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› EspEcial
QUEQUi › Domingo 22 de Agosto de 2010
› Héctor Luis Campos agradeció las profundas observaciones que hizo al libro el profesor Óscar Avendaño.
› Rafael Santiago, director editorial de Quequi, expuso sus puntos de vista. En el extremo derecho, su hija Candy Paulette, quien diseñó la portada.
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Presentan ‘Breve historia de Santiago Tuxtla’ Ruedan mitos que tenían los pies de barro.
Por José Luis Miranda Rosario Quequi Especial
L
o primero que salta a la vista al leer la Breve Historia de Santiago Tuxtla de Héctor Luis Campos y Rafael Santiago es esa forma novelada de escribir historia. Escuchemos: “Caminar por las laderas del risco y observar en lontananza al poblado tuxteco produce una sensación que seduce y confunde.” O bien cuando sentencian: Los lugareños aman a su pueblo… y aspiran fuerte para retener los mensajes cifrados que emiten con su aroma las naranjas en flor.” O cuando leemos: “Olores y formas que se mezclan con los frescos manantiales del coco partido de la luna llena.” ¿Cómo pudiera ser un coco partido de la luna llena? El lenguaje figurado, la metáfora, dejan su habitual territorio y pasan de la literatura a la historia. Y no es la primera vez. Lo segundo que llama mi atención es esa forma desinhibida, desenfadada para expresar el resultado de sus investigaciones, los títulos de los capítulos: “La toponimia”, como si la
toponimia fuera un objeto al que pudiera manipularse, jugar con él o con ella, “Bola de marqueses” para referirse descomedidamente a los 5 personajes que se convirtieron en Marqués del Valle de Oaxaca, incluido el conquistador, y del que Tuxtla fuera parte significativa. Y en ese sentido, Héctor Luis y Rafael Santiago no dejan títere con cabeza: por allá ruedan la de Eneas Rivas Castellanos, la de Fernando Bustamante Rábago, la de León Medel y Alvarado y gasta las nuestras al decir de ellos nos retratan expresando “mi abuelita me lo contó” para referirnos a algún acontecimiento del devenir de Tuxtla. Claro está, sin restar la importancia que la tradición oral ha tenido en la conservación de la vida misma. Scherezada como ejemplo, los juglares como muestra. Héctor y Rafael, en la introducción a este libro expresan que no se tuvo miedo a enfrentar cada caso y esa confianza salta a la vista. Por allá ruedan las viejas verdades que hasta ahora se cantaban de la historia de este Santiago deslumbrante para dar paso firme y decidida sentencia de los autores en comento, fuera de ellos, “Todo lo demás es especulación”. No obstante, debo recordarles que las verdades tienen un tiempo perentorio y un espacio geográfico limitado por la cultura que las genera. Y qué
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Opté por construir la portada con elementos simples y de gran significado. Candy Paulette Estudiante de Diseño en Roma
› El público se deleitó con las anécdotas de todo el periplo necesario para lograr la publicación del libro.
bueno que los autores al tratar el topónimo de Tuxtla y al referirse a las caras anchas expresen la posibilidad de que investigaciones posteriores arrojen luz sobre estas cuestiones y que este libro no sea el límite de las mismas, si no por el contrario abra caminos para que ulteriores investigaciones las transiten. Esa es la importancia de este manual. El texto que estamos presentando tiene vigencia y las viejas traducciones del topónimo Tuxtla, no son desechadas, antes bien, las reproduce fidedignamente, con la salvedad de que documentos en ristre, fundamente sobre la certeza del Códice Mendocino, sobre la veracidad de la Matrícula de Tributos, sobre el glifo del pájaro color amarillo y la palabra que lo rubrica Tuztlan; con la posición de que Tuxtla deriva de tos(tli), cosa muy amarilla y tlan(tli) abundancia, por lo que significa “lugar de pájaros amarillos” pero deja abierta la posibilidad mística y mitológica de que quiera decir “lugar donde se venera al sol naciente”. Y aquí se muestra la riqueza interpretativa, la investigación de lo que otros seres en otros tiempos vislumbraron. Toca a nosotros como lectores asiduos y amantes de nuestra historia local adoptar una posición. Significativo resulta el texto “Breve historia de Santiago Tuxtla”, pues los acontecimientos locales son tratados
en su vinculación con la historia nacional y los aconteceres del mundo, así se habla de Napoleón Bonaparte, de los Aztecas, de la expedición española a Flandes, de los emperadores y las rebeliones previas a la de 1810. El libro deja constancia de la historia milenaria de esta población que se remonta a la época primera de los olmecas, pasa por el bárbaro pueblo azteca, se inscribe en el Marquesado del Valle de Oaxaca, se convierte en villa, cabecera del Cantón de Tuxtla, Ciudad, y llega hasta nuestros días convertidos en lo que ahora somos; pero también explica el proceso mediante el cual se ha tratado de envilecer su historia, acotarla, desdibujarla y trasladarla a nuestros hermanos vecinos de San Andrés Zacoalco, a quien se le dejó Tuxtla, cuando a Santiago se le llamó “Juan de la Luz Enríquez” para liquidar la identidad cultural de los santiaguinos. El libro ofrece al lector los antecedentes de un pueblo milenario que conquistó la selva, dominó a los ríos, sufrieron los embates aztecas y sucumbieron al yugo español y que aquí estamos discurriendo nuestra historia, confirmando nuestra identidad y celebrando este texto tan vigente como nuestra fiesta patronal. “Breve Historia de Santiago Tuxtla” es un libro que no se debe dejar de leer. Enhorabuena.
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Domingo 22 de Agosto de 2010 › QUEQUi
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› cOMENTaRiO
Es un libro para todos Por Flavio Ramón Quequi Especial
› Personajes importantes de la ciudad abarrotaron el lugar para ser testigos de la presentación del libro acerca de la historia de Santiago Tuxtla.
› pRólOgO
‘La microhistoria nutre nuestra identidad’ Los nuevos tiempos exigen investigaciones profundas que aclaren nuestro pasado.
Por Fernando Bustamante Rábago Quequi Especial
La historia de Santiago Tuxtla, como la de muchos otros pueblos, ha pasado etapas interesantes, no tanto en los sucesos reales como por los personajes que la han narrado muy a su manera, inicialmente, porque la fantasía popular era desbordada por un romanticismo en que se manifiesta la intención de exaltar ocultas virtudes de nuestro acontecer, y decirle al mundo que éramos uno de los cuentos de Las Mil y Una Noches y que aquí el oro se encontraba hasta en el buche de las gallinas. En esa época el acceso a las fuentes de información era inalcanzable para nuestros narradores a quienes el descubrimiento de grandes piezas arqueológicas soltó las ataduras a la imaginación. Mas tarde con don Antonio Verdejo hay una recopilación de datos toponímicos que a todos los tuxtecos interesaron; muchos de los datos son resultado de la información derivada de la época en que la población tenía en su vocabulario un alto porcentaje de voces de lengua nahuat que nunca evolucionó al nahuatl según Hasler .No faltó quien tras la cortina de una supuesta investigación de campo dijera lo que le convenía como resultado de la tradición oral, ignorando o pretendiendo ignorar que las investigaciones que no se sustentan en hechos documentados carecen de validez.. Cual más echaba su “cuarto a espadas” tratando siempre de agregar algo de su cosecha, y no fue hasta época reciente que diversos autores de reconocido prestigio como investigadores que han estructurado la columna vertebral de la Verdadera Historia de Santiago Tuxtla, como don Gonzalo Aguirre Beltrán, Kelly, Manzanedo, y ahora Héctor Luis y Rafael Santiago, ambos con sólida formación profesional, el primero
como médico veterinario zootecnista y el segundo como ingeniero agrónomo a quien sus inquietudes sociales y culturales lo ubican como director de un diario en la ciudad de Can Cun, donde apasionadamente escudriña la cultura maya para plasmarla en sus libros, ambos nacidos en Santiago Tuxtla y con la preocupación permanente por difundir nuestras verdades culturales, Héctor Luis es un apasionado de nuestra música folklórica, aprende a tocar la jarana y el requinto y de su investigación escribe un manual de técnica musical de nuestra zona, monta un taller de Laudería y forma el que sería el conjunto más sólido en el conocimiento de lo nuestro que es el grupo Río Crecido quien ha llevado la música de Los Tuxtlas por gran parte de la República Mexicana. Además, Héctor Luis y Rafael Santiago son poetas que apasionadamente buscan lo positivo de nuestra historia, todo lo dicho sobre Santiago Tuxtla: Desde la expresión pictográfica de los tlacuilos hasta la expresión poética de las aportaciones que van de la sencillez de un villancico a la alambicada expresión de un soneto. La microhistoria es la que proporciona los nutrientes a ese árbol fecundo de nuestra identidad. Con una narrativa magistral, los autores de este libro van más allá que la cita del número de villas y de habitantes que conformaron el Marquesado del Valle de Oaxaca, un territorio marcado a capricho incluyendo las mejores y mas productivas tierras de la llamada Nueva España, que nunca fue ni un a ni la otra cosa. Recorrer la geografía del marquesado siguiendo los trazos del Códice Mendocino de la mano de Héctor Luis y Rafael Santiago es de sumo interés porque nos lleva desde el análisis profundo de los diversos topónimos que se relacionan con Tuztla hasta el minucioso dato histórico obtenido de la consulta de una extensa bibliografía que el interesado puede tomar como información de base para no caer en el terreno especulativo. El significado del color amarillo del ave que fue simbólica para los
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Esta breve historia debe ser leída por gente mayor y estudiantes. Fernando Bustamante Antropólogo
pintores de la palabra y su congruencia con Huitzilopochtli y con el mismo Santiago de Galicia, es explicado por los autores de esta Historia en forma minuciosa. Rafael Heliodoro Valle en su obra Santiago en América habla de la importancia que reviste la figura del “Hijo del Rayo” desde la batalla de Centla en Tabasco en que según Gómara el cielo se oscureció con tantas flechas hasta que apareció entre las nubes el santo español, montado en albo corcel como en todas sus presencias, para decidir la batalla por supuesto a favor de sus paisanos. La última aparición de Santiago fue cuando Villa tomó Paredón y los habitantes de una aldea cercana pidieron a la imagen del santo que lo desviara del camino, y así sucedió según el autor citado. Los bienes de Cortés son heredados trecientos años después de su muerte al conde de Monteleone y Terranova quien al igual que el primero nunca vino a posesionarse físicamente de la herencia –en lo que a Santiago Tuxtla se refiere- y comisionó al abogado más famoso del momento para que las enajenara, el era don Lucas Alamán. Dejo a los lectores con Héctor Luis y Rafael Santiago para que disfruten de la interesante obra que marca un hito en la investigación histórica de nuestro pueblo.
El libro BREVE HISTORIA DE SANTIAGO TUXTLA escrito por los hermanos Campos Ortíz: Héctor Luis y Rafael Santiago ha sido diseñado cuidadosamente tanto en la estructura externa como en la interna. En el reverso de la carátula aparecen un epítome tomado del prólogo del Antropólogo Fernando Bustamante Rábago, además, la iconografía y siglas de las instituciones que acreditan la obra de marras: El Instituto Veracruzano de la Cultura, El Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias, y el CONACULTA: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Ya escucharemos a los autores disertar sobre su propuesta. Ya nos platicarán cuando nació la idea de escribirlo, por qué lo escribieron, en qué género literario lo ubican: si es monográfico, social, antropológico, teórico- propositivo… ya nos lo dirán. Quién mejor que el propio autor para defender lo que piensa, y ahora tenemos la magnífica oportunidad para escucharlos de viva voz. No obstante, consideramos que BREVE HISTORIA DE SANTIAGO TUXTLA se asemeja a lo que Octavio Paz ha declarado en El arco y la lira: “La historia del hombre podría estudiarse como la de las relaciones entre las palabras y el pensamiento, los signos deben ser explicados y no hay otro medio de la explicación del lenguaje. La palabra es el hombre mismo. Estamos hechos de palabras. Ellas son nuestra única realidad o, al menos, el único testimonio de nuestra realidad”. Sea por eso que Héctor Luis y Rafael Santiago, movidos por la necesidad de dejar constancia de su realidad emprenden el viaje por la historia del pueblo que los vio nacer, que es finalmente la narrativa de su propia historia. Quien esto escribe considera que la unión de talentos y el afán de investigadores de Héctor Luis y de Rafael Santiago han creado un interesante ejemplar literario –antropológico que escudriña las entrañas tuxtecas. Es un libro en el que como ellos mismos lo dicen: “se personifica la alegría, la tragedia, el misticismo, ya que la historia como el amor, encierra enigmas indescifrables que con sus hilos secretos maneja el destino de los hombres”. BREVE HISTORIA DE SANTIAGO TUXTLA aunque es un libro escrito por Héctor Luis y Rafael Santiago, pronto será de cada uno de los que habitamos este enigmático y milenario pueblo. Enhorabuena. Muchas Gracias.