CONDICIONES
ECONÓMICAS Y SOCIALES DE LOS AGRICULTORES
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El propietario de una huerta situada en los alrededores de una ciud d o de un centro industrial y no cultivada regularmente ni usada de : modo conveniente (como jardín zoológico, lugar de campamento, o ropo de ejercicios militares, etc.) está obligado a cederla, a petición, caro .. d e cuí1 Municipios Y a otras entiid a d es purbliteas, o biien a asociaciones ~ adores a fin de que sea transformada en huertas. v Se consideran como huertas, o como Schrebergdrten, todos los fundos, que en pequeños lot~s han sido o será~ cedidos a cultivadores para ser destinados a la horticultura n? profesional, ..,. , Indubitablemente, es necesario prever una ulterior disminución de las huertas en los años próximos, 10 que es muy deplorable, vistas las múltiples ventajas de esta clase de cultivo para la salud y para el disfrute de buena parte de la población. Sólo puede esperarse que con el tiempo las huertas se transformen en verdaderos Schrebergarten, los cuales, según la idea de su fundador, el Dr. Schreber de Lipsia, fallecido hace tiempo, están destinados a llegar a ser sitios de recreo familiar, con pequeños prados, plantaciones de flores, algunos árboles frutales y arbustos. Pero entonces perderán completamente el carácter de terrenos agrícolas. H. KALLBRUNNER. BÉLGICA Las reuniones recreativas en el campo
(1).
Un hecho que se desprende, en primer lugar, de todas las respuestas al cuestionario enviado por el Departamento, es el siguiente: el campo, queriendo imitar la ciudad, ha perdido su sencillez encantadora y sus gustos sin pretensiones; el regionalismo desaparece ante la vulgaridad universal: se quiere habitar en casas parecidas a las de la ciudad, se quiere seguir la moda de las ciudades en los trajes, se desean las diversiones como en la ciudad. Este proceso de uniforrnización general de las costumbres del campo y de la ciudad, iniciado a mediados del siglo pasado (hacia la época en que los ferrocarriles han acercado los pueblos a las ciudades), ha continuado después; se ha acentuado cuando la bicicleta ha llegado a ser popular. La guerra ha transformado todas las tradiciones. Lo que había resistido hasta entonces, gracias a un fondo de idealismo, que quedaba en el corazón de las poblaciones rurales ha sido arrastrado pOT la oleada de materialismo que ha pasado por todas partes después la guerra. Una sed desenfrenada de placeres nuevos, hechos posibles por beneficios mayores y por esfuerzos :enores, ha alejado a la juventud de los goces sanos que podía ofrecerles campo. Los obreros industriales, numerosos por todas partes en el campo, ~ ca~sa de la facilidad que les "Ofreceel ferrocarril para trasladarse todos OS días a la ciudad y a los centros industriales, como ganan los mayores del ~l) .Resumen, comunicado por el Gobierno belga, de una encuesta efectuada, a petición lIIést·lnlBteriode Agricultura de Bélgica, por los agrónomos del Estado, las consejeras do\&doICas,las escuelas domésticas agrícolas del país. El texto de este resumen ha sido redac(l3(,I;:'~lndemans, Director delInst.ituto superior de economía doméstica agrícola de Laeken
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salarios, dan el ejemplo. La juventud campesína los imita. La t. de 19S padres es muy débil. No han podido dar una educación andad hijos, por que ellos mismos no sabían nada de pedagogía famit a a sus laguna en su propia educación aparece ahora en una proporción e la:'ofsta Notaremos que en la parte valona del país, especialmente 8pl oSa. . dus trina 1e~, 1a situación . ., parece más desesperada que enen Fland Os cen. tros m En algunas regiones valonas, s?bre todo en el Hainaut, los pueblos e~. colas, quedan desiertos los donungos y días de fiesta: toda la J' uv t agn_ . l'os centros mas poblados para frecu ent ud de am b os sexos se dirirge h acia . 1os s al ones d e baile, . teatros, 1os cines, las tabernas. (Informe d en 1 arSlos A~ónomos.De Wilde, en Mons; Boidenghien, en RoeuIx; André :no~o rs. nai ; Germam en Gembloux; Dernazy, en Dinant). U!La !ptensidad del mal ha provocado reaccio~es. Tanto es así que, algunos anos antes de la guerra, « Comisionss provmcia1es para el emb TI . . d. e laa vid 1 (Secretano. general : Gie1e: Agrónomo del Estado, e ecimiento VI a rura.}> en Lovaina) han estudiado los remedios para esta SItuación y procuran di d . d con me lOS" esgracia amente .muy escasos, ~alvar o reponer en honor todo 10 que hacía el encanto particular de la VIda rural. Un congreso important s~ ha celebrado inmediatamente después de la guerra; el problema ha SIdo considerado en el mismo desde todos sus distintos aspectos. El Departamento de Agricultura hace t~mbién todo 10posible para elevar el nivel moral e intelectual de los campesInos por medió de sus agentes en provincias, de los agrónomos .Y de los consejeros domésticos agrícolas, por medio de sus escuelas profesionales agrícolas para jóvenes, por medio de sus publicaciones.
sót~
P.or último, la Liga de la Educación familiar (Secretaría general: rue Victor Lefevre, 14, Bruselas) desde hace 25 años está haciendo una campaña inteligente e intensa en favor de la difusión de los buenos métodos de educación cerca de los padres. JUEGOS HABITUALES EN LOS DOMINGOS Y DÍAS DE FIESTA.
A) Como juegos en Pleno aire podemos señalar: 1. El tiro al arco. Se hace: a) en tiro vertical, tiro a la percha; se trata de derribar con golpes de flecha bien dirigidos pájaros artificiales situados en la extremidad de una percha de 25 a 30 metros; es esta la forma de tiro más sportiva ; los jugadores se reunen en un prado alrededor de la percha; b) en tiro horizontal: debajo de una bóveda; este juego consiste en hacer blanco en un rosetón; como el campo está cubierto, esta clase de tiro puede practicarse también en invierno. El tiro al arco está siempre en honor en muchas localidades de Flandes (Flandes, Brabante, Campina). Este juego es poco conocido en el país de los valons , ; 10 conocen sólo algunas localidades vecinas (Visé, confín septentrional del Hainaut: Maulde, Celles). Las sociedades o gildas de tiro al arco son casi todas muy antigu~ y ~onservan bastante bien sus antiguas tradiciones; por ejemplo, la de « trro al Rey » que se practica, con cierta solemnidad, cada año en fe~a fija. El miembro de la sociedad que debe derribar, en dicho día, el gran pa-
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. es proclamado « rey » de la gilda y su reino dura durante - siguien . . t e no m . diica su jarO supenor, hasta que el « tiro al Rey » d e1 ano todo El anL o"nstalación del « rey » se hace según un rito establecido en los sor a 1 lib . . suce en . t Y es acompañado de cantos y de aciones copiosas. g larn os h did h re as gildas de tiro, sin embargo, an per l ? muc o d e su an ti19uO Ld r Ya ha pasado el tiempo en que la Archiduquesa Isabel tomaba esplen Tiro al Rey » en Bruselas. La misión de las gildas de arqueros, en parte a ~( 1'0' n comunal donde en tiempos pasados constituían la milicia la organlZaC , . dI' , d 1 cargada de la defensa de la ciudad y e a conservacion e burguesa en d n ha desaparecido completamente. . or e, El tiro con la ballesta, tan importante antes como el tiro con el 2. ada vez más en desuso. Subsiste en algunas localidades de la caec arco'. " . a 1a perc ha.Tos de Flandes y de Hainaut. ASIcomo en el tiro a, os jJugaCampma, miembros de gildas cuyo origen se pierde en la noche de los dores son tiempos. . . .. b d Casi todas estas gildas de tiro co.nservan religiosamente viejas an eras. . . ia S de plata maciza muy antiguas (en flamenco: « braak }», a veces tnSlgn .. , hi copas de metal ganadas e~ concursos entre gildas de una region, arc 1VOS y recuerdos de toda especie. . 3. El tiro a la carabina. ha estado en boga en ~os alred~dores de Lieja y en algunas raras localidades de Flandes. Este Juego esta desapa-
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~~~ . 'lli 4. El juego de la pelota, se juega por cuadrillas en la ?laza pu ea del pueblo y también, a 10 largo de carreteras en 10~ caserios, la pelota empleada es la pequeña pelota de cuero blanco,. provista a. veces de granitos de plomo en el interior; en este caso los Jugadores tienen la mano derecha dentro de un guante de cuero grueso. Este juego está siempre en boga, especialmente en F1andes Oriental, en el circundario de. Bruselas (Brabante), en el Hainaut y en la provincia de Namur. Los partítos entre cuadrillas de diferentes pueblos hacen acudir a veces numeroso.s espectadores. Algunas cuadrillas del país de Charleroi tienen fama nacional. Los reyes Leopoldo II y Alberto asisten desde hace mucho años al campeonato que se celebra cada año en Bruselas. 5· El juego de vilorta; se parece al golf inglés, se juega en la primavera en los alrededores de Celles y Maulde (Hainaut). 6. El [uego de bolas: antaño muy popular en las dos Flandes y en las regiones vecinas del Brabante y del Hainaut, hasta tal punto que cada ~río tenía Su juego de bolas; ahora existe en muchos sitios y. es el luego favorito de los campesinos sosegados. Existen diversas vanantes d~ este juego; a veces las bolas son redondas, a veces aplastadas; el ~u~ero de jugadores por cuadrilla, puede variar también, por último, el Sitio en que se juega puede variar de forma, de dimensiones, etc. 7· El juego de bolos es conocido en todo el país tanto en Ardenne, ~n el país ~e Lieja, en Condroz y Hainaut, como en Flandes, Brabante, la~P~a. Sm embargo, tiende a desaparecer poco a poco. Se conser;a en es repones. en que los jugadores, con puestas exageradas, hacen ~e el una Pecle de Juego de azar (en los alrededores de Tirlemont y especialmente en lIesbaye).
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8. La cerbatana se practica todavía en los alrededores de Y . 9. El f?otball se juega p~r todas partes, probablemente o;res. ue el más « sportivo » de todos los Juegos. Este J'uego ha sido int Pd 9- es '1 . lati ro uCldo Be gica re ativamente no hace mucho tiempo pero se ha difundid en ld C' ' o Con un gran rapi ez. así no hay pueblo en que no exista uno c vari .. vanos «club a s& d e f oot ba II . Los « match » obtienen Siempre un gran éxito. 10 Y II. El tennis y el croquei prac~icados por las clases acomod del campo, son completamente desconocidos entre las masas. adas E) Los [ueg os de interior conocidos por los campesinos no n~eroso~. El domingo, en cafés y en las tabernas, juegan a 10:0~:~y casi exlusivamente los campesinos de cierta edad. Pocos son los q pes cen el billar. En las Ardenas, se encuentra en algunos cafés el ~7llconobolos. . End el .Sur de F1andes cerca del Brabante se jueegaaruna de . y en la región .. e~pecle. e 1uego al « bac », que consiste en introducir, lanzándolos de una distancia de 3 metros, gruesas fichas en una caja vuelta al revés 1 que se ~~ ~echo una pequeña apertura circular. Por el tabernero se ~r~:n~ zan periódicamente concursos. .LU
e) Otras atracciones y diversiones en el campo: I. Señalaremos ante todo la palombifilia. Esta manía está difundida por todo el país y reina ~anto en la ciudad como en el campo. Se ha;en transpo~ar por ferro;arn1 palomos, a grandes distancias, al Sur del pais, en Francia y. hasta mas allá de los Pirineos y de los Alpes. Una vez llegados a su destino, los palomos se dejan escapar por millares. Los primeros que vuelven a poder de sus propietarios, obtienen los premios. Entre tanto se hacen apuestas y a veces se juegan fuertes sumas. Estos concursos de p.alomos apasionan, todos los domingos de la buena estación, a miles y miles de pers~nas de todas las condiciones sociales. Forman objeto de largas conversaciones en todos los cafés, en todos los trenes obreros. En cada pueblo, existe un número respetable de clubs palombófilos. El impuesto cobr~ao por los poderes públicos para este sport produce millones de francos. En. tiempo de elecciones, el movimiento palombófilo puede también influir sobre el resultado de la lucha política. 2. Las carreras ciclistas. Desde que los campesinos de F1andes Y los obreros valones se han cubierto de gloria en los certámenes internacionales, tales como el Giro de Francia, se ha producido una afición extremada para este sport, especialmente en F1andes y en los centros industriales valones. Todos los domingos en que hay carreras locales o regionales, casi no se puede pasar por las carreteras. Se han creado velódromos un poco por todas partes en los centros poblados del campo y atraen siempre a muchoS espectadores. 3. La sociedades de música: corales, orquestra1es e instrumentales. Todo pueblo que se respete tiene su sociedad de música. Los grandes pueblos y los que están divididos por la política tienen varias. El país de los valones, especialmente la provincia de Lieja, está con razón orgulloso de sus grandes sociedades corales. En cambio la música instrumental está en gran honor en todos los pueblos de Flandes. Estas sociedades continúan la tra~ción de las viejas Cámaras de retórica. Todas las personas influyentes .
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b10 forman parte de ellas. Los músicos se reclutan especialmente del p~~s artesanos y la burgue;í~. Sin embargo, hay tambi~~ muchos campe~tre ue se dedican a la musica. Las sociedades de musica toman parte SU10~ qs las fiestas del pueblo. Ellas expresan los sentimientos de toda la a :ucidad campesina; ~os días d~ Kermesse, .lle~an los aires de SU.Sjo~es estribillos; en las mauguraclOnes, en los ~ubileos, en las procesiones en los entierros, mezclan sus ~centos de a1egna.? de dolor con todas las y ifestaciones de placer o de tnsteza de la población. tnan 4. Las fiestas drarr:áticas. El espír.itu de las antiguas « Cámar.a de t6rica» perdura todavla en el gusto innato de muestras poblaciones :rales para el teatro. Las representaciones. dada~ por círculos ~e. aficionados, que existen en todos l?s pueblos,. obtienen slempr~ r;nucho éxito. Los actores, se reclutan en los nusmos ambientes que los mUS1COS de las sociedades musicales. En general, en el pueblo, el buen actor es un buen músico; forma parte del círculo dramático, instrumental y coral que canta las «misas en música» en la iglesia los días de fiesta. En invierno, destina las veladas a los ensayos de uno u otro de estos círculos. Si ello fuera de SU tiempo, escribiría poemas en versos como sus antepasados de la « Cámara de retórica ». Los imita en el arte de beber y de divertir a sus compañeros con una alegre canción. Con él convendrá contar si se quieren restablecer las viejas tradiciones de sana y franca alegría en el campo. No se hará rogar porque ama presentarse ante el público y su apego a la vida social del pueblo es ilimitado. 5. Las conferencias instructivas. - Estas conferencias se multiplican en los grandes pueblos en que en general existe un grupo de intelectuales reunidos e'l círculo de estudios. Son muy frecuentadas. Las asociaciones agrícolas, por ejemplo, los círculos de amas de casa, organizan conferencias profesionales, en ocasió 1 de sus reuniones periódicas. Numerosos círculos de amas de casa completan tales conferencias con un interesante programa musical o dramático. Tales círculos, ya numerosísimos (más de 500 e~ e~ solo F1andes) constituyen un factor de primer orden para el embellecimiento de la vida rural. 6. Las excursiones en pequeños camiones. - En algunas re iones d 1 ~ais de los Valones (especialmente en la provincia de Lieja) va restableCléndoseel uso de hacer excursiones colectivas en camiones. . 7. Las fiestas gimnásticas. - Algunas localidades rurales tienen 80ciedades gimnásticas. De vez en cuando éstas se presentan al público. ~a faltan, los espectadores para aclamarlas. En la región de Eupengitud.edy estan en auge los certámenes públicos de saltos en altura y IonPürtan 8: L?s cínemas. - La mayor parte de los pueblos de cierta imn-. los tienen ahora su cínema. Como la parte moral no preocupa siemr'''''afl a os pr . t anos . d e 1os salones de cine, mientras que, por otra parte, la . ople. cacióuencla es Siempre grande, es de lamentar que ninguna entidad de edutepr n pop~ar se haya encargado de la elección de los programas para las serio~ntaclones cinematógraficas. El cínema que podría representar un COn U1acthoren la obra de elevación del nivel moral e intelectual del campo, uc a frecuencia es todo 10contrario. lo -
E conomico sp.
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. 9. Los bailes. - En muchos pueblos, los bailes públicos son mentados por la autoridad comunal. Entonces se baila en las taber regla_ son de un piano automático o de un simple acordeón. nas, al Ya no existe en Bélgica ningún baile popular o regional. Las cram'o de Lieja desaparecen y ceden el sitio a todos los bailes modernos in~",nons cionales. Los folk1oristas han recogido religiosamente los últimos rer;.ade los bailes populares; los arqueó1ogos los han exhumados de los antio os documentos conservados en los museos yen las bibliotecas; pero ~~: ahora no se ha hecho nada para reponerlos en honor.
úsicos contratados para la duración de la fiesta va a hacer una serenada se han casado durante el año, así como a los nuevos habitantes d la localidad. Estos han sido avisados de la visita mediante un árbol plan;do ante su casa. En cambio, deben dar de beber y pagar una cuota. El domingo de la Kermesse se festeja en todas las casas con grandes banquetes a los cuales son invitados los miembros de las familias residentes en otras localidades. Por la noche, casi por todas partes, en el País de los Valones, hay un baile popular. Los músicos se colocan encima de un palco impro~sad~, a veces un. sencillo ca~ro, ~n me~io de la plaza pública, El baile al aire libre es seguido por bailes improvisados en todas las tabernas. En Flandes, se baila debajo de una tienda. Han p sado los tiempos en que el señor feudal del lugar y el magistrado abrían el baile y presidían estos recreos populares. Hoy en día los bailes de la Kermesse ya no son frecuentados ni siquiera por las clases dirigentes. En todos los pueblos del territorio de Namur, el lúnes después de la misa para los muertos, la « Juventud », con la música a la cabeza va a saludar al burgomaestre, al párroco y al señor del castillo, a los grandes agricultores, al maestro y a las otras notabilidades del lugar, que son siempre generosas para con ella. La tarde del lúnes y el mártes son dedicados a los juegos populares. Algunas localidades celebran una feria o mercado anual el lúnes o mártes de la Kermesse. En muchos sitios se organiza entre los habitantes un concurso agrario de ganado, subvencionado por la administración comunal. Por último, algunas localidades de Flandes (por ejemplo Grembergen-lez-Termonde) han conservado la antigua tradición de las representaciones teatrales sobre los carros. Todos los barrios de la localidad concurren a ellas, para ganar los premios establecidos por la Administración comunal. Los carros atraviesan en cortejo las calles del pueblo. En la plaza pública, se cel~b:a un desfile final y los grupos representan entonces escena; cómicas CasI.Improvisadas o ejecutan los cantos compuestos para la circunstanCIa.
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LAS FIESTAS ANUALES.
A) Las Kermesses o ducasses. Cada pueblo tiene su « gran Kermesse })y una o varias pequeñas Kermesses, sin hablar de un creciente número de « Kermesses de barrio ~ que .procuran entrar en la tradición. ' La Kermesse (Kerk-mis; misa de la iglesia) es la fiesta delaconsagra~ión de la iglesia local; de aquí la palabra valona de ducasse o dicauce. Se trata, en substancia, de la fiesta aniversaria de la consagración de la iglesia parroquial. Su fecha ha sido fijada por el Obispo consagrador en un domingo determinado. Desde el punto de vista liturgico ésta es la fiesta parroquial más grande del año. La fiesta del patrono titular de la parroquia, o fiesta patronal, ha dado origen a una fiesta especial: la pequeña Kermesse. La Kermesse o consagración es pues una fiesta de origen religioso. Hoy el lado religi:oso es muy reducido y cada día va atenuándose más y más. En ocasión de la Kermesse, la plaza pública del pueblo y las calles adyacentes se poblan de barracas con las habituales atracciones: columpios, tiro al blanco, teatros y círculos ambulantes, barracas varias en las que se venden juguetes y dulces, juegos de mano, curiosidades exóticas ... todo 10 que forma la alegría de los pequeños y de los grandes. El domingo se celebra una solemnidad religiosa, la procesión, que ~t:aviesa las calles del pueblo. El lunes se celebran casi por todas partes serv1C1~ fúnebres para los parroquianos fallecidos durante el año. Por la tarde d lúnes y el mártes se organizan en general juegos populares burlescos. R~ros son los pueblos en que la Kermesse continua hasta el juéves. El dornrngo sucesivo termina la Kermesse. En todos los pueblos de la región de Namur, las fiestas de la Kennesle son organizadas por la « Juventud », asociación tradicional, que com~ren se a todos los jóvenes no casados y que tiene a la cabeza uno o ~~s C~Plt~e~ Esta corporación de carácter especial deriva de las co:upamas juve blos existentes, bajo el antiguo régimen, en casi todas las clUda.~esdOrU;Uarde cierta importancia. Tales compañías constituían una secciou e a ur,ldia burguesa, destinada a figurar al Iado de ésta en las fiestas, lllaUguna rno ciones, procesiones, etc. En el campo, la « Juventud » ha quedado co unen asociación muy activa. En una determinada época, los inscritos ~ r~aroS para eligir a sus jefes. Se fija también la cuota que cada uno pagara. son los que rehusan pagar su cuota. _ or algunoS La vispera de la Kermesse, la « Juventud », acompanada p
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tJllOS que
Igualmente, en estas ocasiones se expone 1 las viejas figuras de todas : fiestas populares flamencas, los gigantes, los monstruos legendarios, tr So~?Sde la tradición local, conservados cuidadosamente por la Adminisación comunal y enseñados con orgullo a los forasteros. Por todas partes seuIcantan viej as canciones en ocasión de la salida de estos héroes poPares. Añadiremos algo sobre los juegos populares organizados en las Keresses y en los días de fiestas excepcionales: los l. L.as sociedades de tiro al blanco organizan certámenes especiales, a que se mV1ta a los aficionados de las localidades vecinas. Ptíbli 2. Las sociedades de música dan conciertos extraordinarios en la plaza a ell ea del pueblo. En muchos municipios se organizan jestivals anuales: litnítOSftoman parte regularmente las sociedades de música de los pueblos ro es' ' es un mo d o d e usarse atenciones . . Lo entre vecinos. hnPo~ grande~ [estioals organizados en ocasión de inauguraciones o de líIo es ntes aUlversarios, son para la región acontecimientos notables. raro ver participar de 50 a 100 sociedades a estas manifestaciones lo * - Economico sp, 111
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INFORMACIONES DIVERSAS CONDICIONES ECONÓMICAS y SOCIALES DE
musicales que recuerdan las antiguas fiestas de las Cámaras de r t .. substituyendo el arte musical al arte dramático. e onca 3. Concursos especiales se celebran en ocasión de la Kermesse y • . . segub" '1~ a 1oca lid a d: « mIatchs» de football vanan por número e importancia, j~egos ~e pelota, etdc. Hb.aY1tatmletn concursos d e pa omos para cualquie; distancia, carreras e icic e as, e c. 4· Los carrousels: torneos a caballo, al trote, a 10 largo de las calle d 1 Pueblo; ordinariamente, los jinetes (a veces mujeres) procuran llevas e . por me dí10 d e un basté aston pun t agu d o, aros o ani'11os suspendido, a lo larSe' del recorrido. Practicados antes un poco por todas partes, van perdi:e~~o importancia en muchas regiones. o En algunas localidades del Hesbaye, y del Hainaut los carrousels se celebran con ataques dirigidos por mujeres. Todos estos carrousels son precedidos y seguidos por desfiles. En muchos sitios se asiste a peregrinaciones con. procesión de jinetes. Estas reuniones están en honor cerca de los cultivadores, que intervienen siempre numerosos. El Brabante cuenta con varias peregrinaciones de caballos célebres, entre los cuales Andarlecht, Hakendover, Grimbergen, Opwiyck, Grez, Marbais, La ceremonia religiosa casi siempre es seguida por carrousels. 5. Carreras sportiuas : las carreras de bicicletas en carretera están mucho en boga; las carreras de caballo populares se celebran en algunas localidades del Limburgo, de la Campina, de F1andes (no se trata aquí de grandes concursos hípicos); las carreras pedestres ordinarias están organizadas con éxito en el País de los Valones. 6. Carreras fantasía. Entre las carreras burlescas ideadas por la fantasía popular para divertirse en los dias de fiesta recordaremos: a) carreras en sacos: popular por todas partes. b) carreras con carretillas llevadas por muchachas ~Condro~, Charleroi) ; maridos que transportan a sus esposas en carretilla y VIceversa (Campina) ; carretillas con dentro una rana viva que debe llevarse has~a el fin (región de Lieja, Brabante, Campina, F1audes); carretillas con objetos que ruedan, por ejemplo patatas muy redondas (Campina) ; c) carreras de asnos (Condroz de Lieja) ; d) carreras de cabras llevadas por su patrón (región de Lieja, Campina) ; e) carreras de perros (F1a des, Brabante) ; , f) carreras con aros para hombres de más de 40 años de edad (Condroz) , etc. . 1 lle : 7. Juego de la cuba: una cuba de agua está suspendIda en a ea ~ a turno los jugadores, tiempo atrás ciertamente a caballo, ahora sobre ,:_ carretilla a mano, pasan a toda carrera debajo de la cuba y pr~curan sta cer pasar un bastón largo en un agujero practicado en una tablita puedo . consiguen . 1a cu b a se vier . t e desp.ues 'que han debajo de la cuba; SIlo i pasa amente, de otro modo reciben la ducha sobre las espaldas. Este Juego, ::r;t ~ Lieja muy popular, se practica en algún sitio de F1andes, de la reg10n e y del Condroz. xtrerni8. El palo de la cucaña. Los jóvenes procuran alcanzar en la e r 105 dad del palo untado de jabón varios objetos ofrecidos en premio po
LOS AGRICULTORES
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organizador s; este juego es conocido en todo el país, aunque se 'practica IIlucho men~s que otras veces. . ' 9· El juego de la bandera. Este Juego está localizado en el Brabante val6n ; consiste en u~ cierto .n~ero de « figuras » muy complicadas que efectua, al son de un ~1!etradlclO.n~l, el « a.lfere~» o lleva-estandarte de la « J uventud })local, agitando en distintas d1!eCClOnesla bandera de la sociedad. 10. El juego del gallo: se juega de distintas maneras que 'consisten todas en degollar a un gallo vivo, colocado expresamente, para apoderarse de él; he aquí algunas: a) un gallo o un ganso vivo se suspenden en la calle: los jugadores pasando a caballo debajo del mismo procuran cortarle la cabeza con un sable; o bien los jugadores están sentados en las dos extremidades de una escalera colocada a través de la rueda de un carro que rueda sobre un eje: se hacen dar vue1tras a la ruedas y los jugadors procuran, pasando debajo del gallo, cortarle la cabeza con un golpe de sable (Limburgo, Hesbaye) ; b) el gallo está suspendido en una cesta de la cual salen sólo la cabeza y el cuello; los jugadores, vendados los ojos, procuran cortar la cabeza al animal (región de Lieja) ; . c) el gallo es s~bstituído por un gato encerrado en una caja suspendida en la calle; los Jugadores, vendados los ojos, procuran destrozar a golpes de garrote la caja para libertar al animal (Bruges) ; d) .un ganso? un pavo muertos o un jamón se suspenden a 15 ó 20 metros leJOSde los Jugadores.; y se adju~ican a los jugadores que consigan separaros con un golpe de lingote de hierro lanzado en sentido horizontal (región de Lieja, Waremme, Hesbaya) ; e) a v:eces se substituye el gallo con una gruesa torta: el jugador, vendados los OJos, obtendrá la parte que habrá cortado con un sable (región ~e Herves). Este juego ya no se practica con animales vivos; por otra parte tiende a desaparecer completamente. Las peleas de gallos; aunque severamente castigadas por la ley hay I!. siemp afici d ' al as 1 re. ciona os a este ju.ego, especialmente en el Hesbaya y en gun ocalidades de F1andes occidental cerca de ,Francia. En la r ., d L" . egron e teja, se orgamzaban antaño peleas entre tejón y ,t"-L,os.
n.._
legi' o;
Concurs.o de cantos de gallos: en boga en el Limburgo y en la e Herve ; idern de pinzones: en el Condroz, etc. ) Las fiestas del calendario. ~2.
tradiLCl·as filestas populares del calendario, celebradas con ritos familiares ona es y co . ul . esplendor S· n Juegos pop ares, han perdido mucho de su antiguo Urbanos s b l~ embargo, en algunas regiones alejadas de los centros Sería de u. slSten muchas antiguas tradiciones entre los cultivadores. . rnaslado largo d 1 . gJca. No f 1 pasar en resena to o e calendano popular de Bél(L'année d al;an .obras especiales, empezando por la del Dr. Coremans en 1921' el anczenne Belgzque) hasta la del abad Célis publicada en Gante IIJ. ,os detall . t . ' uchas re . ~s m eresantes sobre el particular se encuentran en rep1odUci;lstas reglona1es de historia local y de folklore. A continuación os algunos tipos difundidos en todo el país.
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-Los fuegos: a) en todo el País de los Valones, especialmente en el Cond~oz, en Ardennes, en la Haute-Fagne, en el Brabante Valón y en 1 gión flamenca de Grammont, hay la costumbre en cada pueblo de ~ re brar un gran fuego, en el sitio más elevado del país, la noche del primer ~:~ng) de Cuaresma. La hoguera está formada de h~ces de leña, de paja, de trozos de madera recogidos cerca de t~dos los habltant:s del pueblo; los jóvenes bailan alrederor del fuego, ml~ntras en ~1honzonte se ve el esplendor de los dversos fuegos de las localidades vecinas ; b) la verbena de S. Juan, en el solsti~io de verano, se. alumbran fuegos parecidos (23 de junio) ; en otr~s localidades esto s:;verifica e1,día de S. Pedro (29 de junio): Flandes oriental, Brabante,regt?ndeMa1me~y. En algunos sitios se queman todas las escobas que es posible conseguir ; en otros, se preparan montones de madera de roble, álamo, til.o, pino y de otras esencias cuyas calidades tienen justamente fama. Se baila alrededor de estos fuegos, con frecuencia debajo de coronas de San Juan, compuestas de flores simbólicas y se salta por enClma de ellos para l?recavers~ contra ~lgunas enfermedades. En la región de Malmédy se baila un baile especial 1
llamado la ronde; . e) los fuegos de San Martín (n de noviembre) están siempre en boga en el Hage1and. Se hacen como los precedentes. 2. Las fiestas de mayo: la colocación de un « árbol,?e mayo ),delante de algunas casas y las diversiones populares que la acompanaban estan cayendo en desuso por todas partes. Esta tradición (el Meiboom) ha qued~do en un viejo barrio de la ciudad de Bruselas, así como en algunas localidades de la región flamenca. . ., . Los antiguos bailes populares 'Y la e1ecclOn de la «rema de mayo) han desaparecido casi por todas partes. .' r 3. Los banquetes anuales de gildas y de socle~ades, acampanados po varias diversiones, están siempre en honor, por eJemplo, la fiesta de San Sebastián (20 de enero) para las gildas entre arqueros, la fiesta de Sta. Cee cilia (22 de noviembre) para las sociedades musicales. Algunas fiestas dd . . h d do si r e)'emplo la fiesta e corporaclOnes y de oficios an que a o siempre, po · Eligi o (l0 de diciembre) patrón de los herreros, a la cual toman parte! en ' . 1in 1 cultlvaS. el campo todos los clientes de los herreros, y en primera ea os . dores' 1; fiesta de Sta. Bárbara (4 de diciembre), patrona de los mmeros, etc Todas estas fiestas se celebran en los meses de invierno. .' d . 4. Las ferias anuales de algunas pequeñas ciudades de provmcdla y ~ ., tit 1 punto e reU grandes pueblos muy unidas a la tra di cion ; cons 1 uyen e a nión de millares de habitantes de pueblos de los alrededores que nUDC faltan. . d R surección, 5. Las fiestas de Navidad, Reyes, Candelana, Pa~cua e. ~ nales faPentecostés el día de los Muertos dan lugar a ceremomas tradlclo miliares que van de año en año atenuándose. C i s610 .. El carnaval y sus disfraces son casi desconocidos en el ca~pO ..lOne as s mel carnaval de Binche sale de la trivialidad general' de estas dlvers morosas. C) Las fiestas de estación agrícolas. 1 dar' id h de su antiguo esp en ' También estas fiestas han perdi o muc o
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en los sitios donde subsisten, se reducen casi sólo a banquetes ofrecidos por el agricultor a sus operarios. Las relaciones entre patronos y operarios han perdido. mucho de la anti~a cordialidad de antaño. En muchas regiones la mentahdad de los operanos ya no se adaptaría a las sencillas ceremonias de un tieml?o; no queda,n sino los placeres materiales del beber y comer. 1. Fiestas de la primavera : a) fin del labrado y del abonado: en los alrededores de Roe1.11x,la colona ofrecía antes panales a los cultivadores' b) fiesta de la salida del ganado: región de Herve. ' 2. Fiestas del verano: a) fin de la siega del heno: región de Herve . b) fin de la siega del lino: región del lino de Flandes. En algunos sitios subsiste aún la faránd?1a (especie de baile) efectuada por la jóvenes que han tomado parte a la siega. Por todas partes se celebra una comida en la finca (sliitpaP) ; e) fin de la recolección de la calza: se trillaba la colza en una mañana serena en el mismo campo; después había bailes y comidas (Brabante} : todo esto ha desaparecido con el cultivo de la calza' ' d) fin de la recolección del trigo morisco: se trilla este trigo en el campo; fiestas como para la calza (Campina) ; e) fin de la recolección: se festeja la llegada del último carro de cereales.: segadores y aperos están adornados de cintas; flores y ramilletes de hojas adornan las ruedas, las guarniciones de los caballos las hoces los rastrillos; un mano~o gigante, e~« mayo », o bien un pájaro de'paja, el g~llo, coronan la extremidad del último carro en el que están los muchachos y much~chas que han prestado su auxilio en la recolección; durante todo el recorndo se canta. c?n el ~c?mpañamiento de una algazara de cencerros y gol¡;>eandosobre V1:JOSrecipientes, a fin de que se sepa de lejos que el tal agncultor ha terminado la recolección. El jefe de los operarios presenta a la colona un gran manojo de flores de campo con las más hermosas espigas de la cosecha; ésta ofrece bebidas; se hacen cumplidos recíprocos. Después patr" nal ono~ ~ ?peranos. se reunen en la misma mesa para consumir la tradicio- ' se~cilllSlma comida. I?urante toda la noche se baila, se canta y se bebe. E ta costumbre, antiguamente era general en el país; ahora subsiste POCO en los pequeños centros agrícolas, especialmente en el Condroz en orte del Hainaut, en Flandes. ' allí En el Condroz, los segadores dejaban una parte por segar y plantaban duna h?z; después cada uno procuraba lanzar su triche (~dazo de mae1era que sl.rve para afilar la hoja de la hoz), 10 más cerca posible de la hoz' gosmenos E diestrr, .. d ebíla termi ermmar so1o e1 tra b ajo entre las burlas de los ami-' úlfunon otros SItIOS(Flandes meridional) se fabricaba el gallo de paja del E carro c.on el producto de este último lote. la veí .d la región de Maulda se suena la campana de la finca durante toda a a de la fiesta a fin de que el país 10 sepa; Pulo {)fiuna fiesta familiar saluda, en las regiones en que se cultiva ellú,e n de la recolección de este producto (Alost Poperinghe) . . fin de g) 1 en la C·a~pma yen F 1andes occidental, una ' fiesta análoga, marca el a re~ lección de las patatas. 3· Fiestas invernales: a) una fiesta alegre, llamada a veces la «kermesse a la morcilla »,
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INFORMACIONES DIVERSAS CONDICIONES ECONÓMICAS Y SOCIALES DE LOS AGRICULTORES
acompaña la matanza del cerdo cebado para el invierno; los criados 1 amigos de' la casa participan al banquete ; y os b) en la región .de Alost ! en la Campina se festeja a veces Con un comida el fin de la trilla del tngo. a 4. Las mudanzas . . Las mudanzas de agricultores ofrecen igualmente ocasión a fiestas tre vecinos, en algunos cantones de la Campina. El nuevo explota~n- do en cort ejo . por sus nuevos vecinos . de una finca es acompana que han idor a su encuentro hasta la finca antigua y que 10 han ayudado en la mudanz A la cabeza del cortejo van los carros con los muebles y con los aper. s de labranza, con la cosecha del año, etc. Sigue un carro cubierto con una Ion: blanca en el que están los miembros de la familia. El carro está adornado con flores. Sigue el ganado, llevado por los vecinos. Esta demostración de simpatía es acompañada por alegres canciones y por libaciones en las posadas.
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LAS FIESTAS OCASIONALES.
Las fiestas públicas en ocasión de un matrimonio subsisten en algunos sitios en formas en las que reina todavía, entre vecinos, un real espíritu de familia. La casa de la novia es adornada con flores, ramas, colgaduras; arcos de verdura se colocan a 10 largo del camino, salvas de fusiles resonan ; los novios hacen regalos a los vecinos; se canta y se baila. Los jubileo s (bodas de oro, centenarios, etc.) en general se celebran con esplendor. Las calles y las casas están adornadas. Los festejados son acompañados en coche hasta el pueblo: misa solemne en la iglesia, recepción en el Mu icipio, discursos, manojos de flores y música; en el País de los Valones, baile popular e iluminación por la noche. Las tomas de posesión (párrocos, burgomaestres) dan ocasión a grandes . cortejos; las calles del pueblo son ricamente adornadas. Cortejos: En Bélgica, especialmente en la región de Flandes, hay pasión por los cortejos. Hay elementos que vuelven casi siempre: el grupo de los jinetes con trajes antiguos arrendados en la ciudad; los car:os de la agricultura, de los oficios rurales, de las cuatro estaciones, de la VIda campesina, las largas teorías de niños con trajes blancos rodean el carr? de las « reinas » ; el desfile de las sociedades locales, con las banderas al viento. la música. t De vez en cuando, un pueblo debe celebrar un jubileo histórico. Es eS una ocasión para organizar fastuosos cortejos históricos que atraen a a gente desde grandes distancias. r . bles co En la postguerra ' todos los pueblos han orgamzado. memora . . ugUTar tejas para festejar la vuelta de los soldados, celebrar la Vlctona e ina o monumentos a los hombres del pueblo caídos en el campo del hOf°r. sas Adorno de las calles. - Cuando el pueblo está en fiesta, todas as calas son engalanadas con los colores nacionales; guirnaldas de verd~ra ~ención árboles entre sí; de ellas cuelgan faroles venecianos para la ilum~~ante de la calles por la noche. En la entrada del pueblo, en las bocacalles! l~ente de la casa de los festejados se levantan arcos de triunfo que, especIa en Flandes, son verdaderas obras maestras de arte rural.
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Es que existe también una tradición para el adorno de estos arcos, un local que varía de una región a otra. En algunos sitios se hacen dib u~e on la verdura de distintos tonos: malva, boj, pino, hiedra, espárragos, ~~ adornado' C?~ flores naturales; en otr?s sitios se enlazan guirnaldas según reglas tradicionales ; en ?tr~s se trabajan en el suelo tapices de arena blanca, en los que se hacen dibUJOScon flores, hojas, bayas (serbal). El uso de colocar cronogramas en las casas está en boga en muchos <pUeblos. Organización de las reuniones de recreo en el campo. Casi por todas partes los juegos populares en ocasión de la Kermesse se organizan bajo los auspicios de la Administración comunal, que otorga premios y subsidios y se encarga de la public dad de las fiestas. La ejecu~6n, la organización material está confiada a las sociedades locales o a 'Comités de fiestas, como por ejemplo en el territorio de Namur, a la brigada de la « Juventud ». Para los jubileos, las inauguraciones, los cortejos, existen Comités especiales compuestos en general de delegados de sociedades locales. Las demás diversiones públicas son organizadas por gildas, por sociedades, por vecinos, o por un grupo de comerciantes (especialmente taberneros) que encuentran en ello algún interés personal. Para terminar: en qu modo puede salvarse 10 que queda de las antiguas "tradiciones locales? Los poderes públicos pueden mucho: ellos deben fon~ntar los esfuerzos efectuados por los particulares o por las sociedades, interesarse por la conservación de las tradiciones, otorgando, por ejemplo, premios, en ocasión de las fiestas públicas. El ejemplo de las personas inlluyentes del campo puede contribuir a ello mucho: los grandes agricultores deberían procurar orga izar dignamente las fiestas de la recolección no hay dnda de que si alguien empezara, los demás seguirían en seguída. Las dingentes de los círculos de colonas podrían enseñar a un pequeño grupo de muchachas l.as canciones y los bailes de otros tiempos. Las SOCIedadesmusicales y dramáticas deberían ser sotenidas mucho POtrr los poderes públicos. Según hemos visto más arriba es posible enconar e t . , .. n es as SOCIedadesun grupo de personas de buena voluntad con cuyo aUXiliop d ' , b o nan restablecerse las fiestes antiguas en el campo. En los grandes :mlos s~,ríaposible crear una enseñanza post-escolar de música y de la .;:aclOn; allí deberían abrirse escuelas de música. &anad s concursos agrarios : productos de la huerta y de las aves de corral, dirse o, etc. debenan ser mucho más frecuentes. Podría fácilmente añalIlios ~ co~c~so de habilidad profesional: es una simple cuestión de precon~ stnbUlrse. En los Estados Unidos, en Francia y en otros sitios, estos trilla s~s se han ya organizado con éxito. Los concursos de labrado, siega, de bl! ~IC"son más interesantes, porque más productivos que las carreras CICeta 1 ' JUás di o o: ~oncursos de palomos. El segador campeón del pueblo es p;U0. de mento que el campeón ciclista. Mas quien le conoce? darse 1ra ~te~sificar la vida social en el campo pueden también recornens tnUsical: Ibhotecas populares, las conferencias instructivas las veladas s y dramáticas, la telefonía sin hilos. . '
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INFORMACIONES
DIVERSAS
Pero todos estos medios quedarán improductivos si no cambi 1 talidad de los campesinos. Todas las fuerzas morales del país' la ~en_ la escuela, la iglesia deben colaborar a la obra de reeducación de~ allli1ia. generación. a actual Es necesario encontrar todo 10 que acerca las clases entre sí, 1 . men de caridad que les unía un tiempo y que las hacía participar ~ l~s1ig~_ mas sencillos recreos debe restablecerse. nusEn posible entrever, al fin del período de intensa democratización es~a~o~ at~avesando des~e hace algunos ~os, una ,era en la que las' qUe reivindicaciones de las diversas clases sociales seran equilibradas y J~ que el odio procedente de la invidia será calmado. Esto dependerá de 1 buena voluntad de todos, porque la paz ha sido prometida a los hombr e da eSe b uena va 1unta.dC'" onviene ser optimistas y tener confianza en el porve . A los dirigentes actuales corresponde preparar este porvenir. No ~. muchos los que poseen la mejor disposición, el entusiasmo y, al mismo tie~~ tiempo, los conocimientos técnicos necesarios para ser regeneradores de la vida social intelectual y moral de los compañeros. Se necesitarían en cada Cantón uno o dos burgomaestres formados a este fin en cursos universitarios especiales. Los cursos deberían comprender en particular: la psicología, la pedagogía moral, el derecho usual, el derecho rural, la economía rural, la economía política, la arqueología, la historia, la literatura, el folklore, la higiene, las construcciones rurales, las construcciones civiles, las ciencias administrativas. Estos burgomaestres, funcionarios del Estado, ejercerían su misión administrativa en un pueblo, o en un grupo de pequeños pueblos. Deberían ser muy bien remunerados en modo que, como los jueces de paz, podrian no ejercer ninguna otra función. Las elecciones comunales podrían limitarse a nombrar algunos concejales (de 2 a 4) según la importancia del pueblo o del grupo de pueblos. Además la función de concejal debería ser obligatoría para todos los ciudadanos qu~ hayan cursado estudios primarios completos y que hayan alcan:zado c~e~a edad, por ejemplo 45 ó 50 años. De golpe se suspendería la triste polítíca de pueblo, fuente de divisiones y de odio.
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PAÍSES
BAJOS
La enseñanza de la economía doméstica. _ Official Orgaan van den AIgemeenen Nederlamdschen Z~;ivelbond, n. 964. El Haya, 17 de septieIJlbre de 1924. ,, H 1 nda a atriSolo algunos anos antes de la guerra se comenzó en o a , ti a buir una mayor importancia a la enseñanza de la economía dom~ll~~ En el 630 Congreso agrario holandés, que se celebró en rorr, el p~ edel de la instrucción profesional de las campesinas fué p~est?, al or encialdía. Se dedicó viva atención desde entonces a la orgaUlzaclOn Y eS~anza. mente a la formación de los enseñantes, a la dirección de la e~:nnas. a los programas, a la duración de los cursos y a la edad de las nzado• Faltaban todavía experiencias prácticas, habiendo apenas ~omdncipiO, en aquel mismo año, los dos primeros cursos. Pero ya desde e P