobierno no están contentos. Esto viene a demostrar lo que desde el principio se dijo, esto es, que la rebelión no es en contra del Gobierno Federal, sino cuestión puramente local. […] el único culpable de los sucesos sangrientos que se registran actualmente en Juchitán, es el licenciado José F. Gómez, quien hasta hace poco tiempo fue el único árbitro de los destinos de aquel pueblo. Debido a la actitud de intrigas resultó electo diputado del Congreso local, valiéndose de esta posición para sostener en los puestos públicos a todos los miembros de su familia, especialmente en el Istmo de Tehuantepec. Le disgustó rotundamente el último nombramiento expedido por el Gobernador del Estado en favor de Enrique León para Jefe Político, dando esto origen al levantamiento de los indígenas de la región, instigados por él. El diario lamenta especialmente el daño a la vía del Ferrocarril Panamericano, destruida por los rebeldes, lo cual agrava grandemente la situación, pues se esperaban refuerzos de Chiapas y Veracruz, ya que este es el único medio —o por mar— de llegar a Juchitán. Anuncia que Che Gómez ha caído en el combate. El Correo del Sur, por su parte notifica que se anunció, en la prensa de México, que Che Gómez está preso, pero desmiente noticia dos reglones después.
Amado continúa el relato de los acontecimientos vividos, acotado constantemente por su esposa Antonina. —Los militares que venían de refuerzo entraron por el lado del parque viejo y aprovecharon las posiciones que tenían arriba de la iglesia. —Ésos fueron los que chingaron más. —Allí estaban algunos soldados. Otros se fueron por la calle del norte; otros por el rumbo del Palacio; otros por el jardín. En el pueblo todo era estallido de disparos y como a las cuatro o cinco de la tarde ya eran muchos los soldados muertos. Los que
estaban en el cuartel se quedaron atrapados dentro, como tres días. Entonces llegaron otros soldados del rumbo de Ixtepec, para salvarlos. Los del cuartel estaban ya confundidos con los del partido rojo, que también estaban armados. En la batalla murió el hijo del general Merodio, que era el que encabezaba la tropa: había traído a su hijo. Murió cerca de ta Beto Chaqueta. Esa fuerza fue derrotada en la batalla. —¡Claro que perdimos!, porque el licenciado no permitió que se atacara a las fuerzas militares. Si lo hubiera permitido, hubiéramos ganado. —La tropa que llegó quiso liberar a los que estaban en el cuartel y otra vez los derrotaron. Huyeron. Así pasaron dos días más. Los militares no tenían que comer y tuvieron que matar a las mulas. Pero entonces vino el apoyo de otra fuerza que también llegó del lado de Ixtepec y por allá arriba del pueblo instalaron un cañón. Y como sabían donde estaba el centro del pueblo, empezaron a disparar para allá. Desde el amanecer ya habían hecho troneras en las casas los juchitecos y disparaban cada que salían los militares del cuartel. —¡Les partían el alma! —Disparaban a los que se asomaban; y a los que estaban encaramados en la iglesia, también los bajaron a balazos. En la casa de Che Gómez también hicieron troneras. Los militares murieron porque no tenían por dónde escapar y, cuando estaban ganando los juchitecos, vino el cañón a destruir las casas y perdieron sus posiciones. Che Gómez mejor se retiró del pueblo y lo acompañamos hasta un rancho. Allí estuvimos con él en un corral, en el rancho: nos llevamos las armas. Che Gómez se equivocó demasiado. —Sí, pues, ¡de a tiro se equivocó! —Dijo que ya iba a salir la avanzada. “Los que quieran que se presenten y vengan con nosotros”. En ese llamado todo el pueblo se levantó. Salió la avanzada de Che Gómez. Habían apresado a un hombre del partido contrario, lo tenían preso. Creo que era el abuelito de Pancho Cotorra —ya estaban revueltos rojos con federales— de nombre Stani Chillo. Yo estaba allí, también mi tío Remigio, Tancho y otros. En el rancho estaba gente que lo estuvo cuidando, gente de Che Gómez. —Pues el rancho estaba rodeado por todos lados, y aparte había gente de ellos por todos los caminos.
5 de noviembre
El informe de Merodio
Contesto la atenta nota de Ud. de esta fecha 153 , en la que se sirve pedirme informes acerca de los pormenores de la rebelión de Juchitán, con expresión de la fecha en que
153. Documento mecanuscrito anexo a Averiguación contra Mario G. Palacios, pp. 14-16.
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comenzó y terminó, así como del número de combates librados con las fuerzas federales; manifestándole: 1º.- Que el Lic. José F. Gómez, cabecilla que fue del actual levantamiento, siempre fue de tendencias levantiscas, por lo que el Gobierno del Sr. Gral. Díaz, deseoso de conservar la paz, procuró tenerlo alejado de esta región, por medio de algún empleo. 2º.- Poco más o menos, a principios del año en curso, llegó Gómez a Juchitán, estableciéndose allí y en ocasión de que aún no se verificaban las elecciones municipales, desde luego empezó a intrigar por sí y sus parientes, entre las clases más rudas y por lo mismo más susceptibles de sugestión, haciéndoles promesas imposibles, con el fin de salir electo Presidente Municipal; cosa que consiguió en Mayo último. 3º.- Una vez en posesión del cargo, por orden superior, puesto que se interpuso el recurso de nulidad contra su elección, su primera medida fue remover todo el personal de la Administración sujeta a su autoridad, colocando en las vacantes a sus parientes y validos, restando de este modo medios de represión a la autoridad política y aumentando por su parte su prestigio, que ya por entonces era casi absoluto entre las clases analfabetas del Distrito, por cierto las más numerosas. 4º.- Emprendió diversas persecuciones en contra de los miembros del partido que le hizo oposición en las elecciones municipales, cometiéndose verdaderos atentados aun contra mujeres. 5º.- Seguro de su dominio sobre sus partidarios y las autoridades de varios pueblos del Distrito, a quienes impuso, se hizo elegir Diputado a la Legislatura Local, dándose por suplente a su hijastro Mario Palacios que debió tomar posesión del cargo, por no haberlo aceptado él. 6º.- Desde la época de su elección, reunía todas las noches a las puertas de su casa, grandes grupos de gente, que en ocasión de las vejaciones que impuso a sus contrarios, llegaron a presentarse armados en las calles. 7º.- Por los meses de Septiembre y Octubre últimos, este Cuartel General tuvo conocimiento de que Gómez había recibido en varias partidas, cajas de armas y municiones, y que Nicolás López, Sargento 1º que fue uno de los Cuerpos del Ejército en participación con el ex-revolucionario Guadalupe Ochoa daba instrucción militar a un gran grupo de gente de los partidarios de Gómez, sin que este Cuartel General haya comprobado la veracidad de estos rumores por falta de elementos apropiados. 8º.- Por la renuncia del Jefe Político, señor Carlos Rodríguez, Gómez encargó la Jefatura Política a su cuñado Julio González, quitándosela cuando creyó seguro que no se nombraría a otra persona para este cargo, pero cuando a fines de Octubre el Gobierno le comunicó la designación de Enrique León, para desempeñar dicha Jefatura Política, Gómez convocó a sus partidarios y les hizo firmar uno o más telegramas de protesta al Gobierno por dicho nombramiento, y pidiendo la continuación de Gómez en el cargo. Como parece que el Gobierno del Estado no aceptó la imposición, dícese que desde entonces, fiado Gómez en su dominio sobre la gran masa de indígenas de la región, determinó ir a la guerra, pudiendo asegurar que tomó una actitud tal de reto, que la Secretaría de Guerra, en previsión de cualquier emergencia, me ordenó mandara a Juchitán un Destacamento de la fuerza federal, con instrucciones de prestar apoyo a la autoridad constituida. 9º.- Llegado a Juchitán el señor León, para tomar posesión del cargo para el que había sido nombrado, quien por prudencia se alojó en el Cuartel, Gómez organizó manifestaciones de protesta y se pusieron más telegramas al Gobernador, exigiendo, en nom-
bre de la soberanía del pueblo Juchiteco, la revocación del nombramiento del Sr. León: mas como el Gobernador se mantuvo firme, Gómez dirigió el 2 de noviembre último a medio día un discurso incendiario a su gente, la que se lanzó desde luego al asalto del Cuartel en que se alojaba la fuerza que allí había al mando del Coronel Manuel Zozaya y que no llegaba a 250 hombres. 10º.- Tengo entendido, por los partes oficiales que se me han dado, que el ataque ya estaba resuelto de antemano, porque muchas casas de las que circundan el Cuartel estaban aspilleradas y bastó que se retirara una ligera capa de cal que las ocultaba por la calle, para que quedaran expeditas para el tiro. 11º.- Dado el reducido número de la fuerza federal en relación con el muy crecido de los Gomistas, los federales se redujeron al Cuartel y alturas de la Iglesia, en los que sufrieron un penoso sitio desde el día dos al 5 de noviembre último, rechazando repetidos asaltos y sufriendo el lanzamiento de piedras y bombas de dinamita que se les arrojaba desde las casas circunvecinas, por medio de hondas. 12º.- Como el día 2 no tuve sino noticias incompletas de los sucesos de Juchitán, porque los Gomistas cortaron las líneas telefónica y telegráficas, resolví enviar una pequeña partida de tropas en auxilio de la sitiada, que a la vez llevaría municiones y útiles de curación, siendo atacada dicha partida a la entrada del pueblo de Ixtaltepec, por rebeldes encabezados por el Presidente Municipal del propio pueblo, Juan A. Estudillo. 13º.- En las primeras horas del día tres marchó la misma partida, un tanto reforzada, con idéntico objeto, sufriendo repetidos ataques en Ixtaltepec y a la entrada de Juchitán, con pérdida de varios hombres. 14º.- Caminaba con esta columna el Mayor Médico Cirujano Leonides Argüello, quien fue hecho prisionero el día tres y asesinado cobardemente entre cuatro y siete de la noche del día cinco, por un grupo de sublevados que encabezaba Filemón Martínez. Dícese que Mariano López Félix recibió del Dr. 800 o 1000 pesos con una carta, para entregar a la Sra. madre del referido facultativo, los que no ha recibido la mencionada Sra. 15º.- Como los sublevados impidieron al Juez de la 1ª Instancia del Distrito, Lic. Federico Sandoval y al Encargado de la Pagaduría del 30º Batallón, Auxiliar de 1ª Luis M. Torres, que tomaran el tren el día dos con dirección a ésta, se refugiaron en el Hotel Central junto con el súbdito español Benito Vázquez, el C. Americano Abel Schepard [sic], los hermanos Samuel y Felipe R. Vera, Federico Arenas y otras cuatro o cinco personas más, entre las que se contaba un turco de nombre Salomón y la Sra. Laura R. Vera con dos hijas, siendo asesinados el día cuatro por la noche ocho de los que primeramente cito y salvándose el resto. 16º.- El mismo día cinco por la mañana, se presentaron al Coronel Zozaya, en el Cuartel, amparados con bandera blanca el cura de Juchitán, Sr. Ireneo Monroy y otro cuyo nombre ignoro, enviados por Gómez, pidiendo la entrega de las armas y municiones de la tropa, la que debería dejar las armas en pabellones frente al Palacio Municipal, ofreciendo en cambio que permitirían la retirada de la tropa sin hostilizarla. Por demás me parece decir a Ud. que la respuesta fue negativa. Finalmente, el mismo día, con mejores elementos, mandé otra expedición de auxilio a Juchitán, la que rompió el sitio de la plaza, tras un rudo combate, posesionándose de ella en unión de la fuerza sitiada; teniendo lugar en los días siete, ocho, nueve, once y quince otros ligeros tiroteos con los rebeldes, que se habían diseminado en los sembrados que rodean la población e impedían la entrada de los paisanos que pretendían regresar al pueblo.
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Sé también, de manera oficial, que los rebeldes saquearon casi por completo la población e incendiaban noche a noche muchas casas, con especialidad las de zacate; debiendo hacer constar que la rebelión me parece ya terminada, tanto porque muchos de los que seguían a Gómez, lo hacían por verdadero temor y lo abandonaron al darse cuenta que ni era tarea fácil vencer a la tropa federal, cuanto porque después de los primeros días de lucha se les agotaron los elementos de combate. Reitero a Ud. mis atenciones. Libertad y Constitución San Jerónimo, Oaxaca, 5 de diciembre de 1911. El General en Jefe Telésforo Merodio (rúbrica).
6 de noviembre
Eso no es justo, eso no es patriota, eso no es cristiano
Madero toma posesión como Presidente; la prensa lo confronta desde el inicio. Una vez retirados los rebeldes de Juchitán, el Jefe Político León puede tomar posesión de su cargo, custodiado por las Fuerzas Federales. Se hace un primer recuento en los informes oficiales de la destrucción y muertos renombrados —por tener un grado oficial, ser personas connotadas en Juchitán o extranjeros, sin que se recuerde ni un solo de los rebeldes o de los soldados de tropa caídos. Aún incomunicados, las noticias del Istmo provienen de prófugos y rumores —desde lugares aledaños: Salina Cruz, San Gerónimo. Se analizan nuevamente los motivos del levantamiento: se le atribuye a manejos de Gómez, a quien se justifica o denigra. El número de rebeldes se calcula en el muy respetable número de seis mil, y el Gobierno teme que aumente hasta abarcar por completo los distritos de Juchitán y Tehuantepec. La primera brigada sanitaria de la Cruz Blanca Neutral de Salina Cruz, el doctor Gochicoa envía telegramas a México y finaliza los trámites para el auxilio a los heridos en Juchitán: por fin entran ese día a la maltrecha ciudad. Se reseña en los diarios el envío de dos cañones desde Salina Cruz que hará rendirse a los rebeldes —de los que ya nos dieron cuenta los relatos del día anterior. En la ciudad de México se reúnen istmeños notables —Victoriano Fuentes y licenciado Maqueo Castellanos entre ellos— con el Ministro de Gobernación para nombrar una comisión pacificadora y tras discutirse varios nombres por fin la integran De Gyves y Ángel Pola. Sigue la preocupación por los trenes, ya que se pone en peligro el tráfico y comercio de la zona. Benito Juárez Maza, al parecer, da por terminado el penoso incidente: pide a Chapital que regrese a ayudarlo con las elecciones del Ayuntamiento de la ciudad de Oaxaca; sus servicios son más necesarios para crear un entorno favorable al Gobernador en la
capital del Estado que en el Distrito de Tehuantepec, a donde envía a Miguel F. González —en menos de dos meses, agobiado por problemas de salud, pide se acepte su renuncia. Maqueo Castellanos reclama telegráficamente la atención de Juárez: sus intereses en el Istmo se ven amenazados por los chegomistas; Juárez le promete que pronto habrá calma. Los reclamos sobre incursiones a sus propiedades siguen hasta el año siguiente. Como el terrateniente más rico del Estado, sus haciendas fueron constante blanco de los rebeldes. Circulan entre Castellanos, Ernesto Madero y Juárez toda clase de incriminadores documentos que muestran la indudable maldad de Gómez. En la Cámara de Oaxaca, Olivera se pronuncia contra la arbitrariedad en el nombramiento de Jefes Políticos, que tanto quebradero de cabeza han dado al Estado y recomienda a Juárez que no contradiga la voluntad de los pueblos. Barrios se levanta en armas en Teotitlán del Camino, días después es aprehendido.
La misiva de Enrique León, incomunicado en Juchitán, informa al vacío, en espera de poder ser enviada. El 5 de noviembre, en su calidad de Jefe Político, da cuenta a Juárez Maza de los terribles sucesos que serán conocidos algunos días después en Oaxaca. 154 Ayer se trasladaron al Palacio Municipal las fuerzas federales porque este punto presta mejores condiciones de defensa y al tomar yo posesión del local del propio edificio en que se encuentran las oficinas públicas, me di cuenta de que los archivos de las mismas fueron destruidos y muy especialmente el del Juzgado de 1ª Instancia. Los juchitecos alzados incendiaron y saquearon casas, asesinando a varios particulares, al Lic. Federico Sandoval, Juez de 1ª Instancia del Distrito, al Pagador del 30 batallón Luis M. Torres y al Mayor médico militar del mismo, Dr. Leonides Argüello, martirizándolos horriblemente. Como los miembros del Ayuntamiento de esta ciudad y alcaldes, según se asegura, tomaron participación en los hechos de armas en contra del Gobierno, de consiguiente no se presentan en esta población, me ocupo de reemplazar interinamente a esos funcionarios de conformidad con la ley, haciendo para el caso una selección entre las personas pacíficas y honradas de esta Ciudad y del resultado daré a Ud. cuenta oportunamente. El Juez del Estado Civil y Directores de las escuelas de ambos sexos no se presentan a continuar sus labores y no se sabe en dónde se encuentran. El Lic. Gómez asegúrase que se encuentra a distancia de ocho a nueve leguas rumbo al sur de esta población, más o menos, con el grueso de los rebeldes. Muchas de las familias y gente pacífica de esta población se separaron del lugar temerosos de que se cometieran con ellos atentados como los que he relatado, y yo espero que una vez restablecido el orden y que la autoridad pueda darles garantías volverán a sus hogares. Algunos centenares de rebeldes merodean la población haciendo tiros y aún no se les persigue por la fuerza federal, quizá por falta de instrucciones. La incomunicación es absoluta y por esta razón no he podido comunicarme con las Autoridades de los pueblos de este Distrito y por tal motivo creo que este informe llegará con mucho retardo a conocimiento de ese superior Gobierno. Por las circunstancias en que se encuentra el Distrito en general, el Recaudador
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AJFG doc. 8. Fragmento de carta. Hay también una copia mecanografiada en el mismo archivo, sin rúbrica.
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principal de este Distrito, C. Epifanio Pineda, uno de los empleados que utilizaba el Lic. Gómez, aún no puede reanudar las labores de su oficina. De lo que siga ocurriendo y de los demás detalles que adquiera daré a Ud. oportuno aviso.
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El Diario habla, desde ahora, del capricho arbitrario de Juárez Maza al imponer y sostener a un candidato repudiado por el pueblo. Si una de las promesas de la Revolución fue la eliminación del cargo de Jefe Político, ¿a qué la insistencia de imponer a uno que tantos conflictos causa? La política generalizada de la prensa es editorializar y allanar la vía, en la opinión pública, para las negociaciones de paz que anuncia este día el Ministerio de Gobernación. Incluso en Oaxaca hay oposición a la política de Juárez Maza. En la sesión del Congreso del 6 de noviembre de 1911, el Diputado Profesor Faustino G. Olivera propone una iniciativa, que al día siguiente reproduce íntegramente el periódico El Avance:155 Ciudadanos diputados: Nosotros que somos los más genuinos representantes del Estado y de los que depende la felicidad o la desgracia del pueblo oaxaqueño, en los actuales momentos en que ya en el distrito de Juchitán se derrama sangre hermana, no debemos permanecer indiferentes ante el problema trascendental que se nos presenta, sino que [debemos] ver, examinar y disponer lo conveniente a efecto de evitar que en el Estado se siga derramando sangre que será la maldición para nosotros si no tomamos todas las medidas para conseguir que la política del actual Jefe del Poder Ejecutivo, que según varias opiniones es la causante de tales trastornos, tome otro rumbo que no sea el de seguir disgustando a todos los habitantes del Estado, pues en mi concepto, entre gobernantes y gobernados debe existir la más completa armonía, para que se pueda iniciar la nueva etapa de vida que se necesita para encauzar al país por la senda del verdadero progreso. En varios Distritos del Estado se manifiesta cierto disgusto y malestar por la presencia de determinadas personas al frente de las Jefaturas Políticas, personas que por haber colaborado con el antiguo régimen, por no haber prestado servicio alguno a la noble causa de la libertad, o por ser de conducta depravada no simpatizan con el pueblo oaxaqueño. En los Distritos de Teotitlán del Camino, de Nochixtlán y de Etla, principalmente, los habitantes están muy disgustados con los actuales Jefes Políticos que tienen y desean como es natural deshacerse de ellos, para lo cual han hecho ante el gobernador del Estado nuevas gestiones y no han podido conseguir nada. Ese disgusto y malestar puede ir tomando mayores proporciones y de resolverse en actitud armada contra el Gobierno del Estado, como sucedió en Juchitán que por no estar conformes con que los gobernase el ciudadano Enrique León, tomaron las armas y he ahí un cuadro sangriento por demás triste, es una mancha para la actual administración. Nosotros por permanecer indiferentes ¿vamos a permitir que ese cuadro triste y desgarrador de Juchitán se repita en Etla, en Teotitlán, en Nochixtlán y en otros distritos y que los mexicanos de Etla, Nochixtlán se hagan pedazos con los mexi-
155. El Avance, 7 de noviembre. Reproducida en Guchachi’ reza, noviembre-diciembre de 1993, pp. 11 y 12, recopilación de Ruiz Cervantes.
canos que como soldados vayan a batirlos? ¡No, ciudadanos diputados, eso no es justo, eso no es patriota, eso no es cristiano! Nosotros debemos impedir por todos los medios que estén a nuestro alcance que se derrame más sangre oaxaqueña, que se queden más hogares en la orfandad y más hijos y esposas sin pan. Como nosotros somos los que debemos vigilar en todo sentido por la tranquilidad del Estado, hoy someto al patriotismo de ustedes la siguiente proposición: Que se dirija la Cámara de la manera más respetuosa y atenta al Primer Magistrado del Estado, para que cambie de política, referente al nombramiento de los Jefes Políticos de los Distritos y que sofoque cuanto antes la revuelta iniciada en Juchitán, y que dé cuenta a este Honorable Congreso de las novedades que ocurran en la zona de la revuelta para que éste dicte las medidas necesarias; que quite a los Jefes Políticos que no caminen de acuerdo con sus gobernados; que al hacer el nombramiento de autoridades se fije en las personas que sean del agrado del pueblo; que constantemente sondee la opinión pública para que esté al tanto de las aspiraciones populares y que procure deshacerse de ciertos malos colaboradores que por desprestigiarlo, van a hundir al Estado en la revuelta más sangrienta. Tras muchas otras recomendaciones, concluye: Y que nosotros estemos dispuestos, en la esfera de actitudes e ilustración a ayudarlo por cuantos medios podamos su gestión administrativa. Es cierto que nosotros no estamos capacitados por la ley para entrometernos en funciones netamente del poder Ejecutivo, como son las que se refieren a Jefes Políticos, pero fijándonos en que tenemos la obligación moral de vigilar los intereses del Estado en todas partes, creo que podemos hacer las indicaciones anteriores al Gobierno del Estado, si no legalmente, sí patrióticamente. No creo que las indicaciones a que me refiero sean precisamente en la forma que las pongo, la forma puede ser cualquiera, pero sí que tiendan al mismo fin que yo persigo, mejor dicho que perseguimos, pues que, en mi concepto, no sólo yo, sino que todos los diputados, estamos inspirados en los mismos sentimientos de amor al valiente pueblo oaxaqueño. La versión abreviada publicada por el Periódico Oficial de Oaxaca aparecerá hasta marzo del siguiente año, por lo cual es relevante que un periódico local la haga pública justamente al proponerse. La iniciativa fue unánimemente rechazada. Benito Juárez agradece a Constantino Chapital sus informes sobre Juchitán y Tehuantepec.156 Responde a una carta donde éste le ofrece sus servicios para resolver el conflicto; Juárez Maza lo regresa a Oaxaca: Oaxaca de Juárez, 6 de Noviembre de 1911 Señor Lic. Don Constantino Chapital Tehuantepec Estimado y fino amigo: Recibí su apreciable carta fecha 1º del corriente y como Ud. sabe al fin reventó la bomba de Juchitán, podrá Ud. quedar enterado de que se han tomado disposiciones del todo enérgicas, y el Gobierno cree pronto conseguir completo orden y tranquilidad en el Distrito, tanto más, cuanto que para ello he contado con buenos
156. ABJM 3-480.
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y leales servidores, así como la valiosa ayuda de la Federación. Estoy muy agradecido del señor General Merodio, tanto por sus acertadas disposiciones, como por la eficacia y lealtad que ha desplegado en pro del Gobierno constituido. Mucho le estimo el ofrecimiento que me hace de sus servicios personales para ir a Juchitán; pero más le estimaré venga por aquí porque lo estoy necesitando, pues como sabe Ud. próximamente será la elección del Ayuntamiento y deseo que obremos de acuerdo para las disposiciones que deban dictarse, a fin de que al ejercer los ciudadanos su derecho de sufragio, no tengan ninguna dificultad. Con toda franqueza le digo a Ud. que su muy apreciable familia ni una vez me ha rogado, ni suplicado, que yo lo traiga a esta ciudad, esto ha sido cosa puramente mía. Sí ha influido, en parte, como Ud. debe comprender, el próximo enlace de su hija María, y sería muy penoso para Ud. mismo y para la familia su ausencia. De manera que ya ve Ud.: por mi parte, lo necesito, y por otra, el deseo de que el jefe de la casa esté en el matrimonio de su hija María. Ayer marchó a esa el señor Lic. Miguel F. González, conferenció varias veces conmigo y lleva instrucciones mías. Espero que el desempeño de su cargo, lo lleve a cabo con todo acierto. Mi señora retorna a Ud. el afectuoso saludo y sin más por ahora, sabe que bien lo quiere su atento amigo y afectísimo seguro servidor.157
El Gobernador responde a las quejas recibidas antes del levantamiento; entre los descontentos se encuentra Esteban Maqueo Castellanos: Estimado señor y fino amigo: Quedo enterado de su grata fechada el 30 de octubre próximo pasado y tengo el gusto de contestarle. Luego que pasen los disturbios del Distrito de Juchitán y entre en calma el Jefe político, le escribiré en el sentido que Ud. me indica, para que él revise el expediente del sorteado Altamirano y vea que se puede hacer, dentro de la ley, en su favor. No han llegado aún los informes referentes al Río de Chicapa y ya se dice al Jefe político violente su permiso. Espero que memorándum de que me habla Ud. para formarme mejor juicio del asunto en cuestión. Recibí los interesantes datos que adjunta a su citada carta me envía Ud., y están en consonancia con los que por otros conductos he recibido y ellos vienen a confirmar más y más la idea que el Gobierno tiene de tan mal sujeto y peor ciudadano. Así es que se los agradezco y ya tomo nota de ellos, lo mismo que mucho estimo las frases de simpatía y lealtad que tiene la amabilidad de dirigirme. Soy de Ud., como siempre, su afectísimo amigo y seguro servidor, Benito Juárez158 Benito Juárez responde asimismo a Ernesto Madero, agradeciéndole documentos históricos que le ha enviado, que demuestran la perfidia de Che Gómez: mismos que remite al Lic. González Garza.159
157. ABJM 1-401 y 402v. 158. ABJM 1-410. 159. ABJM 3-421 y 423.
También hay otros intereses en juego: el Cónsul de Estados Unidos en Salina Cruz, Lewis W. Haskell informa al Secretario de Estado en Washington y a la Embajada de su país en la capital de México sobre el conflicto en Juchitán. Me honra informar sobre los graves desórdenes y combates de Juchitán, Oaxaca. Juchitán está situado junto al ferrocarril Pan-Americano, a unas 50 millas de Salina Cruz, por ferrocarril. El problema, cuyo carácter empezó a adquirir gravedad el día 3 de noviembre de 1911, surgió a raíz de la designación de un Jefe Político (Prefecto) que no era residente ni del agrado de la gente. El populacho quería que un tal Gómez fuera el Prefecto, y ha resentido, al grado de llegar al enfrentamiento armado, ante la toma de poder del nuevo Prefecto. El conflicto, por tanto, es entre las fuerzas de Gómez, que aparentemente incluyen al populacho en general, y las tropas Federales, enviadas para instaurar al nuevo Prefecto y restaurar la administración ordenada. Los enfrentamientos entre estas fuerzas se dieron el 3 y 4 del presente. El 5 del mismo, o sea ayer, un gran cuerpo de fuerzas federales, alrededor de cuatrocientos efectivos, fue movilizados urgentemente a Juchitán, desde Orizaba. Esta fuerza venía bien pertrechada y con gran cantidad de municiones, así como varias ametralladoras. Se sabe, de buena fuente, que la fuerza tuvo que abrirse paso hasta Juchitán por la fuerza, lo cual lograron a costa de unos treinta muertos y heridos. Una vez dentro se unieron a las pocas fuerza federales de las barracas y ahí, después de muchas bajas, que varían según distintos cálculos, fueron cercados por el populacho armado. Se rumora que las fuerzas de Gómez están bien armadas y que, en total, tienen mil rifles a su disposición. Se calcula que las fuerzas federales, engrosadas con el gran contingente llegado ayer y con las ametralladoras, podrán controlar la situación. Expondremos cuidadosamente la situación y el Departamento recibirá amplia información. Hay muchos rumores que indican que el pueblo quiere separarse del Estado de Oaxaca y de otros asuntos similares.160
Bastante eficiente fue la tarea de los amigos de Gómez en la capital de la República, pues le defienden desde El Diario: enterando a Madero —que bien podría haber ignorado los conflictos, según la nota— abren la puerta a las negociaciones. La palabra capricho es adjudicada al gobierno oaxaqueño, que tantos dolores de cabeza causará veinte días después; pero el periódico no se enfrenta frontalmente con Juárez Maza. La historia verídica de los lamentables sucesos que en estos momentos están ocurriendo en Juchitán y aquellos pueblos del Estado de Oaxaca, y que tanto conmueven a la Nación, según se nos informa, tienen su origen en un simple capricho, no se sabe de quién de las personas que constituyen el gobierno de aquel Estado. El señor José Gómez era, con beneplácito de todo el Distrito de Juchitán, Jefe Político de él. Todos los indígenas del lugar lo estimaban y vivían con toda tranquilidad. Últimamente, sin más que más, se presentó en el mencionado pueblo de Juchitán, el señor Enrique León, con órdenes de recibir la Jefatura del lugar. Tan luego como esto llegó a conocimiento del pueblo, los vecinos se alarmaron y se dirigieron al
160. Informes al Departamento de Estado Estadounidense sobre la rebelión de los juchitecos en 1911. Investigó Francisco Toledo. Reproducido en Guchachi’ reza, septiembre de 1983.
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centro de la población oponiéndose a la entrega, y diciendo que no querían que existiera la falta de soberanía del pueblo y que se les pusieran funcionarios contra su voluntad. El señor Gómez que vio que las cosas podían adquirir cierta gravedad, se dirigió al Gobierno del Centro, diciendo lo que ocurría y que, aunque él estaba dispuesto a hacer la entrega del empleo, estimaba que no era el momento oportuno para efectuarlo, que se influyera con el Gobierno del Estado para que retirara al señor León, y pasado aquel momento de efervescencia, volviera para que se le hiciera la entrega, sin el peligro de que se causara un levantamiento que costara la sangre de los vecinos. Probablemente estas razones no llegaron oportunamente al conocimiento del Gobierno, el hecho es que se insistió en la entrega de la Jefatura y el pueblo se levantó, y el referido señor Gómez se puso a la cabeza del pueblo. Desde ese momento los encuentros con las tropas federales se han reanudado uno tras otro y la lista de los muertos va crecido horriblemente. El día 2 del actual, en un encuentro con los rurales, éstos resultaron derrotados y hubo varios muertos de los vecinos del pueblo y muchos heridos de parte de los rurales. La vía está cortada en dos partes, cerca de Ixtepec y Juchitán, y el comercio perjudicado. En vista de esto, el señor Ministro de Gobernación ha acordado que marchen rumbo a aquellos lugares, los señores Fernando de Gyves y don Ángel Pola llevando como Secretario el primero de los mencionados, al señor Gastón Solana, pasante de derecho, y el segundo al señor Reynaldo Pola. Las personas indicadas llevan instrucciones para conferenciar con el señor Gómez, y procurar la pacificación de aquel Distrito, cuyos disturbios amenazan cundir notablemente.
El Imparcial, mediante su corresponsal de Salina Cruz, anuncia que cuatro ametralladoras están en poder de los juchitecos, pero que no pueden utilizarlas por falta de parque. Salen refuerzo de 500 hombres y una pieza de artillería, comandados por Blanquet. Dos soldados heridos, llegados de San Jerónimo, informan que es desesperada la situación de los federales, pues sus bajas pasan de cien y los víveres y pertrechos están escaseando. Otros informes dicen que se ha logrado dominar la situación. Se espera que a esta fecha habrá llegado el señor Coronel Blanquet, al mando de quinientos hombres del 29º Batallón. Por orden de la Secretaría de Guerra, salió hoy a las cinco de la mañana una pieza de artillería de batalla, sistema Saint Chaumond-Mondragón, de la batería de este puerto. Dicha pieza va convenientemente pertrechada y a cargo del capitán primero Agustín Hernández, quien lleva once artilleros bajo sus órdenes. Se denuncia el impacto económico sobre la región si los rebeldes siguen interfiriendo con los ferrocarriles y el diario insiste en el relato de las pavorosas muertes de los célebres caídos. Ha sido herido Zozaya, muerto Argüelles. La Cruz Blanca Neutral se prepara en Salina Cruz para salir a atender a los heridos. El médico militar Barrios fue hecho prisionero por los alzados —en efecto, aparecerá más tarde en el campamento
de Che Gómez, pero por su propia voluntad, al parecer. Tres días después, El Imparcial mismo repite la noticia: los rebeldes apresaron a un doctor de apellido Barrios, que radica en Ixtaltepec. 161 Las familias emigran, informa el corresponsal del mismo diario en Oaxaca. De los males, el menos: no hay incendios, asesinatos o violaciones, como en Morelos aunque Juchitán permanece aislado. Oaxaqueños residentes en la ciudad reciben la primera propuesta de una comisión negociadora. Victoriano Fuentes declina, De Gyves y Pola aceptan. Recibieron credenciales y salen esta noche para negociar un plan de paz. No pueden comunicarse con el cabecilla para plantear las modalidades del encuentro, pues los telégrafos están cortados. El País, desde Salina Cruz, denuncia el caos que reina en ese puerto, a causa de los numerosos refugiados. Hoy llegaron a esta población numerosas personas que lograron escapar de Juchitán, donde la situación sigue sumamente grave, a causa de que los alimentos han comenzado a escasear y los rebeldes se oponen tenazmente a que se permita la entrada de víveres. […] Se cree que con los refuerzos y los que de un momento a otro deben llegar a Juchitán, las fuerzas federales logren rendir por completo a los sublevados, aprehendiendo al autor principal de los sangrientos sucesos que se han registrado en aquella población, José F. Gómez, el ex Jefe Político del Distrito que se creía ya señor de vidas y haciendas. Desde San Jerónimo, este periódico, con frases poco benignas para Gómez, lo acusa de estar coludido con el exjefe de Tehuantepec y ser subordinado de Santibáñez. La excitación política en Juchitán ha tomado un aspecto grave y se espera de un momento a otro un encuentro entre los partidarios de José F. Gómez y las fuerzas federales. El motivo de esta situación es que el cacique Gómez, que es el Presidente Municipal, está encargado por ministerio de ley de la Jefatura Política, y el Gobierno del Estado acaba de nombrar Jefe Político al señor Enrique León, quien ha llegado a Juchitán para tomar posesión de su encargo; pero el pueblo ignorante instigado por Gómez se opone a ello y permanece con las armas en la mano para rechazar por medio de la fuerza al nuevo Jefe, desobedeciendo con esto a un mandato legal del Gobierno y cometiendo un acto de rebeldía, cuyo culpable es el licenciado Gómez. Gómez no quiere que nadie más que él sea Jefe Político, pues en esta situación explotará el Distrito entero y desarrollará en él el más burdo caciquismo como lo ha hecho hasta hoy, que tiene convertida la Cabecera en una pequeña República, donde ni el Gobierno del Estado ni el Federal pueden intervenir para disponer lo que con arreglo a la ley está en sus facultades. En Juchitán están refugiados varios individuos contra quienes existen órdenes de aprehensión por responsabilidades que les resultan en el sensible asesinato del licenciado Woolrich en Tehuantepec, y como esos individuos son favoritos de Alfonso J. Santibáñez el exjefe político preso en Tehuantepec, y confabulado con Gómez, están enteramente garantizados por éste.
161. El Imparcial, 9 de noviembre.
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El Gobierno del Estado ha observado una actitud tan enérgica como digna de elogio, pues ya era tiempo que impusiera el orden en el Distrito rechazando con vigor las ridículas amenazas del licenciado Gómez. José F. Gómez es natural de Juchitán, hombre inquieto pero de ningún valor civil, afecto a la alharaca para obtener empleos como los obtuvo durante toda la administración del General Díaz, en que fue uno de los favoritos del cientificismo; habla un castellano vicioso, pues está inclinado al zapoteco, que es su lengua natural: es apto para ejercer la maldad y aparecer luego como víctima para eludir las responsabilidades. Con la mayor naturalidad se transforma de furibunda porfirista en maderista, vazquista y reyista. Todas las familias de Juchitán han huido escapando de las furias de Gómez. Hay actualmente en Juchitán 300 soldados federales y se espera un refuerzo para dar amplias garantías al nuevo Jefe Político. Seguiré informando.
Desde Veracruz, El Imparcial afirma que Che Gómez recorre Choapam y Tonalá proclamando un Plan Revolucionario cuyos términos se desconocen. Los reportes del estado, en diferentes diarios, reseñan que en Cuicatlán existen intentos de levantamiento por la imposición de una autoridad militar; Robelo detenido con comprometedores documentos. Se asegura que este movimiento es diferente al de Morelos. En la ciudad de México se denuncia un complot y bombas contra Madero.
6 de noviembre
Cena, ayuno e incineraciones
Testimonio del Coronel Zozaya.162 En el pueblo de San Gerónimo, perteneciente a este Distrito, a los veintiséis días del mes de Diciembre de mil novecientos once y trasladado el personal del Juzgado a este pueblo con el objeto de tomar su declaración al Ciudadano Coronel Manuel Zozaya, se le hizo comparecer y protestando en forma a sus generales dijo llamarse como queda escrito, ser originario de Monterrey, Estado de Nuevo León, viudo, de cincuenta años de edad, militar, y actualmente Coronel del treinta Batallón de infantería del Ejercito Nacional, residente en esta Plaza. Preguntado como corresponde, expuso que habiendo recibido orden del Cuartel General de esta Zona de ir a guarnecer la Plaza de Juchitán, llegó a dicha población el veintisiete de Octubre último, al mando de cien hombres de su cuerpo, que en los últimos días de este mes, no hubo nada anormal más que el día treinta hicieron los de la población una manifestación pacífica, pero compuesta de gran número de hombres que tuvo por objeto indicar al Señor Jefe político su inconformidad para que se hiciera cargo de la Jefatura política; que el señor Don Enrique León,
162. Averiguación contra Mario G. Palacios…, pp. 35- 39v.
persona que venía con este carácter había llegado el día anterior, habiéndose alojado en una pieza contigua al Cuartel y cuando el declarante tuvo conocimiento de la manifestación a que alude, le dijo personalmente al Licenciado Gómez que procurara que dicha manifestación no fuera armada porque así lo pretendía el repetido Licenciado, y que tampoco fuera frente al Cuartel, por lo que se llevaron al Señor León a lugar distinto pero teniendo cuidado el que expone de que no le fueran a hacer nada y en previsión de cualquier atentado alistó su fuerza; que el día treinta y uno del propio mes, que se incorporó el Capitán Bretón, viniendo de Tonalá, los vecinos de Juchitán en gran número y armados, pretendieron no dejarlo entrar a la población cuando se bajó del tren en la Estación, a no ser por el señor I. Guadalupe Ochoa que concurrió a este lugar a disuadirlos de su intento; de suerte es, que cuando el Declarante llegó con su fuerza ya se habían retirado los amotinados y sin ninguna otra novedad fueron alojadas las fuerzas en el Cuartel; que ese mismo día o al siguiente, primero de Noviembre el declarante y el Señor Jefe político fueron invitados por el Señor Licenciado Gómez a cenar en la casa de éste, cuya invitación fue agradecida pero no aceptada, temiendo ser víctimas de algún atentado, causado por el referido Licenciado y el pueblo de que disponía en gran número se encontraba reunido frente a su casa y calles contiguas, lo cual sucedía todas las noches, hacía algún tiempo; que al no haber aceptado la invitación de ir a cenar, el Licenciado Gómez, fue a verlo e insistió en que convenciera al Señor León de que no aceptara la Jefatura o mejor dicho, hacerse cargo de ella, porque el pueblo se oponía y además se temía que cometiera algún atentado contra de este señor, a cuya indicación ofreció hacérsela saber al Señor León y entonces le aconsejó a dicho señor que era conveniente que viniera a este pueblo en obvio de dificultades y trastornos a instalar la Jefatura en donde reside el Cuartel General de la Zona, comunicándolo al Gobierno ya fuera para que transitoriamente residiera aquí definitivamente, supuesto que, el Gobierno muy bien podía determinar, el Señor León no aceptó y se quedó, como es público y notorio: que desde las primeras horas del día dos de Noviembre se apercibió el declarante de que el Cuartel se encontraba sitiado por un gran número de gente armada y que también en las calles de la población y en la plaza, se encontraba gente armada calentándose, poco más o menos que serían de tres a cuatro mil hombres los que formaban los amotinados; que como no se dejaba entrar al Cuartel a las vendedoras ni a las mujeres de los soldados, el que expone le mandó al Licenciado Gómez un oficial comunicándole lo que sucedía para que el pueblo se retirara y pudieran las mujeres entrar al Cuartel, a cuyo recado contestó: que ya iba a dar las órdenes que se le pedían, pero mirando que no se subsanaba el mal, determinó ponerle un oficio en el que le decía que supuesto sus órdenes no eran cumplidas, él como autoridad política le pidiera auxilio de fuerza armada para que con ayuda de la policía del pueblo se disolviera y cesara su actitud agresiva hacia el Cuartel, que dicho oficio no fue contestado pero vio que se retiraron los amotinados de frente al Cuartel y de las calles y pudieron entonces penetrar las vendedoras y mujeres al referido Cuartel; mas por lo sucedido después, se convenció el diciente de que los amotinados al retirarse de frente al Cuartel y de las calles, penetraron en las casas y solares que rodean el cuartel, teniendo ya las primeras aspilleradas por dentro y por fuera cubiertas con una ligera capa de cal y arena; que no obstante haber visto que la multitud se retiró, mandó situar en los cuatro ángulos del Cuartel retenes compuestos cada uno de dos individuos de tropa para que estuvieran en observación de los movimientos que hicieran quedando la fuerza toda sobre las armas y como a la una de la tarde recibió un
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recado del señor Licenciado Gómez de que si no mandaba fuerzas al Palacio Municipal porque iba a hacer entrega de la Jefatura política a cuyo recado contestó que no tenía que meterse absolutamente en ese acto a no ser que hubiera algún desorden en cuyo caso daría el auxilio correspondiente y como el Licenciado Federico Sandoval, Juez de primera instancia del Distrito y el pagador del treinta Batallón Señor Srio. M. Torres se encontraban con el declarante y el Señor León éstos le informaron que en la Plaza y calles había mucha gente armada, determinando por esta circunstancia separarse luego de su compañía no obstante que el exponente les decía que se quedaran con él pero el Pagador Torres objetó al Licenciado Sandoval que no era conveniente quedarse en el Cuartel por que sería lo primero que atacarían los rebeldes y convencidos de ello se separaron y el exponente se salió al corredor en donde se le ocurrió leer una carta y al abrirla, que esto sería momentos antes de las dos de la tarde, oyéndose muchos aplausos en la Plaza y gritería y en atención a esto, se quedó unos instantes parado y al dar la vuelta y penetrar en la pieza, le hicieron una descarga viniendo de la esquina Sur, tanto que uno de los balazos que pegó en el pie derecho de la puerta, desprendió caliche que le ensució el rostro y violentamente […] y como continuaron haciendo fuego fue herido un sargento que estaba apostado en la esquina que da frente a la Plaza, entonces el exponente ordenó que inmediatamente saliera fuerza del Cuartel a posesionarse del Jardín que está frente a él para contener a la multitud que haciendo fuego se venía sobre él, mandando asimismo que una fuerza compuesta de treinta hombres al mando del Capitán Romo se posesionara de la torre del templo que queda junto al Cuartel y es la Iglesia parroquial de San Vicente, en cuya operación fue muerto dicho Capitán, herido el Subteniente Velasco que iba a sus órdenes y muertos catorce individuos de tropa, por lo que se nombró inmediatamente al Capitán Saint-Pool para que se hiciera cargo de la fuerza que ya había tomado la torre, mientras el Subteniente Velasco se recogía herido, habiendo sido éste quien saltó la pared para abrir la puerta del atrio a la fuerza para que pudiera cumplir con la orden recibida; que en vista del crecido número del enemigo tuvo que replegar la fuerza que se encontraba en el Jardín para dentro del Cuartel y por que ya entraba la noche: que durante toda la noche de ese día no cesaron de hacer fuego ni de enviar bombas de dinamita y piedras sobre el Cuartel, causándole dos bajas más en el cuartel y otra en la torre y los días del tres y cuatro en el primero, de ellos, el Mayor Vicente González que fue con municiones de Guerra, en la tarde, fue atacado logrando después de un rudo combate haber penetrado al Cuartel, habiendo tenido más de veinte bajas de cien hombres que llevaba, y el segundo de estos días, por la noche, fue atacado vigorosamente descerrajando una puerta del Cuartel que queda en el ángulo Norte y a espaldas del mismo edificio, y también con dinamita lograron los sediciosos abrirle un agujero al cuartel por el lado Norte y ángulo opuesto al primero; pero se resistió con vigor y no pudieron los sediciosos obtener su intento, ni causar otro daño en el personal de la fuerza: que el día cinco como a las nueve de la mañana llegaron dos sacerdotes amparados con Bandera blanca, hasta el Cuartel, siendo uno de ellos el Cura del lugar y otro un extranjero ignorando el nombre de ellos el que habla y al conferenciar con el exponente le manifestaron que iban a nombre del Licenciado José Gómez el que le mandaba proponer rendición de la que debía acceder porque se encontraba sin municiones [sic]de boca, comiéndose las mulas del Cuerpo y a más porque no debía esperar refuerzos del Cuartel General porque éste ya no los tenía, sabiéndose positivamente que la música hacía los servicios de Plaza; y que al rendirse pusieran las armas en pabellón frente a Palacio
quedando éstas en poder de ellos, los insurrectos, así como las demás municiones de guerra, perdonándoles la vida a todos y dejándolos en entera libertad; que el declarante no aceptó la proposición y dijo en contestación al Licenciado Gómez que las armas estaban en el Cuartel y que fuera él con los suyos a recogerlas a lo que le replicó el sacerdote extranjero que por el amor de Dios y la Corte celestial se rindiera pues su contrincante les había dicho que si no lograban convencerlo, el pueblo los mataría, y esto se lo decía de rodillas y con el sombrero en la mano; y tan acobardados se encontraban, estos sacerdotes, que ya no querían salir del Cuartel, el de Juchitán, pero que al fin, su compañero lo convenció y ambos salieron a dar cuenta de su comisión: que como a las cinco y media de la tarde se comenzaron a oír detonaciones de armas de fuego por el camino que conduce a Espinal y al notar que funcionaba una pieza de artillería comprendió que era auxilio, por lo que entonces desplegó su fuerza comenzando a batir las posiciones del enemigo desde la torre y el cuartel para evitar que todos se cargaran sobre el auxilio: que como a las ocho de la noche el Coronel Manzano con doscientos cincuenta hombres que componían el auxilio y una pieza de artillería, llegaron hasta el Cuartel comunicándose con el diciente, continuando batiéndose con el cañón las posiciones enemigas hasta las nueve y media, hora en que cesó el fuego de los sediciosos por lo que resolvieron acuartelar toda la tropa en esa noche, hasta el día siguiente en las primeras horas que salió el declarante con ciento cincuenta hombres protegido por la artillería a recorrer la población con el objeto de abarcar al enemigo y de hacerse de provisiones de boca para su tropa, que hacía cuatro días carecían de ellas; que no le hicieron resistencia en ningún punto y solamente hubo tiroteos por el Panteón, Barrio de Abajo y del otro lado del río, ocupando Palacio y quedando en su poder toda la población: que como a las dos de la mañana del día siete se acercó una partida de rebeldes a atacar Palacio que estaba ocupado por un retén de cincuenta hombres, donde fue muerto el Cabecilla, pariente del Licenciado Gómez, que llevaba su mismo apellido y era conocido con el alias de cartero y dinamitero; que ya no hubo otros ataques en forma sino pequeños tiroteos en los suburbios de la población hasta que llegó el Comisionado de paz señor Gavira cesando las hostilidades por ambas partes: a preguntas especiales que se le hicieron contestó que no cree que el movimiento revolucionario haya sido local o por cuestión de haber sido nombrado Jefe político del Distrito el Señor Enrique León, pues la circunstancia de estar preparado el Licenciado José F. Gómez con mucha anticipación proveyéndose de armas y dando instrucción militar a sus subordinados, indican que estaba resuelto a atacar en caso de no obtener la realización de sus ideales y compromisos: que por otra parte, al verificarse el ataque el día dos, fecha en que obtuvo el convencimiento de que el Licenciado Pino Suárez había sido electo Vice-Presidente de la República y no el Señor Vázquez Gómez, candidato que él apoyaba como es público y notorio, porque así lo demostró indicándoselo a los electores y sobre todo, el ataque a la fuerza federal que es neutral a cuestiones locales y siendo iniciado dicho ataque por el Licenciado Gómez y los suyos sin motivo ninguno como lo tiene demostrado en el Cuerpo de esta su declaración, denotan de una manera evidente y sin esfuerzo ninguno, que la ofensa fue al Gobierno General, directamente, pues se agredió a la fuerza federal dependiente de ese Gobierno y no del de el Estado; éstas son las razones que tiene para fundar su creencia. Que el día que llegó a la Plaza de Juchitán iba a ser atacado por los sediciosos de orden del Licenciado Gómez y así se lo dijo al declarante el Señor Pascal, a quien a su vez se lo había contado el Comandante de policía de aquella Cabecera: que con respecto a los cadáveres de las personas asesinadas en el Hotel Central recogió a tres de
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este edificio y dos de la casa de Doña Rosaura Cerqueda contigua al Hotel y como ya se encontraban en descomposición completa los mandó incinerar, no pudiéndose identificar ninguno de los dichos cadáveres por el estado en que se encontraban y sólo se pudo inferir que uno de los que recogió de la casa de la Señora Cerqueda era del Pagador de su Cuerpo, por el saco que tenía puesto y papeles encontrados en una de sus bolsas: que el Señor Jefe político actual don Enrique León, desde que llegó a Juchitán se alojó en la casa habitación del declarante comprendiendo el peligro que corría y que una vez que cesaron las hostilidades y que la tropa federal se acuarteló en Palacio, ambos se fueron a este edificio a vivir hasta el 22 del actual, en que el declarante se vino a esta población dejando al Señor León en Juchitán: que no tiene noticias de quiénes directamente hayan causado la muerte a los que asesinaron en el Hotel Central, pues a este respecto hay distintas versiones; pero a él no le consta nada de cierto y no habiendo más que declarar, por ahora, ratificó lo expresado, leído que le fue y firmó al margen. (Al margen: Manuel Zozaya, Rúbrica)
7 de noviembre
Escenario infernal: trompetas apocalípticas
No es lo mismo saber de oídas la terrible situación por la que atraviesa Juchitán que confrontar la triste realidad, hasta ahora narrada por quienes lograron escapar a través del cerco roto. Los reporteros ya habían llegado al Istmo; a excepción de Rodríguez Contreras, ninguno había entrado a Juchitán y todavía no se publicaba ningún reportaje de lo presenciado allí. En todas las notas se hace encomio general de la valentía de los federales, se reprueba la saña, crímenes y desmanes de los rebeldes, se celebra la llegada de refuerzos y auxilios médicos. Las noticias de este día y los siguientes, enfatizando la tragedia, son iguales —con más o menos adjetivos y zopilotes. La tónica de los reportes era usual en estos tiempos: encontramos reportajes semejantes tras la batalla de Ciudad Juárez, por ejemplo. Tras el asombro viene la exageración, y sólo días más tardes sigue la exclusiva, por ahora imposible. El amarillismo se ceba en la magnitud de la violencia: sacrificio indio contra Argüelles, dificultad de vencer a los rebeldes, federales que comen carne de caballo: hambre tan emblemática como el arrojo indio. Las preguntas obligadas son: ¿Por qué? ¿De dónde vienen las armas? Nuevamente se anuncia que Che Gómez ha huido, ha sido capturado, o fusilado; lo mismo se anuncia y desmiente a lo largo de todo el mes. Sin embargo, ya hay tranquilidad para denunciar asesinatos, muertos y reseñar las negociaciones de la comisión de paz; antes de la entrada de los periodistas ya habían terminado los grandes combates. Por su parte, el Gobierno de Oaxaca sostiene sin el menor asomo de duda al Jefe Político. En Salina Cruz comienza la estrecha vinculación entre el reportero de El País y la Cruz
Blanca Neutral: habrá de acompañar a la brigada y dar cuenta de todas las acciones humanitarias de los doctores que la conforman, desde su salida al campo de batalla hasta el banquete en su honor, al terminar el conflicto. Además de tener acceso a datos más o menos semejantes a los de otros periódicos, éste nos informa cuánto formaldehído requieren los heridos, cuántas piezas de pan dona Salina Cruz a los hambrientos soldados. Sus datos sobre muertos y heridos son los más exactos, puesto que está al tanto de todos los reportes médicos.
El Imparcial anuncia en primera plana, a ocho columnas: “Hay mil cadáveres insepultos en Juchitán. El cuadro horrendo se hace más trágico por los buitres que se abaten sobre los muertos”. Después de los combates habidos allí entre los federales y los rebeldes, las calles de la población han quedado sembradas de cadáveres, viéndose hacinados y expuestos a la intemperie. Muchas bocacalles están obstruidas por completo por aquel amontonamiento de cuerpos insepultos, llenos de sangre fétida, que ya despiden mal olor. El cuadro es horrendo pues por el cielo se contemplan las bandadas de hambrientos y torvos pájaros que espían la oportunidad para bajar y clavar sus picos en las presas. Se calcula que hay más de mil muertos y centenares de heridos, que, abandonados, sin curación, van extinguiéndose lentamente, muertos por la sed y la desesperación. […] Se sabe que la cuestión que tantas vidas ha costado, es un asunto puramente local y que se debe al licenciado Gómez, que fue Jefe Político de Juchitán. Continúa la larga nota: Los federales cercados con los refuerzos llegados en días anteriores, fingen una retirada y tras salir de la población regresan sobre los rebeldes y se inicia una batalla en campo abierto. San Gerónimo manda 660 voluntarios en su auxilio; el socorro humanitario de la Cruz Blanca Neutral, que salió de Salina Cruz, es detenido en Ixtepec. Se revela, por versiones de un sacerdote huido que presenció los hechos, cómo los sanguinarios rebeldes asesinaron arteramente al Mayor Médico Leonidas Argüelles. El País también encabeza su primera plana con la noticia de miles de heridos y da cuenta de los destrozos de la artillería en el Palacio Municipal y el Hotel Central, guarida de los rebeldes según dicen, aunque en realidad era lo contrario, como ya se ha visto. “Al ser atacado este edificio por las fuerzas federales, el número de muertos fue enorme, pues la artillería barría verdaderamente, causando enorme pánico entre los mismos levantados en armas.” Repite que las bajas son casi todas de rebeldes, los heridos están sin auxilio, la brigada humanitaria fue detenida y el médico Argüello asesinado. Juan Tista Cerqueda relata cómo su padre salvó la vida al cura que entrevistarán varios periódicos en los días siguientes.
Comenzó y fue arreciando. Cuando vino del norte, la tropa trajo un cañón y uno de los juchitecos —ya no me acuerdo del nombre— tocó una diana en su corneta y los soldados que ya iban en retirada tuvieron que regresar al pueblo, obedeciendo la corneta. Así estaban y cada vez que llegaba nueva tropa la derrotaban. Después vino el tren militar, eran muchos soldados. Llegaron por el lado de Cheguigo. En ese entonces
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estaba aquí Monroy, un cura de Guadalajara y mi padre trabajaba con él. “¿Qué hacemos ahora?”, le preguntó a mi padre. —Si usted quiere lo llevo al monte —le dijo mi padre. El cura parece que sabía que llegaría la Fuerza. En esas batallas murió el doctor Argüello. Mi padre encaminó al cura hacia Tehuantepec y en el camino encontraron a la Fuerza. Enorme. Cuando el doctor Argüello vio al cura le preguntó a dónde iba. Él le contestó que rumbo a Tehuantepec. —No vayas. Vienen muchas fuerzas y entrarán al pueblo, todo se calmará. —Como quieras —le dijo el cura a mi padre—. Si quieres ver a tu familia, vete. Y se regresó el cura al pueblo, con la tropa. También los derrotaron, dejando muchos muertos por el rumbo de Cheguigo, por donde entraban. Al pasar el río, los tecos comenzaron a dispararle a la tropa desde las lomas; algunos escaparon y otros murieron. Allí cayó prisionero el doctor Argüello junto con el cura, pero como éste conocía a Nicu Dada, le pidió que no matara al cura. El cura dijo que ya se iba a Tehuantepec pero que lo regresaron. Así se salvó, pero al doctor lo mataron. Después mi difunto hermano Mariano acompañó al cura, que quería irse a Guadalajara. La guerra tuvo muchas vueltas, tuvo que pasar tiempo para que se calmara. Recuerdo que vino un cura italiano y le dijo a mi padre, como anunciándolo, que habría una guerra que duraría más de treinta años. Y así fue. Era un cura viejo y decía que había venido a México porque en su país hacía mucho frío, que no aguantaba.
Informa El País ser falsas las noticias de aprehensión del cabecilla: se oculta en lugar desconocido. El Gobernador del Estado informa que está resuelto a sostener al Jefe Político. Ataca violentamente a Che Gómez por instigar a los indígenas a quienes — solamente por esa ciega y oprobiosa condición— supone incapaces de decidir su propio destino. …la conducta del llamado Che Gómez es verdaderamente criminal y amerita un severísimo castigo, un ejemplar y pronto castigo, porque ha levantado a indígenas inconscientes, a gente estulta e ignorante que no persigue ningún fin, que no anhela ni su mejoramiento ni el de sus semejantes, sino que sólo sigue la voz de un ambicioso vulgar, de un cacique de los tiempos porfirianos, que, enseñoreado con un puesto que ya no le corresponde, porque el Gobierno constituido del Estado, ha nombrado un sustituto, viola la ley, y sin importarle las numerosas víctimas que está causando, no depone su criminal actitud, sino que continúa instigando a esas masas de indígenas para que defiendan una usurpación, una ilegalidad, un atentado. La Patria del día 7 de noviembre incluye un breve editorial sobre la rebelión con tintes bíblicos. Independencia del Istmo Con el desagrado que es de suponerse registramos la noticia de que la situación porque atraviesa el Istmo de Tehuantepec es sumamente grave en el orden político, pues circulan rumores de que José F. Gómez, en su generalidad, conocido por aquellos rumbos por Che Gómez se ha levantado en armas con numerosos hombres y ha proclamado la independencia de toda aquella región. […]
No parece sino que asistimos al Juicio Final y que ya la trompeta apocalíptica ha dejado oír sus agudos sones. Es esta una reflexión, que se inspira en la contemplación triste que hay que hacer en vista de los lamentables sucesos que en nuestra patria se desarrollan. Y lo que agrava estas noticias es saber que en Rincón Antonio fue aprehendido el cabecilla maderista Guadalupe Ochoa, quien en compañía del licenciado don José F. Gómez encabeza un movimiento contrarrevolucionario que ha estallado en la población y distrito de Juchitán, Estado de Oaxaca y que parece se extiende prontamente por el expresado Istmo de Tehuantepec. Y esto, ¿qué deja ver?... Que por desgracia existe un plan fraguado con fines de criminal fraccionamiento de una de las entidades federativas más importantes de la República.
El Correo del Sur, a pesar de repetir lo dicho por El Imparcial, añade información bien distinta y, por razones geográficas y de comunicación, lo que afirman es casi imposible: […] Parece que el movimiento insurreccional va tomando incremento, no obstante las pérdidas cuantiosas de vidas que han tenido los rebeldes. Se dice que el Lic. José F. Gómez, que no fue aprehendido como se aseguraba, se ha internado hacia el norte, invadiendo el Distrito de Choapam, aumentando considerablemente el número de los revolucionarios, los que ya alcanzan la respetable cifra de cuatro mil hombres. Se ignora qué intenciones tendrán los alzados al internarse en Choapam, pues dicho Distrito carece de recursos para el sostenimiento de tan gran número de gente y no presenta tampoco aliciente para proporcionar recursos a los rebeldes. La noticia relevante del día en todos los diarios es, por supuesto, la protesta de Madero, quien se instaló en Chapultepec el día anterior, así como el banquete de despedida a León de la Barra. Los únicos desórdenes al asumir Madero la Presidencia fueron en la valla que resguardaba el recinto Parlamentario, derrumbada por la entusiasta multitud: hubo varios heridos a consecuencia de las aglomeraciones.
7 de noviembre
Si hablan castellano, no son rebeldes
Declaración del testigo Manuel R. Gómez.163 A continuación, en la misma fecha, Diciembre veinticinco de mil novecientos once, presente en este Juzgado, precia citación, el Ciudadano Manuel R. Gómez y héchole saber las penas en que incurren los testigos que declaran con falsedad, fue protestado en
163. Averiguación contra Mario G. Palacios…, pp. 31- 31v.
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forma y a sus generales dijo llamarse como queda escrito, natural de Oaxaca de Juárez y vecino de esta población hace diez años, casado de treinta años de edad y de oficio sombrerero. Examinado conforme a las citas que se le hacen en las cinco declaraciones que le anteceden de los Señores Constancio R. Vera, Abelardo López Azcona y Miguel Martínez y los hermanos José Inés y Lázaro Sánchez a cuyo efecto le fueron leídas, contestó: que sus citantes sufren un error, tal vez debido al estado de ánimo en que todos se encontraban en esos días, en cuanto a la fecha en que aseguran salieron de la casa del Señor Vera en que se habían refugiado todos durante los días de la revuelta, pues no salieron a levantar los restos mortales de los hermanos Samuel y Felipe Reyes Vera, el día seis de Noviembre anterior, sino al día siguiente siete; que el día seis únicamente como a las cinco de la tarde, salió el exponente en unión de los Ciudadanos Estanislao Carrasco, Abelardo López Azcona, Constancio R. Vera, dos sobrinos de éste, llamados Fernando y Cecilio y Miguel Martínez, con objeto de comprar víveres en la tienda de los Señores I. Arenas y Compañía, los que en efecto adquirieron; que si se atrevieron a salir a la calle, fue por que oyeron ruido de armas y voces en idioma castellano, por lo que supusieron que eran soldados, resultando cierto esto último, estando mandada esta tropa que era del Batallón Número Treinta, por el Coronel Zozaya, y que según le platicaron los soldados, también habían salido del Cuartel a proveerse de víveres de la Casa Comercial que ha citado y a la de unos chinos que se encuentra en la esquina Oriente de la Casa del Señor Vera…
7 de noviembre
Declaración de Enrique León ante el Juez de Primera Instancia
En la ciudad de Juchitán a los diez y seis días del mes de Diciembre de mil novecientos once, hasta en cuya fecha el suscrito Juez regresó de la práctica de diligencias urgentes en materia criminal, de la población de Matías Romero primero y después la de San Gerónimo, se procedió a tomar declaración al Señor Jefe Político del Distrito sobre los hechos criminosos de que trata la presente averiguación, tomándose en cuenta que este funcionario cuando tuvieron lugar dichos hechos se encontraba en esta Población y estando presente, previa protesta, a sus generales dijo llamarse Enrique León, ser originario de la Ciudad de Oaxaca, casado, de cuarenta y siete años de edad y actualmente Jefe Político de este Distrito. Preguntado como corresponde, expuso: que habiendo sido nombrado, con este carácter por el Superior Gobierno del Estado, llegó el veintinueve de octubre último a esta ciudad con el objeto de hacerse cargo de su empleo y que para el efecto como a las diez de la mañana de ese mismo día, encontrándose alojado en el Cuartel del treinta Batallón tuvo una entrevista con el Señor Licenciado José F. Gómez que desempeñaba el puesto de Jefe Político por Ministerio de ley
en cuya entrevista lo requirió para que le hiciera la entrega de la Jefatura Política que era a su cargo, mostrándole para este efecto la orden del Superior Gobierno del Estado, y Gómez le contestó que para poder verificar la entrega, tenía antes que hablar con el pueblo que se oponía abiertamente a ella: que en esta situación alarmante porque por todas partes se veían numerosos grupos de gente armada, esperó prudentemente que el referido Licenciado Gómez hablara con el pueblo; pero como se pasaron tres días sin que nada se le resolviera, en cumplimiento de las órdenes que tenía del Gobierno, en la mañana del día dos de Noviembre se dirigió oficialmente al repetido Señor Gómez para que le entregara la Jefatura, indicándole la hora en que tuviera lugar dicha entrega y en caso de inconformidad se lo dijera de oficio; que el Licenciado Gómez le contestó el mismo día, por oficio, en el que le decía que podía ocurrir a la hora que tuviera a bien a recibirse de la Oficina, y no había transcurrido una hora de haber recibido este oficio, cuando el pueblo en masa y armado intentó asaltar el Cuartel en donde se encontraba alojado el declarante, haciendo fuego sobre los soldados que se encontraban apostados en las boca-calles, contiguas al Cuartel hiriendo a varios soldados y causando bajas en algunos de ellos, por lo que el Ciudadano Coronel Manuel Zozaya, Jefe de las fuerzas, inmediatamente puso en movimiento su tropa y después de un rudo combate que duró más de cuatro horas fue rechazado el enemigo del campo de acción, que concentrados los federales en su Cuartel y procurándose todos los medio de defensa, que por cierto eran muy escasos, se estuvo resistiendo el ataque del enemigo que parapetándose en las casas contiguas al cuartel hicieron constantes fuego sobre el mismo hasta el día cinco en la tarde del propio mes de Noviembre en que logró incorporarse el Señor Coronel Manzano al mando de trescientos hombres del Quince Batallón y una pieza de artillería, después de un encarnizado combate con los juchitecos, teniendo que abrirse paso a viva fuerza para llegar a realizar la incorporación y unidas las dos fuerzas resolvieron salir del Cuartel, lo que verificaron el día siete para venirse al palacio municipal no encontrándose resistencia de parte del enemigo porque éste ya había huido al ser rechazados por el Coronel Manzano en el combate del día cinco: que al penetrar al Palacio Municipal encontraron las oficinas públicas en completo desorden pues sus archivos estaban por el suelo destruidos en su mayor parte y muy especialmente el del Juzgado de primera instancia: que los juchitecos alzados saquearon e incendiaron varias casas de esta población, asesinando en el Hotel Central, la noche del día cuatro del referido mes de Noviembre al Licenciado Federico Sandoval, Juez de primera instancia de este Distrito, al Pagador del treinta Batallón Señor Luis M. Torres, al Mayor Médico Militar Leonides Argüello, a los hermanos Samuel y Felipe Vera, a un señor de nacionalidad española, a un pasajero más que estando enfermo se alojaba en dicho Hotel y al americano Señor Abel Shepard, que todos estos hechos que ha relacionado puso en conocimiento oficialmente al Superior Gobierno del Estado; que no sabe de una manera positiva que otros delitos más se hayan cometido durante la rebelión, pues aunque se dice mucho sobre el particular nada le consta oficialmente; pero espera que una vez que el personal del Juzgado de primera instancia ya se encuentre en esta Población, aclarará la verdad de todo lo sucedido. Preguntado para que diga si cree que la rebelión encabezada por el Licenciado Gómez haya tenido por causa el nombramiento de Jefe Político hecho en su persona o haya reconocido causa distinta, contestó: que aunque dicho Licenciado ha pretendido o pretendió figurar que el movimiento de rebelión fue únicamente local reconociendo por motivo el nombramiento de Jefe político hecho en persona del declarante,
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no es factible tal aseveración porque en contra de ella existentes en poder del que expone dos mensajes telegráficos procedentes de la Ciudad de México con fecha del catorce de junio de este año y recibido en esta población el día diez del propio mes, firmado por Ángel Pola, en cuyo mensaje se le prevenía al citado Gómez se eligiera para Presidente de la República al Señor Madero y para Vice-Presidente al Señor Vázquez Gómez; y el otro fechado el día cinco de Julio de este año y recibido en esta Cabecera el doce del mismo mes, firmado por Emilio Vázquez en que se le dice al Licenciado Gómez que se recibió su mensaje el día tres, deduciéndose de esto que este telegrama es consecuencia de la prevención del primero que dirige Ángel Pola; por otra parte hay constancias oficiales de que el Licenciado Gómez con su fuerza inició el ataque al Cuartel causando bajas a las fuerzas del treinta Batallón, cuyo hecho sirve para demostrar que se atacaba al Gobierno General, pues la fuerza federal no depende del Estado: que pide se agreguen a la presente causa los dos mensajes de que ha hecho referencia [que no se encuentran aquí]. Preguntado para que diga si los ocho individuos que según su declaración se encontraban en el Hotel Central y fueron muertos la noche del día cuatro, se les sepultó o fueron incinerados, contestó: que con excepción del Doctor Argüello y de los hermanos Vera que fueron sepultados, el primero al pie de una Ermita distante como cincuenta metros de este Palacio Municipal, con rumbo hacia el Oriente y los segundos, en el atrio de la Iglesia Parroquial los demás fueron incinerados, y no teniendo otra cosa que declarar se ratificó en lo expresado y firmó al margen, leída que le fue esta su declaración. Manuel Díaz Chávez (rúbrica). 164 Eugenio López. Srio. Al margen Enrique León (rúbrica) (Al margen. Ampliación de la declaración del Jefe Político Enrique León). En la Ciudad de Juchitán a los veintiocho días del mes de Diciembre de mil novecientos once, fue presente en el Juzgado, previa citación, el Señor Jefe Político del Distrito Ciudadano Enrique León y omitiendo sus generales porque ya constan, previa protesta se le examinó conforme a las citas que le resultan de la declaración del Señor Coronel Zozaya, para cuyo efecto se le leyó en lo conducente dicha declaración y enterado dijo: que realmente desde que llegó a esta población se alojó con su citante en una pieza o accesoria contigua al Cuartel, y perteneciente al mismo, siendo testigo de lo sucedido en los días dos y siguientes del mes de Noviembre anterior, pues en el primero de estos días desde muy temprano la calle frente al Cuartel y demás adyacentes se encontraban invadidas por la multitud armada no dejando penetrar a las vendimieras ni mujeres de los soldados al Cuartel lo que motivó los recados de palabra y por escrito dirigidos por su citante al Licenciado Gómez: que también es cierto que la noche anterior a este día fueron invitados a cenar por el Licenciado Gómez a cuya invitación no concurrieron y como a las dos de la tarde del día dos, tal como lo refiere su citante, los sediciosos hicieron una descarga sobre él y también sobre Zozaya, pegando una de las balas en el lugar a que este se refiere y otra en el interior que rompió una jarra, advirtiendo que esta descarga fue inesperada por el declarante y antes no había precedido ninguna detonación de arma de fuego, ni mucho menos por la fuerza federal: que es igualmente cierto que en la mañana del día cuatro fueron los sacerdotes a que se refiere el Coronel
164. Averiguación contra Mario G. Palacios…, pp. 17 v-19v.
Zozaya a ver a éste de parte del Licenciado Gómez proponiéndole rendición, a lo que no accedió el citado Coronel. A pregunta especial que se le hizo contestó que entre los muertos habidos en el Hotel Central se encontraba el de un americano llamado Abel Shepard y no teniendo más que declarar por ahora, ratificó lo expresado leído que le fue y firmó al margen.165
8 de noviembre
Ya se caían al desmayo
Corrido de Che Gómez Escuchen señores y pongan cuidado/ lo que les voy a contar lo que sucedió en el estado de Oaxaca/ distrito de Juchitán. No es para que se molesten,/ voy a decirlo de cierto cómo estuvo esta cuestión/ y como empezó este pleito.
Dicen que los tecos pelean/ con el Gobierno, pero sin duda alguna aquéllos peleaban entre ellos mismos/ por ganar la Jefatura.
(Recitado) En 1911 los tecos se pronunciaron/todos querían a Che Gómez porque era buen licenciado. Sin duda Che Gómez sería buena reata/ y preparó su trinchera y luego armó a su gente/ con palos, cuchillos y escopetas. Pobres de los Federales/ ya se caían al desmayo no encontraban qué comer/ más que carne de mula y caballo.
Como el pueblo se hallaba en dos divisiones/ los más no estaban conformes, la parte contraria quería a Enrique León/ y no querían a Che Gómez. El primer golpe que dieron/ los tecos no hallaban qué hacer, gritó Filemón Martínez/ “pues nada… más que correr”. Pero no era de los hombres,/ gritaban los tecos al correr “con cañones se muestra el hombre/ y con máuser, vamos a ver.” Ya con ésta me despido/ porque cantar más no puedo aquí termina el corrido/ de Che Gómez y sus compañeros. Ya con ésta me despido/ ténganlo mucho presente aquí termina el corrido/ de los hijos de San Vicente.166
165. Averiguación contra Mario G. Palacios…, pp 40v y 41. 166. Corridos del Istmo. A decir de Andrés Henestrosa, la tonada con la que se cantaba por en-
tonces en Juchitán, en español y zapoteco, este explicativo corrido, es la de un son de Tonalá.
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Se decreta la tregua para iniciar las negociaciones de paz. El cónsul estadounidense de Salina Cruz considera que la rebelión ha terminado; Juárez Maza escribe en el mismo tenor, felicitando a los soldados por su valentía. Parece que bastará inculpar y aprehender a Gómez para darle buen fin al lamentable asunto. Se cumple el plazo que le concedió la Legislatura estatal al Diputado para presentarse y no ser desaforado como Diputado. Los periódicos se acercan por primera vez al lugar de los hechos. Mientras tanto los reporteros y la Cruz Blanca Neutral se agitan en San Jerónimo, esperando garantías para poder entrar al Juchitán —la primera parte del reportaje El Diario del Hogar no aparece sino diez días más tarde. El Avance de Oaxaca, publica un interesante Manifiesto del tristemente célebre coronel Pancho León. El cónsul estadounidense informa nuevamente este día a su embajada en México y al departamento de Estado, desde Salina Cruz: el conflicto ha terminado. Me honra informarle que las fuerzas federales, al parecer, han controlado la situación en Juchitán. Las fuerzas federales controlan completamente la plaza y el populacho hostil se ha dado a la fuga. Las tropas se ocupan en quemar los cadáveres y también las casas de los nativos hostiles. Las medidas se han tomado con objeto de evitar una epidemia grave, puesto que muchos de los cuerpos permanecieron en casas y calles durante varios días, tras los feroces combates que mencioné en mi mensaje del 6 del presente mes. Las casas se queman, sin duda, como advertencia y como represalia. Además de los seiscientos o setecientos miembros de las tropas federales que actualmente se encuentran en Juchitán, otra fuerza se añadirá a éstas. Por consiguiente, cabe suponer que el gobierno controlara plenamente la situación. A este respecto, hay que aclarar que las sublevaciones así de violentas no carecen de precedentes tratándose de esta tribu —los Juchitenses [sic]. Durante el régimen del General Díaz, hace muchos años, el gobierno tuvo serias dificultades para lograr que la referida tribu acatara el orden establecido; tanto así que, se dice que, la población masculina quedó reducida a un pequeño número. Es opinión de este Cónsul que la turbulencia registrada en Juchitán no se difundirá a otros centros importantes del distrito consular. Un hecho que militará contra la difusión del desorden es que las tribus de indios no simpatizan plenamente entre sí. Por ejemplo, los tehuanos, la tribu más numerosa en las cercanías de Salina Cruz y que compone la población de Tehuantepec, no está en buenos términos con los Juchitenses. Quedo de usted, Su humilde servidor, Lewis W. Haskell.167
No cabe duda: también Juárez Maza cree que el conflicto está terminado y felicita a las tropas, mientras prepara el expediente requerido para inculpar a Gómez, aprehenderlo y sancionarlo. Escribe a Telésforo Merodio el siguiente telegrama el 8 de noviembre de 1911. Enterado de su mensaje de hoy. Por su noble comportamiento con la lealtad y valor que le son característicos, lo mismo que a sus tropas, le doy las más cumplidas
167. Informes al Departamento de Estado.
gracias tanto a nombre del Gobierno como en el mío, haciendo extensivas a sus pundonorosos Jefes, Oficiales y soldados. Afectuosamente lo saludo. 168
En cambio, para los periodistas apenas comenzaba todo. Juchitán en llamas, y ellos sin poder entrar… repiten frustrados desde San Jerónimo o Salina Cruz noticias muy parecidas a las del día previo: cadáveres insepultos, heroísmo de los federales, espantosa carnicería, terribles y sanguinarios asesinatos.
El País señala que urge el apoyo del gobierno. “Los indios siguen concentrándose en Juchitán”. La ciudad en llamas, aparece como un siniestro resplandor desde el lugar donde se desvía el tren y según los diarios, se ve desde Tehuantepec y aún desde Salina Cruz.169 La brigada de la Cruz Blanca Neutral espera en Estación San Jerónimo la llegada de refuerzos para entrar a la población, pues hasta ahora carecen de garantías. Considera alarmante la situación de los 580 soldados sitiados: Como la falta de víveres es absoluta, los soldados se están alimentando con los caballos y demás acémilas que poseían, y que no tardarán en desaparecer por completo.
El Imparcial publica notas llegadas desde la ciudad de México, Veracruz, Oaxaca y Salina Cruz y añade el interesante dato del hermetismo oficial. Como sabemos, Manzano llegó a Juchitán el día 5 por la tarde, lo cual nos da una idea de la diferencia de días que corre entre la publicación de las noticias y la fecha en que ocurrieron. A pesar de la absoluta reserva que se guarda en la Secretaría de Guerra y Marina, acerca de los acontecimientos que actualmente se registran en el Istmo de Tehuantepec, con motivo del levantamiento del Lic. José F. Gómez, hemos podido obtener datos de fuente autorizada, que indican que la situación se agrava, hasta tomar proporciones alarmantísimas. Sabemos que es desesperante el estado que guardan las tropas del 30º Batallón, que han resistido los furiosos ataques de los juchitecos rebeldes, pues están seriamente comprometidas. […] Las noticias que se enviaron ayer a la Secretaría de Guerra procedentes de San Jerónimo, lugar en que radica la 9ª Zona son alarmantísimas. En vista de ellas, anoche salieron violentamente rumbo al Istmo los Batallones 2º y 18º, mandados por el Brigadier Agustín A. Valdés, jefe del último de los cuerpos enumerados. Igualmente, fue embarcada artillería, que va al mando del General Eguía Lis. Pero no sólo esas fuerzas han salido de esta capital. El 29º Batallón, que guarnecía la ciudad de Cuernavaca fue llamado violentamente de la capital del Estado de Morelos, saliendo para esta capital, de donde siguió su marcha para Córdoba y Juchitán. El Coronel Blanquet irá al mando de estas fuerzas. Al llegar a la capital se le incorporaron dos secciones de ametralladoras. De Orizaba salió el Coronel Manzano, al frente de una partida del 15º Batallón de Infantería.
168. ABJM 3-463v. 169. La estación está en lo que fueran los límites de la ciudad, a una decena de cuadras del cen-
tro. Ixtepec, donde estaban todos los reporteros, se ubica a 17 kilómetros de distancia. Tehuantepec, hoy en día, está a 27 kilómetros por carretera y Salina Cruz a 45.
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Anoche estuvo en la estación del Ferrocarril Interoceánico el señor General Durán, Comandante Militar de México, para presenciar el violento embarque de las fuerzas a que aludimos primeramente. […] Una terrible carnicería es también descrita por El Imparcial: el hedor de los cadáveres que, afirman, llega hasta Ixtaltepec y Espinal —a 8 y 5 kilómetros de distancia —lo cual es posible; si antes se afirmó que desde Tehuantepec se veían los resplandores del incendio, el mismo fenómeno debió haber afectado vista y olfato. Sin embargo, la situación es, ciertamente, extraordinaria. Doscientos voluntarios de San Jerónimo fueron armados ya, poniéndose en seguida en marcha rumbo a Juchitán. A estas horas deben haberse batido con los sublevados. Éstos, según las noticias que han llegado aquí, luchan desesperadamente, lanzándose al combate sobre los cadáveres de sus compañeros, gritando que pelearán hasta vencer o morir. Hay confianza en que el Gobierno podrá sofocar el levantamiento de Juchitán, aunque se lamenta de que, por la ambición personal de Che Gómez, todavía morirán centenares de combatientes. [Se menciona] la captura y recuperación de la pieza de artillería de montaña que salió de este puerto a cargo del capitán Agustín Hernández. Según estos informes, la mayor parte de los artilleros que acompañaban a la pieza fueron muertos, y el capitán Hernández resultó herido. Sin embargo, esto no está confirmado. El mismo diario confirma, en cambio, las muertes del Mayor Médico y del Juez de Primera Instancia y se teme una epidemia. La Cruz Blanca pide que de ninguna manera se les confunda con su hermana Roja, pidiendo garantías, ya que sus mensajes han sido interceptados; quedan pendientes para entrar a Juchitán con los refuerzos federales. El testimonio de un habitante de Juchitán muestra que, a pesar de la gravedad de las noticias, ya pueden recogerse los casquillos de las armas de fuego sin recibir su impacto. El señor Ovalle, que logró salir del pueblo, venciendo miles de dificultades, refiere actos sublimes de los soldados federales, y afirma que las tropas que pelearon en favor de la pasada revolución, se han unido a los sublevados. El señor Ovalle trae las bolsas repletas de cartuchos Mausser, que no pueden ser de la tropa, por estar ésta acuartelada y haber sido aquéllos recogidos en la calle. Para dentro de tres o cuatro días se espera el restablecimiento de las vías de comunicación. El administrador de la Compañía de Luz hace esfuerzos inauditos para entrar al pueblo, pero no lo ha logrado. Tras dar la noticia de que se ha recibido un telegrama que afirma que Che Gómez ha sido aprehendido, se pasa a la reproducción de todos los comunicados entre Salina Cruz y San Jerónimo de la Cruz Blanca. El Imparcial finaliza con los siguientes telegramas: La Secretaría de Gobernación recibió ayer varios telegramas procedentes de diversos puntos del Estado de Oaxaca, noticiando que se habían suspendido las hostilidades entre federales y rebeldes en Juchitán. Refieren los citados telegramas que hallándose ambos bandos contendientes guardando sus dispositivos de combate para trabar un encuentro decisivo, recibieron noticias del envío de la comisión de paz nombrada por el señor Ministro Hernández, y suspendieron todo preparativo, en espera de los comisionados, señores Diputados Pola y Gyves.
De fuente oficial podemos confirmar la noticia de que el levantamiento oaxaqueño obedece a que el señor Gobernador Juárez ha nombrado Secretario General de Gobierno al señor Díaz Quintas, y ha pretendido imponer a un Jefe Político, que sustituya al Lic. Gómez, en el Distrito de Juchitán.
Correo del Sur reproduce la información nacional del día anterior acerca de Juchitán, añadiendo un toque literario al celaje juchiteco: “[hay] más de mil cadáveres insepultos regados por toda la población principiando ya la putrefacción de ellos, la que atrae parvadas de buitres que se ciernen macábricamente en el espacio”.
El Avance también se hace eco de la prensa nacional y recuerda que se cumple el plazo del científico Gómez, quien será desaforado de no presentarse a ocupar su curul en la Cámara oaxaqueña. En recuadro aparte, el mismo diario publica un interesante manifiesto de Francisco León, supuesto pariente de Enrique León, también Jefe Político impuesto en el siglo anterior, que dio lugar a una rebelión gomista anterior —encabezada por Cosme— que tardó tres años en sofocarse. Tras la muerte de Gómez, nuevamente pretenderá ser Jefe Político de Juchitán. MANIFIESTO ¡Juchitecos! ¿Os acordáis por [sic] las revoluciones promovidas por los gomistas de ese Distrito desde el año de 1880 a 1883 para impedir la construcción del ferrocarril del Istmo? ¿Recordáis que durante el sitio que sufrió esa Ciudad, del 27 de Octubre al 30 de Noviembre de 1882 la plebe gritaba: ¡viva Panamá! Los que recuerdan esos hechos no podrán dudar que la revuelta es el 2º capítulo de aquel sangriento drama. Si además tenemos presente la historia de la segregación del Istmo de Panamá, necesitaremos ser sordos y ciegos para no comprender cuál es el objeto que se han propuesto los judas, llamados malamente mexicanos: segregar de la Confederación Mexicana, el Istmo de Tehuantepec con los Estados de Tabasco, Campeche, Yucatán y Chiapas; para formar una nueva República, para la cual todos querrán ser presidentes porque su fundación obedece únicamente a miras bastardas y la anarquía que en ella reine, obligará a EE.UU. a anexársela. Estáis Juchitecos siendo engañados villanamente, os han hecho creer en una labor patriótica cuando en realidad estáis cometiendo un crimen contra la patria por la cual siempre se sacrificaran vuestros padres. Habéis creído a vuestros explotadores y por esta razón os habéis armado contra los poderes constituidos legalmente. Yo os invito a deponer vuestra actitud bélica, cambiándola por una conducta razonada y patriótica. ¿Creéis vulnerados vuestros derechos? Recurrid entonces a exponer vuestras quejas a los poderes del Estado o a los de la Federación. Trocad vuestros utensilios de guerra por los de labranza, y os haréis acreedores a la amplia y generosa amnistía. Tened presente que las guerras fratricidas, sólo traen la ruina y desolación de los pueblos; así como la paz y la concordia traen consigo el progreso de los pueblos en todos los ramos de la actividad humana. Unámonos pues para buscar en una paz basada en la más amplia justicia, el progreso y el bienestar de nuestros pueblos. —A esto os invita vuestro paisano y amigo. Francisco León.
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¿A nombre de qué o de quién ofrece el ex-Jefe Político la amnistía a los rebeldes? Ignoraba el señor León que no se menciona la cuerda en la casa del ahorcado. Andrés Henestrosa nos pinta en esta anécdota tanto a Pancho León como a sus contrincantes, y su disposición a la concordia. Sí, venía esta cosa desde el 88 y todavía la gente de Juchitán, después de estos años —que eran más de veinte— fueron a querer matarlo. Xaba era uno de ésos que entonces llamaban bandidos. Era un rebelde, un cabecilla, un sublevado, un hombre que agitaba la sección de abajo. Entonces, Pancho León lo tomó de leva y lo llevó al ejército. Y lo mandaron a combatir en Durango. Volvió a Juchitán, se regresó a pie. Pancho León era el Jefe Político, lo supo y mandó a buscarlo. No lo encontró. Entonces se dictó un bando diciendo que aquel que lo tuviera escondido y no lo denunciara sería pasado por las armas. Se presentó un compadre suyo y le dijo a Pancho León: “Yo sé dónde está mi compadre, y como ya sé que alguna persona va a venir a denunciarme, vengo yo a decirle que yo puedo entregarlo, con la condición de que mi compadre no sepa quién lo entregó”. Aceptaron la condición del compadre y los llevó éste por ahí por donde es ahora Monte Grande, el rancho de Charis. Y al pasar les dijo, hizo una seña del sitio donde se encontraba Mariano Xaba. Era una barranca que estaba cubierta de ramas; ahí sus familiares le llevaban de comer y de beber. Lo sacaron y lo llevaron a Juchitán, ante Pancho León —que hablaba zapoteco, aunque no era de Oaxaca. Le dijo: Bizenda li Durango ne bibiguetu. Yana cheuzenda li gabia, guya pa zabiguetu racaca neuzenda li pana yenazeli li gunazu na, que quiere decir: Te mandé a Durango y volviste. Ahora te voy a mandar al infierno, a ver si regresas. Y le dijo Mariano Xaba: “A ese mismo lugar te hubiera mandado si yo te hubiera agarrado, pero como tú me agarraste, mándame a donde quieras.” Y lo pasaron por las armas.170
En Tehuantepec se sufren las secuelas de los recientes conflictos; en una nota para telegrama, Benito Juárez solicita ayuda al Ministro de Gobernación para aprehender a un fugitivo o revoltoso. Como indispensable para captura revoltoso y conservación definitiva del orden en Tehuantepec, pídeme con insistencia el Jefe político del Distrito envíele diez o quince rurales. Agradecería a Ud. mucho que se sirviera ordenar remisión de esos hombres a dicho punto.171 Los periódicos de Oaxaca informan de la presencia de zapatistas en Ocotlán y Huajuapan; se anuncia que el ingeniero Barrios se levantó en armas desconociendo al Gobierno Federal. Se mandan 100 rurales a batirlo y se ordena a las fuerzas de Huajuapan salir hacia Ocotlán a combatir a los zapatistas. Igualmente se rumoraba que se había descubierto en la ciudad de Oaxaca un complot para el próximo surgimiento de un
170. Transcripción de un relato de don Andrés publicado en Guchachi’ reza, septiembre de 1982, p. 32. Recopilación de FT y ERC. 171 ABJM 3-462v.
movimiento armado y que el Gobierno del Estado se había dirigido al Federal, de acuerdo con el Jefe de la Zona, pidiendo el envío de fuerzas a esta plaza. Se decreta el cierre de tiendas a las 8. Hay una refriega entre rurales y alzados en Tomaltepec. La prensa nacional anuncia el viaje a Estados Unidos de León de la Barra. Mueren reos políticos al ser atacada una escolta. Pekín en poder de los rebeldes.
8 de noviembre
Interludio/El cerco roto
El Diario del Hogar saca un largo reportaje, dividido en cuatro partes, que es muestra del nuevo periodismo a principios de siglo en nuestro país. Aunque el reportaje apareció hasta los días 18, 19, 20 y 21 de noviembre, los hechos que consigna son anteriores y concluyen con el día de la entrada a Juchitán del reportero. Su prisa por llegar, sin embargo, no corresponde con la premura del diario para publicarlo. El reportaje abreva de lo publicado o narrado por los rojos y Vicente Matus en su periódico juchiteco El Demócrata, en los documentos del gobernador de Oaxaca, en las explicaciones de los juchitecos residentes en la ciudad; cercano a las fuerzas federales, su versión contrasta rotundamente con los testimonios y versiones de los rebeldes. El reportero opina que no debe haber componendas, que Che Gómez es el único responsable de la peste, el combate, el incendio y el saqueo: merece la pena capital. Le acusa de opresión, despojo, fraude y promesas vanas de repartir tierras y salinas. Le pinta dando un acalorado discurso desde el balcón del Palacio Municipal, a la una y media del día 2 de noviembre, que desde luego no presenció. Perdida la primacía de la noticia, se vio obligado a aclarar que fue el primero en llegar y pide un comprobante a las fuerzas federales de la fecha de su arribo, para demostrarlo a su querido público y a otros periodistas que se reclamaban asimismo pioneros. Las políticas editoriales y urgencias de su diario son otras, pero eso no es culpa suya.172
La verdad de los hechos de Juchitán El por qué de la Revolución Comenzó a intrigar en mayo y siguió en junio. La revolución maderista había triunfado en toda la República, los elementos del porfirismo caían del poder, y el Jefe Político de Juchitán que, aunque muy honorable, pertenecía al antiguo régimen, hubo de renunciar a su cargo. El Gobernador de Oaxaca aceptó la renuncia; mas en lugar de disponer que el Presidente Municipal de la cabecera del Distrito se encargara por ministerio de la Ley de la Jefatura Política, ordenó al funcionario dimitente que esperara al nuevo Jefe que el Gobierno iba a nombrar, para que le entregara su oficina.
172. Diario del Hogar del 19, 20 y 21 de noviembre de 1911.
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Esta orden produjo una gran contrariedad a Che Gómez, que ya había anunciado a sus indios su seguro acenso a la Jefatura, de donde no bajaría jamás y desde donde él los colmaría de bienes, consistentes en tierras y salinas de las que los ricos habían dizque despojado al pobre pueblo; en libertades absolutas para hacer impunemente cuanto quisieran, y en exenciones completas de impuestos y servicios públicos. Contrariado Gómez en su ambición de mando y desairado ante sus fanáticos partidarios, manifestó sus primeras rebeldías e inició sus demostraciones de fuerza popular, con el fin de intimidar al Gobierno oaxaqueño y de obligarlo a modificar sus determinaciones en el sentido que al cacique convenía. Convocó a su indiada, le insinuó que el Gobernador iba a imponer como Jefe Político a un enemigo del pueblo juchiteco, al que indudablemente oprimiría, negándole todo beneficio, y tras de verter insidias semejantes, preguntó a su gente si aceptaba tamaña imposición con todas las tristes consecuencias por él evocadas: la chusma, ante la ingrata perspectiva de sus ambiciones frustradas, contestó que rechazarían a cualquier agente político del Gobierno que no fuera Che Gómez. El cacique propuso entonces que expresaran inmediatamente su inconformidad al Gobierno del Estado, por medio de un telegrama, que deberían costear todos los presentes y los correligionarios ausentes, a quienes daría aviso del acuerdo propuesto. Aprobado que fue esto, el mismo cacique redactó un descomunal mensaje al Gobernador del Estado, exigiendo el inmediato retiro del Jefe señor Carlos Rodríguez y la entrega de la Jefatura al Presidente Municipal, bajo mal encubiertas amenazas al Gobierno, para el caso de que no accediera a tan descabelladas exigencias. El mensaje fue calzado con centenares de nombres de indios totalmente iletrados. El Gobierno no accedió a la improcedente demanda; pero Gómez siguió intrigando, siguió agitando a las turbas, subyugó al Ayuntamiento, convirtiéndose en amo absoluto; destituyó ignominiosamente a la policía existente, organizó (?) otra a su antojo, comandada por un primo suyo y reclutada entre sus más ciegos y rudos partidarios, la armó de rifles, en vez de bastones; redujo a la impotencia al Jefe Político Rodríguez y al Juez de Primera Instancia Lic. Federico Sandoval, privándolos de los medios de hacerse obedecer y respetar. Así las cosas, tuvo conocimiento, a principios de julio próximo pasado, de que en una imprenta del lugar se preparaba el tiro de un periódico independiente: el déspota cacique, temeroso de ser censurado por la anunciada publicación, trató, por medios coercitivos, de impedir su salida: mas no habiendo logrado, por estos medios, su intento ordenó que la imprenta fuera sitiada por la policía y hombres del pueblo, todos armados, con instrucciones de destruir las máquinas y útiles impresores, y de aniquilar a periodistas y empleados, si osaban oponerse a la devastación. El sitio duró toda una noche y parte del día siguiente, no habiendo perecido los sitiados, gracias a su entereza, prudencia y sangre fría para conjurar el peligro, pero todos fueron encarcelados, corriendo grave riesgo de ser asesinados en la cárcel. Intervinieron las autoridades legítimas y competentes, apoyadas eficazmente por la fuerza federal, y los prisioneros se salvaron, quedando en libertad. Como de esta tropelía y otras menos graves cometidas contra varias familias que los gomistas consideraron como desafectas a su partido, tuvieron noticia el Gobierno del Estado y el de la Nación, acordaron enviar a Juchitán fuerza insurgente, para restablecer el orden público. La llegada de estas fuerzas produjo tres efectos inmediatos: sobresaltó a los gomistas, que creyeron que iban a ser atacados por los maderistas;
el retiro de la guarnición federal, para prevenir posibles fricciones entre fuerzas que en aquel entonces se veían aún como antagónicas; y la salida de casi todos los funcionarios públicos y de las familias pacíficas, debido al justo temor de ser víctimas de un choque armado entre los insurgentes y los gomistas. N. de R.— Para no hacer por hoy, extensa la presente relación, la continuaremos mañana.
Éstos se repusieron pronto de su sobresalto, en vista de que los soldados maderistas no llegaban a cien; además, aprovechándose de la ausencia del jefe político, allanaron, de noche, el local de su oficina, fracturando las puertas y apoderándose de cuantas armas hallaron depositadas en dicha oficina. A partir de este momento, Che Gómez modificó su plan: despojándose descaradamente de su vestidura porfirista y ocultando su filiación “científica”, se disfrazó él mismo y disfrazó a su gente de maderista y se presentaron a éstos como aliados. Los insurgentes se dieron perfecta cuenta de la burda maniobra; pero, deseosos de mantener la paz, aceptaron la peregrina alianza y decidieron contemporizar con la chusma. Entre tanto, el Gobernador del Estado se ocupaba en buscar jefe político adecuado para secundar su acción gubernativa en Juchitán. Con la mira de laborar sobre terreno bien conocido, comisionó al señor coronel Francisco León para visitar el Distrito, estudiar su verdadera situación y rendir al gobierno un informe sobre sus observaciones, que sirviera de base positiva a la designación de un agente político capaz de adaptarse eficazmente a las difíciles condiciones del pueblo juchiteco y armonizar sus derechos, aspiraciones e intereses. Partió hacia su destino el comisionado; pero saber de su próximo arribo los gomistas y despertarse su suspicacia y su malicia, todo fue uno: Che Gómez convocó a su gente de la Cabecera y de los pueblos del Distrito, les hizo creer que el coronel León llegaría con las investiduras de jefe político, que esto entrañaba un grave peligro para el bienestar del Distrito, y los hizo protestar de nuevo ante el gobierno contra el envío de tan siniestro agente. Después, cuando creyó que León arribaría a Juchitán, armó a sus turbas y las lanzó a detener y catear trenes en busca del temido huésped, para rechazarlo, detenerlo o acabar con él, si era posible. Afortunadamente el enemigo no se presentó el día en que era esperado; llegó el día siguiente a San Gerónimo Ixtepec, en donde halló un telegrama del gobernador, previniéndole que se abstuviera de continuar su viaje a Juchitán, en previsión de que su presencia provocara aquí graves conflictos. La prevención fue acatada y la facción gomista, sintiéndose victoriosa y temida, batió palmas… Más tarde el Gobernador del Estado intentó atraer a Gómez a la capital, entrar en composiciones con él y someterlo al orden legal; mas el cacique, ensoberbecido con su primer triunfo, rehusó con insolencia acudir al llamamiento; se repitió la instancia, habiéndose obtenido igual respuesta. Intervino entonces el Ministro de Gobernación, Lic. Emilio Vázquez Gómez, con idéntica mira a la del Gobernador de Oaxaca; Che Gómez ya no se rehusó; pero puso condiciones: que se le ministraran fondos para gastos de viaje, y que se nombrase como jefe político de Juchitán a su hermano Julio F. González, único capaz de controlar al pueblo (gomista) durante su ausencia. Todo se le concedió.
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El cacique juchiteco se puso en marcha, llegó a México, visitó el mismo día de su llegada al flamante Ministro y habiendo resultado se hizo no sólo amigo, sino hasta pariente de Vázquez Gómez, puso a su salida del Ministerio telegrafiar a su cuñado y maniquí el jefe político González: “vine, vi y vencí”. Gómez volvió a Juchitán más arrogante que nunca. Algún tiempo después empezó a recibir armas y parque “enviado no se sabe por quién”: la fuerza maderista fue licenciada, de suerte que no quedó en la cabecera ninguna fuerza dependiente del gobierno; y la posición de Che fue ésta: él, presidente municipal de la ciudad de Juchitán; su cuñado instrumento suyo, jefe político del Distrito; su primo, comandante de la policía; un medio hermano suyo, regidor del ayuntamiento; su hijo, empleado de la misma corporación, su entenado, secretario de la jefatura; en fin, el dominio absoluto sobre Juchitán (ciudad y distrito). Dueño Gómez del campo, asumió el control de todos los negocios, otorgó la licencia, el libertinaje y la impunidad a los suyos, o inauguró la tiranía para los contrarios. Todos sus opositores, que fueron obligados a expatriarse bajo presiones y amenazas terribles, no podían volver a sus hogares sin ser hostigados de muerte. En esta población, donde los delitos de sangre eran rarísimos, comenzaron entonces a registrarse en sus formas más repugnantes; en el espacio de tres meses se cometieron varios homicidios proditorios que, sin embargo, no podían comprobarse, porque nadie se atrevía a dar su testimonio contra un gomista. Lo propio sucedía con crímenes de otra índole. A partir de su regreso de México, Gómez empezó a recibir, como en líneas anteriores he dicho, armas y parque enviados no se sabe por quién, y comenzó a poner a su gente en pie de guerra, organizando cuerpos armados que hacían ejercicios y recibían instrucciones militares. Cuando por motivo de la lucha electoral se produjo la ocasión en el partido revolucionario, dividiéndose en maderistas y vazquistas, Che Gómez reunió a su gente y les dijo “que ya no sostuvieran a Madero, porque estaba loco” y que en lo sucesivo trabajaran por don Emilio Vázquez Gómez, que era el verdadero candidato para la Presidencia de la República, y aún mandó fijar en diversos lugares de la ciudad, cartelones, en los que se postulaba a don Emilio; pero los juchitecos no recibieron con agrado ni aceptaron el cambio de candidato, y tanto por esta causa, cuanto por el creciente desprestigio de Vázquez Gómez y la preponderancia incontestable de Madero, Che Gómez se vio forzado a sostener a este candidato durante las elecciones. Sin embargo, impuso la candidatura del doctor Vázquez Gómez, ejerciendo, por medio de su cuñado, el jefe político González, presión sobre el colegio electoral, a tal grado, que unos veinte electores pinistas se vieron obligados a abandonar el colegio y salir de Juchitán, para escapar a las violencias gomistas. Pasadas las elecciones, don Julio F. González, cuyos reprochables manejos e ineptitud como funcionario eran intolerables e insostenibles, tuvo que dejar el puesto de jefe político, y Che tuvo al fin la anhelada ocasión de colarse ahí, donde creyó entronizarse. Se encargó, en efecto, de la jefatura por ministerio de la ley; pero el Gobernador del Estado, haciendo uso de facultades expresas que a él exclusivamente le confiere la ley, nombró nuevo jefe político para Juchitán. Alguien comunicó desde Oaxaca la noticia que cayó como bomba en manos de Che Gómez y había motivos para que así fuera: por una parte, le arrebataba el poder político
que tanto halagaba su vanidad de cacique y favorecía sus miras ambiciosas; por otra, lo ponía en grave aprieto para rendir cuentas de una administración que… no era para ser conocida por personas extrañas e imparciales; y por último, la dificultad de justificarse ante sus partidarios que habían creído sus embustes de vitalicio poderío… [Es así que no tuvo] más recurso que recurrir al viejo expediente: convocatoria a las chusmas, telegramas de protesta, arrogantes amenazas, demostraciones de fuerza; todo el ruidoso aparato que tan grato resultado le había producido cuando se anunció la llegada del coronel Francisco León, allá por el mes de julio. Pero esta vez la algazara no engañó a nadie. El gobierno oaxaqueño sostuvo su nombramiento y envió al nuevo jefe político a su destino; de San Jerónimo, cuartel general de la novena Zona Militar, el Gobierno Federal envió el veintisiete de octubre, para resguardar el orden, una guarnición completa del treinta Batallón de Infantería al mando del señor coronel [… ], capitán primero Jesús Romo, teniente Carlos Oviedo, subteniente Baltasar González y cien hombres de tropa. Che Gómez se halló frente a este dilema: o sumirse humildemente ante la legalidad, o lanzarse a la rebelión. Optó por lo segundo; he aquí, pues, el origen de la sangrienta aventura juchiteca, cuyas principales peripecias y heroísmos pasamos a narrar.
El propio día veintisiete de octubre, procedente de Tonalá, se incorporó a la anterior fuerza el capitán segundo Jesús Barragán Bretón, con el subteniente Ernesto Velázquez y treinta y ocho individuos de tropa. Al día siguiente —veintiocho— arribó a Juchitán el subteniente Andrés Cárdenas con treinta y cuatro hombres de tropa; esta fuerza, como la anterior corresponden también al treinta Batallón. Dos días después, o sea el treinta, a indicación de Che Gómez, se organizó por la tarde una manifestación compuesta aproximadamente de unas dos mil almas, protestando contra el nombramiento que de Jefe Político había hecho el Gobernador del Estado en favor del C. Enrique León, quien a las nueve de la mañana de ese día había arribado a esta población. Los manifestantes se dirigieron a su residencia de dicho señor, demandándole que por la vía telegráfica, hiciera saber a la superioridad, que el pueblo no permitiría se hiciera cargo de la Jefatura Política del Distrito. En dicha manifestación, sobresalieron por su fraseología subversiva y asaz insolente, dos individuos, uno de ellos el Secretario de Juzgado de Ixtaltepec, de apellido Vázquez. León dio aviso al Gobierno del Estado sobre la manifestación y el Gobernador le contestó que hiciera ver al pueblo la legitimidad de su nombramiento, puesto que se trataba de un empleo que el Gobierno podía proveer sin elecciones. Como el pueblo le fuera hostil, el señor León se hospedó en el cuartel de la fuerza federal. En la noche del treinta y uno, el coronel Zozaya recibió la visita de Che Gómez, quien le indicó que como el pueblo no quería que entregara la Jefatura Política al señor León, él, Zozaya, como jefe de la fuerza, debía notificarlo así a la superioridad. El coronel le contestó que él no podía hacer nada por no tener facultades y porque su única misión era velar por el orden. Al día siguiente volvió a presentarse Gómez al mismo señor coronel Zozaya para hacerle la misma exigencia y aconsejarle además que debía obligar a León a renunciar, pero el digno jefe federal repitió su negativa anterior. En las primeras horas de la mañana del día 2, una enorme multitud de gente armada se agolpó alrededor del cuartel impidiendo la entrada de las mujeres que abastecen la tropa. Entonces el señor coronel ordenó que estuviese la fuerza sobre las armas y envió un recado verbal al Jefe Político diciéndole que la actitud del pueblo era sospe-
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chosa. Este funcionario contestó que ya había ordenado que se retirasen, pero como esto no se efectuase, el Jefe militar le remitió una comunicación por escrito agregando además que si la policía no era suficiente para disolver a aquella multitud, se sirviera pedir por escrito la ayuda de su fuerza. En estos mismos momentos, el señor León se dirigió también a Che Gómez preguntándole si estaba dispuesto a entregar la Jefatura, a lo cual contestó Gómez que podía pasar a recibirla, pero que tuviese en cuenta el peligro que corrían ambos, pues el pueblo estaba resuelto a oponerse a la entrega, la que sólo se llevaría a cabo con derramamiento de sangre. Dos horas después no había un solo grupo por frente al cuartel. Como a las doce del día se presentó al recinto militar ya mencionado, el Secretario de la Jefatura y preguntó que si la fuerza federal iría a Palacio a presenciar la entrega, a lo cual se le contestó que no porque estaba prohibido inmiscuirse en asuntos de administración local. A la una y media p.m., estando nuevamente reunidas y armadas las masas frente al Palacio y calles adyacentes, asomó al balcón del mismo, Gómez, quien dirigió un violento discurso al pueblo, excitándole a derramar hasta la última gota de sangre antes que perder su autonomía. Arrebatada de ira por las frases sediciosas de Gómez, la multitud se abalanzó sobre el cuartel siendo los primeros en recibir una granizada de balas, tres soldados que vigilaban los movimientos del pueblo. Inmediatamente fueron ocupadas por una inmensa chusma todas las casas que circundaban el cuartel y desde ellas, abriendo aspilleras, empezaron un rudo y tenaz fuego sobre los federales, en medio de las más bajas y soeces frases de insulto. Ante un ataque tan inesperado como injusto, la fuerza federal se decidió a defenderse y con el Coronel Zozaya y Teniente Coronel Pineda a la cabeza, salió violentamente a imponer el orden sosteniendo un combate que duró sobre cuatro horas tras de las cuales se vio en la necesidad de replegarse hacia el interior del cuartel por la abrumadora mayoría del enemigo, que pasaba de cuatro mil hombres. Los señores Zozaya y Pineda dispusieron la defensa con verdadero acierto y durante tres días continuó aquella lucha tenaz en que un puñado de soldados leales sostuvieron incólume el buen nombre del Ejército impidiendo el avance de más de cinco mil hombres que los atacaban rudamente, de día y de noche, con fusilería, con arma blanca, con bombas de dinamita y con piedras, hasta quedar casi convertida en ruinas la posición militar. El señor Epifanio Pineda, recaudador de rentas, se vio precisado oportunamente a refugiarse también en el cuartel, pues los sublevados le habían condenado a muerte. Durante estos tres días se dieron a cometer toda clase de atropellos, hasta tratar de incendiar la población, cometiendo muchos asesinatos entre los cuales se han podido comprobar por la identificación de los cadáveres, los de los señores licenciado Federico Sandoval, Juez de primera Instancia; E. Torres, Pagador del 30 Batallón; Mayor Médico Leonides Argüello, Samuel y Felipe Vera. El día dos por la mañana, habían llegado a Juchitán el señor teniente coronel del 19º batallón de infantería Antonio Pineda, teniente Luis Díaz, Subteniente Justino Sánchez, y setenta y un individuos de tropa, habiéndole tocado en suerte, a esta fracción, el combate más duro, pues por tres veces salió del cuartel para atacar al enemigo. A las 8 a.m. del día cinco llegó a Rincón Antonio, estación del Ferrocarril Nacional de Tehuantepec, el tren especial que conducía al 15º batallón, compuesto de trescientos hombres y once oficiales. Esta unidad venía mandada por el señor coronel Francisco Manzano, jefe de mucho prestigio que cuenta cuarenta y seis años no interrumpidos de servicio y que entre otras jornadas meritorias ostenta su hoja de servicios el asedio
de Oaxaca, la batalla de la Carbonera, el dos de Abril en Puebla, la toma de San Lorenzo en la persecución al general Márquez, la rendición de la capital, y otras muchas que sentimos, por falta de espacio, no poder mencionar. Poco más o menos a las diez a.m. continuó la marcha y a las 12 del día se llegó a San Jerónimo donde el coronel Manzano recibió instrucciones del cuartel general. Después de dejar al subteniente Margarito Hernández guarneciendo a San Jerónimo con cincuenta hombres, la columna continuó su jornada, llevando como descubierta de exploradores una vanguardia de diez rurales del sexto cuerpo. Al mismo tiempo se unió a la columna una pieza de artillería de campaña de setenta y cinco milímetros sistema Saint-Chaumond Mondragón con su carro reversible de municiones, mandada por el ameritado y pundoroso capitán primero Agustín C. Hernández y su dotación de artilleros. La fuerza pasó por Ixtaltepec, que estaba absolutamente desierto, a las tres y tres cuartos p.m. y por El Espinal, a las cuatro y cuarto. En este lugar se vitoreó y aplaudió a la fuerza, habiéndose visto al cabildo reunido enarbolando una bandera blanca. A dos kilómetros de Juchitán y siendo casi las cinco de la tarde, el señor coronel Manzano, a quien acompañaba muy de cerca el teniente de estado mayor Rodrigo Zuriaga, organizó el avance a la población formando la columna en cadenas de tiradores. Apenas habíase formado el orden de combate y se había avanzado algo más, se recibió un ataque nutrido de fusilería por el frente y por los flancos en una extensión aproximada de trescientos metros y se trabó el combate que duró en ese sitio hasta las seis y tres cuartos y en el cual la pieza de artillería prestó valiosísimo contingente con certeros disparos sobre el enemigo. Así se llegó hasta la orilla de la población, donde fue nuevamente emplazado el cañón, y continuó arrojando metralla con dirección a los lugares que ocupaba aún el enemigo. Entonces se destacaron dos secciones mandadas por los capitanes Enrique Rodríguez, Esteban Solórzano y el teniente Rodrigo Zuriaga, para que exploraran la ciudad, las cuales, a pesar de tener que enfrentarse con varias partidas enemigas atrincheradas, lograron valientemente llegar hasta el cuartel y ponerse en comunicación con el señor coronel Zozaya, quien, a semejanza de todos los que en el recinto se encontraban, vieron la salvación con el arribo de la fuerza del 15º Batallón. Regresado que hubieron dichas dos secciones y mediante una gira estratégica, el grueso de la columna avanzó hacia la esquina norte del cuartel, donde se emplazó nuevamente la pieza y después de un rudo tiroteo de una hora y media en que estuvo muy cerca de ser muerto el señor capitán Hernández sobre quien convergían los tiros del enemigo, éste salió derrotado, debido sobre todo a los buenos disparos de la pieza. Cuando entramos al recinto militar eran sobre las nueve y media. Durante la noche, los sublevados reanudaron sus ataques pero infructuosamente. Al siguiente día a las siete a.m. se continuó el combate y después de tomar las precauciones necesarias, salió la fuerza a tomar la ofensiva al mismo tiempo que la pieza de artillería dirigía su fuego sobre los atrincheramientos del enemigo. Este último combate duró cerca de dos horas al cabo de las cuales los sublevados desalojaron la población internándose a los bosques cercanos. Merece especial atención la importancia de la unidad de artillería en cuyo manejo se distinguieron bizarramente, después del señor Capitán Hernández, el sargento Nicéforo Trujillo y los artilleros Pedro Grajeda y Nemesio Venegas. También merece notarse la conducta del Subteniente Ernesto Velasco, quien recibió una herida al asaltar con treinta y cinco hombres la torre de la
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iglesia disputándosela al enemigo. Pero, sobre todo, el que se llevó la palma en actos de rayano en heroísmo fue el capitán primero del treinta Batallón señor Quijano, quien con sólo cinco individuos de tropa logró entrar hasta el cuartel rompiendo el sitio de la población, todo en medio de un nutridísimo tiroteo de una y otra parte. También merece ser premiada la mujer de un soldado que al verlo caer muerto, tomó el rifle, siguió haciendo fuego y después, sin abandonar el arma, detuvo una mula cargada con parque que huía hacia el enemigo y la llevó al cuartel en medio de una lluvia formidable de balas. Una vez tomada la plaza, los jefes procedieron a proveerse de víveres pues los sitiados hacía tres días que sólo comían carne de mula y de caballos asada, sin condimentación de género alguno, pues todo les hacía falta. Los muertos de los federales no han pasado hasta hoy de treinta entre los cuales se distinguió el capitán primero Jesús Romo que murió gloriosamente por un tremendo exceso de valor al perseguir con sólo ocho soldados a una fracción como de setecientos que huían con dirección al hospital de la ciudad. Los heridos ascienden a treinta y cinco. De los sublevados se sabe que el número de muertos fluctúa entre doscientos cincuenta a trescientos. Merecen bien de la Patria y recompensa de la Nación los señores coroneles Manuel Zozaya, Francisco Manzano, teniente coronel Antonio Pineda, capitanes primeros Agustín C. Hernández, Félix López, señor Quijano, Enrique Rodríguez y Melesio Delgado; capitanes segundos Epitacio Leyva, Jesús Barragán Bretón, Anselmo Saint Paul, Esteban Solórzano, Daniel G. Garcés, teniente Rodrigo Zuriaga, Luis Díaz, Carlos Oviedo, Adrián Martínez del Río; subtenientes Ernesto Velázquez, J. Sánchez, Francisco Cuadros y Baltasar González; cabo segundo del sexto cuerpo de Rurales Lucas Martínez y en general los Batallones quince, diez y nueve y treinta, así como la Batería fija de Salina Cruz, todo por los conocimientos militares de que han dado prueba irrecusable, y por el valor y disciplina que rayaron en verdaderos hechos de gloria y justa admiración, haciéndolos merecedores de un ascenso. El día seis por la tarde se presentaron los señores Ramón L. Salazar y Cristóbal Prado, miembros de la “Cruz Roja”, pero no pudieron prestar debidamente sus servicios porque el enemigo les había quitado los útiles e instrumentos, según aseguraron. El día siete a las diez de la noche se presentó la primera brigada de la “Cruz Blanca Neutral”, compuesta del señor Dr. Duzzart y de sus ayudantes los señores Mateo Salvat, José Márquez Arcante, Martín Naulart, Alfonso Acosta, Pascual Méndez y un señor Pantagua, cuyo nombre no me fue posible obtener. Todos estos honorables señores merecen también especial mención, pues que abandonando hogares, negocios y comodidades, se resolvieron y marcharon a prestar sus auxilios a tanto uno como a otro bando, expuestos aun hasta perder la vida en medio de las balas y de la carencia absoluta de alimentación. Más tarde, el once, llegó otra comisión de la “Cruz Roja”, procedente de México e integrada por los señores doctores Juan M. Cadena y Miguel Pavía, practicante Manuel Vanegas y auxiliadores Leo Stein y M. Lorentz. La ciudad merece la conmiseración general, pues además de los estragos de la peste y del combate, sufrió los rigores del incendio y del saqueo, ya que según me informé, a última hora los partidarios de Che Gómez se dividieron en dos bandos y se propusieron hacer el mayor mal posible, quemándose recíprocamente sus viviendas. Además, los fuegos de la artillería incendiaron también otras dos casas. Los muertos entraron en
putrefacción y la mayor parte fueron incinerados por ser ya imposible darles sepultura. El único diario de la República que tuvo su representante en Juchitán fue el “Diario del Hogar” y como una prueba que me honra, enaltece y que mucho agradezco, inserto el siguiente comprobante que va en pro del buen nombre del periódico aludido, y que ha de servir de estímulo para otras ocasiones. Francisco Manzano, Coronel en Jefe del 15º Batallón de Infantería y Oficiales que suscriben hacen constar: que el Sr. Luis Rodríguez Contreras, periodista representante de varios diarios mexicanos, prestó importante y arriesgada cooperación a los mismos en el combate librado para tomar la plaza de Juchitán el día cinco del actual, distribuyendo el parque entre los trescientos soldados en los momentos de la lucha que duró sobre hora y media y la cual fue sostenida de frente y por los flancos con una multitud no menor de cuatro a cinco mil hombres, a quienes, después de nutrido tiroteo, se logró que dejasen libre el campo. Y como recompensa a tan meritorio servicio y satisfacción del periodista mencionado Sr. Luis Rodríguez Contreras, firmamos la presente en Juchitán a los siete días del mes de noviembre de mil novecientos once. Francisco Manzano, rúbrica; Capitán primero Melesio Delgado, rúbrica; Capitán Primero Enrique Rodríguez, rúbrica; Capitán Primero Agustín C. Hernández, rúbrica; Capitán primero Félix López, rúbrica; Capitán segundo Epitacio Leyva, rúbrica; Capitán segundo Esteban Solórzano, rúbrica; Capitán segundo Daniel G. Garcés, rúbrica; Teniente Oficial de órdenes Rodrigo Zuriaga, rúbrica; Teniente Ángel Heredia, rúbrica; Teniente Adrián M. del Río, rúbrica; Subteniente Francisco Cuadra, rúbrica. Tal es la relación verídica de los funestos sucesos de Juchitán, motivados, entre otras cosas, por la desordenada ambición del cacique Che Gómez, para quien debía caer con justicia la pena capital, ya que él ha sido el único responsable de tantas víctimas y de todas las desgracias que han azotado aquella pacífica región. Juzgo, y conmigo todos los habitantes honrados de estas poblaciones, que el Gobierno general no debe entrar en componendas con Gómez, pues que a la postre, resultan ridículas y amenazan la tranquilidad de los habitantes que nunca se considerarán seguros mientras viva el cacique de referencia. Los hechos que se sucedan confirmarán bien pronto este aserto. Luis Rodríguez Contreras
9 de noviembre
Entrada de los periodistas y brigadas médicas
Se confirma que Che Gómez, desde que salió de Juchitán, estableció su cuartel general en un rancho cercano. El conflicto es grave, coinciden todos los diarios. Tanto así, que algunos suponen que los federales se han rendido. Los refuerzos militares, reporteros y médicos entran a Juchitán, los rebeldes se han retirado al monte —eufemísticamente
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llamados bosques o sierras por los periódicos— y, ahora sí, las noticias son de testigos presenciales. Se menciona el peligro de que se les unan otros rebeldes del estado y los zapatistas. Se afirma que todos los indios de la Sierra se dirigen armados para unirse a los alzados de Juchitán que han recibido el contingente de varios pueblos. Los rebeldes han cerrado los caminos. Muchos heridos mueren por falta de atención. Comienza la información en primera persona. Se reanuda el servicio telegráfico —que muy pronto volverá a interrumpirse. La rebatinga informativa incluye cuanta declaración puedan agenciarse en la capital o la ciudad de Oaxaca. Se borda nuevamente acerca de si el movimiento es o no local y se entrevista a diversas personalidades de la ciudad de México. La primera, a ocho columnas de El Imparcial informa: “Juchitán es sólo un montón de ruinas humeantes. El enviado llegó ayer”. Los reporteros y su audacia, sacrificios y diligencia son ahora la nota; el que escriban o se queden en Juchitán, San Jerónimo, Salina Cruz, Oaxaca, Veracruz o la Ciudad de México darán su tono y tema de los reportajes. Hoy El País y El Avance anuncian la muerte de Gómez. El Correo del Sur se limita a anunciar que ha sido aprehendido.
Circula en esta ciudad el rumor de que Che Gómez, el individuo que levantó en armas a los indígenas que ahora combaten con las fuerzas federales en Juchitán, fue capturado, e inmediatamente se le pasó por las armas, este rumor no ha tenido ninguna confirmación aun cuando tiene muchas posibilidades de ser cierto. (El Avance) Se rumora de una manera insistente en esta capital que el sanguinario y tristemente célebre Che Gómez ha sido aprehendido, sin que se haya podido hasta el momento confirmar esta noticia. Dícese igualmente, que con este motivo han terminado los encuentros dirigidos por dicho cabecilla. (El País)
La única noticia de El Demócrata Mexicano es el anuncio, en un recuadro de la primera plana, de la salida de su repórter. Uno de los más inteligentes reporters ha salido, con el carácter de Enviado Especial de “EL DEMOCRATA MEXICANO” rumbo a JUCHITAN Desde allí informará por vía telegráfica, cuanto ocurra relacionado con la rebelión que encabeza el ya famoso CHE-GOMEZ
El Enviado Especial de El Imparcial envía desde San Jerónimo mensajes donde afirma que fue él quien primero entró a Juchitán, con los federales y vivió la ruptura del cerco desde dentro, aunque tardó varios días en informarlo, añadiendo fotografías de la Plaza. Después de haber recibido instrucciones de esa redacción, el día seis me puse en marcha inmediatamente a efecto de llegar al campo revolucionario de Juchitán y recoger allí datos exactos en el mismo terreno de los hechos.
Acabo de regresar de allí y desde luego informo que el domingo último a las cinco de la tarde, doscientos cincuenta soldados del 15º Batallón, al mando del Coronel Manzano, salieron en auxilio de las fuerzas sitiadas en Juchitán, juntamente con una sección de artillería, a fin de desalojar al enemigo de las ventajosas posiciones que había tomado. La fuerza federal, al llegar yo a Juchitán, ocupaba la Iglesia y el cuartel que están situados calle de por medio, viéndose escasos de víveres con qué sostener el sitio, pero las fuerzas de auxilio llegaron oportunamente a darles ayuda. Al arribar éstas, fueron recibidas por un nutrido fuego de fusilería, viéndose en varias ocasiones completamente envueltas por los rebeldes que les lanzaban una lluvia de proyectiles. A pesar de eso la tropa federal seguía avanzando tenazmente, protegida por los disparos del cañón que sembraba la muerte por todas partes. Los rebeldes, emboscados perfectamente en los potreros inmediatos a la población y parapetados en los edificios de que se habían adueñado, no cesaban de disparar, sin que les intimidaran las granadas que después de desmoronar las trincheras, hacían pedazos a sus defensores. Era tan terrible el combate y tal el coraje con que de una y otra parte se luchaba, que llegaron a pelear cuerpo a cuerpo. Entonces se pudo apreciar la bravura de los indígenas y el arrojo de los heroicos soldados federales. […] El Palacio Municipal de Juchitán, cuya fotografía ilustra estas líneas, fue destruido. Igualmente lo fue el Hotel Central, cuyos propietarios son los señores Liekens [sic]. Un edificio comercial de la propiedad del señor Gil Montero, fue saqueado e incendiado. Según toda probabilidad, han sido muertos por los rebeldes los señores Alejandro López Lena, Epifanio Rueda, recaudador de Contribuciones, y Eugenio López, secretario del Juzgado.
No fue tal: el último continúa en sus funciones de secretario en la causa seguida contra Mario Palacios, tras su aprehensión en diciembre —aunque su ortografía, dicho sea metafóricamente, es de resucitado.
El Avance, narra la emboscada a los federales que escuchamos en los relatos y el fracaso de la misma. Horrendos crímenes en Juchitán Procedentes de Juchitán, han llegado a esta Capital las más alarmantes y espeluznantes noticias en que se describe, aunque de una manera vaga, el horrendo acontecimiento que tuvo lugar últimamente. Las fuerzas federales probando una estratagema militar, asaltaron de improviso la Ciudad y simulando una derrota, se retiraron a las afueras de la población, pero desgraciadamente, mientras una parte de los asaltados caía en la red, la otra permaneció entre la población, incendiando edificios, violando, matando y escarneciendo los cadáveres de sus inocentes víctimas. Entre las personas asesinadas por la chusma hambrienta de sangre y de latrocinios, se cuentan los señores Lic. Federico Sandoval Juez de primera instancia, y el Sr. Doctor Argüello. Cuando los federales se dieron cuenta del tristísimo resultado de su combinación, volvieron sobre sus pasos y cargando heroica y furiosamente sobre los asesinos,
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se adueñaron de la situación, dejando las calles de la Ciudad verdaderamente sembradas de cadáveres y heridos.
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Con informes particulares proporcionados por Liekens, en la ciudad de México —que muestran ya el funcionamiento del telégrafo y correo— El Imparcial arma esta reseña del levantamiento: Según las cartas particulares recibidas por el señor Liekens, don Enrique León llegó a San Jerónimo, y de allí fue acompañado por el 30º Batallón para Juchitán. El pueblo, previamente preparado por el inquieto señor Gómez, recibió hostilmente al señor León, pidiéndole que dimitiera del puesto, o que se marchara de Juchitán. El señor León y las fuerzas permanecían en el Cuartel, y gran cantidad de juchitecos y de otros pueblos cercanos, todos armados y municionados perfectamente, rodearon el cuartel. Dicen las cartas a que aludimos que el señor Coronel Zozaya les habló a los indios, diciéndoles que los dejaran salir, y se llevarían al señor León. Los naturales aceptaron, y las fuerzas salieron, para ocupar la altura de algunos edificios, y que a las dos de la tarde del día 2, se rompieron las hostilidades. Los encuentros a mano armada, sangrientos y terribles […] llenaron de espanto a las familias de Juchitán, quienes han salido violentamente para Tehuantepec, Rincón Antonio, Salina Cruz y Puerto México. La ciudad está ocupada únicamente por los hombres levantados y por las fuerzas federales. Las comunicaciones han quedado completamente cortadas, y muy contadas son las personas que pueden llegar a San Jerónimo, porque a nadie dejan salir de la plaza. Los pueblos levantados o que han contribuido con hombres para proteger el levantamiento de Che Gómez, son: Juchitán, Petapa, Ixtaltepec, Chihuitán, Cerrito y Santo Domingo del Mar [sic]. Che Gómez cuenta con cerca de seis mil hombres armados en su mayoría. Los que no pudieron obtener carabinas o fusiles, pelean con machetes, puyas y fisgas. (La fisga es una especie de arpón que usan los indios para la pesca y caza de piezas chicas). Cuando se tuvieron noticias de haber ocurrido el levantamiento en Juchitán, probablemente el coronel Zozaya pidió los refuerzos que ya le fueron enviados. Los alzados ocuparon los cercos de las últimas casas de Juchitán, y al avistarse la fuerza, emprendieron un fuerte combate, de cuyos resultados no se sabe nada todavía. A Rincón Antonio llegaron 500 hombres con dos piezas de artillería, siguiendo su marcha rumbo a Juchitán. Las cartas aludidas dicen que el día 6, como a las seis y media de la tarde, comenzó un fuerte bombardeo, prolongándose hasta las diez y media de la noche. Se supone fundadamente que la plaza de Juchitán haya sido totalmente destruida por el fuego de las piezas de artillería. El mismo Liekens aclara al reportero las turbias maniobras de sus paisanos para obtener su armamento. Respecto a cómo recibieron los sublevados las armas y cartuchos que no tenían, se hacen varias suposiciones, pero la opinión más generalizada es la de que éstas les llegaron por las llamadas playas de la Laguna menor, y se agrega que Gómez, unido con sus principales colaboradores, anunció que daría una fiesta de campo en el pueblo de Xibadani (El Cerrito), situado a dos kilómetros de Juchitán. Se supone que este paseo fue con el objeto de recibir un cargamento de armas. Xibadani [sic] se encuentra a cortísima distancia de las playas de la Laguna Mayor, que se comu-
nica con el Mar Pacífico. Se cree que durante la fiesta recibieron las armas, usando como medio de transporte pequeñas canoas. Esta presunción, nos dijo el señor Liekens, obedece a que a los pocos días de efectuado el célebre día de campo, se vio a muchos hombres armados.
El País advierte que si hay un nuevo combate, se teme que los rebeldes huyan al monte, donde será difícil batirlos. También termina el cerco a las brigadas médicas. Desde Salina Cruz, este caritativo diario reseña: “Muchas de las principales damas de este puerto se ocupan en confeccionar vendas y todos los implementos necesarios para la expedición. La conducta de las señoras y señoritas ha sido muy alabada.” Por fin entraron a la ciudad de Juchitán los médicos y practicantes de la Cruz Blanca, a quienes apoyan financieramente los comerciantes de Salina Cruz. Aunque Nueva Era tiene acceso a telegramas y documentos y los publica eventualmente, es El País quien monopoliza la información médica: cada cual trabaja su campo exclusivo aunque a veces la información se comparte. El País muestra que el trabajo de los médicos no es fácil. Gochicoa se queja desde San Gerónimo en un telegrama al Subsecretario que coordina las acciones desde la calle del Reloj, en la ciudad de México: “Salvajes juchitecos interceptan todas las cartas en que se le pedían garantías, amenazando al emisario con matarlo. Esperamos que federales dominen situación.” Al día siguiente anuncia: “Anoche después de vencer muchas dificultades, pudo entrar a Juchitán Brigada Sanitaria al mando del doctor Dussart. Hoy salen de ésta los señores doctores Medina y MacPherson, con curaciones y todos los pertrechos necesarios.” Al fin puede llegar a Juchitán: Llegué a las 10 de la noche sin novedad. Treinta y un heridos federales graves, con infección general. Todos los heridos infectados. Mucha cirugía, falta gasa, cloroformo, desinfectantes. Gran número de cadáveres insepultos, atmósfera infecta. Ya comunícome doctores Barrios y Gochicoa. Anoche murió de tétanos un soldado federal. El País, enfoca sus baterías hacia la ciudad de México, donde también suceden cosas interesantes, pues la tregua militar que se avizora prohíja la alta política: Interrogado el Sr. Ministro de Gobernación sobre los sucesos de Juchitán se sirvió decir a nuestros representantes, que tenían un carácter enteramente local, y que la comisión nombrada por el señor licenciado Rafael Hernández, con misión extraoficial para arreglar en el lugar referido los desórdenes ocurridos, integrada por el Sr. Ángel Pola y otra persona, cree que arreglará satisfactoriamente las disensiones de los juchitecos, [por el] ascendiente que tienen dichas personas entre los descontentos. Manifestóle también el señor Ministro que mañana espera noticias de la comisión, para poder informar a la prensa.
Los juchitecos radicados en la ciudad de México no están conformes y protestan por la comisión mediadora nombrada; hacen interesantes revelaciones sobre los nominados para pacificar su tierra a El Imparcial. Ayer, a las cuatro de la tarde, se reunió un numeroso grupo de juchitecos en el Palacio Nacional, con objeto de poner en manos del señor Presidente de la República, el memorial cuyo texto va extractado en la presente información. Informados allí los peticionarios de que el Presidente no concurría a Palacio marcharon a Chapultepec, donde el señor Madero no pudo recibirlos por estar ocupadísimo.
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Más tarde la comisión fue recibida por el Ministro de Gobernación, con quien celebraron una larga entrevista, en la que los visitantes pusieron al señor Ministro al tanto de la situación, ofreciéndoles que los ayudaría. Los peticionarios indicaron igualmente al señor D. Abraham González, que la comisión pacificadora enviada era inadecuada, pues D. Ángel Pola es completamente desconocido en Juchitán, y en cuanto al señor De Gyves, lo odia todo el pueblo juchiteco. —¿Pues quiénes serían los indicados? —interrogó el señor Ministro. —Salvo su mejor parecer, señor, creemos que la comisión deberían integrarla las personas siguientes, que son todas nativas del lugar y ejercen cierta influencia entre los juchitecos: General Juvencio Robles, General José María Hernández, Coronel de Ingenieros Alberto Canseco, profesor Adolfo C. Gurrión, señor Enrique Martínez, Ing. Porfirio Ruiz y profesor Ismael Cortés. El señor Ministro ofreció tomar en consideración esta designación, y sus visitantes se retiraron muy complacidos.
Nueva Era también acude a esta junta con Abraham González y repite la información, donde los juchitecos hablan de su pueblo en tonos apologéticos y proponen a otros emisarios. Ayer los señores Ismael Cortés, Enrique Liken [sic.], José D. Castillejos, Eugenio Achazarreta y seis personas más, nativos todos del Distrito de Juchitán solicitaron audiencia al señor Ministro de Gobernación, quien los recibió. Varias fueron las causas que motivaron esta audiencia: una de ellas la de protestar ante el alto funcionario de la imposición que el Gobierno de Oaxaca había hecho de un Jefe Político que goza de general antipatía, y de no haber seguido la costumbre establecida en tales casos, o sea consultar a los habitantes de los distritos cuando se tratara del nombramiento de esa autoridades. Pidieron también que se revocara el nombramiento que se hizo de los señores Gastón Solana, Fernando Gyves, Ángel y Reynaldo Pola como comisionados de paz, ya que unos son desconocidos en la región y otros desprestigiados. “Solana es empleado de don Rosendo Pineda y el don Ángel Pola favorecido del mismo nefasto juchiteco.” Propusieron otros candidatos nativos de Juchitán: José María Hernández, Alberto Canseco, que tienen gran influencia sobre Che Gómez. Dijeron que Che Gómez no estaba en condiciones financieras, “era perfectamente pobre”, de levantar y armar a más de mil hombres y señalan al Lic. Emilio Vázquez, con quien Gómez se entrevistó, “como la verdadera causa por la que se ha alzado en armas Che Gómez, engañando a los que le han seguido y creen sinceramente que se trata de disgustos locales”. Antes de retirarse los manifestantes, suplicaron al Ministro don Abraham González apoyara la idea que ha echado hondas raíces en toda la región del Istmo: Formar un territorio federal con los distritos de Juchitán y Tehuantepec, hoy dependiente del estado de Oaxaca, y el cantón de Acayucan, del de Veracruz. No se oponen al separatismo ni a la rebelión contra el Gobernador, los notables simplemente desprestigian a su líder, objetan a los emisarios de Madero y llevan agua su molino: no hay juchiteco que no quiera independizarse de Oaxaca, pero tampoco ninguno que acepte un liderazgo único, sin comenzar a dividirse en facciones. Para entender el carácter del movimiento, Liekens explica a El Imparcial el temperamento y antecedentes de su líder. Su conclusión es que no se trata de un movimiento local. Según las opiniones de los juchitecos a quienes pudimos entrevistar ayer, existe
la fundada suposición de que el movimiento revolucionario que dio principio el día 2 de Noviembre, no tenga de local más que el pretexto, y que en realidad sea un levantamiento, con tendencias vazquistas. El Lic. Gómez, dicen, es un ferviente partidario del Lic. Emilio Vázquez Gómez. Cuando este señor estuvo en México, al frente del Ministerio de Gobernación, los juchitecos le presentaron pruebas sobre los malos manejos del Lic. Gómez, haciéndole ver que no era prudente que aceptara los servicios de Gómez. Éste tuvo una conferencia con el Lic. Vázquez y después de ésta volvió a Juchitán encargándose de la Jefatura Política; ahora, según se asegura, es él quien recibe armas y dinero del citado señor Vázquez. Para mejor fundar esas suposiciones, se cuenta que el Lic. Gómez, en una ocasión, llamó al pueblo, diciéndole que debía votar en las elecciones presidenciales por el Lic. Vázquez Gómez. El pueblo, dicen nuestros informantes, rechazó la propuesta del señor Gómez, y los ancianos juchitecos le dijeron que ya estaban desengañados, y que si se oponía a la voluntad del pueblo lo degollaban. Ante esta terrible amenaza, el señor Gómez no siguió en su propaganda de sugestión. El pueblo oaxaqueño fue convocado a elecciones de Diputados para el Congreso local, y el señor Gómez resultó electo como propietario, y como suplente, el señor Mario Palacios, hijo adoptivo del ya mencionado señor Gómez. Éste fue a protestar ante la Legislatura, pidiendo, poco tiempo después, permiso para separarse de la Cámara. El diputado suplente, Mario Palacios, llegó a Oaxaca para ocupar la curul que dejaba acéfala su padre adoptivo; pero la Legislatura se abstuvo de llamarlo, y como Gómez había partido ya para Juchitán, para encargarse nuevamente de la Jefatura Política, su hijo le avisó que ya el Gobierno había nombrado al señor León, exacerbando esto más y más el ánimo del actual jefe de la sublevación juchiteca. Desde tiempo inmemorial, dicen los informantes, el Gobierno de Oaxaca ha tenido con los pueblos de Juchitán y Tehuantepec, la deferencia de consultar el nombramiento de Jefes Políticos, ya sea enviando una terna, o bien preguntando al pueblo qué persona desean que los gobierne, y como en esta vez, como ya decíamos, el señor Benito Juárez, olvidando esa costumbre, designó al señor León, sin consultar previamente la voluntad de los juchitecos, al hacerse público ese acuerdo, inmediatamente el Lic. Gómez convocó al pueblo, haciendo una colecta de dinero para enviar tres mensajes al Gobernador del Estado: uno firmado por determinadas personas, en representación del pueblo; el segundo firmado por el Presidente Municipal, y el tercero por el Ayuntamiento de Juchitán, pidiéndole que revocara el nombramiento hecho por él en favor del señor León. El Gobernador Juárez contestó, en un solo mensaje, que sentía mucho no poder aceptar la petición de los firmantes en dichos telegramas.
Las cartas particulares y telegramas a los que alude Liekens, y que muestra al reportero, constan en los archivos Magana y José F. Gómez, y, necesariamente provienen de la oficina de Juárez Maza o de León de la Barra, filtrados por ellos o alguno de sus colaboradores —o por los telegrafistas. El Diario también informa de peligrosas alianzas e imposibles afinidades —nuevamente las dificultades son geográficas, si no ideológicas. Para llegar a la zona zapatista de Oaxaca había que ir a Veracruz y de allí a Puebla, por vías rigurosamente vigiladas.
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Parece que al popular cabecilla “Che” Gómez se le acaban de unir los hermanos Manuel y Rafael Otanzo, que gozan de gran prestigio entre los indígenas de la intrincada sierra juchiteca. Nuestro informante agregó que podía considerarse como un hecho real el que varias gavillas diseminadas del grueso de las fuerzas del cabecilla Zapata se habían internado en terrenos del citado Estado de Oaxaca con el premeditado objeto de pasarse, con armas y bagajes a las fuerzas que a gran prisa está levantando Gómez. No sabemos hasta qué punto sea esto cierto, pero se nos asegura que Eufemio Zapata, hermano del tristemente célebre cabecilla, trata en los actuales momentos de unirse a las fuerzas de Gómez, quien por otro lado, y a pesar de lo que se diga en contra, goza de vasta popularidad en Oaxaca. Se dice que la actitud asumida por Eufemio se debe a que el Gobierno, como lo saben nuestros lectores, expuso hace algunos días que de caer bajo la férula de los federales Emiliano Zapata, se le aplicaría con todo rigor el fallo de la ley, sometiéndolo a un jurado, en el cual se vería para salir sin culpa el referido cabecilla, rodeado de dificultades del todo insuperables.
En la sesión de la Cámara de Diputados de Oaxaca de este jueves se lee una copia del telegrama que le dirigieron al Señor Presidente de la República con motivo de los últimos acontecimientos de Juchitán, denunciando los crímenes que se cometieron “por el bandidaje encabezado por el Señor Licenciado José F. Gómez”. El Ciudadano Diputado Presidente Esesarte considera que corresponde al Ejecutivo del Estado resolver el caso. El Diputado Colmenares alega que se trata de una acusación contra uno de los miembros de esta asamblea, que no puede ser juzgado sin previo desafuero. El Diputado Olivera dijo que debía pedírsele al Ejecutivo del Estado informes acerca de todo lo ocurrido en el Distrito de Juchitán. Se acordó: Pase a la Comisión Instructora del Gran Jurado por lo que respecta al Diputado José F. Gómez, comunicándose este asunto a los signatarios del presente telegrama.173 El asunto del fuero del diputado preocupará mucho a los legisladores oaxaqueños y será motivo de controversia constante en el caso de Gómez y Mario Palacios. En el caso de Barrios el fuero no importa, ya que renunció a su cargo antes de levantarse en armas. El País incluye una noticia, desde Córdoba, a la que nadie más parece prestar atención: Anoche salieron de esa capital 210 soldados del 18º Batallón dirigiéndose a Juchitán, para auxiliar a las fuerzas federales que se encuentran sitiadas en aquella población por seis mil indígenas. El tren en que venía esa fuerza descarriló a la mitad del camino, saliéndose de la vía, la cual pudo arreglarse después de algunas dificultades, y el tren continuó su camino llegando a esta ciudad con ocho horas de retraso. En cambio, el tren de Puebla, anuncia un diario de Oaxaca, no ha sufrido ninguna novedad y ha llegado a su hora. En el Estado ocurren otros hechos preocupantes: la gran
173. Periódico Oficial de Oaxaca, 2 de marzo de 1912, p. 7. Sesión del 9 de noviembre de 1911.
alarma en Valle Nacional debida al levantamiento del Ingeniero Barrios ha disminuido, pues ya han llegado fuerzas para abatirlo. Los periódicos de Oaxaca reseñan el entierro de virtuosa señorita Larrañaga en esa ciudad. La bella desaparecida, vestida de novia, fue halagada como modelo de virtud y modestia y de bondad. Acudieron al sepelio personas de nuestra sociedad distinguida y pobres protegidos por la difunta. Entre los asistentes se contaban Díaz Quintas, de la Llave, María Klerián de Juárez. Nueva Era anuncia que Zapata y 1,200 hombres están dispuestos a rendirse, tras las negociaciones de Robles Domínguez quien regresa con la carta que contiene las condiciones de los rebeldes. En la capital, hubo una brillante velada en honor a Pino. Se anuncia un empréstito de 13 millones a ferrocarriles. El supuesto complot contra Madero es desmentido como una ligereza de información. Se informa a la Cámara la toma de posesión de Calero y otros. Renuncia del jefe de policía de la capital. Huelga en Torreón.
10 de noviembre
Primera comisión pacificadora/Testigos
En la estación de tren de lo que hoy es Ciudad Ixtepec —donde estaba el entronque del Ferrocarril Nacional de Tehuantepec con el Panamericano— todos aguzan la mirada y prestan atentos oídos a rumores, clamores y denuncias —y rectifican o amplían la labor de sus colegas. Apiñados todos ante el telegrafista —al que no dejar de mencionar y dar las gracias—, en el vestíbulo del único hotel del lugar, no dejan de darse de codazos, de pasarse soplos, de arrebatarse exclusivas. También allí, en la Zona Militar, esperan los refuerzos federales: 252 hombres del 18º Batallón, así como dos ametralladoras, que se usarán en la campaña. Esperan La Cruz Blanca Neutral, los refugiados, la comisión pacificadora: todos aprovechan el ocio para entrevistar al Gral. Merodio, a Ángel Pola, a un cura prófugo, al prisionero Albino Orozco, a un tío de Che Gómez —Rafael— quien se supone servirá de guía a la comisión de paz. Los reporters sitian las oficinas telegráficas de San Jerónimo y mandan mensajes sucesivos que se publican completos en los diarios, aunque a veces contradicen la información de los renglones anteriores, donde se reproducen los telegramas previos. En los siguientes días avanzarán a Unión Hidalgo, Juchitán y Salina Cruz; acalorados y en constante movimiento, inician la batalla mediática, tomando por asalto a testigos e informantes. Por el momento, sin embargo, las noticias que aparecen son de información compartidas, semejantes en todos los diarios. Ninguno de ellos logrará, a lo largo de su estancia, deletrear correctamente los nombres zapotecos de los poblados.174
174. Correo del Sur y El Avance repiten las noticias de los diarios nacionales con dos días de diferencia al menos, así como los diarios nacionales repetirán las de ellos. De los Enviados Especiales
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Desde Veracruz se telegrafía que Juchitán está en poder de las Fuerzas Federales, los comisionados de paz esperan en San Jerónimo a un propio, para concertar una cita con el cabecilla y negociar la paz; no logran reunirse aún con él. En la capital, el Ministro de Gobernación asegura que se trata de un asunto de carácter local y que el conflicto está absolutamente controlado, pues hubo una desbandada o retirada de los rebeldes a los “bosques” y montañas. 162
“Nuestro enviado especial se halla cerca de Che-Gómez”, anuncia El Demócrata Mexicano en nuevo recuadro, al centro de su primera plana. Los abundantes telegramas al diario informan de cuanto ha sucedido en días anteriores. Hasta entonces, este diario solamente había publicado notas anodinas y de segunda mano; ahora, se pone a la vanguardia con su enviado especial, Aldo Baroni, quien no tiene el menor empacho en declararse más tarde amigo personal de Madero. Logra que Che Gómez le nombre comisionado personal ante el Presidente. Por lo pronto, es el único que muestra cierta simpatía por los sublevados —la prudente para justificar al Presidente— y da noticias acerca de ellos. Logra el relato minuciosamente de los hechos de días anteriores del prisionero rebelde Albino Orozco, pero no puede romper el hermetismo de un tío del licenciado. Su entusiasmo megalómano y telegráfico aturde en primera persona. He llegado con toda felicidad a esta población, encontrándome todo tranquilo en el camino. Durante todo el trayecto he oído voces terribles de grandes matanzas pero al acercarme al teatro de los sucesos los rumores han disminuido mucho, es así que los muertos federales habidos en el combate del domingo son 35 y 200 por parte de los rebeldes. También El País tiene un corresponsal que anuncia desde el primer día que tomará otra vena y sede: “Mañana salgo rumbo a Tehuantepec, con objeto de proseguir mi camino rumbo al teatro de los sucesos, desde donde continuaré informando para que los lectores de El País estén al tanto de los sangrientos sucesos que actualmente se desarrollan en aquella ciudad”.
El Imparcial con largas notas y una foto, proporciona apenas algunos datos distintos a los de los dos diarios anteriores pero tiene sensacionales encabezados a ocho columnas: “Tú mandas y nosotros obedecemos; pero si nos engañas no te escapas!... La situación del Lic. Gómez, Jefe de la Rebelión en Juchitán, es comprometidísima, pues 200 de los suyos, famosos tiradores, lo vigilan para evitar que se fugue sin cumplirles sus promesas.” Acompaña el reportaje una foto de la plaza. El corresponsal de El Diario está en Juchitán pero no puede enviar informes este día. Se habla en todas las publicaciones de los federales que ocuparon la iglesia y otros edificios, de los rebeldes que se apoderaron y volvieron a perder el famosísimo cañón, de los muchos muertos, heridos y daños en la población. El reportero del El Demócrata Mexicano opina que el único lugar desde el cual se pueden enviar despachos no es el más propicio en el avispero de rumores que allí circulan.
abrevan también El Ahuizote y Regeneración. Para este día se consultaron El Diario, El Correo Español, Nueva Era. Solamente El Imparcial, El País, y El Demócrata Mexicano contienen noticias enviadas desde el Istmo.
Se menciona —hecho inusitado— el nombre del comedido empleado que despacha los mensajes a todos los diarios, aunque más tarde será acusado de ser espía y parcial. San Jerónimo no es el punto más a propósito para observar la marcha de los acontecimientos, a causa de que falta comunicación… desde esta plaza es casi imposible mandar detalles exactos de lo que ha ocurrido en Juchitán por la diversidad de voces que corren. El jefe del telégrafo, señor Pedro Flachi, ha trabajado asiduamente y no obstante el recargo de trabajo, ha dado muy buen servicio a la prensa.
La comisión pacificadora tampoco parece progresar en su misión, ni siquiera logra establecer contacto con el cabecilla de los rebeldes, a pesar de los mensajes enviados. El País, en dos notas, así lo informa: Las comisiones de paz nombradas por el Ministro de Gobernación, a pedimento de los vecinos pacíficos de Juchitán, han tenido que regresar sin llegar a un acuerdo con el jefe de los rebeldes Che Gómez, quien se negó terminantemente a tratar el asunto con los comisionados. En vista de la resolución del Jefe rebelde, las fuerzas federales que habían suspendido momentáneamente el ataque a los sublevados, lo reanudaron, hasta conseguir la rendición de los rebeldes y la captura de Che Gómez que será juzgado militarmente. […] [El] señor Ángel Pola, uno de los comisionados, nombró un representante que, acompañado del prisionero Albino Orozco, vaya con el objeto de que procuren entrevistar a Gómez y llegar con él a un acuerdo decoroso para el Gobierno, pero que evite que se continúe derramando sangre. Albino Orozco hecho prisionero por las fuerzas federales, conoce perfectamente el Distrito, por lo que los comisionados se han valido de él para que acompañe a la comisión y logre llegar hasta el lugar donde se encuentra Che Gómez. Se tiene esperanza de que la comisión logrará llegar a un arreglo con el cabecilla y conseguir que deponga su actitud, seguros que en otra forma quizás puedan conseguir lo que nunca lograron con las armas en la mano.
El Demócrata, al contrario, anuncia que ha regresado el tío del cabecilla comunicando la buena disposición de Gómez para hacer una reunión; el reportero inmediatamente se apunta para acudir con los demás emisarios. Acaba de llegar a esta población el señor Rafael Gómez, tío de Che Gómez, quien sirvió de emisario de los comisionados de paz, para buscar al jefe del movimiento y proponerle la rendición. Rafael encontró a su sobrino en un punto llamado Unión Hidalgo, y según he podido averiguar, Che Gómez acepta parlamentar. Esta noche salen los comisionados de paz a entrevistar al cabecilla, y he conseguido se me permita marchar con ellos. Hasta ahora ignoro el lugar donde va a efectuarse la cita, pues se mantiene en secreto. Rafael Gómez me informa que al pasar cerca de Juchitán, escuchó el tiroteo entre federales y sublevados. A pesar de los esfuerzos que he hecho para obtener algunas declaraciones de Rafael Gómez, sólo he logrado que me diga que Che Gómez se encuentra con el grueso de su gente en las serranías de Unión Hidalgo. El comisionado señor Ángel Pola ha telegrafiado al señor Presidente de la Repú-
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blica, pidiendo un tren especial, para salir a conferenciar violentamente con el jefe de los revoltosos. Sólo esperamos la contestación para emprender la marcha. Iremos los señores Ángel Pola, Gastón Solana, Reynaldo Díaz y yo. Abrigo ciertas dudas sobre el buen éxito de la entrevista, pues Che Gómez se muestra muy ambicioso y cada vez afirmo más mi idea de que el movimiento no obedece a una cuestión personal, sino que forma parte de una vasta conspiración suriana que va dirigida contra el gobierno del señor Madero. Indudablemente que la conspiración no ha dado los resultados que esperaban los organizadores y probablemente es ésta la razón por la que Gómez se ha desalentado y trata de llegar a un arreglo pacífico. Según otro telegrama posterior de Baroni, hay razones ocultas para que un segundo mensajero no regrese a reanudar los arreglos de la reunión. Hay quien cree que el silencio obedece a que el gobierno espera las maniobras del general Merodio, jefe de la zona, quien tiene rencillas personales con Che Gómez, agravadas por el asesinato de un hijo de Merodio cometido en Juchitán, donde prestaba servicios militares. Se dice que Merodio tiene intenciones de sofocar el movimiento por medio de las armas. De cualquier manera que se trate de solucionar el asunto, yo salgo mañana para Cerritos, lugar donde se halla Gómez.
Los reporteros de El Imparcial, El País y El Demócrata entrevistan al parlanchín rebelde prisionero Albino Orozco. El País publica parte del relato: Dice que el pueblo, instigado por Che Gómez, se amotinó, destruyendo primeramente el Hotel Central, y volando con dinamita una parte del cuartel. Después asaltaron el Palacio Municipal, tratando de destruirlo. Las tropas federales, ante esta actitud, ocuparon las torres de la iglesia, abriendo desde allí el fuego sobre los amotinados, que al fin se retiraron, dejando tendidos en las calles de la ciudad a numerosos muertos. Continúa el relato de El Demócrata: El día primero de este mes, el pueblo de Juchitán protestó pacíficamente en contra de la imposición que se hizo del nuevo jefe político, Enrique León, pariente del famoso Francisco León, jefe político que también fue impuesto al pueblo en el año de 1882, imposición que fue causa de la guerra de tres años, denominada de Zertuche. El jefe político León fue requerido por el pueblo para que saliera del pueblo, pero no hizo caso. El mismo día primero llegaron a Juchitán 250 soldados del 30º batallón, y entonces el pueblo ocurrió al palacio, pidiéndole al licenciado Gómez que no entregara el poder ni saliera de la jefatura. Gómez permaneció en el palacio y el pueblo le hizo guardia toda la noche y el día siguiente. Baroni, como muchísimos otros, atribuye parentescos a los dos jefes políticos León. Intercala su propia opinión antes de continuar con el testimonio: “parece que fueron los federales que estaban en la torre los primeros en disparar, y desde ese momento comenzó el combate, que puede decirse continúa hasta hoy, con ligeras interrupciones.” Cuando los federales trataron de atacar el hotel Central, fueron muertos treinta y cinco soldados y dos oficiales y resultó herido el coronel Zozaya, que la noche anterior había cenado con Che Gómez, a quien le prometió unirse a los sublevados, pero a última hora faltó a su compromiso.
El día 2 salió Che Gómez del pueblo, acompañado de los empleados de la jefatura y municipales, siendo todos atacados por los federales. Durante el tiroteo resultó muerto el conocido comerciante Alejandro López Lena. Para terminar mi informante, dijo que días antes de que ocurrieran los sucesos, Che Gómez hizo salir a su [familia de] Juchitán, especialmente las mujeres se han ido a refugiar a los pueblos inmediatos. Los refugiados que enfilaron hacia Ixtepec —rojos en su mayoría—relatan a las escenas de horror que vive Juchitán e informan que hay incendios en el lado sur de Juchitán. Sé que las fuerzas del gobierno se han posesionado del pueblo, y desde luego se apostaron en las torres de las iglesias y demás alturas para repeler el ataque de los gomistas. Se me asegura que en la madrugada de hoy, los revoltosos volvieron a atacar la población, pero parece que fueron rechazados por los federales. [El Demócrata] …el coronel Zozaya, quien después del rudo combate, ha logrado desalojar al enemigo de las posesiones que tenían en la ciudad; pero siguen sitiados e impidiendo los rebeldes que de fuera les entren provisiones de boca. La artillería ha hecho grandes destrozos, pero ha sido muy eficaz para destruir al enemigo. Ayer se retiraron los sitiadores de las goteras de la ciudad en la tarde, pero a la noche volvieron a la carga con más bríos. Los federales han logrado apoderarse de unas “trojes” de maíz, y con la cebada y provisiones que les llegaron, ya tienen para alimentarse y dar a las acémilas. Los revoltosos han cerrado los caminos, obligando a los vecinos pacíficos a entrar en la lucha. Muchos heridos mueren por falta de atención. Los refugiados maldicen “a este nuevo Zapata que ha traído la ruina y la desolación a muchos pueblos de Juchitán.” Se han registrado dos defunciones aquí por insolación. Hace un calor sofocante no obstante que estamos en invierno puede ya decirse, pero en estas regiones se suspira por el clima de esa metrópoli. (El País) Salvo Juchitán, el resto de la región está en paz. “Los habitantes de la comarca temen que las conferencias de paz determinen el retiro de las fuerzas federales, pues esto daría por resultado que los rebeldes se entregaran a lamentables excesos.” (El Imparcial) El Demócrata y El País, reproducen idéntica información obtenida de fuentes fidedignas en San Jerónimo —muy probablemente Merodio—, que explican cómo se han organizado los rebeldes. La variedad de erratas en ambos diarios al anotar los nombres de los pueblos —aquí corregidas— nos hace suponer dio la información oralmente. …puedo afirmar que el movimiento revolucionario de Juchitán, es más grave de lo que en un principio se creyó. Sé ciertamente que están levantados en armas, los pueblos de Ixtaltepec, Ixhuatán, Zanatepec, Niltepec, Chihuitán, Cerritos y San Miguel Chimalapa. Los levantados son en número de unos cinco mil, mal armados, pero valientes hasta la temeridad, encabezados por el famoso “Che Gómez”. Su secretario particular es Vicente Jiménez y el director de la campaña Febronio Chiñas, antiguo revolucionario, nativo de Tehuantepec. Entre los cabecillas indios se cuentan Gerón Pérez y Zenón Shivi. El lema de Che Gómez es “Paz y Soberanía Popular”. ¿Por qué tanta virulencia inicial y ahora tantos titubeos e incertidumbres entre los chegomistas? El corresponsal de El Imparcial anota las razones por las que muchos rebeldes han abandonado las armas y vuelven a sus pueblos.
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Algunos de ellos, que arribaron a Ixtaltepec, han sido entrevistados por mí, y me han proporcionado interesantes informes. Dicen que la causa del levantamiento fue que el Lic. Gómez les prometió repartirles tierras y aguas, tomándolas de aquellos que no lo secundaran. También ofreció hacerles entrega de las salinas que hay por aquí, y que son una fuente de riqueza de la región, diciéndoles que todo eso lo hacía de acuerdo con el Gobierno General de la República. Los indígenas no dudaron de tal cosa, viendo que Gómez no mentía, pues cuando era Ministro de Gobernación el Lic. Vázquez Gómez llegó con una buena cantidad de dinero y magníficos rifles 30 x 30. Desde el primer día del pronunciamiento, Gómez explicó a los suyos que la guerra era contra las tropas, principalmente las que manda el General Merodio, porque éstas obraban sin tener ninguna liga con el Gobierno General. Dicen también mis entrevistados que cuando el Lic. Gómez vio la magnitud de los hechos, quiso a todo trance hacer entrega del poder que se le había conferido, y que tal cosa desea cada día; pero que ayer mismo, en el Consejo que celebró con los principales jefes indígenas, le contestaron éstos que quieren enseñarlo a ser hombre, manifestándole que no se irá hasta que no cumpla todo lo que les prometió. Estos jefes indígenas vigilan a Gómez constantemente y le dicen: “Tú mandas y a ti te obedecemos, pero no podrás escapar.” Esto se considera como una amenaza de muerte, que quizá se cumpla, pues Gómez, como es seguro, no podrá cumplirles lo que les ha ofrecido.
A El País le parecen tan absurdas las pretensiones de Che Gómez, que no duda serán atendidas “con máuseres y metralla”. El Demócrata, afirma al principio que las razones del levantamiento eran meramente locales, pero más tarde —la nota no es de Baroni, sino proviene de Tehuantepec— le atribuye a los rebeldes alianzas con Santibáñez. Ambos distritos fronterizos tuvieron brotes de rebeldía armada, fueron maderistas y vazquistas, lo cual permitía suponer que habá alianzas entre ellos. Santibáñez no pudo haber mandado armas, como se dice en el periódico, porque estaba preso desde el mes de octubre. No hubo acuerdo sino hasta el final cuando, sin que ninguna nota o documento que permita anticiparlo, uno de los hermanos de Santibáñez, Alfredo, se rinde junto con Felipe López a finales de julio de 1912; de haber ocurrido, habría sido distinto el destino del levantamiento. La discordia entre los seguidores de Santibáñez y los chegomistas, entre los tehuanos y los tecos era añeja. Eventualmente los rojos y los santibañistas coincidieron luchando contra los carrancistas. Jesús Carranza fue asesinado por Alfonso Santibáñez en el pueblo que hoy en día lleva su nombre, muy cerca de Rincón Antonio —pero esa es otra historia, aquí solamente se trata de desmentir al fantasioso reportero. Sumamente interesante es el esbozo que traza de la organización de las fuerzas chegomistas. Sé que también estaba listo para lanzarse a la revuelta, el pueblo de Tehuantepec, lugar donde estuvo trabajando activamente un individuo de apellido Santibáñez, quien fue jefe político de esa localidad. El referido Santibáñez envió a Che Gómez gran cantidad de armas, parque y dinamita, y un día antes del fijado para el levantamiento, el exjefe político fue arrestado por las autoridades, y la rebelión de que era jefe, no pudo efectuarse. Parece que este movimiento estaba bien preparado desde hace algún tiempo, y hay persona que me asegura que el incidente de la jefatura de Juchitán no fue
más que un pretexto para iniciar la revolución. El verdadero objeto de ella, era de elevar al poder de la República, al licenciado Emilio Vázquez Gómez; declaración ésta que fue hecha por el mismo Che Gómez a los jefes de su confianza. Se me informa que el Estado Mayor del cabecilla, esta formado actualmente por Julio González y Nicanor Zárate. Las fuerzas rebeldes están divididas en ocho secciones, mismo número de pueblos que se han levantado en armas; de manera que cada grupo tiene su dirección respectiva, pero operan con el mismo objeto. Sé también que el movimiento en cuestión tiene adictos en el Estado de Chiapas y en otros del Istmo, los cuales tienen compromiso de secundar el levantamiento. Todas estas noticias las tengo de fuente autorizada. Los informes que transmití anteriormente contienen algunos errores, a causa de que los jefes federales que me las dieron, me aseguraban que el movimiento estaba perfectamente dominado.
Algunos de los cabecillas chegomistas, sisteméticamente mal citados, fueron Felipe López, de Niltepec; Hilario Sánchez alias Meshu Calvario, de Chicapa de Castro; Emilio López, de Unión Hidalgo; Pedro Ordóñez alias Pedro Gildo, de Ixhuatán y Nicolás Terán, alias Nico Dada, los hermanos David, Moisés y Cosme Gómez.175
El País asegura en dos notas que hay vínculos y “miras políticas comunes” entre varios rebeldes de Oaxaca: Se está formando proceso a uno de los hermanos Santibáñez que se encuentra preso en la cárcel de Tehuantepec, de donde fue Jefe Político, y ha facilitado armas y parque a los rebeldes, Che Gómez ha declarado que es enemigo del General Reyes, y amigo del Lic. Emilio Vázquez Gómez. Un enviado de Vázquez Gómez, que vino de Tonalá, conferenció largamente con Che Gómez, quien le dio toda clase de detalles del actual lanzamiento. Los principales jefes de la pasada revolución se levantaron en armas en los pueblos del distrito de Cuicatlán, y se sabe que proclaman al Lic. Emilio Vázquez Gómez. Encabezan el movimiento el ingeniero Ángel Barrios, Manuel Acequera y Juan B. García, y reina la creencia de que estos hechos tienen relación con los de Juchitán, a los cuales se quiere hacer aparecer como de carácter meramente local, cuando tal vez tengan miras políticas. La Patria adjudica las causas del levantamiento a otro personaje muy cercano a José F. Gómez: Rosendo Pineda. De manera inverosímil, la nota opina que éste siempre odió a Díaz, a pesar del papel preponderante que jugó en la política de la nación durante muchos años. Muchos comentarios se hacen en público acerca del rumor que corre de que el levantamiento ha sido a favor del señor Lic. Rosendo Pineda, juchiteco notable, que durante la pasada administración casi dirigió con su reconocida sagacidad los destinos del país. Las razones sobre las que descansa esta suposición son bien sencillas: cuando el General Díaz subió al poder, mandó ejecutar a algunos miembros de las familias de los licenciados José F. Gómez y Rosendo Pineda, por sediciosos, y de ahí nació un odio muy natural hacia el dictador de parte de esos dos abogados, quienes se
175. Manuscrito inédito de Honorato Morales. AJFG, documentos extemporáneos posteriores.
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unieron desde entonces e hicieron una oposición tenaz al gobierno, hasta que vino una conciliación. Bien sabido es que “Che” Gómez ha sido periodista absoluto y que medró bajo la pasada administración y que últimamente se declaró enemigo del gobierno del General Díaz, pero siempre propalando las “virtudes” y méritos de su jefe Pineda. Por último, como tanto se ha dicho que Pineda se levantaría en armas contra el nuevo régimen, y el levantamiento de Juchitán coincidió con la toma de posesión del señor Madero, viene la duda de si el movimiento será en verdad vazquista, como se ha dicho, o pinedista, como es más probable, dados los antecedentes.
Los trenes siguen siendo un interés permanente en las noticias. “El tráfico del ferrocarril del Istmo continúa sin novedad, pues los puentes están siendo resguardados por destacamentos de soldados federales del 19º batallón”. (El Demócrata Mexicano). “El tren Panamericano aún no reanuda su tráfico, y se dice que en varios puntos ha sido cortada la vía”. (El País). En el Nacional de Tehuantepec, no ha dejado de correr los trenes con la regularidad de siempre, y hoy vino el pagador. No hay peligro de que se interrumpa el tráfico internacional”. (El País). “El tren del Ferrocarril Panamericano que salió para Juchitán hoy, tuvo que regresarse de medio camino, a causa de que recibió una lluvia de balas en la ruta. Los disparos fueron hechos por los rebeldes que están parapetados por allí”, informa El Imparcial, que continúa así la nota: El Istmo puede decirse que está tranquilo y solamente en caso muy remoto se podrían esperar complicaciones de los alzados; pero no es fácil porque hay mucha vigilancia por parte de la empresa, pues como se sabe, los empleados del ferrocarril fueron aprehensores de Ochoa. Esta aprehensión fue de gran efecto, pues puede decirse que es la muerte del levantamiento; él era uno de los directores de la rebelión y su misión era volar dos o tres puentes del Ferrocarril del Istmo y traer refuerzos a Acayucan.
A falta de otras noticias, todos hablan de la muerte de Argüello, quien fue víctima de una venganza india, según calificativo de El Imparcial. A pesar de que todos los diarios reseñan la cruel muerte de este sujeto, solamente El País seguirá al médico hasta su cristiana sepultura en Chiapas muchos días después. Considera su asesinato el más salvaje de los actos de los salvajes alzados y da la palabra a un testigo, el mismo cura del que nos habló Juan Tista. Los informes que se tienen han sido proporcionados por un señor cura que pudo escapar del furor de los rebeldes. “Fui a Juchitán por mandato del señor Obispo de Tehuantepec para prestar auxilio a los heridos y servir de intermedio entre el señor coronel Zozaya y el jefe Che Gómez; pero por ciertas sospechas fui preso en unión del doctor Argüello, quien fue aprehendido en los momentos en que curaba las heridas de varios soldados y cuando comenzaba el saqueo, un facineroso entró al calabozo donde se encontraba y le disparó un balazo en el pecho y no contento con esto le escupió la cara, y en seguida lo pisoteó y pateó el cadáver del infeliz doctor. Entonces fue cuando, en medio de la confusión, logré escapar en un caballo sin montura hasta Comitancillo.” El Demócrata se niega a reconocer tan terrible hecho —seguramente escuchó que había un médico con los rebeldes, aunque se trata de otro— y a suscribir, a partir de ahora, la denostación de los rebeldes.
El cuerpo del médico militar Leonides Argüello no parece [sic] por ninguna parte en Juchitán y hay quien dice que no fue fusilado y que se encuentra sano y salvo en el campo de los rebeldes. El doctor Argüello era muy conocido por estos rumbos y se le estima en alto grado por sus buenas cualidades. Todos creen que es imposible que lo hayan matado en la forma horripilante que refieren algunos periódicos.
El País —casi en iguales términos que El Demócrata Mexicano— reseña en primera plana una entrevista hecha en la ciudad de México, donde Abraham González también desmiente los rumores acerca del fusilamiento de Che Gómez: “La población de Juchitán está en poder de las fuerzas del gobierno federal, desde anteayer”. Tal fue la declaración que hizo ayer tarde el señor Ministro de Gobernación, Abraham González, a los representantes de la prensa. En seguida manifestó el señor Ministro que la noticia anterior le fue comunicada por el señor Ministro de Guerra, y que se había recibido hasta hoy, en esta capital, debido probablemente, a la falta de comunicaciones en el lugar de los acontecimientos. El informe de referencia fue rendido a la Secretaría de Guerra por el jefe militar que opera en aquella región, y en su parte hace saber a la Secretaría, que los revoltosos se han dispersado hacia los montes cercanos, sufriendo grandes pérdidas, y que ha comenzado a organizar una batida con objeto de que cuanto antes se sometan todos los individuos que estén en armas. Opina el señor Ministro que una vez que se ha logrado el dominio en el foco principal del movimiento, será fácil al gobierno someter a los rebeldes, con auxilio de las tropas del general Agustín Valdés, que saliera antenoche de esta capital rumbo a Juchitán. El señor González continúa en la creencia de que el movimiento encabezado por Che Gómez, obedece a un fin puramente local y en ese concepto confía en que dentro de breve tiempo se restablecerá la paz en aquella región del Estado de Oaxaca. El Imparcial informa que durante el levantamiento fueron muertos un americano y el español D. Benito Vázquez, empleado de la Cervecería de Orizaba. Los periódicos oaxaqueños y los otros diarios nacionales repiten la información derivada de estos reportajes y las declaraciones del Ministro de Gobernación ese día y los siguientes; algunos añaden “detalles de salvajismo que han singularizado” a los chegomistas, quienes asesinaron a machetazos al Juez de primera Instancia, señor licenciado Federico Sandoval y el pagador Luis M. Torres —además del médico. El País denuncia que los rebeldes interceptaron al enviado de la Cruz Roja, pues los cabecillas que no obedecen ni respetan a Che Gómez.
Hay conflictos en otras partes de Estado: Nueva Era informa que en Tecomovaca, Teotitlán, Eguía Lis, al mando de 300 federales combate a los vazquistas del ingeniero Barrios. Inserta también una aclaración del Presidente Municipal de Guichicovi, quien asegura que este pueblo no secunda la sublevación juchiteca, como se había dicho. Las noticias nacionales del día incluyen más detalles un complot dinamitero contra Madero. Las fotos de primera plana de El Imparcial corresponden a la Primera Novillada estudiantil y sus reinas, y al matrimonio de Creel. Este diario ataca al Diario
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del Hogar, denuncia a El País por amarillismo y a Nueva Era como órgano de Gustavo Madero, “maestro en adjetivos altisonantes”. Se pide que siga Figueroa como Gobernador de Morelos; pues se sabe que su salida es una de las condiciones que pone Zapata para negociar. Se anuncia que ya se somete a Juan Banderas. Hay huelga de tres mil peones en Cananea y León. Se cometen atropellos contra la familia de Vázquez Gómez. Se celebra grandemente el triunfo de Moctezuma en la Exposición Cervecera en Chicago.
11 de noviembre
Observaciones personales que paso a relatar/ Seis aterrados chinos
La ciudad reducida a escombros y centenares de cadáveres en las calles, reseñan los reporteros que entraron a Juchitán el día anterior. La ciudad en manos de los Federales y los rebeldes en las orillas de la población. Las bajas federales son pocas. Se anuncia el auxilio de las columnas de Valdés y Blanquet. Nuevos rumores que el cabecilla Gómez ha sido aprehendido. Se repite que el levantamiento es promovido por Rosendo Pineda. Se retira intempestivamente del ligar el comisionado de paz Ángel Pola sin explicación alguna. Entrada de las brigadas médicas a Juchitán. Juárez Maza agradece al Gobierno Federal por su oportuna intervención y a vecinos de Petapa su solidaridad con Enrique León. A excepción del ya citado borrador de carta de Enrique León escrito durante el conflicto armado y presuntamente enviado días más tarde a Juárez Maza, no hay documentos en archivo de José F. Gómez desde principios del movimiento —el 2 de noviembre— hasta este día, cuando un extraño telegrama remitido por Díaz Quintas a Juchitán desde Oaxaca da cuenta de seis aterrados chinos que temen por el destino de sus negocios y piden garantías; por testimonios posteriores sabemos que también hay chinos comerciantes en Juchitán. El documento nos permite saber que el Jefe Político nombrado aún está incomunicado, que se encuentra bajo la protección de las fuerzas federales y que los gomistas han llegado hasta la frontera con Chiapas. ¿Por qué se incluyó este telegrama en el archivo? Imposible saberlo. Oaxaca, 11 noviembre de 1911 Estación San Gerónimo Sr. Enrique León, Jefe Político. Recomendado al jefe 9ª Zona Militar. El C. Ministro de Gobernación en telegrama de ayer dice a este Gobierno lo siguiente: “Sabe esta secretaría por conducto cónsul de China que seis nacionales en Tapanatepec e Ixhuatán están siendo amenazados habiéndose saqueado una de sus tiendas. Sírvase Ud. dar ordenes conducentes y eficaces para garantizar pro-
tección a extranjeros en esos puntos.” Por acuerdo del C. Gobernador lo transcribo a Ud. a efecto de que se sirva dictar las medidas encaminadas a la protección de los extranjeros señalados.176
En el archivo del Gobernador encontramos un acuse de recibo de quejosos de Petapa, una carta de Benito Juárez a Ernesto Madero, ministro de Hacienda, donde agradece su ayuda y espera ésta continúe y un reconocimiento a los enemigos de Gómez por las muestras de solidaridad con el Jefe Político recién nombrado. Ha sido en mi poder su muy apreciable grata fecha 7 del corriente, en la que tiene Ud. la bondad de transcribirme la carta que le puso la Secretaría de Guerra y Marina, como resultado del telegrama que le dirigí a Ud. Tanto el Estado, como yo, le estamos sinceramente agradecidos por la participación que Ud. ha tenido en los actuales sucesos penosos que han tenido verificativo en Juchitán y esperamos seguir contando con su valiosa ayuda. Señor Nemesio V. Rodríguez Petapa, Juchitán Estimado señor mío: Recibí su apreciable grata fecha 5 del corriente quedando enterado, por ella, de los bondadosos ofrecimientos que han hecho Uds. al señor Enrique León, en pro del bienestar del Distrito. Ya tomo nota de los buenos ciudadanos que tan expontáneamente [sic] se manifiestan dispuestos a servir al Gobierno de mi cargo y espero que en el caso de que el señor León los necesite, sabrá utilizarlos. Mientras tanto yo, al aplaudir la digna conducta de Uds., los estimulo a que sigan por ese sendero de paz, trabajo y orden. Le suplico a Ud. transcriba esta carta a sus demás compañeros y sin más que darle las gracias por su patriótica manifestación, quedo de Ud. afectísimo amigo y seguro servidor.177
El Demócrata Mexicano anuncia en primera plana, como segundo encabezado: “Nuestro Enviado Especial ha establecido un servicio de postas para informar a nuestros lectores de cuanto ocurra”. El repórter Aldo Baroni —aún sin firmar con su nombre— continúa sus intrépidas andanzas y detectivescas indagaciones, descubriendo ocultos complots que no pueden sino considerarse fidedignos —dado el esfuerzo empleado para que sus telegramas sean llevados hasta las oficinas de San Gerónimo y Estación Gamboa. El asunto “Che-Gomista”, además del carácter de gravedad que siempre ha tenido, parece adquirir un nuevo aspecto, misterioso y muy serio, si se tienen en cuenta todos los detalles que en mi carácter de Enviado Especial de El Demócrata Mexicano estoy recogiendo y de las observaciones personales que paso a relatar. Como es sabido los señores Ángel Pola, Fernando de Gyves, Gastón Solana y Reynaldo Díaz, salieron de México con el carácter de comisionados de paz y en cuanto llegaron a este punto, buscaron la manera de comunicarse con “Che” Gómez sin obrar para ello con mucha actividad, puesto que hasta mi llegada no habían he-
176. AJFG doc. 9. 177. ABJM 4-29 y 4-54v.
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cho otra cosa que enviar como emisario cerca de Gómez a un pariente suyo que se encontraba prisionero de las tropas federales. Desde mi llegada don Ángel Pola pareció reanimarse, y se puso a trabajar con toda actividad, asegurándome que saldríamos ayer mismo en la noche rumbo al lugar donde parece encontrarse “Che” Gómez, punto que designan con el nombre de “Cerrillo”. Con el objeto indicado, Pola pidió al general Merodio que le cediese a otro prisionero, un tal Albino Orozco, para que nos sirviera de guía y acompañante hasta Cerrillo. Ayer a las tres de la tarde regresó el primer enviado con una carta de “Che” Gómez para Ángel Pola; pero ni me quisieron decir ni he podido averiguar su contenido. Desde que recibió Pola esta carta, se puso sumamente preocupado y telegrafió a México dizque para que pusieran a su disposición un tren especial. Esto fue lo que a mí me dijo. A las ocho de la noche de ayer recibió don Ángel Pola un telegrama no se sabe de quién, e inmediatamente después de leerlo, salió precipitadamente del hotel, dejando el equipaje y tomó un tren que pasaba para Santa Lucrecia, diciendo que se marchaba porque le faltaban garantías. Todo el mundo se hace cruces de estos enigmas y se ignora a dónde se dirige el señor Pola. Ayer mismo en la noche desaparecieron de San Gerónimo los dos prisioneros que sirvieron de emisarios y que Pola pidió que fueran puestos en libertad. Salgo en este momento para Juchitán, desde donde seguiré informando si las circunstancias lo permiten. […] Este mensaje lo envío desde la estación Gamboa, donde me encuentro detenido sin poder seguir adelante. Nuestros revolucionarios amenazan la vía férrea entre este punto y Juchitán. Dentro de una hora saldrá un tren especial con cincuenta hombres de la federación y procuraré hacer el viaje con ellos, pues de otra manera juzgo difícil poder llegar. Significativamente, ya llama “nuestros” a los rebeldes. Más tarde, ¡ah, pecado juvenil de impaciencia!, toma otra decisión para poder entrar a Juchitán sin esperar que los soldados se decidan a atacar o reciban las ansiadas órdenes. Hasta aquí ha llegado un funcionario de Juchitán, quien nos cuenta que en el hospital de sangre se encuentran treinta y cinco heridos graves y que faltan medios de curación. Se teme sobrevenga una infección de tétanos a los enfermos. En estos momentos salgo con la comisión de la Cruz Roja para Juchitán, pues el tren militar parece que se retarda. Formamos un grupo los doctores Juan M. Cárdenas, M. Pavira, el practicante señor Vargas, los auxiliares Leo Stein y Clemence y yo. Haremos el viaje en una gran carreta tirada por bueyes, pues es imposible encontrar caballos en toda la región. Las noticias que llegan de Juchitán siguen siendo terribles. Los indios saquean sin consideración. A los cadáveres del juez y del pagador, les fueron cortadas las orejas y las narices y arrastrados por las calles de la población. A diferencia de su colega, el corresponsal de El País —a quien también plantó Pola— opta por dirigirse a Tehuantepec, donde las noticias resultarán diferentes; encuentran vínculos entre los tehuanos y los rebeldes juchitecos y denuncia a Rosendo Pineda y Salado Álvarez como instigadores de la revuelta. 178
178. Salado Álvarez favorecía los intereses estadounidenses en México y fungía como diplomá-
No me ha sido posible salir para Juchitán, teatro de los sucesos sangrientos que actualmente se registran en aquella ciudad, porque varias personas de aquí me dicen que sería expuesto. He convenido en ir en compañía de don Ángel Pola, una vez que se conozca la contestación de Che Gómez a la carta que le fue enviada por comisionados de paz del Gobierno Federal, para saber si acepta o no la entrevista que se le ha propuesto. Acordado en esta forma el viaje, comenzábamos a hacer los preparativos necesarios para emprender la marcha, cuando recibió el Sr. Pola un telegrama misterioso, que me ofreció darme a conocer antes de las siete de la noche para dar a conocer a los lectores de El País. Poco antes de las siete de la noche desaparecieron misteriosamente de esta población el mismo señor Pola y otro de los Comisionados de Paz, sin que se haya podido indagar hasta estos momentos su paradero. Se les ha buscado inútilmente para entregarles los telegramas que han llegado procedentes de Méjico. Toda pesquisa ha resultado inútil, pues no han aparecido, temiéndose que hayan sido víctimas de alguna emboscada. Se me asegura que el Che Gómez se ha escondido y que sus partidarios en vano tratan de hallarlo para exigirle el cumplimiento de sus promesas, mostrándose ahora más exigentes que antes en vista de la tirantez con que el Gobierno procede para hacer deponer la actitud hostil de los rebeldes, sin que esta suposición haya podido ser confirmada. Se sabe tanto aquí como en Juchitán y Salina Cruz que un alto personaje de la política porfiriana, juchiteco y consejero del General Díaz, ayuda a Che Gómez, proporcionándole armas y dinero para fomentar la revolución. Se dice también que Gómez espera de un momento a otro refuerzos de armas por la vía de la Laguna, Juchitán. Los federales, que han sido prevenidos de esto, ejercen una estricta vigilancia en todos los puertos de la Laguna para evitar una sorpresa. Serán especialmente vigilados los puntos donde se han escuchado tiroteos. Se supone, sin que yo sepa con qué fundamento [y tampoco nosotros] el señor Álvarez desde Guatemala, donde reside actualmente, ayuda a Gómez. Hoy se proponía Gómez, el cabecilla rebelde, asaltar a Juchitán, pero sus amigos le exigen que se ponga a la cabeza de sus partidarios, a lo que parece que él se rehúsa. Se ha desmentido la versión de que Gómez sea víctima de sus partidarios y que éstos lo han amenazado, exigiéndole el cumplimiento de sus promesas, así como que el mismo cabecilla sea ajeno a los asesinatos del doctor Argüello y otros, pues Gómez ordenó el asesinato de Argüello, el juez y el pagador. Gómez intentó levantar Tehuantepec, ofreciendo que pondría en libertad al ex-jefe político Santibáñez, que se halla preso y complicado con el asesinato del licenciado Woolrich. Los amigos de Santibáñez tratan de imponerse por medio del terror, amenazando con que se repetirán en Tehuantepec los sucesos de Juchitán. La situación es delicadísima. Faltan tropas para garantizar la vida de los ciudadanos pacíficos. Se conoce ya la lista de los ciudadanos indicados para emprender represalias. Esa lista está encabezada por el licenciado Woolrich, que fue la primera víctima de la insurrección, asesinado el día primero de octubre último. […] tico en Centroamérica en ese momento.
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Se han recibido noticias de que una partida de gente armada merodea por el Río Grande, jurisdicción de Guienagati. Se han librado órdenes para la aprehensiónde Alfredo Santibáñez, hermano del ex-jefe político Alfonso preso aquí por estar complicado en el asesinato de Woolrich. Se rumora que las autoridades comunicaron a Manuel Mora que persiga a las partidas cortándoles la retirada por Lachitoba.
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Hipótesis sobre otros turbios vínculos de Che Gómez —que nos hacen superar que todos los indios son iguales— también son anotadas por el corresponsal de El Diario: Asegúrase que la Revolución de Juchitán, en combinación chamulas, es fomentada por el Lic. Rosendo Pineda. Las armas de los rebeldes han sido introducidas por la Aduana de Tapachula.
El País entrevista en Tehuantepec a dos piadosos personajes quienes relatan las más atroces crueldades que presenciaron, y que ya habíamos escuchado en boca de Juan Tista Cerqueda, puesto que fue su padre el juchiteco que menciona la nota. Entrevistados los señores Toscano y Ferrucio, italianos [sic, se trata del nombre y apellido una sola persona] e Ireneo Monroy, párroco de Juchitán y el señor presbítero Francisco Palma Camarillo, me informaron que faltan sacerdotes en Juchitán para auxiliar a los moribundos, por lo que se propuso, por indicación del señor Ferrucio, ir a Juchitán a desempeñar su sagrada misión. El señor Obispo solamente autorizó la salida del señor presbítero Ferrucio, quien marchó acompañado de cuatro “guichiveros”, quienes lo dejaron en los límites de Juchitán y enseguida regresaron a esta ciudad. El presbítero señor Ferrucio, al llegar a Juchitán, se dedicó de preferencia a indagar el paradero del señor párroco Monroy, procurando avistarse con Che Gómez, deseoso de llegar con él a un acuerdo para el arreglo de la paz. Gómez exigió que salieran de la ciudad los federales, mostrándose los emisarios desanimados por las pretensiones del cabecilla, que fueron desechadas de plano por el Coronel de las fuerzas federales. Conocida esta resolución por Che Gómez, abandonó a los sacerdotes a su suerte en manos de los enemigos. El señor Ferrucio comunicó, sin embargo, el resultado a los federales, llegando al cuartel enmedio de los numerosos muertos y heridos que se hallan en las calles de la ciudad. Los señores sacerdotes Ferrucio y Monroy fueron nuevamente al Palacio Municipal en busca de Che Gómez sin haber logrado que los recibiera. Esperando el resultado de la entrevista, llegó el Médico Mayor Argüello conducido dolorosamente por un sujeto a quien había curado en unión de su familia, atacada de viruelas. Colocado Argüello entre los sacerdotes pasó a lo largo de la ruta donde se combatía cerca de palacio. Repentinamente, un sujeto que descendía de los altos del mismo palacio disparó sobre Argüello su escopeta, rozando una de las balas a uno de los sacerdotes. Enseguida siguió disparando sobre Argüello hasta nueve tiros seguidos ya caído Argüello, los sacerdotes creían que ellos también serían asesinados pero el asesino de Argüello les dijo que nada les pasaría, pues serían respetados por orden de Che Gómez. Los sacerdotes proporcionaron al moribundo los últimos auxilios de la religión. La turba se ensañó con el moribundo, rematándolo a machetazos. Los sacerdotes Ferrucio y Monroy pasaron la noche entre los muertos y los heridos.
Salvados los dos sacerdotes por un juchiteco que desobedeció las órdenes de Che Gómez, pretendían regresar hoy nuevamente a auxiliar a los heridos, pero sus amigos se han opuesto terminantemente. Se me asegura que un sobrino de Che Gómez, cohetero, robó a Argüello, cuando estaba moribundo, su cartera con quinientos pesos y un reloj de oro. Conmovido por la piedad cristiana que comparte su pan con el hambriento, el corresponsal continúa: La Cruz Blanca Neutral de Salina Cruz mandó a las víctimas de la revolución ochocientas piezas de pan y prometen de ahora en adelante enviar diariamente cinco mil piezas de medio kilo. El pueblo de Salina Cruz ha correspondido con gran voluntad al llamamiento que en nombre de la caridad le ha hecho la noble institución.
Correo del Sur deplora las depredaciones en el honor, la vida y las haciendas hechas por los rebeldes y lanza una noticia que nadie secunda. Por un telegrama particular llegado a esta Ciudad, proveniente de Tehuantepec, se dice que corre el rumor en aquella población de que los alzados juchitecos volaron un puente con dinamita, en la línea del Ferrocarril, destruyendo de esta manera el convoy militar que en esos momentos pasaba por el mencionado puente y el cual conducía el 29º Batallón al mando del Coronel Blanquet.
La mayoría de los diarios reiteran, repiten, interpretan e intercalan lo fragmentos escritos la víspera o aun el mismo día por sus colegas. Los semanarios hacen lo propio, necesariamente deben editorializar. El Ahuizote, resume el levantamiento desde sus inicios. En el Istmo la cosa anda peor. En Tehuantepec se han insurreccionado hasta las placeras. Éstas amagaron al Jefe Político hasta con matarlo si no ponía en libertad a los presos y el Jefe tiene que dormir todas las noches en el cuartel; ha pedido mayor fuerza o dejará la Jefatura. El “Club 25 de mayo” es allí un foco de alarma, pues aunque su objeto aparente es la educación y moralidad de los asociados, es según parece el centro de un partido personalista numeroso y un núcleo del socialismo que en cualquier caso puede poner mil o mil quinientos hombres, y armados perfectamente como casi siempre lo están los tehuanos. Aunque se vea el peligro, no se ha podido disolver ese círculo sospechoso, porque no hay quién se atreva. Gritos, amagos, intrigas, agitación constante: eso es Tehuantepec. *** En Juchitán manda como un Czar un Abogado a quien llaman Che Gómez. Éste por tercera vez no ha querido recibir al Jefe Político nombrado y las últimas noticias son de que ha habido su movimiento revolucionario en estos días, con ése o con otro motivo cualquiera. Juchitán es un centro guerrero de suma importancia; la gente es inquieta por naturaleza y donde estalle la bola de una vez, no la detienen ni diez mil soldados de primera, pues nadie conoce el rumbo como ellos, combaten hasta las mujeres y los niños, envenenan el agua, tienen una amplísima zona, bosques impenetrables, desiertos inmensos, y ayudados por el espantoso clima, son irreducibles. Éste es otro problema pavoroso que no ha podido resolver el Gobierno, aunque ha llamado dos o tres veces a Che Gómez; a Che Gómez que es el todo allí, que es vitoreado constantemente, a quien se le arrojan flores al paso, le besan las manos y lo reciben las mujeres en masa como a un dios. Más valía que Che Gómez fuera el Jefe Político, supuesto que es el adorado por el
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pueblo; pero al Gobierno le levanta pelo porque Che Gómez es una esfinge…¡quién sabe qué diablos llevará dentro! […] Así vamos, con los salvajes de la ciudad y con los salvajes de algunos distritos. Así vamos, en carrera abierta hacia la Democracia… Dichoso Che Gómez a quien sólo le arrojan flores. ¿Y D. Benito? En la Higuera.
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En el número de esta semana de Regeneración Enrique Flores Magón comenta someramente el levantamiento de Juchitán, encabezado por Che Gómez, la declaración de independencia del Istmo, el desconocimiento del gobierno del estado y el federal. ¿Oís? Es la Revolución que avanza. Es el traqueteo de los fusiles de las huestes libertarias que llevan triunfadora por toda la República la bandera roja de los pobres y van a la conquista de pan, tierra y libertad para todos. Declaración de independencia del Istmo de Tehuantepec. Ya hay más sarna que rascar, Chatito. Anuncia que ha caído San Gerónimo en manos de los rebeldes sin que sepamos de dónde sale la falsa noticia, ya que solamente cita como fuentes a El Imparcial y El País. Muy probablemente confunde el lugar de la insurrección con el del sitio de donde proceden los despachos y telegramas para los reportajes y noticias. Un numeroso grupo de rebeldes separatistas cayó sobre San Gerónimo, Oax., población situada en el Istmo de Tehuantepec, resultando las fuerzas gobiernistas impotentes para defender la plaza, de la cual se han apresurado a emigrar los burgueses a los primeros truenos. Gil Blas se mofa en un recuadro: “Ayer se decía en público que el señor Madero ha sido víctima de dos ataques epilépticos y que por esto no pudo recibiá a la comisión de Juchitecos.” Por otra parte, cree que el Gobierno actual se pierde en comadreos de conspiraciones inventadas, Calero se agarra de las greñas con diputados —¡y eso que aún no comienza en serio el zafarrancho legislativo!
El cónsul de Estados Unidos cumple con su cometido y resume así la situación: Salina Cruz, México, a 11 de noviembre de 1911 Asunto: Informe de los problemas en Juchitán y cercanías Al Honorable Secretario De Estado Washington Señor: Me honra informarle que la situación en Juchitán no mejora según lo previsto en mi mensaje núm. 70 del 8 del presente mes. Resulta extremadamente difícil obtener noticias precisas, en razón de que la comunicación con Juchitán está cortada, tanto por ferrocarril cuanto por telégrafo; sin embargo, los mensajeros se han acercado suficientemente a algunos puntos del Ferrocarril Nacional de Tehuantepec y nos indican que la situación es aún grave. Confirmo el reporte de que las fuerzas federales controlan completamente la ciudad de Juchitán, aunque parece que los Juchitecos, al abandonar la población después de grandes pérdidas, ocupado ahora posiciones en el campo y cercanías de la ciudad de Juchitán. Aquí no ha llegado informe alguno de otro enfrentamiento; aunque, por otra parte, parece que las fuerzas federales no han dispersado a los ju-
chitecos, quienes continúan en estado de hostilidad armada, levantando parapetos y tomando otras medidas con miras a continuar la resistencia. No cabe duda que varios cientos fueron muertos en el combate de Juchitán, del cual informara anteriormente. Tampoco cabe duda de que se cometieron graves atropellos. Por ejemplo, un joven español, conocido del autor de esta misiva, que tenía negocios en Juchitán y se alojaba en el hotel de dicha localidad, fue muerto inmisericordemente en un ataque contra el juez local, que se encontraba también en el referido hotel. Esto demuestra la absoluta falta de control que muestran estos indios cuando se excitan. Aparentemente, las actividades militares de los juchitecos no están debidamente encabezadas; así, medidas enérgicas y oportunas tomadas por el gobierno podrían poner orden en la situación, por el momento muy mala, en Juchitán y cercanías. Cada día que pasa sin que se restaure el orden hace que las cosas empeoren. El día de hoy enviamos copia de este mensaje al Honorable Embajador de Estados Unidos en la Ciudad de México. Quedo de usted, su humilde servidor, Lewis W. Haskell 179
El Diario informa, desde Oaxaca acerca de otros acontecimientos en el estado. Para tranquilizar a los lectores, asegura que el levantamiento juchiteco no tiene vínculos con la insurrección de Teotitlán del Camino. Volvió de allá el Coronel Eguía Lis, con el tercer Batallón; se rumora que está preso Barrios con cincuenta seguidores. Cerca de Cuicatlán, 150 zapatistas fueron capturados en Santa Ana Rayón; las fuerzas federales sufrieron 3 bajas y 7 heridos. El resto del Estado de Oaxaca, está tranquilo. Los periódicos de la capital calculan que ya hay tres mil obreros en huelga en el Norte. Se habla de un fallido atentado con bombas a Madero; otras fuentes apuntan apenas que no hubo tal, sino que estalló material explosivo en una tlapalería. Banderas sigue los pasos de Zapata. Se celebra un Congreso de periodistas en Jalapa. Huerta, tras entrevista con Madero, decide no renunciar a su cargo. Se dan a conocer a los miembros del Estado Mayor del Primer Magistrado de la Nación. Francisco Chávez, jefe de la policía, pone un cerco a los rateros.
12 de noviembre
Primera entrevista/Las razones del pueblo
Corresponde a El Diario informar este día la captura del José F. Gómez. Los rebeldes aún asedian Juchitán pero la tregua se mantiene y las negociaciones parecen avanzar, aun sin estar Pola presente. El Demócrata Mexicano entrevista al licenciado Gómez; ase-
179. Informes al Departamento de Estado.
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gura es el único periódico que tiene representantes en Juchitán, lo cual indigna a sus colegas, quienes se apresuran a desmentirlo. No se conocen oficialmente los resultados de las negociaciones, se afirma en el Istmo y en la capital, a pesar de lo cual Pola hace declaraciones a la prensa.
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Si el día anterior el prolífico repórter de El Demócrata Mexicano daba un respiro a sus lectores, al día siguiente se aclara la razón: ha logrado entrar a Juchitán y desde allí, al campamento de los rebeldes para entrevistarse con Che Gómez. Inmediatamente cambiará esta familiar forma de apostrofarle para llamarle respetuosamente el Señor Lic. José F. Gómez. Si bien el licenciado aclara algunos puntos acerca de sus intenciones durante la entrevista, sigue sin saberse el por qué de la abrupta retirada del comisionado —el que Gómez nombre a su propio emisario muestra algún cálculo o desconfianza. Se ignora asimismo cuáles serán las maniobras que prepara el gobierno estatal, o qué determinación tomará Madero. Además de reunirse con Che Gómez, el reportero incluye los recuentos de las acciones militares en Juchitán dados por el coronel Zozaya y el general Merodio. El encabezado de El Demócrata Mexicano del día 12 pregona a 8 columnas: “Nuestro enviado especial se halla con Che-Gómez. Es el único periodista que ha llegado al campo rebelde, y el Jefe revolucionario quiere nombrarlo comisionado de paz”. Se lleva las palmas de ese domingo. A continuación transcribimos su texto, repartido en numerosos telegramas, sin los encabezados que le acompañan. Estación San Jerónimo, Noviembre 11.- (Remitido desde Juchitán por medio de un servicio especial de postas de El Demócrata Mexicano). Como anuncié en mis mensajes de ayer, salí de Gamboa con una sección de la Cruz Roja, llegando sin novedad hasta Espinal a donde se encuentra el teniente coronel Quiroz con 200 soldados federales y dos ametralladoras. Quiroz me aseguró que faltaban por completo garantías y que era peligrosísimo salir rumbo a Juchitán. Los médicos de la Cruz Roja se rehusaron a acompañarme y sólo aceptó venir conmigo el auxiliar Leo Stein, trayendo un pequeño cargamento de medicinas. El camino se hace penoso porque vamos observando atentamente a fin de no ser sorprendidos. Al llegar cerca de Juchitán mi compañero lanza un grito y me señala la vía férrea. Tendidos pecho a tierra y con las carabinas apoyadas en los rieles, cerca de cincuenta revolucionarios nos apuntan, mientras uno de ellos se levanta marcándonos el alto con voz imperiosa. Nos detenemos al primer aviso y esperamos que se nos interrogue. Afortunadamente para mí, hice la campaña con el valiente Luis Moya, en Zacatecas, y conozco las prácticas que se acostumbran: no hay que chistar; es necesario esperar sumisos el interrogatorio. El que parece jefe me pregunta lo que voy buscando, yo le contesto que soy periodista y digo que el señor Madero me distingue con su amistad. Mi sinceridad les convence, me creen y entonces soy agasajado ruidosamente. Los principales rebeldes de aquel grupo me invitan a ver sus avanzadas y me llevan cerca del panteón, por los jacales que rodean la ciudad, por todos lados, en fin: y en todas partes, numerosos grupos descansan sobre sus armas, viejas escopetas y machetes viejos, esperando el momento de la lucha. Por donde paso se oyen gritos de ¡Viva Madero! y todos me declaran que son ma-
deristas de corazón y que no pelean contra el gobierno sino por la designación de “Che” Gómez para jefe político del Distrito. Yo creo que Gómez se levantó en armas a favor de Vázquez Gómez, pero no se atrevió a comunicar sus intenciones sino a un reducido número de sus partidarios. Me han permitido los alzados entrar en Juchitán y heme aquí enmedio de un pueblo desierto y convertido en ruinas. Muchas casas arrojan por entre sus escombros, densas columnas de humo negro. Parece que una maldición ha caído sobre aquella población antes riente y animada. Los soldados federales están parapetados en las azoteas y no interrumpen mi camino. Yo pienso que al verme se quedan diciendo: “Si es un amigo no hay para qué molestarle; si es enemigo, ha caído en la ratonera.” En el centro de la ciudad encuentro a los oficiales del 30º batallón y a su coronel Zozaya. No está herido como se ha venido asegurando, declara que es una calumnia que él haya estado en connivencia con “Che” Gómez y desmiente el dicho de haber comido con el cabecilla el día anterior al levantamiento. El jefe militar me hace un relato de los acontecimientos. […] Dejé anoche Juchitán con muchas casas ardiendo todavía y sin una alma viviente, pues todos los habitantes armados rodean la población en actitud amenazadora. Hablé con el jefe revolucionario Febrionio Chiñas, y éste me aseguró que el levantamiento no fue a favor de Vázquez Gómez, sino contra el gobierno local, que desoyó las justas peticiones del pueblo. Al llegar anoche aquí [Unión Hidalgo] logré entrevistar a Che Gómez, mejor dicho al licenciado José Gómez. Es un hombre que en lo físico y en lo intelectual se parece al doctor Vázquez Gómez. Su cultura es vasta y habla con facilidad de cualquier asunto. Desmintiendo ser un indio medio lengua y sanguinario, como suponen todos los lectores de El Demócrata que debe ser la indiada, aclarará que es un juchiteco ilustrado, instruido y que ha ejercido la política y usado sus influencias con firmeza. Niega terminantemente que se haya levantado a favor de Emilio Vázquez; dice que se rebeló obligado por el pueblo, que había agotado todos los medios para evitar que les fuera impuesto un jefe político que no tenía simpatías. Asegura que los primeros tiros fueron hechos por algunos enemigos personales desde el Hotel Central, entre los que se contaban el juez Sandoval, el pagador Torres, Felipe Vera, Samuel Vera y cuatro más del pueblo. El pueblo atacó con dinamita el hotel y mató a ocho de los defensores. El doctor Argüello fue muerto porque se creyó que iba como espía de los federales. Dice Gómez que algunos sacerdotes pidieron la rendición de los federales, movidos por un deseo de acabar la guerra y no instigados por nadie. Agrega que el general Merodio es enemigo personal suyo desde 1893, en que fue enviado a Juchitán y tiró sobre el pueblo. Entonces Gómez era diputado y pidió la traslación del militar, el que fue enviado a Torín, Sonora. Espera que el gobierno comprenderá las razones del pueblo para querer gobernarse popularmente y entonces se acabará el movimiento armado. Es mentira, dijo, que los indios sean salvajes: su furor obedece a que se apercibió que desde el hotel Central se asesinaba a infelices transeúntes y decidió vengarse. Los insurrectos mataron a dos correos federales disfrazados, y los disparos hechos por el cañón Mondragón no dieron resultado, pues no resultó ni un hombre
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muerto. Hubo un momento en que los insurrectos pudieron llevarse el cañón pero no lo hicieron por lo mucho que pesaba. Desmintiendo categóricamente el rumor que transmití de que los indios estaban cometiendo depredaciones, se portan correctamente y en todo el camino hasta ésta la calma y tranquilidad son completas. En telegramas subsiguientes —para eso dispone de las postas— informa: El licenciado Gómez acaba de recibir un telegrama del comisionado de paz, don Fernando de Gyves, anunciándole que tiene nuevas instrucciones del gobierno. Se cree que se trata de un armisticio, y en tal caso, la paz está asegurada. Los comisionados de paz vendrán probablemente esta tarde aquí y mañana conferenciarán sobre el particular. Yo he mandado un extenso telegrama al señor Madero, Presidente de la República, explicándole perfectamente la situación y participándole que los rebeldes están dispuestos a enviarme como comisionado, junto con algunos juchitecos, para explicarle personalmente y con documentación, el estado de las cosas. El señor licenciado Gómez ha contestado el telegrama del señor Presidente, manifestándole que los juchitecos quieren que sea él el jefe político y que necesita consultar al pueblo antes de dar respuesta a sus condiciones para indultarlo. Siguen llegando del Istmo grupos numerosísimos y entusiastas. Aquí en Unión Hidalgo, hay actualmente 3,000 rebeldes armados y llevando en el sombrero una rama verde, que es el distintivo gomista. Parece que los comisionados de paz no llegarán sino hasta mañana en un tren especial. Acaban de informarme que en Tonalá la cosa se pone grave y que se teme un levantamiento. San Jerónimo. (Por servicio especial de postas de El Demócrata Mexicano desde Juchitán).- El señor Presidente de la República acaba de telegrafiar al jefe rebelde “Che” Gómez, ofreciéndole el indulto por el delito de rebelión, si depone inmediatamente las armas al gobierno constituido. El señor Madero le garantiza que será nombrado un jefe político imparcial, pero nunca el mismo Che Gómez. Parece que el jefe de las fuerzas federales tiene orden de no avanzar mientras no se resuelva de un modo o de otro el incidente. El general Merodio ha enviado un emisario a Che Gómez para entrar en arreglos; pero aquél dice que no quiere tratar con este jefe federal.
Aún no se notifica oficialmente del resultado de las negociaciones. “El gobierno — contestó el Señor Ministro— no tienen conocimiento de ningunas proposiciones, pues el comisionado de paz, Ángel Pola, no ha rendido aún el informe de sus gestiones en aquella región.” (El Demócrata). Sin embargo, hace declaraciones a la prensa en la ciudad de México, reproducidas con pocas variantes por los principales diarios. Según el señor Pola, el número de bajas de ambas partes ha sido exagerado, pues los muertos apenas pasarán de doscientos, entre federales y sublevados, siendo falso el que los alzados les hayan quitado ametralladoras a las fuerzas del Gobierno. Como condiciones de paz, exigen los sublevados la retirada del Jefe Político señor Enrique León, y el nombramiento de una persona a gusto del pueblo, así como toda clase de garantías para los que se levantaron en armas. (El Imparcial)
“Ni Juchitán se encuentra en ruinas, ni hubo combate alguno en que perecieran más de mil individuos, que permanecieron tirados en las calles, como lo ha dicho la prensa metropolitana.” Estas fueron las primeras palabras que pronunció el señor Diputado don Ángel Pola, en una entrevista que concedió a un representante de la prensa, que lo vio a su llegada a esta capital.” El señor Pola cree que antes de tres días reinará completa tranquilidad en aquellas regiones. “Fue el origen del levantamiento la proposición del señor Enrique León, como Jefe Político de Juchitán. El señor José F. Gómez era jefe político de Juchitán, y al llegar el señor León, lo presentó al pueblo, como el designado por el Gobierno del Estado para ocupar ese puesto, y le propuso que lo aceptara, pero el pueblo se opuso y ese fue el origen del levantamiento. El señor Gómez es muy popular en la región, y casi se vio obligado a encabezar el movimiento, que como se ve, es puramente local, sin tener que ver nada con el “vazquismo”, como se ha afirmado. No es ni a favor del señor licenciado Vázquez Gómez, ni en contra del señor Madero, ni del licenciado Pino Suárez, ni del Gobernador del Estado. Fue solamente el disgusto del pueblo por la designación del señor Enrique León. Los pueblos que se han levantado en armas son los de Juchitán, San Miguel Chimalapa, Nihiltepec [sic. Niltepec], Ixhuatán, Zanatepec, Cerritos, Chihuitán y otros. Los jefes principales del movimiento son Herón Pérez, Mexcó, Rato, Febronio Chinia [sic. Chiñas], Vicente Jiménez, Zenón Chisi. En los ligeros combates habidos sólo ha habido doscientas bajas por ambas partes, siendo del todo inexacto que los indígenas levantados se hayan apoderado de las ametralladoras de los federales, pues sólo se encuentran en su poder algunos “maussers”. Como el disgusto proviene de que el pueblo no quiere al jefe político que fue designado, las condiciones de José Gómez se reducen a que se retire a aquel dejando que se elija popularmente a la persona que deba sustituirlo, y que se den garantías a los rebeldes. El señor Pola va a presentar las proposiciones de Gómez y cree que si se aceptan antes de tres días se habrá restablecido la calma en esa región del Estado de Oaxaca (Nueva Era).
Para tranquilizar los ánimos, Pola anuncia que la situación es, en efecto, tan pacífica que ya la esposa de Gómez se dirige amorosa desde Chiapas hacia Unión Hidalgo a visitar a su marido y habla en términos favorables de Febronio Chiñas. El Diario del Hogar nos informa de este viaje, en el cual doña Rosaura es acompañado de Chiñas, merecedor de tan enigmático elogio. La esposa de Che Gómez, doña Rosario [sic] B. de Gómez, está actualmente en camino por el ferrocarril Pan Americano, rumbo a la estación Unión Hidalgo, del estado de Chiapas, a donde planea unirse con su marido. La campaña de los juchitecos la dirige un zapoteco muy valiente y audaz llamado Febronio Chiñas, oriundo de Tehuantepec. Todos lo obedecen ciegamente, pues saben que su valor sin límites lo hará triunfar. Se repite lo ya narrado en El Imparcial, que en San Jerónimo entrevista al General Merodio. El reportero equivoca el color de las Cruces Blanca y Roja —que a pesar de trabajar juntas siempre se deslindan y compiten— y luego hará una rectificación pública de su error.
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Acabo de llegar a esta población, en donde todos los habitantes están a la expectativa de los acontecimientos que se están desarrollado en Juchitán. Inmediatamente entrevisté al señor general don Telésforo Merodio, Jefe de la Zona, quien me manifiesta que la situación ha variado poco, y salvo algunos nuevos detalles, es la misma de hace algunos días. Los cinco mil sublevados, a cuyo frente está el licenciado José F. Gómez continúan asediando Juchitán, y últimamente se han retirado un tanto del centro de la ciudad, debido al continuo fuego de artillería de los federales. Las tropas del Gobierno están escalonadas en destacamentos de aquí hasta El Espinal, que es un pueblecillo cercano a Juchitán, casi un barrio de allí, y esperan penetrar a esa plaza de un momento a otro. Se ha logrado, agregó el general Merodio, que los revolucionarios concedan que pase libremente a la población una brigada de la “Cruz Roja”, para que levante los muertos y heridos, que en gran número hay en las calles de Juchitán. Acabo de tener una entrevista con una persona que llega en estos momentos de Juchitán, después de haber sorteado varios peligros, y que me informa que en la imposibilidad de sepultar los cadáveres, que a centenares hay en la población, están siendo incinerados violentamente. Ayer se procedió a hacer esa operación en noventa, y aún quedan en las vías públicas de Juchitán más de doscientos insepultos. Dentro de las casas, hay un gran número también.
El Avance de Oaxaca, retoma los informes del Ministro de Gobernación días antes, ampliándolos y adjetivándolos. Se conmisera de la cuidad, las familias y las finanzas del estado: …la angustiosa y lamentable situación por que atraviesa la Ciudad de Juchitán, varias familias han resuelto abandonar sus hogares para ir en busca de calma y sosiego a la Ciudad de Tehuantepec. Lo más triste del caso es que [a] ésa, familias llegan sin ropa y sin víveres por lo que el Gobierno del Estado se ha visto en caso de mandar una considerable cantidad de dinero al Jefe político para favorecer aquellos necesitados.
Totalmente en desacuerdo con cualquier negociación y escandalizado por la condescendencia del Gobierno Federal con los rebeldes, el editorial de El Avance pide que se castigue a Che Gómez. ¿Quiénes son los culpables? La dolorosa situación porque atraviesa en estos momentos Juchitán, obedece a varias causas que vamos a estudiar con detenimiento en vista de la correspondencia que nos ha llegado y los informes que hemos obtenido, [para] probar además, quién o quiénes son los verdaderos culpables de esa situación que ha conmovido a toda la República, por la magnitud que ha alcanzado. Desde luego nos encontramos con el fatídico prestigio, que el científico Licenciado José F. Gómez tiene entre las ignaras chusmas juchitecas, prestigio que lo ha cubierto de oprobio presentándolo ahora como el tipo genuino del antipatriotismo. En seguida tenemos las exorbitantes ambiciones del repetido Lic. Gómez quien, después de haber sido adorador de Rosendo Pineda, se convirtió en simpatizador interesado del presente régimen y pretendió acaparar todos los empleos públicos
para repartirlos entre sus parientes (como lo veremos más adelante) antes y después de que el Gobierno del señor Juárez rigiera los destinos del Estado. Después tenemos, unida con las dos anteriores causas, la de la investidura que se dio, de Presidente Municipal, casi inamovible, al mismo señor Gómez, consentido de la camarilla científica, y en virtud de la cual ha hecho un instrumento de los infelices istmeños, que han dejado regadas de sangre las campiñas e incrustado sus carnes con las balas, en las ruinas de la población o en las cortezas de los árboles. Y si, nuestro objeto, nos permitiera más tiempo, buscaríamos razones de peso, irrefutables, para demostrara hasta la evidencia que las causas apuntadas son las principales que ocasionaron o que promovieron la revuelta en Juchitán. Vamos ahora a ver quién es el culpable del movimiento. Como consecuencia de las causas a que nos hemos referido viene en conocimiento desde luego que el Lic. José F. Gómez es el único culpable pues sin él la situación no se hubiera alterado, al menos tan pronto, pues esta rebelión tenía que estallar por la causa más mínima, debido al temperamento bélico del odioso cacique científico que ya se reveló hace tiempo, aún contra sus protectores, consiguiendo, merced a su actitud, el favoritismo del régimen derrocado. Sí, él es el único culpable, porque no encontrando contemplaciones en el nuevo régimen, ni que éste pudiera consentir sus ambiciones, buscó una oportunidad para hacer reconocer su altivez que felizmente ha sido pulverizada por las ametralladoras federales. Efectivamente, existen documentos auténticos con los cuales, sea ante la mirada, insolente de los denigradores, sea ante la mirada severa de la historia José F. Gómez, cargará toda la responsabilidad envuelta en las maldiciones de los infelices que sufren las consecuencias de su insidia. Por ahora con toda brevedad, y como un resumen relataremos lo siguiente: Cuando el cargo, de Jefe Político quedó acéfalo en Juchitán, se encargó, por ministerio de Ley, el repetido Gómez, después del triunfo de la revolución, permaneciendo en ese puesto, hasta que llegaron las elecciones de Diputados; pero estando también ocupando los puestos principales, los parientes del Jefe Político. Llegadas las elecciones de Diputados, él se quiso hacer Diputado propietario y hacer suplente a su hijo adoptivo, Mario Palacios, consiguiéndolo inconcusamente; mas como el cargo de Diputado se oponía al de Jefe Político, pidió que mientras él permanecía en el Congreso ocuparan los puestos que había gestionado su hermano, Félix O. Gómez, como Presidente Municipal; su cuñado Julio F. González recaudador de Contribuciones como Jefe Político; y otro pariente como Recaudador de Contribuciones y así sucesivamente. Concibió después otro plan para venir a protestar ante el Congreso, pedir licencia con goce de sueldo para que entrara a ganar su hijo adoptivo y volver él a encargarse de la Jefatura ganando por todos lados, así como sus parientes. El Gobierno no podía contemporizar con él más y así fue que nombró al señor Enrique León como Jefe Político. La ambición y el despecho entonces, lo dominaron y aprovechando los elementos de guerra que el Lic. Emilio Vázquez Gómez le ministró, se levantó con sus ignaras chusmas contra el Jefe Político y contra el Gobierno Federal. ¿Podía el gobierno consentir tanto al Lic. Gómez?
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Creemos que lo anteriormente dicho probará quién es el culpable de los trágicos sucesos de Juchitán dejando hasta aquí la información a reserva de inquirir más sobre el asunto.
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El Siglo XX difiere del entusiasmo generalizado respecto a las negociaciones. Coincide en su editorial con la propuesta hecha por notables istmeños —no es improbable que el editorial haya sido escrito por alguno de ellos o alguno de los diputados que días más tarde vuelve a plantear el caso de Tepic. Acusa por igual a Gómez y a Juárez. Lo de Juchitán Las noticias que ha publicado toda la prensa de información, y las correspondencias que hemos recibido de Oaxaca y Santa Lucrecia, nos ponen en el caso de poder asegurar que el movimiento revolucionario que desgraciadamente estalló en Juchitán, arrastrando a todos los pueblos juchitecos y algunos del Distrito de Tehuantepec, tienen más importancia de la que parece. Cinco mil hombres armados dirigidos por un perverso llamado “Che Gómez”, que se dice licenciado, y que ha sido el hombre más díscolo, turbulento e intrigante del Istmo, han atacado a la guarnición federal compuesta por quinientos soldados y la ha tenido sitiada por varios días en el Palacio Municipal y el Hotel Central de Juchitán, que han quedado poco menos que destruidos. […] Aunque este terrible trastorno nacional tiene un origen especial, pues reconoce el firme deseo de los juchitecos, de no formar ya parte del Estado de Oaxaca sino pertenecer a un “Territorio Federal” que abrace a todos los pueblos del Istmo; lo cierto es que su estallido se debe a la torpe y autocrática política que está despejando en Oaxaca el Lic. (?) Benito Juárez Maza, elevado en mala hora al Gobierno de aquel Estado. Siempre se ha acostumbrado tenerle miramientos al Distrito de Juchitán, por lo levantisco y alzado de sus habitantes. Y la costumbre ha sido, que ellos mismos designen a sus Jefes Políticos, o por lo menos, se les consulte si aceptan a determinada persona. Así es como estos pueblos han sido amigos obedientes del Gobierno de Oaxaca. El Lic. (?) Juárez Maza rompió con esa costumbre, y nombró Jefe Político al señor Enrique León, persona mal querida de los juchitecos; éstos suplicaron telegráficamente al Gobernador Juárez Maza que nombrara a otra persona, y este ‘gran estadista’ no atendió la súplica que se le hacía, ordenando que se cumpliera con su “ukase”. La rebelión juchiteca estalló entonces dirigida por Che Gómez. El asunto es sensacional, porque aunque los federales se han posesionado valientemente de Juchitán los juchitecos son dueños de la Sierra, y allí sólo los podrá desalojar un verdadero ejército. Si los juchitecos se unen con los revolucionarios de Chiapas, el asunto tomará proporciones enormes. Nosotros creemos que en el presente caso no se debe emplear la fuerza y el rencor, sino la diplomacia y las medidas más humanitarias. ¿Qué quieren los juchitecos y los pueblos de Tehuantepec y Acayucan? ¿Formar un Territorio Federal? Pues a repetir con ellos lo que se hizo con los tepiqueños en años pasados. Que se forme el “Territorio del Istmo”. Con eso se terminarán los continuos disturbios de los Cantones veracruzanos de Acayucan y Minatitlán, y las revueltas de los juchitecos y tehuanos. Antaño, no pasaban tres años sin que no hubiera un levantamiento en Tepic. Desde
que aquella comarca fue territorio federal, concluyeron los disturbios y las revueltas. De seguro que así pasará con los pueblos del Istmo. De seguro que el Gabinete Democrático del señor Madero estudiará esta ardua y difícil cuestión, y que la resolverá en favor de la raza indígena.
Los habitantes de Rincón Antonio, antigomistas desde antes de que se iniciase la revuelta armada, reanudan sus quejas y ofrecen batir al rebelde, piden nuevamente armas para defenderse. Acusan a Gómez de enviar agentes para reclutar fuerzas en Guienagati y Guevea en telegramas enviados éste día y el siguiente.180 Ante la incertidumbre de las negociaciones, varios pueblos insurrectos de la zona se afilian a Gómez y otros más se declaran públicamente sus contrarios. El Imparcial, desde Salina Cruz, envía la siguiente información: Se sabe en este puerto que el súbdito español don Benito Vázquez Leselle fue muerto a machetazos por los rebeldes. La noticia ha sido confirmada por el señor Félix Rovia, que acaba de llegar de las cercanías de Juchitán. También se confirma la muerte del pagador del 30º Batallón y del Juez Sandoval.
Todos los diarios, basándose en los telegramas enviados por Dussart, quien encabeza la brigada de la Cruz Blanca Neutral, confirman que hay treinta y dos heridos infectados; hasta el momento se han cremado 85 cadáveres que estaban en las calles para evitar una epidemia, pero quedan tal vez otros doscientos en el interior de las casas. Alaban asimismo el “noble desprendimiento del pueblo” de Salina Cruz, que ha respondido a la convocatoria de La Cruz Blanca haciendo valiosos donativos. El País publica todos los telegramas referentes a dichas necesidades y donantes y anuncia que al día siguiente llegará una nueva brigada de apoyo. El Imparcial agrega que el solidario gremio de los panaderos de Salina Cruz ha ofrecido su trabajo a precios muy reducidos: ya se enviaron mil panes al campo de batalla; se seguirán remitiendo diariamente quinientos. El Diario, adelanta en falso: Los sucesos sangrientos que se han estado desarrollando en el lejano distrito de Juchitán, han tenido en constante expectación a los pobladores de esta población; pero gracias a la noticia de la toma de Juchitán y a la captura del ex-Diputado José Gómez, que fue el responsable de estos luctuosos sucesos, se han calmado los temores y sobresaltos de los oaxaqueños…
El Imparcial, desde Oaxaca nos ofrece la crónica del funeral del Juez Sandoval, a quien “…la Gran Logia del Estado, y las Logias de su dependencia, han organizado una Tenida Fúnebre, que se efectuará este mes, en honor de los extintos ‘Maestros’ licenciados Federico Sandoval y Eutimio Cervantes. Tomarán la palabra en ese acto, los señores Joaquín Rosado, don Manuel González Angulo y licenciado Rafael Navarrete.” Unos llegan y otros se van. En la estación de la ciudad México también hay importantes movimientos: llega Pola con otro de los comisionados y todos los diarios publican sus
180. AJFG docs. 10, 11y 12.
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comentarios. En cambio, solamente El Demócrata Mexicano da cuenta del movimiento en sentido contrario de fuerzas que se dirigen a Salina Cruz, en impresionante número. La estación del Mexicano presentaba ayer tarde un movimiento inusitado debido a la salida de un tren militar que iba con fuerzas militares con destino a Salina Cruz. La columna se componía de una sección perteneciente al quinto regimiento de artillería, compuesta de treinta y siete hombres con dos cañones de montaña sistema Mondragón, de setenta milímetros, al mando del capitán segundo Antonio de J. Olea y del teniente Moisés Romero. Esta sección de artillería, con sus dos cañones, iba escoltada por cincuenta hombres del tercer batallón de infantería, al mando del capitán segundo Rafael Guerrero y del subteniente Gregorio Díaz. La escolta de infantería acompañará a la sección mencionada hasta Ozumba, en donde cien hombres al mando del general Gabriel Hernández, se les unirán escoltando a su vez los dos cañones hasta su final destino que es Juchitán. Respecto a los cincuenta hombres al mando del capitán Guerrero, regresarán a incorporarse a su matriz. El convoy militar constaba de una poderosa máquina que remolcaba dos furgones en donde iban la caballada y los dos cañones Mondragón, y en dos carros de segunda clase ocupados por hombres que formaban la columna. Minutos antes de las cinco de la tarde, llegó a la estación el señor general Juan M. Durán, Comandante Militar de la plaza, acompañado de varios jefes militares; ultimó los preparativos y minutos después de la hora citada, partió el tren militar. Estuvieron también en la estación para despedir a sus parientes un gran número de personas, entre las que vimos a la esposa y familia del señor capitán Olea.
Los diarios, mediante sus corresponsales en Oaxaca, dan cuenta de otros movimientos en el Estado: hay noticias de que el ingeniero Ángel Barrios, jefe de la revolución en Tecomavaca, se encuentra en la frontera de Puebla y de que el señor Oceguera, que está al frente de la sublevación en Cuicatlán, abandona sus posiciones. Eguía Lis va tras ellos; llegó ayer a Tecomavaca con trescientos federales, en el Ferrocarril Mexicano del Sur. Renuncias en el Ayuntamiento Oaxaca tras gran manifestación de protesta contra el Alcalde, elegido por Gobernador pasado; se postula la candidatura de Juan Sánchez para este puesto. Próxima inauguración del ferrocarril a Tlacolula y Mitla, de 33 Kms. de longitud. Han aparecido en diarios locales calaveras irrespetuosas, antes prohibidas por Pimentel. Se nombran nuevos Jefes Políticos en Ejutla, Teotitlán y Teposcolula. Se puede observar el cometa desde el telescopio del señor Jiménez. Se exhibe una película sobre el Cautiverio de Napoleón en teatro Mier. Regresan los hombres enviados a la Mixteca desde Ocotlán, quedan 100 hombres allá. En la capital del país, Abraham González afirma que es un hecho la rendición de Zapata. En entrevista le preguntan sobre Gómez y Banderas; declara que deben investigarse los casos antes de dar una opinión. Nueva Era, anuncia que el nuevo régimen enseñará a leer a los indios.
13 de noviembre
Plazo de 24 horas/Recibí el loro prometido
La tregua es frágil, pues no han llegado nuevos refuerzos a Juchitán. Los diarios encuentran nuevos móviles ocultos de la rebelión, ensalzan el valor de las tropas y reseñan nuevamente los crímenes de los rebeldes. El tráfico de trenes continúa siendo noticia constante; la abierta hostilidad de Rincón Antonio hacia Che Gómez es patente. Los ferrocarrileros consideran que los rebeldes les amenazan y se dan a la tarea de resguardar el tráfico y la circulación de los viajeros, animados por la anterior detención de Ochoa. Llega a la ciudad de Oaxaca, como será reseñado unos días después, el Batallón de Voluntarios Serranos —adictos a Juárez— que si bien no juegan ningún papel en Juchitán, tendrán un relevante papel en insurrecciones oaxaqueñas posteriores. Se rehúsa Che Gómez a tratar con comisionados o con Merodio, alega que está entendiéndose directamente con el Gobierno Federal. Como será anunciado al día siguiente, autoriza, en cambio, que vaya una brigada sanitaria hasta el campamento de los rebeldes para atender también a sus heridos. El Archivo de Juárez Maza anuncia que Constantino Chapital llega a la ciudad de México con importantes documentos.
El corresponsal de El Diario en Veracruz envía esta nota al periódico: Las últimas noticias que se han recibido de Juchitán traen muy alarmantes y desconsoladores rumores, que aseguran que las tropas federales en aquella población están nuevamente sitiados por los revolucionarios juchitecos quienes, ya repuestos de las últimas derrotas que les han infligido las fuerzas federales, se han reunido en un número de más de cuatro mil y han emprendido un nuevo ataque contra los federales. La situación de estos defensores del Gobierno es cada vez más desesperado y angustiosa, al grado de que se asegura que hasta los últimos caballos que les servían de alimento se han agotado. Las tropas de Tapia aún no llegan. Se sabe que se encuentran ya en las cercanías de la plaza sitiada. Hasta ahora no se explica su demora en acudir al auxilio de los sitiados. Se sabe también que otras tropas han salido ya a reforzar a los sitiados, ignorándose por qué parte acudirán. El tráfico se encuentra nuevamente interrumpido. Aquí no se ha recibido ninguna otra noticia que confirme o desmienta la anterior, que está tomada de fuente fidedigna.
El Corresponsal Viajero —como tal suscribía sus notas el reportero de El Imparcial— firma desde hoy con su nombre: L. Zea, y es el primero en mencionar que Madero dio un ultimátum de 24 horas al rebelde para presentarse y en denunciar la malversación de fondos municipales.
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Después de haber salido de San Jerónimo, hoy he llegado a este lugar, en donde pernoctaré. He encontrado aquí un destacamento del 18º Batallón, bajo las órdenes del Teniente José M. Quiroz, que se halla acampado en este punto desde ayer, en espera de órdenes de la superioridad, y de refuerzos para continuar el avance hacia Juchitán. Se tienen noticias de que el Lic. José F. Gómez, que es quien encabeza la rebelión, se encuentra actualmente en el punto llamado Unión Hidalgo. Se agrega que Gómez se rehúsa en lo absoluto a entablar negociaciones con delegados de paz y con jefes militares, manifestando que está entendiéndose directamente con el Gobierno de México. Madero, se dice, dio un plazo de 24 horas para que se depongan las armas. Al día siguiente, El Imparcial confirmará este ultimátum con el siguiente telegrama de Madero que, por la nota, se deduce fue enviado a Baroni, reportero de El Demócrata. Una persona que se halla en el campo rebelde se dirigió al señor Presidente de la República ofreciendo sus servicios para intervenir en el arreglo del conflicto actual. El señor Madero contestó lo siguiente: Agradezco su mensaje. Hoy pongo el siguiente a Gómez: “Contesto su mensaje relativo y confirmo el mío de hoy. Pérdidas que usted ha sufrido, son causadas por la guerra que usted mismo provocó. Si en veinticuatro horas no depone su actitud hostil, contraerá gravísimas responsabilidades. Le repito que estoy dispuesto a que se nombre un jefe político imparcial que deje satisfechos a los habitantes de ese lugar. Influya con Gómez para que acepte.” Continúa Zea: Se espera que al avanzar las tropas federales hacia Juchitán y cuando se encuentren en las cercanías de esa ciudad, se trabará un nuevo combate, que será muy reñido. Acabo de celebrar una corta entrevista con el señor general don Telésforo Merodio, Jefe de esta Zona Militar. […] Al referirse al valor desplegado por los federales, y a su disciplina y fidelidad, tuvo grandes elogios y frases conmovedoras […] Una persona enteramente fidedigna, que conoce íntimamente al Lic. José F. Gómez, que está al frente de los sublevados de Juchitán, informa que además de las causas ya señaladas, hay otra que dio origen al levantamiento. Se hace consistir ésta en que el señor Gómez había malversado los fondos municipales, en la cantidad de siete mil quinientos pesos. Temiendo una revisión de cuentas, al entregar los poderes, pues sería procesado, decidió levantarse en armas. Se agrega que su esposa llegó a manifestar que tenía la esperanza de que alcanzaría Gómez el triunfo, y que lo pondrían como Presidente de la República, pudiendo entrar ella, como la esposa del señor Madero, al Palacio Nacional. De lo anterior dan fe muchas gentes de aquí. En cambio, otros lo niegan.181 El País lamenta que se detenga el tren donde viajaba un diplomático extranjero, quien se formará una pésima opinión de nuestro país, al verse sometido a semejantes incomodidades; pero aunque no se le hubiese importunado en el Ferrocarril de Tehuantepec, tampoco habría podido continuar por el Panamericano, también varado.
181. Por la semejanza de las denuncias, y las cantidades que saldrán a la luz los días siguientes, supongo que esta información fue proporcionada por alguno de los rojos o miembros del nuevo equipo de León.
En San Jerónimo se supo que no corrían los trenes del Ferrocarril Panamericano, no por interrupción ninguna en la vía, sino por temor a las represalias que pudieran ejercer los partidarios de Che Gómez, el cual había ordenado a la empresa que suspendiera el tráfico. […] Pasajeros que acaban de llegar por el Ferrocarril del Istmo, me dicen que en Rincón Antonio varios sujetos que se han organizado espontáneamente para vigilar la vía, catearon el pulman del tren nocturno y que el conductor se negó a facilitarles la entrada, mientras no presentaran una orden escrita de la autoridad competente ordenando dicho cateo. Aquella fuerza irregular discutió entre sí lo que iban a hacer, y aunque algunos se mostraban dispuestos a atropellar al conductor y entrar a viva fuerza en el tren, otros más prudentes lograron disuadirlos y no se consumó el atropello. Algunos ferrocarrileros con los que he hablado de este asunto aseguran que la causa de esta vigilancia es que suponen que pueden venir en los trenes algunos enviados de Gómez y a este propósito recuerdan que hace pocos días fue preso en el cabús de un tren de mercancías Guadalupe J. Ochoa, secretario o jefe de una gran parte de las fuerzas de Che Gómez. Este Guadalupe J. Ochoa es hombre de pésimos antecedentes en el Istmo, donde en la pasada revolución cometió algunas fechorías y cuando fue capturado en Rincón Antonio, se le ocupó una fuerte partida de dinero que llevaba en billetes, sin duda para levantar nuevas partidas en el Istmo. Aunque la intención de estos vecinos que se han armado para vigilar la vía sea muy buena, tampoco puede permitirse que la tranquilidad y la seguridad de los pasajeros estén a discreción del primero [al] que se le ocurra detener un tren sin la autorización debida y puede dar lugar si se repite este hecho a complicaciones muy graves. Precisamente anoche viajaba en el Tren del Istmo un Ministro extranjero y delante de él tuvo lugar este hecho. Aunque no hizo comentario alguno, es muy triste la idea que se formaría sobre los sucesos actuales.
Las quejas e incomodidades de los extranjeros, así como el posible atropello de sus derechos fueron siempre un punto delicadísimo del conflicto. La numerosa población extranjera residente sobre todo en Rincón Antonio y Salina Cruz era motivo de preocupación también para el cónsul, quien envía a Washington la noticia de que un ciudadano de su país había muerto durante los enfrentamientos en Juchitán. Me honra informarle que, desde mi último mensaje sobre los problemas en Juchitán y cercanías, el gobierno ha reforzado sus fuerzas. Con la infantería, caballería y artillería (en total alrededor de mil efectivos en el campo) que actualmente se enfrenta a los rebeldes, la situación se puede ver desde una perspectiva más optimista. Una circunstancia desafortunada, que ha sido confirmada definitivamente, fue la muerte de un estadounidense en el hotel de Juchitán. El hecho es tema de otro mensaje, aunque aquí se mencione como una de las atrocidades cometidas durante la lucha ocurrida en Juchitán el 4 de noviembre. Como puede inferirse con base en los mensajes que he enviado, el hecho no fue del conocimiento definitivo del cónsul sino hasta el día de hoy.182
182. Informes al Departamento de Estado. Nota al margen que indica: Mostrado al Capt. McCoy
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Al regresar a Oaxaca, vía ciudad de México, Constantino Chapital lleva documentos importantes —que se harán públicos en los días siguientes. Juárez Maza recomienda su atención a los mismos, en idénticos telegramas a Ernesto Madero y Manuel Calero. Oaxaca de Juárez, 13 de noviembre de 1911 México, D. F. Don Ernesto Madero Ministro de Hacienda y Crédito Público Mañana estará en ésa el Señor Lic. Constantino Chapital. Lleva una comisión delicada e importante y atentamente le suplico tenga la bondad de recibirlo inmediatamente, dándole por ello anticipadas gracias.183 Asimismo, felicita a Calero por su nombramiento; confirma a su cuñado Eugenio Klerián, en la ciudad de México, que es falso que el Coronel Zozaya esté herido, y agradece al jefe político de Tlacolula, Julián Díaz Ordaz “el loro que le tenía Ud. ofrecido a mi señora, como regalo”.184
El País reseña ampliamente la piedad y el heroísmo de los párrocos y del mayor pasante médico asesinado, cuya muerte atestiguaron los antedichos curas: Cuando llegó a Córdoba nuestro enviado, acababa de salir la Brigada a las órdenes del general Valdés y en el tren halló a un pariente del médico Argüello, que se dirigía a San Jerónimo para recoger a la madre de la víctima y conducirla a Méjico, junto con el cadáver del Sr. Argüello. …como el náufrago que se agarra a un hierro candente, abrigaba la esperanza de que su hijo no hubiera muerto, fundándose en que los federales no habían hallado el cadáver entre los que dejaron abandonados los rebeldes. Más tarde supo nuestro enviado que acaba de regresar de Tehuantepec el cura párroco de Juchitán, Ireneo Monroy, acompañado del sacerdote italiano señor Toscano Ferrucio, que sabía habían visto al médico militar en Juchitán. En el primer tren que salió para Tehuantepec se dirigió allá nuestro enviado especial. El párroco de Juchitán, Sr. Monroy, se hallaba en aquellos momentos dando cuenta al señor Obispo de Tehuantepec de los sucesos de Juchitán; mientras regresaba, el señor Ferrucio hizo a nuestro enviado la siguiente relación: Las primeras noticias que llegaron a Tehuantepec, dijo el señor Ferrucio, pintaban a Juchitán destruido en su totalidad, las autoridades asesinadas y las calles llenas de muertos y heridos que expiran sin auxilios médicos ni espirituales. El presbítero don Francisco Palma Camarillo propuso al señor Ferrucio dirigirse inmediatamente a Juchitán para auxiliar a los moribundos. En el acto se dirigieron al señor Obispo para obtener la debida autorización, pero el señor Obispo, conociendo el peligro que corría el señor Camarillo y esperando que el carácter extranjero del Sr. Ferrucio fuera una garantía entre los sublevados, sólo autorizó a éste para que se dirigiera a Juchitán. Los guías que en un principio se brindaron a acompañar al señor Ferrucio se volvieron a Tehuantepec, antes de llegar a las afueras de Juchitán, a donde llegó el señor del Estado Mayor. 183. ABJM 4-18v. Igual a 20v, en clave. Nota: Clave que se envió de la Sría. de Justicia. 4-19. Igual a 21, también en clave. 184. ABJM 4-26, 4-24 y 4-75.
Ferrucio acompañado sólo de un indígena. Con muchas dificultades logró al fin que lo llevaran a presencia de Che Gómez y allí encontró al médico militar señor Argüello, que estaba pidiendo al señor Gómez la autorización para establecer un hospital neutral donde fueran atendidos los heridos de ambas partes. Aunque al principio exigía Gómez que el señor Argüello se les uniera, defeccionando de las filas federales, se avino al fin a que se buscara un local donde se atendieran los heridos en la forma en que [proponía] el heroico Mayor Argüello. El señor Ferrucio, por su parte, pidió al señor Gómez se le permitiera también atender a los heridos, para lo cual deseaba reunirse con el párroco, que suponía estaría en el curato, pero allí le dijeron que la iglesia estaba ocupada por las tropas federales y que probablemente no estaría allí el presbítero Monroy. El señor Ferrucio aprovechó la oportunidad de estar presente el señor Gómez, para imponer sus buenos oficios a fin de llegar a un acuerdo que llegara a cesar el combate que se libraba en aquellos momentos en las calles, Gómez dijo que permitiría la salida de los federales, del casco de la población siempre que lo hicieran sin armas y aunque el señor Ferrucio le hizo observar repetidas veces que esa condición no la podía aceptar ningún jefe, mientras le quedara un rastro de esperanza, lo obligó a que transmitiera su proposición al jefe de las fuerzas federales, señor Zozaya, que se hallaba sitiado en el cuartel. El señor Ferrucio, comprendiendo que su traje talar inspiraría respeto a los federales se soltó la sotana y atravesando las calles en que se hacía el fuego más nutrido cada vez, logró llegar solo a la puerta del cuartel en que el centinela que estaba detrás de la puerta llamara al coronel Zozaya, que oyó la embajada del padre Ferrucio y la contestó con la dignidad que corresponde a un militar pundoroso. “Una proposición semejante sólo podía escucharse en boca de un sacerdote —le dijo— cuya misión es la paz ante todo, pero los federales están dispuestos a morir antes de sufrir semejante humillación.” Por otra parte, la situación de las tropas en el cuartel, aunque muy difícil por la falta de víveres, no era desesperada, porque esperaban los refuerzos que debían llegar de un momento a otro. Por atención, solamente, al buen deseo del P. Ferrucio regresó al Palacio Municipal donde se hallaba Che Gómez, dándole cuenta del resultado de su embajada. El cabecilla rebelde oyó con sumo desagrado la contestación digna que daba el jefe militar; desde aquel momento abandonó a su suerte al P. Ferrucio [quien insistía en que debía] por lo menos comunicársele al coronel Zozaya que quedaban rotas las negociaciones, pero no logró que se le diera el salvoconducto necesario para hacerlo saber al jefe federal y reunirse más tarde al párroco de Juchitán. Abandonado a su suerte, el anciano sacerdote logró llegar nuevamente al cuartel y comunicar al coronel Zozaya el resultado negativo de su misión de paz, en los momentos en que se hacía más terrible el fuego de fusilería en las calles y en los alrededores de Juchitán, habló a éste [el cura Monroy] en un jacal, donde se habían refugiado una porción de ancianos y niños. Las horas que se pasaron amontonados en aquel tugurio no las pueden determinar los padres, pero cuando salieron de allá, los primeros alzados con quienes se cruzaron los condujeron nuevamente al Palacio Municipal, en cuyos portales y zaguán se libraba en aquellos momentos un combate feroz. Arrinconados, junto a la puerta y con una porción de energía menos que los colmaban de improperios, presenciaron el ataque que hacían las fuerzas federales al Palacio Municipal, en cuyos portales y zaguán, desde donde
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se defendían desesperadamente los rebeldes. Varias veces llegaron los federales hasta las mismas puertas del Palacio y tuvieron que retroceder diezmados por el fuego de los rebeldes, de los cuales quedaron varios muertos en el zaguán y el patio. En aquellos momentos, que el padre Ferrucio nos decía en pintoresca lengua italiana, que no creía capaz de describirlos más que al Dante, llegó a donde ellos estaban el infortunado Mayor Médico Militar, señor Argüello, conducido por un hombre cuyo nombre callamos por respeto a su familia. Aquel miserable traía engañado al señor Argüello diciéndole que se le llamaba para curar a unos heridos, y como era conocido de antiguo por el señor Argüello, que lo había atendido hacía algún tiempo de una infección de viruelas que sufrió en unión de su mujer y sus hijos, el señor Argüello no tuvo motivo para dudar que se le llamaba de buena fe. Además, el antecedente de que el señor Argüello había propuesto a Che Gómez establecer un hospital neutral, le hizo suponer que se había encontrado la casa y se iba a proceder a organizar el servicio de sanidad hasta donde fuera posible.
El señor Argüello quedó en medio de los sacerdotes y vigilado por los rebeldes, que lo rodeaban apuntándoles con frecuencia con sus armas y el que lo condujo subió a hablar con el cabecilla rebelde CheGómez. El tiempo transcurría, sin que regresara el que había llevado al médico militar y como los federales acababan de recibir un refuerzo y atacaban de nuevo el palacio barriendo con sus balas el zaguán donde se hallaban refugiados, todos creyeron que allí morían de un momento a otro por el fuego de los federales o asesinados por los rebeldes, que con sus gritos y disparos contestaban a las fuerzas del gobierno. Dos de los guardianes cayeron muertos en aquellos momentos por las balas de los federales y en la confusión que se siguió el P. Ferrucio dio su absolución al P. Monroy que a su vez la impartió a su compañero, esperando de un momento [a otro] recibir la muerte. En medio de aquel caos de disparos, imprecaciones y lamentos de los moribundos, salieron del patio varios rebeldes y uno de ellos que portaba una escopeta de dos cañones se dirigió al grupo de sacerdotes y el señor Argüello, descargando sobre éste a boca de jarro un escopetazo que recibió el infortunado Mayor en medio del pecho. Agarrados como estaban los tres en aquel torbellino de fuego, el médico arrastró a los dos sacerdotes que cayeron en informe montón, gritándoles el asesino del heroico mayor: “No va nada con ustedes, padres, es orden del señor Gómez”, descargó el otro tiro sobre el médico que se debatía en el suelo en las convulsiones de la agonía. Medio desvanecidos y sin poder detallar los momentos que siguieron a aquel infame asesinato, el P. Ferrucio recuerda que los guardianes que hasta ese momento los habían insultado se ensañaron con el moribundo, al que dieron su absolución antes de expirar los venerables sacerdotes, testigos obligados de aquel crimen espantoso. Todavía antes de abandonar el cadáver del señor Argüello y [a] aquellos infelices sacerdotes que no habían podido librarlo de la furia de sus enemigos, el miserable que lo asesinó tuvo tiempo de arrancarle el reloj y la cartera a su víctima, pasando a su bolsillo, goteando la sangre y llevando adheridos fragmentos de aquel noble corazón que había llegado al cuartel general de los rebeldes, deseoso de prestarles sus auxilios científicos. De aquella cartera que quizá conserva todavía este hombre teñida en sangre de un héroe de la caridad, pocas horas antes se había arrancado una hoja en la que escri-
bió dos líneas el señor Argüello diciéndole a su madre que no pasara cuidado por él, que estaba cumpliendo con su deber con sus amigos y enemigos, y este papel fue llevado a la madre del señor Argüello por un juchiteco, al que dio el Mayor unos pesos que sacó de su cartera y por esto sabían los padres que tenía en ella algún dinero que pensaba haber enviado a su madre, junto con aquel recado y que no lo hizo temiendo que por la codicia de quitar al emisario el dinero lo atropellaran o lo asesinaran. La situación en que quedaron los sacerdotes en unión del cadáver en el zaguán del Palacio Municipal no es para describir y de una manera incoherente logramos obtener detalles sueltos sobre las horas que se siguieron entre el fuego de los federales y los rebeldes, hasta que estos abandonaron el Palacio Municipal y los infelices sacerdotes, guiados por un juchiteco, lograron atravesar la ciudad y ser conducidos a un rancho inmediato, donde fueron aprehendidos caritativamente por las familias que se habían refugiado allí. Hacía más de treinta horas que no habían tomado alimento ni agua. La infeliz madre del señor Argüello había encargado de una manera especial a nuestro enviado que le enviara cualquier noticia que obtuviera sobre la suerte de su hijo. Fácil es que todos estos detalles los conozca ya la desgraciada madre, pero nuestro enviado no se consideró con fuerzas suficientes al pasar nuevamente por San Jerónimo, para hacerle este relato de viva voz. Sírvale de consuelo, enmedio de su espantosa desgracia, el que el nombre de su hijo será inscrito entre los de los héroes más sublimes de la caridad y estamos seguros de que el Gobierno honrará como se merece la memoria del señor Argüello y atenderá como es debido a esta familia desgraciada.
En la capital de la República, se convoca a todos los partidos para discutir si debe o no reconocerse a partidos religiosos y la supresión de las jefaturas políticas.
14 de noviembre
Ninguna bandería política/ Doña Rosaura en Unión Hidalgo
Por acuerdo con Abraham González sale una segunda comisión pacificadora al Istmo, compuesta por Gabriel Gavira y Cándido Aguilar. Llegan refuerzos federales; son relevados quienes luchaban en Juchitán —salen con las armas apuntando al suelo en son de paz, sin que nadie los moleste, acatando ambos bandos la tregua tácita. Los rebeldes ejercen estrecha vigilancia de entradas y salidas a Juchitán. Vuelven los alzados a sus pueblos por la escasez de víveres. Se cumple el plazo de Madero de 24 horas para que se rindan los rebeldes, negándose a indemnizarlos. Madero propone a Canseco como Jefe Político pero los gomistas no le quieren, por ser militar. Merodio impide el paso del comisionado de Gyves a Unión Hidalgo. Entrevista
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de El Imparcial con José F. Gómez.185 Nuevamente Francisco León usa El Avance de Oaxaca para rectificar que Enrique León no es su pariente y sacar a luz añejos rencores.
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Entra la Cruz Blanca al campamento rebelde. Che Gómez, “Obsequiando simpática petición, hónrome manifestarle será respetada insignia humanitaria institución Cruz Blanca Neutral. Ya doy órdenes relativas, aquí hay unos heridos.” (El País). Acepta así la oferta de los médicos; el Dr. Dussart visita el lugar para atender a los rebeldes heridos. El distintivo de la Cruz Blanca es usado también por los periodistas, quienes deben garantizar ser neutrales para portarlo. Ya se hacen tratos con el rebelde Gómez para el translado de heridos; se telegrafía: “Conveniente entregar heridos federales, servicio militar, así como marchar enteramente de acuerdo con Jefe de servicio, pero estrictamente necesario advierta Jefe fuerzas federales, la inconveniencia escolten heridos, pues tenemos gran experiencia, pueden ser atacados por rebeldes…” (El Diario). El tren debía ir amparado por la insignia de la Cruz Blanca; ni los rebeldes ni los federales aceptan la propuesta. Las brigadas de la Cruz Blanca y la Roja son sustituidas por otras de relevo, como se informa en los telegramas referentes a todos sus trámites proporcionados por estas instituciones a El País y El Diario, para que los reproduzcan. Aldo Baroni firma ya con su nombre los artículos de El Demócrata Mexicano; está con Gómez en Unión Hidalgo y envía sus despachos vía Juchitán; lo cual nos indica que en algún momento se reinició la comunicación telegráfica, muy irregular todos estos días. Este diario anuncia el ultimátum al rebelde en su encabezado de primera plana, que con tipografías decrecientes, como corresponde al formato de diarios, anuncia: “El Sr. Madero da un plazo de veinte y cuatro horas a Che-Gómez, para que se rinda incondicionalmente. Siguen llegando pueblos enteros armados que se ponen a la disposición del jefe rebelde. La situación no varía, siendo la misma de ayer. Empiezan a faltar los medios de vida. Regresaron a Unión Hidalgo hombres armados procedentes de los pueblos cercanos, dispuestos a volver al primer llamamiento del jefe rebelde. Probablemente llegara hoy tren de la Cruz Roja de San Jerónimo, con el objeto de recoger cadáveres y heridos de Juchitán y Unión Hidalgo.” Baroni, más vocinglero que nunca, presume; “Madero contestó mi mensaje, concediéndome telégrafo libre, a fin de que pueda comunicarme con él, sirviendo de intermediario con Gómez”. Sin embargo no tiene acceso a los telegramas de la Cruz Blanca Neutral y reseña solamente la acción de la Cruz Roja, lo cual da lugar a una serie de reclamos y rectificaciones entre periódicos y cruces. Parece evitado el peligro de una epidemia en Juchitán, gracias a la providencia tomada por la Cruz Roja, de incinerar los cadáveres. El cadáver de Argüello se encontró detrás del cuartel, no pudiendo recogerlo antes, porque los federales disparaban desde allí, durante el sitio. Los insurrectos han recogido los cadáveres de todos sus compañeros, con el fin de darles sepultura. Tanto la casa del licenciado Gómez como otras muchas, han sido saqueadas, destruyéndolas después completamente. Ya ha terminado todo combate, encontrándonos en expectación de lo que ocurra con los comisionados de paz.
185. La Patria, El Correo Español y El Diario contienen las mismas noticias que los aquí mencionados, así como algunas del día anterior.
Todo el Istmo se dispone a levantarse en armas, si el gobierno falta a su promesa de hacer efectivo el sufragio. El señor don Fernando de Gyves, comisionado de paz, ha telegrafiado a ésta, diciendo que el general Merodio se opuso a que saliera para ésta la comisión de paz y que esta razón le obliga a dirigirse a la capital de la República, pues nada le queda por hacer. Critica la mala voluntad de Merodio, quien dice acarreará graves perjuicios a la nación. Siguen llegando a Unión Hidalgo pueblos enteros que se ponen a las órdenes de Che Gómez, dispuestos a entrar en campaña por la causa que persiguen. Ayer a las cinco de la tarde, salieron de Juchitán para San Jerónimo, las fuerzas federales que sostuvieron el sitio, quedando únicamente para guarecer la plaza 160 soldados del 18º batallón, que llegaron a la plaza ayer al medio día. Los federales salieron con las armas bajas, en son de paz y por orden expresa de Gómez no fueron molestadas en lo más mínimo durante el camino. Esta salida de los federales y la actitud del gobierno, han sido favorablemente comentadas por los juchitecos. Se espera la respuesta del señor Presidente, dando garantías a Gómez; si las obtiene, saldrá a hablar a los pueblos para convencerlos y después marchará a México a tratar el asunto personalmente con el señor Madero. Algunas familias han comenzado a regresar a Juchitán, donde se desarrollan patéticas escenas, pues hombres y mujeres lloran al ver sus casas convertidas en ruinas, por la acción del fuego. La mortalidad de los animales es espantosa y la atmósfera esta saturada de gases mefíticos. La Cruz Roja, como medida sanitaria, esta incinerando los cadáveres. Ha instalado el hospital de sangre en una casa particular convenientemente arreglada y al cuidado del médico militar señor Brioso. La caja fuerte fue el único mueble intacto que había quedado en la casa del licenciado Gómez y ayer fue encontrada rota. Por orden de Gómez algunas patrullas de juchitecos vigilan las casas de las orillas de la población para evitar que se cometan robos. Ayer fue sorprendido un hombre robando y probablemente será fusilado hoy. Seguimos esperando contestación del señor Presidente, a los telegramas que le hemos puesto el licenciado Gómez y yo.
Ya se ha recibido en el Istmo la noticia de una nueva comisión, pues desde el campamento se anuncia oficialmente: Hoy saldrán con dirección a Juchitán, Oaxaca, los jefes ex-revolucionarios Gabriel Gavira y Cándido Aguilar, comisionados por la Secretaría de Gobernación, para que hagan gestiones en favor de la paz y el establecimiento del orden en aquel lugar. Como el señor Gavira, en el mes de junio último estuvo en Juchitán con una comisión semejante y en esa época logró que no estallara el conflicto que actualmente ha causado tantos males y en virtud de que el referido tiene algún ascendiente sobre el jefe de los sublevados, Che Gómez, es de esperarse que sus gestiones en esta vez, den los buenos resultados que la pasada. El señor Gavira confía en el buen éxito de su misión y dice que tan pronto como llegue a la región sublevada, espera poner fin a la contienda que está causando muchos muertos. Hoy entraron a Juchitán 150 hombres y una ametralladora del 18º batallón. (El Imparcial).
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Madero, aconsejado por oaxaqueños de la capital propone como nuevo jefe político a Canseco; no se acepta. El señor Madero ha propuesto telegráficamente a Gómez un arreglo pacífico nombrando jefe político al coronel Alberto Canseco. Gómez contesta que el pueblo no quiere elemento militar y pide al señor Presidente que mande una comisión honrada para que se forme una opinión sobre el terreno mismo y agrega que está dispuesto a ir a México, si el Presidente le da garantías para que regrese. El jefe político [propuesto], nació en Juchitán, pero nunca vivió allí y desconoce las causas del movimiento; además su familia es enemiga del partido popular, hoy levantado en armas. (El Imparcial) A través de Baroni, Madero manda un telegrama a Gómez con su ultimátum y reprochándole que él mismo causó las pérdidas que ahora pretende le sean pagadas: se niega a indemnizarlo. Este telegrama fue publicado por El Imparcial, no por El Demócrata. Continúa L. Zea: En vista de la terminante resolución del Gobierno, y como se ha vencido el plazo de las negociaciones, se espera que mañana se desarrollarán acontecimientos decisivos. Se sabe que llegaron a San Jerónimo refuerzos militares. La columna del teniente coronel Quirós avanzó ayer sobre esta ciudad. El coronel Zozaya envió otra columna a las goteras de la ciudad para proteger la entrada de la misma, pues los rebeldes ocupan posiciones alrededor en actitud expectante. El corresponsal de Salina Cruz del Imparcial envía otra noticia que confirma se procura el bienestar de las fuerzas federales. El administrados de esta Aduana, señor Heriberto Zapata, salió hoy rumbo a San Jerónimo, llevando veinte mil pesos para el pago de los soldados que operan en Juchitán, quienes carecen de haberes.
Por segunda vez, Che Gómez es entrevistado y explica el conflicto a L. Zea, enviado especial de El Imparcial, mucho menos gomista que su colega Baroni. Su reportaje habrá de causarle al periodista algunos conflictos en su siguiente visita al campamento rebelde. Después de haber llegado a esta ciudad [Juchitán], fui informado de que el licenciado José F. Gómez, Jefe de la rebelión de aquí, se encontraba en Unión Hidalgo. Inmediatamente resolví entrevistarlo, y acompañado de un fiel guía, marché en su busca. Luego de haber caminado algún tiempo, cuando llegaba a las últimas casas de la ciudad, fui detenido por las primeras avanzadas de los rebeldes, a quienes manifesté mis propósitos. El que fungía de Jefe se ofreció desde luego a acompañarme, diciendo que aprovechaba la oportunidad, pues necesitaba ir a ver al licenciado Gómez. Le ofrecí el caballo de mi guía, y a poco de trotar, nuestras relaciones eran casi amistosas. Dicho jefe me dijo que es primo del licenciado Gómez, por lo cual tiene con él gran influencia. El viaje que hicimos fue largo y penoso, lleno de incidentes que no puedo narrar como quisiera por el laconismo telegráfico. En Unión Hidalgo, en efecto, encontré al licenciado Gómez, acompañado de su esposa y escoltado por cuatrocientos indígenas armados perfectamente. El jefe de la sublevación se mostró muy atento cuando le dije el objeto de mi visita, y se prestó de buena gana a que lo entrevistara.
Desde luego entablamos la siguiente conversación: —¿Cuáles han sido las causas del levantamiento? —Yo no me he levantado; el pueblo, obedeciendo sus propios impulsos, ha protestado de esta manera contra la imposición de la autoridad, designándome como su jefe. Era imposible que yo me rehusara a ello y cumplo un deber acatando la voluntad popular. Me han nombrado para que los acaudille, y me hallo dispuesto a hacerlo, pues creo que la causa es justa y que peleamos porque se cumplan los principios de la revolución, y principalmente el del sufragio efectivo. Es un error suponer que yo ambiciono el puesto de Jefe Político, cargo que me parece insignificante, dada mi posición social y pecuniaria. Me juzgo obligado a respetar la voluntad de mis paisanos, pues antes que todo soy ciudadano. —¿Cree usted que su nombramiento como Jefe Político será la única manera de solucionar pacíficamente el conflicto? —He propuesto al Gobierno que se descarte mi personalidad y que la designación se haga por plebiscito; además, que se nombre una comisión integrada por personas honorables e imparciales para que intervenga en la elección y sea respetada la voluntad popular. Sé que el Gobierno ha propuesto el nombramiento del Coronel Canseco, pero éste se ha rehusado por no ser persona grata al pueblo. Yo amistosamente lo estimo, pero mis paisanos rehúsan todo aquello que signifique militarismo. —¿No siendo usted, hay algún otro candidato? —Ignoro si mis paisanos lo tendrán, pues yo lo desconozco. —¿Es cierto que se ha invitado a usted para arreglar de mejor manera la cuestión?, ¿irá usted? —Ello es exacto; he pedido dos días a fin de participar mi salida a mis paisanos, para que no extrañen mi ausencia, o se supongan que los abandono. He pedido además amplias garantías y que se comprometa el Gobierno a que en caso de que fracasen las negociaciones, se me permita regresar para unirme a mis partidarios. —¿Cómo cree usted que se solucionará el conflicto? —Tal cosa depende del Gobierno. Yo, de una u otra manera como se resuelva, quiero que se haga rápidamente. Se ha creído que la situación es mejor de parte del Gobierno, si ocupan Juchitán las fuerzas federales; pero eso no influirá en nada. —¿Es cierto que es usted vazquista? —No me he acogido a ninguna bandería política; si fuera vazquista puede usted creer que no estaríamos solos, pues todo el Istmo y el Estado de Chiapas y otras poblaciones secundarían nuestro movimiento. El asunto es enteramente local. —¿Está usted resuelto a continuar la lucha? —Eso depende de la voluntad del pueblo. —¿Cuántos hombres tiene usted bajo sus órdenes? —Ignoro el número de ellos; sólo sé que el pueblo está conmigo. —¿Por qué no permite usted que haya tráfico ferrocarrilero, libre tránsito en los caminos y que se restablezcan las comunicaciones? —Mi acción se halla limitada, y sólo podré hacerme obedecer de los hombres que tengo cerca. Yo mismo ignoro la ramificación del levantamiento. Mis partidarios no obedecen plan disciplinario alguno y sólo se guían por un sentimiento espontáneo y uniforme.
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Agregó después que el conflicto armado fue provocado por los federales, quienes hicieron los primeros disparos, excitando de esa manera a los vecinos. Me dijo también que al ser incendiada y destruida su casa en Juchitán, había perdido todo su capital. Comprendí por la conversación anterior, que el licenciado Gómez rehúsa a toda costa asumir la responsabilidad de los hechos consumados, imputándolos todos al pueblo. Mi misión aquí es decir la verdad, y la verdad es que los partidarios de Gómez han sido engañados. El licenciado Gómez es de estatura mediana, de complexión robusta, de trigueño color y revela clara astucia y vivacidad. Se ve luego que ejerce gran influencia y sugestión sobre los indígenas, que todos son analfabetas. Luego me despedí del jefe de la rebelión, y al tardo paso de mi caballería salí nuevamente para Juchitán. Después de haber entrevistado al Lic. Gómez en Unión Hidalgo, recorrí seis leguas del campo de los sublevados. Traté de cerca a ellos y les hice varias preguntas. Los rebeldes ignoran que el señor Madero es el Presidente de la República, y me aseguraron que pelean únicamente por el que les envía armas [no dicen quién], dinero y cañones para batir y aniquilar a las fuerzas federales. Hablando de Zapata, me dijeron que sabían que era un general que tenía mucha gente y que con ella viene a prestarles ayuda. […] Amplío mi información sobre la excursión que hice al campo rebelde. Éste presenta un cuadro verdaderamente pavoroso y trágico. Dondequiera se ven cadáveres, muchos en descomposición; charcos de sangre renegrida o esqueletos que son devorados por parvadas de buitres hambrientos. De las casas de la población continúan extrayéndose muertos, y las calles tienen un aspecto desolador, pues en todas partes se miran huellas de incineraciones que se han estado efectuando. En la ciudad se carece de víveres por completo, y los pocos que se consiguen con miles de dificultades, hay que pagarlos a precios exorbitantes. Los animales, faltos de pasto y carentes de agua, se mueren de hambre en las calles. La situación es aflictiva y apremiante, pero a pesar de ello el espíritu de la guarnición federal es excelente. El coronel Zozaya y sus valientes soldados están dispuestos a resistir hasta el último instante.
Desde la ciudad de México, El Imparcial anota que los oaxaqueños “caracterizados” están sumamente disgustados de que se entablen negociaciones de paz, pues ello hará que se envalentonen los revolucionarios y continúen con sus desmanes y arbitrariedades.
El Correo del Sur y El Avance repiten lacónicamente que se ha cumplido la prórroga al fatídico rebelde; el último diario de nuevo nos brinda una interesante carta de Francisco León, fechada en Oaxaca el 12 de noviembre: una generación antes, aparecen todos los apellidos mencionados ahora. Sobre la política de Juchitán En el número 180 de “El Demócrata Mexicano” correspondiente al diez del presente Noviembre, bajo el rubro: “La rebelión en el Estado de Oaxaca”, dice el enviado especial de esa respetable publicación, que un individuo llamado Albino Orozco, oficial de las huestes gomistas, le dijo que el nuevo Jefe Político, señor Enrique
León, es pariente del que suscribe, afirmación que, aunque no me deshonra sí me parece conveniente declarar que el señor Enrique León no es pariente mío. Asienta el mismo informante otra falsedad: la de que fui impuesto como Jefe Político en 1882 y la verdad histórica es la siguiente: En 1880, varios facinerosos ayudados eficazmente por los señores Gregorio Gómez y su hijo, el actual Lic. José F. Gómez, instigaron al pueblo juchiteco a desconocer al Gobierno de este Estado, encabezando el movimiento el Presidente Municipal, Feliciano Torres, y siendo Jefe de la fuerza armada el Comandante Fernando López. El Gobernador, señor Gral. Meixueiro me escribió excitando mi patriotismo para calmar la rebelión. Dicha carta la recibí en la Finca Sta. Ifigenia y, por razones que no son al caso referir, no me fue posible obsequiar los patrióticos deseos del señor Gobernador, quien me dirigió otra carta en el mismo sentido y por último una tercera en donde me decía haber salido de esta Capital una brigada al mando del Gral. D. José María Ramírez, y me instaba nuevamente a ir a Juchitán para ver si era posible evitar que corriera la sangre del pueblo que tan valerosamente había peleado contra el invasor.— Esta tercera carta la recibí en mi finca e inmediatamente me puse en camino para Juchitán, distante como unas veinte leguas. Luego que llegué me puse de acuerdo con la gente de orden, entre ellos con compañeros de armas, logrando que, mediante una junta a la que se convocó a todo el pueblo, este resolviera que sus hijos rebeldes debían deponer las armas y el pueblo recibir con músicas y flores al señor Gral. Ramírez, quien iba acompañado de los Licenciados Rosendo Pineda y Cenobio López. Inmediatamente se mandó una comisión encabezada por el Cura Párroco, D. Cecilio Reyes Vera, [que más tarde fue asesinado por los gomistas], para informar al señor Gral. Ramírez la resolución del pueblo. — Esta comisión encontró al señor General con su brigada en el pueblo de Tequisistlán, Distrito de Tehuantepec. —En Enero de 1881 el señor General hizo su entrada a Juchitán y fue recibido con flores y músicas. D. Apolonio Pineda, Jefe Político nombrado en 1880 por el Gobierno del Estado, y a quien los revoltosos destituyeron de su empleo, venía con la fuerza del señor General Ramírez y debía encargarse de la Jefatura Política; pero varias personas respetables se acercaron al señor General y se dirigieron [al] Gobierno suplicándole no impusiera a Pineda e indicándole que el pueblo deseaba que fuese yo el Jefe Político.— El señor General Ramírez me llamó para decirme que, por orden del Gobierno y a petición del pueblo, me encargase de la Jefatura Política del Distrito. Yo le dije que no aceptaba y él me dijo: “Piénselo bien hoy, y mañana a las ocho me resuelve; no olvide que es deber patriótico”. Al día siguiente le dije que lo había pensado y que, no considerándome capaz, no aceptaba empleo alguno.— Volvió a repetirme lo mismo, y así estuvimos durante tres días.— Al cuarto día, cuando le repetí mi negativa, me dijo aquel viejo patriota: “He hecho cuanto he podido para convencer a Ud. en beneficio del pueblo juchiteco. Ahora nombraré a uno de mis oficiales, pero Ud. será responsable ante la Patria por los errores del nuevo Jefe”. Entonces yo no quise ser menos patriota y, sacrificando mis deseos de atender únicamente a mi familia y pequeños intereses, le contesté que aceptaba la Jefatura por el tiempo preciso para la pacificación del Distrito.— Inmediatamente el señor General, tomándome del brazo, me llevó ante el Honorable Ayuntamiento para que hiciera la protesta de ley. Así fue como me encargué de la Jefatura Política de Juchitán. Los hechos que sobre este particular acabo de exponer deben constar en los ar-
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chivos de este Gobierno, así como en los de la Jefatura Política y Presidencia Municipal de Juchitán, si es que los gomistas no los han quemado o mutilado según su vieja costumbre. De Ud. afectísimo atto. SS Francisco León 186
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Mientras tanto, en el Oaxaca, 300 voluntarios serranos de Ixtlán comienzan su entrenamiento militar. En la capital de República se lleva a cabo la junta antes convocada de los partidos Radical, Liberal, Antireeleccionista y Evolucionista donde se discute la supresión de las Jefaturas Políticas. Orozco avanza hacia Sinaloa, donde la situación ya es grave a causa del rebelde Banderas. Rompen el Partido Liberal y el Constitucional. Los zapatistas declaran que no se rendirán. Hay un enorme fraude en el Monte de Piedad y se reseñan varias huelgas importantes en el territorio nacional.
15 de noviembre
Nuevos enfrentamientos/ambigüedad informativa
Siguen las noticias sobre la segunda comisión negociadora. Juárez Maza, quien consideraba el movimiento terminado, toma como afrenta personal que se “pacifique” un movimiento que supone ya sofocado y no considera que haya que darle espacio noticioso ni oportunidad alguna de negociación a los rebeldes. Se disuelve otra comisión pacificadora juchiteca. Comienzan las peticiones de informes oficiales y de vericuetos en clave para demostrar la responsabilidad de Gómez y desacreditar los tratos directos entre Madero y Gómez, brincándose la autoridad del Gobernador. De la ambigüedad de las distintas posturas se derivan noticias también contradictorias: batallones, entrada y salida de distintos jefes, brigadas, escaramuzas en campos recién abandonados, un cerco apenas roto, retiradas, retornos y relevos. Se da cuenta de escasos tiroteos entre rebeldes y fuerzas federales, quienes ocupan los mejores puestos. Gómez acepta deponer las armas e ir a México como se lo ordena Madero, si se le conceden garantías suficientes —tal y como lo declaró en la entrevista publicada el día anterior. El jefe rebelde solicita dos días de tregua, sin que se le responda. La Cruz Blanca forma una brigada para atender a los rebeldes, además de las que tienen para los soldados heridos en Juchitán y Chiapas —en cuyo auxilio también han acudido. Se informa que no se han volado puentes; pero los trenes nuevamente son detenidos, incluso aquel donde iba Cosío Robelo como negociador de paz a Chiapas. 187
186. El Avance, Oaxaca, 14 de noviembre de 1911, p. 1 y 4. 187. Además de los diarios mencionados, repiten noticias semejantes Correo del Sur, El Avance
y Nueva Era.
El Demócrata Mexicano afirma: “No ha vuelto a haber más tiroteo hasta el momento, diez de la noche, ni es de creer que ocurra nada, hasta que se reciban noticias de México, a donde ha vuelto a telegrafiar Che Gómez al señor Madero.”
Enrique León confirma lo anterior en telegrama desde Juchitán al Gobernador: Después de acontecimientos ocurridos días del 2 al 5 este mes no ha ocurrido novedad en ésta. Aún no se restablece comunicación. Por correo informaré.188
El día 15, Evaristo y Adolfo C. Gurrión envían una carta, que Juárez responde tres días más tarde. Don Benito juzga, o dice, el gobierno le ayudará a terminar con los rebeldes, para que vuelva la paz al Istmo: Es en mi poder su atenta carta fecha 15 del corriente, la que tengo el gusto de contestarles. Quedo enterado de que en vista de la ausencia del Señor Lic. Gerardo Toledo, ha quedado desintegrada la Comisión “Juchiteca de Paz” y que Uds. se retiraron de ella. Agradezco por otra parte los sentimientos leales, patrióticos y desinteresados de Uds. y deseo para Uds. tranquilidad y bienestar. Como habrán visto ustedes me han preocupado los acontecimientos de su querida tierra nativa y pronto creo volverá a reinar en ella la paz, dadas las medidas tomadas, tanto por el Gobierno del Estado, como por el Federal. Sin más, saben Uds, que los aprecia su atento y seguro servidor amigo, Benito Juárez (Rúbrica)189 Si bien no había forma de que nadie conociera el contenido del informe confidencial del cónsul de Salina Cruz al Secretario de Estado en Washington, resulta ilustrativo que también considere resuelto el conflicto. Salina Cruz, México, a 15 de noviembre de 1911 Me honra informarle que la situación en el Distrito de Juchitán, Oaxaca, no ha cambiado sustantivamente en las últimas cuarenta y ocho horas; es decir, desde mi último informe. No obstante, se puede decir que hay bastantes motivos para considerar la situación de manera optimista. El gobierno mexicano continua enviando tropas. En los últimos dos días, han llegado entre trescientos y cuatrocientos hombres de caballería y policía montada. No se ha registrado ningún enfrentamiento y es de suponer que se dará fin al asunto sin más derramamiento de sangre.190
Sin embargo, y en sentido contrario, en El Imparcial cabecea: “Se está librando un combate en Juchitán. Las tropas federales lograron romper el cerco que les tenían puesto los revolucionarios convirtiéndose a su vez en sitiadores”, y Zea da cuenta a lo largo del día los movimientos de ambos bandos: Ayer, el general Agustín Valdés, con una columna mixta y suficiente artillería, llegó en la tarde a Juchitán. Cuando yo salí de la población pude observar que numerosos grupos de rebeldes se reconcentraban en los suburbios.
188. AJFG doc. 13. 189. ABJM 4-150v, documento del 18 de noviembre. 190. Informes al Departamento de Estado.
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Se espera de un momento a otro que lleguen los convoyes en donde vienen los rurales de Gabriel Hernández, elemento muy necesario para activar las operaciones. El general Valdés inició hoy un movimiento ofensivo, tomando posesiones en las cercanías de Juchitán, sobre el camino de Unión Hidalgo. Este movimiento que se espera dará magníficos resultados, es combinado, pues otras fuerzas, siguen distintos rumbos con objeto de cercar al licenciado José F. Gómez, y al núcleo principal de sublevados. En este momento, las 6.40 de la tarde, acaba de llegar a ésta, el jefe Gabriel Hernández, con cuatrocientos rurales de la Federación.
Aldo Baroni reseña a lo largo del día sus avances diplomáticos mediante telegramas desde Unión Hidalgo (vía San Jerónimo). El encabezado de su diario anuncia ufano: “El enviado especial de “El Demócrata” es comisionado por Che-Gómez para que trate con el gobierno la paz en Juchitán”. Ayer dirigí al señor Presidente de la República, dos largos mensajes, dándole cuenta de que José Gómez estaba dispuesto a ir a la capital de la República para informarle personalmente de la situación de este distrito. El señor Madero me autorizó para poner mis mensajes libres, pero la oficina en ésta no ha recibido la autorización y se encuentran detenidos los dos telegramas. Gómez salió hoy para un pueblo cercano, pero regresará pronto. No ha ocurrido nada notable hasta estos momentos.
El Avance, informa con exactitud la localización del campamento rebelde mencionado ambiguamente por otros diarios: “se halla en Xadani, a una legua de la cabecera de Juchitán”. Resultaba inverosímil que Zea hubiera caminado y regresado el mismo día —además de realizar su entrevista— si el campamento estaba en Unión Hidalgo. El Enviado Especial estrella continúa su reseña del día en las planas de El Demócrata: Che Gómez ha contestado al mensaje que le puso el señor Madero, diciendo que se halla en la mejor disposición para ir a México a tratar condiciones de paz, siempre que se le den garantías. En estos momentos, once de la noche, se recibe telegrama del señor Madero, ordenando a Che Gómez deponga las armas y salga para México. Gente llegada de Juchitán, asegura que los federales seguirán mañana rumbo a Unión Hidalgo. Esto ocasionaría graves acontecimientos, pues el pueblo no transige con la presencia de aquéllos. El licenciado Gómez me ha dado amplios poderes para ir a México y tratar con el gobierno las condiciones en que se ha de hacer la paz. Una vez que llegué a San Jerónimo, envié al Presidente de la República un telegrama, suplicándole contestara si sería útil mi presencia en México; caso de que la contestación fuera afirmativa, que concediese dos días de armisticio, dejando yo aquí persona que continuase mi misión periodística. Che Gómez está dispuesto a dejar el cargo de Jefe Político, siempre que el gobierno envíe a Juchitán una comisión especial e imparcial que estudie la situación y nombre para aquel cargo a persona que sea popular entre el pueblo. Aún no he recibido contestación del señor Madero. A Juchitán entraron dos cañones, dos ametralladoras y el 18º batallón, sin que Gómez les haya hecho resistencia.
Los juchitecos están conformes en todo con su jefe, y piden también que los federales abandonen el pueblo, para ellos deponer las armas, y regresar inmediatamente a sus hogares. Todos los que están armados son vecinos de Juchitán, y han prometido no ceder hasta que abandonen la población los soldados federales. Los que llegaron de los demás pueblos, armados y dispuestos, fueron regresados a sus casas por Che Gómez, quien aún no ha pedido ni un solo préstamo ni se ha posesionado de las numerosas armas, municiones y caballos que han puesto a su disposición los simpatizadores de su causa, que son los vecinos de todos los pueblos limítrofes a Juchitán. Los enemigos de Gómez influyen con él para que prosiga la guerra fratricida. Salgo para México con objeto de arreglar pacíficamente los asuntos de Juchitán. Espero tener buen éxito en mis gestiones.
El Imparcial da opiniones contrarias a los rebeldes, recogidas en San Gerónimo. Se rumora que han fracasado por completo las negociaciones de paz y que se obrará enérgicamente para terminar el conflicto. Se cree aquí que las negociaciones de paz han fracasado, pues uno de los comisionados, el señor Pola, partió para esta capital violentamente, por creerse inseguro aun en San Jerónimo. Muy mala impresión han causado las declaraciones hechas en México por el señor diputado don Ángel Pola. Los vecinos caracterizados se han dirigido al C. Presidente de la República exponiéndole la verdadera situación de los asuntos y pidiéndole que no ceda ante las intrigas. Aquí se juzgan inconvenientes y se desea que el Gobierno siente un precedente enérgico. Los mismos acusan al señor Pola de estar en connivencia con el licenciado Gómez, jefe de la rebelión, quien le ha ofrecido que se le elegirá diputado por este distrito, en caso de que lo ayude. Se me ha informado también por las mismas personas, que en caso necesario, justificarán debidamente el cargo. El general don Telésforo Merodio, con quien acabo de conversar, me dice que obrará activamente, a fin de terminar el conflicto y que domina la situación. Tan luego como se le ordene, dará pruebas de ello. Al preguntarle lo que opinaba sobre las negociaciones de paz, se mostró sumamente reservado. Por otros conductos he logrado averiguar que cuando estuvo aquí la comisión de paz, indicó el general Merodio a los comisionados que sería conveniente que pidieran su cambio, evitando así el mal de haber tranzado con el licenciado Gómez, quien ha manifestado públicamente que el Ejército no vale nada para él. Debido a la gran escasez de víveres que hay en Juchitán, vine hoy a esta población a proveerme de ellos, para poder seguir viviendo en el campamento rebelde, pues de otra manera correría uno la suerte de fallecer de inanición. Imposibilitado de continuar su marcha, por la suspensión del tráfico ferrocarrilero, se encuentra aquí el señor Francisco Cosío Robelo, comisionado por el Gobierno, para arreglar los asuntos del Estado de Chiapas. Yo regreso a Juchitán, desde donde seguiré informando. Se espera que en breve quedarán reanudadas las comunicaciones con Juchitán, pues el general Merodio, jefe de la Zona, ha dictado órdenes terminantes para batir a los
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rebeldes que sitian esa ciudad. Hoy se librarán los primeros encuentros con doscientos rurales y una sección de artillería de montaña que llegó procedente de México. En un nuevo telegrama desde Estación San Jerónimo informa: Después de haberse suspendido las hostilidades temporalmente entre los alzados juchitecos y los soldados de la Federación, acaba de romperse el fuego nuevamente. Las tropas de la Federación, que ocupaban el panteón, tiroteáronse con las avanzadas de los rebeldes, obligándolos a replegarse hasta sus posiciones. El combate iniciado hace un momento y del que ya me ocupé en el despacho anterior, no ha cesado, encarnizándose por momentos. El decidido arrojo e indiscutible valor de los soldados federales está siendo demostrado nuevamente. Las últimas noticias llegadas del campo de las operaciones, hacen saber que las fuerzas federales recibieron órdenes de avanzar, y con empuje decidido rompieron el cerco que les tenían los rebeldes, saliendo de la plaza, hacia el pueblo de Ixtaltepec. Parece que las fuerzas harán un gran movimiento envolvente, que venga a dar por resultado el que las fuerzas federales se conviertan en sitiadoras. Salgo para Juchitán. Han regresado las soldaderas que salieron para Juchitán, pues al llegar allí fueron detenidas por los rebeldes, quienes les impidieron la entrada. El General Valdés inició hoy un movimiento ofensivo, tomando posesiones en las cercanías de Juchitán, sobre el camino de Unión Hidalgo. Este movimiento que se espera dará magníficos resultados, es combinado, pues otras fuerzas, siguen distintos rumbos con objeto de cercar al licenciado José F. Gómez, y al núcleo principal de sublevados. En este momento, las 6.40 de la tarde, acaba de llegar a ésta, el jefe Gabriel Hernández, con cuatrocientos rurales de la Federación. Ha quedado plenamente confirmada las muerte del español Benito Vázquez Seselle y del americano Sepher [sic]. Se dice que por ambos extranjeros, sus respectivos representantes diplomáticos en México, presentarán reclamaciones. Desde Salina Cruz. Personas que han llegado de Tehuantepec, aseguran que allí reina bastante excitación y que varias gentes sospechosas celebran reuniones diariamente. Aquí no se cree que sean las reuniones de carácter revolucionario. Los reporteros además de protagonistas son también noticia: El Imparcial habla de su colega de El Demócrata: Procedente de Unión Hidalgo, llegó hoy el señor Aldo Baroni, trayendo poderes del licenciado José F. Gómez, para transladarse a México e iniciar las negociaciones de paz con el Gobierno Federal. El licenciado Gómez está conforme en que se nombre otro Jefe Político en Juchitán, y no sea él, pues, agrega, que ha consultado la voluntad del pueblo. Pide amplia amnistía e indemnización para todos los vecinos perjudicados. El señor Baroni se dirigió al Presidente de la República, pidiéndole dicte sus órdenes para declarar un armisticio de cuarenta y ocho horas. Mientras se recibe la contestación del Primer Magistrado, permanecerá en este lugar.
El Diario reproduce telegramas de la Cruz Blanca donde piden relevo de la brigada de Gochicoa, prometiendo se quedarán hasta que lleguen refuerzos; los rebeldes solicitan una brigada para ellos, pues desconfían de la Cruz Roja, adicta a los federales.
Da cifras acerca de las bajas de ambos bandos en el conflicto: “se sabe que las bajas pasadas sufridas por los federales, no llegan a 500. Las que sufrieron los revolucionarios no pasan de 1,000. Solamente murieron tres oficiales y 90 soldados. Los rebeldes perdieron un cabecilla y otros 400 combatientes.”
El País entrevista a Gavira, de la segunda comisión de paz, quien en julio de ese año ya había sido mediador entre Gómez y León de la Barra. Gabriel Gavira partió anoche para Juchitán. Lo acompaña el Gral. Cándido Aguilar, y si los alzados juchitecos no se someten, los combatirán hasta exterminarlos. Antes de partir, Gavira concede una entrevista: Con la franqueza que le distingue, nos manifestó que el Gobierno federal lo había comisionado para marchar a Juchitán, para pacificar aquella región. “Tengo plena confianza en que lograré un buen éxito en mis gestiones pacificadoras, siguió diciendo el señor Gavira, ya en el mes de julio del presente año, tiene [sic] la satisfacción de haber evitado inútil derramamiento de sangre en el Distrito de Juchitán por una causa de descontento popular análogo a la que ahora suscitó los trastornos que ha tenido que lamentar; pues tengo alguna influencia entre los ciudadanos juchitecos.” El señor Gavira se muestra muy optimista, y piensa que pronto, con su oficio de mediador en la contienda, pronto cesará la revuelta en el distrito mencionado. —¿Y es cierto que se ha marchado a la revolución el hijo del licenciado José Gómez que se encontraba en un colegio interno en Tacubaya? —El hijo del señor licenciado Gómez, que también se llama José, no es cierto que se haya marchado a reunirse con su padre; piensa salir para Juchitán, pero no creo que animado de impulsos bélicos, lo lleva indudablemente el deseo de encontrarse con su padre. Acabo de estar con el joven Gómez, venimos juntos en un tren de Tacubaya, vuelvo a repetir que no es verdad que se haya marchado. El Diario, desde la ciudad de Oaxaca, hace un resumen del conflicto y da cuenta de trastornos en Cuicatlán y Teotitlán. Desmiente tardíamente la noticia aislada lanzada por un periódico vespertino de esa capital, referente a que fue volado el tren que conducía la columna de Blanquet. Se sabe que los rebeldes que constituyen las fuerzas del ingeniero revolucionario Barrios, han rehuido el combate con las columnas del General Eguía Lis, y se han internado en la sierra de Cuicatlán. La caballería del 12º regimiento solamente está averiada por tan largo viaje. El tren procedente de Puebla va a llegar con diez horas de retraso. Los trenes que vienen a esta capital caminan con muchas precauciones. Las estaciones Las Sedas, El Parián y Cuicatlán del Camino están resguardadas debidamente en previsión de un ataque inesperado. La capital del Estado está enteramente tranquila. Las noticias nacionales consignan la desaparición de Félix Díaz; se sospecha que intenta reunirse con el general Reyes. Hubo un robo de armas en La Ciudadela. Fracasan negociaciones con Zapata. Se presenta Camerino Mendoza, rebelde de Veracruz y entrega caballos, armas y dinero. Batido Jesús Salgado en Michoacán. La Cruz Blanca atiende heridos en Chiapas, 6 heridos graves. Se fabrican alhajas con dinero sustraído del Monte de Piedad. Se condena al celoso prometido homicida de la señorita Ana Eizaguirre.
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16 de noviembre
Queda en Juchitán sólo la prensa hostil/ ¡Puros huesos!
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El Imparcial publica fotos de la Plaza de Juchitán y de Merodio en páginas interiores. No ha habido nuevos enfrentamientos. Se anuncia que Che Gómez llegará hoy a Juchitán para dirigirse a la ciudad de México donde el licenciado se entrevistará con Madero. Algunos pueblos del Istmo se deslindan de los rebeldes; Rincón Antonio protesta por agresiones de los rebeldes. Pola justifica a José F. Gómez. Cosío Robelo, detenido por las irregularidades ferroviarias, envía un informe a Madero antes de proseguir su viaje a Chiapas. Así como El Demócrata se muestra partidario de los chegomistas —y hoy no publica notas porque el enviado se dirige como emisario a la capital— El Imparcial, sin hacer honor a su nombre, es admirador absoluto de las fuerzas federales y contrario a Che Gómez. Comienza a escucharse la palabra soberanía en boca de oaxaqueños indignados. Juárez Maza envió a la ciudad de México documentos que bastarían, a su entender, para que el Gobierno Federal se decidiera de una vez a terminar con el movimiento.191 El Imparcial, anuncia en primera plana: “El rebelde juchiteco viene a México. El Lic. Gómez, amparado por garantías que le ofreció el Gobierno, viene a la Capital para tratar de la rendición de los sublevados que están bajo su mando.” El Lic. Gómez accedió a ir a esa capital, usando de las garantías que le ofreció el Gobierno. Se espera que llegue hoy a Juchitán, en donde, según se dice, va a dar órdenes a su gente se retire, mientras él se pone de acuerdo con el señor Presidente de la República. Para hacer el viaje, ha pedido al Gobierno que ponga a su disposición un tren especial, pues asegura que carece completamente de fondos. […] Numerosos elogios he oído por todas partes acerca de la bizarría y abnegación de los soldados federales. Éstos, carentes de víveres, sufriendo un ambiente trágico, sofocados por los incendios, siendo un número veinte veces menor que los sublevados, se han sostenido y los han derrotado en todos los encuentros habidos. […] Después del reñido tiroteo de ayer, las fuerzas federales ensancharon más el círculo del sitio que han puesto a Juchitán. La situación para las tropas ha mejorado y los rebeldes comienzan a darse cuenta del ardid en que cayeron y se retiran. En el combate de ayer no hubo bajas, según se ha comprobado ahora, después de levantar el campo. Detenido por las irregularidades en el tráfico de trenes, el pacificador de Chiapas tiene tiempo para enterarse de la situación, desanimar a los rebeldes y enviar a Madero un reporte distinto del que había recibido de la primera comisión pacificadora.
191. Los periódicos de Oaxaca, El Correo Español y La Patria anuncian extemporáneamente que se han reanudado las hostilidades.
El representante, señor Cosío Robelo, ha recogido datos verídicos de lo que ha pasado y se ha dirigido al señor Madero, informándole ampliamente la situación exacta, indicando al mismo tiempo los medios que juzga adecuados para resolver el conflicto. Opina dicho señor que Gómez ha engañado a sus partidarios. […] La presencia del señor Cosío Robelo, representante del gobierno, ha influido para convencerlos de la verdadera situación del país, diciéndoles que no es del señor Madero de quien deben esperar armas y dinero para continuar la lucha que han emprendido. La llegada del jefe Gabriel Hernández con sus cientos de rurales, dispuestos a emprender el ataque, es otro detalle que les hace considerar más seriamente la situación. El Lic. Gómez, por su parte, comprendiendo la situación, se ha dirigido también al señor Presidente de la República, diciéndole que está dispuesto, tan luego como así se le ordene, a hacer que los sublevados regresen a sus hogares. Se espera que lleguen de un momento a otro, los jefes ex-revolucionarios Gabriel Gavira y Cándido Aguilar, que vienen a conferenciar con el Lic. Gómez. Se asegura que éste se halla ya dispuesto a marchar a México, si se le dan suficientes garantías. Por su parte, oaxaqueños temerosos del resultado de las negociaciones si el rebelde entra en tratos directos con Madero, preparan su contraofensiva. Gran número de personas caracterizadas y de representación, prominentes en todo el Istmo, se han dirigido a la Cámara de Diputados del Estado, pidiendo a ésta la adopción de medidas urgentes para reprimir y castigar los crímenes sangrientos cometidos por los sublevados, e impedir que la soberanía del Estado sea vulnerada por la Federación, entrando en transacciones y negociaciones con los alzados. En opinión de la mayoría de las personas sensatas, estas transacciones significan el triunfo moral de los rebeldes, y la prolongación del espíritu de revuelta en el cercano distrito de Tehuantepec y en otros pueblos. La Legislatura de Oaxaca contestó informando que ya se inició el gran jurado contra el Lic. José F. Gómez, que es Diputado de Juchitán. Esto ha causado gran expectación. (El Imparcial) Juárez Maza, advierte telegráficamente a Enrique León —y de paso a Merodio— para que no haga declaraciones públicas y solamente obedezca sus órdenes. Mientras tanto, prepara el ataque a las negociaciones de paz —documentos incriminadores en la mano. Oaxaca, 16 noviembre de 1911 Sr. Gral. T. Merodio, Jefe 9ª Zona Militar Para el jefe político, Enrique León Quedo enterado del estado que guarda Juchitán. Recomiéndole tenga presente qué decir de ninguna naturaleza sin ponerlo antes en conocimiento de este Gobierno y esperar la resolución que se le da obrar con órdenes expresas que se le transmitan directamente absteniéndose de tomar determinaciones. Admita.192 Benito Juárez aprovecha un acuse del recibo de documentos del día 9 dirigido a Emilio Madero para anunciar que denunciará públicamente a Gómez y para solicitar nuevamente el apoyo del Ministro.
192. AJFG doc. 14.
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…José F. Gómez de Juchitán, con los apuntes extensos y minuciosos que sobre este último sujeto le envié por separado. Por dichos documentos verá Ud. dados los sucesos que han venido verificándose en Juchitán la justa alarma en que estaba yo por este sujeto. No escribiré a Ud. más sobre este punto porque pienso hacerlo con mayores detalles, en estos días y darle a Ud. una información exacta y completa, pues no dudo ni por un momento en que Ud. seguirá colaborando conmigo para bien del Estado dados las altas virtudes cívicas y sus sentimientos patrióticos. 193
El País, preocupado por las motivaciones ocultas de los rebeldes, entrevista al diputado Pola, a quien se acusaba en algunos diarios de que haber recibido ofrecimientos de Gómez, en caso de abogar por su causa. Ayer por la mañana un reportero entrevistó al señor Pola, y éste le dijo que todas las imputaciones que le hacían eran inexactas, pues que aun cuando es compadre de Gómez y tutor de un hijo suyo, y tiene con él gran amistad desde hace mucho tiempo, no tiene tratos con él en lo que se relaciona con la situación actual. Dice el señor Pola que el General Merodio es enemigo personal de Gómez y por esto, no le sorprendió la noticia de que el militar mencionado recibiera con poco agrado a los comisionados de paz, pues [considera] que todos los hombres de una región que se haya levantado en armas, deben ser exterminados. Asegura el señor Pola en la entrevista a que nos referimos, que el autor del levantamiento no fue Gómez, sino el pueblo que lo obligó a ponerse al frente del movimiento, y que no es enemigo ni del señor Madero ni del Gobierno, y lo único que desea es que sean respetados los derechos del pueblo, y terminó diciendo que Che Gómez no es reyista, pues es enemigo irreconciliable del general Bernardo Reyes. Los temores de que cunda el mal y los rebeldes se alíen a otros descontentos persisten. La Patria informa, desde Tehuantepec: Los últimos sucesos sangrientos ocurridos en Juchitán mantienen en gran alarma a los vecinos de esta ciudad, pues numerosos grupos de personas sospechosas celebran juntas secretas que son indicio de otro movimiento revolucionario. La policía no se da abasto para vigilar a los que aparecen como correligionarios del Lic. Gómez.
Otro telegrama, advierte nuevamente el repudio a los rebeldes desde Rincón Antonio y las razones del mismo. Recibido en Estación San Gerónimo. Sr. Jefe Político de Juchitán. Recomendado al Jefe de la 9ª Zona Militar. En telegrama de Tehuantepec de fecha de ayer dice a este Gobierno el C. Ricardo Alonso lo siguiente: “Confirmo telegrama de 11 del actual depositado en Rincón Antonio; vecinos pacíficos carecen de garantías. Cesáreo Álvarez herido por los alzados”. Por acuerdo del C. Gobernador, lo transcribo a Ud. a efecto de que de garantías al quejoso. Díaz Quintas, Srio.194
193. ABJM 4-101v. Documento del 16 de noviembre. 194. AJFG doc. 15.
El Imparcial reseña un acontecimiento conmovedor, que se complementa y contradice con el relato de na Laca Riu: Hoy celebré una entrevista con el General don Telésforo Merodio, y de ella salí vivamente impresionado. Dicho jefe, con toda naturalidad, me relató algunos detalles de la muerte de su hijo Guillermo, sargento primero del 30º Batallón, el cual sucumbió brava y heroicamente en el combate con los rebeldes que tuvo lugar el último día 5. Con el parte que le rindió el jefe de las armas en Juchitán, recibió el General Merodio las insignias de aquel denodado defensor del orden. Al hablar el señor Merodio de tal suceso, se conmovió visiblemente, pero reaccionando desde luego, me manifestó que siempre está dispuesto a cumplir su deber, respetando la decisión del Gobierno. El General Merodio, sacrificando sus afectos y sentimientos paternales en aras del deber, es la mejor demostración de cuánto vale el Ejército nacional. El ameritado veterano ha recibido muchas muestras de simpatía.
Eraclia López Riu recuerda así el mismo episodio. Como los quince días, ya parecía que se había calmado el fuego. Se acercó un mayor del 30 Batallón —todo el Batallón andaba buscando gente que se animara para ir a recoger huesos: esqueletos, fémures, cráneos de todos aquellos muertos. Yo fui a recoger huesos con mi abuela, la dueña de esta casa. Recogimos los cráneos —aquellos cocos— y todos los huesos de los muertos. Después de la revolución cayó un porrazo de lluvia y sopló un norte, ¡pero bruto!, muy fuerte. Y creció el río y arrastró todas aquellas osamentas. Recalaron unas calaveras rumbo a la casa de Juan Xhia, por el rumbo del puente de Cheguigo, del lado Oriente. Por ese lugar y por el rumbo de la casa de Domingo Riu se amontonaron los huesos de los muertos. ¡Todo era hueso! ¡Puro hueso a la orilla del río: había huesos y calaveras; muchos tenían la marca del machetazo que los había partido en dos. Había huesos del brazo, huesos del antebrazo —huesos, puro hueso. Huesos de pie, huesos de donde se forma la nalga, costillas—como de animales que se hubieran desbarrancado. ¡Puros huesos! El señor ese dejó dos costales en esta casa. Le dijo a mi abuela, na Chiya : —Viejita, buenos días—. Entró con cuatro guachos. —Buenos días— le dijo la vieja. —Vengo a molestarla –dijo. —¿Qué quieres? —¿Tiene usted valor? —le preguntó. —¿Cómo para qué? —Para que vaya a recoger a esas personas, todas esas calaveras que trae rodando el río. Aquí están dos costales. —Está bien, lo recojo. —Váyalos a traer, llene los dos costales con huesos, con calaveras —le dijo el militar. Fue a dejar otros dos costales en casa de la señora Chabe Derio, del partido rojo —que por cierto no corrió cuando hubo tiroteos. Fue a dejar otros dos costales en casa de la señora María Lena, vecina de la otra señora que ya dijimos; otros dos costales a la casa de la señora Chinta Che Yanque y otros dos costales en casa de la señora Chu, la mamá de Josefina Aquino; otros dos costales en casa de la hermana de esta señora Chu; otros dos costales en casa de Lola Azcona. Total, a todas las que vivíamos a orillas del río.
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Así se recogieron los muertos. Trajimos los huesos y pusimos los sacos en una casa de palma que teníamos entonces. Mi abuelita avisó para que vinieran a levantar los sacos. Vinieron los soldados y colgaron los sacos de los árboles; después, los fueron a enterrar en la iglesia; más bien en los terrenos de junto. Ahí están enterrados todos los muertos y los huesos que recogimos.
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Otras noticias del Estado: No quieren Jefe Político en Villa Alta. En la República siguen los noticias de graves conflictos: fueron aprehendido reyistas en Colima; en Sinaloa causa problemas el yaqui Banderas; en Tamaulipas, se levantan a favor de Vázquez Gómez. Llegan armas a la frontera para Reyes; castigan a sheriff que las deja pasar desde Duval. Se registran desórdenes en Saltillo. Hay actualmente en el país para rurales doce millones de pesos y no se licenciará a los maderistas, quienes recibirán un sueldo de 50 centavos diarios como voluntarios. Zapata batido en todas sus posiciones, se supone que está enfermo, o negocia; su hermano Eufemio ha muerto —el 10 de diciembre, aparece nuevamente, resucitado, sanguinario y diabólico como siempre, enfrentando a los federales. Madero guarda de luto por su tía y recibe numerosas condolencias.
17 de noviembre
Acuerdo/Bajo un ventarrón de popularidad
El Presidente recibe al reportero-emisario —deferencia que no mostrará días después con los diputados— y ordena proceder a una Conferencia de Paz. Se suspenden las hostilidades. Se acuerdan importantes puntos: el licenciado Gómez marchará a la capital tan pronto como reciba los pases del Gobierno Federal y los salvo-conductos para él y doce personas que lo acompañarán. Las condiciones pactadas son favorables a los rebeldes e incluyen la amnistía. Declaraciones en la ciudad de México del Ministro de Gobernación; el polo noticioso apunta ahora hacia la ciudad, pues ya no da para más el tremendismo en el Istmo; éstos serán los últimos reportajes in situ de los corresponsales. Solamente Zea permanece allí hasta diciembre. Se analizan desde el centro las causas ancestrales del conflicto, se anuncian también el fracaso de las negociaciones, el nuevo brío de los rebeldes y el hermetismo de la Secretaría de Guerra. El Imparcial, en ausencia del reportero de El Demócrata, reseña ampliamente para su diario la conferencia de paz bajo estos encabezados: “Hoy se presentó en Juchitán el licenciado José F. Gómez, jefe de la sublevación, con el objeto de hacer que su gente se retirara de allí. Aún no se sabe el resultado de tal diligencia. También llegaron allí los jefes ex-revolucionarios Gabriel Gavira y Cándido Aguilar. Hoy quedó reanudado
el tráfico del Ferrocarril Panamericano, cuya prolongada suspensión había cau-sado grandes perjuicios en toda la comarca.” El tren que condujo a la comisión de paz llegó a esta ciudad sin haber tenido ningún contratiempo en el camino. En la estación esperaba un enviado especial del licenciado Gómez, que condujo a los jefes ex-revolucionarios Gavira y Aguilar […] al rancho de Xapa, situado a seis kilómetros de Juchitán. Los comisionados atravesaron una compacta valla de gente armada que los aclamó y lanzó vivas constantes en honor del señor Madero. En el trayecto, los rebeldes en cada quinientos metros de distancia, han levantado trincheras. Luego se efectuó la primera conferencia entre el licenciado Gómez y los comisionados, en la choza que en el rancho citado sirve de alojamiento al jefe de la sublevación. La entrevista duró tres largas horas y en ella se acordó que el licenciado Gómez marchara a esa capital tan luego como para ello reciba los pases del Gobierno Federal y los salvo-conductos para él y doce personas que lo acompañarán. Mientras tanto el Jefe Político, señor León, nombrado por el señor Juárez Maza, entregará el poder al Regidor, a quien por ministerio de la ley le corresponde la presidencia municipal. Se asegura con este motivo que resultará electo para el puesto el señor Félix O. Gómez, hermano del jefe de la rebelión, y que actualmente es el Regidor primero del Ayuntamiento. En su gestión administrativa intervendrán los comisionados Gavira y Aguilar. También se acordó que el domingo próximo se reúnan aquí dos representantes de cada uno de los dieciocho municipios que forman el distrito, a fin de elegir por plebiscito al Jefe Político que definitivamente empuñará las riendas del Gobierno. Para el cargo citado no serán candidatos ni el licenciado Gómez ni el señor León. Los sublevados procederán desde luego a la reparación de las líneas telegráficas y de la vía ferrocarrilera. Además se concederá amnistía general a todos los que tomaron parte en el movimiento. Mañana se tratarán otros puntos importantes, en la segunda conferencia que tendrá efecto en el mismo lugar. Parece que con esto la situación toma el camino de un pronto arreglo. Nueva Era anuncia el fin de hostilidades y la llegada de Che Gómez a la capital prevista para el día siguiente. Los principales jefes rebeldes esperan noticias para dirigirse a Oaxaca y conferenciar con el Gobernador. Nos da también un atisbo de la disciplina de los enemigos, enfrentados sin atacarse. Las hostilidades se han suspendido por completo y rebeldes y federales se encuentran frente a frente, sin cambiar un solo tiro en espera del resultado de la conferencia que celebrará Gómez con el Presidente Madero.
El Demócrata Mexicano en vistoso recuadro de la primera plana alega que la intervención de su enviado fue primordial para la solución del conflicto armado en Juchitán. Acompaña a esta nota un análisis del conflicto. Se reproduce en la primera plana, en recuadro, el siguiente telegrama:
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Juchitán, vía San Jerónimo, Oax., Noviembre 16.- Señor Aldo Baroni.- Redacción DEMOCRATA MEXICANO.- Gracias por buena noticia; no podíase esperar otra cosa del señor Presidente de la República, defendió los derechos del pueblo, debe sostenerlos. Gracias por buenos oficios; ya preparo marcha que emprenderé, recibiendo pasaportes y pases para mí y mi escolta diez hombres propios.- Salud.- J. F. Gómez 212
El triunfal repórter, recibido por Madero, negocia y anuncia las condiciones de Gómez: El enviado Especial de El Demócrata Mexicano a Juchitán, ha regresado esta misma mañana de su viaje, trayendo amplios poderes del señor licenciado José F. Gómez, jefe de los alzados en armas, para tratar con el Supremo Gobierno acerca de las condiciones de paz en aquel distrito. […] el señor Aldo Baroni, fue recibido hoy mismo por el señor Presidente de la República, en el Palacio Nacional, celebrando una conferencia larga y de óptimos resultados, puesto que inmediatamente el señor Madero telegrafió a los generales ex-revolucionarios Cándido Aguilar y Gabriel Gavira, que se encuentran en San Jerónimo, para que marchen a Juchitán, a fin de que el pueblo de aquel distrito indique cuál es la persona que desean sea su mandatario político. El mismo señor Presidente telegrafió también al general Merodio, jefe de la novena zona militar, para que suspenda todo movimiento armado en contra de los juchitecos sublevados, los cuales por su parte, han ofrecido regresar desde luego a sus hogares. Los rebeldes piden como condición una comisión imparcial para sondear la situación y posibles candidatos y un plebiscito. Arreglado el asunto de manera tan rápida y satisfactoria, nuestro Enviado telegrafió al señor licenciado José F. Gómez, para que venga inmediatamente a México a fin de que su alejamiento de Juchitán sirva para hacer del plebiscito un acto verdaderamente espontáneo y popular. El gobierno ha enviado pases libres de ferrocarril, en número de diez, para el licenciado Gómez y personas que lo acompañan Juárez Maza, en tanto, previene a su Jefe Político contra la ingerencia en Juchitán: Como avísame que Gavira está en ésta y verle espero [sic], pretende tomar injerencia en asuntos que no le corresponden, adviértole a usted para que norme su conducta que sólo deberá acatar y que no antes órdenes expresas de este Gobierno. 195
El Imparcial continúa con los comunicados desde Juchitán y San Jerónimo. Para este diario no todo es color de rosa —ni verde. Llegan informes, que se dan como ciertos, de que en Rincón Antonio reina gran excitación. El pueblo de ese lugar se prepara a impedir que el licenciado Gómez salga del territorio istmeño sin que haya respondido antes satisfactoriamente a los cargos que se le hacen por haber provocado el sangriento conflicto actual.
195. AJFG s/n.
Se sabe que anoche fueron detenidos en aquella estación todos los trenes que allí llegaron, y a los que se sometió a un riguroso registro, buscando al jefe de la sublevación. Salgo desde luego para Rincón Antonio a fin de informar exactamente de lo ocurrido.
Dos documentos del archivo de José F. Gómez, suscritos por Enrique León, responden a las quejas de los rinconeros, presuntamente atacados por los chegomistas: nunca sabremos si la persona que requiere auxilios es Ricardo o Cesáreo Álvarez, a quien por cierto ya se había dado por muerto. Juchitán, 17 de noviembre de 1911, Al Presidente Municipal Matías Romero Prevéngole dé garantías vecinos esa localidad y en cuanto a Ricardo Álvarez procure se le presten auxilios médicos; y aprehensión responsables, consignando hecho a autoridad competente El Jefe Político Juchitán, 17 de noviembre de 1911 Al Srio. del Gobierno del Estado, Oaxaca Le prevengo al Presidente Municipal Rincón Antonio dé garantías vecino pacífico, así como auxilios médicos a Cesáreo Álvarez herido por alzados; procesando aprehensión responsables y consignando hechos a autoridades competentes. 196
Continúa El Imparcial, matizando la versión de Nueva Era donde los enemigos sólo intercambiaban miradas recelosas. El licenciado Gómez no se ha presentado al General Valdés. Persiste en no tener trato alguno con los jefes militares, sino directamente con el Presidente de la República o sus representantes. El General Valdés recibió hoy noticias de que los rebeldes estaban deteniendo en los suburbios de la población a las familias de aquí, prohibiéndoles que pasaran. Inmediatamente ordenó que salieran secciones de exploradores para ver qué ocurría. Esto dio motivo a que se entablara un reñido tiroteo entre los federales y los sublevados. El fuego duró más de cuarenta minutos, y en la contienda resultaron heridos un federal y numerosos rebeldes. De esa capital se recibieron órdenes de suspender las hostilidades, que inmediatamente cesaron. Las fuerzas federales quedaron ocupando sus posesiones tomadas ayer, y los sublevados acamparon a un kilómetro de distancia. Una vez que hubo terminado la primera conferencia entre los comisionados de paz y el licenciado Gómez, me acerqué al jefe Gabriel Gavira para pedirle que me comunicara sus impresiones respecto al asunto. El señor Gavira me manifestó que se reservaba para dármelas cuando hubiesen terminado las entrevistas. Al interrogarlo sobre si se haría el desarme general de los sublevados, me dijo que lo consideraba inoportuno y peligroso, pues los rebeldes tal vez se rehusarían a ello, o bien esconderían las armas. Hícele observar que si no sería más peligroso dejarles dichas armas, y me contestó que no lo creía y que se afirmaba en la suposición de que una vez terminado el motivo del levantamiento, cesaría toda dificultad.
196. AJFG docs. 16 y 17.
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Me manifestó, asimismo, que en el curso de la entrevista con el licenciado Gómez le propuso que fuera nombrado Jefe Político Cándido Aguilar, pero que el jefe de los rebeldes le expresó que prefiere el plebiscito, obedeciéndose así la voluntad del pueblo juchiteco. Un grupo de comerciantes de esta localidad, se acercó hoy a mí para manifestarme la extrañeza que les causara el que los comisionados de paz no sondeen la opinión pública, recogiendo las impresiones de los amigos y enemigos del licenciado Gómez. Suponen que serán oídos y dicen que en caso contrario, elevarán una enérgica protesta ante quien corresponda.
Las opiniones del repórter consentido de Gómez y Madero, aparecen calzadas con su firma, retadoras y analíticas —ya es experto en la materia, puede opinar abiertamente, se publican en edición extraordinaria vespertina del día anterior de El Demócrata Mexicano, y se incluyen también en el diario de este día: “¡Es un bandido! ¡Es un gran hombre y un patriota!” Con estas diferentes opiniones acerca del licenciado José F. Gómez salí de San Jerónimo para Juchitán. Algunos señores de este pueblo habían venido a despertarnos a mí y al señor León Sánchez, del “País”, en el hotel de San Jerónimo el día de nuestra llegada para darnos la noticia interesantísima. Che Gómez era un hermano, en obras, de Zapata, y había mandado fusilar y machetear a varios enemigos personales indefensos; otros se me acercaron mientras subía sobre la monumental carreta que debía llevarme a Juchitán, para jurarme que Gómez era un apóstol, una especie de ídolo zapoteca de los que mandaban las buenas cosechas a las campiñas de la antigua y gloriosa tierra oaxaqueña. Che Gómez, como lo llaman popularmente por allá, no es ni lo uno ni lo otro. Es un cerebro normalísimo de luchador y de político con ribetes de demagogo, de esos cerebros como hay muchos en nuestros pueblos de provincia; cierta nativa indolencia los tiene, por lo general, en un aurea mediocritas, pero la casualidad los lleva a veces a la popularidad, llevándoselos a la gloria o a la cárcel, indiferentemente, según el momento. Porque el cerebro más normal se deja arrastrar a veces por el ventarrón de la popularidad y la popularidad es un guía que cuando se confía uno no es tan fácil dejarlo. A Che Gómez, que fue hasta ayer un diputado más o menos silencioso, un tranquilo recaudador de rentas o del timbre en Tlaxcala o en Baja California, a donde lo mandó la prevención de don Porfirio, que conocía a su gente y supo durante largos años tener las pólvoras lejos del fuego, le ha cogido hoy un ventarrón de popularidad. Político hábil, conocedor de su medio, en Juchitán, durante estos últimos meses, Gómez se preparó un “gran ambiente”, como se dice en jerga política y teatral, las dos artes hermanas. Se preparó un gran ambiente defendiendo los pleitos de sus paisanos, reanudando las antiguas relaciones y las amistades antiguas. Che Gómez es muy prolífico, tiene como unos diez hijos, lo cual significa otros tantos compadres, y ha llevado a la pila a unos doscientos hijos de amigos y conocidos; de manera que por allá es el compadre de todo el mundo… Es hombre que habla bien, con una calma de ídolo azteca; un ídolo azteca que lleva un magnífico par de anteojos de oro, lo cual aumenta su autoridad y conoce el código y sus vericuetos de manera única, lo cual aumenta su fuerza.
Agréguese a esto, que el juchiteco es un pueblo que se deja arrastrar más que cualquier otro, tanto así que por la sugestión del licenciado Gómez llegó a apoderarse de un venerable cañón Saint Chamond-Mondragón, sobre el cual un émulo del Gavroche parisiense se orinó mientras las balas silbaban furiosamente a su alrededor. Una popularidad que deriva de mil compromisos de la auto-sugestión de un pueblo que cree ver en Che Gómez su único salvador. Los pueblos tienen necesidad cada tantos años de un salvador, como las muchachas de un novio; son cosas de la naturaleza… Novio y salvador vienen revestidos de promesas, llenan cabeza y corazón de ilusiones, dan cinco minutos de esperanzas y por eso se les adora, se les estruja, con abrazos ardientes… (es verdad que los abrazos de un pueblo son muchas veces mortales…) Che Gómez fue el milésimo salvador del pueblo zapoteca; prometió libertades, holganza… lo prometible, en fin; el pueblo lo siguió y él se dejó arrastrar por la popularidad hasta que vino un día en que de Oaxaca le mandaron a quién debía de sucederle. Dicen que desde hace tiempo el licenciado Gómez iba preparando una revolución; yo no lo creo. Puede ser que lo haya pensado, pero ni siquiera intentó los primeros pasos para llevarla a cabo. Quien tiene preparada una revolución, no sale de su casa dejándola llena de muebles y de objetos de valor, de papeles importantes, de recuerdos tales como pueden ser los retratos de los hijos muertos. Ahora bien, Gómez salió de Juchitán como Biante, pudiendo como el sabio griego decir: omnia mea meum porto… y esto teniendo cinco mil cargadores dispuestos a salvar todo lo que su licenciado hubiera querido. El pueblo de Juchitán, al ver que querían llevarse a su ídolo, se rebeló [;] y se rebeló como se rebelan los pueblos: asesinando, incendiando, echándose como fieras sobre los máusers inalcanzables de los federales… “cuando la perra es brava…” me decía uno de los insurrectos de Juchitán, hablando de la muerte del pobre doctor Argüello… De manera que un buen, mejor dicho, un mal día, los juchitecos se encontraron alzados en armas contra el gobierno constituido y el licenciado Gómez se encontró siendo jefe del movimiento. Hubo sus dos o tres días de expectación. ¿Qué hacer? En tales momentos dos son los caminos que un pueblo ve delante: avanzar o retroceder. En el momento preciso en que, recordando sus antiguas hazañas de guerrilleros invencibles, los zapotecas estaban decididos a seguir, y acudían los pueblos a ponerse a las órdenes del licenciado Gómez, dispuestos a la lucha o a la muerte, para iniciar un movimiento que hubiera tal vez dado en poder del fuego abrasador de la revolución todo el Sur de la República, ya que el chamula no hubiera dejado solo al hermano istmeño. Llegó el calmante. Vino en una carreta arrastrada por bueyes, muy lastimado por el sol y zancudos, en la persona de un humilde periodista de buena voluntad. Vi clara la situación y lancé un grito de paz que miedosamente andaban murmurando por San Jerónimo Ángel Pola y Fernando de Gyves. Clamé desde mi carreta la palabra de paz al pueblo juchiteco que empuñaba todavía sus escopetas humeantes y sus machetes ensangrentados. El pueblo contestó a una voz: ¡Viva Madero! ¡Viva la Paz! ¡Viva la prensa!
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Y que no vaya mi buen amigo Leopoldo Zea a publicar en “El Imparcial” que los indios aquellos son analfabetos engañados y que no saben que el señor Madero es Presidente de la República. Los indios aquellos, amigo Zea, no leen tal vez en los periódicos, pero saben leer de corrido en el gran libro de la naturaleza y quién sabe si en la Luna o alguna estrella, pero lo cierto es que en algo los zapotecas de Juchitán, como sus antiguos sacerdotes, leyeron muy bien que don Francisco I. Madero había sido electo Presidente de la República, o que si no en contra de él hubieran marchado sin cañones y sin armas, con la escopeta y el machete que son casi cuerpo propio, dado que para usarlos hay que arrimarse tanto… El periodista tomó aliento del aplauso, prometió y cumplió. Llevó las palabras de paz hasta las aulas presidenciales adonde fueron escuchadas y aprobadas. Hoy la misión del pacificador se acaba y vuelve el periodista a sus trabajos y comenta. Comenta y dice que la revolución de Juchitán fue una de las que podrían calificarse borracheras de niño. Puede de la borrachera de un niño venir un vicio indiferentemente como la virtud: la abstinencia o el alcoholismo, según que el remedio moral sea más o menos violento y eficaz. No hubo en Juchitán ni vazquismo, ni reyismo, ni antimaderismo. No hubo más que un chegomismo de origen artificial, pero de resultados espontáneos. Yo creo que por otros treinta años podrá quedar Juchitán en paz y tranquilidad. Queda Che Gómez, un hombre de inteligencia y cuyos servicios la nación no debe despreciar. ¿Qué le parece al señor Presidente; por qué no le manda de recaudador del timbre o de rentas a La Paz (Baja California) o a Saltillo (Coahuila)? Según entiendo ambas poblaciones quedan muy lejos de Juchitán. Aldo Baroni
El País entrevista al señor ministro de Gobernación, quien reconoce: —No sé nada oficialmente; pero me inclino a creer lo que dice la prensa; los sucesos de aquella región serán arreglados satisfactoriamente. —¿Vendrá a esta ciudad el licenciado Che Gómez, señor Ministro? —No sé nada, pero eso dicen. —¿Tiene usted algunas noticias, en general, relacionadas con los sucesos de Juchitán? —Ninguna. Ante la parsimonia ministerial, el reportero acude a personalidades de la capital mexicana que favorecen la democracia y a los rebeldes. [Estos] conceptos fueron vertidos por una persona de reconocida seriedad, que está al tanto de lo que ocurre en Juchitán: … los juchitecos no depondrán las armas sino hasta que “vean con sus propios ojos” que no son burlados sus ideales: el nombramiento a su satisfacción y de acuerdo con sus intereses, de un Jefe Político. Toda imposición es un absurdo en los actuales momentos en que los juchitecos desean ardientemente que la democracia dé en su Distrito prístinos frutos. Toda consigna sería una locura y una temeridad ahora que en Juchitán todos anhelan que el sufragio sea efectivo, y, para que cesen de manera radical los disturbios de aquella región del Estado de Oaxaca, el único medio que debe emplearse es dejar al pueblo en libertad para que nombre su mandatario.”
“Crea usted, nos dijo una tercera persona a quien entrevistamos, todas las gestiones de los señores General Cándido Aguilar y Gabriel Gavira, serán infructuosas, si no se deja al pueblo juchiteco libertad para elegir a su mandatario. Serán completamente inútiles los buenos oficios de dichos señores, pues nunca podrá la fuerza contra el derecho.” Si como se dice, no es la ambición personal lo que obligó al señor Gómez a ponerse al frente de la revuelta sino un terco interés de que no se burle la voluntad del pueblo, quedará demostrado que el descontento de los juchitecos nació de la imposición de un jefe político y que Che Gómez no luchó por el puesto de Jefe Político.
El Avance, desde Tehuantepec escribe que numerosas familias de juchitecos que huyeron se han refugiados en casas de particulares, “entre ellas la de la señora Juana C. Romero y su sobrino Camilo Romero han proporcionado ropa y víveres a estos seres que sufren el engaño de un vulgar ambicioso.”
El Diario entrevista largamente a Lic. D. Alfonso Márquez, quien proporciona “alguna información geográfico-histórica del mencionado Distrito”. El Distrito istmeño de Juchitán, forma parte del estado de Oaxaca y se encuentra situado al Este y Sureste del mismo Estado, teniendo por límites al Norte el Cantón de Minatitlán del Estado de Veracruz, al Este los Departamentos de Tonalá y Mexcalapa del Estado de Chiapas, al Oeste el Distrito de Tehuantepec y al Sur el Océano Pacífico. El número de poblaciones con Municipio o Agencia Municipal pasa de cincuenta sin incluir las haciendas y pequeños poblados llamados rancherías. Se calcula según el último censo que el número de habitantes del Distrito es de sesenta mil, todos pertenecientes a la raza zapoteca, con excepción del pueblo de Chimalapa que habla el zoque, Guichicovi el mixe y otras pequeñas poblaciones que hablan mixe y huave. Las principales poblaciones son: la ciudad de Juchitán con catorce mil habitantes, situada a veinte metros sobre el nivel del mar, su clima es caliente, seco y sano; Ixtaltepec, Ixtepec y San Gerónimo con cuatro mil habitantes; Espinal, Petapa, Tapanatepec y Niltepec, con dos mil habitantes y Guichicovi, población de origen mixe con tres mil habitantes. Los habitantes de Juchitán, todos de origen zapoteca, son inteligentes, sobrios, de carácter independiente, leales y muy amantes de su libertad. Los hombres son robustos y bien desarrollados, de estaturas más que medianas y las mujeres de un carácter franco, amable y trabajadoras con exceso. Los hombres se dedican con especialidad a la agricultura, a la pesca, a la caza y a la elaboración de añil; tienen pocas inclinaciones al comercio, rama que dejan a cargo de las mujeres y así se ve en los mercados que sólo ellas lo explotan y los hombres que expenden mercancías, por lo regular son zapotecas de los pueblos de los alrededores de la ciudad de Oaxaca conocidos comúnmente en Juchitán con el nombre de vallistas. Por lo regular en las familias, la mujer es la que maneja los pequeños fondos y por consiguiente es la encargada de proveer a la alimentación, vestidos y demás gastos propios del hogar. Los juchitecos en general, son afectos a la instrucción, predispuestos al verdadero progreso, muy hospitalarios con los forasteros y conservan toda la entereza y valor de la raza primitiva para defender con energía sus intereses e ideales de libertad. Son sumamente impresionables y de un corazón noble; refiriéndose acerca de ellos el hecho siguiente rigurosamente histórico. A fines del año 1854 el Gene-
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ral Don Cristóbal Salinas siendo Coronel, se pronunció en contra del Gobierno del General Santa Anna; pero pocos días después, las intrigas de los Santanistas dieron por resultado que los levantados se sometieran al Gobierno constituido y aún procuraron entregar al Coronel Salinas, lo que no consiguieron gracias al aviso oportuno que tuvo dicho Coronel. Desgraciadamente el secretario del Sr. Salinas fue aprehendido y entregado al Jefe de las fuerzas federales del Territorio de Tehuantepec, Gral. Torrejón, quien sin formación de causa lo mandó fusilar. Este hecho inesperado exaltó los ánimos de los juchitecos de tal manera que volvieron a pronunciarse poniendo en grave peligro a las fuerzas de Torrejón. Entre las costumbres de los juchitecos, he tenido el gusto de presenciar lo que ellos llaman una vela, que no es más que una gran fiesta mitad religiosa y mitad profana. Con algunos días de anticipación, se invita a las principales familias por medio de una comisión de señoritas de las más graciosas de la localidad. El día señalado, en la mañana se celebra una gran fiesta religiosa en el templo parroquial; y en la noche, en la casa designada previamente se verifica un gran baile al que concurren innumerables invitados. El salón se forma en el patio de la casa, adornándose con plantas, flores, palmeras y demás follajes propios de la zona tropical y desde las primeras horas de la noche hasta el amanecer, se bailan y se cantan aires propios de la tierra, como son la zandunga, la espinaleña y la tonalteca alternándose con valses, mazurcas, shotis, etc. En algunas épocas, suelen celebrar dichos bailes con dos o tres grupos de músicos lo que da por resultado que se baila sin descanso. Los juchitecos siguiendo las costumbres de los pueblos de raza zapoteca y mixteca, se encuentran perfectamente organizados para la elección de sus funcionarios municipales. Por lo regular desde jóvenes comienzan a prestar sus servicios en puestos modestos hasta llegar a desempeñar los cargos de Regidor, Alcalde y Presidente Municipal. Desde que han prestado los servicios de Regidor y otros que se relacionan con las asociaciones de carácter religioso que tienen firmemente establecidas; se les considera en el grupo llamado de principales o ancianos de la población. Estas personalidades son muy respetadas por la ejemplaridad de su conducta y el empeño decidido que toman por la comunidad. La influencia del grupo de principales o ancianos, es tan importante que del seno de ellos, se hacen surgir todas las candidaturas para el Municipio y demás cargos concejales como son los Jefes de Policía, de mercados, etc., etc. Los candidatos designados por el mencionado grupo, son aceptados sin objeción por las demás clases sociales; y cuando las autoridades superiores han pretendido desviar la opinión así formada, casi siempre han surgido disgustos y fricciones de más o menos gravedad. Todos los pueblos de raza zapoteca y mixteca del Estado de Oaxaca, con formas más o menos primitivas, practican el sufragio de la misma manera y repetándoles y garantizándoles el ejercicio de estos derechos, las autoridades políticas se evitan muchas dificultades. Prácticamente lo experimenté cuando presté mis modestos servicios al Estado, como Juez de 1ª Instancia y Jefe Político. Entiendo que el actual movimiento juchiteco se debe probablemente a algunas fricciones habidas con las autoridades municipales y no con el Jefe Político, pues es sabido que dicho funcionario es nombrado y removido libremente por el Gobernador del Estado, quien está facultado para ello por la Constitución local y la Ley Orgánica de Administración. Todos los habitantes del Estado tienen la costumbre de ocurrir por medio de comisiones ante el Sr. Gobernador del Estado exponiendo
sus quejas cuando se trata de infracciones de ley por parte de los Jefes Políticos, pero por lo regular, se conforman con la remoción aceptando al nuevo funcionario designado por el Gobernador conforme a la Ley Fundamental.
El Avance brinda otras noticias oaxaqueñas: Constantino Chapital y Miguel G. Calderón, que fueran Jefe Político y juez en Tehuantepec han pacificado el Distrito. Llega a sustituir al Jefe Político nombrado Miguel F. González, muy bien recibido. Esperan que en Juchitán sea nombrado un abogado istmeño, no desean que el gobierno federal tenga negociaciones con Che Gómez. La prensa de Oaxaca anuncia que los presos de Silacayoapan, falsamente acusados, fueron liberados. El corresponsal en la capital del Estado de El Diario anuncia que en la Mixteca, las huestes del ingeniero Barrios se dispersan en la Sierra, hacia Tuxtepec; tras la captura de su líder, gritaban mueras al Gobierno, enardecidos. El revolucionario Barrios fue capturado por Eguía Lis. Las noticias nacionales aseguran que se esclarece el complot de Fernández contra Madero: Reyes, de acuerdo con Vázquez Gómez, pagó al español para que lo elimine. Se intentaba poner una bomba de dinamita en tubos, para volar el tren donde viajaba el Presidente. El preso lo niega, se dice adicto a la presidencia. Aventurero y alcohólico, parece idiota o loco, afirma Nueva Era. Reyes se aventura a una revolución. Zapata está derrotado y su hermano muerto. Ya atienden la huelga minera de Coahuila. Carranza, Gobernador electo de Coahuila, y El Demócrata ofrecen un banquete a la Prensa, para estrechar lazos con los nuevos gobernantes: reina la concordia y unión de los periodistas y la patria. Se propone la política de la verdad contra la mentira del anterior régimen. Asisten Querido Moheno, José Ferrel, Luis Manuel Rojas, Serapio Rendón.
18 de noviembre
Rebelión, sedición y desobediencia/ Las aspiraciones de los indios
Mientras en un diario se anuncia la pacificación inminente del Istmo y se afirma que el único problema de Oaxaca ahora es Barrios, en otro se informa que se ha roto el armisticio, se niega que Gómez salga a la capital y se opina que las demandas del rebelde son inadmisibles para el decoro del gobierno del Estado. Se habla de la importancia comercial del Istmo, donde incluso hay cónsules, por lo cual un error de cálculo arriesga incluso una intervención internacional. El Gobierno estatal prepara la documentación para demostrar la burla a la soberanía y la mácula al decoro estatal por la ingerencia del Gobierno Federal, que se niega a respetar los nombramientos, como se ve en los siguientes documentos: Juárez Maza ordena a Enrique León que no entregue la Jefatura sin sus órdenes expresas; se le
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recuerda que el plebiscito no es el método utilizado para nombrar Jefe Político, por lo cual debe evitarlo y se le pide información sobre si se ha pactado con los rebeldes. “Palacio Nacional” le corre la cortesía al Gobernador diciéndole que Gavira no actuará contra sus órdenes. Se inicia el expediente legal de José F. Gómez para proceder a su aprehensión por negarse a entregar la Jefatura. Quien lleva los cargos contra Gómez es Chapital, pues Juárez le ordena que añada a sus múltiples faltas la quema de archivos. Nueva entrevista a Gómez, donde declara públicamente su enemistad con Díaz Quintas, menosprecia a las Fuerzas Federales y se declara decepcionado por la ingratitud del Gobernador. El Imparcial teme que el descontento de Juchitán se propague y critica ampliamente a torpeza política del Gobernador.
Juchitán, el 18 de noviembre de 1911. Al ciudadano Secretario General del Gobierno. Heliodoro Díaz Quintas Oaxaca, Oax. La Jefatura de este Distrito ha dictado el acuerdo siguiente: “Apareciendo del anterior oficio que el Lic. José F. Gómez, Presidente Municipal encargado de la Jefatura por ministerio de Ley, se niega a entregar dicha Jefatura, no obstante la orden expresa del Superior Gobierno del Estado y dando con tal procedimiento cabida a los delitos de rebelión, sedición y desobediencia a un mandato legítimo de la autoridad definidos por los artículos 1058, 1080 y 898 del Código Penal, con fundamento en los 14 y 263 del Código de Procedimientos Penales y 5 del Decreto número 26 del 5 de febrero de 1896. Líbrense las órdenes de aprehensión conducentes por los expresados delitos contra el Lic. Gómez y todos los que lo acompañen en este asunto y comuníquese al Superior Gobierno del Estado para su conocimiento y a efecto de que en su oportunidad libere las órdenes de aprehensión de que se trata. Lo ordenó y firmó el jefe Político. Enrique León. (Rubrica).” Lo que tengo la honra de insertar a Ud. para su conocimiento y a efecto de que esa Superioridad, si lo estima conveniente, se sirva librar las órdenes de aprehensión correspondientes. Reitero a Ud. las seguridades de mi atenta y respetuosa consideración. Sufragio Efectivo. No Reelección. Enrique León.197
León, a su vez, recibe las siguientes instrucciones: Telegrama Oaxaca, el 18 de noviembre de 1911. Jefe Político: Enterado su mensaje relativo a maniobras que se dicen prepararse por acuerdo C. Gobernador manifiéstole que debe Ud. atenerse estrictamente a anterior mensaje que se le transmitió. Díaz Quitas. Srio.
197. AJFG doc. 6. Además de este oficio, hay una copia mecanografiada de un documento semejante: AJFG doc. 27 y otra igual al verso del documento 5, acompañada de una posdata: En esta misma fecha se cumplió con lo mandado. Conste. León.
Telegrama Urgente Oaxaca, 18 de noviembre Sr. Jefe Político, Enrique León Por ningún motivo entregue Ud. Jefatura a nadie sin orden expresa firmada por mí, aunque le presenten a Ud. credenciales de otra persona, comunicando este Gobierno si alguien pretende recibir Jefatura. Benito Juárez198
El asunto de las negociaciones o la insinuación de un plebiscito inquietan al Gobernador. León le responde por la misma vía confirmando la presencia del negociador, y en otro documento Juárez abunda sobre el asunto. 199 Infórmeme urgentemente esta vía si es cierto que Gavira ha pactado arreglos con rebeldes y diga también qué actitud guarda esta persona en ésa y qué es lo que está haciendo. Benito Juárez
Efectivamente Gavira, que se dice representante Gobierno General, ha pactado arreglos de paz con rebeldes y se ha resuelto que Cándido Aguilar sea Jefe Político. Entretanto reúnense ayuntamientos para designar persona que deba designarse en definitiva para ese puesto. Arreglos han tenido lugar a inmediaciones esta población. Gavira no se ha manifestado en ningún sentido que pudiera alterar orden. Se dice que el lunes sale Gómez para México. Enrique León.
La prensa indica que algunos pueblos pretenden celebrar un plebiscito el día de mañana para tratar asunto de Jefe Político. Como no es ésta forma para nombrar ese funcionario y se atacan facultades Gobierno, pudiendo dar lugar a trastornos, si fuere exacta noticia prudencialmente, evite tal reunión. Benito Juárez Oaxaca, el 18 de noviembre de 1911. Sr. Don Enrique León, Jefe Político: Acabo de recibir siguiente mensaje: “Esta mañana se dieron instrucciones Gavira no contrariara en nada las órdenes de usted. En este momento se repiten nuevamente las instrucciones y espero lograr hoy mismo señor Presidente retire esa persona”. Este mensaje viene Palacio Nacional y por él verá usted que Gavira no tiene facultad alguna, por lo que reitérole prevenciones que téngole hechas respecto a dicho Gavira, procedimientos que ha de seguir Ud. y conducta que ha de observar . Benito Juárez
Contradictoria condición de Gavira, nombrado, impugnado, desconocido por las autoridades en su calidad de negociador. Pablo Pineda, Presidente Municipal interino,
198. AJFG docs. 22 y 20. 199. AJFG docs. 23, 24 y 21; el mensaje, con palabras cifradas y sin traducción, es el mismo que ABJM 4-138v. AJFG doc. 25.
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líder desde entonces y durante los siguientes años de los rojos, aparece por primera vez informando terribles irregularidades. Juchitán, el 18 de noviembre de 1911. Al C. Jefe Político del Distrito. Presente. Transcríbase al Superior Gobierno del Estado para su conocimiento, reservándose esta Jefatura hacer la consignación correspondiente en su oportunidad a la autoridad judicial para los efectos a que haya lugar. Tengo el honor de comunicar a usted para su conocimiento y efectos, que el tesorero municipal, Julián Martínez, se encuentra prófugo, sin que en la oficina en que tenía su despacho se haya encontrado más que la caja fuerte cerrada, y al parecer sin fondos, y sin ningún otro documento. De algunas constancias que aparecieron entre las pocas que quedaron en esta Presidencia, se ve que fueron entregados el día dos de junio del corriente año al propio empleado la cantidad de $4901.77 (cuatro mil novecientos un pesos setenta y siete centavos), más $1503.49 (un mil quinientos tres pesos cuarenta y nueve centavos), producto del remate de animales mostrencos, depositado, según se dice, en la sucursal del Banco Oriental de México en esta Ciudad. La mayoría de los libros y documentos de la Presidencia y Sindicatura, se encuentran destruidos. Sufragio Libre. No Reelección. Pablo Pineda 200 Los documentos enviados por Juárez Maza a la ciudad de México se refieren también a los agravios y las negociadores. El Gobernador manda a Chapital, hospedado en el Hotel del Jardín, dos telegramas para que continúe las querellas en la capital: Avisa el Jefe político León que los archivos fueron destruidos por las hordas gomistas. Tenga presente esa nueva responsabilidad.
Transcribo el siguiente telegrama, manifestándole ya haber hecho los mismo con el Sr. Presidente: “Hónrome participarle que Gavira continúa negociaciones paz con Gómez y se teme que llegado a un arreglo pueblo vuelva a cabecera siendo esto amenaza para Ayuntamiento interino y ciudadanos pacíficos. Enrique León”. 201
También hay documentos relacionados con los trenes. Resulta curioso que el Ferrocarril Mexicano del Sur ni siquiera pueda expedir los pases correspondientes a los Jefes Políticos de los Distritos que atraviesa el tren, como era costumbre, pues el Gobernador aún no los ha nombrado o desconoce quién ejerce los cargos. La cita con los administradores del ferrocarril —que tuvieron siempre derecho de picaporte con el Gobernador— fue cancelada. Más tarde, agradecen su ayuda para reparar los trenes y proteger sy tránsito. 202
200. AJFG doc. 26. 201. ABJM 4-137 y 4-143 y 144v, telegrama cifrado y transcripción. 202. ABJM 4-168; 7-84.
Las desventuras de Madero durante los primeros días de su mandato son explicadas de diversas maneras. Que el New York Times se ocupe de los disturbios de México muestra la relevancia que concedían los estadounidenses los primeros descalabros del Presidente.203 La condición de los asuntos públicos en México desde la inauguración del Presidente Madero no ha sido muy alentadora, aún para sus más adictos partidarios. Pero no hay razón alguna para que ninguno de ellos le retire su ayuda o le culpe demasiado severamente por la continuación de los disturbios […] Que el nuevo Gobierno tuviera un principio tempestuoso, era inevitable. Que sus enemigos traten de exagerar los peligros que lo rodean y lo condenen por asuntos de los que todavía no se puede considerar culpable, era de esperarse. Madero no ha perdido la confianza de los habitantes serios y patriotas de la vecina República, pero todavía no ha conseguido restaurar el orden. Sin vinculación directa con el problema del Istmo, pero sí con las pretensiones de los rebeldes a lo ancho y largo de la nación entera, Bulnes defiende este día al Presidente en la Cámara de Diputados —contra lo que era su costumbre— pronunciando un muy aplaudido y elogiado discurso. …personas que habiendo prestado algunos servicios insignificantes a la revolución reclaman a la hora del triunfo reinos para su codicia, vírgenes para su lujuria, esclavos para su tiranía y pretenden rellenar con alientos despóticos las interminables cavernas de su nulidad. Me refiero a esos héroes que hacen pagar muy caros sus servicios revolucionarios… La revolución debe sus triunfos a esos hombres y la Patria su existencia; por consiguiente todo es suyo, comenzado por los empleos públicos para sí mismos, para sus parientes, para sus amigos, para sus protegidos, para sus lenones. Interpretan el triunfo revolucionario como cascada de medros personales agotantes para la Nación hasta hacerla bagazo de miserias. El pueblo está destinado a ser el esclavo de ese gran patriotismo de rapiña. ...hemos llegado al momento en que el señor Madero se encuentra con todos sus acreedores como espectros, presentándole al mismo tiempo los numerosos giros a favor de todas las pasiones que derramó en la nación durante sus memorables giras políticas… Pero ahora el señor Madero no es ya un apóstol, ni un revolucionario, ni un candidato discutido y discutible, sino algo que debemos respetar y ayudar; en este momento el señor Madero es el signo de la Patria. 204 El pronunciamiento muestra la postura intransigente contra los cabecillas que irrumpen con rebeliones populares en el plano político; Juárez mismo, no tan elocuente por cierto, comparte en todo las opiniones de Bulnes.
“El trono del Chato se bambolea”, es el encabezado de Regeneración al reseñar la información de días anteriores. Toda proporción guardada, también opinan que Madero debe saldar facturas que no se vislumbra cómo cubrirá. Apenas tomó Madero posesión de la Presidencia se multiplicaron los levantamientos, las huelgas y los motines por toda la República. […] [La] debilidad se transluce también en el pánico que ha sembrado en las esferas oficiales el levantamiento de Juchitán; pánico tan grande que ha hecho que el Go-
203. Artículo del reproducido por Nueva Era el 26 de noviembre de 1911. Traducción de Nueva Era. 204. Bulnes: 1978, pp. 127 y 128.
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bierno Federal olvide sus bravatas y alardes vanos de fuerza y se apresure a mandar a cuatro Delegados suyos ante los rebeldes a rogarles que depongan las armas. Es chusco ver a un Gobierno rogando. Y también es revelador; porque demuestra que el principio de autoridad está desprestigiado y que el Gobierno en México ya no es más que una institución tan ridícula como la figurita nerviosa y parlanchina del Enano Dictador. Aumenta la Bola En el estado de Oaxaca siguen los levantamientos. En Cuicatlán se han registrado serios disturbios y en las Lomas de Tecomovaca y el mismo Cuicatlán han hecho su campamento mil hombres, ex-maderistas, todos perfectamente armados. Pero, aunque en apariencia el movimiento de aquella región (Cuicatlán, Teotitlán) es personalista, en el fondo no lo es. Para demostrarlo, cedo la palabra a “El Imparcial” del 11 de este mes: “Como por una parte la crisis económica se ha acentuado, por la pérdida de las cosechas en todo el Estado, Oaxaca, y por otra, que con la pasada revolución se despertó el espíritu bélico de los indígenas, éstos, que se hallan sin elementos de vida, se lanzan nuevamente a la revuelta en busca de pan, pero sin ideales políticos de ninguna clase.” Recojo de los periódicos de México y de esta ciudad los siguientes datos acerca del movimiento armado del Istmo de Tehuantepec. Juchitán, Oax., ha quedado convertido en ruinas bajo la acción de la dinamita y el fuego. Desde los cerros inmediatos a Salina Cruz, puede verse allá en lontananza una inmensa luminaria del incendio de Juchitán. El Palacio Municipal, otros edificios principales y las casas de los ricos, fueron los primeros en sentir las caricias de la dinamita. Seis días consecutivos se estuvieron batiendo cinco mil juchitecos bajo el fuego mortífero de los cañones y ametralladoras de los 600 federales defensores de la plaza, perdiendo los rebeldes más de mil hombres heridos y sobre quinientos muertos, mientras que los últimos partes telegráficos aseguran que los federales sólo han tenido cuarenta bajas, a pesar de que al principio confesaban haber perdido los federales más de doscientos hombres. El número crecido de las pérdidas de los rebeldes se explica porque eran los sitiadores y combatían a cuerpo descubierto y porque están sumamente mal armados, pues de los cinco o seis mil rebeldes que se dice están en armas, unos quinientos solamente tienen buenos rifles y el resto no tiene más armas que machetes, puyas (de las que usan para arrear bueyes) y fisgas (que son una especie de arpón que usan para la pesca y la caza de piezas chicas). Con esa clase de armas, los rebeldes tienen que pelear cuerpo a cuerpo, y mientras logran acercarse los federales les hacen grandes bajas a distancia con sus buenas armas. Pero eso no obsta para que los indios se lancen briosamente al combate brincando por encima de los innumerables cadáveres de los compañeros que caen delante. 500 hombres del 15 Batallón con dos cañones de tiro rápido fueron enviados de San Gerónimo, los cuales fueron batidos briosamente a las puertas de Juchitán, trabando combate cuerpo a cuerpo con un denuedo espartano. De este combate algunos periódicos dicen que los rebeldes triunfaron y otros le dan el triunfo a los federales. En Ixtaltepec hubo otro encuentro en que los federales fueron derrotados. El Juez de Primera Instancia de Juchitán fue ejecutado por los rebeldes.
Los pueblos levantados en aquella región son: Juchitán, Petapa, Ixtaltepec, Chicuatán [sic. Chihuitán], Cerrito y Santo Domingo del Mar [sic]. Han sido enviados a batir aquellos rebeldes los Batallones 15, 2, 18 y 29 que con el 30 que estaba de guarnición en Juchitán, hacen cinco batallones, reforzados por 200 voluntarios y varios pelotones de artilleros con cañones y ametralladoras. Hay, ya, pues, frente a los 6,000 istmeños mal armados unos tres mil federales bien armados, amunicionados y diestros en el arte de asesinar. Mas, a pesar de esa aparente superioridad de fuerza del Gobierno, éste ha mandado cuatro Delegados de Paz a embaucar a los rebeldes con falsas promesas, para que, una vez que dejen las armas si se dejan embaucar, aniquilarlos fácilmente. Las comunicaciones están cortadas por haber volado los rebeldes grandes tramos de ferrocarril y cortado los alambres telegráficos y telefónicos. José F. Gómez, abogado, que dirige a aquellos rebeldes, es Vazquista, y a eso de debe que varios periódicos digan que el movimiento del Istmo de Tehuantepec es a favor de Emilio Vázquez Gómez; pero “El Imparcial” refiere algo que desmiente esa versión. Dice que Che Gómez (como le llaman los inditos) hizo propaganda entre los juchitecos para que estos votaran a favor de Vázquez Gómez, pero que ellos se negaron y, además, los viejos (que como entre todas las tribus indígenas de México son los representantes de ellas) le fueron a la mano a Che Gómez diciéndole que ya estaban desengañados, que dejara su propaganda política y que si se oponía a la voluntad del pueblo lo degollarían. Eso demuestra que aunque Che Gómez es Vazquista, los indios que lo dominan no lo son y que lo usan solamente aprovechando sus conocimientos; lo cual queda mejor demostrado sabiendo que ese político, para levantar a los indios y creyendo fácil manejarlos, les ofreció (según dice “El Imparcial”) hacerles entrega de la tierra, aguas, salinas, y que los indios le dijeron “Tú mandas y nosotros obedecemos; pero si nos engañas, ¡no te escapas!”; y le pusieron 200 indios, famosos tiradores, para que lo vigilen y evitar que se fugue sin cumplirles sus promesas. El mismo aspecto económico se ve en lo que dice “El Demócrata”: que las aspiraciones de los indios, entre otras, son las de sacudir el yugo de los terratenientes.”
El Ahuizote, resume y rezuma en su reseña semanal sobre el Estado: Por fin, lo que cualquier mediano criterio preveía, se ha realizado. El Istmo es un horno; Juchitán es el foco de una terrible conflagración. Como 8,000 rebeldes pelean con un valor inaudito entre más de 1,000 cadáveres desnudos, que rápidamente pudre el calor de la costa; los federales sitiados, reducidos ya al recinto del cuartel, mueren de hambre o de sed, y la tormenta conmueve todo el istmo, sacudiendo de su letargo a varias docenas de pueblos batalladores, altivos, valientes, pujantes, guerreros desde el nacer, viriles y fuertes. ¿Quién tiene la culpa de este espantoso levantamiento? ¿Quién resulta culpable de tanta sangre derramada? […] Es un hecho que Che Gómez es el hombre popular de Juchitán, el adorado de los suyos, aquel a quien obedecen como Jefe. Es otro hecho que Che Gómez ayudó con toda su gente para la elección de D. Benito. […] Che Gómez, en esta ciudad, indicó que así como había aportado 10,000 votos a la causa juarista, si seguían con sus inconsecuencias, contaría con ese mismo número para rebelarse. ¿Qué hizo el Gobierno para evitar este peligro? Tan sólo una ridiculez, a lo que parece. El Gobierno “emplazó” a Che Gómez para que se presentara en el término
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de seis días. Este congreso ha tenido el don de errar. Che Gómez, como aquel Rey español, puede llamarse Che Gómez el emplazado! Y no se hizo más, que el público sepa. Si la población lo tenía como Presidente Municipal y Che Gómez no abusaba, ¿a qué no dejarlo como único mandatario y a que mandar un Jefe Político desconocido? ¿Eso, después de las libertades prometidas? ¿Eso, sabiendo que ése es un pueblo inquieto por naturaleza, y eso, tras las promesas de régimen municipal? En el istmo hay muy poca solidaridad para el Estado, por su mismo alejamiento y difícil comunicación con la Capital; en el istmo existen muchas empresas norteamericanas poderosas que poseen enormes capitales y gran extensión de terrenos. ¿No son de temerse varias complicaciones internacionales sumamente graves? ¿Vale la pena detenerse ante una rigidez administrativa por sostener un acuerdo, cuando surgen mil peligros que pueden ser generales para el País? ¿Dónde está la sagacidad política que debe poseer un buen gobernante? ¿Dónde la prudencia de un verdadero jefe de Estado? Muy bien ha hecho el Gobierno General al enviar una comisión que trate con los rebeldes; más bien dicho, hace bien en querer transar con ellos. Ni 10,000 federales con cañones y ametralladoras someten Juchitán. Esta raza es muy valiente, hasta la heroicidad. Los federales sólo podrán pelear en la llanura; en los bosques y en la montaña serán hechos pedazos. Los juchitecos envenenan el agua con una planta especial; resisten como ninguno a la inclemencia del clima; sustraen los víveres de toda la comarca; y sobre todo, mueren 20 y llegan a reemplazarlos 40 en el acto, y todos pelean sin descanso, cantando y gritando hasta morir. Podrán llegar batallones y batallones al istmo hasta que ya no puedan ser sustituidos, y en cambio ellos levantarán toda la región y podrán tener más de 20,000 hombres en pie de guerra. ¿Y por qué y para qué? […] ¡Qué enorme disparate se ha hecho en no haberse atraído a Che Gómez o en no haber sabido nulificarlo! He allí las consecuencias; y Dios quiera que no sean tan graves para México como lo suponemos.
En la ciudad de México, en Ministro de Gobernación responde a los entrevistadores con la ambigüedad que caracteriza desde entonces a los ocupantes de este cargo: Según se sirvió manifestar a uno de nuestros redactores el señor Ministro de Gobernación, don Abraham González, es casi seguro que el próximo domingo llegue a esta capital el licenciado José F. Gómez, que como ya sabrán nuestros lectores por las informaciones que hemos publicado, viene a conferenciar con el señor Presidente de la República sobre los sucesos de Juchitán. En todos los círculos oficiales se cree que los disturbios de Juchitán cesarán desde luego, volviendo aquella ciudad a disfrutar de la tranquilidad anhelada. Lográndose la pacificación del distrito de Juchitán, quedaría solamente en estado de revuelta la región en que se hallaban los partidarios del ingeniero Ángel Barrios; mas si, como se asegura, las fuerzas federales logran la captura del segundo del Ing. Barrios, Manuel Oceguera, es muy probable que la paz sea efectiva en el estado de Oajaca. Pero sobre este optimismo está esta duda: ¿los partidarios del ingeniero Barrios, que se dice que son muchos, se someterían al Gobierno al ser aprehendidos sus jefes o, por el contrario, se exacerbarían sus belicosos ánimos? Para contestar esa duda interrogamos anoche al señor Ministro de Gobernación
sobre el particular, y nos manifestó en que confiaba en que el patriotismo de los ciudadanos oaxaqueños y la benignidad del Gobierno, serían indudablemente los factores para conseguir la efectividad de la paz. (El País). El señor Ministro de Gobernación en la entrevista que se sirvió conceder a la prensa anoche, se sirvió informarnos que nada sabía a punto fijo acerca de los movimientos de Zapata en el Sur, ni de Gómez en Juchitán; pero que por las últimas noticias que se han recibido, se sabe que Gómez viene en camino para esta ciudad a conferenciar con el señor Presidente de la República. Que las fuerzas federales tenían instrucciones para obrar, tanto en Juchitán como en Cuautla, conforme lo exijan las necesidades. (El Diario).
Correo del Sur, comenta escuetamente y con resentida sorna: “Será jefe político un hermano suyo y quedará latente un espíritu de rebeldía y de rencor en toda la región levantada en armas y tutti contentti. Che Gómez triunfó.”
El Imparcial juzga —igual que los rebeldes, los comisionados y el señor Presidente— que el conflicto armado está concluido. Lo anuncia con grandes titulares y con fotografías del lugar: “La insurrección en Juchitán puede darse por terminada”. Leopoldo Zea se entrevista nuevamente con el licenciado rebelde, lo acompaña el señor González Soto, quien lo libra de embarazosos aprietos. Debido a no haber llegado las instrucciones de México, no se celebró hoy la conferencia de paz. Con este motivo, aprovechando la ocasión, resolví acercarme al licenciado José F. Gómez, para pedirle su opinión sobre el estado de las negociaciones. […] En medio de una lluvia pertinaz, salimos hacia los suburbios de la población, internándonos en un apartado barrio. Apenas habíamos andado unos cuantos pasos por una tortuosa calleja, cuando se dejó escuchar un prolongado silbido, que denunció nuestra presencia. Nosotros seguimos adelante, pero a poco salieron de varias casas más de cincuenta individuos, que nos rodearon, preguntándonos desde luego el objeto que nos llevaba por esos lugares. Manifestado que hubimos nuestros propósitos, solicitamos un guía, y un juchiteco se adelantó del grupo, ofreciéndonos conducirnos por las veredas y cañadas. Reanudamos nuestra interrumpida caminata, llevando por delante al juchiteco, quien nos hizo recorrer un gran trecho por el lecho de un arroyo, cuyas aguas nos empapaban, dificultando grandemente nuestra marcha; no sucediendo lo mismo con nuestro guía, pues éste, con una destreza casi maravillosa, avanzaba con increíble rapidez. Después de una hora de marcha, atravesamos el campamento, donde doscientos juchitecos, tomándonos por los comisionados, formaron valla, invitándonos a pasar unos, mientras sus compañeros lanzaban gritos de: ¡Viva Madero! ¡Viva Gavira! Aceptamos gustosos el ofrecimiento, y seguidos de un numeroso grupo, nos aproximamos a la pequeña ranchería donde se encontraba el licenciado Gómez. Éste, que ya había sido avisado de nuestra presencia, se adelantó a recibirnos. Le indiqué mi deseo de entrevistarlo nuevamente, y antes de contestar, con gran parsimonia, pidió algunos números de El Imparcial. Una vez que los tuvo en sus manos, me señaló los reportazgos míos y me pidió una explicación por las afirmaciones que yo hacía en ellos. Desde luego se las di, ratificando que sus partidarios
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me habían asegurado no saber que el señor Madero era el actual Presidente, y que esperaban ayuda suya. A esto, el mismo licenciado Gómez convino en que lo ignoraban, pues a causa de los acontecimientos que se habían desarrollado desde el día 2 del actual, las comunicaciones se interrumpieron. Entonces se convenció de que no había actuado ligeramente y que había tenido en qué fundar mi información. Ya se había allanado esto, cuando llegó un “capitán” con otro ejemplar de El Imparcial, y advirtió al licenciado Gómez que yo llamaba a todos analfabetas, protestando contra ello, porque algunos juchitecos son instruídos. Pidieron nuevas explicaciones y yo pedí que se hiciera llamar a algunos de los individuos que había entrevistado, pero no fue posible que se presentaran. El señor doctor Dussart, que se hallaba presente, intervino, y levantándose rápidamente salió y discutió largamente con el licenciado Gómez y otros alzados. Después supe que había disuadido a algunos de ellos que se proponían castigarnos. El licenciado Gómez probablemente notó también esto, porque desde luego indicó a los alzados que pedían explicaciones, que siguieran al doctor Dussart. Al regresar, nos refirió la muerte del pagador del 30º Batallón, diciendo que se debió a una imprudencia suya, pues se le advirtió el peligro que corría; pero como el pueblo obra, no pudo impedir que perdiera la vida. Cuando hablaba así mi entrevistado, yo pensaba en mi interior: “si el pueblo obra así, saliendo de aquí no enviaré más noticias.” Sin embargo, creo que, cuando nos hubimos retirado, les indicó que nos respetaran, pues éramos representantes de la prensa. Yo le agradezco esto y me alegro de que se haya salvado nuestro amigo el señor González Soto. En el curso de la conversación que tuve con él [Che Gómez], me dijo que una de sus condiciones es la separación del señor Heliodoro Díaz Quintas, Secretario de Gobierno de Oaxaca, enemigo suyo. Después me manifestó que conoce perfectamente los propósitos de la gente de Rincón Antonio, y que es seguro que se evitará el atentado que se trata de cometer allí. Agregó que es injusto el encarcelamiento de don Guadalupe Ochoa, aprehendido en Rincón Antonio, y a quien se le imputan propósitos de volar los puentes del ferrocarril. Asegura que el señor Ochoa es ajeno por completo al movimiento; que los tres mil pesos que se le recogieron los destinaba a la compra de cabezas de ganado, y cree que será absuelto. Respecto a las luchas y combates que se han desarrollado en Juchitán, asegura que en ellas no se le han hecho más que catorce muertos y muy pocos heridos, desmintiendo que en el último combate tuviera nueve bajas. Juzga ineficaz la acción de los federales y, con una sonrisa un tanto irónica, nos mostró los trofeos que tiene de ellos: una corneta y una granada Mondragón, sin explotar, presentándonos al mismo tiempo al individuo junto al que cayó y la recogió. Dice dicha granada será llevada a México, poniéndola en manos del señor Presidente de la República. Por último, el licenciado Gómez manifiesta que los juchitecos están decepcionados con el señor Gobernador Juárez Maza, a quien le dieron diez mil votos, pagándoles éste, en cambio de ello, con una imposición. Cree que el Congreso no le hará responsable de nada, por no estar en funciones, ni haber cometido él delito alguno.
Refiriónos que días antes de la insurrección, lo llamó la Secretaría de Gobernación y el Congreso de Oaxaca, no habiendo aceptado por no convenirle. Actualmente está en espera de los pasaportes para partir rumbo a México.
El Imparcial publica el siguiente editorial: “El Gobierno de Oaxaca y el triunfo de la democracia”. Dolorosas noticias nos llegan de Oaxaca: el levantamiento “Juchiteco” tiene más importancia de lo que era, a simple vista, de suponerse; ya que hay ahí buen número de rebeldes alzados en armas, que luchan con el arrojo tradicional de una comarca de cuyo espíritu batallador e independiente nos dice con frecuencia la historia. Y lo serio del caso es que ese levantamiento pudiera convertirse en chispa que prendiese sobre un reguero de pólvora, tanto por esa característica a que aludimos del pueblo oaxaqueño, cuanto por el evidente descontento que se advierte en el campo de la política local. En Oaxaca existe efectivamente, un agudo malestar provocado por las imprudencias y torpezas del flamante Gobernador del Estado. A este propósito los hechos vienen a probar una vez más cómo los conflictos locales pueden fácilmente comprometer la paz y el crédito de la nación, dando a la pequeñez de un grano de arena las proporciones de una montaña. ¿Quién ignora que entre las causas que dieron origen al movimiento revolucionario, se encuentran esos conflictos locales, que comenzaron, como el de Oaxaca, siendo chispa, y se transformaron, más tarde, en hoguera que estuvo a punto de incendiar a toda la República? De ahí que juzguemos necesario examinar las razones de esos conflictos, estudiar las cuestiones políticas de los Estados analizando esos choques, que suelen ser algo más que “disputas de campanario”, sobre todo cuando, como en esta ocasión los choques se realizan en una entidad federativa de la importancia de Oaxaca, cuya serenidad, en el curso de los últimos acontecimientos, tanto contrasta con el empuje indiscutible de sus hijos. En Oaxaca, la tierra de juristas sutiles, el señor Juárez Maza ocupó la Primera Magistratura del Estado, saltando poco mañosamente por cierto, los rígidos impedimentos que a su elección oponía un terminante precepto de la constitución local. Se dijo, empero, que estábamos en días de resurgimiento democrático y que el candidato contaba con la mayoría de los sufragios de sus conciudadanos, que, real y efectivamente lo favorecían en los comicios; el señor Juárez Maza por su parte, trató de afianzar esta popularidad por medio de una propaganda de socialismo mal digerido, con qué, a falta suya, poblaron los espacios varios de sus heraldos vocingleros, cuyos discursos dieron origen a más de una protesta, al referirse a hombres del “antiguo régimen” para quienes los oaxaqueños tienen no solamente el amor al “terruño” sino el respeto emanente de la tradición y del recuerdo. Entre la Ley y la Democracia, alguna había de triunfar, y triunfó la Democracia. Se dijo. Entró, pues, al Gobierno el señor Juárez Maza con la simpatía de las clases populares, cuando menos, convencidas de que el nuevo gobernador iba a sacarlas de su condición humilde, a redimirlas de su pobreza y servidumbre. Las demás clases vieron al movimiento con desconfianza; comprendían que aquello no era serio y que únicamente el impulso de una “grillera mental” podía justificar aquel programa: pero de todas suertes, el programa no sólo era irrealizable, sino, peligroso, a su simple anuncio. Y sucedió lo que tenía que suceder y nos anunciaron las informaciones llegadas del Estado: a poco andar una comisión de indígenas solicitó al
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Sr. Juárez Maza la distribución de las prometidas “tierritas” y en no recordamos cuál Distrito, los habitantes se negaron a satisfacer sus impuestos, asegurando que así habían ellos entendido las promesas hechas por el nuevo gobernante.
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El mismo artículo reseña los disgustos que ha causado entre la clase popular de la ciudad de Oaxaca la modificación de los horarios de los locales donde se expende alcohol, considerándolo como un límite a la libertad, que no al alcoholismo —y como un serio revés a la economía de quienes viven del comercio mínimo realizado en estos tendajones mixtos. “¡Pobres de los pobres del Estado de Oaxaca!”, que ya ni siquiera pueden beber porque su gobernador lo juzga inmoral. Pero por imprudentes que parezcan todas estas disposiciones, ninguna como la del nombramiento de un jefe político de Juchitán, sin tomar en consideración la voluntad y los intereses de aquel Distrito. ¿Qué importan al señor Juárez Maza los intereses y la voluntad de esos ciudadanos? ¿No estamos en tiempo de democracia? ¡Pues aténganse los juchitecos a las altas y sobernas resoluciones del señor Gobernador del Estado de Oaxaca! ¡Que se conozca, señor, que hay gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo!¡Que se conozca que estamos en pleno régimen democrático! El problema político de Oaxaca es grave, y lo lamentamos, porque este problema complica notoriamente el político federal, que ya tiene [en]frente bastantes elementos adversos para sufrir, como está sufriendo, los desaciertos de un gobernante local, con todo su cortejo de sangre y desprestigio. El Estado de Oaxaca, indemne a la revolución, adolorido y triste, merece que se le trate con mayor consideración y respeto. Lo merece. 205 Zea defiende a la Cruz Roja y la Blanca Neutral de las calumnias, sin tomar partido en la contienda entre ambas instituciones por sobresalir y obtener la delantera por sus respectivos sacrificios: Es inexacto, como lo dijo “El Diario” el día 15, que los servicios de la Cruz Roja aquí se limitara a atender a los soldados federales. Soy testigo presencial de que los miembros de la brigada de esa Asociación abnegadamente, y no obstante los peligros, estuvieron en el campo de los rebeldes a impartir auxilios, y fueron los primeros en llegar a Unión Hidalgo a atender a los partidarios del licenciado Gómez. El día en que entrevisté al jefe de la sublevación, llegó allí el doctor Pavía a arreglar la manera de hacer más eficaces los auxilios para ambos contendientes. La “Roja”, lo mismo que la “Cruz Blanca”, se han portado de manera admirable […]. 206 En varios periódicos sale a relucir nuevamente Guadalupe Ochoa, de quien Gómez se había deslindado durante su entrevista, exonerándole de toda culpa o complicidad con los rebeldes. Las autoridades militares consignaron el día de ayer por conducto de la Secretaría de Justicia, al Procurador General de la Nación, quien a su vez lo consignó al Juez Primero de Distrito de esta capital, acusado de delito de sedición, a Guadalupe Ochoa, segundo cabecilla de los rebeldes que capitanea Che Gómez.
205. Tomado de El Correo del Sur, donde no se indica la fecha del artículo original. 206. El Imparcial.
Ochoa fue capturado en Juchitán por las Fuerzas Federales y al ser capturado se le halló una fuerte suma de dinero y algunas armas. El sedicioso fue internado en la Penitenciaría, donde quedó a disposición de las autoridades federales. 207
El Diario agrega información en nota de páginas interiores que, más que noticia, es alineación y postura ante el conflicto que todos ven venir, llamando ex-diputado a quien aún lo es. El ex-diputado Lic. José Gómez, que encabeza el movimiento, puso condiciones en extremo terminantes e inadmisibles al buen decoro del Gobierno del Estado, tales como la revocación del nombramiento del Jefe Político, que en la persona de don Enrique León se había hecho para el Distrito de Juchitán y el perdón completo y garantías para los sublevados que han devastado la población de Juchitán, al grado que son contados los edificios que quedan de pie. Se sabe que ya se hallan en esa región los Batallones 15, 18, 20 y 30 de Infantería, además de las fuerzas rurales auxiliares que manda el ex-maderista Rafael Tapia, pero se duda del completo éxito por ser más de seis mil los sublevados, a los que ayudan los vecinos de Ixtaltepec, Espinal, Zanatepec, etc. En El Imparcial aparece una nota relativa al descontento en Rincón Antonio al cual se refirió Zea durante la entrevista que tuvo con Gómez. No obstante que anoche llegué a hora inoportuna a esa estación, pude saber que antier se reunieron los principales vecinos de allí, y acordaron protestar enérgicamente contra las negociaciones entabladas por el Gobierno Federal con el jefe de la rebelión, licenciado José F. Gómez. La protesta que al efecto se levantó está calzada por más de doscientas firmas. Algunas personas de allí a quienes entrevisté, me manifestaron que el descontento es general y que es enteramente exacto que se han registrado los trenes que han arribado, para buscar al licenciado Gómez. Estas inquisiciones fueron suspendidas por las autoridades, cuando tuvieron aviso de lo que ocurría. En el estado de Oaxaca, el único conflicto grave ahora es el ingeniero Barrios. La Comandancia Militar de la ciudad de México recibió ayer órdenes para que una batería (cuatro cañones y su personal) del tercer Regimiento de Artillería, marchará rumbo al norte del estado de Oaxaca. En Tecomavaca se incorporará esta fuerza a las del General Eguía Lis, para proseguir las operaciones. Las piezas llevan una respetable dotación de cartuchos. Entre las noticias nacionales destacan: tropas americanas patrullan la frontera; Reyes declara que el Gobierno no cumple sus promesas. Cinco zapatistas fusilados en Cuautla; impiden su entrada a Puebla.
207. Nueva Era; otros diarios mencionan el hecho este día y los siguientes.
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19 de noviembre
La fiesta en paz
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Ni un telegrama, ni una noticia, ni un documento: El Diario y El Avance repiten: Juchitán que está pacificado y resuelto el conflicto.
La desconfianza se apodera de Juárez —y también de los partidarios de Che Gómez, tal y como lo cuentan Amado y Atonina. —Mario Palacios habló con Che Gómez y hasta lloró entonces Che Gómez. Y dijo: “compañeros, reúnanse, que les quiero hablar”. —¡Mira cómo son las cosas! —Decía Che Gómez: “Compañeros, ¡es el gobierno quien me manda llamar! —Mira qué cosa, ¡ay!, cómo son las cosas. ¡Qué pendejo fue el Che Gómez, no sabía lo que era política! —Era política. Claro que había algunos —como mi abuelito, que fue militar en la época de Porfirio Díaz— que sabían cómo iba a terminar todo. También lo sabían mi tío Remigio, don Leandro y otros más, que también fueron de Díaz. Ellos se le advirtieron: “Mira, licenciado, es política, te van a engañar estos hombres”. Y al paso del tiempo salió cierto lo que dijeron, porque a Che Gómez lo mataron. El Diario del Hogar continúa con su amplia relación de los hechos que; se extiende a lo largo de cuatro días. Lo incluimos completo como complemento del 8 de noviembre, día en que terminan de narrarse los hechos. El Diario informa, mediante su corresponsal en Oaxaca, que Barrios es conducido a la capital y ocho rebeldes más han sido capturados en Quiotepec. El tren de Puebla llega con un retraso de 5 horas. La noticias nacionales confirman la muerte de Eufemio Zapata. Vázquez Gómez considera nulas las elecciones, se declara Presidente Provisional. Declaran ley marcial en Torreón. Asamblea del Partido Liberal.
20 de noviembre
Nubarrones de soberanía
La prensa, en general, rebosa optimismo. Los periódicos anuncian que los rebeldes se han sometido y se desarmarán pacíficamente. Gómez se encuentra en Juchitán y
Aguilar será el próximo Jefe Político. Solamente El Imparcial nos informa del descontento de Juárez Maza con los arreglos entre José F. Gómez y el Gobierno Federal: el Gobernador sostiene al Enrique León como Jefe Político. Los documentos de los archivos continúan preparando la argumentación de los oaxaqueños en defensa de su soberanía.
Desde Oaxaca, el corresponsal El Diario considera terminado el levantamiento juchiteco. Parece que las negociaciones que se han iniciado en Juchitán con los revolucionarios van progresando, pues se ha acordado que un hermano de “Che” Gómez sea el Jefe Político de ese distrito del Estado, lo que parece que desean los revolucionarios.
El País también afirma que los juchitecos entran en un nuevo periodo de paz y prosperidad, y da por hecho que habrá plebiscito, lo cual no es el procedimiento estipulado por la Constitución de Oaxaca para nombrar a los jefes políticos. Los alzados del Istmo estuvieron conformes en someterse al Gobierno siempre que se respete el voto popular. Se anuncia un periodo de calma y de prosperidad en esta región, pues el día de hoy el pueblo ha depuesto sus armas y se prepara a marchar a sus hogares y dedicarse a trabajar. El desarme ha sido pacíficamente, y hasta estos momentos no se ha registrado el menor incidente desagradable. El licenciado Gómez, que era el jefe del movimiento en este rumbo, ha salido de ésta [Juchitán] para dirigirse a esa capital, acatando una orden que recibió del señor Presidente de la República, quien lo ha llamado para conferenciar con él y tratar los asuntos relativos a la alteración del orden en estos rumbos. Las fuerzas federales han conservado una actitud prudente y por este motivo el pueblo se ha sometido, sin hacer manifestaciones de hostilidad, pues ya se sabe que la causa del disturbio, que era el Jefe Político, se quitará nombrando a una persona de las que tienen popularidad por estos rumbos. Se cree que el C. Gobernador del Estado nombre de hoy a mañana al general Cándido Aguilar para ocupar el puesto de Jefe Político y entonces renacerá la calma completamente. N. de la R.— El anterior mensaje ha sido confirmado por uno que recibimos del señor General Gabriel Gavira. El señor Enrique Lobato, director de la campaña de Aguilar en Veracruz, muestra al corresponsal de El Diario en Orizaba un telegrama, enviado por los negociadores: La situación en Juchitán ha sido dominada. El Ferrocarril Pan-Americano reanuda su servicio. Se hacen activamente las reparaciones de las líneas telegráficas que fueron destruidas. Las familias ya tranquilizadas regresan a sus hogares. El Lic. José Gómez se presentará al señor Presidente de la República. El pueblo, deseoso de paz, nos recibe entusiastamente. Gabriel Gavira y Cándido Aguilar.
Sin embargo, el Gobernador no considera válidas las negociaciones ni acata los acuerdos que pregona la prensa. Estos documentos se entrecruzan entre el Jefe Político de Juchitán y el Gobernador del Estado. León informa a Juárez de la situación:
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Juchitán, el 20 de noviembre de 1911. Al Gobernador del Estado Oaxaca: Ayer reuniéronse rebeldes a inmediaciones población para tratar asunto Jefe Político, esperan órdenes ese Gobierno. Según constancias oficiales que obran por el General Jefe de las armas, Gavira fue ante ésa para tratar negociaciones paz. 234
Oaxaca, el 20 de noviembre de 1911. Sr. Jefe Político, Enrique León: Me dice Gavira que pueblo está en gotera de ésa, ciudadanos desarmados esperando volver a sus hogares; infórmeme sobre el particular con la urgencia que el caso requiere y dicte desde luego determinaciones para aliviar, en caso sea posible, esa situación. Benito Juárez
Juchitán, el 20 de noviembre de 1911. Al C. Gobernador del Estado: Grupos de gente alzada son los que encuéntranse a inmediaciones población y se les ha comunicado por Jefe Armas, que pueden volver hogares desarmados y se les darán garantías. Enrique León Nota manuscrita para telegrama cifrado de León a Benito Juárez o Heliodoro Díaz Quintas: Grupos gente alzada que rodea Gómez a inmediaciones ésta no se disolverán sino cuando tome posesión Jefatura persona aceptada por ellos y mismo Gómez no saldrá Distrito sino cuando tenga efecto ese cambio. Ésta es la situación. 208
Los mensajes de Juárez son contradictorios. Primero le ordena a León que renuncie y permanezca al frente de la Jefatura, con otros funcionarios. Luego da contraorden. Se nombrarán, sin que asuman su cargo, varios Jefes políticos para Juchitán. León continúa en el puesto hasta el año siguiente. Comprendiendo difícil de su situación en ésa, deseando recompensar sus servicios y hasta donde es posible demostrar que no se trata de una imposición ni de sostener un capricho, renuncie usted por telégrafo la Jefatura, permanezca en ella hasta que se le ordene su entrega por este Gobierno al nuevamente nombrado y espere órdenes para lo demás. Conteste inmediatamente y con telegrama urgente. Benito Juárez 209 La situación era grave, ya que el juez civil Gregorio Robles envía a León, desde Estación San Gerónimo, el siguiente mensaje donde anuncia su regreso a Juchitán: Aunque temeroso de atentado, porque sé que estación agloméranse sublevados, marcharé mañana para continuar al frente oficina. 210 En cambio el cónsul de Salina Cruz, Lewis W. Haskell, parece compartir el optimismo de la prensa al escribir a Washington este día:
208. AJFG docs. 32, 30, 31 y 33. 209. AJFG doc. 34. Telegrama cifrado y transcripción. 210. AJFG doc. 29.
Me honra informarle que los problemas en Juchitán y zonas aledañas, actualmente, se encuentran en vías de arreglo. Han cesado las hostilidades y en opinión de personas bien informadas, la gente depondrá las armas y volverá a sus hogares amparados por la amnistía que se le concederá y la promesa de consulta para la elección de un Jefe Político (Prefecto) reconocido. Asimismo, fuentes fidedignas informan que José Gómez, líder de las fuerzas rebeldes, saldrá esta noche a la ciudad de México para conferenciar con el Presidente, con miras a arreglar definitivamente del conflicto. 211
Otra contienda ha comenzado. Un fantasma de soberanía recorre el Valle. Aunque la prensa pregona que hay paz, se entreven nubarrones que anuncian la tempestad en algunos fragmentos de El Imparcial, donde Zea repiten las mismas noticias que otros diarios, entreveradas con anécdotas. Sin embargo, el encabezado de ese día contiene una novedad, que contradice el telegrama en clave que Juárez envió a León el mismo día, pidiéndole su renuncia: “El Gob. de Oaxaca desconoce los arreglos entablados con Gómez. La Situación en Juchitán vuelve a agravarse. El señor Juárez Maza sostendrá en aquel Distrito al Jefe Político cuyo nombramiento ha provocado los sangrientos disturbios.” El licenciado José F. Gómez y el jefe ex-revolucionario Gabriel Gavira, comisionado del Gobierno, acordaron recomendar en el plebiscito al jefe ex-revolucionario Cándido Aguilar para el cargo de Jefe Político del Distrito. Casi se había aceptado la proposición como transacción del momento, dando así una tregua a la tremenda hecatombe; pero una parte de los vecinos la rechazaron, juzgando que habían sido inútiles los sacrificios y las pérdidas de vidas e intereses, para caer nuevamente en otra imposición. […] El Gobernador don Benito Juárez parece que no tenía noticias de las gestiones de los comisionados, pues se dirigió al general don Telésforo Merodio, Jefe de la Zona Militar, para ponerse de acuerdo con el Jefe Político, señor León, y evitar toda propaganda. El general Merodio le contestó, manifestándole el motivo de la presencia de los jefes Gavira y Aguilar. Las dos terceras partes de los pueblos del Distrito han protestado, pues consideran que el nombramiento de Jefe Político por los revolucionarios juchitecos es una intromisión ilegal en las facultades del Gobernador del Estado, que, usando de éstas, nombró a don Enrique León para encargarse de la Jefatura. Alegan también que la Jefatura no es sólo de la ciudad de Juchitán, sino de todo el Distrito de su nombre. De fuente fidedigna sé que el Gobernador señor Juárez no acepta los arreglos que se han llevado a cabo y que está dispuesto a sostener al señor León, defendiendo así, según dice, la soberanía del Estado y la ley constitucional. Contestando al telegrama que le dirigieron numerosas personas del Istmo y que transcribí ayer, dice el señor Juárez que las bases que aquel Gobierno tiene para hacer la paz son muy distintas a las acordadas por Gavira. Los pueblos que han permanecido fieles al Gobierno acusan al licenciado Gómez de haber provocado el conflicto sólo por un capricho, como lo prueba el hecho de aceptar el nombramiento de Cándido Aguilar, que es aquí tan desconocido como el señor León.
211. Informes al Departamento de Estado.
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La gente de orden, ajena a la política, anhela que haya pronto una radical solución del asunto, pues de continuar la situación actual, traerá muy graves consecuencias. El tráfico del Ferrocarril Panamericano, se ha seguido sosteniendo, debido a la energía desplegada por el Gerente, Mr. W. B. Ryan, que no ha omitido esfuerzo para que los trenes sigan corriendo. La Compañía se ha visto obligada a pagar, además de los seguros ordinarios, seguros de guerra, por las mercancías que conduce. El comercio de la región ya comienza a resentir los perjuicios que trajo consigo esta anómala situación, que en caso de seguirse prolongando, hará que la desconfianza acrezca en el mundo de los negocios. El licenciado Gómez, jefe de la sublevación juchiteca, saldrá de esta población hoy o mañana, pues aún no se fija fecha definitiva para su marcha. Hoy llegaron a esta población los soldados federales convalecientes de las heridas que recibieron en los combates de Juchitán. Se les hizo aquí una cariñosa recepción. Al preguntarles algunos detalles de la refriega en que tomaron parte, ingenuamente refiriéronlos, diciendo que, cuando llegó el momento en que se les estaban agotando las municiones, todos estaban dispuestos a reservarse el último cartucho para ellos, antes que ser víctimas de los asaltantes, si caían en su poder.
Nadie ha logrado desentrañar la verdad sobre el mítico cañón, —avanzado o no, disparado o quieto— tomado por los juchitecos según las diferentes fuentes, narrador, bando o filiaciones de los testigos. Ha causado extrañeza la noticia publicada por un periódico, acerca de que los juchitecos habían llevado a cabo la hazaña de tomar un cañón de los federales. Testigos presenciales de lo ocurrido, desmienten tal cosa, pues nadie negará que las últimas acciones libradas en la ciudad citada, fueron verdaderos triunfos para el Ejército. Los disparos de la artillería fueron los que resolvieron favorablemente la acción. Las notas nacionales anuncian que Blanquet está en Cuernavaca, donde fue agasajado con un banquete. Fue rehabilitado el General Delgado, y comisionado a Rurales, tras quince años de cárcel. Manifestación del Partido Constitucional Progresista, presidido por Gustavo Madero. Huelga de costureras.
21 de noviembre
No hay ni necesidad de practicar una averiguación
La situación sigue igual: federales y rebeldes esperan en Juchitán. El Gobernador no ha ratificado ni rechazado la propuesta de nuevo jefe político: la prensa, este día, da por jefes políticos a León, Aguilar y Jara. Zea es el único corresponsal que aún permanece en el Istmo; entrevista a Gavira, a Mario Palacios y al General Merodio. El Imparcial es el único periódico que sigue publicando notas largas y dándole relevancia al conflicto.
Juárez Maza responde, rebosante de indignación, al ministro de Guerra y Marina, José González Salas desacreditando a un licenciado —aunque supongo que es Gómez, podría tratarse de algún otro, pero no parece que nadie más le haya irritado con tan destemplada cólera —excepto un ingeniero. Oaxaca de Juárez, a 21 de noviembre de 1911 Señor General Don José González Salas Ministro de Guerra y Marina México, D.F. Muy estimado y fino amigo: Está en mi poder su apreciable grata de fecha 18 del actual así como la carta que me acompaña y conforme a sus deseos se la devuelvo. No le quepa a Ud. duda que es cierto lo que le dicen en dicha carta. Antes de venir a encargarme del Gobierno le di informes amplios sobre el Lic. a que se refieren al Sr. ex-Presidente de la República Don Francisco León de la Barra, al Señor Don Ernesto Madero y Señor Emilio Vázquez Gómez entonces Ministro de Gobernación diciéndoles que era indispensable separarlo de aquí lo más pronto posible. Hasta más les llegué a proponer como candidato al Lic. Cutberto Castellanos. No hay ni necesidad de practicar una averiguación pues es público y notorio que increpa duramente al actual régimen del Gobierno tanto del Estado como al Federal. La traición, el jesuitismo y la cobardía han sido las características de este sujeto. Fue educado por los clericales y por consecuencia es creación de ellos muy protegido del Señor Emilio Pimentel y de los científicos a cuya sombra ha hecho un buen capital; de modo que es científico-clerical. Por todo lo expuesto soy de opinión que lo nulifiquen y si es posible que lo castiguen severamente. Tiene Ud. razón en fijarse en este asunto tanto más cuanto que el puesto que ocupa el abogado de que hablamos se presta mucho a la intriga. Sin más quedo como siempre a sus estimables órdenes como su atento amigo y afectísimo seguro servidor. 212
A lo largo de este mes y los siguientes los archivos recogen las declaraciones de varios ciudadanos sobre sus pérdidas y solicitudes de indemnización, como parte de los cargos imputados a los rebeldes. Como se ve en El Imparcial ya comienzan los reclamos. Los comerciantes y vecinos que no tomaron parte en Juchitán en el último movimiento de rebelión, han iniciado ya las gestiones respectivas para pedir que se les indemnice de los daños y perjuicios que sufrieron. La señora Rosaura Cerqueda reclama la cantidad de treinta mil pesos y se sabe, además, que los cónsules español y americano harán minuciosas investigaciones sobre la muerte de dos súbditos de esas nacionalidades.
Dos telegramas de esta fecha hacen suponer reestablecida la normalidad, pues los ausentes comienzan trámites necesarios para el retorno; los reclamos son más rápidos que cualquier reconstrucción. Oaxaca, 21 de noviembre de 1911 Sr. Jefe Político del Distrito
212. ABJM 4-198 y 199v.
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Dejé allí abandonadas casa comercial y habitación siéndome [im]posible por revolución ir a cuidarlas; suplícole mandar protegerlas. Agradeceré eficaz servicio. Contestación pagada. Maclovio Salinas
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Tapachula, Chiapas, 21 de noviembre de 1911 El señor Jefe Político (o Presidente) Juchitán, Oax. Estimado Señor mío: En conexión con el triste acontecimiento de la muerte del ciudadano americano Abel George Shepard, la noche del 4 del mes en curso, durante el ataque por los sublevados al hotel, como el arreglo de los negocios del finado están [sic] en mis manos, he de merecer a Ud. tuviera la bondad de enviarme lo más pronto posible un certificado de la muerte de dicha persona para ayudarme en llenar los requisitos prescritos por la Ley. Me permito participar a Ud. las más cumplidas gracias por este servicio, que me será de muchísimo valor en arreglar este asunto tan sentido por todos. Sin más por ahora me es grato suscribirme como su más atto. y S. S. E. A. Lesher. Vice y Suplente Cónsul Americano 213
El Imparcial es escéptico ante la euforia generalizada; su información de Oaxaca proviene de los altos círculos políticos. En consecuencia, cabecea: “Sigue grave la cuestión de Juchitán. Hasta estos momentos, que son las cuatro de la tarde, la situación de Juchitán sigue igual”. El Gobernador, señor Juárez Maza, ni ha reconocido ni ha aprobado el nombramiento del Jefe Cándido Aguilar, para el cargo de Jefe Político del Distrito, y en dicho puesto sigue funcionando el señor don Enrique León. El Lic. Gómez, con un numeroso grupo de sus partidarios, ocupa la estación de Juchitán en espera de la resolución definitiva del Gobierno, para marchar. Muchos de sus partidarios, que han combatido bravamente, resistiendo con el estoicismo propio de su raza, más de quince días de privaciones, carecen de hogar y víveres y se hallan extenuados y rendidos, lo que los ha obligado a emprender el regreso a sus hogares. Por su parte, los heroicos soldados federales siguen sosteniéndose en las posiciones que ocupan en el pueblo. Acuartelados día y noche, se hallan en constante alerta para obrar de acuerdo a las instrucciones que reciban. Se dice que han comenzado a faltarles algunos artículos de primera necesidad, no obstante lo cual, su ánimo no flaquea. Se sabe que la Legislatura de Oaxaca ha desaforado al Lic. Gómez y lo enjuiciará por los acontecimientos de Juchitán. Con este motivo, se rumora que esto podrá impedir que el jefe de los sublevados se resuelva a marchar a la capital de la República El licenciado Gómez ha pedido al jefe de la fuerza federal que los rurales patrullen las calles de Juchitán, con objeto de evitar que se registren desmanes. El licenciado Gómez, personalmente, hizo aprehender hoy a dos individuos que llegaron a esta estación, trayendo grandes bultos de mercancías y quienes no pu-
213. AJFG docs. 35 y 95.
dieron explicar la procedencia de éstas, manifestando únicamente que la necesidad los había obligado a delinquir. Algunas personas reconocieron a los detenidos como personas honradas. Sobre el pueblo de Juchitán, viril, laborioso y progresista, se extiende el manto de la tristeza. Cuantas personas se ven obligadas a ir a la población, regresan penosamente impresionadas con la condición a que han venido a quedar reducidos sus habitantes, a causa de los recientes acontecimientos que han ensangrentado su suelo, y todos se preguntan hasta cuándo se prolongará la situación.
Mario Palacios, en la ciudad de México, accede dar una entrevista a este diario; pagará cara cada una de sus palabras a la hora de su detención, días más tarde —la arrogancia es mala consejera. “El señor Gobernador Juárez no hizo aprecio de las indicaciones que le hice respecto del nombramiento del Jefe Político de Juchitán, creyendo seguramente que el licenciado Gómez no tenía de su parte a todo aquel pueblo”. El señor Mario Palacios, de la familia del licenciado Gómez, llegó ayer a México, y en una conversación que tuvo con nosotros nos manifestó lo que dejamos asentado anteriormente. “Yo hablé, dice, con el licenciado Díaz Quintas, manifestándole la necesidad de que enviara al Istmo a un juchiteco, para que preguntara al pueblo a quién querían que nombraran Jefe Político. El licenciado Díaz me prometió enviar al licenciado Gerardo Toledo para que conferenciara con los juchitecos; pero al día siguiente, se supo en Oaxaca de manera oficial que había sido designado don Enrique León. Yo avisé, por medio de un telegrama, al licenciado José Gómez el nombramiento aludido, y el pueblo de Juchitán se indignó, porque no se consultaba su voluntad previamente.” El Imparcial analiza, también desde la capital, los términos de las negociaciones con los comisionados de paz: Una de las condiciones que ha impuesto el licenciado José F. Gómez para deponer las armas, es la salida de las fuerzas federales, que con tanto acierto han operado en Juchitán, derrotando a los alzados. Pero esta condición no se aceptará, pues el Gobierno estima que la presencia de las fuerzas federales en la novena Zona es necesaria. Por el contrario, el general Telésforo Merodio ha recibido amplísimas instrucciones de la Secretaría de Guerra, para que libremente opere con sus fuerzas en la forma que le parezca más apropiada y que encuentre de resultados más efectivos. Se espera la llegada del licenciado Gómez, para que las conferencias den principio; pero desde hoy se sabe que los soldados permanecerán en la región del Istmo. Zea habla con Gavira en el Istmo. En una breve entrevista que celebré hoy con el jefe ex-revolucionario Gabriel Gavira, comisionado de paz, me manifestó que injustificadamente se acusa al señor Presidente de la República de haber mostrado debilidad con respecto al asunto de Juchitán. Las fuerzas federales no saldrán de esta región hasta que no se haya logrado su completa pacificación, a pesar de que el licenciado Gómez, jefe de la rebelión, pide lo contrario.
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Agregó que los arreglos y bases definitivos para la pacificación, serán tratados en México entre el licenciado Gómez y el señor Madero, personalmente, en tanto que el Gobierno del Centro se pondrá de acuerdo con el Gobernador, señor Juárez Maza, para que éste nombre como Jefe Político a Cándido Aguilar y sea removido el señor León. Aguilar ha sido aceptado por los sublevados con el carácter de provisional, y tan luego como tome posesión de su encargo, los rebeldes dejarán las armas para entrar pacíficamente en Juchitán. Terminó el señor Gavira diciéndome: “los alzados me han protestado repetidamente su adhesión al Gobierno constituido y prometen ayudar a Cándido Aguilar en su gestión administrativa. Después de la tremenda lucha que acaban de sostener, están deseosos de volver a sus hogares y hacer la paz”. Los comisionados Gavira y Aguilar se muestran satisfechos de la conducta prudente y enérgica de los jefes y fuerzas federales, que tan eficientemente han ayudado a la pacificación de la comarca. Cree el señor Gavira que es indispensable que al conocer el Gobernador Juárez la verdadera situación de Juchitán y las bases convenidas con los sublevados, no se seguirá oponiendo a los arreglos, y aceptará los convenios, facilitando la gestión de los comisionados.
Otras noticias que anota Zea: Acaba de llegar a esta población un mozo que acompañaba al cura de Ixhuatán, don Cayetano González, que fue asesinado por los rebeldes. El mozo de referencia cuenta horrorizado lo que vio, y pinta con colores sombríos el cuadro trágico que le tocó presenciar cuando fue asesinado el párroco de referencia. Ha quedado como Secretario de la Jefatura Política de Juchitán, el ex-revolucionario Heriberto Jara, que vino con Gabriel Gavira y Cándido Aguilar. El General Merodio me informó que como el señor León no tiene orden de entregar la Jefatura a nadie, le ha indicado que en tanto la reciba, se traslade a San Jerónimo. También me manifestó el jefe citado, que ignora si los comisionados de paz están recogiendo armas a los sublevados, y que si las remitirá él a México. Nada se le ha comunicado sobre el particular, y ha dado órdenes al coronel Valdés que no permita por ningún motivo la entrada de gente armada a Juchitán. Los juchitecos preparaban para hoy una manifestación de adhesión al Gobierno, y pidieron que fuera encabezada por el jefe Cándido Aguilar. Se han recibido informes de las autoridades de los pueblos que se habían levantado en armas, que los sublevados comienzan en gran número a regresar pacíficamente a sus hogares. Correo del Sur repite notas de la prensa nacional aparecidas en días anteriores —será nombrado jefe político un hermano del Che— y es el único que añade una noticia que indica su muy próxima relación con el Gobernador. Enrique León ha renunciado para evitar ser pretexto de mayores disturbios. Juárez Maza ha manifestado no aceptar estas condiciones y que hará valer la dignidad y soberanía del Estado.
Diario del Hogar continúa con la interesante reseña global, comenzada hace en varios días. A pesar de que firma Luis Rodríguez Contreras, es evidente que los enemi-
gos del licenciado Gómez le dictan nombres, lugares y anécdotas y datos que sólo ellos conocen, previos a su entrada al cuartel de Juchitán, con los heroicos soldados, en los primeros días del mes. Acusa a el líder rebelde de haber engañado a la gente en junio, diciendo que Francisco León venía como Jefe Político, no como observador. De allí las confusiones futuras con su homónimo. Los seguidores del Che, son llamados “la indiada” y las acciones de su héroe “opresión, despojo, crímenes, fraude y promesas vanas de tierras y salinas”. Comparte con otros periodistas, la impudicia y la vanidad; reproduce una constancia de su estadía y valor durante los hechos que reseña. Hay otros conflictos en Oaxaca: Villa Alta se encuentra indignado por el nombramiento de Sixto Martínez, antiguo Alcalde de la cárcel, como Jefe Político. Los villaltecos han enviado una nota terminante al Gobierno, manifestándole que si no retiran al Jefe Político nombrado el pueblo lo quitará. Igual descontento existe en los Distritos de Miahuatlán y Etla.
22 de noviembre
La gente sensata de la Nación me hará justicia
Impasse total: mirándose unos a otros, en el mismo campo de batalla, los rebeldes y los federales necesitan poca provocación para comenzar nuevamente los enfrentamientos. Vuelven las brigadas de la Cruz Roja a la ciudad de México. No se llama a Gómez a la capital — se encuentra en Juchitán—, pues aún no hay un arreglo entre Madero y Juárez Maza —quien considera invadidas sus esferas de decisión como Gobernador. Se empieza a perfilar, por los telegramas de Oaxaca, que Juárez no aceptará fácilmente que se negocie con Che Gómez, y no acepta las recomendaciones de Calero ni de Castellanos. Sin embargo, aún busca cómo sustituir a León.
El Diario, anuncia escuetamente: …los asuntos de Juchitán que ya parecían haberse solucionado satisfactoriamente, vuelven a agriarse con motivo de que el Gobierno del Estado cree, según parece, que se ha lesionado su soberanía por la participación que tomó la Federación, con objeto de sofocar los cruentos acontecimientos que todavía están frescos en la memoria de todos los habitantes de la República. “El Lic. Gómez está cansado de esperar. Las hostilidades se reanudarán en Juchitán si se retarda la contestación del Gobierno”, cabecea El Imparcial El licenciado Gómez, jefe de los sublevados juchitecos, se dirigió al C. Presidente de la República, quejándose de que las tropas federales atacaban a los vecinos inermes e indefensos. Transcrita la queja susodicha al general Merodio, Jefe de la Zona, éste protestó enérgicamente contra tal imputación, diciendo que sus soldados son
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subordinados y obedientes y que se les ha ordenado que no ataquen y sólo se defiendan en caso de ser agredidos. Todos ellos han obedecido estrictamente esas órdenes. Los últimos tiroteos, de que di cuenta oportunamente, fueron iniciados por los rebeldes. Gustavo Arévalo, oficial de los rurales que manda Gabriel Hernández dice que el licenciado Gómez manifestó ayer que sólo espera la contestación del señor Madero para salir. Los comerciantes y los industriales siguen resintiendo grandes perjuicios. La cervecería del Istmo, que tenía el principal mercado en la región juchiteca, ha suspendido parte de sus productos, reportando serias pérdidas. Las filas de los sublevados siguen mermándose. La situación continúa indecisa. El Gobernador señor Juárez se sostiene en apoyar al jefe León y desconoce a Cándido Aguilar. El señor licenciado Gómez, por su parte, se sostiene en su propósito también, pidiendo la remoción de aquél. El pueblo de Guevea, Distrito de Tehuantepec, sufrió un ataque y fue tomada por sesenta hombres armados capitaneados por Onofre Guzmán, de quien se dice está autorizado por el Jefe Político de Tehuantepec para reclutar gente. Los habitantes amenazan: si no se retira el rebelde y se le enjuicia, “tomarán las armas, para lo cual cien vecinos armados se han reunido ya”. […] En el rancho de San Juan, que dista de esta población sólo un kilómetro, se han visto llegar grupos de sospechosos que se reconcentran. La brigada de la Cruz Roja, integrada por los señores doctores don Joaquín G. Vargas, Juan M. Cadena y Miguel Pavía, salió para esa capital, considerando terminada su misión aquí. Para despedir a sus miembros, se les ofreció un banquete por distinguidas personas, encomiándose su labor, que se ha hecho acreedora a justos elogios. Según datos oficiales, la Cruz Roja, en compañía de la Blanca, asistió doscientos cincuenta y nueve heridos, incinerando más de cien cadáveres.
En el archivo de José F. Gómez, León responde al compungido Maclovio Salinas: “Casa de Ud. después acontecimientos encontróse abierta y fue mandada cerrar por autoridad.”214 Juárez Maza al parecer duda o cede; explora la posibilidad de otros posibles candidatos a Jefes Políticos y solicita información sobre Pablo Pineda. Dígame inmediata y urgentemente esta vía si Pablo Pineda, Presidente Municipal, es capaz afrontar situación y es hombre de energía capaz de confiarle Jefatura por ministerio de ley. León le responde: Persona a que refiérese en su mensaje de hoy es reputado como hombre honrado y en su cargo de Presidente Municipal interino ha demostrado actividad, energía y buen juicio. 215 En cambio, en los documentos de su archivo, vemos que Juárez no está dispuesto a transigir, decoroso y airado responde a Calero, a quien había escrito para que estuviera pendiente de las acusaciones contra Gómez que le envió con su emisario Chapital.
214. AJFG doc. 36. 215. AJFG doc. 37 y 38. Telegrama urgente cifrado con transcripción y nota para telegrama.
Al parecer, el Ministro le propone alguna negociación que le parece una afrenta y no accede —la adivinamos apenas en un telegrama con palabras cifradas sin la traducción correspondiente. 22 de noviembre de 1911 Lic. Don Manuel Calero Ministro de Relaciones México, D.F. Había detenido la contestación de su mensaje porque quise agotar, hasta donde fuera dable, los medios prudentes y racionales para resolver la cuestión de que Ud. me trata. Excúseme que no estime yo que deba hacerse ----- porque ese sacrificio no me pertenece, sino que corresponde al Estado a quien inmolaría sin facultad alguna, tanto más, cuanto que hoy la Legislatura reunida, la prensa de todos matices y la opinión de las clases pensantes, me exige a una vez, que haga respetar la -----. Tampoco personalmente pudo hacer caso omiso de los deberes contraídos, porque pesa sobre mí un nombre que lleva en sí tradiciones que es imposible que yo tuerza. Permítome hacer un llamamiento a ----- por los principios para que --- y si el caso presentase, exigiendo un respeto muy debido y la declinación de pretensiones que --- y que --- traerán como consecuencia, una dura apreciación ---. Hasta hoy yo sólo he sostenido lo que está en mis facultades con arreglo a la ley, lo que la opinión me exige, lo que la salud de la República reclama y lo que, por humanidad y en el terreno de la estricta justicia, debe hacerse, porque no sería nada decoroso que se admitiera tras de los crímenes cometidos, la más sangrienta de las burlas. 216
Su amigo, Abraham Castellanos, propone que de una vez por todas suprima la Jefatura, y el gobernador le responde: Señor Abraham Castellanos 3ª de Atzcapotzalco 3.- México, D.F. Estimado amigo: Enterado de su carta fecha 20 del corriente, le doy a Ud. expresivas gracias por todas sus oportunas indicaciones, de las que ya he tomado debida nota. Respecto del Consejo que me da de suprimir la Jefatura Política de Juchitán y dejar al Municipio con amplias facultades, es éste un asunto muy delicado que se está estudiando para implantarlo en el Estado y tendré presente lo que me manifiesta con relación al Distrito de Nochixtlán. Sin más por ahora, sabe que soy su amigo afectísimo y seguro servidor. Benito Juárez (rúbrica) 217
El tono de la carta a Gregorio Ponce de León anticipa el que usará el resto del mes: de dignidad legal ofendida, con mayestática y serena mirada dirigida al horizonte —como lo preconiza su insigne padre desde todas las estatuas, billetes y efigies. La prensa, y el señor Madero, le hacen lo que el viento… Son en mi poder sus dos gratas de 18 y 19 del mes actual y tengo el gusto de contestarlas. Tiene Ud. razón en lo que me dice en la primera, que los ataques que me dirige la Prensa periódica de esa Capital, no obedecen más que a la mala voluntad de mis
216. ABJM 4-221 y 222v. Nota. Clave que se usó en la Secretaría de Justicia. 217. ABJM 3-286.
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gratuitos enemigos. Tengo la conciencia tranquila de haber cumplido con mi deber y en la órbita de mis facultades, con la dignidad y el decoro que corresponden al Estado y también a mí como gobernante. Ya publicaré con acopio de datos y documentos fehacientes, todo lo que se relaciona con los asuntos últimamente acaecidos en Juchitán y espero con toda fe que la gente sensata de la Nación me hará justicia. Celebro, como ya se dijo, que haya surgido nuevamente al estadío de la Prensa, su interesante periódico y que su éxito sea brillante y le agradezco los servicios que en él me ofrece. Hágame favor de decirme cómo se llama su inteligente amigo y compañero que me dice desea recibirse de abogado, para enviarle la recomendación de referencia, pues varios me han escrito en ese sentido. Le deseo todo bien y prosperidades, su atento amigo y afectísimo seguro servidor. 218
El Avance de Oaxaca afirma que aunque algunos periódicos asientan que la situación de Juchitán sigue grave, el Ministerio de Guerra declara lo contrario: existen pocas partidas de rebeldes y muchos de ellos, deseosos de regresar a sus hogares, entran a la ciudad haciendo entrega de su arma. El Correo del Sur reseña la visita de una comisión de oaxaqueños a México; Gurrión expresa la contradicción latente: Madero quiere controlar la política del Estado para no tener un foco permanente de descontento, Juárez se niega a ceder siquiera un ápice de su autoridad como Gobernador. Ha [sic] llegado a la capital el Sr. Profesor Adolfo Gurrión y su hermano quienes serán recibidos por el Presidente de la República para tratar asuntos de Juchitán. Aún no se soluciona bien este conflicto porque se insiste en que sea un revolucionario maderista el Jefe político porque el centro que ha visto un lugar peligroso en el Estado de Oaxaca y por otra parte porque el Gobernador de dicho Estado quiere a todo trance que su Jefe Político sea el designado por él, para conseguir esto vinieron personas de Oaxaca que dirigen las negociaciones aquí mismo. La situación de Oaxaca se admite que no es buena y se nota que por todas partes hay marcada agitación.
La corresponsalía oaxaqueña de El Diario reporta disturbios en tres pueblos de Etla, contra quienes se envían cien serranos y un piquete de artillería. En la capital del Estado, un tren atrasado da lugar a “fantasiosas especulaciones”. El Avance de Oaxaca ofrece una nota donde recalca la importancia económica de Salina Cruz. En la República, se afirma que Reyes no se ha alzado, pues sigue en San Antonio. Orozco ofrece pelear contra todo levantamiento en el Norte. Calero afirma que el reyismo fracasará. Se rinde el instigador de Zapata, Montaño. Banderas sigue alzado en Sinaloa, se le invita a deponer las armas. Se discute en la Cámara de Diputados una ley de garantías a empleados civiles.
218. ABJM 4-279v.
23 de noviembre
Que no vuelva/No prestará ayuda al Jefe Político sin orden de la Secretaría de Guerra
Ya no queda ningún reportero en el Istmo, salvo Zea, todas las noticias directas de Juchitán de los demás diarios derivan de El Imparcial.219 Nueva Era anuncia el fin de hostilidades y la llegada a la capital al día siguiente de Che Gómez. Los principales jefes rebeldes esperan noticias para dirigirse a Oaxaca y conferenciar con el Gobernador. Se considera que los asuntos de Juchitán ya están resueltos. La manera de solucionar este conflicto es esencial para resolver otros semejantes, ya sea en el Estado o en el país. Che Gómez se retira de Juchitán, regresa a Unión Hidalgo. Se anuncia nuevamente en la prensa la renuncia de León. Se informa de la consignación de Ochoa y su declaración en la Penitenciaría de la ciudad de México. Se reúnen los documentos para argumentar la impugnación a las negociaciones que Juárez enviará al día siguiente en la Cámara de Oaxaca; son abundantes. Merodio también muestra a Zea una nota del día anterior con los reclamos de Pablo Pineda, publicada bajo el encabezado “Que no vuelva el Lic. Gómez a Juchitán”: Al iniciarse el levantamiento ocurrido en esta región, la mayoría de los regidores del Ayuntamiento de Juchitán abandonaron sus puestos, uniéndose a los levantados. Con este motivo, el primer acto del Jefe Político, señor León, fue organizar una corporación con vecinos caracterizados, la cual ha funcionado hasta ahora. Los nuevos regidores han dirigido al señor General Merodio el siguiente telegrama: “El Ayuntamiento, nuevamente constituido, le suplica atentamente se sirva influir con el Gobierno Federal, a fin de que el licenciado Gómez no vuelva a ésta. Debido a la intervención del señor Gavira, se encuentra esta región en el estado actual. “Revisados los archivos del Ayuntamiento y la caja de la Tesorería, vimos que aquél estaba destruído totalmente y en ésta no se encontró un solo centavo, sin embargo de que existían, según cortes de caja, cinco mil pesos. “Le rogamos intervenga cerca del Gobierno para que subsane estas faltas. El pueblo pacífico se halla alarmadísimo, pues se dice que el señor Gavira y el licenciado Gómez impondrán un Jefe Político, con lo cual no se conforma el pueblo ni el Ayuntamiento”.— Firmado, Presidente Municipal P. Pineda.” El señor General Merodio me manifestó que se había limitado a transcribirlo. La admiración de Zea por Merodio es inquebrantable. La conducta prudente, a la vez que enérgica del jefe federal, ha sido elogiadísima. Cuando surgió el conflicto, apenas contaba con escasos elementos y, no obstante ello, hizo frente a los alzados y resistió hasta que llegaron refuerzos. Después de esto logró dominar la situación que, según me manifestó, se habría resuelto favorablemente si se hubiera continuado la lucha, pues tiene absoluta confianza en el
219. El Diario, Nueva Era, El Avance y El País repiten las noticias de El Imparcial del día anterior.
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valor y la bizarría de su gente. Felicítase, sin embargo, de que pueda solucionarse el conflicto pacíficamente. El Jefe Político, señor León, acaba de presentar su renuncia. Hay expectación en conocer si le será admitida y quien lo substituirá. […] Han llegado familias de Juchitán, trayendo cuanto pueden; dicen que el Lic. Gómez abandonó el campamento que había establecido en la estación y que se ha replegado con su escolta al lugar donde se encuentra el grueso de su gente. A última hora, al pasar el tren del Ferrocarril Pan-Americano, la estación se encontraba escoltada por veinte federales, los cuales fueron reforzados violentamente por otros, que llegaron con gran precipitación. Las calles están siendo recorridas por numerosas patrullas y se nota gran actividad militar. Le manifesté al señor General Merodio, que tenía informes de que se preparaba un desorden en Tehuantepec. […] En su concepto, la actitud de los tehuanos dependerá del resultado y de la forma en que se arregle el conflicto de Juchitán.
Algún reclamo de los extranjeros hace que Juárez Maza envíe la siguiente recomendación al Jefe político de Tehuantepec, Miguel F. González. Acompaño a Ud. una sucinta información sobre varios individuos de esa localidad, a la que tienen en constante alarma y que pueden provocar serios trastornos, traer a Ud. responsabilidades y de paso al Gobierno dificultades, tratándose de atropellos a extranjeros, que luego perjudican y comprometen el buen nombre del País. Por lo tanto debe Ud. proceder inmediatamente a la aprehensión en su caso, de los que aparezcan culpables y a todo trance y con actividad y eficacia dar garantías a los extranjeros y vecinos honrados y pacíficos del Distrito de su mando, informando a este Gobierno de los rumores que a él han llegado de nuevos desórdenes en ese rumbo.En espera de que me contestará haber cumplido estrictamente con mis indicaciones, quedo suyo afectísimo amigo y seguro servidor. 220 Los documentos del Archivo de José F. Gómez dan cuenta del motivo de la tardanza y de las acciones del gobierno estatal: León escribe a Juárez —sin saber qué acción tomar— dos mensajes cifrados. Sé de manera cierta que Presidente República asegura en mensaje anoche dirigido al Jefe Zona, que antes cuarenta y ocho horas solucionará conflicto manera satisfactoria sin esperar ya resolución ese Gobierno. Jefe de las Armas en ésta me acaba notificar que no prestará ayuda a Jefe Político sin orden de la Secretaría de Guerra.
El gobernador le ordena al Jefe Político permanecer en su puesto —presuntamente renunciado— en un primer telegrama; luego apela a su heroísmo para sostenerse en el puesto del que se disponía a relevarle, y le avisa que ha dicho a Merodio que no debe lesionar la soberanía enfrentando al Jefe y otro al militar, quien lo ha protegido desde su llegada, en un segundo telegrama. Merodio responde secamente que recibe órdenes del Presidente, lo cual le transcribe el Gobernador al Jefe político en un tercer telegrama. Reitérole la orden que téngole dada para que no entregue Jefatura si no es con orden expresa mía comunicada por clave y sin admitir indicación alguna de cual-
220. ABJM 4-280.
quier otra persona. Si se provocare algún trastorno solicite el auxilio y apoyo de la fuerza e inmediatamente dé cuenta este Gobierno. El Gobierno en los asuntos de esa localidad ha seguido una conducta digna, decorosa y patriótica, pero siempre tendiendo a sostener la soberanía del Estado, por esto no se ha cedido ante exigencias injustificadas y como por este motivo y atento su mensaje último pudieran suscitarse dificultades, exhorto a Ud. para que conserve una actitud en relación con el fin perseguido, esperando, como espera el Estado, que Ud. cumplirá hasta el último momento con sus deberes patrióticos de hombre y de Oaxaqueño; para su conocimiento transcríbole el mensaje que acabo de remitir al general Merodio: “Se me dice que trata Ud. de resolver asuntos relacionados Juchitán que únicamente este Gobierno puede decidir. Manifiéstole que estoy dispuesto sostener soberanía del Estado y que todo acto que lo vulnere llevará consigo la responsabilidad consiguiente.” Transcríbole siguiente mensaje que acabo de recibir del general Merodio que dice: Estación San Jerónimo, 23 de noviembre de 1911. Sr. Gobernador del Estado: Enterado su mensaje, manifiéstole que en los informes lo han engañado; yo no he querido ni pretendo inmiscuirme asuntos Juchitán. Soy soldado y no político. Arreglos sobre situación ese lugar trátanse directamente con Sr. Presidente. 221
Se informa sobre la consignación del sedicioso Ochoa: Las autoridades militares consignaron el día de ayer por conducto de la Secretaría de Justicia, al Procurador General de la Nación, quien a su vez lo consignó al Juez Primero de Distrito de esta capital, acusado de delito de sedición, a Guadalupe Ochoa, segundo cabecilla de los rebeldes que capitanea Che Gómez. (Nueva Era). Procedente de Juchitán ha llegado a esta capital, perfectamente custodiado, J. Guadalupe Ochoa, segundo de Che Gómez. Este individuo fue capturado en Oajaca, y al registrarlo las autoridades le fueron encontrados en uno de los bolsillos 5000 pesos en billetes de banco. (El País).
La corresponsalía oaxaqueña de El Diario anuncia la derrota de los zapatistas, 40 bajas y 102 prisioneros en Mixteca. Se dispersan los rebeldes de Teotitlán y Cuicatlán tras la captura de Barrios. Los diarios nacionales hablan de las nuevas elecciones en Yucatán. Un alto jefe militar rechaza aliarse a Reyes. Porfirio Díaz se dirige a los mexicanos; pide que depongan odios. Se descubre un gran contrabando de armas.
221. AJFG docs. 39 y 40, telegrama cifrado y transcripción. Doc. 48. Docs. 46 y 47, telegrama cifrado y transcripción. Docs. 41, 42 y 43, telegrama cifrado, transcripción, mensaje manuscrito. Docs. 45 y 44, telegrama cifrado y transcripción.
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Auxilio o revolución/El pundonor del Estado clama
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Las negociaciones anteriores de Chapital en la ciudad de México han fracasado, pero hoy es el día del Gobernador Juárez Maza: por fin puede enfrentarse a Madero. Al Jefe Político de Juchitán le fue negado el auxilio de las Fuerzas Federales para apoyar las determinaciones del Gobierno estatal. Entre Juchitán y Oaxaca se cruzan varios mensajes relacionadas con la negativa del Jefe de Armas a obedecer órdenes que no sean dictadas por la Secretaría de Guerra. Se juzga que el Gobierno Federal ha invadido la Soberanía del Estado. Indignados, y azuzados por el Jefe del Ejecutivo del Estado, los diputados de Oaxaca acuerdan, en sesión extraordinaria y permanente enviar un telegrama a la Cámara de Diputados de la ciudad de México, que se deposita a las tres de la tarde; en la misma Sesión conceden poderes extraordinarios al Ejecutivo sobre ramos de Hacienda y Guerra para hacer frente a esta crisis y mantener incólume la Soberanía del Estado. El Avance saca un Boletín Extraordinario sin fecha, que aparece seguramente al día siguiente, llamando a la unión de los oaxaqueños y reseñando la sesión del Congreso Estatal. Los oaxaqueños de la capital del Estado apoyan a su gobernador. El Demócrata Mexicano publica aclaraciones de Juárez Maza a la prensa. Nuevas noticias de Ochoa y reporte completo de las actividades de la Cruz Roja. Juárez Maza ordena a León que permanezca como digno representante suyo en aquel Distrito, promete se le protegerá pero, por si acaso, le recomienda que solicite la ayuda de los Jefes Políticos de otros Distritos. Enterado su mensaje ya tómanse medidas para hacerlo respetar como autoridad legítimamente constituida. Comunicarásele resultado.
Caso de necesitar auxilio ocurra Jefes Tehuantepec, Tuxtepec, Choapan, Yautepec, a los que se les dice se lo impartan si fuere necesario. Asimismo recomiéndole permanezca frente Jefatura ese Distrito entre tanto no se le ordene lo contrario, pues en su valor hombre y patriotismo descansa y confía este Gobierno que a toda costa tiene que salvar el buen nombre, decoro y soberanía del Estado. 222
Al mismo tiempo, empieza la recopilación sistemática de reportes oficiales de cuanto ocurre y ocurrió en Juchitán, aunque aún no se obtiene lo que Juárez Maza requiere: la confirmación de que es indispensable el auxilio de las fuerzas federales para impedir un nuevo levantamiento, que ponga en peligro la precaria tregua existente. El Presidente Municipal de Juchitán, Pablo Pineda, envía el informe solicitado por el Jefe político, Enrique León. Contesto la superior nota de Ud. de esta fecha manifestándole, que el día dos del corriente mes, como es público y notorio, un grupo numeroso de gente armada
222. AJFG docs. 52 y 51; 49 y 50 telegramas cifrados y transcripciones .
de esta población y de las de Niltepec, Ixtaltepec, Unión Hidalgo, Chicapa y de otras más en número de más de tres mil, se levantó en armas y atacó el cuartel en que estaba alojada la Fuerza Federal; ésta rechazó el ataque que duró hasta el día 5 del propio mes. El día 3 llegó un refuerzo del 30 Batallón y al ser avistado por los juchitecos fue atacado fuertemente, causándole algunas bajas y el 5 que se incorporaron nuevas fuerzas y un cañón fueron éstas atacadas también y al ser rechazada la agresión, el enemigo fue desalojado de la población. En los días subsecuentes, varios grupos de Juchitecos que merodeaban la Ciudad conservaban su actitud hostil hasta el día en que llegó a ésta el Señor Gabriel Gavira que con el carácter de Comisionado, entabló negociaciones de paz con el Lic. José F. Gómez, cabecilla de los revoltosos, en que esos grupos se encontraban desarmados, como se ve hasta la fecha; pero siempre cometiendo abusos, como el de no dejar entrar a la población a las personas pacíficas que se refugiaron en diversos puntos del Distrito; debiendo agregar que la gente de Gómez en los días a que al principio me refiero incendiaron casas, las saquearon y asesinaron al Juez de primera Instancia Lic. Federico Sandoval, al pagador del 30 Batallón Luis Torres, al Dr. Leonides Argüello, Mayor Médico del mismo Batallón, al Ciudadano americano Abel George Shephard, al Súbdito español Benito Vázquez, a los hermanos Samuel y Felipe R. Vera, a Federico Arenas y otros más. Protesto a Ud. las seguridades de mi atenta consideración. Pablo Pineda (Rúbrica) Sufragio Libre. No Reelección. Presidente Mpal. I. Juchitán, Noviembre 24 de 1911223
El Periódico Oficial de Oaxaca transcribe la turbulenta y trascendental Sesión extraordinaria y permanente del día 24 de noviembre, que se abrió con la asistencia de los Ciudadanos Diputados Gil, Puga y Colmenares, Brena, Esesarte, Rosas, Olivera, Luna, Ordizola, Avendaño, García, Acevedo, Rojas, Vargas y Montiel donde fungían Carlos M. Gil como Presidente; Alberto Montiel y Alberto Vargas como secretarios. 224 Se dio cuenta después de un documento del Ejecutivo del Estado, manifestando que en virtud de un telegrama en que se comunica no contar el Jefe político de Juchitán con el auxilio de las Fuerzas Federales, excita a esta Honorable Legislatura para que con fundamento en el artículo 116 de la Constitución Federal, acuda al Congreso de la Unión a este respecto. La Presidencia preguntó a la Cámara si en vista de lo urgente del caso podía declararse en sesión permanente y habiendo contestado unánimemente por la afirmativa, la excitativa del Ejecutiva pasó a la Comisión de Puntos Constitucionales, recomendándole dictamine a la mayor brevedad posible y acudiendo a la Secretaría de Gobierno por los datos que juzgue necesarios para formar el dictamen. Después del tiempo necesario, la Comisión de Puntos Constitucionales presentó el siguiente dictamen: Ciudadanos Diputados: Penetrada la Comisión de Puntos Constitucionales de la trascendencia que entraña el mensaje inserto de la excitativa que a esta Cámara
223. AJFG doc. 62. 224. Sesión publicada el 20 de marzo de 1912, POO, núm. 23.
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dirige con esta fecha el Ejecutivo del Estado, ha ocurrido a consultar el expediente completo que sobre el asunto se ha formado en la Secretaría del Gobierno y tiene el triste convencimiento de que los trastornos revolucionarios del Distrito de Juchitán, que tanta intranquilidad ha sembrado en los espíritus, en virtud de estar amenazada la paz en la República entera, lejos de tener una solución satisfactoria, están a punto de producir la ruptura completa de relaciones del Estado con el Gobierno Federal, porque éste ha ordenado al jefe de las armas en aquel Distrito, que sólo con orden expresa de la Secretaría de Guerra preste auxilio a las autoridades del Estado, que en este momento corren gran peligro por esa actitud del Gobierno Federal, cuyas fuerzas habían sido hasta hoy el más firme sostén del orden y de las determinaciones de la autoridad legítimamente constituida. Siendo un hecho que no admite discusión el trastorno interior que sufre el Estado con la sublevación del Licenciado José F. Gómez a la cabeza de una porción de los habitantes del Distrito de Juchitán, la Comisión que suscribe opina que es llegado el caso previsto por el artículo 116 de la Constitución Federal de la República y que esta Legislatura, velando como siempre por la conservación del orden y por la tranquilidad pública, a la vez que celosa del buen nombre del Estado y de su Soberanía, como parte integrante de la Federación, cuya ley suprema hoy invoca, debe excitar a los Poderes de la Unión para que en cumplimiento de aquel precepto proteja al mismo Estado, prestándole el auxilio de la fuerza Federal para conservar la paz interior alterada por los lamentables acontecimientos de Juchitán. Por tanto, tiene el honor de someter a vuestra aprobación el siguiente “Acuerdo: Único: Excítase a los Poderes de la Unión para que, en cumplimiento del artículo 116 de la Constitución Federal, se sirva proteger al Estado con la fuerza de que disponen, a fin de reprimir los trastornos interiores ocasionados por la sublevación de una parte de los vecinos del Distrito de Juchitán. Y como el caso reviste cierta gravedad y urgencia, opinamos que este acuerdo sea comunicado por la vía telegráfica a las Cámaras de la Unión, al Ejecutivo Federal y a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con inserción íntegra de este dictamen hasta la Conclusión del acuerdo propuesto. Sala de Comisiones del Congreso del Estado. Oaxaca de Juárez, a 24 de Noviembre de 1911. Ismael Puga y Colmenares.- Dr. Manuel de Esesarte.- Alberto Montiel.Rúbricas. Se dio primera y segunda lectura al mencionado dictamen y se puso a discusión. El Diputado Alberto Vargas defiende acaloradamente la causa de “la eterna moral, de la justicia y de la eterna verdad”. No dudo, Señores Diputados, que el espíritu de ustedes lo mismo que el mío, vibre en estos momentos al impulso del más noble patriotismo. Acepto de todo corazón el proyecto con que termina el dictamen de la Comisión de Puntos Constitucionales, porque ha llegado el caso, como muy bien dice la referida Comisión, que hagamos práctico el artículo 116 de nuestra Carta Fundamental, y al proceder de este modo no somos los humildes Diputados sino nos erigimos invencibles con el Supremo Poder que nos da el derecho inmanente de la justicia. No es ésta la Legislatura humilde que emanara del pueblo: es otra, se siente fuerte porque va tras la incontrovertible fuerza que le da la ley. No podrá ser abatida porque persigue los ideales de la eterna moral, de la justicia y de la verdad eterna.
Yo creo, Señores Diputados, que rara será la ocasión en que se me vuelva a presentar una oportunidad como ésta de representar tan exactamente, tan dignamente, a los sesenta mil habitantes que me han dado su voto para ocupar estos lugares. Porque ha hablado la Patria, porque nuestros intereses más caros se sienten lastimados y porque antes que todo debemos sacrificarnos hasta sucumbir si es preciso para mantener incólume, respetada y digna la Soberanía del Estado. Qué triste es, Señores, que al torcer de la primera esquina tenga que levantarse en este augusto recinto de la ley un grito de rebeldía contra la tiranía y el absolutismo. Tiranía, absolutismo; qué triste es mencionar estos vocablos, porque al empuje mortífero de las balas cayeron muchos pechos mexicanos quizá llevándole a la madre tierra una sonrisa de satisfacción por creer que ponían su vida como un baluarte invencible para que flotara por todo el ambiente de la República Mexicana la luz redentora de la Democracia. Repito, Señores Diputados, acepto y aplaudo de todo corazón el dictamen de la Comisión dictaminadora porque no somos nosotros, es el pundonor del Estado de Oaxaca, quien en este momento clama invocando justicia y alzándose sobre la base invencible de la ley. […] Sin ninguna otra intervención se acepta por unanimidad esta medida que el pundonor y la ley exigen. Al reabrirse la sesión a las siete de la noche se notifica que el telegrama se depositó a las 3 de la tarde.
En Oaxaca, circuló este Boletín de ‘El Avance’ Vale 1 centavo; donde se informa de la sesión del Congreso y sus antecedentes con el siguiente encabezado: “Auxilio o Revolución”. 225 El Periódico Oficial no publicó lo acontecido durante la Sesión de este día sino hasta 20 de marzo del siguiente año; las crónicas de este diario son, pues, arma política indispensable para difundir entre la población local cuanto acontece en la Cámara estatal. El Gobierno de Madero ordena a las fuerzas federales que operan en Juchitán, que no se defienda a las autoridades del Estado; y el Congreso local le exige lo contrario. El Ejecutivo del Estado acaba de dar cuenta al Congreso del mismo que con un telegrama del señor D. Enrique León, Jefe Político del Distrito de Juchitán en el que manifiesta que el jefe de las armas de aquella zona le ha notificado que de órdenes del Gobierno Federal no recibirá auxilio sin mandato de la Secretaría de Guerra; y el señor Juárez a su vez ha excitado al mismo Honorable Cuerpo para que ante los Poderes de la Unión haga valer los derechos que en este caso tienen los Estados conforme al articulo 116 de la Constitución General de la República. Duro es el dilema, mas imperioso, y debiéndose esta lamentable, pero indispensable tensión entre el Poder Federal y el del Estado a una injusticia de parte del primero, somos nosotros los primeros en reconocer y aplaudir como buena esta actitud del Gobierno del Estado. Pero si desgraciadamente el Gobierno Federal se negare a atender la petición de nuestro Congreso, de hoy a mañana, reasumiremos la Soberanía de nuestro Estado, desconociendo, en consecuencia, al Gobierno o autoridades que pretendieron violarla. Rara coincidencia, decimos, pues si esto llegare a suceder el C. Benito Juárez recordaría a todos los oaxaqueños un hecho grandioso del Benemérito de las Américas, su padre, cuando éste regía los destinos del Estado.
225. Hoja suelta sin fecha, en la Hemeroteca del Estado de Oaxaca.
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Era el mismo caso: se trataba de violar la Soberanía del Estado y Juárez a fuer de patriota, y de conciente de sus derechos, desconoció el Gobierno del Dictador Santa Ana. Insertamos aquí el telegrama que acaba de dirigir a los Poderes de la Unión y cuya contestación espera la Cámara, en estos momentos reunida en sesión permanente, dispuesta a dar una solución digna a este asunto. El boletín reproduce aquí el telegrama enviado a las Cámaras de Diputados Federal íntegro y continúa con su texto. Mensajes por toda la República Los corresponsales de la prensa de la Capital han telegrafiado violentamente a “El Imparcial”, “El País”,”Demócrata Mexicano”, “Nueva Era”, “Dictamen de Veracruz”, “Revista de Mérida”, de Yucatán y a otras varios Estados de toda la República. Varios comerciantes y particulares han estado a felicitar tanto a los miembros del Congreso local como al Gobernador del Estado por su enérgica cuanto bien fundada actitud, ofreciéndole hoy su adhesión. Los partidos han desaparecido y todos persiguen la misma causa: defender la Soberanía del Estado y evitar que la autocracia viva. ¡Uníos oaxaqueños! “El Avance” informará con minuciosidad de detalles sobre todo lo que ocurre. Búsquese nuestro número de mañana en que ampliaremos nuestra información y daremos a conocer asuntos de palpitante importancia. En su edición normal, el diario oaxaqueño demuestra su apoyo a Juárez Maza denostando al Gobierno Federal y al rebelde: Es tal la maléfica influencia de Che Gómez en Juchitán, que el Ayuntamiento de aquella ciudad ha pedido que no intervenga ya más en los asuntos públicos el tristemente célebre autor de la rebelión del Istmo. Las complacencias del Gobierno del Centro hacia el criminal Che Gómez exasperan en grado sumo, más aún cuando el Gobierno de ese Estado, inspirado en sanos principios de moral administrativa, no transige con los criminales. La energía del Gobierno de ese Estado es comentada favorablemente. El alud de telegramas que felicitan al gobernador o donde éste agradece dichas felicitaciones comienza: Lic. Dip. Prisciliano Maldonado México, D.F. Enterado con agradecimiento su mensaje de hoy. Aplaudo actitud patriótica esa Cámara. Espero sereno me informe del resultado. Benito Juárez 226
Ese día los oaxaqueños envían también un telegrama dirigido al Sr. Presidente de la República don Francisco I. Madero que será publicado por El País al día siguiente: Pueblo oajaqueño altamente disgustado por los ataques a su soberanía y para evitar conflicto, le suplica atentamente como es debido, sea usted el primero en respetar soberanía, dejando en completa libertad al Gobierno del Estado; de contrariarlo, usted será responsable derramamiento de sangre, pues sin excepción ninguna y hasta los enemigos de la administración actual aprueban y apoyan la
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actitud digna del señor gobernador Juárez, a quien el pueblo ofrece en este momento apoyarlo incondicionalmente.
El corresponsal de Demócrata Mexicano en Oaxaca recoge en una página interior, estas “Declaraciones del Gobernador de Oaxaca, Sr. Benito Juárez. Movidos por el despecho, dice que lo denigran en la Prensa”. Oaxaca, Noviembre 21.- En una entrevista que me concedió el Gobernador de este Estado, licenciado don Benito Juárez, tuvo a bien hacerme para su publicidad las siguientes declaraciones: I. “Que los que se manifiestan descontentos, denigrándolo en la prensa, no lo hacen sino movidos por el despecho de su exaltación al poder, a pesar de que, algunos, reciben grandes beneficios del mismo señor Juárez, como el de su conservación en los empleos, no faltando, también, quienes los hayan recibido de su ilustre padre.” II. “Que nunca ha ofrecido el reparto de intereses, porque solamente podría hacerlo, contando con recursos propios y disponibles, lo que no acontece, ni menos ha prometido la supresión total de los impuestos, porque esto sería materialmente imposible.” III. “Que el cierre de cantinas en ciertas horas de los domingos y días festivos, fue establecido por el gobierno como una medida para la represión del alcoholismo, creyendo, el señor Juárez, que debía apoyarla, entre tanto se expide el reglamento definitivo a cuyos preceptos deberá sujetarse el expendio de bebidas embriagantes.” IV. “Que, como una prueba de reconocimiento a los servicios democráticos de la prensa, no solamente no la ha reprimido durante su gobierno, pero ni siquiera ha organizado su defensa personal con objeto de contradecir los ataques que, con marcada saña, se le dirigen. Sus mismos detractores, al propalar, maliciosamente, la especie de que fomenta, disimula o consciente ciertos periódicos que han sido muy bien recibidos en esta localidad, formulan su defensa más evidente en este sentido.” V. “Que a su tiempo dará cuenta de sus actos para que sus gobernados posean la verdad clara de ciertos hechos que la maledicencia presenta, actualmente, no como son sino como deseara que ocurriesen, estando dispuesto a que se le juzgue como corresponde a todo gobernante, a fin de que la historia dé el fallo de sus actos.” VI. “Que el pueblo oaxaqueño, satisfecho de que el señor Juárez siempre ha sido defensor y partidario decidido de la libertad y de la democracia, lo estima y lo aclama. Que procurará trabajar con todo empeño, para que ese pueblo alcance todo el bien que ha esperado de su gobierno. Su deseo de acierto en sus determinaciones le impone un término de prudente observación.” VII. “Que las intentonas revolucionarias no prosperan en el Estado si solamente llegan a contar con sus propios elementos, porque el gobierno ha tomado ya todas las providencias que conduzcan al contrarresto de cualquier movimiento, contando, como cuenta, con la buena voluntad de los pueblos para la defensa del gobierno constituido. Así han estado ofreciéndolo muchos de la entidad federativa y el eje-
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cutivo se ocupa ya de la organización de fuerzas que, en breve, estarán disciplinadas, equipadas y listas para la hora en que se haga necesaria su intervención.” VII. “Que insistiendo sus enemigos en propalar la falsa especie de que piensa separarse del gobierno, manifiesta una vez por todas, que no lo hará mientras no expire el período de su elección de gobernador, y, entonces al volver a la vida privada, fijara su residencia definitiva en la capital del Estado.”
Absolutamente despistado, El Correo del Sur se complace en informar a los oaxaqueños que “se aceptó la renuncia de León, se ignora si habrá indemnizaciones de guerra”. Añade que los zapatistas de Acatlán, que confina con Huajuapam, no son zapatistas.
El Imparcial, irritado y predispuesto contra los rebeldes informa en primera plana: “Gómez, el rebelde juchiteco ha huido misteriosamente. Se ignora el rumbo que haya seguido después de recibir sus pasaportes. Será interpelado el señor Ministro de Gobernación.” Comienza Zea y continúan otros corresponsales. San Jerónimo, Noviembre 23. El Lic. José F. Gómez, jefe de la sublevación juchiteca, ha desaparecido misteriosamente. Tal cosa ha dado lugar a las más variadas suposiciones, algunas de ellas alarmantes. Unas personas aseguran que el Lic. Gómez ha huido, alejándose así de sus mismos partidarios, que no viendo definida la situación, lo estaban estrechando a exigencias, obligándolo a dirigirse a la estación de ferrocarril para transladarse a México, sin pasar por Rincón Antonio, donde se le preparaba un recibimiento hostil. Otras personas, que se dicen bien enteradas, manifiestan que ayer, momentos antes de que saliera el Lic. Gómez, recibió éste un telegrama del Gobernador Juárez, en que se le conminaba a que se presentara en Oaxaca a responder de los cargos que sobre él pesan, y que esta circunstancia lo obligó a remontarse con su gente. El general D. Telésforo Merodio, a quien interrogué sobre el particular, dice que carece de noticias sobre el paradero del Lic. Gómez, agregando que hace días le entregó pases y pasaportes para él y para diez hombres que lo acompañaban, dándole seis rurales para que lo acompañaran hasta Santa Lucrecia. Como precaución de lo que pudiera acontecer, se ha redoblado el servicio de patrullas, así como los demás servicios de campaña. De Juchitán comunican que han regresado allí numerosos vecinos de la población, que habían emigrado a Salina Cruz y a otros puntos. También dicen que se celebró una interesante junta, en la que se acordó dirigir un telegrama al señor Gobernador Juárez, indicándole la conveniencia de pedir al Congreso local que lo invista de facultades extraordinarias, para que venga personalmente a arreglar el conflicto. Los iniciadores le ofrecen ayuda, en caso necesario, y además le prometen hacer respetar la soberanía del Estado y sofocar la insurrección. El desacuerdo entre el Estado y la Federación, subsiste, pues parece que uno y otro se sostienen es sus respectivas decisiones. La opinión se halla muy dividida, pues, aunque muchos apoyan al Gobernador los más sensatos, los que están desligados de la cosa pública y que son los más perjudicados, creen que esto se debe al poco tacto en las negociaciones, las cuales, a pesar de los esfuerzos de los jefes Aguilar y Gavira, comisionados del Gobierno, no han dado los resultados que se esperaban.
Los vecinos de Salina Cruz se han reunido para obsequiar 500 panes diarios a las fuerzas federales que guarnecen la plaza de Juchitán.
Desde la capital este diario informa que las gestiones hechas por el Gobierno de Oaxaca fracasaron. Desde hace algunos días llegó a esta capital el Lic. D. Constantino Chapital, procedente de la ciudad de Oaxaca. Este abogado trajo la representación de aquel Gobierno, para protestar ante el Gobierno Federal por lo que se estima como una invasión a la soberanía del Estado. Ayer por la noche, el señor Lic. Chapital regresó a Oaxaca para dar cuenta al Gobierno del resultado de sus gestiones. Entrevistamos al señor Lic. Chapital, quien en un principio se mostró reservado acerca de su misión; pero poco más tarde nos declaró que había venido a México para gestionar lo referente al conflicto surgido entre la Federación y el Gobierno de Oaxaca. Como es sabido, el Gobierno de Oaxaca ha protestado por el hecho de que el señor Presidente de la República propuso al Lic. Gómez que sería jefe político de Juchitán, para que terminara el movimiento. Las gestiones hechas por el señor Lic. Chapital, parece que han fracasado en gran parte, y que el Gobierno no las ha tomado en consideración. Opina el Lic. Chapital, que es un pretexto puramente el haber rechazado al señor León como jefe político de Juchitán. El Lic. Gómez, nos dijo, no explicará nunca satisfactoriamente por qué se levantó en armas. Más aún, el rebelde juchiteco debe decir de dónde tomó armas y dinero, y con qué ha pagado a los hombres que lo secundan en el movimiento. Es opinión también del señor licenciado Chapital, que no debió haberse convenido en entrar en arreglos con el rebelde, y que si el Gobierno hubiera proseguido atacándolo, ya se hubiera terminado el levantamiento. Yo sé, nos dijo, que esa opinión fue también la del señor general Merodio, pero no fue tomada en cuenta por el Gobierno Federal. Como es sabido, siguió diciendo, una buena parte de los hombres del Lic. Gómez no tenían un armamento adecuado, pues estaban armados con machetes y puyas. A estos hombres los pusieron por delante, en la avanzada, y comprendiendo los indios la mala fe con que obraba el Lic. Gómez, lo han abandonado. Preguntamos a nuestro entrevistado si sabía cómo había recibido las armas el sublevado Gómez, y nos manifestó que parte había comprado en una conocida casa de México y que la otra parte la había recibido por la Laguna Mayor. Este dato corrobora con el proporcionado por el señor Liekens, en la entrevista que hace ya algunas semanas publicó El Imparcial.
El corresponsal de este diario en Oaxaca también defiende la soberanía: Hemos sabido, por rumores en los círculos oaxaqueños, que en breve se reunirán gran parte de los hijos de Oaxaca, quienes ocurriendo a los diputados por aquel Estado, harán que éstos interpelen al señor Ministro de Gobernación sobre la invasión que se juzga ha hecho el Gobierno Federal en el Estado de Oaxaca, atropellando su soberanía. Mientras tanto, José F. Gómez abandona Juchitán.
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Las huestes capitaneadas por el Lic. Gómez en Juchitán, se han retirado ya de las cercanías del pueblo hacia sus antiguas posiciones. Noticias fidedignas llegadas de la región istmeña, hacen saber que un gran número de juchitecos están decepcionados de haberse levantado en armas y se han retirado a Tehuantepec, presentándose a las autoridades para que no se les persiga. Las fuerzas federales siguen en sus posiciones, respetando el armisticio que se ha pactado.
En la ciudad de México, ha sido consignado Guadalupe Ochoa. El Demócrata y otros diarios, en términos muy semejantes, reseñan la noticia: Ayer por la mañana fue consignado al Juez primero de Distrito, licenciado Manuel N. Nagore, a Guadalupe Ochoa, el que fungía de segundo del ex-revolucionario Che Gómez, con el objeto de que se le abra proceso por el delito de rebelión. Guadalupe Ochoa, que se encontraba detenido en el cuartel del 3º Batallón de infantería, en la segunda calle de Donceles, fue internado a la Penitenciaría del Distrito Federal. Hoy se practicara la primera diligencia, a fin de tomarle su declaración preparatoria. Noticias nacionales: Hay más de 500 reos políticos en el país. Zapata se va quedando sin capitanes, se dirige hacia Puebla, dispuesto a negociar —otros diarios dicen que se encuentra en Cuautla. Muere el “Tuerto” Morales con 62 seguidores. El Gobierno afrontará revuelta y bandolerismo. Reyes intenta cruzar la frontera; reyistas expulsados de Estados Unidos. Pleito en el Jockey Club, Asúnsolo muere y su agresor gravemente herido.
24 de noviembre
Cruz Roja, heroico retorno
El Diario, fiel a su alianza con los médicos que sirvieron en el Istmo, reseña la llegada de Brigada de la Cruz Roja a la ciudad de México.
Llegaron ayer los miembros de la “Cruz Roja”. Ovacionados. Cuál fue la verdadera causa del levantamiento en Juchitán. Fatigados, llenos de polvo, pero con semblante iluminado por una honda satisfacción, regresaron anoche a esta capital, por la vía del Ferrocarril Nacional, los doctores y practicantes enviados por la Cruz Roja Mexicana, para atender a los heridos que en la revuelta de Juchitán cayeron en el campo de batalla. El andén de la estación se encontraba lleno de damas y caballeros miembros de esta asociación. Una banda militar, enviada exprofeso recibió a los viajeros, quienes bajaron de los trenes en medio de una gran aclamación.
Uno de nuestros redactores salió en compañía de los señores doctores Carlos Sala R. y José Argüelles, hasta una de las estaciones cercanas a la capital con el objeto de recibir y entrevistar a los miembros de la Cruz Roja. Formaban el grupo de la expedición los jóvenes doctores Miguel Pavía, Juan Cadena, José Vargas, Leo Stein y J. Laurence. Entre los datos que pudimos obtener en nuestra entrevista logramos los siguientes, que amablemente nos proporcionó el doctor Pavía.
Desolación en todas partes El aspecto que presentaba el pueblo de Juchitán cuando arribaron los viajeros, era terrible: los campos estaban desiertos y en todo se veía la desolación y la ruina. El total de los muertos en los diferentes encuentros que hubo entre federales y revolucionarios fue de doscientos cuarenta, contándose parte de aquellos y de éstos últimos. El número de heridos de ambos partidos fue de ciento sesenta. El origen del levantamiento, local enteramente, se debe a que el Gobierno del Estado; que como se sabe está a cargo del señor don Benito Juárez Maza, ha impuesto en Juchitán como autoridad política a un señor León, persona que no es grata a los juchitecos, y más aún se debe a que no pueden tolerar la imposición de esta autoridad que le hace el Gobierno citado. Los habitantes de aquella localidad postulan para que ocupe el puesto de Jefe Político al señor Aguilar, que cuenta con las simpatías y el apoyo decidido de los que se hansublevado.
Nunca desmiente la lealtad del Ejército Desde el momento en que estalló la revuelta las fuerzas federales ocuparon sus puestos habiendo logrado bien pronto dominar la situación; pues dichas fuerzas leales, al Gobierno constituido, se adhirieron incondicionalmente al principio de acatar el mandato supremo de la Ordenanza. Refiriéndose nuestro entrevistado a la actitud asumida por el Lic. Che [Gómez]. El señor Gómez es un hombre de gran carácter. Es inteligente, audaz y de una firmeza absoluta. Las veces que nosotros le vimos, nos dimos cuenta exacta de la gran influencia que ejerce sobre las gentes que se levantaron en armas contra el Gobierno. El señor Gómez es un hombre que tiene el don de la persuasión. Cuando nosotros llegamos al punto de las operaciones, el licenciado Gómez nos atendió debidamente, dispuso que se nos extendieran órdenes para que nos diesen toda clase de garantías, y más de una vez nos prestó su valiosa ayuda.
Los médicos en peligro Nosotros intervenimos en la curación de los heridos de los contendientes, es decir, de federales y revolucionarios. Estuvimos varias veces en inminente peligro de ser sorprendidos por los indios juchitecos: pero las órdenes que nos diera el señor licenciado Gómez, nos salvaban en aquellas situaciones. Y viene al caso que refiera yo a usted, señor repórter, lo que ya ha sido publicado en el afamado periódico que usted representa y que se refiere a la muerte del señor doctor Argüelles, perteneciente al Cuerpo Médico Militar. Entrar en detalles sobre el horrible asesinato de ese pobre amigo nuestro es espantoso. Ahí los indios saciaron la última de sus venganzas. Los indios juchitecos son crue-
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les y sanguinarios. Desde el principio supusieron que el doctor Argüelles era espía del Gobierno del Centro y de allí dimanó el odio con que vinieron a apagar la existencia de nuestro compañero. El doctor Argüelles demostró hasta la evidencia que no era espía o cosa por el estilo, sino que venía como médico militar. Todo parecía terminado; pero he aquí que una noche un grupo de indios se presentó en el lugar en que se encontraba el doctor Argüelles y lo aprehendieron. Lo sometieron a otro interrogatorio en que nuevamente demostró que no era espía; pero no se pudieron quedar convencidos. Pasado algún tiempo le dijeron que lo iban a fusilar y lo colocaron con los brazos abiertos cerca de un paredón; más tarde le dijeron que lo iban a perdonar que permaneciera allí un poco más de tiempo; y en los instantes en que el doctor Argüelles iba a tomar asiento en un banco que se encontraba cerca de él, un tiro, dado a mansalva, y dirigido a él, resonó, tiro que directamente se le fue a alojar en el corazón, pero no fue un tiro el que se le asestó, sino cuatro. Y más tarde pudimos averiguar entre los del grupo que asesinó al doctor Argüelles, que si habían obrado así era porque se sabía que era el que comunicaba las noticias a las fuerzas federales y el que aconsejó a éstas que hicieran descargas con el cañón, que dicho sea de paso, hizo muy certeras descargas, haciendo blanco a numerosos grupos de revoltosos. El individuo que mató al doctor Argüelles responde al nombre de Gerardo López. El doctor Argüelles fue despojado de sus alhajas, de una regular cantidad de dinero que llevaba en los bolsillos y en la cartera. El cuerpo de nuestro infortunado amigo fue sepultado por los mismos rebeldes en una capilla, que está situada a espaldas del Palacio Municipal de aquella localidad. Cuando nosotros salimos de Juchitán, ya se notaba un poco de tranquilidad; y parece que los indios ya han tomado la determinación de entrar en paz. Las vías de comunicación que estaban en aquellos días de lucha en un completo estado de destrucción, han sido reparadas violentamente e instaladas las vías telegráficas. Y más que todo lo que ha hecho que los indios tomen esa actitud conciliatoria es que los víveres y pertrechos de guerra ya se les agotaron. En todos los puntos que tocaron los doctores de la Cruz Roja Mexicana, fueron recibidos amablemente, especialmente en el pueblo de S. Gerónimo en donde se les ofreció un banquete.
25 de noviembre
Los preceptos rígidos de una Constitución o el acatamiento a la voluntad popular
Oaxaca reclama ante la Cámara de diputados la negativa de las tropas federales para combatir a los rebeldes, pide se cumpla el Artículo 116 constitucional. El Cuarto Poder
se lanza contra Madero; solamente el inicio de la rebelión, la entrada de los reporteros a Juchitán y la muerte de Gómez tendrán tal resonancia en la prensa; las primeras planas de los principales periódicos se regodean con la desangelada respuesta del “Apóstol”. El Imparcial publica en primera plana fotos de Gómez, Juárez Maza y Gavira. Algunos periódicos reseñan este día la sesión del día en la Cámara oaxaqueña. Todos los diarios, este día y durante los siguientes, hacen una minuciosa relación de los acontecimientos y de la sesión en la ciudad de México, terminada hasta las once de la noche. 227
Tras la virulenta sesión legislativa el día 24 en Oaxaca, se envía el acuerdo aprobado en forma de telegrama, por propuesta del Diputado Montiel, a pesar de los llamados a la tranquilidad de su colega Ordizola, quien dice conocer muchos elementos adicionales sobre la situación de Juchitán. Los diputados Pola y Alvadarejo debatían acaloradamente en la ciudad de México acerca de las licencias y fueros de diputados y luego se pasó a discutir la Ley de Imprenta. Se interrumpió entonces la orden del día de la Cámara de Diputados para leer un comunicado urgente de Oaxaca. Tras la lectura del telegrama enviado por la Legislatura del Estado, los diputados deciden que debe pedirse un informe al Ejecutivo, puesto que es el único con derecho a ordenar movimientos de Fuerzas Federales. Se envía una comisión a Chapultepec. Mientras tanto, se acuerda declarar al la Cámara en Sesión Permanente. Madero, ocupado de otros asuntos, envía al Ministro de Relaciones, Calero, para que informe a la Cámara acerca de la situación de Juchitán, con la que se encuentra familiarizado. Éste califica a Juárez de purista y dice que la rebelión es producto de un capricho del Gobernador. Se abre la discusión, y el Ministro vuelve a tomar la palabra para hacer algunas precisiones. Se emite un dictamen; el diputado Melgarejo se opone y se vota un acuerdo: no es llegado el caso de la aplicación del Artículo 116 de la Constitución. En Oaxaca la respuesta de la Cámara Federal y el Ejecutivo causan gran irritación; la ciudadanía y los diputados oaxaqueños en Oaxaca se pronuncian a favor y en contra de lo sucedido. Todos los periódicos reseñan los mismos hechos, con mayor en menor mala leche y diferentes encabezados. El discurso de Calero, varía un poco, ya que no estaba escrito con antelación y se transcribe al vuelo. Comienzan a llover, por decenas, felicitaciones al gobernador de Oaxaca, quien responde bastantes: continúan incluso hasta el siguiente año, aunque a principios de diciembre los mensajes disminuyen. 228
227. El Demócrata Mexicano, Nueva Era y El País incluyen la noticia, además de El Imparcial, El Diario aquí citados y los dos periódicos oaxaqueños consultados. 228. Algunos de ellos son: del 25 de noviembre. ABJM 3-263v., Gregorio Ponce de León; 4-265v, Esteban Maqueo Castellanos; 4-266, Francisco Villar; 4-267v, Guillermo Mendiolea; 4-309, Fidencio Hernández; 4- 310v, Leopoldo Rincón; 3- 311v, Joaquín Jara Díaz, en Puebla: “Patrióticamente la Colonia Oaxaqueña, residente en esa Capital, me ha expresado, por telegrama de hoy, su incondicional adhesión a mi Gobierno y al pueblo oaxaqueño por la actitud enérgica que hemos observado en las actuales circunstancias políticas de mi Estado, con el Gobierno Federal, y yo ruégole a Ud., que los conoce, me haga el favor de transmitirles mis más cordiales agradecimientos por su patriotismo nunca desmentido”. En el copiador 4 hay agradecimientos de los días: 28, 29, 30 de noviembre y 1 diciembre: 394, Amado Ortiz y otros, de Tehuantepec; 431, Sebastián Morales, de San Blas, Tehuantepec; 482, Germán Matus, de Juchitán, en México; 397, Colonia oaxaqueña de Tamaulipas.
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El Diario encabeza su edición con los siguientes titulares: “Una ola de excitación mueve a los diputados. El Gobierno de Oaxaca rompe lanzas contra el de la Federación. Sensación indescriptible tras la lectura del telegrama. La comisión salió a bordo de un poderoso auto rumbo a la residencia del Ejecutivo. No se trata otro asunto, hasta la llegada de los comisionados. Tras su discurso, Calero abandonó el recinto”. El Imparcial, a su vez, ocupa la primera plana con los siguientes encabezados: “Oaxaca reclama del Ejecutivo de la Unión que sea respetada su Soberanía. La Cámara de Diputados se declaró en sesión permanente y pidió al Sr. Presidente Madero que en un plazo perentorio informara sobre el gravísimo conflicto surgido entre los dos poderes. El Señor Gobernador Juárez amenaza al Sr. General Merodio con exigirle responsabilidades si permanece inactivo ante la actitud rebelde de los juchitecos. El Señor Presidente que se encontraba en una fiesta la abandonó para atender la petición del Congreso hecha por mediación de una comisión de Diputados.” El Demócrata Mexicano comienza así la reseña de la sesión que encabeza: “La Federación no apoya al Gobierno de Oaxaca en los sucesos de Juchitán. Informa el Sr. Calero a la Cámara. Las tropas federales permanecerán en expectativa mientras no se derrame sangre.” Cuando la Secretaría de la Cámara de Diputados leía parsimoniosa y rítmicamente el proyecto presentado ante el Congreso de la Unión sobre la Ley de Imprenta, se notó que un ujier de la Cámara entregaba a la secretaría un mensaje. Una vez que el señor secretario hubo roto el sobre, la pasó a la presidencia de debates, y como ésta ordenara que inmediatamente se leyera se produjo en el público una viva impresión, puesto que algo muy serio ocurriría. A medida que la secretaría iba dando lectura al mensaje, se producía en las galerías, una muy honda sensación. El asunto es grave, muy grave. El Congreso de la Unión se estaba en el caso de atender con la urgencia y la serenidad que el caso requería, mirando siempre el bienestar del país… Tras la lectura del telegrama enviado por los diputados oaxaqueños con el respectivo acuerdo, continúa la sesión. 229 El señor diputado Corral anunció el trámite en la Mesa, que proponía dar cuenta al Senado con el telegrama inserto. El Diputado Melgarejo reclamó el trámite, diciendo debía pedirse informe al Ejecutivo, para después proceder conforme a la ley. Aseguró que las Cámaras colegisladoras no tenían derecho para ordenar el movimiento de fuerzas, que depende únicamente del Ejecutivo. El señor Pérez Verdía, dijo que se trataba de una acción conjuntiva de la Cámara y que por lo tanto era necesaria la participación al Senado. Se puso nuevamente el diputado Bulnes en el mismo sentido que el señor Melgarejo, y por votación unánime de la Cámara se cambió el trámite por el siguiente: “Pídase informe al Ejecutivo, suplicándole la inmediata resolución”. El diputado Torres Torija, pidió se declarara el Congreso en sesión permanente, siendo esto acordado. Se nombró la siguiente comisión para comunicarlo al señor Presidente de la República: Francisco Bulnes, Pérez Verdía, Aurelio Melgarejo, José M. Lozano y el Secretario Rodríguez Mondragón. También hay mensajes de Cuicatlán, Etla, la Ciudad de Oaxaca, Ejutla, Villa Alta, Ciudad Juárez, la Ciudad de México, Tehuacán, Cuicatlán, Nuevo Laredo, Tonalá, Veracruz, Choapan, Atlixco, Fortín, Tuxtla, Michoacán, Tlaxcala. Responde también a los Templarios de Estados Unidos. 229. Ver texto completo el día anterior.
Al regresar la comisión encargada de pedir informes al Ejecutivo, el señor diputado Bulnes, expuso cómo había sido atendida cortésmente por el señor Presidente, quien había dado el encargo al señor Ministro de Relaciones, para que enterase a la Representación Nacional, del estado actual de la situación juchiteca. Fue introducido a la Cámara el señor Ministro de Relaciones, Lic. don Manuel Calero, poniéndose de pie todos los señores diputados: concediósele venia para hacer uso de la palabra y abordó inmediatamente la tribuna. (El Imparcial). Ésta es la transcripción del informe de Calero tomada de El Diario, sin subtítulos: El señor Presidente de la República daba esta tarde en la residencia oficial del Poder Ejecutivo una recepción al H. Cuerpo Diplomático acreditado cerca de nuestro Gobierno, cuando se tuvo la noticia de que una Comisión de esta Cámara se encontraba en el Palacio de Chapultepec. Inmediatamente recibí orden del Primer Magistrado de salir a recibir a la Comisión entre tanto él podía desprenderse de los señores Ministros extranjeros que lo acompañaban en aquellos momentos. La Comisión tuvo la bondad de darme a conocer cuál era el objeto de la visita, y transmitida por mí éste al C. Presidente de la República, inmediatamente pasó al salón donde la Comisión se hallaba y le informó someramente sobre el asunto, comisionándome para que a nombre del Poder Ejecutivo rindiera un informe tan amplio como lo permitan los datos de que el Ejecutivo dispone para satisfacer el muy justo deseo de la Representación Nacional. Con todo respeto, pues, cumpliendo el alto honor que se me ha conferido, paso a informar a la Cámara lo siguiente: En las postrimerías del Gobierno que presidía el C. Francisco León de la Barra, el Gobernador del Estado de Oaxaca designó un Jefe Político para el Distrito de Juchitán. Parece que este Jefe Político fue recibido con desagrado por los habitantes de esta región y agitados por hombres más o menos ambiciosos y con intenciones más o menos discutibles, se alzaron en armas contra la autoridad local y ejercieron actos de violencia; lo que determinó que las fuerzas federales que ahí se hallaban, en auxilio de la autoridad local y en vista de la impotencia de ésta para reprimir el movimiento, hicieran armas contra los sublevados. Desgraciadamente la sublevación adquirió un carácter serio, los ataques se redoblaron y la fuerza federal tuvo que hacer formal encuentro a los sublevados, dando esto lugar a un sacrificio de vidas bastante considerable. El Gobierno se informó; desde luego —hablo del Gobierno Federal— de cuál era el origen de aquella situación anormal. Las pasiones están hondamente excitadas en el Distrito, y según las manifestaciones que el Gobierno Federal ha recibido, usando de todos los elementos de información que han estado a su alcance, esta agitación reconoce por origen el nombramiento de un Jefe Político impopular, o al menos se da como pretexto para que los juchitecos permanezcan con las armas en la mano, el sostenimiento por parte del Gobierno del Estado, del aludido Jefe Político. Como ven los señores Diputados, el conflicto es de carácter meramente local. El Gobierno del Estado debía de tener elementos de fuerza suficientes para hacer imponer su autoridad en una región enteramente circunscripta del mismo Estado. Téngalos o no, ello es que hasta este momento el peso de la contienda ha gravitado sobre las fuerzas federales. El Gobierno de la Unión tenía que considerar el problema hondamente, pues si el origen, aparente o real, de la sublevación, era sencillamente la imposición de un Jefe Político se imponía el acudir a ciertos me-
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dios de violencia para convencer al Gobernador del Estado de la conveniencia de retirar a aquel Jefe Político, o, si tenía elementos para sostenerlo, que lo sostuviera, puesto que se trataba de una autoridad local y a la autoridad local tocaba hacer un esfuerzo para hacerse respetar por medio de elementos propios. El señor Presidente de la República se convenció y obtuvo seguridades de que si había un cambio de Jefe Político los juchitecos depondrían las armas; entonces le hizo indicaciones amistosas y privadas al Gobernador del Estado, mi honorable amigo, antiguo compañero nuestro, el C. Benito Juárez, para que sacrificara un poco su amor propio oficial y consintiera en retirar a aquel Jefe Político, dado que su retiro asegura la paz pública, y designando un Jefe Político que fuera aceptado por la mayoría de los habitantes de la localidad. El Gobierno del Estado se opuso, se ha opuesto y se mantiene así hasta el momento dentro del terreno estrictamente clásico de sus facultades constitucionales. La Constitución del Estado dice que los Jefes Políticos serán nombrados por el Gobernador; no establece el principio de que se consulte la voluntad popular, no supone tampoco el caso de que la voluntad popular rechace a determinado Jefe Político. En la armonía que la Constitución supone entre el pueblo elector, entre el conjunto de ciudadanos y el Jefe del Poder Ejecutivo del Estado, es natural creer y admitir que no se ha de dar el caso de que el Gobierno, contrariando la voluntad popular, sostenga a un Jefe Político que es rechazado por la opinión pública. Pero hay más, señores Diputados: el C. Presidente de la República se ve en el imprescindible deber, por haber sido ésta la bandera del movimiento insurreccional que provocó la última transformación gubernativa, se ve en el imprescindible deber, digo, de hacer todo lo posible, haciendo uso de los medios de influencia que están a su alcance, porque los rigores de los textos constitucionales de los Estados sean templados un poco, acomodándose a las exigencias del movimiento democrático que llevó al C. Madero a la Primera Magistratura de la República. Siempre ha procurado el Presidente de la República convencer a los Gobernadores de los Estados, que puesto que no es posible de una plumada suprimir, como ha sido el anhelo de la mayor parte de los habitantes de este país, las Jefaturas y Prefecturas Políticas, por lo menos que al ejercer los Gobernadores de los Estados su facultad constitucional de designar a los Jefes Políticos, procuren respetar la voluntad popular y escojan a individuos que tuvieran probabilidades de ser designados en una elección popular para el cargo de que se trata. Consecuente con este principio rigurosamente democrático y que concilia los anhelos del país, manifestados en la última revolución, con los principios estrictos de las Constituciones locales, se ha procurado convencer a los Gobernadores de que hagan la designación de los Jefes Políticos acomodándose al sentimiento dominante en la región en donde estos funcionarios han de ejercer su autoridad. Respecto de Oaxaca hay otra circunstancia enteramente especial: el Gobernador del Estado de Oaxaca presidió la organización política a la cual yo pertenecí que se llamó Partido Democrático; este Partido publicó un programa que seguramente conocieron todos los ciudadanos Diputados, en el cual se consignaba como uno de los anhelos de la agrupación política que habíamos formado, la supresión de las Jefaturas Políticas. Era de esperarse, puesto que el C. Benito Juárez había encabezado con su firma, a título de Presidente de esta agrupación, el programa a que me he referido, que procurara acomodarse en sus procedimientos de Gobierno, a
dicho programa y que tratándose de Jefaturas Políticas ya no cabe en las facultades de un Gobernador modificar la Constitución de un Estado, a lo menos siquiera en su esencia ese principio, lo que en este caso habría dado mejores resultados. Y esto, señores Diputados, no es una simple conjetura. El señor Presidente mandó a un hombre de confianza al Distrito de Juchitán para que se informara sobre los verdaderos motivos del levantamiento, y este enviado informó que era posible, retirando al Jefe Político designado por el Gobernador, aplacar inmediatamente los ánimos y conseguir que los sublevados depusieran las armas. Entonces el Presidente hizo consultar la opinión de los habitantes de aquellos rumbos, en una forma extralegal, como es natural, buscando todos los elementos de información que un enviado confidencial, que no tiene carácter público, puede tener a su alcance; y de los informes se vino en conocimiento que otro enviado del Presidente que había ido también a hacer investigaciones, sería aceptado como Jefe Político por los habitantes de Juchitán y que si el Gobernador del Estado le confería aquel carácter, inmediatamente depondrían las armas los sublevados. Se instó también, en forma amistosa (los señores Diputados comprenden que la política del Poder Ejecutivo, en todos los tiempos, no sólo en el presente, se tiene que llevar en esa forma para evitar los rozamientos y para conseguir el afianzamiento de la paz pública); en forma amistosa, digo, el Presidente de la República suplicó al Gobernador del Estado que nombrara a la persona que era aceptada por los habitantes de la región, y que si bien podía no ser una persona conocida por el Gobierno local, era sí una persona conocida por el Presidente de la República y el Gobierno del Estado tenía la garantía moral de que designaba a un hombre de confianza que no habría de comprometer los intereses que se le confiaran. Sobre todo, se trataba lisa y llanamente de una solución transitoria, de una medida de orden político que obedecía a las exigencias del momento. En este estado están las cosas. El Presidente esperando que el Gobernador de Oaxaca se convenza de que la medida política que se le ha aconsejado es la que las circunstancias demandan. El Gobernador de Oaxaca, se sostiene en su teoría clásica del principio de autoridad, por virtud del cual el Gobernador del Estado es soberano y sus actos son indiscutibles, cuando se trata de designar un Jefe Político. Ante esta situación el Presidente de la República ¿qué tiene que hacer? ¿sostener con las armas federales a un Jefe Político en estas condiciones o hacer lo que ha hecho, y ordenar al Jefe de la Zona que se mantenga a la expectativa? Al Jefe de la Zona se le ha dicho simplemente: “Si lo atacan a usted, usted se defiende; pero si no lo atacan, si no se atenta contra las vidas y la propiedad, si la paz se mantiene inalterable, aun cuando sea una paz erguida, una paz rebelde, permítaseme la expresión, usted se está sencillamente tranquilo en espera de órdenes de la Secretaría de Guerra, que se le darán en el momento en que sea necesario sostener la paz pública y en que sea indispensable derramar sangre para salvar el principio del orden”. Ésta es la actitud del Poder Ejecutivo. Creo, señores Diputados, así lo cree el Gobierno, que su actitud es absolutamente correcta. Si el Gobierno del Estado se niega a aceptar las insinuaciones del Presidente de la República, y carece al mismo tiempo de elementos para sostener al Jefe Político, ¿es posible consentir en que las fuerzas federales se conviertan en instrumento del Gobernador del Estado para imponer por medio de derramamientos de sangre
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a un Jefe Político? Si admitimos este principio, ciudadanos diputados, entonces el Gobierno Federal va a estar a capricho de los Gobernadores de los Estados, teniendo que enviar brigadas a toda la República cuando los Gobernadores quieran imponer a Jefes Políticos que sean rechazados por la opinión pública. Definida así la actitud del Poder Ejecutivo, ha causado verdadera extrañeza que la Legislatura de Oaxaca se haya dirigido a esta H. Cámara en los términos en que lo ha hecho. No es el caso que supone la Constitución, es un caso enteramente peculiar, enteramente típico, y creo haberlo explicado con toda claridad. El Ejecutivo de la Unión se mantuvo firme en su propósito de que la paz pública no se alterara, y en estos momentos no hay combates, no se está derramando la sangre. Si al Jefe Político no se le obedece, que el Gobernador del Estado acuda a su policía, que acuda a los medios de coacción que le dan sus leyes para hacer obedecer a ese Jefe Político; y si se trastorna la paz pública y el Gobernador no puede restablecerla, entonces están allí las fuerzas federales que auxiliarán al Gobernador del Estado. No quiere el Poder Ejecutivo que se derrame sangre en el Distrito de Juchitán, pero tampoco quiere que los habitantes del Estado sean hollados en sus derechos por un Jefe Político arbitrario. Su papel es enteramente imparcial, está a la expectativa y cree que de esta manera obra dentro de la esfera de sus facultades constitucionales. Muy fácil es solucionar el conflicto, señores diputados, como lo he indicado; ojalá que sea así, ojalá que el Gobernador del Estado comprenda que antes de los preceptos rígidos de una Constitución está un principio que es el salvador de los pueblos democráticos: el del respeto a la voluntad de los ciudadanos, el del acatamiento a la voluntad popular. (Aplausos). —El C. Presidente: —La Cámara ha oído con profundo interés el informe del señor Ministro de Relaciones Exteriores, y dentro de sus facultades y acatando la Constitución Federal, tomará el acuerdo que estime conveniente. Saltamos a la crónica de El Imparcial: En seguida pasó al estudio de las Comisiones tercera de Gobernación y segunda de Puntos Constitucionales. El dictamen que rindieron las comisiones citadas, dice, en lo sustancial: Teniendo en cuenta que no hay derramamiento de sangre y que el Jefe de la Zona ha recibido orden de estar a la expectativa para el caso de que ocurra un desorden, estiman las comisiones que no es llegado el caso de hacer al Ejecutivo la excitativa que solicita la Legislatura de Oaxaca. En tal concepto resuelven: I.— Dígase a la Legislatura de Oaxaca que no es llegado el caso de aplicar el artículo 116 de la Constitución. II.— Transcríbase el acuerdo a la Legislatura de Oaxaca y entérese del informe al señor Presidente de la República. Firman los diputados Tomás Vera, J. Macías, Olaguíbel, Silva y A. Cárdenas. Pidió la palabra en contra el diputado Morales, quien dijo que estaban allí los diputados para hacer respetar la ley, y que ésta era la misión que habían jurado; que el artículo 40 de la Constitución dice que la República es representativa, democrática y federal, compuesta de Estados libres y soberanos, y que esta voz era más autorizada que la de todos los Ejecutivos. ¿Cómo, añadió, vamos a sancionar la conducta del Ejecutivo entrando en comunicaciones, en tratos y gestiones para imponer a un Jefe Político?
Pero era necesario que un Gobernador que ya no es Gobernador, que el jefe de un partido que ya no es partido, que el hijo del gran Juárez no viniese a ser sino una hechura de Madero. Pues, ¿cómo, ahora que tanta sangre se ha derramado, la Cámara va a someterse a una política personal que trata de imponer a un señor Aguilar? No podemos sostener un dictamen que tiende a dejar sin apoyo a un Gobernador constitucional. Éste no es un problema meramente local. Es un caso que, como se resuelva, tendrá que importar a toda la Nación. Pues si es cierto que el señor Pino Suárez ha sido bien electo por el pueblo, debe serlo que el señor licenciado Juárez fue electo también por el pueblo, y si esto es así, ¿cómo no prestarle apoyo a un Gobierno constitucional? Yo admito que en Juchitán sea el origen del descontento el que se ha dicho, pero aún contra un Estado hay que hacer respetar la ley. Haciendo respetar a un Gobierno, se hará valer la autoridad, que es una necesidad nacional. Nosotros para eso sólo estamos, para hacer cumplirla, y nunca hemos de olvidar la frase del eminente don José María Iglesias: sobre la Constitución nada. Debemos proteger a un Estado contra la invasión y la rebeldía. La Legislatura reunida nos lo pide. Yo os excito a que cumpláis con la ley. Sosteniendo el dictamen, dijo, en extracto, el señor Diputado Macías: Los miembros de la Comisión son los primeros en manifestarse respetuosos con la Constitución. Yo la venero y no creo que aquí vayamos a discutirla. Lo que aquí se discute son las resoluciones del dictamen, y no lo que el diputado Morales ha hecho, entrar en una crítica al Gobierno de la República. La Cámara ha recibido de la Legislatura de Oaxaca un telegrama que dice que el Jefe de la Zona ha recibido una orden de permanecer a la expectativa y no prestar apoyo al Gobierno de Oaxaca. El Ejecutivo nos dice que el Jefe de la Zona permanecerá a la expectativa, para prestar protección cuando se necesite. Si lo que nos dice el Ejecutivo no es exacto, él será el responsable ante la Nación. Yo no soy maderista, pero tengo la obligación de aceptar los actos mientras sean correctos. Si mañana no cumple, yo seré el primero en pedir que se consigne al Presidente de la República al gran jurado, por haber engañado a la Representación Nacional. Pero hoy, votar en contra del dictamen, sería no prestarle al Presidente el apoyo cuando más lo necesita, en momentos en que debe sofocar la anarquía, que por todas partes asoma su cabeza de medusa. Señores: hay que ser serenos. Unos opinan que el Gobernador impone a un jefe impopular y otros claman que se debe evitar la imposición del Centro. Señores representantes: cuando el Gobierno no sepa guardar el orden y permanezca inactivo, entonces la Cámara protestará y pedirá que se excite al Ejecutivo a prestar apoyo al Gobierno de Oaxaca. Tras nueva intervención de Morales, Calero vuelve a la tribuna para agregar: Debo precisar. La sublevación ocurrió en tiempos del señor de la Barra, y el nuevo Presidente debió afrontarla; existía, pues, la sublevación antes de que fuesen los enviados del señor Presidente Madero. El Gobierno sigue manteniéndose en los procedimientos de la imposición constitucional, rectilínea y clásica. Pero, ¿está llamado el Ejecutivo a intervenir, cuando el Estado “escatima” sus fondos?
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No está llamado el Ejecutivo a ser el brazo ejecutor, el instrumento de los gobiernos. El gran Vallarta aclaró este punto en tiempos en que Gómez Cuervo era Gobernador de Jalisco; sólo debe intervenir el Ejecutivo cuando el Estado está impotente; pero si se cruza de brazos, no tiene deber de asumir aquella actitud protectora la Federación. No le importa al Presidente de la República que el jefe sea Pedro o Juan; lo que quiere es la paz, que se tengan garantías, y cree que si por el capricho de un Gobernador se han sacrificado 400 vidas, no debe en lo sucesivo prestar ni un solo soldado, ni un solo mausser! (Aplausos) El Gobierno federal está allí, el Jefe de la Zona tiene orden de intervenir si se atacan las vidas o las propiedades. Pero si los replegados a los suburbios dicen que no depondrán las armas hasta que se les quite el jefe impopular, ¿por qué ir a causar más bajas de las que han ocasionado las ametralladoras federales? La soberanía tiene sus límites, el Gobernador de Oaxaca la entiende de un modo caprichoso, y no es así como debe entenderla el Ejecutivo. Oaxaca ha prestado grandes contingentes a las causas nacionales, y ahora escatima sus fuerzas. Que el Estado se reivindique, que el Gobierno federal no trata de cumplir con los caprichos del hijo del gran Juárez, sino con la voluntad popular. El Ejecutivo, señores representantes, espera estar a la altura de su misión, si encuentra el apoyo de esta honorable Representación! El Demócrata Mexicano transcribe las palabras de Chapital, pronunciadas antes de la votación nominal donde hubo 106 votos de apoyo a este acuerdo y 17 en contra: El diputado Chapital pide la palabra para una aclaración. Dice que Che Gómez estuvo en esta capital, cuando era Ministro de Gobernación el licenciado Vázquez Gómez, y se pusieron ambos de acuerdo, y que Vázquez Gómez dio dinero a Che Gómez para que se sublevara en caso necesario. Que la imposición de Jefe Político sólo fue un pretexto; hecha la aclaración, que continúe la discusión. El Diario añade algunos detalles en la crónica del día: Durante el tiempo que los miembros de la Comisión permanecieron formulando su respuesta definitiva sobre asunto de tanta trascendencia, el Secretario Diputado señor Ituarte ofreció un suculento lunch en uno de los elegantes salones del edificio a los Miembros de la Soberanía Nacional, mereciendo elogios por su oportuna idea, pues la Comisión de referencia duró más de una hora en formular la respuesta. […]
Se suspendió toda actividad en la Cámara; cuando alguien pretendió seguir discutiendo otros problemas, la Mesa le recordó que por estar en Sesión Permanente, no podía discutirse sino el tema en curso. Se forman acalorados corrillos; Morales se pronuncia por favorecer al joven Olivares como Jefe Político. “No se hablaba en la Metrópoli tampoco de otra cosa”. Un grupo de varios diputados se reunió para discutir el asunto; participaron todos los diputados originarios de Oaxaca —algunos con diputaciones por otros estados. El iniciador de esta junta, fue el señor licenciado diputado Adolfo Fenochio, miembro muy distinguido de la Colonia oaxaqueña y uno de los más connotados “leaders” del reyismo en la capital. Se encontraban en esa junta los diputados, General García Cuéllar, Ogarrio Fernández Ortigoza, Ruiz y Silva, Romero, W. García, Fidencio Hernández, Bolaños, Cruz
Martínez, Curiel, Reyes Spíndola, Ramírez, Pérez, García Ramos, Chapital, Antonio Maza y el ya mencionado señor Fenochio. Al primero que le fue concedida la palabra fue al señor Chapital, el cual informó que el Gobierno de Oaxaca no acepta la imposición que le quiere hacer el Gobierno del Centro, nombrando Jefe Político de Juchitán a un señor Aguilar, que está sostenido por Che Gómez y sus secuaces, y a quien el señor Juárez, de acuerdo con la Legislatura, no acepta como autoridad. Así mismo dijo el señor Chapital que el señor Gobernador Juárez Maza pide que Che Gómez sea consignado a la autoridad competente por haber distraído arbitrariamente fondos de la administración pública. El Gobierno local de Oaxaca ha acordado que sea Jefe Político de Juchitán el señor León, que es persona honorable y grata a la mayor parte de los habitantes de aquella comarca. Así mismo se informó en la junta que el Gobierno de Oaxaca cuenta para cualquierevento con 1,500 hombres perfectamente bien armados que sabrán repeler la acometida de los revoltosos. En la misma junta se acordó enviar al señor Juárez Maza un telegrama redactado en los términos que firmó la mayor parte de los señores diputados ahí reunidos: “Apenados por delicada situación entre Estado y Federación, deseamos pronto arreglo satisfactorio, estando en todo casi al lado de su muy digna actitud”.
Los corresponsales de Oaxaca se ven muy atareados. El Diario, en una nota desde Oaxaca, se sorprende: Sensación por la negativa de Madero a movilizar tropas federales. Che Gómez disgustado. Salen de Oaxaca rumbo a Juchitán el capitán Ochoa y su caballería. La ciudad excitadísima.
El Imparcial y El Demócrata también escriben sobre las reacciones en Oaxaca: Los oaxaqueños dan la razón al Congreso del Estado, donde hubo una acaloradísima sesión e interesantes debates, como no se habían visto en años. La Cámara se halla en sesión permanente esperando la respuesta del Primer Magistrado de la República, resuelta a dar a este conflicto una solución digna que en nada menoscabe la soberanía del Estado. Ante la negativa de apoyo de Merodio, se esgrime la desesperada situación de los vecinos de Juchitán. “O se respeta la Soberanía de Oaxaca o el Pueblo se Levanta en Armas. Una Amenaza al Señor Presidente”, dice el encabezado de la nota de El Imparcial, desde Oaxaca. Con motivo de la controversia surgida entre el Gobierno de Oaxaca y el Centro, reina gran excitación en toda la ciudad; una multitud compacta, formada de individuos de todas clases sociales, recorren la ciudad lanzando gritos de: “¡Viva la Libertad!” “¡Abajo la Tiranía!” “¡Muera Madero!” Frente al Palacio de Gobierno esta multitud vitoreó al señor Gobernador Juárez, tomando la palabra varios oradores, para significar al Ejecutivo del Estado que están a su lado, resueltos a defender la soberanía de Oaxaca. Asimismo le hicieron saber que antes que la imposición, preferían la revolución. El señor Juárez contestó diciendo que estima muchísimo la manifestación de que ha sido objeto; que aun a costa de su vida sostendrá la actitud digna que ha adoptado, y que espera que el pueblo que le da su apoyo en estos momentos, no lo abandone
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en el desgraciado caso de que el Gobierno General siga obcecado y que, igualmente, espera que el mismo pueblo que lo apoya en la paz lo apoyaría en la guerra. A petición del pueblo, habló después el licenciado Rafael Odriozola, quien terminó su vibrante y patriótica peroración con un viva a la Libertad. El señor Luis Jiménez Figueroa leyó un telegrama que, firmado por muchísimas personas, fue dirigido al señor Presidente de la República, diciéndole que, o respeta la soberanía del Estado de Oaxaca, o el pueblo la defenderá por medio de las armas. El pueblo, como manifesté en un principio, se encuentra excitadísimo, pero no se ha registrado ningún desorden. La misma nota da cuenta de un telegrama especial enviado desde San Jerónimo, del día 24 de noviembre: El conflicto entre el Gobierno de la Federación y el del Estado cada vez es más serio. El señor General Merodio ha recibido un telegrama del Gobernador señor Juárez, en que le dice que tenía noticia de que estaba tratando la rendición del licenciado Gómez bajo bases incondicionales. Que le hacía saber —agrega el Gobernador— su firme resolución de mantener a toda costa la soberanía del Estado, y de no reconocer más arreglos que los hechos por él. También daba a entender en su telegrama el señor Juárez, que, llegado el caso, exigiría responsabilidades al general Merodio por su intromisión. El Jefe de la Zona contestó que era ajeno a las negociaciones que se hacen por los comisionados, pues éstos tratan directamente con el Gobierno del centro. Casi a diario se envían al señor Juárez excitativas y adhesiones pidiéndole que haga respetar la Constitución local. El telegrama que se le remitió ayer es el siguiente: “Los suscritos, ciudadanos juchitecos, enviámosle votos adhesión sincera, aplaudiéndole patriótica actitud como defensor soberanía y Constitución Estado, revélalo digno hijo Gran Juárez. Rogámosle pida Congreso facultades extraordinarias venir arreglar personalmente conflicto nuestro querido pueblo, garantizándole confianza todos pueblos distrito y éxito seguro. Su gestión traerá concordia y paz quebrantadas malos hijos patria.”
El País cabecea desde Oaxaca: “Existe un grave conflicto con el estado de Oaxaca por lo de Juchitán. La Cámara recibe múltiples felicitaciones y adhesiones.” Continúa informando que trescientos serranos voluntarios armados —con armas maderistas, por cierto—, apoyarán al Gobierno del Estado. Considera humillante y vergonzosa la transacción propuesta por el Gobierno Federal para el nombramiento de Jefe Político en Juchitán. Hay manifestaciones de apoyo a Juárez y contra los ultrajes en la Alameda de León y en las calles de la ciudad. Se lanzan mueras a Pino Suárez y Madero. Correo del Sur anuncia que una comisión de juchitecos recién llegados de su ciudad piden al Gobernador que vaya al Istmo. La gran manifestación frente a la Catedral se dirige al telégrafo, para enviar un mensaje a Madero. El Avance advierte: “Peligros e inconvenientes de transigir con los rebeldes.— La tranquilidad del Estado y la dignidad del Gobierno reclaman el castigo de los transgresores de la Ley.” Profundo disgusto y general protesta ha provocado entre todos los habitantes sensatos del Distrito de Juchitán, la noticia de que el Gobierno de la Unión ha dispuesto entrar en arreglos de paz con el cabecilla rebelde de Juchitán, Lic. José F.
Gómez y sus secuaces, levantados en armas contra los poderes legítimamente constituidos en el Estado. El disgusto ha cundido entre todas las clases sanas de la sociedad oaxaqueña y de la República entera, por más que en otras partes no se haya expresado en la forma enérgica que en los pueblos directamente interesados en el conflicto. Las causas de tal desagrado son patentes y justas: Primera, porque la revuelta juchiteca es injustificable, pues no persigue ningún ideal noble, ni principios redentores, ni fines altruistas y justicieros, sino que obedece a la egoísta ambición de un cacique que pretende acaparar toda autoridad en Juchitán, para utilizarla en su provecho personal y en el de sus parciales, excluyendo de los negocios públicos, y tiranizando a todo elemento no adicto a su caciquismo. Segunda, porque la proposición de paz es extemporánea e inoportuna, porque llega cuando la rebelión está casi reducida a la impotencia, gracias a la acción eficaz y al comportamiento heroico de los soldados federales, que no han vacilado en sacrificarse por devolver la tranquilidad y el goce pleno de sus derechos a todos los ciudadanos del Distrito agitado. Un pequeño esfuerzo más del bizarro Ejército bastará para completar la pacificación de un modo honroso, a la vez que eficiente y duradero. Tercera, porque el simple hecho de tratar, de potencia a potencia, con los alzados, implica el [re]conocimiento en ellos de una beligerancia que no merecen, porque no son, propiamente hablando, revolucionarios, sino sediciosos, criminales que han consumado cobardemente asesinatos horripilantes, que han llevado inútilmente al sacrificio multitud de vidas útiles a la patria, que han hecho retroceder, en la vía del progreso, a Juchitán, arruinándolo y desacreditándolo ante la nación y ante el mundo civilizado. La buscada composición resulta, en este caso, impolítica, inmoral y, sobre todo, peligrosa, pues mientras el gomismo que es caciquismo quede en pie, el orden legal será imposible en Juchitán; y cuarta porque la petición de paz, por parte del Gobierno, acusa debilidad e implica una confesión de su derrota, cuando la situación real es precisamente la contraria, puesto que la fuerza federal es la prepotente, ha vencido a los rebeldes en todos los combates, los ha expulsado de Juchitán y de Ixtaltepec, arrojándolos a los campos y poniéndolos en la necesidad de buscar refugio en Unión Hidalgo, única población que (por la fuerza de las circunstancias) les permanece fiel, de las tres levantadas en armas por el engaño de un falso caudillo que les hizo creer en una victoria imposible. La pretendida componenda de paz es, pues, absurda, porque siendo el Gobierno vencedor, desconoce su triunfo y demanda condiciones de paz a los vencidos. Por lo demás, las personas comisionadas para pactar dicha paz son las menos adecuadas para ajustarlas a bases razonables y satisfactorias. La primera comisión fue integrada: por D. Ángel Pola, compadre y amigo íntimo del rebelde Gómez, tutor de su hijo y, además, aspirante a la representación de Juchitán en el Congreso Federal que se elegirá próximamente, contando, se entiende, con el apoyo del compadre; y por D. Fernando de Gyves, pinedista incondicional, y correligionario, por lo mismo, de Gómez. La segunda comisión la forman los ex-revolucionarios, Sres. Gavira, y Aguilar: de este último podemos, desde luego, decir que desconoce las circunstancias de localidad, de personas y de datos que intervienen en la cuestión que pretende dilucidar; y en cuanto a Gavira, además de ignorar los mismos requisitos que faltan a su asociado, es amigo de Gómez, de quien aceptó banque-
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tes y otros halagos cuando, en el mes de Julio de este año, fue enviado a Juchitán, dizque a garantizar el orden público, ya gravemente alterado desde entonces. Su presencia en aquella ocasión no produjo sino efectos frustráneos, lamentables a saber: el retiro de la fuerza federal que guarnecía Juchitán, efectuado para prevenir posibles fricciones con la fuerza insurgente de Gavira; la alianza de esta fuerza (unos cien hombres) con la gente de Gómez que se esmeró en hacer alarde de popularidad y valimiento, habiendo logrado deslumbrar a Gavira con el populacho, a falta del verdadero pueblo; el abandono, por parte de Gavira, de su pequeña fuerza, la que, obrando después de acuerdo con los gomistas, se ocupó en cambiar arbitrariamente las autoridades de algunos pueblos, y en intervenir ilegalmente en los negocios de una finca de los señores Maqueo; finalmente, el licenciamiento de los soldados gaviristas, dejando a Gómez y a sus hombres dueños del campo, sin temor a nadie ni a nada, pues no quedó en aquel lugar otra fuerza ni autoridad capaces de enfrentarse con su caciquismo. Con tales comisionados y atentos los antecedentes dichos, toda componenda tiene que ser, por causa de parcialidad, adversa a los legítimos intereses juchitecos y favorables al cacicazgo de Gómez; y quien dice cacicazgo, dice ilegalidad, tiranía, desorden… No, no hay que dudarlo, la intención del Gobierno federal es sana y patriótica; pero su acción, su procedimiento, son erróneos y extraviados, por falta de un conocimiento exacto de las causas y elementos productores del conflicto. Lo indicado, con todas las seguridades de acierto, es dejar que el Ejército complete su obra pacificadora, obligando a los rebeldes, ya claudicantes, a rendirse: entonces se harán los arreglos que mejor convenga al bienestar positivo del pueblo juchiteco, a la soberanía del Estado y al prestigio del Ejecutivo federal. Felizmente el Gobierno del Estado ha comprendido con toda claridad el problema Juchiteco y sabemos que está dispuesto a resolverlo por los procedimientos rigurosamente legales. Estamos con el Gobierno en esta actitud, y con nosotros estarán seguramente todos los habitantes conscientes del Estado.
La respuesta de los legisladores de Oaxaca no se hace esperar. El Periódico Oficial de Oaxaca deja constancia de la discusión del día 25 de noviembre, que reseñarán al día siguiente algunos periódicos. Esta es su justificación y acuerdo: Honorable Cámara: las Comisiones unidas de Gobernación y Puntos Constitucionales, teniendo a la vista el mensaje telegráfico que anoche a las 11.20 transmitió la Cámara de Diputados al Congreso General, no pueden menos que impresionar tristemente, porque tal parece que se hace uso de subterfugios y argumentos de fuerza dudosa para eludir una resolución que reclama la justicia y orden constitucional, si ha de ser verdad como nosotros lo hemos creído, el Pacto Federal que une con lazos de fraternal solidaridad a las Entidades que constituyen la República Mexicana entre sí y a cada una de ellas con el Gobierno Federal emanado del sistema político bajo el cual viven todos los habitantes del territorio Nacional. Afirmar con flagrante contradicción de los hechos que no está alterada la paz pública en el Distrito de Juchitán y que, porque en estos precisos momentos no hay derramamiento de sangre, no es llegado el caso de hacer efectivo lo prescripto en el artículo 116 de la Constitución Federal, es sencillamente poner al alcance de vandálicas hordas rebeldes a los representantes del Gobierno en aquella región. Nosotros deseamos que el criterio más apegado a la Ley, declare de qué parte está
la razón: Por un lado las ambiciones irrefrenables, egoístas y perversas de un cacique con refinamientos e intenciones inexplicables, de un cacique para cuyos intentos no han sido bastantes la vida de las autoridades, la honra de las familias, la propiedad de los habitantes, el honroso nombre de Oaxaqueños y el augusto decoro de la Patria, que como madre atribulada clama por el amor y el amparo de todos sus hijos. Por el otro lado el gobernante que ajusta sus actos a los preceptos de la Ley, que obra en la órbita de sus facultades y que, lejos del absolutismo, ha velado por hacer efectivo el cumplimiento de nuestras instituciones. Por un lado la perfidia, las ambiciones desmedidas, la explotación de ingenuidad de masas ignaras; por el otro la honradez gubernativa, la escrupulosidad por la rectitud en el proceder, la constante observancia de la Ley. Por un lado las pasiones humanas bajo su aspecto más criminal y más degradante; por el otro la Ley suprema y la justicia. ¿En qué parte debe descansar el amparo supremo del Poder? Y pensar que al cabecilla Gómez se le conceden derechos de beligerante, se le llama, se le conceden pasaportes y hasta se le mima, al grado de que con el mayor cinismo el referido Gómez pide tren especial para su viaje y cincuenta mil pesos por lo pronto. Y pensar que el Ejecutivo del Estado le exige que acepte sin objeciones las determinaciones que solamente a él le corresponde y se le exige además una sumisión humillante, que vulnera el sagrado honor del Estado. ¡Ah, señores Diputados! Que vuestra conciencia, vuestra rectitud y vuestra honradez, respondan quién es el que merece la justicia. No debemos vacilar ni un solo momento; nuestra actitud y nuestras determinaciones, muy a pesar de la anodina contestación de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, están perfectamente justificados. Podrán pasiones humanas y la debilidad de los hombres presentarnos obstáculos; podrán el error y la mala intención erguirse furibundos. Tranquilidad, señores Diputados, la historia dirá mañana, al tener en cuenta nuestros actos, que como hijos de Oaxaca, como coterráneos del Gran Repúblico Benito Juárez, hemos levantado nuestra humilde voz invocando la Ley, protegidos por la Ley y defendiendo la Ley. Por todo lo expuesto y a fin de dar una respuesta decorosa al mensaje que hacemos referencia, sometemos a vuestra deliberación el siguiente: “Acuerdo. Primero.- Recábese del Ejecutivo copia íntegra autorizada de todas las constancias que han determinado sus resoluciones hasta la excitativa a este Congreso del día de ayer. Segundo.- Igualmente pídase por conducto del Ejecutivo y por vía telegráfica al Jefe Político del Distrito de Juchitán, copia también autorizada de las comunicaciones oficiales que hayan cruzado entre él y el Jefe de las armas en aquella Ciudad, especialmente de la que motivó su telegrama, origen de este expediente. Tercero.- Recabadas estas constancias se remitirán a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión como una justificación de los actos de esta Legislatura acusándose recibo, entre tanto, del mensaje citado al principio de este dictamen y diciéndosele que este Congreso ya le envía las constancias respectivas. Cuarto.- Por vía telegráfica y con inserción íntegra de todo el dictamen, comuníquese este acuerdo a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión y transcríbase la contestación de ésta y el anterior dictamen al Ejecutivo del Estado.”
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Sala de Comisiones del Congreso del Estado.- Oaxaca de Juárez, Noviembre 25 de 1911.- Ismael Puga y Colmenares.- Carlos M. Gil.- Alberto Montiel.- Alberto Vargas.- Dr. Manuel de Esesarte.- Severiano Avendaño.- Rúbricas.” Se discute. Montiel propone comunicar tanto el dictamen como el acuerdo anteriores. Colmenares está de acuerdo. Ordizola, desea saber en qué se basa el telegrama de Enrique León que notifica la negativa de apoyo de las Fuerzas Federales. Propone investigar las circunstancias para no caer en error. Colmenares le acusa de poca confianza en funcionarios responsables, de no haber consultado el archivo. Ordizola le revira que a pesar de eso, se debe proceder con serenidad. Se cumple, se envía la adición citada. Corren los telegramas indispensables para obtener la constancia de que las fuerzas federales no apoyan a Juárez Maza: pero no indican que no haya paz rebelde. Los delitos de Gómez ya comenzaban a recabarse —como vemos por la carta de Pablo Pineda del día anterior— para justificar plenamente las demandas estatales. Oaxaca, 25 de noviembre de 1911 Sr. Jefe Político: En nota de esta fecha dice a esta Secretaría el H. Congreso del Estado lo siguiente: Acuerdo único, excítese a los Poderes de la Unión para que en cumplimiento del articulo ciento diez y seis de la Constitución Federal se sirvan proteger al Estado con la fuerza de que disponen, a fin de reprimir los trastornos interiores ocasionados por la sublevación de una parte de los vecinos del Distrito de Juchitán. Y por acuerdo C. Gobernador lo transcribo a Ud. para su cumplimiento y a efecto de que informe la actitud que guarde la Fuerza Federal que existe en ésa. Díaz Quintas, Srio. 230
miento hasta la fecha: por escrito pida también igual informe al Ayuntamiento y a los Jefes de armas que operan en esa Cabecera procurando respuestas categóricas y escritas. También exija igual informe autoridad judicial y si es posible particulares caracterizadas. Muy especialmente recomiéndole respuesta de Jefe de armas sobre el particular. Esto débese a que Congreso de la Unión asegura que en Juchitán no hay ataque material. Procure Ud. reunir cuantas pruebas tenga Ud. del levantamiento, actitud hostil que asuman los juchitecos, comunicando a este Gobierno cuanto note y observe. Noticias no deben concentrarse únicamente al día de hoy, sino que deben abarcar desde que comenzare revuelta. Todos estos datos debe remitirlos hoy mismo transcribiéndolos por telégrafo urgentemente. 232
Oaxaca, 25 de noviembre de 1911 Por acuerdo del C. Gobernador informe Ud. inmediata y urgentemente esta vía en qué forma notificó a Ud. Jefe Armas que no prestaríale ayuda sin orden Secretaría Guerra, detallando con toda minuciosidad cómo hízose esa notificación. Informe también a este Gobierno si rebeldes permanecen aún en actitud hostil y si han dejado de tener esta actitud en el plazo de tiempo corrido desde el día levanta-
Juchitán, 25 de noviembre de 1911 Estimaré de Ud. se sirva informar a esta Jefatura sobre la actitud que hayan guardado y la que actualmente guarden los indios levantados, después del día 5 del corriente mes en que fueron rechazados por las Fuerzas Federales.
Juchitán, 25 de noviembre de 1911 Secretario de Gobierno Oaxaca Juchitán Nvbre. 25/1911 Enterado su mensaje cifrado hoy, hónrome informarle para conocimiento C. Gobernador que desde que iniciáronse tratados paz con Gómez, Jefe fuerzas por instrucciones recibidas suspendió hostilidades y más tarde permitíase que sublevados volvieran a sus hogares siempre que no portasen armas. Bajo el mismo pacto continúan las cosas. Fuerza rural hace servicio de policía en ésta y me consignan responsables faltas. El Jefe Político Enrique León 231
230. AJFG docs. 64, 65, telegrama cifrado y transcripción recibido por Enrique León a las 9.15 am. 231. AJFG doc. 66.
Oaxaca, 25 de noviembre de 1911 Jefe Político, Enrique León Refiriéndome su mensaje de ayer número dos, dígame si Jefe Armas notificóle verbalmente o por escrito orden Secretaría de Guerra de no prestar ayuda a autoridad política. Urge inmediata respuesta. 233 Juchitán, 25 de noviembre de 1911 C. Gobernador del Estado: Orden Secretaría Guerra para que no se me preste ayuda me fue comunicada verbalmente. El Jefe Político. Enrique León. 234
Juchitán, 25 de noviembre de 1911 Mereceré de Ud. […] disponer que por su digno conducto informe al C. Coronel Jefe de la Fuerza Federal que operó en esta Cabecera durante los días 2 y siguientes del corriente mes con motivo del levantamiento en armas de un grupo numeroso de Juchitecos, acerca de los acontecimientos ocurridos sobre el particular; encareciéndolo que el informe que se pide sea en términos categóricos y que se produzca hoy mismo. Con este motivo me es satisfactorio reiterar a Ud. las seguridades de mi atenta y distinguida consideración. Sufragio Efectivo. No reelección Juchitán, Noviembre el 25 de 1911. El Jefe Político Enrique León Al C. Gral. Brigadier Jefe de la Zona. Presente. 235
232. AJFG docs. 53 y 54, telegrama cifrado y transcripción. 233. AJFG docs. 57, 58, telegrama cifrado y transcripción. 234. AJFG doc. 59. 235. AJFG doc. 55.
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Asimismo estimaré de Ud. que por su digno conducto informe categóricamente al Mayor del 30 Batallón, Vicente González, sobre las circunstancias que concurrieron el día 3 del propio mes al incorporarse con la fuerza de su mando a la ya existente en esta población. Noviembre 25/ 911. Al Gral. Brigadier Jefe de Sección. Presente. 236
Juchitán, 25 de noviembre de 1911 9ª Zona Militar Sección Mixta de Operaciones Número 67 Obsequiando lo pedido en su atento oficio de esta fecha, me es honroso transcribir a usted el informe que rinde el C. Coronel Manuel Zozaya, acerca de los acontecimientos a que se refiere su oficio citado:- Tengo la honra de comunicar a Ud. en contestación a su superior oficio de fecha de hoy, que el día 2 del presente fui atacado en mi Cuartel por más de tres mil indios; la fuerza federal rechazó la agresión, y ocupó la torre de la Iglesia, siguiendo el combate durante los días 3, 4 y 5 usando el enemigo bombas de dinamita para volar el Cuartel; el día 5 llegó una columna en mi auxilio y, a los primeros disparos de la artillería, el enemigo abandonó la población dejándola en nuestro poder. Reitero a usted mi atenta consideración. Lib. y Constitución. Juchitán, Oax. 25 de novbre. de 1911. El General Brigadier J. de la Sección, Agustín A. Valdés (Rúbrica) Al C. Jefe Político del Distrito Presente 237
El Ahuizote hace un resumen de la situación de la semana transcurrida, por lo cual no puede incluir los acontecimientos del día; pero sí anticiparlos. En su artículo sobre Oaxaca acusa al Gobierno Federal de falta de previsión; las terribles noticias llegadas del Istmo indican falta de tino en la elección de sus negociadores. Advierte del peligro que entraña no respetar la voluntad popular; dispersos, los rebeldes serán imbatibles si luchan en guerrillas desde el monte. Nuestras previsiones sobre el levantamiento de Juchitán siguen confirmándose en todas sus partes La guerra asoladora con todo su cortejo de males terribles, sigue azotando esta interesante región del Estado, digna de mejor suerte. El incendio, la ruina, el hambre, y acaso después la peste, extienden su obra demoledora por antes feraces llanuras y alegres poblados […] una raza viril y pujante cae por ideales desconocidos en una guerra sin cuartel que tendrá que ser larga y que resulta un problema más en la espantosa situación de la República. ¿Por qué no se previó esto cuando no era un secreto para nadie, cuando el Lic. Gómez
236. AJFG doc. 56. 237. AJFG doc. 60.
demostraba su descontento hacia el gobierno local, a voz en cuello en reuniones de cantina, y en su cara lanzaba al Oficial Mayor de la Secretaría enérgicas amenazas? ¿Por qué no se tomaron los dos únicos caminos entonces: o ceder a las pretensiones de Che Gómez (ídolo de Juchitán) o dar un golpe de mano sobre el “leader” impidiéndole el regreso al istmo, hasta por medio de la fuerza? ¿Por qué no se tuvo tino en tratar con sagacidad política un problema que bien conducido hubiera sido nulificado, pues Che Gómez no es una personalidad política de inmenso prestigio en la República, ni que mandara en Juchitán podría alterar el porvenir o el progreso de la Patria? ¿Por qué no se quiso cumplir con el “sufragio efectivo” que por voluntad expresa del pueblo exigía que Che Gómez fuera el único mandatario en la región? ¿Por qué no se admitió ese mandato popular aunque vigilando los actos del demagogo juchiteco y enviándole fuerzas suficientes que impidieran el levantamiento caso de tener miras ocultas? Tales son las preguntas que se hacen todas las gentes imparciales y sensatas y que nadie les contesta. Y la rebelión sigue y no sabemos cuando concluirá. El Gobierno General no tuvo tino en la elección de sus comisionados de paz. En México existen juchitecos distinguidos e imparciales, queridos en la región, y que hubieran sido muy útiles a sus paisanos tomando de viva voz sus quejas, inquiriendo sus deseos, palpando los engaños de que fueron víctimas y pesando la justicia de su causa. Porque de nada servirá que las Fuerzas Federales tomen Juchitán (la cabecera o capital del Distrito): la guerra seguirá en los bosques impenetrables, en los arenales inmensos, en las playas lejanas. Seguirá la guerra de guerrillas, de sorpresas, de encrucijadas. El combate cuerpo a cuerpo entre las marañas de bejucos, tras los médanos, entre los bosques, en el lodazal que atasca a hombre y bestias. ¿Y por qué y para qué? ¿Para castigar a Che Gómez? ¿Para no humillarse, tratando con rebeldes? Creemos que se puede pasar por el sacrificio (si sacrificio es) ahorrando la vida de miles y miles de conciudadanos, más ignorantes que culpables. Esto es lo que ordena la equidad y la justicia… y sobretodo la propia conservación, porque en el estado en que nos encontramos, la chispa de Juchitán, como lo hemos dicho nosotros, puede ser la causa de un incendio general. El gobierno del Estado parece que envía al Lic. Toledo como comisionado de paz, uniendo sus esfuerzos a los de México; pero ya lo hemos dicho, debe cederse mucho, pues de lo contrario nada se obtendrá; y debe utilizarse la lección de la experiencia para ya no cometer errores semejantes y debe anotarse el mal causado por imprevisión, por incompetencia, por falta de energía o por sobra de capricho. La pitada ha sido mayúscula, y hay que decir la de los muchachos “no la volveré a hacer”.
Otras notas del Estado: Se presenta simpática opereta en la ciudad de Oaxaca. Formalmente presos los individuos aprehendidos en Teotitlán, el Ingeniero Barrios se encuentra en una prisión militar. En la República, destacan nuevamente la noticia de la muerte del Tuerto Morales, segundo de Zapata y de 62 zapatistas más que habían incursionado a Oaxaca desde Puebla. El pleito en el Jockey Club que culminó con el asesinato de Asúnsolo sigue agitando la capital. Escandón, el agresor, también está grave. Reyes en Laredo, inicia la Revuelta del Tostón; reyistas expulsados de Estados Unidos. Se crearán escuelas Granjas. Acto en el Museo Nacional. Huelga en Torreón.
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26 de noviembre
Oaxaca rompe sus lazos de unión/ Baldón será éste que no se borrará
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Una vez demostrada la negativa de auxilio de las fuerzas federales, Juárez necesitaba desmentir lo que Calero había llamado una “paz rebelde”. No habría paz alguna —ni rebelde ni sumisa— de no cumplirse los mandatos del Gobernador. El reclamo de los oaxaqueños pasa a la Cámara de Senadores; los oaxaqueños Valdivieso, Bolaños Cacho y Maqueo Castellanos solicitan una investigación minuciosa de la rebelión, desde el inicio del conflicto hasta la fecha, pues juzgan que Madero se ha excedido en sus facultades y que son muy imprudentes las declaraciones de Calero. La contestación de la Cámara Federal no satisfizo a la oaxaqueña, donde ya preparan otro reclamo que anuncia un probable rompimiento con la Federación. Madero comisiona a Trejo y Lerdo de Tejada para dialogar con Oaxaca, donde es recibido con hostilidad por los indignados oaxaqueños. Juárez Maza solicita permiso para ir al Istmo (puesto que para hacerlo debe salir del Estado, pasando por Puebla y Veracruz) donde entregará, de ser necesario, hasta la última gota de sangre por defender la legalidad contra el despotismo del Ejecutivo. Continúan el interés de Benito Juárez por cuanto sucede en las Cámaras Federales y no cesa el flujo de cartas y telegramas de adhesión, de las cuales solamente tenemos noticia por los agradecimientos que el Gobernador o sus secretarios envían puntualmente a sus remitentes. Declaraciones del Ministro de Gobernación, quien culpa a Juárez del conflicto. Zea, de El Imparcial, entrevista a Gavira en el Istmo —quien regresa por haberse suspendido las negociaciones—; y a su vez juzga parcialmente culpable a Gómez. Aguilar permanecerá aún en el lugar del conflicto, Gómez intenta enviar a su secretario Graguillhome pero éste es detenido. El líder no puede dirigirse a México, suponemos que por la actitud hostil de los rinconeros o por alguna contra-orden, puesto que ya tiene los pases que le entregó Merodio. Los rebeldes regresan a sus casas, León intenta pacificar con música a las fieras juchitecos. Siguen recabándose los documentos necesarios para justificar los reclamo del Gobernador y los oaxaqueños, pero ninguno tiene la contundencia requerida. Juchitán, 26 de noviembre de 1911, 9ª Zona Militar Sección Mixta de Operaciones En contestación a su atento oficio fechado ayer, me es honroso comunicar a usted que la actitud de los sublevados de este Distrito desde el día 5 al 14 en que llegué a esta plaza, fue hostil, según noticias que obtuve a mi arribo, pero desde el día 15 depusieron esa actitud y así han permanecido, sin que se les haya perseguido desde esa fecha, en virtud de habérseme comunicado estar terminada la revolución. En cuanto al punto relativo a la entrada del mayor Vicente González en esta plaza en auxilio de ella, según informa dicho Jefe el día 3 del corriente fue atacado en
Ixtaltepec a su paso por aquel pueblo y lo fue igualmente al llegar a esta población, logrando a viva fuerza llegar al Cuartel en donde estaba la fuerza de su Batallón. Reitero a usted mi atenta consideración. Lib. y Constitución. Juchitán, 26 de novbre. de 1911. El General Brigadier J. de la Sección, Agustín A. Valdés (Rúbrica) Al C. Jefe Político del Distrito. Presente. 238
Juchitán, 26 de noviembre de 1911, de Enrique León al Srio. del Gobierno Juchitán, Noviembre 26 de 1911. Al C. Secretario del Gobierno Oaxaca Cumpliendo con lo ordenado por el C. Gobernador en su mensaje ayer, paso a manifestar: General Jefe de las armas en ésta manifestóme verbalmente que por conducto Jefe Zona había recibido instrucciones para no prestar ayuda jefatura política sin orden Secretaría de Guerra. Mismo jefe de armas díceme en nota oficial de ayer: Obsequiando lo pedido en su atento oficio … En nota de hoy díceme el mismo: En contestación a su atento oficio … El Ayuntamiento díceme hoy: Contesto la superior nota de usted … Me permito agregar que muchos de los alzados han vuelto a la población sin armas y que urge mucho la presencia de un Juez, pues Alcaldes interinos nombrados se encuentran fuera de ésta y aún no se presentan. El Jefe Político Enrique León 239
Los senadores discutieron el día anterior el problema de Oaxaca. Oaxaqueños prominentes de la capital participaron acaloradamente en el debate acerca del conflicto entre el Gobernador y el Ejecutivo. El Diario reseña la sesión del Senado que, bajo la presidencia del señor licenciado don José María Pino Suárez, dio principio a las cuatro y quince de la tarde con la lectura del mensaje enviado desde Oaxaca por el Legislativo del Estado. El señor doctor don Aurelio Valdivieso, Senador de ese Estado, preguntó por qué anteayer mismo no se le había dado lectura, a lo cual contestó el Senador Castellot a nombre de la Mesa, que no se había procedido a lo que había dicho el señor Valdivieso porque el mensaje había llegado cuando había terminado la sesión, y que no había sido posible convocar a sesión extraordinaria. Después de que hubo terminado el señor Castellot, el señor Valdivieso, dijo que debe averiguarse bien lo que ha sucedido en este trascendental asunto del levantamiento de gente armada al mando del licenciado don José Gómez. En el curso de su peroración calificó de imprudente la declaración hecha a la Cámara por el señor Ministro de Relaciones Exteriores, licenciado don Manuel Calero y Sierra, en representación del Ejecutivo, puesto que el señor Calero dijo que el Gobernador de
238. AJFG doc. 61. 239. AJFG doc. 63. Nota mecanografiada, con indicación de que se reproduzcan los escritos men-
cionados.
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Oaxaca es un gobernante caprichoso en su proceder; además agregó que el pueblo de Oaxaca, como los demás pueblos, se ha exasperado porque se ha querido atacar su dignidad y su amor propio. Pidió que se nombrara una comisión para que investigue los hechos, desde la revolución hasta la fecha, para normalizar sus trabajos y así poder dar un dictamen. El Senador Miguel Bolaños Cacho, pidió la palabra para apoyar la proposición del señor Valdivieso, y después el señor Maqueo Castellanos, para manifestar que estaba de acuerdo con el trámite de la mesa. Dijo que por cuantos medios existen se evite el derramamiento de sangre; habló del Estado de Chiapas refiriéndose que se nombró una comisión para que investigara la verdad de los hechos, y cuando estaba en el desempeño de sus funciones, continuaba sin tregua el derramamiento de sangre. Pidió que no se nombre la comisión que pedían los señores Bolaños Cacho y Valdivieso, pues las comisiones unidas de Gobernación y Puntos Constitucionales pueden hacer las averiguaciones del caso, sin necesidad de una tercera. El Demócrata y Nueva Era reseñan la sesión en términos semejantes. Éste señala que senadores oaxaqueños, de filiación porfirista, manifestaron su inconformidad por la actitud conciliadora del Ejecutivo y de la Cámara. “Oaxaca rompe sus lazos de unión con el Gobierno Federal. La legislatura local declara que el Estado reasume su Soberanía. El Sr. Presidente envía al Sr. Lic. Trejo y Lerdo de Tejada como mediador. Al saberse esta noticia, el Pueblo fue invitado en hojas sueltas de redacción vehemente a recibir al Plenipotenciario del Sr. Madero “Como se lo Merece”, anuncia la primera plana de El Imparcial La situación del Estado de Oaxaca, a juzgar por las noticias recibidas en México por distintos particulares y que hemos podido conocer, se agrava cada día más y nada difícil será que el lamentable conflicto surgido tome proporciones verdaderamente asombrosas. Un numeroso grupo de oaxaqueños se reunirá mañana para tratar de ponerse de acuerdo sobre la actitud que asumirán, con motivo de los sucesos que agitan su Estado y que tienen fija la atención del país. Ayer un caballero de la Colonia, cuyo nombre no nos autorizó a publicar, recibió un extenso telegrama signado, en lo que se le decía lo siguiente: “Oaxaca, Noviembre 25.— Sr.... El Congreso del Estado reasume la soberanía del mismo. Ha habido una manifestación popular donde se han escuchado gritos, vitoreando al señor general Díaz y al señor Gobernador Juárez Maza. Los manifestantes han gritado mueras a los señores Madero y Pino Suárez. El Gobernador del Estado ofreció al pueblo defender la soberanía del mismo. El Presidente ha designado como parlamentario ante el Gobierno de Oaxaca al señor licenciado Trejo y Lerdo de Tejada.” Otros mensajes telegráficos que nos fueron mostrados, dicen que el Gobierno está recibiendo innumerables despachos de los Distritos del Estado, en los cuales los clubes políticos dan votos de adhesión al señor Juárez. El pueblo está excitadísimo, y aún cuando hasta hoy no se han cometido desórdenes de ninguna especie, se teme que la situación se empeore. Los diputados al Congreso de la Unión por el Estado de Oaxaca acordaron enviar ayer a la Legislatura local, un telegrama, pidiendo que envíen más detalles sobre la situación en aquel Estado, pues que en el despacho que se recibió el viernes en México, no explicaba claramente la situación, y por eso tomaron la actitud que ya es conocida.
Benito Juárez responde puntualmente a los mensajes enviados; y si bien hay poca variación, no hay dos agradecimientos iguales. Lic. Diputados Francisco Modesto Ramírez, Prisciliano Maldonado y Senador Esteban Maqueo Castellanos. Cámara de Diputados. México D.F. Por su atento mensaje de hoy quedo enterado de que solicitud Legislatura pasó comisiones Senado. Gracias por aviso. Pueden tener la firma convicción de que obraré con entera serenidad y calma en el asunto pero siempre apegado a la Ley, y sin dejar se lastime en lo más mínimo ni el decoro ni la dignidad del Gobierno y del Estado.
Lic. Jorge Vera Estañol Oficina del Partido Popular Evolucionista México D.F. Muy grato ha sido recibir por conducto de Ud. la bondadosa felicitación que me envía el Partido Popular Evolucionista del que es Ud. digno Presidente. Puede creer esa honorable agrupación política que al hacerle presente mis agradecimientos por sus benévolas frases que mi actitud no ha sido más que el cumplimiento estricto de mi deber y que así lo considero. Enterado de su mensaje de hoy veré con gusto el artículo de que me habla Ud. que saldará en El Imparcial de hoy y mañana. Debe estar lleno de interés e importancia como todo lo que brota de su reconocido talento. Atentas gracias.
Profs. Evaristo y Adolfo C. Gurrión México D.F. Gracias doy a Uds. muy sinceras por los aplausos que me envían por mi actitud en asuntos Juchitán así como por la adhesión que me profesan. Lic. Miguel Bolaños Cacho México D.F. Con verdadera satisfacción he leído su mensaje de hoy, su actitud para con el Estado no me extraña. Ya me la esperaba dado su reconocido patriotismo y grandes energías. El Gobierno y el pueblo oaxaqueño esperan mucho de Ud. y a nombre de uno y otro le doy expresivas gracias por su atenta felicitación. 240
Prosigue la nota desde Oaxaca de El Imparcial, donde se habla de hojas volantes impresas; reconocemos algunos párrafos del Boletín de El Avance, pero debió haber otros más. La redacción de dicho boletín impide saber si los beneficiados de la debilidad del Presidente en Tehuantepec y Juchitán son compadre y hermano respectivamente de Madero o de Che Gómez, quien no es mencionado hace varios párrafos. Los señores Magistrados del Tribunal de Justicia, así como innumerables particulares de esta ciudad y de los distritos, se han acercado al señor Gobernador Juárez Maza, para felicitarlo por la actitud que ha asumido, con motivo del conflicto con el Gobierno de la Federación.
240. ABJM 4-311, 4-313v y 314, 4-317v, 4-318.
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Los partidos políticos, al decir de sus miembros, han desaparecido ante el conflicto con el Gobierno General, uniéndose todos los oaxaqueños para defender la soberanía del Estado. Hoy debe llegar a esta ciudad el señor licenciado Carlos Trejo y Lerdo de Tejada, plenipotenciario del señor Madero ante este Gobierno, para arreglar las dificultades. Han circulado numerosas hojas sueltas en que se invita al pueblo, a recibir “como se merece”, así dicen los volantes, al enviado especial del señor Presidente de la República. El dinero ofrecido por Madero para las indemnizaciones sale de las arcas del Estado, se denuncia, el candidato a la Jefatura de Tehuantepec [sic] es su hermano y el de Juchitán su compadre. El Gobierno del Estado, de acuerdo con el Congreso Local, ha desconocido tal arreglo hecho sin su intervención, lo cual provocó la consiguiente tirantez con el Gobierno del Centro.
El País —en la capital— entrevista a Abraham González, quien no tiene empacho en juzgar que Madero ya habría solucionado el problema si no fuera por el empecinamiento de Juárez. En la entrevista que tuvimos ayer con el señor Ministro de Gobernación, al referirse a las actuales dificultades políticas que amenazan la paz pública en el Estado de Oajaca, se sirvió manifestarnos que la actitud del Gobierno del Centro respecto al referido Estado, no ha podido ser más clara y definida. La autoridad del actual Jefe Político de Juchitán, señor Enrique León, fue impuesta por el Gobierno del señor de la Barra, de acuerdo con el Gobernador del Estado, señor Juárez Maza, no obstante que el dicho señor León no ha sido nunca una persona grata a los juchitecos. Esta imposición fue la que motivó la rebelión que ha ocasionado tantos daños al referido Distrito, y que amenaza estallar de nuevo. Esta actitud del actual Gobernador se hace tanto más notable si se tiene en cuenta que el gobierno del General Díaz, conociendo a fondo el carácter indomable de los juchitecos, no intentó jamás imponer autoridad alguna en el referido Distrito, a fin de que éste no sirviera como pretexto para iniciar un levantamiento o cualquier otro desorden. Cuando el Gobierno del señor Madero entró de hecho en el poder, se encontró ante sí con este difícil problema que con seguridad hubiera resuelto a la fecha, a no ser por la actitud del Gobernador del Estado, señor Juárez, quien a todo trance quiere imponer al referido Jefe Político contra la voluntad, plenamente manifestada por el pueblo juchiteco. En vista de la oposición que hace el actual Gobernador al Gobierno del Centro en sus prudentes gestiones de colocar un Jefe político en dicho Distrito que llene las aspiraciones de sus habitantes, el Gobierno obrando siempre con la mayor prudencia y cautela, a fin de no precipitar nuevos acontecimientos desagradables, mantendrá en el referido Distrito una guarnición competente para asegurar por este medio la tranquilidad pública, que se halla seriamente amenazada por la actitud del actual gobernador, señor Juárez Maza. Desde San Jerónimo, Zea envía su recuento de las respuestas en el Istmo ante el conflicto por la soberanía, la de Gavira incluida:
El Gobernador señor Juárez, contestó al telegrama que le dirigieron numerosos ciudadanos juchitecos […] manifestando que tramita que el Congreso le conceda licencia para trasladarse a esta población y resolver el conflicto actual. Se cree que con la llegada del Gobernador, todo quedará concluido. Anoche, procedente de Juchitán, llegó a esta población el jefe Gabriel Gavira, quien desde luego tuvo una larga y cordial conferencia con el general don Telésforo Merodio, jefe de la Zona Militar. En seguida, tuve una entrevista con Gavira, quien se sirvió manifestarme que las dificultades que han surgido con motivo de la actitud asumida por el Gobierno de Oaxaca, lo han obligado a suspender sus negociaciones de paz y que marchará por ello a México, a informar al C. Presidente de la República, regresando a continuación a Veracruz, a continuar la lucha electoral en su favor, y que espera ganar, por contar, según asevera, con mayor popularidad que sus competidores. Quedarán en Juchitán los jefes Cándido Aguilar y Heriberto Jara, esperando la solución del conflicto para encargarse de la Jefatura o marcharse. Agregó Gavira que tiene la seguridad de que el incidente surgido al alegarse la soberanía de Oaxaca, se resolverá pronto y de manera pacífica, y confirma en lo general las informaciones de El Imparcial, pues dice que apenas quedan al lado del licenciado Gómez un número muy reducido de sublevados, habiendo regresado a sus hogares la mayoría de ellos. Finalizó Gavira manifestándome que reconoce en parte que el licenciado Gómez ha sido el culpable de lo que acontece y que a todo trance se le alejará de aquí, en donde es elemento de discordia. Gavira hace muy calurosos elogios de la bizarría de los valientes soldados federales, y en el informe que en breve rendirá los mencionará especialmente. Se sabe de manera segura que el licenciado Gómez se encuentra en una ranchería cercana a Unión Hidalgo, esperando el curso que tomen los acontecimientos y que se le den mayores seguridades para poder emprender el viaje, pues teme algún procedimiento por parte del Gobierno de Oaxaca, a pesar de las seguridades que le ha ofrecido el Presidente señor Madero. En el tren de ayer, pasó, rumbo a Tehuantepec, Julio Granguillhome, que fungía como Secretario del jefe de la sublevación de Juchitán. Al cruzar lucía el distintivo que usan los rebeldes y algunas personas que se dieron cuenta de su presencia, le hicieron una manifestación hostil, intentando detenerlo. Aquél logró escapar, y se sabe que en Tehuantepec lo detuvo la gente, maltratándolo y hostilizándolo. 241 Se acusa a Granguillhome de haber desplegado gran lujo de crueldades en los últimos acontecimientos. Se asegura que personalmente dirigió el asesinato de sus dos hermanos, de su padre y de algunos otros de sus parientes. Un numeroso grupo de vecinos, con una música, recorrió ayer las calles de Juchitán, fijando unos manifiestos del Jefe Político señor León, en que se exhorta a los sublevados a que se unan y se acojan a la amnistía que les concede el Gobernador señor Juárez. En un telegrama posterior desde la ciudad de Oaxaca, El Imparcial mismo informa de otro recibimiento hostil en la agitada Antequera.
241. Este distintivo, como ya sabemos, era una ramita verde en el sombrero.
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El Lic. Carlos Lerdo de Tejada […] llegó hoy a esta capital, siendo objeto de un recibimiento hostil por parte de los numerosos grupos del pueblo que se habían reunido en la estación. De la estación, el señor Lic. Lerdo de Tejada se dirigió inmediatamente al Palacio de Gobierno, y hasta allí lo siguió la multitud, sin cesar en sus manifestaciones hostiles. Desde uno de los balcones de Palacio, habló el señor Gobernador Juárez, diciendo que el Lic. Lerdo es buen amigo de Oaxaca, y que espera que lo ayudará para sostener la soberanía de este Estado. El orador fue interrumpido con frecuencia, con gritos contra el señor Madero y con las protestas que los localistas lanzaban contra el Lic. Lerdo, por no ser éste oaxaqueño. El enviado del señor Presidente, mientras tanto, presenciaba impasible la escena. El señor diputado Dr. Severiano Avendaño, interpeló al Lic. Lerdo sobre su misión, diciéndole que hacía poco vino a Oaxaca predicando la democracia; y preguntándole qué era lo que predicaba ahora. A esto contestó el Lic. Lerdo que no era un “girasol” político; que por lo contrario, es hombre de convicciones; que no viene a trabajar de México a esta capital, sino de Oaxaca para México, con el objeto de influir ante el señor Madero para que respete la soberanía del Estado de Oaxaca. Al terminar su breve peroración el señor Lerdo de Tejada fue muy aplaudido. Una gran manifestación, mucho más numerosa que la de anoche, recorre en estos momentos las calles de la capital, lanzando entusiastas vivas al ex-presidente, señor General Díaz, y gritos contra el Presidente, señor Madero. No se han registrado desórdenes, no obstante que la agitación que reina en todas las clases sociales es grandísima.
El País añade información, desde Oaxaca, sobre la agitación de la sociedad nativa: Benito Juárez Maza se pondrá al frente de los serranos para batir a los rebeldes juchitecos. El señor licenciado don Carlos Trejo y Lerdo de Tejada, Procurador de Justicia del Distrito Federal fue recibido en la estación, donde los estudiantes de la escuela de Jurisprudencia Aristeo V. Guzmán y Manuel Herrera, le exigieron “se ajustara a los procedimientos de la más estricta justicia, pues el pueblo está excitadísimo y no quiere ser burlado”. El licenciado Trejo y Lerdo de Tejada fue preguntado sobre qué misión le traía, y contestó que viene a ayudar amigablemente [sic] con el Gobernador Juárez, de quien es amigo íntimo y sin ninguna misión oficial. Esto último no fue creído y comenzó el pueblo a silbar gritando: “No necesitamos tus servicios, solos nos bastamos”. “Eres un turiferario del Poder”. “¡Retírate!” Y alguien lanzó piedras al carruaje donde iban el licenciado Trejo y los señores Chapital y de la Llave, siendo aprehendido el que lanzó la piedra. Hubo muchos gritos ensordecedores. La policía resguarda el hotel. El gobernador Juárez solicitó licencia a la Cámara local para salir, en caso necesario, a Juchitán, al frente de valientes oajaqueños y de serranos mixtecos, para pacificar el Istmo.
Nueva Era publica un editorial escrito en la ciudad de México, donde califica de exagerada la reacción de los oaxaqueños: repite lo dicho por Calero, apoya plenamente a Madero y deja entrever que la sociedad mexicana, a pesar de lo que dijo años atrás don Porfirio, todavía no está preparada para la democracia.
La Cuestión de Oaxaca Tal parece que hay algo especial en la atmósfera que provoca la nerviosidad de las gentes y les hace dar mayores proporciones de las debidas a todas las cosas. Ejemplo inmediato es el asunto de Oaxaca que se reduce al hecho bien sencillo de que el Gobernador de aquel interesante Estado, tiene positivo empeño en que se mantenga en su puesto al Jefe Político del Partido de Juchitán al cual nombró y que considerable número de habitantes de la localidad espontáneamente o excitados por otra persona, rechazaron al grado de haberse levantado en armas y haber ensangrentado la región para impedir que el nombrado ejerciera sus funciones. Las tropas federales necesitaron intervenir para impedir mayores desventuras y una vez rechazados los rebeldes, se trató de entrar en pláticas para averiguar el origen del conflicto. De este modo el Gobierno Federal pudo saber que radicaba en la designación de ese Jefe Político y que de cambiarlo con uno que satisfaciera a los descontentos, éstos se rendirían y volverían las cosas a su curso normal, lo que fue notificado al Gobierno de Oaxaca. La designación de ese sustituto no agradó al Gobernador, quien empeñose en que por consideración a su autoridad, se respetara la designación o nombramiento que había expedido y como por su parte los descontentos no cejaran, quería el repetido Gobernador que por medio de las armas se les redujera, que intervinieran las tropas de nuevo y que el Ejército fuera el encargado de poner en ejecución su orden. A su vez el Gobierno Federal juzgó que su misión no era esa porque si en verdad debe prestar protección a los Estados cuando los reclamen por medio de su Legislatura o el Ejecutivo, esto se entiende en los casos de sublevación o de trastorno interior que no reviste ya el hecho apuntado. La Federación mantiene sus tropas en la región descontenta con objeto de evitar que se renueven ataques a las personas o a las propiedades, y entre tanto mantenerse en expectativa mientras el orden no sea turbado. Todo esto que en condiciones normales habría pasado sin dificultad, gracias a la ocasión, al estado actual de los ánimos, motivó un connotado incidente en la Cámara de Diputados a la que acudió la Legislatura de Oaxaca, pidiendo esa protección del Gobierno Federal y que al decir de ella, las tropas no prestaban por falta de órdenes del Ministerio de Guerra. En el fondo está que se ha querido hacer cuestión de Estado lo que, repetimos, carece de esa condición; se pretende entender que la actitud del Presidente de la República al no ordenar a las tropas de guarnición en Juchitán que entren a sangre y fuego contra los que no aceptan al discutido Jefe Político, es porque “quiere imponer” el nombramiento del sustituto y que como esto significa invadir la soberanía del Estado, lastima el amor propio de los oaxaqueños. Quienes así creen no se han detenido a meditar que siendo falsa la base, errónea tiene que ser la consecuencia porque siendo inexacto que el Presidente “quiera imponer” el nombramiento de determinada persona para el cargo a discusión sale sobrando todo ese amor propio herido que toma por causa la supuesta invasión de la Soberanía del Estado. El Presidente se limitó a indicar al Gobernador del Estado, cual era la causa del descontento y quién era persona grata para Jefe Político a juicio de esos descontentos; el Gobernador ha estimado preferible mantener en pie la designación que hizo, que satisfacer a los habitantes del lugar y por eso no acepta nombrar a esa persona grata. Ninguna imposición presidencial hay en todo esto sino
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simple y sencillamente una INDICACIÓN PRIVADA, amigable, con el fin de ayudar a que se solucione de la mejor manera un conflicto que si bien perjudica directamente a una región del Estado de Oaxaca, afecta también y de modo serio al resto de la nación. Es indudable que el Gobernador conforme a la Ley del Estado de su mando, tiene el más perfecto derecho de insistir en su nombramiento quedando a cargo de su conciencia, las consecuencias, y la única discrepancia que surge es respecto a que la Federación cual él lo entiende, deba estar obligada a romper lazos con el pueblo para el hecho de sostener ese nombramiento de persona que no le agrada. *** Si no fuera porque estamos sobrados de nerviosidad, el buen sentido habría prevalecido y el error o la cantidad de prevención que pudo haberse formado por malas inteligencias del momento hubiera desaparecido para dar paso a la verdad. Pero desgraciadamente vivimos en una época en que con ocasión de la libertad que bruscamente hemos recuperado, todos nos sentimos superiores a lo que debíamos ser y cada quién por regla general, tiene una demasiado elevada idea de sí mismo. Somos ciudadanos de una República y este hermoso título que por tantos años estuvimos privados de invocar, en estos momentos se ha agigantado ante nuestros propios ojos y por eso nos sentimos con mayores energías y mayores arrestos de civismo que lo que en términos comunes nos correspondiera. Sentimos como un desquite del tiempo perdido y al ejercer nuestros derechos, evidentemente “nos crecemos”. Vibramos a la menor cosa como cuerdas de mandolina en tensión. Tal es la fuente de lo que a menudo se viene por ahora ofreciendo. Si vamos a la Cámara, encontramos que la independencia de los Diputados debe elevarse al máximo. Antes fueron sumisos a los deseos del Jefe de Gobierno y hoy, Diputado ha habido que encuentra causa de reproche para sus colegas, la suposición de que pretendían seguir los deseos del Gobierno. La palabra consigna constituye un insulto no empero que por años, por lustros consecutivos el practicarla precisamente daba como carta de recomendación. Los Jueces, los Magistrados igualmente se sienten pletóricos de independencia y se insurgen a la idea de la menor cosa que pudiera entenderse como significadora de imposición. Este mismo criterio ha imperado con los Gobernadores y la Soberanía de los Estados que fue letra muerta en la época pasada, resurge potente y vigorosa, y más delicada que la transparencia de una fuente cristalina. No hay necesidad de pretender invadir o acatar esa soberanía, que con sólo la sospecha, es suficiente para que toda nuestra pasión meridional, todo nuestro ser latino se levante airado con contracciones furibundas a gritar toda la rabia de que somos capaces. No hay por qué detenerse a considerar si estamos en lo justo sino lo urgente que es dar rienda suelta a la indignación de que disponemos. Comparad esto mismo con el caso de Oaxaca y veremos la exactitud. El pueblo viril y altivo de aquella localidad, se ha levantado como un solo hombre a protestar por lo que supone una pretendida invasión de su soberanía. Se ha acercado a su Gobernador para rendirle tributo de adhesión y comunicarle su fuego santo de enojo. Según los telegramas de algunos colegas, hasta se han gritado mueras al Presidente de la República. Tanta es la furia. Y bien, ¿han meditado en que la “soi disant” imposición no existe? ¿Se han percatado acaso de que la única imposición que hay es la de su Gobernador al sostener un Jefe Político que no satisface a los ciudadanos que debe mandar? ¿Su buen sentido
se ha opacado de tal suerte que no les permite discernir que la buena inteligencia entre los Poderes de la Unión y los del Estado son indispensables para la fructífera marcha de la Nación? ¿Es posible que no hayan podido percatarse de que el hecho de haber indicado el Jefe de la Nación al Gobernador del Estado, en lo particular, cuáles son los medios en su concepto apropiados para solucionar el conflicto y la persona capaz de satisfacer a los descontentos para que ocupara el puesto manzana de la discordia, no es ni remotamente una imposición? ¿Por desgracia, el decoro de su Gobernador se halla a tan grande altura que está vedado hacerle una indicación? Estamos bien seguros de que los gritos de protesta de los altivos oaxaqueños no merecen de verdad ni la fuerza de pulmones que ellos emplean. Es un desgaste inútil de energía porque ni hay quien pretenda invadir la soberanía de su Estado, ni el hecho que se tiene como tal amerita descontentos de esa naturaleza. Reclamen de su buen sentido unos momentos de calma y hallarán que todo ha sido actos violentos, mala inteligencia, acaso exceso de amor propio y en el fondo nada de verdad. Los mueras que han lanzado —en caso de ser cierto— al Jefe de la Nación a la vez que injustificados, resultan a la postre bien ingratos si recuerdan que gracias a él, les es permitido gritarlos sin ir a dar con su humanidad a la cárcel. La Revolución que acaudilló nos dio entre otras libertades, ésa bien satisfactoria de manifestar nuestras simpatías o nuestras prevenciones.
Las fotografías que acompañan en primera plana las noticias del día del día son las del exitoso vuelo de Gaona. Muere Asúnsulo. Triunfo en Chiapas del gobernador antimaderista Rivera Gordillo. Reyes intenta cruzar la frontera; se levantan reyistas en Coahuila, Tepic y Veracruz. En peligro la legación mexicana en Pekín por los conflictos en aquel lugar.
27 de noviembre
Es necesario abrirles los ojos/ El tribunal de la opinión pública
El Gobernador solicita al Congreso local permiso de abandonar el Estado y dirigirse a Juchitán. Las fuerzas federales del Istmo mantienen su neutralidad. Se reúnen en la capital los partidos políticos; discuten la reordenación de ayuntamientos y el conflicto de Oaxaca: prevalece la exigencia de respetar las soberanías; se pide la supresión de las Jefaturas Políticas y se cuestiona la legitimidad de los ciudadanos y periodistas para interpelar al Ejecutivo. Numerosos oaxaqueños dan sus opiniones, contradictorias y diversas, a diferentes diarios; hay por igual adhesiones y repudio a Juárez Maza. Juárez Maza muy preocupado por lo que sucede en la capital, solicita insistentemente información; pero ya se prepara también para hacer un viaje al Istmo. Escribe perso-
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nalmente —sin encomendarla a los secretarios, como las docenas de agradecimientos a las adhesiones recibidas— a su muy querido Nacho. Oaxaca de Juárez, noviembre 27 de 1911 Señor Diputado Ignacio M. Luchichí México Mi muy querido Nacho: Dirijo a Ud. estas líneas con el pie en el estribo pues de un momento a otro marcho a Juchitán, de donde la mayor parte de los pueblos me han suplicado vaya a visitarlos, por tener la seguridad que mi presencia solucionará de un modo definitivo el actual conflicto; así es que en cumplimiento de mi deber salgo para ese Distrito. Voy sólo con el Secretario de Despacho, sin más armas que mi buena voluntad y mi cariño para todos los hijos de mi Estado, y tengo la esperanza de que entre en tranquilidad y orden aquella región para que los descarriados vuelvan a su trabajo y a sus hogares y mis adictos confirmen más su afecto a mí. Desgraciados indígenas muchos de ellos miserablemente engañados por el funesto Che Gómez. Es necesario abrirles los ojos y que la luz se haga en esos pobres habitantes de esa región y yo pondré todo mi empeño y mis esfuerzos para conseguirlo. De aquel rumbo tendré el gusto de escribirle, dándole noticias. Han sido en mi poder sus apreciables gratas fechas 24 y 25 del actual y quedo entendido de que recibió Ud, mi telegrama y la clave. Amarga ha sido mi decepción al ver la conducta poco decorosa o más bien nada digna de la mayoría de la Diputación Oaxaqueña ante la Cámara de Diputados; pero la opinión pública ha sido muy severa con ellos, justo castigo por su innoble proceder. En cambio de Ud., de Don Wenceslao García se hacen aquí merecidos elogios, lo mismo que para los demás votantes en favor del Estado de Oaxaca. Yo le suplico les haga presentes mis aplausos y felicitación por su noble proceder y muy particularmente a los veracruzanos, que han sentado una vez más su fama tradicional e histórica de patriotas. Me supongo que en esa Capital la opinión será tan desfavorable como aquí para quienes no tuvieron la suficiente entereza para obrar conforme a su conciencia y a su deber, y digo esto por el mensaje que recibí, del que le envío una copia: pero tarde piace. Mucho le he de agradecer me siga informando de todo lo que se haga y diga sobre tan sensacional asunto para la Nación y tenerme al tanto de lo que pase en la Cámara de Senadores. Sus noticias para mí han sido las más oportunas. Ya le iba a telegrafiar pidiéndole nota de los votantes en pro y en contra, cuando recibí su lista adjunta a su grata del 25. Confidencialmente puede escribirme, en el concepto de que guardaré absoluta reserva, ya sea acompañe informaciones sin su firma o dirigiendo sus cartas no al Gobierno, sino a la casa de mi Secretario Particular D. Rafael Bolaños Cacho, que es persona de mi entera confianza y vive en la 2ª de la Constitución # 3. Sin más por ahora, doy a Ud. mis más sinceros agradecimiento por la eficacia que ha desplegado en servirme. María y yo correspondemos los afectuosos saludos de Ud. y los suyos con cariñosos recuerdos de nuestra parte, para Ud., Belem, Chola y los muchachos. Quedo, como siempre, de Ud. hermano y amigo que de veras lo quiere y le desea todo género de bienes. 242
242. ABJM 4-242v, 243 y 243v.
Sus informantes también cubren el lugar de los hechos, pues agradece a Pablo Jiménez los informes que le suministra el día 19 desde Juchitán, y ahora a Miguel Haro, sobre asuntos de Tehuantepec. Señor Miguel Haro Estación San Jerónimo, Juchitán Muy estimado y fino amigo: Con toda atención leí su grata del día 20 del corriente, y por ella me hago cargo de todo lo que ha pasado por ese rumbo, así como por las informaciones que tanto oficiales como privadas han estado llegando a mi conocimiento. Celebro que el nuevo Jefe político, señor Lic. Miguel F. González observe una conducta enérgica y procure a todo trance, como ya se lo he recomendado, dar todo género de garantías a los vecinos laboriosos y pacíficos de ese Distrito. Sin más por ahora y agradeciéndole mucho los informes que me ha dicho, grato me es repetirme, como siempre a sus muy estimables órdenes, como su muy amigo, atento y afectísimo y seguro servidor. 243
“Tres partidos políticos discutieron ayer la soberanía de Oaxaca. Se estudió en la Asamblea la supresión de los Jefes Políticos. Los fines de estos partidos son los de velar por las leyes y que éstas sean apropiadas a nuestro medio”, cabecea en primera plana El Demócrata. La decisión de llenar los periódicos de artículos referentes a Oaxaca y lo que consideran un error de Madero prosperará, como veremos. Ondeando la bandera de la opinión pública, se proclaman censores o paladines del gobierno maderista. Queda nombrada una comisión, integrada por los señores ingeniero H. Olivier, doctor Luis Troconis Alcalá, licenciado Enrique Arroyo, miembros pertenecientes a los partidos “Popular Evolucionista”, “Antirreeleccionista” y “Liberal Radical”, respectivamente, para que dicha comisión se encargue de presentar un proyecto para la reorganización de los Ayuntamientos. A la comisión se le conceden amplias facultades para presentar el estudio que se le encomienda, en la forma y condiciones que juzgue apropiadas. Tal fue la resolución que acordaron los miembros de los partidos políticos antes citados, en una asamblea que se efectuó ayer en el salón del Conservatorio Nacional de Música; asamblea que estuvo presidida por el señor Gustavo Moreno, miembro del “Partido Liberal Radical”. […] se continuaran los trabajos en favor de la libertad de imprenta, medio esencialísimo para alcanzar una bien entendida libertad y el ideal democrático. […] el señor Pedro Galicia Rodríguez, del “Partido Antirreeleccionista” […] se refiere a la necesidad urgente que hay de velar sobre la soberanía de los poderes, y al efecto, trae a mención, el incidente de que nos hemos ocupado largamente, relativo a la petición formulada por la Legislatura local de Oaxaca, ante el Congreso de la Unión. Dice el señor Galicia Rodríguez que el Gobernador de aquella entidad ha obrado como debía, al querer hacer guardar y respetar la soberanía de aquel Estado y que, como a su juicio, la Cámara de Diputados no ha cumplido con su deber, propone se dirijan sendos memoriales al señor Presidente de la República y a la Cámara mencionada, haciendo una interpelación sobre los acontecimientos que han ocurrido; pues el citado orador juzga que los miembros de los partidos
243. ABJM 4-370; 4-371v.
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presentes, no deben permitir que la Cámara y el Ejecutivo se pongan de acuerdo y abandonen a un Estado que pide ayuda. Otra de las proposiciones que presenta el señor Galicia Rodríguez, es la de que se nombre una comisión que se encargue de redactar, a la mayor brevedad posible, un folleto explicativo de los derechos y deberes de los Ayuntamientos para que todos los ciudadanos, se den cuenta del papel que deben desempeñar en la vida de los pueblos. Al tratar de los jefes políticos, aboga porque estos puestos sean radicalmente suprimidos, pues califica a dichas autoridades como el látigo para azotar las espaldas del pueblo. El licenciado Amado Ostos, del “Popular Evolucionista”, pide la palabra y expone que debe rechazarse la proposición del señor Galicia Rodríguez, relativa a la interpelación a la Cámara y al Ejecutivo, pues que la Constitución no otorga ese derecho ni lo concede ninguna otra ley. “El Ejecutivo sólo puede depurar su conducta ante la representación nacional, y puesto que ésta ha sancionado la actitud del mismo Ejecutivo, a nosotros nos toca acatar los hechos consumados. Repito que no tenemos ningún derecho para hacer la interpelación que propone el señor Galicia; pero si creemos que el Ejecutivo se ha excedido en sus facultades, si creemos que se ha atropellado o tratado de atropellar la soberanía de un Estado, tenemos la obligación de llevar este hecho a un tribunal más alto que el de las Cámaras: al tribunal de la opinión pública. De esta manera haremos ver al Ejecutivo que ha cometido un error y al mismo tiempo, lo excitaremos a que vuelva sobre sus pasos. En este concepto propongo que cada uno de nosotros publique artículos relativos a los sucesos de Oaxaca; que por los medios que marca la ley, se trabaje porque el Ejecutivo de la Unión deje en libertad absoluta a aquel Estado y que los partidos unidos, enviemos un telegrama al Gobernador de Oaxaca, aplaudiendo su actitud por haber sabido defender la soberanía del Estado. El licenciado Vera Estañol, del “Partido Popular Evolucionista”, apoya en todas sus partes la proposición del licenciado Ostos. […] Al hablar de los acontecimientos de Juchitán, hace ver que el Gobernador señor Juárez Maza, no estuvo conforme con que el Ejecutivo entrara en negociaciones con el licenciado Gómez, jefe del motín, pues consideró dicho Gobernador que se atropellaba la soberanía del Estado; que este rasgo de entereza parece haber determinado que se diera orden para que las fuerzas federales no prestaran apoyo al gobierno del Estado y que esta disposición había traído como consecuencia, una situación grave. Considera el orador que la Legislatura local expone razonamientos fundados para hacer su petición y juzga que el Ejecutivo ha tratado de escatimar el auxilio solicitado, alegando que no existe el trastorno interior, sino que se trata de una paz rebelde, de un conflicto local que para solucionarlo, bastan los medios de que dispone el Estado. Agrega el señor Vera Estañol que el Ejecutivo de la Unión no debe esperar a que haya efusión de sangre para impartir su auxilio, a fin de impedir que haya pérdidas de vidas. Hace después mención a que no es seguramente esta política la que va a seguir en general el Ejecutivo federal, porque es teoría extraña y subversiva; que no la va a seguir porque ya hemos visto que está procurando sofocar antes de que cristalice, el movimiento armado revolucionario que ha querido tomar forma bajo el nombre
del ex-Ministro de Gobernación, licenciado Vázquez Gómez o del ex-divisionario general Bernardo Reyes. Y si en este asunto, el gobierno federal ha asumido diferente actitud que en los sucesos de Juchitán, porque considera que es su deber sofocar antes de que nazca, cualquier movimiento de rebelión, cuando se levanta contra el mismo gobierno federal, éste debe demostrar igual solicitud, debe prestar igual contingente de energía y de fuerza para sofocar los movimientos, no ya en pródromo, sino en pleno período de eclosión, cuando tales movimientos se dirigen contra los poderes constituidos de los Estados. Más adelante entra en consideraciones el señor Vera Estañol, de que no es posible saber si es la voluntad popular del Distrito de Juchitán, la que no admite al jefe político designado por el señor Juárez Maza, o algunos agitadores que se aprovechan de las chusmas para satisfacer ambiciones personales y espureas. Y así, sin conocimiento de causa, se va a apoyar una petición injusta; sería tanto como atentar contra los elementos del orden que respetan los poderes constituidos, sometiéndolos a la voluntad de los irresponsables. Termina diciendo que estas consideraciones son inspiradas en el más puro patriotismo y que sigue los pasos del gobierno para enseñarle sus errores y aplaudirle sus aciertos y que espera que el gobierno federal, volverá sobre sus pasos, al oír el clamor de la nación.
Un grupo de oaxaqueños apoya a Juárez, enviando un telegrama que aparece en el Diario del Hogar. El “Partido Demócrata Oaxaqueño” convocó ayer a sus miembros y a los oaxaqueños residentes en el Distrito Federal para discutir la actitud que deben asumir ante la dificultad surgida entre el Gobierno Federal y el del Estado de Oaxaca y después de acaloradas discusiones se acordó enviar al C. Gobernador de aquella entidad federativa el mensaje que transcribimos: México, 26 de noviembre de 1911. C. Gobernador del Estado de Oaxaca, Oaxaca. Los suscritos ciudadanos oaxaqueños residentes en esta capital, inspirados en sentimientos de patriotismo y ajustados “clásicamente” a la Constitución y a la Justicia, aprobamos, secundamos, y sostenemos la enérgica y digna actitud de Ud. para hacer respetar la Soberanía del Estado con motivos conflicto con la Federación. Felicitámoslo cordialmente y ofrecemos a su Gobierno nuestros servicios en cualquier forma legal. Tomás Martínez López, Baldomero Gil, Ángel C. Castellanos, Manuel Pérez, Alfredo Nivón, Luis Romero, Andrés Pantoja, Enrique Liekens, Marcial Martínez, Eucario Pérez Unda, Ticiano Jiménez, Trinidad Espinosa, Gil Montero, Eliseo E. Ramírez, Francisco Gil, Jacinto Pérez Fernández, Adolfo C. Gurrión, A. Hernández, Francisco Boijseanuan, Fidel Racilla, M. Guzmán, J. Gutiérrez, Ignacio C. Reyes, José D. Castillejos, Teodoro Pineda, siguen 89 firmas que autoriza el secretario. En la ciudad de México, El Diario entrevista en la capital a dos prominentes oaxaqueños: el Lic. Sodi y el Sr. Chapital, cuyas fotografías en primera plana acompañan el texto. A efecto de conocer la opinión de prominentes personas, entrevistamos a varios miembros caracterizados de la Colonia Oaxaqueña, en México, habiendo externa-
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do sus ideas los señores Lic. Demetrio Sodi y don Juan Chapital, quienes, como verán nuestros lectores, estiman el problema de diversa manera. […] El señor Lic. Demetrio Sodi, después de recibirnos con toda amabilidad nos manifestó que aunque no conoce en toda su integridad el asunto que nos llevó ante él, emitir un juicio, sería hasta cierto punto aventurado, dada la importancia, puesto que la cuestión se relaciona directamente con las facultades de la Federación y con las constitucionales del Estado de Oaxaca. Era necesario estar en posesión de todos los datos indispensables para juzgar la situación con el debido acierto que se merece. El Lic. Sodi nos dice que sólo está enterado por el informe que produjo a nombre del Ejecutivo, el Lic. Manuel Calero, Secretario de Relaciones Exteriores ante la Cámara de Diputados, primero porque expresa y precisa la intervención que ha tenido el Ejecutivo en los asuntos de Juchitán y segundo porque toca un problema político de gran trascendencia que se refiere nada menos que a la supresión de los Jefes Políticos en toda la República que, como es sabido, fue uno de los puntos más sugestivos del programa del antiguo Partido Democrático y cuya realización ofrecerá, seguramente, grandes dificultades prácticas que por otra parte es de suma urgencia vencer. “Creo —agregó el señor Sodi— que los movimientos de Juchitán tienen un carácter netamente local, sin que por eso dejen de relacionarse con asuntos federales, desde el momento en que elementos armados a disposición del Lic. Gómez, atacaron a las fuerzas federales y esto, por sí mismo, constituye un delito de carácter militar independientemente del Jefe Político nombrado.” “Tengo la creencia de que muy en breve se llegará a una solución satisfactoria, tanto por el esfuerzo noble que por conseguirlo hace el Gobierno del Centro, como también por el alto patriotismo de los hijos del Estado de Oaxaca que siempre han sido celosos guardianes de la incolumidad de sus derechos y de la soberanía del Estado; pero que al mismo tiempo están perfectamente penetrados de que la República entera necesita ahora, en estos momentos, armonía, paz y trabajo, como única fuente del desarrollo y, si se quiere, hasta de la independencia nacional.” El Lic. Sodi nos explicó en seguida la tradicional costumbre que desde remotos tiempos han seguido las tribus de aquellas regiones en llamar Repúblicas a los Ayuntamientos de cada poblado. Cuando se oyó tratar de la República de Juchitán, no faltó quienes creyeran que se deseaba independizarse el Distrito de ese nombre; pero lo que se quiso dar a entender era que protestaban contra el Jefe Político que no estaba de acuerdo con el Presidente Municipal, quien es nombrado en elecciones libres por el pueblo mismo que vota en perfecto orden y con el mayor civismo. Es muy antigua la costumbre, en todo el Estado de Oaxaca, de que antes de nombrar un Jefe Político se consulte a la “República” si la persona elegida por el Gobernador es grata para que, en caso contrario, se designe a alguna otra de acuerdo con el Ayuntamiento. Como en la presente ocasión no se cumplió la tradición, los juchitecos han protestado, y al parecer con la razón de su parte. El señor Chapital emitió también su opinión. “Ya alguna vez he dicho que los elementos de que disponen los sublevados los proporcionó el Lic. Emilio Vázquez Gómez, cuando fue Secretario de Gobernación, y creo que aún después ha seguido proporcionándolos pues posteriormente he tenido noticias del desembarco de armas en un punto situado en el Pacífico llamado
“La Laguna”. Corrobora mi aserto el hecho de que se presentó el caso especialísimo de que Pino Suárez no obtuvo, en la región, ni un solo voto, al menos que yo haya sabido. Y si bien Sodi está bien informado acerca de las anteriores Repúblicas de Indios, y defiende los “usos y costumbres” que hoy en día son ley en Oaxaca, Chapital pasa por alto los recuentos electorales oficiales y las protestas de los pinistas del distrito de las que dieron cuenta los periódicos y son del conocimiento público. Continúa el hermano de don Constantino. “Creo que el movimiento fue provocado por el nombramiento del Jefe Político de Juchitán, que es muy poco grato. “Este movimiento para mí, venía de acuerdo con la sublevación de Barrios que se levantó en Teotitlán del Camino proclamando un plan por el cual se desconoce el Gobierno Federal, porque, según dice, no ha cumplido el Plan de San Luis Potosí y reconoce y apoya al Gobierno del Estado como perfectamente legal. “La actitud del Gobernador señor Juárez Maza, me parece de todo punto honrada y correcta; primero, porque trata de hacer respetar la soberanía del Estado cumpliendo en todos sus puntos con la Constitución del mismo; y segundo, porque no quiere que queden impunes los delitos de peculado, robo y asesinato que pesan sobre el Lic. “Che” Gómez. Quiere que éste sea consignado a la autoridad competente para que se aplique el castigo que se merece. “El pueblo de Oaxaca y su Gobierno no están dispuestos a tolerar lo que, por ejemplo, se ha hecho con Zapata en Morelos; y es así como Juárez Maza ha dicho: “Como hijo de Juárez he de hacer cumplir con la ley y solamente con la ley.” El señor Chapital ha recibido en su alojamiento a diversas visitas de numerosas personas entre las cuales se encuentran los representantes en la Cámara de Diputados de los Estados de Oaxaca, Veracruz y algunas otras Legislaturas, quienes le han manifestado unánimemente su adhesión y han aplaudido la actitud del Gobernador. Hoy debe haberse efectuado un gran mitin en la capital del Estado de Oaxaca, en el que habrá tomado parte, según nos manifestó el Diputado Chapital, toda la población, sin distinción de sexo ni clase, con objeto de felicitar al señor Juárez Maza por la conducta digna, firme y decidida que ha observado en esta ocasión. “El Gobernador del Estado, tengo la seguridad, no ha insistido en poner de Jefe Político en Juchitán a determinada persona. Lo que ha hecho, cuando mucho, es oponerse a que sea nombrado algún miembro de la familia “Che” Gómez, cuya mala fe y astucia están fuera de duda. Y tan es así, que el señor Enrique León que ha sido designado es un hombre entendido, un perfecto caballero de intachables antecedentes. “El señor Juárez Maza nombró delegado especial, para venir a esta metrópoli a tratar el asunto con el señor Presidente, a mi hermano el Lic. Constantino Chapital, quien puso, a no dudarlo, todos los medios que estuvieran a su alcance para solucionar la disensión procurando que no fueran lastimadas la soberanía y dignidad del Estado que representaba. “Mi hermano manifestó al señor Presidente, con toda energía, que en caso de persistir en no querer respetar la soberanía del Estado de Oaxaca, enajenaría el camino de sus hijos, siempre celosos, y hasta la buena voluntad del propio Gobierno. “Creo que si el señor Madero accede a la justa petición de los oaxaqueños, el conflicto quedará desde luego solucionado; pues de él depende sólo la tranquilidad
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de aquel Estado y supongo que, dado el deseo bien intencionado del Presidente de que no se derrame más sangre hermana, las cosas se arreglarán pronto y satisfactoriamente”. El Imparcial aprovecha las legítimas protestas de los ciudadanos para patear debajo de la mesa a los colegas de otro periódico. Los juchitecos residentes aquí [en la Ciudad de México] y otros que vinieron expresamente, tuvieron hoy una reunión, en la cual acordaron protestar contra las declaraciones hechas por “El Demócrata Mexicano”, desconociéndole autorización para inmiscuirse en los asuntos locales. Se resolvió también dirigir un telegrama de protesta a todos los periódicos de esa capital, redactándolo en términos violentos. Desde Oaxaca, El Diario anuncia que comenzarán las conferencias relativas a los asuntos del Istmo. Juárez Maza, solicitó y obtuvo permiso de la Legislatura oaxaqueña “para ir a batir personalmente a los juchitecos rebeldes”. Informa que la ciudad se encuentra tranquila, a pesar del hostil recibimiento al representante de Madero. El Imparcial, contradice la noticia: afirma que el Jefe de la 8ª Zona Militar, en la ciudad de Oaxaca, comunicó a la Secretaría de Guerra, “haber ocurrido desórdenes en las calles de la ciudad, con motivo de la llegada del Lic. Trejo y Lerdo de Tejada”. […] el señor Lerdo se alojó en el Gran Hotel de aquella ciudad y que un gran número de hombres rodeó el edificio, encabezado por algunos diputados que dirigieron la palabra al representante del señor Madero. Las fuerzas federales fueron acuarteladas y municionadas en previsión de nuevos desórdenes, que afortunadamente no se registraron. Noticiamos en nuestro número de ayer que los diputados por el Estado de Oaxaca al Congreso de la Unión, telegrafiaron al señor Juárez, pidiéndole que enviara mayores datos para que fueran aprovechados en la representación nacional, al tratarse del conflicto que actualmente se presenta entre el Estado y la Federación. Ese despacho telegráfico fue contestado ya por el Gobernador de Oaxaca ampliando los detalles que motivaron ese conflicto. El texto del mensaje se dará a conocer probablemente hoy a la Cámara de Diputados. Las Legislaturas de varios Estados de la República, han enviado despachos telegráficos a la del Estado de Oaxaca, felicitando a ésta y al representante del Poder Ejecutivo, por la actitud asumida en el conflicto. Un grupo de oaxaqueños residentes en la capital, tratan de organizar una manifestación pública como una muestra de adhesión y simpatía al pueblo oaxaqueño. Probablemente se reunirán de hoy a mañana con este objeto.
El Periódico Oficial del Gobierno del Estado Libre y Soberano de Oaxaca confirma que ese día, en efecto, sesionaban los Congresistas de Oaxaca;244 presididos por el ciudadano Esesarte arremeten contra la prensa y los “hieráticos e imbéciles” diputados federales oaxaqueños, pues juzgan que la respuesta de Madero es un ultraje y la de sus paisanos, una cobardía. Con asistencia de los Ciudadanos Diputados Esesarte, Puga y Colmenares, Rojas, Brena, Acevedo, Ordizola, Avendaño, Olivera, Luna, García, Montiel y Vargas se abrió la sesión.
244. Periódico Oficial de Oaxaca, 24 de marzo de 1912.
El C. Secretario Maciel dio lectura al acta de la sesión anterior, y al ponerse a discusión pidió la palabra el Diputado Vargas y dijo: No precisamente, señores, para objetar algo sobre el acta que se ha puesto a discusión, sino para recalcar el parecer del Ciudadano Colmenares, expresado en la sesión de ayer. Para eso voy a hacer uso de la palabra. Debíamos haber convenido en el dictamen presentado por la Comisión, por que no era un acto de violencia, sino que basado en los antecedentes tomados de la secuela de los acontecimientos, cuyo caso dejo a la conciencia de cada uno de los Señores Diputados. No voy pues a hablar del acta; yo lo digo Señores Diputados. Y si me es permitido Señores para manifestar de una manera personal y particular lo siguiente: Y si en este momento me oyen representantes de la prensa, su vocinglería propague y diga por todas partes que un Diputado de la Legislatura Oaxaqueña protesta enérgicamente contra las falsas aseveraciones del veleidoso Ministro de Relaciones, Licenciado Calero; que protesto también contra la conducta hierática e imbécil de la Diputación Oaxaqueña en el Congreso General, porque cuando el pueblo oaxaqueño esperaba de sus representantes una conducta viril y llena de nobleza, sólo se han concretado a dar su voto sin valerse de medios más materiales para defender la Sagrada Soberanía de Nuestro Estado. Porque ¡hay que decirlo! para eso fueron nombrados representantes del Estado, para defender nuestra integridad y no para concretarse a votar en contra cuando observan que una mayoría abrumadora se les viene encima. Soy el primero en protestar contra esa conducta y contra esas falsas aseveraciones: conducta hierática y estúpida de la Diputación Oaxaqueña y falsas, veleidosas aseveraciones del Ministro de Relaciones, y como se supone que el Licenciado Calero dijo el sentir de Madero, puesto que era enviado por él, Madero faltó a la verdad permitiendo esa conducta de mistificación. Dice el Ministro de Relaciones que las fuerzas federales no están para sostener y hacer triunfar un capricho del hijo del inmortal Benemérito de las Américas y nosotros sabemos que no se trata de un capricho, ni mucho menos, debemos contestar que la Cámara de Oaxaca no va a rogar, no va a mendingar sino que va a pedir conforme a la Constitución Federal le corresponde. Porque el Estado señores, como muy bien sabéis, contribuye como todos los Estados de la República para el sostenimiento del Ejército Nacional. Por eso señores hablo a los representantes de la prensa que me escuchan, para que hagan constar que el Diputado por los Distritos de Tuxtepec y Teotitlán es el primero en protestar enérgicamente contra la actitud hierática e imbécil del ídolo de la Diputación Oaxaqueña y contra las falsas aseveraciones del Ministro de Relaciones! (Aplausos) Sí, Señores, no me he podido contener. Probablemente he ido muy allá… pero, ¿quién no lo hace cuando en nombre de sesenta mil habitantes, proteste como yo lo hago, contra quien impunemente pretende ultrajar y pisotear nuestra Soberanía? Esto se dejará de hacer cuando cobardemente conviniésemos en que se dejasen de cumplir en el Estado los mandatos legales del Gobernador del mismo; cuando terminara el reinado de la justicia o cuando fuera plausible que un Che Gómez se pusiera a la par con el incendiario y el asesino, sin que no hubiera lugar a nuestras protestas.
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¡Bendito sea Dios! Que yo, el Diputado de los Distritos de Tuxtepec y Teotitlán, pido que se haga constar mi viril y enérgica protesta contra esa Diputación Oaxaqueña que no ha sabido sostener como se debe la Soberanía e integridad de nuestro Estado en el Congreso de la Unión. Se consultó a la Cámara si se aprobaba el acta a la cual se acababa de dar lectura, a lo que contestó ésta por la afirmativa.
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Mientras tanto, Zea escribe para El Imparcial, desde el Istmo, donde a voces se reclama la presencia del Gobernador Se han enviado al Gobernador del Estado, señor Juárez Maza, nuevos telegramas solicitando que venga a esta comarca al arreglo del conflicto. Se espera que dicho funcionario llegará aquí dentro de cuatro o cinco días. Parece que el señor Juárez no acepta ninguno de los convenios ya hechos, y está dispuesto a hacer respetar sólo su decisión con energía. Aquí se asegura que el Gobernador vendrá acompañado de 500 voluntarios de la Sierra. Hasta hoy no se acepta la renuncia del Jefe Político, señor León, quien sigue en funciones. Cándido Aguilar permanece en Juchitán esperando instrucciones, y se da como seguro que no será él quien se encargue de la Jefatura, en caso de separarse el señor León, por las razones que expongo al principio. Llegó el señor Mario Palacios, diputado suplente del Lic. José F. Gómez, hijo adoptivo del jefe de la sublevación. Algunas personas que hablaron con Palacios, me informan que les manifestó que trae amplias garantías para el Lic. Gómez y facultades del C. Presidente de la República para terminar el asunto. Hoy salió el señor Palacios para el campo rebelde, a fin de conferenciar con el Lic. Gómez. La presencia de Palacios provocó alguna excitación en el rumbo. Llegó a esta población una comisión de vecinos de Guevea, informando que la situación se sigue complicando en aquel lugar, con motivo de la presencia allí de las fuerzas voluntarias que capitanea Onofre Guzmán. Dice la comisión que Guzmán recluta gente para formar una Guardia Nacional, a fin de sostener al Gobernador Juárez Maza. Algunos vecinos se quejaron, hace días, contra el dicho señor Guzmán, pero los que acaban de llegar lo defienden, agregando que los quejosos son gente que estaba comprometida a levantarse en armas a favor del Licenciado Gómez; pero que debido a la oportuna y enérgica intervención de los federales, no pudieron realizar sus propósitos. Anoche llegaron noticias de que se habían roto las hostilidades entre ambos partidos, por lo que el Cuartel general dispuso que saliera violentamente para Guevea un piquete de rurales, a las órdenes del teniente Lucas Martínez, a quien se dieron instrucciones de obrar con toda prudencia, procurando calmar los ánimos y sólo recurrir a las armas en caso extremo. Han llegado viajeros de Unión Hidalgo y otros puntos comarcanos, quejándose de que por allí se cometen frecuentes robos y asaltos. Los vecinos piden que las fuerzas federales patrullen los caminos para dar garantías. El general D. Telésforo Merodio, a quien entrevisté sobre el particular, me manifestó que tiene órdenes estrictas de que sus fuerzas permanezcan acuarteladas, y mientas no se revoquen aquéllas, le sería imposible dar las garantías que se le piden.
El Diario, desde San Gerónimo, da cuenta de movimientos de tropas en la Zona Militar. El General Merodio, Jefe de la Columna federal que opera en esta región ha recibido instrucciones de la Secretaría de Guerra a efecto de asumir una actitud neutral en los asuntos de Juchitán que actualmente están llamando la atención de todo el Estado. No obstante las últimas disposiciones de la Secretaría aludida, el referido General puede, en caso dado, hacer uso de sus fuerzas, para repeler cualquier ataque de los alzados. Anteayer llegó a esta población una fuerza federal que marcha rumbo al sitio que actualmente ocupa el General Merodio para incorporarse a su columna. Junto con dicha tropa viene una sección de ametralladoras. El Gobierno del Estado ha enviado una fuerza auxiliar rumbo al sitio de los sucesos para garantizar el orden. Desde hace dos días se están reclutando numerosos individuos voluntarios, en la mayoría de los Distritos, cuyos hombres de tropa están destinados a combatir a los revolucionarios.
El País envía alarmantes noticias, desde Tehuantepec, de acontecimientos en otros puntos de la región —extemporáneas en el caso del párroco. Se sabe aquí que en el pueblo de Ixhuatán, Distrito de Juchitán, fue asesinado por los juchitecos el sacerdote Cayetano González. Varias personas, que han sido entrevistadas, informan ser exacta esta noticia y además que la situación en aquel Distrito sigue siendo grave y creen los emigrados juchitecos que es muy difícil que Che Gómez pueda ir a esa capital por impedírselo sus partidarios. A bordo de los trenes de pasajeros del ferrocarril de Tehuantepec, se han cometido infinidad de robos. En varias estaciones los viajeros han sido despojados. La última víctima fue una señora que llevaba trescientos pesos. Se encuentra en esta población Alfredo Santibáñez, hermano del exjefe político que se halla procesado. Anteayer fue incendiada por unos desconocidos la fábrica de azúcar de la señora Juana C. Romero. Por persona que acaba de hablar con Che Gómez, se ha sabido que éste se encuentra en la estación de Juchitán con toda su gente. Por el tren que llegó anoche procedente de Juchitán, hemos sabido que se han roto nuevamente las hostilidades. El tren Panamericano no ha podido salir de la estación de San Jerónimo. La estación de Rincón Antonio está en inminente peligro de ser atacada por los indígenas de San Juan Guichicovi, que son del partido de Che Gómez. Estoy trabajando por inquirir quiénes fueron los asesinos del doctor Argüello. Como la luz eléctrica ha sido destruida en Juchitán, por los rebeldes, éstos se aprovechan de las sombras de la noche, y en medio de la obscuridad penetran a las casas y roban cuanto pueden. Penetran desnudos para no ser vistos por los federales, que permanecen acuartelados. Se sabe que quinientos juchitecos están a lo largo de la línea del Panamericano, en Shadani [sic. Xadani], su campamento provisional, donde evitan el tráfico de dicho ferrocarril.
Un curioso documento del archivo Juárez Maza es dirigido a Salina Cruz, donde al parecer también hay políticos calumniosos y que requieren desmentidos.
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Oaxaca de Juárez, noviembre 27 de 1911 Señor Andrés Castilla Pascual Salina Cruz Estimado amigo: En contestación a la pregunta que me hace en su grata del 21 del actual y para los efectos que Ud. juzgue convenientes, le manifiesto: que no vino Ud. a solicitar de mí la Jefatura política de ese Distrito. Sin más quedo suyo amigo afectísimo y seguro servidor. Benito Juárez (Rúbrica)245
Los únicos documentos del Archivo José F. Gómez correspondientes a esta fecha son acuses de recibo de los anteriores telegramas y la promesa de nombrar a un Juez de Primera instancia. 246 Sin embargo, tenemos uno del AGN que Juan Sánchez envía a Madero donde que le explica la situación imperante. 247 Desde hace mucho tiempo el pueblo de Juchitán está dividido en dos banderías o partidos: El partido del barrio de arriba y el partido del barrio de abajo. En el primero existen todas las gentes pensantes, casi todos saben leer y escribir y cuyo partido apoyado por don Rosendo Pineda dominaba siempre la cosa pública; el partido de abajo o sea medio pueblo en su mayoría son analfabetos, reacios a todo adelanto y siempre se han opuesto a las mejoras materiales lo que se echa de ver a primera vista; medio Juchitán tiene calles alineadas han desaparecido por completo los jacales y están bien trazadas las manzanas existiendo los mejores edificios en esta parte de la población y como consecuencia todas las oficinas de Gobierno. El barrio de abajo no tiene calles, viven como una tribu y todas las casas son de palma muy primitivas; de este barrio ha sido siempre José Gómez el caudillo y que se ha llamado partido de Che Gómez. Desde Oaxaca, se reseña que fue mal recibido el nombramiento de H. Díaz Quintas como secretario de Gobierno. Entre las noticias nacionales tenemos: obtiene su libertad en Morelos Braulio de la Cueva, defendido por Octavio Paz. La Masonería apoya Madero. Figueroa ofrece un banquete en Cuernavaca. Hay una balacera en Jalapa entre los partidarios de Gavira y los de Lagos Cházaro. El Partido Antireeleccionista ofreció un espléndido banquete a su Jefe el señor don Francisco Vázquez Gómez, a cuya reunión concurrió como invitado de honor el señor Ingeniero don Alberto García Granados, ex-Ministro de Gobernación. Cada vez hay más huelgas en el país. El Presidente hizo una visita al aeródromo.
245. ABJM 4-355v. 246. AJFG doc. 68. 247. AGN. Archivo Madero Caja 61, exp. 680. Investigó Héctor Zarauz.
28 de noviembre
Respuesta emocional/Decisivos telegramas
Se reúne la Legislatura de Oaxaca en sesión extraordinaria para discutir los telegramas del Presidente Municipal y de vecinos de Juchitán; se decide modificar el mensaje del día 24 a las Cámaras e insertar la nueva información remitida a los diputados por el gobernador. En la capital de Oaxaca se cuestionan las facultades del Presidente; se organiza una manifestación contra Madero. El licenciado Carlos Trejo y Lerdo de Tejada, Procurador General de Justicia del D. F., viajó a esa ciudad para intentar un arreglo entre ambos gobiernos y fue recibido hostilmente —se reseña hasta hoy en los diarios nacionales—, retorna a la ciudad de México con Carlos M. Gil, enviado de Juárez quien, nuevamente, lleva documentos comprometedores y secretísimos. Se anuncia una reunión de Ministros en Chapultepec para discutir el asunto de Juchitán. Gómez desaparece. Se repite que Mario Palacios viajó al Istmo con salvoconducto de Madero. Figueroa, deseoso de congraciarse con el Gobierno Federal, ofrece sus servicios para combatir a los rebeldes de Oaxaca. Declaraciones de la Cruz Blanca en Juchitán, alegando que llegaron antes que la Cruz Roja.
El Periódico Oficial de Oaxaca hace la crónica de la Sesión Extraordinaria del 28 noviembre de 1911; preside el C. Dr. Esesarte. 248 El Ciudadano Presidente hizo uso de la palabra y dijo: Que a solicitud de los Ciudadanos Diputados Acevedo, Odrizola y Avendaño habían expedido un citatorio a los demás Ciudadanos Diputados para que, si lo tenían a bien, se verificara una sesión extraordinaria con el objeto de tratar un asunto de interés público y de suma urgencia, que con tal motivo consultaba a la Cámara su aquiescencia, a lo que contestaron los Ciudadanos Diputados presentes su conformidad. El Ciudadano Presidente volvió a hacer uso de la palabra y dijo: Que el objeto de la sesión extraordinaria era para que dictaminaran las Comisiones Unidas de Gobernación y Puntos Constitucionales en el asunto que se había tratado en la sesión ordinaria que hacía rato se había verificado, referente a los telegramas que el Presidente Municipal y varios vecinos de Juchitán dirigieron al Gobernador del Estado, y que éste transcribió en una nota fechada hoy, que suplicaba a dichas Comisiones se sirvieran presentar su dictamen para resolver desde luego lo que fuera procedente. Los diputados pidieron se revocara el acuerdo de la sesión anterior, del día 24, de enviar un telegrama, pues ya no tenía objeto y debía reformarse por la nueva información apenas habían recibido. Las Comisiones de Gobernación y Puntos Constitucionales presentaron su dictamen: [… ] En telegrama de fecha de ayer, dice a este Gobierno el Presidente Muni-
248. Periódico Oficial de Oaxaca, 27 de marzo de 1912.
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cipal de Juchitán, Ciudadano Pablo Pineda, lo siguiente: “En sesión extraordinaria de hoy, este H. Ayuntamiento tomó el siguiente acuerdo.- Por conducto Ejecutivo Estado y Presidente Municipal Oaxaca, exprésese a pueblo Oaxaqueño y demás que han manifestado adhesión Gobierno, sinceros votos gratitud y simpatía de esta H. Corporación y de pueblo honrado, sensato, laborioso Juchitán por su patriótica y digna actitud al exigir defensa Soberanía Constitucional Estado y cumplimiento principios justicia universal para sofocar revuelta, artificios de alzado José Gómez, con castigo crímenes y derramamiento sangre esta Ciudad. Hágase saber a la Representación Nacional pueblo juchiteco lamenta profundamente por falta completa información oficial verídica sobre lo principal háyansele negado auxilios a Estado Oaxaca para restablecer orden quebrantado por malos juchitecos que pretextando derechos soberanía popular con invasión facultades constitucionales Gobernador, mantuvieron acción guerra Ejército Federal desde el día 2 al 8 actual, resultando segadas más trescientas vidas; y llevándose más cinco mil pesos fondos municipales, encuéntranse actualmente alzados armas, animados con inacción posterior Ejército, no requisición sus armas y ofrecimiento impunidad cónstale Jefe Zona Militar y Presidente República, porque Secretaría de Guerra no ha intervenido, según afírmase.- Comunícoselo, cumplimiento acuerdo superior.- Juchitán, Noviembre 27 de 1911.- El Presidente Municipal, Pablo Pineda.
Telegrama recibido de la Estación de San Jerónimo el 27 de noviembre de 1911.Señor Gobernador Licenciado Benito Juárez.- Palacio de Gobierno.- Sabemos rebelde José Gómez ha recibido salvoconducto Gobierno Federal y garantías personales para salir territorio Estado y presentarse México donde seguramente no exigiránle responsabilidad. Por convenir justicia Estado, suplicamos consigne hechos Juchitán autoridad competente que dicte orden aprehensión contra citado instigador revuelta, impidiendo impunidad los numerosos delitos cometidos por él y sus partidarios alzados armas.- Ramón Saynez.- B. G. Saynez.- Rosendo L. Saynez.- Antonio Ruiz.- Blas Federico Gurrión.- Mauricio Blas.- Antonio Medrano.- M. L. Ramírez. Y por acuerdo del Ciudadano Gobernador lo transcribo a ustedes para que se sirvan dar cuenta a esa H. Cámara a fin de que dicte las medidas de su resorte, atenta la excitativa que dirigió al Congreso de la Unión para que haga en su caso, dada la situación que se está creando se reconsidere dicha excitativa. Sufragio Efectivo. No reelección. Oaxaca de Juárez, a 28 de Noviembre de 1911. Díaz Quintas, Secretario, Rúbrica. A los CC. Diputados del H. Congreso del Estado Presentes.” Lo que tenemos el honor de comunicar a esa H. Cámara del Congreso de la Unión, para que se sirva reconsiderar nuestra excitativa que por vía telegráfica le hicimos con fecha 24 del corriente.
Juárez Maza no solamente manda los documentos a la Legislatura. Cabe suponer que los importantes papeles que envió a la ciudad de México ese mismo día con el Lic. Carlos María Gil son los mismos. Furioso contra lo que supone una traición de Calero, intenta demostrar la culpabilidad de Gómez a otros funcionarios. Recomienda al portador —Gil— y el destinatario —Bolaños— se pongan en contacto y que el segundo lo mantengan informado:
Busque Lic. Miguel Bolaños Cacho, Puente de Alvarado # 63. Muéstrele documentos y una vez que ya no necesítelos déjele las copias para defensa Oaxaca.
Lic. Carlos María Gil tiene copia importantísimos documentos que es necesario sírvase conocer. Ruégole mande tercera calle de Rosas Moreno 42 esa Capital cita para Lic. Gil que encuéntrase esa para que véalo inmediata y conozca lo que exprésole.
Agradézcole mensaje y únicamente permítome suplicarle darme detalles y no confiar ni perder de vista asunto sino hasta sólido arreglo. 249
Mientras se debate la nueva información en la Legislatura de Oaxaca, que ocuparán los titulares de todos los diarios del día siguiente, cuando se den a conocer los telegramas, los periódicos editorializan —lo cual les da la opción de ventilar problemas personales—; les permite, además, no solamente denostar al Presidente, el Gobernador, los líderes regionales y candidatos o el desorden imperante, sino también definir sus posturas frente a problemas cruciales como el fracaso o triunfo de la democracia, las relaciones con las potencias extranjeras, los descontentos generalizados, la legalidad o ilegalidad de las primeras decisiones de Madero, sus vínculos con el Poder Legislativo —y la soberanía, que Juárez Maza defenderá aún a costa de su vida. Mientras, Madero parece buscar tiempo para negociar con Gómez, alejándolo del lugar y dándole dicha oportunidad mediante los diabólicos salvoconductos que ha sacado a la luz el telegrama de los juchitecos agraviados. A diferencia de los anteriores, estos salvoconductos cuentan con el aval expreso de Madero. El Imparcial publica el siguiente artículo llamando a la mesura y advirtiendo sobre el peligro de caer en los localismos que casi un siglo después siguen denostándose con el nombre de balcanización.
El Problema de Oaxaca. El anverso y el reverso El asunto de Oaxaca preocupa en estos momentos a la Nación entera. Hay opiniones contrarias que se disputan la posesión de la verdad y de la justicia. Los ánimos se han enardecido, y en uno y otro bando, así en el de los defensores del Gobernador de aquella Entidad federativa, como en el de sus detractores, se comienzan a percibir las sordas inquietudes del apasionamiento, más y mejor que los seguros esfuerzos del razonamiento y la reflexión. El cariz que están tomando estas cuestiones, amenaza con transformarlas en lucha estéril y pequeña de pueblo a pueblo, de terruño a terruño, y si mucho se nos apura, diríamos que esa transformación puede ir hasta un combate de capricho a capricho, de persona a persona, de pasión a pasión, de vanidad a vanidad. Nada, siendo más noble, es más sugestionable, que el amorosos sentimiento de la tierra en que nacimos, de la “patria chica”; y así, cuando se nos dice que se le hace un ultraje o un desprecio, nada nos duele ni nos indigna más. Algo de ese brioso y simpático afecto se agita en este asunto, y no hemos de estar nosotros entre quienes pretenden demostrar que no está justificado el levantamiento popular, la protesta colectiva con que se recibió en Oaxaca la noticia de la actitud que ha asumido el Gobierno Federal y que mereció la aprobación de la Cámara de Diputados. A estos impulsos del sentimiento herido, no hay que pedirles justificación. Son emotivamente sinceros. Se producen en las masas a
249. ABJM 4-347, 349v y 4-395. Este último mensaje es remitido a Bolaños Cacho.
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causa de una momentánea impresión de ofensas recibidas por actos que nunca se discuten ni se ponderan fríamente. De modo que el pueblo oaxaqueño ha puesto de relieve, como siempre, su altiva energía y su amor por el terruño. Pero si esto hace el pueblo, los pensadores y los hombres de la política deben hacer otra cosa. Ésos sí deben atenerse al estudio del problema; deben dejar que dominen las ideas sobre las emociones, deben buscar una solución al conflicto, dentro de los términos de la dignidad, sin abandonar la orientación hacia la conveniencia positiva, hacia lo que, sin vulnerar las leyes, se acerque al beneficio de todos y contribuya al ahorro de vidas y trastornos, y, por ende, a la efectividad del orden y de la paz. Para esto es necesario inclinarse decidida y resueltamente del lado de la conciliación. Y nosotros estamos notando que esa flexibilidad, ese buen deseo, empiezan a faltar aquí y allá, entre las gentes que pudieran y debieran contribuir al oportuno arreglo de una situación de suyo grave y peligrosa. Los “partidos” toman actitudes, en consonancia con sus intereses, no de acuerdo a las indicaciones del patriotismo. Y, como dijimos al principio, los dos bandos, los que defienden la causa oaxaqueña, y los que defienden la resolución del Centro, parecen definirse, al fin, en los dos grupos políticos radicales, y, por lo mismo, irreconciliables: el oposicionista y el gobiernista. Como a ninguno de los dos pertenecemos, porque no tenemos ni tendremos filiación alguna de partido, nuestro punto de vista es diferente y, en esta vez, participamos de las idea de uno y de otro, sin aceptar ni la de aquéllos ni la de éstos, de un modo absoluto. Juzgamos que, en parte, los dos contendientes tienen razón. Desde el punto de vista abstracto de los principios legales, es indiscutible, a nuestro entender, que el Gobernador del Estado de Oaxaca está apoyado en la más completa justicia. El artículo 116 de la Constitución es terminante: los Poderes de la Unión están obligados a proteger al Estado de Oaxaca, que se halla en caso de sublevación, de trastorno interior; y para que cumpla con ese deber, la Legislatura oaxaqueña ha enviado la correspondiente excitativa. No hay, pues, manera de evadir esa obligación, si sólo atendemos a la perspectiva constitucional. Mas esta imperiosa opinión se debilita bastante, se atenúa, si se toman en cuenta las condiciones especiales que hicieron surgir el conflicto entre el Gobierno de Oaxaca y el pueblo de Juchitán. Se trata, como se sabe, del cambio de un Jefe Político del Partido, cambio que rechazan los juchitecos, quienes con frecuencia han hecho triunfar su voluntad para imponer sus autoridades. Hay en ello un respetable principio de libertad política digno de tomarse en consideración. Levantados en armas en Juchitán, el Presidente de la República se dirigió al jefe del movimiento, instigándolo a rendirse y ofreciéndole —consta en telegrama publicado por la prensa— que las autoridades serían cambiadas a gusto de la población. ¿Constituye esta promesa un ataque a la soberanía de los Estados? Indudablemente que sí. Mas, echándolo a buena parte, queremos creer que esta redacción telegráfica ha sido una inexperiencia del nuevo Primer Magistrado. Él debió decir: influiré, haré mis buenos oficios para conseguir el cambio solicitado. No fue así, y cuando las gestiones del Centro llegaron a Oaxaca, parece ser que el Gobernador de ese Estado creyó preciso al mantenimiento de su autoritaria dignidad y al principio de autoridad, que se destruiría en el caso, insistir en su primitivo acuerdo y sostener al Jefe Político nombrado. Este proceder enérgico, quizás inconveniente, molestó al Ejecutivo, el cual no se creyó ya en la obligación de prestar ayuda al
Gobierno oaxaqueño, en su conflicto, supuesto que éste estaba originado por un mero y personal capricho de D. Benito Juárez Maza. Las tropas federales recibieron orden de no atacar a los sublevados, aunque sí de permanecer en la alterada región, para resguardo de las personas y de las propiedades. Hay un fondo de justicia en esta resolución. La realidad de las cosas la patentiza claramente. ¿Cómo, en una situación cual ésta porque atraviesa la República, en un estado perfectamente anormal, cuando los auxilios federales se hallan solicitados motivadamente, por varios puntos a la vez; cuando urge repartir con equidad y método las fuerzas militares por la extensión del territorio, a fin de reorganizar trabajos importantísimos de pacificación, el empeño ciego, el capricho poco sensato de un gobernante han de bastar para emprender una campaña que producirá tal vez grandes bajas y muy funestas consecuencias? El Ejecutivo de la Unión responde al tenaz gobernador: “Defiende, pues así lo juzgas oportuno, tus resoluciones, aunque pugnen éstas con los intereses particulares de los pueblos: tú sabrás por qué lo haces; mas defiéndelas con tus propios elementos, no exijas de nosotros un sacrificio que no debemos hacer en estos instantes difíciles, para apoyar, no un equitativo y útil acto tuyo, sino una imposición caprichosa y perjudicial.” La Cámara de Diputados, de seguro, que vio este reverso de la cuestión, y de ahí que aprobaran las resoluciones del Ejecutivo. Convengamos en que miradas así las cosas, no es censurable la contestación que dio la Cámara a la Legislatura de Oaxaca. Pero queda aún por averiguar si detrás de toda esta sublevación local, no se esconde un levantamiento político de tendencias generales, en cuyo caso obra muy mal el Gobierno, dejando que permanezca y aun pueda propagarse. Y no hace bien tampoco en mostrar ahora una inflexibilidad impertinente, ante las protestas armadas contra actos de las autoridades en los Estados, que, sobre constituir serios peligros, son un perverso ejemplo para lo futuro y estimulan a la indisciplina y el desorden. Lo conveniente, a todas luces, es que cejen en su agresiva rigidez unos y otros, en que abandonen su severa actitud, y en que, acercándose digna y serenamente, se unan para buscar los medios adecuados a un fácil y benéfico desenlace. La vida de México, tan perturbada, necesita de estas conciliaciones para ir entrando en la buena vía. Señores: buena fe y buen sentido: las dos cosas que nos están haciendo mucha falta.
Los conflictos internacionales que el caso pueda despertar preocupan a El Mañana: Los frutos de la revolución. Madero y Juárez Maza Como si no fueran suficientes para mantener a la República en un estado de constante zozobra, y a despertar en el extranjero las más serias inquietudes con respecto al afianzamiento de la paz nacional, la insolencia del bandolerismo zapatista y la actividad con que los partidarios del General Reyes pretenden medir al gobierno actual con la misma vara con que la revolución maderista midió al régimen porfiriano, los albores de la flamante administración miran que, a consecuencia de una cuestión, al parecer local, se suscita un problema de la mayor trascendencia, y que puede provocar las más lamentables complicaciones interiores e internacionales. El asunto, que tan graves proporciones reviste, es la cuestión de Oaxaca. El Gobernador de aquella Entidad, en uso de sus facultades constitucionales, nombró jefe político del distrito de Juchitán, al señor Enrique León, persona poco grata de
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los juchitecos, que, en son de protesta y empujados por el agitador Che Gómez, se alzaron en armas e hicieron alarde de su desobediencia a la nueva autoridad y a los mandatos del Jefe del Ejecutivo. En vista de las hondas perturbaciones a que esta actitud daría indefectiblemente margen, el señor Madero, tras de entrar en arreglos directos y extra-oficiales con los sublevados, recomendó al Gobierno del importante Estado, como una medida pacificadora de resultados inmediatos, el nombramiento, en lugar del señor León, del jefe revolucionario Cándido Aguilar; pero como este individuo cuenta en su hoja de servicios con el sangriento episodio de Jalapa, como carece de condiciones para el puesto, y como el deseo del Gobierno Federal ajaba la soberanía del Estado —todo en el sentir del Gobernador de Oaxaca,— este funcionario se rehusó a la imposición, lo que dio margen a que, a su vez, la Federación prescribiera a sus fuerzas una actitud de mera expectativa, en tanto que las emergencias del caso no ameritasen disposición en contrario de la Secretaría de Guerra. La Legislatura de Oaxaca ocurrió entonces a las Cámaras de la Unión, demandando el cumplimiento del artículo 116 Constitucional. La Cámara de Diputados, previo informe del Ejecutivo, que declaró que no había en estos momentos derramamiento de sangre en Juchitán, y que el jefe de la zona tenía órdenes para defender la propiedad y las vidas de los habitantes de la región, si llegaban a ser atacadas, decidió que no era el caso del precepto de la Ley Fundamental invocado; y la de Senadores no resuelve el punto todavía, en los momentos de escribir estas líneas pero el Gobierno de Oaxaca, no satisfecho con la marcha de los acontecimientos, ha declarado, según parece, que el Estado reasume su soberanía, e inicia un rompimiento abierto con el Gobierno Federal. En estas gravísimas circunstancias, aun antes de considerar el caso desde el punto de vista constitucional, las consideraciones de carácter político se imponen, y la cuestión aparece como un resultado inevitable de las promesas no cumplidas de la Revolución, como un corolario forzoso de los anhelos y los apetitos creados por ella y por ella misma defraudados, por metafísicos, por absurdos, por imposibles. Hoy, el descontento estalla en Oaxaca; mañana el país entero, convencido de su error, hará otro tanto, desgraciadamente, si el razonamiento frío y sereno no sustituye a las peligrosas ilusiones sembradas por los apóstoles y los precursores del nuevo régimen. En este concepto, la culpabilidad del señor Madero y del señor Juárez Maza aparecen evidentes. Cuando uno y otro, al amparo de banderas semejantes y proclamando ideales parecidos, se lanzaron, éste a la prédica democrática, y aquél a la propaganda anti-reeleccionista, ambos incluyeron en sus respectivos programas regeneradores, proyectos idénticos en más de un punto; y así el diputado electo por el general Díaz, como el “leader”, de los que aspiraban a una renovación política, absoluta, ofrecieron al pueblo, uno por boca propia y el otro por la de sus amigos, entre mil ventajosas reformas, la abolición o atenuación de impuestos, el fraccionamiento de tierras y la supresión de los jefes y prefectos políticos. En la gran masa de descontentos, aquellas palabras, hijas, no de la convicción, sino del afán de conseguir prosélitos, cayeron como semilla prolífera en terreno propicio; y el espejismo que, en discursos y proclamas, deslumbró a la credulidad pública, dio a los mesías que llegaban con las manos llenas de futuros dones, la popularidad que encumbró al señor Juárez a la gubernatura de su tierra natal, y al señor Madero al sillón de la Presidencia.
Pero, una vez llegado allí, las cosas cambiaron; y ante la situación real, no soñada por las arengas líricas, el señor Juárez no sólo no intentó la reforma de la Constitución de Oaxaca, en el sentido de hacer desaparecer las jefaturas y robustecer el poder municipal, sino que, amoldándose a las viejas prácticas, por él combatidas, se dio a nombrar a los representantes del Ejecutivo, sin tener en cuenta para nada la voluntad popular. Y llegado el día en que ésta se encrespó violentamente y se alzó, airada, contra un nombramiento desacertado, el señor Juárez se aferró tenazmente a sus prerrogativas constitucionales y echó sobre las cláusulas magnánimas de su plataforma liberadora, el peso de la disciplina y el principio de autoridad. Por su parte, el señor Madero, que ya había hecho acto práctico de contrición, imponiendo la candidatura de Pino Suárez, y olvidando su horror a la consigna y su respeto profundo a la independencia de los Estados, dentro del Pacto Federal, quiso tratar la cuestión de Juchitán directamente con el jefe de los sublevados, hizo a un lado, para sus negociaciones diplomáticas, al Gobierno de Oaxaca, y pretendió cortar el nudo gordiano con la espada de un jefe maderista, sostenido por él. Y, ya encarrilado en la vía de los caprichos pueriles, al acuerdo del uno que decretaba la inmovilización de las fuerzas federales, respondió el orgullo del otro, promoviendo una escisión lamentable, que puede orillar al país a una inicua guerra civil separatista, a dificultades tremendas con las cancillerías extranjeras, con motivo de los entorpecimientos del tráfico en el istmo de Tehuantepec, y a la serie de espantosas contingencias que pueden sobrevenir como un cortejo de calamidades nacionales. Estos son los verdaderos frutos de la Revolución. Los otros, los tentadores ofrecimientos, las promesas brillantes, las embellecedoras innovaciones y las reformas libertarias, son las manzanas de oro del jardín de las Hespérides; el pueblo no las alcanzarán nunca mientras estén custodiadas por el dragón de cien cabezas del amor propio, de la vanidad insensata, de la suficiencia política y del provecho personal.
Nueva Era se lanza contra Vera Estañol, quien publicó en El Imparcial un artículo sobre el conflicto de Oaxaca intitulado “ La Demagogia se apodera del Gobierno Federal”. Se le acusa de aristocratizante, y se emprende una encarnizada defensa de Madero, la Revolución y el pueblo. […] Y si quisiéramos ofrecer inmediato comprobante al Sr. Lic. Vera Estañol, nos bastaría invitarlo a leer nuestros telegramas insertos en el número de ayer, de nuestro Corresponsal de Oaxaca en los que da cuenta de la rectificación de criterio sufrido por el pueblo sensato de la viril Ciudad, protestando contra el proceder de “vazquistas”, “reyistas” y probablemente otros “istas” que han escapado a la actividad con que se escribe los telegramas. Decimos que el Sr. Vera Estañol ha partido de bases falsas, porque en la relación de hechos que aparece en su primer artículo, atribuye la causa del conflicto de Oaxaca a que el Gobernador de ese Estado, se negó a reconocer el convenio celebrado entre el Gobierno Federal y el Lic. José F. Gómez, Jefe principal de la sublevación ocurrida en Juchitán. Y nada más inexacto, porque el conflicto surgió del empeño del citado Gobernador en sostener al Sr. León, Jefe Político de aquella localidad, contra la voluntad de los rebeldes que componen una considerable mayoría de sus habitantes. Como se ve, hay diferencia sustancial entre un hecho y otro y es injusto desnaturalizarlos para que partiendo de estas bases falsas, la imaginación o propósito del articulista se lancen por el camino que más le convenga.
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Era suficiente poner de manifiesto, como lo hemos hecho, esta circunstancia sustancial, para sentirse dispensado de contestar el citado artículo, pero como no es el único error que contiene, sino otros muchos de no menor importancia, la paciencia de nuestros lectores tendrá que sufrir en este caso. En su afán de desfigurar los hechos, el articulista copia trunco una parte del discurso del Ministro de Relaciones, Sr. Calero, al explicar a la Cámara de Diputados la naturaleza del conflicto, y claro que procediendo así, se da el propio articulista el gustazo de sacar las consecuencias que mejor le cuadre. El proceder por poco correcto, nos parece raro en persona de la consideración del Sr. Vera Estañol. No es verdad que “el jefe de las armas se ha negado a prestar su apoyo al Gobierno del Estado” de Oaxaca, porque el Gobierno Federal por medio de sus tropas redujo a los rebeldes cuando éstos se hallaban en pleno periodo de rebelión, y una vez vencidos, como es humano y como es lógico y como es democrático, se escuchó sus quejas que consistían como se ha dicho, en no querer aceptar por Jefe Político al que había nombrado el Gobernador del Estado, y pidieron que fuera sustituido por uno de su agrado. Lo cual el Gobierno Federal hizo saber a aquel Gobernador, y éste estimó que no debía acceder a la pretensión. El Gobierno Federal mantuvo sus tropas en el Distrito a la espectativa, esto es, en aptitud de impedir que volviera a ser turbado el orden ya por que se atacara a las personas ya porque se quisiera destruir las propiedades. Por manera pues, que el Gobierno Federal no ha negado su protección al Gobierno de Oaxaca como indebidamente asienta el articulista, y por lo mismo no ha dejado de cumplir la obligación que le impone el Art. 116 constitucional. La discrepancia en la apreciación de este precepto legal estriba en que el articulista supone que todavía se mantiene en estado de sublevación o trastorno interior el Distrito de Juchitán, en el sentido de que todavía hay derramamiento de sangre, cuando en verdad lo que queda es la actitud de descontento de los habitantes que no aceptan por Jefe Político al Sr. León. El Gobierno Federal no cree que debe darles de tiros ni de cañonazos a estos inconformes, mientras su inconformidad se manifieste en ACTITUD y no se traduzca EN HECHOS POSITIVOS que den por resultado el ataque a las personas o a los bienes ajenos. He aquí los hechos claros y desnudos, y tan ciertos, que una Cámara de Diputados en su mayoría perteneciente al mismo régimen que el Sr. Lic. Vera Estañol, o sea procedente de la Dictadura pasada, lo estimó de esa misma manera por una mayoría de 117 votos contra 16, al resolver hace pocas noches que no estaba el Ejecutivo de la Federación con respecto al Gobierno de Oaxaca, en el caso a que se refiere el Art. 116 constitucional. Se necesita en verdad ser bien sanguinario o demasiado altivo para admitir que el Gobierno Federal debe romper lanzas contra el pueblo que al manifestar su oposición a un Jefe Político y pedir que lo sustituyan, se mantiene en actitud de inconformidad tan solo, pero sin llegar a las vías de hechos como lo demuestra el que desde que fueron vencidos esos habitantes hasta hoy, no han atacado a nadie. Si los pueblos no tienen derecho a manifestar su desagrado a sus mandatarios, verdaderamente sería inútil la Democracia y muy en consonancia el sistema oficial con el criterio político que imperaba en el Gobierno al cual perteneció el Sr. Lic. Vera Estañol; Gobierno autócrata, Gobierno dictatorial, que tan mal parado dejó el derecho de los ciudadanos y que tan cruentas protestas levantó, que éstas
culminaron en la gloriosa Revolución. Revolución a la cual debemos el actual estado de cosas. Es natural que la Democracia de verdad, choque con las ideas del articulista quien no puede aceptar que el pueblo, esas chusmas como llama a los habitantes pobres de la Nación, les sea permitido el derecho de levantar la voz para decir que no le agrada éste o aquel gobernante. La filiación aristocrática del Sr. Lic. Vera Estañol pudo comprobarse de sobra cuando fungiendo como Ministro de Instrucción Pública en un Gobierno nada grato a la Nación, con gesto olímpico y frase despectiva echó a los Estudiantes que en forma respetuosa fueron a presentarle sus quejas. El Sr. Lic. Vera Estañol se cree sin duda de los privilegiados, olvida su origen, para imaginarse que todavía estamos en los tiempos en que un puñado de audaces o favoritos tenía extorsionada a la Nación y monopolizada sus riquezas. Entonces ¡guay! del que se atreviera a manifestar su inconformidad con los que mandaban, porque la Cárcel lo esperaba para abrigarlo en su seno; el derecho de ciudadano era una irrisión y el Jefe Político, el Presidente Municipal, el Gobernador, los Ministros o los simples privados del Director eran omnipotentes, super-hombres con el derecho de libertad de vida y muerte de los ciudadanos. Por fortuna para la dignidad de los ciudadanos y para honor de nuestras leyes, esos tiempos pasaron y las “chusmas” que tanto mortifican al atildado escritor tienen perfecto derecho y completa libertad de manifestar su parecer. Esas “chusmas” son la masa de ciudadanos, son los jornaleros, los artesanos, los obreros, el conjunto del pueblo que integra la Nación, y ha llegado la hora de escucharlo, de tomarlo en cuenta, de oír sus quejas, de atender sus desventuras, de tratar de remedir sus desgracias en contraposición a la época pasada que con el más absoluto desprecio se le trataba y con la mayor tranquilidad se les oprimía. El Presidente actual identificado con ese pueblo, y con él que todos los que nos sentimos salidos de él, y que lo amamos y deseamos su bienestar, mejoramiento y elevación, lo tendremos en cuenta y jamás lo despreciaremos, como lo hace el articulista. Por demás está ocuparse de las conclusiones con que termina su artículo el Sr. Lic. Vera Estañol, porque consciente o inconscientemente, ha interpretado de modo erróneo el parecer del Gobierno manifestado en el patriótico y sensato discurso del Ministro de Relaciones, ante la Cámara de Diputados. No es cierto que el Gobierno Federal entienda que debe reprimir una sublevación, después que ésta ha destruido propiedades y aniquilado vidas. La prueba está en que las tropas Federales han evitado y están evitando en Juchitán, que haya esa destrucción de propiedades y ese aniquilamiento de vidas. Es inexacto que las Autoridades constituidas deban caer al grito subversivo de un puñado de descontentos, que en nombre de la voluntad popular pretenden derrocarlo. No se trata de un PUÑADO sino de la MAYORÍA de los habitantes a cuya mayoría se la debe atender cuando se manifiesta claramente, porque el credo democrático así lo ordena, puesto que quiere el Gobierno del pueblo para el pueblo. Sólo los enemigos de la Democracia se creen con el derecho de despreciar la voluntad popular. La observancia de la Constitución no merece el desdén de los hombres públicos. Mereció sí el completo desprecio de los hombres del Gobierno pasado y por eso surgió la Revolución que derrocó ese Gobierno y que ha reivindicado el derecho de los ciudadanos que tanto escuece y contraría a los que por luengos años estuvie-
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ron gozando de las dulzuras de ese Gobierno que les permitió oprimir y sangrar al país en beneficio propio.
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El Avance informa que el ejército tiene “Ordenes terminantes de no mover las fuerzas” y anuncia una junta de Ministros próxima para tratar el caso de Juchitán. Las dificultades del Gobierno de ese Estado y el Federal no han variado por lo que toca a los asuntos de Juchitán. Sábese que el Gobernador Juárez ha propuesto al Presidente Madero cinco individuos para que seleccione un Jefe Político de Juchitán con el fin de que vea que no es una imposición el nombramiento del señor León y en tanto el Señor Madero desea nombrar un Jefe de su confianza. El Gral. Merodio tiene órdenes terminantes de no mover sus tropas de Juchitán. En Chapultepec habrá hoy un consejo de Ministros en el cual se tratará escrupulosa y concienzudamente los asuntos que en este momento conmueven hondamente al Estado de Oaxaca. La Colonia Oaxaqueña [de la capital] hoy ha ofrecido al C. Gobernador de su Estado apoyarlo incondicionalmente, en la actitud enérgica, que ha asumido en los asuntos de Juchitán, y no permitiendo que el Gobierno del Centro pase sobre la Constitución particular de Oaxaca.
El Diario, mediante su corresponsal en Oaxaca, da cuenta del descontento contra el Gobierno Federal en esa ciudad, que secunda el sacrificado heroísmo del hijo del Benemérito, y de quienes piden su presencia redentora en el Istmo: Se hacen toda clase de comentarios en esta ciudad con respecto a la desaparición misteriosa del licenciado Che Gómez, que se marchó a Juchitán llevando pasaportes firmados por el General Merodio. Los ciudadanos juchitecos desean que el señor Gobernador del Estado, licenciado Benito Juárez Maza, vaya a esa región, con el fin de arreglar las necesidades que han surgido en aquel lugar, y que tantos perjuicios han causado al Estado. La manifestación que se organizó anoche en esta ciudad, terminó hasta horas muy avanzadas. Los oradores pronunciaron importantes discursos y se acordó dirigir un telegrama al señor Presidente de la República, haciéndole ver la conveniencia de que no intervenga la Federación en los asuntos interiores del Estado, pues los oaxaqueños consideran, si tal caso sucede, lesionada la Soberanía de esta Entidad de la Federación. El Jefe de la Zona, General Cejudo, ha renunciado el cargo que desempeñaba, habiendo sido nombrado para sustituirlo, el Brigadier Eguía Lis. […] Esta ciudad se encuentra tranquila, después de la manifestación de anoche. El hijo de “Che” Gómez, Mario Gómez Palacios [sic], estuvo en la Secretaría de Gobernación, donde recabó del Ministro los salvo conductos necesarios para llegar hasta donde se encuentra su padre, a quien deberá acompañar a esta capital. Gómez Palacios [sic] lleva amplias facultades del señor Presidente para desempeñar su cometido. Esto demuestra que el señor Madero desea solucionar el conflicto, lo más pronto y de la mejor manera posible. El Imparcial, desde Cuernavaca, remite un ofrecimiento de adhesión que hace Figueroa a Madero —que entre las múltiples torpezas de este conflicto se lleva las pal-
mas—, y que tanta indignación causa a las heroicas oaxaqueñas, quienes responderán airadas a esta oferta. El Gobernador don Ambrosio Figueroa, se ha dirigido con esta fecha al C. Presidente de la República poniéndose a sus órdenes con cuantos elementos cuenta en este Estado y en Guerrero, por si fuera necesaria su ayuda para hacer respetar al Gobierno de la Unión, con motivo de la actitud del señor Gobernador de Oaxaca, que el jefe Figueroa, juzga antipatriótica en las actuales circunstancias La nota continúa dando cuenta de la respuesta de los legisladores por el Estado de Oaxaca, a quien el día anterior vapuleara su colega en la Cámara estatal por su falta de solidaridad con sus electores, y que tanto pesar causan al Gobernador, como vemos en su correspondencia. Los diputados por Oaxaca y los hijos de aquel Estado, a iniciativa de los señores diputados Francisco Modesto Ramírez y Manuel H. San Juan y senador Aurelio Valdivieso, se reunieron ayer en uno de los salones de la Cámara para tratar sobre el asunto. El señor San Juan, dijo al ser entrevistado por nosotros, que como algunos oaxaqueños trabajan de acuerdo con el señor Juárez, por ser amigos personales de él, y otros perseguían sólo el bienestar del Estado, resolvieron llamar a todos para adoptar una actitud digna de las circunstancias. En la reunión se discutió la iniciativa del Lic. Ramírez sobre la conveniencia de proponer a la Cámara que considere nuevamente la solicitud del Congreso de Oaxaca, ya que con datos de que antes se carecía, puédese sostener al Gobierno de aquella Entidad Federativa, apoyándolo ante la Representación Nacional. La junta fue casi tormentosa, pues hubo acaloradísimas discusiones, acordándose al fin enviar un despacho telegráfico urgente, al Gobierno local, para que la Legislatura insista en su petición a las Cámaras Federales. Los diputados que asistieron a dicha asamblea se comprometieron solemnemente a trabajar por el éxito de sus gestiones. Estuvieron presentes en la reunión los señores senadores don Aurelio Valdivieso y diputados Manuel H. San Juan, Francisco Modesto Ramírez, Constancio Peña Idiáquez, Antonio Salinas y Carbó, Andrés Ruiz y Silva, Andrés Cruz Martínez, Joaquín Ogarrio, Wenceslao García, José Ignacio Álvarez, José Romero, Juan Chapital, Benjamín Bolaños, José María García Ramos, Antonio Maza, Ignacio Muñoz, Prisciliano R. Maldonado y algunos otros cuyos nombres no recordamos. La idea de los señores diputados oaxaqueños, era, al recibir la contestación del telegrama a que aludimos, presentar una proposición pidiendo a la Cámara de Diputados que se considerara otra vez el asunto, en vista de los nuevos datos que trajera el mensaje de Oaxaca. Pero hasta las siete de la noche no se había recibido este mensaje y por lo mismo no se pudo realizar el propósito. El mensaje de los diputados fue depositado con el carácter de “urgente” y no obstante esto no se le dio curso oportunamente. A la Cámara de Diputados concurrieron ayer por la tarde gran número de oaxaqueños ávidos de conocer pormenores del conflicto; pero se carece en lo absoluto de ellos. Los miembros del Club Democrático Oaxaqueño, acordaron invitar para hoy a todos los hijos de Oaxaca que residan en el Distrito Federal, para una asamblea que habrá de efectuarse a las siete de la noche en la casa número 66 de la 4ª calle de Estanco de Mujeres.
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Juárez responde ese día, vía Bolaños Cacho, a dichas muestras de solidaridad: “Ruégole haga presentes, a Sociedad Fraternal Oaxaqueña y demás paisanos por voto confianza de que me habla, mis más sinceros agradecimientos.”250 Continúa la nota periodística: No sabemos con qué fin; pero se han dado órdenes al General Eguía Lis, para que se reconcentre en Teotitlán del Camino. La anterior noticia nos fue proporcionada en fuente fidedigna, informándosenos que el mencionado jefe había llegado con parte de su fuerza a dicha población que es la cabecera de uno de los Distritos del Estado.
Desde San Gerónimo, Zea anota las reacciones de los juchitecos y los emisarios de paz. Considerando innecesaria su presencia en Juchitán, los señores Cándido Aguilar y Heriberto Jara, propuestos por el Gobierno del Centro para Jefe Político y Secretario respectivamente, y no aceptados por el Gobierno de Oaxaca, solicitaron autorización para transladarse a México. Concedida que les fue, inmediatamente abandonaron Juchitán, llegando a ésta donde se detuvieron breves momentos, para continuar en seguida su viaje. Teme el señor Aguilar que su ausencia provoque nuevos conflictos, pues los rebeldes, entre lo que, por su carácter modesto y accesible se había hecho popular, lo consideraban ya como una garantía. Por este motivo, la separación de los señores Aguilar y Jara, produjo gran excitación entre los sublevados, que consideran que ha fracasado todo arreglo de paz y se disponen a emprender nuevas hostilidades. Dicen mis entrevistados, que tienen motivos para suponer que el Lic. Gómez no irá a México, pues sus partidarios lo retienen hasta no conseguir les cumpla sus ofrecimientos de cambiar al actual Jefe Político. Por otros conductos sé que, dado el ascendiente que habían logrado los señores Gavira y Aguilar sobre los alzados, su ausencia provocará entre éstos, un conflicto, si no se obra con suma prudencia. Ya se le aceptó la renuncia al Jefe Político León, ordenándole que no entregue el poder, sino a una persona designada por el Gobernador Juárez. Aquí se da como un hecho, que en breve será transladada la cabecera del Distrito de Juchitán a esta población. San Gerónimo es un punto pacífico y que cuenta con recursos suficiente para el caso. Ayer se ratificó oficialmente la noticia de que el joven Mario Gómez Palacios, hijo del licenciado José F. Gómez [sic], jefe de la sublevación juchiteca, ha ido a conferenciar con su padre, llevando amplios poderes del Gobierno Federal. El joven Gómez Palacios es el encargado de traer a México a su padre, para lo cual lleva amplias instrucciones y salvo-conductos. El General don Telésforo Merodio, Jefe de la Zona, probando una vez más su tacto y su perfecto conocimiento de los asuntos de la región, ha dado una solución satisfactoria a los disturbios de Guevea. La fuerza federal ayer enviada a ese punto, sin haber disparado un solo cartucho, logró pacificar a los combatientes, que depusieron su actitud hostil y se sometieron incondicionalmente, entregando tanto uno como otro partido, las armas que tenían. Hoy se recibieron en el Cuartel General ochenta armas de fuego y gran cantidad de machetes.
250. ABJM 4-448. Telegrama a Miguel Bolaños Cacho.
Los combatientes fueron exhortados a no incurrir en nuevos desórdenes, advirtiéndoseles que pasen a Tehuantepec a ponerse bajo las órdenes del Jefe Político de allí. Todos se manifestaron adictos al Gobierno. Con el objeto de dar garantías a los viajeros y a los vecinos de los pueblos situados en las cercanías de Juchitán, se ordenó al General Valdés que con una columna mixta, recorra la región en una actitud pacífica, procurando dar confianza a los que tienen temores de volver a los pueblos. Con motivo de las noticias publicadas en EL IMPARCIAL sobre los incendios que ha habido diariamente en las chozas de Juchitán, la Secretaría de Guerra pidió informes al Jefe de la Zona, quien ratificó aquéllas en todas sus partes, agregando que ya habían sido tomadas las medidas necesarias para evitar que se repitan los atentados. Un grupo de vecinos se dirigió al Gobernador manifestándole saber que el Lic. Gómez, con salvo-conductos del Gobierno del Centro, saldrá del territorio del Estado, con el objeto de presentarse en México, en donde, ya amparado por la Justicia Federal, no responderá de los delitos cometidos por él y sus partidarios. Piden se consignen los hechos a un juez competente, y se libre orden de aprehensión contra el jefe de los sublevados. La Patria repite las mismas noticias, añadiendo otras sobre el vecino Distrito de Tehuantepec: Llegaron noticias de Guevea, participando que la situación es alarmante. La gente refiere que llegado a dicha población un individuo de nombre Onofre Guzmán, quien está reclutando gente para formas un Cuerpo de voluntarios que defenderá, si es necesario, al actual Gobernador, Juárez Maza. De San Jerónimo salió violentamente para Guevea una pequeña fuerza de rurales, pues témese estalle algún conflicto entre partidarios de Che Gómez y el referido Guzmán.
En efecto, el mismo día el Gobernador recomienda el asunto de Guevea y de Atilano Guzmán al Jefe político de Tehuantepec. 251 El Avance de Oaxaca reseña un motín de chazaristas y gaviristas en Jalapa, donde resultan heridas tres personas.
29 de noviembre
Los mexicanos que no habemos la fortuna de haber nacido en Oaxaca
Benito Juárez Maza y los diputados oaxaqueños se dirigen ahora al Presidente de la República y a la Suprema Corte, en vista de que las Cámaras Federales no se pro-
251. ABJM 4-351v. Telegrama de Benito Juárez a Miguel F. González.
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nuncian a su favor. Se recibe en la Cámara de Diputados el mensaje que contiene los telegramas de Pablo Pineda y el de Saynes y socios; se reseña ampliamente la sesión y respuesta. Dicha sesión da pie a varias entrevistas y editoriales. En la ciudad de México los licenciados Gil y Lerdo de Tejada anuncian favorablemente resuelto el conflicto: Gómez se dirigirá a la capital, para conferenciar con Madero. Se anuncia que provisionalmente el Jefe Político será Cándido Aguilar —otras fuentes dicen que será Ismael Villar. Con León y Gómez, ese día son cuatro los presuntos jefes políticos en Juchitán. Asimismo, el dinero desaparecido de las arcas juchitecas pasa de cinco a cincuenta mil pesos —una fortuna en aquellos tiempos. Los titulares de todos los periódicos privilegian la solución tomada por Madero, para considerar que está resuelto el problema o minimizarlo, sobre el debate de la Cámara de Senadores, que lo pone en entredicho. En Oaxaca el ánimo contra la Federación sigue caldeado; hay múltiples adhesiones y gran apoyo al Gobernador, quien se prepara para salir rumbo al Istmo, donde según sus corresponsales se mantiene la tregua. Juárez Maza anuncia en todos sus mensajes su próximo viaje y pide reportes minuciosos a sus amigos de la ciudad de México. Ochoa niega su ingerencia en el levantamiento chegomista.
Nueva Era anuncia una “noticia solemnemente grata”: El señor Lic. don Carlos Trejo y Lerdo de Tejada, Procurador General de Justicia y plenipotenciario del Gobierno Federal ante el Gobierno del Estado de Oaxaca, para el arreglo de las dificultades surgidas con motivo de las sublevaciones de Juchitán, arribó ayer a esta Capital, procedente de la Capital de Oaxaca. Desde luego tuvo una conferencia larga con el señor Presidente de la República don Francisco I. Madero, para darle cuenta de la comisión que tuvo a bien confiarle. También estuvo en la conferencia el señor Lic. don Carlos M. Gil, plenipotenciario del Gobierno de la misma Entidad ante el señor Presidente de la República para haber de arreglar el conflicto surgido. Como sabemos por el archivo de Juárez Maza, Gil es el portador de los documentos que llegaron a la Cámara, tal vez también de otros más. Al salir de la conferencia, se puso el siguiente mensaje al gobernador, que aparece en un recuadro de la primera plana de Nueva Era. “De México, el 28 de noviembre de 1911. Señor don Benito Juárez, Gobernador del Estado de Oaxaca. Nos apresuramos a comunicar a Ud. que las dificultades surgidas de los sucesos de Juchitán, quedaron resueltas ya definitivamente y en forma tan decorosa y satisfactoria que honra y prestigia a ambos Gobiernos y confirma el criterio invariable del Gobierno Federal de no menoscabar la Soberanía de los Estados. Felicitamos sinceramente al Heroico Pueblo Oaxaqueño y a su digno Mandatario. Lic. Carlos M. Gil, Lic. Carlos Trejo Lerdo de Tejada.”252
252. Nueva Era. Reproducen el documento también El Imparcial, El Demócrata Mexicano y El País.
El Imparcial entrevista al Ministro de Gobernación, quien confirma que quedará como Jefe Político Cándido Aguilar, con anuencia de los juchitecos y, “en consecuencia, ese conflicto ha desaparecido”. También los senadores oaxaqueños Valdivieso y Miguel Bolaños Cacho declaran terminado el asunto. El Gobierno de Oaxaca quedó en su puesto y se respetará la soberanía de aquel Estado. El conflicto fue conjurado, cesando las dificultades que surgieron con motivo de la rebelión del Lic. Gómez. Las fuerzas federales no abandonarán el Istmo y se concederá amnistía a todos los reos que estén detenidos por asuntos netamente políticos. Se va a expedir un programa de protección para los juchitecos, como indemnización a las personas que han sufrido. El Lic. Gómez será sacado del Istmo y caerá bajo la acción de la justicia. … ni León, ni Aguilar, ni Gómez se encargarán de la Jefatura Política de Juchitán, sino que el Gobernador Juárez acordó ya el nombramiento del señor D. Ismael Villar, muy conocido en Oaxaca y que ha desempeñado puestos de importancia en administraciones anteriores, y para dar tiempo a que el Gobierno local pueda organizar algunas fuerzas de Guardia Nacional, para garantizar la tranquilidad en el Estado, quedarán allí los federales. El Imparcial mismo, sin embargo, en virtud de la nueva sesión de la Cámara de Diputados cuestiona bajo su titular: “¿Se ha solucionado o no el conflicto? Mientras el Presidente de la Legislatura oaxaqueña llega, a un acuerdo con el Sr. Presidente de la República en una conferencia, la Legislatura envía al Congreso de la Unión un nuevo mensaje que causa enorme sensación”. Bajo la presidencia del Lic. Don Miguel Lanz Duret, en la Cámara de Diputados se dio lectura a los telegramas de Juchitán que remitió el Gobernador a los diputados oaxaqueños el día anterior, a lo cual éstos añaden al enviarla a sus colegas: Lo que tenemos el honor de comunicar a esa H. Cámara del Congreso de la Unión, para que se sirva reconsiderar nuestra excitativa que por vía telegráfica le hicimos con fecha 24 del corriente. En los mensajes insertos se pone de manifiesto, sin que quede duda alguna, que las hordas rebeldes de Juchitán, en vista de las determinaciones que se comunicaron al jefe de las armas, han cobrado bríos en sus intentos criminales, y que por lo mismo nada difícil es que acontezcan nuevos atentados, los mismos rebeldes, creyéndose impunes y en la seguridad de que el Estado de Oaxaca está desamparado por las fuerzas federales se considera en la más completa libertad para continuar en su actitud ilegal y atentatoria; están armados, no cuentan con enemigo que contrarreste sus salvajes intenciones, y tienen el campo expedito para continuar en la actitud que han asumido contra las determinaciones del Ejecutivo del Estado. Muy respetuosamente suplicamos a esa H. Cámara se sirva prestar nuevamente su atención a los acontecimientos que motivan estas gestiones; nuestra petición se basa en la justicia y tiene como fundamento además de todos los hechos acontecidos en Juchitán, la manifestación que el H. Ayuntamiento del mismo pueblo hace en los telegramas insertos. A la vista tiene ese H. Cuerpo la comprobación de nuestros asertos acerca de que la paz pública en Juchitán está seria y efectivamente amenazada, de que los rebeldes no tienen ya que temer, y a mayor abundamiento parece que un manto de impunidad trata de protegerlos infundiéndoles nueva resolución en la prosecución de su conducta. No se ocultarán al respetable criterio de esa H. Cámara todos los
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peligros que la tranquilidad pública está corriendo, si como dice la contestación de ese H. Cuerpo sólo porque en los precisos momentos no corre la sangre vamos a cruzarnos de brazos esperando el curso probable y casi seguro de los acontecimientos, nada remoto sería que mañana, en vista de esa inexplicable conducta de simple expectación, tengamos que lamentar sin remedio acaso los peores males que reportaremos nosotros en nuestra conciencia, en vista de que debemos prever y conjurar dado el conocimiento que tenemos de los hechos y de todo lo que son capaces los rebeldes de Juchitán. ¿Sería prudente que esperáramos mayores crímenes para tomar una actitud resuelta? ¿No es nuestro deber poner todos los medios que la ley y la razón aconsejan en obvio de mayores dificultades? No dudamos, señores Diputados, en esta vez hagáis justicia a nuestras peticiones, y que vuestro criterio será el que decida sobre el particular. Sufragio efectivo. No reelección. Oaxaca de Juárez, a 28 de Noviembre de 1911. Manuel Esesarte, D. P.—Alberto Montiel, D. S.— Alberto Vargas, D. S. 253 Varios diputados hicieron uso de la palabra. Ramírez pidió que inmediatamente dictara una resolución la Cámara, pues continuaba la situación aflictiva de Oaxaca, cuya paz se hallaba seriamente amenazada. El Diputado Chapital, manifiesta que acaba de llegar de Oaxaca una Comisión de la Legislatura de Oaxaca, y que el señor licenciado Gil, Presidente de la misma, conferenciaba con el señor Presidente de la República, por lo que proponía que la Cámara esperara la resolución que a los Comisionados diera el Primer Magistrado —cuya solución consta en los diarios de ese día. El Diputado Fidencio Hernández manifestó que la Cámara podía apoyar las peticiones de autoridades y pueblo de Juchitán para evitar el inminente derramamiento de sangre, independientemente de lo que decidieran el comisionado y el Presidente, ya que los documentos eran previos a la salida de Gil a la ciudad; pide declararse en sesión permanente. El señor Guillermo Obregón, solicita mesura, circunspección y consultar a la Cámara de Senadores. Informa que la Legislatura de Oaxaca ha ocurrido también a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y al Ejecutivo. Niega que se trate de un caso urgente, dado que los últimos actos de carácter sangriento o delictuoso datan del día 8; sólo se teme su repetición. El señor Diputado Manuel H. San Juan encarece la necesidad de resolver pronto las dificultades de Oaxaca. “En un emocionante discurso hizo notar el temperamento y el carácter de los juchitecos, así como su innata altivez; y recordó la insurrección de 1882, que ocasionó la muerte de muchos inocentes. Concluyó con las siguientes frases: ‘Se trata de evitar el derramamiento de sangre oaxaqueña, señores; no hay que dejar todo para mañana, el eterno mañana que tan caro nos cuesta. Trabajemos’.” Tras la acalorada y larga discusión, se decidió enviar el siguiente mensaje a Oaxaca: H. Legislatura del Estado de Oaxaca: En contestación al telegrama de esa H. Asamblea, recibido hoy a las seis de la tarde, la Cámara acordó, previo un debate, el siguiente trámite: “A las Comisiones Unidas tercera de Gobernación y segunda de Puntos Constitucionales que tienen antecedentes para que sirvan dictaminar con la urgencia que
253. El Diario, El Imparcial y El País publican este escrito.
este grave caso requiere. Oportunamente se comunicará a esa H. Legislatura la resolución definitiva de esta Cámara.”254 El reportero de El Diario añade que por falta de quórum se suspendió la sesión, para proseguirla hoy. Nueva Era añade a su reseña la siguiente nota de agradecimiento: Consideramos un deber manifestar nuestra sincera gratitud al señor Diputado Secretario Francisco Ituarte, porque su exquisita urbanidad y excelente educación, le permiten COMPRENDER que el numeroso público y los cronistas de la Prensa que vamos a las galerías de la Cámara, lo hacemos para ENTERARNOS de los trascendentales asuntos que allí se tramitan y se resuelven; de modo que este caballero SE EMPEÑA EN HACERSE OÍR y habla en tono elevado con notorio esfuerzo: pero demostrando una cortesía nada común. ¡Muchas gracias! Los diputados oaxaqueños toman tardías resoluciones, deben consensarlas con el Gobernador y la Legislatura de Oaxaca —grandemente irritados por su pasividad anterior. Juárez Maza escribe así al diputado Benjamín Bolaños, en la ciudad de México: Muy querido y buen amigo: Tengo a la vista su grata de fecha 26 del actual y aunque en ella me dice Ud. ser el último en felicitarme, esto nada significa, pues mi actitud en los actuales asuntos políticos por que atraviesa el Estado, con motivo de los lamentables sucesos de Juchitán, no he hecho más que apegarme a la ley y cumplir leal y patrióticamente con mis deberes de ciudadano y Gobernador; pero en cambio ha sido Ud. uno de los primeros en sostener con entereza ante el parlamento Nacional los derechos y la Soberanía de nuestra querida Entidad lo que no hicieron otros oaxaqueños que fueron los primeros en felicitarme. Ya ve Ud. si estimaré su conducta y si le agradeceré cordialmente su sincera aprobación y plácemes por mis procederes. El fallo ha sido aquí y en todo el Estado muy severo contra los Diputados paisanos que votaron en pro de un dictamen a todas luces atentatorio a la soberanía y dignidad del Estado. Baldón será éste que no se borrará en su historia política; pero se lo merecen. Creo en la lealtad de sus palabras porque ellas no son más que el reflejo de sus hechos dignos y patrióticos y no sólo como Gobernador, sino como Oaxaqueño, le envío mi afectuoso abrazo de felicitación. María mi esposa y yo, saludamos a Ud. y a los suyos muy cariñosamente deseándoles todo bien. Soy de usted, como sabe, su viejo y sincero amigo que lo quiere y en espera de que me siga honrando con sus letras me repito su afectísimo y seguro servidor. Benito Juárez (Rúbrica)255 El Gobernador muestra ávida atención a lo que sucede en los recintos legislativos capitalinos para contrastar la viril asunción de sus responsabilidades cívicas, con la traidora actitud de algunos coterráneos con altos cargos —jamás considero que la suya esté en entredicho. Sr. Licenciado M. Brioso y Candiani Tacubaya D.F. Muy querido y buen amigo: Recibí su muy apreciable grata de 21 del corriente y con gusto a ella me refiero. […]
254. El Imparcial. 255. ABJM 4-461.
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Mucho le agradeceré cuando tenga lugar, me informe con su buen criterio de los rumores que hayan llegado a Ud. sobre la actual situación política del Estado con el Gobierno Federal, dándole por ello anticipadas gracias. Perdone mis repetidas molestias y quedo de Ud., como siempre, su amigo que lo quiere y afectísimo seguro servidor. Benito Juárez (Rúbrica)256
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Ante las contradictorias noticias —por una parte se declara resuelto el problema y por la otra apremian, agitados y patrióticos, los oaxaqueños— abundan entrevistas y editoriales. Como del mensaje de la Legislatura de Oaxaca, que en extracto hemos publicado, parecía desprenderse que el señor Calero no había dicho la verdad a la Representación Nacional, al informarla el sábado último sobre estos asuntos, resolvimos celebrar con el Jefe del Gabinete una entrevista, y ayer en la noche realizamos nuestros deseos. Entrevistado el señor Lic. D. Manuel Calero, Ministro de Relaciones Exteriores, sobre la imputación que se le hace de haber engañado a la Cámara de Diputados con falsos informes, manifestó este funcionario lo siguiente: “Yo no he engañado a la Cámara de Diputados. Lo único que hice fue transmitir a la Representación Nacional los informes que tenía el Ejecutivo”. 257 El País entrevista a Gavira, quien culpa a Juárez por el conflicto causado por la imposición de León. Nos explica por qué no ha salido Gómez de Juchitán y aprovecha para aclarar algunos asuntos ajenos a Oaxaca, sobre los enfrentamientos entre los partidarios y sus opositores. Ayer por la mañana entrevistamos en la Secretaría de Gobernación al señor Gabriel Gavira, candidato al Gobierno de Veracruz. Al preguntarle acerca de las impresiones que trae del conflicto que se ha suscitado en Juchitán, se sirve manifestarnos, que aún existen serios temores de que estalle un nuevo conflicto, pues los juchitecos se hallan sumamente disgustados por la actitud asumida por el gobernador Juárez, que a todo trance pretende imponer la autoridad de don Enrique León. Respecto a este señor, le preguntamos si efectivamente era odiado por los juchitecos manifestándonos que, personalmente, no es una mala persona, pero que los juchitecos, que son de un carácter indomable, jamás han tolerado ni tolerarán ninguna imposición. Dice que la actitud del Gobierno respecto a este asunto, es debido principalmente al secretario de Gobierno, licenciado Heliodoro Díaz Quintas, quien cuando era gobernador en julio último, intentó imponer en dicho Distrito a un Coronel que era muy odiado por los juchitecos, originando otro conflicto, parecido al presente. El conflicto que arregló el referido señor Gavira, gracias a que el Gobierno Federal, lo apoyó en esa ocasión. Refiere el señor Gavira que todo estaría de nuevo terminado, sin que hubiera temores de una nueva rebelión, si se hubieran respetado las decisiones del gobierno del Centro, cumpliendo con lo que había convenido con el licenciado Gómez, quien
256. ABJM 4-415v. 257. El Imparcial.
estuvo de acuerdo que se nombrara jefe político del Distrito, provisionalmente, al señor Cándido Aguilar, mientras el pueblo elegía a su nuevo jefe. El licenciado Gómez estuvo enteramente de acuerdo con esta actitud del gobierno, y estaba dispuesto a venir a la Capital, sin ninguna clase de condiciones, dispuesto a responder ante el gobierno de los cargos que se le hacían. El licenciado Gómez, viendo que no se llevarían a efecto los arreglos con el gobierno y que el pueblo carecía, por lo tanto, de las garantías debidas, se ha quedado indeciso sin haber emprendido el viaje a esta capital. Mientras tanto los juchitecos permanecen a la expectativa y si el gobierno del Estado sigue en su actitud de querer imponer autoridades, no es remoto que estalle un nuevo conflicto. Al señor Enrique León no lo apoyan más que determinadas personas del Distrito, una escasa minoría, compuesta de caciques y acaudalados; mientras que el pueblo que compone la gran mayoría es enemigo de esa imposición. Respecto al desorden que se suscitó en Jalapa, con motivo de la llegada a dicha población del candidato al gobierno de dicho Estado, señor licenciado Lagos Cházaro, el señor Gabriel Gavira, que es también candidato a dicho Gobierno, se sirvió manifestarnos que es falso que hayan sido sus partidarios quienes originaron el conflicto. El señor Gavira culpa al Gobernador Aillaud en dicho desorden.
El Diario publica las declaraciones de algunos de los diputados oaxaqueños de la Cámara Federal: El primero a quien nos dirigimos fue al señor diputado Manuel H. San Juan, quien con la amabilidad y franqueza que le es peculiar nos dijo: “Mi opinión sobre el conflicto existente en el Estado de Oaxaca con motivo de la sublevación en el Distrito de Juchitán es que en este momento el Ejecutivo de la Unión debe prestar a ese negocio, como me han dicho algunos diputados lo está haciendo, la mayor atención y el más diligente cuidado. “Tengo noticia de que con el enviado que fue a Oaxaca en nombre del señor Presidente de la República para tratar sobre la pacificación del Istmo con el señor Gobernador de aquel Estado, vino hoy el Presidente de la Legislatura de Oaxaca, C. Lic. Carlos M. Gil. “Se nos ha dicho a casi todos los diputados oaxaqueños que la solución del conflicto estaba a punto de ser un hecho y que la terminación de las conferencias para el arreglo de este importante asunto, dependía ya únicamente de la resolución de uno solo de los puntos que se trataron. “Alguna persona nos manifestó que el señor don Francisco I. Madero se hallaba bien dispuesto para la feliz terminación del conflicto. Pero con gran sorpresa escuchamos en la sesión de esta tarde, la lectura de los mensajes enviados de Juchitán y el que con el carácter de muy urgente dirigió a la Cámara la Legislatura de Oaxaca, pidiendo a esta H. Asamblea reconsiderara este importantísimo asunto. “Este incidente que, como le he dicho a Ud. joven redactor, nos sorprendió sobremanera, normó la actitud que los diputados oaxaqueños asumimos en la sesión de esta tarde. “Debo decir a Ud. que por los datos publicados en la ilustrada prensa de esta capital y por noticias particulares que algunos representantes habían recibido, la diputación oaxaqueña proyectó desde ayer una incitativa formulada en los términos siguientes:
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Proyecto de ley Artículo único.— Se declara que es llegado el caso de prestar al Estado de Oaxaca el auxilio de la fuerza armada que ha solicitado su H. Legislatura para restablecer el orden público en el Distrito de Juchitán, auxilios a que tiene derecho de acuerdo al artículo 116 de la Constitución Federal. Económico.— Comuníquese al Ejecutivo para que dicte desde luego las órdenes conducentes a cumplimentar este decreto.- F. Hernández San Juan.- Maldonado.Luengas.- Luchichí.- E. Fenochio.- Salinas.- García.- A. Fenochio.- Ogarrio.- Chapital. - Martínez Cruz.- Sandoval. “No presentamos la iniciativa de referencia porque necesitaba estar aprobada por la de la Legislatura de Oaxaca. “Con oportunidad dirigimos un telegrama al señor Gobernador del Estado, manifestándole la firme resolución de apoyar la excitativa de la Legislatura, a cuyo efecto procurara que viniera con los datos que a la primera faltaron. Antes de la respuesta del señor Juárez se ha presentado el mensaje de la Legislatura a la Cámara de Diputados. “En el estado actual de este asunto la actividad de las Cámaras y los esfuerzos que oportunamente haga el Poder Ejecutivo en beneficio del Estado, dará término muy satisfactorio al conflicto. “El Gobernador de Oaxaca es muy patriota, es firme observador de las tradiciones de su ilustre padre y entiendo que pondrá todo conato para dejar ilesos el decoro y la dignidad del Estado, sin que por esto posponga los intereses generales del país, pues lo comprueba el hecho de que no obstante el entusiasmo público que hay en todo Oaxaca, el Gobernador ha procedido con mesura y hasta este momento, por fortuna, no se desliga el Estado del pacto fundamental.” Nuestro enviado hizo una pregunta más al señor San Juan. Repórter. —¿Qué magnitud tendría, señor, un levantamiento en Juchitán si no interviniese violentamente el Ejecutivo de la Unión? Sr. San Juan. —La situación de cualquier modo sería gravísima; el pueblo de Juchitán, como la mayor parte de los de Oaxaca, es guerrero por naturaleza. Los hijos de aquel Distrito tienen un valor indomable; para sofocar otros levantamientos en el mismo lugar ha sido necesario en otras ocasiones el envío de considerable número de fuerzas al mando de jefes denodados, expertos, y muy conocedores del terreno. Otra de las personas a quien entrevistamos fue al señor diputado Prisciliano Maldonado, el cual nos dijo: La situación en el Estado de Oaxaca es grave, y de complicarse más aún, traería graves consecuencias para la Nación. No debemos olvidar, que el Ferrocarril Nacional de Tehuantepec es y será un formidable competidor del Canal de Panamá; que este ferrocarril tiene íntimas relaciones con el capital extranjero, y que, bajo cualquier pretexto, la disputa de ese ferrocarril puede comprometer hasta nuestra integridad nacional. He ahí el gravísimo peligro de tener desórdenes en la zona de ese ferrocarril. Se ha criticado al Gobierno del señor Juárez, como poco patriota en su actitud. Nada más injusto. La actitud del Gobierno Oaxaca es serena y ajustada a la ley como lo demuestra el hecho de volver a insistir en su petición, antes de reasumir su soberanía, como se propaló en esta capital, rumores que dieron origen a la crítica.
Al Estado de Oaxaca no se le deben escatimar los auxilios que pide, tanto porque es de interés general que el estado de cosas en Oaxaca no siga como hasta ahora, como porque si ha habido Estados que no han escatimado sacrificios en defensa de la Patria común ha sido uno de ellos el de Oaxaca. No se necesitan más que hojear la historia para convencerse de esta verdad.
El Demócrata Mexicano, en el siguiente editorial, defiende la intervención en el conflicto, aduciendo que el patriotismo no accede a ser circunscrito al terruño donde se ha nacido. Sin mencionar las diligencias de su reportero, contesta con un grandilocuente y confuso estilo que nos hace sospechar que el mismo Baroni lo escribió. La crisis de la libertad en Oaxaca Abrumadora prueba de que la cuestión de Oaxaca está gobernada por un personalismo radical, que la sustrae a todo discurso y discreción, es la circunstancia de que un número de personas residentes en un lugar del Distrito de Juchitán, reunidas en asamblea especial, acordaron suscribir una protesta, en términos violentos, según comunica el telégrafo, contra EL DEMÓCRATA MEXICANO, DESCONOCIÉNDOLE AUTORIZACIÓN PARA INMISCUIRSE EN LOS ASUNTOS LOCALES. Bastaría confirmar esta extravagante noticia, para confirmar, consecuentemente, que la pasión, sublimada hasta la demencia, es la que infunde al problema oaxaqueño, las convulsiones de que está arrebatado. Es decir que los mexicanos que no habemos la fortuna de haber nacido en Oaxaca, no tenemos el derecho de compartir la vida de aquella tierra, conviviendo con los hijos de ella, sus regocijos en la hora de éxitos; sus pesares en días de infortunio! Sus nativos nos apartan, se excluyen, desconociendo el instinto patrio con que nos acercamos a ellos, pretendiendo llevarles un auxilio, que no necesitan, pero que nosotros sí necesitamos demostrar que lo tenemos pronto para ellos! Un radicalismo exagerado al extremo de repudiar los actos amistosos, las manifestaciones de cordialidad y cohesión, base indispensable de las nacionalidades, —reduce el problema de Oaxaca a un regionalismo extraviado por la fiebre epidémica de libertad que invade al país y lo despoja de la seriedad corriente en el equilibrio de las sociedades. Todo lo que tenemos que creer, antes de convenir que hay factores conscientes en ese problema en que la soberanía de Oaxaca, convierte, o quiere convertir, en un mito la confraternidad nacional, desconfiando del espíritu común que nos hace a los mexicanos buscarnos los unos a los otros, cuando sentimos desfallecer nuestras fuerzas! La federalización que ha unido a los Estados de la República, se funda, más que en teorías, en circunstancias étnicas; los rasgos de raza, confunden en un carácter general las más distintas y distantes costumbres, que jamás se hallan separadas sino por ligeras modificaciones de localismo; y, como, además, el periodo de formación política fue tan prolongado y tan intenso, —pudo esparcir en todo el territorio la uniformidad de energías, afectos e intereses que constituyen la nacionalidad. Indefectiblemente que entre ellos se producirán rivalidades y choques, porque nunca la uniformidad es perfecta; pero son esas ocasiones, precisamente las que ponen de resalto la armonía del conjunto, agrupando en torno a ellas la atención afectuosa de la comunidad. Eso pasa en cualquier Estado. Cuando alguno atraviesa por una crisis, el interés cariñoso de los demás se fija en él, lista a acudir a
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la primera llamada, si la violencia de la crisis no hace surgir, aquí y allá y en todas partes, el espontáneo esfuerzo de la simpatía nacional. Oaxaca no podía,—no puedo creer,— que cuando él atraviesa por una situación anormal y ruda, aunque localizada en uno de sus Distritos, —sus dificultades no despertaran, fuera de sus límites territoriales y genésicos, el deseo de servirle. A ese deseo han obedecido las tentativas de aquellos que sólo son oaxaqueños porque son mexicanos. A estas consideraciones de orden personal, —y no decimos la palabra refiriéndola solamente a nosotros,— la Federación ha sumado otras de carácter político, cuales son las de proporcionar y asegurar un campo tranquilo a las actividades productivas del trabajo, riqueza y prosperidad, facilitándoles contacto, adaptabilidad y extensión dentro de las garantías que esta obligado a dar el gobierno. Y si en un individuo, cuyos intereses particulares carecen de vínculo con un Estado; —es natural y plausible que atienda con empeño a las situaciones malas de ese Estado, llevándole su iniciativa y su cooperación, para que se libre de sus males; —en la Federación ese empeño individual se eleva a la categoría de un deber, de un deber protector que le impone su rango de núcleo supremo de autoridad y de asociación. La ley especifica las emergencias en que ha de aplicar ese deber, empleando los recursos oficiales; pero fuera de la ley quedan generosamente las influencias y las determinaciones que sin prejuicio de ella, contribuyan al objeto de la ley, apresurando la satisfacción de la ley escrita. Sólo una susceptibilidad exquisitamente técnica, que tamice los preceptos al través de una intransigencia química; que descomponga la sociología por medio de un atomizador higiénico, — puede considerar como una mutilación de su autonomía, el consejo cordial que se le ofrece por un individuo, por una corporación, por una autoridad. Son tan excepcionales las conclusiones a que ha llegado el gobierno de Oaxaca, que si no se explicaran por la altísima temperatura de la fiebre de libertad que allá se goza o se sufre,—no lo sabemos, — se tendrían que explicar por razonamientos en los que entraría el egoísmo como argumento fundamental. Y como el egoísmo no explica nada grande en las cuestiones de patriotismo, y el patriotismo ha tenido una clara fuente en Oaxaca y un devoto sincero en su gobernador, preferimos creer que el Estado pasa por una bella crisis de libertad, cuyo fin rápido deseamos, porque todas las crisis no son sino un trastorno de la regularidad en la naturaleza!
El editorial de El Diario se intitula: “El amor propio del Gobernador Juárez Maza”. El artículo 116 de la Constitución es tan claro y formula un precepto tan absoluto, que no se presta a interpretaciones ni a subterfugios. “Los poderes de la Unión tienen el deber de proteger a los Estados contra toda invasión o violencia exterior”. En éste caso la protección debe darse sin que se solicite, porque toda invasión exterior es más bien un ataque a la existencia de la Federación que a la existencia del Estado. “En caso de sublevación o de trastorno interno, les prestarán igual protección, siempre que sean excitados por la Legislatura del Estado o por su Ejecutivo, si aquella no estuviere reunida.”
En el evento de trastorno interior, el deber de protección es el mismo, perfecto, ineludible, sólo que por respeto a la soberanía interior del Estado, se necesita que pidan esa protección sus poderes locales. Conque el Gobernador del Estado de Oaxaca tiene de su parte el derecho perfecto, estricto, pero en cambio no tiene razón, justicia el orden práctico: los principios están sujetos, mientras más absolutos, a sufrir mayor número de modificaciones, que imponen las circunstancias políticas, sociales o biológicas. Por eso los romanos, dotados de un genio jurídico eminentemente práctico, inventaron el axioma profundo: SUMMUN JUS SUMMA INJURI A: el derecho estricto implacable, se equipara a la injuria, a la ofensa gravísima. El Gobierno Federal se anticipó a los deseos de los poderes locales de Oaxaca enviando fuerzas federales a combatir a los rebeldes de Juchitán y logró pacificarlos, mediante una transacción que celebró con ellos para evitar ulterior derramamiento de sangre. El deber constitucional estaba cumplido, sólo que celebró los arreglos con los rebeldes, sin tomar para nada en cuenta la personalidad del Gobierno local, seguramente que no por menosprecio, sino porque él había dado ocasión al conflicto y no quería imposibilitar la pacificación inmediata del Estado, con su ingerencia en las negociaciones. El conflicto entre los dos poderes, surgido posteriormente por no haber aceptado la transacción el Gobernador de Oaxaca, es más bien que una cuestión de derecho, una cuestión de amor propio. El señor Juárez Maza tiene el derecho de nombrar a las autoridades políticas del Estado, según su leal saber y entender, sin cortapisas de ningún género por parte de la Federación; pero por otra parte, en el caso particular de que se trata, el señor Juárez Maza tiene el deber patriótico de reconocer la buena fe con que ha procedido el Presidente de la República, en la pacificación de Juchitán, dando auxilio constitucional al surgir el conflicto; y tiene también el deber patriótico de no complicar la penosa situación del actual Gobierno y del país, por una cuestión de amor propio que puede, si falta la cordura, producir un conflicto sangriento. Pero el señor Juárez Maza se colocará en el terreno de la serenidad y de la razón y hasta del desprendimiento: es hijo del inmortal repúblico cuya vida fue un perpetuo sacrificio en aras de la grandeza de su Patria.
“El Conflicto de Oaxaca”, titula El Ahuizote su editorial y resumen sobre el tema: 258 El conflicto del Gobierno del Centro por la rebelión de Juchitán ha sido el asunto capital de estos días llenos de agitaciones populares que se han desbordado hasta el frenesí. Todo el Estado de Oaxaca (como bien lo suponíamos en correspondencia anterior) se ha colocado del lado digno y decoroso a que lo llamaba su deber, sin distinción de partidos o banderías, dando un ejemplo halagador y reconfortante de este pueblo que se creía un cadáver, pues todavía puede ser el Oaxaca de otras épocas: altivo como el que más para defender sus derechos, e indomable a la hora de las pruebas terribles. Y así tenía que ser; tanto de esto como de lo que venga, o pueda venir; caiga la culpa sobre los dos que la tienen: Primero.- El Gobierno local que demostró ineficacia, debilidad y poca atingencia
258. El Ahuizote, 9 de diciembre de 1911.
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política ante el problema que por varios meses le presentó Che Gómez en el Istmo; y Segundo.- El Gobierno Federal que se metió en terreno vedado, pactando como podía hacerlo en su casa, sin importarle un comino las autoridades locales, imponiendo a un señor Cándido Aguilar, desconocido en todo Oaxaca, reconociendo como beligerante al Lic. Gómez y enviando a representantes a través del Estado: todo ello sin el menor escrúpulo hacia la Entidad invadida ni ante los más elementales principios de cortesía y diplomacia. El Estado de Oaxaca que pudo haber tolerado o disculpado los desaciertos de su Gobernador, jamás podía, cuando los ultrajes se hicieron públicos, quedarse indiferente y aceptar el pago (por su erario) de cincuenta mil pesos a Che Gómez, dejar que el Centro le impusiera a un maderista desconocido como Jefe de ese Distrito, a quien después no podría mandar ni dirigir el Gobernador de Oaxaca, en el territorio más peligroso de su exclusiva competencia y responsabilidad. ¿Y a esto no le llaman imposición ni desacierto los periódicos como “Nueva Era” y “El Demócrata Mexicano”, órganos del Presidente, así como no le llaman tampoco, en su pobre, mentiroso, sofístico y fracasado discurso, el flamante caballito de batalla del señor Madero, el Lic. Calero Ministro de Relaciones? Este señor nos quiso ofender entre líneas a los oaxaqueños, diciendo que escatimábamos nuestras fuerzas para esta noble revolución, nosotros que las habíamos prodigado en otras épocas. Y en verdad que para ésta sí las hemos escatimado. De sobra sabíamos que a la hora de cumplir lo ofrecido no se habría querido cumplir la Constitución del modo clásico, sino al estilo maderista; de sobra sabíamos que bajo los gritos roncos de la demagogia ahíta de pulque, quedaban agazapados los ambiciosos de la más señalada mediocridad. Y muy de sobra que sabíamos otras cosas; otras muchas que irán saliendo a su tiempo, señor Calero. Pero no es eso lo interesante. Si Oaxaca no tiene soldados suyos sobre las armas, todos sus hijos son soldados en llegando la ocasión, y no nos asusta el Generalísimo Ambrosio Figueroa, ese gigante Caraculiambro que ha ofrecido su flamígera espada para someternos. ¡Poder de Dios! Los hombres de la Carbonera, de Miahuatlán, de Santo Domingo del Valle, de Yanhuitlán, de la Mixtequilla, de Ixcapa, de Rancho Guviña, del Fortín y Aguilera derrotados por… Ambrosio Figueroa que no ha podido vencer a Zapata! Derrotamos a los españoles, a los franceses, a los austriacos, y a los traidores, y sólo nos faltaba ¡Ambrosio Figueroa! Si resucitaran Bazaine, Brincourt, Testard, los dos Cobos, Vicario, Moreno, Alatorre, etc., etc., cómo se reirían de este buen señor que se llama don Ambrosio Figueroa! Si es para caerse muerto en un ladrillo, tan luego como destaque a sus legiones el eterno correlón del Atila del Sur; (!) lo que no sabemos los oaxaqueños es atacar a un exPresidente caído que va en su tren acompañado de mujeres y niños, y con una escasa guardia, rumbo al destierro… No; esas hazañas sí las dejamos a sus hordas. Y que les hagan buen provecho. *** El Gobierno General trató de engañar a la Cámara de Diputados, y para vergüenza de nuestros representantes en aquel alto Cuerpo, tan sólo un Sr. Morales (que no es oaxaqueño) tuvo la entereza de enfrentarse con el nóvel Ministro que implantaba la más novísima teoría del clasicismo constitucional y de que, en conflictos de tal naturaleza, nada más debe prestar su contingente de Federación cuando ya corrió la sangre en formidable hecatombe. El Ministro habló del capricho de Don Benito
(que ni siquiera tenía a su favor la consecuencia del principio de autoridad) pero no habló de la imposición y del capricho del Ejecutivo Federal, que tan sólo veía la solución del conflicto, con el nombramiento de un señor Cándido Aguilar como Jefe Político. Si el Sr. Don Enrique León, que ha sido Oficial Mayor del Gobierno de Oaxaca, que es honrado y que nunca se ha metido en política que es acaso el mejor Jefe Político, el único que vale la pena tal vez de los nombrados por Don Benito; si este señor, que en la Secretaría de Gobierno ha servido más de veinte años, era impopular y desconocido para los juchitecos… ¿sería más “popular” Cándido Aguilar, que no es de Oaxaca, que jamás ha prestado servicios al Estado, cuyos antecedentes de hombre público ignoramos por completo, y cuya amistad con Che Gómez lo hace sospechoso? ¿Y podría un Gobernador aceptar a un Jefe Político a quien no conoce, que es impuesto (no recomendado) por otro, y a quien no podría mandar ni remover a su antojo? ¿Es esto acatar la soberanía de un Estado? ¿A una torpeza del Gobernador se pone remedio con otra torpeza? ¿El objeto era “meter un pie” en el Istmo, con fines ulteriores? El asunto va tomando mejor cariz y no tarda su completo arreglo. Aceptada la renuncia de León, fue nombrado Villar para reemplazarlo. También este es un hombre conciliador, prudente y con práctica es negocios administrativos: es oaxaqueño, y no ha de ser “tan impopular” para los juchitecos, raza brava que no es comparable a “los zapatistas”, como dijo “el cuarto” plenipotenciario del Presidente, el Sr. Cosío Robelo, otro general maderista (!) que vendría a “someternos” como Don Ambrosio, y a quien quisiéramos ver en el cañón de Medellín al frente de sus rurales, a ver si “como ronca duerme”. No, Don Ambrosio, no, Sr. Cosío: aquí no estamos en Morelos. Tenemos pocas armas pero sabemos tomarlas del enemigo. Los teotitecos arrebataban los cañones del ejército francés a puro lazo, a pura cabeza de silla… y hay desfiladeros donde con 20 hombres no pasa nadie. Pero es mejor lo que decía Sancho la víspera de la batalla de los molinos: —Mire vuestra merced, mi amo, que más vale no meneallo…
De acuerdo a las decenas de respuestas a las notas de adhesión y solidaridad que se conservan en su archivo, la postura de Juárez es compartida por muchos otros ciudadanos. El Gobernador no está solo; considera su papel histórico, su destino moral y su propósito único sostener la autoridad y defender la Soberanía de su Estado, sin lugar a interpretaciones, requiebres legales o concesión alguna. Hoy concurrieron al Palacio de Gobierno industriales y comerciantes a ofrecer al señor Gobernador del Estado su confianza y adhesión para sostener lo que ellos llaman ataque a la soberanía del Estado y que en concepto de todos no ha sido más que una tempestad en un vaso de agua, provocada por los enemigos del nuevo régimen que no pueden conformarse con su derrota. (El Demócrata Mexicano)
Cerca de trescientas personas distinguidas de la sociedad y pertenecientes a la banca, el comercio y la industria, se presentaron en el palacio de Gobierno con el fin de ofrecer al señor Gobernador del Estado, licenciado don Benito Juárez, sus servicios incondicionales para sostener la integridad y soberanía del Estado.
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Fueron recibidos por el señor Gobernador, quien les manifestó que mucho agradecía su adhesión y que pasado mañana salía rumbo a Juchitán, en misión de paz, con el objeto de solucionar el conflicto actual. (El País)
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El corresponsal de El Diario en Oaxaca, nos deja entrever que la airada tónica de los defensores del terruño se ajusta mucho a las declaraciones de su gobernador, a quien el Congreso ha dado facultades extraordinarias en los ramos de Hacienda y Guerra. Además: Han circulado profusamente unas proclamas escritas en términos muy violentos contra el Presidente de la República, señor Madero, y en las cuales se invita al pueblo oaxaqueño para estar alerta y tomar las armas contra la Federación, si éste sigue atropellando, según lo cree el firmante de las proclamas, la soberanía del Estado. El Diputado Faustino G. Olivera, es la persona que firma las proclamas referidas. Muchas personas reprueban la actitud del Diputado mencionado al publicar las proclamas precipitadas. El Lic. Dávila ha renunciado el puesto de asesor militar que desempeñaba en esta ciudad. La capital se encuentra tranquila a pesar de lo que ocurre.
Nueva Era, a través de su corresponsal en la ciudad de Oaxaca transmite otro sesgo de los sentimientos de aquella región. Muy mala impresión ha causado entre la sociedad sensata la conducta observada en la Legislatura del Estado por los diputados doctor Alberto Vargas y Faustino G. Olivera, que fueron los que por favorecer la política del Lic. Díaz Quintas, Secretario del Gobierno, han orillado al Gobierno a un conflicto con el Ejecutivo Federal. Ha sido también motivo de censuras la proclama al pueblo oaxaqueño que el mencionado Olivera lanzó, por el simple afán de notoriedad, pero sin tener fundamentos ningunos para asegurar que el Gobierno Federal trataba de atacar la soberanía del Estado de Oaxaca. Confirmo ahora las noticias que antes mandé sobre los organizadores de la manifestación hostil contra el Lic. Trejo de Tejada, plenipotenciario del Ejecutivo Federal, fueron los redactores del periódico felicista “Regeneración”, quienes en carruaje descubierto y llevando por sarcasmo una bandera blanca incitaban al pueblo a la rebelión. Nadie se explica cómo el órgano del brigadier Félix Díaz cambió tan rápidamente de casaca para ponerse del lado del Gobierno del señor Juárez, a quien atacó tan despiadadamente lo mismo que al señor Presidente de la República. De ahí la clave del conflicto.
También se da la noticia del próximo viaje de Juárez al Istmo, para pacificar a los rebeldes: El Gobernador del Estado dirigió a la Cámara de Diputados [de Oaxaca] un memorial manifestando que las circunstancias especiales porque atraviesa el distrito de Juchitán, lo han hecho pensar en la necesidad de trasladarse a aquella región, pues tal vez con su presencia se solucionaría aquel conflicto; y que como para ir al Istmo necesitaría atravesar por los estados de Puebla y Veracruz, pide a la Cámara la autorización necesaria para hacer el viaje aludido proponiendo en su oportunidad a la Cámara, la persona que según la Constitución deba sustituirlo en el Gobierno. Pasó a la Comisión de Puntos Constitucionales, para su dictamen. (El Imparcial).
Se asegura que el Gobernador del Estado, señor Juárez Maza, irá a Juchitán el sábado próximo con el fin de asistir a la toma de posesión del nuevo jefe político, que según rumores no será otro que el General Cándido Aguilar, a quien los juchitecos aceptaron sin objeción alguna. Como el Congreso local está en ayunas de los arreglos que hayan hecho ante el señor Presidente de la República, los señores Lics. Gil y Lerdo de Tejada para solucionar el conflicto, ninguna determinación habían tomado hasta ahora. (Nueva Era).
Benito Juárez agradece privadamente a Alfredo Morales y Cruz su ofrecimiento de acompañarlo a Juchitán, pero no lo acepta, va en son de paz, “acompañado de su buena voluntad y el cariño por todos los hijos del Estado”. 259
El Diario, desde Oaxaca, da cifras muy exactas acerca de las bajas en la contienda, proporcionadas por un misterioso informante. Aprovechando la estancia de un conocido profesionista que viene de aquella población, lo entrevisté y se sirvió responderme a las preguntas que le hice respecto a la situación de Juchitán, él espera que la paz sea restablecida en aquella región del Estado, a pesar de la terrible influencia de Che Gómez. Por lo que respecta al total de bajas de ambas partes, se sirvió manifestarme que sabía que los federales habían tenido tres oficiales y 93 soldados muertos, y un jefe, once oficiales y 309 soldados heridos, y los juchitecos sabía que habían perdido a un cabecilla, y como 450 muertos y cerca de 1,200 heridos.
L. Zea, de El Imparcial, envía desde San Jerónimo noticias que no indican un inminente derramamiento de sangre ni una exacerbación incontrolable del conflicto. Durante las últimas veinticuatro horas no ha ocurrido ninguna novedad en toda esta región. El licenciado José F. Gómez permanece aún en Chimalapa, con un reducido número de sus partidarios. Las fuerzas federales hicieron una exploración en las cercanías de Juchitán, sin que se hubiera registrado incidente alguno. Mañana continuarán su avance hacia Unión Hidalgo. El Gobernador, señor Juárez Maza, contestó el telegrama relativo que se le dirigió ayer, diciendo que ya se habían tomado todas las medidas para no dejar sin castigo al licenciado Gómez y sus partidarios, contra quienes se ha iniciado ya un proceso. La situación en general ha mejorado notablemente, y se espera que el Gobierno del Estado sepa hacer una acertada elección de Jefe Político sustituto del señor Enrique León, para que así terminen por completo las dificultades y la región vuelva a su vida de trabajo y de paz. Hay expectación por conocer el resultado de la expedición militar que se efectuará mañana. Algunas personas pesimistas hacen circular la versión de que los revolucionarios recibirán a los federales de manera hostil. El General Telésforo Merodio, jefe de la Zona, dio instrucciones al general Valdés, para que procurara acercarse a los rebeldes, disuadiéndolos de sus propósitos de seguir en actitud hostil e invitándolos a que regresen a sus hogares y depongan las armas, ofreciéndoles toda clase de garantías.
259. ABJM 4-475.
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Los telegramas de este día en el archivo José F. Gómez dan cuenta de la premura con la que se documenta y se legalizan las ignominiosas acusaciones contra el insurrecto cabecilla y sus adláteres: Heliodoro Díaz Quintas a Enrique León En contestación a su telegrama de ayer le manifiesto por acuerdo Superior que ya se procede al nombramiento que indica y que procure que el Alcalde nombrado interinamente se haga cargo del Juzgado de 1ª Instancia y que inicie y continúe las averiguaciones pertinentes y muy especialmente lo que se refiere a los desórdenes ocurridos en esa cabecera y el robo de cincuenta mil pesos a que se ha hecho referencia. 260 Enrique León a Benito Juárez Hoy salió para Unión Hidalgo General Valdés con una columna de cuatrocientos hombres y artillería. 261
Jefe Político de Tehuantepec al de Juchitán El Superior Gobierno en telegrama hoy díceme: En respuesta a su telegrama de ayer, le comunico que por acuerdo superior, pida a Jefe Político de Juchitán todos los datos sobre Granguillhome y en todo caso inicie las averiguaciones correspondientes, dando cuenta a este Gobierno del resultado de ellas. Transcríboselo, suplicándole ministrarme datos más justificados posibles para continuar trámite asunto. Miguel González 262 Algunos de los señalados como autores asesinatos de que he dado cuenta llegan a ésta amparados por convenio de paz y permítome proponerle que, si lo estima conveniente, se ponga a mi disposición fuerza rural del Estado para capturarlos en su oportunidad y consignarlos a su Juez. 263
Ochoa, en la ciudad de México, niega ser cómplice de Gómez, reporta El País: Hoy en la mañana se trasladará el C. Juez primero del Distrito, licenciado Manuel M. Nagore, a las subsecretarías de justicia y a la de Gobernación, con el objeto de tomar declaración a los señores Subsecretarios, licenciados Jesús Flores Magón y Federico González Garza, por las citas que le resultan a ambos funcionarios en las declaraciones rendidas por el acusado del delito de rebelión Guadalupe Ochoa. Ochoa niega rotundamente que haya pensado rebelarse en contra del gobierno federal, pues dice que no ha tomado parte en los acontecimientos habidos en Oajaca. Ésta es la segunda vez que Ochoa se encuentra a disposición de los tribunales federales, acusado por el delito de rebelión, pues ya en el mes de septiembre próximo pasado, estuvo preso, a disposición del juez segundo de Distrito, licenciado Cayetano Castellanos, habiendo salido libre por desvanecimiento de datos.
260. AJFG doc. 74. 261. AJFG doc. 69. El documento 70 da acuse de recibo de éste. 262. AJFG doc. 122. 263. AJFG doc. 73.
Es de notarse que las dos veces que se ha aprehendido a Ochoa, se le han recogido cantidades considerables de dinero que, dada la posición social de este individuo, no es de presumirse que siempre guarde en la cartera cantidades tan fuertes como de las que hablamos y que no han bajado de tres mil pesos.
Noticia curiosa que roza apenas los linderos del Distrito de Juchitán: además de informar sobre quince mil rifles de contrabando encontrados en la frontera guatemalteca, La Patria nos habla de otra clase de levantamientos —topográficos. La Secretaría de Guerra ha recibido informes de que se trata de introducir a la República, trasponiendo la frontera guatemalteca, un contrabando de quince mil fusiles, que bajo el pretexto de emplearlos en la revolución venezolana que se dice se prepara, han sido adquiridos últimamente en Estados Unidos. Actualmente, el Gobierno sólo cuenta en el Sur con la fuerza federal que guarnece Juchitán y que consta de cinco o seiscientos hombres. Se cree que con motivo de la noticia del contrabando de armas, la Secretaría de Guerra disponga de la salida de elementos federales a guardar la mencionada frontera. Llama la atención el hecho de que, mientras que aquí se sabe del cuantioso contrabando que se trata de introducir por Guatemala, la Secretaría de Fomento haya resuelto enviar a la frontera de esa República y con el objeto de ratificar la línea divisoria cuya fijación se hizo algún tiempo, a una comisión de ingenieros; y más llama la atención el que, agregada a la comisión de Fomento, salga otra comisión de ingenieros militares con el encargo, se nos informa, de hacer una serie de levantamientos topográficos militares de toda la región. Simultáneamente a estos acontecimientos se sabe que el Gobierno cambió de secretario en la embajada de Washington. Renunciará el Srio. de Gobernación Abraham González. Siguen las investigaciones alrededor del crimen Asúnsulo; la Sra. Escandón, madre del atacante, pide estar junto a su hijo, grave en el Hospital Juárez. Díaz se encuentra apesadumbrado por la Contrarrevolución.
30 de noviembre
Continuarán prestando auxilio/ Siempre: conjunción condicional o adverbio de tiempo
Las noticias son nuevamente contradictorias. Por una parte se anuncia con bombo y platillo la reconciliación; Carlos Trejo y Lerdo de Tejada y Gil declaran que reina nuevamente la armonía entre Oaxaca y la Federación, tras entrevistarse con Madero. Se concederá amnistía a los rebeldes, se castigará a los que hayan cometido delitos comunes y habrá elecciones para Jefe Político a principios de diciembre. La foto del emisario engalana la primera plana de El Imparcial.
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Por otra parte la discusión en las Cámaras de la ciudad de México continúa; se pide más información y se asegura que las fuerzas federales quedarán allí hasta la pacificación del Distrito. Posponen cualquier determinación pues varios legisladores opinan que la medida es anticonstitucional. Se rectifica que no será Jefe Político Aguilar. Gil regresa de Oaxaca con las contrapropuestas de un convenio. El Ministro de Gobernación informa que Juárez se dirige al Istmo para sondear la opinión, y el Gobernador dice que va para lograr la pacificar del Distrito. Se hace una junta de los oaxaqueños residentes en la capital para entrevistarse con el Presidente. Nuevos documentos del archivo de José F. Gómez muestran que las indagaciones siguen, pues ni siquiera los contundentes datos enviados por la Cámara de Oaxaca pueden hacer que se tome la decisión de castigar al Che como desea Juárez Maza. Los obstáculos para regularizar la marcha administrativa del Distrito no son pocos: no hay quien quiera o pueda ser recaudador, juez o alcalde en Juchitán. Enrique León al Srio. Gral de Despacho Quedaron de guarnición en ésta, trescientos hombres con dos fuerzas de artillería. El Jefe político Enrique León Enrique León a Benito Juárez Con relación a su mensaje ayer, manifiéstole que ninguno de los Alcaldes nombrados se presenta y no encuentro personas capaces para sustituirlos. 264
Entre los periódicos optimistas tenemos al New York Herald que este día se refiere así al conflicto en el Istmo: “Se reestablece la paz en Juchitán, México. El jefe rebelde será perdonado y el Gobernador de Oaxaca atenderá las demandas del pueblo”. (Por cable mexicano para The Herald) Ciudad de México, vía Galveston, Tex. Se ha arreglado oficialmente el conflicto en Juchitán, Oaxaca, y no habrá enfrentamiento entre los poderes federal y estatal. Se perdonará al Dr. Gómez su acto de rebelión, pero deberá responder ante la corte por cualquier ofensa a la ley cometido durante el levantamiento. El Gobernador Juárez no insistirá en imponer al Señor León, como Jefe Político, y nombrará a alguien que resulte aceptable al pueblo. Sin embargo, se imputa abiertamente al Dr. Gómez tomar las armas cuando se le negó el cargo de Jefe Político, y en medios bien informados se dice que éste podría ser motivo para que las fuerzas federales apoyen al gobierno estatal. El Diario se cuenta también entre los que consideran resuelto el conflicto, pues encabeza así su nota: “Los Gobiernos Federal y de Oaxaca están en armonía”. El señor Procurador de Justicia del Distrito Federal, Lic. Carlos Trejo y Lerdo de Tejada, quien desempeñó una delicada misión en el arreglo del conflicto surgido ente el Gobierno Federal y el local del Estado de Oaxaca, conflicto que, según manifestó el Lic. Trejo, ha quedado satisfactoriamente solucionado, reinando entre los dos Gobiernos una completa armonía, después de las dificultades que
264. AJFG docs. 71 y 75.
aparecieron, y hasta llegaron a adquirir cierta gravedad nos dijo ayer lo siguiente: “El señor Gobernador Lic. Juárez Maza, por una exquisita cortesía al Gobierno Federal, nombró para que viniera a esta ciudad como Enviado Extraordinario al señor Carlos M. Gil, Presidente del Congreso del Estado, quien fue perfectamente bien recibido por el señor Presidente de la República con el que tuve el honor de presentarlo antenoche a las siete, en una conferencia que tuvimos, y en la que mediaron explicaciones cuyo resultado ha sido el arreglo completo y satisfactorio de los negocios y motivos que trajeron a México al señor Gil”. “Esta noticia la comunicamos al señor Juárez Maza, dirigiéndole el siguiente mensaje: México, Noviembre 29 de 1911. Señor Don Benito Juárez. Gobernador del Estado de Oaxaca. Oaxaca. Por telegrama pusimos a Ud. ayer Gil y yo, sabe que asunto está satisfactoriamente arreglado, y en todo de acuerdo con las bases establecidas. Conferencia con señor Presidente cordial y cariñosa. Copias permanecerán en mi poder. Espere Ud. regreso Gil, pues no es necesaria ya gestión alguna. Ruégole haga conocer público satisfactorio resultado. C. T. Lerdo de Tejada. El Secretario de Gobernación, señor González ha puesto por su parte telegrama siguiente al Gobernador del Estado de Oaxaca. México, Noviembre 29 de 1911. Señor Don Benito Juárez. Gobernador del Estado de Oaxaca. Oaxaca. Enterado con satisfacción de la solución llevada a cabo, que prestigia ambos Gobiernos por su patriotismo, y que deja incólume Soberanía del Estado de su digno mando. Periódicos de esta Capital atribúyenme afirmaciones que no hice en cuanto a la persona que ocupará la Jefatura Política de Juchitán. Por conferencia, celebrada con el Lic. Lerdo de Tejada, sé que Ud. hará el nombramiento respectivo después de su viaje que ya realiza a Juchitán para ilustrar previamente su alto criterio político. Felicítolo por el procedimiento, pues el programa de la revolución pasada tiende como Ud. sabe, a establecer absoluta armonía entre pueblo y gobierno para la designación de las autoridades. Firmado, Abraham González
Inmediatamente el reportero pregunta al Procurador: —¿Y cómo quedará Che Gómez? “El Gobierno del Estado de Oaxaca, obrando con amplitud de miras, se propone estudiar un proyecto de amnistía general para la región juchiteca, e igualmente parece que desea proteger y ayudar al Distrito de Juchitán en el sentido de aliviarle su situación con el modo que se estime más conveniente y aceptable. El Lic. Benito Juárez Maza, deseoso de inspirarse en las necesidades públicas, solicitó del Congreso y ha obtenido licencia para hacer un viaje a Juchitán y designar a la autoridad pública correspondiente con toda prudencia y acierto.
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“La Federación, animada de los mismos deseos, prestará ayuda al Gobierno local en los casos necesarios de auxilio. “El Gobierno de Oaxaca tiene el propósito, bajo todos conceptos dignos de aplauso, de organizar elementos propios como cuerpos de voluntarios, a fin de que la seguridad pública permanezca inalterada, o por lo menos puedan atacar y batir fácilmente a los trastornadores del orden público. “Actualmente hay en aquella Entidad federativa trescientos hombres de la Sierra, algunas piezas de artillería y pequeñas fracciones de fuerza armada. El Gobierno Federal tiene tantos deseos de ayudar al Gobierno local, que en lo futuro repetirá lo que hizo con el sublevado Ángel Barrios” —dijo el Lic. Trejo. La contraparte oaxaqueña también le da su opinión al reportero. El señor Carlos M. Gil, al ser interrogado, manifestó que la Legislatura de Oaxaca ha caminado hasta hoy en todo de acuerdo con el Gobernador; que el Congreso expidió de “motu propio” un decreto por el cual facultaba al Lic. Juárez Maza en los ramos de Hacienda y Guerra, para rechazar cualquier movimiento armado. Añadió que el actual Secretario de Gobierno, señor Heliodoro Díaz Quintas, conserva una carta del “Che” Gómez en la que éste le protesta su amistad y le manifiesta marcados deseos de ser nombrado Jefe Político de Juchitán, con lo cual ofreció, en cambio, su incondicional adhesión al Gobierno. Como quiera que tal nombramiento no se ha extendido, “Che” Gómez se ha rebelado, dando lugar al conflicto que por fortuna parece haberse resuelto ya. Las elecciones municipales se efectuarán en el Estado de Oaxaca, durante los dos primeros domingos del mes de Diciembre. Se tiene por seguro que no serán Jefes Políticos de Juchitán ni “Che” Gómez, ni Enrique León, ni Cándido Aguilar. El telegrama de Gómez, donde ofrecía, “cuenten conmigo” el pasado junio se le cobrará ahora como promesa de sometimiento no cumplida. Los oaxaqueños se reúnen, y aunque no llegan a acuerdos relevantes, su intención de tomar decisiones conjuntas es comentada por La Patria. Más de doscientos miembros de la Colonia Oaxaqueña que radican en esta ciudad, tuvieron una junta en la casa núm. 66 de la 4ª del Estanco de Hombres, para discutir la cuestión que ha surgido con motivo de la revolución en Juchitán. La sesión no revistió gran importancia, por los acuerdos que se tomaron al final de ella, y que sólo son como los preliminares de lo que de seguro harán los oaxaqueños residentes en México. Se decidió nombrar una comisión de prensa, para dar a conocer al país los orígenes y causas del Conflicto, y entrevistar al Presidente de la Cámara de Oaxaca, con el objeto de tener datos verídicos. Los oaxaqueños quedaron citados, con el objeto de verificar una nueva junta para el próximo domingo, a las 10 a. m., en el mismo sitio donde se efectuó la sesión de anoche.
Desde Oaxaca, Juárez Maza, atento a las filiaciones y acciones de sus paisanos, remite un par de cartas a algunos de los presuntos asistentes a la Cuarta del Estanco. Benito Juárez al Senador Estanislao Ma. Castell, México D.F. Muy estimado y fino amigo:
Enterado de su grata del 25 del mes en curso, tengo el gusto de contestársela. Siempre he estimado sus palabras como la expresión franca y leal de un buen amigo a quien aprecio; así es que sus impresiones y sus parabienes han sido acogidos por mí con verdadera satisfacción. La actitud que he asumido ante el conflicto político entre el Estado y la Federación motivado por los asuntos de Juchitán, la veo únicamente como un deber cumpliendo así con mis más sagradas obligaciones de ciudadano, de oaxaqueño, y de Gobernador, y no merecen felicitaciones; pero sí estimo en mucho el que haya sido aprobada por oaxaqueños como Ud. y por ello le doy las gracias y a la vez aplaudo su conducta. Tomo nota de todas las demás informaciones que Ud. me da y también se los agradezco. Soy de Ud. atento amigo y afectísimo seguro servidor.
Benito Juárez al Diputado Lic. D. Joaquín Sandoval 30 de noviembre de 1911 […] el cumplimiento de un sagrado deber que me impone la leal protesta que hice de guardar y hacer guardar las Constituciones de la Federación y del Estado. De manera que, como oaxaqueño, como patriota y como Gobernador, estaba y está la obligación mía de defender la soberanía y dignidad del Estado, así como el decoro y el respeto al Gobierno; pero sí me complace la aprobación de Ud. y estoy de acuerdo con sus dignas ideas: cuando peligra el buen nombre del Estado y por ende el de la Patria, todos los oaxaqueños y aún los nacionales debemos, olvidando banderías personalistas, unirnos como un solo hombre para salvar su honor y también el de la nación, pues ambos están solidariamente mancomunados, así lo he creído yo y por ningún título, ni aún a costa de mi vida, permitiré que se menoscaben en lo más mínimo los derechos de nuestra querida Entidad. Y sí aplaudo el modo de ser de Ud. como oaxaqueño y con franqueza le confieso que he sufrido, por otra parte, la magna decepción de otros muchos de nuestros contenidos, por su poco digna conducta ante el conflicto actual. La Historia dará su fallo y yo lo espero sereno y con la conciencia tranquila. 265
A El País le parece que Madero favorece a los rebeldes. “El Ejecutivo de la Unión protegerá los intereses de los juchitecos”. Reseña ampliamente la sesión de la Cámara de Diputados. La situación en que los graves acontecimientos de Juchitán han colocado al Ejecutivo de la Unión, con respecto al Gobierno de Oajaca, fue considerada ayer nuevamente en la Cámara de Diputados, dando lugar el dictamen de las comisiones unidas tercera de Gobernación y segunda de Puntos Constitucionales, a un reñido debate, principalmente de parte de los diputados que hablaron en contra del referido dictamen. […] se dio a conocer el interesantísimo dictamen rendido por los diputados Tomás Berlanga, Andrés Ruiz y Silva, Amador Cárdenas, Francisco M. de Olaguíbel, José N. Macías y Carlos M. Saavedra, que son los que desde un principio han venido considerando el conflicto juchiteco. El dictamen, según podrán juzgar nuestros lectores, está concebido en términos moderados y procurando reunir los intereses encontrados y las opiniones que de tan distinta manera se han manifestado en la presente ocasión.
265. ABJM 5-26 y 4-495.
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Las comisiones unidas, tercera de Gobernación y segunda de Puntos Constitucionales, a las cuales se han pasado tanto el telegrama urgente remitido ayer a esta H. Cámara, por la Legislatura del Estado de Oajaca, como los anteriores de fecha 22 y 28 de este mes, dirigidos por el Presidente Municipal de Juchitán, en que al dar cuenta de la sublevación encabezada por el licenciado José F. Gómez y de los muertos y robos de fondos públicos ocasionados por los sublevados, pide se subsanen las dificultades subsecuentes, para dictaminar con la brevedad que el caso demanda, acerca de la reconciliación solicitada por la mencionada Legislatura, relativa a la protección y auxilio de los poderes de la Unión al Estado de Oajaca, con motivo de la sublevación o trastorno interior suscitado en el Distrito de Juchitán, y considerando: Primero. Que las comisiones dictaminadoras y la Cámara misma al sancionar con su soberana aprobación su anterior dictamen, no han desconocido ni por un momento el deber constitucional que los poderes de la Unión tienen, según las disposiciones del artículo 116 de la Carta Fundamental de la República, para proteger a los Estados en los casos de violación exterior o de trastorno interno, sino al contrario, por estimar este deber no sólo constitucional y de entero acuerdo con los principios, sí que también un deber de universal justicia humanitaria, y que si bien, no conceptuó llegado el caso de una excitativa al Supremo Poder Ejecutivo, fue en virtud, tanto de la falta cometida por la Legislatura de Oajaca, al no ministrar en su telegrama de fecha 24 de los corrientes una información oficial completa, cuanto por las informaciones rendidas por el C. Secretario del Despacho de Relaciones en representación del C. Presidente de la República, de las cuales informaciones resultó, por una parte, que el Ejecutivo de la Unión estaba dispuesto a garantizar las vidas e intereses de los habitantes de Juchitán, y por otra, que tal disposición no era incompatible con las gestiones extraoficiales hechas por el mismo Ejecutivo con el fin, realmente plausible de solucionar por medios pacíficos el conflicto político suscitado en virtud del nombramiento de un jefe político que abiertamente repugnó la opinión pública. Segundo. Que por cuanto al último mensaje de la Legislatura de Oajaca, las comisiones dictaminadoras se han visto en la ineludible necesidad de recurrir a las fuentes más fidedignas de información para poder así emitir un dictamen fundado en la verdad, e inspirado no solamente en la justicia sino también en el decoro y el reposo que corresponden a la alteza del soberano cuerpo que esta Cámara constituye, y de esas informaciones resulta que el licenciado Carlos M. Gil, presidente de la Legislatura de Oajaca y delegado especial de este respetable cuerpo, ha venido a esta capital a conferenciar con el C. Presidente de la República, sobre los asuntos de Juchitán, resultando de sus conferencias, el formal acuerdo de que el C. Gobernador de aquella entidad federativa, en uso de sus facultades soberanas y en vista de las necesidades del distrito de Juchitán, pondrá allí a la persona que mejor convenga para que desempeñe las funciones de jefe político, restituyendo así al distrito al orden constitucional, y que entre tanto las fuerzas allí existentes estén listas para prestar su apoyo al mantenimiento de la paz, reprimiendo todo atentado que pueda alterarla cuando así lo estime necesario el gobierno de dicho Estado. De las mismas informaciones que hemos recibido, aparece que la Secretaría de Guerra no ha dado orden al jefe de la fuerza federal en Juchitán, para que que-
de inactivo ante la actitud de los sublevados, sino que por el contrario, tiene dicho jefe órdenes expresas de reprimir cualquier ataque que sea en contra de las vidas y los intereses de los habitantes de aquel distrito. Finalmente, resulta de las mismas informaciones recogidas por las comisiones dictaminadoras, que en las bases acordadas para la pacificación del Distrito de Juchitán no se ha procurado dejar impunes a los responsables de delitos del orden común, sino solamente se ha procurado la amnistía para los delitos políticos, quedando por lo mismo enteramente expeditas las funciones de la justicia del Estado de Oajaca, para perseguir y castigar como corresponda en derecho a los responsables de delitos del orden meramente común. Esto, no obstante, para calmar la excitación del pueblo del Estado de Oajaca, y dar a este la seguridad de que los Poderes de la Unión en ningún caso dejarán de atender con toda eficacia el cumplimiento del deber que les impone el artículo 116 de la Constitución de la República, estiman que se haga explícita a este respecto, y con tal motivo someten a la ilustrada deliberación de la Cámara la aprobación del siguiente Proyecto de Ley Artículo único.— El Ejecutivo de la Unión continuará prestando de una manera eficaz el auxilio de la fuerza federal al Gobierno del Estado de Oajaca, hasta la completa pacificación de aquella entidad federativa. Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General.— Méjico, noviembre 29 de 1911.— Tomás Berlanga.— Andrés Ruiz y Silva.— Amador Cárdenas.— F. M. de Olaguíbel.— José N. Macías.— Carlos M. Saavedra. Al concluir la lectura del anterior dictamen, el diputado Prisciliano Maldonado, pidió a la Cámara que en atención a la necesidad de que el asunto de Oajaca quede arreglado a la mayor brevedad, se le dispensaran los trámites reglamentarios y se pusiera a discusión. Se concedió lo pedido y puesto a discusión el señor diputado Aurelio Melgarejo, tomó la palabra para atacar el proyecto en lo general. Con energía dijo: que atacaba el proyecto en cuestión porque de aprobarse se daría un verdadero golpe de Estado. Tachó al dictamen de escandalosamente anticonstitucional y concluyó después de algún tiempo de exponer sus razonamientos, diciendo que faltan datos para conocer el fondo de esta complicada situación. El Estado de Oajaca, dijo, pidió auxilio al Ejecutivo de la Unión, éste dice que cumplió con su deber; es necesario que tengamos datos para poder decir con certeza: ¿El Ejecutivo cumplió o no con su deber? Por dos veces más volvió a hacer uso de la palabra el señor Melgarejo, produciéndose en la tercera, un incidente entre el orador y el Presidente de la Cámara. Del mismo o semejante parecer, fueron los diputados Ramos Pedrueza, quien al fundar su voto atacó el dictamen; el diputado José María Lozano, que también habló en contra, y los diputados Vidal y Flores y Adalberto Esteva. El señor diputado don Guillermo Obregón, citando numerosos textos y casos que de semejante manera han sucedido con distintos estados y en diversas épocas, y hablando de algunos de los ilustres constituyentes, dijo que la Cámara en la actualidad ha tenido la suerte de patentizar su cordura, buena fe y acierto al dictaminar por medio de sus comisiones en el sentido que lo hizo. Impugnó lo dicho por el señor Melgarejo, y pidió la aprobación del dictamen. Además del señor Obregón, defendieron el dictamen los diputados Berlanga, Hernández, Uruchurtu y algunos otros.
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Puesto a votación, en lo general fue aprobado por ochenta y seis votos contra treinta y ocho por la negativa. Hoy se discutirá en lo particular.
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El Imparcial opina que el conflicto de Oaxaca no se ha solucionado. El señor Gobernador de Oaxaca D. Benito Juárez, de acuerdo con el sentir general del pueblo que gobierna, será quien resuelva el incidente surgido entre el Estado y la Federación. Lo que han dicho algunos periódicos sobre que se llegó ayer a un arreglo definitivo entre ambas partes, no es en realidad un acuerdo, sino simplemente un proyecto, que tendrá que ser aceptado o desechado por el mismo señor Juárez. Esto se desprende de la opinión reinante entre los oaxaqueños. Como lo dicho por la prensa no fuera bien recibido por la generalidad de los miembros de la colonia residente en México, pues se llegó hasta decir que sería nombrado Jefe Político de Juchitán, el jefe revolucionario Cándido Aguilar, algunos de esos miembros preguntaron por telégrafo al señor Gobernador, si se había ultimado un convenio que prescribiera tal cosa. El señor Juárez contestó categóricamente que no. El señor senador, Lic. D. Miguel Bolaños Cacho, tuvo la amabilidad de recibir, ayer por la noche, a un repórter de EL IMPARCIAL, haciéndole las siguientes declaraciones: “Hoy, a las cinco y treinta minutos de la tarde, recibí del señor don Benito Juárez dos telegramas, de cuyo contenido se desprende que el mismo señor Juárez mantendrá firmemente su actitud en defensa de la Soberanía de Oaxaca. Dentro de este programa, no admitirá nada absolutamente que lastime esa soberanía. El señor Lic. D. Carlos María Gil fue enviado de parte del señor Juárez a México, para corresponder así al Señor Presidente de la República el envío del señor Lic. D. Carlos Trejo y Lerdo de Tejada, como representante suyo: pero nada hay — dice el mensaje aludido— definitivamente arreglado. No debe darse por concluído el asunto, mientras el señor Juárez, de acuerdo con la opinión pública, no acepte y ratifique cualquier proyecto de convenio o cualesquiera bases provisionales de arreglo, que el señor Lic. Gil le lleve a su regreso. “El señor Juárez me ha autorizado expresamente —continuó el señor Bolaños Cacho— para desmentir cualquier versión errónea o malévola que haya circulado por la prensa o en los corrillos. “Personalmente garantizo que el señor Juárez no vacilará un solo momento en su actitud, que se apoya en los textos constitucionales.” Por las declaraciones que anteceden, se verá, pues, que el conflicto no ha sido solucionado hasta hoy, por más que haya esperanzas de que se solucione. El señor Lic. Carlos M. Gil, representante del Gobernador de Oaxaca, regresó ayer a la capital de dicho Estado, llevando consigo las proposiciones que tendrán que estudiarse y resolverse. Tres son las cláusulas que contiene el convenio, diciendo en términos generales lo siguiente: I. El Gobernador Juárez restablecerá el orden en el Estado de Oaxaca, y nombrará, conforme a sus facultades, al Jefe Político del Distrito de Juchitán que estime conveniente, después de pulsar la opinión pública de la misma localidad, a donde irá en persona con ese fin.
II. Serán castigados con arreglo a las leyes, por delitos del orden común que hayan cometido, el licenciado José F. Gómez y los demás rebeldes que resulten responsables. III. El Gobierno Federal prestará la ayuda de sus fuerzas, para el restablecimiento del orden, cuando lo solicite el Ejecutivo o la Legislatura de Oaxaca y sea necesario. Apenas entrega el documento, Gil regresa a Oaxaca, puesto que Juárez lo cita para el día siguiente en Palacio. 266 Continúa El Imparcial: En telegrama dirigido ayer por el señor Ministro de Gobernación, don Abraham González, al señor Juárez, desmiente categóricamente la declaración que “Nueva Era” y otros periódicos le atribuyeron, relativa a que sería nombrado Jefe Político de Juchitán, Cándido Aguilar.
El País también se ocupa de la rectificación: El señor Ministro de Gobernación se sirvió decirnos, cuando fue interrogado el martes por los repórters, que quien sería la persona designada para ocupar la jefatura de Juchitán, era el General Cándido Aguilar, pues aún no estaba en posesión de datos, y tan sólo había recibido la noticia por teléfono de un modo vago; terminando con manifestar que el conflicto de Juchitán había quedado arreglado satisfactoriamente. Ayer, ya en posesión de datos, nos dijo el señor ministro que aún no se nombra a la persona que ha de ocupar ese cargo, y que el señor gobernador Juárez marcha ahora para el Distrito de Juchitán con objeto de sondear la opinión pública, para así poder nombrar a una persona que esté de acuerdo con los deseos de los habitantes de aquel distrito. Rectificación que será agradecida por Juárez Maza al día siguiente. 267 Continúa El Imparcial. El acuerdo recaído en el asunto del telegrama enviado por el Gobernador del Estado de Oaxaca, sobre la cuestión de Juchitán, y que publicamos ayer en extracto, fue que pasará a las comisiones respectivas de la Cámara, para que emitieran dictamen. Ese dictamen, presentado ayer, termina con la siguiente proposición: “Dígase al Ejecutivo que continúe prestando el servicio de la fuerza pública al Estado de Oaxaca, hasta su completa pacificación.” Un acaloradísimo debate ocasionó este proyecto de ley. Hablaron en contra los señores diputados Melgarejo, Ramos Pedrueza, Lozano, Esteva y Vidal y Flor. En pro, los señores Obregón, Berlanga, Fidencio Hernández, Modesto Francisco Ramírez, Uruchurtu y Maldonado. El diputado Adalberto A. Esteva manifestó que, como el vocablo “siempre” del artículo 116 de la Constitución, era conjunción condicional y no adverbio de tiempo, no era verdad que los Poderes de la Unión están obligados a prestar auxilio a los Estados en todos los casos, sino cuando creyeran que era conveniente y oportuno; que como el Poder Ejecutivo necesita de toda libertad e independencia de acción en el mando de fuerzas de mar y tierra, como lo demuestra la historia de los Cónsules de Roma y la del Directorio, en Francia, naciones en que dio mal resul-
266. ABJM 4-446. 267. ABJM 4-452, telegrama de Benito Juárez a Carlos Trejo y Lerdo de Tejada, 1º diciembre de
1911. “Enterado su mensaje. Gracias por eficacia en proceder rectificación. Anteriores he contestado lo que he pensado en el asunto. Mañana salgo para Juchitán”.
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tado el que el Poder Ejecutivo estuviera confiado a varias personas, las Cámaras federales debían ser muy cuidadosas y mesuradas al hacer uso de la facultad que el artículo 116 les concedía, y que sólo debían dar decretos ordenando el auxilio, cuando el Poder Ejecutivo, sin razón ni fundamento, se negara a auxiliar a los Estados, lo que no sucedía en el caso puesto a debate, según lo deducía de los datos suministrados por el Secretario de Relaciones. En los demás discursos del contra, campeó el argumento de que la proposición que se ponía a debate era anticonstitucional: que la Cámara de Diputados no tenía el derecho para hacer una excitativa al Ejecutivo, sin invadir las facultades de éste; y que el texto de la misma proposición era ambiguo y conservaba en statu quo, sin resolver la cuestión. Los diputados del pro trataron de demostrar lo contrario. El señor diputado Obregón citó las opiniones de los constituyentes, tomadas de las crónicas de los debates del Quinto Congreso, para demostrar que era constitucional lo que se proponía, y citó casos concretos de cinco Estados, que en distintas épocas habían pedido el auxilio de la Federación. El señor Melgarejo dijo que él pudo oír de boca de un alto funcionario, cuáles eran los informes que el Gobierno tenía acerca de lo de Juchitán, y que fue completamente distinto de lo que el señor Ministro de Relaciones, Calero, dijo a la Cámara. Atacó a este señor por no llevar un informe escrito y pronunciar únicamente discursos. Después de una acalorada discusión, fue aprobado en lo general el dictamen, por mayoría de votos; al discutirse en lo particular, se vio que no había quórum, y se levantó la sesión.
Juárez Maza y los diarios anuncian el próximo viaje, que se prepara ya desde ahora, escribiendo a los partidarios del gobernador —uno seguramente le ofrece escolta, protección o adhesión; el otro su solidaria pluma. Benito Juárez a Jesús A. Esteva Oaxaca de Juárez 30 de noviembre 1911 Rincón Antonio, Juchitán Agradézcole cumplidamente bondadoso ofrecimiento y fina atención, con motivo actuales asuntos políticos del Estado. 268
Benito Juárez a Gregorio P. de León en México D.F. Muy estimado y fino amigo: Acabo de recibir su muy apreciable grata del 27 del corriente y a ella me refiero. En muy breves líneas, puesto que estoy ya con un pie en el estribo para marchar a Juchitán a donde me llevan mis deberes de Gobernador para la pacificación y tranquilidad completas de aquel rumbo. Detenidamente me he enterado de todo lo que me dice en su mencionada carta y por todo le doy las debidas gracias. Quisiera escribirle bastante largo, pero son tan numerosas las atenciones que en estos momentos tengo, que no me es posible hacerlo. […] No cabe duda que es Ud. un amigo leal y sincero a la vez que un honrado patriota que sabe ponerse del lado de la justicia, de la razón y de la ley, por lo que es Ud. digno de toda estimación.
268. ABJM 4-441.
Cordialmente lo felicito por los grandes éxitos que está alcanzando su ilustrado periódico “La Política Mexicana”. Ya también he leído sus artículos de “El Gil Blas” y los aplaudo, pues está Ud. en lo justo en lo que se refiere al Estado y todos los oaxaqueños harán lo mismo, viendo en Ud. uno de los más honrados adalides de la Prensa Metropolitana. Si algo surge de importancia y digno de darse a la publicidad ahora que salgo fuera de la Capital del Estado, se lo comunicaré a Ud. telegráficamente haciendo uso de los bondadosos servicios que me ha ofrecido. 269
El Correo del Sur publica el día de hoy un editorial extemporáneo, tomado de El Siglo, donde se resume el conflicto y se critica acremente la frivolidad de Madero. Estaba el señor Presidente de la República entregado, en Chapultepec, a las delicias de una recepción diplomática costosa e innecesaria, cuando se le presentó una Comisión de la Cámara de Diputados para suplicarle que informara inmediatamente, sobre el conflicto oaxaqueño. El señor Presidente comisionó, en el acto, al señor Calero para que lo hiciera. El conflicto estriba en que el señor Benito Juárez Maza, Gobernador de Oaxaca, nombró dentro de sus atribuciones, Jefe Político de Juchitán a un señor León, con el que no estuvo conforme el pueblo encabezado por el Lic. José F. Gómez que desempeñaba el cargo. Sobrevino la rebelión y entonces la Federación envió fuerzas para sofocar la revuelta. El señor Madero envió a sus plenipotenciarios Gavira y Aguilar y para resolver la cuestión, dispuso que el Jefe Político fuese el segundo de los nombrados. De aquí el conflicto. Juárez Maza, en su calidad de Gobernador, tiene derecho para nombrar Jefe Político de Juchitán, y no lo tiene el señor Presidente de la República. La política de imposición del señor Madero, la política atentatoria contra la soberanía de los estados, está dando sus frutos naturales: Oaxaca viril y altanera, se ha alzado contra el abuso y ha protestado contra la conducta del Ejecutivo Federal, surgiendo el conflicto. El pueblo oaxaqueño se ha agrupado alrededor de su Gobernante y ha gritado mueras a Madero, cuya popularidad se esfuma. El pueblo soberano está dispuesto a no permitir que el Ejecutivo Federal se entrometa en los asuntos internos del Estado. La situación creada por la intromisión federal es muy grave y la H. Cámara de Diputados a la cual se dirige en tono de queja el señor Gobernador, no quiso resolverla: entre colocarse del lado del pueblo o del señor Presidente optó por el segundo extremo; es decir, por el que agrava el problema en lugar de resolverlo. Juárez Maza, con el apoyo del pueblo que gobierna triunfará en esta vez. El señor Aguilar no será Jefe Político de Juchitán: los plenipotenciarios del señor Madero darán malas cuentas. Mas la conducta del Gobierno Federal es desconsoladora, pues tal parece que en vez de luchar por la paz, trabaja sin tregua por el desorden. Su proceder no es en favor del pueblo juchiteco y de su soberanía sino en contra de ambos. Sus esfuerzos son en pro de la revolución, que formidable y amenazante se cierne sobre el país. La actitud del señor Juárez Maza es muy simpática y lo felicitamos; en cambio la del señor presidente es antipática, ilegal e impopular.
269. ABJM 5-2 y 3v.
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Los hechos lo dirán más tarde con mayor elocuencia. Hoy por hoy, el primer enemigo del señor Madero es el señor Madero, cuyos actos son incomprensibles. El demócrata, el defensor del pueblo, en el asunto de Juchitán ha resultado enemigo de la democracia, de la ley y del pueblo!! No cerraremos este artículo sin indicar lo impropio que nos parece, que el señor Madero de fiestas y recepciones en momentos en que la Patria está en graves conflictos, amenazada de revoluciones y con las áreas del Tesoro vacías. Es un contrasentido que el Ejecutivo festeje, por ejemplo, al señor embajador de Estados Unidos que acaba de pedir garantías y de exigirlas para sus compatriotas los mineros de Sonora. Hay cosas que no se conciben. El señor Madero parece que heredó del señor de la Barra, ese sistema de gobierno frívolo y dispendioso que no acarrea al país ni honra ni beneficio.
Desde Oaxaca, el corresponsal de El Imparcial reseña la manifestación previa de el repudio y desagravio al Lic. Carlos Trejo y Lerdo de Tejada. Tampoco en San Jerónimo están de acuerdo con las medidas tomadas en el Centro. Las contemplaciones con los alzados están produciendo los frutos consiguientes, los pueblos se dedican a incendiar propiedades y saquear al grito de ¡viva Madero! Hacen alarde de su victoria y se teme que cada día aumenten los ataques a la propiedad y a las garantías individuales. Puede decirse que comienza la anarquía. Sobre las cenizas de hoy estaré dispuesto a probar la veracidad de lo dicho. Hoy mismo, el pueblo de Ollagu [sic. Laollaga], distrito tehuano, quemó los campos de la caña, de la propiedad del señor Antonio Heras. Pequeñas partidas de sublevados, temerosos del castigo, huyen por rumbos varios, ejerciendo actos de venganza. Un pasajero de Unión Hidalgo, informa que cerca de aquel sitio, encontraron sin novedad a la columna del general Valle.
1º de diciembre
La Historia dará su fallo/Desaparece el retrato
Nuevamente la información se enfoca en el Istmo, dejando las complicaciones de la capital. Todos los diarios concuerdan en que habrá nuevo Jefe Político en Juchitán. Fuerzas federales ocupan Unión Hidalgo y permanecen acuarteladas. Mil federales, con dos ametralladoras, dos cañones y uno de sitio guarecen la población. Se reseña que encuentran los restos de Merodio hijo. La protesta de Oaxaca pasa nuevamente a la cámara de Senadores y a la Suprema Corte. Los diputados oaxaqueños se reúnen para expresar su adhesión a Juárez. Continúan los comentarios sobre la sesión en la Cámara del día anterior.
Juárez desmiente que Aguilar sea ya el Jefe Político del Distrito y declara que sondeará la opinión del Distrito antes de nombrar un nuevo Jefe Político. En Oaxaca hace frío.
New York Daily Tribune difiere de los cálculos de las bajas hechas días antes por el “conocido profesional” y comenta viejas noticias. Representantes de la Cruz Roja llegados a la capital desde Istmo de Tehuantepec, dicen que murieron 249 personas y 160 fueron heridas en Juchitán durante los combates del 2, 3 y 4 de noviembre. Cuando llegó la Cruz Roja hallaron en el hotel los cuerpos de Abel Shepperd, americano; un juez mexicano y un pagador del ejército. Estos hombres murieron mientras disparaban contra los insurgentes. Había en el hotel diez personas, pero siete trataron de escapar y murieron en las calles. Desde Oaxaca, El Imparcial informa sobre el viaje al Istmo del Gobernador, quien llevará a su esposa a tan delicada misión: Se me informa que el señor Gobernador Juárez saldrá para Juchitán el sábado próximo, acompañado del Secretario General de Gobierno y de su esposa, la señora de Juárez. Unos califican de temeraria la determinación del Ejecutivo del Estado, y otros la juzgan sin peligro, pues ya quedó solucionado el conflicto. Consta también en archivos que comienza a prepararse la llegada de Juárez y sus acompañantes, con la consiguiente preocupación de quienes deben recibirlos. Heliodoro Díaz Quintas a Enrique León Señor Gobernador sale mañana a visitar ese Distrito. Recomiéndole dicte todas las medidas que sean pertinentes al caso. Gobernador detendráse San Gerónimo para desde ahí proceder como convenga. 270
Benito Juárez saluda afectuosamente a su estimado amigo Jefe Político Lic. Miguel F. González, y en vista de que marcha para ese rumbo mañana, se limita a manifestarle esto último, pues de los asuntos de que le habla los tratará durante si permanencia en esa. 271 Enrique León al Sr. Presidente Municipal de Ixtepec. Nota: A los Presidentes municipales de Ixtaltepec y Espinal. Hoy salió de Oaxaca el Sr. Don Benito Juárez, Gobernador del Estado, con rumbo a este Distrito y como es de suponerse una de las primeras poblaciones que tocará será la de San Jerónimo Ixtepec. Para corresponder dignamente a la honra que hace a los pueblos del mismo Distrito con su visita el Primer Magistrado del Estado, recomiendo a usted muy especialmente se le atienda como es debido y se le hagan los honores que le corresponden, bien sea que se detenga en esa población o que continúe su marcha para ésta. 272
270. AJFG docs. 76, 77, telegrama cifrado y transcripción. 271. ABJM 5-42v. Nota del secretario. 272. AJFG doc. 80.
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Desde San Jerónimo, L. Zea reporta para El Imparcial importantes movimientos militares, anticipando la llegada del Gobernador y la salida hacia la capital de Gómez, quien ya se encuentra en Juchitán; los rojos están de plácemes. La columna del General Valdés ocupó Unión Hidalgo, sin novedad; los vecinos que habían abandonado el pueblo, temerosos de ser atacados, regresaron y se presentaron al Jefe de las Armas, dándole a conocer sus temores. Éste les ha asegurado que no les acontecerá nada, recomendándoles, al mismo tiempo, que inviten a sus compañeros a volver a sus hogares, para disfrutar de las garantías que ahora se imparten a todos los vecinos pacíficos. Las fuerzas federales han tomado posesiones estratégicas, ocupando el Palacio Municipal y las torres de las iglesias. En algunos cateos que efectuaron las autoridades, se recogieron varios objetos, producto de los saqueos de Juchitán. Los autores de aquéllos han huido. Persona que estuvo ayer en el campamento rebelde, me informa que cada día disminuye el número de acompañantes del Lic. José F. Gómez, y que éste se encuentra preocupado y abatido. Los rebeldes dicen que ya pelearon con los federales y con los maderistas, y que ahora esperan que vengan las fuerzas que acompañan al Gobernador Juárez. Sin embargo se cree que ya no habrá nuevos combates. Para el lunes próximo se espera la llegada del señor Gobernador Benito Juárez, quien, según se dice, arreglará todo para pacificar definitivamente la región. Los vecinos de aquí preparan una manifestación de adhesión al señor Gobernador Juárez, y una de simpatía al señor General Merodio, jefe de las fuerzas federales, con cuya valiosísima cooperación se espera resolver el conflicto.
El corresponsal de El País en Tehuantepec nos ofrece noticias acerca de lo que sucede en la vecina ciudad de Juchitán y la posición y pertrechos de los militares —de formidable alcance y resonancia. Ayer estuve en Juchitán y pude observar los terribles desastres ocasionados por los recientes sucesos registrados en aquella importante cabecera de distrito. La mayor parte de los edificios públicos y las casas particulares, situados en las calles del centro de la población, han sufrido grandes perjuicios, pues la mayor parte de ellos fueron incendiados […]. Che Gómez se encuentra actualmente con sus fuerzas acampado en las afueras de Juchitán. Algunos de sus hombres se hallan acuartelados en el panteón y otros en la estación del Ferrocarril Panamericano. Corren rumores de que no habiéndose llegado a ningún convenio, Che Gómez reanudará las operaciones. Se tiene confianza sin embargo en la pericia y valor del coronel Zozaya, héroe de las jornadas de los días 2, 3, 4 y 5 de este mes, en los que combatió al frente de doscientos cuarenta federales contra seis mil indios, resultando vencedor. Actualmente guarnecen la plaza de Juchitán más de mil federales, dos ametralladoras, dos cañones y uno de sitio, cuyas detonaciones se escuchan a doce leguas de distancia. […] No obstante que desde el día 3 fue muerto el hijo del señor general Merodio, hasta ayer fueron encontrados sus restos, habiendo sido sepultados desde luego. El joven Merodio fue muerto en el campo de batalla y pudo ser identificado por la corbata que llevaba.
Na Laca, Eraclia, después de 65 años, recuerda los acontecimientos y cómo encontraron a Merodio chico, aunque su versión difiere de la del periódico —el joven Merodio se resguardaba antes de su muerte en casa de una amiga de su padre. Como mi padre fue rebelde, gente de Che Gómez, partido verde —no me vayas a salir con que eres del partido rojo, si no ya no te cuento nada—, nos mandó decir que fuéramos a recoger a Guillermo Merodio, hijo del general Merodio, que murió en casa de la señora Marta Chaqueta, madre de Beto Chaqueta. Mi papá le dijo a mi abuela: —Suegra —porque fue su suegra— hazme favor de ir a levantar a Guillermo chico, que todavía está donde lo mataron. Fuimos la viejita y yo. Cuando llegamos a la cocina de Marta Chaqueta, vimos a un lado el fogón, un brasero para echar tortillas. Allí estaba hinchado el muerto, con el brazo estirado como si estuviera acostado sobre el brasero. Levantamos aquel muerto, que ya era puros huesos, pero todavía con pestilencia, porque no le había pegado el sol. Ocho días con sus noches lo tuvo mi abuela todavía, porque todavía llegaba la gente a atacar, había tiroteo y no se le podía enterrar. Pero mi padre mandó avisar qué día se podía ya enterrar y ya fuimos a escarbar al pie de la iglesia de aquí de Juchitán. Y en la orilla del lado oriente está enterrado el hijo de Telésforo Merodio. El padre, o sea el viejo, se llamaba Telésforo. ¿Sabías que así se llamaba? Bueno. Ésos fueron los días de la revolución. Ahora, ¿qué otra cosa quieres saber? El Avance de Oaxaca, sin estar enterado de la rectificación que se hizo sobre Aguilar, entrevista al Gobernador. En vista de la sensacional noticia que nos trajeron anoche los periódicos metropolitanos “El País, Nueva Era y el Demócrata Mexicano” de que el ex-revolucionario Cándido Aguilar siempre quedaría como Jefe Político de Juchitán, acudió uno de nuestros repórters a entrevistar al Sr. Gobernador don Benito Juárez para preguntarle lo que hubiere de cierto. El primer Magistrado del Estado manifestó que Cándido Aguilar no será el Jefe Político de Juchitán, puesto que según noticias telegráficas que ha recibido, el Gobierno Federal ya dejó incólume la Soberanía del Estado con lo cual puede decirse que ha terminado el conflicto, que se hizo sensacional en toda la República. El señor D. Benito Juárez, como lo decimos en otro párrafo, hará su viaje a Juchitán para inspirarse en las necesidades públicas de ese distrito y después de haber ilustrado su criterio político designará a la persona que represente al Ejecutivo en dicho Distrito, obrando como es natural que lo haga con toda prudencia y acierto. Esperamos del demócrata Sr. Juárez que al llegar a Juchitán no vaya a aceptar ningún banquete o festejo, como el actual Presidente Madero, al llegar a la Ciudad de Puebla, cuando aún se encontraba regada en el suelo la sangre hermana por la tragedia del mes de Julio.
El corresponsal de El Diario en Oaxaca anuncia que será nombrado Jefe político Ismael Villar. “Se cree que con el nombramiento de dicho señor cesarán los disturbios que han ensangrentado el suelo juchiteco”. Anoche tuvo lugar en esta ciudad en el Palacio de Gobierno, un significativo acto, que tuvo por objeto significar al señor Gobernador del Estado, Lic. don Benito Juá-
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rez Maza, la simpatía del pueblo oaxaqueño por su digna actitud en el incidente surgido con respecto a Juchitán. Estuvieron a felicitar al señor Juárez el Círculo Católico y una numerosa comisión de obreros. Durante el acto pronunciaron importantes discursos los señores Silva y Juárez Maza. La guarnición de la plaza sigue acuartelada en espera de cualquier evento, que se espera muy fundamentalmente que no se presentará. La ciudad está completamente tranquila, sufriendo tan sólo los habitantes los rigores del frío.
La preocupación que Juárez Maza sentía unos días antes se disipa: agradece los informes y pide acelerar la aprobación de su Decreto, indispensable para cualquier negociación en Juchitán. Diputado Ignacio M. Luchichí. Tacubaya D.F., México Teniendo que salir en estos días para Juchitán suplícole que cuanto antes se resuelvan la excitativa de la Cámara de Diputados, para ya marchar con conocimiento del resultado de dicha excitativa y poder normar mis procedimientos así como satisfacer opinión pública, que de otro modo provocaría un conflicto. Benito Juárez a Senadores Dr. A. Valdivieso, F. de P. Morales, Prisciliano Maldonado, Fidencio Hernández y signatarios. Enterado con satisfacción por su mensaje ayer: que Cámara Diputados aprobó Decreto, relativo solicitud esta Legislatura y que inmediatamente pasó Senado. Atentas gracias. 273
Y es que en la sesión del día anterior de la Cámara de Diputados, según informa El Imparcial, se realizó la votación que se había dejado pendiente para aprobar la incitativa presentada para que el Ejecutivo continúe prestando el apoyo necesario a Oaxaca; este día pasó con 102 votos a favor y 31 en contra. Las declaraciones de Vera Estañol en la Sesión son notables: si ya se nombró mediante el sufragio a las autoridades que los han de gobernar, poco tienen que opinar ahora las chusmas. La diputación de Oaxaca fue muy felicitada por el triunfo. Se nombró en comisión para que lleve al Senado el acuerdo aprobado por los CC. Diputados Guillermo Obregón, Tomás Berlanga, Francisco Morales, Andrés Ruiz y Silva, Francisco Modesto Ramírez y Secretario señor Castelazo. Habiendo entrevistado al señor licenciado Jorge Vera Estañol para conocer su opinión respecto a lo que parece va a ser la solución del conflicto de Oaxaca, dicho letrado se sirvió manifestarnos, que de confirmarse la forma en que se anuncia esa solución, ella significa, a la vez que el triunfo de los principios en que descansa la soberanía de los Estados, la intervención muy plausible de un espíritu conciliatorio y patriótico, así de parte del Poder Federal, como del Gobierno de Oaxaca. Nuestro entrevistado continuó hablando en estos o parecidos términos:
273. ABJM 4- 401v del 29 de noviembre y 4- 449v, de este día.
“El Congreso de la Unión debe haberse sentido dominado por la convicción de que una actitud pasiva de su parte era, en el fondo, un ataque al régimen federal y una fuente de conflictos armados, sangrientos; y cediendo a las razones que con toda ingenuidad y buena intención expuse en mi artículo que publicó EL IMPARCIAL, ha aprobado en lo general excitar al Ejecutivo de la Unión, para que auxilie con sus fuerzas al Estado de Oaxaca; esto es, para que cumpla un deber sagrado que le impone la Constitución, sin pretender inmiscuirse en averiguar si es popular o impopular tal o cual autoridad del Estado. Con esto, el Congreso de la Unión sienta el precedente verdaderamente sano de que la democracia consiste en que el pueblo exprese su voluntad por medio de los funcionarios a quienes, constitucionalmente, ha nombrado: en el caso presente, por medio del Gobernador de Oaxaca y no por conducto de chusmas armadas e irresponsables. Parece también que el Ejecutivo de la Unión ha recapitulado sobre los peligrosos precedentes que para él mismo establecía con su actitud, y dejándose llevar ahora de un consejo más sereno, ha vuelto sobre sus pasos y ha convenido con el Gobierno de Oaxaca, en retirar toda intromisión anticonstitucional y subversiva. Si es así, merece aplausos la conducta del Ejecutivo de la Unión, porque significa que desea realmente respetar la ley, y que, a ese propósito escucha, sin obcecarse, las observaciones que con toda imparcialidad y buena fe, procuramos hacerle todos los que deseamos volver a un régimen normal, cuya base sea el orden constitucional. También es plausible el espíritu de transigencia que en este asunto ha mostrado el Gobierno de Oaxaca a todo lo que pudiera llamarse amor propio, a la vez de firmeza, en la defensa de la soberanía del Estado.”
El Imparcial mismo, al principio de su nota, había comenzado por recordar que el asunto estaba aún lejos de solucionarse. La Cuestión de Oaxaca no se ha resuelto ni favorable ni desfavorablemente, a pesar de lo dicho por varios colegas, pues el señor licenciado Gil apenas hoy rendirá, ante el señor Juárez, el informe correspondiente. Se ha publicado en la prensa el texto de varios telegramas que envió el señor licenciado Carlos Trejo y Lerdo de Tejada, al señor Gobernador Juárez, dándole cuenta de haberse solucionado el referido conflicto de una manera decorosa para ambas partes. Esa publicación y algunas informaciones reporteriles inexactas han hecho que aquel funcionario dirigiera, ayer, al señor licenciado don Miguel Bolaños Cacho, un mensaje insertándole el texto de otro que envió al señor licenciado Trejo y Lerdo de Tejada, y en el cual le manifiesta que la desavenencia no ha concluido. De semejantes filtraciones a la prensa, se deslinda el Gobernador al escribirle a Miguel Bolaños Cacho, reclamando a su vez: Contesto su mensaje de hoy. Sin intervención mía de ningún género, publicóse ya alguna; pero de poca importancia. La carta de que me habla el mensaje ayer no la he recibido. 274
274. ABJM 4-447.
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Continúa la noticia: Bajo la presidencia del señor licenciado don Félix Romero, se efectuó ayer en la Suprema Corte de Justicia, una junta de Magistrados, leyéndose el extenso mensaje que la Legislatura de Oaxaca envía a ese alto cuerpo, exponiendo la situación en que se halla el Estado. La lectura dio margen a muy animadas discusiones entre los miembros de la Corte, prolongándose el debate hasta la una de la tarde. El señor Magistrado Sodi, a quien entrevistamos sobre el particular, nos manifestó que por el momento no podía comunicarnos aún detalles de la junta. Lo único que puedo manifestar a ustedes, nos dijo, es que el asunto no está resuelto todavía.
Los oaxaqueños radicados en la capital se reúnen también; los diputados justifican su pasmo de los primeros días y deciden depositar su confianza en el Gobernador —tal vez los animan, además de los nuevos informes, el apoyo que han visto en favor de Juárez y el disgusto causado en Oaxaca por su lentitud— se envía el mismo día un telegrama con quinientas firmas, según informa desde allá el corresponsal de este mismo diario. La Sociedad Fraternal Oaxaqueña se reunió ayer en un banquete, tratándose en él de la actitud que debe asumirse con motivo del conflicto. Entre los concurrentes a la comida anotamos a los señores licenciados don Luis López Masse, don Demetrio Sodi, don Miguel Bolaños Cacho, don Francisco Belmar, don Enrique Vasconcelos, don Ignacio Muñoz, doctor don Luciano Benavides, doctor don C. Peña Idiáquez, licenciado don Adolfo Fenochio, profesor Octavio Malvido, licenciado Rafael Hernández Pimentel, licenciado Alfonso Márquez, licenciado Fidencio Hernández, licenciado Francisco Modesto Ramírez, Braulio Toledo, José Reyes Spíndola, Luis Renero, Arnulfo Miranda, Luis G. Vázquez y Antonio Márquez. El señor licenciado Francisco Modesto Ramírez habló primeramente, manifestando que si los Diputados oaxaqueños al Congreso de la Unión no habían tomado en un principio una acción resuelta de defensa del Estado, se debió a la falta de datos e informes; pero que una vez que habían llegado, comenzaron a trabajar todos de común acuerdo y en pro de los intereses de Oaxaca. El señor licenciado Bolaños Cacho […] habló extensamente sobre la situación de Oaxaca y la justicia que asiste a los Poderes de aquella entidad, pidiendo, para concluir, que se elevara un voto de confianza al señor Gobernador Juárez. Apoyaron la proposición los señores licenciados Sodi y López Masse. La proposición fue discutida ampliamente, aprobándose contra el parecer del señor Candiani, que estimó que dar un voto de confianza al señor Juárez equivalía a dar uno de censura al señor Madero. Dijo que como él era maderista, no firmaría tal documento. Hoy será redactado el voto de confianza y los oaxaqueños que se quieran adherir a él, pueden pasar a firmarlo a la casa del señor Octavio Malvido, Avenida Isabel la Católica 25.
El gobernador Figueroa, quien no ha podido detener a los zapatistas, quiere ir a batir a los juchitecos, reseña indignado El Avance al día siguiente. Sobre el tema, El Imparcial reproduce esta Carta abierta al Gobernador de Morelos: Oaxaca de Juárez, 28 de noviembre de 1911.
Señor Don Ambrosio Figueroa, Gobernador del Estado de Morelos. Muy señor mío: La prensa ha publicado la noticia referente a que usted, como Gobernador de ese Estado, se ha dirigido al Ejecutivo de la Unión, ofreciéndole todos los elementos con que cuenta usted para el caso de un conflicto con este Estado de Oaxaca. Sentimos los oaxaqueños que usted haya hecho esta declaración oficial, porque no es más que una fanfarronada, toda vez que sale sobrando su promesa, en razón de que en el caso que usted prevé, aun sin su consentimiento, tendría usted el deber de atender las órdenes del Ejecutivo Federal, si es que realmente tiene elementos poderosos para el caso; y si carece de esos elementos poderosos, resulta peor su presuntuoso ofrecimiento, porque con una mentira pretende usted granjearse sus distanciadas simpatías con el señor Madero. Si el poderío de usted no ha podido extinguir, atenuar siquiera, el escandaloso bandidaje zapatista, ¿podría, en caso dado, entenderse debidamente con Zapata en el centro de su Estado, con Salgado en la frontera con Guerrero y con nosotros en la frontera de Oaxaca? En nuestra frontera con ese Estado de Guerrero, inmensos perjuicios nos ha ocasionado su bandido Zapata, al que hemos infligido serias derrotas y a quien hubiéramos extirpado hace tiempo; pero no hacemos alarde de aquéllas, ni ofrecemos esto, por no lastimar la susceptibilidad de usted como militar, a quien se ha dado en llamar el Orozco suriano, lo que se demerita más con el presuntuoso ofrecimiento. Yo creo que en su deber está evitar o remediar los males actuales que afectan directamente a su Estado y que son de la exclusiva responsabilidad de usted, que no prevenir los acontecimientos futuros de otro Estado, que, por ahora, en nada incumben a usted y que nosotros los oaxaqueños sabremos solucionar con dignidad, energía y patriotismo. Las chusmas vandálicas de su Estado nos están perjudicando notablemente en nuestra línea divisoria; y ojalá que a esto dedicara usted algo de su poderío para evitar mayores perjuicios, que no prepararse a empeorar nuestra difícil pero digna situación. Perdone usted la franqueza con que le habla este humilde oaxaqueño, que desea la salud de su Estado. Rodrigo Campos.
En El Mañana aparece un virulento, antimaderista y analógico editorial: De Problema en Problema. Juchitán y el Yaqui La cuestión de Juchitán, que bajo el aparente aspecto de una repulsa a la persona designada para ocupar la Jefatura Política del Distrito, esconde un asunto de las más graves trascendencias, no termina aún y parece que no lleva trazas de ello, a pesar de las optimistas afirmaciones de quienes se empeñan en hacer creer que el disturbio ha concluido, y que no queda más que devolver a aquella región a su tranquila actividad agrícola y sembrar olivas emblemáticas y simbólicos laureles en honra y prez exclusivas del Presidente de la República, pío, feliz, magnánimo y pacificador. El arreglo es fantástico, por lo visto. El señor Madero recibió al delegado del gobierno de Oaxaca, con efusión protocolaria, y fijó en él, entre sonrisa y sonrisa, algunos puntos para el arreglo problemático, que habrá de someterse a la ratificación de los poderes de Oaxaca; pero ni esto es una resolución definitiva, ni ha influido por modo eficaz en el restablecimiento del orden, interrumpido desdicha-
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damente. La paz rebelde —que dijo el Ministro de Relaciones, usando una figura literaria de exactitud y gusto dudosos,—continúa en pie, y los alzados se dedican a incendiar propiedades y atacar a las personas, al grito salvador y reglamentario de ¡viva Madero!, en tanto que las fuerzas de la Federación permanecen a la expectativa, aguardando órdenes explícitas que ha de comunicarles la esfinge de granito que rige el Ministerio de Guerra. El vendaval anárquico arrecia sus rigores en aquella importante región, y el telégrafo funciona sin descanso anunciando a los miembros de la colonia oaxaqueña residentes en la capital, nuevos desórdenes, nuevos atropellos, que bastan para justificar la paz que cree haber arreglado el señor Trejo y Lerdo de Tejada, podrá estar en los labios de este caballero y en los pomposos artículos de la prensa ministerial, pero de ningún modo en los campos removidos de Juchitán, ni en los espíritus en rebelión de sus habitantes. El problema político y social que con su lamentable acompañamiento de horrores, está, pues, vivo e insoluto; y como para hacerle un adecuado pendant, antes de que la conflagración de Oaxaca termine, antes de que el país vea la punta al zapatismo de Morelos y de que queden extinguidas las teas que manos reyistas agitan en toda la extensión del territorio, en Sonora se inicia, en forma alarmante, la cuestión yaqui, y los temibles hijos de esa tribu previenen a los agricultores comarcanos que se abstengan de sembrar las tierras porque no les pertenecen y son únicamente de los belicosos indígenas. La conminación, ya de suyo temible, lo es más porque la acción ha acompañado a la palabra y los indios han comenzado a apoderarse de grandes partidas de ganado, sin que las tropas federales destacadas en el rumbo hagan nada, por falta de órdenes de la superioridad; pero lo que mayor peligro acusa en esta actitud amenazante, es que los depredadores no van dispuestos a correr el azar de una ventura, a sabiendas de que tropezarán con enérgicas resistencias de las autoridades supremas, y se llenan la boca afirmando que el señor Madero les cederá todos esos terrenos, para que ellos las cultiven a su sabor. Es aquí en donde asoman las generosas y malhadadas promesas del señor Madero, hechas en el calor de las giras propagandísticas, con el propósito de allegar adeptos a una causa personal, y que, lanzadas a los cuatro vientos de la publicidad, agitaron hasta lo indecible las conciencias crédulas de las masas populares, haciéndoles suponer que una administración pública puede vivir sin impuestos, y que, en consecuencia, las contribuciones son odiosas y nadie debe pagarlas; que las grandes propiedades se han hecho para aplacar el apetito desordenado de tierras y aguas que sufren los pobres; que la Edad de Oro iba a comenzar, y que México entero se convertiría en una sucursal de Jauja, sin jefes políticos, sin gendarmes, sin receptores de Rentas, con sufragio efectivo, con democracia a chorros, con libertades por toneladas, con infinitos bienes e inagotables venturas que a todos nos aplastarían bajo el peso de un inmenso bienestar. ¿Qué otra cosa entendieron los innumerables convencidos por la oratoria del señor Madero, que no es, por cierto, de las más brillantes? Que el Redentor había llegado, que Zaratustra bajaba de la montaña, y que el milagro iba a consumarse. Y detrás de la bandera de felicidad cívica y doméstica, con voto real en los comicios y gallina en el puchero, allá se fueron los miles de miles de partidarios ardorosos, llenos de una fe religiosa inatacable.
La vena analogía contagia New York Herald, que encabeza su breve nota así: “Se duda que el pacto de Madero termine enfrentamientos en estado. A decir de los políticos el arreglo con el Gobernador Juárez podría no ser satisfactorio”. (Por cable mexicano para The Herald). Ciudad de México vía Galveston, Tex. Los expertos en asuntos de gobierno dudan que los arreglos entre el Presidente Madero y el Gobernador Benito Juárez Jr. permitan un acuerdo satisfactorio respecto a los derechos de Oaxaca tras el alzamiento de Juchitán, donde varios centenares de personas perdieron la vida. Se dice que el señor Don Juan Banderas, hasta hace poco gobernador rebelde de Sinaloa, se dirige a la capital para hacer las paces con el gobierno. El señor Don Pueblo [sic] Escandón Jr., hijo de quien fuera Gobernador de Morelos, murió a consecuencia de una herida en una pierna por él mismo provocada al cargar la pistola con la cual disparó y mató al General Manuel Asúnsulo, en el Jockey Club.
Encabezado curioso y emblemático: Portrait of Díaz Gone. Cut from frame in Chapultepec, Occupied by Madero. 275 Hace frío en la ciudad de Oaxaca, donde se celebra el enlace Chapital-Rueda Magro.
2 de diciembre
Paz, concordia y fraternidad son las mejores armas
Juárez Maza, tras nombrar a Constantino Chapital como gobernador interino, emprende su viaje al Istmo. A su vez, Gómez se encuentra en Juchitán para dirigirse a México. ¿Qué espera? Se prepara la correcta recepción del Gobernador; envía y firma todos los documentos remitidos desde el Istmo Miguel de la Llave, en su calidad de Secretario de Gobierno. Los periódicos defienden o critican acremente tanto a Madero como a Juárez Maza. Cándido Aguilar hace declaraciones a la prensa. Interesantes recordatorio sobre la importancia económica de la zona.
En los copiadores del archivo de Juárez Maza, los documentos se interrumpen desde este día hasta el catorce, fecha de su regreso a la capital del Estado. El archivo de José F. Gómez, en cambio, da amplia cuenta de los preparativos para la llegada del Ejecutivo del Estado y su parca comitiva. Enrique León al C. Presidente Municipal de Sn. Jerónimo Ixtepec Hoy salió de Oaxaca con rumbo a este Distrito el Sr. Gobernador. Cuide Ud. de prepararle en ésa alojamiento decoroso y lo demás que corresponda.
275. New York Daily Tribune. Desaparece retrato de Díaz. Sacado del marco, en Chapultepec, sustituido por el de Madero.
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Enrique León al C. Presidente Municipal de Matías Romero El Sr. Gobernador del Estado salió hoy de Oaxaca rumbo a este Distrito y recomiéndole que en su caso se le atienda debidamente y se le hagan los honores que le corresponden.
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M. de la Llave a Enrique León El Ciudadano Gobernador saldrá de ésta, rumbo a ese Distrito, el día de mañana, por lo que debe dictar las medidas pertinentes al caso. Sufragio efectivo. No reelección. 276
También se intentan acciones encaminados a ordenar la administración del Distrito. M. de la Llave a Enrique León En uso de las facultades que la ley le concede, procure designar personas que entren desde luego a desempeñar los cargos de Alcalde a que se refiere en su telegrama de ayer. Y por acuerdo del Ciudadano Gobernador, lo transcribo a usted por vía de confirmación de su contenido. Enrique León pide también el acta de defunción del finado Shepard al Juez del Registro Civil, cuyo nombre nadie logra nunca deletrear coherentemente. 277
Es relevante el aviso de la salida y entrada al estado del Gobernador, puesto que más tarde se alegará que no fungía como tal —y de hecho no gobierna al encontrarse fuera del territorio oaxaqueño. Los telegramas confirman que sólo abandonó el Estado durante algunas horas.
Enrique León al Srio. Gral. de Despacho de Oaxaca Por su telegrama hoy impúseme de que el Lic. Constantino Chapital encargóse Poder Ejecutivo, por el tiempo que permanezca fuera del territorio del Estado el C. Gobernador Constitucional. 278
El Gobernador da cuenta de su itinerario en una carta de dos semanas después a Bolaños: Aunque someramente le dirá a Ud. el derrotero que seguimos: Fui acompañado solamente de mi esposa, el Secretario general del Gobierno, dos empleados de la secretaría y además con mi buena voluntad y llevando conmigo por lema después del cumplimiento estricto de la ley paz concordia y fraternidad que son las mejores armas cuando la conciencia está tranquila y se van a realizar actos de justicia y de humanidad. Hice en mi excursión trece días desde mi salida de la Estación de Oaxaca del Ferrocarril Mexicano del Sur que fue el día 2 a las seis y media de la mañana hasta mi regreso a las siete de la noche del día 14 del actual. Fui en todas partes recibido con todo género de atenciones, creo haber dejado enteramente pacificado el rumbo y vengo satisfecho de la misión que me llevó. Atravesamos los siguientes puntos: Puebla, Apizaco, Córdoba, Sta. Lucrecia. De allí nos embarcamos por el Ferrocarril de Tehuantepec, hasta San Gerónimo, en donde permanecimos tres días visitando entre ese intervalo Juchitán. Después
276. AJFG docs. 78, 91, 113. 277. AJFG docs. 112 y 96. 278. AJFG docs. 94 y acuse de recibo en doc. 81.
salimos para Tehuantepec y Salina Cruz, recorriendo esas poblaciones otros tres días, marchando enseguida a la Estación de “El Hule”. De aquí, por el Papaloapan, a Tuxtepec, retornando después por Orizaba, Esperanza y Tehuacán, a esta Capital en donde, como siempre, me tiene a sus muy estimables órdenes. En nuestro viaje no tuvimos nada que lamentar, muy al contrario, bastante que agradecer, aún en poblaciones pertenecientes a otros estados, como son las de Orizaba y Tehuacán, en donde nos llenaron de atenciones y cariño. 279
Los semanarios y diarios, ante la ausencia de nuevas noticias, resumen o editorializan, se ataca o se justifica. Para El Ahuizote, que comparte el racismo más o menos generalizado hacia los rebeldes, lo ocurrido en Juchitán es, como consigna su encabezado, signo de “La Gran Desgracia. México es una Patria de Dictadores”. Nuestro edificio social, construido a costa de tantos negocios turbios, de tantas humillaciones para el pueblo, de tantos años y años de dictadura, se sigue derrumbando. Después de caer el poder en manos de empresas revolucionarias, sin que una sola migaja hayan aceptado los verdaderos creyentes en la Libertad, nada importa que volvamos a comenzar la misma labor que fue causa y origen de la dictadura. Vamos quedando en peores condiciones que estábamos. Sufríamos cobardemente el régimen porfirista, ilegal y monárquico, porque no creíamos posible otra cosa. Y desgraciadamente no nos equivocábamos. Los hechos desarrollados por el gobierno libertador son los mismos, son peores porque tienen el antecedente de mucha sangre derramada, campos asolados, poblaciones saqueadas y esperanzas y promesas defraudadas. *** Ahora se trata de Oaxaca. Un gobernador apegado a la ley designa para Juchitán una autoridad política. Los juchitecos quieren a Che Gómez. Como no se les atiende se levantan en armas: procedimiento aconsejado en todas partes, incluso en un Colegio para Oficiales del Ejército, por el actual Presidente. Comienzan los saqueos, característica de los caudillos caribes que se han repartido los Estados; los asesinatos, el bandidaje y la rebeldía armada dominan en el Sur de Oaxaca. Pide auxilio a la Federación el Estado, y el Presidente de la República, por la boca DE PLATA del poliministro Calero, da la consigna a la dócil Cámara de Diputados. No se auxiliará a Oaxaca. Entretanto, bajo las hordas, siguen muriendo gentes, arruinándose comercios y sembrados y reproduciéndose las escenas de canibalismo peculiares a los secuaces de los redentores Zapata y Banderas y otros beneméritos. Con uno solo de los asesinatos cometidos en Juchitán, con una sola de las iniquidades desarrolladas en Morelos, con uno solo de esos crímenes libertadores cometidos en la Avenida San Francisco, caería, derrumbado por la vergüenza de acusaciones internacionales ya que la vergüenza nacional ha desaparecido, el gobierno apostólico que nos ha quitado paz, prosperidad y garantías sin darnos nada de lo que ha prometido, ni sufragio efectivo ni lo otro. Porque el problema de Oaxaca es trilateral. Hay los intereses juchitecos que representan el caso común entre tribus salvajes de un sacerdote, de un mago, que
279. ABJM 5-71 al 73v, fragmento de carta a Benjamín Bolaños del 15 de diciembre de 1911.
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fascina a los rudimentarios seres que lo rodean, creyendo éstos en él como en Dios y no admitiendo que nadie más los gobierne o administre. Hay los intereses legales de un gobierno que tiene derecho a poner las autoridades políticas que mejor le convengan y que no tiene la debilidad de ceder ante los intereses ni de Che Gómez ni del Presidente de la República. Hay, finalmente, los intereses creados por la empresa revolucionaria, a la que no alcanzan los empleos y las nóminas para repartirlos entre sus secuaces verdaderos y falsos y los parientes de sus secuaces. El Gobierno pone como primera condición para reprimir la rebeldía juchiteca, que se nombre a Cándido Aguilar, el héroe de los desmanes de Jalapa, autoridad política de Juchitán. El Estado en masa protesta contra esta imposición descarada, y la consigna, transmitida en palabras de plata al Congreso de la Unión, evita que se socorra a las víctimas de estos triples intereses. *** “Mientras no corra la sangre”, ha dicho el Amo de México, mientras no corra la sangre no hay por qué intervenir en Juchitán. Vendrá José Gómez a México y se le harán proposiciones para que vaya Cándido Aguilar a sustituirlo. Y toda la región ístmica es robada, los atropellos cambian de lugar, los asesinatos y lo saqueos juegan al pan y queso en los Estados Mexicanos. “¿Donde venden pan y queso?” — En casa de mi tío Tieso. Y se incendia y se roba y se mata en Morelos. “¿Donde venden pan y vino?” —En casa de mi tío Tino. Y se mata y se roba y se incendia en Juchitán. Y a esto le llaman el triunfo de la Libertad y de la Ley. ¡Viva Madero! Es perentorio. Y nosotros no podemos pasar en silencio lo que hay que gritar, porque es nuestro deber y es que la Nación agoniza; que el crédito sufre, que el comercio está muerto o poco menos. La miseria extiende sus alas sobre esta infeliz tierra que ha tenido la desgracia de ser la Patria de Porfirio Díaz el Dictador, el Acaparador de la Riqueza Nacional y ser también la Patria de Francisco I. Madero, destructor formidable que está acabando con las fuerzas vivas nacionales.
En su sección Revista de los Estados, El Ahuizote mismo añade el siguiente editorial sobre el pasado conflicto entre las Cámaras. La nota del día es el gesto que ha tenido Don Benito ante el papel desairado que el Gobierno Federal le ha hecho pasar en la rebelión de los juchitecos. Tanto él como Madero han revelado su idiosincrasia e inutilidad como hombres de gobierno, pues si es cierto que la Federación, por la importancia y trascendencia del asunto, debía tomar parte en el remedio de estos trastornos, también es cierto que la bofetada al gobierno de Oaxaca ha sido tremebunda, capaz de despertar a un muerto. De sus pistolas mandó Madero enviados de paz “maderistas” y sin importarle un bledo el Gobierno local, y como si estuviera en territorio propio (en la hacienda de Parras), ha hecho, deshecho y vuelto a hacer. Jamás se ve le había visto semejante falta de tino y tan poco cuidado para hacer una mediana caravana y correrle el desaire a la soberanía de un Estado. Esto acusa el miedo cerval a Juchitán, el desprecio para D. Benito y la saña para los oaxaqueños. El asunto esta revistiendo un carácter gravísimo, e indudablemente que si el Gobierno local toma una actitud digna para salvaguardar el derecho del Estado, todos los oaxaqueños, sin distinción de partidos o banderías, se unirán con D. Benito. ¿Será capaz D. Benito de enfrentarse, caso dado, al Gobierno General? Ni Madero quiere a los oaxaqueños ni los oaxaqueños quieren a Madero. Aquí no se cree en “apóstoles”
semejantes. Las intenciones del “leader” las entienden desde que vino a tirarse una plancha a Oaxaca y le volvieron la espalda. Los paisanos son muy sagaces en política y las cogen al vuelo; y en este caso concreto, si bien es cierto que el Gobierno local fue torpe en no impedir la rebelión de Che Gómez (por sobra de prudencia o falta de energía) también es cierto que no se debe tratar a un Estado como un pingajo cualquiera, y que si el Gobierno Federal nombra Jefes Políticos, da dinero, hace tratados, etc., sin anuencia, falsa o cierta, del Gobierno local, la soberanía sale sobrando. ¡Éstas son las libertades del nuevo régimen! ¡Éste es el gobierno democrático del novísimo caudillo! “¡Risum teneatis!” Oaxaca tiene que ver como una humillación que Generales (?) como Gavira se metan en asuntos locales; que Cándido Aguilar pisotee la dignidad de un Estado glorioso en todas épocas, haciendo tratado por cuenta ajena como si no hubiera autoridades propias; y el Gobierno Federal debe andarse con mucho tiento y no despertar una susceptibilidad justa (y hasta aquí acallada en bien de la Patria) pero susceptibilidad que al estallar pondrá en grave conflicto la paz general del país, pues el Estado está ya repleto de imposiciones y ultrajes a él y a sus hombres, y Oaxaca es un Estado que sabe reasumir su soberanía, cambiar a todos sus ciudadanos pacíficos en soldados, y hacer cosas sonadas. Cuidado… porque la Historia se repite mucho, hay atavismos que prenden en la sangre, y ningún oaxaqueño ha conocido el miedo. Cuidado…
El Diario entrevista a Aguilar, cuyo juicio inicial sirve como encabezado de la su nota: “Benito Juárez Maza hace política a la antigua. La camarilla de que se ha rodeado lo está conduciendo por senderos equivocados”. El revolucionario Cándido Aguilar, que fue nombrado expresamente delegado de paz en el conflicto oaxaqueño, regresó anteayer de Juchitán, dando cuenta inmediatamente al señor Presidente del resultado de sus gestiones. Tuvimos oportunidad anoche de conversar breves momentos con el señor Aguilar, quien, en síntesis, nos dijo que Lic. Benito Juárez Maza obraba en el conflicto surgido entre aquel Gobierno y el Federal, de acuerdo con una camarilla de políticos del antiguo régimen. Esta camarilla, cuando el señor Madero indicó la conveniencia de que fuera nombrado Aguilar Jefe Político de Juchitán, opuso gran número de obstáculos para que tal nombramiento se llevara a cabo, pretextando que si ello se hacía, la soberanía del Estado sería lastimada. El señor Cándido Aguilar nos manifestó que las condiciones de rendición que pone “Che” Gómez pueden resumirse en que el actual Jefe Político, León, sea retirado y que se nombre en su lugar a una persona neutral que convoque a un plebiscito, procediéndose en seguida a la elección del mismo funcionario. “El pueblo y los rebeldes en general aceptaron mi nombramiento; pero el grupo a que me referí antes, hizo que el Gobernador Juárez Maza haya interpretado la indicación del señor Presidente como una imposición, cosa que no podía ser más errónea.” El País, retoma un tema crucial para nuestros vecinos del norte —63 millones de dólares no son para menos— y reproduce sin indicar su fuente la nota de un periódico estadounidense: Washington, Diciembre 1º.— La nota oficial rendida por los cónsules del departamento de Comercio, indican un aumento grandísimo en el tráfico del ferrocarril
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de Tehuantepec, que ha crecido en esta proporción: durante el primer año de su inauguración el tráfico tuvo un producto bruto de once millones de dólares. En este año, el mismo tráfico ha pasado ya de sesenta y tres millones de dólares. Este aumento, en comparación con el del ferrocarril de Panamá, ha sido mucho más rápido, pues en este año las tres cuartas partes del tráfico total a través del istmo, se han hecho por el ferrocarril de Tehuantepec. La prensa, especialmente la financiera, consideran estas cifras bastante significativas.
Zea, desde Salina Cruz, anuncia en El Imparcial una nota que será repetida por los diarios oaxaqueños al día siguiente. El Lic. Gómez trata de internarse en Territorio Guatemalteco Se rumora insistentemente en esta ciudad que el Lic. José F. Gómez, jefe de la sublevación juchiteca, temeroso del castigo que le sobrevenga por los últimos sucesos, no irá a la capital de la República, como se ha dicho, sino procurará internarse en territorio de Guatemala. Esto se juzga imposible, por la estrecha vigilancia que se ejerce en la frontera contra todos los emigrantes. El lunes es esperado en San Jerónimo el Gobernador, señor Juárez Maza. Ya se hacen allí preparativos para recibirlo. Se cree que su viaje será trascendental, dadas las actuales circunstancias. La columna del General Valdés regresa hoy de Unión Hidalgo a Juchitán, donde seguirá de guarnición.
El corresponsal de Oaxaca añade en El Imparcial noticias parlamentarias fechadas en días anteriores —y al parecer tiene acceso a los mismos archivos que nosotros. Como ha cesado la licencia que se concedió al Lic. José F. Gómez, Diputado al Congreso local, este alto cuerpo lo ha llamado urgentemente y quedará desaforado. Se espera únicamente tal cosa para dictar orden de aprehensión contra el jefe de los rebeldes juchitecos. Como se sabe, su suplente es el señor Mario Palacios, que es su entenado. La Cámara de Diputados acordó hoy elevar un voto de simpatía al Diputado señor Morales por la actitud que asumió ante el Congreso de la Unión, defendiendo la soberanía del Estado. […] El Congreso local acordó que se imprima el expediente relativo al conflicto con el Ejecutivo Federal, disponiendo que los ejemplares se repartan profusamente aquí y en toda la República. […] El Congreso del Estado se reunió hoy en sesión extraordinaria, con el objeto de designar a la persona que debe sustituir al Gobernador en su viaje a Juchitán. El señor Juárez sale mañana, como ya informé. Después de una acalorada discusión, que duró largo tiempo, se resolvió que no debía nombrarse sustituto, por mayoría de votos, contra el Diputado señor Gil, quien sostuvo lo contrario. El principal fundamento de dicho Diputado fue el de la inconveniencia de dejar sin Gobernador al Estado, aunque sea por unas cuantas horas de travesía fuera del mismo. Las personas propuestas en ternas para quedar al frente del Ejecutivo fueron el Jefe Político de aquí y los Magistrados, señores Calderón e Iturribarría.
El País, sin desaprovechar la ocasión de atacar a su colega desde Tehuantepec, también extraña de la presencia de Gómez: No parece [sic] el licenciado J. Gómez. Hay intranquilidad en la comarca Se rumora que acá fue aprehendido el segundo de Che Gómez, procedente de Rincón Antonio. El célebre Che Gómez, a quien “El Demócrata” anunciaba ya cambiándose saludos con el presidente Madero, ha desaparecido de las goteras de Juchitán. El leader de la revolución juchiteca se ha convertido ya en un hombre misterioso; tan pronto se interna en lo más intrincado del bosque, esperando el momento oportuno para asaltar la plaza de Juchitán, como tan pronto sale huyendo de un próximo combate. Verdaderamente son milagros democráticos. Hay rumores alarmantísimos por varias estaciones del Ferrocarril N. de Tehuantepec, por donde he viajado, y en todas ellas se siente una intranquilidad notable, pues se teme que de un momento a otro sean destruidos varios puentes de ferrocarril del istmo, que en verdad, sería de lamentar. Este atentado ya había fracasado con la captura de Guadalupe Ochoa, compañero de Che Gómez.
En Tehuantepec, el mismo corresponsal anuncia brotes de bárbara violencia. En la madrugada de ayer apareció cerca de una huerta del barrio de San Gerónimo el cadáver del hijo del que ahora es sepulturero del Panteón del Refugio; el salvajismo de aquel que lo mató se manifiesta en dicho cadáver. Después de haber sido golpeado y despedazada la ropa que lo cubría, le arrojaron muchas piedras que hicieron blanco en el cuerpo del difunto y por último, dos enormes piedras, con un peso de cinco arrobas y con toda la fuerza del asesino, se las dejó caer en el cráneo de la víctima, la mayor de estas piedras quedó incrustada en el mismo, desfigurando el rostro por completo. Las mismas piedras, testigos mudos del horrendo crimen, fueron conducidas al palacio Municipal, y allí está a la vista del público, todavía tintas de sangre del extinto. Hasta hoy no se ha podido averiguar quién sea el culpable, pero se cree que tal vez sea un antiguo enemigo suyo, el que también está herido, pero no ha confesado su delito. Ambos son del barrio de Guichiver [sic]. Con motivo de esto, varios vecinos del pueblo, los descontentos y los del “Club 25 de Mayo”, se indignaron de tal manera, que se propaló la noticia de que en la misma noche, se levantarían en armas, por estar, según ellos, justamente disgustados por la barbarie del crimen.
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Falta de timbres
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Che Gómez envía un telegrama a la Cámara de Diputados, alarmado por las acusaciones en su contra. No se lee su mensaje por falta de timbres. Se anuncian la captura de Mario Palacios, Fermín Martínez y de hasta ochenta bandidos más. Según testimonios judiciales y noticias posteriores, Palacios es arrestado realmente al día siguiente, en San Jerónimo: ¿por qué esta diferencia de dos días? Mujeres oaxaqueñas retan indignadas a Figueroa. Se anuncia que quedó Chapital como Gobernador interino. Trenes detenidos en varios puntos entre Juchitán y Rincón Antonio. Sepelio de Argüelles en San Cristóbal de las Casas. Calurosa recepción a Juárez Maza a su paso hacia el Istmo.
El País publica el telegrama de Che Gómez a la Cámara de Diputados; alegando la arbitrariedad y falsedad de los enviados por Juárez —no fue leído por sus destinatarios. “Juchitán, 1º de Diciembre de 1911. —Señor Presidente de la Cámara de Diputados.— Por la oportuna intervención del señor Presidente de la República, el conflicto armado de este Distrito, causado exclusivamente por mi oposición al jefe político, ha evitado efusión de sangre y confiamos que la respetable resolución de la Cámara negando el auxilio pedido por el gobierno de Oajaca hará un hecho la paz, que no debe interrumpirse por mensaje del llamado Ayuntamiento de Juchitán. ¿Cómo debe creerse seria la información de aquel Ayuntamiento, creado por el actual jefe político, señor León, cuando es público y notorio, que todo el pueblo juchiteco sostiene su soberanía y su derecho a tener las autoridades que convienen a sus intereses? Acusado, tengo derecho ser oído, por tanto ruego a la representación nacional no deje sorprenderse por falsos informes, de cuyo medio se valen los enemigos pueblo juchiteco. Si ya viene en son de paz el señor gobernador Juárez no debe festinarse otra resolución. Si el señor Juárez, como lo creo justo nos dará la razón; la verdad debe imponerse. Debe desecharse todo movimiento de falso patriotismo a los que desde lejos tiran la piedra. Pido excusas y protesto contra actos que no estén apoyados por hechos indubitables.— Respetuosamente.— José F. Gómez”. No fue tomado en consideración el anterior telegrama, por venir sin timbres.
Siguen los preparativos para la recepción de Juárez Maza y ocho acompañantes. El Coronel Ballesteros y el presidente municipal se ocupan, por instrucciones de León, vía Díaz Quintas, de preparar las habitaciones en el Palacio Municipal de San Jerónimo. León advierte a Zárate que debe esperarlo y acompañarlo a su alojamiento el Cuerpo Municipal. Uno de estos telegramas es del telégrafo del Ferrocarril Panamericano, que muestra una vía distinta a la usual —Telégrafos Nacionales. 280
280. AJFG docs. 83, 82, 84, 85 y 86.
Los viajeros sólo mandan un telegrama cifrado, en la noche, preocupados de que en la recepción prevista no los esperen solamente sus adeptos; el documento no pasa ese mismo día y, al siguiente, León responde que los aludidos personajes abandonaron de la Cabecera hace varios días. 281 Heliodoro Díaz Quintas a Enrique León, desde Santa Lucrecia vía San Gerónimo, 3 de diciembre de 1911 Infórmeme a San Gerónimo si están en Juchitán Gavira y Aguilar y caso encontrarse haga porque salgan inmediatamente y que por ningún motivo permanezcan ahí.
El País reseña el viaje de Juárez, “a donde marcha con objeto de solucionar el conflicto personalmente, designando un jefe político que llene las aspiraciones de los habitantes del distrito”. En misión de paz salieron de ésta el C. gobernador, don Benito Juárez Maza, el secretario general de gobierno, licenciado Heliodoro Díaz Quintas; el magistrado don Miguel F. Martínez y Manuel Olivera, presidente de la primera sala del tribunal superior. Fue designado gobernador interino del Estado el C. licenciado Constantino Chapital, que hoy al medio día prestó la protesta de ley: “Designado por la Legislatura del Estado para sustituir al gobernador constitucional, C. Benito Juárez, por el tiempo que permanezca fuera del territorio del Estado, hoy me he encargado Poder Ejecutivo, previa protesta de ley. Constantino Chapital.” Juárez comunica al ministro de Gobernación que ha traspasado la frontera del Estado y los periódicos lo publican. La medida resulta crucial para deslindarse de toda acción ocurrida antes de su reingreso al Estado, por ferrocarril; se verá después que no son claras las funciones del Gobernador Interino mientras Juárez está alejado de la capital del Estado. San Antonio, Diciembre 2 de 1911.— Sr. ministro de Gobernación.— Méjico, D. F.— Me honro en comunicar, este momento, 1 p. m., traspaso la frontera territorio Estado, con motivo mi viaje a Juchitán. Atentamente. Benito Juárez. 282 El Diario, desde Oaxaca, reseña el viaje y aclara la calidad de los ocho acompañantes: su Secretario, un Magistrado y su Secretario, cuatro empleados y dos mozos. No figura nunca en las listas su señora esposa. Se anuncia parte del itinerario: llegará a medio día a Tierra Blanca y el lunes temprano estará en Juchitán. “La onda fría disminuye y esta capital se encuentra tranquila”.
Desde San Jerónimo, Zea reporta para El Imparcial: Algunos pasajeros del Ferrocarril Panamericano me han informado que todos los trenes son definitivamente detenidos a la mitad del camino de Juchitán y Unión Hidalgo, por una partida de rebeldes que encabeza Mario Palacios, hijo adoptivo del Lic. Gómez. El objeto de esta detención es para recoger los periódicos que vea en el convoy.
281. AJFG docs. 87 y 88. Telegrama cifrado y transcripción. 282. En telegramas enviados a León, recibidos al día siguiente, se informa también que el Gobernador sale y entra al territorio oaxaqueño.
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[Al] iniciarse la insurrección de Juchitán, Manuel Algarín, de Zanacatepec [sic. Zanatepec], envió a disposición del Lic. Gómez 35 hombres armados, que, en vista de los últimos acontecimientos, regresaron, informando a los de su pueblo que habían triunfado. Con este motivo, se entregaron a un orgía fenomenal, que obligó a los pacíficos vecinos de allí a abandonar el lugar, mientras pasaba el efecto del alcohol. Próximamente saldrán fuerzas federales a excursionar por aquel rumbo. Parece que los indígenas creen que ha triunfado el Lic. Gómez, a quien vitorean como presidente de la República. Las autoridades de Tehuantepec aprehendieron a varios individuos, a quienes se señala como instigadores de un movimiento que pretenden iniciar en favor del ex-jefe Político Ibáñez [sic. Santibáñez], preso actualmente, y cuya libertad pretenden sus partidarios a toda costa. Para evitar que los rebeldes sigan deteniendo los trenes, el Cuartel General ordenó que se hiciera un servicio de escoltas. Un grupo de vecinos de Unión Hidalgo se dirigió al General Telésforo Merodio, manifestándole que si es verdad que hubo algunos engañados que se levantaron en armas, la mayoría de ellos son amigos del Gobierno y están dispuestos a sostener el orden. Piden que se envíe allí un destacamento federal, que encontrará toda clase de facilidades. Aseguran que casi todos los que se habían levantado han vuelto a sus hogares y están dispuestos a someterse y a hacer cargos al Lic. Gómez, de que los llevó a una lucha insensata. El General Merodio ofreció estudiar el punto para resolverlo. […] El General de la Zona recibió un anónimo de Tapachula, en el que se denuncia que en San Benito se pretende desembarcar un gran cargamento de armas. Se agrega que los celadores de la Aduana de allí están ya sobre la pista. En el mismo anónimo se asegura que en Chiapas hay muchos reyistas, que están dispuestos a levantarse en armas. El General Merodio no da importancia al aviso, pero sin embargo, se han tomado medidas para prevenir desórdenes y averiguar lo que haya de cierto en el asunto del cargamento de armas.
El detalle de los periódicos recogidos por Palacios, así como la noticia de su aprehensión resultan, retrospectivamente, sospechosos. El Acta de Averiguación que se forma tras la detención del Diputado suplente toma como evidencia en su contra un ejemplar de El Demócrata. Sin embargo, Palacios no fue arrestado el día anterior, como lo anuncian varios diarios, sino al día siguiente, según testimonios de sus familiares, de testigos, del Acta misma sin que nadie mencione —ni siquiera él mismo— haber sido aprehendido y liberado con anterioridad: hay dos días de diferencia. Se cita incluso un telegrama donde se anuncia el hecho. Ayer se recibió en la Secretaría de Gobernación el siguiente mensaje: Sr. Ministro de Gobernación.— Méjico, D. F.— Hónrome en participar a usted que en estos momentos fueron aprehendidos por las fuerzas de mi mando, los cabecillas gomistas Mario Palacios y Fermín Martínez. El general, Gabriel Hernández. (El País) Cabecillas chegomistas aprehendidos En Juchitán fueron aprehendidos los cabecillas “chegomistas” Mario Palacios y Fermín Martínez. La fuerza que logró su captura es la que se halla bajo las órdenes del General maderista Gabriel Hernández.
Éste ha dado cuenta de la aprehensión a la Secretaría de Gobernación, en cuya oficina se recibió el mensaje el día de ayer. (El Diario)
El País en nota separada del informa viaje de Juárez desde Tehuantepec y sobre otras problemas en ese Distrito. 80 bandidos capturados en el Istmo. Ayer por la tarde llegaron a esta ciudad ochenta prisioneros custodiados por los vecinos de Santa María Guenagoti [sic. Guienagati] y del pueblo de Santiago Guevea, más quince rurales de la federación. Todos vinieron bien amarrados y les fueron quitados ochenta rifles Winchester y un bulto conteniendo parque en gran cantidad. Esta gente era una gavilla de lo más peligrosa, que día a día aumentaba en número. Se ignora quién haya comenzado a formar esta gavilla, pero es creencia general que haya sido por algunas personajes interesadas en la política. Los malhechores de referencia se ocupaban ya en recorrer muchos pueblos de este Distrito. También existe la versión de que el que capitaneaba a estos hombres llevó su contingente a Che Gómez, como de cien hombres, precisamente la antevíspera de que se verificara el primer combate en Juchitán. La gente de Che Gómez no se separa de las orillas de la estación de Juchitán. Se encuentran emboscados vigilando los movimientos de la tropa y el entrar y salir de las pocas familias pacíficas que han llegado allí. […] A una respetable persona de esta ciudad le llegó una esquela anunciándole los funerales que debieron haber tenido lugar en San Cristóbal de las Casas, en memoria del infortunado doctor Leonides Argüello […].
El Imparcial encabeza su nota del día —donde se incluye toda la demás información aquí reseñada— resaltando “la profunda indignación que causa Figueroa entre los oaxaqueños”, así como la patriótica respuesta ante la afrenta. Las mujeres oaxaqueñas están dispuestas a enlistarse y hacerlo retroceder con sus uñas; envían este telegrama a Figueroa: De Oaxaca a Cuernavaca, el 30 de Noviembre de 1911.—Señor General don Ambrosio Figueroa, Gobernador Impuesto al Estado de Morelos.—Muy señor nuestro.— Por Prensa nos informamos desea usted venir someter nuestra heroica Oaxaca; caso romperse hostilidades esperamos haga posible cumplir deseo; protestámosle, hermanos y esposos no ocuparánse del “vencedor de Zapata.” Creémonos suficientes defender de su heroísmo nuestro amado terruño. La misma Prensa informarálo ardiente deseo nuestro. Hasta la vista, señor General. Margarita Vázquez, Adela Martínez, Joaquina Ramírez, María e Imelda Sánchez, Concepción Martínez, Dolores Angulo, Mauricia Bolaños, Francisca Ramírez, Albina Bolaños, Dolores Vázquez, María J. Sánchez, Olivia Sánchez, María Encarnación Martínez, Carlota Ramírez, María Angulo, Luz Martínez, Hipólita Aguilar, Juana Carmona, Carmen Angulo, Guadalupe Segura, Emilia Vázquez, Felícitas Rodríguez, Felipa Amaya, Ventura Reyes, Soledad Vázquez, Herlinda Sigüenza, Pánfila Amaya, Tomasa López, Luz Ramírez, Julia y Antonia Sigüenza, Tiburcia Ramírez, Ildefonsa Ojeda, Andrea Osorio, María Vázquez, Francisca López, Feliciana Ojeda, Tomasa Cruz, Clara López, Trinidad García, Manuela H. García, Juana López, Trinidad de los Santos, Ramona y María Reyes, María Cruz, Apolonia Jiménez, Casilda Calderón, Juana Jiménez, Isabel y Juana Calderón, Rosa García y cuarenta y siete firmas más.
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El “Círculo Católico Obrero” se presentó anoche en el Palacio de Gobierno, para ofrecer su adhesión al señor Juárez. Tomó la palabra el señor Lic. don Francisco Parada. Noticias nacionales: tres ministros explican el fusilamiento de reyistas: el de Gobernación, el de Justicia y el de Guerra. Rebelión en Yucatán. Motín en la cárcel; reclaman que Madero prometió rebajar a la mitad sus penas. 356
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La Causa de Oaxaca
Aunque este documento, impreso más tarde por el gobierno de Juárez Maza, es dos días días posterior a esta fecha. Insertamos aquí producto de la sesuda reflexión e investigación de Bolaños Cacho porque la presentará ante la Cámara de Senadores, sin considerar ni la aprehensión ni la muerte de Che Gómez, ocurrida el mismo día que calza el documento. 283 Es necesario traer a la publicidad hechos y conjeturas que contribuyen a presentar de modo más completo, la fisionomía jurídica y moral de este asunto. Advierto, previamente, que esta narración es el resultado de mis investigaciones personales y que las apreciaciones relativas que yo hago son exclusivamente mías y de mi personal responsabilidad. Cuando el Gral. don Porfirio Díaz puso en manos de la revolución de Chihuahua el Gobierno y el país entero, para evitar, según dijo, mayor derramamiento de sangre y conflictos internacional a su patria, sobrevino la salida y la renuncia del Gobernador constitucional del Estado de Oaxaca y surgió en dicho Estado la cuestión electoral para substituir constitucionalmente al Gobernador cesante. La mayoría del pueblo elector se pronunció marcadamente a favor del Sr. Don Benito Juárez y éste resultó electo en su oportunidad. Cierta o falsa, se propaló entonces la versión de que para su triunfo había contado el Sr. Juárez con el apoyo del leader de la revolución, aunque la verdad es que no necesitaba el mismo Sr. Juárez de esta ayuda para ascender a la Primera Magistratura de su Estado. Pues bien: por la presentación [sic] efectiva de esa ayuda, o por el rumor inexacto de haberse prestado, y por la participación que el Sr. Juarez tuvo con anterioridad en los trabajos del Club Democrático, en donde estrechó sus relaciones personales con el Sr. Don Francisco I. Madero, este señor llegó a suponer, acaso, que don Benito Juárez aceptaría tal vez ser el nuevo Pretor de provincia, sometido a la férula del César, y quiso cobrar aquellos servicios electorales, que yo reputo imaginarios, o intentó sorprender la buena fe y la amistad del Sr. Juárez, al exigirle algo que el decoro personal y el del Estado no permitían al hijo del Benemérito tolerar. Sólo así puede explicarse el procedimiento puesto en práctica por el Sr. Madero, de
283. Miguel Bolaños Cacho: “La Causa de Oaxaca”.
prescindir de la concurrencia del Sr. Juárez, como Gobernador de Oaxaca, para hacer y deshacer en el levantamiento de algún grupo, más o menos numeroso, de rebeldes encabezados por el Lic. José Gómez en Juchitán. El Presidente hizo y deshizo teóricamente lo que creyó mejor; entró en tratados directos con el jefe de la rebelión pactando condiciones contrarias a las leyes constitucionales de aquel Estado, y aún se dice que ofreció indeminzaciones del peculio del mismo Estado, yendo hasta la osadía de querer imponer a un Jefe Político de propio motivo. El Sr. Juárez, entonces, por impulso propio de delicadeza y de apego a la ley, y poniéndose a la altura única que le habría permitido el pueblo oaxaqueño, salió serenamente en defensa de la soberanía del Estado, soberanía que, en cambio del apoyo material para sofocar el levantamiento, en cambio del cumplimiento de un deber, parecía exigirle el Ejecutivo Federal. La Nación conoce los acontecimientos posteriores, a los cuales nos referiremos después. Antes, hay que exhibir al Jefe rebelde Gómez y explicar los hechos mismos de la rebelión de Juchitán. La prensa ha informado, con verdad, que el Sr. Gómez ha sido reputado como un hombre inquieto y nocivo en su tierra y ha dicho, también con verdad, que el ex–Presidente, Sr. Gral. Díaz, profundo conocedor de los hombres (menos de Limantour), siempre mantuvo alejado de Juchitán a Gómez, en la forma en que aquel gobernante sabía desenvolver sus programas, sin lastimar susceptibilidades ni provocar fricciones personales. Así mantuvo empleado satisfactoriamente a Gómez, ahora en Chihuahua, después en Tlaxcala, en seguida en Acapulco, más allá en cualquier otra parte, al grado que cuando Gómez, por cualquier emergencia, se encontraba cesante, no tenía más que transladarse a Juchitán para que sin demora el Presidente Díaz lo llamara y amistosamente lo empleara. Pero el peligro de Gómez no consistía, ni consiste en su popularidad, ni en que sea amado ni estimado por el Distrito de referencia, sino en que, por sagacidad natural de su carácter, y por el conocimiento profundo que ha tenido y tiene de las costumbres, pasiones, rencillas y móviles de los habitantes de aquella región, siempre ha estado en aptitud de mover fácilmente con esos resortes a un grupo contra el otro, con diversas miras. Conocida la fisionomía moral de este señor, debo consignar los dos rumores (y conste que no son hechos comprobados, aunque sí alcanzan el grado de verosímiles o probables), los dos rumores, decía, que han corrido, como ciertos ambos, respecto a las causa de su actitud rebelde de agitador. La primera versión, admitida por un buen número de personas, es la de que, ligado Gómez con vínculos y compromisos con el ex–ministro de Gobernación, Lic. Don Emilio Vázquez Gómez, ha obrado en acuerdo con éste y por éste fue ayudado, con armas y dinero efectivo, para procurar un movimiento violento contra el orden general y contra el actual Presidente de la nación. Para corroborar esta versión, exite una prueba o presunción material; del campo de la lucha y del Distrito de Juchitán fueron recogidas varias proclamas y cartas en que, reconociéndose la legitimidad del Gobierno local del Sr. Juárez, se desconoce el gobierno del Sr. Madero y la elección, que estiman fraudulenta, del Sr. Pino Suárez, como Vicepresidente. La segunda versión, que también cuenta con la opinión de gente seria y que conoce los sucesos, consiste en atribuir al Lic. Gómez un desfalco de cinco mil pesos, más o menos, en los fondos de la Jefatura Política que desempeñaba cuando fue nombrado sucesor; y se robustece esta especie, tanto como la anterior, con el hecho de haber sido quemados, desde los primeros momentos de la lucha, los papeles relativos a las
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cuentas de esa Jefatura, así como con el razonamiento de que Gómez no podía tener motivos para oponerse al nombramiento de Don Enrique León, que es un empleado civil correcto, honrado e incapaz de cometer tropelías ni de causar daño a nadie. Si Gómez no hubiera estado ligado con el Sr. Vázquez Gómez, o si no fuera cierto lo del desfalco, no habría en realidad manera alguna racional de explicarse ese levantamiento, porque ya he dicho que Don Enrique León no sólo no habría causado mal alguno al Distrito, sino que tampoco hubiera molestado en nada al Sr. Gómez. Es necesario tener en cuenta estos antecedentes y estas explicaciones, porque es muy posible que el Ejecutivo Federal, mejor dicho el Sr. Madero, haya tenido conocimiento de que realmente se trataba de una sublevación contra su gobierno, con apoyo del Sr. Vázquez Gómez, y esto le haya movido a asegurarse rápida y directamente el mando y la vigilancia de aquella región; posibilidad que no es absurda y empeño que no sería censurable, ni lo habría sido, si en buena inteligencia con el Gobernador de Oaxaca y con la debida discreción y franqueza, el Sr. Madero pone el asunto en su verdadero lugar y obtiene, como habría obtenido, el concurso legal y efectivo del Sr. Juárez, en forma tal que, sin menoscabo del decoro del Sr. Gobernador Juárez y sin agravio del Estado, la sofocación del levantamiento (general o local) se hubiese hecho de común acuerdo. Respecto al movimiento en sí mismo, hay que establecer que se le ha querido dar tamaños inconmensurables, como si todo el Distrito de Juchitán estuviese erguido en armas contra las autoridades, lo cual es falso; pues si bien ese movimiento ha sido y es de gravedad notoria, por muchos conceptos, no tiene las proporciones materiales que se le han atribuido, aunque sí amerita, con la legitimidad de Oaxaca, la protección que no ha debido rehusar el Gobierno Federal sin cometer una flagrante violación del artículo 116 de la Constitución y sin provocar, como ha provocado, la recta actitud de la Cámara de Diputados y probablemente la de Senadores, si las obstrucciones en ésta, de parte de su flamante Presidente, Sr. Pino Suárez, no operan otro resultado. […] Antes de poner punto final a estos apuntamientos, me permito, como ciudadano, acogerme a la justificación personal de cada uno de los señores Senadores que van a dar, tal vez hoy mismo, su respetable resolución a este importantísimo asunto que, como he dicho en otra parte de este mismo estudio, no sólo es de interés local, sino nacional. Es el momento de invocar las conocidas frases “Ahora o nunca” porque si las Cámaras de la Unión, por escrúpulos o contemplaciones, que no debemos temer los que confiamos en la honorabilidad de sus respetables miembros, abandonaran a merced del Ejecutivo la discrecional facultad de dar o no dar, según su criterio, no siempre desapasionado, aquella protección, los Estados quedarían de tal modo supeditados al Presidente de la República, que casi, casi serían verdaderas provincias donde harían falta, más que el Poder público organizado constitucionalmente, Pretores del César para gobernar sin freno y sin ley. No hay que olvidar que la Constitución prohibe a los Estados mantener un ejército permanente, prohibición que sólo es racionalmente explicable con la consideración de que para ampararlos y protegerlos está el ejército permanente de la Federación; y no cabe medio: ó la Federación protege con sus fuerzas a los Estados para mantener el orden y el gobierno que deben tener en armonía con el Pacto Fundamental de la República, o los Estados se verán en la necesidad de organizar sus cuerpos armados permanentes que, en caso dificultades con la Federación, no serían por ésta factores de tranquilidad ni de obediencia.
Con la ruda franqueza que debe usarse en los casos graves en que se defienden derechos sagrados, yo me permito estimular la atención concienzuda de los señores Senadores para que palpen que no es precisamente la obscuridad de los textos legales ni la complexidad peculiar del problema, lo que ha levantado la ola inmensa de excitación provocada por este asunto. Es la conducta del Ejecutivo Federal, es la actitud y los procedimientos del actual Presidente de la República, la causa única de este desbordamiento saludable de sentimientos y pasiones; y digo saludable, porque solamente en presencia de un pueblo amante de sus derechos y de sus libertades puede detenerse la mano de los déspotas. El actual Presidente de la República y su prolongación personal, en forma de Presidente del Senado, no están de acuerdo en que se cumpla en Oaxaca la Constutición del país. Por eso se ha hecho álgido el problema. Por eso he tenido el altísimo honor de ser arrojado de la Cámara en vísperas de la discusión, porque cuando no hay fe en la propia justicia, cuando la conciencia individual no está limpia de toda sospecha como la mujer de César, entonces se teme, no tan sólo a la obra natural e irresistible del derecho, sino que los granos de arena parecen montañas, y los oradores, insignificantes como yo, se antojan monstruos vengadores armados por apocalípticas centellas. Señores senadores: El actual Presidente de la República ha ordenado al Jefe de las fuerzas federales de Juchitán que de salvoconducto y proteja la salida de la persona que ha encabezado la sublevación en el mismo Distrito. Este acto de notoria invasión a la Soberanía de Oaxaca por parte del Ejecutivo, en los momentos en que debiera estar dando ya la protección constitucional para restablecer el orden y para someter a los tribunales a los culpables, da la medida de la situación. Vosotros sabreis si fomentais esos ataques, o si, como es de esperarse, consagrais con vuestro voto la supremacía efectiva de la Constitución de la República. México, Diciembre 5 de 1911. Miguel Bolaños Cacho
4 de diciembre
Aprehensión prevista
No hay ninguna noticia de la región en los diarios revisados de este lunes. Contamos solamente con testimonios, documentos y los datos entresacados del informe del día 20 de diciembre rendido por Benito Juárez al Congreso del Estado. Este informe, a diferencia de los documentos de los archivos, contiene telegramas bien redactados y atemperados, con argumentaciones y enlaces explicativos, justificaciones y omisiones. 284
284.
Informe sobre los asuntos de Juchitán de BJM al Congreso Estatal el 20 de diciembre, reseñado los dos días siguientes por El Avance. La transcripción completa es del Periódico Oficial de Oaxaca, abril 24 de 1912. Se inserta este texto completo como anexo al día 6 de diciembre.
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La noticia de la aprehensión de Gómez aparece en todos los diarios hasta el día siguiente. Es aquí donde tropezamos con mayor claridad con el bache de un día de diferencia entre los documentos y testimonios con las noticias que reseñan los acontecimientos, por lo cual incluimos aquí algunas noticias aparecidas en los diarios hasta el día siguiente. 360
Todos los entrevistados, sin excepción, nos cuentan dos incidentes climáticos de la rebelión: el inicio de las hostilidades y la aprehensión y muerte de Che Gómez.
Se hizo una carta anónima —dicen que el mismo Gobierno— donde le decían que lo mandaba traer el Gobierno, pero era pura mentira, pura política. Quienes lo apreciaban con el alma le dijeron todos que no fuera, pero él decía: “Déjenme señores, es el Gobierno, me mandan llamar”. —Licenciado, no vaya —le pedían, porque era licenciado y así lo nombraban—. Si quiere mejor lo llevamos por Oaxaca. —No, de ninguna manera, me voy en tren. Se fue con ocho hombres, de ésos sólo dos se salvaron. —Eso ya lo sabes de seguro, ¿verdad? Por el rumbo de Matías Romero subió Matanchi con su escolta de federales y lo bajaron del tren. El resto de sus compañeros querían morirse allí mismo. Le dijeron en zapoteco al licenciado, para que no entendieran los militares: “Usted dice, licenciado, si empezamos el fuego”. —No, no, no, no, espérense. Se enojaron mucho dos de sus hombres, querían morir peleando; cuando menos matar a los jefes, si es que ya se iban a morir. Pero él no quiso. Y lo bajaron del tren, lo llevaron a la cárcel y ya nadie lo pudo ver. Como media hora, tal vez. Al resto de los compañeros los llevaron a otro lugar. Mientras avisaban quién sabe a dónde; llegó la orden de matarlo. (Na Eraclia) Madero lo protegió. El Congreso se puso en sesión permanente y se condenó que se defendiera a un rebelde y no a un gobierno. Fue a Guigu Beñe. Lo sacaron y lo llevaron a Estación de Banderas y luego a Unión Hidalgo, que llegamos 30 jóvenes con él el 3 de diciembre. Le decían que no confiara. Se embarcó en Salineras. Mi hermano Vicente quiso acompañarlo. Dos mil gentes fueron las que querían llevarlo andando. Heliodoro Díaz Quintas se había contrapunteado con él en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca. Lo odiaba y se valió de la gente de Merodio para aprehenderlo a pesar de que llevaba de escolta a 25 rurales maderistas. Tenían que llevarlos ante juez de Juchitán, pero se quedaron custodiados por la policía, en la cárcel de Matías Romero. Matanche era el jefe de la policía de allí. En Barrancón dijeron que un grupo de juchitecos trató de rescatarlo; pero era mentira, Madero ordenó una escolta de rurales para protegerlo. —Voy a ir con nueve de ustedes que son los cabecillas para que vean que no estoy solo. Díaz Quintas dio la orden de aprehensión. Dos se salvaron: un tal Charis y un tal Terán, se desbarrancaron y se salvaron, todos los demás quedaron muertos.
Llegó Juárez Maza a Juchitán y llamó a un comerciante, Pablo Pineda, que luego fue Coronel; fue muy asesino. Mandó matar al papá de Saúl Martínez, Filemón Martínez. Lo nombró jefe político Juárez Maza. Les dio armas y formaron el cuerpo de voluntarios de colorados que acabaron con los rebeldes. (Benigno Jiménez)
Antonina y Amado recuerdan así la historia. Comienza la sobrina del Che Gómez. —Le dijeron los que lo podrían encaminar más allá de Matías Romero y que llegaría hasta donde estuviera el gobierno, sano y salvo. Él decía: “No, hijos, el Gobierno es quien me mandó llamar”. Como no quiso el licenciado, se lo llevó el carajo. —Che Gómez sostuvo su idea y le dijo al difunto Charis, quien portaba un buen máuser que les había avanzado a los militares: “Deja ese máuser y lleva la pistola, tú me vas a acompañar”. —Y claro, el otro aceptó las órdenes. —Lo mismo les dijo a Nicu Dada, a Nicu Yuubi, a Mariano Tayde, a Marcos Chico — en fin, a uno por uno. Pero a todos esos hombres los mataron… —Sólo dos se salvaron, dos que estaban en amarrados en mancuerna. —Y salió cierto lo que le decían aquellos hombres, que el licenciado no debía ir a ver a un Gobierno con militares. No quiso aceptar lo que le decían, de llevarlo a dejar más allá de Matías. —Si hubiera pasado Matías Romero se habría salvado. —Se subió un hombre llamado Matanchi, tehuano. —Ése era el matagente. —A ése le dijeron: “Tienes que matar a Che Gómez cuando llegue a Matías, lo tienes que matar porque te ordenamos lo nosotros, y no importa si el gobierno se entera. Nosotros te pagamos, aunque el gobierno lo esté mandando llamar. Él aceptó el dinero de los rojos, que eran muy listos. —¿Muy listos?, ¡muy léperos!, Amado. Pero tuvieron buen fin: por lo que hicieron se fueron al infierno. —En cuanto llegaron a Matías Romero, Matanchi los bajó, los fusiló. —¡Ay, Jesús! —Víctor Chare y Nicu Dada iban mancornados y lograron escaparse. Como entonces no había alumbrado eléctrico… —En medio de la oscuridad se escaparon. —Lograron escapar esos dos. —¡Ave María Purísima! —“¡Córrele a ver si nos salvamos!” Y sí, se salvaron. —Se salvaron. —En el camino a un rancho encontraron salida. Más tarde ellos nos dieron noticia y cuenta de lo sucedido, de quiénes fueron los asesinos del licenciado Gómez. A los demás hombres los sacrificaron. (Amado y Antonina) Como era licenciado, en aquellos tiempos le tenía fe a la promesa del señor Madero, pues el Presidente le dio un salvoconducto para irse a México, para arreglar su asunto. Su gente le decía que no creyera, porque ya se corrió la voz que lo iban a asesinar.
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Salió rumbo a México, decía que no había razón de que no respetaran su salvoconducto. El gobernador estaba en Ixtepec cuando pasó, pero no lo recibió. Él se siguió para México. Estaba ya de acuerdo con Carballo —eso dicen, no me consta—, que era matancero de animales y asesino de personas; tuvo seguridades. El Gobernador dio la orden de aprehensión y la de matar al licenciado Gómez. Cuando llegó el tren de Ixtepec, Carballo llegó con su pandilla para bajar al licenciado, iba con gente bien armada. Iba un tal Barco, Nicu Dada —Nicolás Jiménez, que fue muy valiente—, otros. “Vamos a vender cara nuestra vida”, dijeron. “No, hay que respetar el salvoconducto” —les dijo él. (Josefina Arenas)
José F. Gómez, salvoconductos de Madero en mano, no se decidía a salir del Istmo. Sabía que ese día llegaría a San Gerónimo Juárez y se le había avisado que no deseaba verlo. Tenía órdenes de Madero de no presentarse ante el Gobernador y salir a México, si su gente se lo permitía —lo cual indica que así había justificado su anterior retraso. No temía que sus seguidores lo traicionaran, pues se dirigía a la ciudad con su Estado Mayor. Dejó a Mario Palacios en San Jerónimo y a su esposa e hijas en Tonalá. No estaba amedrentado por sus enemigos de Rincón Antonio, como se comprobó después, pues creía invulnerable la autoridad del Presidente —en caso de dudarlo, habría viajado más lejos o acompañado de más hombres, como se lo recomendaban sus seguidores. Solamente esperaba para encontrarse con Juárez Maza: ¿para qué? ¿por qué? El Gobernador llega muy temprano a San Jerónimo, según se avisa a Juchitán. Gabino Matus Gallegos a Enrique León Hoy a las 6 A. M. llegó ésta el Sr. Gobernador. 285
Seguramente aún no recibían el aviso de que Gavira y Aguilar no se encontraban en el Istmo enviado ese día 286 —ya se le había asegurado que no estaría Gómez— pero, al bajar del tren, se cruzó en la estación con Che Gómez, quien había ido a buscarlo: el Gobernador le negó la palabra. El jefe rebelde había enviado un telegrama donde le ofrecía seguridad y le daba la bienvenida, al cual Juárez Maza respondió, vía Trejo y Lerdo de Tejada, diciendo que no deseaba verlo. La indignación de Juárez ante el mensaje de Gómez no recayó directamente en él; el mensaje fue remitido al mediador para que informara a Madero. Ante la negativa de siquiera considerar la posibilidad de llegar a un acuerdo, Madero ordena a Gómez que salga directamente a México, que no busque al Gobernador y lo remite a éste, nuevamente vía mediador, repitiendo los buenos deseos del Presidente para que consiga pacificar la región. El Gobernador no solamente le niega el saludo a Gómez, sino que inmediatamente pide al General Merodio, quien había acudido a la estación a recibirlo, proceda a la aprehensión del rebelde. El General se niega, alegando que amparan a Gómez y a su comitiva salvoconductos de Madero. Gómez se embarca en estación Gamboa rumbo a México.
285. AJFG, docs. 92 y 107; este último, enviado por el Presidente municipal Zárate, dice que llegó a las seis y media. Heliodoro Díaz Quintas avisa de su llegada a las 8, en telegrama cifrado, doc. 90. 286. AJFG doc. 89.
El País, envía el reportaje de la llegada del Gobernador, desde Tehuantepec; según la nota todo marcha sobre ruedas —sin encuentros incómodos. Hoy llegó a la estación de San Jerónimo el señor Gobernador del Estado, licenciado Benito Juárez, acompañado del secretario general de Gobierno, licenciado Heliodoro Díaz Quintas, alojándose ambos en el Hotel Americano. A las 9.35 a.m. una comisión de Tehuantepec saludó al señor Gobernador en nombre del pueblo honrado de esta ciudad. A las 11 a.m. fue saludado el mismo señor Gobernador por una comisión militar presidida por el general Merodio. En seguida pasaron a saludar y a felicitar al señor Gobernador los representantes de los diversos pueblos de este Distrito, y todos los presentes prorrumpieron en entusiastas vivas al señor Gobernador. La mayor parte de las calles de San Jerónimo, se hallan adornadas y se han levantado en las calles arcos triunfales. 287
Zea lleva en el Istmo casi un mes y no es tan acartonado y oficial como su colega de El País —quien seguramente llegó de Tehuantepec a las nueve y media con la comitiva de bienvenida. El corresponsal de El Imparcial es testigo de aquello que reseña; aunque algunas de sus afirmaciones como la oferta de una escolta y la buena voluntad y persuasión de Hernández, o la presunta sorpresa de Juárez y Gómez al encontrarse en la estación parecen más periodísticas que reales —era del conocimiento público que Juárez se dirigía al Istmo y que Gómez estaba en Juchitán y tenía un salvoconducto para dirigirse a México. Anteayer se presentó el jefe Gabriel Hernández, acompañado del capitán Almaquio Tovar y otros oficiales, al campamento de “Calbeña” [sic] en donde se había internado el licenciado José F. Gómez. Hernández, después de algunas dificultades, pues el licenciado Gómez está bien custodiado y se le ocultaba, logró ser recibido por el jefe de los rebeldes, y tuvo con éste una larga entrevista. Hernández le hizo ver la insensatez de continuar en su actitud, más cuando se ha resuelto perseguirlo hasta aniquilarlo, si fuera necesario y en caso de que su gente lo abandone. El licenciado Gómez, convencido ante estos razonamientos y muy impresionado por lo que oía, ofreció formalmente que haría que sus pocos partidarios que lo acompañaban, regresaran a sus hogares, y que él, si Hernández le daba una escolta, pasaría a esa capital. El licenciado Gómez cumplió anoche lo prometido, pues llegaron a Juchitán varias carretas conduciendo familias y el resto de los rebeldes. El jefe de la sublevación, acompañado únicamente de diez hombres, pidió una escolta de rurales que lo llevara hasta Santa Lucrecia, temiendo que se le hicieran manifestaciones hostiles en Rincón Antonio. En vista de ello, se acordó que el capitán Tovar, con seis hombres, lo escoltara, emprendiendo la marcha a caballo para esta población, en donde tomaría el ferrocarril. El licenciado Gómez ignoraba que hoy llegaría el Gobernador, señor Juárez, pues a su arribo a esta población tomó alojamiento en el mismo hotel donde el Jefe del Ejecutivo tenía apartadas sus habitaciones. Media hora después de la llegada del licenciado Gómez, descendían del tren el señor Juárez y sus acompañantes, causando esto gran expectación y contrariedad entre los gomistas.
287. Recordar que se trata de diarios del 5 de diciembre.
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El licenciado, al encontrarse con el Gobernador Juárez, pretendió llegar hasta él, pero al notarlo el señor Juárez mandó detenerlo, solicitando al efecto el auxilio de la fuerza federal. Entonces el licenciado Gómez emprendió la retirada hasta Gamboa. El Jefe de la Zona hizo notar al señor Juárez que no podía prestarle auxilio, por haberle ordenado el Gobierno Federal que diera un pasaporte y una escolta al licenciado Gómez. Ante tal cosa, el Gobernador ordenó inmediatamente la persecución del jefe de los rebeldes con sus elementos, y puso un telegrama al C. Presidente de la República requiriendo pronto y eficaz auxilio. La opinión pública aquí se encuentra excitadísima contra el Gobierno Federal, por el hecho anterior.
Juárez solicita a sus allegados que interpongan una queja ante el Gobierno Federal por no cumplir sus órdenes las fuerzas federales —cosa que se hace y se discute ampliamente en la Cámara de Oaxaca y la de Senadores de México el mismo día. El anuncio de que Gómez se embarca hacia México pone en alerta a todos los pueblos de la región desde tempranas horas de la mañana. Por órdenes de Juárez, Díaz Quintas telegrafía a León. Estación San Gerónimo, 4 de diciembre de 1911, telegrama urgente cifrado, enviado a las 8 y recibido a las 8.40 am. Hoy toma el tren rumbo a México José Gómez. Dicte medidas urgentes para proceder desde luego su detención en pueblos tránsito. Avise si cuenta con fuerza y de qué elementos puede disponerse. 288
Enrique León responde que no tiene hombres dispuestos a perseguirlo, ni autoridades que puedan dictar la orden de aprehensión, pues amparan al rebelde una escolta y el salvoconducto del Ejecutivo de la Nación. Evidentemente desea que el Che continúe su viaje para comenzar a ejercer por fin su cargo —el líder tan lejos de Juchitán como sea posible. Inmediatamente que recibí su mensaje cifrado hoy procedí con toda diligencia en el sentido que se me indica. Después he sabido manera cierta que Gómez lleva escolta y pasaporte que le ha proporcionado Zona. Yo no cuento con más elementos que con doscientos y tantos vecinos pacíficos, con diez armas que son los que hacen los servicios de policía, etc. No he podido encontrar en ésta persona capaz para que con carácter de Alcalde inicie averiguaciones por los escándalos. Con la separación de Gómez del Distrito se restablecerá la paz, mucha de la gente que retenía cerca de él, ha vuelto a sus hogares. 289
En total contradicción con el supuesto apoyo incondicional de los rojos a Juárez, el entusiasta recibimiento que se le brinda en Juchitán, la anunciada entrega de armas de quienes se han presentado, León se declara impotente: no existe ni el modo ni la voluntad de enfrentarse a los chegomistas. Sin embargo, el Jefe Político se disciplina y les transmite las órdenes a todas las autoridades de los pueblos por donde pasará Che Gómez.
288. AJFG doc. 97. 289. AJFG doc. 102.
Al C. Presidente Municipal de San Gerónimo Procure Ud. con elementos de que dispone y auxilio de vecinos la detención del Lic. José F. Gómez que embárcase hoy rumbo a México, dando cuenta con resultado. 290 Se alerta de igual manera a Petapa, vía Lagunas; al Agente Municipal de Palomares y al de Matías Romero. 291
El reportero de El Imparcial envía varios mensajes a lo largo del día siguiente con distintos fragmentos de la historia, publicada como un todo. Se sabe que el licenciado Gómez acaba de tomar el tren en Gamboa rumbo a Santa Lucrecia, y se supone que si la petición del señor Juárez es atendida o que si la policía del Estado le da alcance, el licenciado Gómez será aprehendido en el camino. Respecto al auxilio solicitado al General Merodio para la aprehensión del licenciado Gómez, el Jefe de la Zona contestó que no podía darlo, en virtud de que por disposición del C. Presidente de la República, se le expidió pasaporte para él y para sus acompañantes, con el objeto de que saliera para Gamboa con rumbo a México. La opinión pública, como digo en anterior telegrama, se halla muy excitada, haciendo numerosos comentarios sobre el particular. El Gobierno del Estado transcribió la comunicación del General Merodio al Congreso local, y espera el resultado.
José F. Gómez es capturado en Rincón Antonio por sus enemigos y conducido a prisión por el secretario del Ayuntamiento. El telegrama de Rincón Antonio se envía a las 12.47, y se recibe el mensaje en San Jerónimo a las 2.40. Josué A. Esteva a Enrique León Rincón Antonio, 4 de diciembre de 1911 Lic. José F. Gómez y compañeros aprehendidos y detenidos cárcel pública conforme sus instrucciones. Úrgenos mande armas para repeler posible agresión partidarios presos. 292 A las dos el Presidente Municipal Ventura Cano envía otro mensaje con la misma noticia, recibido cincuenta minutos después. Desde Palomares, el Agente Municipal Catarino Abad, notifica a las 4.50 la aprehensión. 293 Ventura Cano a Enrique León Lic. Gómez y compañeros detenidos en cárcel pública. Pueblo altamente ofendido por delictuosos hechos presos; no quieren entregarlo si no es con intervención personal de Ud. o de Gobernador temiendo impunidad.
El País reseña: Gómez se dirigió a la estación de Gamboa, en unión de varios cabecillas, tomando un tren de pasajeros para dirigirse a esa capital; pero en la estación de Rincón Antonio fue aprehendido. Che Gómez y sus acompañantes hicieron resistencia, habiendo refriega, en la cual resultaron varios heridos, entre otros, gravemente, según se sabe, el que mató al doctor Argüello.
290. AJFG doc. 98 y 103, acuse de recibo del aviso. 291. AJFG docs. 99, 100, 101. 292. AJFG doc. 104. 293. AJFG docs. 105, 106.
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Una vez preso el cabecilla, debe decidir qué hacerse con él —aparentemente se ordena que lo regresen a la Cabecera: Enrique León a Díaz Quintas Urge sacar a Gómez de Matías Romero y ponerlo fuera del alcance de cualquier elemento que le favorezca, pues lo que se indica es difícil por ser tan débil elemento de que dispongo. 294 366
El Secretario General de Gobierno responde desde San Gerónimo a Enrique León. No deje que ningún pariente o partidario Gómez salga de ésa pues témese que al saber su detención traten de libertarlo. Muy especialmente le recomiendo a Mario Palacios, quien también está comprendido en anteriores prevenciones. Dígolo por acuerdo del C. Gobernador en el concepto de que dará parte de cuanto ocurra. 295
El Enviado Especial de El Imparcial, desde San Jerónimo informa de la detención del Che Gómez, que aparece en un recuadro de la primera plana: Cumplimentando los exhortos liberados por el Gobernador señor Juárez Maza, las autoridades de Rincón Antonio acaban de aprehender al licenciado José F. Gómez a bordo del tren que lo conducía a México. Fue internado desde luego en la prisión de allí y probablemente será traído hoy mismo a esta ciudad. En esta población se han registrado varios incidentes.
Han llegado detalles sobre la aprehensión del licenciado Gómez en Rincón Antonio. Cuando llegó allí el tren, se aglomeró la multitud en la estación, tomando casi por asalto los coches que formaban el convoy. Los señores Tomás Carballo y Josué Esteva se adelantaron y presentando una orden del Gobernador a la escolta de rurales, se aprehendió al licenciado Gómez. Los rurales, en actitud muy correcta, se abstuvieron de obedecer al jefe de los rebeldes, que los instaba a que dispararan sobre sus aprehensores. El capitán Tovar pidió el comprobante, y sin dejar al reo, lo acompañó a la cárcel, esperando órdenes. Los individuos que formaban la escolta particular del licenciado Gómez, intentaron hacer resistencia, y se trabó desde luego una lucha, en que resultaron heridos Nicolás y Moisés Gómez, parientes del licenciado. El pueblo de Rincón Antonio, grandemente excitado, pretendió lapidar a los presos, evitándolo las autoridades. Hasta estos momentos, cuatro y media de la tarde, el señor Madero no ha contestado, lo cual ha aumentado la excitación.
Juárez Maza envía rurales desde Tehuantepec para remitir el preso a San Gerónimo. Merodio también envía fuerzas para proteger a los presos, como le advierte Díaz Quintas a Ventura Cano, con órdenes de que no les entregue a los reos a nadie —especialmente a las fuerzas de Merodio.
294. AJFG doc. 108. 295. AJFG doc. 109.
Fuerza va a esa para proteger vida del Licenciado Gómez; pero sin orden recoger reo. Fuerza de Policía que remitiósele, va con objeto de recoger preso. Avise si viene reo y con quiénes. Vuelvo a repetirle cuál es el papel de las fuerzas Federales en este asunto. Dígoselo por acuerdo del Ciudadano Gobernador. 296 Ambos auxilios llegan demasiado tarde, pues cerca de la medianoche los presos fueron sacados de la cárcel y, en el camino, ejecutados.
Ese mismo día en la estación de tren de San Gerónimo, totalmente desprevenido, es arrestado Mario Palacios. La Averiguación que se instruye en su contra por delitos de rebelión, sedición y otros delitos consta completa en el archivo Gómez. Muchos periódicos del 5 y 6 de diciembre afirman que está muerto. La aprehensión de Mario Palacios también es grave, ya que fungía como enviado de Madero, tenía fuero de Diputado y estuvo fuera del Istmo cuando ocurrieron los hechos de los cuales se le acusa, tal y como alegará más tarde durante su proceso. El día 6 la Cámara de Oaxaca discute si dicho fuero es o no es válido. …el día 4 de Diciembre, al volver para esta Capital, después de haber cumplido mi misión satisfactoriamente, fui aprehendido en San Gerónimo, sin orden escrita de autoridad competente. El 5 se me trasladó á la Prisión Militar de San Gerónimo y el 7 fui declarado formalmente preso. 297
El País termina su nota del día, desde Tehuantepec. Che Gómez se halla preso en la cárcel de Rincón Antonio, y Mario Gómez Palacios fue aprehendido en la estación de San Jerónimo, desarmado por la policía y conducido a la prisión por tres rurales y el secretario del Ayuntamiento.
El Imparcial amplía detalles, desde San Gerónimo. Procedente de Juchitán llegó a esta ciudad Mario Palacios, entenado del licenciado Gómez y su suplente en el Congreso Local. Ajeno a los acontecimientos que se han desarrollado durante el día de hoy, Palacios pasó tranquilamente frente al alojamiento del Gobernador señor Juárez, que advertido de su presencia, ordenó que inmediatamente fuera aprehendido, cosa que efectuaron los señores Silvestre Zárate y Esteban Valencia, Presidente y Secretario, respectivamente, del Ayuntamiento de aquí. Seguidos de numeroso pueblo, llegaron al hotel a donde se había alojado Palacios, el cual fue rigurosamente incomunicado y conducido a la cárcel del pueblo.
No sabemos si Juárez creía, por los telegramas y la prensa, que Mario Palacios ya había sido aprehendido. Desde luego, Palacios no prevenía en el menor peligro y esperaba tranquilamente el tren en Ixtepec para reunirse con su madre en Tonalá. En absoluta contradicción con el desamparo que alegaba León, el reportero Zea aclara a los aprehensivos lectores de El Imparcial, acaso preocupados por los peligros que acechaban al Gobernador al dirigirse a tan ignotas y hostiles tierras, que su seguridad está asegurada por “Dos mil hombres adictos al Gob. de Oaxaca”, según reza el título de su nota.
296. Tomado del Informe de Juárez Maza. 297. Demanda de amparo de Mario Palacios en su Causa, 25 de abril de 1912, anexo al legajo de Averiguación.
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El anuncio de que llegaba a esta población [San Jerónimo] el Gobernador del Estado señor Juárez Maza, y después del retiro del jefe de la sublevación licenciado Gómez, se han reunido cerca de dos mil hombres que estaban dispersos en los pueblos del distrito de Juchitán y de Tehuantepec, y los cuales se han puesto a las órdenes del Jefe del Ejecutivo de esta entidad federativa. El señor Juárez, al ofrecerle sus servicios todos ellos, les contestó que les agradece su ayuda y que espera que el conflicto actual se solucionará pacíficamente, contando con la ayuda de la Federación. A cada momento continúan llegando grupos de gente, y entre ellos muchos que figuran como partidarios del licenciado Gómez en la última sublevación. Desde que entró a territorio del Istmo el señor Gobernador don Benito Juárez Maza, principió a recibir muestras de adhesión y de entusiasmo en todas las estaciones por donde ha pasado, y que se hallaban profusamente engalanadas. Comisiones nombradas al efecto le han dado la bienvenida. En Rincón Antonio, a pesar de la hora inoportuna en que llegó el tren, se hizo al señor Juárez una espléndida recepción en que tomaron parte más de mil obreros y numerosos vecinos. Al llegar el convoy, el señor Juárez fue vitoreado lanzándose constantes “Muera la Demagogia”. En esta ciudad [San Jerónimo] un enorme gentío esperó el arribo del tren. Cuando éste paró, la multitud aclamó al Gobernador. Representando al Ayuntamiento y al pueblo de aquí, hizo uso de la palabra el señor licenciado Quero, expresando sus sinceros votos de adhesión del pueblo de San Jerónimo, al cual presentó como noble, honrado y laborioso, que brinda paz y hospitalidad al trabajo y al capital, caminando en firme hacia el progreso sin convulsiones, anarquías y demagogia. Dirigiéndose a los presentes, les dijo: “La revolución política ha terminado; el derecho público para revolucionar se ha extinguido para traer el pleno vigor del derecho constitucional.” El señor Gobernador Juárez contestó que se congratulaba una vez más al oír las repetidas seguridades de adhesión que le daba el pueblo de Oaxaca; que su altísima misión al Istmo sería de justicia y amparada por la ley, y que exhortaba al pueblo de San Jerónimo a seguir siempre por su progresiva y ejemplar evolución política y material; que también se congratulaba en el alma de venir a reparar los estragos de la ignorancia y de la demagogia, de los mitos y las promesas por las cuales los mexicanos derramaron la valiente sangre istmeña. Cuando se le entregó el programa de los festejos preparados en su honor, el Gobernador Juárez los declinó, suplicando que se suprimieran, respetando el luto que guardan sus hermanos de Juchitán. Han llegado numerosas comisiones de los pueblos vecinos a saludar al señor Juárez. De Tehuantepec vinieron representando a los clubes políticos “Francisco Vázquez Gómez”, “Francisco I. Madero” y “Central Tehuantepecano” que lo invitaron a visitar aquella ciudad. El señor Juárez manifestó que permanecerá hoy en esta ciudad esperando la resolución del señor Presidente de la República, y mañana probablemente saldrá para Juchitán.
5 de diciembre
La cacería y el fin del licenciado José F. Gómez
Los diarios reseñan hoy la llegada del Gobernador al Istmo y su efusivo recibimiento; la aprehensión de Gómez y su escolta en Rincón Antonio y la de Mario Palacios en San Jerónimo. Se lee y discute el telegrama enviado por Juárez Maza denunciando la negativa de las Fuerzas Federales a cumplir sus órdenes en la Cámara de Oaxaca y en la de Senadores de la Nación; se cuestiona y debate la legitimidad de la medida. Madero anuncia públicamente que acordó con Chapital darle a Gómez un salvoconducto para que de cuenta de su actos, no para exonerarlo. Juárez anuncia un proyecto de ley de amnistía. Francisco Fuentes recibe un espejo que había dejado en depósito. No se sabe por qué está este telegrama en el archivo de Che Gómez, pero si lo recupera intacto, este mismo día, debe tener algún sentido —así sea mágico, por haber estado guardado desde el inicio de las hostilidades hasta el día de la muerte de Gómez.
Muere acribillado esta madrugada Che Gómez en Barrancón, Estero Espanta Perros o Paso Guayabo —según los relatos, cambia el nombre. Como la crónica periodística de la muerte de Che Gómez aparecerá el día 6, este día nos limitaremos a los testimonios, documentos y otras noticias del día.
Al otro día regresé a pueblo y ya se sabía que habían matado a Che Gómez en el camino. Al llegar por el río a las cercanías del pueblo, vi muchos soldados. Me vieron pero no me dijeron nada, no me detuvieron. Allá por la casa de los Valdivieso me encontré a un grupo de soldados que me preguntaron para dónde iba. Respondí que a casa de mi padre; ellos iban hacia abajo. Los soldados corrieron la noticia de la muerte de Che Gómez y desde temprano hicieron guardia para que no hubiera un levantamiento. Pero ninguno se levantó, porque no sabían si era cierto que se había muerto Che Gómez. Como a las 12 del día ya se supo de cierto. Pudo escapar una mancuerna de hombres, Vito Charis (tío de Charis) y un tal Nicu Dada. Sólo ellos se salvaron porque a los otros los fusilaron. Como pudieron desataron la soga, porque cuando cayeron al barranco iban amarrados. Ellos dieron razón de la muerte de Che Gómez y ya se creyó. (Ismael Magariños) En el camino se pudieron salvar dos de sus compañeros que iban amarrados en mancuerna, como reses: Nico Dada y el padre [sic] del general Charis. Se pudieron escapar en medio de la balacera cuando mataron a los presos que iban mancornados. Se echaron a correr y se fueron rodando, rodando —como pudieron, hasta caer en una cañada. Dios los ayudó y así llegaron hasta una cueva, debajo de una roca. Pasaron los soldados montados buscándolos, sin descubrirlos. Tres días y
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sus noches estuvieron en esa cueva sin comer, escondidos, pues los jinetes los seguían buscando. A los tres días, a las tres de la mañana, el compañero de Nico mordió la cuerda que los unía y como pudieron, rozándola contra una piedra con filo, con mucho trabajo, a mordiscos, lograron soltarse —eso nos contó el viejo Nico, porque ya después de que lo vimos en casa de na Felícitas Terán—. Todavía tenían amarradas las muñecas. Y así caminaron hasta encontrar piedras más filosas donde cortar sus ataduras. Batallaron mucho, porque no llevaban ¡ni una aguja! Ya habían pasado nueve días, ya no los andaban buscando. Salieron de la cueva y se fueron a un rancho —El Ocotal que le nombran— dentro del monte. Allí estaba un paisano teco. Tenían miedo de encontrar gente; pero como el hambre obliga, se acercaron a una milpita que tenía allí un paisano. Llegaron y hablaron en español. El señor les preguntó de qué camino venían. Ellos dijeron que andaban perdidos —no quisieron decir la verdad—. Pidieron un poco de comida, dijeron que eran de Juchitán. —Ah, entonces son tecos —les dijo el señor ya en zapoteco. —Nos va a perdonar, no sabíamos. Y bajó ese señor por la falda del cerro corriendo, a traer algo de comer. Allí se estuvieron cuatro días. Fíjate que todo esto lo sé porque mi mamá y el dueño de esta casa nacieron junto al señor que encontró a los que escaparon. Es decir, nació con mi tío Beto Marín, también teco. Este señor los escondió en el monte cuatro días y luego los encaminó por el rumbo de Minatitlán y los dejó en el rancho de un amigo suyo mientras se aclaraba la cosa. Ya ahí los fueron a ver después sus familiares. Con el tiempo ya se acercaron a sus casas y entones mi abuela, na Cheya, fue a visitarlos. Nico mandó traer a mi abuela porque sabía que había nacido en la misma casa que el señor que los salvó. Yo fui con mi abuela, oí estas palabras, oí en qué modo fue todo y por eso lo sé, hijo. Allí supe su aventura, cómo se escaparon y cuántos fueron los soldados que querían asesinarlos. En fin, todo eso. Eso pasó el día en que murió el licenciado Gómez, aunque no recuerdo el mes, pero eso ya lo sabes. (Na Eraclia)
Ventura J. Cano, Presidente Municipal de Rincón Antonio anuncia a Enrique León la muerte de Gómez a siete y media la mañana, pues evidentemente le había escrito pidiéndole le notificara qué sucedía con los presos. Contesto su mensaje hoy que Comisión conducía Lic. Gómez y socios regresó huyendo por haberse encontrado en camino hombres desconocidos que tiroteáronla habiendo abandonado presos uno de los comisionados herido. Como resultado investigación encontráronse 8 muertos, entre ellos Lic. Gómez. Consígnase autoridad judicial. 298
Dadas las circunstancias, Juárez Maza aplaza un día su llegada a Juchitán; según anuncia un telegrama permanecerá en San Gerónimo un día más de lo previsto alojado en el Hotel Americano y saldrá al día siguiente para Juchitán. Como los ánimos están por demás agitados el Secretario, al avisar cuándo llegan, recomienda a León medidas para conservar el orden en telegrama cifrado.
298. AJFG doc. 116.
Mañana va ésa Gobernador. Procure dictar toda clase de medidas para que consérvese orden. Llegará tren temprano. 299 León reporta a su vez algunas acciones contra los rebeldes. Aprehendióse a Vicente Jiménez, ex-secretario Jefatura, y Eufemio mismo apellido por estar complicados en últimos desórdenes. Además en la casa del primero reuníanse hombres partidarios de Gómez. 300
Juárez Maza también envía un telegrama, que se lee en la Cámara de Oaxaca en la Sesión del día 4, con sus avisos oficiales de su salida y reingreso al territorio oaxaqueño. De la Estación San Jerónimo, fechado hoy, transcribiendo el Ciudadano Benito Juárez el Oficio que le remitió el Jefe de la 10ª Zona, radicado en Juchitán participándole que el Ciudadano Licenciado José F. Gómez se embarcó esta mañana en la Estación de Gamboa con diez personas que lo acompañan a México y con una escolta de diez rurales de la fuerza del Jefe Gabriel Hernández, y que no les es posible a ese Cuartel dar el auxilio que solicita para la aprehensión del dicho Gómez en virtud de que por disposición del Presidente de la República se le expidió pasaporte para él y sus acompañantes; que transcribía ese mensaje a esta Cámara para que se sirviera tomar las medidas necesarias para que se respetara la justicia y las determinaciones de la Cámara del Congreso de la Unión para que en cumplimiento del artículo 116 de la Constitución Política Federal, y de acuerdo a la resolución dictada por esa Honorable Cámara se sirvió comunicar por telegrama de fecha 30 del último, excite al Ejecutivo de la Unión para que preste inmediatamente y de manera eficaz el auxilio de las fuerzas federales al Ejecutivo del Estado durante su permanencia en el Distrito de Juchitán, donde se encuentra en estos momentos, encareciéndole la violenta resolución de este asunto por exigirlo así la urgencia y gravedad del mismo. 301 El Imparcial informa desde Oaxaca sobre esta Sesión. Inmensa fue la sensación que causó en el Congreso la lectura del telegrama del señor Juárez, pues se interpreta en el sentido de que el Primer Magistrado de la República protegió abiertamente al rebelde Gómez, entorpeciendo la acción de las autoridades del Estado. Esto causó gran extrañeza a todos los miembros del Congreso, pues viene a ahondar el conflicto que parecía ya estaba resuelto. El señor diputado Faustino Olivera tomó la palabra para manifestar que el Presidente de la República protege al rebelde Gómez, y propuso que se diera aviso de ello a las Cámaras de la Unión, para que juzgaran de este caso, que no tiene precedentes. Los demás diputados aprobaron la proposición por unanimidad. El sensacional acontecimiento de la fuga del licenciado Gómez, protegido por el Gobierno del Centro, ha hecho que renazca nuevamente la intranquilidad. En todas partes no se habla de otra cosa. Es tal la situación, que se teme un rompimiento con el Gobierno del Centro. El señor Gobernador del Estado, don Benito Juárez, avisó también al Congreso local que, encontrándose en San Jerónimo, asumió el Poder Ejecutivo, cesando por lo tanto en sus funciones el licenciado Chapital, que era su substituto en ésta.
299. AJFG doc. 115, 114. 300. AJFG doc. 110. 301. Periódico Oficial de Oaxaca. Sesión del día 4 de diciembre, publicada el 3 de abril de 1912.
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El Avance reproduce el mismo documento, y manda a su Ejecutivo, en un recuadro, el siguiente mensaje:
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Sr. Gobernador: Pueblo Oaxaqueño en maza [sic], disgustado por la burla que hace Madero a nuestro Gobierno dando pasaporte Gómez, lo invita se traslade a esta Capital donde millares de brazos os ofrecen ayuda y morirán antes que permitir siga ultrajándose nuestra Soberanía. Juárez envía el mismo documento a sus amigos senadores en la Capital, aduciendo que la promesa de prestarle auxilio no ha sido cumplida. Pino Suárez, quien preside la Sesión en la Cámara de Senadores; alega que, habiendo un interinato en Oaxaca, Juárez Maza es un ciudadano común, no Gobernador en funciones, por lo cual las Fuerzas Federales no deben acatarlo. Los senadores oaxaqueños explican que está en territorio oaxaqueño cumpliendo sus funciones, lo cual le da el carácter, automáticamente, de Gobernador. La postura de Pino fue muy criticada. La sesión de la ciudad de México es reseñada por El País, que comenzó poco después de las 4 de la tarde. El C. senador A. Valdivieso tomó la palabra para pedir se diera a conocer el telegrama que les envió a él y al Lic. Bolaños Cacho […] el Gobernador de Oaxaca. “Pido a la Cámara que con dispensa de todo trámite, por ser de urgente resolución, se sirva mandar pasar a las comisiones que tengan antecedentes, el telegrama que adjunto he enviado por C. licenciado Benito Juárez gobernador constitucional del Estado de Oaxaca.” “Sala de comisiones de la Cámara de Senadores, Méjico, 4 de diciembre de 1911.— A. Valdivieso.” Se leyó el documento, casi idéntico al recibido por la Cámara de Oaxaca. Éste fue enviado desde San Jerónimo a las 11.21 del día 4; se suplica además a los senadores protestar y trabajar para que se cumplan las determinaciones tomadas previamente. La lectura de este telegrama fue escuchada con atención por parte de los CC. senadores y una vez que hubo terminado el mismo C. secretario preguntó, si como lo solicitaba el C. Valdivieso, pasaba inmediatamente a las comisiones dictaminadoras. A continuación hizo uso de la palabra el C. licenciado Pino Suárez, quien dijo que el licenciado Benito Juárez Maza estaba separado del gobierno de Oajaca, agregando que actualmente había una persona encargada interinamente del gobierno de dicho Estado y que, en consecuencia ese telegrama no era sino de un particular, y que no debía tomarse en consideración. Hizo constar, que si el señor Juárez Maza no era gobernador, pues había un interino, no tenía facultades para haber ordenado la inmediata detención, como dice el telegrama, de un ciudadano que se acercaba a él, pues en todo caso, si había comprendido que esa persona llevaba malas intenciones, debió haberse quejado a las autoridades, para que éstas, que sí tienen facultades, hubieran arrestado al sospechoso. Terminó diciendo que pedía a la Cámara que no se tomara en consideración el telegrama por las razones expuestas. Acto continuo pidió la palabra el C. senador Valdivieso, autor de la proposición, y comenzó diciendo que le parecía que el señor presidente del Senado, tenía razón en la parte que se refería a que el licenciado Juárez Maza no era en esos momentos
gobernador de Oajaca, pero que él, por su parte, hacía observar que el citado señor Juárez, tenía licencia para ir a Juchitán al arreglo de los difíciles problemas que actualmente se desarrollan en dicho distrito y que mientras estuviera en suelo oajaqueño era gobernador tan constitucional como lo era cuando estaba ocupando su sillón en Oajaca. Agregó que el problema de Oajaca afectaba, no solamente a esa entidad federativa, sino a toda la República, pues un levantamiento armado en ese lugar, se propagaría y podría llegar a causar lo más temido por todos los mejicanos, la intervención de cualquier nación. Finalmente, dijo que suplicaba de la manera más atenta a las comisiones y a los CC. senadores en lo particular se fijaran muy bien en el texto del telegrama, y que, teniendo compasión del Estado de Oajaca, dieran su voto favoreciendo su proposición. Preguntada la Cámara sobre si estaba suficientemente discutida la proposición al debate, contestó afirmativamente, por lo que con dispensa de todo trámite fue turnada a las comisiones unidas primera de gobernación y segunda de puntos constitucionales. Después fue puesto a discusión
Descalificado por su torpeza, los periódicos se burlan de Pino Suárez. Además de desconocer la Constitución, se comenta, desconoce la geografía nacional. “La Pitó el Sr. Pino Suárez en su Primer Discurso Ante el Senado”, cabecea La Patria. “Anda muy desnivelado el nuevo Presidente del Senado”. Repite el telegrama al Legislativo de Oaxaca, comentando: El señor Presidente del Senado, licenciado Don José María Pino Suárez abordó la tribuna, expresándose más o menos en los siguientes términos: “El señor Juárez disfruta en estos momentos de una licencia que le concedió la Legislatura del Estado de Oaxaca, la que al mismo tiempo nombró un Gobernador Interino. Por lo tanto, y como no puede haber dos Gobernadores, el telegrama al que acaba de dar lectura la Secretaría, debe considerarse como de un particular y no como de un Gobernador de Estado. Si el señor Juárez en estos momentos no es Gobernador ¿con qué autoridad mandó aprehender al señor Gómez? Si creyó que las intenciones de éste eran perversas, debió quejarse a las autoridades.” […] Anda muy desnivelado el nuevo Presidente del Senado y prueba de ello es que su moción fue desechada, pasando el mensaje susodicho a las comisiones primera de Gobernación y segunda de Puntos Constitucionales, que tienen antecedentes. 302
El Diario publica las justificaciones del Sr. Madero, textualmente. “En efecto, he mandado expedir los salvo conductos necesarios para que el Lic. José Gómez, venga a esta ciudad a explicar el por qué de la actitud que ha asumido, a fin de solucionar el conflicto y evitar que la sangre hermana continúe derramándose; pero nunca con la intención de favorecer al Lic. Gómez para que éste escapara a la acción de la justicia del Estado de Oaxaca, dado que en la Capital pue-
302. La Patria, 6 de diciembre.
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de estar perfectamente al alcance de las autoridades oaxaqueñas, con sólo pedir su exhorto. “Lamento que hayan tenido erróneamente una falsa interpretación mis intenciones. Yo he deseado siempre y desearé que se nombre en Juchitán un Jefe Político que satisfaga en todo y por todo a los habitantes de aquel lugar; pero habiendo manifestado el señor Lic. Juárez Maza su deseo de ir personalmente a Juchitán con el mismo objeto, quedé satisfecho completamente en este sentido. De acuerdo con el Lic. Chapital, representante del Lic. Benito Juárez Maza en México, propuse a Cándido Aguilar para Jefe Político, teniendo el nombramiento el carácter de provisional en tanto que deponían las armas los descontentos y el Lic. Gómez venía a esta Capital a explicar su conducta. “El señor Gobernador aceptó en un principio mi proposición; pero debo advertir que fue alterada, porque entendió que el nombramiento en favor de Aguilar, debía extenderlo cuando el Lic. Gómez se hallara ya en México, lo cual era imposible, toda vez que los juchitecos no habían dejado salir a Gómez. “Como para mí era indiferente que el nombramiento de Aguilar se llevara a cabo o no se llevara, no insistí cuando supe que el Lic. Juárez Maza no lo había hecho y me concreté a procurar que el Lic. Gómez se sometiera al Gobierno, cosa que por fortuna logré satisfactoriamente. “El señor Juárez Maza se negó a recibir al Lic. Gómez y rehusó su adhesión, con lo cual, según creo, provocó una nueva guerra civil; guerra que traté de evitar llamando al Lic. Gómez a México, para evitar, como antes he dicho, el derramamiento de sangre sin ofrecer para ello que Gómez quedara impugne de los delitos de que se le acusa. La Legislatura de Oaxaca piensa publicar una ley por la cual concederá amnistía general por el delito de rebelión. “Yo he respetado la soberanía del Estado de Oaxaca y la respetaré siempre. He intervenido amistosamente para evitar un conflicto que seguramente había de dar lugar a derramamiento de sangre, para mí tan preciosa, que me anima a hacer dentro de mis facultades, todo cuanto me sea posible para impedir que sea derramada.”
Destacan entre las noticias del día que habrá una conferencia con los yaquis, para negociar cómo se someten. Llegará a México Banderas. Emiliano Zapata no ha muerto. Reyes sale de San Antonio, quince reyistas capturados.
5 de diciembre
Testimonios escritos
Asunto: Averiguación que instruye contra Mario G. Palacios por delitos de rebelión, sedición y otros delitos. Juchitán, Dto. Juchitán Se aclara que se detuvo a Mario Palacios, acusado por Silvestre Zárate, Presidente Municipal. [Como] presunto responsable de los delitos de rebelión armada, daños en propiedad ajena, robos, homicidios y demás cometidos en Juchitán durante los días dos al ocho de Noviembre próximo pasado en que perdieron la vida a manos de los rebeldes juchitecos, los Señores Doctor Leonides Argüello, Juez de Primera Instancia Licenciado Federico Sandoval, Samuel y Felipe Vera, Federico Arenas, súbdito americano L. Sharpe [sic], súbdito español N. Benito y otras más personas, así como de las demás infracciones penales posteriormente perpetradas por los mismos rebeldes, en la ciudad de Juchitán y sus alrededores. Mario Palacios alega en su defensa, en diversos momentos: …se separó de Oaxaca para ir a México el veinte del mes próximo pasado y salió de la ciudad de México el veintitrés para llegar a esta población el veinticinco y a Juchitán al día siguiente; advirtiendo que no tenía intenciones de venir a estos rumbos a no ser obligado a una indicación del señor Presidente de la República consistente dicha indicación en que interpusiera los oficios de hijo a efecto de que su padre el licenciado Gómez hiciera por terminar el conflicto y en seguida si podía pasara a la Capital de la República a conferenciar con él: que en efecto consiguió del señor su padre que interpusiera sus influencias para con sus partidarios y ya se preparaba a salir para la Capital de la República. El periódico El Demócrata al cual hizo declaraciones en días pasados es una de las pruebas en su contra, así como un telegrama que no está en este expediente —ni en ningún otro archivo consultado— a pesar de que se menciona que se le incluye como prueba, donde notifica a Che Gómez que los términos para resolver el asunto, o algo parecido, pinta “magnífico” —y nos demuestran que, en efecto, los telegrafistas son espías. Que habló en México con el señor Madero con el objeto de permitir al licenciado Gómez pasar a México a explicarle su conducta y ponerse después a disposición de las autoridades de Oaxaca; lo cual fue concedido por el señor Presidente indicándole que debía conseguir de su padre el inmediato licenciamiento de las fuerzas que lo acompañaban para que pasara en seguida a México a disposición de las autoridades federales del Estado que lo reclamaran, dicha misión fue cumplida por él en todas sus partes, logrando que el licenciado Gómez disolviera sus fuerzas solucionándose así el conflicto. Y que el salvo conducto a que alude el telegrama citado le fue dado al que habla por los señores ministros de Guerra y Gobernación para que no se creyera que iba con malos fines y las autoridades Militares y civi-
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les le prestaran garantías para llegar al campamento rebelde al cumplimiento de su comisión, la cual fue cumplida satisfactoriamente: que la palabra “magnífico” contenida en el mensaje de referencia, significaba el buen estado de ánimo que manifestó el señor Presidente para dar garantías al licenciado Gómez para salir de estas regiones en las que se esperaba atentarían contra su vida; cosa que, a la postre se realizó en Rincón Antonio. Ratificó lo expuesto leído que le fue y firmó al margen. Al pedir amparo, alega: Llevaba salvoconductos para las autoridades civiles y militares, salvoconductos que no fueron respetados por los funcionarios del Estado de Oaxaca, pues el día 4 de Diciembre, al volver para esta Capital, después de haber cumplido mi misión satisfactoriamente, fui aprehendido en San Gerónimo, sin orden escrita de autoridad competente. El 5 se me trasladó a la Prisión Militar de San Gerónimo y el 7 fui declarado formalmente preso. Ésta es la media filiación que se expide al ingresar al transladarlo a la cárcel militar: Mario G. Palacios, es natural de Oaxaca y vecino de Juchitán, soltero, de veintisiete años de edad y marino práctico y comerciante: es de estatura alta, complexión regular, color trigueño; pelo, cejas y ojos negros; usa bigote torcido. Viste camisa de color, saco y pantalón de casimir francés rayado, calza zapatos negros y polainas de cuero amarillo, se cubre con un sombrero fieltro color de café, en buen estado y no se le notan señas particulares.
A pesar de que el legajo de Mario Palacios dice contener 53 páginas, cosido al mismo expediente se encuentra otra causa criminal; sigue la numeración desde la página 56 y 57 —falta la primera, 55. Causa criminal contra los responsables del asesinato del Lic. José F. Gómez. Matías Romero, Dto. de Juchitán. 1911, 2 fojas. 303 Emilio Cabrera declara lo siguiente: …acompañaron a hacer la aprehensión del licenciado Gómez que venía en el tren de subida, debiendo pasar a esa hora por la Estación; y habiendo prestado el auxilio a que se refiere, se situaron en el andén de la Estación del Ferrocarril en donde había mucha gente esperando la llegada del tren, que no sabe si esta gente ya tenía conocimiento de la aprehensión del licenciado Gómez o de casualidad se encontraba allí cuyo número aumentó con la salida de los operarios de los talleres [del] Ferrocarril que en esa misma hora salían a comer; que habiendo llegado el tren y haciendo la parada de costumbre [el que habla] en unión del declarante [de] los tres gendarmes y mucha gente subieron al coche de primera en donde venía el licenciado Gómez y desde luego se dirigió el presidente hacia donde aquel se encontraba, quedándose el declarante atrás de él a una distancia regular por lo que no pudo oír lo que hablaron; que el licenciado Gómez no hizo resistencia alguna y sí sus acompañantes, quienes resistieron metiendo mano a sus respectivas pistolas por cuyo motivo hubo aglomeración de gente y ruido de muchas voces, prestando auxilio los particulares y desarmaron a los opositores, tomando el que declara una pistola que se encontraba junto al licenciado Gómez y otra que le quitó a uno de los acompañantes, cuyas pistolas oportunamente entregó al señor Presidente Municipal: Que un [a vez que] fueron desarmados los juchitecos bajaron todos del
303. Averiguación contra Mario G. Palacios.
coche y se dirigieron a la sala de espera escoltados por el declarante, sus policías y mucha gente que prestaba auxilio; los nueve presos de Juchitán se quedaron en la sala de espera mientras el licenciado Gómez acompañado del señor Presidente Municipal y de un oficial de rurales, se fueron a la oficina telegráfica federal, no sabiendo el que expone qué harían en la oficina, pasados algunos momentos se incorporaron con los demás presos y todos se vinieron para la sala municipal, en donde desde luego ordenó el Presidente que los presos fueran a la cárcel cumplimentándose esta orden, el licenciado Gómez fue puesto en un calabozo por el declarante y los nueve de Juchitán que lo acompañaban en otro calabozo; que una vez que fueron encerrados los presos el que expone de orden superior mandó retirar la gente y sólo se quedaron él y su policía por fuera de la prisión cuidando, mientras que llegaba el auxilio que se había pedido a Rincón Antonio Viejo, el que habiendo llegado a la hora, compuesto de seis hombres remplazaron al declarante o mejor dicho a su policía pues él continuó vigilando a los presos: Que como a las ocho y media de la noche de ese mismo día el Presidente municipal le previno penetrara a los calabozos y los amarrara porque tenían que caminar para Petapa, lo cual verificó en unión de dos individuos [de] Rincón Viejo ignorando el nombre de éstos; que los amarró de los brazos y de dos en dos, menos el licenciado Gómez que iba solo, pero amarrado y con un lazo largo para que fuera llevado por un policía: Que como a las nueve de la noche fueron sacados los presos ya amarrados y el declarante los entregó por orden del señor Presidente municipal al señor Luis Margain que en ese momento se le presentó acompañado de varios individuos como en número de ocho, pero que el declarante no conoce: Que habiendo emprendido la marcha los presos, el que expone se quedó en la comandancia acompañado […] hombres de “Paso Guayabo” que vinieron a dar auxilio y como a las cuatro de la mañana del día siguiente en lugar de irse a su casa a tomar café se bajó a las tiendas a tomar cognac, habiéndolo verificado en la tienda de Pardo y en la del señor Mendoza: que como se embriagó se fue para su casa a dormir hasta las dos de la tarde que lo fueron a despertar para que fuera a acompañar al señor alcalde que se trasladó al lugar en que se encontraban muertos los presos, sabiendo hasta entonces que tal cosa había sucedido: Preguntado para que diga si le consta que en los momentos de la aprehensión del licenciado Gómez la multitud pretendía agredirlo, contestó: que mucha era la gente reunida y que decía “vámonos” por que no la […] [Pregunta-]do para que diga si tiene conocimiento como comandante de policía que es de si el licenciado Gómez tenía algunos enemigos en esta población y quiénes eran éstos, contestó: Que no sabe haya tenido enemigos y que tampoco sabe quiénes hayan sido sus atacantes pues la voz pública dice que fueron puro desconocido. Y no teniendo ninguna otra cosa que declarar por ahora, se ratificó en lo expuesto leído que le fue y firmó al margen. Se cierra esta acta que para constancia se autoriza. Doy fe. Manuel Díaz (rúbrica). Eugenio López, Srio. Al margen: Emilio Cabrera. Rúbrica 304
304. Averiguación contra Mario G. Palacios, p. 56, 56 v y 57. Al margen: Declaración del gendarme Luis Blanco. Fragmentos de éstas páginas son ilegibles.
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En el archivo de Juárez Maza encontramos otros testimonios de los participantes en la aprehensión y asesinato de José F. Gómez. 305 Everardo Ruiz y socios a Benito Juárez Cárcel Pública San Gerónimo, Febrero 3 de 1912 Gobernador Col [Constitucional] del Edo. Ante Ud. y con el respeto debido presentamos los subscritos el presente, para que como la primera autoridad del Estado ayude a que se nos haga justicia. Los subscritos avecindados en las Congregaciones de “Paso del Guayabo” y “Rincón Antonio Viejo” pertenecientes a la Municipalidad de “Matías Romero” de oficio obreros y agricultores con pequeños bienes raíces dedicados honradamente a nuestros trabajos. El día 4 de diciembre del año pasado cuando por un propio de Matías Romero recibimos una orden del Presidente Municipal para ir a prestar auxilio que como de costumbre o por obligatoriamente en días anteriores se nos había exigido igual servicio. Al presentarnos al Presidente se nos ordenó subalternados por otro a conducir unos reos Che Gomistas a una población cercana vecina de aquella, y a cierta distancia fuimos sorprendidos por un grupo de hombres de apie y de acaballo quienes hicieron descargas con armas de fuego sobre todos los que íbamos, envista de esto no nos quedó otro recurso que huir con distinto rumbo y abandonar a los reos salvándonos como la suerte pudo ayudarnos. Al día siguiente nos presentamos al Presidente a rendir nuestros partes quien después nos mandó a nuestras casas, no obstante que ese día la voz pública decía que aquellos reos habían muerto y que alguno de nuestros compañeros estaba gravemente herido. Después el juez de 1ª Instancia nos llamó a declaración, diciéndole lo mismo que a Ud. expresamos, y éste nos decreta prisión formal por lo que no estamos conformes. Desde esa fecha hasta hoy no se nos ha vuelto a tomar más declaraciones, y nos tienen secuestrados y enfermos casi todos. Por esta razón suplicamos a Ud. ordene se apure nuestras causas y se investigue bien para que los que resulten culpables sean castigados conforme a la Ley y no los inocentes como nosotros. Advertimos a Ud. que la orden que nos dieron cubría de cualquier procedimiento en contra de nosotros. Hacemos constar que nosotros somos hombres pobres y nuestra permanencia en esta celda injustamente contribuirá a la ruina de nuestros trabajos y pequeños bienes que están en completo abandono que de ello depende el sustento de nuestras pobres familias. Esperamos que por la honradez de su Gobierno y su apego a la Ley se nos haga Justicia que es la que imploramos de Ud. afectísimos seguros servidores. Everardo Ruiz, Catarino Núñez, Evaristo Zárate, Gilberto de Jesús, Daniel Calderón (Rúbricas)
305. ABJM 7-380 y 7-413. El folleto Tomás Carballo (a) Matanche, publicado por Ediciones del Patronato de la Casa de la Cultura, 1980, tiene los testimonios de este sujeto, reaprehendido en 1915 por el delito de homicidio, tras ser liberado por las fuerzas villistas que entraron a la ciudad. No se han incluido, pues preferimos testimonios inéditos sobre estos hechos; pueden consultarse y ampliarse allí las declaraciones del detenido y la viuda de Che Gómez, quien lo hace apresar en Veracruz.
E. Salinas Ruiz a Benito Juárez [Rincón Antonio], Febrero 3 de 1912 Sr. don Benito Juárez Maza Gobernador del Estado de Oaxaca Respetable señor mío: Ajeno a la cuestión que voy a tratar, no quiero que se me considere sino como pariente de uno de los presos de que voy a hablar más adelante. Pocos días después que se desarrollaron los dolorosos acontecimientos, en que perdió la vida el Sr. Lic. José Gómez, fueron llamados a declarar, en el pueblo de San Gerónimo, Oaxaca, las siguientes personas, que por obediencia a la justicia y amor a la paz, fueron citados para acompañar al Sr. Lic. Gómez y acompañantes la noche de los sucesos. Dichos individuos son: Everardo Ruiz, Catarino Núñez, Daniel Calderón, Evaristo Zárate y Gilberto de Jesús. Como no se escapará al ilustre criterio de usted, señor Gobernador, es enteramente injusto la permanencia de estos pobres hombres en la prisión, dado que no tienen más responsabilidad que haber conducido, lejos de toda intriga, rectamente a la muerte, a un grupo de hombres a quienes debía haber juzgado la justicia y castigado rigurosamente, según su culpabilidad. Ya el señor Juez de 1ª Instancia les ha ofrecido toda su ayuda moral; pero este justo funcionario, para poder dar cualquier paso, en el sentido de libertarlos, requiere que se le ordene de Oaxaca: esto es, que usted tenga la bondad, dentro de la justicia, de ordenar sean puestos en libertad, desde el momento en que no puede culpárseles de ninguna manera y desde el momento en que las principales personas que intervinieron, que acaudillaron, mejor dicho, todos los movimientos, no han vuelto a aparecer por el Istmo, probando, de ese modo, la intranquilidad de su conciencia en el ya mencionado asunto. Suplicándole, señor Gobernador, perdone que me haya atrevido a molestarle por algunos momentos y esperando que, en un arranque de amor a la justicia, personificada en el digno hijo del Benemérito de la Patria, las puertas de la prisión serán abiertas a los desgraciados seres de que hablo, ruego a usted me considere como su más obediente gobernado. E. Salinas Ruiz (Rúbrica)
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6 de diciembre
Al fulgor de los relámpagos/No excediéndose ni un ápice en sus facultades
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Todos los diarios, locales y nacionales, anuncian en primera plana —algunos con fotografías, como El Imparcial— la muerte de Che Gómez y sus acompañantes. Fusilados, linchados, ejecutados —las versiones varían según las afinidades de cada cual y se califica en consecuencia el acontecimiento como asesinato, ley fuga, linchamiento o ejecución sumaria; se le adjudica tanto a sus partidarios como a sus enemigos. Unánimemente se pide justicia. Cada cual relata diferentes detalles acerca de la muerte pero se enfatiza siempre que viajaba con un salvoconducto. Algunos diarios anuncian en falso la muerte de Mario Palacios. Juárez Maza en Juchitán, recibe cálida simpatía, impresionado con el estado de destrucción del lugar —tal y como se reseña al día siguiente. El cónsul inglés informa a Londres: “El lugar más problemático en este momento en la República es el estado de Oaxaca”. 306 La Legislatura de Oaxaca y los representantes de aquel Estado mantienen la defensa de la soberanía; mientras la nación entera comenta la muerte de Che Gómez, los diputados se indignan porque la Cámara Federal no ha tenido la cortesía de responder a su último mensaje. Reenvían telegramas y solicitan informe detallado de los últimos acontecimientos al Gobernador. La Comisión de Ministros que se realizaba en Chapultepec se canceló a las doce y media, al recibirse la noticia de la muerte de Che Gómez, pues uno de los puntos a discusión era el tema Juchitán; se trató también el asunto de si los Ministros acudirían ante la Cámara, cuándo y cómo para evitar descalabros como el de Calero. El Ministro de Gobernación y Madero se justifican y deslindan de inmediato de la muerte de Che Gómez. El Presidente escribe a Merodio unos días después: “…mucho le agradezco los interesantes informes que me da, relacionados con la sublevación y muerte del Lic. José F. Gómez. La conducta de Ud. durante estos acontecimientos, me ha parecido en todo ajustada a la prudencia y a los intereses de la Nación. Por mi parte debo decir a usted que mi primitiva actitud en relación con el Lic. Gómez obedeció a que, según informes que usted mismo me dio, los partidarios de aquel señor se movían al grito de “Viva Madero” y muera la imposición de jefe …lo cual me hizo creer que eran adictos a mi Gobierno y que operaban por presión, de que eran víctimas…”307 El Avance alardea su primacía y casi justifica a los linchadores del famoso líder. Fuimos los primeros en comunicar a nuestros lectores la captura del criminal Che Gómez, verificada en la estación de Rincón Antonio el día de antier, y esto bastará
306. Hohner-Gray. 6/12/11. Foreign Office Papers, London. Citado por Paul Garner: 1988, p. 67. 307. Francisco I. Madero a Telésforo Merodio. Documentos Históricos de la Revolución Mexicana VI: 1965, p. 402.
para que el público juzgue el servicio que nosotros tenemos, sin que nos ciegue ninguna vanagloria puesto que sólo correspondemos al favor que nos dispensa el público. Lo que ayer en la tarde era todavía duda nos lo confirmó nuestro corresponsal de México, diciéndonos: “A pesar del salvoconducto del Presidente de la República, Madero, fue capturado ayer Che Gómez y otros cabecillas en Rincón Antonio. Al ser aprehendido, ordenó a los rurales que lo escoltaban hicieran fuego, pero estos no obedecieron, disparando sus armas sólo algunos acompañantes, sobre los aprehensores, que también contestaron los disparos causándoles dos heridos.” Nuestro Corresponsal en San Gerónimo nos ha ratificado su telegrama de antier y todo, no nos dejó lugar a duda, después de lo que el Lic. Chapital, nos mostró el mensaje que el Sr. Adelaido Cortés, de Tehuantepec, le envió ayer confirmando la aprehensión y diciendo, además que Tehuantepec, facilitó cuarenta hombre que conducirán a Che Gómez y los suyos, de Rincón Antonio a Juchitán, donde serán juzgados por el juez de primera Instancia, Lic. Manuel Díaz Chávez. El mismo mensaje de referencia, confirma la aprehensión de Mario Palacios, que se encuentra en la Cárcel de San Gerónimo. En el mismo mensaje que recibió el Sr. Lic. Chapital se le comunica que existen rumores de que Che Gómez y los demás cabecillas criminales han sido linchados. A última hora, recibimos un interesante mensaje de San Gerónimo en el que se nos da noticia de que el famoso Che Gómez estando en poder de los voluntarios de Rincón Antonio y persistiendo en la idea de fugarse fue linchado antenoche, por un numeroso grupo de adoloridos a quienes había causado muchos males. La misma suerte corrieron los nueve cabecillas que le acompañaban. Nuestro Corresponsal no nos envía más detalles, concretándose sólo a comunicarnos el fin trágico del que con embustes y supercherías llevó a morir y cometer crímenes a las inconscientes mesnadas de juchitecas, para que sirvieran de valladar a sus ambiciones, y regaran con sangre valiente las campiñas fértiles de su Distrito.
Tras honrar la presunta primacía del diario oaxqueño, comenzamos con El Imparcial, ya que Zea envía su nota desde Rincón Antonio y San Jerónimo, que se encabeza así, a ocho columnas, en primera plana: “Cómo murió el que por un día fue el ídolo de los Juchitecos. La multitud enfurecida sacó a Che Gómez de la cárcel y lo acribilló a balazos con inaudita saña matando también a ocho de sus compañeros. Hasta las once de la mañana permanecieron los cadáveres en el camino. El cadáver del rebelde presentaba huellas de cincuenta y dos proyectiles.” Los sucesos que se han desarrollado ayer en Rincón Antonio (Oaxaca), habían sido ya previstos, no, naturalmente, en la magnitud con que se han producido, pero sí había motivos suficientes para suponer que tanto el licenciado Gómez como sus compañeros, pudieran ser víctimas de un atentado, desde el momento en que, como decía ayer nuestro corresponsal, la autoridad se vio en aprietos, en momentos de la aprehensión de Gómez y sus acompañantes para evitar que fueran agredidos. Los sentimientos de hostilidad que en Rincón Antonio había contra el jefe de la rebelión juchiteca no eran nuevos pues hace muchos días, desde que se supo que por allí pasaría el rebelde juchiteco, nuestro corresponsal nos comunicaba que sería recibido de una manera hostil, y aunque esto fue desmentido por un colega vesper-
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tino, los hechos que desgraciadamente se han registrado ayer, vienen hoy a comprobar que esta vez, como siempre, EL IMPARCIAL estaba bien informado. En San Jerónimo, Zea comienza a enviar sus telegramas al periódico desde antes de las once de la mañana. Ayer se repitieron las manifestaciones hostiles en Rincón Antonio contra el licenciado José F. Gómez, que, como informé oportunamente, fue internado en la cárcel. El pueblo se mostraba excitado en grado sumo y recorrió las calles, protestando contra la actitud del señor Presidente y lanzó vítores en honor del señor Juárez. Abundaron los gritos de “Viva Oaxaca libre”. Repetidas veces, numerosos individuos llegaron hasta las puertas de la prisión, pretendiendo sacar de allí a viva fuerza al licenciado Gómez y a sus acompañantes aprehendidos con él. Temiéndose que estallaran nuevos desórdenes, el señor Gobernador dispuso que el cuerpo de policía de Tehuantepec marchara violentamente con dirección a Rincón Antonio, para prestar auxilios a las autoridades de allí. A su vez, el señor General Merodio, Jefe de la Zona, envió un destacamento con el mismo objeto. Los individuos que recorrían las calles, fueron engrosados con doscientos hombres más que llegaron de Tepetapa [sic. Petapa], llevando armas de todas clases y haciendo causa común con aquéllos. Sabiendo que era inminente la llegada de los federales, dieron un último asalto a la cárcel, y sacando de allí al licenciado Gómez y a sus diez acompañantes, los condujeron a las afueras de la población, tomando el rumbo de Tepetapa. Aquí se rumora con insistencia que una multitud enfurecida, después de apoderarse del jefe de la sublevación y de los otros, les dio muerte en el punto conocido por “Paso del Guayabo”. Se agrega que los once cadáveres quedaron tirados en el camino. Los cuerpos están acribillados a balazos. Ante la actitud amenazante que había asumido la multitud en Rincón Antonio, respecto a las personas del licenciado Gómez y de sus amigos, las autoridades de allí solicitaron que les enviaran violentos auxilios. Entonces, el General Jefe de la Zona dispuso que salieran inmediatamente para Rincón Antonio cien hombres del trigésimo Batallón. En Rincón Antonio la excitación era cada vez mayor, y en esos instantes alguien hizo circular la versión de que las fuerzas federales se dirigían hacia allá, con el objeto de rescatar al licenciado Gómez y resguardarlo, haciendo que se respetaran los salvoconductos expedidos por el señor Presidente de la República a su favor, a fin de que pudieran pasar a esa capital. Al conocerse en el lugar el rumor, los ánimos acabaron de exacerbarse. Fue entonces cuando llegaron a Rincón Antonio los individuos de Tepetapa, entre ellos muchos de los que habían acompañado al licenciado Gómez durante el levantamiento de Juchitán. Deseosos de tomar venganza contra el antiguo jefe, se unieron a los demás individuos y se encaminaron directamente hacia la cárcel, en medio del mayor tumulto. En la prisión había un piquete de nueve rurales para custodiar a los presos. Éstos, al ver venir sobre ellos aquel mar de gente enfurecida, que llenaba el aire de imprecaciones y de gritos, se prepararon a resistir, cumpliendo con su deber. Durante algún tiempo se defendieron bravamente de aquel alud humano que se precipitaba sobre la cárcel; pero al fin fueron arrollados por los individuos, que eran en número de más de mil ya.
Los rurales se vieron entonces imposibilitados para detener a la multitud, la cual, dueña por completo de la cárcel, rompió las puertas de la misma en un momento y sacó a la calle a los reos. El motín fue terrible. El desorden espantoso. La gritería se recrudeció cuando los reos salieron a la calle llevados por los amotinados. Entre toda clase de exclamaciones se les condujo fuera de Rincón Antonio, a un punto situado a dos kilómetros de la estación de ferrocarril. Cerca del tinaco que hay allí, la multitud se detuvo. Dícese que como en tales momentos se distinguiera que se acercaba a toda máquina el tren en que venían los soldados federales enviados de aquí, esto precipitó los acontecimientos. Detrás de la casa del gerente del ferrocarril, la muchedumbre se lanzó sobre el licenciado Gómez y sus acompañantes, contra quienes dispararon más de cien balazos. El jefe de la sublevación y los hombres que le habían quedado fieles hasta el último momento, quedaron muertos en el acto, llenos de heridas, de donde brotaban largos hilos de sangre que mancharon la tierra. Consumados los hechos anteriores, los matadores se dispersaron en distintas direcciones, y cuando llegaron la policía de Tehuantepec y los soldados federales, sólo hallaron ya nueve cadáveres tendidos en la desolación del paraje. […] Se sabe que en la lucha que la multitud sostuvo con los rurales que custodiaban la cárcel de Rincón Antonio, hubo algunos heridos, que se han ocultado eludiendo la acción de las autoridades. El Juez de primera Instancia de Juchitán practica las averiguaciones del caso, a fin de esclarecer los hechos y fijar responsabilidades. […] Ha sido nombrado Juez de Primera Instancia de Juchitán, el Lic. don Manuel Díaz Chávez, quien desde luego se avocó del conocimiento de los acontecimientos de aquel lugar. Recibió la consignación del Lic. José F. Gómez, Mario Palacios y demás acompañantes, confirmando la orden de aprehensión y dictando auto de formal prisión. La trágica y sensacional muerte del Lic. Gómez, prescribirá la acción contra él, continuando el proceso contra los demás. La noticia de la muerte del licenciado Gómez, sigue causando inmensa sensación en todo el Istmo. […] Regresó a esta población el capitán Almagino Tovar, jefe de la fuerza que escoltaba al licenciado Gómez. Dice el capitán que respetando la orden de aprehensión, evitó el atentado, consintiendo que bajaran del tren al jefe de los rebeldes, a quien no abandonó hasta las diez de la noche, en que recibió órdenes de la Superioridad para entregarlo a las autoridades municipales, cesando entonces su responsabilidad. Temiendo un atentado, permaneció cerca de la prisión e intentó inútilmente impedir que sacara al reo el grupo de gente, que al fin lo hizo. Ésta manifestó al capitán que iba a conducir al licenciado a otro lugar donde estuviera más seguro. A la salida de la población se les incorporó un grupo más, que fue el que hizo los primeros disparos. Como es bien sabido, los indígenas de Tepetapa habían prometido al licenciado Gómez que si no cumplía sus promesas y los abandonaba, moriría. Esta amenaza la cumplieron con verdadera saña, pues el cadáver del licenciado presentaba huellas de cincuenta y dos balazos. Hasta las once de la mañana, los cadáveres, agujereados horriblemente por las balas, permanecieron tirados en el camino polvoriento y solitario. Se ordenó entonces a las autoridades que los recogieran.
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Eso fue el día 5. El día 6, Enrique León desde Juchitán ordenaba al Presidente Municipal de Matías Romero: Si se presentan hermanas Lic. Gómez a recoger su cadáver prefiéralas, a cualquier otro deudo y caso carecer recursos para inhumación decorosa minístreles por cuenta del Estado los que sean necesarios, cuidando de evitar burlas u otras demostraciones impropias. 384
Si se presentan deudos Lic. Gómez a recoger su cadáver, permítaselos y caso de no presentarse haga Ud. inhumación decorosa por cuenta del Estado; pero de ninguna manera consienta se traslade dicho cadáver a esta Cabecera ni que la inhumación se verifique sin la autopsia previa.
Reitero a usted orden de esta Jefatura para que por ningún motivo permita que cadáver Lic. Gómez sea trasladado a esta Cabecera. 308
El Demócrata Mexicano anuncia: “Ha sido asesinado en Rincón Antonio el cabecilla Che Gómez”. Aparecen retratos dibujados del Licenciado José F. Gómez y de Mario Palacios. Este es recuadro, también de la primera plana:
En la entrevista cuotidiana que por las noches concede el señor Ministro de Gobernación don Abraham González a los repórters de los diarios citadinos, dijo ayer: “Che Gómez fue muerto hoy, en la estación de Rincón Antonio Nuevo, por un numeroso grupo de Juchitecos, según un telegrama recibido a las doce y media del día, enviado de San Jerónimo, por el licenciado Jesús Urueta.
“Ignoro los detalles, aunque supongo que fue hecho prisionero por el citado grupo, y sus amigos, al intentarlo rescatar, ocasionaron una refriega que dio por resultado la muerte del mencionado Che Gómez y la de algunos de sus partidarios”. El licenciado José G. Gómez, jefe de la pasada revuelta juchiteca que tuvo en tensión tanto tiempo al Gobierno Federal como al local de Oaxaca, fue anteayer asesinado, en unión de su entenado el joven ex-teniente de la Armada Nacional, Mario Palacios y de nueve hombres más que lo acompañaban en su viaje a la capital. El crimen se perpetró en los suburbios del pueblo de Rincón Antonio Nuevo, por unos individuos armados, que obligaron al licenciado Gómez y a sus acompañantes, a descender del tren que los conducía a México. Parece que los asesinos mostraron orden de aprehensión en contra de Che Gómez y de los demás individuos, firmada por una alta personalidad del Gobierno de Oaxaca. Los asaltantes no respetaron el salvo-conducto expedido en favor del licenciado Gómez y de sus acompañantes, por el señor Presidente de la República.
308. AJFG doc. 117, 118, 119.
Tal crimen ha sido acremente censurado por todas las personas sensatas y habla muy poco en favor del Gobernador del Estado de Oaxaca, don Benito Juárez Maza. La sociedad se encuentra altamente indignada, repetimos, y demanda el castigo de los culpables asesinos, a los cuales es indispensable se aplique todo el rigor de la ley, sean quienes fueren y aun cuando ocupen el más alto puesto. […] Los reporteros de este diario entrevistaron a algunas personas que por diversas razones podían confirmar o ampliar la noticia. Uno de nuestros entrevistados, nos mostró un telegrama que había recibido de San Jerónimo, el texto del cual, con permiso del interesado copiamos, dice: “Estación de San Jerónimo, Diciembre 5.- Che Gómez, en compañía de su entenado Mario Palacios y de algunos de sus partidarios, tomaron el Ferrocarril Nacional de Tehuantepec, en esta estación, con rumbo a la capital”. Se dice que al desembarcar los pasajeros en Rincón Antonio, un grupo numeroso de juchitecos, cuyos nombres no son aún conocidos, rodeó el coche en que viajaban Gómez y sus acompañantes. Los asaltantes iban perfectamente armados y por la fuerza obligaron al jefe juchiteco y a quienes lo acompañaban, a descender del coche, y empleando la fuerza, los condujeron a las afueras de la población. Una vez en esos lugares, los asaltantes llevaron al licenciado Gómez, a Palacios y a los nueve restantes sujetos que iban en su compañía, hasta una colina próxima, donde los separaron, conduciendo a uno por uno cerca de las peñas. Es decir, grupos de tres o cuatro individuos rodearon a cada uno de los acompañantes del licenciado Gómez, incluso a éste y a Palacios, y una vez que todos estuvieron separados a distancia de unos ocho metros unos de otros, sus custodios hicieron fuego sobre ellos, dejándolos muertos en el acto. Cuando los presos observaron la maniobra de sus custodios, trataron de oponer resistencia y sacaron sus pistolas, pues todos las conservaban; pero no tuvieron tiempo de defenderse, pues antes cayeron atravesados por las balas de los asaltantes. Se dice que primeramente fue sacrificado Che Gómez y después sus acompañantes. Los cuerpos fueron llevados más tarde a Rincón Antonio Nuevo y entregados a las autoridades para que sean inhumados. Los autores de los fusilamientos, según se dice, manifestaron a las autoridades que se vieron en la necesidad de sacrificar a Che Gómez, porque tanto él como sus acompañantes trataron de evadirse, al saber que se les detenía por orden superior, la que se negaba a obedecer, en virtud de los salvo-conductos con que el mismo Presidente de la República los había protegido. […] El mismo individuo que me telegrafía agrega, “que la muerte de Che Gómez estaba ya decretada por personas de gran representación en el gobierno de Oaxaca”, pues se asegura que alguien había ofrecido que antes que Che Gómez llegara a México sería muerto, porque se sabía que el jefe revolucionario juchiteco, traía documentos importantísimos que presentar al señor Presidente de la República demostrando con ellos que la revolución juchiteca, había tenido razón de ser, desde el momento en que sólo por un capricho y lo que es peor, imponiéndose a la voluntad del pueblo de Juchitán, se pretendía sostener a la primera autoridad política que lo mandaba. Esto es lo que se dice aunque en voz baja y entre la gente consciente, tal versión ha sido aceptada a juzgar por lo que verbalmente me han comunicado varias personas.” […]
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Por otros conductos hemos averiguado que antes de salir de esta capital el señor Mario Palacios, entenado del señor licenciado José F. Gómez, hablando con uno de nuestros repórters, manifestó que el jefe juchiteco tenía grandes temores de ser asesinado cuando pasara por la estación de Rincón Antonio Nuevo, pues sabía que en esa población existían personas que le tenían mala voluntad. —Crean ustedes, nos decía el joven Palacios, ex-teniente de la Armada Nacional, el licenciado Gómez tiene motivos de sobra para desconfiar de la gente de Rincón Antonio, porque en ese lugar tiene algunos enemigos gratuitos que han jurado su pérdida. Y aunque llevemos los salvoconductos que el señor Presidente de la República nos ha ofrecido, yo mismo abrigo esos temores, pues conozco perfectamente a esa gente y temo, con mucha razón que nos suceda algo malo, si hacemos el viaje por ese lugar. Los presentimientos del joven Palacios, así como los de Che Gómez, se confirmaron desgraciadamente, como se ha visto, puesto que fueron asesinados villanamente en el mismo sitio donde lo esperaban, no valiéndoles los salvo-conductos que el señor Presidente de la República les otorgó.
Estas declaraciones, así como un ejemplar de este diario, se usarán en el procedimiento instruido contra Palacios, a quien ese día ya daban por muerto, ignorando que había sido detenido. Dada la deferencia mostrada siempre por este diario hacia el Licenciado, incluso la familia tomó por cierta la noticia, lo cual les causó gran pesar. Es de creerse que el crimen estaba premeditado, porque cuando el tren pasaba por Rincón Antonio Nuevo, era escrupulosamente registrado por hombres armados, los cuales no respetaban ni los lechos en que se encontraban las señoras a las cuales obligaban a veces a levantarse para ver perfectamente si dentro de las ropas de los lechos venían las personas a quienes ellos esperaban seguramente. Esto lo puede comprobar nuestro enviado especial, puesto que a él mismo le ocurrió el caso, porque viniendo de Juchitán con dirección a la capital, fue sujeto a la misma prueba, o lo que es lo mismo, registrado el Pullman en que viajaba. Se le interrogó de dónde venía y adonde iba, y aún más, se pretendió ver los papeles que traía, pero como es natural, nuestro enviado se resistió a mostrar sus papeles. Por nuevos telegramas que pudimos ver, sabemos que Che Gómez venía acompañado por Palacios y otras personas de Juchitán; que al llegar todos a la estación de Rincón Antonio Nuevo, fueron detenidos por orden de las autoridades del lugar, las cuales mostraron una orden superior, obligando al licenciado Gómez y a sus acompañantes a que bajaran del wagón que los conducía a México. El licenciado Gómez, se oponía a cumplimentar la orden, pero por la fuerza fue sacado del coche en unión de sus acompañantes y arrojado al suelo. Todavía el licenciado Gómez expresaba que traía un salvo-conducto del señor Presidente de la República con quien tenía que hablar; pero todos sus razonamientos fueron desechados y después de haberlo maniatado, así como a Palacios y a nueve hombres más que con ellos venían, se les obligó a marchar a pie con rumbo a los suburbios de la población. Se dice que los presos fueron obligados a marchar con dirección a la estación de San Jerónimo y que en el camino, la escolta que los conducía fue sorprendida por unos desconocidos, los cuales por la fuerza, obligaron a los custodios a que les entregaran al licenciado Gómez y a quienes lo acompañaban, ajusticiándolos en el acto.
Otros dicen que la misma fuerza fue la que asesinó al licenciado Gómez y a sus hombres, por la espalda, es decir, aplicándoles la Ley Fuga, y que después de este crimen, regresaron a Rincón Antonio, manifestando a las autoridades que habiendo pretendido evadirse los presos, los habían fusilado, dejando abandonados los cadáveres en el campo. Lo cierto es que el licenciado Che Gómez y sus acompañantes, fueron asesinados, no se sabe si por los miembros que los custodiaban o por otros individuos.
El Diario, reseña desde San Gerónimo, también en primera plana encabezada con los siguientes titulares: “Bajo una lluvia de balas cayó para siempre, se le aplicó la “Ley Fuga” por orden del Gobernador, al fulgor de los relámpagos se desplomó el cuerpo del cabecilla .Todos los habitantes de esta población, intrigados como estaban por saber la suerte que correría el Lic. Gómez, rebelde que soliviantó los ánimos de los juchitecos, acaban de sufrir una gran impresión al tener noticia de que “Che” fue fusilado anoche en los momentos en que se trataba de conducirlo a la capital del Estado. “Che” estaba prisionero bajo la vigilancia del Capitán Cuenca”. Digo que fue fusilado, porque esta es la versión que corre ampliamente en esta ciudad y las más cercanas. Parece que se trata de un fusilamiento sin formación de causa, es decir, de una verdadera ejecución sumaria conocida con el nombre de “ley fuga”. El Lic. Gómez, después de haberse comunicado telegráficamente con el Presidente de la República, obtuvo de este funcionario un salvo conducto para ir a la ciudad de México y tener conferencias con el Primer Magistrado, a fin de solucionar cuanto antes el difícil problema de la Jefatura Política de Juchitán. El otorgamiento del salvo conducto fue cosa que desagradó altamente al señor Gobernador quien, no permitiendo que la soberanía del Estado fuese atacada ni por un instante en lo más mínimo, se opuso terminantemente a que “Che” saliese de territorio oaxaqueño a pesar de mil salvo conductos. Sabedor el señor Juárez Maza de que Gómez se encaminaba ya a la capital de la República, se dirigió telegráficamente al General Merodio, Jefe del cuartel de esta Zona, pidiéndole auxilio para evitar que el cabecilla rebelde abandonase tierras oaxaqueñas. Merodio contestó que nada podía hacer en obsequio del Gobernador, pues “Che” Gómez tenía un salvoconducto del Presidente de la República, con el cual podía transitar libremente por cualquier parte de la nación. Entonces el señor Juárez, sin tiempo que perder, salió personalmente en persecución del rebelde. El Gobernador iba acompañado de un piquete de fuerza local, de varios mozos y de dos amigos. En las estaciones del trayecto se le hicieron cariñosas manifestaciones. Momentos antes de que “Che” Gómez llegase a la estación de Rincón Antonio para tomar el Ferrocarril del Istmo y dirigirse a Veracruz, fue detenido por sus perseguidores. En un principio trató de defenderse; pero viendo que su gente era inferior en número a la del Gobernador, se rindió inmediatamente en calidad de prisionero. La gente del Gobierno dispuso que por cordillera fuese llevado a San Gerónimo y de allí a Oaxaca, punto final de su destino, donde sería juzgado por el delito de rebelión.
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Los amigos del “Che” habiéndose enterado de la prisión del cabecilla, se pusieron desde luego en movimiento con la intención de rescatarlo. Al efecto, organizaron en breve tiempo una numerosa partida y con ella salieron dispuestos a batirse y a liberar al rebelde. Inútiles fueron los esfuerzos de estos hombres. El combate se trabó encarnizado y hubo más de cuarenta muertos por ambas partes, entre los que se contó el Lic. José Gómez, sus más adictos partidarios y algunos juchitecos valientes que lo acompañaban. En los momentos en que el combate era más nutrido y el cabecilla caía para siempre atravesado por una lluvia de balas, se desataba una fuerte tormenta, cuyos relámpagos hacían más trágica la breve y mortal contienda. Hay quien asegura, sin que esto pueda confirmarlo de manera cierta, que el Gobernador de Oaxaca ordenó el inmediato fusilamiento de “Che” Gómez y de sus acompañantes. Se dice que una vez efectuadas las aprehensiones de estos individuos se les hizo caminar rumbo a San Gerónimo, y pretextando que los prisioneros trataban de fugarse, se hizo una nutrida descarga de fusilería sobre ellos, muriendo todos. Las opiniones se han dividido al conocer esta nueva versión y mientras unos aplauden la actitud enérgica del Gobernador de Oaxaca, otros la reprochan acremente, diciendo que eso es faltar a los principios de la Constitución. Sea lo que fuere, el hecho es que “Che” Gómez ha desaparecido para siempre y con él las constantes amenazas y peligros de ver turbada la tranquilidad de estas regiones.
Los documentos del archivo José F. Gómez informan la salida de Juárez Maza hacia Juchitán, a las ocho y media de la mañana y de los temores en Rincón Antonio. 309 Ventura J. Cano a Enrique León desde Rincón Antonio, 6 de diciembre de 1911, telegrama enviado a las 4.30 y recibido a las 5.20. Hay noticias alarmantes gomistas pretenden atacar este pueblo esta noche, mucha gente emigrando. Suplícole enviarme fuerza o armas dictando medidas. E. P. M., Ventura J. Cano.
Seguramente León o Díaz Quintas transmiten este mensaje a la Zona Militar, a juzgar por la respuesta de las fuerzas federales. Telésforo Merodio a Enrique León, desde Estación San Gerónimo, 6 de diciembre de 1911, enviado a las 9.35pm. Ya se toman providencias por temores en Rincón Antonio. Contesto telegrama de hoy. 310
El Diario entrevistó al Secretario de Gobernación don Abraham González … a pregunta especial hecha al señor Ministro de que si con la muerte del Jefe del movimiento en Juchitán, cesaría la revuelta y se restablecería nuevamente la tranquilidad, contestó: “Eso es indudable, pues Gómez era el único elemento de rebelión que había en Oaxaca”.
309. AJFG doc. 121 y doc. s/n. 310. AJFG doc. s/n.
El Imparcial informa de la entrega de armas y las capitulación de los rebeldes como si se tratara de un hecho único e inmediato tras la muerte de Che Gómez: como veremos, llevó varios meses pacificar la zona. Por informes llegados de la región que se había sublevado, se sabe que todos los partidarios del licenciado Gómez se han rendido ya. Se va a proceder a la requisición de armas, lo cual se cree se hará sin dificultad. De los pueblos que secundaron al jefe trágicamente desaparecido hoy, han llegado comisiones protestando al Gobernador su adhesión. El señor Juárez los ha interrogado, sondeando los ánimos para hacer un acertado nombramiento de Jefe Político. […] La Secretaría de Guerra recibió un informe telegráfico, procedente de San Jerónimo, en el que el Jefe de la Zona participa que las fuerzas rurales de las que operan en esa región, capturaron a ochenta y un sublevados, en el pueblo de Guevea. A estos individuos se les recogieron armas modernas y una gran cantidad de cartuchos, y fueron consignados a las autoridades de Tehuantepec.
El Diario nos informa por primera vez, bajo el subtítulo “Noticias oficiales”, de un nuevo emisario maderista, apenas entrevisto anteriormente. Se le declara miembro de la segunda comisión pacificadora y miembro de la comitiva de Juárez. En todo caso, es muy cercano a Juárez, a quien acompañó en su campaña por la Gubernatura meses antes. El Lic. Urueta, que ha sido comisionado por el Gobierno del señor Madero para recorrer varios Estados de la República en comisiones oficiales de alta política, ha enviado a la Secretaría de Gobernación un mensaje dando cuenta de la muerte de “Che” Gómez. También el Gobernador interino del Estado, Lic. Constantino Chapital, recibió hoy un amplio mensaje en clave del señor Juárez, dándole cuenta del encuentro habido con los hombres de Gómez y de la muerte de este político que empuñó la bandera de la rebelión. Se cree que la muerte del cabecilla traerá serios trastornos al Estado, muchos partidarios que no quedarán conformes. El Jefe de las fuerzas, General Merodio, está tomando serias precauciones en previsión de un levantamiento. Dicho comisionado también es mencionado por El Imparcial. De esa capital llegaron hoy a esta población el licenciado Jesús Urueta y D. Alfredo Rodríguez. En estos momentos, diez y media de la mañana, tienen una conferencia con los señores Gobernador Juárez y General Merodio.[…] Intento celebrar una entrevista con el Lic. don Jesús Urueta, que, como ya comuniqué, se halla aquí. El señor Urueta me manifestó que vino a tratar “asuntos particulares, más que otra cosa”. Parece que dicho señor ha estado en activa correspondencia con esa capital. Frecuentemente ocurre al telégrafo a depositar largos mensajes. Se me informa que con el Lic. Urueta vinieron los ex-revolucionarios Gabriel Gavira y Rafael Tapia. El primero se detuvo en Santa Lucrecia, y Tapia en Estación Pérez. Las noticias desde la ciudad de Oaxaca también son abundantes. El corresponsal de El Imparcial escribe: Circularon hoy unas hojas impresas, citando al pueblo para que se reuniera frente a la Catedral, con el objeto de dirigirse al Congreso, donde se esperaban informes sobre los asuntos de Juchitán.
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Se reunieron cerca de quinientas personas, que asistieron al Congreso, donde resultó infructuosa su asistencia. Se rumora que el Jefe de esta Zona Militar ha recibido instrucciones de esa capital de no permitir manifestaciones, con amplias facultades para impedirlas. En toda la ciudad reina gran excitación por el giro que toman los asuntos del Gobierno Federal. Una manifestación contra Madero se dirigió a la oficina de telégrafos, donde depositaron un mensaje defendiendo la soberanía de su Estado. Durante la manifestación se han pronunciado más de veinte discursos alusivos. Todavía hasta estos momentos, las nueve de la noche, numerosos grupos recorren las calles, lanzando gritos contra el señor Madero. El Periódico Oficial de Oaxaca en su crónica de la sesión de este día. El diputado Olivera reclama que no se ha recibido respuesta al telegrama donde se denuncia la negativa del General Merodio. Opina que debe exigirse a Cámara Federal una explicación, respecto al cumplimiento del artículo 116 de la Constitución. El diputado Montiel opina también que debe dirigirse un mensaje inmediatamente. El Diputado Vargas alega que es del dominio público lo ocurrido en el Istmo: la muerte de José F. Gómez y la prisión de varios cabecillas como Mario Palacios, y pide que el Ejecutivo del mande un informe de lo sucedido. Se acordó que la Secretaría dirigiera dos mensajes en el sentido que se había aprobado: uno a la Cámara de Senadores del Congreso de la Unión y otro al Ciudadano Gobernador del Estado. 311 El Diario, desde Oaxaca da cuenta de la firmeza de las posiciones de los legisladores de la entidad. La Legislatura local, al tener aviso de los sangrientos sucesos, se reunió en sesión extraordinaria y los discutió ampliamente, resolviendo felicitar al Gobernador del Estado por la enérgica actitud que ha asumido en este asunto. También resolvió la Legislatura mantener, a todo trance, de acuerdo con el Gobernador, la soberanía del Estado y no permitir que la Federación se inmiscuya en los asuntos locales. Entre los principales políticos de esta ciudad y algunos de la capital de la República, se han cruzado varios telegramas hablando extensamente de estos asuntos y acordando la actitud que debe guardarse en caso de que la situación se complique, con motivo de la muerte de “Che” Gómez. Se asegura que una comisión de tres personas, nombrada por el Gobernador Juárez, saldrá esta noche rumbo a la metrópoli para conferenciar con el Presidente Madero. En Veracruz la reacción es distinta: de enojo y repudio. El Corresponsal de El Imparcial informa “Gran sensación ha causado en este puerto la noticia llegada del Istmo, de que anoche, en Rincón Antonio, fue muerto por numerosos individuos amotinados, el Lic. Gómez, a quien junto con ocho de sus compañeros, se sacó de la prisión.”
311. Periódico Oficial de Oaxaca, 3 de abril de 1912.
Madero y sus Ministros estaban reunidos en la ciudad de México cuando recibieron la noticia de la muerte del Licenciado José F. Gómez. Así se lee en El País bajo el encabezado: “Se asegura que Che Gómez fue fusilado”. A las cinco de la tarde del día de ayer se verificó un consejo de ministros el castillo de Chapultepec, presidido por el señor Presidente don Francisco I. Madero. En dicho consejo se trató extensamente de la actitud que debe guardar el gobierno respecto a la Cámara de Diputados, quienes rechazaron el dictamen de las comisiones, relativo a si deben o no informar personalmente los ministros en la Cámara de Diputados cuando se les hagan interpelaciones. Después que los miembros del Gabinete hubieron cambiado algunas impresiones sobre el particular, se acordó por unanimidad que los ministros no tienen obligación de presentarse a la Cámara de Diputados personalmente para dar cuenta de los actos de su ministerio. Este acuerdo se tomó teniendo en cuenta lo que previene la Constitución de la República, que en concepto del señor Ministro de Gobernación está muy por encima del reglamento interior de la Cámara de Diputados. Después se pasó a discutir la crítica situación porque atraviesa el Estado de Oajaca, y aún no se había llegado a ningún acuerdo cuando se recibió un mensaje de las autoridades de Juchitán, informando que ayer por la tarde pereció en un encuentro el jefe de los rebeldes juchitecos, licenciado Che Gómez. El telegrama vino sumamente lacónico, sin dar detalles; pero el señor ministro de Gobernación se sirvió decirnos que probablemente fue muerto al intentar sus partidarios rescatarlo de las fuerzas del gobierno. El hecho ocurrió en Rincón Antonio, cuando las fuerzas federales que lo arrestaron el lunes en San Jerónimo lo conducían a las autoridades de Juchitán. Corren toda clase de comentarios respecto a la misteriosa muerte de este cabecilla, habiendo quien asegure que éste fue fusilado por orden del gobernador Juárez. En otra nota, Abraham Gonzáles comenta a El País. El señor ministro de gobernación, don Abraham González, se sirvió manifestarnos ayer, que probablemente será designado por el gobernador Juárez, para ocupar el puesto de jefe político de Juchitán, el señor Francisco Villar, persona conocida en dicho distrito, donde goza de generales simpatías. El señor ministro cree que este nombramiento será satisfactorio a los juchitecos.
El Ministro y el Presidente se curan en salud con las siguiente declaraciones e infidencias, que recoge el Demócrata Mexicano. Si el señor Presidente mandó expedir salvo-conductos al licenciado José F. Gómez, fue de acuerdo con los convenios celebrados con el señor Chapital y con la conformidad del licenciado Benito Juárez, Gobernador del Estado. Por lo demás, el señor Presidente estaba en su perfecto derecho de mandar traerlo, puesto que era reo de delitos federales por haber atacado el cuartel de las fuerzas federales en Juchitán, lo que constituye un delito de carácter militar. El licenciado debía primero responder de los delitos en contra del Gobierno Federal y en el caso de que resultara inocente, hubiese sido puesto a disposición de las autoridades de Oaxaca.
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El Demócrata Mexicano se acercó anoche al Presidente de la República con objeto de obtener alguna declaración sobre el asesinato del cabecilla juchiteco, licenciado José F. Gómez. El señor don Francisco I. Madero nos manifestó lo siguiente: que al extender los salvo-conductos para que el cabecilla rebelde viniera a esta capital, lo había hecho de acuerdo con el Gobernador del Estado de Oaxaca, licenciado don Benito Juárez Maza y por intermedio del licenciado don Constantino Chapital. […] El Primer Magistrado de la Nación nos manifestó que le había causado profunda pena el asesinato del licenciado Gómez, cuya noticia recibió en las primeras horas de la mañana de ayer, pero que juzgándola inverosímil había telegrafiado al general Merodio, jefe de las armas en el Estado, pidiéndole la confirmación. Hasta la hora en que entrevistamos al señor Presidente, no había recibido noticias del general Merodio, pero la noticia ya había sido confirmada por otros conductos.
El Diario justifica a Madero casi con idénticas palabras. Nueva Era anuncia la muerte a ocho columnas y, en recuadro de primera plana, excusa al presidente en términos semejantes a sus colegas y pasa a informarnos negándose a cualquier elucubración. El licenciado Gómez o Che Gómez, como era más conocido, el que hasta hace poco fue jefe político del importante partido de Juchitán, perteneciente al Estado de Oaxaca, murió el día de ayer en Rincón Antonio. Su muerte no fue natural sino violenta y acerca de ella la justicia tendrá que decir la última palabra. Nos abstenemos de dar detalles como de hacer comentarios porque el extinto dio mucho qué hacer a su tierra natal y también lo bastante al Gobierno Federal. Aún no se solucionaban las consecuencias a que dio origen la revuelta de Juchitán de la que fue jefe el señor Gómez, cuando perdió la vida. Esperamos que se enfríen las pasiones, que se suavice la tensión de nervios y que funcionen regularmente los cerebros para juzgar con serenidad y con justicia la obra del fallecido. Su muerte súbita nos veda entrar en explicaciones que de otro modo habrían sido necesarias porque estaban relacionadas con el ataque que deliberada o inconscientemente, se venía haciendo al Ejecutivo Federal por aquellos que no podían conformarse, con que no surgiera diferencia entre el Gobierno de Oaxaca y el Gobierno Federal, como obstruccionando la labor pacificadora del Gobierno de Oaxaca, como entrometiéndose en la soberanía del mismo, y como queriendo dejar impunes los castigos legales que el propio Gobierno de Oaxaca quisiera imponer a los que hubieran infringido sus leyes. El último cargo radicaba en que el Presidente indebidamente había mandado extender pasaportes al licenciado Gómez para venir a esta capital, y así, de hecho sustraerlo a la jurisdicción de las autoridades de Oaxaca. Si en realidad el Presidente mandó extender esos pasaportes, lo hizo procediendo de acuerdo con el Gobernador de Oaxaca, quien había aceptado el viaje del licenciado Gómez, y por lo tanto, no es cierto que quisiera sustraerlo de su autoridad ni de relevarlo de las responsabilidades que pudieran caberle. Pero repetimos, que la muerte se ha cernido sobre el licenciado Gómez, y debemos suspender toda discusión, por poco oportuna a este respecto. Entiéndase sí, que el Ejecutivo Federal ha procedido y procede con absoluta sujeción a la ley de la cual es el más fiel y respetuoso observador.
En otra ocasión, y si fuera necesario, daremos los comprobantes del proceder del Ejecutivo. Entre tanto, reciba nuestro más sentido pésame la familia del licenciado Gómez. Anoche, el señor Ministro de Gobernación en la audiencia que diariamente concede a los periodistas, nos comunicó la muerte del licenciado José F. Gómez, jefe de los sublevados de Juchitán, ocurrida en Rincón Antonio Nuevo, Oax. Detalles sobre este suceso, nos dijo que no tenía, porque la noticia fue recibida por el señor Presidente de la República a las doce y treinta de la tarde, cuando se celebraba un Consejo de Ministros en el que se discutió la actitud asumida por el Gobernador del Estado de Oaxaca, licenciado Benito Juárez, que había mandado aprehender a “Che” Gómez, no obstante que éste tenía un pasaporte expedido por el Gobierno Federal, que lo llamó a esta capital, no para sustraerlo de aquellas autoridades, sino para que explicara su conducta y sus pretensiones y buscar una manera satisfactoria de solucionar el conflicto que había provocado. Terminada esa misión, el cabecilla rebelde sería regresado a Oaxaca, para que ante aquellos tribunales respondiera de los cargos que en contra suya se formularon. Al recibirse el lacónico telegrama en que se daba cuenta de la muerte del licenciado Gómez, el Consejo fue suspendido y se pidieron al teatro de los sucesos mayores detalles que hasta esa hora nos dijo el señor Ministro, no habían llegado. La versión de la muerte del Lic. José F. Gómez, esparcida en toda la ciudad con una velocidad extraordinaria, ha producido una sensación enorme. En teatros y cafés, en la vía pública y en los tranvías no se hablaba anoche de otra cosa; y el alarmante tópico, en alas de la fantasía popular, tomaba increíbles proporciones, sobre todo porque varios periódicos, al dar en ediciones extraordinarias la noticia, lo hicieron sin entrar en pormenores, circunstancia propicia al desenvolvimiento de las conjeturas más absurdas que parezcan. En nuestra redacción el “riin, riin” del teléfono dejó escuchar incontables veces sus metálicas notas: era que a cada momento y de todas partes nos pedían la confirmación de la sensacional noticia, los pormenores, nuestra opinión acerca de las consecuencias que podría traer el escandaloso suceso, “et sic de coeteris”. Todavía a la hora en que cerramos esta edición, el tema de todas las conversaciones de los viandantes nocturnos no es otro: la muerte de Che Gómez; y sobre él se bordan los comentarios más encendidos, las opiniones más acres, las censuras más enérgicas.
El Diario entrevistó a algunos diputados: El Consejo de Ministros, que recibió la noticia de la muerte de Che Gómez aprobó la actitud del Gobernador Juárez Maza, de quien se dijo que estaba en su puesto al obrar como ha obrado.[…] Todos los señores Diputados con quienes hablamos nos dijeron que hasta esos momentos, las seis y media de la tarde, sólo sabían la muerte del famoso cabecilla, pero ignoraban los detalles del acontecimiento. …opinan que la actitud del Gobernador Juárez está dentro de los mandatos de la ley, no excediéndose ni un ápice en sus facultades gubernamentales. …es enteramente anticonstitucional que el Jefe Supremo de la República haya ordenado al Jefe de las fuerzas federales de Juchitán, General Merodio, que diera un salvo conducto y todo género de protecciones a “Che” Gómez; […] dar garantías a
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un revolucionario que trastorna la paz de un Estado de la Federación es señalado como una invasión a la soberanía de ese Estado… También se nos dijo que la actitud que han tomado y seguido hasta estos momentos los señores Diputados que representan a aquella Entidad federativa no cambiará en lo más mínimo; pues están dispuestos a salvar de una manera digna el supremo decoro de Oaxaca y de su digno Gobernador don Benito Juárez Maza.
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En el resto del país, algunas noticias sobresalientes tratan del licenciamiento de tropas. Se confirma fuga de Reyes, disfrazado, a San Antonio. Banderas debía llegar a México y no llegó, temeroso de que lo aprehendan a pesar de las garantías de Abraham González. La reunión de Ministros era también para tratar el grave caso de Yucatán y los sangrientos hechos en Halachó, donde hubo 10 fusilados. Jesús Flores Magón es nombrado subsecretario de Justicia. Pensión a deudos de Revolucionarios, pide el Gobierno a la Cámara.
5 de diciembre
Informe de Juárez Maza a la Legislatura de Oaxaca acerca de su viaje al Istmo
Sesión del día 20 de diciembre de 1911. 312 Presidente C. Dr. Esesarte Con asistencia de los Ciudadanos Diputados Esesarte, Puga y Colmenares, Odriozola, Acevedo, Luna, García, Rojas, Vargas, Montiel, Olivera, Gil, Rosas y Avendaño, se abrió la sesión. El Ciudadano Presidente, en uso de la palabra, dijo: En atención al oficio que se acaba de leer, nombro en Comisión a los Ciudadano Diputado Montiel y Odriozola para que se sirvan introducir al Salón al Ciudadano Secretario General de Gobierno y acompañar al Secretario cuando concluya de rendir el informe de que se trata. Presente este alto funcionario, el Ciudadano Presidente dijo: Tiene la palabra el Ciudadano Secretario. El Ciudadano Secretario General de Despacho en uso de la palabra dijo: Ciudadanos Diputados: Encontrándome dentro del término señalado por el artículo 104 del Reglamento para el gobierno económico de esta Legislatura, vengo a rendir el informe que al Ejecutivo se pidió con fecha 14 de los corrientes, acerca de los últimos acontecimientos habidos en Juchitán y el resultado de la visita practicada por el Ciudadano Gobernador.
312.
Publicado los días 21 y 22 de diciembre por El Avance. Aparece también en el Periódico Oficial de Oaxaca, 24 de abril de 1912, muy poco después de la muerte de don Benito hijo, siendo Gobernador Interino José Inés Dávila y Secretario General José Inés Dávila.
Esta Cámara solicitó la notificación de los últimos acontecimientos y del resultado de la visita; y en efecto, creo que a esto debo concretarme en la información que rinda, pues los acontecimientos anteriores y que fueron, por decirlo así el principio y la causa de los resultados obtenidos, ya eran de conocimiento perfecto de esta Honorable Legislatura. Con motivo de los conflictos surgidos entre el Estado y la Federación y originados por los asuntos de Juchitán, se tuvo oportunidad de conocer muchos de estos acontecimientos y de valorizarlos en toda su plenitud, ya por medio de una discusión amplia y razonada, llena de patriotismo y virilidad que tuvo lugar en el seno de esta misma Cámara, ya bien porque al Gobierno se le pidieron los informes necesarios y aún alguna vez se nombró una Comisión de Ciudadanos Diputados que pasaran a informarse de documentos relativos y a tomar los datos pertinentes a este negocio. No creo, pues, necesario insistir en esos anteriores acontecimientos, ni establecer un enlace respecto de ellos y de los que voy a referir, y sólo daré algunos antecedentes de éstos, para la mejor comprensión de los sucesos que se desarrollaron. El Ejecutivo, en cuyo nombre tengo la honra de hablar, creyó de su deber, tanto por cumplir un precepto legal, cuanto porque la misma índole del Gobierno y su mismo carácter de gobernante así lo reclamaban, transladarse a Juchitán, estar en el teatro de los acontecimientos, examinar de cerca las condiciones de aquel pueblo y con su presencia en él infundir la confianza y el aliento necesarios para solucionar el conflicto que día a día presentaba mayores proporciones, ya por lo alejado de aquellas comarcas o bien por la Federación, como muy bien consta a la Honorable Cámara, había negado el auxilio al Estado, tomando este medio como el más a propósito en la política que había determinado seguir. Pues bien, consecuente el Gobierno con su opinión, dictó un acuerdo en que autorizó las visitas a los Distritos de Juchitán, Tehuantepec y Tuxtepec, haciéndose acompañar en ellas de un Magistrado visitador para los Juzgados respectivos, porque no quiso el Gobierno de ninguna manera invadir la esfera ni la acción de otro Poder, pues guarda profundo respeto a las prácticas democráticas establecidas y hacia nuestro régimen constitucional. Creyó también el Ejecutivo, que el Secretario del Gobierno debía acompañarlo; y por mi parte estimé también deber mío estar al lado del gobernante durante esa excursión, primero, porque como oaxaqueño y patriota, se imponía esta obligación, y segundo, porque según la Ley cualquier determinación que emanara del Gobernador sin estar autorizada por el Secretario, no tendría desde luego la fuerza y eficacia necesaria para ser un pleno y legal mandato gubernativo. Por otra parte, la presencia del Gobierno, integrado por todos sus elementos en aquella región, facilitaría de gran manera la solución de cualquier conflicto. Dictado, como digo, el acuerdo, se fijó el día 2 del mes en curso para la salida de la comitiva, y en la fecha señalada y por el Ferrocarril Mexicano del Sur el Gobierno y las personas que designó, salimos rumbo al Istmo. Antes de la salida había surgido un incidente que es de gran significación para que se comprensa que el Gobierno en todos sus actos y en cada una de sus determinaciones, obra no solamente con justicia, sino también con prudencia. El día 30 de Noviembre se recibió un telegrama procedente de Juchitán, subscrito por el Licenciado José F. Gómez y que a la letra dice: “Señor Gobernador del Estado: El Señor Presidente de la República díceme que vendrá ud. a ésta, cuya noticia hémosla recibido gratamente, pueblo juchiteco y yo. Recibirémosle con todo cariño y respeto que merece ud. como gobernante y como amigo y
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bajo nuestro honor ofrecémosle toda seguridad personal y promesa formal de allanar toda dificultad para arreglar el presente conflicto nacido del no conocimiento de la índole de este pueblo que unánimemente aclamólo como gobernante, de quien espera mucho. Con la paz sea ud. bien venido. Respetuosamente agradeceré avisarme día de su llegada a esta población.” Este telegrama se transcribió este mismo día al Licenciado Carlos Trejo y Lerdo de Tejada, agregándole lo que sigue: “He manifestado Presidente que no quiero tratar con Gómez, pues pesa sobre él acusación criminal y gravitan graves cargos que es imposible eludir. Haga usted comprender Presidente que no es debido procedimiento empleado y que debo eliminara del todo en este asunto a dicho Gómez. Procure, pues, dígase a Gómez inmediatamente, que en mi estancia en el Istmo, ni aún se me presente, pues no lo recibiría y daría margen a incidentes desagradables y a dificultades de todo género.” El Licenciado Trejo y Lerdo de Tejada contestó el 1º de Diciembre con el siguiente telegrama: “Recibí su telegrama de hoy, en el que me transcribe el que le dirigió Gómez y del que hablé ya con el Señor Presidente. Éste indícame que su deseo fue recomendar sujeción y facilitar patrióticamente labores de usted. Sin embargo, ya se procedió de acuerdo con sus deseos, recomendando a Gómez venga inmediatamente a esta Capital; pero si gente de Gómez no lo dejare venir, se le recomienda no se presente a usted por las razones que usted expone, y en todo caso, repítole los deseos del Gobierno Federal son sanos y cordiales para usted y su merecido Gobierno, y espero de su reconocido patriotismo, resuelva situación Juchitán inspirado en el bien del país y prestigio del Gobierno nacional.” Por estos mensajes cruzados se comprenderá perfectamente cuál era la situación del Gobierno respecto a Gómez y del Centro al emprender el viaje al Istmo. El Gobierno iba a hacer justicia, a establecer el régimen constitucional, a procurar una explicación con el pueblo, un aproximamiento del elemento popular descarriado hacia el gobernante, pues si ambiciones personales lo habían hecho desobedecer a las autoridades legítimamente constituidas, aún era tiempo de enmendar este error y volver sobre sus pasos. No pretendía el Gobierno exclusivamente el castigo, porque eso no condujera a nada práctico, sino que buscaba, como lo hizo y como lo efectuó, la armonía por medio de la persuasión y la regeneración por medio de una demostración exacta y completa de la intención que hasta ahora ha abrigado el actual gobierno. Hecha la travesía, al llegar el día 4 de Diciembre a la estación de “San Jerónimo”, distante una hora escasa de tren para Juchitán, y al descender, pues se había escogido este punto para hacer la primera estación, por encontrarse ahí, el Cuartel General de la Novena Zona Militar, y ser además el punto de más fácil comunicación con Juchitán y Tehuantepec; al descender, repito, ese día al andén, el Ciudadano Gobernador fue desagradablemente sorprendido con el aviso de que Gómez se encontraba en el mismo andén, habiendo llegado unos minutos antes, acompañado de una numerosa escolta de gente perfectamente armada. A los Señores Diputados consta que el Ciudadano Gobernador iba sin aparato de fuerza; tampoco quiso avisar a las autoridades de “San Jerónimo” y éstas no estaban presentes y sólo se encontraba ahí el Señor General Merodio, para dar la bienvenida al Ciudadano Gobernador. Gómez intentó hablar al señor Juárez, y éste, como ya lo había indicado y no podía dejar de hacerlo en atención a su calidad de gobernante, a su decoro personal y a la investidura de Jefe de Estado que tenía, ordenó desde luego la detención de Gómez, para ponerlo a disposición
de autoridad competente. El Secretario que informa transmitió la orden y solicitó al Señor General Merodio, ahí presente, el auxilio de la fuerza pública para verificar la detención. El Señor General Merodio expresó clara y francamente, que no podía dar el auxilio respectivo, porque el Señor Presidente de la República había expedido pasaporte, tanto para Gómez, como para sus acompañantes. Esta declaración que verbalmente se hizo desde luego por el señor General, fue ratificada después en nota escrita a instancia del Gobierno, cuya nota ya conoce este Congreso por habérsele transcrito el telegrama el mismo día 4 de Diciembre, de la cual se acusó recibo por esta Legislatura. El Licenciado Gómez, viendo la carencia de elementos, rodeado de la fuerza, protegido por una escolta que se le mandó dar y además, apoyado moralmente por la Zona, pudo tranquilamente, ir a la Estación cercana, llamada “Gamboa” y tomar ahí el Ferrocarril, con el objeto de ausentarse de la región ístmica y dejar burlada la acción de la justicia, sin tener en consideración los graves trastornos del orden político y social que semejante conducta podía acarrear para más tarde. Entonces el gobernador, en uso de sus facultades, cumpliendo con el fin que había perseguido, acatando la Ley y no oyendo sino la voz del deber, dictó órdenes de aprehensión contra el referido Gómez, para ponerlo a disposición del Juez competente, transmitiéndose esas órdenes al Gobernador de Veracruz, a los Jefes Políticos de los Distritos cercanos y a todas las autoridades necesarias. Estas órdenes de aprehensión dieron por resultado que como a las dos de la tarde del mismo día, el Presidente municipal de “Rincón Antonio” telegrafiara al Ciudadano Gobernador, en el sentido siguiente: “Queda aprehendido José Gómez con su Estado Mayor. Sírvase determinar lo conveniente. Refiérome a su telegrama hoy.- El Presidente Municipal, Ventura T. Cano.” A este telegrama se contestó lo siguiente: “Por acuerdo Ciudadano Gobernador, felicítolo por su actividad y manifiéstole: detenido individuo de que se trata y su Estado Mayor, con todas las seguridades debidas, rigurosamente incomunicado, entre tanto este Gobierno determine lo conveniente. Siendo usted autoridad Estado, sólo del Gobierno del mismo debe usted recibir órdenes.” A este telegrama se contestó el siguiente: “Cumplimiento deber, encuéntrase individuo de que se trata y Estado Mayor, como lo desea, incomunicado órdenes estrictas. Enterado sólo de ese Gobierno recibo órdenes y espérolas, protestando nombre mío y pueblo, respecto incondicional adhesión. Espero resolución suya.- El Presidente Municipal, Ventura T. Cano”. Entonces el Gobierno, estimando que por tratarse de un preso de consideración que debía guardarse con todas las precauciones posibles, dispuso una fuerza especial tanto para resguardarlo personalmente, como para conducirlo ante su juez competente, fuera a traerlo, y entretanto procuró el Gobierno dar toda garantía al Señor Gómez, poniendo al efecto el siguiente telegrama: “Señor Presidente Municipal de Rincón Antonio.- Dé usted toda clase de garantías para que no se vaya a causar perjuicio en su vida, al señor Licenciado Gómez, pues la Ley es la que debe marcar el castigo a que se haya hecho acreedor y de ninguna manera a los particulares, porque ellos no tienen facultades de ninguna naturaleza para castigar por sí mismos. Respecto de fuerza que me indica su último telegrama, procure a toda costa evitar conflicto; pero tenga entendido que no ha de entregar a preso, si no es con orden expresa mía. Espere más instrucciones.” Este mensaje era originado, tanto por las causas que ya se expresaron, como por cierto rumor que había en “San Jerónimo” respecto de agitación en “Rincón Antonio” y a un mensaje también del Presidente Municipal en que decía: “Gobernador del Estado. Sábese que fuerza maderista pidió más
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fuerza. Témese conflicto. Espero órdenes.- El Presidente Municipal, Ventura F. Cano.” Al telegrama que se dirigió al Presidente Municipal de “Matías Romero” o sea “Rincón Antonio” que diera garantías a Gómez de la tarde del mismo día cuatro de Diciembre lo que sigue: “Conforme sus instrucciones, prestáronse garantías al Licenciado Gómez. Organizóse competente número hombres cuidar cárcel.- El Presidente Municipal, Ventura F. Cano.” Como antes se expresa, se pensó desde luego en proteger de una manera efectiva la personalidad de Gómez y a este efecto se dictó el siguiente Acuerdo: “Sección Primera. Secretaría Gobierno, Diciembre cuatro de 1911.- Teniendo noticia de haber sido detenido el Licenciado José F. Gómez, en unión de algunas personas que lo acompañaban en el pueblo de “Matías Romero” (Rincón Antonio) y estimando el Gobernador que acuerda que es necesario remitir el acuerdo necesario para dar toda garantía a los presuntos responsables aprehendidos, así como también proporcionar la escolta suficiente para que los conduzca al lugar más adecuado, y teniendo en consideración que el Jefe de la Zona Militar manifiesta que no puede prestar auxilio de ninguna naturaleza; que en esta localidad se carece de los elementos indispensables para el objeto indicado y que es de suma urgencia, como ya se sienta, el proveer acerca de este particular, diríjase nota al Jefe político de Tehuantepec para que inmediatamente y a efecto de que salgan por el próximo tren, proporcione el auxilio de la fuerza armada que tenga, en el mayor número posible para que se dirijan al mencionado pueblo de “Rincón Antonio”, recojan a las personas aprehendidas, los conduzcan por el próximo tren, también que pase, y avisen a este Gobierno para que en vista de las circunstancias, fije el lugar más adecuado a su residencia, manifestándole que se le autoriza para hacer el gasto que la movilización de esa fuerza originen asegurándole el haber de un peso diario. Todos estos gastos podrán hacerse de los fondos de su responsabilidad, dando aviso del monto de dichos gastos para ordenar que le sea abonado. Cúmplase y comuníquese de la manera más rápida.” Efectivamente, para cumplir con este acuerdo, salió personalmente el que informa, rumbo a Tehuantepec, y el mismo día cuatro, a las nueve y media de la noche, llegaba a San Jerónimo a bordo del tren con treinta y nueve hombres, perfectamente equipados y armados, destinados a resguardar la persona del Licenciado Gómez y a conducirlo ante su Juez competente. Esta fuerza se reexpidió inmediatamente por el mismo tren, rumbo a Rincón Antonio, a donde llegó a las once de la misma noche. La Novena Zona Militar por su parte, y sin que hasta ahora se sepa la causa, sin mediar ninguna explicación, ni advertencia de ninguna naturaleza, en ese mismo tren embarcó a cuarenta hombres con el mismo destino. Entonces el Jefe de la escolta del Gobierno, percatándose de la maniobra, en la estación más próxima o sea “Río Verde”, puso el siguiente mensaje: “Va la fuerza Federal con instrucciones reservadas. Espero órdenes estrictas para poder obrar, que se me entregue reo. Contestación. Rincón Antonio. Jesús A. Morales”. Entonces el Gobernador, para evitar un conflicto, solicitó desde luego aclaraciones de la Zona, pero el Comandante General que está establecido en el pueblo de San Jerónimo, distante como dos kilómetros y de ahí la demora que llegó el Subteniente Coronel Alberto Gortari, quien en nombre del Señor General Jefe de la Zona manifestó al Gobierno que la fuerza de que se trataba iba con el objeto de proteger la vida del Licenciado Gómez. Entonces el Gobierno, en presencia misma del Señor Gortari puso el siguiente mensaje: “4 de Diciembre de 1911.- Señor Ventura T. Cano, Presidente Municipal de Rincón Antonio. Fuerza va a esa para proteger vida del
Licenciado Gómez; pero sin orden recoger reo. Fuerza de Policía que remitiósele, va con objeto de recoger preso. Avise si viene reo y con quiénes. Vuelvo a repetirle cuál es el papel de las fuerzas Federales en este asunto. Dígoselo por acuerdo del Ciudadano Gobernador.” Al mismo Jesús A. Morales se le dijo por telegrama lo siguiente: “En tren camina usted, va también fuerza que trata auxiliar Licenciado Gómez, preso en esa. Obre acuerdo con Presidente Municipal para evitar conflicto y avise resultado, tomando determinaciones más adecuadas circunstancias.” El Gobierno, pues, había dictado todas las medidas de su resorte para hacer respetar a las personas y para evitar las dificultades que ese envío inusitado de fuerzas y esas disposiciones dictadas sin pleno conocimiento del mismo Gobierno podían haber originado. Esto no obstante, a la llegada de la escolta del Estado, que fue unida con la fuerza federal, el jefe de esta escolta puso el siguiente mensaje: “Hasta estos momentos ni autoridad ni presos. Se ignora paradero.” A continuación de este mensaje, el mismo Jefe de la escolta puso otro que a la letra dice: “Acaba de llegar Comisión de Petapa que conducía José Gómez y demás presos, quienes fueron sorprendidos por más de cien hombres y quitáronles presos. Espero instrucciones y mándeseme parque calibre 44. Ordene Oficina Ferrocarril transmitir mensajes.” Teniendo en cuenta lo que acontecía, el Gobierno desde luego se dirigió al Presidente Municipal de Rincón Antonio con el siguiente telegrama: “Por acuerdo con el Ciudadano Gobernador, manifiéstole, que inmediatamente informe esta vía lo que haya sucedido y paradero José Gómez.” Entonces el al Presidente Municipal de Rincón Antonio puso el telegrama siguiente: “5 de Diciembre de 1911.- Gobernador del Estado.- Comisión conducía Licenciado Gómez y socios, ha regresado huyendo por haberse encontrado en camino grupo hombres desconocidos, habiendo salido uno de los comisionados herido.” A continuación este otro mensaje: “Confirmo telegrama anterior y como resultado inspección lugar hechos, encontráronse ocho muertos, entre ellos el Licenciado Gómez. Sírvase determinar lo conducente.” El Gobierno inmediatamente ordenó se abriera la averiguación correspondiente y se consignara el hecho a la autoridad competente por medio del siguiente telegrama: “Por acuerdo del Ciudadano Gobernador inicie averiguaciones consignando el hecho a que se refiere su telegrama hoy al Alcalde para que proceda conforme a sus facultades, cuidándose especialmente practicar autopsias que corresponden, y al mismo tiempo dictar las órdenes de aprehensión a que hubiere lugar.” Al mismo tiempo al Juez de Primera instancia de Juchitán se le dirigió la siguiente nota: “El Presidente Municipal de Rincón Antonio dio aviso a esta Secretaría, de que en aquel lugar se encuentran ocho muertos y entre ellos el Licenciado José F. Gómez. Por la vía telegráfica se ordenó a dicha autoridad que desde luego iniciara la averiguación correspondiente, consignando los hechos al Alcalde de dicha población, para que proceda conforme a sus facultades, cuidando especialmente de practicar las autopsias que corresponden, y al mismo tiempo dictar las órdenes correspondientes. Lo digo a usted para su conocimiento y a efecto de que proceda a lo que haya lugar, Secretario General 5 de Diciembre de 1911.- El Presidente Municipal contestó el mismo día cinco: “Ya consigné hecho a autoridad judicial, dictando medidas enérgicas esclarecimiento.” El Alcalde de Rincón Antonio también telegrafió en el siguiente sentido: “No habiendo Juez, comunico a usted que hoy comencé a practicar primeras diligencias en ocho muertos encuéntranse inmediato Ranchería Barrancón de esta jurisdicción. Necesitamos auxilio fuerzas translación a este Juzgado”. Ambas cosas, tanto la
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translación de Juzgado, como la presencia de la fuerza se gestionaron y obtuvieron por este Gobierno, según puede verse por la nota y el telegrama siguiente: “Contesto la nota de usted número seis fechada ayer, manifestándole que previamente había dispuesto el envío a Rincón Antonio de una fuerza cuyo objeto es procurar que renazca la calma, alterada por los sucesos allí ocurridos hace pocos días. Como la fuerza a la que me refiero debe haber tomado ya cuarteles en el citado pueblo de Rincón Antonio, el Ciudadano Juez de Primera instancia de Distrito tendrá durante su permanencia allí, todas las seguridades personales que desee. Reitero a usted mis atenciones. Libertad y Constitución, San Gerónimo, Oaxaca, 7 de Diciembre de 1911.- Telésforo Merodio.” El Juez de Primera instancia decía: “Abocado este Juzgado conocimiento causa iniciada Alcalde, activamente practico diligencias esclarecimiento responsables. Correo rendiré informe que ese Gobierno recibirá llegar Oaxaca.- El Juez de Primera instancia de Juchitán Manuel Díaz Chávez.” Quedaba, pues, con todo esto, cumplido cuanto el Gobierno pudo en la órbita de sus facultades y con toda actividad llevar adelante primero para cumplir la ley, después para hacer que la justicia se cumpliera, y posteriormente, para hacer esta misma justicia a aquellos que habían sido los primeros en transgredir la ley y alejarse de toda obediencia hacia el mismo Gobierno. He sido minucioso y prolijo en la inserción de notas y en el acopio de datos, y todavía puedo decir que el Gobierno tiene mayor número de elementos; pero los que inserto son suficientes y esenciales para que se aprecie esta cuestión, a la que al principio se quiso dar cierta sombra, como para desvirtuar de alguna manera la opinión popular. Con los datos anotados, se tendrá un completo y pleno conocimiento del negocio y se verá que en él se ha procedido con estricta justicia, con toda equidad y también desplegando la mayor actividad posible. La aprehensión del Señor Licenciado Gómez, como presunto responsable de varios delitos, su muerte a averiguaciones que sobre ese acontecimiento se inició y que será la que a la postre venga a depurar responsabilidades están ya bien determinadas por esta relación, siendo punto de preferencia en el informe que rindo, pasando después a ocuparme de otros que también son de importancia. He dicho que el Ciudadano Gobernador del Estado llevaba al Istmo de Tehuantepec, como principal mira el restablecimiento del orden Constitucional y volver al pueblo hacia el buen camino. Para procurar esto, el mismo día en que el Ejecutivo pisó el terreno juchiteco, desde luego procedió al nombramiento de autoridad judicial que se hiciera cargo del Juzgado de Primera instancia. El nombramiento recayó en el señor Manuel Díaz Chávez, letrado que estuvo a disposición del Gobierno anuente a ir, abandonando el puesto de Secretario del Juzgado del Distrito de Tehuantepec, que desempeñaba. A varias personas, anteriormente, se había ofrecido el Juzgado de Primera instancia y todas lo rechazaban o ponían condiciones de tal manera impracticables, que no podían admitirse por el Supremo Gobierno.
En acuerdo del cuatro de Diciembre se nombró como ya lo digo, Juez de Primera instancia al señor Manuel Díaz Chávez. Este Señor protestó el mismo día ante el Juez de Primera instancia de Tehuantepec y se puso inmediatamente a las órdenes del Gobierno, comenzando desde luego en su labor. Con motivo de los acontecimientos de Rincón Antonio, el Gobierno retrasó un día su viaje a Juchitán: pero ese mismo día cinco y prosiguiendo siempre su objeto, hizo pú-
blica la iniciativa que ya dirigió a esta Cámara y por la cual solicita la amnistía de los delitos de rebelión y sedición perpetrados en el Distrito de Juchitán, en los primeros días del mes próximo pasado y exceptuando de esta amnistía los delitos contra la propiedad y las personas, que durante la rebelión y sedición expresada se hayan consumado. Quiso el Gobierno, haciendo pública esa su iniciativa, sembrar la confianza en el pueblo juchiteco y acercarse a él y en verdad que lo consiguió. El día seis de Diciembre, el Ciudadano Gobernador arribó a Juchitán, siendo objeto de manifestaciones cariñosas en medio de un entusiasmo inusitado, El Señor Gobernador desechó todos los festejos que se le preparaban, respetando el justo dolor de las familias juchitecas, después de los desgraciados acontecimientos producidos por la revolución y desde luego procedió a instalar al Ciudadano Juez de Primera instancia; a visitar la Jefatura; a informarse de los negocios pendientes en ella, a visitar también los cuarteles, el Ayuntamiento, los locales de las Escuelas y todos los edificios y lugares que especialmente debían anotarse, ya por haber sido teatro de trágicos acontecimientos o ya por la destrucción que el elemento revolucionario había producido sobre ellos. Con toda minuciosidad se practicó esta visita, y una vez finalizada el Ciudadano Gobernador se aproximó al pueblo, éste lo buscó, se hicieron las aclaraciones pertinentes, encontraron en el gobernante la lealtad y la buena fe que le son características, vieron su error y también vieron que se les proporcionaba el medio seguro para vindicarse. Esto no quiere decir que el proceso principal se hiciera a un lado, que el terreno judicial se entorpeciera; pero es bien sabido que en estos delitos colectivos, de pronto no se pueden apreciar las responsabilidades ni definir de una manera perfecta la culpabilidad, y por eso, y como medida política y dada la iniciativa que para amnistiar estos delitos había, se encareció al Ciudadano Jefe político, la prudencia y el tacto para tratar a aquel pueblo, que todavía se agitaba desconfiado y receloso por la terrible conmoción que hacía muy pocos días sufriera. Dio sus frutos la conducta observada por el Ciudadano Gobernador; desde luego comenzaron a volver las familias; inmediatamente se presentaron a la Jefatura política ciento cincuenta hombres manifestando su sumisión al Gobierno; luego a los pocos días se presentaron otros cuatrocientos cuarenta y ocho y hacia el día trece del correspondiente mes se habían presentado dos mil cuatrocientos setenta y cuatro entregando algunas armas y manifestando su deseo de volver al trabajo y de ser los primeros en conservar el orden. Esta conducta es en todo punto plausible porque revela, en primer lugar, que la labor del gobernante dio sus frutos y también pone de manifiesto el buen sentido del pueblo juchiteco. Después de la muerte de su cabecilla, no han faltado agitadores entre ellos. De Unión Hidalgo y de algunos otros pueblos se les ha excitado a la rebelión, se ha procurado reunirlos para lanzarlos nuevamente a una lucha armada; pero ese pueblo viril que peleó con tanto denuedo, ha comprendido que su lucha fue estéril, que no buscó un principio, que no tuvo una causa justificada para rebelarse, que no comprendió la acción del Gobierno que no trató de imponer a determinada persona, sino de redimir de un caciquismo que, potente y audaz, venía a agotarlo. Y por eso hoy plenamente convencidos ya de la verdadera significación de sus conmociones, ha abandonado la actitud bélica y vuelve otra vez a la paz y al trabajo. La presencia, pues, del Gobernante ha sido fructuosa, por que ha podido infundirles de viva voz, con su presencia y con sus principios, la confianza en el Gobierno y aquella población que antes contaba con dieciocho mil habitantes y que a la llegada de la
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Comitiva Oficial estaba casi abandonada, hoy vuelve a surgir a la vida, y no de manera penosa y lenta, sino de una manera espontánea y franca; no con desconfianzas para el porvenir, sino por el contrario, con grandes enseñanzas para el mañana; el pueblo juchiteco sabrá, en lo sucesivo respetar la ley y estimar la labor del Gobierno como una obra de justicia y de rendición. En fin, pues, que se propuso el Gobierno, que fue establecer a las autoridades, cimentarlas, crear la confianza en el mismo pueblo y tomar los elementos principales para aplicarles la ley, fue cumplido. Desgraciadamente la muerte del Licenciado Gómez, priva a la justicia de cumplirse en él, de hacerlo pagar las responsabilidades en que incurriera, lanzando a un pueblo a una lucha de ambiciones personales y sacrificando, en aras de éstas a muchos buenos Ciudadanos, cuyas viudas y huérfanos hoy se encuentran en el más grande desamparo. El proceso por la rebelión se instruye y los términos de la amnistía vendrán a fijar hasta donde pueda alcanzar éste y hasta qué punto habrá que definir y borrar las responsabilidades que se originaron con el levantamiento. Hay personas detenidas y el Juez de la causa instruye ésta con arreglo a la ley, practicando las diligencias pertinentes. Entre los detenidos se encuentra el hijo político del señor Licenciado Gómez, el saeñor Mario Palacios a quien se le puso bajo el auxilio de la Zona en San Gerónimo para evitar cualquier atentado. He aquí la comunicación relativa: “Refiriéndome a la atenta nota de usted girada el cinco del actual bajo el número tres, en la que se sirve pedirme protección para el Señor Mario G. Palacios, preso a disposición del Juzgado de Primera instancia del Distrito de Juchitán le manifiesto: que no siendo posible, por varias circunstancias, dar guardias especiales, sólo puedo ordenar que se admita preso en las condiciones en que se halla en la prisión militar, donde tendrá toda clase de garantías, sirviéndose usted, en caso de aceptar mi ofrecimiento, ordenar que sea entregado en dicha prisión.- El General en Jefe, Telésforo Merodio.” Respecto a la muerte del Licenciado José F. Gómez y socios, también como he dicho ya, y como el Ciudadano Gobernador comunicó por mi conducto antes, se instruye la averiguación correspondiente, hay ya algunas personas detenidas y debemos estar confiados en que se hará plena, estricta y cabal justicia. Para terminar este informe, no estaría por demás manifestar a esta Honorable Cámara que el aspecto de la Ciudad de Juchitán es desolador, que los archivos públicos fueron completamente destruidos, que las arcas municipales fueron saqueadas, que no se encuentra un solo centavo en ellas, habiendo desaparecido cerca de cinco mil pesos que existían depositados; que muchas casas hay destruidas y que sólo mediante la confianza que se inspire a ese pueblo podrá volver al estado floreciente que antes de estos desdichados acontecimientos presentaba. Me es altamente satisfactorio y honroso rendir a esta Honorable Cámara este informe, en nombre del Ciudadano Gobernador; cree este funcionario y yo me atrevo a asegurarlo, que cumplido estrictamente con su deber y que en la órbita de sus facultades ha hecho cuanto ha sido posible para modificar aquella situación. El Ciudadano Gobernador espera que esta Honorable Legislatura penetrándose de la gravedad de aquellos acontecimientos, de sus verdaderas causas y en una palabra, dándose una cuenta exacta de la situación, auxiliará a aquellos nuestros hermanos dictando las medidas más eficaces para mejorar su condición y para coadyuvar, como buenos oaxaqueños, a borrar hasta las huellas de los males que los han aquejado y que
solamente han tenido como origen la ambición desmedida y el inmoderado deseo de obtener un predominio personal. El Ciudadano Secretario Avendaño preguntó si algún Ciudadano Diputado deseaba hacer uso de la palabra. El Diputado Olivera alega que si se sabía que tenía condición de diputado, el Secretario alega que lo sabía. Vuelve a preguntar si no valía su fuero. Contesta que hay una ley de responsabilidades, El C. Presidente, en uso de la palabra dijo: No habiendo ya asunto sobre qué informar se dan las gracias al Señor Secretario General.
Proyecto de Ley para conceder amnistía a los rebeldes de Juchitán. 313 Damos a continuación el contenido de los impresos que fueron fijados en las esquinas de Juchitán a que se refiere el informe rendido por el Secretario General del Despacho, al Congreso local, y que es un proyecto de ley de amnistía para los rebeldes del Istmo. El Proyecto de ley dice: Ciudadanos Diputados: Abrigando el deseo de que cuanto antes se pacifique esta región del Estado y en ella impere la calma y confianza hoy que por la visita que practico me he persuadido de la excitación que reina, anhelando definir este estado de cosas y hacer comprender al pueblo de Juchitán que mi misión es de paz y armonía, me dirijo a Uds. buscando en la representación del Estado la sanción necesaria para cumplir los fines que me propongo. Muchas veces cuando los pueblos son arrastrados a la rebelión y la desobediencia por fines bastardos y teniendo como único móvil la satisfacción de intereses muy personales no debe la ley hacerse sentir con todo su rigor por que las multitudes inconscientes en la mayor parte de las ocasiones son empujadas fatalmente a estos desastres. Ocurridos estos y cuando por el examen mismo del actual orden de cosas se tiene la convicción de que un olvido para ese pasado es necesario, no como la expresión de la impunidad tras el atropello sino como la fórmula del perdón a raíz del extravío, entonces el gobierno cumple con su misión buscando el medio de solucionar el conflicto. Naturalmente que este medio no comprende los delitos contra la propiedad y las personas porque estos no son excusables como los primeros, ni obedecen a las mismas causas. Por esta breve exposición me permito someter a esa H. Cámara el siguiente proyecto de decreto: Artículo 1º Se concede amnistía por los delitos de rebelión y sedición perpetrados en el Distrito de Juchitán, de este Estado durante los primeros días del mes de Noviembre próximo pasado. Artículo 2º La presente amnistía no comprende los delitos contra la propiedad y las personas consumados durante la rebelión y sedición antes indicada. Protesto a la Cámara mi consideración. Sufragio Efectivo. No reelección. San Gerónimo Juchitán. 5 de diciembre de 1911 Benito Juárez, Heliodoro Quintas, Srio. El Jefe Político, Enrique León.
313. El Avance, 21 de diciembre de 1911.
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Autopsia y amnistía/Mala yerba
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Oculto, muerto por sus partidarios, por sus enemigos ferrocarrileros de Rincón Antonio; linchado, ajusticiado, cobardemente asesinado son las calificaciones de los periódicos este día. Benito Juárez, salió de Juchitán —donde fue multitudinaria la recepción durante su breve estancia— y comienza sus actividades en Tehuantepec. Protestas por la muerte de José F. Gómez en Veracruz. Juárez Maza ofrece amnistía a los rebeldes que se presenten y envía un proyecto de ley a la Cámara de Oaxaca. Madero dicta órdenes a las fuerzas federales de Oaxaca para que auxilien a Juárez Maza. La Cámara de Oaxaca recibe del Secretario General de Despacho, Lic. Heliodoro Díaz Quintas el parte oficial de la muerte de Gómez, y la promesa de investigar quiénes son los culpables. La Legislatura de Oaxaca se dirige nuevamente a los Senadores para que respondan a su mensaje de días atrás. Nuevamente se compara a Che Gómez con Juan Banderas.
El Imparcial, dedica su primera plana a las últimas noticias de Juchitán —algunas de las cuales le constan al reportero—según dice, pues las escuchó personalmente al dirigirse hacia Rincón Antonio. Amnistía sólo para los rebeldes; no para los asesinos o bandidos. El luto y la desolación en los hogares marcan las huellas del horrible festín de la muerte. Antes de 48 horas estarán en poder de la Justicia los autores del homicidio del Lic. Gómez y sus compañeros. Entre la gente del pueblo de aquí [Juchitán], se duda que haya muerto el licenciado Gómez. Aseguran los que creen estar más avisados de entre ellos, que el ya extinto jefe de la rebelión volverá a Juchitán en breve, trayendo amplios poderes del señor Madero con el objeto de dar cumplimiento a todo cuanto ofreció. En otros círculos se comenta acaloradamente la muerte del licenciado, haciéndose muy diversos comentarios sobre el particular y circulando versiones contradictorias. Se citan nombres de algunas personas y se hacen cargos directos contra antiguos enemigos del licenciado Gómez, a quien se señala como autores y responsables del trágico fin que encontró en Rincón Antonio el que un día fue ídolo de los juchitecos. El Gobernador, señor Juárez, está dispuesto a que se hagan las averiguaciones del caso, a fin de deslindar responsabilidades y que se castigue a los autores del homicidio. Como no ha faltado quien atribuya al Gobierno del Estado ciertas responsabilidades por las pocas garantías que tuvo el licenciado Gómez, hoy celebré una entrevista con el licenciado don Heliodoro Díaz Quintas, Secretario de Gobierno, quien me mostró varios telegramas autógrafos en que se ordena a las autoridades de
Rincón Antonio que protegieran a todo trance la vida de los reos. Por otra parte, soy testigo presencial de que el señor Díaz Quintas fue personalmente a Tehuantepec con el fin de organizar la escolta que debía marchar con violencia a Rincón Antonio, para cuidar de la seguridad del licenciado Gómez y de sus amigos. Por lo que respecta al General Merodio, jefe de la zona, movilizó diligentemente fuerzas para dicho punto, dándoles instrucciones de auxiliar a las autoridades con el mismo objeto de proteger a los reos. Desgraciadamente llegaron tarde al lugar de los macabros sucesos. Es un hecho que el envío [de] esas fuerzas sirvió a los instigadores para hacer creer al populacho que iban a rescatar al licenciado Gómez, violentando así los acontecimientos. La sociedad sensata del Istmo condena enérgicamente el atentado y pide el castigo de los responsables. Los doctores Otilio Méndez y J. H. Allis, hicieron hoy las autopsias del cadáver del licenciado Gómez y de sus demás amigos. Hoy fue aprehendido Genaro López, individuo a quien se señala como autor del homicidio del doctor Argüello. Se busca con empeño por las autoridades a Nicolás López, cómplice de ese asesinato, y que acompañando al licenciado Gómez cuando los trágicos sucesos de Rincón Antonio, logró emprender la fuga valido de la confusión que se originó con el tumulto. El prófugo, según se sabe, va herido.
Este personaje, es Nico Dada, y de su fuga ya nos dieron noticia los testimonios orales. Continúa El Imparcial: Llegan informes de Guelaveaña [sic] de que allí permanece un grupo armado formado por los últimos partidarios que acompañaron al licenciado Gómez, de quien esperan el regreso. Se les han enviado emisarios para hacerles saber la noticia de la muerte de su jefe, e invitarlos a que se acojan a la amnistía. Ha circulado profusamente el proyecto enviado por el Gobernador Juárez al Congreso Local, pidiendo la amnistía por los delitos de rebelión y sedición. La amnistía no comprende los delitos contra la propiedad y las personas consumados durante la rebelión. El proyecto ha sido bien recibido.
New York Times y New York Daily Tribune, informan en idéntica nota desde la ciudad de México: Existe gran agitación en San Gerónimo y Oaxaca debido a la muerte de José Gómez, jefe de la rebelión de Juchitán, quien fue linchado ayer en la tarde en Rincón Antonio con ocho de sus correligionarios. Un gran número de sus antiguos seguidores se dirigen a esas ciudades, declarando su lealtad hacia Gómez. Anoche una nutrida manifestación recorrió las calles [de Oaxaca] con consignas contra Madero. Reina una gran indignación por lo que se alega como “suspensión de garantías” en tiempo de paz. Igualmente breve es la nota del New York Herald: Se espera se detenga revuelta en México. Los funcionarios consideran que la muerte del Dr. Gómez allanará la paz La muerte del Dr. José Gómez, instigador de la revuelta juchiteca Oaxaca, termina las diferencias entre Oaxaca y el Gobierno Central, según opinión expresada por fuentes oficiales bien informadas.
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El Diario, además de repetir información del día previo, añade: Algunas personas creen que los partidarios de dicho individuo [Gómez], en represalia, seguirán agitando al pueblo contra el Gobierno en distintos Distritos, con el propósito de crear toda clase de dificultades que impidan una era efectiva de paz pública. Ya ha salido rumbo a Juchitán el nuevo Juez de aquel Distrito, Lic. Manuel Díaz Chávez.
Amado y Antonina narran lo que sucedió inmediatamente después de la muerte de Che Gómez con los verdes. —¿Y con quién irse, si él era la cabeza? —Después lo trajeron a enterrar aquí. —”¿Y ahora?”. Dijeron los del otro partido [los rojos] que se buscara otro jefe político, que fuera a atacar a los demás hombres. Y empezaron a atacarnos por todos lados. —¡Ay, Dios, cuánta sangre! —Ahí terminó todo, pues ya no había quien levantara la causa. Quiso hacerlo Felipe López, porque el partido verde estaba íntegro. Entonces el rojo empezó a matar gente: a quien se encontrara por el monte, por la milpa. Si había pertenecido al verde, lo pasaban por las armas. Los primeros que fueron asesinados eran dos hombres de Cheguigo, que recogían su cosecha de maíz. Ya estaba la gente en el campo, los aprehendieron y los mataron por el camino grande, cerca de una milpa nuestra. —¡Si el licenciado hubiera atendido las palabras de sus hombres todo hubiera sido diferente, hubiera sido un bien para nosotros! —concluye Antonina. Josefina Arenas vivía entonces con la familia de su tío Che Gómez y nos cuenta: Su esposa se fue a México cuando él murió, para asegurarse los centavos de la pensión, el modo de vida. Nosotros quedamos en Tonalá, fue una tía nuestra a recogernos —una de las hermanas del Che. Ellos se fueron para México. Nos separamos, siguió el cariño, pero yo me fui a vivir con mi otra tía.
El Periódico Oficial de Oaxaca da cuenta de que, desde Tehuantepec, suscrito por el Ciudadano Licenciado Heliodoro Díaz Quintas, Secretario General del Despacho, se participó a la Cámara la muerte de Gómez, el fin de su visita a Juchitán y su marcha hacia Tehuantepec. El Imparcial, sin la parquedad que caracteriza las comunicaciones oficiales, nos brinda la nota de L. Zea sobre la breve visita del Gobernador a Juchitán; resalta la gran cantidad de ciudadanos que lo recibe —por más que se exageren las cifras, los rojos también eran un contingente poco despreciable. Rehusando toda escolta, a bordo del tren ordinario de pasajeros, salió hoy de San Jerónimo el señor Gobernador Juárez para esta población con su comitiva. El pueblo de Espinal, que no secundó la insurrección, hizo al señor Juárez una entusiasta manifestación. El Gobernador arengó a la multitud, diciendo que más que como Gobernador lo vieran como su amigo. La llegada del gobernador a Juchitán fue entusiasta. La recepción que se hizo al señor Juárez fue imponente y significativa, y en ella tomaron parte más de cinco mil personas que invadían el trayecto que va de la Estación al pueblo. Un gru-
po de juchitecos, luciendo los pintorescos y vistosos atavíos tehuanos, regó flores a la llegada del Jefe del Ejecutivo, y un inmenso gentío seguíalo vitoreando al señor Juárez. Los juchitecos, olvidando momentáneamente el duelo en que están sumergidos, festejaron el arribo de su Gobernador, considerando que esto les traerá la tranquilidad. El Gobernador Juárez ha visitado los sitios en donde se notan huellas de combates, destrozos y saqueos. Se mostró grandemente impresionado ante la contemplación de todo ello. En seguida estuvo en la Jefatura Política, en donde tuvo una conferencia con el Jefe Político señor León. Luego resolvió regresar pronto a San Jerónimo. Hasta hoy nada se ha acordado aún sobre el nombramiento de nuevo Jefe Político. Infinidad de casas y de personas he encontrado enlutadas, lo cual da la idea de la inmensa cantidad de muertos que costó la insurrección. Se sabe que un grupo de rebeldes que todavía se halla armado, envió un emisario manifestando su deseo de entregar las armas si el señor Juárez acepta recibirlos personalmente, concediéndoles la amnistía. Ayer y hoy se han presentado varios grupos, devolviendo las armas. El señor Secretario de Gobierno, licenciado Díaz Quintas, me ha asegurado que antes de cuarenta y ocho horas caerán bajo la acción de la justicia los responsables de la muerte del licenciado Gómez. Esto ha calmado un tanto la indignación. Se confía en la energía del Gobernador Juárez.
Juárez, desde Tehuantepec reclama telegráficamente a Enrique León, vía Heliodoro Díaz Quintas: “Qué sucede con actas de visita practicada ayer; sírvase mandarlas violentamente.”314
En respuesta a la exigencia de los diputados de Oaxaca de dar información acerca de lo ocurrido en el Istmo, se recibe el siguiente telegrama que reproduce el Periódico Oficial de Oaxaca, en la sesión correspondiente a este día. De San Gerónimo, suscrito por el Señor Gobernador Constitucional del Estado, Don Benito Juárez, rindiendo el informe que por vía telegráfica se le pidió el día de ayer, sobre los acontecimientos que se han desarrollado en los últimos días, manifiesta que las autoridades de Rincón Antonio aprehendieron al Lic. José F. Gómez, y habiendo sido atacada la fuerza que lo custodiaba, en el encuentro fue [sic] muerto él y ocho personas; que ese Gobierno mandó practicar una averiguación escrupulosa, y para ese efecto se trasladó a ese lugar el Juez de primera instancia: que ayer terminó su visita de ese Distrito en la Ciudad de Juchitán y que hoy comienza la del Distrito de Tehuantepec.
Los diputados oaxaqueños no cejan en sus acciones ante la ingerencia del Gobierno Federal en sus asuntos internos. El Periódico Oficial consigna la lectura de un telegrama, donde se reclama nuevamente que Merodio no auxiliara a Juárez en la aprehensión inmediata de Che Gómez. De México, subscrito por los Ciudadanos Secretarios de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, J. R. Carral y Enrique Rodríguez Miramón, participando
314. AJFG doc. 123.
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que el telegrama que esta Cámara dirigió a ese alto Cuerpo con fecha 4 del corriente, y al que se refiere el mensaje que con fecha de ayer volvió a dirigírseles para que se sirvieran contestar el resultado, pasó a estudio de las Comisiones segunda y tercera de Gobernación.- A sus antecedentes. 315
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En Oaxaca, continúa el descontento contra la Federación. El Diario lo reporta. Anoche volvió a repetirse una manifestación pública en esta ciudad, contra el señor Presidente de la República, Don Francisco I. Madero. Hubo muchos gritos subversivos contra el Primer Magistrado de la Nación, conservándose inalterable el orden, no obstante la actitud hostil de los manifestantes hacia el señor Madero. La policía no tuvo que intervenir para nada, y la manifestación continuó hasta horas avanzadas con el mismo ardor que al principio. El Lic. Juan Sánchez acaba de ser nombrado asesor militar del Estado.
A diferencia de la reacción que se observa en la capital y en la ciudad de Oaxaca, en Veracruz las simpatías se vuelcan hacia el difunto líder, según el corresponsal de El Diario. Ha causado en esta ciudad una grandísima indignación la noticia de la muerte del Lic. Che Gómez, ocurrida, según se sabe, en Rincón Antonio cuando fue aprehendido por las fuerzas del Gobierno del señor Lic. Juárez Maza. Aquí se dice en público que fue un cobarde asesinato el que se cometió en la persona del Lic. Gómez. Además, no fue solamente dicho señor la única víctima, pues se sabe que sucumbieron con él todos los individuos que lo acompañaban. Se describe en este puerto con tintes trágicos la matanza horrible que tuvo lugar al efectuarse el atentado contra Che Gómez. A los políticos no se les oculta la gravedad de los sucesos de Oaxaca, que pueden tener un epílogo muy desagradable. Desde luego se conoce la gravedad que entraña la ruptura del Gobierno de Oaxaca con la Federación y los disturbios que pueden tener lugar en dicho Estado, por la muerte del Lic. Gómez, se comprenden fácilmente. El periodista en esta ciudad, señor Martínez, invitará al pueblo y a toda la prensa de la República a protestar contra el asesinato de Che Gómez. Madero desde la ciudad de México, dicta personalmente órdenes extemporáneas; su tardanza para ceder finalmente a las demandas del Gobernador, ha causado muchos descalabros legales y la muerte de José F. Gómez. Anoche se recibió [Juárez, en Tehuantepec] un telegrama del C. Presidente de la República, manifestando que está animado de los mejores deseos de cordialidad hacia Oaxaca y que ya se dictaban las órdenes del caso a fin de que la fuerza federal auxiliara al Estado. Con esto se considera terminado el conflicto entre los Poderes Federal y local. 316
315. Periódico Oficial de Oaxaca, 24 de abril de 1912. 316. El Imparcial.
En la ciudad de México las conciencias parecen tranquilizarse; la activa colonia oaxaqueña externa sus opiniones. Los Diputados oaxaqueños, en constante deseo de estar al corriente de la marcha actual de los asuntos de aquel Estado, especialmente por lo que respecta a los de la región del Istmo, han acordado reunirse frecuentemente con el objeto de cambiar ideas e impresiones y comunicarse las noticias que en lo particular reciban, y en caso necesario, tomar los acuerdos pertinentes. Hoy, a las once y media, celebrarán su primera junta los citados señores Diputados oaxaqueños. Un representante de EL DIARIO entrevistó ayer a varios miembros de la Colonia Oaxaqueña, con objeto de conocer su opinión acerca de la situación por la que atraviesa aquel Estado. Unánimemente se manifestó a nuestro enviado, que la Colonia Oaxaqueña de la capital, está adherida al señor Lic. Don Benito Juárez Gobernador Constitucional del Estado, pues ha sabido defender la Soberanía de Oaxaca, cosa que han sabido apreciar grandemente los oaxaqueños. Respecto a la muerte de “Che Gómez” [dijeron] sólo tenemos las noticias que la prensa ha comunicado; por lo tanto, nos abstenemos de dar nuestra opinión acerca del asunto. Lo que sí podemos asegurar, es que con la muerte de Che Gómez, y con la conducta del señor Juárez, el conflicto ha terminado.”
El País asegura en su encabezado: “El Lic. Gómez fue muerto por sus partidarios. El sangriento suceso ha sido comentado de diversas maneras en todas partes.” Entrevista a alguien que no esconde la cara y dice su nombre sin empacho: El señor licenciado don Miguel Bolaños Cacho, miembro de la colonia oajaqueña, se sirvió informarnos anoche, que había recibido informes de Oajaca relativos a la muerte del licenciado José F. Gómez, instigador de la rebelión que se inició en Juchitán. Los referidos informes indican que el referido Che Gómez fue encarcelado en la prisión de Rincón Antonio, obedeciendo a un exhorto de las autoridades locales. El referido licenciado era mal querido por los habitantes de dicha población, debido a que éste no había cumplido las promesas que motivaron la rebelión. Al saber sus antiguos partidarios, que Che Gómez se hallaba recluido en la cárcel, se dirigieron en masa hacia ella, forzando las puertas y sacando a viva fuerza al licenciado Gómez y a diez que lo acompañaban conduciéndolo a un punto denominado “El Paso del Guayabo”, donde lo acribillaron a balazos. En la Secretaría de Gobernación, se nos informó que aún no se recibían noticias detalladas de este suceso, y que esperan amplias informaciones de un momento a otro. Síguense haciendo multitud de comentarios, respecto a este sangriento suceso. Llama la atención el hecho de que las fuerzas rurales que guarnecían la población de Rincón Antonio, no hayan evitado los fusilamientos, obrando con energía, pues de las noticias recibidas se deduce que éstos no trataron de impedirlos, o por lo menos su acción fue deficiente, prestándose a muchos comentarios. Con la muerte de Che Gómez, se cree que ha terminado el conflicto de Juchitán. El señor gobernador Juárez, a su llegada a Juchitán, recibió un recado del referido
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licenciado Che Gómez, solicitando una entrevista con él, pero el gobernador se negó a recibirlo. Entonces Che Gómez, viendo su causa perdida con el citado gobernador, emprendió su viaje a la capital, favorecido por los salvoconductos que le dio el señor Presidente de la República, los cuales no fueron tomados en consideración por las autoridades de Oajaca, que dictaron la orden de aprehensión. El señor gobernador Juárez se halla actualmente en Juchitán, y es probable que a la fecha ya haya nombrado al señor Francisco Villar, jefe político del distrito, persona que goza de generales simpatías en aquel distrito.
Además de la nota ya reseñada, El Diario publica un editorial donde se congratula por la acción enérgica del gobierno y nuevamente equipara al rebelde con Banderas: La Muerte de “Che” Gómez y la aprehensión de Juan Banderas. Esto se necesitaba: lo decimos sin ambages y con la rectitud de miras y sinceridad de opinión que hemos trazado en las páginas de este periódico. Hemos llegado a tal punto de excitación política; hay tales conmociones parlamentarias; se registran a diario tantas sublevaciones en diferentes lugares del país; se anotan sin cesar tantos actos de bandidaje y anarquía, que la sociedad siente el calosfrío del pavor, y pide, con gritos de angustia, que esta penosa situación termine cuanto antes y que una mano férrea cierre el puño y de un revés formidable deje en tierra a los procaces perturbadores del orden. “Che” Gómez acribillado por cincuenta y dos balas mausserianas, y el “Agachado” recluido en lóbrega celda de la Penitenciaría, son dos ejemplos de saludable profilaxis social. Y si a éstos se agregaran Zapata, el facineroso, Mateo Estrada, el tinterillo y todos aquellos que soliviantando a las masas las inducen a perturbar el orden y a sembrar la mala yerba de la guerra civil, entonces diríamos que la República podría sentirse tranquila teniendo al frente de sus destinos a un hombre que, aunque de continente plácido y sonrisa melancólica, encierra en su pecho un corazón que ni se amedrentó ante el peligro Díaz, ni se enternece hoy ante la dura suerte que deben correr algunos de sus antiguos partidarios. ¿Hacer historia? ¿Para qué, si la historia la estamos viviendo? Allí están Clemenceau, en Francia; Canalejas, en España; el Canciller del Imperio Germánico y tantos otros estadistas que, llegada la ocasión, pronuncian imperativamente la trágica palabra: ¡¡fuego!! Entonces… los rifles disparan, los delincuentes caen y las sociedades se tranquilizan. Eso queremos los mexicanos amantes del orden y del progreso nacionales. Dura cosa es decirlo; pero fuego de mausser se necesita para que desaparezcan los “Che” Gómez, los Zapata y los Banderas, que son baldones de países cultos. La muerte del Lic. Gómez, creemos no equivocarnos al decirlo, devolverá la paz perdida al Estado de Oaxaca. Y si esto es verdad, ¿qué vale la ejecución sumaria de un hombre que se puso fuera de la ley, en cambio de la tranquilidad que vuelve a los hogares atemorizados, de la corriente poderosa que impulsa otra vez la vida comercial y de las gotas de sudor que nuevamente rieguen los campos? Ya fuese el Gobernador Juárez quien ordenara la muerte de Gómez; ya el populacho quien lo sacara de la prisión para sacrificarlo, el comentario favorable está en pie, la sociedad se siente satisfecha y el aplauso resuena y resonará por largo
tiempo, en honor de la mano justiciera que segó una vida peligrosa para el bienestar público. Y con Banderas ¿qué se hará? Juzgarlo sin clemencia y condenarlo sin misericordia. Delinquió pensando en la impunidad; escanció el vino de la venganza en la copa del crimen; holló candores primaverales en lechos de cortesanas abyectas; y alimentó sus “víboras” con el áureo metal de comerciantes indefensos. Para Banderas se reclama, —pronto y sin contemplaciones— la aplicación estricta del Código Penal. Ya ha comenzado el señor Madero a probar los sinsabores del Poder; ya empezó a mirar que los salones “Luis XV” del Castillo de Maximiliano, no sólo encierran gobelinos de anacreónticos paisajes, sino también sombras informes y densas, rasgueadas a veces con relámpagos siniestros de pesadilla, que dejan las huellas de esta palabra: ¡mata! ¿Matar se opone a la libertad democrática? Nadie lo duda, ¿Lo mejor sería el imperio franco y absoluto de la ley? Nadie lo discute. Pero… ¡los mexicanos no estamos aptos para la democracia! La vergüenza debería enrojecernos al pronunciar esta verdad, proclamada ya muy alto y en diversas ocasiones por el parlamentario señor Bulnes. Y si no estamos aptos para manejarnos por nosotros mismos; si como niños débiles y torpes no podemos aún lanzarnos a la conquista del mundo, aceptemos que una sola cabeza nos gobierne y que un solo brazo nos dirija.
La Patria enfrenta abiertamente a Madero: El señor Madero ha violado la ley, al negar al Gobernador de Oaxaca el auxilio, al cual tiene derecho, para someter a los rebeldes de Juchitán. La ha violado al conceder a Che Gómez un salvoconducto para sustraerse a la acción de los tribunales del Estado de Oaxaca: pretendió violarla, imponiendo un jefe político en el mismo distrito; violación que no se consumó, merced a la actitud viril asumida por el señor Juárez. Otras noticias incluidas en estos periódicos afirman que Estados Unidos declara que México pasa un periodo de prueba. Entra Reyes a México, cruzando el río Grande.
8 de diciembre
Extranjeros y ferrocarrileros/Brillante desfile
Gran inquietud y temores en Rincón Antonio, donde se teme la venganza de los rebeldes. Los trabajadores ferrocarrileros se deslindan del asesinato. Nuevos detalles sobre la muerte de Che Gómez.
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Amplia reseña de la triunfal gira del Gobernador a Tehuantepec y Salina Cruz. A pesar de la seguridad que le confiere su heroísmo, sus acompañantes no dejan de estar nerviosos. Esperan violentas reacciones y protestas chegomistas que no reporta ninguna de las fuentes. Heliodoro Díaz Quintas envía a Enrique León un telegrama urgente a primera hora, desde Tehuantepec: Díceme que gente ésa prepárase en actitud hostil para esperar Sr. Gobernador en Mogoñé cerca Rincón Antonio por pertenecer primer punto San Juan Guichicovi. Informe inmediatamente a Salina Cruz lo que haya de cierto en su caso, dicte las medidas necesarias para reprimir eficazmente lo indicado. Seguramente, este telegrama era muy semejante a otro, enviado desde Rincón Antonio a Enrique León: Rumórase Guichicovi hay gente armada, prudentemente cercioraré. Avisaré oportunamente. Presidente Municipal, Ventura J. Cano El Jefe Político de Juchitán responde a Díaz Quintas, quien se encuentra con la comitiva del Gobernador en Salina Cruz: Entre vecinos que se han reconcentrado ya en ésta, no se ha notado ningún movimiento que confirmara lo que me indica en su mensaje de hoy; sin embargo ya me dirijo a autoridad de Rincón Antonio y particulares para que me informen inmediatamente pues Presidente Mpal. Guichicovi hechura Gómez y con él cualquier orden para ésta sería ineficaz. Resultado daré a usted cuenta. 317
El Imparcial también teme que los deseos de venganza alcancen a los rinconenses; más tarde añade detalles que recibe en Rincón Antonio. Juárez no pernoctó en Juchitán, donde estuvo apenas unas horas con algunos representantes de la prensa. De regreso a San Gerónimo, Zea cuenta: En el tren que nos condujo de regreso a San Jerónimo —íbamos de Juchitán— viajaban algunas mujeres de las familias de los acompañantes del licenciado Gómez, que murieron en Rincón Antonio. Una de ellas me dijo que no creía las noticias de la muerte de los susodichos, pero que si se confirmaba, había la seguridad de que se recrudeciera nuevamente la revolución, en las que ellas tomarían parte vengando a sus deudos. […] Durante toda la noche reinó gran excitación en Rincón Antonio, pues se hizo circular el rumor de que los parientes y amigos de los muertos, con un numeroso grupo, irían a asaltar la población, en represalia, cosa que produjo un verdadero pánico. Muchas familias emigraron, temiendo ser víctimas de atropellos, y como los coches de ferrocarril eran insuficientes para conducir a las personas que salían violentamente, hubo necesidad de agregar otros para conducir al numeroso pasaje, que se dirigió a diferentes puntos del Istmo. La Compañía del ferrocarril ha expedido más de doscientos pases para los empleados y particulares y las familias que han abandonado la población. Se comenta el hecho de que hasta hoy no hayan llegado las fuerzas federales a Rincón Antonio, y cuya protección se pidió desde ayer. Esto dio motivo a la emigración. Un tren especial se encuentra listo en aquella estación para conducir a las familias extranjeras que hay allí y que se disponen a salir del Istmo en vista de los últimos sucesos. […]
317. AJFG, docs. 133, 129, 134.
El Gobierno del Estado estudia la forma de indemnizar a los juchitecos perjudicados por la rebelión, ya repartiendo alguna cantidad o suprimiendo las contribuciones. Probablemente no se resolverá nada sobre Juchitán, hasta que el señor Juárez regrese a Oaxaca, pues el Gobernador sale el próximo sábado a Tuxtepec para visitar ese distrito. El Gobernador se manifestó dispuesto a recibir a los grupos armados que expresaron deseos de rendírsele personalmente. El Gobernador les ofreció pasajes de ida y de regreso, para que vayan a San Jerónimo a efectuarlo. Se han seguido presentando muchos levantados, y se estiman exagerados e imposibles nuevos intentos de rebelión, después del duro escarmiento sufrido.
Se inicia el proceso de amnistía y presentación, y con ella tanto delaciones como prudentes y cristianas recomendaciones de clemencia. Gurrión se ocupa de las negociaciones con los rebeldes. Eusebio Ramírez a Enrique León desde Niltepec Casa Felipe López encuéntranse jefes bandidos. Días anteriores estuvieron quitando armas y dinero. Autoridades han apoyádolos. Heliodoro Díaz Quintas a Enrique León desde Salina Cruz Procure no detener a personas [se] presenten Gurrión y en general implantar clemencia. Dígoselo por acuerdo C. Gobernador. Heliodoro Díaz Quintas a Enrique León desde Salina Cruz Enterado de su mensaje en que avísame la presentación de rebeldes así como armas que portan, por acuerdo C. Gobernador manifiéstole recoja dichas armas dando garantía y seguridad a quienes se presenten y ateniéndose anteriores instrucciones este respecto. Dígolo por acuerdo C. Gobernador.
Enrique León a Heliodoro Díaz Quintas Acaban de presentarse a esta Jefatura 155 hombres de los rebeldes con quince armas diversas clases. Suplícole se sirva ponerlo en conocimiento C. Gobernador. Heliodoro Díaz Quintas a Enrique León Dícenme que de los presentados quedaron detenidos algunos y que Secretario ayuntamiento obra impolíticamente. Dígame lo que sobre el particular haya y en todo caso procure allanar dificultades. Dígoselo por acuerdo C. Gobernador. 318
Numerosos documentos como el anterior llegan al Gobernador los siguientes días: son indispensables para justificar la pacificación anunciada tras la muerte de Gómez y se repiten a lo largo de más de un mes, hasta alcanzar más la cifra de 2,474 presentados que entregaron 77 armas. Dos mil cuatrocientos treinta y dos individuos se han presentado entregando por total sesenta y siete armas, en su mayor parte escopetas. Les he dado plenas seguridades de que el Gobierno trata establecer confianza y otorgarles amplio perdón
318. AJFG, docs. 132, 130, 124, 131, 125.
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y los he exhortado para que se entreguen al trabajo; en este sentido publiqué manifiesto anteriormente. Nótase en la población la mayor tranquilidad. 319
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No solamente se teme a los rebeldes, sino a otros personajes, como el que menciona el mismo Imparcial, en una nota desde Tehuantepec. El licenciado D. Jesús Urueta regresó hoy a esa Capital. Se asegura que los jefes Rafael Tapia y Gabriel Gavira, que debían haberlo acompañado a San Jerónimo, se detuvieron en el camino, por indicaciones del señor Juárez, quien telegrafió al señor Presidente de la República manifestándole que juzgaba inoportuna la presencia de ambos, pues podía dar lugar a incidentes, dado el estado de ánimo en que se hallaba el pueblo.
El País defiende a la heroica clase proletaria de los arteros ataques de El Heraldo, donde se les acusa de ser los asesinos de Gómez. Hace algunos días, llegó á esta capital, el señor Ramón Gómez del Castillo, procedente de Rincón Antonio, donde trabaja en calidad de pintor del Ferrocarril Nacional de Tehuantepec. El referido obrero, a quien estuvimos a entrevistar anoche, se sirvió manifestarnos que es enteramente falsa la noticia publicada por “El Heraldo” en su edición de ayer, acusando a los obreros del ferrocarril de Rincón Antonio, de haber asesinado a Che Gómez en El Paso del Guayabo. El señor Gómez del Castillo, protesta en nombre de sus compañeros contra tal imputación que mancha el buen nombre de dichos obreros, pues afirma el entrevistado que éstos no intervinieron en manera alguna en el aludido asesinato, que en su concepción, fue cometido por los antiguos partidarios de Che Gómez, que ya habían jurado matarlo si no cumplía con las promesas que motivaron la rebelión. Refiere el señor Gómez que el motivo por el que se les imputa semejante crimen a los honrados obreros de Rincón Antonio, es porque en las últimas elecciones presidenciales Che Gómez trató de obligar a los referidos obreros a que votaran por la candidatura Madero-Vázquez, en vez de Madero-Pino Suárez, como ellos querían. Los obreros se negaron terminantemente a votar por la primera candidatura, enviando una protesta a la Secretaría de Gobernación. Entonces Che Gómez, pretendió aprehender a los electores, enviando gente armada a Rincón Antonio, desde Juchitán, sin que lograran su intento, pues los obreros estaban bien prevenidos y no se hubieran permitido que los atropellaran. En vista de lo anterior, los operarios del referido ferrocarril se abstuvieron de votar por completo, retirándose de la política, para entregarse a sus respectivos trabajos. Esto, naturalmente, sembró entre los referidos obreros un natural disgusto contra el entonces jefe político Che Gómez, pero nunca hubiera sido motivo para cometer el crimen que ahora se les imputa. Aseguró el señor Gómez de León, que los referidos obreros de Rincón Antonio, que son a lo sumo trescientos individuos, son hombres sumamente pacíficos y ajenos a la política y la única parte que han tomado fue en las elecciones de que se ha hablado; en cambio los juchitecos que se levantaron en armas, instigados por
319. AJFG, doc. 140, 11 de diciembre de 1911.
las vanas promesas de Che Gómez, juraron a últimas fechas, que si éste no cumplía, lo asesinarían. Últimamente existían por los alrededores de Juchitán y Rincón Antonio algunas partidas de estos indios alzados que esperaban el cumplimiento de las promesas de Che Gómez. Éstas, aseguran, fueron los asesinos del instigador Che Gómez y no los pacíficos obreros que se dedican honradamente a sus labores cotidianas para atender al sustento de sus familias.
El Imparcial, encabeza su edición defendiendo también a la clase obrera, que se deslinda de acusaciones de otros diarios. No fueron los ferrocarrileros de Rincón Antonio los que lo mataron. El mismo Gobernador declara que la culpable de los homicidios fue la Policía que estaba encargada de custodiar a los presos. Rincón Antonio se despobló en una noche. El señor Gobernador Juárez ha dado aviso al Congreso local de que murió el licenciado José F. Gómez, jefe de la rebelión juchiteca, en manos de la policía que de orden suya lo aprehendió. Agrega que ya se practican las averiguaciones judiciales del caso. […] Ya pedimos a nuestro corresponsal la ratificación o rectificación de esta noticia, pues todas las versiones anteriores decían que el licenciado Gómez murió a manos de sus mismos partidarios, a quienes no les cumplió lo que les había ofrecido. Por otra parte, “El Heraldo Mexicano” arroja la responsabilidad de esos crímenes sobre los obreros de Rincón Antonio, y bueno es decir que esa versión es inadmisible, pues la sufrida clase obrera no asesina, no hace más que trabajar. Zea recoge para su diario una versión distinta de la oficialmente manejada hasta ese momento sobre el asesinato de Gómez. Ayer, durante mi permanencia en Juchitán, fui solicitado por tres individuos de allí, quienes me dijeron que eran testigos presenciales de los acontecimientos de Rincón Antonio, en que perecieron trágicamente el licenciado Gómez y sus compañeros. Ellos relatáronme los hechos en forma completamente distinta de la que hasta hoy ha sido aceptada como cierta, pues aseguran que es inexacto que la muchedumbre haya sacado a los presos de la cárcel, cosa que no logró ésta, no obstante haberlo intentado varias veces. Aseveran que fue un grupo de diez individuos con poder suficiente, los que extrajeron al licenciado Gómez y a sus amigos, conduciéndolos fuera de la ciudad y regresando poco después a informar que una numerosa partida se los había quitado, ignorando la suerte que hubieran corrido. Mis informantes me dieron otros detalles, que por contener acusaciones sumamente graves contra varias personas, me abstengo de consignar, hasta lograr confirmarlas. Se espera conocer el resultado de la autopsia, pues ella aclarará los puntos obscuros, confirmando o destruyendo las distintas versiones sobre la forma en que se desarrollaron los hechos. El Gobernador Juárez se ha manifestado vivamente interesado en esclarecer la verdad y en que se castigue a quien resulte culpable. Se cree que obrará enérgica y justificadamente. El resto de las notas de El Imparcial se encargan de asuntos algo más frívolos; por primera vez se menciona públicamente la presencia de la esposa de Juárez en el Istmo y nos muestran cuan escasas son las visitas de los altos funcionarios a la región.
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El Gobernador Juárez aceptó la invitación que se le hizo para visitar esta población [Tehuantepec] a donde llegó hoy. La recepción a su arribo fue entusiasta e imponente, superada sólo, según informan los vecinos de aquí, por la que se hizo al señor General Díaz cuando inauguró el Ferrocarril del Istmo. En la estación dieron la bienvenida al señor Juárez, el Jefe Político, las autoridades, empleados y vecinos caracterizados del lugar. El pueblo aclamó grandemente al señor Juárez, que pasó luego a la residencia del licenciado D. Rómulo Moreno. Allí lo saludaron varias comisiones, representantes de los vecinos y de los gremios del Istmo. El señor Juárez declinó toda clase de festejos. La señora Juana R. Moreno, secundada por las bellas señoritas María Luisa Romero, Carlota Ortiz, Adolfina Liljehult, Corina Ortiz, Josefa Rueda y otras, que vistiendo los típicos y vistosos trajes tehuanos, han agasajado a la señora doña María K. de Juárez, esposa del Gobernador. Hoy se hará una visita a las oficinas públicas, y después se ofrecerá un banquete al Jefe del Ejecutivo, continuando en seguida su viaje para Salina Cruz. Un grupo de vecinos del barrio de San Blas, pidió al Gobernador Juárez que les hiciera una visita, para inspirar confianza en el grupo de juchitecos refugiados allí y que se resistían a volver a su pueblo. Los vecinos de San Blas pidieron al Gobernador la creación de una escuela de niñas, y el señor Juárez envió inmediatamente una iniciativa al Congreso para que se estableciera. El banquete efectuado en honor del Gobernador Juárez, en la residencia del licenciado Moreno, resultó espléndido. Brindó el Jefe Político, D. Miguel F. González, quien hizo votos de prosperidad por el Istmo, y felicitó al Gobernador por su gestión. Contestó el señor Juárez diciendo que como hijo del Benemérito de las Américas, se siente más que ninguno obligado a cumplir con la ley y a ser un severo ciudadano. Hoy en la tarde hubo un brillante desfile de tehuanas, que lucieron riquísimos atavíos, llenos de sedas y joyas. Tomando al señor Juárez del brazo, lo pasearon en medio de las delirantes aclamaciones de la muchedumbre. Carlota Peña, en nombre del club femenil “Vicente Calvo Monterrubio”, le dirigió una impresionante alocución, ofreciéndole el contingente de las mujeres tehuanas para defender la soberanía de Oaxaca.
En Tehuantepec, sin embargo, hay un toque discordante en la cordialidad ofrecidas por el Gobernador y la paz triunfal anunciada por doquier. Entre las personas que recibió el señor Juárez, se encontraba Felipe Santibáñez, hermano del ex-jefe político Alfonso del mismo apellido, que se encuentra preso. Presentó al señor Juárez varios documentos y conversó largamente con él. Apenas hubo salido, Santibáñez fue aprehendido, cosa que causó alguna sensación. Se rumora que la detención obedece a que se cree que está complicado en el asesinato del señor Woolrich. Mañana saldrá para Salina Cruz el señor Juárez y sus acompañantes. En Juchitán quedará provisionalmente el señor León, y hasta en Oaxaca se resolverá la cuestión en definitiva. 320
320. El Imparcial.
EDITORIALES Y RESÚMENES POSTERIORES
El País del día 10 de diciembre, escribe desde Tehuantepec: Desde que en Rincón Antonio se tuvo noticia de que Che Gómez iba a pasar para Méjico, el pueblo se puso en guardia, y todas las noches registraban los trenes, desde el pulman, hasta los carros cerrados, para impedir que se les escapara tan codiciada presa. El pueblo de Rincón y el de Petapa iban a ser despojados de sus terrenos por Che Gómez para dárselos a Juchitán. Estos terrenos son de la propiedad de los señores Maqueo Castellanos. Otra de las causas de disgusto de estos pueblos, fue que Che Gómez cuando era jefe político de Juchitán, los extorsionaba con contribuciones onerosas y con servicios forzados. Al saber que el gobernador había dado la orden de aprehensión, todos los pueblos se aprestaron para cumplir con los deseos del señor gobernador. Al llegar el tren que conducía a Che Gómez y diez de los suyos, infinidad de rifles brillaron en la estación, obligándolos a bajar. Dos juchitecos quisieron hacer armas, pero fueron heridos y desarmados y conducidos al hospital: los demás a la cárcel. En la noche se presentó en la prisión un tehuano que le dicen “Matanchi”, obligó a los prisioneros a salir; los amarró con reatas nuevas y los sacó dos kilómetros fuera de Rincón. El primer tiro lo recibió Che Gómez en la cabeza, y un machetazo, preguntándole antes ¿dónde está el doctor Argüello? Llevaba en la cartera como cuatro mil pesos, y se los dejaron. Las autoridades de Rincón recogieron los cadáveres y en tres carretas los condujeron al pueblo para su autopsia. El señor Juárez mandó el mismo día de la aprehensión una compañía de federales y otra de maderistas, para resguardar a Che Gómez, pero cuando llegaron ya era tarde, habían sido muertos. Anoche llegaron de Rincón muchas familias que vienen huyendo por temor de que los revoltosos ataquen al pueblo en represalias de sus cabecillas muertos. Regeneración titula su nota: Cómo terminó la Primera Etapa del Levantamiento del Istmo de Tehuantepec. 321 En “El Imparcial” y demás periódicos mexicanos veo confirmada la noticia del linchamiento del Lic. José F. Gómez, llamado por los naturales de aquella región Che Gómez. Hago Historia. Hace algo más de un mes que en la importante población de Juchitán, Oax., se inició un movimiento regional encabezado por Che Gómez, declarando la independencia del Istmo de Tehuantepec. Para conseguir que los hermanos indios de aquella región le siguieran en su empresa de establecer la República de Tehuantepec, de la cual fuera él el Presidente, Che Gómez les prometió que al triunfar les entregaría la tierra, las aguas, las salinas y los montes de aquella región para que de todo ello disfrutaran sin la carga de más amos.
321. Regeneración, 16 de diciembre de 1911. Por cortesía de Jacinto Barrera Bassols.
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Los bravos istmeños desde luego, provistos de algunas armas de fuego y en su mayoría armados solamente con machetes, puyas y fisgas, emprendieron un ataque vigoroso contra las tropas federales que estaban de guarnición en Juchitán, al que pusieron sitio y donde perecieron centenares de rebeldes al grado de sembrar materialmente las calles de aquella población con sus cadáveres. Una Amenaza. Pero antes de entrar en campaña, los ancianos juchitecos y los de Tepetapa [sic] dijeron a Che Gómez: “Tú mandas y nosotros obedecemos; pero si nos engañas, ¡no te escapas!” La traición Los federales defensores de Juchitán estaban en una situación terriblemente crítica; cercados por más de cinco mil istmeños desde hacía varios días, no tenían ya más mulas ni caballos qué comerse; el agua escaseaba, las municiones de guerra escaseaban también; unos cuantos días más y el triunfo habría sido para los rebeldes que combatían parapetándose tras los cadáveres de sus propios compañeros ya en descomposición. De pronto, llegaron órdenes de Che Gómez para que cesara el fuego y, más aún, para que se permitiera a los federales que salieran de la población llevando los fusiles con la culata vuelta hacia arriba, en señal de paz. Salieron los federales, se unieron a más tropas federales que violentamente habían sido enviadas de distintas partes a reforzarlos y se volvieron contra los rebeldes que de sitiadores quedaron convertidos en sitiados bajo condiciones bastante desventajosas. ¿Qué había pasado? Che Gómez se había asustado del gran número de tropas que le habían echado encima, —unos tres o cuatro mil hombres,— y temió ser aniquilado a pesar de que diariamente llegaban nuevos y numerosos grupos de rebeldes desde apartadas regiones a ofrecerle su ayuda; ayuda que ya no aceptó, haciendo que se devolvieran a sus pueblos, siendo que en esos momentos los rebeldes sitiados en Juchitán hubieran podido aún romper el sitio y hasta aniquilar al enemigo si alguien hubiera atacado a éste por la retaguardia, cogiéndolo a dos fuegos. Asustado Gómez, entró en tratados de paz con el Chato, por lo que ordenó que dejasen salir a los sitiados esbirros que se aprovecharon desde luego de la oportunidad que se les presentó de tomar ventaja. La Rendición. Los sitiados rebeldes vieron la inutilidad de hacerse matar ahí y los que no pudieron eludir la vigilancia de los sitiadores federales se rindieron, pero teniendo especial cuidado de ocultar las armas de fuego que poseían y de las cuales no recogieron una sola los federales. Conflicto entre dos Mandones. Con motivo de los tratados de paz entre Madero y Che Gómez el Gobernador de Oaxaca se disgustó porque estos se estaban llevando sin su conocimiento; y para demostrar que él no está nada más pintado ahí sino que deveras “las porta” y es “muy hombre” se le echó a las greñas al Chato desconociendo sus trabajos de pacificador y personalmente fue rumbo a Juchitán a aprehender a Che Gómez, que con un salvo conducto del Chato se dirigía ya rumbo a México, ocultándose de sus partidarios que le buscaban ya para cumplirle la promesa aquella de “¡no te escapas!” Mientras tanto, en la Ciudad de Oaxaca se han estado efectuando demostraciones
populares en las calles que han sido invadidas por millares de personas que gritan hasta enronquecerse “¡Muera Madero!” La aprehensión. En su camino para México, Che Gómez paró en un hotel de Rincón Antonio, Oax., al cual fue a parar Benito Juárez Maza, Gobernador de Oaxaca, que iba rumbo a Juchitán. [sic] Ver Juárez a Gómez, ordenar su aprehensión y efectuarse ésta, todo fue uno. Gómez y algunos que le acompañaban fueron llevados a la cárcel. Desde luego comenzaron a llegar grupos de indígenas de los que habían combatido bajo las órdenes de Che Gómez. Las autoridades comprendieron que iban a cumplir su amenaza a su antiguo Jefe y pidieron auxilio a San Gerónimo, de donde salieron violentamente algunas fuerzas a defender al prisionero. “¡No te escapas!” No, no se escapó. Los engañados cayeron en número de mil sobre la cárcel, trabaron combate rudo con la guardia, la arrollaron, la aniquilaron, derribaron cerrojos y puertas y arrastraron a Che Gómez y a sus diez compañeros hasta las orillas de la población; se oyeron numerosos disparos y cuando toda aquella masa humana se dispersó, quedaron sobre el suelo once cadáveres acribillados a balazos, chorreando de sus múltiples heridas largos hilos de sangre que humedecían la tierra que será libremente de todos cuando la bella Venganza haya tronchado la existencia del último Jefe, de la última Autoridad, del último Capitalista y del último embaucador político o religioso! Cincuenta y dos balazos. Ese es el número de huellas de balazos que presenta el cuerpo de Che Gómez. Y así es como terminó la primera etapa del levantamiento juchiteco. ¡Toma ejemplo! Compañero de cadenas, hermano de esclavitud y miserias: toma ejemplo. No dejes pasar desapercibido el bello acto justiciero de los rebeldes istmeños; guárdalo fresco en tu memoria y obra igual con todos los que te traicionen, con todos los que no cumplan las promesas que te hagan. Mas no desaproveches tampoco esta otra grande lección que encierra el incidente de Che Gómez; nunca confíes en otro la conquista de tu propio bienestar; si quieres ser libre y feliz no sigas a otro sino a ti mismo ya que sabes a lo que vas: a conquistar Pan, Tierra y Libertad para todos. Sé, pues, tu propio amo, tu propio Jefe, si no quieres que te engañen y traicionen como pasó a los que siguieron a Madero, como aconteció a los que siguieron a Che Gómez, y como acontecerá a todos los que sigan a “leaders” que prometen para después del triunfo. Vé, hermano; únete con todos los de tus mismas ideas, con los liberales que luchan por conquistar la bienestar de todos aboliendo la pobreza; y como ellos lucha bravamente al grito de ¡Viva Tierra y Libertad! tomando posesión de la tierra y de todas las riquezas que halles a tu paso y que [te] pertenecen a ti, proletario, porque tus manos las han fabricado. ¡Arriba, hermano, y adelante! ¡Viva Tierra y Libertad! Enrique Flores Magón
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El Ahuizote 322 El Grito de la Prudencia y del Juicio Cuando el asunto de Juchitán tomaba un cariz tranquilizador, dos nuevos e inesperados acontecimientos han venido a complicarlo hasta un grado sumamente peligroso. Nos referimos a la salida del Lic. José F. Gómez de la región levantada, escudado por un salvoconducto del Presidente, y a su prisión y linchamiento en Rincón Antonio, por una banda de los llamados voluntarios que lo persiguieron por orden del Gobernador de Oaxaca. Si a primera vista parece que con la muerte del célebre “Che Gómez” ya está resuelto el tremendo problema de la agitación en el Istmo y la sumisión incondicional de los numerosos partidarios del cabecilla al Gobierno del Estado, quedan en pie, con los dos gravísimos acontecimientos apuntados, nuevas complicaciones con el Centro y un sentimiento de bochorno que no nos puede dejar satisfechos. Por lo menos, éste es el sentir de la mayoría sensata e imparcial. Creemos que fue bochornoso para los oaxaqueños el motín escandaloso a que dio lugar el semilinchamiento de Che Gómez y de ocho o diez subalternos que lo acompañaban, porque si bien es cierto que el levantamiento armado de Juchitán, como casi todos, trae consigo crímenes y víctimas, grandes responsabilidades y necesarias venganzas, también es cierto que la justicia debe juzgar a los culpables bajo todos los procedimientos que la ley establece, conforme a las prácticas de la humanidad y la civilización, y estos motines contra hombres inermes que ya están bajo la salvaguarda de la justicia, y que deben responder de sus actos ante la majestad de la ley, son actos salvajes y condenables, estúpidos y cobardes, indignos de un pueblo que quiere ser demócrata o que cree serlo, y que tienen que reprobar con energía todos los hombres de criterio y de honradez. No; de ningún modo aplaudimos ese fin trágico del Lic. José F. Gómez, cualesquiera que hayan sido los crímenes a que su levantamiento haya dado lugar. Y ante lo irremediable de los acontecimientos, y descartando, como a fuer de leales queremos descartar, toda responsabilidad en el Sr. Gobernador del Estado, nos hacemos las siguientes preguntas: ¿Por qué emplear o hacer uso de tapujos y componendas para sacar a Che Gómez del Istmo extendiéndole casi secretamente un salvoconducto, cuando se estaba anuente a exhortarlo si lo pedían las autoridades judiciales? Entre el público corre la versión de que el Presidente Madero se entendió para lo del salvoconducto con Chapital, el que por unas horas sustituyó a Don Benito mientras volvía éste a entrar en territorio del Estado. Si esto es cierto… ¿Con qué facultad obró este segundo y por qué no dio aviso a D. Benito de tal arreglo, pues que Don Benito lo ignoraba, no cabe duda, desde el momento que pide a Merodio el auxilio federal que éste le niega por improcedente, toda vez que Che Gómez era amparado por el salvoconducto del Presidente? ¿Por qué D. Benito ha creído a Chapital hombre capaz de quedarse al frente de un Estado en tales circunstancias, así sea por unas cuantas horas? ¿Por qué D. Benito se disgustó con el Congreso que no quería cumplir la consigna nombrando al referido como sustituto y para impresionar a los diputados y hacer que volvieran sobre sus pasos, los dejó con la palabra en la boca y no quiso des-
322. El Ahuizote, 16 de diciembre de 1911.
pedirse de ellos? ¿Por qué los Diputados que se precian de viriles cedieron a esta impolítica y condenable imposición? ¿Por qué Madero no previó lo que podía acontecer, que no era difícil de preveer? ¿Por qué no fue conducido Che Gómez con más seguridades, y qué clase de organización tienen esos llamados voluntarios del pueblo de Matías Romero (a) Rincón Antonio? ¿Por qué en ese momento, (48 horas después del asesinato) no han sido aprehendidos los responsables presuntos? ¿Hay autoridades en ese lugar? ¿Bajo custodia de quién quedaba Che Gómez en la cárcel del pueblo? *** El público sensato, el público pacífico, el público alejado de la cosa pública, se hace éstas y otras preguntas, y queda esperando las inevitables complicaciones a que esto va a dar lugar. Y los más exclaman: Cuántas inepcias por todas partes, en el Gobierno del Centro y en el Gobierno del Estado! El aprendizaje como gobernantes le va a costar caro al pueblo! ya le está costando. El pueblo será la víctima obligada de las torpezas de los mandatarios. Ya se rumora con visos de fundamento y de verdad, que el Senado abrirá un proceso al Gobernador Don Benito Juárez para que depure su conducta; ya se rumora que el pueblo oaxaqueño se opondrá resueltamente a que su Gobernador vaya a México a responder de sus actos, pues teme las intrigas y venganzas del Centro; ya se cuentan otra porción de sucesos alarmantes, como no remotos, y la calma esperada, y la tranquilidad deseada con tanto ahínco, están lejos de nosotros.
El Siglo XX323 La Cuestión de Oaxaca. Infames asesinatos de Che Gómez y sus acompañantes. Estamos conformes en decir que las dificultades suscitadas por el levantamiento de Juchitán, han terminado con la muerte del cabecilla revolucionario Che Gómez, pero no estamos de acuerdo con que hayan terminado las dificultades suscitadas entre el Gobierno de aquel Estado y el Federal, por los caprichos y falta de tacto político del señor Gobernador Juárez Maza. Mientras no se haga justicia, castigando a los autores del salvaje atentado perpetrado en Rincón Antonio; atentado infamemente odioso y que con nada se puede disculpar; mientras no se averigüe quienes fueron los autores intelectuales de ese crimen digno de “apaches”, quiénes los instigadores y quiénes los autores materiales y se castigue a todos por igual, sean quienes sean; mientras la justicia federal no tome cartas en el asunto para hacer estas averiguaciones, estaremos en lo cierto al afirmar que la “cuestión de Oaxaca” no ha concluido. Che Gómez era un delincuente y seguramente que merecía la muerte por los grandes males que causó a sus coterráneos, y la sangre que derramó de seres inocentes. Sus intrigas, sus embustes y bretonadas segaron más de quinientas vidas. Sí, de seguro, merecía la muerte, pero aplicada por mano de la ley, después de un juicio netamente legal, dentro de las prácticas de la justicia. Hacer lo que se ha hecho, arrancándolo de las manos de una escolta que lo conducía hasta México; un tanto protegido, para que aquí respondiera de sus actos y encontrara un Juez desapasionado que lo juzgara; atropellar a la autoridad fede-
323. El Siglo XX, 10 de diciembre de 1911.
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ral, que lo tenía aprisionado “como procesado y presunto reo de delitos federales”, encarcelarlo y luego sacarlo de la prisión sin prestarle garantías, dejar que una turba infame lo acribillara a balazos y resultar que no ha sido aprehendido ni no solo, siquiera, de sus asesinos; sencillamente, es convertir a Che Gómez en una víctima, que merece compasión. Y luego, ese asesinato de sus ocho compañeros perpetrado brutalmente, en ejecución sumaria, del modo más injusto y cobarde, sin motivo, sin razón de ser, como obra infame de chacales; resulta tan inicuo, tan perverso, tan inhumano y cruel, que apenas si existen palabras suficientemente enérgicas para condenarlo. El buen nombre de las autoridades superiores del Estado de Oaxaca exige que se haga completa y clara justicia en este asunto, para que no resulte tenebroso e inexplicable. Las energías del señor Gobernador Juárez Masa deben dirigirse, en este caso, a que la justicia todo lo descubra y todo lo aclare, para que se castigue, siquiera sea a los principales autores de ese crimen, que tiene indignado a todo el país. Che Gómez era un mal sujeto, pero ha sido asesinado! Y todo asesinato clama justicia y castigo contra los asesinos. Esperamos saber qué es lo que se hace acerca de este crimen, para poder hablar con conocimiento de causa. Entre tanto, sí puede asegurarse lo siguiente: que las autoridades locales de Rincón Antonio, atropellaron a un detenido que era custodiado por fuerzas federales. Y que los temores de Che Gómez, de ser asesinado al pasar por Rincón Antonio, se realizaron por completo.
El Ahuizote abunda sobre el tema a lo largo de todo el mes. 324 Por correspondencia con varios sujetos del Istmo todavía nos llegan algunas notas desconocidas sobre el fin trágico del Lic. José F. Gómez, jefe de los rebeldes juchitecos. De ellas entresacamos lo siguiente, que bueno será dejar consignado: 1º.- No fue ordenada por Don Benito Juárez la muerte del cabecilla y sus principales secuaces. 2º.- No hubo tal linchamiento en Rincón Antonio, y ésta es una invención risible al estilo de aquella de Arnulfo Arroyo. 3º.- Che Gómez fue fusilado en el paraje denominado “La Barranca” [sic] por un grupo de enemigos personales entre los que la opinión señala como principal a un tal Carballo, y siendo cómplice el Presidente Municipal de Rincón Antonio que lo remitió con sólo ocho hombres, o que lo entregó ante las amenazas de los hombres de Carballo. Este obró por cuenta propia, por odios personales… o ¿quién lo mandó? 4º.- Madero ha asegurado que si él hizo extender un salvo conducto a Che Gómez fue de acuerdo con Chapital y acaso con la anuencia de D. Benito. Como no es posible que D. Benito supiera lo del salvo conducto, pues entonces no pide el auxilio al general Merodio ni trata de aprehender al famoso cabecilla, resulta que si Madero estuvo de acuerdo fue con Chapital (que suplía a Don Benito) y que Don Benito no supo nada y fue desobedecido por Chapital. ¿O Madero nos engaña? Debe aclararse esto de cualquier manera para fijar responsabilidades. Ya que se celebra la actitud
324. El Ahuizote, 23 de diciembre de 1911.
enérgica para defender la soberanía del Estado, determinaremos las faltas cometidas, también. El silencio no convence. 5º.- Parece que antes de matar a Che Gómez lo lazaron y se lo llevaron “a cabeza de silla” y que el propio rebelde, en el colmo de su angustia, ofrecía varios rollos de billetes a sus verdugos reprochándoles esa forma de hacer “justicia”. 6º.- A pesar de lo asegurado por el enviado de “El Imparcial”, y de que se encontró un telegrama de Vázquez Gómez, y de que éste le envió 50 armas cuando era Ministro de Gobernación, el levantamiento fue de carácter local, porque Che Gómez quería mandar exclusivamente en la región como cacique, prevalido de la nueva orientación política del país. 7º.- Los juchitecos no tuvieron sino muy pocas armas modernas, pues de haber tenido bastantes acaban con la fuerza federal que la formaban muy pocos hombres. 8º.- Parece aclararse también, que Che Gómez estaba en S. Jerónimo a la llegada de Don Benito, que quiso hablarle, y que partió para la estación de Gamboa a la negativa de ser recibido; todo lo cual corrobora la ignorancia en que el Sr. Juárez estaba de que el Lic. Gómez estuviera amparado del famoso salvo conducto, pues con ese motivo pidió el auxilio de Merodio, auxilio que no pudo obtener por llevar aquel la protección del Ejecutivo Federal. 9º.- ¿Dónde organizó Carballo a su gente, en Rincón Antonio, en S. Jerónimo o en Tehuantepec? Debe aclararse este punto con toda precisión. ¿Qué antecedentes tiene Carballo? ¿Por qué era acérrimo enemigo de Che Gómez? ¿Qué tenían que hacer los tehuantepecanos en el asunto? *** Tales son las conclusiones e interrogaciones que hasta ahora están fijando la opinión pública. Esta no cree tampoco que la paz era un hecho logrado en el Istmo, y que ya todos los peligros estén conjurados, porque quedan varios pueblos afectos al extinto cabecilla; y ojalá que en ese sentido se equivoque la opinión. De todos modos, es de lamentarse el fin trágico del que idolatraban las chusmas juchitecas, no haya intervenido la justicia serena e inflexible. El Corresponsal
Por fin, este mismo semanario da por concluida su información con un justo reclamo: Aquél vacío que se encontraba en el asunto de Juchitán, y que el público desea que se llene, de que Madero extendió el salvo conducto a Che Gómez, de acuerdo con Chapital, e ignorándolo el Gobernador de Oaxaca, no ha sido llenado todavía, pues todo el mundo ha guardado silencio, silencio de tumba. 325
325. El Ahuizote, 30 de diciembre de 1911.
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Palomita blanca, guní’ ti verdá (¿dime la verdad) guirá’ voluntario nicaa garatiá (todos los voluntarios se fueron por garantías) 326
Secuelas inmediatas
Zea, reportero de El Imparcial, insiste en indagar el fondo del crimen contra Che Gómez e investiga en Rincón Antonio —es el único periódico que se ocupa del asunto con tal empeño. Entrevista allí al Presidente Municipal, Ventura Cano, quien declara: al enterarse de que venían a recatar a los reos, decidió enviarlos a pie a San Jerónimo —a 53 kilómetros de distancia— custodiados por ocho hombres al mando de Luis Margain. Un grupo de desconocidos los atacó en camino y mató a los presos. Juzga que el levantamiento era propiciado por Rosendo Pineda, como puede deducirse de los documentos recogidos al difunto Gómez. El 10 de diciembre aparecen en primera plana ilustraciones del escenario de la terrible tragedia, tomadas de fotografías de F. Rabiella, firmadas por D. Se añaden detalles y la siguiente hipótesis— ya antes aventurada. …el levantamiento de Juchitán no era local, como tanto se dijo. El nombramiento del Jefe Político, señor León, fue únicamente un pretexto para iniciar el desarrollo de un plan bien organizado, con el objeto de formar un nuevo territorio federal, que integrarían parte de los Estados de Veracruz, Chiapas y Oaxaca. Existen telegramas del licenciado don Emilio Vázquez Gómez, en que instruía al licenciado Gómez sobre el empleo de cincuenta rifles, que se asegura le proporcionó el ex-Ministro citado. […] Dicho señor, en una de sus cartas decía al extinto jefe de la rebelión que obrara con actividad para evitar que se hicieran averiguaciones en el asunto de Tlaxcala, en donde éste sirvió como Administrador del Timbre, y agregaba que encontrándose abandonados en la política, debían de ayudarse mutuamente. Se hallaron también telegramas dirigidos por Mario Palacios a su padrastro, en que se aclaran un disgusto con el Gobierno de Oaxaca, tenido por habérsele negado una licencia con sueldo, y haberse rehusado algunas canonjías que pretendió el licenciado Gómez. ¿Cómo es posible que Che Gómez haya llevado semejantes documentos encima, sabiendo que pesaban sobre él graves riesgos, cuando se diponía a reunirse el día anterior a su muerte con Juárez Maza e inmediatamente después con Madero? No se nos dice nunca. Más bien debía llevar otros, igualmente comprometedores para sus enemigos y que probaran su inocencia. 327 En Rincón Antonio son aprehendidos el Presidente Municipal y la escolta que sacó a los prisioneros de la cárcel; aunque alegan
326. Corrido de los Colorados. Corridos del Istmo, 1980. 327. Doña Rosaura declara en 1915 que su marido encabezaba una rebelión contra Juárez, apo-
yado por Madero; éste le mandó salvoconductos para que le informara del complot en su contra. Alega que Juárez Maza lo mandó matar porque llevaba un documento donde el Gobernador prometía perdón a los rebeldes si apoyaban la causa de Bernardo Reyes. Todos los testigos aseguran que existen documentos para incriminar al enemigo. Evidentemente, todos habían hurgado en archivos y telégrafos —como nosotros mismos— y encontraron cada cual su justificación. Sorprende que haya sido tan fácil el acceso, a todos, de tan terribles evidencia e incriminadoras evidencias y, más aún, que las trajeran consigo todo el tiempo.
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que los rebeldes fueron linchados por los habitantes de Petapa; algunas autoridades de Rincón Antonio son incriminadas. 328 Hemos recibido una carta fechada en Mogoñé, el seis del corriente, firmada por el señor H. Martínez, en la que se señala a los señores José A. Esteva, Tomás Carvallo [sic], Ventura Cano (Presidente Municipal de Rincón Antonio), Lino J. Aragón, Aurelio Mortir, Paulino V. Fuentes (Secretario Municipal), Andrés L. Symo, Fortunato Torres, Guillermo Ricarcia, Emilio Cabrera (Comandante de Policía) y Rómulo Cortas Villalobos, como complicados en los sucesos ocurridos en Rincón Antonio y que costaron la vida al licenciado José F. Gómez y otras personas. EL IMPARCIAL no se hace en modo alguno, solidario de este dicho, y publica solamente de ello una nota informativa que, acaso, pueda ser útil a la investigación judicial de lo acontecido. 329 Las declaraciones de los asesinos materiales de Che Gómez y sus acompañantes fueron siempre las mismas. Desde las recogidas por Zea el 10 de diciembre hasta las sostenidas por Matanche en 1915, cuando fue reaprehendido en Veracruz: ellos no mataron al líder juchiteco, sino una partida de desconocidos. Lo aprehendieron por órdenes del Gobernador, a quien declaran como único culpable. Afirman que Gómez se levantó en armas contra Madero. 330 Zea explica la enemistad entre los rinconeros y el licenciado como consecuencia de la imposición de Vázquez Gómez durante las elecciones presidenciales —que como vimos, podrían imputársele a todo el Estado pues, arbitrariedades o no, ganó allí la vicepresidencia. Continúa El Imparcial: El Juez, señor Lic. Díaz Chávez, sigue practicando diligencias, y pronto se aclarará completamente este asunto, sobre el que tantas y tan contradictorias versiones se bordaran. A bordo del tren en que veníamos para esta ciudad, celebré hoy una entrevista con el señor Luis Margain, jefe de la escolta que conducía al licenciado Gómez y a sus compañeros, cuando los mataron. Ratifica la información del Presidente Municipal de Rincón Antonio, que ayer transmití, y comunica que fue tal la impresión de sorpresa que le produjo el asalto en el Barrancón, que esto le impidió reconocer a los que les quitaron a los reos, no pudiendo proporcionar absolutamente ningún dato para identificarlos. De los individuos que formaban la escolta sólo dos pertenecían a la policía; todos los demás eran particulares, que forman el cuerpo de Voluntarios para resguardar Rincón Antonio. El cabo de rurales Victoriano Juárez, jefe del destacamento de dicha población, ayudó a la escolta proporcionada por el Gobierno Federal para acompañar al licenciado Gómez y a sus amigos a Santa Lucrecia. Como a las cuatro de la mañana, el Presidente Municipal le manifestó que no eran necesarios sus servicios, pues aquéllos quedaban bajo la responsabilidad del Estado. Se retiró sin saber quiénes sacarían a los reos, y si fue el populacho, el que repetidas veces se aglomeró frente a la cárcel, u otros individuos.
328. El Avance, 10 de diciembre de 1911. 329. El Imparcial, 10 de diciembre de 1911. 330. Tomás Carballo, estaba preso en México y fue liberado por Cosío Robelo al entrar los villis-
tas en la ciudad. Reclutaba gente para su cuñado, un tal Leocadio Fierros, jefe de la Aduana de Tampico cuando la viuda de Gómez lo vio en la calle, en Veracruz, donde ella vivía entonces bajo la protección de Heriberto Jara. Vuelve a ser juzgado, por tercera vez, en el Juzgado de Instrucción Militar de Veracruz. Ver Tomás Carballo (a) Matanche, 1983.
Zea, se despide sus tareas y terminan sus notas desde el Istmo el 11 de diciembre, ratificando su pública simpatía por los rinconeros. No consideraría terminada mi labor sin aclarar la muerte del Lic. Gómez y de sus compañeros. A ello me obligan dos motivos: destruir el cargo que se hizo primero contra la multitud de Rincón Antonio, cuya actitud hostil para el extinto jefe de la rebelión no llegó al crimen, pero que fue, según ahora se afirma, aprovechada por un grupo de culpables, a fin de preparar la coartada. El otro motivo es para demostrar a algunas personas que acompañaban al Gobernador Juárez, y que a raíz de los acontecimientos me preguntaron lo que diría EL IMPARCIAL , contestándoles que expresaría únicamente la verdad. Esto parece que contrarió a algunas personas, tal vez porque, como otros muchos, pensaron que resultaría alguna responsabilidad para el señor Juárez. Las investigaciones que he hecho comprueban que la multitud rinconense no tiene culpa alguna, y que el señor Juárez sigue una línea de conducta apegada a la ley. Una persona absolutamente fidedigna me refirió que Tomás Carballo, José Esteva, Luis Margain y otro individuo de apellido Frey, además de algunos cuyos nombres obran ya en poder del Juez Díaz Chávez, son los presuntos responsables de la muerte del licenciado Gómez y sus amigos. Convencidos de que la muchedumbre, pasados los primeros momentos de excitación, no los secundaría en sus propósitos, se dice que idearon otro plan: pretextando que en la cárcel había inseguridad para que estuvieran los reos, los conducirían a San Jerónimo, no obstante que sabían que iban fuerzas del Estado a resguardarlos. Se me asegura que Carballo dijo en alguna cantina momentos antes de que sacaran al ya muerto jefe de la rebelión juchiteca, que apostaba que el licenciado Gómez no llegaría. Se dice también que, al aprehenderlos, él mismo intentó disparar contra el licenciado Gómez, diciendo: “Ahora o nunca,” evitándolo los presentes. He logrado averiguar, así mismo, que mucho antes de que los mataran, una persona de San Jerónimo recibió un telegrama de Rincón Antonio, en que se le anticipaba que por la noche se acabaría con los reos. A la autoridad de Rincón Antonio le resultan responsabilidades, porque conociendo la enemistad que había entre el licenciado Gómez y los que lo conducían, lo puso en sus manos. Se me asegura, además, que al ser retirados de la cárcel los rurales, quedó como guardián el Comandante de la Policía, y que Carballo llegó allí, lo maltrató y lo obligó a abrir y a entregar a los presos. Carballo y Esteba, según se me informa, han desaparecido. […] Anoche pasó por esta población, rumbo a Tuxtepec, el Gobernador, señor Juárez, y sus acompañantes. El señor Secretario de Gobierno, licenciado don Heliodoro Díaz Quintas, me manifestó que la justicia sería inflexible para juzgar a los que resulten responsables de los últimos sucesos, agregando que el señor Juárez había hecho algunas averiguaciones personalmente, de las que dio cuenta al Juez instructor, pasándole una lista de los complicados, en la que figuran los que yo cito. He recibido un anónimo, en que se me amenaza de que seguiré el mismo camino del licenciado Gómez, si continúo informando de lo que a nadie importa. Se me dice que sólo se ha hecho “justicia popular” y que ninguno tiene derecho a juzgar estos actos. Tras la muerte de José F. Gómez, la prensa considera terminado el conflicto. Se reclama justicia, independientemente de las culpas en que haya incurrido el cabecilla
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rebelde; se exige castigo a los culpables de su asesinato. Aún se explican durante los siguientes días —aunque cada vez menos— las motivaciones y alianzas de José F. Gómez. El Imparcial anunciaba el día 10: “reina la paz en la región”, pero desde Veracruz, el corresponsal contradice la nota: Comunican de Santa Lucrecia que se han reunido en los montes de Chivela dos mil juchitecos, y que hay temores de que intenten algo contra Rincón Antonio, que se halla guarnecido por ciento cincuenta federales. La gente ha emigrado de Rincón Antonio, no obstante que se cree que con la trágica muerte del licenciado Gómez, la tranquilidad volverá al Istmo. El 3 de febrero de 1912, Juárez Maza recibe la solicitud de los ciudadanos Everardo Ruiz y socios, convocados por la Presidencia Municipal de Rincón Antonio para acompañar a los reos, muertos la madrugada del día siguiente; reclaman justicia. También hay una petición en el mismo sentido de E. Salinas Ruiz, pariente de los presos. Ambos han sido citadas ya. No hay ninguna nota en los documentos ni adjunta a ellos, ignoramos si les fue concedido el perdón o la justicia que reclaman, ni cuando. 331
Las autoridades vigilaban estrechamente a la viuda de Gómez y su hijo Chechito, quienes suponían podían encabezar nuevamente a los rebeldes —Mario Palacios estaba detenido en San Gerónimo desde el 4 de diciembre. Se dice en diversas fuentes que preparan un movimiento para vengar a Che Gómez. Enrique León a Heliodoro Díaz Quintas, en Tuxtepec Juchitán, 11 de diciembre de 1911 Acabo recibir carta autoridad municipal Unión Hidalgo participándome que José Gómez, hijo del Lic. Gómez, presentóse en aquel pueblo y trata de reunir hombres armados que sirvieron a su padre y ya diríjome a dicha autoridad, para que empleando cuantos medios estén a su alcance evite cualquier desorden, exhortando a vecinos para que lejos de prestarse para nuevos disturbios, se entreguen al trabajo y les haga ver las ventajas que con esta conducta les resultará. En cuanto novedades Rincón Antonio no se me ha comunicado ninguna y ya recomiendo a autoridad me ponga al tanto de lo que ocurra. Acta de visita se la remití a Salina Cruz hace tres días.
Enrique León al Presidente Municipal de Unión Hidalgo Juchitán, 11 de diciembre de 1911 Se tienen noticias de que José Gómez, hijo Lic. Gómez, presentóse en ésa y trata reunir hombres armados que sirvieron su padre. Recomiendo a Ud. que por cuantos medios estén a su alcance evite cualquier desorden exhortando a vecinos para que lejos prestarse nuevos disturbios, se integren al trabajo y les haga ver las ventajas que con esta conducta les resultarán. 332
El Imparcial, repetido y aumentado al día siguiente por La Patria, contradice el 21 de diciembre de 1911 los temores anteriores: no se levantará en armas el hijo de Gómez.
331. ABJM 7-380 y 7-413 ya citados en el anexo al día 5 de diciembre. 332. AJFG 140 y 142.
Anoche recibimos el siguiente mensaje: “Veracruz. Diciembre 20.— Llegan noticias de Tehuantepec de que algunas personas que han arribado allí desde Juchitán, informan que el joven José Gómez, hijo del licenciado José F. Gómez, extinto jefe de la rebelión juchiteca, anda al frente de 500 hombres en las cercanías de Unión Hidalgo. Agregan que el objeto de Gómez, hijo, es el de vengar la muerte de su padre. También se dice en Tehuantepec que han ocurrido levantamientos en Santa María Guienagati. En Tehuantepec y en Juchitán reina alguna alarma, con motivo de tales noticias.” En vista del anterior telegrama, uno de nuestros redactores pasó a ver a la señora doña Rosa V. viuda de Gómez [sic], madre del joven José Gómez, y que se halla en esta capital con motivo de la trágica muerte de su esposo el licenciado Gómez, y en la residencia que ahora ocupa, se nos informó —por hallarse ella en cama— que era inexacto que su hijo José estuviera levantado en armas, para confirmar lo cual se mostró un telegrama de sus hijas, que se hallan en Tonalá, en que desmienten la versión. Sí se nos dijo que hay algunos grupos de gente armada que están esperando el resultado del proceso contra los que dieron muerte al licenciado Gómez, y probablemente, si el resultado no les satisface, tomarán una actitud hostil. Los grupos de referencia se hallan armados en las cercanías de Juchitán y demás puntos comarcanos.
La viuda sale de su reclusión a principios del siguiente año, causando gran alarma al Jefe Político. Enrique León al C. Presidente Municipal de San Gerónimo Informe inmediatamente esta vía si es cierto que llegó a esa J. Guadalupe Ochoa, acompañado viuda Lic. Gómez.
Enrique León a Heliodoro Díaz Quintas. Enero 19 de 1912. Me acaban de informar que viuda Licenciado Gómez encuéntrase en San Gerónimo acompañada de J. Guadalupe Ochoa y como rebeldes que aún no se someten, según se dice, esperaban a aquélla acompañada de un General para emprender nuevos desórdenes, la presencia de una y otro causa alarma entre gente del pueblo. Permítome ponerlo en conocimiento esa superioridad. 333
Vigilada de cerca, como se muestra claramente en esta carta, parece que en aquel viaje solamente se encargó de recoger sus diezmadas pertenencias y de arreglar los asuntos que competen a una apesadumbrada viuda. Juchitán, Oax., el 7 de febrero de 1912. Sra. Doña Rosaura B. de Gómez San Gerónimo Muy apreciable señora de mi respeto: Su muy estimada cartita de 30 de enero p. pdo., la recibí cometiendo la falta de no contestarla sino hasta hoy, por motivos que son imprudentes, y el silencio es más
333. AJFG docs. 179 y 176.
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elocuente, señora, en estos casos. Volviendo a su cartita no he entregado las cosas a su señora sobrina porque quiero que me diga Ud., ¿no es mejor directamente le mande yo en una carreta a ésa sus cosas ya que está Ud. tan cerca? En mi concepto lo creo más a propósito porque, siendo tan poco, ¿y que vaya de mano en mano? Ahora que si Ud. ordena se las entregue yo a dicha señora, está bien, cumpliré su orden, pero ya manifesté a usted mi idea. Espero mañana mismo su respuesta. Si Ud. quiere hablar algo por teléfono, puede Ud. pasar a la Receptora de cuatro a cinco de la tarde y allí encontrara Ud. al Encargado, o a su señora, y me hará Ud. favor de decirles que les suplico me hagan el favor de permitirle hablar conmigo; ya se los recomendé yo y podrá Ud. hablar. Aunque advierto a Ud., para su conocimiento, que nuestro teléfono tiene ramales para tres partes más, donde oirán lo que hablemos en caso de curiosidad por parte de alguien, así es podremos hablar todo lo que se puede hablar delante de testigos. ¿Entendidita? Sentí mucho no poder ir el miércoles a la Estación a esperar el paso de Uds. para tener el gusto tan deseado para mí de ver a tan simpáticas y buenas amiguitas; el martes, víspera de que ustedes pasaran, tuve tiempo y me fui a la Estación a ver si pasaban según su cartita; el tren vino muy atrasado y no obstante esto me esperé hasta su llegada con el alboroto de verlas; pero nada; el miércoles ya no me fue posible ir. Estoy muy ocupado con varias reparaciones que quiero queden listas antes de entregar. Sólo espero que llegue la persona que me va a sustituir para salir inmediatamente. Ya el trabajo me espera en otra parte, para derramar mi honrado sudor en él, con más tranquilidad y menos cargos y mortificaciones. Me voy para Salina Cruz: por ver a usted pasaré por ésa de San Gerónimo nada más, ¿o no quiere usted mi visita? Dígame, ¿el niño Josesito está bueno? Es el que me da dolor porque es hombre; y si yo pudiera… pero que, ¡soy pobre! Dios es el único poderoso y será el que ayudará a Josesito. Únicamente aconséjele Ud. que no se vaya a exponer a nada, que se resigne como hombre fuerte y que olvide todo dejándolo nada más en manos de aquel Juez potente y poderoso que todo lo castiga, y también lo premia. Ya ve Ud. lo que pasó a mi respetado señor Don José Q. E. P. D. y ya ve usted lo que pasa conmigo, únicamente por ser amigo fiel de ustedes y no volverme contra ustedes que ningún daño me han hecho. Estoy ahora sí aburrido; y bendita sea la hora en que ya salga de aquí. ¿Por qué no me da usted su dirección; me cree Ud. un amigo traidor? ¿Soy indigno de Uds.? ¡Oh, que suerte la mía! Salúdeme al señor Mario, a Josesito, y a las señoritas y niñas. Ud. reciba los respetos de su siempre fiel y humilde servidor, Eulogio Enríquez. 334
Los temores del gobierno de Oaxaca respecto a la viuda de 51 años, el hijo y el entenado del difunto Gómez no eran del todo infundados. La viuda, quien se describe a sí misma años más tarde ante el juez como dedicada a “quehaceres de su ser”, tenía un ser particularmente ambicioso. Doña Rosaura, viuda del caudillo juchiteco, se proclamó responsable de mantener viva la lucha de Che Gómez. Con tino y olfato político, tras la muerte de su marido se acercó a Madero al parecer con el auxilio de Guadalupe Ochoa, se aseguró de que su hijo menor permaneciera en el Colegio Militar, obtuvo para su otro hijo, Mario, el puesto como Inspector de Rurales y, a ella, le adjudicara
334. AJFG doc. 187.
una indemnización —que no sabemos si recibiría. La viuda también colocó a los verdes que le permanecieron fieles en las filas del ejército federal y luego, tras el cuartelazo de Huerta, en las filas constitucionalistas. … mi señora madre, la señora Rosaura Bustamante viuda de Gómez, originaria de Sinaloa. Durante más de 30 años tuvo la dirección del partido verde Chegomista, siempre a las órdenes de la revolución constitucionalista que encabezaba don Venustiano Carranza. 335
Tras la muerte de Gómez, y mientras la viuda y sus hijos están en la ciudad de México y Tonalá; comienza en San Gerónimo el juicio de Mario Palacios, declarado formalmente preso el 7 de diciembre en la Cárcel Militar de la Zona Militar. La causa se le sigue en Juchitán y luego pasa a Tehuantepec, donde tramita su juicio de amparo siendo ya Inspector del Cuerpo de Rurales de la ciudad de México. Por fin se suspende el caso considerándose “desvanecidos los méritos”. Seguramente fue liberado de la cárcel militar por instrucciones superiores mientras el juez se ausentó para hacer las investigaciones requeridas por el asesinato de Gómez en Rincón Antonio, tras dictar su formal prisión. Dejó pendiente el caso hasta el día 17 de diciembre, cuando comienza nuevamente la averiguación en Juchitán, de la cual ya hemos incluido aquí algunas partes. La demanda de amparo promovida por Mario G. Palacios; y por cuanto resulta de la averiguación, que el mismo acusado Palacios debía estar preso en San Gerónimo Ixtepec, a donde estaba a disposición de este juzgado, y no encontrándose allí, sino en la Capital de la República, empleado en la Inspección General de los Cuerpos Rurales, como se ve de la copia de su escrito de demanda de amparo de referencia, con las inserciones conducentes, diríjase exhorto al señor Juez primero de Instrucción de México, para que se sirva ordenar la aprehensión del preso prófugo de que se trata y restituirlo á este juzgado de la forma correspondiente. 336 Nunca se volvió a dar la orden en su contra, hasta donde sabemos. Como Madero lo comisionó para negociar con su padrastro y le dio el salvoconducto requerido, es de suponerse que también ordenó su salida de la cárcel ya que él mismo le dio empleo en la ciudad: a carta de Eulogio a la madre del preso del 7 de febrero parece indicar que ya está libre. 337
Madero había declarado, al morir José F. Gómez, que él no pretendía proteger al rebelde ni evadirle de la justicia, que acordó los salvoconductos con Chapital. Ahora, entre dimes y diretes, se vuelve a avivar la confrontación: Juárez, dice ignorar los arreglos de Madero con Chapital y Madero niega que Juárez no estuviera enterado. Por fin, la disposición de que las fuerzas federales auxiliarán a Juárez, anunciada por el Congreso de la Unión y Madero parece indicar la conciliación. 338
335. Testimonio de Eloísa Gómez Bustamante viuda de Larrañaga. 336. Averiguación contra Mario G. Palacios. El 3 de julio, el juez Manuel Díaz Chavez declara que
se han desvanecido los méritos y le concede libertad provisional, por quedar sin efecto la orden de aprehensión acordada contra el mismo. 337. Merodio se encargó del preso, puesto que no había modo de poner guardias especiales al reo en la cárcel común, según consta en telegrama de éste enviado a Juárez. Informe a la Cámara de Oaxaca antes citado. 338. La Cámara de Oaxaca discute nuevamente la pertinencia de elegir un Gobernador Interino al verse obligado a salir éste del Estado y se decide que lo habrá solamente durante el lapso en
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Juárez Maza termina su misión en el Istmo y se dirige a Tuxtepec. El País reseña la despedida, desde Tehuantepec, el día 11 de diciembre. Ayer sábado salió de Salina Cruz el señor Gobernador don Benito Juárez, rumbo a la capital del Estado; a su paso por la estación del ferrocarril de esta ciudad fueron a despedirlo todas las personas que concurrieron a recibirlo cuando visitó esta misma ciudad. Desde la baranda del pullman dirigió la palabra al pueblo, para darle su adiós de despedida, la cual en verdad fue emocionante, interrumpiendo su discurso con continuos vivas a Benito Juárez, a Oajaca y a Tehuantepec, en medio de esta aclamación conmovedora se alejó de la vista de los presentes el tren que llevaba al hijo del Benemérito. Toda la región ístmica se halla tranquila. Hasta hoy se han recogido 435 armas de los juchitecos, que continúan rindiéndose.
El Gobernador regresa a la capital del Estado la noche del 14 de diciembre. Da aviso de su llegada, el día 15 al diputado Luchichí y a León. 339 Escribe también una carta al Benjamín Bolaños —de la que entresacamos anteriormente el itinerario de su viaje— contándole familiarmente su viaje y encareciéndole le mande las minutas de las sesiones parlamentarias. Mi siempre querido y viejo amigo: Fue en mi poder su apreciable grata de fecha 30 del próximo pasado la que me alcanzó en mi viaje rumbo al Istmo. La leí con verdadera satisfacción y he quedado enterado de todos los detalles que me hace favor de darme sobre los asuntos parlamentarios en los lamentables sucesos de Juchitán provocadores del conflicto habido entre el Gobierno Federal y el de nuestro querido Estado. Ya tomo nota de todos ellos enviándole mis agradecimientos más sinceros por tan interesantes informaciones las que viniendo de un amigo tan leal y franco como Ud. son para mí de muy especial estimación. Y a propósito de los debates, sobre la cuestión de que hablamos, mucho le agradecería me hiciera el favor de enviarme varios ejemplares, lo más breve que le sea a Ud. posible, de los Boletines respectivos desde que se inició en la Cámara de Diputados el mencionado conflicto. Mi objeto es formar un expediente fiel y completo de los sucesos que formaron época en la historia no sólo de Oaxaca sino de la República entera. […] Tengo la creencia de que sí será fructuoso al Estado nuestro viaje; por lo menos así lo espero, pues desde mi llegada a Juchitán los rebeldes entraron al orden y comenzaron a deponer las armas, lo que han seguido haciendo, según telegramas que diariamente recibo de aquel lugar. En ésta mis queridos paisanos me recibieron con gran entusiasmo, haciéndome muchas demostraciones de afecto simpatía y adhesión, por lo que estoy sumamente agradecido. que no esté en el territorio oaxaqueño, encargándose de notificar su salida y reingreso al mismo por vía telegráfica. Este trámite burocrático fue de gran relevancia, como tuvimos oportunidad de confirmar, cuando estaba en entredicho si Juárez fungía o no como Gobernador por estar un gobernador interino en la capital del Estado o si eran válidas las negociaciones de Madero con quien ocupó el internato. Periódico Oficial de Oaxaca, 26 y 30 de marzo de 1912. 339. ABJM 5-57 y 58.
Quisiera escribirle más largo; pero los asuntos del Gobierno se han aglomerado sobre manera con motivo de mi ausencia y por ello pongo punto final a ésta que le envío, deseando se encuentre Ud. y los suyos sin novedad. Reciban afectuosos saludos de mi esposa y los míos para todos ustedes. Quedo de Ud. su viejo amigo que bien lo quiere y afectísimo atento y seguro servidor. 340
El ansia telegráfica de don Benito no se toma ni un respiro: prepara el expediente sobre la Soberanía y también el informe sobre la muerte de José F. Gómez solicitado por la Cámara de Oaxaca donde debe demostrar su inocencia, que la muerte del líder pacifica al Distrito y la eficacia de Enrique León y las nuevas autoridades. El Gobernador solicita insistentemente detalles, en los siguiente días, para documentar su informe. León escribe una decena de mensajes por lo menos: ciudad en paz, presentáronse tantos y tantos individuos, con cuántas armas; responde de enterado, envía acuses de recibo, informa que “no hay novedad”. Díaz Quintas rinde cuentas sobre la muerte de Gómez a la Legislatura del Estado, a nombre del Gobernador, el 20 de diciembre. El Avance publica el 21 y 22 de diciembre el informe y la Propuesta la Ley de Amnistía. La versión del Periódico Oficial, es más breve. Ambos escritos y serán la base para todas las versiones oaxqueñas del conflicto aparecidas después. 341 La propuesta de amnistía no se promulgó, nunca se formalizó la ley y los líderes importantes fueron obligados a cumplir un buen número de condiciones para que se les dieran garantías. La más importante era mantenerlos alejados del Estado. 342 Algunos rebeldes reincidentes o rejegos fueron pasados por las armas; para dar un escarmiento a los juchitecos, se ahorcó a varios alzados. El éxodo siguió a la presentación, los juchitecos se afiliaron a otras causas: primero los verdes perseguidos; más tarde, los voluntarios rojos. El Correo del Sur del 24 de diciembre de 1911 reseña el informe de Juárez Maza y añade que el crimen aún no se ha esclarecido. El Ejecutivo informó ante el Congreso acerca de los acontecimientos de Juchitán: nada nuevo vimos en dicho informe, llamándonos la atención el que no se declare quienes son los presos bajo la acusación de haber asesinado al Lic. Gómez pues solamente se dice que hay algunos presos. Es de suma importancia que el público sepa a quiénes se acusa de ese incalificable delito, pues no cesa la expectación acerca del asunto. Según noticias que hemos recibido, continua en estado anárquico en aquellos rumbos. Dícese que los rebeldes que no se han sometido aún al Gobierno porque pesan sobre aquellos algunos graves delitos, han resuelto asesinar a los rebeldes que se sometieron ya, y llevando a la práctica sus propósitos, se han encontrado en los “Chahuites” algunos cadáveres de juchitecos sometidos. Ignoramos si estos hechos habrán llegado la conocimiento de la autoridad.
340. ABJM 5-71 al 73v, fragmento de carta. 341. Periódico Oficial de Oaxaca, 24 de abril de 1912; reproducido íntegramente como anexo
del día 6 de diciembre. Los historiadores usan los documentos de este informe y del de Bolaños Cacho; a partir de él forjan la versión oaxaqueña oficial del movimiento rebelde y la muerte de Gómez que se repiten hasta nuestros días. 342. Guchachi’ reza, noviembre-diciembre de 1994.
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Antes de terminar el año, los familiares del los soldados caídos en el Istmo se encuentra en el más absoluto desamparo. Benito Juárez escribe compadecido a Telésforo Merodio: Ha venido a ésta la Señora Carlota Manero Vda. del Cabo Lorenzo Aquino de 1ª Compañía del 30 Batallón con sus pequeños hijos a hacerme presente la aflictiva situación en que se encuentra con motivo de la muerte de su esposo en las refriegas que hubo por ese rumbo. Mucho me apena su desventura y le suplico me haga favor de decirme si la Secretaría de Guerra ha ordenado que se auxilie en alguna forma a las viudas y huérfanos de los militares que fenecieron durante esos combates para a mi vez yo transmitírselos a ella a fin de que haga su gestión en ese sentido. Suplícole atentamente dispense mis molestias y en espera de sus apreciables órdenes, quedo suyo como siempre amigo y afectísimo que le desea un próspero y feliz año nuevo. 343 Desde su corresponsalía en Oaxaca, El Ahuizote defiende a fines de diciembre a Bolaños Cacho, acusado de injurias contra el Presidente; reseña también que se ofreció un rico banquete a Benito Juárez Maza para celebrar su viril defensa a la Soberanía.
El resto del Istmo, donde no había clara influencia gomista, tampoco está tranquilo: Salina Cruz, Jalapa y Tehuantepec se quejan de arbitrariedades e injusticias. El Jefe Político de aquel Distrito pide a don Benito que acepte su renuncia al cargo, por su muy quebrantada salud, y en cada telegrama que envía repite su demanda; pero no se encuentra a alguien adecuado para sustituirlo. El año de 1911 terminó mal: muerte, descontentos y, para rematar, una epidemia de viruela negra. En Jalapa del Marqués murieron entre diez y doce personas diarias. En febrero y septiembre de 1912 hay nuevos brotes de esta enfermedad. La pobreza y la crisis comienzan a ser apremiantes. Se solicita la intervención del Gobernador para que sean condonados impuestos de capitación, multas por requisición de balanzas, diferencias en las cuentas municipales, se revisen las tarifas, haya exención de pagos en más de una docena de documentos —las sumas muchas veces son menores que las que adeuda la señora María K. de Juárez a “El Palacio de Hierro”. Cipriano Toledo Cano a Benito Juárez Ixtaltepec, 9 de febrero de 1912 Se han ausentado los contribuyentes por lo cual tiene un adeudo de $48.45 correspondiente al trienio 1909 a 1910 y no percibe honorarios, exigiéndole la Jefatura la entrega de la diferencia. Se suplica se le conceda a la Presidencia Municipal “un término bastante” para hacer una revisión del padrón. Respuesta: se concede plazo. 344 Bernabé Mendoza y socios escriben a Benito Juárez sobre la situación de Jalapa, 28 de febrero de 1912. En la época crítica de la elección de usted, nosotros los suscritos, elevamos a la Presidencia de este pueblo al Sr. Marcial Urbina y éste, inspirado en nuestros sentimientos de democracia, nos ayudó para hacer triunfar la candidatura de Ud. En esa época nadie quería pagar la capitación porque uno de los principios de la revolución así lo proclamó y nosotros ayudamos a hacer triunfar esa revolución.
343. ABJM 5-346v. 344. ABJM 7-439.
Con ese motivo el Presidente Urbina no pudo recaudar completo ese impuesto, quedando a deber una cantidad menos de trescientos pesos la cual hoy injustamente se le exige y por ella se le persigue para meterle a la cárcel; esto Señor, es una inequidad pues Urbina es un pobre jornalero viejo de más de 60 años analfabeta y sordo quien no disfrutó ni de un solo centavo de ese dinero. Su hijo Higinio Urbina ya dirigió a ud. un ocurso pidiendo que por equidad se le condone a Urbina ese adeudo y en lo particular se dirigió a usted cosa que hasta hoy no haya recibido contestación de su carta y como si el Gobierno [no] hace la condonación de que se trata tendrá al fin que ir a la prisión el expresado Urbina y con él más de 20 personas más que resultaron responsables por no haber podido cobrar dicha capitación esto se traerá a no dudar el descontento general entre este pueblo que es el principal de los de este Distrito y quién sabe Señor Gobernador si no caiga muchas cosas desagradables que quisiéramos evitar y por esto suplicamos a Ud. que por ser de estricta justicia se sirva resolver sea condonando la deuda por la capitación de que se trata. Y esperando una resolución favorable quedamos de Ud. sus más afectuosos atentos y S.S. Juan Vilain, A. Vázquez, Miguel Ramírez. Por sí y por varios vecinos que no saben firmar Bernabé Mendoza Dirección: Santa María Jalapa, Distrito de Tehuantepec, Oaxaca. Nota al margen: Piden se condone la deuda por capitación al Presidente Municipal. 345
Como ya vimos antes, también hay algunos reclamos de las compañías extranjeras por las pérdidas en sus negocios —ferrocarriles incluidos—. Desde Tehuantepec se reciben quejas por la parcialidad del nuevo juez que lleva la causa de Woolrich —el juicio de Mario Palacios se sigue también allí—; el padre de Carlos Woolrich se queja del nuevo Alcalde Primero, Flavio Betanzos: es parcial de los asesinos, igual que el abogado. “Betanzos es casi analfabeto, miembro del Club 25 de Mayo”. En Tehuantepec, los exaltados de este Club son un peligro. Varias personas recomiendan el traslado de la cabecera a Salina Cruz. 346 Onofre Guzmán, desde Tehuantepec, el 17 de febrero de 1912, denuncia ante Benito Juárez conflictos en Santiago Guevea y Sta. María Guienagati. Tras nombrar a sus enemigos pide lo reciba en la capital del estado para que le explique la situación. Diez días después, el Jefe Político de Tehuantepec aclara al Gobernador el origen del problema: intereses encontrados de una sociedad agrícola. Miguel F. González a Benito Juárez Tehuantepec, febrero 27 de 1912 Refiriéndome al contenido de la apreciable carta de Ud. de fecha 22 del corriente en que me dice: “Me han comunicado la siguiente noticia”-- “El cabecilla Atilano Guzmán con Prisciliano, Patrocinio, Atanacio, Liborio y Ricardo todos del mismo apellido (Guzmán) y Alejandro Álvarez, éstos andan al frente de 500 hombres bien armados y con bombas de dinamita…” le manifiesto: que es del todo falsa la noticia, pues Prisciliano es actualmente el Presidente Municipal de su pueblo Guevea y estuvo aquí hace dos días para recibir instrucciones con relación al Sorteo y operaciones de Recluta-
345. ABJM 7-446. Otro documento, casi idéntico, llega al Gobernador desde Etla. 346. ABJM 7-187.
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miento: regresando muy contento al saber que esto ya no tiene lugar. Lo que pasa en los pueblos de Guevea y Guienagati, es que tienen una sociedad agrícola, de la que nació una división entre los vecinos y para administrarla luchan, año con año, en las elecciones municipales, hace más de diez años. Hay otro, Onofre Guzmán, quien en la actualidad está preso, acusado por aquellos del delito de homicidio. Ojalá y me favoreciera Ud. dándome el nombre del noticiero, para escarmentarlo un poco, pues, sin temor de equivocarme, aseguro a Ud. que todos los pueblos del Distrito están en paz. Sólo en Salina Cruz, ocurrió un encuentro entre un grupo de jugadores y la policía. Ésta sorprendió a aquellos. El dueño de la casa hizo fuego a aquella, resultando muerto el jugador principal, y severamente herido el Jefe de la policía. Se comunicó oficialmente al Gobierno el suceso. 347
Los conflictos en Salina Cruz, lugar que el Jefe del Distrito considera un “foco de hombres de distintas partes de la República y del Extranjero, muchos de los cuales sólo viven en el ocio y en el crimen, es difícil a la policía cuidar de tanto perdido”, no son rebeliones, sino delitos comunes. El vicepresidente Pino Suárez hizo una visita a ese puerto en febrero y los presos le entregaron una carta donde alegan estar injustamente encarcelados. Miguel F. González explica a Juárez que todos ellos son culpables de diversos delitos. 348
A pesar de haber rendido ya su informe oficial a la Cámara oaxaqueña, los telegramas dirigidos a Juárez Maza con noticias de cuántos gomistas se presentan y sobre la situación del Distrito continúan hasta el 1º de marzo de 1912. Desde principios de diciembre habían comenzado a presentarse los alzados para deponer las armas. Días después de la muerte de Gómez el número aumenta considerablemente; El Imparcial trató en su momento el tema. 349 Puede darse por terminado el levantamiento de la región juchiteca. Doscientos hombres que constituían el último grupo que acompañó en su campamento al licenciado Gómez, se presentaron ayer en Juchitán, haciendo todos entrega de las armas que llevaban. A las haciendas y fábricas de la comarca, se presentan diariamente grandes grupos de indígenas, solicitando trabajo. Una vez más se elogia el comportamiento de los federales, que con su acción rápida y decisiva evitaron los grandes trastornos que se hubieran ocasionado de no haber intervenido a tiempo. El General Merodio, Jefe de la Zona, tiene la seguridad de que no ocurriría nada grave, y confía en dominar la situación en caso necesario. Parte de la guarnición de Juchitán salió ayer rumbo al Estado de Chiapas, con el objeto de prevenir desórdenes, que se rumora insistentemente ocurrirán en aquel Estado. La cantidad de armas entregadas siempre parece ridícula, comparada con el número de “presentados”: 1,647 individuos contra una escopeta, o 19 individuos que entregan otra. 350 Para el once de diciembre se habían presentado 2,432 individuos; el 12 de enero los presentados eran 2,671. Cuentan los verdes que era obligatorio entregar un
347. ABJM 7-177, 7-558, 5-331 y 332v; 7-209. 348. ABJM 7-188, 7-416,7-178. 349. 10 de diciembre de 1911. 350. AJFG docs. 150, 127, 128, 155, 156, 158. Esta es la última fecha que abarca el archivo.
máuser: quienes se presentaban tenían que comprarla a quien la recibían, para volverla a entregar: así, la misma escopeta o rifle circulaban una y otra vez de mano en mano, vendidos cientos de veces. 351
Francisco I. Madero, en una carta a la Junta Iniciadora de la Reorganización del Partido Liberal, enviada un mes después del conflicto y la confrontación entre el Gobierno Federal y el de Oaxaca, explica su postura frente a la soberanía de los estados: 352 México, D.F., 28 de Diciembre de 1911. Esta contradicción en que incurren ustedes al calificar de atentado contra la Soberanía de los Estados, la legítima intervención que tuve en los asuntos de Veracruz y el desaprobar que no interviniera en Chiapas, para lo cual sí hubiera sido preciso violar su Soberanía, es la misma contradicción en que incurren todos los oposicionistas sistemáticos y los candidatos vencidos, pues nada menos en Puebla los que más se quejan de una intervención mía en favor de Meléndez, son los candidatos cuyas pretensiones no quise apoyar porque estimé que habría sido violatorio de la Soberanía del Estado, servirme de mi influencia para hacer que la Legislatura designara como Gobernador a alguno de los candidatos que tuvieron menor número de votos o bien para que hubiese declarado nulas las elecciones sin causa justificada, lo que por otra parte, hubiera sido muy inconveniente, porque a nadie se le oculta cuán necesario es que los Estados entren lo más pronto posible dentro del régimen constitucional. Respecto a lo de Oaxaca, lo que ustedes califican de enérgica actitud del Gobierno y del Pueblo, que se irguió altivo en defensa de sus derechos, no ha sido sino pura fantasía de la prensa, pues jamás intenté nada contra la Soberanía de aquel Estado. Sí intenté amistosamente zanjar la cuestión de Juchitán para evitar derramamiento de sangre, lo que a pesar de todas las dificultades que me creó la prensa alarmista, logré en gran parte, y únicamente es de lamentarse y lamento el atentado de que fue víctima el Lic. Gómez, que por fortuna no puede imputarse sino a unos cuantos de sus enemigos que cometieron ese crimen, el cual será castigado debidamente por las autoridades locales que lo reprueban. Pero a pesar de todo veo el porvenir de la República muy grande y glorioso, pues sé que al lado de una ínfima minoría que procura desprestigiar a mi Gobierno, porque no ha visto sus ambiciones satisfechas o simplemente porque sus opiniones no coinciden en todo con las del Gobierno, existe la inmensa mayoría del Pueblo mexicano, cuya abnegación y patriotismo son indudables como ha dado pruebas, de las cuales no le creían capaces algunos de ustedes mismos, pues bien recordarán que cuando los invitaba a mi campaña política me decían que el Pueblo no respondería al llamado que yo le hacía y que no tendría la fuerza suficiente para romper sus cadenas. Pues bien, en aquellos momentos yo sí tuve fe en el Pueblo Mexicano y la sigo teniendo. Sé que me acompañó en los momentos más angustiosos; que conmigo luchó y venció; que con su voto casi unánime me llevó al poder; y sé que honradamente estoy haciendo todo lo posible por lograr su bienestar y su grandeza; pero esto no es obra de un día ni de un hombre; únicamente podré, durante el corto periodo de
351. Testimonio escrito ya mencionado de Honorato Morales Henestrosa. 352. Archivo Madero, Loc. caja 57, libro copiador de F.I.M. no. 1, fojas 125-135 y 502. Recopila-
ción de M. de los A. Suárez.
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mi Administración, sentar las bases del futuro engrandecimiento de México; pero para ello necesito precisamente la ayuda de ese Pueblo, que me la dará. Por último, tengo también fe en la Democracia, y sé que un Gobierno democrático como el mío, puede ser fuerte, y lo es, porque con él está la mayoría de la nación. Agradezco a ustedes que reconozcan que se ha hecho algo bueno en mi Administración, aunque sea bien poco, según lo que ustedes dicen, pues de todos los actos de mi Gobierno únicamente ha merecido su aprobación, la actitud del Ministerio de Justicia en el asunto de Yucatán. Para terminar, puedo asegurar a ustedes, que las quejas de la parte sana del País y las reclamaciones de los verdaderos patriotas, serán acogidas por mí; pero también les aseguro, que cerraré mis oídos a las exageraciones de la prensa y a las pasiones de partido. Protesto a ustedes la seguridad de mi atenta consideración. Libertad y Constitución. México, D.F., 28 de Diciembre de 1911. Fco. Y. Madero [Rúbrica]
“El asesinato de Gómez fue un error de cálculo político”, opina Garner “que no sólo determinó que Juárez Maza perdiera credibilidad en el interior del estado, sino que garantizó que Che Gómez se convirtiera en un mártir de la causa de la independencia de Tehuantepec.”353 Los chegomistas no se conformaban fácilmente; en muchos lugares luchaban encabezados por Felipe López, Febronio Chiñas —Chevié Salinas— y otros jefes, aunque pocas veces hubo enfrentamientos frontales. El Archivo Histórico de la Defensa Nacional da cuenta de 50 incidentes en la región chegomista entre noviembre de 1911 y finales de 1912 —sin contar las escaramuzas con los voluntarios rojos. 354 Desde el momento mismo de la muerte de Che Gómez comienzan a reagruparse sus seguidores. Siguen levantados en armas en varios lugares; se habla de la presencia de rebeldes en Guichicovi, Estación Reforma, Xadani, Unión Hidalgo, Chicapa, Espinal e Ixhuatán. Después se levantó Chevié Salinas. Quién sabe por qué no fue con ellos Felipe López, pero luego se supo que él encabezaba el levantamiento. Hubo algunas batallas, unas las ganaron. Mi familia se fue a vivir a Tehuantepec, donde supimos que el Gobierno mandó llamar a Juárez chico, el Gobernador, para dar cuenta de las cosas porque, como siempre, hubo quienes se dieron cuenta de las traiciones del Gobernador. 355 Woolrich, además de denunciar las irregularidades en el juicio contra los asesinos de su hijo en Tehuantepec, denuncia a un grupo de alzados de Unión Hidalgo. Según él, están de acuerdo con Alfonso Santibáñez, quien a pesar de estar encarcelado conspira a través de su hermano Alfredo, aún prófugo. Dice que ha prometido que si rescatan al exjefe Político, encabezará a los partidarios de Che Gómez. Los descontentos anteriores de Guienagati, asegura al Gobernador, fueron soliviantados por el fugitivo. Tehuantepec, enero 9 de 1912 […] La tirantez en el Istmo, no termina del todo todavía, pues en el vecino Distrito de Juchitán, hay una buena cantidad de hombres alzados que no se quieren aún
353. Garner:1988, pp. 77-78. 354. Garner:1988. 355. Testimonio de Ismael Magariños.
someter al Gobierno y me permitirá Ud. decirle, que esos hombres que no se quieren someter, porque persona bien caracterizada e informada acaba de llegar del pueblo de Unión Hidalgo de aquel Distrito, me trae la noticia de que esos hombres alzados son una continua amenaza para aquel pueblo y los vecinos honrados, pues aunque aún guarnece la población un destacamento de 50 hombres de fuerzas Federales, se considera que son insuficientes porque los sublevados pasan de 400. 356 México, 10 de febrero de 1912 Señor don Benito Juárez Gobernador del Estado Oaxaca Muy querido Benito: Después de saludarlo con mucho afecto, me permito informarle que de Tehuantepec me escriben con fecha 6 del corriente informándome que en un lugar que se denomina Boca del Río, cercano a Salina Cruz, hubo días pasados un motín de cierta consideración; que además, como a dos kilómetros del pueblo de Unión Hidalgo, del Distrito de Juchitán, y no obstante que existen allí 200 rurales, detuvieron un tren de pasajeros, cometiendo algunas tropelías varios que pertenecieron a las bandas de don Che Gómez. Me permito poner en su conocimiento estos hechos de los que tiene ya también noticia Gobernación, para que de común acuerdo se procure dar garantías a aquella región. […] (Rúbrica ilegible) En hoja membretada: Correspondencia Particular del Secretario de Fomento. 357
En muchos lugares se protesta adhesión al Gobierno y, apenas se dan vuelta los federales se repiten los disturbios. Incapaces de mantener a raya a tan volátil enemigo, se forma el cuerpo de voluntarios para luchar contra los rebeldes y terminar la pacificación del Distrito. Pablo Pineda, Presidente Municipal de Juchitán todavía, encabeza a los voluntarios rojos que sirven para identificar, arrestar o desterrar a sus enemigos verdes. En enero del 12, los rebeldes fueron atacados y dividieron sus fuerzas en varios campamentos. A principios de febrero se apoderan de Ixhuatán y tienen un enfrentamiento contra rurales y voluntarios en Laguna Biuse. Siguen rindiéndose los rebeldes, pero una cosa son los “presentados” comunes que entregan viejas escopetas y otra la de los jefes rebeldes importantes. Febronio Chiñas, segundo de Gómez, pidió garantías en febrero. Heliodoro Díaz Quintas escribe un telegrama cifrado a León y recibe los informes que sobre el sujeto se le requieren —aunque seguramente ya son bien conocidos por el destinatario. Oaxaca, 24 de febrero de 1912 Febonio Chiñas, revolucionario de Gómez, quiere presentarse en ésa pero pide garantías. Vista conveniencia de guardar la actitud que con otros se ha tenido y de acuerdo con Gobernador, déjelo si se presenta y limítese vigilarlo dando cuenta. Juchitán, 24 de febrero de 1912 Enterado de su superior mensaje cifrado hoy, manifiéstole que cumpliré con dis-
356. ABJM 7-187. 357. ABJM 7-228.
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posición que contiene, permitiéndome informarle que Chiñas fue segundo Jefe revolución y tomó también parte en alzamiento de ochenta y dos, habiéndose presentado a ese Gobierno después de mucho tiempo. 358
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Una carta de Ricardo León de Benito Juárez nos indica que en febrero los chegomistas atacan blancos bien definidos: las grandes propiedades de su padre, el coronel Francisco León. Señor Gobernador: El encargado de los pequeños intereses de mi padre en Juchitán nos envió ayer el siguiente telegrama:- “Caporal Caco Prieto informóme ayer en Reforma que treinta y cinco Chegomistas armados llegaron aquella finca y destruyeron muebles llevándose un caballo.- Hecho ocurrió 24.- Ayer incorporáronse dichos rebeldes con otros compañeros suyos en Ixhuatán, también armados, calculándose que son todos como 100 encabezados por Felipe López. Autoridades políticas y militares aquí tienen conocimiento hechos, pero temo pasen de un momento a otro Piedra Parada cometer atropellos y serios perjuicios.- Sublevados en mercado público Ixhuatán.” Este telegrama pone de manifiesto el estado de inseguridad y peligro en que nos encontramos en aquella región, por lo que me permito transcribirle a usted para su superior conocimiento, advirtiendo que las fincas “Caco Prieto” y “Piedra Parada” mencionadas son ambas de la propiedad de mi padre, y suplicándole se digne dictar las medidas que juzgue eficaces para remediar el mal. Le anticipo mis sinceros agradecimientos por su valiosa gestión en este asunto y, suplicándole se digne dispensarme las molestias, me suscribo de Ud. muy atto. seguro servidor. 359 En febrero, Maqueo Castellanos envía a Juárez un informe sobre Juchitán y Tehuantepec y le hace saber que se presentará como candidato a Diputado por el Distrito de Juchitán —a pesar de las noticias de un extraño contrincante —Rosendo Pineda— al que no vuelve a mencionar en su siguiente carta, de veinte días después. En Juchitán la cuestión anda alarmante. Tengo la noticia de que pululan las partidas de levantados, aunque sin ningún plan y más bien comparables a partidas de bandoleros. Ud. sabrá que asaltaron un tren cerca de la estación de Reforma dizque para pedir alimentos; pero lo cierto fue que lo asaltaron con la idea de que ese día pasaban armas y parque destinados a los federales en Chiapas. En Tonalá está Guadalupe Ochoa de quien Ud. ya tiene antecedentes y según datos que tengo, algún sujeto que ocupaba en ésta algún puesto de entidad y es de origen chiapaneco saldrá muy pronto para Chiapas en donde también los ánimos están muy soliviantados. La cuestión del Istmo puede volver a revertir caracteres de seriedad, pues también se me indica que es posible que haya dinero Americano de por medio para provocar serios disturbios en aquella región. En cambio, la misma cuestión podrá dominarse con un poco de atingencia de parte de las autoridades y sobre todo, con un poco de energía bien entendida. Como me permití indicar a Ud., yo estoy próximo a hacer un viaje a aquellos puntos y de mis impresiones lo tendré al tanto. Sobre este particular, también me permito indicarle que tengo datos fehacientes de que el Gobierno Federal ha instado a Pineda para que regrese a la mayor brevedad po-
358. AJFG docs. 183 y 184. 359. ABJM 7-269, febrero 27 de 1912.
sible al país y lo hará seguramente en el próximo abril. Se le dará una ingerencia no despreciable en la política general y lo probable es que lo tenga yo de contrincante en la proyectada candidatura de diputados al Distrito de Juchitán. Sé que por Tehuantepec se postulará Luis López Masse quien tiene allí su prestigio y su ascendiente. Tras informarle que uno de los problemas graves del Istmo es el de las contribuciones pendientes, en una segunda carta alardea de que algunos, como él, han contribuido con más recursos para evitar que la necesidad obligue a los habitantes a volver a la revuelta, afortunadamente sofocada. México, 23 de Febrero de 1912.Señor Gobernador Lic. Dn. Benito Juárez Oaxaca Doy a usted las más expresivas gracias por lo que sirve participarme en su última carta acerca de que tendré toda la libertad para gestionar mi candidatura para diputado por el Distrito de Juchitán en las próximas elecciones. Si positivamente vamos a gozar de libertad para esa elección, creo poder asegurar que mi candidatura triunfará en Juchitán para donde quiero marchar pronto a efecto de comenzar los trabajos relativos, lo que una vez más me permito manifestarle, pues no sería difícil que tuviera informes de allá de que ande haciendo propaganda en cualquier otro sentido, lo que está muy lejos de mi ánimo que para el caso se circunscribirá a lo antes dicho. Tengo noticias de que por el Distrito ya referido ha empezado sus trabajos Fernando de Gyves; pero no le doy importancia como contrincante. Tengo noticia de que por el Distrito de Tehuantepec va a postularse Luis López Masse. Considero este elemento como muy útil y generoso, pues usted conoce el juicio y reposo de dicho Señor. 360 “Pero igual de tozuda que la ‘Viruela Negra’ que asoló la región istmeña en aquel año, la rebelión de los verdes se mantuvo viva…”361 A pesar de lo anunciado, la muerte de Gómez no trajo la paz. La presentación de rebeldes se hizo por mediación de Adolfo C. Gurrión. Sin embargo, en febrero el profesor ya se encuentra en La Paz, tras una breve estancia en Colima. 362 Varios telegramas contienen informes sobre los rebeldes, abundan las delaciones comenzadas desde el año anterior.
360. ABJM 7-309; 7-273. 361. Guchachi’ Reza, marzo de 1984, p. 31. Investigaron Anselmo Arellanes y Francisco José Ruiz
Cervantes. 362. Poco duró su tarea pacificadora pues en el ABJM 7-183 hay carta manuscrita de Prof. Adolfo C. Gurrión a Benito Juárez, La Paz, 21 de febrero de 1912: “Me hago el honor de saludarlo con sincero cariño y ponerme a sus distinguidas órdenes en esta región. /A mi paso por Colima, tuve el gusto de saludar a mi maestro Castellanos, dándole el recado que usted se dignó confiarme. El Sr. Profesor Castellanos recibió con marcada satisfacción el recado que le llevé. Muy grata aún fue la impresión que recibiera ante los trabajos del paisano. En Colima, la sociedad entera y el pueblo, en general, han recibido al maestro Castellanos con significativas muestras de estimación. El Sr. Gobernador Alamillo, ha hecho un verdadero triunfo teniéndole a su lado. Desde el punto de vista del egoísmo, yo lamento muchísimo que nuestro Estado no haya sido el teatro de las experimentaciones del maestro Castellanos, cuyos resultados, a no dudar, tendrán notable resonancia en el país. /Y deseando que nuestro querido Estado prospere, bajo la digna administración de usted, y particularmente que usted se conserve bien, me es grato protestarle una vez más, mi sincera adhesión y alta estima como oaxaqueño y como leal amigo y seguro servidor.
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Enrique León a Benito Juárez Juchitán, diciembre 13 de 1911 Señor Gobernador del Estado de Oaxaca, Tehuacán, Puebla Contesto su mensaje manifestándole que hasta hoy se han presentado 2 474 hombres habiendo entregado número armas que comuniqué en mensaje dirigido a Tuxtepec. Se me asegura que varios grupos gente armada han tomado rumbo a Unión Hidalgo, Ixhuatán y Niltepec. Mañana marcha una columna fuerza federal para esos puntos y del resultado daré cuenta. De Rincón Antonio han comunicado no haber más novedad. En esta población nótase la mayor tranquilidad. Seguiré informando lo demás que ocurra. Enrique León a Benito Juárez Juchitán, 16 de diciembre de 1911 Me han asegurado que varios cabecillas rebeldes que no han sometídose a autoridad se han dirigido a Presidente República participándole que con fuerza federal persigo a todo partidario Gómez y le piden garantías y mi remisión. Como usted sabe, fuerzas sólo obran con instrucciones del Jefe de Zona. Lo que me honro poner en su conocimiento. Enrique León a Heliodoro Díaz Quintas 29 de diciembre de 1911 Rumórase que partidarios Gómez pretenden levantarse nuevamente y cometer actos de venganza y esto motiva grande alarma entre vecinos que en gran cantidad salen de esta población y del Distrito. Principales vecinos se me han acercado manifestándome sus fundados temores en sentido dicho, porque gran número rebeldes merodean poblaciones, no se someten autoridad ni se les persigue. Tolerancia perjudica orden público, por lo que permítome insistir en la necesidad de emplear medidas enérgicas y oportunas para lograr desarme y sumisión Gobierno. Suplícole se sirva ponerlo en conocimiento C. Gobernador .
Heliodoro Díaz Quintas a Enrique León Oaxaca, 3 de enero de 1911 En telegrama de ayer, díceme el Presidente Municipal de su cabecera lo siguiente: “Pueblo pacificado encuéntrase excitadísimo por especies vertidas por gomistas de que introducirán ciudad para asesinar algunas personas enemigas; cuatrocientos individuos encuéntranse en los bosques cercanos armados perjudicando pueblos vecinos. Aquellos son individuos que han negádose presentarse ante autoridad. Como pudiera de momento suscitarse algún conflicto, rogamos atentamente ese Gobierno determine sean perseguidos revoltosos para evitar trastornos pudieran ocasionar pues reunión suya perjudica altamente pueblo”. Y por acuerdo del ciudadano Gobernador, transcríbolo a usted para que de acuerdo con Jefe de las armas, Sr. General Merodio, le preste el auxilio necesario para la aprehensión y persecución de dichos individuos. Y por disposición superior lo transcribo a usted como ratificación de su contenido. 363
363. AJFG docs. 146, 149, 162,167. El último documento del archivo es de marzo de 1912. Los documentos originales pueden consultarse actualmente en la Biblioteca Burgoa y constan en el CD
Genaro Ortiz, escribe a Juárez y el Gobernador transcribe la información a León el 29 de diciembre; al remitente le contesta lamentando los daños sufridos en su finquita en Ixtaltepec. Benito Juárez a Enrique León […] me limito a transcribirle alguno párrafos de cartas que he recibido y que se relacionan con Juchitán. Me dice el señor Genaro Ortiz, lo que sigue: “He sabido que varios rebeldes juchitecos aún permanecen armados, entre Unión Hidalgo y Chicapa, serán unos 300 y éstos cuentan que esperan a Sabás R. Vera, que les trae parque y más gente que los auxiliará para emprender de nuevo sus correrías y el ataque. Sabás R. Vera sé yo que está en México empleado en el Departamento telegráfico y según se dice acá fue el que le dio el soplo a los rebeldes de que el Gobierno no tenía tropa disponible para mandar a Juchitán y se cree que por el aviso atacaron inmediatamente los rebeldes, desde el día 2 de noviembre próximo pasado.” Por otro conducto se me trasmite lo que en seguida digo a Ud. “He oído decir de bocas juchitecas, que hay todavía como unos 800 hombres sobre las armas esperando que un Cabecilla los conduzca a sus fechorías. Creo que es exagerado el número; pero entiendo que todavía hay alzados. Entiendo que en Juchitán está todo el peligro actual que puede ser aprovechado por el Centro. ¿Cómo? no lo sé; pero hay que estar alerta.” Pongo esto en su conocimiento para que con toda discreción averigüe qué hay de cierto, sin alarmar al vecindario, y me lo comunique. 364
La presión de los rebeldes sobre el Gobierno —unida a otros conflictos en distintas partes del Estado que incluyen nuevamente a zapatistas al norte y vazquistas en la Mixteca y la Cañada— deciden a Juárez a nombrar por fin un nuevo Jefe político para el Distrito. Gaspar Allende es el elegido; ex-preso magonista en San Juan de Ulúa, luego maderista, Jefe Político desde septiembre hasta noviembre de Choapan, no se sabe si fue premiado o castigado con este nombramiento —que le duró poco. A principios de marzo llega a Juchitán para sustituir a León y en los primeros días publica el siguiente manifiesto al Pueblo para promover la rendición y pacificación final de los chegomistas aún alzados, ofreciéndoles garantías.
MANIFIESTO Honrado últimamente por el Superior Gobierno del Estado con el H. nombramiento de Jefe Político de este Distrito y animado de la mejor voluntad para procurar la pacificación y tranquilidad del mismo, invito a todos los individuos que tienen el carácter de rebeldes a que depongan la actitud antipatriótica que han venido sosteniendo, volviendo a sus hogares para dedicarse, como antes, al trabajo honrado. Confiado en la abnegación y patriotismo del pueblo juchiteco que en épocas luctuosas para la Patria, supo demostrar su obediencia y sumisión al Gobierno Constituido, espero fundadamente que en esta vez, sabrá secundar aquellas tendencias leales que levantaron altamente a sus antepasados, contribuyendo no sólo a la pacificación de esta importante fracción de nuestro País, sino que también a
anexo de esta edición. 364. ABJM 5-331 y 332v.
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la general que tanto desea todo buen mexicano. Al permitirme invitar al pueblo a deponer su actitud hostil, lo hago con la convicción de cumplir con mi deber ineludible de velar por los intereses comunes de los habitantes de la comarca que gobierno; es la inteligencia de que los llamados rebeldes que se presenten a esta Jefatura a deponer las armas y manifestar su sumisión al Gobierno, gozarán de todas las garantías que nuestra Constitución otorga a todo ciudadano pacífico. Juchitán, Marzo de 1912. Gaspar Allende. 365
Los rebeldes intentan varias acciones militares, todas ellas fallidas —que se incrementan durante marzo y abril. Las jefaturas de Juchitán y Tehuantepec no pueden controlar el descontento, aunque había en Juchitán, en marzo de 1912, quinientos soldados, dos ametralladoras y cuatro piezas de artillería. Tras el asesinato de Che Gómez retomó la lucha Felipe López, quien tiene enfrentamientos constantes con las fuerzas rurales y federales entre enero y julio de 1912, cuando se rinde en la 9ª Zona militar. A principios de abril los rebeldes intentan tomar la plaza de Juchitán, y son obligados a replegarse hasta Espinal, de donde son desalojados al día siguiente. Hay incursiones en las plazas de Ixtaltepec y Unión Hidalgo. En mayo los rebeldes sufren una última derrota en Laguna Biuse. Mi padre estaba en el monte, con la gente del licenciado Gómez. Cuando se presentó, ya era el tiempo de un tal Felipe López, que fue quien siguió con la causa de Che Gómez. Ese Felipe López los juntó y los llevó a México, porque de uno en uno fueron matando a quienes habían sido rebeldes y prefirieron seguir con Felipe López, con tal de salvarse. Salían en ese entonces avanzadas por los montes, buscándolos. Los del partido rojo los perseguían porque habían sido rebeldes. Y como ya habían triunfado y dominaban el pueblo, estaban en el Palacio, con los federales… ¿ya me entiendes? Eran rebeldes, peleaban por el pueblo, defendían a la gente, eran hombres de Che Gómez. Salió entonces una avanzada que llegó a donde estaba mi madre —¡ay, hembra que me parió, que en paz descanse!— en el corral de Chica Lario, vecina de Yase Macha, vecino del lado de abajo del Negro de la Paz. Vivía allí mucha gente nuestra, los que huyeron. Y hasta allí llegó la avanzada. Mi madre nos dijo un día, para que estuviéramos enterados, que estaban con ellos cuatro rebeldes. Había ella llevado un costal lleno de carne para preparar comida, para darles de comer a los rebeldes que rondaban por aquellos lugares; o para que les llevaran a otros que andaban por otras partes. Debajo de los árboles había cuatro carretas y la carne estaba debajo de las carretas, en una batea, tapada con unas ramas que la escondían. Y había también allí cuatro sombreros, bien puestos, con la seña verde en la copa. Los de la avanzada no sabían que la entrada del rancho estaba por el norte, entraron por el otro lado. Venían por el poniente y a medio camino vieron a dos hombres cerca del pozo, estaban dándole de beber al ganado. La avanzada se dirigió hacia el pozo y les dispararon. Uno de ellos, Gumersindo le llamaban, era hijo de Martina Pina; el otro era Rufino, su yerno.
365.
Guchachi’ Reza, marzo de 1984, p. 31. Investigaron Anselmo Arrellanes M. y Francisco J. Ruiz Cervantes.
Cuando tronaron los balazos, los rebeldes los escucharon. Estaban como a dos cuadras de distancia, pero podían verse. —Es la avanzada— gritaron los rebeldes que estaban cerca de mi madre. Se echaron a correr pero con las prisas dejaron los sombreros. Mi difunta madre, Eloísa Marín era mujer valiente. Agarró a los niños y los sentó en las carretas, sobre los sombreros; tapó la carne. Cuando los de la avanzada voltearon al norte y vieron a la gente, rápido comenzaron a echarles bala. Corrió un tal Eduardo Queto, hijo de don Queto Tula. Corrió despavorido aquel hombre, era el último. Salió mi hermano Eugenio —a ése ya no lo conociste— de cuatro años, queriendo seguir a los que escapaban. Al ver al niño, Eduardo Queto le recomendó a mi madre: “¡Cuida a ese niño, Eloísa”. Apenas levantó el brazo lo atravesaron de un plomazo. Le pusieron una soga en el cuello a Gumersindo y se lo llevaron, junto con Rufino. Amarrados iban para Juchitán. En ese momento saltó un tal Stani Chillo, esposo de la señora Nita Stani y le dijo a mi madre: —¡Mujer atrabancada!, acabo de ver salir de aquí a unos rebeldes, un chinguero de rebeldes salieron de este lugar. —Con dos rebeldes que hubiera bastaría para que no entraras, Stani —le dijo la señora—, jamás hubieras llegado hasta acá. —Está bien— le dijo—. Pero hablas de más —se lo dijo amenazado, manoteando, insultando, con grosería. Pero resultó que entre la avanzada venía un primo hermano de mi madre, de nombre Aurelio Sánchez, venía con ellos, con los rojos. Llegó el dicho Aurelio Sánchez que tenía el grado de capitán primero y le dijo: —Señor Stani, usted se pasa, insulta a esa mujer. —Déjame insultarla —contestó—, ella tiene la culpa por esconder rebeldes, aquí estaban. —No hay ni un rebelde— dijo el capitán. Pero el otro, necio. Le dijo a mi madre —con tu perdón, hijo:—¡Hija de la chingada!, mira, mañana vengo por ti, te amarro de una reata y te arrastro con mi caballo. —A la hora que quieras —lo reto mi madre. Y como mi tío estaba enfrente, sólo la amenazó: —Lo que mereces es una puñalada. —¡Cuando quieras! Pero me la das tú, con tu propia mano, no vayas a manchar las manos de alguno de los soldados que mandas. ¡Cómo no, pero lo haces tú! Mi madre sabía lo que decía, traía un puñal en el cinto, bajo el huipil. —¡Hazlo tú! —le dijo. —Como quieras —le dijo Stani— para mañana, ¡estás difunta! —Como gustes— le respondió mi madre. Salieron después de esta casa, con los dos prisioneros. Y cuando me asomé, después de tirar la basura en el río, divisé a la caballería. Le avisé: —Abuela, viene una avanzada. Salió rápido la anciana. Mi tío Aurelio Sánchez venía delante de la caballería. Nos quedamos en la loma y lo vimos bajar del caballo. Le dijo a la vieja: —Mamá —porque siempre le dijo así— me haces favor de avisarle a mi hermana Eloísa que salga del rancho donde está —le gritó llorando—. Si no hubiera yo estado con los soldados, ese desgraciado la hubiera matado.
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—¿Quién la iba a matar? —preguntó mi abuela. —Ese Stani Chillo —le dijo mi tío. Mi abuela sólo alcanzó a decir: —¡Ave María Santísima! Y luego vimos pasar la tropa. Allí venían con los dos presos. Yo dije: —Sí es cierto, abuela, estaban en el rancho donde está mi mamá. Yo sabía, iba mucho para allá. Le dije: —Los presos son Gumersindo y Rufino. Cómo te digo: a la hora de la oración salimos rumbo al corral para avisarle a mi madre que se fuera, y sí se fue. Al otro día iba a llegar Stani Chillo para cumplir su amenaza, pero como Dios no lo permitió, ya no sucedió nada. Yo estaba con la vieja en el mercado, vendíamos cacalosúchil de na Zenaida y vimos cómo estaban amarrados los caballos delante del Palacio. Eran como cincuenta de caballería, ya listos para salir de avanzada, tras mi madre Eloísa: la iban a amarrar de la cola del caballo, para que la arrastrara. En ese momento llegó corriendo la señora Tránsita, esposa de Rey Ferra, del partido rojo. También venía na Cándida. Venían gritando: —Hijos de Dios, apúrense. Vayan a ver a dos rebeldes que están borrachos allá cerca de la casa de na Yanda. Vayan, es trabajo fácil, porque los rebeldes se caen de borrachos. ¡Apúrense! Los de la avanzada, en vez de irse rumbo al rancho donde estaba mi madre, fueron por los borrachos. Pero era trampa, se estaban haciendo los borrachos. Y como mi padre ya había avisado que la avanzada iba contra de mi madre, mandó a dos rebeldes con esa trampa. En ese tiempo era Presidente Municipal Pablo Pineda y también él fue con la tropa —agarrar borrachos era fácil. Pero aquellos dos, ya puestos de acuerdo, al ver el movimiento escaparon corriendo. Los rebeldes se dividieron: la mitad se fue rumbo al panteón viejo y los otros agarraron para la curva de Cheguigo. Los borrachos corrían derecho, ya sabían para dónde. Estaban dos vigías rebeldes encaramados a los árboles de tamarindo de los Marina y avisaron que ahí venía la avanzada detrás de los dos hombres. Los dejaron llegar al lugar donde les pusieron la emboscada y los metieron entre dos fuegos, obligándolos a pasar el río. Pero como la tropa podía comunicarse con los soldados de Ixtepec, llegaron a auxiliarlos. Si no hubieran llegado, toda la avanzada hubiera terminado allí. Los rebeldes entonces, en vez de correr hacia el sur, para Xadani, pasaron del lado del panteón de Cheguigo y tomaron posiciones en Bandá Xhiñá. La tropa entró por el otro lado. Allí murió Stani Chillo, allí le dieron un balazo en la nalga a Pablo Pineda y muchas otros salieron heridos. Total, montón de heridos y dos muertos. Eso fue lo que vi, mi’jo. Cuando venían corriendo los de a caballo, las mujeres: —¿Ya regresó? ¿Qué pasó con los borrachos, por fin los agarraron? —No —decían los hombres—, todo se lo llevó la chingada. Venían con el pañuelo rojo al cuello, los listones rojos que ondeaban bajo los sombreros. Uno de ellos gritó: —Murió ta Stani. Todas las mujeres: —¿Pero cómo? ¿Y dónde está? —Ahí lo traen, sobre un caballo. Y también murió el señor Ba Guerra, y también quedaron heridos quién sabe cuántos rojos. Y se echaron a llorar las mujeres.
Nosotras veníamos, mi abuela y yo, y cerca de la celda de prevención del Palacio pusieron a ta Stani, cubierto con una sábana grande. No había en ese entonces hombres en el pueblo, para citarlos. Estaban solamente los señores Chano Pancha, ta Andrés Yalole, otro que le decían Pánfilo León; mi compadre Beto Lencha, abuelo de Antonio Mala. A esos citaron para que fueran a dejar al muerto a su casa. Pero como mi abuela dijo que el difunto Stani era su sobrino, nos metimos entre la gente y vimos que tenía un balazo en la pura boca. Los rebeldes no querían que se enterrara y le dijeron a Andrés Tlole que fuera a dejar el muerto a su casa. A los tres días el mismo Yencho Riú, mi padre, mando a decir: —Tal día no vendremos al pueblo los rebeldes, pueden enterrarlo entonces. Y llegaron los federales, se formaron y lo fueron a enterrar en el atrio de la capilla de la Exaltación. Atravesaron el cuerpo frente a la iglesia y allí enterraron a Stani Chillo; a los otros los soterraron en la iglesia mayor, pero ta Stani quedó en la otra capilla. Allí quedó porque los enterradores tuvieron miedo de que en el trayecto llegaran los rebeldes y mataran a otros. Además, la casa de Stani estaba cerca de esa iglesia. Por miedo a los rebeldes, pero habían dado licencia para que lo enterraran. Después fueron tras mi madre, mandaron a otros pero ya no la encontraron en el rancho. Y sí fue verdad, los cuatro rebeldes salieron del rancho de mi madre Eloísa. Y no sólo eso; además, el señor Felipe Chu todavía pudo esconder como ocho fusiles cuando llegaron al rancho los de la avanzada y nadie se dio cuenta. Felipe Chu era un viejo de espalda doblada como de tortuga, era hermano de la na Zenaida, vecina que vivía cerca del río. Si la tropa hubiera sabido cómo hizo el viejo hubieran sido capaces de ajusticiarlo, le hubieran quitado las armas. Eso es lo que vi, mi’jo, en la revolución de Che Gómez. 366
En abril, los combates y enfrentamientos arreciaron por los rumbos del Ferrocarril Panamericano. Los rojos, apenas unos días después de la muerte del Gobernador, protestan por el cambio de Jefe Político, ¡cómo no! y claman por el retorno del único hombre capaz de meter en cintura a sus enemigos: Pancho León. C. Gobernador del Estado: Los que suscribimos, vecinos de este lugar, a Ud. respetuosamente ocurrimos, exponiendo: que la situación en esta región es demasiado crítica y vemos con pena que no obstante los trabajos que hasta hoy se han hecho para exterminar a los individuos que mantienen esa situación sin ninguna bandería política que justifique su actitud, dedicándose solamente a actos de verdadero bandidaje y salvajismo y sembrando cada día mayor desolación en todos los pueblos del Distrito, nada se ha conseguido; este lamentable estado de cosas que amenaza de una manera palpable el exterminio de las vidas y los intereses de los ciudadanos, trayéndonos la más terrible miseria, se prolonga indefinidamente, y a juzgar por el estado, no tiene aún visos de una solución favorable. Son incalculables los daños que se han sufrido en la mayor parte de este Distrito de pocos días a esta fecha, habiéndose sacrificado por una parte vidas y por otra intereses que significan muchos años de trabajo honrado de hombres que hoy han quedado en la miseria, sin una casa en que pasar el resto de su vida, porque han sido destruidas.
366. Testimonio de na Eraclia López Riú.
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En tan aflictivas circunstancias y comprendiendo que ese Gobierno no omitirá los medios que tiendan a devolver a esta región la paz que con avidez se desea, ocurrimos a Ud. sugiriéndole la idea de poner al frente de este distrito un Jefe Político conocedor de la región y ligado a sus costumbres, para obtener así un funcionamiento bastante eficaz para el fin propuesto, lo que no resulta cuando la persona que rige nuestros designios no está identificada con nuestro medio, por grande que sea el interés que tome para el buen desempeño de su cargo. La opinión pública en este Distrito, muestra vivo interés por que el señor Coronel don Francisco León, que reside actualmente en la Capital del Estado, sea nombrado Jefe Político del Distrito, siquiera por el tiempo necesario para lograr la pacificación del mismo. La experiencia nos ha enseñado que la energía, buena fe y patriotismo del señor León, coterráneo nuestro, traerán en corto tiempo la paz que todos ansiamos. Esperamos que el Superior Gobierno del Estado, se sirva tomar en consideración lo que exponemos, con la premura que las circunstancias exigen, y satisfaga la aspiración de los habitantes pacíficos de nuestro Distrito. La salud pública lo reclama. No consideramos por demás hacer constar que nuestra actitud no debe interpretarse en sentido desfavorable para nuestro actual Jefe Político, señor don Gaspar Allende, pues este señor merece para nosotros todo respeto y consideración. Juchitán, 25 de abril de 1912. Pablo Pineda, Rufino Saavedra, Carlos Ríos, Román Zaynes, Miguel Pérez, Manuel Pineda, Maximiano Pineda, Lucio Fuentes, Moisés Fuentes, Manuel Fuentes, Juan N. Martínez, Ursulino López, Rodolfo P. Cacho, Candido Carrasco, Gabino L. Regalado, Efraín R. Gómez, Ciro Rivera, Daniel Martínez, Elías Santibáñez, Fausto Gómez, Román Villalobos, Gregorio Robles, Pedro López China, Cirilo López, Francisco Pineda, Próspero Dordelly, Gregorio Torres, Francisco Luis Castillo, Pedro V. Gurrión, Aniceto Terán, Gregorio L. Pineda, Hilario Cabrera, Félix Gurrión, Adolfo Santaella, Norberto de Gyves, Fidel Pineda, José Arenas, Gerardo Toledo, Manuel Arenas, Laureano Pineda, Federico Guzmán, Bernardo Matus, Desiderio de Gyves, Abraham López Chente, Rómulo Zaynes, Emilio Cervantes, Luciano Gómez, Francisco R. Orozco, Ángel Gutiérrez, Desiderio Pineda, B. G. Saynez, Vicente Betanzos, Teodosio Ruiz, Mario López, Lorenzo Ordaz, Emilio de Gyves, Manuel Ramírez, Miguel Martínez, Nicolás López Lena, Nicolás López Malo, Abundio Luis Hinestroza, Aureliano Sánchez y más de cincuenta nombres.
La respuesta del Gobernador interino —Juárez había muerto ya— es la siguiente: C. Gobernador del Estado Refiriéndome a la atenta de usted número 12774 del 20 del corriente, girada por la sección Primera de esa secretaria, tengo el honor de manifestarle que este gobierno estimando en alto grado la actuación del Gobierno Federal al reconocer la competencia de este mismo gobierno para proveer de la remoción del Jefe Político del Distrito de Juchitán, tiene el honor de informar que a su juicio no es conveniente mandar a dicho distrito con el carácter de Jefe Político al señor Francisco León porque siendo éste nativo del lugar y habiendo desempeñado durante muchos años ese mismo empleo, se le ha llegado a considerar como Jefe de un partido antagónico al que encabezaba el extinto Lic. José F. Gómez y que es el que aún altera el orden en el ya repetido Distrito, siendo oportuno recordar que cuando el referido
coronel León fue a Juchitán con alguna comisión que le dio el finado Gobernador Don Benito Juárez Maza, el pueblo se amotinó en la Estación próxima a la cabecera impidiéndole con actitud amenazadora su entrada a la población, hasta el extremo de haberse tenido que retirar de la misma Estación. Protesto a Ud. mi atenta consideración Sufragio Efectivo. No reelección Oaxaca de Juárez, a 28 de mayo de 1912. Alberto Montiel Al C. Secretario de Estado y del Despacho de Gobernación, México, D.F. 367
Siguen los combates en mayo y en julio aparece un segundo Manifiesto de Allende: Volved a reuniros con vuestras familias y dadles el pan a que estáis obligados y que ése sea el fruto del trabajo honrado, para que vuestros hijos no lleven en su frente el anatema del oprobio. No permitáis que se siga derramando más sangre viril de la raza zapoteca que corre en vuestras venas. 368
El nombramiento de un nuevo Jefe Político, las derrotas sufridas, la superioridad de las fuerzas federales, la gran cantidad de rebeldes que capitularon, los conflictos por el mando entre los jefes chegomistas y la muerte de Juárez Maza terminaron con el levantamiento a mediados de 1912. En Juchitán, los disturbios parecen acabar —ahora sí— con la rendición de Felipe López. El 26 julio de 1912, el rebelde se presenta ante las autoridades militares de San Jerónimo junto con Alfredo Santibáñez y firman el Acta el Jefe político, un tal Mister Mahoni, Lino J. Aragón —uno de los asesinos materiales de Gómez y sus acompañante. Una de las condiciones para amnistiarlo era que se incorporara a las Fuerzas Federales. López y sus seguidores pelearon contra los rebeldes chiapanecos a cambio de garantías. Más tarde sirvieron en San Luis Potosí y Puebla; por fin —años después— regresaron al Istmo. A finales de 1912, un nuevo Jefe Político lanza la prohibición a los juchitecos de usar los colores rojo o verde en sus atuendos. Indignadas por la arbitrariedad, varias mujeres interponen una queja al C. Gobernador del Estado que recoge El Avance —varios apellidos nos muestran las señoras y señoritas usaban los colores rojos. 369 Disposición Importante: Al intrincarse la lucha fratricida entre los llamados rebeldes y los voluntarios de esta plaza, que se afiliaron al Ejército Federal, aparecieron los distintivos verde y rojo que usaron respectivamente, como emblema de partido. Restablecida la paz, y cuando la Sociedad Juchiteca y sus honrados defensores, vieron desfilar inermes los primeros rebeldes que retornaban a sus hogares, acogiéndose al perdón que paternalmente les ofreciera el Gobierno, debió haberse extinguido por el patriotismo, el uso de aquellos colores, que no evocan recuerdo glorioso para la humanidad.
367.
Archivo General del Estado, en Guchachi’ Reza, noviembre-diciembre de 1992. pp. 30- 31. Investigó Francisco José Ruiz Cervantes. 368. Jiménez: Historia del Istmo, p. 213. Investigó V. de la Cruz. 369. El Avance, 24 de diciembre de 1912. En Guchachi’ reza, septiembre de 1983, pp. 23-24.
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Por desgracia, tales distintivos siguen teniendo un uso apasionado que tiene a perpetuar los rencores y que frecuentemente son motivo de escándalos y cuestiones personales. La causa indicada que pone el peligro la paz pública, funda la siguiente disposición: Se prohíbe terminantemente a toda persona, de cualquier sexo o edad, el uso, en lugares públicos, de flores rojas o ramas verdes, ya en el tocado o bien en el vestido. De igual manera se prohíbe el uso de huipiles, enaguas y moños de colores verde y rojo. La infracción será castigada conforme a las facultades contenidas en el artículo 8º de la Ley Orgánica para el Gobierno y Administración interna del Estado. Juchitán de Zaragoza, diciembre 12 de 1912. El Jefe Político Antonio F. Escobar.
El grupo de señoras y señoritas de esta naturaleza y vecindad, que firman al calce, se presentan ante ese Superior Gobierno con el debido respeto a exponer: Que habiendo tenido noticia de que algunas señoritas de esta localidad, han sido ultrajadas por los gendarmes mandados por el Sr. Jefe Político de este Distrito, don Antonio F. Escobar, arrebatándoles las flores que traen en el peinado y a algunas las han presentado ante la misma autoridad, por el solo hecho de portarlas y aún exigen en la vía pública a las señoras y señoritas, el cambio de trajes, si son de color rojo o verde; y no queriendo nosotras ser víctimas de tales ultrajes y atropellos, públicamente ocurrimos a este Superior Gobierno, pidiendo se sirva mandar y suspender y revocar los efectos de dicha disposición, que originalmente acompañamos, para comprobar nuestra queja, pidiendo garantías a nuestras personas. Ninguna ley prohíbe que las señoritas y señoras usen flores y trajes que les convenga a su gusto. Solamente la Secretaría de Guerra y Marina señalan qué colores deben usar los militares, porque así está reglamentado, pero a los particulares no, porque nada tienen que ver con los colores de los trajes de las mujeres, ni mucho menos los Jefes Políticos. Entre las facultades de los señores Jefes Políticos, según la fracción III del Artículo 89 dela Ley del 16 de noviembre de 1857, en que se funda su disposición dice: “Cuidar de la tranquilidad pública y de la seguridad de las personas y bienes.” No dice que los Jefes Políticos tienen facultades de impedir que los trajes de las señoras y señoritas por los colores, ni portar flores, sólo el uso de la “Rosa María” está prohibido por la Ley, porque causa daño a las personas que las usan. El mismo Jefe Político actual, don Antonio F. Escobar, se puso el día de su cumpleaños; camisa, calcetines y corbata verde. Por tanto, A usted Ciudadano Gobernador, suplicamos se sirva mandar suspender y revocar definitivamente dicha disposición, dándonos garantías, Protestamos no obrar de malicia y lo necesario.- Juchitán de Zaragoza, diciembre dieciséis de mil novecientos doce.- Señoritas: Amable Matus, Tiburcia Gómez, Enriqueta M. Haaz, Juana Cartas, Benita Pineda, Teodora Carrasco, Isabel Carrasco, Enedina Hernández, Ignacia Palacios, Josefina Palacios, Agustina Pineda, Fausta Santiago, Carmen Sánchez, Manuela Sánchez, Rosario Rodríguez, Modesta R. de
Matus, Salomé Jiménez, Margarita López, Angelina Jiménez, Isaura López, Susana García, Gliceria Gutiérrez, Ana Jiménez, Adolfa Santillán, Crescencia Cruz, Marcelina Toledo, Germana Z. Matus, Exaltación Matus, Rebeca N. Fuentes, Isabel Matus, Juana Matus, Adela Matus, Inés Matus Gallegos, Mercedes Matus, Wenceslao Matus, Juliana Ruiz. Al margen Sello: Jefatura Política del Distrito de Juchitán. Edo. de Oaxaca. República Mexicana.
A lo largo de todo el año los verdes emigraron, lucharon en ocasiones muy contadas contra los rojos, las fuerzas federales y los rurales; fueron perseguidos y castigados, apresados y deportados, colgados o fusilados. Se afiliaron a distintos bandos, se incorporaron a otros movimientos, lejos del Istmo, donde ya hubo solamente “bandolerismo” esporádico. Gurrión y los presentados se unen a los maderistas; Mario Palacios y los seguidores de Doña Rosaura se unen primero a Madero y a Bolaños Cacho; más tarde, a Carranza. Felipe López y sus hombres sirvieron a Carranza desde 1913; Heliodoro Charis —jefe ahora de los verdes— lucha primero con los carrancistas y luego con Obregón. En 1919, ya en la Zona Militar de Juchitán, Felipe López sirvió contra Obregón y combatió en Chiapas a Tiburcio Fernández y los “mapaches”, quienes lo fusilaron. Los rojos se aliaron a los rebeldes de los Valles centrales y la Sierra, participando con ellos contra el constitucionalismo.
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En el juego de helados que vino hace falta una copa. María Klerián de Juárez Palomita blanca, ¿pará guyeu? (¿adónde te fuiste?) 370
Destinos cruzados
El 20 de abril de 1912 por la noche, mientras revisaba su correspondencia, Benito Juárez murió de un infrato, sin completar siquiera siete meses de mandato. El Gobernador fue enterrado en la ciudad de México con grandes honras; Madero encabezó el cortejo fúnebre. Se le asignó una pensión de tres mil pesos anuales a la viuda y a cada una de sus hijas. 371 Tampoco la viuda de Gómez —al menos de palabra— había quedado desprotegida. Casi doce años después de la muerte de su marido, solicita la siguiente constancia por razones que desconocemos; tal vez nunca se le pagó completa la cantidad convenida: A solicitud de la señora Rosaura Bustamante viuda de Gómez hago constar por medio de este documento ser cierto el hecho de que el Señor Presidente Constitucional de la República, Don Francisco I. Madero, acordó en el año de 1912 indemnizar a los familiares del Señor Lic. Don José F. Gómez, asesinado por Fuerzas Federales de creación anterior a la Revolución de 1910, con la cantidad de CINCUENTA MIL PESOS para compensar en algo la destrucción de los bienes del finado Sr. Lic. Gómez, efectuada por las referidas fuerzas federales. Estos hechos me constan a virtud del cargo de Secretario de Estado y del Despacho de Gobernación que desarrollé en aquella época. México, D.F., 28 de abril de 1923. J. Flores Magón (Rúbrica) 372 La tan traída y llevada indemnización de Gómez —escandalosa por su monto—, se le prometió, al menos, a la doliente esposa. En el lapso que media entre la muerte de Gómez y la de Juárez Maza, no cesaron los combates en el Istmo y en otros lugares de Oaxaca. Los archivos del Gobernador consultados sólo cubren hasta el 28 de febrero de 1912: hay gran cantidad de felicitaciones y adhesiones por su defensa de la soberanía contra la Federación, su viaje al Istmo y hasta por la muerte de Che Gómez —todas ellas puntualmente agradecidas. Juárez alcanzó la cima máxima de su gloria; todos los siguientes pronunciamiento serán de tono semejante; sus errores peores —reclama que no se han cumplido sus órdenes de suspender las peleas de gallos que, desde diversos Distritos, le contestan nunca les ha notificado hayan sido prohibidas. La solidaridad mostrada al Gobernador debe pagarse: comienzan a llegar recomendados, solicitudes de los viejos y constantes adherentes. Juárez Maza hace lo propio; por ejemplo, coloca como abogado de la Compañía de Luz y Fuerza de Salina Cruz a Miguel Bolaños Cacho. 373 Hay varios documentos solicitando el cambio de cabeceras de Juchitán y Tehuantepec; continúa la puntual atención a asuntos con los extranjeros y son muy pocas ya sus decisiones relevantes.
370. ABJM y Corrido de Salina Cruz, 1915. 371. Henderson: 1981, p. 42. 372. AJFG. Documento extemporáneo s/n. 373. ABJM 5-417.
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En La Cañada se pronuncian contra Madero, a favor de Vázquez Gómez. Juárez Maza debe también enfrentarse a los rebeldes del Istmo, que de ninguna manera se han pacificado. A pesar de que el número de muertos, sumado al de reclutados, presentados y amnistiados ya casi iguala al de rebeldes que iniciaron la rebelión, el levantamiento sigue vivo. Y si bien no han enfrentamientos directos, sí hay derrotas y capitulaciones definitivas —pero solamente tras la muerte del Gobernador, quien nunca pudo entrever siquiera visos de paz en aquella región. Sus relaciones con la Federación, desde la crisis de noviembre, nunca volvieron a ser cordiales. Juan Sánchez Azcona le escribe el 16 de febrero de 1912, como supongo haría a todos los demás gobernadores, con la siguiente encomienda, que mermará su gloria como pacificador del Estado. Me ordena el señor Presidente de la República diga a usted que se ha fundado en esta capital una Asociación con el fin de contribuir a la pacificación nacional, que se denomina “Agrupación Democrática Pacificadora Nacional” y que llevará a cabo su objeto por medios pacíficos y legales, proponiéndose establecer sucursales en toda la República. Y juzgando el señor Presidente que esto sería de gran utilidad para el país, ruega a usted que, cuando se presenten los delegados debidamente acreditados, de dicha Asociación, en aquel Estado, se sirva dispensarles todo su apoyo moral para el buen logro de sus deseos. 374 Unos días después el Secretario de Marina y Guerra le anuncia que aunque se ha propuesto aplazar la ley de reclutamiento, Oaxaca debe cumplir con la cuota correspondiente a cada estado, dada la necesidad de un mayor ejército. Le sugiere que reclute por los “medios que su patriotismo le dicte”; propone completar contingentes que le corresponden con convictos consignados. Avisa que se les pagará un peso diario. 375 Sus problemas se complican con esta orden; pues desde todos los rincones del estado piden ser dispensados del reclutamiento o de plano de rebelan contra la leva. Juárez Maza había licenciado a dos de las compañías del Batallón Sierra Juárez antes de salir al Istmo. Quedaba solamente uno, que cumplía a regañadientes funciones de policía en la ciudad de Oaxaca. Mientras el Gobernador estaba en el Istmo, Chapital les encargó de apresar a un cacique de Tlalixtac, protegido del Jefe Político. En el enfrentamiento muere un oficial y es aprehendido el Presidente Municipal. Los habitantes del lugar se rebelan. Tras el regreso de Juárez a Oaxaca, comienza a notarse la inconformiad de los miembros restantes del Batallón. Pocos días después de la muerte de Juárez, los serranos que aún quedaban en la ciudad de Oaxaca se retiran: el 24 de abril desertan, sin más. Salen caminando del cuartel, sin que nadie los detenga, con sus pertrechos y armas regresan a la Sierra. Al asumir su cargo Bolaños Cacho, los desertores se convierten en rebeldes. Una de las primeras acciones de este gobierno fue la represión y encarcelamiento de todos los rebeldes de Tlalixtac; incluidos el diputado Olivera y el director de El Avance, Marcelino E. Muciño. 376
374. ABJM 7-419. 375. ABJM 7-192. 376. Ésta y otras historias son ampliamente cubiertas por Ruiz Cervantes en sus diversos ensa-
yos y libros. Ver en particular La revolución en Oaxaca, 1986.
El 2 de abril Juarez hijo repime con brutalidad una manifestantes de porfirista que protestan porque no se se ha izado bandera alguna para celebrar la batalla de Miahuatlán. Hay varios detenidos. La explicación de Juárez aparece en El Avance el mismo día de su muerte.
Tras el fallecimiento de Juárez Maza, los políticos oaxaqueños cambiar nuevamente su alineación. Alberto Montiel es nombrado para un interinato y se convoca a elecciones. En julio se elige el nuevo gobernador. Se habían manejado los nombres de Miguel Bolaños Cacho, Juan Sánchez, Arnulfo San Germán —felicista— y Aurelio Valdivieso como posibles candidatos. Por fin se presentaron solamente Bolaños Cacho y nuevamente Félix Díaz. Maderistas y felicistas impugnaron las elecciones, pues el triunfador no obtuvo ni la mitad de la votación; los contrincantes eran ambos poderosos. Al ser derrotado, Díaz se levanta en armas; los miembros del Batallón Sierra Juárez lo reconocen como su jefe.
En agosto, Bolaños Cacho asume su cargo como Gobernador de Oaxaca. Nombra como Secretario de Gobierno a José Inés Dávila. Bolaños Cacho gobierna entre 1912 y 1914. Las impugnadas elecciones en que resultó triunfador fueron las últimas del Estado, hasta 1920. Durante su gobernatura, Bolaños añade a los males generales de la nación los de Oaxaca: prolonga los descalabros de Juárez con los suyos propios. A la crisis financiera nacional, se agregan la mala administración local y enfrentamientos tanto con terratenientes como con protestas populares. Parte de los soldados serranos derrotados por el nuevo gobierno se incorporan al Ejército Federal, otros son exiliados en Quintana Roo, algunos más se pronuncian en Ixtepeji, en septiembre de 1912. Estos rebeldes formarán lo que más tarde será la rebelión serrana, que gobernó desde la ciudad de Oaxaca en 1915, cuando reasumieron su Soberanía sostuvieron desde entonces hasta cinco años después. La relación del nuevo Gobernador con el Centro tampoco fue tersa. Bolaños Cacho ya había sido gobernador interino en 1902. Nacido en 1869, profesor, juez y político —y a decir de algunos poeta— nunca secundó el Plan de San Luis y se opuso violentamente a Madero durante el conflicto con Oaxaca, defendiendo a Juárez Maza en todo momento —en 1911 era diputado por Tamaulipas. Aunque todo el estado era contrario a Madero, el Gobernador en particular no era la mejor opción para la buena marcha de las relaciones con la Federación —aunque el sobrino de Díaz hubiera sido aún más incómodo. Si 1912 había comenzado mal en la República, para mediados de año las cosas estaban aún peor. El apoyo inicial de Madero estaba completamente minado. Zapatistas, vazquezgomistas, orozquistas estaban levantados en armas. Sánchez Silva considera que todos los movimientos oaxaqueños previos a la rebelión serrana de los “soberanos”, así como la afiliación de muchos oaxaqueños a causas ajenas al estado obedece a un virage histórico: durante el porfiriato las decisiones eran tomadas por hombres del Sur y en los siguientes años, las dictarían hombres del norte. 377 La política en el Sur se hacía aún como en los tiempos de don Porfirio, de cara a la Constitución del 57, con idearios liberales y juaristas. Ruiz Cervantes considera la rebe-
377. “Crisis política y contrarrevolución en Oaxaca (1912-1914)”, 1985.
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lión de la Soberanía —calificado casi unánimemente de reaccionaria— como el último movimiento auténticamente decimonónico. 378 Muchos de los rojos del Istmo, encabezados por Pablo Pineda primero y luego por Efraín R. Gómez, se vincularon a esos rebeldes en distintos momentos.
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Tras de la Decena Trágica, Bolaños Cacho se afilia a los huertistas —las élites oaxaqueñas se declaran, sin ninguna dificultad, felicistas o huertista—, persiste el poco amor de los oaxaqueños por Madero aún tras su muerte. En julio de ese año, acusado de conspirar y encabezar una rebelión en el Istmo, fue aprehendido el diputado Adolfo C. Gurrión. Fue asesinado en un simulacro de fuga cerca de Chihuitán a los pocos días, tenía los 33 años. El diputado suplente Crisóforo Rivera Cabrera logró escapar providencialmente. También fueon asesinados los oaxaqueños Ismael Puga y Colmenares y Faustino G. Olivera. Todos los maderistas son brutalmente reprimidos. Barrios se levanta contra Huerta y años después reaparece como Secretario Particular de Zapata.
Para 1914, la apertura del Canal de Panamá, el caos creado por la Revolución Mexicana, la ingobernabilidad generalizada y la Guerra Mundial llevaron al Ferrocarril Nacional de Tehuantepec a una notoria decadencia. De los 70 trenes diarios que corrían durante el movimiento chegomista, ahora se reducían a cinco o seis. Al romper Carranza relaciones diplomáticas con Gran Bretaña, todos los reclamos sobre el ferrocarril fueron interrumpidos y, al nacionalizarse años más tarde, era ya una empresa en quiebra. El ferrocarril volvió a funcionar durante el régimen de Ávila Camacho, más para el traslado de pasajeros que como ruta comercial. La inauguración en 1934 de la Carretera Transísmica termina prácticamente con el tren y con Matías Romero, parcialmente reavivado en 1957 como sede sureña del movimiento ferrocarrilero —Demetrio Vallejo es originario de esta región. La Carretera Panamericana que unió por fin a la capital de México con la ciudad de Oaxaca, Tehuantepec y Juchitán fue inaugurada en 1946.
Pero en 1914, tras la caída de Huerta, el Ferrocarril Nacional de Tehuantepec aún era esencial para los constitucionalistas. Estratégicamente fue considerado como una de las armas más poderosas para negociar con el extranjero; por allí se circulaba entre la costa del Pacífico y Veracruz; por allí se movían las tropas constitucionalistas y se introducían armas de contrabando. Venustiano Carranza manda al Istmo a su hermano Jesús, quien debía ocuparse del licenciamiento de las tropas federales. A finales de 1914, los constitucionalistas crearon un Gobierno provisional en Salina Cruz, restringido a 31 municipios de los distritos de Tuxtepec, Juchitán y Tehuantepec en Oaxaca y algunos más de Chiapas. El Gobernador general y Jefe de la División 21 del Ejército del Sureste nombrado por don Venustiano fue Jesús Agustín Castro —no aceptó ningún colaborador oaxaqueño alegando que todos habían servido a Bolaños Cacho. Como no había la menor posibilidad de tener allí Municipios Libres —ya oficiales, por entonces— se instauró por nuevo decreto para que los Presidentes Muni-
378. Ruiz Cervantes: 1988, p. 334.
cipales, nombrados por el Ejecutivo cubrieran todas las funciones ejercidas antes por los Jefes Políticos. Las elecciones sólo se llevarían a cabo en lugares completamente controlados por los carrancistas. Estas medidas, que marginaron a los políticos regionales, se consideraban necesarias para mantener el control sobre el Ferrocarril de Tehuantepec y el Panamericano. 379
Para esto, la famosa viuda —Rosaura Bustamante— fue detenida y enviada al puerto de Veracruz en marzo de 1914 por simpatizar con los carrancistas. Al mes siguiente se le comunicó que sería deportada a Quintana Roo, pero la salvó el triunfo del Constitucionalismo. A la llegada del general Jesús Carranza al Istmo se puso a sus órdenes, y éste le tuvo particular deferencia. Por su parte ella, hizo valer su influencia sobre los juchitecos para incorporar a las filas carrancistas a chegomistas aún cercanos a ella. Mantuvo regular correspondencia con el Primer Jefe y fue leal a la causa hasta el fin —su hijo José F. Gómez Bustamante acompañó a Carranza hasta Tlaxcalaltongo y es uno de quienes aparece en la muy famosa fotografía del cuerpo de don Venustiano en una estación de tren. Si bien ninguno de los hijos de doña Rosaura fue líder de importancia como su marido, ambos ocuparon cargos importantes. Mario Palacios Bustamante era Jefe del Estado Mayor de Jesús Carranza. Al mismo tiempo, Alfonso Santibáñez, era Jefe de Operaciones en el Istmo y Comandante de la Guarnición de San Jerónimo desde agosto de 1914; 380 allí reclutó a un buen número de antiguos voluntarios y miltantes del partido rojo de Juchitán. Los reacomodos carrancistas no le favorecieron, lo cual llenó de rencor su corazón. Asistió como delegado a la Convención, donde ofrece el control del Istmo y Chiapas a los zapatistas: “Regresó al Istmo con un zopilote en el sombrero”, decía Justo Pineda del grado de General que se habían reconocido en Aguascalientes. Jesús Carranza llegó al Istmo el 30 de diciembre de 1914. Iban en el tren con él Mario Palacios y su madre. Santibáñez los apresó en la estación de Ixtepec y fusiló al hijo mayor de la viuda, escapando con el reo rumbo a la sierra mixe, acompañado por un grupo de juchitecos rojos. Ante la negativa de Don Venustiano a entrar en cualquier negociación con el plagiario, Jesús fue asesinado por Santibáñez. Tras la muerte, se esconde en la ciudad de Oaxaca, donde los Soberanos, a pesar de que afirmaban que no era aliado suyo, no hicieron nada para aprehenderlo— sus hombres, en cambio— estuvieron encerrados en la cárcel de Santa Catarina. Santibáñez pudo pasear a sus anchas y sus hombres salir de la cárcel al tomar la ciudad poco después la Soberanía. Finalmente, por conflictos con los jefes serranos y tras haber asesinado a Eguía Lis, el general tehuano Alfonso Santibáñez es fusilado en la Sierra. 381 1915 fue en un año de hambre, bancarrota y descontento. A mediados de año, el estado reasume su soberanía como Estado y los soberanos toman la ciudad de Oaxaca, donde permanecen algunos meses. Más tarde, se limitan a luchar y resistir en la Sierra —durante cinco años— hasta que negocian su capitulación.
379. Paul Garner: 1984, pp. 240 y ss. 380 Ibid, p. 113-114. 381. Relato de Justo Pineda, en La Muerte de Jesús Carranza, recopilación de ERC y FT, edición F.
J. Ruiz Cervantes. AM 25-2-28, carta sin fecha de Santibáñez a Zapata en 1915, donde se pone a sus órdenes y presume haber cortado “una de las cabezas de la Hidra”.
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En el Congreso Constituyente de Querétaro, Crisóforo Rivera Cabrera, diputado por el Istmo y su suplente, el coronel José F. Gómez Bustamante, Chechito, presentan una propuesta para la creación del Estado del Istmo que no es aceptada. El General García Vigil, fue electo Gobernador de Oaxaca en las primeras elecciones que se llevaron a cabo en el Estado, en 1920. La viuda Rosaura seguía activa y lanza un Manifiesto: 382 A los valientes hijos de Juchitán Sabido es para todos los valientes hijos del Distrito que desde el mes de febrero del año en curso, se instaló el Club político “Lic. José F. Gómez”. Con el objeto de que los numerosísimos elementos que lo integran tomen parte activa en las diversas luchas electorales que se avecinan. Hemos creído siempre que después del triunfo de la revolución, toca al pueblo defender dentro de la ley y de las instituciones los principios consagrados por la misma revolución y que con tantos sacrificios han podido sancionarse. El valiente pueblo de Juchitán luchó sacrificando su hogar, su tierra chica, sus parientes, amigos y hasta sus vidas mismas, yendo siempre a la vanguardia en el movimiento iniciado primero por el Presidente Madero y después contra el cuartelazo del feroz Huerta. Los intereses del pueblo se supieron imponer a las ambiciones particulares que se pretendieron poner en juego, con la ventaja, para este segundo triunfo, que llegaron a hacerse efectivas las reformas de carácter social que se proclamaron como salvadoras de las clases que en otros tiempos sólo habían sido consideradas como opresoras y como explotadas por distintos medios que por fortuna, han sido cruel, pero necesariamente combatidos. Después del período de agitación que tan honradamente ha conmovido a la República, claro está que todos los habitantes del país deben tomar parte activa en las distintas elecciones a efecto de que los candidatos que resulten electos vengan a triunfar por la voluntad popular. Fue, pues, el objeto del Club “Lic. José F. Gómez”, tomar parte activa en estas elecciones y al efecto, discutió ampliamente dentro de su seno las distintas personalidades que se presentaron a efecto de elegir aquellas personas que pudieran garantizar las aspiraciones populares. Después de toda la discusión necesaria, se llegó al acuerdo de que se apoyaría y en su oportunidad se votaría en la forma siguiente: Para Presidente de la República: Sr. Ing. IGNACIO BONILLAS. Para Gobernador del Estado: Sr. Gral. CARLOS TEJADA. Para Diputados al Congreso local: Propietario: Sr. Prof. D. AGUSTÍN CASTILLO C. Suplente: Sr. CIRILO MARTÍNEZ. Sólo quedó pendiente de aprobación lo relativo a Diputados al Congreso de la Unión, en virtud de algunas consideraciones que no es del caso referir. Hago todas estas consideraciones, porque las intrigas y las conveniencias personales han llegado hasta el Club Juchiteco, no faltando quién, con el objeto de medrar, quiera, aun a costa del bienestar de los vecinos del Distrito, hacer que se postulen distintos candidatos de los que la voluntad general ha designado y que llegado el caso hará respetar. México, Marzo de 1920 Rosaura B. Vda. de Gómez.
382. Guchachi’ reza, marzo de 1982, p. 28-29.
En 1923, De la Huerta desconoció a Obregón y se levanta en armas. Lo secunda García Vigil, Gobernador de Oaxaca. También Chechito fue delahuertista. Ambos mueren en el sur de Oaxaca. Heliodoro Charis, sobrino de uno de los líderes rebeldes que acompañaba a Che Gómez cuando murió, anduvo desde muy joven con Felipe López dando batalla en otros frentes, lejos de Juchitán. Llegó a obtener el grado de general de las tropas obregonistas, luchó con las tropas de Amaro y Cándido Aguilar. Heliodoro Charis es nombrado general, anexando a sus hombres al ejército del presidente Obregón, quien escribió en sus memorias la frase honrosa: “no hay un panteón de la patria en que no esté sepultado un juchiteco”. La frase describe muy bien el destino de los verdes seguidores de Charis, que siendo soldados de elite del gobierno ayudaron a aplastar la rebelión De la Huertista (de ahí el famoso corrido de la Toma de Ocotlán) y mandaron a mejor vida a un buen número de cristeros. 383
Heliodoro Charis, lanzó el primero de diciembre de 1919 el “Plan de San Vicente” contra las guarniciones carrancistas de Juchitán y Tehuantepec. Exigía la erección de los distritos en territorio federal. 384 Durante la rebelión delahuertista, Charis combatió en el mismo bando que los generales del “partido rojo”, como Pablo y Laureano Pineda. La colonia agrícola militar “Álvaro Obregón” se formalizó hasta el 27 de mayo de 1930, firmando en representación de los colonos de Juchitán, Xadani, San Blas y Santa Rosa los ciudadanos doctor Roque Robles, Rosalino Matus y Atanacio Jiménez; en dicha acta se asentó que los representantes reconocían al general Heliodoro Charis como propietario de las tierras de la ex-hacienda y la cesión espontánea que hacía el citado general de las mismas a favor de los colonos, además de reservar “para su propiedad particular y cultivo por su cuenta” una extensión en la margen izquierda del Arroyo de Paso Lagarto, de mil trescientos cincuenta metros al norte, mil novecientos cincuenta metros al sur, mil setecientos al oriente y ochocientos cincuenta metros al poniente, desde el arroyo de Paso Lagarto al Mar de Santa Teresa. 385 Fueron las únicas dotaciones de tierras y salinas en el Istmo, los hombres de Charis fueron quienes recibieron las tierras que se alega había prometido José F. Gómez casi veinte años antes. Al año siguiente el doctor Roque Robles, en compañía de Valentín S. Carrasco encabezan una rebelión por la autonomía regional. Mueren cuando era gobernador del estado el licenciado Francisco López Cortés, oriundo de Ciudad Ixtepec.
383. juchitandiario. blogspot.com 384. Guchachi’ Reza, junio de 1982, pp. 34-35. 385. Gonzalo Jiménez López: Historia de Juchitán, 2001.
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José F. Gómez Acervo José F. Gómez
Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo
Bergdorfi & Co
José F. Gómez Bustamante, Juchitán, marzo 1911 Acervo José F. Gómez
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Rosaura de Gómez y José F. Gómez
Grupo de voluntarios de Rincón Antonio, Oaxaca
Acervo José F. Gómez
Acervo José F. Gómez
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Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo
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Fototeca INAH Che Gómez
Lic. José F. Gómez y Rosaura B. de Gómez, La Paz, Junio 24 1906
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Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo
Acervo José F. Gómez
Acervo José F. Gómez
Lic. José Gómez “Che Gómez” y cabecillas asaltados, 04 de diciembre de 1911 Acervo José F. Gómez
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Cadaver de Che Gómez Acervo José F. Gómez Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo
Misa en homenaje al Lic. José F. Gómez Acervo José F. Gómez
Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo
CRONOLOGÍA DEL ISTMO
1823. Propuesta a la comisión territorial del Congreso Constituyente para crear el territorio del Istmo de Tehuantepec. 1825. Se crea el monopolio de la sal. Levantamiento de Che Gorio Melendre en Juchitán. 1830. Venta de tierras de la República de Indios. 1846. Se concede beneficio de la sal a las comunidades. 1847. Juárez, Gobernador Interino del Estado; reestablece a los propietarios el usufructo de la sal. Un año antes, Oaxaca reasumió su Soberanía, como Chiapas y Yucatán. 1848. Pronunciamiento de Meléndez contra Benito Juárez. Pretende la separación del Istmo de Tehuantepec de Oaxaca. Invade fincas y salinas. Juchitán incendiado al reprimir a los alzados. Juárez explica: “…los juchitecos están en agitación […] desde el año de 1848 en que descaradamente se dedicaron al robo de sales y ganado, a proteger el contrabando, a rehusar la obediencia a las autoridades y a negarse al pago de las contribuciones. …este gobierno solicitó… por mediación de V E algunas concesiones respecto a la sal en favor de los juchitecos, que les fue negado. (Benito Juárez al Excelente Señor Ministro de Relaciones Interiores y Exteriores). 1850. Expropiación de tierras. Derrota de los rebeldes de Meléndez e incendio del pueblo. Alzados en Ixtaltepec, Juchitán, Huilotepec, San Blas y San Gerónimo. 1853. Muerte de Gregorio Meléndez. 1855. Juárez Gobernador de Oaxaca. Santa Anna crea el Territorio del Istmo de Tehuantepec. 1856. Acuerdos con Estados Unidos para el libre tráfico a la Alta California por la vía Minatitlán-Salina Cruz. (Ver prólogo a Brasseur de Beaubourg, Viaje al Istmo de Tehuantepec, SEP80/FCE, México, 1982). Documento pidiendo a la Comisión de Divisiones Territoriales del Congreso Constituyente la subsistencia del Territorio del Istmo. “La unión de Tehuantepec a Oaxaca dará por resultado una revolución de aquellos pueblos indefectiblemente y será verdaderamente sensible que la división territorial, combinada para mejorar la condición de los pueblos empiece por dando por fruto una sublevación armada. […] Proposición única: Subsistirá el Territorio de Tehuantepec con los límites que le dio el decreto de su erección.” El Imperio crea el Departamento de Tehuantepec. 1857. Al promugarse la Constitución el Departamento del Istmo vuelve a formar parte de los estados de Oaxaca y Veracruz. 1858. Enero 21. Nacimiento de Che Gómez, hijo de Gregorio Gómez y de Rosalía López de Gómez. 1865. El Imperio crea el Departamento de Tehuantepec, separado del territorio de Oaxaca. Ataque naval a La Ventosa. Los juchitecos toman Tehuantepec, donde estaba Remigio Toledo, aliado del imperio. Batallón Zaragoza al mando de Cosme Gómez vence a los franceses. 1866. Díaz, Jefe Militar en el Istmo. 1870. Plan de la Noria. “En Juchitán en 1870 una rebelión contra las autoridades locales y del Estado, cuyo caudillo fue Albino Jiménez, era la primera protesta contra el gobierno desconsiderado…; al frente de toda una brigada [Félix Díaz] bate a los rebeldes en los alrededores y después en el pueblo; en el combate se incendia una choza, y un fuerte norte propaga el fuego a cien más, de modo que la cacería concluye en el infierno. …y se lleva a Oaxaca el mejor trofeo de guerra: una imagen de San Vicente, el patrón idolatrado.” (Daniel Cossío Villegas. Historia Moderna de México. La República Restaurada.). Cuando finalmente acceden a regresar la imagen, la envían aserrada, en varias cajas. 1871. Porfirio Díaz, Presidente. Félix Díaz, Gobernador del Estado. El Istmo no secunda el Plan de la Noria, se alía al estado de Chiapas. 1872. Muere de Félix Díaz, asesinado en el Istmo por los juchitecos. “… después de la muerte de su hermano, el Presidente Díaz mandó tropas a Juchitán las cuales aparecieron en la plaza pública una tarde en que el pueblo se había reunido a oír música que tocaba la banda, e hicie-
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ron descarga sobre la multitud; los disparos continuaron hasta que la gente quedó en el suelo de la plaza, muerta o agonizando. (John K. Turner, México Bárbaro). 1880. Levantamiento en el Istmo contra el impuesto de Capitación: Gregorio Gómez y su hijo desconocen al gobierno del Estado. Epidemia de fiebre amarilla diezma el movimiento. 1881. Díaz, Gobernador. Pancho León Jefe Político. Se levanta en armas Ignacio Nicolás. 1882. Levantamiento contra el Jefe Político Pancho León. El Congreso de Oaxaca aprueba la construccióm del ferrocarril de Tehuantepec. Cesión de terrenos, 70 metros sobre el tendido de la vía. 1883. Inauguración de la vía férrea Tehuantepec-Salina Cruz. 1886. Se une José F. Gómez con Rosaura Bustamante, viuda de Palacios. 1887. Obtiene el título de abogado José F. Gómez. 1892. Ferrocarril Mexicano del Sur. 1894. Ferrocarril de Tehuantepec. 1895. Che Gómez Presidente Municipal de Juchitán. 1897. Concesión del Ferrocarril Nacional de Tehuantepec a Weetman T. Pearsons. 1901. Se forma el Club Liberal. Junto a los hermanos Flores Magón se encuentra Adolfo C. Gurrión. Son encarcelados en San Juan de Ulúa al año siguiente. 1902. Interinato de Bolaños Cacho. Emilio Pimentel, Gobernador del Estado. 1906. Junio. Huelga de Cananea. Plan de Partido Liberal Mexicano. 1907. Huelga de Río Blanco. Inauguración del Ferrocarril Mexicano de Tehuantepec y del puerto de Salina Cruz. Se concluyen las líneas férreas del Ferrocarril Pan Americano entre San Jerónimo y Guatemala. 1908. Febrero. Entrevista Díaz- Creelman. Aparición del “Club Organizador del Partido Democrático”, entre sus miembros se cuentan Benito Juárez Maza, Francisco Vásquez Gómez, Juan Sánchez Ascona. 1909-1910. Campaña presidencial de Madero. Visita a Oaxaca del 4 al 6 de diciembre. 1910. Febrero. Tercera reelección de Pimentel como Gobernador de Oaxaca, el candidato contrincante es Benito Juárez Maza. Julio. Séptima reelección de Díaz. Banquete ofrecido por Rosendo Pineda para celebrar el triunfo del Partido Científico. Septiembre. Fiestas del Centenario. Octubre. Fuga de Madero de la cárcel. Plan de San Luis, para levantarse en armas el 20 de noviembre. Octubre. Muerte del rebelde Santana Rodríguez, Santanón, en Acayucan. Noviembre. Asesinato de la familia Serdán. Bernardo Reyes candidato a la Presidencia. Renuncia y abandona el país. Diciembre. Protesta como Presidente Díaz. Primera victoria de Pascual Orozco. 1911. Marzo. Levantamiento de Zapata. Abril. José F. Gómez Presidente Municipal de Juchitán. Choque entre progresistas, que apoyan a Vásquez Gómez como Vicepresidente y antirreleccionistas que apoyan a Pino Suárez. Mayo 20. Renuncia y partida de Díaz. Una comisión de oaxaqueños lo acompaña a Veracruz. El Congreso de Oaxaca le envía un mensaje de agradecimiento. Manifestación de Madero para dar a conocer el triunfo de la Revolución. León de la Barra, Presidente Interino. Sabotajes al Ferocarril del Sur. Oaxaca incomunicado. Renuncia Pimentel a su cargo; varios gobernadores interinos duran apenas unos días. Mayo 29. Brote revolucionario contra el Jefe Político en Tehuantepec, Alfonso Santibáñez queda en su lugar. Mayo 31. Partida del Ypiranga.
Junio. Entrada de Madero a México. Convocatoria para elecciones extraordinarias. Regreso al país de Bernardo Reyes. Francisco Vázquez Gómez, Ministro de Relaciones Exteriores. Levantamientos de Ángel Barrios y Sebastián Ortiz en Oaxaca. Renuncia de Mariano Saynes a la Jefatura Política de Juchitán, Che Gómez la ocupa por ministerio de Ley. Francisco León va al Istmo y es rechazado; disturbios en Juchitán. Campaña electoral de Juárez Maza. Julio. Heliodoro Díaz Quintas, Gobernador Interino. Elecciones para Gobernador. Septiembre 12. Gana elección para diputado propietario en la Legislatura de Oaxaca José F. Gómez; Mario Palacios queda como suplente. Septiembre 15. Mensaje de felicitaciones de los oaxaqueños a Porfirio Díaz por su cumpleaños, redactado por José Inés Dávila. Septiembre 19. Se anuncia el triunfo de Juárez Maza. 21 de septiembre. Juárez Maza llega a Oaxaca. Protesta el día 23 como Gobernador Constitucional, hasta finales de 1914. Septiembre. Manifiesto del PLM. Octubre 6. Che Gómez rinde protesta como diputado por el Distrito de Juchitán. Octubre 18. Pide licencia como Diputado. Octubre 25. Es nombrado Jefe Político de Juchitán Enrique León. Octubre 29. Llegada de Enrique León a Juchitán. 0ctubre 31. Firma del Plan de Tacubaya, que desconoce de antemano el futuro gobierno de Francisco I. Madero y Pino Suárez y declaraba que su principal objetivo era llevar al Lic. Emilio Vázquez Gómez a la Presidencia de la República Noviembre 2. Comienza el tiroteo en Juchitán a las 2 de la tarde, más o menos. Noviembre 3. Ixtaltepec y ocho pueblos más se unen a los rebeldes. Noviembre 5. Llegada de refuerzos de Manzano a Juchitán. Noviembre 6. Rinde protesta Madero como Presidente. Levantamiento Vazquezgomista en la Cañada. Salen a Estados Unidos los hermanos Vázquez Gómez. Los rebeldes juchitecos establecen su campamento en Guela Beñe, Venero del Lagarto. Noviembre 7. Entrada de la Cruz Roja Neutral a Juchitán. Noviembre 13. Sale Chapital a México, para tratar asuntos de Juchitán. Llegan el Batallón Serrano a la ciudad de Oaxaca. Noviembre 26. Benito Juárez Maza pide autorización al Congreso local para viajar al Istmo. Noviembre 27. Asamblea de Partidos en el Conservatorio, exigencia de respetar soberanías. Discusiones en las Cámaras sobre el asunto de Oaxaca. Noviembre 28. Plan de Ayala. Diciembre 2. Sale de Oaxaca Juárez. Diciembre 4. Llega Juárez a San Gerónimo Benito Júarez Maza. Son apresados Che Gómez en Rincón Antonio y Palacios en Ixtepec. Diciembre 5. Muerte de Che Gómez y ocho acompañantes. Diciembre 6. Juárez en Juchitán. Diciembre 7. Proyecto de ley de amnistía. Juárez en Tehuantepec. Diciembre 13. 2,474 presentados en Juchitán. Diciembre 14. Regreso de Juárez Maza a Oaxaca. Diciembre 21. Informe ante la Cámara del Estado. 1912. Desde enero y hasta el 22 de julio siguen las incursiones de los verdes en Unión Hidalgo, Chicapa, Espinal e Ixhuatán, encabezadas por Felipe López. Febrero y septiembre. Epidemia de viruela negra en el Istmo. Marzo. Se subleva en Chihuahua Pascual Orozco a favor del doctor Francisco Vázquez Gómez.
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Levantamiento en La Cañada contra Madero. Marzo. El Gobernador reemplaza a Enrique León y designa como Jefe Político a Gaspar Allende. Protesta de los rojos. Abril 2. Represión de manifestación porfirista en la ciudad de Oaxaca. Abril. Unión Hidalgo, Chicapa, Ixhuatán, Chahuites, Ixtaltepec, San Blas y Juchitán vuelven a rebelarse. Abril 21. Muerte de Juárez Maza. Abril 26. Encuentros entre chegomistas y federales en Unión Hidalgo, Ixhuatán y Chicapa. Mayo a julio. Rebelión de Ixtepeji. Julio. Nueva amnistía en Juchitán. Julio 14. Elecciones. Miguel Bolaños Cacho, Gobernador electo. Agosto. Bolaños Cacho protesta como Gobernador de Oaxaca. Represión y prisión de los rebeldes de Ixtepeji. Mario Palacios, diputado, José F. Gómez Bustamante, suplente en la Legislatura de Oaxaca. Piden reconstrucción de pueblos del Istmo. Adolfo C. Gurrión y Crisóforo Cabrera Rivera Diputados Federales por Oaxaca. 1913. Propuesta de los diputados para crear el Estado del Istmo. Febrero. Decena trágica. Muerte de Reyes. Carranza desconoce a Huerta. Adhesión de Bolaños Cacho a Huerta. Junio. Banquete para periodistas Oaxaca presidido por Huerta y Díaz. Julio. Muerte de Adolfo C. Gurrión. Asesinato de Ismael Puga y Colmenares y Faustino G. Olivera. Los verdes se incorporan a las fuerzas carrancistas 1914. Rebelión serrana. Derrocan a Bolaños Cacho. José Inés Dávila Gobernador Interino. 31 de diciembre. Muerte de Mario Palacios 1915. Enero 1. Asesinato de Jesús Carranza. El gobierno de Oaxaca desconoce a los constitucionalistas y reasume su soberanía. Los rojos se unen a los serranos comandados por Félix Díaz y Mexuieiro. 1916. Septiembre. Convocatoria a un Congreso Constituyente. 1917. Enero 26. Ponencia de Crisóforo Cabrera Rivera y José F. Gómez Bustamante, Chechito, proponiendo la creación del Estado del Istmo. 1920. Asesinato de Venustiano Carranza. Gómez Bustamante es parte de su comitiva. Negociación con los serranos, preparación de las elecciones. García Vigil electo Gobernador de Oaxaca. 1923. Rebelión delahuertista desconociendo a Obregón. Junio. Muere en Oaxaca como rebelde delahuertista José F. Gómez Bustamante. 1924. Isaac Ibarra, Gobernador electo de Oaxaca. 1930. Tras los triunfos de Heliodoro Charis y los juchitecos en Ocotlán, Obregón les da las tierras y salinas de Paso Lagarto y se crea la colonia Álvaro Obregón. 1931. Rebelión de Fidel Sandanga. Muerte de los doctores Valentín Carrasco y Roque Robles, que encabezaban un movimiento armado que protesta contra la imposición del Presidente Municipal. Se autonominan nuevamente Partido Verde y proponen la independencia del Istmo.
ÍNDICE Y NOMBRE DE LUGARES
Abad, Catarino. Agente Municipal de Palomares. Acevedo, Jesús. Doctor, diputado de Oaxaca. Presidente Municipal de la ciudad de Oaxaca, antigomista. Mencionado entre los posibles candidatos como Gobernador de Oaxaca tras la muerte de Juárez. Aguilar, Cándido. General. Integrante en la segunda comisión de paz. Candidato al Gobierno de Veracruz, presunto Jefe Político temporal de Juchitán rechazado por Juárez Maza. Allende, Gaspar. Ex-miembro del PLM, preso algunos meses en San Juan de Ulúa. Nombrado por Benito Juárez Maza, reemplaza como Jefe Político a Enrique León en marzo de 1912. Expide manifiesto de amnistía. Allis, J.H. y Otilio Méndez. Médicos que practican las autopsias de José F. Gómez y socios. Alonso, Ricardo y Máximo Flores. Quejosos antigomistas de Guevea y Guienagati. Álvarez, Cesáreo o Ricardo. Herido por los rebeldes en Rincón Antonio a finales de noviembre. Arenas, Federico. Ciudadano muerto durante el asalto al Hotel Central. Argüello, Leonides. Mayor médico militar. Asesinado en los primeros días de la rebelión por considerársele espía de las Fuerzas Federales. Muerte muy reseñada en los diarios y juicios. Banderas, Juan (a) El Agachado. Encabeza levantamiento de yaquis en el Norte, simultáneo al del Istmo, por lo cual se le compara en varias ocasiones con Che Gómez. Baroni, Aldo. Corresponsal de El Demócrata Mexicano y comisionado de Che Gómez ante Madero. Barrio San Blas, Barrio San Gerónimo, Barrio Santa María, Barrio Guichivere, Tehuantepec. Barrios, Ángel. Ingeniero. Participante del levantamiento del PLM en 1906, preso en San Juan de Ulúa. Diputado electo en Oaxaca en 1911, renuncia a los pocos días. Encabeza los levantamientos en Cuicatlán contra Madero simultáneos a la rebelión chegomista. Barrios, Francisco. Subsecretario de la Cruz Blanca Neutral, representante de la Brigada de la Cruz Blanca Neutral en San Jerónimo. Barrios, Ignacio. Médico militar de Ixtaltepec, supuestamente apresado por los rebeldes. Atendía a Paula Gómez, hermana de Gómez en 1905. Blanquet, Aureliano. Coronel que llega con el 29 Batallón de refuerzo al mando de quinientos hombres. Bolaños Cacho, Miguel. Senador Federal por Oaxaca en 1911, autor del folleto “La Causa de Oaxaca”. Gobernador del Estado tras la muerte de Juárez Maza, se declara huertista en 1914. Bolaños Cacho, Rafael. Secretario particular del Gobernador Juárez Maza. Bravo, Ranulfo. Jefe Político de Coixtlahuaca, maderista. Director de El Correo del Sur. Brigada de la Cruz Blanca Neutral (primera): R. M. Jiménez, J. MacPherson, Dussart, Mateo Salvat, José Márquez, Alfonso Acosta, Pascual Méndez. Brigada de la Cruz Roja:, Juan M. Cárdenas o Cadena (jefe), Miguel E. Pavia, José G. Vargas, Norberto Díaz Mateos, Puig Constant, Leo Stein, A. E. Laurence Jr., Andrés Díaz, Brioso. Bustamante de Gómez, Rosaura, equívocamente mencionada como Rosa o Rosario. Originaria de Sinaloa. Esposa de Che Gómez. Madre de Mario Palacios, cuatro hijas y de José F. Gómez Bustamante Chechito, el más pequeño.
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Cabrera Rivera, Crisóforo. Quejoso corresponsal de León de la Barra. Diputado por el Distrito de Tehuantepec. Participa en el Congreso Constituyente de Querétaro con José F. Gómez Bustamante. Calero y Sierra, Manuel. Ministro de Relaciones Exteriores de Madero. Vicepresidente del Club Central Democrático del cual Juárez Maza fue Presidente. Responde a Legislatura de Oaxaca en la Cámara, a nombre de Madero. Calvo Monte Rubio o Monterrubio, Vicente. Doctor. Candidato a Diputado por Tehuantepec, apoyado por Santibáñez y socios. Pierde ante Plutarco Gallegos. Cano, Ventura. Presidente Municipal de Rincón Antonio. Uno de los asesinos materiales de Che Gómez. Canseco, Alberto. Declina ser parte de la comisión pacificadora. Coronel juchiteco propuesto por Madero como Jefe Político de Juchitán, rechazado por los gomistas por ser militar. Carballo, Tomás (a) Matanche o Matanchi. Tehuano, jefe del grupo que emboscó y asesino a José F. Gómez y acompañantes con Margáin Luis, Josué Esteva, Ventura Cano, Lino J. Aragón, Aurelio Mortir, Paulino V. Fuentes, Andrés L. Symo, Fortunato Torres, Guillermo Ricarcia, Emilio Cabrera, Rómulo Cortas, según lista de El Imparcial. Castellanos, Abraham. Profesor, director de la Escuela Primaria Anexo Normal para maestros. Corresponsal de Juárez Maza. Castellanos, Celso. Denunciante del caciquismo de Gómez. Castillejos, Severo W. Licenciado, apoderado legal de Gómez en 1905; “antes felicista, ahora Juarista”. Enemigo y opositor en 1911 de Gómez, trabajó en el periódico de Vicente Matus, fue presidente Club Juarista. Castillo, Víctor Manuel. Licenciado, cuñado y socio de Julio González en negocio con Ferrocarril Nacional de Tehuantepec para proveer durmientes. Castro, Jesús Agustín. Gobernador general de Salina Cruz y Jefe de la División 21 del Ejército del Sureste nombrado por don Venustiano Carranza en 1914. Cerqueda, Rosaura. Chica Beta, cuya casa fue destrozada por uno de los cañonazos de los federales. Madre de Enrique Liekens, pide treinta mil pesos de indemnización por daños a su propiedad. Chapital, Constantino. Miembro de la Asociación Juárez en 1902. Enviado a resolver conflictos por la muerte de Woolrich en Tehuantepec en octubre de 1911. Jefe Político del Distrito durante octubre y noviembre. Gobernador Interino cuando Juárez Maza sale del Estado de Oaxaca, para dirigirse a Juchitán. Charis, Heliodoro. Chegomista muy joven, desde los 15 años lucha con Felipe López tras la muerte de Gómez. Se pronuncia contra Huerta, General carrancista y obregonista. Diputado, Senador. Obtuvo las tierras de Colonia Obregón. Charis, Victoriano. Victu o Vito Chare. Comerciante. Logró escapar a la matanza de Barrancón. Continuó la lucha chegomista tras la muerte del líder. Tío de Heliodoro Charis. Cheguigo. Barrio de Juchitán, en la ribera norte del Río de los Perros. Chicapa. Chihuitán, Distrito de Tehuantepec. Chimalapa, San Miguel. Chiñas, Febronio. Comerciante, chegomista, director de campaña durante el levantamiento, segundo de José F. Gómez, participó antes en el alzamiento de 1882. Casado con Juana Gómez.
Chisi o Shivi, Zenón. Cabecilla indio. Club 25 de Mayo. Grupo político santibañista de Tehuantepec. Club Juarista de Oaxaca, entre sus miembros se cuentan Raúl Calvo, Carlos Marín, Pablo Azcona, Daniel C. Pineda, Juan Vasconcelos. Comerciantes chegomistas que firman telegrama del 31 de octubre apoyando a Gómez: Gerente Sucursal Banco Oriental, Pánfilo Ríos. Cajero Cont. Sucursal B. Oriente J. L. Sanatella, Fco. E. Dordelly, Samuel R. Vera, Juan Jiménez, Carlos H., J. Arenas, Secretarios. Miguel Musalem. Por Pan [americano] Ríos, depto. de tienda. Faustino Ortiz. Por la Cia. de Luz y Fuerza S.A. El Encargado E. Enríquez. Comisiones unidas tercera de Gobernación y segunda de Puntos Constitucionales encargadas del conflicto de Juchitán: Tomás Berlanga, Andrés Ruiz y Silva, Amador Cárdenas, Francisco M. de Olaguíbel, José N. Macías y Carlos M. Saavedra. Comitancillo. Cortés, Ismael; Enrique Liekens, José D. Castillejos, Eugenio Achazarreta juchitecos residentes en el D. F. Cosío Robelo, Francisco. Informante del Gobierno entre la primera y segunda comisiones de paz, a su paso hacia Chiapas donde como negociador de Madero. Dávila, José Inés. Asesor de Francisco León de la Barra, acusado de instrumento de Félix Díaz con Fidencio Hernández y Guillermo Mexueiro, todos ellos posteriormente Soberanos. Gobernador del Estado Libre y Soberano de Oaxaca en 1914. Delgado, J. Gral. Jefe de la Zona Militar en 1912. Díaz Chávez, Manuel. Licenciado. Secretario del Juzgado de Tehuantepec. Nombrado Juez de Primera Instancia el 6 de diciembre de 1911, encargado de investigar el asesinato de Gómez y llevar la causa de Mario Palacios. Díaz, Félix. General Brigadier. Sobrino de don Porfirio. Gobernador interino de Oaxaca por unos cuantos días en 1911. Candidato a Gobernador en las elecciones de 1911 y 1912. Díaz Pola, Reynaldo. Ayudante de su tío como secretario en la primera comisión de Paz. Díaz Quintas, Heliodoro. Licenciado, Gobernador Interino de Oaxaca desde junio de 1911 hasta septiembre del mismo año. Secretario de General de Despacho de Benito Juárez. Le acompaña en su viaje de diciembre al Istmo. Diputados en la Legislatura de Oaxaca en 1911: Ángel Barrios, José F. Gómez, Carlos M. Gil, Brena, Manuel de Esesarte, Rosas, Luna, Rafael Ordiozola, Severiano Avendaño, García, Acevedo, Ernesto Rosas, Alberto Vargas, Alberto Montiel, Faustino G. Olivera, Ismael Puga y Colmenares. Los dos últimos fueron asesinados por Huerta. Diputados federales por el Estado de Oaxaca en 1911. Rafael Aguilar, Andrés Cruz Martínez, José Romero, Juan Chapital, Manuel H. San Juan, José Ignacio Álvarez, Joaquín Ogarrio, Luis C. Curiel, Jr., Ignacio M. Luchichí, Ignacio Burgoa, Wenceslao García, Manuel C. Escobar, Francisco Modesto Ramírez, S. García Cuéllar, Benjamín Bolaños, José María García Ramos, Antonio Maza, Prisciliano Maldonado, Constancio Peña Idiáquez. Antonio Salinas, Andrés Ruiz Silva. Dussart. Médico. Jefe de la Brigada de la Cruz Blanca. El Barrio, Tehuantepec. Enríquez, Eulogio. Empleado de los Gómez, autor de carta a doña Rosaura Bustamante viuda de Gómez. Escobar, Antonio. Jefe Político de Juchitán a finales de 1912, sustituye a Allende.
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Espinal. Estación Gamboa. Estación Pérez. Estación Santa Lucrecia. Esteva, José o Josué. Elector por Petapa en octubre. Acusado de participar en el asesinato de Che Gómez. Estudillo, Juan. Presidente Municipal de Ixtaltepec, chegomista levantado en armas según declaración de Merodio. Félix. Feli Chica. Cuñado y secretario de Che. Ferrucio, Toscano. Cura italiano mediador y testigo. Flachi, Pedro. Jefe del telégrafo de Estación San Jerónimo. Flores, Jesús. Juez de Distrito de Tehuantepec en octubre de 1911. Fuentes, Francisco, propietario del resistente y emblemático espejo. Fuentes, Teófilo. Presidente Municipal de Juchitán, elección anulada justamente antes de la caída de Díaz, según El Demócrata de Juchitán. Fuentes, Victoriano. Juchiteco notable en la ciudad entrevistado, declina ser comisionado de paz. Gallegos, Plutarco. Tehuano. Miembro del PLM. Diputado federal por Tehuantepec en 1911 y en el Constituyente de Querétaro. Gavira, Gabriel. Comisionado de paz en junio de 1911 y luego con la segunda comisión. Gil, Carlos M. Presidente de la Legislatura de Oaxaca y delegado a México para tratar asuntos de la soberanía con el Presidente Madero. Gochicoa, Alfredo. Representante de la Brigada de la Cruz Blanca Neutral en Salina Cruz. Gómez (hermanas). Tomasa, Rita, Andrea, Virginia y Paula. Gómez (hijos). Eloísa, María Luisa, Rosaura, Estefanía y José F. Gómez Bustamante. Gómez Bustamante, José (a) Chechito, niño Josecito. Hijo de José F. Gómez. Diputado suplente por el Istmo al Congreso Constituyente, 1916-1917, ya con grado de Coronel. Muere en la rebelión delahuertista. Gómez, Cosme. Tío del Che; encabeza la oposición contra Pancho León en 1888. Gómez, David y Moisés. Hermanos, medios hermanos o primos de Che Gómez, miembro de su Estado Mayor y cornetero respectivamente. Gómez, Efraín R. Militante rojo que más tarde se alía a Santibáñez, fue preso tras la muerte de Jesús Carraza. Fue luego constitucionalistas y obregonista. Ingresó al ejército en 1913 y llegó a ser General. Gómez, Félix O. Hermano del Che. Presidente Municipal de Juchitán desde junio de 1911. Gómez, Gregorio. Padre de José F. Gómez. Gómez, Juan, (a ) El cartero. Dinamitero, atacante del Hotel Central, muerto en la toma de Palacio por los Federales. Gómez, Rafael. Tío de Che. Guía de la primera comisión; liberado por los militares para conducir a los emisarios. González F., Miguel. Licenciado. Nombrado Jefe Político de Tehuantepec el 16 de noviembre de 1911. González Salas, José M. General, encargado de la Cartera de Guerra de Madero (finales de noviembre de 1911). González, Abraham. Ministro de Gobernación. González, Cayetano. Párroco de Ixhuatán asesinado por los juchitecos el 24 de noviembre de 1911.
González, Julio J. Jefe Político nombrado por el gobernador interino, en julio de 1911 tras la renuncia de Carlos Rodríguez y por mediación de Gavira. Cuñado y compadre de José F. Gómez. Jefe de su Estado Mayor durante el levantamiento. Aparece en los archivos extemporáneos previos. Granguillome, Julio. Síndico municipal de Juchitán. Secretario del jefe de la sublevación de Juchitán, detenido el 25 de noviembre. Gueela Xhada. Cuartel de Che Gómez durante los primeros días de noviembre. Guerra, Antonino, Urbino Viel y socios presos de Santo Domingo Petapa falsamente acusados de la muerte de Francisco Guzmán. Guevea (de Humboldt). Pueblo del distrito de Tehuantepec. Guichicovi, San Juan. Guienagati. Guigu Beñe. Paso Lagarto. Gurrión, Adolfo C. Originario de Juchitán. Miembro de la Asociación Juárez en 1902. Preso en 1906 en San Juan de Ulúa con los magonistas. Apoya a Juárez Maza en su defensa de la soberanía. Encargado del licenciamiento de chegomistas tras la muerte de José F. Gómez. Diputado federal 1912. Asesinado en Chihuitán en 1913 por órdenes del Secretario de Gobernación huertista Urrutia. Gurrión, Evaristo. Hermano de Adolfo C. Alcalde primero suplente y, por ministerio de ley. Juez de primera Instancia de Tehuantepec en mayo de 1912. Gurrión, Mariano C. Comerciante chegomista. Guzmán Atilano y Arnulfo Próspero. Gomistas que amenazan a ciudadanos de Guevea y Guienagati. Guzmán, Francisco. Presidente Municipal de Sto. Domingo Petapa asesinado. Vicente Matus le llama “motín” de 1909. Guzmán, Onofre. Rebelde de Guevea, distrito de Tehuantepec. Gyves de, Fernando. Miembro de la primera comisión de paz. Haskell, Lewis W. Cónsul de EEUU en Salina Cruz. Hernández, Agustín o Gabriel. Capitán Primero a cargo de cuerpos rurales y de la pieza de artillería Saint Chaumond-Mondragón, sale desde Salina Cruz. Ixhuatán. Ixtaltepec. Jalapa (del Marqués). Jara, Heriberto. Secretario de la segunda comisión de paz a Juchitán, adjunto de la jefatura que encabezaría Aguilar. Ninguno de los dos ejerce el nombramiento de Madero. Jiménez, Dionisio. Síndico municipal de Juchitán, aprehendido por Enrique León con su hermano, Eufemio. Jiménez, Vicente. Cabecilla y secretario particular de José F. Gómez durante el levantamiento. Hermano de Eufemio, “implicado”. Julián, Salomón. Sirio sobreviviente al asalto del Hotel Central que rinde testimonio. Klerián, María. Esposa de Benito Juárez Maza. La Sombra de Juárez, periódico de Oaxaca, hecho con participación de istmeños. Laguna Biuse. Laollaga, Tehuantepec. Lara, Benito. Envía informes desde Juchitán a Juárez Maza. Lena, Felipe. Secretario municipal de Juchitán.
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León, Enrique. Originario de la ciudad de Oaxaca. Oficial Mayor del Gobierno de Oaxaca. Nombrado jefe político para sustituir a Che Gómez en octubre de 1911, ejerció el cargo hasta marzo de 1912. León, Francisco. Ingeniero y coronel. Nació en Juchitán el día 4 de octubre de 1846, participó en las filas del ejército liberal; fue presidente municipal de Juchitán en 1876 y Jefe Político del Distrito. Terrateniente. Construyó el Palacio Municipal, diseñado por el italiano Esteban Cioto entre 1881 y 1883. Dividió en secciones la ciudad y trazó las calles, hizo el camino a Unión Hidalgo y a Tehuantepec. Murió en la ciudad de Oaxaca el 8 de octubre de 1916. León, Ricardo. Ingeniero editor de El Demócrata de Juchitán. Liekens Enrique. Poeta. Residente juchiteco de la ciudad de México, informado y declarador. Posteriormente carrancista, diplomático. Llave, Miguel de la. Oficial Mayor del Gobierno de Oaxaca. López Lena, Alejandro. Comerciante de Juchitán. Muerto en el primer día de combate. López Terán, Nicolás. Nicu Dada. Sargento Primero, entrenador militar de los chegomistas en septiembre y octubre, miembro del estado mayor de Gómez que logró escapar en la matanza final. López, Emilio. Jefe rebelde de Unión Hidalgo. López, Eugenio. Secretario del juez que auxilia en la causa de Mario Palacios. López, Felipe. Chegomista de Niltepec, uno de los que se pone a la cabeza del movimiento a la muerte de José F. Gómez. López, Gerardo. Asesino de Argüello, a decir de la Cruz Roja. Madero, Ernesto. Ministro de Hacienda y Crédito Público (noviembre de 1911). Manzano, José. Coronel del 15º Batallón que rompe el cerco de los rebeldes con 250 de los 300 hombres y once oficiales sitiados. Se incorpora a las fuerzas de Zozaya el día 5 de noviembre con “el cañón”. Maqueo Castellanos, Esteban. Abogado, dueño de tierras en Rincón Antonio, Ixtaltepec, Petapa y de las Haciendas y salinas Marquesanas. Senador Federal en 1911. Candidato a diputado en 1912. Marín, Carlos. Director de la publicación La Sombra de Juárez, tesorero del Club Juarista. Márquez, Alfonso. Licenciado, antes Juez de Primera Instancia y Jefe Político—no es claro en qué lugar de Oaxaca— proporciona información geográfica e histórica a El Diario. Martín, Matiliano. Presidente Municipal de Unión Hidalgo. Martínez, Fermín. Aprehendido en Estación San Gerónimo con Mario Palacios. Matus Gallegos, Gabino. Autoridad de Estación San Antonio. Matus, Vicente. Licenciado, director El Demócrata de Juchitán con el ingeniero Ricardo León. Juez en Juchitán en junio de 1911; acérrimo enemigo de Gómez. Meléndez, Martín. Presidente municipal de Tapanatepec de el Distrito de Juchitán en junio de 1911. Mendoza, Bruno. Gendarme de Ixtaltepec. Empleado de Dordelly. Chegomista identificado como participante en el asalto al Hotel Central. Merodio, Guillermo. Hijo de Telésforo. Sargento Primero del 30º, Batallón muerto en combate el día 5 de noviembre. Merodio, Telésforo. General en Jefe de la 9ª Zona, 30º Batallón, cuya sede estaba en San Gerónimo.
Mogoñé. Monroy, Ireneo. Párroco de Juchitán, atraviesa el pueblo a conferenciar con los federales, con una bandera blanca; a decir de Ismael, pagado por Juana Cata. Morales, Jesús. Presidente Municipal de Estación Reforma. Niltepec. Novena Zona Militar. Su sede es San Jerónimo y abarca la sección veracruzana del Istmo y parte de Chiapas. Se pide se traslade a Juchitán anteriormente. Acuartelada allí durante los sucesos. Ochoa, Guadalupe J. Lucha con los Magonistas en el sur de Veracruz y los traiciona. Jefe maderista apresado a principios del movimiento. Se encarga de la instrucción militar de los chegomistas en septiembre y octubre de 1911. Apresado el 1º de noviembre de 1911, ya está libre el 19 de enero de 1912 y aparece en Tonalá en unión de la viuda de Gómez el 4 de febrero. Olivera G. Faustino. Profesor, Diputado en Oaxaca. Encabeza las protestas contra Madero; pide el nombramiento de Jefes Políticos adecuados con sus gobernados. Asesinado por los huertistas. Ordiozola. Encabezó el Club Liberal Regenerador de Cuicatlán y publicó el efímero diario El Bien Público. Diputado en la Legislatura estatal a finales de 1911. Ordóñez, Pedro. Pedro Gildo. Jefe rebelde de Ixhuatán Orozco, Albino. Comerciante, chegomista. Prisionero y guía de los comisionados de paz y Baroni, relata a los periodistas la batalla desde el punto de vista chegomista. Palacios Bustamante, Mario. Entenado de Che Gómez. Diputado suplente en la misma Legislatura que su padrastro. Detenido por Juárez Maza en Ixtepec; liberado días después, ingresa a la Inspección General de Cuerpos Rurales. Jefe del Estado Mayor a Jesús Carranza es fusilado en Ixtepec, el último día de 1914. Palomeque, Federico. Presidente Municipal interino de Chihuitán en julio. Toma la presidencia y encabeza la asamblea que nombra a la nueva autoridad. Paso Labor. Paso Lagarto. Pavía, Miguel. Jefe de la Brigada de la Cruz Roja. Pérez Herón o Gerón. Cabecilla indio. Petapa, Santo Domingo. Pimentel. Gobernador de Oaxaca reelegido por tercera vez hasta que renunció, en 1911. Pineda, Epifanio. Recaudador de rentas de José F. Gómez. Pineda, Pablo. Presidente Municipal Interino tras la salida de los chegomistas de Juchitán. Jefe de los voluntarios rojos. Pineda, Rosendo. Prominente porfirista con diversos cargos públicos, protector de Gómez durante el Porfiriato. Sigue participando en la política del Istmo hasta 1912, cuando menos. Pino, José del. Oriundo de Ixtaltepec. Magonista, luego suscriptor de La Sombra de Juárez. Pola, Ángel. Miembro de la primera Comisión de paz. Diputado. Pueblos chegomistas (10 de noviembre): Ixtaltepec, Ixhuatán, Zanatepec, Niltepec, Chihuitán, Cerritos y San Miguel Chimalapa. Quiroz. Teniente Coronel al mando del 18º Batallón con doscientos soldados y dos ametralladoras (12 de noviembre). Rancho Guviña.
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Regidores de Juchitán. Andrés Aquino, Esteban Chiñas, Apolinar Lagunas, M. López Yu, Ezequiel Luis, Silvestre Luis, Macario Sánchez, Zacarías Sánchez, Dionisio Valdivieso, Ezequiel Vázquez. Rincón Antonio, hoy Matías Romero. Rivera Cabrera, Crisóforo. Opositor de Santibáñez en Tehuantepec. Diputado federal en 1912. Participante en el Congreso Constituyente con la propuesta de creación del Estado del Istmo. Robles, Gregorio. Juez Civil de Juchitán. Robles, Juvencio. General, uno de los cinco niños recogido por Díaz. Activo aún en 1911. Más tarde atacará a los zapatistas. Visita con comisión de juchitecos al Presidente para proponer una comisión de paz distinta, son recibidos por Abraham González. Le acompañan los señores General José María Hernández, Coronel de Ingenieros Alberto Canseco, profesor Adolfo C. Gurrión, señor Enrique Martínez, Ing. Porfirio Ruiz profesor Ismael Cortés, Enrique Liekens, José D. Castillejos, Eugenio Achazarreta. Rodríguez Contreras, Luis. Reportero de El Diario del Hogar, entra a Juchitán con las Fuerzas Federales de Manzano el día 5, que le otorgan una constancia de su colaboración y gallardía. Rodríguez, Carlos. Jefe Político de Juchitán por unos cuantos días en junio y julio, antes de que se nombrara a Julio González. Romero C., Juana. Juana Cata. Amante y amiga tehuana de Porfirio Díaz, dueña de fábrica de azúcar, incendiada por desconocidos. Rueda, Epifanio. Recaudador de Contribuciones muerto en los primeros días del combate. Rueda, Feliciano. Presidente Municipal de El Barrio, Tehuantepec tras el encarcelamiento de Santibáñez. Enemigo de Gómez. Ryan, Mr. W. B. Gerente del Ferrocarril Panamericano. Salado Álvarez, Victoriano. Presunto instigador de la revuelta desde Guatemala. Salinas, Gabriel. Chevié Salinas. Jefe chegomista que continuó la lucha tras la muerte de Che Gómez. Salinas, Maclovio. Dueño de peletería y sombrerería. Originario de Oaxaca, pide protección para su comercio abandonado. San Dionisio del Mar. San Germán, Arnulfo. Diputado oaxaqueño, candidato a gobernador al mismo tiempo que Juárez y también tras su muerte. San Jerónimo, Estación San Gerónimo, Ixtepec. San Mateo del Mar. Sánchez Hilario. Meshu Calvario. Jefe rebelde de Chicapa de Castro. Sánchez, León. Enviado de El País. Sandoval, Federico. Juez de primera Instancia del Distrito asesinado por los rebeldes en el Hotel Central. Santibáñez, Alfonso. Jefe Político Tehuantepec desde julio hasta octubre de 1911, encarcelado por asesinato de Woolrich y trastornos. Más adelante se afilia con Soberano y Zapatista. Representante independiente a La Convención. Fusila en 1915 a Mario Palacios al apresar a Jesús Carranza, a quien asesina posteriormente. Santibáñez, Antonio, Alfredo, Arturo y Felipe. Hermanos de Alfonso. Su padre fue diputado y Jefe Político, construyó el Palacio Municipal de Tehuantepec. Felipe es encarcelado por Juárez Maza en su gira de diciembre a Tehuantepec después de una entrevista para abogar por su hermano encarcelado.
Saynes, Mariano. Presidente Municipal de Juchitán en diversas ocasiones a finales del siglo XIX. Saynes, Román. Presidente Municipal antes que Gómez, hasta mayo de 1911. Quejoso por salvoconductos enviados. Shepard, Shephard o Shepherd, Abel George, escrito con diversas ortografías. Ciudadano americano muerto el día 4 de noviembre en el Hotel Central. Sodi, Demetrio. Magistrado de la Suprema Corte, oaxaqueño avecindado en la ciudad de México entrevistado por los diarios en varias ocasiones, Antigomista. Solano, Gastón. Pasante de Derecho, secretario particular de Gyves, con la primera comisión, “achichincle” de Rosendo Pineda, según acusan los juchitecos de la ciudad de México. Soto, Amable y Germán, comerciantes, dueños de la imprenta antigomistas. Tapanatepec. Testigos en el caso de Mario Palacios, sobre los hechos ocurridos en el Hotel Central donde murieron el Señor Juez, el Pagador, el español Benito agente de la Cervecería Monterrey, un Americano, un Chiapaneco, Federico Arenas, los hermanos Samuel y Felipe Vera, dueños del Hotel : Laura Vera y su sobrina Eglantina Reyes Vera, Francisco E. Dordelly, Constancio R. Vera, Abelardo López Azcona, Miguel Martínez, José Inés Sánchez, Lázaro Sánchez, Manuel R. Gómez, Manuel Guerra, Manuel Zozaya, Teniente Carlos Oviedo, Enrique León, Carlos Ríos, Gil Montero, Carlos Jiménez, Maclovio Salinas, Eduardo Pascal. Tín Shaba. Juchiteco de la Séptima Sección. Cornetero y Jefe de Instrucción Militar de los chegomistas. Tlacotepec, Tehuantepec. Toledo Cano, Cipriano. Presidente Municipal de Ixtaltepec, gomista. Toledo, Braulio. Ocupará mil hombres para surtir de durmientes al ferrocarril. Destinatario de carta que incrimina a Juárez Maza, según denuncia su viuda. Toledo, Demetrio. Presidente Municipal de Ixtepec en enero de 1912. Torres, Luis M. Pagador del 30º Batallón, asesinado por los rebeldes en el Hotel Central. Trejo y Lerdo de Tejada, Carlos. Procurador de General de Justicia del D. F., acompaña a Juárez en su campaña para gobernador. Enviado por Madero a la ciudad de Oaxaca para negociar, después del conflicto de noviembre por la Soberanía. Ulloa, Cayetano. Presidente Municipal de Chihuitán depuesto por asamblea popular. Unión Hidalgo. Valdés, Agustín A. General Brigadier, Jefe de la Sección Mixta de Operaciones que llegó como refuerzo y rompió el primer cerco rebelde a los federales. Valdivieso, Aurelio. Candidato a Gobernador, Senador por Oaxaca. Vázquez Gómez, Emilio. Licenciado. Ministro de Gobernación durante el interinato de León de la Barra, se entrevista con José F. Gómez tras los incidente de junio y julo. Envió armas a los jefes revolucionarios. Vázquez Leselle, Benito. Súbdito español agente de la Cervecería Monterrey, muerto en el asalto al Hotel Central. Vera, Sabás. Empleado de telégrafos, presunto espía chegomista que les conseguirá armas tras la muerte de Gómez. Vera, Samuel. Trabaja en el Banco Oriental y pide en telegrama quede en su puesto Gómez. Con su hermano Felipe muere en la toma del Hotel Central. Sobrevivieron el asalto su hermana Laura y su sobrina Eglantina Reyes Vera.
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Víctimas del atentado donde murió Che Gómez: Rosalino López China, Mariano Gómez (Tayde), Nicolás Jiménez Moisés Gómez, Albino Orozco, Jehová Gómez y Marcos López Payo, escapándose Nicolás López Terán (Nicu Dada), Víctor Charis y Remigio Castillo. Villar, Ismael. Jefe Político de Juchitán nombrado por Juárez a finales de noviembre. Woolrich Carlos. Licenciado. Asesinado en Tehuantepec, a principios de octubre de 1910 con Hipólito Jiménez, Julián Rito y Tiburcio Rodríguez. Santibáñez es acusado del crimen y encarcelado. Woolrich, Thomas. Terrateniente de Tehuantepec de origen canadiense, quien hizo su fortuna vendiendo tintes de palo de Brasil y añil. Padre de Carlos y corresponsal de Juárez Maza. Xadani. Zanatepec. Zárate, Nicanor. Miembro del Estado Mayor de José F. Gómez durante el levantamiento. Zárate, Silvestre. Presidente Municipal de San Gerónimo Ixtepec. Acusador de Mario Palacios. Zea, Leopoldo. Corresponsal de El Imparcial. Fue el último reportero en salir del Istmo. Zozaya, Manuel. Coronel del 30º Batallón de Infantería, regiomontano, a cargo de la 9ª Zona Militar, en Juchitán al comenzar la rebelión. Zuriaga, Rodrigo. Teniente de 9ª Zona Militar.
BIBLIOGRAFÍA
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ÍNDICE
◘ Introducción ◘ Fuentes
◘ Antecedentes
◘ Crónica de un levantamento anunciado ◘ 40 días que estremecieron al Istmo
10 20 28 72 80
◘ Secuelas inmediatas
424
◘ Cronología del Istmo
460
◘ Destinos cruzados
◘ Índice onomástico y de lugares ◘ Bibliografía
452
466 478