La Pasión de un Locutor

LA PASION DE UN LOCUTOR

Por Gabriela Figueroa

Se hacer bien pocas cosas en la vida, por ejemplo, hablar de radio y hacer radio.

En algún momento de mi vida comprendí y asumí que me gustaba comunicarme y expresarme, así se me presentó la posibilidad de estudiar locución, luego me enamoré perdidamente del retorno que trae ejercer la profesión, ese tesoro invaluable que son el público y su atención.

Hacer radio es encontrarte volando alto encerrado en cuatro paredes, cuando te indican que vas “Al Aire” extiendes tus alas y dándolo todo, nada te detiene. De esta manera llegas a los hogares y te abren las puertas, de pronto estás acompañando a las personas mientras le cuentan a una tasa de café sus penas o sus alegrías, te adueñas de sus espacios, acompañas personas en sus habitaciones o tomando una ducha en sus baños, sin darse cuenta te hacen dueño de la intimidad de sus espacios.

Y hablando de intimidad, con metáfora apasionada, les quiero contar que para mí hacer radio es como hacer el amor, si lo haces bien, te quedaras como tinta indeleble en las mentes, pero si lo haces mal, no generaras ni enganche ni fidelidad.

Por eso a mis estimados amigos locutores les digo que se aseguren entonces de hacer muy buena radio si es el camino que han elegido.

Para mí la radio es mujer, no porqué te espera sentada embarcada, sino porque sabe que aunque a veces te vayas, siempre vas a querer volver a encenderla. Puede otorgarte el perdón luego que vengas de las redes sociales agotado y desgastado, entendiendo que con su sublime estado de forma puedes descansar en el regazo de su frecuencia amorosa.

La radio es sexy, ella juguetea con tus sentidos, fantaseas con esa imagen que se desprende de ese sonido que se convierte en una voz. Tus oídos se vuelven pretenciosos acostumbrándose y caen rendidos a ese contexto divino de palabras que con tus melodías favoritas se acompañan.

¡Música para tus oídos cada vez que tu locutor favorito habla!

Hay amores que matan y otros que te hacen renacer, esos que no buscabas, esos que no perseguiste, esos que no te hicieron perderte sino encontrarte, esos que te sorprendieron una tarde y tú no lo preparaste.

La radio llegó a mi vida sin buscarla y me abrazó enseguida, no tuve posibilidad de huida, fue incisiva para conquistarme.

Me volví dependiente de su práctica, aunque nuestra relación es sana, una vez tuvimos que separarnos, por momentos vi divididos nuestros caminos y fue desesperante… Tuve que fingir que no dolía tanto pero… No pude avanzar, eran pedazos de nada mis nuevos proyectos que no finalizaba, fue divagar, eran frecuencias sin modular, solo cuando se asomó la posibilidad de volver pude avanzar…

Dice la agrupación mexicana Maná:“Como pudiera poder vivir sin aire”Yo digo:Como pudiera vivir sin estar“Al Aire”Es como la pasión de Cristo pero,es la PASIÓN DE UN LOCUTOR.

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