CATALOGO QUITO EN EL CINE

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* CREDITOS Augusto Barrera Guarderas Alcalde del Distrito Metropolitano de Quito Ana Rodríguez Directora Ejecutiva Fundación Museos de la Ciudad Juan Javier Dávalos Coordinador programa metropolitano Quito Cultura Viva Stephen Bruque Técnico Educativo proyecto Cine Q Juan Martín Cueva Director Ejecutivo Consejo Nacional de Cinematografía del Ecuador María Belén Moncayo C. Coordinadora proyecto Quito en el Cine Ensayos: María José Rodriguez Paúl Ponce Diseño y diagramación: Marieliza Vásquez Imágenes: Diez películas ecuatorianas de la 1ra muestra Quito en el Cine 1000 EJEMPLARES IMPRENTA CASA DE LA CULTURA ECUATORIANA “BENJAMÍN CARRIÓN” QUITO, NOVIEMBRE 2013

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* PALABRAS DEL ALCALDE

El lenguaje cinematográfico lleva desde hace más de cien años interpelando nuestros sentires y volviéndonos partícipes de todo tipo de historias que transcurren en un momento y un lugar determinado. En el caso del cine ecuatoriano, QUITO ha sido ese lugar recurrente: Protagonista en la narración de hechos históricos y en la representación de sueños; testigo de las vivencias, alegrías y tristezas de personajes que también son los habitantes de esta ciudad. En esta ocasión, el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito, a través de la Fundación Museos de la Ciudad y el Programa Metropolitano Quito Cultura Viva, así como el Consejo Nacional de Cinematografía, presentan una muestra que constituye un acercamiento reflexivo y participativo a la mirada que el cine ecuatoriano ha tenido sobre los lugares, habitantes y espacios de nuestra ciudad. QUITO EN EL CINE, es una propuesta que incorpora a públicos de distintos sectores del Distrito, como parte del acceso a la oferta cultural pensada para todos y todas que aquí habitamos. Pongamos entonces nuestros ojos en Quito y dejemos que el cine nos permita observarnos. Alcaldía Metropolitana De Quito

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* Y la nave (Quito) va… Entre una ciudad y sus cineastas, los que nacieron o se instalaron en ella, o los que simplemente llegan a filmar en sus calles, siempre se establecen relaciones apasionadas, de amor o de odio (o cuando las películas son complejas, y de complejidad está hecho el buen cine, de una exquisita combinación de amor y odio). Eso sucede con Quito, como podremos verlo en estas películas más o menos recientes que, todas desde el lenguaje de la ficción, nos cuentan una determinada ciudad desde la óptica de unos personajes que se mueven en ella, que la aman o detestan, que en ella sufren o triunfan, que en ella son felices o padecen, que de ella huyen o sueñan con escapar de ella. Película tras película, se va creando colectivamente un imaginario de la ciudad, una representación de múltiples trazos que proyecta una imagen de ella. Eso sucede con Nueva York, con Roma, con París o con Buenos Aires. Eso sucede también con Quito. Por muchas razones que no vienen al caso, el cine ecuatoriano se ha hecho básicamente en Quito. Desde que inició la actual etapa de producción cinematográfica a fines de los años 90, la mayor parte de los directores, así como los emprendimientos de producción y las experiencias en los distintos ámbitos de las profesiones y los oficios del cine se han concentrado en Quito. Esto, sin desmerecer toda la experiencia producida y acumulada otros lugares, sobre todo en Guayaquil, en Cuenca, en Manabí, en Loja… Cuando vemos una película filmada en Chicago o en Estocolmo, en Londres o en Tokio, no pretendemos que la ciudad que vemos coincida con la que tenemos en mente, pero cuandåo la ciudad que vemos en la pantalla es la misma en la que estamos al salir del cine, queremos exigirle al cineasta que nos cuente “la verdad”, que su Quito coincida con el nuestro. Viendo una película filmada en Quito no debería pensarse ni “así mismo es” ni “esa no es la ciudad en la que vivo”.

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Se trata de visiones subjetivas, más aun en el caso de esta primera muestra que se concentra en largometrajes argumentales de las dos últimas décadas. Se trata de construcciones de ficción que reproducen Quito en un plano narrativo que no pretende ser ni la verdad sobre la ciudad ni la única manera de verla. El Quito de Sebastián Cordero es diferente del de su propia hermana, Viviana. El Quito de Víctor Arregui no es el mismo que el de Mateo Herrera, el Quito de Anahí Hoeneisen no tiene porqué parecerse al de Tito Jara, el Quito que persigue Camilo Luzuriaga no coincide con el que encuentra David Nieto… Esta muestra propone volver a ver imágenes de la ciudad que son otras tantas entradas para sentir y para reflexionar sobre la ciudad en la que vivimos. Volver a ver estas películas pensando en un elemento que las une a todas: puestas en escena en Quito, necesariamente hablan de Quito. En algunos casos la referencia es evidente o directa, en otros sugerida o tenue, pero en todos los casos el peso de la ciudad en los conflictos que se desarrollan en sus calles o en sus casas es fuerte, y en algunos casos determinante. Los personajes quiteños cargan a Quito, su ciudad los impulsa o los detiene, y difícilmente se pueden desentender de ese peso. La Virgen del Panecillo, la ciudad dividida en dos grandes sectores que se dan la espalda, las calles, las veredas o los mercados, el estadio o la plaza de toros, la Floresta, la Jipijapa o la América, el colegio, la universidad o el condominio: son los lugares donde nos llevan estos personajes de ficción para pensar hacia dónde se dirige la nave llamada Quito. Juan Martín Cueva Director Consejo Nacional de Cine

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* La ciudad y sus muchos rostros Hace poco presentamos en la sala de cine Alfredo Pareja una muestra dedicada a explorar Bogotá y como espectadores nos dejó pensando en Quito, como una ciudad realmente fotogénica, protagónica, de presencia cinematográfica y lo bueno que sería verla antologada también. El excelente trabajo de María Belén Moncayo al reunir diez películas, desde los noventas hasta hoy, para el ciclo Quito en el Cine radica en que logra reproducir el protagonismo que la ciudad ha tenido en una importante variedad de producciones nacionales: desde las visiones históricas de Camilo Luzuriaga hasta las más contemporáneas y personales de Anahí Hoenesein, Daniel Andrade o David Nieto. Cada rincón que se ha retratado de Quito no sirve de simple escenario, sino que actúa como un ser político, moral, musical, sucio, encantador e intrigante. Hay un panorama de Quitos varios: uno violento y hostil en la mirada de Víctor Arregui. En Cuando me toque a mí reconocemos una ciudad de la que se habla mucho en la crónica roja, cuyos agravios no son simples percepciones del ciudadano. Ciudad veloz en la que deambula la muerte en cientos de ambulancias torturadas que invaden las calles con sus sirenas. Otro que es el escenario de las clases sociales, el resentimiento, la alcurnia, el norte y el sur como dos frentes dispares que se conocen desde Ratas, ratones, rateros y que vemos hoy en A tus espaldas, casi como una sátira a la división marcada, religiosa, simbólica que la Virgen del Panecillo puede producir en los habitantes. Un Quito medio curuchupa, medio silencioso, de verdades a medias, más personal y encubierto en la neblina de Esas no son penas. Finalmente hay que decir que en este ciclo compartimos también, gestores y público, espacios que hoy en día son esenciales para los espectadores quiteños: cuatro prácticamente nuevos Centro de Desarrollo Comunitario (CDC) de Quito y las salas Flacso Cine y Alfredo Pareja, una red sumamente importante para la gestión cultural en la ciudad, que debería continuar vinculándose en este tipo de proyectos y siendo, igual que en el cine, protagonista y escenario de diversidad, buen cine y diálogo. Paulina Simon Torres Programadora de Cinemateca Nacional

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* ENSAYOS 7


* Quito: imagen y espacio urbano socialmente construido En el país a partir de los años noventa se ha incrementado la producción cinematográfica, los temas de estas propuestas han sido muy variados y de manera general estas producciones han desarrollado buena parte de sus argumentos sobre el espacio urbano. Películas como Ratas, ratones y rateros de Sebastián Cordero - 1999, Fuera de juego de Víctor Arregui - 2002, Esas no son penas de Anahí Hoeneisen y Daniel Andrade – 2006, Cuando me toque a mí de Víctor Arregui – 2008, A tus espaldas de Tito Jara – 2011, entre otras, son muestras fehacientes del trabajo fílmico en estos espacios y del tipo de relaciones sociales que se desarrollan a partir del espacio urbano. Para reflexionar la relación que la producción cinematográfica mantiene con Quito, se partirá de dos interesantes films: Ratas ratones y rateros y A tus espaldas. Estas películas, si bien tienen un lapso de tiempo de estreno de 12 años -particularidad que eventualmente podría diferenciar las formas de representar la urbe- se constituyen en importantes insumos en el proceso de construcción social del espacio urbano quiteño. La razón por la cual se tomó como objeto de análisis, es el rol que la representación gráfica de los dos polos existentes en la ciudad: el norte y el sur. Para la indagación urbana de esta relación, se plantearán algunos elementos conceptuales que permitirán comprender de manera sistemática el papel que cumple la representación gráfica del espacio urbano en la construcción tanto de la ciudad como de lo urbano. Desde la perspectiva de Henry Lefebvre cada modo de producción posee su forma particular de comprender el espacio y de organizar sobre este todo su proceso de producción. Bajo este antecedente, este autor elabora una teoría unitaria sobre el espacio que da cuenta de las múltiples interacciones sociales, espaciales, simbólicas que tienen lugar en el proceso de producción y que al mismo tiempo son veladas para naturalizarlas y mantener la articulación social y productiva del mismo. La teoría propuesta, gira en torno a tres importantes ejes: a) las representaciones del espacio: aquellas categorías pensadas por los especialistas para comprender el espacio, mismas que estarán orientadas a sostener el funcionamiento del proceso de producción, b) la práctica espacial: proceso mediante el cual el

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espacio que se asimila a través del cuerpo, de los sentidos, también involucra la producción y reproducción de lugares y espacios característicos de la formación social, y c) el espacio de la representación: es el espacio vivido a través de imágenes y símbolos, está estrechamente relacionado con el complejo sistema de símbolos, códigos y formas de vida social. Las representaciones nos anteceden pero al mismo tiempo se construyen de manera continua, cada sociedad genera simultáneamente sus propias representaciones. Uno de los principios importantes en la construcción del espacio urbano, es sin duda el espacio de la representación por dos motivos: primero, porque es a partir de este que se reproduce el quehacer de la práctica social y las representaciones del espacio para legitimarlas y segundo, porque es a través de este ámbito que se actualizan las nociones de las dos primeras instancias y permite dar secuencia al ciclo. El espacio urbano se configura como un espacio de representación. Pero ¿a qué nos referimos cuando se habla de representar? En la misma línea que Michel de Certeau (1974) y Roger Chartier (1992), Marin (1996) precisa que el proceso de representación se vincula fundamentalmente a una doble función: la una de “hacer presente una ausencia” y la otra de “exhibir su propia presencia como imagen, y construir con ello a quien la mira como sujeto mirando” (Marin, 1996: 78). La primera función se la puede llevar a cabo colocando, en lugar de lo que está ausente, algo o alguien con el fin de traerlo a la memoria. La segunda función se relaciona con el principio de auto-representación, es decir, la exposición de la persona o la cosa en su propia representación. Este proceso según Marin (1996) responde a una doble faceta: la „transitiva y la „reflexiva, a partir de las cuales sostiene que si cada objeto o persona que sustituye a algo o a alguien, si bien cumple su función de representar; la forma, los medios o los procedimientos con que estos son lanzados al mundo de la representación también representan algo.  La sociedad contemporánea se encuentra sometida a una constante invasión de imágenes que articuladas con discursos que corresponden a las formas de producción vigentes, pretenden reconstruir la realidad

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sobre la base de la naturalización de las imágenes. Sobre este tema Ardevol y Muntañola (2004) plantean que “la presencia de las imágenes en nuestra vida cotidiana es tan importante y tan masiva que tendemos a considerarlas como parte de nuestro entorno “natural”, como representación o reflejo de una realidad “externa” (Ardevol y Muntañola, 2004: 13). En la actualidad, la imagen se ha constituido en uno de los ejes en la configuración de las sociedades urbanas, esto puede vincularse con la mediatización del espectro social, resultado de los adelantos tecnológicos en términos de manejo y transmisión de información -TICs-. En este sentido, el cine que en sus inicios estuvo según sus inventores condenado al fracaso (Serrano, 2001), consiguió gracias a estas innovaciones tecnológicas abaratar costos de producción y reproducción, convirtiéndose en un referente masivo en la construcción de imágenes. La imagen al igual que el espacio es producto de una construcción social y “su interpretación depende de convenciones arbitrarias y no sólo perceptivas, y que hemos aprendido a atribuirle sentido y significado a partir de patrones culturales muy elaborados” (Ardevol y Muntañola, 2004: 13). Por ello, el análisis de las imágenes se enmarcará en la forma de organización y relaciones sociales, que facilitaran contextualizar el porqué de una u otra imagen. Los postulados anotados con anterioridad permiten abordar ciertos elementos de las producciones cinematográficas y comprender las formas de representación que estos directores buscan plasmar a través de sus obras. En esta línea, cabe preguntarse ¿Qué imágenes, utilizaron los directores las dos obras escogidas, para la representación gráfica del espacio urbano de Quito? En la película de Sebastián Cordero, la representación de la ciudad se produce a partir de dos niveles: interiores y exteriores. En cada toma, la fotografía y la iluminación poseen un altísimo valor simbólico. En los encuadres interiores, en términos de iluminación al momento de registrar la zona sur y norte de la urbe se evidencia una diferenciación. El manejo de la luz en el caso del norte responde a colores cálidos y claros, en el sur son colores fríos y con poca intensidad. En las grabaciones de exterior, se entrevé una composición de la imagen distinta. Las tomas realizadas en el

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norte de la ciudad responden a una estética de pulcritud, orden y abundancia; en contraste con las del sur que se relacionan por lo general con grafitis, desorden en las construcciones, viviendas en obra negra, que dan la impresión de caos, desaseo y pobreza. La película de Tito Jara, también presenta encuadres en interiores y exteriores, a pesar de que los interiores poseen mayor relevancia. En los registros fílmicos de interior se muestra las necesidades del protagonista –sureño- para incorporarse de manera integral al estilo de vida del norte. Por otra parte, las tomas en exteriores se limitan a mostrar la pobreza de un sector del sur y espacios donde se desarrollan actividades terciarias –servicios- en el norte. Estas dos películas a pesar del distanciamiento temporal de su estreno, continúan emitiendo esa diferenciación entre sur y norte que responde a una representación generalizada de estos espacios urbanos y las actividades que sobre estos se realizan. Si bien este tipo de obras representan de una manera crítica estereotipos físicos y sociales de estos ‘espacios irreconciliables’ de la ciudad, se encargan simultáneamente de actualizar estas representaciones y mantenerlas vigentes en el orden social. María José Rodríguez Álvarez.

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* Quito: la ciudad múltiple en el cine La primera pregunta que surge es cómo vincular estos dos campos, los Estudios Urbanos y la producción cinematográfica realizada en la ciudad; como se puede nutrir el uno del otro. Al estar más vinculado a los estudios de la ciudad y menos al cine, la pregunta inmediata es ¿cómo ver el cine desde la perspectiva de estudios urbanos? Varias respuesta pueden surgir: una es que es una “puerta” que permite entrar a un “mundo nuevo” o uno “muy conocido”; o una ventana para mirar “de lejos” ese “mi Quito” o ese “otro Quito”; o quizás protegido por el “vidrio” de la “distancia”. A lo mejor es un “marco” a manera de cuadro donde se resalta una parte de la “realidad” desde los ojos del realizador pero que al enmarcarlo deja por fuera “el resto de la pintura”. Antes de querer, si es posible, dar una respuesta, se considera mejor pensar en el objeto de estudio: la ciudad, al final eso es lo que se ha estado explorando y a partir de este punto ver que nuevas entradas podrían dar las realizaciones cinematográficas. La discusión de qué es la ciudad, qué es lo urbano, no es un asunto fácil, ni definido, ni terminado, es una discusión no reciente y que distan mucho de ser un tema resuelto. Por tanto, la única opción que se puede tomar al abordar esta temática es situarse, definir como se concibe esta ciudad, con todas las posibilidades y limitaciones que conllevan este posicionamiento. En este sentido, lo primero que se quiere señalar es que no se pretende deslegitimar las aportaciones de los estudios urbanos tradicionales, sino abordar de forma diferente la ciudad, para dar cuenta de aquellos aspectos que los estudios urbanos tradicionales, se considera no lo han hecho de manera satisfactoria. Es así que este reflexión se sitúa en una visión Constructivista de la ciudad, donde lo que se quiere dar cuenta, es como se “crea o genera” ciudad. Entonces este trabajo se enmarca en la Teoría-Actor-red, las mismas que encuentran muchas coincidencias con otras teorías que buscan explicar la acción y se hacen cargo de “la realidad” como un tema relacional, como elaborado por un conjunto de participantes. La aportación más novedosa, sin embargo, es que estas relaciones no son únicamente de humanos sino de todo tipo de elementos no humanos que se considera que pueden ejercer influencia y transformación en este conjunto de actores(actantes) y cuyo efecto es indeterminado, donde aquello que se llama sociedad no es una esfera

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de humanos definida, sino mas bien el trabajo constante y permanente de construcción de estos vínculos, donde la acción de ensamblarla es una composición de actores humanos y no humanos. Entonces esta “sensibilidad” para explicar lo social no como algo dado externo, sino una composición de elementos heterogéneos; además, situados de manera translocal, es por así decirlo, trasladada a los estudios urbanos, donde haciendo un paralelo, para construir lo “urbano” están involucrados todo tipo de elementos tanto humanos, como socio-técnicos (infraestructuras) y “naturales”, situados trasnlocalmente, indeterminados y que dan como resultado una novedad, la concepción de la ciudad no como una unidad construida, o un tipo de relaciones o cultura “urbana” más o menos identificable o un fenómeno político o económico, sino mas bien noción de la ciudad como un objeto múltiple: una ciudad múltiple, donde cada una de estas partes puede ser considerado como ,lo llaman algunos, un ensamblaje urbano, que se hace y deshace en redes de relaciones con un fin determinado, donde sus elementos pueden ser de una o varios actores-red al mismo tiempo, sin agotarse en ninguno de estos. Pueden estar situados en solo lugar o en muchos y si se hace un seguimiento de estas relaciones para explicar una determinada acción, se identifica esta heterogeneidad de elementos que están co-actuando para performar una realidad que se considera urbana. Puestos las “gafas tridimensionales” de la Teoría-actor red que habla de una ciudad hibrida, compuesta, translocal y sobretodo múltiple, se pretende hacer la revisión de una película, asumiendo que esta obra la directora pensó en Quito: La película es No robaras, a menos que sea necesario de Viviana Cordero, el análisis buscar “ver” qué ciudad de todas las posibles cuenta la autora. En este punto es necesario retomar la primera cuestión, porque es difícil decir si una película es una ventana, un marco o una puerta, así como la “realidad” es difícil definir para el investigador, y es justamente, porque quien investiga, también es parte de redes y sus ojos y miradas han sido mediadas, de hecho esta ponencia generará mediación en muchos al menos eso se espera. Por tanto, este investigador también es quiteño y “ve” lo que también le “enseñaron a ver”. Que se “ve” en esta película, una de las posibles ciudades de los adolescentes: con limitados recursos económicos, viviendo en el sur de la ciudad, con edificaciones que se presentan estrechas, viejas, cuando se

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quiere ver las estrellas Lucia (protagonista) responde “que estrellas chucha esas son las luces de la ciudad”, donde la “tienda de barrio” es protagonista, para tomarse la biela después del “cole” o para comprar “ la leche y el pan” y como es “vecina” a ver si fía, ciudad donde la calle es caminada, corrida y recorrida, los negocios son evidenciados con un sinnúmero de letreros vistosos, de todos los colores en el boulevard de la “J”, ahí están la botas “mas hijueputas”, la calles se usa para moverse, encontrarse, robar, escapar, para que pase el bus, para esperar y dar flores a la novia en la parada y para encontrarse con los “panas” para ir a “vaciar una casa” y por ahí pasa el bus, que cuando se va lejos es lo que más se usa, una vez nomas el taxi y eso porque “paga la cucha”. También están los rieles del tren, en esa ciudad existe el tren. En general, el énfasis, la vida esta mas de la puerta hacia afuera, pero también hay una realidad dentro de “casa”. Un espacio pequeño, así lo veo, para 6 personas que se vuelve un espacio más pequeño, en un tugurio en la 5 de junio para 4, un “conventillo”, donde en una casa antigua viven hacinadas familias e individuos, lugares pequeños para bodas, conciertos, con baños sucios, lugares para ensayar en construcciones abandonadas, por cierto Punk, género musical distante en tiempo y espacio, pero totalmente apropiado por los protagonistas, quienes disfrutan de comer tripas mishque en la Vicentina, luego del “golpe” “fuera” de su ciudad “cotidiana”. Esta vida cotidiana, en estos espacios también incorpora otros diferentes, con calles más amplias y “ordenadas” pero con menos gente caminando y más autos por las calles, con casas con muros altos y con guardias, uno de esos un acosador. Estos sitios son visitados para trabajar o para robar y en ambos casos son las relaciones que permiten llegar hasta ahí, pero su recorrido es limitado y distante, esos vínculos no ayudan para evitar la cárcel y abogados corruptos. Pese a la diferencia de estos otros lugares, se vuelven parte de la ciudad de los protagonistas, acá trabajan, cuidan, roban, se prostituyen o pasean, es como el lugar de donde viene “el dinero” pero no el “disfrute”. El disfrute está de regreso a “casa”, donde están los panas, donde la parte baja de un intercambiador, es

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un lugar para encontrarse, hablar y darse un beso; donde las afueras de la iglesia es bueno para pedir la bendiciones de diosito que sabe que es malo pero no les queda de otra, donde no se fuma un “porro”, sino un “chafo” en pipa y con hablando de “la calle”. Al finalizar de reconstruir esta ciudad de adolecentes que la autora muestra, pienso que el cine funcionó como marco, porque me permitió ver dentro de muchas posibles ciudades y resaltó una parte en un momento determinado, pero al mismo tiempo se constituyó una puerta porque me permitió entrar a ese Quito, en el que uno no está ensamblado o quizás no quiere ensamblarse sino solo para investigar; y por eso se vuelve una ventana, sea de la casa, el condominio o del carro, que me mantiene distante de esa ciudad, que es cruel con las mujeres y las niñas, que criminaliza a la agredida y no al agresor, que con el entorno construido le recuerda que “son pobres”, y que tiene acceso al lugar de los “otros ricos” para ganarse la vida solamente, que la calle es espacio público y de disfrute, pero también que caminarla es la única opción para moverse. En fin, esta ciudad, de otras tantas posibles, ha sido mostrada, es la que construyen los que aparecen, como actantes pero también los que no aparecen y mantienen bien definidos los espacios y rolee cada uno y esto deja una pregunta que atemoriza saber la respuesta: ¿existe la ciudad de lucia en algún lugar de Quito? Paúl Ponce

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ALEGRIA DE UNA VEZ

1. Más allá de que la ciudad de Quito suele ser escogida como escenario de rodaje, ¿Cómo percibe a Quito en cuanto a imaginario o pretexto para su propia realización cinematográfica? En “Alegría de una vez”, lo que me interesaba de Quito eran las veredas, los exteriores de las tiendas, donde se toman las cervezas, los parterres centrales de las avenidas, las pequeñas calles del los barrios, me interesaban los lugares cotidianos mas que el típico paisaje turístico, me interesa la textura de las calles mal asfaltadas, con huecos, donde existe la posibilidad que te atropelle un camión que pasa a toda velocidad. Quito es mi ciudad, es lo que yo conozco, yo hago cine sobre las cosas que conozco, además mi película es sobre la clase media, que es la que la he vivido, no hago películas sobre los barrios marginales porque me parece demagógico, sobre todo si se la hace con presupuestos altísimos y con una visión de la alta sociedad. La ciudad que yo retrato es la ciudad que tengo en la cabeza, mas que bonitos paisajes, me interesan las personas, los recuerdos. De todas maneras Quito es una ciudad que tiene extensiones hacia el campo o la playa, siempre estos elementos están presentes en mis películas. 2. ¿Cuánta importancia tiene en su filmografía incorporar

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escena cotidianas, más que construir, más que construir escenarios y decorados artificiales sobre la ciudad de Quito? En mis películas he retratado la cotidianidad y hasta la rutina, yo creo que en la cotidianidad está la esencia de nuestra identidad. Nuestros gestos, nuestro acento, las acciones mas cotidianas se potencializan al filmarlas, se convierten en algo mas, al darles la importancia de aparecer en una película y son la historia misma, para que mas? con mostrar la cotidianidad se está diciendo todo. 3. ¿Cuál es la valoración sobre la ciudad de Quito en su película. Puede esta ser considerada como un personaje? La verdad en el caso de “Alegría de una vez” creo que Quito no es un personaje, es el mundo en el cual se desarrollan las aventuras de los personajes pero no llega a participar tanto como para considerarla personaje, sin embargo la selva que aparece en “Alegría” si tiene rasgos de personaje cambiante, se comporta como un laberinto que le engulle al personaje principal y le escupe después en una carretera. La valoración sobre Quito en mi película es un suburbio donde los personajes se aburren y donde tienen que inventarse unas estrategias para salvarse del asfalto y del concreto tomando cervezas en las tiendas por ejemplo...


Sinopsis

Director: Mateo Herrera Duración: 76 minutos Año: 2002 Carlos, un adolescente quiteño de clase media que pasa sus días con sus amigos, entre cervezas, conversaciones sobre música, chicas y juegos de video, descubre una nueva faceta de la vida cuando se enamora de Alegría, una jovencita mucho más astuta que él. 19


ESAS NO SON PENAS 1. Más allá de que la ciudad de Quito suele más que construir escenarios y decorados ser escogida como escenario de rodaje, ¿Cómo artificiales sobre la ciudad de Quito? percibe a Quito en cuanto a imaginario o pretexto Esas No Son Penas habla de lo cotidiano. A lo largo de toda la película para su propia realización cinematográfica? Esas No Son Penas es una historia que no pretende hablar de la mujer en general. Es una historia mínima. A través de sus personajes, cinco mujeres quiteñas en sus treinta, tratamos de abordar temas más universales pero sin salir de esa especificidad. La historia nos muestra solamente un día en la vida de estas mujeres. De la misma manera fue tratada la ciudad, escogimos el Quito nuboso y gris que acompañaba a los personajes. La ciudad también pasa por un estado de ánimo especial.

2. ¿Cuánta importancia tiene en su filmografía incorporar escena cotidianas, más que construir,

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se utilizaron locaciones reales y aprovechamos la luz natural. En las tomas exteriores la ciudad también está en su cotidianidad. Se toma su tiempo en despertar, es como una ciudad siempre a la espera de algo.

3. ¿Cuál es la valoración sobre la ciudad de Quito en su película. Puede esta ser considerada como un personaje? Siempre pensamos en Quito como un personaje más. Acompañaba y acogía a estas mujeres en su estado de ánimo. Escogimos el personaje de ese Quito un poco frío y gris, pero que sabemos puede tener un sol inmenso y brillante.


Sinopsis

Director: Daniel Andrade Anahí hoenelsen Duración: 90 minutos Año: 2007 Un día cualquiera, cinco mujeres de Quito, amigas en la adolescencia, deciden volver a verse al cabo de catorce años: Elena está esperando su segundo hijo; Marina vive los avatares de la infidelidad; Diana, tempranamente viuda, comparte su soledad junto a su hija quinceañera; y Tamara no ha abandonado su alocada vida en los clubes, entre chicos y drogas. Esa noche visitarán a Alejandra, consumida por una enfermedad. “Esas no son penas” es un retrato de grupo, en el que cada quien aporta las luces y sombras de su paradójica condición de clase media, en una ciudad enclavada en los Andes. 21


LA LLAMADA 1. Más allá de que la ciudad de Quito suele ser escogida como escenario de rodaje, ¿Cómo percibe a Quito en cuanto a imaginario o pretexto para su propia realización cinematográfica? La Llamada lo que busca es contar una pequeña historia en la ciudad de Quito que se puede aplicar en muchas sociedades modernas creando una atmósfera universal.

hijo. A través de ellos dos, vemos la ciudad desde diferentes puntos de vista. Por ejemplo, en una de las escenas el personaje de Nicolás desde los techos del colegio observa la ciudad en un plano general donde vemos un avión que hace el recorrido del antiguo aeropuerto de Quito. Con Aurora el espectador se mueve por la ciudad desde adentro, subiendo y bajando de un taxi, caminando entre la gente en la calle Amazonas…se vive el ritmo de tránsito de la urbe.

3. ¿Cuál es la valoración sobre la ciudad de Quito 2. ¿Cuánta importancia tiene en su filmografía en su película. Puede esta ser considerada incorporar escenas cotidianas, más que como un personaje? construir escenarios y decorados artificiales sobre la ciudad de Quito? Los personajes encuentran en su ciudad con gente que les muestra Mucha importancia: tratamos que no exista un decorado artificial ya que queríamos estar cerca de la realidad de una mujer de clase media y su

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solidaridad, honestidad y humor. Quito más que un personaje es el espectador principal de estos personajes que viven en ella, el espacio que les une.


Sinopsis

Director: David Nieto Duración: 76 minutos Año: 2012 Aurora, mujer divorciada, recibe la llamada del rector del colegio de su hijo de 12 años para avisarle sobre la decisión de expulsarle en el último día de clases. En su intento por llegar a la escuela de Nicolás, ella tendrá que afrontar sus obligaciones como publicista, hija, hermana y madre separada. Mientras tanto Nicolás se debate en los conflictos de ir creciendo. Una ciudad caótica y un sistema educativo obsoleto atrapan a madre e hijo. Ellos tendrán que luchar para no permitir que su relación se pierda en un mundo cada vez más impersonal. 23


CUANDO ME TOQUE A MÍ 1. Más allá de que la ciudad de Quito suele ser escogida como escenario de rodaje, ¿Cómo percibe a Quito en cuanto a imaginario o pretexto para su propia realización cinematográfica? No es un pretexto, cuando escribo los guiones pienso en la ciudad, tengo una fuerte relación con Quito a pesar de venir de una ciudad pequeña, de Guaranda, Quito me cobija, me abriga a pesar del frío, me adoptó a los 13 años y yo le doy las gracias retratando su belleza. La ciudad de Quito es compañera, amiga, me aconseja, me mima. El Quito que filmo no es de pan de oro, ni de cúpulas bonitas, ni iglesias majestuosas, es un Quito cotidiano, diario, quizá feo para la estética convencional. 2. ¿Cuánta importancia tiene en su filmografía incorporar escena cotidianas,

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más que construir, más que construir escenarios y decorados artificiales sobre la ciudad de Quito? Quito es un escenario fascinante, su cotidiano no necesita intervención, sus elementos de identidad no necesitan maquillaje, sus calles, casas, paredes, calles, gente están ahí, perfectas para ser filmadas en su naturaleza pura. Quito se presenta cómo es y eso es lo que me impresiona. 3. ¿Cuál es la valoración sobre la ciudad de Quito en su película. Puede esta ser considerada como un personaje? Es un personaje más, muy complejo, con muchas subidas y bajadas, con sol y lluvia, con paz y rebeldía, con amor y odio, con norte y sur, frío y calor, tiene tanto carácter, tanta fuerza este personaje que no puedo dejar de pensar en ella, es recurrente en mis historias cómo la muerte.


Sinopsis

Director: Victor Arregui Duración: 90 minutos Año: 2008 El amor, el azar, la ciudad y la muerte. Estos elementos se conjugan de mil maneras para precipitar los destinos del médico legista Arturo Fernández, su madre, su hermano, su asistente, una interna del hospital, un taxista, un migrante de la costa, una mujer, su hijo, su ex marido y su amante. Dios los cría y Quito los junta. La muerte los iguala.

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No robarás (a menos que sea necesario) 1.Más allá de que la ciudad de Quito suele ser escogida como escenario de rodaje, ¿Cómo percibe a Quito en cuanto a imaginario o pretexto para su propia realización cinematográfica? Quito es la ciudad donde vivo, de manera que a diario imagino historias con esta ciudad como localización principal. Si bien a lo largo de mi trabajo, he tenido escenarios diversos, recuerdo la teleserie El Gran Retorno y mi última película: No Robarás… ( a menos que sea necesarios) como proyectos donde Quito ha sido la ciudad donde se desarrolla la historia. Me gustaría seguir grabando en esta ciudad, siento que hay mucho por contar aquí.

2. ¿Cuánta importancia tiene en su filmografía incorporar escena cotidianas, más que construir, más que construir escenarios y decorados artificiales sobre la ciudad de Quito? En mi filmografía la clave siempre es la historia y lo que les ocurre a los

personajes. Creo que mis guiones han tenido como pilar las escenas cotidianas. Nunca he puesto una ciudad por ponerla, de manera artificial. La ciudad aporta para la personalidad de la historia, pero creo que siempre importa más lo que sucede en la historia que se plantea. De todas maneras no imagino ninguna de mis películas en otras ciudades o pueblos que los que fueron planteados. El lugar en el que se graba aporta a la atmósfera, al sabor y al color de la película.

3.- ¿Cuál es la valoración sobre la ciudad de Quito en su película. Puede esta ser considerada como un personaje? No creo que pueda ser considerada en este caso, la ciudad de Quito como un personaje. Esta es una película donde la ciudad está al fondo, como telón, mas no como un personaje. Es una película muy intimista. La historia se da en esta ciudad, pero la propuesta es muy universal, podría darse en cualquier parte del mundo y funcionaría de la misma manera, por lo urbano, por lo global. Sin embargo pienso que Quito, su dolor, su tristeza, sus subidas y bajadas, su desarrollo, su crecimientoaportan al sentimiento de la protagonista.

“Cuales estrellas bro, no vez que esta nublado…son las luces del mall, gil” 26


Sinopsis

Director: Viviana Cordero Duración: 100 minutos Año: 2013 Lucía es una chica de 16 años, amante de la música punk y de una rebeldía innata. Su mundo lleno de conciertos y amigos cambiará radicalmente cuando su madre se vea envuelta en un problema de violencia familiar que la lleva a la cárcel. La joven deberá enfrentarse a uno de los dilemas más difíciles de su existencia cuando se haga la pregunta ¿robar o no robar?

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Entre Marx y una mujer desnuda 1809-1810: Mientras llega el día 1. Más allá de que la ciudad de Quito suele ser escogida como escenario de rodaje, ¿Cómo percibe a Quito en cuanto a imaginario o pretexto para su propia realización cinematográfica? En las cuatro películas que he filmado en Quito (Chacón Maravilla, entre Marx y una mujer desnuda, Cara o cruz, y 1809 1810 Mientras llega el día), probablemente se pueda encontrar cuatro Quitos. Mis percepciones están en mis películas. Quito para mi no es un pre-texto. Tal vez es el texto mismo. 2. ¿Cuánta importancia tiene en su filmografía incorporar escena cotidianas, más que construir, más que construir

escenarios y decorados artificiales sobre la ciudad de Quito? El cine es un artificio, del primer cuadro al último. Lo cotidiano que puede verse en el cine, es un artificio, una construcción, probablemente difícil de construir. Que filmemos en locaciones, antes que en sets, en el caso de nuestro cine más que una opción estética es una imposición de las condiciones de producción locales. 3. ¿Cuál es la valoración sobre la ciudad de Quito en su película. Puede esta ser considerada como un personaje? En mis películas Quito no es un personaje, porque personaje es el que acciona. El Quito de mis películas es una circunstancia, cuatro circunstancias, que afectan el modo de ser de los personajes.

Sinopsis

Direcctor: Camilo Luzuriaga Duración: 100 minutos Año: 2004 Quito 1809. Las tropas reales llegan a la ciudad desde Lima con el coronel Arredondo a la cabeza, el propósito es sofocar la rebelión de los insurgentes contra la Corona española. En medio de estos acontecimientos surge el amor entre Judit, una joven quiteña, con Pedro Matías Ampudia, el bibliotecario de Quito, quien por avatares del destino termina relacionándose con personajes que protagonizaron los actos independentistas del 10 de Agosto, y que luego terminaron con la matanzadel 2 de Agosto de 1810, cuando fueron sacrificados casi 300 quiteños.

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Sinopsis

Director: Camilo Luzuriaga Duración: 92 minutos Año: 1996 Adaptación de la novela homónima de Jorge Enrique Adoum. Trata sobre la atormentada relación de un grupo de jóvenes activistas con su realidad, la filosofía marxista, y el sexo, durante la década del sesenta en el Ecuador, cuando la revolución parecía estar a la vuelta de la esquina, y donde todo estaba prohibido, hasta el amor.

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RATAS RATONES Y RATEROS Más allá de que la ciudad de Quito suele ser escogida como escenario de rodaje ¿cómo percibes a Quito en cuanto a escenario o pretexto para tu propia realización cinematográfica? Yo soy un cineasta que me inspiro mucho en las locaciones donde se van a mover los personajes. En el caso de Quito mi visión de la ciudad fue decisiva respecto del desarrollo final de “Ratas...”. No tenía intención de hacer un retrato bonito de Quito, me parecía interesante jugar con una ciudad agresiva, dura, gris; coherente con sus personajes, quienes estaban en aprietos, en situaciones extremas en su vida. A nivel de arte cuando hablábamos de los colores definíamos en Guayaquil los colores cálidos y en Quito los fríos. El estado anímico de los personajes es un espejo de la ciudad, en “Ratas...” creo que este elemento es particularmente fuerte y notorio. El Quito que se muestra en la película refleja mucho el interior de Salvador; por lo tanto las locaciones escogidas fue una parte muy importante de la producción de la película. ¿Cuánta importancia tiene en tu filmografía, incorporar escenas cotidianas, más que construir escenarios y decorados artificiales, por ejemplo sobre la ciudad de Quito? En general utilizo mucho locaciones reales en mis películas, que tengan coherencia con lo que se está contando, salvo en mi última película “Europa Report” en la que trabajo con escenarios construidos totalmente desde cero. Inclusive en “Rabia” trabajamos con una locación existente,

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luego la adecuamos; sin embargo como punto de partida. En “Ratas...” hubo un trabajo importante en cuanto a arte y decoración, una adecuación de colores para lograr una coherencia visual con lo que se estaba viendo. El mayor trabajo de arte fue en la búsqueda de las locaciones. Hay sitios más cotidianos como las afueras del Registro Civil de Turubamba y otros más extremos como el botadero de chatarra que está muy alejado, en el sur de la ciudad, es un lugar que considero muy poético y que acompaña desde la estética de los desechos las vulnerabilidades de los personajes. Por otro lado se ve el otro extremo de las casas de familia más burguesas como la de Carolina donde hay elementos más kitsch; y por otro lado la de J.C. que es más cercana a la tradición quiteña. ¿Cuál es la valoración de la ciudad de Quito en tu película. Puede ser considerada como un personaje? Cuando empecé a trabajar con el guión de “Ratas, ratones rateros” la película tenía el nombre de “Quito sur, Quito norte” porque había un contraste muy fuerte entres tres mundo, dos de los cuales eran en Quito. Uno es el de Salvador, en el sur, el de la Ferroviaria; que contrastaba con el del norte, un Quito más plástico, más aniñado. Todo lo cual contrastaba con el Guayaquil lumpen de Ángel. Los personajes surgieron de ciertos arquetipos que están presentes en la ciudad. Más allá de sentir que la ciudad es un personaje, creo que cada personaje fue producto de un lugar y de cada ciudad. Es preciso decir que pese a que el retrato de las ciudades es agresivo, la mayoría del público lo tomó como legítimo y genuino, y eso es algo que me enorgullece del estas personas, que se sintió conectada con “Ratas...” y sintió que si así somos y que si hay cosas que hay que cambiar aquí están..


Sinopsis

Director: Sebastián Cordero Duración: 107 minutos Año: 1999 La precaria cotidianidad de Salvador, un adolescente que incursiona en hurtos callejeros junto a unos amigos, se ve trastocada por la llegada de su primo Ángel, un ex - convicto en problemas. Relato sobre la pérdida de la inocencia, a través de la historia de un joven que pierde las pocas cosas que tenían sentido en su vida.

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FUERA DE JUEGO 1. Más allá de que la ciudad de Quito suele ser artificiales sobre la ciudad de Quito? escogida como escenario de rodaje, ¿Cómo percibe a Quito en cuanto a imaginario o pretexto para su Quito es un escenario fascinante, su cotidiano no necesita propia realización cinematográfica? intervención, sus elementos de identidad no necesitan maquillaje, sus calles, casas, paredes, calles, gente están ahí, No es un pretexto, cuando escribo los guiones pienso en la perfectas para ser filmadas en su naturaleza pura. Quito se ciudad, tengo una fuerte relación con Quito a pesar de venir presenta cómo es y eso es lo que me impresiona. de una ciudad pequeña, de Guaranda, Quito me cobija, me abriga a pesar del frío, me adoptó a los 13 años y yo le 3. ¿Cuál es la valoración sobre la ciudad de Quito doy las gracias retratando su belleza. La ciudad de Quito es en su película. Puede esta ser considerada como compañera, amiga, me aconseja, me mima. El Quito que un personaje? filmo no es de pan de oro, ni de cúpulas bonitas, ni iglesias majestuosas, es un Quito cotidiano, diario, quizá feo para la Es un personaje más, muy complejo, con muchas subidas estética convencional. y bajadas, con sol y lluvia, con paz y rebeldía, con amor y odio, con norte y sur, frío y calor, tiene tanto carácter, tanta 2. ¿Cuánta importancia tiene en su filmografía fuerza este personaje que no puedo dejar de pensar en ella, incorporar escena cotidianas, más que construir, es recurrente en mis historias cómo la muerte. . más que construir escenarios y decorados

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Sinopsis

Director: VICTOR ARREGUI Duración: 90 minutos Año:2002 Juan Castro es un muchacho pobre que sueña con emigrar a España para probar suerte y así escapar de la asfixiante situación de su país, caracterizado por la represión, la corrupción generalizada y el colapso social, económico y moral. El joven, animado por la desesperación y los malos consejos, decide cometer un crimen para conseguir los recursos que le permitan alcanzar su dorada ilusión. Escenificada íntegramente en Quito, la película recupera fragmentos de la historia reciente de Ecuador. 33


A TUS ESPALDAS Más allá de que la ciudad de Quito suele ser escogida como escenario de rodaje, ¿Cómo percibe a Quito en cuanto a imaginario o pretexto para su propia realización cinematográfica? Evidentemente Quito es un ente importante dentro del planteamiento dramático de “A TUS ESPALDAS”, su configuración geográfica, sus representaciones simbólicas de poder, su contexto y mixtura cultural, definen de alguna manera la visión y el viaje del personaje principal. Quito se desparrama en su historia sin ningún tono de amabilidad, está presente en su hablar, en su faceta frívola, en sus prejuicios, en la belleza de sus rincones más desagradables, lo hace tanto que muchos afirmaban no podría ser vista fuera de sus limites, sin embargo, más allá de los festivales y muestras internacionales en las que ha participado, ha sido adquirida comercialmente en lugares tan diversos y lejanos a nuestro contexto como Sudáfrica, Chile, España, EEUU y se mantiene ya doce semanas (y contando) en las cartelera cinematográfica Venezolana. No es que me interese particularmente cuán lejos pueda ser exhibida, me ha importado muy poco el tema desde mi faceta de creador al permitirme plantear esta película en términos tan locales y en sentido contrario a la comentada y creo mal entendida “universalidad” de contenidos cinematográficos, lo anoto como un curiosidad a ser atendida, pues muchas propuestas que

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limitan su concepción en ese sentido difícilmente logran franquear barreras hacia un público exterior. Quito es claramente un pretexto dentro de mi imaginario, un pretexto que me circunda, que acepto y valoro por decisión, un pretexto que me da la posibilidad de simbolizar y tratar temas de los que me interesa hablar. 2. ¿Cuánta importancia tiene en su filmografía incorporar escena cotidianas, más que construir escenarios y decorados artificiales sobre la ciudad de Quito?

Mi filmografía es corta, es solo A TUS ESPALDAS, la cotidianidad subjetiva de sus planteamientos es importante y creo que en gran medida responsable de la identificación del público con el filme, no se si se mantendrá esta concepción en mis futuros trabajos, siento que su creación responde a un tiempo y circunstancias determinadas que no necesariamente comparto en la actualidad.

3. ¿Cuál es la valoración sobre la ciudad de Quito en su película. Puede esta ser considerada como un personaje? Es el escenario mayor, la localización coadyuvante para la realización de la historia, la representación simbólica de los conflictos y complejos de la sociedad subjetiva que personifica el protagonista, en gran medida el contexto que forma su personalidad. No se si eso la convierte en un personaje, pero sí en un elemento esencial y particular de esta historia.


Sinopsis

Director: Tito Jara Duración: 72 minutos Año: 2011 La estatua de la virgen de “El Panecillo”, loma que divide a la ciudad de Quito en dos, mira y sonríe hacia el norte de la ciudad, donde vive la gente más rica y acomodada; mientras que da la espalda al sur, donde está la mayoría de sus habitantes de clase obrera trabajadora. Narra la vida de Jorge Chicaiza Cisneros, un joven quiteño, quien reniega de su humilde origen y que de un momento a otro se involucra en un lío con grandes consecuencias. Él, junto a una bella colombiana, descubre en la hipocresía y la corrupción imperantes en la ciudad, la manera de lograr el elemento más importante en sus vidas: dinero.

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CNCINE Consejo Nacional de Cinematografía del Ecuador El CNCINE es la institución encargada de fortalecer la industria cinematográfica y audiovisual del país. CINE Q Proyecto del programa metropolitano Quito Cultura Viva que tiene como objetivo generar espacios de integración y participación de ciudadanos y ciudadanas, a travésdel lenguaje cinematográfico, para la reflexión y diálogo comunitario. AGRADECIMIENTO Agradecemos de manera especial el apoyo de la Cinemateca Nacional del Ecuador, institución dedicada a la preservación y difusión de las obras y registros audiovisuales ecuatorianos y la exhibición de cine independiente del mundo.


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