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el consumo de drogas en los centros penitenciarios en México bajo el amparo de las autoridades
CONSUMO DE DROGAS
eN LOS CeNTROS PeNITeNCIARIOS eN mÉXICO bAJO eL AmPARO De LAS AUTORIDADeS
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Por dra. bLaNca esteLa castaÑedo
FoTos: QUeHacer PoLítico / ArCHIVo
El consumo de diversas drogas se agrava cuando la ingesta es en el interior de los centros penitenciarios, no solo por el daño que ocasionan al que las consume, sino que afectan a la sociedad y al sistema penitenciario debido a que la violencia y la corrupción se incrementan en el interior de los centros penitenciarios siendo esto un cáncer difícil de superar lo que se traduce en un verdadero problema de salud pública.
Debemos recordar que aunque existe un presupuesto destinado a los centros penitenciarios este no es utilizado para el fin que fue destinado, dado a que si bien es cierto que la finalidad de los centros penitenciarios es readaptar a los internos para que su reinserción a la sociedad sea efectiva, sin embargo es de resaltar que en el 95% de los casos no ocurre así, y un factor determinante es que la corrupción en los centros penitenciarios es enorme desde el custodio de inferior grado hasta los altos mandos, así como los empleados que laboran en el interior de los mismos, es esta misma corrupción y el dominio de las diferentes mafias existentes en el interior de los centros penitenciarios de la República Mexicana hacen que el acceso a diversas drogas sea mas facil.
La venta y distribución de drogas como cocaína, marihuana, anfetaminas, benzodiacepinas y barbitúricos provoca
adicción. riñas, agresiones físicas, deudas, extorciones, manipulaciones, prostitución, robo, homicidio, entre otros delitos que se cometen en el interior de los centros penitenciarios por obtener dinero para drogarse o para hacerse de un supuesto respeto de aquellos internos que hacen del centro penitenciario su sitio de operaciones.
Lo preocupante es que esta práctica es consentida e incentivada por las autoridades mismas, debió a que esto representa una fuente de ingresos millonaria en donde lo que menos interesa a la autoridad es que los internos alcancen una verdadera readaptación social, debido a que una práctica común entre los internos que distribuyen droga lesionen o maten a los internos que deben fuertes cantidades de dinero, como una medida de ejercer presión entre los deudores e intimidarlos para que paguen. Por otro lado, aunque no debería ocurrir, las autoridades y el personal de seguridad permiten la venta, posesión y el consumo de drogas a cambio de dinero.
Pero esta situación no para ahí dado a que los directamente afectados económicamente hablando son los familiares de los internos, esto debido a que los internos manipulan, mienten, chantajean a sus familias para obtener dinero para seguir consumiendo, su cerebro y su cuerpo solo pide seguir consumiendo no importando lo que haya que hacer para obtenerla, aunque ello implique quitarle a sus familiares los pocos ingresos que estos tienen bajo el temor de que sea real la enfermedad que inventan, porque los internos se vuelven grandes actores por conseguir lo que quieren, ese es uno de los posibles escenarios.
El consumo de estas sustancias dejan en el cuerpo secuelas en el cerebro de los adictos.
otro esceNario es la extorsión con ayuda de otro interno que llama al familiar para decir; “que el familiar que se encuentra privado de su libertad se metió en un problema porque lo encontraron consumiendo drogas, suena paradójico pero así es; aunque la autoridad permite la venta y compra de drogas también sanciona por consumirlas el negocio es redondo.
debemos recordar que los internos encuentran cualquier tipo de justificación para consumir y evadir su realidad. Su situación de encierro y así sobrellevarla y sacar el valor reprimido que les permita hacer frente a la vida en el interior de los centros penitenciarios.
si bieN es cierto que los centros penitenciarios cuentan con espacios de atención y tratamiento de las adicciones lo cierto es que estos espacios de atención no cuentan con las herramientas mínimas indispensables para evaluar a los internos, estos espacios, dado a que la forma de ingresar a estos debe ser completamente voluntaria en donde el interno hace un escrito de puño y letra para solicitar su incorporación al tratamiento.
Los eLemeNtos contemplados en el tratamiento de adicciones que se brinda en los centros penitenciarios de la Ciudad de México son: terapia grupal, psicoterapia individual, grupos de ayuda mutua, espiritualidad, talleres. También se realizan talleres/ pláticas con sus familiares se organizan dependiendo de la disposición de los familiares.
Sin embargo es de resaltarse que el consumo de estas sustancias dejan en el cuerpo secuelas produciendo cambios neuroquímicos y funcionales permanentes en el cerebro de los adictos. Causa problemas de motivación, en la memoria y el control cognitivo. Además, los estudios demuestran que también, se produce pérdida neuronal, problemas neurodegenerativos, disminución de proteínas ácidas y otras consecuencias que afectan directamente al cerebro; así como problemas familiares, en las relaciones sentimentales y sociales trayendo como consecuencia perder amistades, relaciones personales debido a su estado frecuente de alteración, poca preocupación por su seres queridos, evaden la realidad, pérdidas financieras significativas. perdida de valores esenciales de la familia entre otros, la adicción, problemas cardiovasculares, debilitamiento del sistema inmune, problemas respiratorios, conductas antisociales, aislamiento, ansiedad e insomnio, depresión, sobredosis e incluso la muerte.
De ahí que resulte importante solicitar al Gobierno Federal que implemente políticas públicas verdaderamente eficaces para nombrar a personas verdaderamente incorruptibles en los centros penitenciarios que busquen una verdadera readaptación social y no solo un interés económico a través de los internos que es una mina de ingresos libres de impuestos, a y que tengan más un verdadera vocación de servir a su país y ayudar a las personas privadas de su libertad con mecanismos eficaces que se traduzcan en una verdadera reinserción social que está ampliamente demostrado que no se consigue en lugares llenos de corrupción y de violencia. P