V 900 14630630928755

Page 1













13:

Jueves 12 de mayo de 2016

www.puntomedio.com.mx

OPINIÓN

De Frente y de Perfil

El ocaso

Por Ramón Zurita Sahagún La segunda incursión como candidato del PAN al gobierno de Hidalgo, por parte de Francisco Xavier Berganza Escorza, será más cuesta arriba que la primera. En 1999, cuando compitió por vez primera, era un personaje político fresco, respaldado por una mediana carrera de cantante y un floreciente romance con una de las figuras juveniles de la época, Lucero (Lucerito) Hogaza León. Los 190 mil votos alcanzados en las urnas, le dieron un porcentaje superior al 30 por cientos del total de los sufragios, aunque lejano de los 325 logrados por el ganador, el priista Manuel Ángel Núñez. Francisco Xavier había intentado ser candidato del PRI a una diputación federal, avalado por el entonces senador Orlando Arvizu Lara (hoy Cónsul en Puerto Rico), pero le cerraron las puertas en el CEN del PRI y buscó la ruta del PAN, donde mostró su fuerza, ganando el distrito IV de mayoría. Hasta ese momento, se pensaba que el ya para entonces retirado cantante tenía un amplio potencia político, el que tiró por la borda, ya que en pleno desbordamiento de un candidato panista triunfador (Vicente Fox Quesada), el entonces diputado federal renunció al PAN y anunció su postulación al candidato presidencial del PRI, Francisco Labastida Ochoa. El desenlace es sumamente conocido, Labastida del PRI perdió y ganó el panista Fox y Berganza Escorza quedó en el limbo político. Vinieron una serie de líos legales, donde se le acusó primero de una vinculación con u grupo de secuestradores y luego de abuso sexual, por lo que desapareció seis años del ámbito político y social, hasta que se resolvieron ambos casos, de los que resultó absuelto. Reapareció en el escenario político, estrenando partido (Convergencia) y participó como candidato al Senado de la República por la Coalición por el Bien de Todos (formada por PRD, PT y Convergencia), ganado como segundo en la fórmula der José Guadarrama Márquez, hoy su adversario al gobierno estatal por el PRD.

Hace diez años, la dupla derrotó al ex gobernador Jesús Murillo Karam, lo que significó una dulce venganza, ya que Murillo como gobernador de Hidalgo fue de los principales opositores a entregar una candidatura a diputado federal del PRI para Francisco Xavier, lo que lo orilló a irse al PAN.. La participación de Francisco Xavier como senador fue similar a la de diputado federal siendo uno más de los legisladores, con escasa participación tanto en tribuna como en comisiones. Terminó de igual forma su período y pasaron otros tres años para que asomara nuevamente la cabeza acerca de su participación política y ante la escasez de prospectos del partido blanquiazul se recurrió de nueva cuenta a quien ya pasó por tres partidos, yendo y viniendo de uno a otro. La competencia por el voto en Hidalgo, aparece favorable para el priista Omar Fayad Meneses, quien, según encuestas, aventaja hasta en 20 puntos porcentuales al panista Berganza Escorza. Y es que los hidalguenses parecen haber perdido el encanto hacia el joven y esforzado cantante, quien sin tener una gran voz consiguió situarse dentro el gusto de los jóvenes. También los hartó el que cada elección busque un nuevo partido y luego desaparezca de la escena política. En Hidalgo compiten los candidatos de los tres principales partidos y como sucede con la mayoría de los aspirantes, los tres tienen su paso por el PRI. José Guadarrama Márquez, abanderado del PRD, ya fue también candidato a gobernador contra el hoy secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y con 206 mil votos quedó lejano del triunfador el priista, quien obtuvo 369 y el 51 por ciento del total de los sufragios. Guadarrama Márquez fue uno de los principales operadores electorales del PRI y como tal sacó procesos comiciales de gobernador en Michoacán y Yucatán, entre otros sumamente complicados. Su principal tarea fue la de operador electoral de la cam-

paña presidencial de Francisco Labastida Ochoa, misma que terminó en el primer gran fracaso del PRI y el hidalguense fue señalado, sin pruebas de por medio, de haberse quedado con los recursos económicos necesarios para la operación electoral. En aquel entonces (2000), como también seis años después, José (Pepe) Guadarrama y Francisco Xavier iban en el mismo barco, primero apoyando la candidatura presidencial de Labastida Ochoa y después la de AMLO. Hoy los dos van enfrentados en una aventura casi imposible de lograr, derrotar al candidato del PRI, Omar Fayad. Y es que Hidalgo se convirtió en un feudo priista, donde personajes vinculados a esa entidad se manejan en los altos círculos de la política priista y uno de ellos (Osorio Chong) se perfila como uno de los más viables prospectos a la candidatura presidencial del partido tricolor. Perder Hidalgo es algo impensable dentro del PRI, por lo que se optó por el candidato mejor posicionado, sin importar que ese partido tenía otro David Penchyna) con gran fuerza, quien finalmente fue enviado como director del Infonavit. De los 12 estados con elección para gobernador, cuyos comicios son el cinco de junio, la tierra de los Lugo y de los Rojo, es la que parece más accesible para el PRI, aunque se vigila estrechamente para evitar la comisión de errores. Curiosamente, de los tres candidatos principales, el priista Omar Fayad es el único que participa por vez primera, mientras que le panista Francisco Xavier Berganza los hace por segunda ocasión, al igual que el perredista José (Pepe) Guadarrama, que ya fueron rechazados una vez anterior por el electorado. Los tres Fayad, Berganza y Guadarrama ya fueron diputados y senadores de mayoría, representados a esa entidad ante el Congreso de la Unión. Email: ramonzurita44@hotmail.com Email: zurita_sahagun@hotmail.com

Bitácora del Director

Atomización

Por Pascal Beltrán del Río El disenso y la desunión en la política son signos de estos tiempos. Los hemos visto aparecer en el Reino Unido, con la fallida separación de Escocia y la amenaza del Brexit, es decir, la propuesta de sacar a la nación insular de la Unión Europea. La propia UE es presa de movimientos nacionalistas y xenófobos que quieren partirla. La desaparición de las fronteras entre los países que la componen, producto de los acuerdos de Schengen, está siendo cuestionada por aquellos que quieren proteger su territorio de las oleadas de migrantes. En España, por primera vez desde el advenimiento de la democracia, no pudo formarse un gobierno. El bipartidismo, que había dominado la política española desde principios de los años 80 se vino abajo, y el electorado dio la bienvenida a dos nuevas formaciones políticas. Entre los cuatro partidos –PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos– se repartieron el voto de tal manera que fue imposible formar una mayoría gobernante, a pesar de cuatro meses de negociaciones con ese fin.

México no puede dejar de verse en el espejo español, pues la atomización política está en su futuro. Por supuesto, México tiene un sistema presidencialista y España, uno parlamentario. Sin embargo, la importancia que ha tomado el Congreso de la Unión en tiempos recientes hace prever que la combinación de un Presidente de la República que gane en 2018 con 30% de los votos o menos y unas cámaras sin mayoría puede abundar al empantanamiento de la política que hemos venido experimentado desde finales de los años 90. Basta ver las encuestas en los estados que tendrán elecciones en 25 días. Fuera de Hidalgo, donde el PRI no parece tener rival que importe, en las demás entidades priva una fuerte competencia electoral que hace imposible predecir resultados. Eso en sí mismo no estaría mal si de la jornada electoral emergiera un claro ganador y los perdedores aceptaran irse a su casa. Pero ya sabemos que no: las campañas no terminan tres días antes de que se instalen las urnas, como está previsto en la ley. Continúan el día de las elecciones

e incluso más allá de éste, con denuncias de presuntos actos ilegales y la presentación de recursos ante los organismos electorales. El resultado es la conformación de un gobierno débil, muchas veces cuestionado, con una oposición que no suele ser leal ni institucional y que no deja de combatir al ganador a menos de que éste saque la chequera y compre a los rijosos. Eso último es más fácil de hacer en los estados que a nivel nacional. Lo que podemos prever que ocurra entre un gobierno de la República debilitado por el bajo porcentaje de votos obtenido en 2018 y un Congreso aún más atomizado es un conflicto real o la profundización del cinismo: la caída en cuenta de que todos los partidos pueden beneficiarse por el simple hecho de ser parte del club del poder. En ambos casos, el resultado es la parálisis frente a los problemas, y la consecuente frustración de la ciudadanía, en la que se irá asentando la impresión de que la democracia no da resultados. La gran diferencia entre España y México es que allá las instituciones siguen

funcionando a pesar del fracaso en la formación del gobierno. ¿Está México listo para un escenario de atomización y disenso políticos aún más extremo del que hemos visto en años recientes? ¿Podrán sus instituciones sobrellevar el escenario de un Presidente elegido con 30% o menos de los votos emitidos, que seguramente llegará marcado por una dura batalla electoral y cuestionado en su legitimidad y tendrá enfrente a un Congreso aún más atomizado? En teoría, buena parte de esos problemas podría evitarse con una amplia coalición electoral. ¿Pero entre quiénes? ¿Alguno de los tres principales partidos de oposición se imagina aliado con el PRI? La única coalición posible para la Presidencia, entre fuerzas de peso real, es la del PAN y el PRD. Las dirigencias de esos partidos hablan de ella, pero la gran pregunta es con qué candidato, cosa que podría frustrar la intención. México bien podría encontrarse pronto como España, pero sin monarca ni instituciones que lo sostengan.





















Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.