T a l l e rdePi nt ur aMur a l
Texto: Mtra. Sol González Eguía Directora DAEA Centro de Investigación e Intervención Psicosocial, A.C. CRÉDITOS Financiamiento: CDI-Oaxaca Proyecto: DAEA Centro de Investigación e Intervención Psicosocial, A.C. Coordinadora del Proyecto: Sol González Eguía Coordinador del taller: Miguel Zuñiga Ruiz Asesora: Ana Lorena Gómez Sierra Traductora: Cecilia García Conteras Fotografías: Miguel Zuñiga Ruiz y Sol González Eguía Diseño: Medios Comunes
Este libro es el resultado de un taller de pintura mural "Reconociendo Nuestra Identidad, Aprendiendo a Coconstruir" que formó parte del proyecto n´jte jña cho´tayá j´tián “Lugar en donde aprendemos todos” que se llevó a cabo en el Municipio de San José Tenango, Oaxaca con el apoyo de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI-Oaxaca). Es una memoria del proceso que da cuenta de los avances y resultados finales del taller. El taller se impartió en dos localidades del municipio: Agua Pescado y Piedra del Sol y se atendieron un total de 52 niños y niñas de entre 4 y 16 años de edad.
Taller de Pintura Mural
"Reconociendo
Nuestra Identidad,
Aprendiendo a
Co-construir"
n´jte jña cho´tayá j´tián
“Lugar en donde aprendemos todos”
Municipio de
San José Tenango, Oaxaca
El Municipio de San José Tenango, Oaxaca, se encuentra en la zona de la cañada a unos 45 minutos de Huautla de Jiménez, hogar de la mítica María Sabina. San José Tenango es un lugar rodeado de montañas y mucha humedad, es la tierra del café y la flor de naranjo, santuario de un gran número de especies de orquídeas.
San José Tenango
se encuentra en el lugar 13 del índice de marginación del país, tiene una población total de 18,120 habitantes y existen 116 localidades entre agencias, rancherías, y otros asentamientos.
Las principales vías de comunicación con las que cuenta el municipio es con un camino pavimentado de aproximadamente 20 kms., el cual desemboca a la carretera Huautla - Tuxtepec y comunica con la cabecera municipal. Las diferentes agencias municipales cuentan algunos con caminos de acceso de terracería, algunas de las cuales llegan a la cabecera municipal y para otras localidades el único acceso es a pié.
El 90% de la población es hablante de la lengua
mazateca.
acaba de cumplir su primer año de trabajo en el municipio, el cual inició en el primer semestre del 2010, cuando la organización recibió una invitación de las autoridades municipales para llevar a cabo un diagnóstico participativo. Dicho diagnóstico arrojó como principales temáticas a trabajar y fortalecer:
a) La sensibilización de la comunidad respecto a las cre-
encias y actitudes de discriminación que se tienen hacia los jóvenes, las mujeres y las personas con discapacidad;
b)
La necesidad de contar con habilidades y capacidades para generar proyectos sustentables que puedan mejorar sus condiciones de vida; y
c)
La necesidad de espacios culturales que fomenten el diálogo y la interacción. A este diagnóstico se han sumado una serie de eventos que han puesto en evidencia la profunda polarización que existe hacia el interior del municipio.
El primer evento fue el proceso electoral que se llevó a cabo en la entidad a mediados del 2010, un proceso que terminó con la toma de la presidencia municipal y una serie de enfrentamientos violentos. Esta fue una elección que sacó a la luz los problemas a los que se enfrentan las comunidades indígenas cuando introducen un sistema de elección que es ajeno a las formas tradicionales de nombrar a las autoridades y en donde las formas históricas de resolver las diferencias se vuelven obsoletas
Ante la ausencia de espacios efectivos de diálogo y la impunidad, la
violencia se ha convertido en la forma más efectiva de dirimir los conflictos una violencia que además ha ido permeando todas las áreas de relación interpersonal y que hace legítima la idea de hacerse justicia por cuenta y manos propias, haciendo de éste un problema no sólo político o económico, sino también de salud comunitaria.
Este problema de salud se expresa en las relaciones cotidianas a través de relaciones sociales deshumanizadas en donde se instala la duda y consecuentemente la desconfianza, en donde los valores como el cuidado, la vida y la solidaridad se sustituyen por el autoritarismo y la inequidad, elevando los niveles de pobreza y generando la victimización masiva de la comunidad, que provoca mudez y parálisis personal y colectiva, sin expectativas de futuro, sin sentido, sin posibilidad de transformación. Dentro de este escenario encontramos también sujetos de transformación.
las niñas y niños son actores flexibles y contestatarios, que se permiten imaginar y recrear posibilidades distintas ante una misma situación y es con ellos con quienes nos propusimos trabajar.
Se tomó la decisión de
La Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI-Oaxaca) decidió apoyar a Daea para hacer posible el cumplimiento del objetivo que nos habíamos planteado de fomentar a través de un “Laboratorio Creativo de Inclusión” espacios de diálogo y protección, en los que a través de diversas propuestas lúdico-artísticas se posibilitara el encuentro, se promoviera la inclusión y la búsqueda de soluciones pacificas y creativas a los problemas personales y colectivos.
ya que éste da la posibilidad de llevar el cuadro al aire libre, a la calle, a las plazas, acercándolo así a la gente, abriendo un diálogo entre niños/niñas y adultos, lo que en sí mismo ya es un hecho artístico.
La metodología que elegimos se centró en el uso del arte relacional comunitario como herramienta terapéutica y educativa
Cada sesión iniciaba con un espacio de diálogo en el que, las niñas y niños sentados en círculo, platicaban de lo que les hacía enojar o les gustaban. Posteriormente hacían un dibujo de lo que se había platicado en el grupo y finalmente pasaban a la parte de la elaboración del mural. En algunas sesiones se introdujeron también juegos de colaboración.
que promueve ciertas cualidades humanas: el desarrollo de la sensibilidad, de la capacidad de expresar, investigar, experimentar y transformar, de pertenecer, compartir, colaborar y respetar. No se buscaba el perfeccionamiento técnico, el énfasis estaba puesto en el desarrollo personal y del grupo.
elaborar un mural
El proceso constó de seis sesiones además de una reunión de invitación a las y los niños y un foro de cierre al que asistieron las madres y padres de familia, maestras/os y otros miembros de las localidades.
El proceso de elaboración del mural tuvo varios pasos. El primer paso consistió en elegir la postura corporal con la que cada niña/niño quería aparecer en el mural, fue así como cada quien elaboró su silueta. Por otro lado todo el grupo fondeó la tela en la que se iba a hacer el mural, y fue aquí en donde las niñas y niños aprendieron a mezclar colores, fueron descubriendo cómo surgían nuevos colores de cada mezcla. Por otro lado las siluetas fueron llenándose de imágenes que eran el relato de la vida interior, todo lo que se había platicado sobre lo que aman y odian, se fue transformando en imágenes que plasmaron en el interior de su silueta, favoreciendo el conocimiento personal y la identificación con el otro, dándose así el contacto.
El mural por su lado planteaba la tarea de aprender a ver, así cuando veían una árbol ya no era simplemente verde, las niñas y niños iban aprendiendo a descubrir la infinita variedad de colores, tonos y formas, esto amplía el marco de referencia de los niños y niñas, enriqueciendo sus imágenes y desarrollando la sensibilidad estética. Poco a poco fueron recreando las montañas, casas, caminos y vegetación en el que viven, permitiéndose además ponerle colores y formas nuevas, comenzaban a darse permiso de imaginar y proponer algo distinto, primer paso para hacer posible la transformación de su entorno.
Dice Cyrulnik: que la creatividad no es una actividad de ocio, “es una iniciativa
que debe inventar un mundo nuevo para cambiar el que provoca sufrimiento”.
El paso final para la elaboración del mural, consistió en colocar todas las siluetas dentro del mural, en este proceso las niñas y niños, tuvieron que dialogar y negociar de forma que todos quedaran satisfechos con el espacio que ocupaban dentro del mural y lo que se mostraba de su silueta. Aprendieron así a identificar lo que les resultaba fundamental y lo que estaban dispuestos a ceder para que se pudiera concluir el trabajo. En un contexto en el que la voz de las niñas y niños, pocas veces es escuchada, encontraron en la actividad artística y en el diálogo un espacio de contención de sus emociones y fueron explorando formas distintas de comunicar sus molestias, sus necesidades, sus sueños, generando un efecto integrador, mental, física, emocional y espiritualmente. Se hizo posible que se convirtieran en agentes activos de cambio, transformando sus dolores, miedos y afectos, en una obra de arte.
“En los niños heridos, la felicidad de crear es vital. A través de la representación toma las riendas de su destino” (Cyrulnik).
El proceso no estaba completo hasta que la obra no se expusiera ante la comunidad, por lo que se organizaron eventos, para cada una de las localidades en los que se compartió el proceso, las niñas y niños expresaron sus aprendizajes y los adultos escucharon y descubrieron lo que la niñez tiene que aportar a la transformación social. Del proceso confirmamos nuestra convicción de que el arte es un medio que abre oportunidades para el diálogo, el conocimiento del otro y el reconocimiento de uno mismo a través del otro. La mirada se vuelve más profunda y la imaginación permite transformar el interior y el exterior. Para las niñas y los niños el mural fue una posibilidad de aportar a su escuela, a su familia y a su comunidad, ofreciendo una mirada emocionada de su entorno y de sí mismos que propone realidades diferentes. El proceso no fue fácil, hubo momentos de mucha desconfianza y poco entendimiento, ante el caos tuvimos que atrevernos a intentar nuevas formas de comunicarnos y acercarnos que nos hicieran sentirnos cómodos. Algunas veces nos lastimamos y a más de uno nos dieron ganas de abandonar el proceso.
Pero fue el goce de crear y esa nueva mirada emocionada, que nos ayudó a maravillarnos no sólo con los colores y las formas externas, también descubrimos las infinitas tonalidades internas y eso nos enseñó a valorar y a querer auténticamente al grupo.
Lo que viene a continuación es la muestra del proceso, no hay más texto porque consideramos que no es necesario, lo que creemos que es más importante es lo que al espectador le sucede cuando observa, lo que le provoca el diálogo con las imágenes de los niños y niñas de San José Tenango, lo que imagina, lo que aprende, de lo que se da cuenta y lo que siente.
Mural
Etapa 1
Mural
Etapa 2
Mural
Etapa 3
Mural
Etapa 4
Mural
Etapa 5
Mural
Etapa 6