DE JULIO

Amanda,

la mujer que inspiró a Green Day

Quizá el disco más importante de toda su carrera es Dookie, una verdadera joya del punk que en su tracklist cuenta con algunas de sus tracks más conocidas de la banda, como “Basket Case”, “Longview”, “When I Come Around” y “Welcome To Paradise”, pero además de estas canciones hay una más que se volvió popular por la enigmática historia que hay detrás de ella.

Hablamos de “She”, la octava de este disco la cual a simple escucha podría parecer como una canción sencilla escrita sobre una mujer que grita en silencio, atrapada en un mundo que otros planearon por ella, pero la verdad es que es aún más interesante que eso porque el buen Billie –cada que puede– la cambia y le da un significado diferente, pero por acá vamos a ver de qué se trata. Hablamos de “She”, la octava de este disco la cual a simple escucha podría parecer como una canción sencilla escrita sobre una mujer que grita en silencio, atrapada en un mundo que otros planearon por ella, pero la verdad es que es aún más interesante que eso porque el buen Billie –cada que puede– la cambia y le da un significado diferente, pero por acá vamos a ver de qué se trata.

Hablamos de “She”, la octava de este disco la cual a simple escucha podría parecer como una canción sencilla escrita sobre una mujer que grita en silencio, atrapada en un mundo que otros planearon por ella, pero la verdad es que es aún más interesante que eso porque el buen Billie –cada que puede– la cambia y le da un significado diferente, pero por acá vamos a ver de qué se trata. En 2000, VH1 le preguntó si las rolas de Dookie eran una carta de amor adolescente para su esposa Adrienne, aunque para ser honestos dijo que en ese entonces ni siquiera ella figuraba en su vida, así que volvió a mencionar que la había compuesto sobre una chica de San Diego que se mudo cerca de él en Berkeley con la que salía, pero sobre todo como una respuesta a un poema feminista que ella le había mostrado.

Y a todo esto, ¿quién es la misteriosa mujer que inspiró “She”? En 2011 y en medio de los 17 años del lanzamiento del emblemático disco, el cantante de Green Day dijo en su cuenta de Twitter que la rola estaba inspirada en una mujer llamada Amanda y que incluso aparecía en otras canciones del álbum como “Chumb” y “Sassafras Roots”. Pero más allá de esto, se ha aparecido en otros momentos de la discografía de la banda como en “Stuart and the Ave” del Insmoniac y “whatsername” de American Idiot, pero toda esta intriga acabó cuando lanzaron ¡Uno! ¡Dos! ¡Tré!, pues por fin le puso un nombre a esta mujer. En el último disco de la trilogía hay una rola con ese nombre, que de acuerdo con Billie Joe y después de años de estarlo visitando en sueños y melodías, por fin pudo ponerle nombre y punto final a un amor que lo dejó con el corazón roto pero que a cambio le dio la inspiración para componer algunas de las canciones más sobresalientes de su carrera. Según lo que cuenta el cantante, era momento de hacer las paces con su pasado y claro, con Amanda, así que decidió hacer una última canción para esa mujer misteriosa, como si se reencontrara con ella y le preguntara que fue de su vida.

Reconoce algunos tipos de Relaciones Tóxicas

Incluso en las relaciones saludables, pueden existir momentos en los que se activen determinados mecanismos poco funcionales, el verdadero problema surge cuando estos comportamientos se interiorizan y se convierten en la base de la vinculación entre las partes implicadas en la relación.

RELACIONES DE PODER

Si no existe colaboración y lo único evidente es la competencia entre los miembros, los mecanismos disfuncionales se pondrán en marcha. El poder es uno de los indicadores más claros de la existencia de una relación disfuncional.

En las relaciones disfuncionales, aparece la posición de ganador o perdedor, de ostentación del poder o de sumisión al mismo.

RELACIONES BASADAS EN LA MANIPULACIÓN O EL CHANTAJE

En este tipo de relaciones, una de las partes emplea el miedo o la debilidad de la otra parte en algún aspecto, para obtener un beneficio y desequilibrar la balanza. En muchas ocasiones aparece la culpa, el temor al abandono o a una reacción desagradable que, a fin de ser evitada, modifica la conducta de uno de los miembros de la relación, a pesar de contrariar sus propios deseos, emociones o capacidades.

RELACIONES BASADAS EN EL MIEDO

Tal vez el miedo sea la forma más disfuncional de relacionarnos. Pero, tristemente, los datos de maltrato y violencia en todo tipo de relación (pareja, familia, etc.) nos muestran que la agresividad y la violencia, ya sea física o psicológica, están a la orden del día.

En este tipo de relaciones son frecuentes los abusos, los celos, las agresiones, la manipulación y la mentira. Mientras que, una relación sana nos hace sentir seguros y, aun dentro de las incertidumbres de la vida, nos ofrece un espacio de tranquilidad y estabilidad.

RELACIONES BASADAS EN EL CONTROL

Es un hecho muy frecuente, cuando una de las partes intenta controlar a la otra, por el medio que sea. Desde formas sutiles a maneras explícitas de control, esta estrategia resulta profundamente disfuncional. Los celos, la invasión de la privacidad ajena, las artimañas de la naturaleza que sean para conseguir que el otro actúe conforme a nuestras expectativas. Una relación sana se fundamenta en algo bien distinto: en la libertad de elección, en la lealtad, en la confianza y en aceptar que, la otra persona, es un ser independiente, con deseos y pensamientos propios.