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Un clúster, dos modelos de promoción y un halo de optimismo
Con independencia de la fórmula para la exposición de novedades, febrero ha puesto de manifiesto que el sector mantiene su capacidad de atracción para clientes nacionales e internacionales. De este modo, los empresarios encaran el año 2023 con mayores dosis de optimismo tras los buenos resultados de Cevisama y de las ferias individuales celebradas de forma paralela en la provincia de Castellón.
Martín Plaza
La reciente edición de Cevisama ha evidenciado un escenario totalmente inédito para la industria cerámica española: la confluencia en el tiempo (y casi en el espacio físico) del encuentro internacional de Feria Valencia con la celebración en la provincia de Castellón de convocatorias individuales de destacadas firmas del sector.
Este nuevo modelo de promoción, que hasta la llegada del coronavirus solo había sido capaz de explorar Porcelanosa Grupo, se ha extendido con la proliferación de convocatorias paralelas a la gran cita cerámica por excelencia en territorio español. Así, Grupo Pamesa, Argenta, Cifre, Grespania, Colorker, Kerajet o Gruppo B&T, entre otras firmas, han optado este año por no a acudir a Cevisama y trasladar a su cartera de clientes sus últimas novedades de producto mediante jornadas de puertas abiertas en sus propias instalaciones.
Ante esta situación había mucha expectación por conocer si Cevisama sería capaz de mantener su capacidad de atracción de clientes nacionales e internacionales. Y finalizada la edición marcada por una gran incertidumbre previa puede afirmarse que los resultados han sido satisfactorios para los expositores tanto cerámicos como de los sectores complementarios. Con más de 74.000 visitas, y con una cuota de profesionales extranjeros del 25%, el balance final ha sido aplaudido por los fabricantes.
La afluencia ha sido menor que la anterior a la feria antes del coronavirus, pero ha sido “muy positiva” a pesar de la ausencia del colectivo de esmalteras y de la mitad de productores cerámicos. El buen flujo de asistentes ha ido acompañado de volumen de negocio, así que puede darse por cumplido el objetivo para las firmas con stand, tal y como se han encargado de recalcar a Técnica Cerámica la gran mayoría de empresarios consultados.
Y lo curioso de la coyuntura es que las grandes firmas que han optado por organizar muestras de tendencias en sus showrooms también han cosechado buenas sensaciones en sus convocatorias propias. Con jornadas de puertas abiertas con una duración que ha oscilado entre una y tres semanas, las sedes de las compañías que han optado por desligarse de Cevisama han estado igualmente concurridas. Hoteles y restaurantes de la provincia de Castellón atestiguan este éxito y se han beneficiado de este repunte de visitantes en las localidades cerámicas por excelencia como son Onda, Vila-real o Alcora.
En este sentido, las compañías han apostado por incorporar alicientes gastronómicos, musicales, divulgativos o deportivos (caso de Grupo Pamesa) para acompañar las visitas de sus clientes y ofrecerles un trato VIP al tiempo que les mostraban las últimas propuestas en recubrimientos cerámicos.
Con todo, parece indudable que, con independencia del modelo de promoción que se escoja, el sector azulejero español se encuentra vivo. Con muchas dificultades, pero vivo y con ganas de seguir avanzando. Las administraciones continúan sin aportar su grano de arena para aliviar los problemas vinculados con los sobrecostes energéticos pero la industria, como siempre ha hecho a lo largo de su historia, sigue su camino.
De hecho, tras la celebración de Cevisama y de los actos paralelos que se han llevado a cabo, las expectativas para 2023 son más optimistas que las que se contemplaban al principio del ejercicio. Tanto el mercado nacional como los de exportación están manteniendo o, incluso, incrementando el ritmo de pedidos, por lo que se atisba un escenario más halagüeño para el corto y medio plazo. La situación está lejos de ser idílica, pero con una respuesta potente de la demanda las perspectivas han ido a más.
Eso es lo realmente importante para todos los agentes de la industria. Ya habrá tiempo durante los próximos meses de contestar a algunas de las preguntas que están la mesa y que, de forma paulatina, irán resolviéndose de forma natural: ¿Volverán a exponer en Cevisama todos o parte de los fabricantes que este año han optado por salirse de la muestra internacional? Las patronales del clúster ¿promueven la participación en la cita de sus firmas asociadas? ¿Cuál será la decisión que tomarán las firmas esmalteras tras su ausencia de 2023? ¿Habrá compañías españolas que opten por no acudir a Cersaie? ¿Es positivo de cara a los mercados exteriores ofrecer una imagen de división y no aglutinar toda la oferta en un mismo recinto físico?
¿Es compatible un modelo híbrido y exponer en Cevisama y, al mismo tiempo, ofrecer un trato más personalizado en una cita simultánea en Castellón? ¿Cuánto se benefician las empresas de otros países de la pérdida de expositores españoles en Cevisama y de la imagen de desunión que se exporta? ¿Qué medidas adoptará la organización del salón de Feria Valencia para incentivar el retorno de firmas? ¿Cómo puede mejorar la feria para ser más atractiva para las empresas y para los visitantes? ¿Qué se ha hecho mal en los últimos años para que el evento tenga detractores? ¿Puede complementarse la feria física con nuevos alicientes digitales? El programa paralelo ¿irá a más en los próximos años? ◆