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Crónica: América en 2020, Gabriella Reyes
Crónica: América en 2020
by Gabriella Reyes (Romance Studies)
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El año 2020 es como ningún otro. Miro este mundo y todo lo que veo es un abismo de oscuridad. Hay una torpeza de la que uno no puede escapar, ha invadido cada parte de nuestra vida y nos ha cegado. La disensión se ha producido a gran escala. Los problemas por los que solíamos pelearnos parecen no molestarnos más. El 2020 es un año en el que muchos se han visto afectados. Las minorías son tratadas peores que los animales, como si fueran basura. Quién diría que el color de tu piel podría determinar que sea aceptado o rechazado por ciertos grupos de la supremacía blanca! El color de tu piel hace que ciertas gentes te vituperen, mientras sonríen y te dan la mano. Tu piel oscura hace que la policía te tema, porque su primera reacción es sacar un arma y disparar. ¿Qué pasó con los Estados Unidos que se construyó sobre la diversidad? Algunos inmigrantes que vinieron aquí, fueron esclavizados, marginados y vejados. George Floyd, Breonna Tayor, ¿qué pasó con sus vidas? No tuvieron derecho a hablar por sí mismos, porque les fue arrebatado en el momento en que un policía blanco sintió que necesitaba silenciar sus voces para siempre con el arma que les fue confiada. Pero, ¿qué pasa con los que están fuera de la autoridad? ¿El ciudadano promedio camina con grima y presentimientos contra aquellos que tienen diversidad racial? Black Lives Matter se convierte en una organización porque muchos han olvidado la 13ª enmienda. El Dr. Martin Luther King sacrificó su vida para ver el fin del racismo, sin embargo, 2020 está aquí y es tan frecuente como siempre. El sueño americano se ha desvanecido en la nada. ¿Cuál es el sueño de estar aquí? Esta nación no es todo lo que dice que es, especialmente para los forasteros. Dicen que esta es la tierra de las libertades, pero los negros son encerrados todavía de manera desproporcionada. ¿Cuál es la respuesta de las minorías? En lugar de reconocer la belleza en la diversidad, se les enseña a ser inseguros, a odiarse a sí mismos, rechazar el mangú con plátanos y cambiarlo por un “happy meal”, dejando un gran vacío, anhelando que se cumpla. Cambiando sus hermosos y rizados cabellos que hablan de sus raíces, de su gente, por el cabello liso de Barbie. Miedo de hablar con su inglés roto por miedo al prejuicio y la marginación de la mayoría. ¿Qué pasó con América? El crisol en el que fundamos esta nación con tanto entusiasmo se nos ha ido. ¿Qué pasa con los niños que son separados de sus padres diariamente en la frontera? En los Estados Unidos hay una falsa creencia de “ama a tu prójimo” pero odia al vecino indocumentado que vive junto a ellos. Los niños gritan “no” mientras las manos los alejan violentamente de sus seres queridos, sin saber cuándo volverían a ver a sus padres. Vuelven a sus horribles condiciones, duermen sin comer, no reciben educación y mueren por falta de medicinas al contraer una mera infección. Vienen aquí en busca de mejores oportunidades, porque Estados Unidos tiene recursos que podemos brindarles, pero nuestra ceguera solo nos deja ver el color, el color que nos asusta y rechaza ofrecer una mano amiga.
No hay amor, hay tolerancia. La paciencia entre unos y otros se ha agotado y la gente está dispuesta a luchar, no a hablar. Somos gente privilegiada, a la que se nos da luz cada mañana pero la oscuridad la vence rápidamente. Nuestros valores se olvidan. Estados Unidos ya no protege a su gente. América protege a América. 2020 es cada hombre por sí mismos. Esto es América 2020.