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agua
ucho antes de que los científicos descubrieran el origen de la vida, mucho antes de que
existieran los científicos, antes incluso de que existiera el ser humano, existió el agua.
Nuestros antepasados creían que el mar, los océanos, los lagos, los ríos, estaban poblados de criaturas maravillosas. Seres que invadieron sus sueños, pero…
que llevan noticias de sus familias a los marineros? ¿Quién dudaría del amor de una dulce joven por un ser monstruoso que habita en el mar? ¿Y si las hijas del rey del mar recogieran las almas de los ahogados? ¿Podría alguien asegurar, que el Polo Norte no alberga el palacio de hielo de una malvada reina?
Todos hemos imaginado en alguna ocasión lo que se esconde en las misteriosas profundidades… Descubre el agua que imaginamos... ...en el libro de los seres del agua.
tratado de las criaturas sumergidas
Inti Ansa
ISBN 978-84-936501-2-4
9 788493 650124
imaginada
tratado de las criaturas sumergidas
¿Quién no ha creído alguna vez que siempre hay alguien que nos protege y nos salva de las tempestades?
Agua imaginada
¿Quién nos asegura que tras el rumor del mar, no se esconde aún el canto hechicero de la más bella y perversa de las sirenas? ¿Y si en la estela de espuma que dejan los barcos al pasar, se escondieran unos diminutos seres
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No p uede estarse quieto, me l lamo mar, repit e pegando en una piedra
sin lograr c o n ve nc e r l a , entonces
con siete lenguas verdes, de siete perros verdes, de siete mares verdes, la recorre, la besa, la humedece y se golpea el pecho repitiendo su nombre. Oda al mar (fragmento) Pablo Neruda
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q AGUA IMAGINADA / Tratado de las criaturas sumergidas EDITORIAL: puertoNORTE-SUR, S.L., MADRID 2008 ISBN: 978-84-936501-2-4
MATERIAS: 087.5 Publicaciones infantiles en general. Libros infantiles y juveniles. 29 Mitología. 73 Artes plásticas. 398.2 Narraciones, sagas, leyendas, chistes. FORMATO: 23 x 28,6 cm. Páginas 64
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© 2008, Editorial puertoNORTE-SUR, S.L. C/Cadarso, 9 - 28008, Madrid editorial@puertonortesur.com www.puertonortesur.com Madrid, España Agua Imaginada. Tratado de las criaturas sumergidas. Ilustraciones: Inti Ansa Textos: Carmen Luisa Mayoral y Álvaro de Andrés con la colaboración de Marina Cantón Dirección editorial: María Clara Andrade ISBN: 978-84-936501-2-4 Depósito legal: M-XXXXX-2008 Impresión MELSA
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Bajo las sanciones establecidas por las leyes, queda prohibida la reproducción total o parcial, ni el tratamiento o transmisión de esta obra en manera alguna, ni por ningún medio, sin consentimiento precio y por escrito de la Editorial.
TRATADO DE LAS CRIATURAS SUMERGIDAS
Ilustraciones de Inti Ansa Textos de Carmen Luisa Mayoral y Álvaro de andrés
puertoNORTE-SUR 5
Índice Sirenas Las doncellas de las olas O - Wata - Tsumi Millalobo y Huenchula Leyenda de Millalobo y Huenchula Espumeros Aïcha Kandicha Kelpies Mboi-Tuí Leyenda de Mboi-Tuí Tien - Hou La reina de las nieves Xana
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10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Volkhova La leyenda de Volkhova Ngen La dama del lago Sobek Ngai-Narok La leyenda de Ngai-Narok Dragones chinos Nixes Rusalkas Sedna La leyenda de Sedna Mapa de las criaturas sumergidas
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UCHO antes de que los científicos situaran el origen de la vida en el agua, mucho antes de que existieran los científicos, antes incluso de que existiera el ser humano, existió el agua. Egipcios, griegos, romanos, celtas, galos..., todos, todos los pueblos de la Antigüedad recogen en sus narraciones, cuentos, leyendas y tradiciones, su visión del agua como elemento mágico que tiene la capacidad de dar y quitar la vida. Desde el principio de los tiempos, el hombre encontró en el agua alivio a la sed y también al hambre, ya que entre las aguas descubrió alimentos. Los agricultores aguardaban la lluvia que regaba sus campos y, año tras año, recibían la nieve como el signo del inevitable paso del tiempo que, en un ciclo inexorable, regía su vida. Las aguas se convirtieron en el más rápido de los caminos, el mejor medio para alcanzar y conquistar las tierras más lejanas. Frente a los trayectos a caballo, los recorridos a pie por calzadas de piedra o los desplazamientos por senderos polvorientos en carreta, navegar por los ríos o surcar los mares en una trirreme o una goleta permitía alcanzar nuevos mundos, comerciar con otros pueblos, volver al origen con nuevos sabores y olores, nuevas frutas, especias, telas, joyas, aceites… conocimientos. La frontera de los sueños de los más intrépidos exploradores se encontraba en aquel punto donde el mar se hacía oscuro y desconocido. Pero el agua también traía desgracias. En muchas ocasiones los mares han sido la tumba de pescadores, marineros y exploradores. Los océanos tempestuosos se tragaban a los marinos y vomitaban a las costas, si acaso, tan solo los esqueletos de las embarcaciones. Las tormentas anegaban los campos de cereal y el granizo destruía las cosechas de fruta. El agua, tan beneficiosa en otras ocasiones, se convertía en un elemento destructor que, a su paso, dejaba solo dolor y ausencia. Nada tenía entonces sentido… ¿por qué la fuente de sus bienes se convertía de la noche a la mañana en la mayor de
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sus torturas? ¿Cuál era la explicación a lo que sucedía? ¿Quién estaba detrás de aquellos incomprensibles sucesos? Los mitos y leyendas explicaban lo que escapaba a los razonamientos de los más sabios. A través de ellos todo cobraba un nuevo significado y donde antes sólo había dudas, ahora surgían historias maravillosas de seres sobrenaturales que se agazapaban en los charcos, bajo las olas del mar, en las ondas de los ríos… Entonces nadie dudaba de que la nave vikinga había naufragado porque las hijas de Aegir estaban enfadadas y habían removido los mares hasta provocar un gran oleaje; los pescadores que no regresaban habían caído bajo el influjo de las sirenas; el origen del brillo inexplicable en la cresta de las olas provenía de los juguetones espumeros y el vecino había arado tan rápidamente su campo porque había contado con la intervención de un kelpie. Hombres y mujeres descubrieron dioses que controlaban la fuerza de las olas, criaturas embrujadoras que podían arrastrarlos al fondo del lago, seres alegres, diabólicos o caprichosos relacionados con charcas, fuentes, ríos... A veces tan sólo imaginaban su acción a partir de sus efectos, en otras ocasiones, alguno se les aparecía en forma monstruosa o seductora. Pero el tiempo trajo consigo avances científicos y nuevas teorías trataron de explicar lo que antes no se podía demostrar. El empirismo invadió la vida del hombre y todas estas criaturas cayeron en el olvido, pero... ¿dejaron realmente de existir? Habitantes del agua, dueños y señores de sus cambios, poblaron los sueños de nuestros antepasados y quizá aún pueblan los nuestros. ¿Quién no ha sentido miedo bajo una tormenta? ¿Quién no quedado extasiado ante el ruido de las olas del mar? ¿Quién nos dice que bajo ese rumor no se esconde el canto hechicero de la más bella y perversa de las sirenas? 9
Mar Mediterráneo
Cuando la Venus de Milo todavía podía dar abrazos y Penélope aún tejía y destejía sus días y sus noches a la espera de que volviera Ulises, los antiguos griegos constataron la existencia de las fabulosas sirenas. Según Homero en esa época eran híbridos de mujer y ave, aunque con el paso de los años debieron evolucionar bastante, puesto que hoy todos las conocemos como hermosas muchachas con cola de pez.
s. e l a c o r a l e s y s d s e los fo os abi n concha o c nd s o d a n r o d a s o l l e b a l l a Las sirenas son be s doncellas de dorados c
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iv i v d e o u t n n e a a c si rena s qu ucha el á erá arra c s r e d e u strado al fondo del mar, y ten en ombre q r e b s o a r e ñ j a u m e Los más ancianos cuentan que el h p n a un río en que si un omo Viernes S a c 11 También dicen a n nto se convierte en si re
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Lugar de nacimiento: Escandinavia Fecha de nacimiento: 1 de enero de... hace miles de años Nombre de los padres: Aegir y Ran Ocupación: ser deidad y buscar marido. Dirección: ala oeste del palacete de q Utgard, s/n.
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læva, gja, Dúfa, Hefring, Himing l Bá y ra, , B a Blóðu gh a d d 12
Escandinavia
nn , K ólga , y U nnr.
Rán, la Hacedora de
rö H
Aegir es un dios de buen Lluvia, es la mujer de Aegir, el carácter y aunque muchos dios escandinavo del mar. Juntos no lo crean, no es él, sino su estuvieron nueve hijas gigantes posa Rán y sus hijas insolentes, aunque todas ellas de quienes provocan la mayoría porte muy elegante. A de las tormentas que cauestas nueve criaturas, las san mil accidentes. Hay doncellas de las olas, las quien dice haber visto a las llaman por su apostura. La pícaras doncellas recoger residencia oficial de esta familia a algunos navegantes en los Real se conoce como Utgard; brazos, y a su madre lanzar es un palacio de oro, rodeado redes para pescar las almas de por altas montañas y densos los marinos naufragados. Sin bosques que los separan del embargo, el final de estos desdimundo de los hombres. chados acaba siendo mejor de lo Cuando las niñas estuvique parece. Se cuenta que los eron en edad de merecer, los ahogados son escoltados a padres buscaban yerno y las Utgard, donde disfrutan de chicas querían esposo, pero banquetes de algas y cervelos habitantes de Utgard, za, mientras las doncellas temerosos, rehusaban pedir la pelean por que los muchamano de tamañas señoritas. chos se casen con ellas.
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Japón
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Enorme y bueno es el señor de las mareas. Nos ampara, nos protege... A pesar de todo, querido anciano, ¿por qué estás tan solo?
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A ve ces, Su f orma es la de un dra gón ver de, ala rg ad o
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. lente indo iano anc ran ng ou om ec rec apa ién mb
Es e l dios más impor tante de los mares del Japón y, aunque no es un tirano, es el señor de todas las criaturas marinas. O-wata-tsu-mi es el amo de las mareas y puede mover las aguas del océano a su voluntad, por eso también es conocido como El viejo hombre de las mareas. Es benévolo con los seres humanos y, desde su palacio en el fondo del mar, regula las mareas con tanta exactitud que los hombres pueden predecir sus movimientos y evitar naufragios con prontitud.
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s stro e Su ro me
Chile
zcl ad e
El ser más poderoso de los mares de Chile es el Millalobo, amo y señor de todos los habitantes del océano. Los que se han encontrado con él y han sobrevivido a la impresión de ver a un ser de su condición, dicen que no puede hablar y solo se comunica mediante una especie de gruñido comprensible por los seres humanos más perceptivos.
co es iba arr ara ra p ntu De ci
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y re La hija de ambos se llama Pincoya.
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Su mu jer, Hu en
ch u la, es
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osa, aun
que un poco nerviosa.
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